Es en el área meridional donde encontramos los rasgos más
diferenciados, y por ello distinguimos allí los siguientes dialectos del
castellano: andaluz, canario, extremeño y murciano. Estos dos últimos dialectos se suelen llamar también dialectos de transición, porque comparten algunas peculiaridades con el leonés, y el aragonés y valenciano, respectivamente. Además, llamamos español de América a las distintas modalidades del castellano, algunas bien diferenciadas entre sí, propias de los distintos países de Hispanoamérica.
Aunque todos ellos presentan sus peculiaridades, los dialectos
meridionales y el español de América comparten un conjunto de rasgos fonéticos o de pronunciación comunes: - El yeísmo: la pronunciación de la y en vez de la ll. (yuvia por lluvia). - El seseo: la pronunciación de la s en vez de la c/z. (sorro por zorro) - La relajación o aspiración de la s a final de sílaba o palabra. (pahto por pasto) - La pérdida de la d entre vocales. (comío por comido) - El intercambio de r y l a final de sílaba o palabra. (sordao por soldado, cuelpo por cuerpo)
En cuanto a los dialectos septentrionales, estas son sus principales
características:
a) En el habla de las tierras castellanas por tradición, es decir, en las que
nació el castellano o que fueron castellanizadas en un primer momento como Burgos, Valladolid, etc., encontramos los siguientes rasgos dialectales:
- Uso del leísmo (le en función de complemento directo
referido a una cosa), laísmo y loísmo (la y lo en función de complemento indirecto): Este apartamento ya le vimos; La dije que no viniera. - Pronunciación como z de la d final de palabra: Madriz.
b) En el castellano que se extendió hacia el este (La Rioja, Navarra y
Aragón), lo más destacable son los rasgos aragoneses que han penetrado en el castellano hablado:
- Uso de los pronombres precedidos de preposición: con tú, con
mí... - Se evita el acento de las palabras esdrújulas: pajaro, medico... - Uso del sufijo diminutivo -ico: pajarica. - Abundante uso de la partícula pues.
c) En el castellano que se extendió hacia el oeste (Asturias, León, Zamora
y Salamanca, y parte de Cáceres), aparecen en los hablantes rasgos del antiguo dialecto leonés:
- Tendencia a cerrar las vocales finales: otru ('otro').
- Diminutivos en -ín, -ina: niñín ('niñito'), niñina ('niñita'). - Uso del pretérito perfecto simple en vez del compuesto: Ya trajeron los muebles (‘Ya han traído los muebles’).