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La Ética Protestante y el Espíritu del Capitalismo

Beltrán Villegas Emilio David

Las observaciones realizadas sobre poblaciones que mantienen un arraigado nivel cultural sobre la religión
protestante, han demostrado que este tipo de clases mantuvieron durante el desarrollo del capitalismo un
mayor auge, en comparación con las otras poblaciones, ya que estas últimas mantienen un margen muy
enraizado con los contextos históricos de un pasado muy antiguo, es por ende en las civilizaciones mas
actualizadas económicamente donde se puede observar una tendencia revolucionaria que marcaria a la
situación eclesiástica.

La ruptura con el sistema económico anterior determino una pauta para el cuestionamiento religioso, sin
embargo, la fuerza influida por este ultimo sobre el pueblo fue una causa primordial, al dar una anhelo de
cambiar el poder por algún otro, el calvinismo marco una nueva reforma para determinar la conducta individual,
de manera contraria a lo que se vivió en diversas culturas, los contextos históricos son arraigados en la persona,
usándolos habitualmente, en el caso de las religiones de cierta índole ortodoxa; las personas tienden a
demostrar una menor eficiencia en el momento de trabajar, o incluso en metas personales, mientras que los
portadores de alguna religión protestante integran las ideas capitalistas de una mejor manera, convirtiéndolas
en personas más productivas.

El espíritu del capitalismo como tal, alude a la idea de mantener las cantidades de dinero que se han ganado,
para su posterior uso en el siguiente proyecto. que de la misma manera provocara una ganancia; cada moneda
malgastada es perdida. Para esto surgen los ideales como: la consideración que el tiempo es dinero, considerar
que el crédito es dinero, la consideración de que el dinero es fecundo y provechoso, el buen pagador es dueño
de la bolsa de cualquiera, la puntualidad y rectitud son las que contribuyen en cualquier empresa, y considerar
como propio todo aquello que se posee y vivir de esa manera. Es por tanto el hombre avaro un buen hombre e
incluso honorable, este modelo trasciende a la materia para ser comparable con una ética muy estricta,
otorgándole un factor de utilidad, para estas personas su juicio general es la inversión, dando al dinero y al
individuo otro carácter que pareciera antinatural.

El rompimiento con la ética religiosa del momento, es desarrollada en el preciso instante en el que esta se
oponía a un estilo de vida que pareciera muy individualista y ególatra, sin embargo la existencia de este espíritu
capitalista se ha mantenido desde muy remotos tiempos, creando gran controversia y desatando este
rompimiento. Por lo tanto el primer enemigo fue el hecho metal y conductual llamado tradicionalismo, apegado
principalmente en el individuo ortodoxo, ya que estos mantenían un menor desempeño en comparación con los
protestantes incluso en el pago a destajo.

Desde un punto de vista individual, la marcada relación que el individuo mantiene con sus tradiciones parecen
darle el aspecto social que los mantiene identificados y pertenecientes a un mismo grupo, adoptando como
principal punto su religión, sin embargo el desarrollo capitalista parece fomentar una nueva era para el ser
humano y la adecuación a este nuevo estilo es esencial para la adquisición de un lugar en el nuevo mundo.

Como conclusión se puede mencionar que la ética protestante en su constante lucha contra el tradicionalismo
trajo consigo un nuevo desarrollo social, para beneficio de la humanidad. El espíritu del capitalismo mantiene
una relación con esta, para juntos continuar en un progreso constante que parece ser necesario para la
humanidad.

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