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FISIOTERAPIA
Volumen 21 Número 1
Páginas 2 a 9 Enero-Marzo 1999
Artículo
Fisioterapia. 1999;21:2-9.
FISIOTERAPIA
Volumen 21 Número 1
Páginas 2 a 9 Enero-Marzo 1999
Artículo
N. Barcelona Aparicio1.
M. Gomá Alonso1.
I. Miralles Rull2.
S. Montull Morer3.
1 Estudiante de Fisioterapia.
2 Fisioterapeuta y profesora asociada a Fisioterapia. URV.
3 Fisioterapeuta y profesor titular de Fisioterapia. URV.
Correspondencia:
S. Montull Morer
Facultat de Medicina
i Ciències de la Salut
Universitat Rovira i Virgili Unitat de Fisioteràpia
Carrer Sant Llorenç, 21
43021 Reus (Tarragona)
RESUMEN
El objetivo del presente trabajo es el de profundizar acerca de las diferentes técnicas utilizadas
en el tratamiento fisioterápico de la rigidez de codo en los diferentes centros hospitalarios y de
atención primaria de Tarragona y de su provincia. Además de contrastar dicha información con
la bibliografía relacionada con este tema, se han revisado las técnicas de movilización,
propioceptivas, masaje, ultrasonidos, termoterapia y crioterapia, así como el uso de la
magnetoterapia y del láser.
La recuperación funcional para que sean posibles las actividades de la vida diaria debe ser
nuestro objetivo principal en colaboración con el resto de profesionales del equipo
multidisciplinar. Creemos necesario seguir investigando acerca de la aplicación de las
diferentes técnicas de fisioterapia para dar una mayor relevancia científica a nuestros
tratamientos y a los resultados obtenidos.
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
The object of this work is to deal with the different techniques used in physical treatment of
elbow rigidity in several hospitals and primary health attention centres of Tarragona and its
province. We wanted to compare the utilisation of several techniques with bibliography and
discuses the use of techniques like kinesiology, proprioception, massage, ultrasound,
termotherapy and cryotherapy and others like magnetics fields and laser. We think that the first
goal in our treatment has to be a functional reeducation in the way of diary life activities in
collaboration with other professionals. It is neccesary to investigate more about the application
of the different techniques to give scientific bases to our treatments.
KEY WORDS
INTRODUCCIÓN
Para ello se ha trabajado a partir de lo que hemos podido observar en algunos centros
hospitalarios y de atención primaria de la provincia de Tarragona, confrontándolo con la
bibliografía editada hasta el momento, teniendo en cuenta a su vez las bases anatómicas y,
sobre todo, biomecánicas.
El codo es una unidad morfológica (una sola cápsula) formada por tres articulaciones: radio-
cubital superior, húmero-radial y húmero-cubital. La articulación radio-cubital superior realiza el
movimiento de supinación junto con la radio-cubital inferior y la membrana interósea; las
articulaciones húmero-cubital y húmero-radial realizan el movimiento de flexoextensión.
Mediante estos dos movimientos el codo cumple su función de alejar o acercar la mano del
cuerpo.
Los elementos estabilizadores de este complejo articular son por orden de importancia: el perfil
óseo, la cápsula y los ligamentos. Nos parece importante remarcar los elementos que limitan
cada uno de los movimientos. La extensión se ve limitada por el contacto del olécranon con el
húmero, la cápsula anterior y la musculatura flexora (bíceps y braquial anterior); la flexión, por
el contacto del radio con la fosita supracondílea, la cápsula posterior, el tríceps y las masas
musculares; la pronosupinación se verá limitada por el perfil óseo de las articulaciones radio-
cubital superior e inferior, la cápsula de ambas, la membrana in-terósea, la musculatura
supinadora (bíceps, supinador corto y supinador largo) y la pronadora (pronador redondo y
pronador cuadrado).
El arco de movilidad funcional es de 30° de extensión, 130° de flexión, 55° de supinación y 50°
de pronación (2), pues con esta movilidad el paciente, aunque verá ligeramente limitada su
funcionalidad global, podrá realizar las actividades cotidianas.
Cualquier traumatismo a nivel del codo nos puede llevar a una rigidez de esta articulación.
Estamos hablando, pues, desde la simple contusión hasta las fracturas complejas, pasando,
por supuesto, por las luxaciones y todo tipo de fracturas.
Entre las complicaciones más frecuentes a que nos debemos enfrentar tras un traumatismo de
codo observamos: pseudoartrosis, consolidación viciosa, inestabilidad, lesiones nerviosas y
vasculares, además de la ya comentada rigidez.
En general, pues, una de las complicaciones más frecuentes de cualquier traumatismo a nivel
del codo es la rigidez articular, de mayor o menor grado dependiendo del grado de la lesión. El
tratamiento de Fisioterapia será fundamental, no sólo por el tratamiento de esta complicación,
sino sobre todo para su prevención.
En primer lugar nos parece imprescindible conocer cuál ha sido el mecanismo de la lesión, el
trazo de fractura y qué estructuras han quedado afectadas.
En relación a dicho aspecto tiene especial importancia tener en cuenta el tipo de hueso ante el
que nos encontramos: en crecimiento, osteoporótico, etc., para preveer las posibles
complicaciones que puedan aparecer y tomar las precauciones adecuadas.
Por todo ello se deduce que el tratamiento debe ser individualizado y realizarse precozmente
con el fin de evitar complicaciones posteriores que dificulten la rehabilitación.
Con el objetivo de prevenir la rigidez de codo creemos que el tratamiento durante la fase de
inmovilización también es fundamental. Éste se basaría en la inmovilización de las
articulaciones adyacentes y en la realización de ejercicios isométricos, evitando la contracción
de la musculatura que se inserta en el foco de fractura. Podríamos realizar, además, un trabajo
de asistencia propioceptiva vibratoria (APV) con los ojos cerrados a nivel de la inserción distal
del tendón del bíceps buscando el estímulo propioceptivo de la extensión del codo por ser este
movimiento difícil de superar.
La técnica de los ojos cerrados se basa en el reflejo vibratorio antagonista y da lugar a una
sensación de movimiento articular.
De esta manera al retirarle el yeso se verá minimizada la pérdida del esquema motor.
-- Movilización.
-- Técnicas propioceptivas.
-- Masaje.
-- Ultrasonidos.
-- Termoterapia/crioterapia.
-- Otras técnicas.
Movilización
Dentro de este apartado queremos englobar todo tipo de movilización articular. Hemos
comprobado que en nuestro entorno laboral existen dos líneas de trabajo: las movilizaciones
pasivas y las activas.
Sin embargo, también existen los autores que defienden esta técnica (7), pero realizada de
forma muy controlada y englobada dentro de un programa analítico. Según Wilk et al (1993) si
aplicamos un peso de entre 1 y 2 kg aproximadamente durante 5-7 minutos, según la figura 1,
realizamos un estiramiento que produce una respuesta del colágeno tisular, consiguiendo una
mayor elongación.
Esta técnica está basada en el reflejo miotático inverso, en el cual a partir de un aumento
muscular se estimula el órgano tendinoso de Golgi (OTG) que se encuentra en la unión
miotendinosa (13, 14). Esta información se transmite por la vía sensitiva tipo Ib y la respuesta
llega mediante las motoneuronas *. La respuesta a este estímulo es la relajación muscular. El
estímulo que va a poner en marcha este reflejo es la contracción muscular o el estiramiento
que afecta a la unión miotendinosa.
A partir de los estudios de Henri Neiger (1998) se ha comprobado que para que un estiramiento
afecte a la unión miotendinosa tiene que haberse agotado el estiramiento del componente
contráctil (músculo) y del tejido conjuntivo. Basándonos en estos estudios podemos deducir
que en una postura mantenida no se puede estimular el OTG. Al contrario, estimularemos el
huso muscular desencadenan-do el reflejo miotático y, por tanto, la contracción muscular.
Recordemos que también existe la posibilidad de realizar una movilización pasiva forzada bajo
anestesia. En general esta opción se elige como último recurso y por prescripción médica.
Técnicas propioceptivas
Dentro de las técnicas propioceptivas, una de las más utilizadas en los centros consultados es
la técnica de contracción-relajación-estiramiento.En cuanto a esta técnica se sigue la pauta de
ejercicios isométricos de bíceps de 6 a 8 s de contracción con una posterior relajación de 3 a 4
s, permitiendo posteriormente un mayor estiramiento del músculo (1, 4, 5, 8).
2. Estiramiento de las estructuras activas. Siguiendo a H. Neiger (11) hemos optado por
considerar más adecuadas las técnicas de estiramiento interno y estiramiento externo:
Otros autores (3) apuestan por el estiramiento progresivo estático static progresive stretching
(SPS) mediante el uso de una férula dinámica de SPS con el objetivo de producir un
estiramiento lento y progresivo durante 3 minutos por sesión. Con ello se produce una
deformación plástica de las partes blandas, la cual nos permite conseguir un aumento del
balance articular puesto que la deformidad plástica da lugar a una elongación del tejido que se
mantiene después de retirar la fuerza externa que la produce, teniendo en cuenta que esta
fuerza externa debe ser pequeña. Además, la deformidad plástica de los tejidos nos minimiza el
riesgo de lesión fente a la deformidad elástica (tracción, postura mantenida con peso distal...)
que no sólo tiene por qué producir elongación secundaria a posteriori, sino que existe un gran
riesgo de lesion tisular si no se aplica correctamente.
Se ha demostrado (3) que la SPS proporciona un aumento del balance articular de un 69% en
casos de contractura en flexión del codo.
Nosotros creemos que esta técnica está basada en el mismo concepto que el estiramiento
manual realizado por el fisioterapeuta, con la ventaja que con la férula el estiramiento se está
realizando durante 30 minutos, cosa que el fisioterapeuta no le resulta tan fácil de hacer con la
misma intensidad durante el mismo tiempo.
Otra de las técnicas de elección es la APV con los ojos abiertos en el tendón del tríceps. De
esta manera se relaja el bíceps y se facilita el movimiento hacia la extensión. La técnica con los
ojos abiertos está basada en el reflejo tónico vibratorio que es el sumatorio del reflejo miotático.
Pero quizá la técnica de uso más generalizado sea la facilitación neuromuscular propioceptiva
(FNP), ya comentada en el apartado anterior (2, 4, 5, 7-9).
Masaje
Debemos recordar que el calor provoca una vasodilatación, por lo que llega más calcio a la
zona de la lesión. Principalmente las fibras de colágeno tipo II, que entre otras cumplen la
misión de captar el calcio, se encuentran con un aumento de dicho catión, el cual es captado
produciéndose la calcificación.
La posible explicación por la que la articulación del codo es más proclive a presentar
calcificaciones se debe a que el tendón en zonas de mucha fricción adquiere una especial
resistencia con la aparición de fibrocartílago en su interior. Algunos ejemplos de músculos con
estas características son los peroneos, la porción larga del bíceps y el recto anterior del
cuádriceps (6, 10). Sabemos también que en lugares donde hay muchísima fricción tiende a
desarrollarse materia ósea. El ejemplo más claro es la rótula. No hay que olvidar que el tendón
se inserta en el periostio y que de manera progresiva se va transformando en hueso. Quizá en
las calcificaciones tendinosas la respuesta podría ir encaminada siguiendo este razonamiento:
mezclando el concepto de la estructura del tendón y la fricción a la que se ve sometido.
Ultrasonidos
Teniendo en cuenta los efectos biofísicos de la aplicación del US éste puede producir un
aumento del metabolismo por vasodilatación debido a los efectos térmicos y mecánicos (8, 16,
17), lo que nos estará favoreciendo el desarrollo de calcificaciones y por tanto disminuir el
balance articular.
Khan (18) (1991) no considera que tenga un efecto térmico relevante y por tanto carece de
efecto osteogénico. No obstante, recomienda la necesidad de extremar las precauciones con
su utilización en y alrededor de las zonas de fractura por la posible alteración de los procesos
osteogénicos.
Así pues, cada fisioterapeuta puede reservarse su utilización según su criterio y siempre con la
suficiente precaución.
Termoterapia/crioterapia
Aunque por lo general está bien aceptado que la termoterapia profunda está totalmente
contraindicada en estos casos (5), no la termoterapia superficial, que se usa en algunas
ocasiones, previa a la movilización, con el fin de elastificar la cápsula y las partes blandas (17).
En algunos casos se complementa la termoterapia superficial con los ejercicios activos (1, 7).
Otras técnicas
Miranda Mayordomo y otros autores se apoyan también en el uso de otros métodos como el
láser y la magnetoterapia por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios (1, 17). A pesar de ello
debemos ser cautos con estas técnicas, pues está demostrado (17) que aumentan la
vasodilatación y, por tanto, el aporte de nutrientes. Además se considera que aumenta el
depósito de calcio en la matriz extracelular, aumentando por ello su fijación (20), con el riesgo
que esto conlleva de aparición de calcificaciones.
CONCLUSIONES
Después de todo lo expuesto podemos concluir, bajo nuestro punto de vista, que:
-- En cualquier caso, las movilizaciones deben ser siempre indoloras o al límite del dolor.
-- No está plenamente justificado el uso de US, aunque en general no está muy extendida su
utilización, por lo que creemos que cada fisioterapeuta puede reservarse esta técnica según su
criterio y siempre con la suficiente precaución.
-- Es fundamental la absoluta colaboración del paciente. Para ello debe estar correctamente
informado y tener en cuenta que realizar sus actividades diarias de forma normal le ayudará a
la total recuperación funcional del codo.
-- Nos parece muy importante marcarnos como objetivo la recuperación funcional, consiguiendo
un arco de movilidad que posibilite las actividades de la vida diaria (1, 2), incluyendo el trabajo
multidisciplinar de otros profesionales como es la terapia ocupacional (1, 5).
-- Basándonos en los principios biomecánicos, primero debemos ganar la supinación por ser
ésta más difícil de compensar llegado el caso. Pero si a pesar de ello quedaran secuelas
importantes debemos diseñar un programa adecuado de compensación minimizando la
repercusión a nivel del resto del cuerpo.
-- Después de haber realizado esta revisión podemos afirmar que, incluso hoy, no todos los
criterios están unificados y que se debería seguir investigando para dar una base científica a
nuestras actuaciones, aumentando así la calidad de nuestra profesión y de nuestros
tratamientos.
BIBLIOGRAFÍA
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