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EXPEDIENTE : 07228-2017-0-1801-JR-PE-27
JUEZ : URIOL ALVA ENA DAYSI
ESPECIALISTA : QUINTO QUINTO, JAIME MANUEL
QUERELLADO : GALLEGOS IBARBURU, GREGORY IVAN
: MOYANO DELGADO, MARTHA LUPE
DELITO : DIFAMACIÓN
QUERELLANTE : ROMERO CORO, JENNY BERTHA
Resolución Nro. 16
Lima, veintidós de enero del años dos mil diecinueve.-
SENTENCIA
ANTECEDENTES
HECHOS IMPUTADOS
Que, de los hechos narrados por Jenny Bertha Romero Coro se desprende que
la incriminación concreta contra Martha Lupe Moyano Delgado y Gregory
Iván Gallegos Ibarburu, consiste en haber mancillado su honor en las distintas
entrevistas que habrían brindado en los medios de comunicación: el día 17 de
octubre del 2017, en el Programa ”Ampliación de Noticias” de Radio Programas
del Perú (RPP); el día 17 de octubre del 2017, en el Programa “Primero a las
doce de Canal N”; el 17 de octubre del 2017 en el Noticiero 24 Horas de
Panamericana TV, el 19 de octubre del 2017, en Exitosa Noticia y el 18 de
octubre del 2017, en el programa Primer Plano de Willax.
DILIGENCIAS EFECTUADAS
“Bien Jurídico, será todo lo que, aún no constituyendo derecho, es valorado por
el legislador como condición para que la vida comunitaria se desarrolle
normalmente. Por lo que es interés de la comunidad conservarlo íntegro
protegiéndolo mediante normas jurídicas” (Fundamento N° 10 del Acuerdo
Plenario N° 01-2012/CJ-116. Pleno extraordinario de la Corte Suprema de
Justicia de la República).
El artículo dos, inciso sétimo de la Constitución Política del Perú prescribe que
“toda persona tiene derecho al honor y a la buena reputación...”. Dada la
ubicación que tiene dicho bien jurídico dentro de la Carta Política, es evidente
que su consideración es la de un derecho fundamental, en la medida que el
honor consiste en el conjunto de relaciones de reconocimiento que se derivan de
la dignidad y del libre desarrollo de la personalidad. Defraudar las concretas
expectativas de reconocimiento que emanan de estas relaciones constituye un
comportamiento lesivo para el honor.
( I ) Imputación Objetiva
En tal contexto, deben ser evaluadas las expresiones a las que hace referencia
los querellados respecto a los hechos acaecidos y a la forma en que se difundió
la noticia. Así, se infiere que con lo expresado por los querellados se causó a la
agraviada Jenny Bertha Romero Coro un grave daño a su buen nombre, imagen
y reputación, por cuanto en las entrevistas realizadas, claramente le han
atribuido no sólo la calidad de “terrorista” indultada, sino además ha señalado,
Gregory Gallegos que “formó parte de la cédula de aniquilamiento que asesino
a María Elena Moyano”, “que perteneció a Socorro Popular del Comité
metropolitano, y fue la que neutralizó a María Elena Moyano con el propósito
que le pongan dinamita”, expresiones que del mismo modo la querellada,
Martha Moya profirió en los medios donde fue entrevistada.
Lo precedentemente expuesto se sustenta con lo vertido por los propios
querellados MOYANO DELGADO y GALLEGOS IBARBURU a fojas 110/112 y
113/115, respectivamente, quienes pese haberse declarado inocentes de los
cargos imputados, han aceptado haber dicho en entrevista periodística que la
querellante, Jenny Bertha Romero Coro fue sentenciada por terrorismo y
participó en el asesinato Maria Elena Moyano, basándose en la información
obtenida por el periódico “El Comercio” de octubre del año 2000 y del Informe
de la DIRCOTE. Al respecto debe precisarse que una de las modalidades que
exige el tipo de difamación es la atribución de un hecho que pueda perjudicar
su honor, para lo cual resulta irrelevante si el hecho atribuido a la agraviada es
verdadero o falso. En el presente caso, la Juzgadora considera que atribuirle a
la querellante haber tenido “participación en el asesinato de María Elena Moyano
como miembro de una agrupación terrorista”, a través del medio de comunicación
(radial y televisiva), resulta perjudicial, por sí mismo, para su honor, ya que los
querellados sin haber probado sus afirmaciones con medio probatorio idóneo
y suficiente que lo corroboré y/o sustente, difundieron en distintos medios de
comunicación social conductas de carácter ofensivo que dieron por “ciertas” y
con lo cual menoscabaron el honor de la querellante, resultando evidente el
ánimo de desacreditar a la querellada por el hecho de resultar beneficiada con
la adjudicación de un terreno otorgado por un decreto supremo según han
declarado los querellados, y que a consideración de ellos no le correspondería
obtener por lo motivos ya expuestos, debiendo precisarse que del tenor de la
trascripción de los textos, los querellados no hacen mención como fuente de
información al Diario Comercio e informe de DIRCOTE, para asegurar que la
querellante fue una “terrorista” involucrada en el asesinato de María Elena
Moyano como posteriormente lo han hecho en sede judicial, sino que en forma
directa se han expresado de tal forma sin acreditar la veracidad de sus
afirmaciones.
Siendo así, ha quedado acreditado que los querellados han procedido con dolo,
es decir, de manera conciente y voluntaria, teniendo pleno conocimiento de los
hechos y circunstancias que rodearon su acto ilícito, representándose y por ende
asumiendo las consecuencias negativas que de manera necesaria iban ligadas a
su conducta antijurídica, relacionadas a la afectación de la agraviada quien se
vería perjudicada.
Por otro lado debe considerarse que los querellados MARTHA LUPE
MOYANO DELGADO y GREGORY IVAN GALLEGOS IBARBURU
procedieron en pleno uso de sus capacidades de discernimiento y de
organización, con total conciencia de la dañosidad social1 por cuanto puesta en
la situación altamente probable de incumplir la norma jurídico penal y vulnerar
un bien jurídico penal, no se abstuvieron ni se desistieron de su conducta ilícita
que finalmente determinó el resultado nocivo.
1
“Hay que injertar la dañosidad social en la lesión del bien desde fuera para poder calificarla de lesión del bien
jurídico” (…) “Lo importante es que la punibilidad se oriente no a lo disvalioso per se, sino siempre a la dañosidad
social”. Günther Jakobs, “Derecho Penal” – Parte General – Fundamentos y teoría de la Imputación” pp. 56 y
58.
norma jurídico penal, no se abstuvieron de realizar dicha conducta ilícita, por lo
que deben de ser pasibles de una sanción, tanto por no observar la norma
jurídica penal2 como por vulnerar un bien jurídico penal,
constitucionalmente reconocido3.
El delito subexamine, materia presenta como pena abstracta una pena privativa
de la libertad no menor de uno ni mayor de tres años y de ciento veinte a
trescientos sesenticinco días-multa. En el presente caso, no existe concurrencia
de circunstancias atenuantes privilegiadas o agravantes cualificadas.
Para determinar la pena dentro de los límites fijados por Ley, la Juzgadora
atiende a la responsabilidad y gravedad del hecho punible para lo cual debe
de apreciarse la presencia de las circunstancias de atenuación y agravación; de
acuerdo al artículo 46° del Código Penal, Así se determina la concurrencia de la
siguiente circunstancia de Atenuación: (a) Ausencia de antecedentes penales de
los acusados, conforme se acredita en autos. Asimismo se establece la presencia
2
“La contribución que el derecho penal presta al mantenimiento de la configuración social y estatal reside en
garantizar las normas”. (…) “Bien jurídico penal es la vinculatoriedad práctica de la norma”. Günther Jakobs,
“Derecho Penal” – Parte General – Fundamentos y teoría de la Imputación” pp. 45 y 47.
3
“El cometido del derecho penal es la protección subsidiaria de bienes jurídicos” (…) “Los bienes jurídicos son
circunstancias dadas o finalidades que son útiles para el individuo y su libre desarrollo en el marco de un sistema
social global estructurado sobre la base de esa concepción de los fines o para el funcionamiento del propio sistema
Este concepto de bien jurídico abarca tanto los estados previamente hallados por el derecho como los deberes de
cumplimiento de normas creados sólo por el mismo. De tal concepto de bien jurídico que le viene previamente dado
al legislador, pero no es previo a la Constitución”. Claus Roxin, “Derecho Penal – Parte General – Tomo I. pp. 51
y 56.
de la circunstancia de agravación prevista en el artículo 46° numeral 2 item (i)
del Código Penal, constituido por la pluralidad de agentes que intervinieron
en la comisión del delito.
4
Artículo 285-B.- Lectura de sentencia
1. La citación para la lectura de sentencia condenatoria deberá consignar en forma expresa, clara y
precisa que el acto es público e inaplazable y que se llevará a cabo con los que concurran al mismo, así como el
apercibimiento de designarse defensor público en caso de inasistencia del abogado defensor elegido por el
acusado. La sentencia será leída ante quienes comparezcan.
2. En los procesos sumarios, la citación se realizará en el último domicilio procesal señalado por las partes
en el proceso. Asimismo, al acusado se le citará en su domicilio real señalado en el proceso. En los procesos
ordinarios, la citación se realizará a los sujetos procesales concurrentes a la última sesión de audiencia en que se
declaró cerrado el debate.
3. La condición jurídica del contumaz no impedirá la citación al acto de lectura de sentencia
condenatoria, siempre que el proceso se encuentre expedito para sentenciar.
(…)
PRONUNCIAMIENTO
FALLA: