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Hacerte cargo de que las cosas sucedan se aplica a todos los ámbitos de
al vida como emprendedor. Incluso puede significar transformar un
espacio como el que ves a la izquierda en uno como el que ves a la
derecha :) Tomar acción redunda en poder diseñar tu vida (y tus espacios)
como deseas y que no lo haga otro por ti :)
Si te sentiste identificado con muchas de las características de la
persona reactiva te estarás preguntando ¿se puede cambiar? ¿puedo
dejar de ser reactivo y convertirme en alguien proactivo?
Las personas proactivas son más felices y aportan más valor al mundo
y a su alrededor.
Y si, puedes aprender cómo ser más proactivo. No sólo eso, sino que
puedes hacer de la proactividad un hábito que pase a formar parte
natural en tu vida y que sea parte de quien eres.
Los hábitos que tenemos nos definen, los buenos y los malos. Hablan
de quiénes somos, cómo somos en este momento, cómo vemos el
mundo y qué aportamos.
Podemos cambiar los malos hábitos por buenos hábitos, y así
transformarnos y cambiar quiénes somos. Entonces, por más que hoy
no estés siendo como quieres ser ni haciendo las cosas 100% como te
gustaría, puedes transformar eso mediante tus hábitos.
Lo primero es cambiar las características reactivas por proactivas. Con
el mínimo ejercicio notarás lo libre que eres, lo liviano que te sientes, la
motivación natural que encontrarás al descubrir que tienes la posibilidad
de elegir y hacer que algo pase independientemente de las
circunstancias.
Aquí tienes algunos pasos simples para que puedas formar el hábito de
ser proactivo y convertirte en una persona independiente.
Cuando te enfrentes a una situación conflictiva, antes de actuar
frena unos minutos a pensar. Antes de quejarte o frustrarte,
pregúntate ¿qué puedo hacer yo al respecto? ¿puedo hacer algo
para cambiar esta situación? Seguramente encontrarás algo que
hacer. Y si no lo hay, debes dejarlo ir y elegir que no te afecte.
Presta atención a cómo estás hablando, qué lenguaje usas: ¿estás
usando un lenguaje pasivo? Cámbialo y comienza a hablar de forma
positiva: “quiero hacer xx”, “elijo”, “pensemos alternativas”.
Toma el control de tu vida con alguna de estas sugerencias:
Hazte una promesa y cúmplela.
Elije una meta y trabaja para cumplirla.
En ambos casos ejercitarás las habilidades de las personas proactivas,
usarás tu creatividad y te harás cargo de que algo suceda.
Haz un experimento durante un período de tiempo determinado: una
semana, un mes. Durante ese tiempo debes estar enfocado en
cómo estás respondiendo a cada situación y ejercitar la proactividad
de forma consciente en cada caso.
Piensa en una situación conflictiva que estés atravesando en este
momento, en tu hogar, en el trabajo, en una relación en particular.
Piensa cómo lo afrontaría una persona proactiva, qué haría y actúa
con esos parámetros para enfrentar y resolver esos problemas.
Como emprendedor y persona que desea ser un buen
emprendedor, pregúntate: ¿qué me está frenando ahora de iniciar
mi propio negocio? ¿Esos son obstáculos reales o son
justificaciones externas que estoy poniendo para no hacerme
cargo? ¿Qué alternativas tengo y qué puedo hacer al respecto hoy
para iniciar mi negocio, más allá de la situación económica, de los
recursos que tengo o del tiempo que tengo?