Delfina Rossi Salmoral

Pregunta domiciliaria para el exámen final

1) Hoy en día, la práctica del periodismo se ve obstaculizada por una profunda

espectacularización de la realidad. La búsqueda de una historia que genere mayor
rating/clicks influye en la forma de contar esas historias. Son tiempos complicados en
Argentina, la situación económica no es buena para la mayoría de los ciudadanos; pero
cada vez más se ve como los comunicadores dejan de lado su misión de informar lo más
objetivamente posible, y pasan a dramatizar la situación y descargar sus situaciones
personales en sus lugares de trabajo. Lugares de trabajo que deberían ser ampliamente
respetados por el alcance y la importancia que tienen para todos los ciudadanos.

2) El decreto Intermerifica hace referencia a la necesidad de una comunicación responsable

y moralmente correcta por parte de sus integrantes. Llama a tener en cuenta “el fin, las
personas, el lugar, el momento y los demás elementos con los que se lleva a cabo la
comunicación misma y que pueden modificar su honestidad o cambiarla por completo”. Para
evitar caer en dramatizaciones es derecho que la comunicación, en cuanto a su contenido,
“...sea siempre verdadera e íntegra, salvadas la justicia y la caridad; además, en cuanto al
modo, ha de ser honesta y conveniente”.

El decreto reconoce que los medios también describen el “mal moral”, y que esto no tiene
por qué ser algo negativo, siempre y cuando estas narrativas sirvan para conocer más a los
hombres, y para resaltar más la verdad. Sin embargo, pone algunas condiciones a la
representación del mal moral, para evitar caer en dramatizaciones exageradas que no
aporten nada: “...para que no produzcan más daño que utilidad a la almas, habrán de
someterse completamente a las leyes morales”.

Por último, el decreto hace referencia a los periodistas, aquellos que tienen la principal tarea
moral para asegurar un uso recto de los medios de comunicación.

3) El documento elegido es el n° 51, del año 2017: <<No temas, que yo estoy contigo>> (Is
43,5). Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos. El Papa Francisco le habla a
los periodistas en primer lugar llamándolos a “una comunicación constructiva que,
rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a
mirar la realidad con auténtica confianza”. A su vez, dice “Creo que es necesario romper el
círculo vicioso de la angustia y frenar la espiral del miedo, fruto de esa costumbre de
centrarse en las «malas noticias»”. No es una cuestión de desinformar y hacer como si las
malas cosas no pasaran, sino de buscar las soluciones a aquellos problemas. “Invito a
todos a ofrecer a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo narraciones marcadas por
la lógica de la «buena noticia».Esta buena noticia, que es Jesús mismo, no es buena
porque esté exenta de sufrimiento, sino porque contempla el sufrimiento en una perspectiva
más amplia, como parte integrante de su amor por el Padre y por la humanidad”.

4) Es necesaria una actitud de proactividad, donde los periodistas apunten al bien común de
la sociedad como objetivo primordial a la hora de informar malas noticias.