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VALOR E IMPORTANCIA DE LOS ESTUDIOS EN SENTIDO GENERAL

El estudio es el desarrollo de aptitudes y habilidades mediante la incorporación de conocimientos nuevos. El


sistema de educación mediante el cual se produce la socialización de la persona tiene como correlato que se
dedique una elevada cantidad de horas al análisis de diversos temas. Es por ello que se han desarrollado una serie
de estrategias con el fin de que la tarea de estudiar sea más simple y que se logren alcanzar mejores resultados. Si
bien estos métodos son variados, es posible destacar una serie de pautas recurrentes.

Pedir ayuda: Es necesario que cuando no se entienda algo se le pregunte a alguien que sabe sobre el tema.

Concentración: Es necesario que el alumno, para concentrarse, se encuentre en un lugar silencioso, distante de
los bullicios, para así memorizar lo estudiado y alcanzar una efectiva concentración.

Fichas: Se puede relacionar con la materia, ya sea inglés, matemáticas o física; a través de estas fichas se puede
escribir aquello que sea difícil memorizar, y llevarlas consigo a todos lados. Esta herramienta ayuda a fijarse en
los pequeños detalles y a retener los conceptos con mayor facilidad.

En cualquier caso, el memorizar no sirve en el estudio ya que se trata de un proceso puramente mecánico: pues
para que el estudio funcione debe haber un aprendizaje significativo y basado en la comprensión, la síntesis y el
sentido crítico, habilidades que, pese a ser de vital importancia, no se desarrollan ya que generalmente son
sustituidas por la memorización.

El estudio es el desarrollo de aptitudes y habilidades mediante la incorporación de conocimientos nuevos. El


sistema de educación mediante el cual se produce la socialización de la persona tiene como correlato que se
dedique una elevada cantidad de horas al análisis de diversos temas. Es por ello que se han desarrollado una serie
de estrategias con el fin de que la tarea de estudiar sea más simple y que se logren alcanzar mejores resultados. Si
bien estos métodos son variados, es posible destacar una serie de pautas recurrentes.

Es común que en un mundo como el actual, caracterizado por rapidez, competencia, cambio e incertidumbre,
muchos se centren en trabajar y producir dinero para satisfacer sus necesidades. Olvidan, desdeñan o pospongan
la preparación intelectual, sin percatarse de algo: Estamos en el mundo de la información, del dato, de
conocimiento. Siga leyendo.

Uno de los aspectos más importantes en la vida de una persona es su educación. Me refiero a educación en dos
sentidos: uno, relativo a la formación ética y moral, la preparación para la vida social adaptada, que permite
comprender los fundamentos de vida de cada comunidad, en cada tiempo.

Por otra parte, educación tiene que ver con preparación intelectual, estudio consciente u obtención de un
conocimiento adecuado y útil a las necesidades individuales y sociales. Es a esta segunda acepción, relativa al
estudio, a la que deseo referirme más detalladamente.

Ciertamente, considero que la preparación intelectual es una pieza de alto valor en el proceso evolutivo de las
personas. De hecho, existe una teoría conocida como la “teoría del capital humano”, atribuida por algunos a
Theodore Schultz y por oros a Gary Becker. Según esta teoría, existe una enorme masa de dinero que no se
cuantifica, y que se relaciona con la inversión que las personas hacen en ellas mismas. Y uno de los aspectos más
notables de esa inversión es la que se realiza en estudios y preparación general.

Según Becker, quien obtuvo el Premio Nobel de Economía e 1992 por sus aportes en este tema, las personas que
estudian alcanzan un nivel más alto de bienestar y logran ingresos más altos que quienes. En pocas palabras el
investigador afirma que “hay personas gente más que otros, simplemente porque invierten más en ellos mismos”.
Sin embargo, debemos aclarar que no todos tienen la misma capacidad intelectual ni la misma disposición ni
tampoco la misma oportunidad. También conviene agregar que muchas personas sin preparación intelectual o
con pocos estudios formales, son personas maravillosas, talentosas de innegable aporte social, a quienes se les
debe reconocer su valía en toda circunstancia. En este contexto, asumo como válida la frase de Menelao: “No
todo es para todos en todo momento”.

De vuelta al tema de la preparación intelectual, si revisamos más de cerca los beneficios de la preparación
intelectual, veremos que resulta conveniente, porque nos permite:

 Encontrar nuestra vocación: Estudiar abre la posibilidad de conocernos, de verificar si el camino que
hemos elegido es acorde con nuestros valores, objetivos y tendencias personales; de saber para qué somos
buenos o mejores, lo cual favorece la autoestima en cuanto al sentido de autoconsciencia y eficacia
personal.
 Realizar nuestro aporte creativo: Todo ser humano tiene capacidades y talentos que quiere y puede
compartir, comunicar o dar. La preparación intelectual nos permite “pulirnos”, es decir, desarrollarnos u
optimizar los dones y talentos potencialmente disponibles.
 Tener un lugar en la sociedad: Nos guste o no, vivimos como en el mundo animal, en un contexto
caracterizado por roles y jerarquías. Siendo así, la preparación intelectual permite obtener un espacio
social, una cierta respetabilidad que aunque convenida, pasajera y artificial, en mucho, no deja de tener
importancia y valor en el tejido de las relaciones cotidianas.
 Producir dinero: La preparación intelectual nos permite tener un producto o un servicio para intercambiar
por dinero. Y aunque no en todo contexto más preparación equivale a más dinero, la tendencia, es que en
iguales condiciones, el más preparado obtiene mejores oportunidades y mayores ganancias, lo que nos
permite satisfacer nuestras necesidades y obtener una mayor calidad de vida, lejos de las penalidades
derivadas de la carencia económica.
 Usar el tiempo de manera positiva: En el contexto humano, la vida es tiempo, y estudiar nos permite dar
uso positivo al tiempo. Esto nos aleja de la ociosidad derivada de “no tener nada que hacer”. Así, la
preparación facilita el camino para la ejecución de acciones constructivas y beneficiosas para todos.
 Mantener nuestra mente en actividad: Hoy sabemos que el paso de los años repercute en los procesos
cognitivos y cuando hay reducción de la actividad del cerebro también hay una pérdida de la plasticidad
cerebral. Visto positivamente, diremos que estudiar mantiene nuestra mente vibrante, activa y lista para
enfrentar exitosamente los desafíos de diario vivir.

En fin, estudiar, prepararse intelectualmente, opera como un entrenamiento especializado para crecer, servir,
producir, compartir y vivir mejor.

En la actualidad estudiar no se considera privilegio de unos pocos, sino que es un factor común entre las
diferentes clases sociales. Esto no quiere decir que todo el mundo pueda estudiar, pero sí la mayoría.

Vivimos en una sociedad que cambia de manera constante y además cada vez exige más conocimientos por lo
que estudiar y formarse, mantiene a las personas informadas, preparadas y les facilita la entrada al mundo
laboral.

Es indiscutible que las personas con formación son las que mayor posibilidad de éxito laboral tienen. Este éxito
les permite tener un estilo de vida más estable y cómodo que aquellos que van saltando de puesto en puesto
porque no poseen los estudios o la formación necesaria.

La competencia en el mundo laboral es cada vez mayor y sobretodo en estos tiempos de crisis, ¿por qué esperar
para ampliar tus conocimientos? Si crees que el estudio y la formación son importantes para ti y tú día a día, no
dudes en solicitar información de los cursos online y cursos a distancia que te ofrece el Centro de Estudios CCC.

“Hoy, el mundo cambia tan deprisa que nos obliga a estar siempre aprendiendo;

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