Vous êtes sur la page 1sur 347

Carmen Zuleta de Merchán

Magistrada de la Sala Constitucional


Compiladora

DOCTRINA
DE LA SALA
POLITICOADMINISTRATIVA
OCTUBRE 2005-DICIEMBRE 2006

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial No 22
Caracas / Venezuela / 2007
2 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

KHW3230
V458do
2006

Venezuela. Tribunal Supremo de Justicia.


Sala Politicoadministrativa
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa, Octu-
bre 2005-Diciembre 2006 / Evelyn Margarita
Marrero Ortiz, compiladora – Caracas: Tribunal
Supremo de Justicia, 2007.
346 p. (Colección Doctrina Judicial Nº 22)
1. Jurisprudencia administrativa -- Venezuela. 2. De-
recho administrativo -- Venezuela. 3. Jurisdicción adminis-
trativa -- Venezuela.

© República Bolivariana de Venezuela


Tribunal Supremo de Justicia
Colección Doctrina Judicial - Nº 22
Fernando Parra Aranguren, Director
Depósito Legal lf:
ISBN:
Depósito Legal lf:
ISBN:
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 3

CarmenCompilación
Zuleta de Merchán
Doctora
Magistrada deMargarita
Evelyn Marrero Ortiz
la Sala Constitucional
Presidenta de
Compiladorala Sala

DOCTRINA DE LA SALA
POLITICOADMINISTRATIVA
OCTUBRE 2005-DICIEMBRE 2006

Tribunal Supremo de Justicia


Colección Doctrina Judicial, Nº 22
Caracas/Venezuela/2007
4 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

SALA CONSTITUCIONAL SALA POLITICOADMINISTRATIVA

Dra. Luisa Estella Morales Lamuño Dra. Evelyn Margarita Marrero Ortiz
Presidenta del Tribunal Presidenta de la Sala
y Presidenta de la Sala Dra. Yolanda Jaimes Guerrero
Dr. Jesús Eduardo Cabrera Vicepresidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Levis Ignacio Zerpa
Dr. Pedro Rafael Rondón Haaz Dr. Hadel Mostafá Paolini
Dr. Francisco Antonio Carrasquero López Dr. Emiro Antonio García Rosas
Dr. Marcos Tulio Dugarte Padrón
Dra. Carmen Zuleta de Merchán
Dr. Arcadio Delgado Rosales

SALA ELECTORAL SALA DE CASACIÓN CIVIL

Dr. Luis Alfredo Sucre Cuba Dra. Yris Armenia Peña Espinoza
Segundo Vicepresidente del Tribunal Presidente de la Sala
y Presidente de la Sala Dra. Isbelia Josefina Pérez Velásquez
Dr. Luis Martínez Hernández Vicepresidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Antonio Ramírez Jiménez
Dr. Rafael Arístides Rengifo Camacaro Dr. Carlos Oberto Vélez
Dr. Juan José Núñez Calderón Dr. Luis Antonio Ortiz Hernández
Dr. Fernando Ramón Vegas Torrealba

SALA DE CASACIÓN SOCIAL SALA DE CASACIÓN PENAL

Dr. Omar Alfredo Mora Díaz Dra. Deyanira Nieves Bastidas


Presidente de la Sala Primera Vicepresidenta del Tribunal
Dr. Juan Rafael Perdomo y Presidenta de la Sala
Vicepresidente de la Sala Dr. Eladio Ramón Aponte Aponte
Dr. Alfonso Rafael Valbuena Cordero Vicepresidente de la Sala
Dr. Luis Eduardo Franceschi Gutiérrez Dra. Blanca Rosa Mármol de León
Dra. Carmen Elvigia Porras de Roa Dr. Héctor Manuel Coronado Flores
Dra. Miriam del Valle Morandy Mijares
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 5

Palabras Preliminares

El Nº 22 de la Colección Doctrina Judicial, Doctrina de la Sala Politi-


coadministrativa , Octubre 2005-Diciembre 2006, coordinado y pre-
sentado por su Presidenta, Magistrada Evelyn Margarita Marrero Ortiz,
con la colaboración de los demás integrantes del órgano colegiado, ex-
pone –como su nombre lo indica– los criterios más relevantes expues-
tos en las sentencias proferidas por la Sala, durante el lapso Octubre
2005-Diciembre 2006. Es, pues, la continuación del publicado en el Nº
12 de la misma colección que abarcó el período enero-octubre de 2005,
del cual, a la fecha, se ha hecho una reimpresión, a la vez que el cumpli-
miento de la promesa que allí hiciera su presentadora.

Igual que la obra anterior, ésta pretende, primero, “orientar a los jueces
e ilustrar a los estudiantes de la carrera de derecho, a los abogados en
ejercicio, a los investigadores y profesores, acerca de las nuevas ten-
dencias jurisprudenciales en el contencioso-administrativo y en el con-
tencioso tributario”; permitirle a su destinataria –la comunidad jurídica
6 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

nacional– no sólo “vislumbrar, sin duda, los caminos que en el futuro


cercano podrán ser transitados a la luz de los nuevos paradigmas que la
Constitución propone y el ciudadano participativo debe exigir a los ope-
radores de justicia”, sino percatarse de los nuevos criterios y de aque-
llos que han sido ratificados.

A juicio de la Magistrada Marrero Ortiz, en esta publicación “merecen


especial relevancia las (…) dictadas por la Sala a los fines de definir las
competencias de los Tribunales que conforman la jurisdicción contencio-
so-administrativa, para conocer los recursos o acciones incoadas” tanto
por el personal aeronáutico como por el de la Fuerza Armada Nacional.

Esperamos que esta publicación sea recibida con el mismo benepláci-


to que las otras de nuestro sello editorial y que sirva de estímulo a las
otras Salas que componen este Alto Tribunal, para la preparación de
obras semejantes.

Caracas, quince de mayo de 2007

Luisa Estella Morales Lamuño


Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 7

Contenido

Índice Analítico ............................................................................... 19


Abreviaturas ..................................................................................... 31
Presentación .................................................................................... 35
ACTO ADMINISTRATIVO
1. Definición ....................................................................... 37
2. Vicio de falso supuesto ................................................. 37
3. Actos administrativos preparatorios. Impugnabilidad en
sede contencioso-administrativa ................................... 38
4. Motivación del acto administrativo .............................. 39
5 . Notificación defectuosa ................................................ 40
6 . Extralimitación de funciones y desviación de poder ... 42
7 . Notificación de los actos administrativos .................... 43
8 . Usurpación de autoridad, usurpación de funciones y
extralimitación de funciones ......................................... 44
9 . Vicio de incompetencia. Usurpación de autoridad, de
atribuciones y extralimitación de funciones ................. 45
10. No constituye un vicio en la notificación del acto admi-
nistrativo que se entregue al particular una copia y no
el original ........................................................................ 46
11. Inmotivación y falso supuesto. Motivación contra-
dictoria ........................................................................... 47
8 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

AMPARO CONSTITUCIONAL
1 . Caducidad como causal de inadmisibilidad del amparo
constitucional. Excepciones .......................................... 50
2 . Inadmisibilidad del amparo cautelar cuando se ha ejer-
cido en forma simultánea con una medida de suspen-
sión de efectos, sin solicitar esta última en forma
subsidiaria ...................................................................... 51
3 . Admisibilidad del amparo constitucional ...................... 52
4 . Inhibición y recusación en materia de amparo............ 54

ARBITRAJE
1. El arbitraje como medio de heterocomposición procesal . 56
2 . El arbitraje como excepción a la fase de cognición de
la jurisdicción de los Tribunales de la República......... 57

AUTOTUTELA
1 . Definición ....................................................................... 59
2 . Revisión de oficio .......................................................... 60
3 . Artículo 82 de la Ley Orgánica de Procedimientos Ad-
ministrativos ................................................................... 62
4. Potestad revocatoria pendiente un recurso de nulidad ... 62

COMISIÓN JUDICIAL DEL TRIBUNAL SUPREMO


DE JUSTICIA
1 . Naturaleza ...................................................................... 64
2 . Competencias y potestad sancionatoria ....................... 66

CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
1 . Poderes del Juez Contencioso Administrativo ............. 69
2 . Interpretación del artículo 21 de la LOTSJ en materia
de promoción y evacuación de pruebas. Ámbito de apli-
cación del procedimiento regulado en dicha Ley ........ 70
3 . Notificación del Síndico Procurador Municipal en las
causas en que estén involucrados intereses de los
Municipios ..................................................................... 71
4 . Legitimación .................................................................. 71
5 . Agotamiento de la vía administrativa ........................... 72
6 . Recurso por abstención o carencia. Noción. Lapso para
su interposición .............................................................. 73
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 9

7. Silencio Administrativo.................................................. 75
8. Consecuencias de la no remisión del expediente admi-
nistrativo ......................................................................... 77
9. Suspensión de efectos de los actos. Supuestos de pro-
cedencia ......................................................................... 77
10. Régimen Especial de Competencias de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa .......................................... 79
11. Recurso de abstención o carencia Vs. Amparo consti-
tucional ........................................................................... 80
12. Consulta de sentencias como prerrogativa de la Repú-
blica (artículo 70 de la LOPGR) .................................. 81
13. Recurso por abstención o carencia. Supuestos de pro-
cedencia ......................................................................... 82
14. Avocamiento. Requisitos de procedencia .................... 83
15. Lapso para promover y evacuar pruebas en las de-
mandas ........................................................................... 83
16. Antejuicio administrativo. Naturaleza y finalidad. Ca-
sos de demandas contra Municipios ............................ 87
17. Recurso por abstención o carencia. Procedimiento apli-
cable para su tramitación .............................................. 89
18. Acto recurrible cuando se ha agotado la vía adminis-
trativa ............................................................................. 92
19. Antejuicio administrativo en los recursos de plena ju-
risdicción ........................................................................ 94
20. “Apelación” y recurso contencioso administrativo de
nulidad ............................................................................ 95
21. Conflicto de autoridades ............................................... 96

CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA


1 . Potestad de control sobre los órganos de la Adminis-
tración Pública Central y Descentralizada .................. 98
2 . Potestad para formular reparos a los contribuyentes ... 99
3 . Cuentadante. Calificación de las cuentas .................... 100
4 . Naturaleza de las Unidades de Contraloría Interna ... 102

CONTRATOS ADMINISTRATIVOS
1 . Cláusulas exorbitantes .................................................. 104
2 . Potestad de rescisión unilateral. Garantía del debido
proceso y derecho a la defensa ................................... 105
10 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. Finalidad del proceso licitatorio. Motivación de la adju-


dicación directa.............................................................. 106
4. Valuaciones. Concepto .................................................. 107
5. Instituto Nacional de la Vivienda. Naturaleza de los
contratos que suscribe en el cumplimiento de sus fun-
ciones ............................................................................. 108
6. Formalidad de los contratos administrativos ................ 109
7. Garantías. Garantías exigidas al contratista ................ 110
8. Documentos producidos con ocasión de un contrato
de obra ........................................................................... 111
9. Variaciones de precios .................................................. 112
10. Facultad de rescisión unilateral. Medios de impugnación
contra el acto que rescinde el contrato administrativo ... 113

CONTROL DE CAMBIO
1 . Control de cambio. Finalidad ........................................ 117

DERECHO ADMINISTRATIVO
1 . Prescripción. Noción. Fundamento en el Derecho Ad-
ministrativo. Cómputo ................................................... 118
2 . Antejuicio Administrativo. Interpretación del artículo 54
de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la Re-
pública (casos de reconvención contra la República) .... 119
3 . Principio de proporcionalidad como límite al poder dis-
crecional de la Administración ..................................... 121
4 . Silencio administrativo positivo. Silencio administrativo
y derecho a la adecuada y oportuna respuesta ........... 121
5 . Principio de legalidad .................................................... 122
6 . Potestad reglamentaria y los límites impuestos por la
reserva legal .................................................................. 124
7 . Violación al principio de la reserva legal ..................... 126
8 . Pasos para la ejecución del gasto público ................... 126
9 . Delegación de firma y delegación de atribuciones ..... 127
10. Acumulación de expedientes administrativos .............. 127
11. Circulares ....................................................................... 128
12. Actos de autoridad. Definición..................................... 129
13. Principio de legalidad .................................................... 130
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 11

DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONATORIO


1 . Artículo 385 del Código de Justicia Militar ................. 132
2 . Responsabilidad Administrativa. Concurrencia con otro
tipo de responsabilidad .................................................. 133
3 . Autonomía de la responsabilidad administrativa frente
a la responsabilidad penal ............................................. 133
4 . Reintegro del dinero pagado por concepto de multa.
Reparabilidad del daño con la sentencia definitiva que
anule la multa impuesta ................................................ 134
5 . Derecho a la defensa en el procedimiento sanciona-
torio ................................................................................ 135
6 . Naturaleza del “auto de proceder” dictado por el
INDECU ........................................................................ 136
7 . Potestad sancionatoria del INDECU. Inexistencia o
posible deficiencia de la denuncia ................................ 137
8 . Remoción de jueces provisorios. Régimen aplicable.
Competencia de la Comisión Judicial del Tribunal Su-
premo de Justicia .......................................................... 138
9 . Prejudicialidad penal dentro del régimen disciplinario
de los abogados ............................................................. 139
10. Derecho a la presunción de inocencia en los procedi-
mientos sancionatorios .................................................. 140
11. Potestad sancionatoria de los jueces ........................... 141
12. Principio de legalidad de las sanciones administrativas .. 142
13. Principio de Tipicidad de las sanciones ....................... 143

DERECHO ADUANERO
1 . Regímenes de suspensión ............................................. 144
2 . Acto de reconocimiento de mercancías ...................... 146

DERECHO AMBIENTAL
1 . Interés general de preservación del ambiente y el inte-
rés particular .................................................................. 147

DERECHO CIVIL
1 . Vicios ocultos. Acción redhibitoria y acción estimato-
ria. Diferencias. Requisitos de procedencia................ 150
2 . El pago como medio de extinción de las obligaciones 151
12 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. La compensación como medio de extinción de las obli-


gaciones ......................................................................... 152
4. Cautio iudicatum solvi ................................................... 153
5. Cesión de créditos ......................................................... 154
6. Función calificadora del Registrador ........................... 155

DERECHO COOPERATIVO
1 . Origen y evolución legal de las cooperativas en Ve-
nezuela ........................................................................... 158
2 . Naturaleza jurídica de las cooperativas ....................... 161

DERECHO FINANCIERO
1 . Auxilios financieros vs Operaciones de garantía de de-
p ó s i t o s ........................................................................ 163
2 . Imposibilidad de ejercer acciones de cobro contra una
institución financiera intervenida o en liquidación ....... 164

DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO


1 . Cosa juzgada internacional ........................................... 165
2 . Requisitos de procedencia de la cosa juzgada interna-
cional como excepción a la jurisdicción ....................... 168
3 . Principios de jurisdicción que inspiran la Ley de Dere-
cho Internacional Privado ............................................. 171

DERECHO MERCANTIL
1 . Caducidad de las acciones relativas a los procedimien-
tos concursales .............................................................. 174
2 . Cobro documentario ...................................................... 176

DERECHO PROCESAL
1 . Estimación de la demanda. Interpretación del artículo
38 del Código de Procedimiento Civil .......................... 178
2 . Instrumento Poder. Facultades que otorga .................. 179
3 . Vicio de incongruencia de la sentencia ....................... 179
4 . Rectificación de sentencias .......................................... 180
5 . Vicio de absolución de la instancia. Inexistencia en sede
administrativa ................................................................. 181
6 . Intervención de terceros en el proceso ....................... 182
7 . Apelación en materia tributaria .................................... 183
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 13

8. Actuaciones sin Poder .................................................. 184


9. Justicia gratuita. Alcance ............................................. 185
10. Observaciones a los informes en la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia ........................................ 187
11. Término de la distancia ................................................. 189
12. La Comisión como mecanismo de colaboración entre
los distintos Tribunales. Responsabilidad del Juez por
el incumplimiento de la comisión .................................. 190
13. Efectos de la apelación de conformidad con el princi-
pio de personalidad de los recursos ............................. 191
14. Oportunidad para oponer la prescripción .................... 191
15. Cualidad o legitimatio ad causam ................................. 192
16. Vicio de incongruencia de la sentencia ....................... 192
17. Instrumentos fundamentales que deben acompañar la
demanda ......................................................................... 193
18. Fundamentación de la demanda ................................... 194
19. Facultad revocatoria del Juez de actos y providencias
de mera sustanciación ................................................... 195
20. Oportunidad para impugnar el poder............................ 197
21. Defensor Judicial .......................................................... 198
22. Retardo perjudicial ........................................................ 198
23. Inspección judicial anticipada ....................................... 200
24. Defecto o error en la firma del funcionario que pre-
senció el otorgamiento de un poder. Alcance y natu-
raleza del artículo 29 del Reglamento de Notarías
Públicas .......................................................................... 200
25. Fundamentación de la apelación .................................. 203
26. Costas procesales ......................................................... 203
27. Excepción de cosa juzgada ........................................... 204
28. Poderes probatorios del Juez ........................................ 205
29. Confesión Ficta ............................................................. 206
30. Confesión ficta. Aplicabilidad a los Municipios .......... 207
31. Defensor Ad Litem. Facultades ................................... 208
32. Acto de remate. Susceptibilidad de impugnación ....... 210
33. Procedimiento incidental de Tacha .............................. 210
34. Clasificación de las sentencias ..................................... 212
35. Fundamentación de la apelación .................................. 214
36. Perención ....................................................................... 215
37. Otorgamiento del poder. Formalidades. Objeto .......... 216
14 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

DERECHO TRIBUTARIO
1 . Repetición de tributos indebidos. Competencia .......... 218
2 . Competencia para conocer de las demandas por repeti-
ción de pago de aranceles previstos en el Decreto con
Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado ....... 219
3 . Costas en materia tributaria. Normativa aplicable. Pre-
rrogativas de la Administración .................................... 220
4 . Costas en materia tributaria. Sentencias interlocutorias ... 221
5 . Intereses moratorios en materia tributaria .................. 222
6 . Supuestos de procedencia de los intereses de mora en
los casos de otorgamientos de prórrogas u otras facili-
dades de pago ................................................................ 225
7 . Silencio administrativo tributario .................................. 226
8 . Suspensión automática de los efectos del acto ........... 227
9 . Procedencia del recurso contencioso tributario .......... 229
10. Domicilio Fiscal ............................................................. 230
11. Desaplicación del artículo 46 del Código Orgánico
Tributario ........................................................................ 231
12. Principio de legalidad tributaria .................................... 232
13. Determinación del valor de la mercancía en aduana . 233
14. La retención del gasto como requisito de admisibilidad
de la deducción. Vigencia del Parágrafo Sexto del ar-
tículo 27 de la Ley de Impuesto sobre la Renta ......... 234
15. Lapso para interponer el recurso contencioso tributa-
rio. Forma de realizar el cómputo (Código Orgánico
Tributario de 1994) ........................................................ 236
16. Ampliación o reforma del recurso contencioso tributario . 237
17. Notificación de los actos tributarios. Diferentes tipos
de domicilio .................................................................... 238
18. Medida de suspensión de efectos en materia conten-
cioso tributaria. Constitucionalidad del artículo 263 del
Código Orgánico Tributario .......................................... 240
19. Potestad tributaria municipal ........................................ 241
20. Principio de legalidad tributaria .................................... 243
21. Principio de la no confiscatoriedad del tributo ............ 244
22. Principio de capacidad contributiva ............................. 244
23. Retención como mecanismo de control fiscal ............. 245
24. Intereses moratorios en material tributaria ................. 246
25. Potestad tributaria municipal en la Constitución de 1961 247
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 15

26. Principio o sistema de libertad de los medios de prue-


ba en materia tributaria. Libertad de admisión ........... 248
27. Potestad tributaria municipal en la Constitución de 1999.
Especial referencia al sistema de las aguas ................ 250
28. Suspensión de los efectos del acto recurrido en mate-
ria tributaria ................................................................... 252

DERECHOS CONSTITUCIONALES
1 . Nuevos paradigmas constitucionales. Especial referen-
cia a los pueblos indígenas............................................ 254
2 . Derecho a la presunción de inocencia. Alcance ......... 255
3 . Derecho al honor y a la reputación .............................. 256
4 . Derechos colectivos de sindicalización y contratación
colectiva ......................................................................... 257
5 . Derecho a la defensa .................................................... 258
6 . Tutela judicial efectiva. Contenido y alcance .............. 259
7 . Derecho de propiedad ................................................... 261
8 . Derecho a la libertad económica ................................. 262
9 . Derecho al debido proceso ........................................... 263
10. Libertad de conciencia y su manifestación ................. 264
11. Derecho a la igualdad. Tratamiento de la discrimina-
ción en el texto constitucional vigente ......................... 265
12. Protección integral de los niños y adolescentes .......... 266

DERECHOS DE AUTOR
1 . Naturaleza y atribuciones de la Dirección General de
Derecho de Autor .......................................................... 267
2 . Acciones para hacer valer los derechos morales y de
explotación ..................................................................... 271

EXPROPIACIÓN
1 . Justa indemnización que debe ser cancelada al propie-
tario del inmueble objeto de la expropiación. Lapso para
impugnar el avalúo del inmueble .................................. 273
2 . Ocupación temporal y ocupación previa...................... 274
3 . Impugnación del avalúo definitivo ................................ 275

JUECES
1 . Evaluación de los jueces suspendidos. Incumplimiento
de los requisitos exigidos .............................................. 277
16 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA
1 . Definición ....................................................................... 278
2 . Vigencia territorial del pronunciamiento por parte de
un estado sobre su jurisdicción ..................................... 279
3 . Consulta obligatoria en caso de declaratoria de falta
de jurisdicción ................................................................ 280
4 . Base legal de la consulta de jurisdicción cuando se plan-
tea la falta de jurisdicción de los tribunales venezola-
nos frente a un juez extranjero ..................................... 280
5 . Cláusulas de elección de foro como criterio atributivo
de jurisdicción ................................................................ 281
6 . Competencia para conocer impugnaciones contra
asientos registrales ........................................................ 282
7 . Competencia para conocer de la nulidad de los actos
dictados con ocasión de la relación funcionarial exis-
tente entre el Tribunal y sus funcionarios .................... 283
8 . Jurisdicción para conocer de una solicitud de medida
de protección a favor de niños y adolescentes ........... 284

LEY DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EN RADIO Y


TELEVISIÓN
1 . Naturaleza del Directorio de Responsabilidad Social en
Radio y Televisión. Órgano jurisdiccional competente ... 286

MEDIDAS CAUTELARES
1 . Medidas cautelares. Requisitos de procedencia. So-
licitud de medidas cautelares durante el curso del
procedimiento ................................................................ 289
2 . Fundamentación de la solicitud de medidas cautela-
res. Diferencia en la fundamentación según sea la
medida solicitada........................................................... 290
3 . Procedimiento aplicable a las apelaciones que se in-
tenten contra decisiones que resuelvan solicitudes de
medidas cautelares ........................................................ 292

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO
1 . Principio de unidad del expediente. Falta del orden
sucesivo de las actuaciones .......................................... 294
2 . Absolución de la instancia en materia administrativa ... 295
3 . Garantía del derecho a la defensa ............................... 295
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 17

4. Vicios procedimentales que acarrean la nulidad de los


actos definitivos y de todo lo actuado. La reposición
en los procedimientos administrativos .......................... 296
5. Recurso de revisión ....................................................... 298
6. Actos de apertura del procedimiento sancionatorio.
Actas levantadas por la Administración ...................... 298
7. Flexibilidad probatoria dentro del procedimiento admi-
nistrativo ......................................................................... 299

PRUEBAS
1 . Régimen legal aplicable para la admisión de las prue-
bas en el ordenamiento jurídico venezolano ................ 301
2 . Pruebas en materia tributaria ....................................... 302
3 . Prueba de Perito-Testigo. Naturaleza y Admisibilidad ... 305
4 . Prueba de informes ....................................................... 306
5 . Prueba de inspección judicial ....................................... 308
6 . Silencio de pruebas........................................................ 309
7 . Control de las valuaciones en el proceso .................... 310
8 . Momento en que deben producirse en juicio los docu-
mentos privados ............................................................. 310
9 . Valor probatorio del expediente administrativo ........... 311
10. Documentos Administrativos ........................................ 312
11. Valor probatorio de las copias fotostáticas .................. 314
12. La prueba de exhibición ................................................ 315
13. Articulación probatoria en la tacha de testigos ........... 317
14. Admisión de las pruebas en materia contencioso tri-
butaria ............................................................................ 318
15. Principio de libertad probatoria .................................... 319
16. Prueba de exhibición. Requisitos de procedencia ....... 320

RECURSO DE INTERPRETACIÓN
1 . Interpretación del artículo 8 de la Ley del Ejercicio de
la Profesión de Licenciados en Relaciones Industria-
les y Recursos Humanos .............................................. 321

RÉGIMEN FUNCIONARIAL
1 . Régimen jurídico aplicable a los funcionarios del Ser-
vicio Exterior. Competencia para conocer de las de-
mandas y recursos interpuestos en materia laboral por
funcionarios pertenecientes al Servicio Exterior ........ 322
18 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

2. Régimen jurídico aplicable a los funcionarios adscri-


tos a los Cuerpos de Seguridad del Estado (Controla-
dores Aéreos) ................................................................ 323
3. Régimen aplicable a los Cuerpos de Seguridad del
Estado ............................................................................ 327
4. Derecho a la jubilación ................................................. 328
5. Competencia para conocer de las acciones incoadas
por el personal aeronáutico .......................................... 329
6. Competencia para conocer de las acciones o recur-
sos interpuestos por el personal de la Fuerza Armada
Nacional ......................................................................... 330
7. Diferencias entre remoción y destitución .................... 331

RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL DE LA
ADMINISTRACIÓN
1 . Procedencia de la indemnización de daños y perjuicios
derivadas de las denuncias penales ............................. 333

SENTENCIA
1 . Vicio de incongruencia negativa ................................... 335
2 . Inmotivación .................................................................. 336
3 . Principio de la congruencia de la sentencia ................ 337

SERVICIO PÚBLICO
1 . Carácter de servicio público de la educación ............. 340
2 . Potestad disciplinaria de las instituciones educativas
con ocasión de la prestación del servicio público de
educación ....................................................................... 342
3 . Contrato de concesión para la prestación de un servi-
cio público. Especial referencia al servicio público de
telecomunicaciones ....................................................... 344
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 19

Índice Analítico

CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS


Artículo 8 ............................................................... 141
Artículo 11 ............................................................. 141

CÓDIGO BUSTAMANTE
Artículo 396 ........................................................... 168

CÓDIGO CIVIL
Artículo 14 ............................................................. 154
Artículo 27 ............................................................. 239
Artículo 388 ........................................................... 70
Artículo 1.160 ........................................................ 111
Artículo 1.185 ........................................................ 179
Artículo 1.331 ........................................................ 153
Artículo 1.335 ........................................................ 153
Artículo 1.357 ........................................................ 312
Artículo 1.363 ........................................................ 310, 312
Artículo 1.395 ........................................................ 204
Artículo 1.428 ........................................................ 309
Artículo 1.518 ........................................................ 151
Artículo 1.521 ........................................................ 151
Artículo 1.649 ........................................................ 162

CÓDIGO DE COMERCIO
Artículo 200 ........................................................... 162
Artículo 203 ........................................................... 203
20 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Artículo 353 ........................................................... 160


Artículo 945 ........................................................... 176
Artículo 946 ........................................................... 176
Artículo 947 ........................................................... 176
Artículo 948 ........................................................... 176
Artículo 1.009 ........................................................ 176
Artículo 1.010 ........................................................ 176
Artículo 1.014 ........................................................ 176
Artículo 1.017 ........................................................ 176
Artículo 1.102 ........................................................ 154

CÓDIGO DE ÉTICA PROFESIONAL DEL ABOGADO


Artículo 4 ............................................................... 140
Artículo 5 ............................................................... 140
Artículo 8 ............................................................... 140
Artículo 37 ............................................................. 140

CONDICIONES GENERALES DE CONTRATACIÓN PARA


LA EJECUCIÓN DE OBRAS
Artículo 2 ............................................................... 109, 111
Artículo 4 ............................................................... 109
Artículo 10 ............................................................. 111
Artículo 53 ............................................................. 111
Artículo 62 ............................................................. 113
Artículo 66 ............................................................. 113

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA (1961)


Artículo 18 ............................................................. 243, 248
Artículo 29 ............................................................. 243
Artículo 31 ............................................................. 243, 248
Artículo 34 ............................................................. 243, 248
Artículo 55 ............................................................. 342
Artículo 78 ............................................................. 342
Artículo 79 ............................................................. 342
Artículo 136 ........................................................... 125, 243, 248
Artículo 139 ........................................................... 243

CÓDIGO ORGÁNICO DE JUSTICIA MILITAR


Artículo 385 ........................................................... 132

CÓDIGO ORGÁNICO PROCESAL PENAL


Artículo 270 ........................................................... 334
Artículo 291 ........................................................... 334
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 21

CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO (1982)


Artículo 43 ............................................................. 226
Artículo 60 ............................................................. 225, 226

CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO (1992)


Artículo 72 ............................................................. 235

CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO (1994)


Artículo 133 ........................................................... 239
Artículo 135 ........................................................... 239
Artículo 137 ........................................................... 319
Artículo 187 ........................................................... 237
Artículo 193 ........................................................... 304
Artículo 223 ........................................................... 319

CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO (2001)


Artículo 28 ............................................................. 246
Artículo 32 ............................................................. 230
Artículo 46 ............................................................. 232
Artículo 162 ........................................................... 239
Artículo 194 ........................................................... 218
Artículo 195 ........................................................... 218
Artículo 197 ........................................................... 218
Artículo 199 ........................................................... 218
Artículo 255 ........................................................... 227
Artículo 263 ........................................................... 229, 241, 251
Artículo 269 ........................................................... 250, 304
Artículo 278 ........................................................... 184
Artículo 327 ........................................................... 221
Artículo 329 ........................................................... 218
Artículo 332 ........................................................... 221
Artículo 340 ........................................................... 221

CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL


Artículo 12 ............................................................. 111, 206, 238
Artículo 15 ............................................................. 339
Artículo 20 ............................................................. 232
Artículo 36 ............................................................. 154
Artículo 38 ............................................................. 179
Artículo 59 ............................................................. 164
Artículo 62 ............................................................. 280, 281
Artículo 93 ............................................................. 55
Artículo 150 ........................................................... 185
22 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Artículo 151 ........................................................... 202


Artículo 154 ........................................................... 198, 210
Artículo 155 ........................................................... 217
Artículo 163 ........................................................... 217
Artículo 168 ........................................................... 185
Artículo 174 ........................................................... 239
Artículo 192 ........................................................... 189
Artículo 204 ........................................................... 191
Artículo 213 ........................................................... 198
Artículo 217 ........................................................... 198
Artículo 223 ........................................................... 210
Artículo 237 ........................................................... 190
Artículo 243 ........................................................... 180, 193, 213, 339
Artículo 244 ........................................................... 193
Artículo 252 ........................................................... 181
Artículo 282 ........................................................... 222
Artículo 310 ........................................................... 181, 197
Artículo 311 ........................................................... 197
Artículo 340 ........................................................... 194, 195, 239
Artículo 355 ........................................................... 171
Artículo 361 ........................................................... 191
Artículo 362 ........................................................... 207
Artículo 388 ........................................................... 87
Artículo 395 ........................................................... 250, 302, 304, 306, 319
Artículo 398 ........................................................... 213, 250, 304
Artículo 401 ........................................................... 206
Artículo 429 ........................................................... 313, 315
Artículo 431 ........................................................... 313
Artículo 434 ........................................................... 311, 312
Artículo 436 ........................................................... 308, 317, 320
Artículo 437 ........................................................... 308, 317
Artículo 441 ........................................................... 212
Artículo 443 ........................................................... 212
Artículo 444 ........................................................... 310
Artículo 472 ........................................................... 309
Artículo 482 ........................................................... 319
Artículo 499 ........................................................... 317
Artículo 501 ........................................................... 317
Artículo 513 ........................................................... 189
Artículo 561 ........................................................... 274
Artículo 584 ........................................................... 210
Artículo 585 ........................................................... 241, 290
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 23

Artículo 588 ........................................................... 241


Artículo 607 ........................................................... 293
Artículo 813 ........................................................... 199
Artículo 815 ........................................................... 199
Artículo 850 ........................................................... 171

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA


DE VENEZUELA
Artículo 2 ............................................................... 92
Artículo 3 ............................................................... 92
Artículo 16 ............................................................. 251
Artículo 21 ............................................................. 339
Artículo 24 ............................................................. 94
Artículo 26 ............................................................. 54, 55, 58, 92, 187, 241
Artículo 27 ............................................................. 291
Artículo 46 ............................................................. 297
Artículo 49 ............................................................. 141, 184, 210, 215
256, 264, 296
Artículo 51 ............................................................. 80
Artículo 68 ............................................................. 297
Artículo 78 ............................................................. 266
Artículo 102 ........................................................... 342, 344
Artículo 103 ........................................................... 342
Artículo 112 ........................................................... 263
Artículo 127 ........................................................... 149, 263
Artículo 128 ........................................................... 263
Artículo 129 ........................................................... 263
Artículo 136 ........................................................... 45, 46, 47
Artículo 137 ........................................................... 45, 46, 47, 131, 232
Artículo 156 ........................................................... 125, 243, 251, 326
Artículo 164 ........................................................... 251
Artículo 168 ........................................................... 243, 251
Artículo 179 ........................................................... 243, 251
Artículo 180 ........................................................... 243, 251
Artículo 183 ........................................................... 251
Artículo 254 ........................................................... 187
Artículo 257 ........................................................... 55, 57, 58, 92, 206
Artículo 259 ........................................................... 92
Artículo 267 ........................................................... 66
Artículo 304 ........................................................... 251
Artículo 316 ........................................................... 245
Artículo 317 ........................................................... 243, 244
24 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

DECRETO CON FUERZA DE LEY DE REGISTRO PÚBLICO


Y DEL NOTARIADO
Artículo 39 ............................................................. 283

LEY DE ARBITRAJE COMERCIAL


Artículo 48 ............................................................. 58

LEY SOBRE DERECHO DE AUTOR


Artículo 109 ........................................................... 272
Artículo 110 ........................................................... 272
Artículo 130 ........................................................... 271
Artículo 139 ........................................................... 272

LEY DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO


Artículo 1 ............................................................... 168
Artículo 5 ............................................................... 168
Artículo 39 ............................................................. 173
Artículo 53 ............................................................. 168, 171, 173
Artículo 55 ............................................................. 171
Artículo 57 ............................................................. 281
Artículo 58 ............................................................. 168

LEY DE RESPONSABILIDAD SOCIAL EN RADIO


Y TELEVISIÓN
Artículo 20 ............................................................. 288
Artículo 35 ............................................................. 288

LEY ESPECIAL DE ASOCIACIONES COOPERATIVAS (2001)


Artículo 8 ............................................................... 160

LEY DEL ESTATUTO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA


Artículo 1 ............................................................... 323, 328

LEY DEL EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE LICENCIADOS


EN RELACIONES INDUSTRIALES Y RECURSOS HUMANOS
Artículo 8 ............................................................... 321
Artículo 9 ............................................................... 321
Artículo 10 ............................................................. 321

LEY GENERAL DE ASOCIACIONES COOPERATIVAS (1975)


Artículo 4 ............................................................... 160
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 25

LEY GENERAL DE BANCOS Y OTRAS INSTITUCIONES


FINANCIERAS
Artículo 383 ........................................................... 164
Artículo 484 ........................................................... 164

LEY DEL INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA


Artículo 14 ............................................................. 109
Artículo 15 ............................................................. 109

LEY DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA


Artículo 27 ............................................................. 235

LEY DE IMPUESTOS SOBRE SUCESIONES,


DONACIONES Y DEMÁS RAMOS CONEXOS (1982)
Artículo 100 ........................................................... 226

LEY DE LICITACIONES
Artículo 34 ............................................................. 107

LEY ORGÁNICA DE ADUANAS


Artículo 4 ............................................................... 234

LEY ORGÁNICA DE AMPARO SOBRE DERECHOS


Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
Artículo 6 ............................................................... 51, 52, 54
Artículo 11 ............................................................. 55

LEY ORGÁNICA DE ADMINISTRACIÓN FINANCIERA


DEL SECTOR PÚBLICO
Artículo 187 ........................................................... 103
Artículo 190 ........................................................... 103

LEY ORGÁNICA DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA


Artículo 97 ............................................................. 71
Artículo 98 ............................................................. 221

LEY ORGÁNICA DE LA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA (1984)
Artículo 1 ............................................................... 99
Artículo 30 ............................................................. 102
Artículo 32 ............................................................. 102
Artículo 33 ............................................................. 102
26 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

LEY ORGÁNICA DE LA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA (1995)
Artículo 28 ............................................................. 102
Artículo 29 ............................................................. 102
Artículo 30 ............................................................. 102

LEY ORGÁNICA DE LA CONTRALORÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA Y DEL SISTEMA NACIONAL DE
CONTROL FISCAL
Artículo 132 ........................................................... 103
Artículo 135 ........................................................... 103
Artículo 136 ........................................................... 103

LEY ORGÁNICA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


Artículo 42 ............................................................. 80
Artículo 84 ............................................................. 88
Artículo 86 ............................................................. 216
Artículo 102 ........................................................... 75, 92
Artículo 121 ........................................................... 92, 96
Artículo 122 ........................................................... 96
Artículo 125 ........................................................... 187
Artículo 134 ........................................................... 75, 76
Artículo 136 ........................................................... 79
Artículo 185 ........................................................... 276

LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN


Artículo 1 ............................................................... 342
Artículo 2 ............................................................... 342
Artículo 4 ............................................................... 344
Artículo 5 ............................................................... 342
Artículo 15 ............................................................. 342
Artículo 55 ............................................................. 342
Artículo 56 ............................................................. 342, 344
Artículo 59 ............................................................. 342
Artículo 71 ............................................................. 342
Artículo 107 ........................................................... 342
Artículo 114 ........................................................... 344
Artículo 123 ........................................................... 344
Artículo 124 ........................................................... 344
Artículo 125 ........................................................... 344

LEY ORGÁNICA DE LAS FUERZAS ARMADAS


NACIONALES (1995)
Artículo 348 ........................................................... 265
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 27

LEY ORGÁNICA DE HACIENDA PÚBLICA NACIONAL


Artículo 6 ............................................................... 208
Artículo 423 ........................................................... 96

LEY ORGÁNICA DE PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS


Artículo 9 ............................................................... 299, 337
Artículo 18 ............................................................. 40, 61, 312, 337
Artículo 19 ............................................................. 62, 297
Artículo 31 ............................................................. 295
Artículo 41 ............................................................. 119
Artículo 52 ............................................................. 128
Artículo 62 ............................................................. 300
Artículo 73 ............................................................. 41, 44, 60
Artículo 81 ............................................................. 60, 297
Artículo 82 ............................................................. 60, 62
Artículo 83 ............................................................. 60, 61
Artículo 85 ............................................................. 39
Artículo 97 ............................................................. 298
Artículo 98 ............................................................. 298

LEY ORGÁNICA DE LA PROCURADURÍA GENERAL


DE LA REPÚBLICA
Artículo 54 ............................................................. 88, 120
Artículo 55 ............................................................. 120
Artículo 56 ............................................................. 120
Artículo 57 ............................................................. 120
Artículo 58 ............................................................. 120
Artículo 59 ............................................................. 120
Artículo 60 ............................................................. 120
Artículo 63 ............................................................. 81
Artículo 70 ............................................................. 81

LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL


Artículo 91 ............................................................. 142
Artículo 93 ............................................................. 142
Artículo 94 ............................................................. 142

LEY ORGÁNICA PARA LA PROTECCIÓN DEL NIÑO


Y DEL ADOLESCENTE
Artículo 125 ........................................................... 285
Artículo 129 ........................................................... 285
Artículo 158 ........................................................... 285
Artículo 160 ........................................................... 285
Artículo 177 ........................................................... 285
28 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

LEY ORGÁNICA DE RÉGIMEN MUNICIPAL


Artículo 44 ............................................................. 71
Artículo 102 ........................................................... 208
Artículo 166 ........................................................... 97

LEY ORGÁNICA DEL PODER PÚBLICO MUNICIPAL


Artículo 156 ........................................................... 208

LEY ORGÁNICA DE SALVAGUARDA DEL PATRIMONIO


PÚBLICO
Artículo 98 ............................................................. 306

LEY ORGÁNICA SOBRE SUSTANCIAS ESTUPEFACIENTES


Y PSICOTRÓPICAS
Artículo 132 ........................................................... 306

LEY ORGÁNICA DEL SERVICIO EXTERIOR


Artículo 4 ............................................................... 323
Artículo 21 ............................................................. 323
Artículo 26 ............................................................. 323
Artículo 84 ............................................................. 323
Artículo 88 ............................................................. 323

LEY ORGÁNICA DEL TRABAJO


Artículo 514 ........................................................... 258

LEY ORGÁNICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA


Artículo 5 ............................................................... 80, 92, 288
Artículo 18 ............................................................. 92
Artículo 19 ............................................................. 87, 88, 92, 189, 293
Artículo 20 ............................................................. 92
Artículo 21 ............................................................. 70, 76, 79, 87, 92
206, 293

LEY DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR Y AL USUARIO


Artículo 124 ........................................................... 137
Artículo 126 ........................................................... 137

LEY DE PERSONAL DEL SERVICIO EXTERIOR


Artículo 7 ............................................................... 323
Artículo 66 ............................................................. 323

LEY DE REGISTRO PÚBLICO


Artículo 11 ............................................................. 157
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 29

Artículo 53 ............................................................. 283


Artículo 89 ............................................................. 157

LEY DE SOCIEDADES COOPERATIVAS (1942)


Artículo 9 ............................................................... 160

NORMAS DE EVALUACIÓN Y CONCURSO PARA EL


INGRESO Y PERMANENCIA EN EL PODER JUDICIAL
Artículo 39 ............................................................. 277

NORMAS PARA EL EJERCICIO DEL CONTROL POSTERIOR


DEL GASTO PÚBLICO Y PARA EL EXAMEN SELECTIVO DE
LAS CUENTAS DE GASTOS
Artículo 26 ............................................................. 102

NORMAS PARA EL EXAMEN SELECTIVO DE LAS


CUENTAS DE GASTOS
Artículo 9 ............................................................... 102
Artículo 10 ............................................................. 102
Artículo 11 ............................................................. 102
Artículo 12 ............................................................. 102
Artículo 13 ............................................................. 102
Artículo 14 ............................................................. 102

NORMATIVA SOBRE LA DIRECCIÓN, GOBIERNO


Y ADMINISTRACIÓN DEL PODER JUDICIAL
Artículo 1 ............................................................... 66

REGLAMENTO INTERNO DEL MINISTERIO


DE RELACIONES EXTERIORES
Artículo 98 ............................................................. 323
Artículo 100 ........................................................... 323

REGLAMENTO INTERNO DEL SERVICIO AUTÓNOMO


COMISIÓN NACIONAL DE TELECOMUNICACIONES
Artículo 1 ............................................................... 346

REGLAMENTO INTERNO DEL SERVICIO AUTÓNOMO


DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL
Artículo 11 ............................................................. 271
Artículo 12 ............................................................. 271
Artículo 13 ............................................................. 271
Artículo 14 ............................................................. 271
30 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

REGLAMENTO DE LA LEY DE DERECHO DE AUTOR


Artículo 65 ............................................................. 271

REGLAMENTO DE LA LEY DEL INSTITUTO NACIONAL


DE LA VIVIENDA
Artículo 11 ............................................................. 109

REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DE ADUANAS


Artículo 235 ........................................................... 234
Artículo 236 ........................................................... 234
Artículo 278 ........................................................... 234

REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN


Artículo 4 ............................................................... 342
Artículo 69 ............................................................. 342

REGLAMENTO DE NOTARÍAS PÚBLICAS


Artículo 29 ............................................................. 202

REGLAMENTO SOBRE LA RED BÁSICA DE


TELECOMUNICACIONES
Artículo 11 ............................................................. 346

REGLAMENTO DE LA LEY ORGÁNICA DE ADUANAS


SOBRE REGÍMENES DE LIBERACIÓN, SUSPENSIÓN
Y OTROS REGÍMENES ADUANEROS ESPECIALES
Artículo 31 ............................................................. 146
Artículo 34 ............................................................. 146
Artículo 37 ............................................................. 146
Artículo 38 ............................................................. 146
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 31

Abreviaturas

CADH: Convención Americana sobre Derechos Humanos


CB: Código Bustamante
CC: Código Civil
CCom: Código de Comercio
CEC: Código de Enjuiciamiento Criminal
CEPA: Código de Ética Profesional del Abogado
CGCEO: Condiciones Generales de Contratación para la
Ejecución de Obras
CN: Constitución de la República de Venezula (1961)
COJM: Código Orgánico de Justicia Militar
COPP: Código Orgánico Procesal Penal
COT (1992): Código Orgánico Tributario (1992)
COT (1994): Código Orgánico Tributario (1994)
COT: Código Orgánico Tributario (2001)
CP: Código Penal
CPC: Código de Procedimiento Civil
CRBV: Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela
32 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

DFLRPN: Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público


y del Notariado
LA: Ley de Abogados
LAC: Ley de Arbitraje Comercial
LAJ: Ley de Arancel Judicial
LCJ: Ley de Carrera Judicial
LDA: Ley sobre Derecho de Autor
LDIP: Ley de Derecho Internacional Privado
LDRSRT: Ley de Responsabilidad Social en Radio y Te-
levisión
LEAC (2001): Ley Especial de Asociaciones Cooperativas
LECUPS: Ley de Expropiación por Causa de Utilidad Pú-
blica o Social
LEFP: Ley del Estatuto de la Función Pública
LEPRIRH: Ley del Ejercicio de la Profesión de Licenciados
en Relaciones Industriales y Recursos Humanos
LESR: Ley de Empresas de Seguros y Reaseguros
LGAC (1975): Ley General de Asociaciones Cooperativas
(1975)
LGBOIF: Ley General de Bancos y Otras Instituciones Fi-
nancieras
LINAVI: Ley del Instituto Nacional de la Vivienda
LISLR: Ley de Impuesto Sobre la Renta
LISSDDRC (1982): Ley de Impuestos sobre Sucesiones, Donacio-
nes y demás Ramos Conexos (1982)
LL: Ley de Licitaciones
LOA: Ley Orgánica de Aduanas
LOADGC: Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Ga-
rantías Constitucionales
LOAFSP: Ley Orgánica de Administración Financiera del
Sector Público
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 33

LOAP: Ley Orgánica de Administración Pública


LOCGR (1984): Ley Orgánica de la Contraloría General de la Re-
pública (1984)
LOCGR (1995): Ley Orgánica de la Contraloría General de la Re-
pública (1995)
LOCGRSNCF: Ley Orgánica de la Contraloría General de la Re-
pública y del Sistema Nacional de Control Fiscal
LOCSJ: Ley de la Corte Suprema de Justicia
LOE: Ley Orgánica de Educación
LOFAN (1995): Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas Naciona-
les (1995)
LOHPN: Ley Orgánica de Hacienda Pública Nacional
LOJP: Ley Orgánica de Justicia de Paz
LOPA: Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos
LOPGR: Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República
LOPJ: Ley Orgánica del Poder Judicial
LOPNA: Ley Orgánica para la Protección del Niño y del
Adolescente
LORM: Ley Orgánica de Régimen Municipal
LOSE: Ley Orgánica del Servicio Exterior
LOSPP: Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio
Público
LOSSEP: Ley Orgánica Sobre Sustancias Estupefacientes
y Psicotrópicas
LOT: Ley Orgánica del Trabajo
LOTSJ: Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia
LPCU: Ley de Protección al Consumidor y al Usuario
LPSE: Ley de Personal del Servicio Exterior
LRP: Ley de Registro Público
34 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

LSC (1942): Ley de Sociedades Cooperativas (1942)


LT (1940): Ley de Telecomunicaciones (1940)
NECOIPPJ: Normas de Evaluación y Concurso para el In-
greso y Permanencia en el Poder Judicial
NECPGPESCG: Normas para el Ejercicio del Control Posterior
del Gasto Público y para el Examen Selectivo de
las Cuentas de Gastos
NESCG: Normas para el Examen Selectivo de las Cuen-
tas de Gastos
NSDGAPJ: Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Admi-
nistración del Poder Judicial
RIMRE: Reglamento Interno del Ministerio de Relacio-
nes Exteriores
RISACONATEL: Reglamento Interno del Servicio Autónomo Co-
misión Nacional de Telecomunicaciones
RISAPI: Reglamento Interno del Servicio Autónomo de la
Propiedad Intelectual
RLDA: Reglamento de la Ley de Derecho de Autor
RLINAVI: Reglamento de la Ley del Instituto Nacional de
la Vivienda
RLOA: Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas
RLOE: Reglamento de la Ley Orgánica de Educación
RNP: Reglamento de Notarías Públicas
RRBT: Reglamento sobre la Red Básica de Telecomu-
nicaciones
RRLSYRAE: Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas so-
bre Regímenes de Liberación, Suspensión y otros
Regímenes Aduaneros Especiales
RUC: Reglas Uniformes para la Cobranza
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 35

Presentación

La Sala Politicoadministrativa del Tribunal Supremo de Justicia hace


esta nueva entrega de su jurisprudencia al público lector, correspon-
diente a las sentencias más relevantes por ella proferidas en el lapso
comprendido entre octubre-2005 y diciembre 2006.

Como se sabe, anualmente, para la elaboración y publicación de este


tipo de compilación, el material seleccionado debe presentarse en el
mes de septiembre de cada año, lo que explica que en la compilación de
sentencias del año siguiente, se incluya el material recogido entre los
meses de octubre y diciembre del año inmediatamente anterior que no
fue incluido entonces por las razones antes explicadas.

El éxito del esfuerzo realizado por los Magistrados y su equipo de traba-


jo se hizo sentir en la acogida rotunda que tuvo en la opinión pública la
compilación de la Doctrina de la Sala del año 2005, lo que justifica la
presentación de esta nueva compilación, cuya elaboración ha sido coor-
dinada desde la Presidencia de la Sala.

Una vez más, se presentan los criterios más relevantes en las diferentes
materias contenciosas en lo administrativo y en lo tributario que en su
actividad diaria conoce la Sala Politicoadministrativa del Máximo Tribu-
nal de la República. En este sentido, el público lector podrá observar la
ratificación de criterios establecidos por la Sala en años anteriores, a la
vez que se presentan nuevos lineamientos que informan la función de
impartir justicia en el área que nos ocupa.
36 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En este sentido, merecen especial relevancia las ponencias conjuntas


dictadas por la Sala a los fines de definir las competencias de los Tribu-
nales que conforman la jurisdicción contencioso-administrativa, para
conocer los recursos o acciones incoadas por el personal aeronáutico y
por el personal de la Fuerza Armada Nacional.

Las máximas contenidas en esta edición son apenas el reflejo del es-
fuerzo realizado por los Magistrados y de todo el personal que los acom-
pañan en la resolución de las controversias que le son presentadas,
teniendo siempre como norte la defensa de los postulados consagrados
en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en el
resto del ordenamiento jurídico venezolano, especialmente la tutela judi-
cial efectiva y el acceso de todos los ciudadanos a la justicia en los
términos como el Texto Fundamental lo exige.

Finalmente, reiteramos nuestro compromiso de seguir ofreciendo a los


operadores de justicia, estudiantes y abogados en general, la compila-
ción de las decisiones más relevantes de la Sala Politicoadministrativa
en el período enero-diciembre del año 2007.

Magistrada Evelyn Marrero Ortiz


Presidenta de la Sala Politicoadministrativa
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 37

Acto Administrativo

1. DEFINICIÓN

“El acto administrativo es un instrumento jurídico mediante el cual la
Administración expresa su voluntad. En el caso de actos administrati-
vos sancionatorios, éstos no son un súbito producto dentro de la activi-
dad de la Administración, sino que responden a una gestión laboriosa,
es decir, su existencia obedece a un conjunto de actividades prelimi-
nares cuyo resultado final es la declaración que la concreta y la evi-
dencia;  así  el  acto  administrativo  es  la  expresión  de  determinada
voluntad de la Administración”.

N° de sentencia: 00051.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Domingo Guarenas Laya contra Consejo de
Apelaciones  de  la Universidad  Central de
Venezuela.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00051-110101-2002-0731.htm

2. VICIO DE FALSO SUPUESTO

“Al respecto, resulta necesario señalar que es criterio reiterado de esta
Sala, que el falso supuesto de hecho se manifiesta cuando la Adminis-
tración al dictar un acto administrativo fundamenta su decisión, en he-
chos inexistentes, falsos o no relacionados con el o los asuntos objeto de
38 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

decisión; y el falso supuesto de derecho cuando la Administración al
dictar  el  acto  los  subsume  en  una  norma  errónea  o  inexistente  en  el
universo normativo para fundamentar su decisión, lo cual incide decisi-
vamente en la esfera de los derechos subjetivos del administrado vicios
estos que acarrean la nulidad absoluta de la actuación administrativa”.

Nº de sentencia: 00211.
Fecha de Publicación: 08 de febrero de 2006.
Caso: Héctor Jerónimo Valecillos Toro contra Con-
tralor General de la República.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/000211-080206-1997-13419.htm.

3. ACTOS ADMINISTRATIVOS PREPARATORIOS.


IMPUGNABILIDAD EN SEDE CONTENCIOSO-
ADMINISTRATIVA

“(...) se observa que el acto recurrido, esto es, el Acta de formulación de
cargos, no es el acto definitivo en las averiguaciones administrativas sus-
tanciadas de conformidad con la precitada Ley, sino que constituye un
acto de naturaleza preparatoria, es decir, se trata de un acto de trámite
que se dicta sobre la base de indicios de responsabilidad contra alguna
persona, y a través del cual se le da a conocer al investigado los hechos
que se le imputan para que pueda ejercer su derecho a la defensa.

La doctrina administrativa ha considerado posible acudir a los órganos
jurisdiccionales en aquéllos casos en que la actuación de la Adminis-
tración, se concrete en un acto definitivo; entendido como aquél que
implica la resolución con plenos efectos jurídicos de una cuestión so-
metida al conocimiento de la Administración y que por ende, resuelve
el fondo del asunto.

Por tal razón, la naturaleza de acto de trámite señalada en el presente
caso, en principio, excluye la posibilidad de impugnación ante el órga-
no jurisdiccional, justamente por tratarse de una medida de carácter
preparatorio, lo cual no implica en modo alguno la determinación defi-
nitiva de una sanción, (Ver sentencia de esta Sala Nº 619 de fecha 29
de abril de 2003).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 39

Sin embargo, como bien lo expone el artículo 85 de la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos, existen casos en los cuales resul-
ta impugnable el acto de trámite; como aquellos que prejuzguen sobre
el fondo del asunto, paralicen el procedimiento o causen indefensión
al administrado”.

Nº de sentencia: 06450.
Fecha de Publicación: 1° de diciembre de 2005.
Caso: Jesús Moisés Benaim Ball contra Contralo-
ría General de la República.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOPA: Art. 85.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06450-011205-2002-0796.htm

4. MOTIVACIÓN DEL ACTO ADMINISTRATIVO

“De la norma anteriormente señalada (numeral 5 del artículo 18 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos), se desprende el re-
quisito de la motivación de los actos administrativos, entendiéndose por
tal,  la  expresión  formal  de  los  supuestos  de  hecho  y  de  derecho  del
acto. Por lo tanto, resulta indispensable que los actos administrativos de
carácter particular estén dotados de motivación, exceptuando solamen-
te a los de simple trámite o aquellos a los cuales una disposición legal
exonere de ella.

Ahora bien, de acuerdo con lo expuesto, todo acto administrativo debe-
rá contener una relación sucinta de los hechos, de las razones que hu-
bieren  sido  alegadas  y  de  los  fundamentos  legales  pertinentes  para
entenderse motivado.

En efecto, la motivación viene a instituirse como uno de los principios
rectores de la actividad administrativa, lo cual permite adecuar su fun-
ción dentro de los límites que la ley le impone. Tal exigencia consiste, y
así lo ha sostenido innumerable jurisprudencia de este Alto Tribunal, a
que los actos que la Administración emita deberán señalar, en cada caso,
el fundamento expreso de la determinación de los hechos que dan lugar
a su decisión, de manera que el contribuyente pueda conocer en forma
clara y precisa las razones fácticas y jurídicas que originaron la resolu-
40 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

ción, permitiéndole oponer las razones que crea pertinente a fin de ejer-
cer su derecho a la defensa.

A su vez, se ha reiterado que no hay incumplimiento del requisito de la
motivación, cuando el acto no contenga dentro del texto que la concre-
ta, una exposición analítica que exprese los datos o razonamientos en
que se funda de manera discriminada, pues un acto administrativo pue-
de considerarse motivado cuando ha sido dictado con base en hechos,
datos  o  cifras  concretas  y  cuando  éstos  consten  efectivamente  y  de
manera explícita en el expediente, considerado en forma íntegra y for-
mado en función del acto de que se trate y de sus antecedentes, siem-
pre que el administrado haya tenido acceso a ellos.

En efecto, la inmotivación de los actos administrativos, sólo da lugar a
su nulidad cuando no permite a los interesados conocer los fundamen-
tos legales y los supuestos de hecho que constituyeron los motivos en
que se apoyó el órgano administrativo para dictar la decisión, pero no
cuando a pesar de la sucinta motivación, ciertamente permite conocer
la fuente legal, las razones y los hechos apreciados por el funcionario.

De  tal  manera,  que  el  objetivo  de  la  motivación  es,  en  primer  lugar,
permitir a los órganos competentes el control de la legalidad del acto
emitido y, en segundo lugar, hacer posible a los contribuyentes el ejerci-
cio del derecho a la defensa”.

N° de sentencia: 00614
Fecha de Publicación: 08 de marzo de 2006.
Caso: Cindu de Venezuela, S.A., contra Ministe-
rio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOPA: Art. 18.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00614-080306-1983-3897.htm

5. NOTIFICACIÓN DEFECTUOSA

a) “(...) la notificación es un requisito esencial para la eficacia de los
actos administrativos,  pues una  vez verificada  la misma,  comienza a
transcurrir el lapso de impugnación, de allí que se exija la indicación de
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 41

las vías de defensa procedentes contra el acto en cuestión, con expre-
sión de los órganos y lapsos para su ejercicio.

En efecto, la eficacia de un acto administrativo de efectos particulares
se encuentra supeditada a su notificación, con la que se persigue esen-
cialmente poner al contribuyente en conocimiento de la voluntad de la
Administración, pues  ésta pudiese afectar directamente  sus derechos
subjetivos o intereses legítimos, personales y directos; no obstante, pue-
de ocurrir que aun siendo un acto no debidamente notificado llegue a
ser eficaz por haberse cumplido con el objetivo que persigue tal exigen-
cia. Ante tal circunstancia, una defectuosa notificación quedará conva-
lidada si el interesado, conociendo la existencia del acto que le afecta,
recurre del mismo oportunamente por ante el órgano competente.

Al respecto, la Sala observa que en el presente caso, si bien es cierto
que la resolución impugnada no llenó los extremos señalados en el artí-
culo 73 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, al no
indicar el recurso que procedía contra el acto, el plazo para intentarlo, el
órgano ante el cual debería interponerse, no puede sostenerse que tal
omisión haya violado el derecho a la defensa de la contribuyente, pues
la interposición de los recursos administrativos en el lapso oportuno, así
como del recurso de nulidad que dio origen al presente proceso en el
término de Ley, demuestran que no se le causó indefensión alguna. Más
aún, mediante tales actuaciones la parte actora convalidó dichos vicios
incurridos en la notificación del acto administrativo”.

N° de sentencia: 00614.
Fecha de Publicación: 08 de marzo de 2006.
Caso: Cindu de Venezuela, S.A., contra Ministe-
rio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOPA: Art. 73.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00614-080306-1983-3897.htm

b) “En cuanto al alegato esgrimido por el actor, esto es, la violación de
su derecho a la defensa por haber sido notificado en forma defectuosa,
debe la Sala reiterar en esta oportunidad, el criterio que tanto la doctri-
42 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

na como la jurisprudencia han dejado establecido en innumerables oca-
siones; según el cual, los vicios en la notificación e incluso la ausencia
de ésta, no son susceptibles de afectar el derecho a la defensa del par-
ticular, cuando este último haya podido tener conocimiento, por cual-
quier  medio,  de  la  existencia  del  procedimiento  o  de  la  providencia
administrativa de que se trate, y haya tenido también la posibilidad de
acudir a exponer las pruebas y alegatos que considerase pertinentes, a
fin de procurarse una defensa adecuada”.

N° de sentencia: 00742.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: Manuel Antonio Rosendo contra Ministro de
la Defensa (hoy Ministerio del Poder Popu-
lar para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00742-220306-2003-1043-1.htm

6. EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES Y DESVIACIÓN


DE PODER

“En relación a los denunciados vicios de extralimitación de funciones,
abuso y desviación de poder, en los que presuntamente incurrió la Ad-
ministración al dictar el acto recurrido, la Sala en reiteradas oportunida-
des  ha  establecido  en  relación  al  primero  de  ellos,  es  decir:  la
extralimitación de funciones, que éste constituye un vicio de incompe-
tencia que se produce cuando el órgano que dicta el acto ejerce poderes
que no le han sido atribuidos por norma expresa, ni pueden tampoco
deducirse de ninguna atribución legal. De allí que el referido vicio se
diferencia del vicio por desviación de poder, con respecto al cual, la
jurisprudencia de la Sala ha señalado que se configura cuando el acto
impugnado, aún siendo acorde con la ley, no lo es desde el punto de
vista teleológico, por cuanto la Administración al dictarlo persigue un fin
distinto para el cual le fue acordada la facultad de hacerlo, siendo en
consecuencia, contrario a derecho”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 43

N° de sentencia: 00680.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Sindicato  Nacional  de  Trabajadores  de  la
Industria  Petrolera  y  sus  Similares  (SIN-
TRAIP) contra Ministerio del Trabajo (hoy
Ministerio del Poder Popular para el Traba-
jo y Seguridad Social).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00680-150306-2002-0952.htm

7. NOTIFICACIÓN DE LOS ACTOS ADMINISTRATIVOS

“Ahora bien, el artículo 73 de la Ley Orgánica de Procedimientos Ad-
ministrativos dispone:

‘Artículo 73.- Se notificará a los interesados todo acto administrativo de
carácter particular que afecte sus derechos subjetivos o sus intereses
legítimos, personales y directos, debiendo contener la notificación el texto
íntegro del acto, e indicar si fuere el caso, los recursos que proceden
con expresión de los términos para ejercerlos y de los órganos o tribu-
nales ante los cuales deban interponerse’.

De  la  norma  anteriormente  transcrita  se  desprende  la  existencia  de


dos requisitos que debe llenar la notificación para que sea considera-
da como valida y otorgue eficacia al acto administrativo, a saber: a)
contener el texto íntegro del acto de que se trate; y b) la expresión de
los recursos, tanto administrativos como judiciales, que puedan inter-
ponerse contra ese acto.

Cabe destacar que la notificación de los actos administrativos de efec-
tos particulares constituye, de conformidad con el artículo 73 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, un requisito indispensable
para su eficacia, toda vez que aún cuando sean perfectamente válidos
no son susceptibles de ejecución o de cumplimiento material mientras
no han sido puestos en conocimiento del interesado con las formalida-
des legales correspondientes.

Esta garantía del derecho a la defensa, es un requisito esencial aunque
de forma y no de fondo, lo cual lleva consigo que aun frente a la inexis-
44 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

tencia de la notificación, (esto es la omisión de notificación o la notifica-
ción defectuosa), si el interesado ejerce los medios de impugnación a
que hubiere a lugar, estaría convalidando el vicio y, por tanto, no podría
esgrimir válidamente tal alegato como fundamento de nulidad, ya que
no se vería efectivamente perjudicado por la actuación administrativa”.

N° de sentencia: 01510.
Fecha de Publicación: 14 de junio de 2006.
Caso: Colegio Nuestra Señora de Pompei contra
Ministerio de Educación, Cultura y Depor-
tes (hoy Ministerio del Poder Popular para
la Educación).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOPA: Art. 73.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01510-140606-2004-2121.htm

8. USURPACIÓN DE AUTORIDAD, USURPACIÓN DE


FUNCIONES Y EXTRALIMITACIÓN DE FUNCIONES

“La usurpación de autoridad ocurre cuando un acto es dictado por quien
carece de investidura pública, siendo sancionado este vicio con la nuli-
dad absoluta del acto. Por su parte, la usurpación de funciones se cons-
tata, cuando una autoridad legítima dicta un acto invadiendo la esfera
de competencia de un órgano perteneciente a otra rama del Poder Pú-
blico, violentando de ese modo las disposiciones contenidas en los artí-
culos 136 y 137 de la Constitución de la República, en  virtud de los
cuales se consagra, por una parte, el principio de separación de poderes
según el cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones propias,
y se establece, por otra, que sólo la Constitución y la ley definen las
atribuciones del Poder Público y a estas normas debe sujetarse su ejer-
cicio. Finalmente, se habla de extralimitación de funciones cuando una
autoridad investida legalmente de funciones públicas, dicta un acto que
constituye un exceso en las atribuciones que le han sido conferidas (...).
Asimismo se ha señalado, que tanto los casos de usurpación de funcio-
nes como de extralimitación de funciones, no aparejan por sí la nulidad
absoluta del acto, ya que ello dependerá del grado de ostensibilidad con
que se presente el vicio de incompetencia en el acto (...)”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 45

Nº de sentencia: 01211.
Fecha de Publicación: 11 de mayo de 2006.
Caso: Ángel Irigoyen López contra Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Po-
der Judicial.
Ponente: Emiro García Rosas.
CRBV: Arts. 136 y 137.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01211-110506-2004-0773.htm

9. VICIO DE INCOMPETENCIA. USURPACIÓN DE


AUTORIDAD, DE ATRIBUCIONES Y EXTRALIMITACIÓN
DE FUNCIONES

“Respecto al vicio de incompetencia la Sala ha señalado que se confi-
gura cuando una autoridad administrativa determinada dicta un auto para
el cual no estaba legalmente autorizada, por lo que debe quedar precisa-
do, de manera clara y evidente, que su actuación infringió el orden de
asignación y distribución de las competencias o poderes jurídicos de
actuación de los órganos públicos administrativos, consagrado en el or-
denamiento jurídico. La competencia le confiere a la autoridad adminis-
trativa  la  facultad  para  dictar  un  acto  para  el  cual  está  legalmente
autorizada  y  ésta  debe  ser  expresa,  por  lo  que  sólo  en  los  casos  de
incompetencia manifiesta, los actos administrativos estarían viciados de
nulidad absoluta.

Tanto la doctrina como la jurisprudencia de esta Sala, han distinguido
básicamente tres tipos de irregularidades: la llamada usurpación de au-
toridad, la usurpación  de funciones y la extralimitación de funciones.

La usurpación de autoridad ocurre cuando un acto es dictado por quien
carece en absoluto de investidura pública. Este vicio se encuentra san-
cionado con la nulidad absoluta del acto.

Por su parte, la usurpación de funciones  se constata, cuando una auto-
ridad legítima dicta un acto invadiendo la esfera de competencia de un
órgano perteneciente a otra rama del Poder Público, violentando de ese
modo las disposiciones contenidas en los artículos 136 y 137 de la Cons-
titución de la República Bolivariana de Venezuela, en virtud de los cua-
les se consagra, por una parte, el principio de separación de poderes,
46 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

según el cual cada rama del Poder Público tiene sus funciones propias,
y se establece, por otra parte, que sólo la Ley define las atribuciones del
Poder Público, y a estas normas debe sujetarse su ejercicio.

Finalmente, la extralimitación de funciones consiste fundamentalmente
en la realización por parte de la autoridad administrativa de un acto para
el cual no tiene competencia expresa”.

Nº de sentencia: 02112.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: Miriam Mercedes Rendón Gómez de Da Sil-
va contra Inspector General de Tribunales.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Arts. 136 y 137.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02111-270906-2004-2872.htm

10. NO CONSTITUYE UN VICIO EN LA NOTIFICACIÓN


DEL ACTO ADMINISTRATIVO QUE SE ENTREGUE AL
PARTICULAR UNA COPIA Y NO EL ORIGINAL

“1.- Ha indicado el actor en primer término, como vicio del acto admi-
nistrativo impugnado, que no recibió el original del acto, sino una copia
del mismo, frente a lo cual señaló el Ministerio Público que dicha cir-
cunstancia no constituye el incumplimiento de un requisito legal que afecte
la validez del acto ni su notificación.

En tal sentido, concuerda plenamente esta Sala con lo aseverado por la
representación del Ministerio  Público,  toda vez que, en  efecto,  en la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, dentro de los requisi-
tos  de  forma  que  debe  llenar  tanto  el  acto  administrativo  de  efectos
particulares como su notificación al o los interesados, no figura la obli-
gación de que se entregue al particular el original del mismo; por lo que
mal puede exigírsele al órgano administrativo que realice una conducta
que no le es requerida por la Ley, menos aún dentro del marco de un
procedimiento administrativo en el que se forma el respectivo expedien-
te, instrumento éste en el que deben reposar todas las actuaciones rea-
lizadas en la investigación en original; todo lo cual hace que el mencionado
argumento resulte a todas luces infundado. Así se declara”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 47

Nº de sentencia: 02112.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: Miriam Mercedes Rendón Gómez de Da Sil-
va contra Inspector General de Tribunales.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Arts. 136 y 137.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02111-270906-2004-2872.htm

11. INMOTIVACIÓN Y FALSO SUPUESTO. MOTIVACIÓN


CONTRADICTORIA

“2. Sobre la motivación contradictoria

En cuanto al presente argumento, cabe precisar que en numerosas deci-
siones esta Sala se ha referido a la contradicción que supone la denuncia
simultánea de los vicios de inmotivación y falso supuesto por ser ambos
conceptos excluyentes entre sí, ‘por cuanto la inmotivación  implica la
omisión de los fundamentos de hecho y de derecho que dieron lugar al
acto, y el falso supuesto  alude a la inexistencia de los hechos, a la apre-
ciación errada de las circunstancias presentes, o bien a la fundamenta-
ción en una norma que no resulta aplicable al caso concreto; no pudiendo
afirmarse en consecuencia que un mismo acto, por una parte, no tenga
motivación, y por otra, tenga una motivación errada en cuanto a los he-
chos o el derecho’. (Entre otras, sentencias Nos. 3405 del 26 de mayo de
2005, 1659 del 28 de junio de 2006, 1137 del 4 de mayo de 2006).

No obstante, también ha expresado la Sala que:

Ahora bien, tanto la doctrina moderna como la jurisprudencia
de esta Sala han señalado respecto del vicio de inmotivación
(dentro del cual puede ubicarse el vicio de  contradicción),
que el mismo se produce no sólo cuando faltan de forma ab-
soluta los fundamentos de la decisión, sino que, paralelamente,
existen otros supuestos que al incidir de manera negativa so-
bre los motivos del fallo los eliminan, deviniendo así en inexis-
tentes, por lo que tales errores producen la inmotivación total,
pura y simple.
48 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En este sentido, la jurisprudencia de la Sala ha sostenido en
anteriores oportunidades (ver sentencias Nos. 02273 del 24/
11/2004, caso: Ferro  de Venezuela, C.A., y 04233 del  16/6/
2005, caso: Manufacturers Hanover Trust Company), que ta-
les circunstancias pueden ocurrir bajo las siguientes hipótesis:

Ausencia absoluta de razonamientos que sirvan de fundamen-
to a la decisión.

Contradicciones graves en los propios motivos que implica su
destrucción recíproca.

La desconexión total entre los fundamentos de la sentencia y
las pretensiones de las partes, en virtud de  la grave incon-
gruencia entre la solución jurídica formulada y el thema de-
cidendum.

La ininteligencia de la motivación en razón de contener razo-
nes vagas, generales, ilógicas, impertinentes o absurdas.

El defecto de actividad denominado silencio de prueba. (Sen-
tencia N° 06420 del 1° de diciembre de 2005. Exp. N° 2003-
0939) (Destacado de la Sentencia).

Las consideraciones expuestas en la precitada sentencia ponen de ma-
nifiesto que la inmotivación (tanto de los actos administrativos como de
las sentencias) no sólo se produce cuando faltan de forma absoluta los
fundamentos de éstos, sino que puede incluso verificarse en casos en
los que habiéndose expresado las razones de lo dispuesto en el acto o
decisión  de  que  se  trate,  éstas,  sin  embargo,  presentan  determinadas
características que inciden negativamente en el aspecto de la motiva-
ción, haciéndola incomprensible, confusa o discordante. Por ende, la
circunstancia de alegar paralelamente los vicios de inmotivación y falso
supuesto se traduce en una contradicción o incompatibilidad cuando lo
argüido respecto a la motivación del acto es la omisión de las razones
que lo fundamentan, pero no en aquellos supuestos en los que lo denun-
ciado es una motivación contradictoria o ininteligible, pues en estos ca-
sos sí se indican los motivos de la decisión (aunque con los anotados
rasgos), resultando posible entonces que a la vez se incurra en un error
en la valoración de los hechos o el derecho expresados en ella”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 49

N° de sentencia: 01930.
Fecha de Publicación: 27 de julio de 2006.
Caso: Asociación  de  Profesores  de  la  Universi-
dad Simón Bolívar contra Universidad Si-
món Bolívar.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01930-270706-2006-1093-1.htm
50 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Amparo Constitucional

1. CADUCIDAD COMO CAUSAL DE INADMISIBILIDAD


DEL AMPARO CONSTITUCIONAL. EXCEPCIONES

“De  la  norma  supra  transcrita  (numeral  4  del  artículo  6  de  la  Ley  de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales) , se colige clara-
mente que el legislador sanciona la inercia y el consentimiento expreso o
tácito del sujeto agraviado respecto de la lesión constitucional denuncia-
da, con la inadmisibilidad de la acción de amparo constitucional.

No obstante, aun produciéndose un consentimiento tácito o expreso de
la lesión constitucional denunciada, la inadmisibilidad de la acción de
amparo  no se  hace  extensible  a toda  clase  de  lesión, pues,  no  puede
tener prevalencia la extinción del derecho a accionar en amparo consti-
tucional por no haber sido ejercida la acción en tiempo oportuno, sobre
la vigencia de ciertos derechos y garantías constitucionales que inciden
en el orden público y las buenas costumbres.

(...) no todo derecho o garantía constitucional resguarda el orden pú-
blico absoluto o las normas del buen vivir en los términos a que hace
referencia la norma consagrada en el numeral 4, del artículo 6 de la
Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constituciona-
les, toda vez que admitir lo contrario haría inaplicable el lapso de ca-
ducidad previsto en la Ley, dentro del cual debe ser ejercida la acción
de amparo constitucional.

En tal sentido, prefiere el legislador relajar el lapso de interposición de
la acción de amparo constitucional, solamente en aquellos casos en los
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 51

cuales la violación denunciada, no sólo perjudica al accionante en su
individualidad, sino que trastorna directamente el orden colectivo, las
normas de convivencia ciudadana y los principios que inspiran el orde-
namiento jurídico.

Así, se advierte que la inaplicación de la causal de inadmisibilidad rela-
tiva a la caducidad de la acción, sólo procederá excepcionalmente, cuando
las lesiones denunciadas incidan negativamente en el interés general o
menoscaben gravemente los principios que inspiran el ordenamiento ju-
rídico, tal y como fue apreciado por el a quo en el fallo apelado”.

N° de sentencia: 06470.
Fecha de Publicación: 07 de diciembre de 2005.
Caso: Mai  de  Venezuela,  S.A.,  y  Ernesto  José
Lozano  contra  Dirección  de  Hacienda  del
Municipio Iribarren del Estado Lara.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOADGC: Art. 6.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06470-071205-2004-2399.htm

2. INADMISIBILIDAD DEL AMPARO CAUTELAR


CUANDO SE HA EJERCIDO EN FORMA SIMULTÁNEA
CON UNA MEDIDA DE SUSPENSIÓN DE EFECTOS, SIN
SOLICITAR ESTA ÚLTIMA EN FORMA SUBSIDIARIA

“En el presente caso el actor ejerció acción de amparo cautelar con una
medida de suspensión de efectos por considerar que los actos recurri-
dos vulneraron sus derechos constitucionales al debido proceso y a la
defensa, así como a la presunción de inocencia y el derecho al trabajo,
solicitando que para restituirle la situación jurídica infringida se suspen-
dan los efectos de los actos administrativos recurridos.

De lo anterior, advierte la Sala que la acción de amparo cautelar fue
ejercida por el recurrente de forma simultánea o conjunta a una medida
de suspensión de efectos de los actos recurridos, no planteándose esta
última con carácter subsidiario a la primera, como ha debido requerirse
visto el carácter extraordinario del amparo constitucional; por lo tanto,
debe  atenderse  a  lo  dispuesto  en  el  artículo  6,  numeral  5,  de  la  Ley
52 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el
cual reza lo siguiente:

Artículo 6. No se admitirá la acción de amparo:

(...omissis...)

5)  Cuando  el  agraviado  haya  optado  por  recurrir  a  las  vías
judiciales ordinarias o hecho uso de los medios judiciales pre-
existentes (...)

En consecuencia, habiendo quedado demostrado que el accionante ejerció
de forma simultánea o conjunta una acción de amparo cautelar con una
medida de suspensión  de efectos del acto administrativo impugnado,
encuentra esta Sala inadmisible la acción de amparo cautelar ejercida,
en atención a lo dispuesto en la norma supra transcrita, ello por cuanto
el solicitante acudió a dos vías judiciales alternas para lograr una pro-
tección eficaz de sus pretendidos derechos y garantías constitucionales.
Así se declara”.

N° de sentencia: 06177.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Pablo  José  Herrera  Mendoza  contra  Con-
traloría General de la República.
Ponente: Emiro García Rosas.
LOADGC: Art. 6.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06177-091105-2005-5110.

3. ADMISIBILIDAD DEL AMPARO CONSTITUCIONAL

“(...) la admisión de la causa constituye desde el punto de vista proce-
sal, el análisis previo mediante el cual el operador de justicia examina lo
relativo a la juridicidad de la pretensión y su adecuación al orden públi-
co y a las buenas costumbres, prescindiendo al efecto del examen de
mérito necesario para decidir  la controversia sometida  a sus poderes
jurisdiccionales, por cuanto para esta fase procesal no se ha conforma-
do aún el contradictorio. Ello así, la interposición de la acción y su admi-
sión  posterior,  constituyen el inicio formal  de todo proceso,  una vez
verificada la viabilidad de la propia pretensión.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 53

Limitada entonces a una función básicamente ‘depurativa’, la admisión
de la acción, encuentra como limitante a los postulados de libre acceso
a la justicia y de la tutela judicial efectiva, ambos de consagración cons-
titucional (artículo 26 Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela). Es por esta razón, que la tendencia legislativa se inclina por
limitar a causales taxativas, los motivos por los cuales puede el Juzga-
dor desechar una determinada acción judicial.

Estas causales, como  es natural, pueden variar  de una materia a otra


dependiendo  de  su especialidad,  tal  y  como  sucede  con la  acción  de
amparo constitucional, que en razón de la entidad de la violación denun-
ciada (violaciones directas de la constitucionalidad), adquiere naturale-
za  especial  y  extraordinaria,  con  un  efecto  meramente  restablecedor
del estatus jurídico vulnerado, representando de este modo, el mecanis-
mo procesal idóneo para recuperar la vigencia de los derechos y garan-
tías  constitucionales  transgredidos,  o  para  evitar  que  se  produzca  la
violación cuando ésta sea inminente.

Esa misma naturaleza especial y extraordinaria con la cual se concibió
inicialmente a la acción de amparo constitucional, provocó que se tuvie-
ran en cuenta mayores condiciones para su ejercicio, consagrándose al
efecto una gama de situaciones que al ser verificadas en el caso con-
creto, producen indefectiblemente la inadmisibilidad de la acción inter-
puesta (vd. artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales).

Dentro de estas causales de inadmisibilidad, destaca, en razón de las
particularidades del caso objeto de examen, la prevista en el numeral 1
del mencionado artículo 6 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Dere-
chos y Garantías Constitucionales (...).

Sugiere la lectura del inciso supra transcrito [Art. 6 num 1 LOADGC],
que a los efectos de interponer válidamente una acción de amparo cons-
titucional, aun en su acepción cautelar, se requiere que la lesión denuncia-
da sea actual o cuando menos inminente. Partiendo de esta premisa, se
ha interpretado que si el mandamiento de amparo tiene efectos restable-
cedores de situaciones jurídicas infringidas o protectores ante la inminen-
cia de violación de la constitucionalidad, al momento de producirse el cese
de la lesión o atenuarse la inminencia de ésta, la protección constitucional
carece de objeto,  por no poder neutralizar un daño inexistente para el
momento en que es analizado por el juez constitucional”.
54 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 01464.
Fecha de Publicación: 07 de junio de 2006.
Caso: Dorado Rent a Car, C.A., contra Dirección
de Recaudación de Rentas Municipales de
la Alcaldía del Municipio Chacao del Esta-
do Miranda.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 26.
LOADGC: Art. 6.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01464-070606-2002-0860.htm

4. INHIBICIÓN Y RECUSACIÓN EN MATERIA DE


AMPARO

“La doctrina y la jurisprudencia han entendido por inhibición el acto en
virtud del cual el juez, u otro funcionario judicial, requiere separarse del
conocimiento de la causa por estar vinculado en forma calificada por la
ley, con las partes o con el objeto del proceso.

A efecto del presente caso, se debe enfatizar que la competencia subje-
tiva tiene como fundamento la imparcialidad que debe caracterizar a las
decisiones judiciales, cuestión ésta que adquiere particular importancia
en materia de decisiones de amparo constitucional y es por ello, que la
propia Ley Orgánica de Amparo Sobre Derechos y Garantías Constitu-
cionales, prevé expresamente al respecto en el artículo 11 lo siguiente:

...Cuando un Juez que conozca de la acción de amparo, ad-
virtiere una causal de inhibición prevista en la Ley, se abs-
tendrá  de  conocer  e  inmediatamente  levantará  un  acta  y
remitirá las actuaciones, en el estado en que se encuentren,
al tribunal competente.

Si se tratare de un Magistrado de la Corte Suprema de Justi-
cia, el Presidente de la Sala convocará de inmediato al Suplen-
te respectivo, para integrar el tribunal de Amparo.

En ningún caso será admisible la recusación...
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 55

De lo expuesto se colige que siendo la referida Ley Orgánica de Ampa-
ro Sobre Derechos y Garantías Constitucionales, el instrumento que re-
gula una materia tan especial como la del amparo constitucional, resulta
comprensible que en su normativa haya previsto expresamente acerca
de la figura de la inhibición, estableciendo incluso un modo de proceder
específico, en el que no hay lugar a incidencia alguna, a diferencia de lo
que sucede al proceder conforme al artículo 93 del Código de Procedi-
miento Civil y prohibiendo por otra parte, la recusación, por constituir,
según la jurisprudencia de la Sala Constitucional, una causal de inadmi-
sibilidad en materia de amparo constitucional, reiterando en este senti-
do, la interpretación concatenada que debe darse a las disposiciones de
la referida Ley especial que regula la materia, con los preceptos consti-
tucionales acerca de la sumariedad y ausencia de formalismos que ri-
gen este especial medio judicial de protección y defensa de los derechos
y las garantías constitucionales.

(...)

Así las cosas, en esta materia cobra trascendental significación la figu-
ra de la inhibición como mecanismo procesal para garantizar al justicia-
ble su juzgamiento por un juez competente, idóneo e imparcial. En efecto,
la competencia subjetiva del juez supone la resolución equitativa del
asunto objeto del debate y con ello, la materialización de los postulados
de transparencia y honestidad como instrumentos del proceso para la
realización de una justicia no sujeta a formalidades insustanciales, tal y
como lo propugnan los artículos 26 y 257 de la Constitución de la Repú-
blica Bolivariana de Venezuela”.

N° de sentencia: 01880.
Fecha de Publicación: 26 de julio de 2006.
Caso: Alberto Chuqui contra Comisión de Funcio-
namiento  y  Reestructuración  del  Sistema
Judicial.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CRBV: Arts. 26 y 257.
LOADGC: Art. 11.
CPC: Art. 93.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01880-260706-2003-0868.htm
56 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Arbitraje

1. EL ARBITRAJE COMO MEDIO DE


HETEROCOMPOSICIÓN PROCESAL

“El arbitraje constituye en nuestro derecho, un medio de heterocompo-
sición procesal en virtud del cual las partes, haciendo uso de la autono-
mía de la voluntad que la ley les confiere, acuerdan someter a uno o
varios árbitros, –que a su vez pueden ser de derecho o de equidad– la
resolución de una controversia sobre materia transable, los cuales de
acuerdo a las atribuciones conferidas, darán solución al conflicto plan-
teado  a  través  de  un  laudo arbitral  con  fuerza  ejecutiva,  que  será  de
obligatorio cumplimiento para los sujetos involucrados.

En este orden de ideas, nuestro ordenamiento jurídico ha reconocido el
arbitraje como fórmula alternativa de solución de conflictos jurídicos,
consagrado en diversas leyes tales como: el Código de Procedimiento
Civil, la Ley de Arbitraje Comercial, Ley de  Empresas de Seguros y
Reaseguros, Ley de Protección al Consumidor y al Usuario, Ley sobre
Derecho de Autor, Ley Orgánica del Trabajo, Ley Orgánica de la Justi-
cia de Paz, entre otras y consagrado con rango constitucional por nues-
tra  Constitución  de  la  República  Bolivariana  de  Venezuela,  cuando
establece explícitamente en su artículo 258 lo siguiente:

Artículo 258. La ley organizará la justicia de paz en las comu-
nidades. Los jueces o juezas de paz serán elegidos o elegidas
por votación universal, directa y secreta, conforme a la ley.

La ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cua-
lesquiera otros medios alternativos para la solución de conflictos.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 57

Se desprende del artículo anterior que la intención del legislador fue la
de erigir a la institución del arbitraje, como un medio capaz de dirimir las
controversias que pudiesen surgir entre particulares, al consagrarlo en
el Capítulo III relativo al ‘Poder Judicial y del Sistema de Justicia’ de
nuestra  Carta  Magna.

Por lo tanto, corresponde al Estado a través de sus leyes otorgar a los
árbitros, el ejercicio de la tutela de los derechos consagrados en la Cons-
titución y en las Leyes, confiriendo en tal sentido, a las decisiones que
emanen del ejercicio de sus funciones, naturaleza jurisdiccional, con
carácter de cosa juzgada, reservándose el mismo Estado, la potestad de
ejercer la tutela coactiva o ejecutiva de esos derechos”.

N° de sentencia: 00004.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Compañía Anónima  de Administración  y
Fomento  Eléctrico  (CADAFE)  contra  Se-
guros Horizonte, C.A.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Art. 258.
CPC
LAC
LESR
LPCU
LDA
LOJP
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/enero/
00004-110101-2004-1306.htm

2. EL ARBITRAJE COMO EXCEPCIÓN A LA FASE DE


COGNICIÓN DE LA JURISDICCIÓN DE LOS
TRIBUNALES DE LA REPÚBLICA

“Es importante precisar que la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela consagró en su artículo 258, el deber que tiene la legisla-
ción de promover el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualquier
otro medio alterno para la solución de conflictos, debiendo el operador
judicial, en la medida de lo posible, fomentar e incitar a las partes al
avenimiento y a la conciliación. No obstante lo anterior, si bien por una
parte se constitucionalizan los medios alternativos para la resolución de
58 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

conflictos, la verificación de los mismos debe procurar la salvaguarda
de la seguridad jurídica y la erradicación de todo uso tergiversado que
de ellos se pretenda.

Ahora bien, tanto la doctrina comparada como la nacional han sido contes-
tes en considerar al arbitraje como un medio de autocomposición extrajudi-
cial entre las partes, las cuales mediante una voluntad expresa convienen
en forma anticipada sustraer del conocimiento del poder judicial ordinario
todas las diferencias o controversias que por la ejecución, desarrollo, inter-
pretación o terminación de un negocio jurídico, puedan sobrevenir.

De tal manera, el arbitraje constituye una excepción a la fase de cogni-
ción de la jurisdicción que tienen los tribunales de la República para
resolver por imperio de la ley todos los litigios que sean sometidos a su
conocimiento, en ejercicio del derecho constitucional a la tutela judicial
efectiva previsto en el artículo 26 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, toda vez que la fase de ejecución correspon-
de al Poder Judicial.

La anterior afirmación tiene su fundamento en lo dispuesto en el artí-
culo 48 de la Ley de Arbitraje Comercial, conforme al cual la ejecu-
ción  de  los  laudos  arbitrales  corresponde  ‘al  Tribunal  de  Primera
Instancia competente’.

De allí, que tal régimen de excepción exige para su aplicación el cumpli-
miento y la verificación de una manifestación de voluntad inequívoca y
expresa de las partes involucradas; de lo contrario, el relajamiento de
tales extremos comportaría de manera inexorable el estímulo de un es-
tado de inseguridad perenne en el que, de acuerdo a las circunstancias,
cada parte opondría según su conveniencia la sustracción o no de las
causas al conocimiento del Poder Judicial”.

Nº de sentencia: 02684.
Fecha de Publicación: 28 de noviembre de 2006.
Caso: Minera  Hecla  Venezolana,  C.A.,  contra
Pérez Fajardo Servicios Generales, C.A.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Arts. 26 y 258.
LAC: Art. 48.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02684-281106-2006-1691.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 59

Autotutela

1. DEFINICIÓN

“La Resolución atacada en el presente asunto, constituye un acto admi-
nistrativo de efectos particulares dictado en ejecución de una de las face-
tas que comprenden la llamada potestad de autotutela administrativa, como
lo es la consagrada en los artículos 81 al 84 de la Ley Orgánica de Proce-
dimientos Administrativos, la cual ha sido definida tanto por la doctrina
como por reiterada jurisprudencia de esta Alto Tribunal como la ‘...potes-
tad o poder de la Administración de revisar y controlar, sin intervención
de los órganos jurisdiccionales, los actos dictados por el propio órgano
administrativo, o dictados por sus inferiores. Tal potestad de autotutela se
ve materializada en nuestro ordenamiento, a través del ejercicio de diver-
sas facultades, como lo son la posible convalidación de los actos viciados
de nulidad relativa a través de la subsanación de éstos; la revocatoria del
acto, por razones oportunidad e ilegalidad, siempre que no se originen
derechos adquiridos, o bien a través del reconocimiento de nulidad abso-
luta, y por último, mediante la corrección de errores materiales’. (Vid.
Entre otras, Sentencia de la SPA Nº 718, de fecha 22 de diciembre de
1998, Caso: Vicenzo Sabatino Asfaldo)”.

Nº de sentencia: 05663.
Fecha de Publicación: 21 de septiembre de 2005.
Caso: José Julián Sifontes Boet contra Ministerio
de  la  Defensa  (hoy  Ministerio  del  Poder
Popular para la Defensa).
60 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPA: Arts. 81, 82, 83 y 84.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/05663-210905-1998-15984.htm

2. REVISIÓN DE OFICIO

“En el presente caso, la Resolución impugnada ejecuta en su contenido
la penúltima de las alternativas señaladas supra, es decir, a través de un
procedimiento de revisión de oficio, se limitó a reconocer la nulidad ab-
soluta de otra Resolución dictada por la misma autoridad; en tal sentido,
sobre este punto específico esta Sala ya se ha pronunciado en anterio-
res oportunidades señalando:

...esta Sala ha sostenido reiteradamente que la Administra-
ción, en virtud del principio de la autotutela, puede en cual-
quier momento revisar sus actos siempre que éstos no crearen
a favor de los particulares, incluso, si el acto adolece de un
vicio de nulidad absoluta, aun cuando hubiere creado dere-
chos, puede ser revisado y revocado por la Administración
en cualquier tiempo... (Vid. Sentencia de la SPA Nº 845 del
02 de diciembre de 1998, Caso: Municipio Mariño del Estado
Nueva  Esparta).

En otras palabras, debemos entender que la potestad de autotutela de la
Administración se ve en principio limitada por el surgimiento o creación
por parte de la Administración de derechos subjetivos en cabeza de los
particulares, los cuales siempre deben ser respetados, pero cuando el
supuesto acto administrativo declarado nulo,  está viciado de nulidad
absoluta, el mismo es incapaz de crear derechos subjetivos a favor de
persona alguna, toda vez que se entiende que el mismo nunca existió, lo
cual  justifica entonces que la  potestad de revocatoria de oficio de la
Administración no  se  vea limitada  en estos  casos. Así lo  señaló esta
misma Sala en Sentencia Nº 1.033 de fecha 11 de mayo de 2000, Caso:
Aldo Ferro García, en los en los siguientes términos:

...los actos  administrativos declarativos de derechos a favor
de los particulares, una vez que adquieren firmeza, por haber-
se vencido los lapsos para su impugnación, se tornan irrevoca-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 61

bles, aun en los casos de que adolezcan de algún vicio que los
haga anulables. No así, si están viciados de nulidad absoluta’

(...)

Por otro lado, la potestad declaratoria de nulidad que está pre-
vista en el artículo 83 ejusdem, cuando autoriza a la Adminis-
tración para que, en cualquier momento, de oficio o a instancia
del particular, reconozca la nulidad absoluta de los actos por
ella dictados. De allí que la Ley consagre la irrevocabilidad de
los  actos  creadores  de  derechos  a  favor  de  los  particulares,
pero un acto viciado de nulidad absoluta –en sede administra-
tiva– no es susceptible de crear derechos.

(...)

No obstante lo anterior, si bien el artículo 83 de la Ley Orgáni-
ca de Procedimientos Administrativos consagra la posibilidad
de revisar en cualquier momento de oficio o incluso a solicitud
de particulares, actos administrativos, esa facultad debe ejer-
cerse siempre y cuando se detecte alguno de los vicios de nu-
lidad absoluta señalados taxativamente en el artículo 19 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos.

(...)

...puede y debe la Administración declarar la nulidad de oficio,
en cualquier momento, aquellos actos suyos contrarios a dere-
cho y que se encuentren afectados de nulidad absoluta...”.

Nº de sentencia: 05663.
Fecha de Publicación: 21 de septiembre de 2005.
Caso: José Julian Sifontes Boet contra Ministerio
de  la  Defensa  (hoy  Ministerio  del  Poder
Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPA: Arts. 19 y 83.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/05663-210905-1998-15984.htm
62 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. ARTÍCULO 82 DE LA LEY ORGÁNICA DE


PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS

“Al respecto debe advertir esta Sala, en primer lugar, que el invocado
artículo 82 regula la potestad revocatoria de la Administración como una
de las manifestaciones más importantes del principio de autotutela, en
función de la cual aquélla tiene el poder de revisar y corregir sus actua-
ciones administrativas y, en consecuencia, de extinguir sus actos en vía
administrativa, siempre y cuando no originaren derechos subjetivos o in-
tereses legítimos, personales y directos para un particular. Ciertamente, a
la par de consagrar el poder de la Administración de revisar y controlar,
sin intervención de los órganos jurisdiccionales, nuestra legislación prohi-
bió, en forma absoluta, la posibilidad de que la misma revocare los actos
administrativos que hubieren creado derechos en favor de particulares,
salvo que exista autorización expresa de la Ley, y es por tal razón que el
ordinal 2 del artículo 19 de la citada Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, sanciona con la nulidad absoluta a aquellos actos que
resolvieren situaciones precedentemente decididas con carácter definiti-
vo y que hayan creado derechos a favor de particulares. De modo que la
revocación o suspensión de los efectos de un acto administrativo creador
o declarativo de derechos a favor de los particulares, en forma no autori-
zada por el Ordenamiento Jurídico, da derecho a éstos a ser indemniza-
dos por los daños y perjuicios que la misma les cause”.

Nº de sentencia: 00487.
Fecha de Publicación: 23 de febrero de 2006.
Caso: Cooperativa  de  Transporte  de  Pasajeros
Comunidad 93 contra Cámara Municipal del
Municipio San Rafael de Carvajal del Esta-
do Trujillo.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOPA: Arts. 19 y 82.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/febre-
ro/00487-230206-2004-0043.htm

4. POTESTAD REVOCATORIA PENDIENTE UN RECURSO


DE NULIDAD

“Por otra parte, en vista de que la recurrente alegó que el ejercicio de
la potestad revocatoria de la Administración cuando está pendiente un
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 63

proceso contencioso administrativo contra el acto revocado viola la
tutela judicial efectiva, al respecto ya la Sala se había pronunciado en
sentencias de fechas 9 de junio y 2 de diciembre de 1998 (casos: Avensa
y Omayra Josefina Gómez) citadas por este Máximo Tribunal en sen-
tencia  N°  01585  del  16  de  noviembre  de  2003,  estableciendo  el  si-
guiente criterio:

Si bien es cierto que la Administración mantiene, incluso du-
rante el juicio de anulación, la facultad de modificar en la esfe-
ra de su competencia, la situación jurídica a que se refiere la
controversia (...) tal facultad es susceptible de control judicial
(por lo que) el ejercicio de la potestad revocatoria es una de
las bases  de  la  actividad administrativa,  uno de  los grandes
medios de los cuales ella dispone para el saneamiento de sus
actos (...) no está exenta del control jurisdiccional que pueda
sobre la misma pronunciarse sobre los siguientes aspectos: 1.
Si  efectivamente  se  trata  del  ejercicio  de  una  potestad  que
esté dentro de los supuestos de la norma facultativa; 2.- Si no
excede de los límites que la norma facultativa establece (...).
(Subrayado de la Sala).

En consecuencia, no le está impedido a la Administración, aún  en el
decurso del procedimiento judicial, reconocer la nulidad de los actos
dictados por ella, como tampoco le está impedido al administrado recu-
rrir del acto posteriormente dictado en sustitución del anulado o revoca-
do,  como  en  efecto  lo  hizo  la  accionante  en  el  caso  de  autos.  En  tal
virtud, se desestima la violación de la garantía a la tutela judicial efecti-
va. Así se declara”.

Nº de sentencia: 02653.
Fecha de Publicación: 23 de noviembre de 2006.
Caso: Banco de Venezuela S.A.C.A contra Minis-
terio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Emiro García Rosas.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02653-231106-2001-0051.htm
64 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Comisión Judicial del Tribunal


Supremo de Justicia

1. NATURALEZA

“El Texto Constitucional de 1961 instituyó los lineamientos generales
de cada una de las ramas del Poder Público, y en concreto, estableció
que el Poder Judicial lo ejercería la extinta Corte Suprema de Justicia
y  el  resto  de  los  tribunales  de  la  República,  dejando  la  dirección  y
vigilancia de los tribunales a cargo de un órgano administrativo distin-
to e independiente al Máximo Tribunal de la República, conocido como
Consejo de la Judicatura y que en adelante ejercería, como así suce-
dió, tales funciones.

A diferencia de ello, la Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela dictada en 1999 innovó al otorgarle al Tribunal Supremo de Jus-
ticia no sólo la función jurisdiccional que le es propia, sino además, la
dirección, gobierno y administración del Poder Judicial, la inspección y
vigilancia de los tribunales de la República, e incluso, la elaboración y
ejecución de su propio presupuesto y del resto del Poder Judicial. Quiso
de  este  modo  el  Constituyente  descargar  esta  importante  tarea  en  el
Máximo Tribunal del País, estableciendo en el artículo 267, como un
medio para conseguir tales fines, la creación de un nuevo órgano deno-
minado  Dirección  Ejecutiva  de  la  Magistratura,  a  través  del  cual  se
llevaría a cabo, por delegación, todo aquello que le fuera asignado.

A través de la Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Administra-
ción del Poder Judicial, publicada en Gaceta Oficial Nº 37.014 del 15
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 65

de agosto de 2000, específicamente en su artículo 1º, el Tribunal Su-
premo de Justicia, en Sala Plena, le dio forma a este órgano de rango
constitucional con la finalidad de que ejerciera las funciones de direc-
ción, gobierno y administración del Poder Judicial; pero además, en el
mismo  instrumento  normativo,  dio  creación  de  su  propio  seno  a  la
Comisión Judicial, órgano integrado por un magistrado de cada Sala y
dependiente directamente de la Sala Plena del Tribunal Supremo de
Justicia,  el  cual  actuaría  también  por  delegación,  en  todas  aquellas
funciones administrativas de control y supervisión conferidas, así como
cualquier otra establecida en la Normativa antes señalada y que, por
supuesto, no involucrase en nada la función jurisdiccional que, con
base en el principio de separación de poderes, corresponde de forma
exclusiva y excluyente al Tribunal Supremo de Justicia y al resto de
los tribunales de la República.

Debe interpretarse entonces que paralelamente a la Dirección Ejecuti-
va de la Magistratura nace la Comisión Judicial con el objeto de tomar
parte también, mediante la figura de la delegación, en la dirección, go-
bierno y administración del Poder Judicial que en principio corresponde
asumir, por mandato constitucional, al Tribunal Supremo de Justicia en
Sala Plena. Es decir, coexisten dos órganos que cumplen funciones es-
pecíficas en  materia administrativa, asignadas  en un principio por la
normativa  publicada en  el  año  2000, y  en  la  actualidad, atribuidas  y
modificadas algunas de ellas, por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo
de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela.

Así, aun cuando podría pensarse en la Comisión Judicial como un ente
distinto e independiente del Máximo Tribunal de la República, es claro
que no es más que la representación abreviada de la totalidad de los
miembros que componen el Tribunal Supremo de Justicia, al punto que
se  encuentra  integrada  por  un  magistrado  de  cada  una  de  las  Salas
que conforman la máxima instancia jurisdiccional, como lo dispone el
artículo 26 de la Normativa sobre la Dirección, Gobierno y Adminis-
tración del Poder Judicial, que ha servido de fundamento jurídico a
este nuevo órgano.

Sin embargo, a efectos de evitar cualquier confusión, debe tenerse en
claro que aun cuando la Comisión Judicial se encuentra conformada por
magistrados activos de cada una de las Salas que componen la última
instancia jurisdiccional, se trata de un órgano que si bien se mantiene
66 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

inserto dentro del Poder Judicial, su naturaleza lo califica como un órga-
no que cumple una actividad esencialmente administrativa, pues aunque
dependa  en  forma  directa  de  la  Sala  Plena  del  Tribunal  Supremo  de
Justicia, es claro que sus funciones se encuentran alejadas del campo
jurisdiccional y sólo se materializan en el ámbito administrativo.

En definitiva y sin menoscabo de la indiscutible participación de la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura, órgano de rango constitucio-
nal con carácter auxiliar en la descrita Normativa, y hoy modificada
su estructura por la novísima Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, al mencionar que
se  trata  de  un  órgano  dependiente  jerárquica  y  funcionalmente  del
Tribunal Supremo de Justicia; no cabe duda de la  legitimidad de la
Comisión Judicial para actuar por delegación en las tareas que le sean
asignadas por la Sala Plena del Tribunal Supremo de Justicia, dentro
del amplio espectro que conlleva la dirección, gobierno y administra-
ción del Poder Judicial.

Cuenta entonces la Comisión Judicial con abiertas posibilidades de actua-
ción en todo aquello que, sin ser atribución específica de la Dirección
Ejecutiva de la Magistratura, considere el Máximo Tribunal como una
tarea directa que le compete y que pueda eventualmente ser desarrollada
por el cuerpo que ha sido creado para actuar en su representación, entre
las cuales se encuentra la referente al ingreso y la permanencia de los
jueces provisorios o temporales en el Poder Judicial”.

Nº de sentencia: 02581.
Fecha de Publicación: 15 de noviembre de 2006.
Caso: Josefina Gómez Sosa contra Comisión Ju-
dicial del Tribunal Supremo de Justicia.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 267.
NSDGAPJ: Art. 1.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02581-151106-2005-4003.htm

2. COMPETENCIAS Y POTESTAD SANCIONATORIA

“Ahora bien,  a los fines de  esclarecer  los límites de  la competencia,


particularmente en lo que se refiere a la separación de un funcionario
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 67

del Poder Judicial, es básico hacer diferencia entre el retiro que se ori-
gina en una causa disciplinaria y cuando, por el contrario, tal retiro tiene
lugar mediante un acto de remoción, el cual es equivalente a dejar sin
efecto su designación.

Es necesario precisar aquí que la función disciplinaria en toda su exten-
sión, esto es, sobre jueces titulares que han alcanzado la garantía de
estabilidad por haber mediado el concurso de oposición respectivo y los
jueces provisorios o temporales, es dirigida hoy en forma exclusiva por
la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Sistema Judicial,
como un órgano creado con carácter transitorio hasta tanto se cree la
jurisdicción disciplinaria.

Distinto  es  el  caso  cuando  está  referido  a  la  remoción  directa  de  un
funcionario de carácter provisorio o temporal, y sin que opere alguna
causa disciplinaria, dado que tal atribución en la actualidad, se encuen-
tra a cargo de la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia, por
delegación expresa que hiciera la Sala Plena. Vale decir, que tanta po-
testad tiene la Comisión Judicial para designar a los jueces, de forma
provisoria o temporal, como para dejar sin efecto su designación, cuan-
do así sea precisado por la mayoría de sus miembros, y siempre que no
medie una causa disciplinaria que obligue a la actuación del ente encar-
gado de aplicar las sanciones.

De este modo, y con base en los razonamientos señalados, la Sala Polí-
tico-Administrativa reitera una vez más que la Comisión Judicial del
Tribunal Supremo de Justicia posee la competencia para actuar, dentro
de los límites indicados, en el nombramiento y separación de los funcio-
narios designados con carácter provisional o temporal.

Con las explicaciones anteriores debe tenerse en claro no sólo la distin-
ta naturaleza de los citados órganos a cargo de cada una de las tareas,
sino además, el mecanismo empleado en cada caso para la separación
de un  funcionario del  Poder Judicial, esto  es, lo  relativo al  tema del
procedimiento. Como es sabido, toda sanción disciplinaria contemplada
en la Ley de Carrera Judicial, necesariamente deberá estar precedida
por el procedimiento administrativo correspondiente, sea que se trate de
un funcionario de carrera o de un funcionario de libre nombramiento y
remoción; mientras que cuando lo que se persigue es la remoción de un
juez cuyo nombramiento ha sido efectuado de forma provisional o tem-
68 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

poral, la providencia administrativa que determina su separación del cargo,
no tiene que venir sujeta a procedimiento alguno, pues justamente la
garantía de estabilidad del juez y, por ende, el derecho a ser sometido al
procedimiento respectivo, se alcanzan con el concurso de oposición que
se encuentra consagrado en el Texto Constitucional como una exigen-
cia sine qua non para acceder al cargo de Juez con carácter de titular o
juez de carrera.

Es decir que, en este último caso, el funcionario que goza de titularidad
tendría siempre el derecho a ser sometido al procedimiento correspon-
diente y no podría la Comisión Judicial decidir su remoción en forma
directa, pues se insiste, la garantía de estabilidad se la otorga el haber
resultado vencedor en el concurso provisto al efecto”.

Nº de sentencia: 02581.
Fecha de Publicación: 15 de noviembre de 2006.
Caso: Josefina Gómez Sosa contra Comisión Ju-
dicial del Tribunal Supremo de Justicia.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02581-151106-2005-4003.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 69

Contencioso Administrativo

1. PODERES DEL JUEZ CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO

“(...) se ha sostenido que en materia contencioso-administrativa se pre-
sentan diferencias en cuanto a los poderes del juez, no sólo para conocer
de la causa de fondo sometida a su consideración, sino también respecto
de  las  medidas  cautelares  que  éste  pueda  acordar;  en  este  sentido,  se
asume que el juez controla el proceso, vista la naturaleza de los intereses
discutidos. Conforme con ello, puede dicho juez traer al debate nuevos
datos no aportados por las partes cuando considere que la incorporación
de los mismos guarda estrecha vinculación con la causa.

Iguales  consideraciones  son  valederas  en  cuanto  a  las  pruebas  que


pueden ser aportadas en juicio, en cuyo contexto dicho juez si lo con-
sidera conveniente, y pese a que no hayan sido promovidas o evacua-
das  por  las  partes,  puede  hacer  traer  a  los  autos  los  elementos
probatorios que estime conducentes para decidir la controversia. Por
tales motivos, suele indicarse que el proceso contencioso administrati-
vo escapa en mucho del ámbito rector del principio dispositivo y se
acerca más al principio inquisitivo”.

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
70 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm

2. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 21 DE LA LOTSJ


EN MATERIA DE PROMOCIÓN Y EVACUACIÓN DE
PRUEBAS. ÁMBITO DE APLICACIÓN DEL
PROCEDIMIENTO REGULADO EN DICHA LEY

“...De otra parte, esta Sala por decisión N° 904, publicada en fecha 30
de marzo de 2004, interpretó el contenido del artículo 21 de la Ley Or-
gánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, concluyendo que en los juicios en que se demande a la Re-
pública debe aplicarse, en cuanto al lapso de pruebas, el procedimiento
ordinario previsto en los artículos 388 y siguientes del Código de Proce-
dimiento Civil, esto es, 15 días de despacho para promover pruebas y 30
días igualmente de despacho para evacuarlas.

Posteriormente, consideró la Sala que la norma objeto de la interpretación
realizada resultaba igualmente aplicable a las acciones incoadas contra
otros organismos descentralizados funcionalmente (personas de derecho
público) y empresas del Estado, concluyendo que el mencionado artículo
21 de la Ley que rige las funciones de este Supremo Tribunal de Justicia,
no se limita a regular el procedimiento de demandas contra la República,
sino que en el mismo se encuentran reglas aplicables, según el caso, a las
demandas que se ejerzan contra cualquier ente público. (Ver sentencia
publicada en fecha 27 de abril de 2005, N° 2.339, caso: Mantenimientos
Paracotos, C.A. contra Centro Simón Bolívar C.A.)”.

Nº de sentencia: 06018.
Fecha de Publicación: 20 de octubre de 2005.
Caso: José Luis Fernández Blanco, contra PDV-
SA Petróleo, S.A.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOTSJ: Art. 21.
CC: Art. 388.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06018-201005-2003-1459.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 71

3. NOTIFICACIÓN DEL SÍNDICO PROCURADOR


MUNICIPAL EN LAS CAUSAS EN QUE ESTÉN
INVOLUCRADOS INTERESES DE LOS MUNICIPIOS

“La Ley Orgánica de Régimen Municipal, vigente para el momento de
interposición de esta demanda, exige la participación del Síndico Procu-
rador Municipal cuya atribución es la de representar y defender, judicial
y extrajudicialmente los intereses del Municipio (incluidos sus Institutos
Autónomos), en relación con los bienes y derechos, previendo inclusive
la nulidad de tales juicios cuando se omita su intervención, ya que cons-
tituye una formalidad esencial a la validez del procedimiento. Por otra
parte, la misma Ley en su artículo 44 prevé que los Institutos Autóno-
mos Municipales no gozarán de las prerrogativas del Municipio, pero
leyes  posteriores  a  ésta  como  la  Ley  Orgánica  de  la Administración
Pública dispone lo contrario, según consta en el artículo 97, entonces es
forzoso concluir que los Institutos Autónomos Municipales sí gozan de
los mismos privilegios del Fisco Municipal”.

N° de sentencia: 06547.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: María Silvia Ramírez Fernández contra Ins-
tituto Autónomo de Tránsito, Transporte y
Circulación (I.A.T.T.C.) del Municipio Cha-
cao del Estado Miranda.
Ponente: Emiro García Rosas.
LORM: Art. 44.
LOAP: Art. 97.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06547-141205-2005-4725.htm

4. LEGITIMACIÓN

“En conclusión se tiene entonces que, de conformidad con lo dispuesto
tanto en la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, como en la
nueva Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, cuando se pre-
tende impugnar un acto administrativo  de efectos particulares, como
ocurre en el presente caso, en que los ciudadanos antes identificados
solicitan la nulidad de la Comunicación Nº 769 de fecha 06 de febrero
de 1998, mediante la cual se le negó el pago de diferencia por concepto
72 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

de asignación de antigüedad al ciudadano José Julián Sifontes Boet, el
recurrente debe ostentar como mínimo un interés legítimo, es decir, es-
tar en una situación de hecho tal frente a la actuación administrativa
que los afecte en sus derechos o intereses”.

Nº de sentencia: 05663.
Fecha de Publicación: 21 de septiembre de 2005.
Caso: José Julian Sifontes Boet contra Ministerio
de  la  Defensa  (hoy  Ministerio  del  Poder
Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOCSJ
LOTSJ
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/05663-210905-1998-15984.htm

5. AGOTAMIENTO DE LA VÍA ADMINISTRATIVA

“Sin embargo, tal premisa, a juicio de la Sala, resulta errada, toda vez
que la supresión de la aludida causal de inadmisibilidad, no debe inter-
pretarse en el sentido de que el particular puede acudir a la vía judicial
a solicitar la nulidad de un acto contra el cual decidió ejercer de modo
facultativo más no obligatorio algún recurso administrativo que aún no
ha sido resuelto o en el que no ha transcurrido el lapso para que opere
el silencio, dado que en tales supuestos el interesado sí estaría obliga-
do a esperar la respuesta tácita o expresa del órgano administrativo
correspondiente.

Lo expuesto se colige de principios, tales como, el de economía y efica-
cia del proceso, por cuanto a pesar de haberse eliminado la obligatorie-
dad del agotamiento de la vía administrativa, es aún posible o facultativo
que la persona afectada por una determinada actuación administrativa,
ejerza los recursos administrativos previstos en la ley a tal efecto, su-
puesto en el cual carecería de sentido y sería contrario a los menciona-
dos principios de economía y eficacia del proceso, que se movilice por
medio del ejercicio del derecho de acción todo el aparato jurisdiccional,
con miras a obtener un pronunciamiento acerca de la legalidad de dicha
actuación, cuando lo cierto es que la misma no comporta el carácter de
definitiva, por estar sometida a un proceso de revisión por parte de la
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 73

propia Administración y del cual puede resultar la revocatoria o confir-
matoria del acto.

Paralelamente a ello debe señalarse, que de admitirse lo contrario po-
drían suscitarse decisiones contradictorias, ya que mientras el órgano
jurisdiccional pudiera estarse pronunciando en el sentido de establecer
la ilegalidad o inconstitucionalidad de la actuación sometida a su con-
trol, la Administración, por su parte, pudiera también estar ratificando
por vía del recurso de reconsideración o jerárquico el acto administrati-
vo de primer  grado, supuesto  en el cual tendríamos  un segundo acto
vigente, ausente de control judicial y revestido por demás de una pre-
sunción de veracidad.

De manera que lo antes expresado, exige por parte de los operadores
jurídicos una interpretación más acorde con las bases y principios en
que se funda el ordenamiento, que a la postre conduce a afirmar que
aun y cuando el agotamiento de la vía administrativa no comporta en la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Boliva-
riana de Venezuela, la inadmisibilidad de la acción, ello no es óbice para
que el recurso contencioso administrativo sea planteado contra un acto
que todavía no es el definitivo, a menos que haya operado la ficción del
silencio administrativo y así sea invocado por el accionante”.

Nº de sentencia: 06302.
Fecha de Publicación: 23 de noviembre de 2005.
Caso: Teresa  de  Jesús  Centeno  de  Díaz  contra
Municipio Simón Rodríguez.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LOTSJ
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06302-231105-1998-14398.htm.

6. RECURSO POR ABSTENCIÓN O CARENCIA. NOCIÓN.


LAPSO PARA SU INTERPOSICIÓN

“Tal como señaló esta Sala en sentencia N° 788 del 10 de abril de 2000,
recaída en el expediente N° 0254 (Caso: Fiscal General de la Repúbli-
ca), la acción en carencia, no obstante encontrarse prevista en la Ley
Orgánica  de  la  Corte  Suprema  de  Justicia,  no  encontró  en  ésta  una
74 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

regulación procedimental expresa, por lo que a tenor de lo establecido
en el artículo 102 eiusdem, a ella resultó aplicable el procedimiento de
nulidad contra actos de efectos particulares, el cual comprende la regu-
lación sobre la caducidad de los recursos.

En este sentido, es de señalar que en virtud de lo previsto en el artículo
134 de la precitada ley, constituye un presupuesto de admisibilidad para el
ejercicio del recurso por abstención, que éste sea ejercido dentro de un
lapso de seis (6) meses después de verificada la eventual obligación de la
Administración de efectuar determinada actuación, y su incumplimiento.

(...)

La jurisprudencia de  esta Sala ha precisado, a  partir  de sentencia de


fecha 28 de febrero de 1985 (Caso: Eusebio Vizcaya Paz), que el recur-
so por abstención surge cuando las autoridades se niegan a cumplir de-
terminados actos a que están obligados por las leyes, es decir, cuando
se verifica la omisión de la Administración para crear actos cuyos su-
puestos de hecho se encuentran regulados expresamente por el legisla-
dor. En este sentido, ha precisado la Sala como requisitos de procedencia
del recurso por abstención, los siguientes:

a) Debe tratarse de una obligación concreta y precisa inscrita
en la norma legal correspondiente, la cual ha de presentarse
como un paradigma de contraste que sirva para verificar si la
abstención  existe  respecto  del  supuesto  expresa  y  especial-
mente  previsto  en  la  norma  y,  por  tanto,  si  procede  o  no  el
respectivo recurso.

b) El objeto del recurso no es sino la negativa del funcionario
público  a actuar,  es decir,  a cumplir determinado acto –en el
sentido de actuación– del cual el supuesto de hecho se encuen-
tra  previsto  en  una  ley  específica,  pero  ante  cuya  ocurrencia
real y concreta la autoridad administrativa se abstuvo de extraer
la consecuencia jurídica que el imperativo legal le impone.

c) El referido recurso conduciría a un pronunciamiento de la
jurisdicción contencioso-administrativa sobre la obligatoriedad
para la Administración de producir un determinado acto o de
realizar una actuación concreta en vista de un imperativo legal
expreso y específico”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 75

N° de sentencia: 00129.
Fecha de Publicación: 25 de enero de 2006.
Caso: Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela (CANTV) contra Comisión Na-
cional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOCSJ: Arts. 102 y 134.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00129-250106-2003-1540.htm

7. SILENCIO ADMINISTRATIVO

“Así, en el presente caso, resulta aplicable más bien el criterio sentado
por esta Sala en sentencia de fecha 22 de junio 1982, caso: Ford Motors
de Venezuela, donde se interpretó el alcance del silencio administrativo
como garantía de los administrados, previsto en el artículo 134 de la
entonces vigente Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, el cual
tiene su homólogo en el aparte 20 del artículo 21 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia. En dicho fallo, que una vez más se ratifi-
ca, esta Sala concluyó lo siguiente:

1° Que la disposición contenida en el primer aparte del artículo 134 de
la Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia (hoy aparte 20 del
artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia) con-
sagra una garantía jurídica, que se traduce en un beneficio para los
administrados.

2° Que, como tal garantía, debe ser interpretada en sentido amplio y no
restrictivo, pues de lo contrario, lejos de favorecer al administrado, como
se quiso, lo que haría es estimular la arbitrariedad y reforzar los privile-
gios de la Administración.

3° Que esa garantía consiste en permitir el acceso a la jurisdicción con-
tencioso-administrativa, en ausencia de acto administrativo expreso que
ponga fin a la vía administrativa.

4° Que el transcurso del lapso del silencio administrativo sin que el par-
ticular  ejerza  el  recurso  contencioso-administrativo,  no  acarrea  para
aquél  la  sanción  de  caducidad  de  tal  recurso,  contra  el  acto  que  en
definitiva pudiera producirse.
76 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

5° Que el silencio no es en sí mismo un acto, sino una abstención de
pronunciamiento y, por consiguiente, no cabe decir que se convierte en
firme por el simple transcurso del plazo de impugnación.

6° Que el silencio no exime a la Administración del deber de dictar un
pronunciamiento expreso, debidamente fundado.

7° Que es el administrado quien decide la oportunidad de acudir a la
jurisdicción contencioso-administrativa, durante el transcurso del lapso
previsto en el artículo 134 (hoy aparte 20 del artículo 21), o posterior-
mente, cuando la Administración le resuelva su recurso administrativo.

8°  Que  cuando  la Administración  resuelve  expresamente  el  recurso


administrativo, después de transcurridos los plazos previstos en el artí-
culo 134 (hoy aparte 20 del artículo 21), el particular puede ejercer el
recurso contencioso-administrativo contra ese acto concreto.

9° Que a partir del momento en que se notifica al interesado la resolu-
ción administrativa expresa de su recurso, comienza a correr el lapso
general de caducidad de seis meses para el ejercicio del correspondien-
te recurso contencioso-administrativo; y

10º Que de no producirse nunca la decisión administrativa expresa, no
podrá el interesado ejercer el recurso contencioso administrativo pasados
los lapsos a que se refiere el artículo 134 de la L.O.C.S.J. (hoy aparte 20
del artículo 21 de la L.O.T.S.J.), invocando el silencio administrativo”.

Nº de sentencia: 00428.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Mauro  Herrera  Quintana  y  otros  contra
Ministerio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOCSJ: Art. 134.
LOTSJ: Art. 21.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00428-220206-2002-0907.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 77

8. CONSECUENCIAS DE LA NO REMISIÓN DEL


EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO

“Ahora bien, con respecto a los efectos de la ausencia del expediente
administrativo en los juicios de nulidad, se ha pronunciado anteriormen-
te esta Sala concluyendo en lo siguiente:

...el expediente administrativo está constituido por el conjunto
de actuaciones previas que están dirigidas a formar la voluntad
administrativa, y deviene en la prueba documental que sustenta
la decisión de la Administración. Por tanto, sólo a ésta le corres-
pondía la carga de incorporar al proceso los antecedentes admi-
nistrativos; su no remisión constituye una grave omisión que
pudiera obrar en contra de la Administración y crear una pre-
sunción favorable a la pretensión de la parte accionante.

(...omissis...)

En este sentido, se insiste en que la remisión de los antecedentes
administrativos es una carga procesal de la Administración, cuya
omisión puede acarrear consecuencias negativas para ésta como
parte que es en el proceso, pues no puede el juzgador apreciar en
todo su valor el procedimiento administrativo, así como tampoco
las razones de hecho y de derecho que fundamentaron la deci-
sión. (Sentencia Nº 672 del 08 de mayo de 2003)”.

Nº de sentencia: 00428.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Mauro  Herrera  Quintana  y  otros  contra
Ministerio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00428-220206-2002-0907.htm

9. SUSPENSIÓN DE EFECTOS DE LOS ACTOS.


SUPUESTOS DE PROCEDENCIA

“Es criterio reiterado de este Alto Tribunal, que la suspensión de efec-
tos de los actos administrativos prevista en el artículo 21 de la Ley Or-
78 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

gánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, constituye una medida preventiva establecida por nuestro
ordenamiento jurídico, mediante la cual, haciendo excepción al principio
de ejecutoriedad del acto administrativo, consecuencia de la presunción
de legalidad, se procura evitar lesiones irreparables o de difícil repara-
ción al ejecutarse una eventual decisión anulatoria del acto, porque ello
podría constituir un atentado a la garantía del derecho fundamental de
acceso a la justicia y al debido proceso.

En este sentido, debe el Juez velar porque su decisión se fundamente no
sólo en un simple alegato de perjuicio, sino en la argumentación y acre-
ditación de hechos concretos de los cuales nazca la convicción de un
posible perjuicio real y procesal para el recurrente.

Así,  la norma  prevista en  el artículo  136  de la  entonces vigente  Ley


Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, disponía que (...).

Dicha disposición fue establecida igualmente en el aparte 21 del artícu-
lo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la Repúbli-
ca Bolivariana de Venezuela, (...).

En ese orden, la medida preventiva de suspensión procede sólo cuan-
do se verifiquen concurrentemente los supuestos que la justifican, esto
es, que la medida sea necesaria a los fines de evitar perjuicios irrepa-
rables  o  de difícil  reparación,  o  bien  para  evitar que  el  fallo  quede
ilusorio, y que adicionalmente resulte presumible que la pretensión pro-
cesal principal resultará favorable; significa entonces que deben com-
probarse los requisitos de procedencia de toda medida cautelar: el riesgo
manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y la presunción
grave del derecho que se reclama.

En efecto, el correcto análisis acerca de la procedencia de la medida
cautelar solicitada requiere además de la verificación del periculum in
mora,  la  determinación  del  fumus boni iuris,  pues  mientras  aquél  es
exigido como supuesto de procedencia en el caso concreto, la presun-
ción grave de buen derecho, es el fundamento mismo de la protección
cautelar, dado que en definitiva, sólo a la parte que posee la razón en
juicio puede causársele un perjuicio irreparable que debe ser evitado,
bien  porque  emane  de  la  contraparte  o  sea  efecto  de  la  tardanza  del
proceso. Adicionalmente, la Sala ha establecido en forma reiterada que
debe atenderse a las circunstancias particulares del caso, en conformi-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 79

dad con el dispositivo contenido en el artículo 21, aparte 21 de la Ley
Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia”.

Nº de sentencia: 00434.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Corporación  Campo  Alegre,  C.A.,  contra
Ministerio de Educación (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Educación).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOCSJ: Art. 136.
LOTSJ: Art. 21.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00434-220206-2005-5167.htm

10. RÉGIMEN ESPECIAL DE COMPETENCIAS DE LA


JURISDICCIÓN CONTENCIOSO ADMINISTRATIVA

“Atendiendo al fallo parcialmente transcrito [N° 1.209 (Caso: Importado-
ra Cordi S.A. vs. Venezolana de Televisión C.A.) publicada el 2 de sep-
tiembre de 2004, con Ponencia Conjunta], se infiere que según el régimen
especial de competencias a favor de la jurisdicción contencioso adminis-
trativa, sus tribunales conocerán de aquellas acciones, que de acuerdo a
su cuantía, cumplan con las siguientes condiciones:

1) Que se demande a la República, los Estados, los Municipios, o algún
Instituto Autónomo, ente público o empresa, en la cual alguna de las per-
sonas políticos territoriales (República, Estados o Municipios) ejerzan un
control decisivo y permanente, en cuanto a su dirección o administración
se refiere y 2) Que el conocimiento de la causa no esté atribuido a ningu-
na otra autoridad, lo cual constituye una derogatoria de la jurisdicción civil
y mercantil, que es la jurisdicción ordinaria, no así de las otras jurisdiccio-
nes laborales, tales como la laboral, del tránsito o agraria”.

Nº de sentencia: 00432.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Belkis Herminia Morgado contra Compañía
Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela
(CANTV).
80 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00432-220206-2005-0278.htm.

11. RECURSO DE ABSTENCIÓN O CARENCIA VS


AMPARO CONSTITUCIONAL

“Establecido lo anterior, se advierte que las omisiones de la Administra-
ción de ordinario son cuestionadas a través de dos vías procesales, de-
pendiendo de la naturaleza de las mismas, así en el caso de omisiones
de carácter genérico, como por ejemplo aquellas que vulneran el dere-
cho de adecuada y oportuna respuesta, previsto en el artículo 51 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la vía utilizada
es  el  amparo  constitucional;  mientras  que  en  el  caso  de  omisiones  a
obligaciones previstas de manera específica en algún texto legal, la vía
idónea es el  denominado recurso por abstención o carencia, previsto
anteriormente en el ordinal 23 del artículo 42 de la Ley Orgánica de la
Corte Suprema de Justicia y actualmente en el numeral 26 del artículo 5
de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la República
Bolivariana de Venezuela, cuya finalidad es la de conminar a la Admi-
nistración a  producir un determinado acto o a realizar  una actuación
concreta por mandato de una norma legal”.

N° de sentencia: 00384.
Fecha de Publicación: 16 de febrero de 2006.
Caso: Walter Humberto Felce Salcedo contra Mi-
nisterio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOCSJ: Art. 42.
LOTSJ: Art. 5.
CRBV: Art. 51.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00384-160206-2003-1084.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 81

12. CONSULTA DE SENTENCIAS COMO PRERROGATIVA


DE LA REPÚBLICA (ARTÍCULO 70 DE LA LOPGR)

“Del examen concatenado de las normas contenidas en los artículos 63
y 70 [Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República] antes
transcritos, puede observarse que, efectivamente, se consagra una pre-
rrogativa a favor de la República en la última de las disposiciones rese-
ñadas, al establecer que cuando se produzca una sentencia definitiva
contraria a sus pretensiones, excepciones o defensas, ésta deberá so-
meterse a la consulta del Tribunal Superior competente para su revi-
sión.  Ello  persigue,  como  reiteradamente  lo  ha  establecido  este Alto
Tribunal, resguardar los intereses patrimoniales de la República, y de
todos aquellos entes públicos sobre los que tenga derecho.

Sin embargo, es menester advertir que cuando la norma expresa que tal
decisión ‘debe ser consultada al Tribunal Superior competente’, ha de
entenderse que se trata de una sentencia recurrible, esto es, de un fallo
que conforme a la Ley sea revisable por la vía ordinaria del recurso de
apelación, y el cual por alguna circunstancia, imputable o no al repre-
sentante de la República, no fuere ejercido. Como señala la misma nor-
ma, se refiere a sentencias definitivas, que pudieran quedar firmes; en
cuyo caso, surge el mandato legislativo al Juez, de someter a consulta
tal decisión en aras de preservar, como se indicó, el interés colectivo
implícito en el hecho de que las sentencias adversas donde tenga inge-
rencia la República, no queden firmes sin que hayan sido revisadas por
la instancia superior. Así, como puede apreciarse, el impulso procesal
en estos casos lo tiene el Juez, por mandato legal”.

N° de sentencia: 00566.
Fecha de Publicación: 02 de marzo de 2006.
Caso: Agencias Generales CONAVEN, S.A., con-
tra Servicio Nacional Integrado de Adminis-
tración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPGR: Arts. 63 y 70.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00566-020306-2005-5472.htm
82 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

13. RECURSO POR ABSTENCIÓN O CARENCIA.


SUPUESTOS DE PROCEDENCIA

“En efecto, ha sido pacífica y reiterada tanto la doctrina como la juris-
prudencia de los últimos tiempos al señalar que ‘el recurso por absten-
ción procede cuando las autoridades administrativas se niegan a cumplir
determinados actos a que estén obligados por leyes, recayendo dicho
recurso sobre la omisión de esas mismas autoridades para crear actos
cuyos supuestos de hecho expresamente se encuentran regulados por
el legislador y que las mismas se niegan a obedecer, al no deducir de
esos supuestos de hecho la consecuencia jurídica que el texto legal les
impone’. (Vid. Sent. N° 1.976 del 17/12/2003 Caso: Comunidad Indíge-
na Barí y otros).

Igualmente, en (Sent. N° 788 del 10/04/2000 Caso: Fiscal General de la
República), esta Sala estableció lo siguiente:

...entre  las  conductas  susceptibles  de  ser  objeto  del  recurso


contra la abstención o negativa de los órganos del Poder Públi-
co, se excluyen la omisión de decisión en procedimientos ad-
ministrativos  de  segundo  grado,  por  cuanto  el  administrado
dispone del recurso de anulación (ya que opera la ficción legal
del silencio administrativo); y las conductas omisivas de la ad-
ministración frente a obligaciones genéricas, esta última ex-
clusión es producto de la jurisprudencia, que ha establecido las
condiciones para la procedencia de este recurso; y la omisión
de decisión de un procedimiento en primer grado, ya que el
mismo  está  inmerso  dentro  del  derecho  de  petición  y  deber
jurídico de la oportuna respuesta, por lo que lo dable, en este
último caso, es el amparo...

Asimismo, que ‘la acción por abstención se dirige tanto contra la con-
ducta omisiva de la Administración en dictar un acto al cual esta obliga-
da por ley, como contra (caso de saber la Administración dictado el acto
al que estaba obligada) la omisión en la ejecución de dicho acto’. (Vid.
Sent. N° 1.065 del 23/09/1989 Caso: Aidee Isabel Campos Pérez)”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 83

N° de sentencia: 06021.
Fecha de Publicación: 20 de octubre de 2005.
Caso: Banco de Venezuela, S.A., Banco Univer-
sal  contra  Ministro  de  la  Producción  y  el
Comercio (hoy Ministerio del Poder Popu-
lar para las Industrias Ligeras y Comercio).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06021-201005-2005-5209.htm

14. AVOCAMIENTO. REQUISITOS DE PROCEDENCIA

“Para que proceda el avocamiento en esta segunda fase deben verificarse
los siguientes requisitos, con vista a los expedientes remitidos a esta Sala:

1° Debe tratarse de un caso de manifiesta injusticia o, cuando en crite-
rio de la Sala, existan razones de interés público o social que justifiquen
la medida, o sea necesario restablecer el orden de algún proceso judi-
cial que lo amerite en razón de su trascendencia o importancia.

2° Que en el juicio cuyo avocamiento se ha solicitado exista un desor-
den procesal de tal magnitud que exija la intervención de la Sala, si se
advierte que bajo los parámetros en que se desenvuelve no se garantiza
a las partes el debido equilibrio a sus pretensiones”.

N° de sentencia: 06518.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Leonel  Alfonso  Ferrer  Urdaneta  e  Isabel
Cecilia  Esté  Bolívar  (solicitud  de  avoca-
miento).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06518-141205-2005-2185-3.htm

15. LAPSO PARA PROMOVER Y EVACUAR PRUEBAS EN


LAS DEMANDAS

“(...) planteada en los términos arriba expuestos la controversia, con-
viene analizar, a los fines de resolver el presente recurso, el procedi-
84 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

miento contencioso de las demandas, previsto en la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezue-
la, a los fines de determinar si las partes en tales casos disponen de
‘...cinco días hábiles para promover y 30 días continuos para evacuar
las pruebas...’, o si en su defecto deben observarse, en este sentido,
las reglas consagradas en el Código de Procedimiento Civil para el
proceso ordinario.

Al respecto se aprecia, que el artículo 21 de la Ley Orgánica del Tri-
bunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela,
constituye una norma compleja, ya que regula no sólo las demandas
contencioso administrativas en general, como se señaló en las líneas
que anteceden, sino que se prevén también aspectos procedimentales
relacionados con los recursos de nulidad, así como de los denomina-
dos conflictos de autoridades.

Teniendo presente lo expuesto, se advierte que concretamente para el
caso de las demandas, el encabezamiento de la norma y los apartes 1 al
7 disponen textualmente lo siguiente:

...En los juicios en que sea parte la República deberá agotarse
previamente el procedimiento administrativo establecido en el
Título Cuarto de la Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República, y supletoriamente se aplicará lo contenido en
las normas del procedimiento ordinario, salvo lo establecido en
esta  Ley.

Toda persona natural o jurídica, o el Fiscal General de la Re-
pública o el Defensor del Pueblo podrá proponer ante el Tribu-
nal Supremo de Justicia, demanda de nulidad, por ilegalidad o
inconstitucionalidad de contratos, convenios o acuerdos cele-
brados por los organismos públicos nacionales, estadales, mu-
nicipales o del Distrito Capital, cuando afecten los intereses
particulares o generales, legítimos, directos, colectivos o difu-
sos de los ciudadanos o ciudadanas.

(...)

La admisión de la demanda, las pruebas y el acto de informes
se tramitarán conforme al procedimiento establecido en el ar-
tículo 19 de la presente Ley. En el auto de admisión se ordena-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 85

rá la citación del Procurador General de la República, en los
términos previstos en la Ley Orgánica de la Procuraduría Ge-
neral de la República.

(...)”. (Resaltado de la Sala).

Como puede apreciarse de la anterior transcripción, el aparte 4 de la
mencionada norma remite al artículo 19 de dicha ley, la regulación co-
rrespondiente a ‘...la admisión de la demanda, las pruebas y el acto de
informes...’, no obstante, el referido artículo 19 de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela,
no consagra en forma expresa, para el caso concreto de las acciones de
demandas, el lapso del que disponen las partes para promover y eva-
cuar  pruebas,  sino  que  en  ese  sentido  se  limita  a  señalar  la  forma  y
lugar como podrá presentarse tal demanda, la audiencia en que deberá
darse cuenta de la misma, el lapso del que dispone el Juzgado de Sus-
tanciación de la Sala para resolver sobre su admisibilidad, así como las
causales de inadmisibilidad previstas para estos supuestos y demás as-
pectos procedimentales relativos a la designación de ponente, el inicio,
terminación de la relación de la causa y por último la oportunidad para
consignar informes.

(...)

Sin embargo ante la aludida falta de regulación expresa por parte del
artículo 19 de la Ley que rige las funciones de este Supremo Tribunal de
Justicia, del tema relacionado con el lapso del cual disponen las partes
en los procedimientos de demandas para promover y evacuar pruebas,
conviene preguntarse entonces, sí a tales juicios les es aplicable lo con-
sagrado en el aparte 12 del mencionado artículo 21 ibídem, conforme al
cual ‘...Una vez practicada la citación, cualquiera de las partes podrán
solicitar la apertura de un lapso para promover y evacuar las pruebas
que  consideren  convenientes  para  la  mejor  defensa  de  sus  intereses,
dicho lapso será de cinco (5) días hábiles para promoverlas y treinta
(30) días continuos para evacuarlas...’.

Tal interrogante, a juicio de la Sala, debe resolverse en forma negativa,
por varias razones. La primera de ellas viene dada por el hecho de que si
la intención del Legislador hubiese sido consagrar la aplicabilidad del lap-
so previsto en el aparte 12 del artículo 21 a los procedimientos de deman-
das,  sería  incongruente  con  dicha  intención  que  en  el  aparte  4  de  esa
86 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

misma norma se dispusiera, como en efecto se hizo, que ‘...la admisión de
la demanda, las pruebas y el acto de informes se tramitarán conforme al
procedimiento establecido en el artículo 19 de la presente Ley...’.

En segundo lugar, cabe destacar que de acuerdo a la naturaleza de los
procedimientos contenciosos administrativos de nulidad, que son esen-
cialmente unos juicios objetivos que persiguen, en principio, únicamente
establecer la legalidad o no de la actuación administrativa, es lógico
pensar por un lado, que el lapso probatorio sea facultativo más no nece-
sario y por otra parte, que la actividad de promoción sea breve y limita-
da;  no  obstante,  estima  la  Sala,  que  para  el  caso  específico  de  las
demandas, no ocurre lo mismo, ya que por la propia esencia del asunto
debatido, debe existir un contradictorio que bajo ninguna circunstancia
puede quedar a la libre potestad de las partes, quiénes conforme al aparte
12 del artículo 21 eiusdem, tendrían en tales casos la facultad de solici-
tar o no la apertura del lapso probatorio.

De forma que, a juicio de este órgano jurisdiccional y en razón de lo
arriba indicado, resulta concluyente que el lapso previsto en el aparte 12
del artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de
la República Bolivariana de Venezuela, no es aplicable a los procedi-
mientos de demandas.

Sin  embargo,  queda  por  resolver la  interrogante  relativa  a cuál  sería


entonces el lapso de promoción y evacuación de pruebas del que dispo-
nen las partes en estos casos.

Al  respecto  se  aprecia  que  ya  la  Sala  en  un  caso  similar  al  de  autos
sentó el criterio conforme el cual se señaló lo siguiente:

...cuando el artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supre-
mo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, hace
referencia a la aplicación del artículo 19 eiusdem, debe enten-
derse que el procedimiento aplicable para el lapso de pruebas
es el del procedimiento ordinario previsto en el artículo 388 y
siguientes del Código de Procedimiento Civil, en virtud de la
remisión supletoria que hace el artículo 19, primer aparte, de la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia de la Repúbli-
ca  Bolivariana  de Venezuela...  (Sentencia  Nº  904  del  30  de
marzo de 2005).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 87

De manera que, en situaciones como la presente, esto es, donde no se
prevé en forma expresa el lapso para promover y evacuar pruebas, el
referido lapso probatorio es el establecido para el juicio ordinario civil,
es decir 15 días de despacho para promover pruebas y 30 días igual-
mente de despacho para evacuarlas, en aplicación de la aludida regla de
supletoriedad de las normas del Código de Procedimiento Civil”.

N° de sentencia: 06318.
Fecha de Publicación: 24 de noviembre de 2005.
Caso: Benilda  Delgado  de  Petit  contra  Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LOTSJ: Arts. 19 y 21.
CPC: Art. 388.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06318-241105-2000-1294.htm

16. ANTEJUICIO ADMINISTRATIVO. NATURALEZA Y


FINALIDAD. CASOS DE DEMANDAS CONTRA
MUNICIPIOS

“Ahora bien, por cuanto el antejuicio administrativo a las demandas con-
tra la República (aplicable a los Municipios), constituye una causal de
inadmisibilidad de las acciones interpuestas contra éstos, debe la Sala
analizar  previamente  si  tal  requisito  se  cumplió  en  el  caso  de  autos,
observando a tal efecto lo siguiente:

Sobre la aludida figura, conviene recordar que han sido reiterados los
pronunciamientos realizados en torno a su naturaleza y finalidad, consi-
derándose que la vigencia del antejuicio administrativo previsto en el
Decreto con Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República, no tiene históricamente como causa eficiente real, la de crear
una instancia que equipare a una supuesta desigualdad de la Adminis-
tración respecto a los particulares, sino que a través de dicho mecanis-
mo se persigue imponer a la República de las eventuales reclamaciones
que se dirigen en su contra, con miras a que se dispongan soluciones no
contenciosas a los futuros litigios que pudieran surgir.
88 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En tal sentido, vale destacar el fallo dictado por esta Sala en fecha 04
de agosto de 2005, sentencia N° 2005-05336, en el caso Virgilio To-
rrealba López y Virgilio Augusto Torrealba Francísquez Vs. Municipio
Autónomo Baruta del Estado Miranda, cuando al analizar la causal de
inadmisibilidad prevista en el ordinal 5° del artículo 84 de la derogada
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia (ahora dispuesta en el
aparte 5 del artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela), señaló:

(...) considera la Sala que la expresión formulada en el artículo
102 de la entonces vigente Ley Orgánica de Régimen Munici-
pal, en el sentido de que ‘El Municipio gozará de los mismos
privilegios y prerrogativas que la legislación nacional otorga al
Fisco Nacional’ debe ser interpretada en sentido amplio y por
consiguiente, comprender dentro de ésta a aquellos privilegios y
prerrogativas que se confieren a la República, entre los cuales
se encuentra  el consagrado en el artículo 54 del Decreto con
Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General de la Re-
pública, relativo al cumplimiento del antejuicio administrativo
previo a la demandas contra la República. (Resaltado del texto).

De tal forma, que la omisión del requisito del antejuicio administrativo
se traduce en una prohibición de la ley de admitir la demanda, mientras
que no se le haya dado cumplimiento, pues tal procedimiento previo
puede evitar el uso de la vía jurisdiccional”.

N° de sentencia: 01509.
Fecha de Publicación: 14 de junio de 2006.
Caso: Everlin Nazca y otros contra Municipio Li-
bertador del Distrito Federal.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOCSJ: Art. 84.
LOTSJ: Art. 19.
LOPGR: Art. 54.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01509-140606-2002-0638.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 89

17. RECURSO POR ABSTENCIÓN O CARENCIA.


PROCEDIMIENTO APLICABLE PARA SU
TRAMITACIÓN

“II.- Por otra parte, corresponde a esta Sala decidir lo requerido por la
actora, respecto a que se indique cuál es el procedimiento aplicable en
el presente caso, pues, a su entender, la Ley Orgánica del Tribunal Su-
premo de Justicia no regula expresamente el procedimiento legal apli-
cable a los recursos por abstención o carencia; y en tal sentido resulta
necesario precisar lo siguiente:

Con la promulgación de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, se estableció un nuevo ordenamiento jurídico me-
diante el cual se transformó al Estado venezolano en un Estado demo-
crático  y  social  de  Derecho  y  de  Justicia,  de  conformidad  con  lo
dispuesto en su artículo 2, pasando la justicia a constituir un elemento
existencial del Estado y un fin esencial de éste, de acuerdo a lo previsto
en el artículo 3 eiusdem.

En consecuencia, el Estado se califica como de Derecho y de Justicia, y
establece como valor superior de su ordenamiento jurídico la Justicia y
la preeminencia de los derechos fundamentales, en el entendimiento,
entre otras cosas, de que el acceso a la Justicia es para que el ciudada-
no haga valer sus derechos y pueda obtener una tutela efectiva de ellos
de manera expedita, sin dilaciones indebidas y sin formalismos o reposi-
ciones inútiles (artículo 26 eiusdem), conformando un Estado justo, te-
niendo  al  ciudadano  como  sujeto  protagónico  de  la  democracia  y  al
justiciable como un individuo que confía en que sus jueces apliquen un
derecho justo.

En efecto, al cambiar  el rol del Estado y de la sociedad, a raíz de la
entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela de 1999, el Juez y el proceso pasan a ser elementos esencia-
les en la conformación de un Estado de Justicia, y nuestro ordenamiento
jurídico queda revestido de nuevos principios que garantizan y rigen los
procesos judiciales, tales como los del artículo 257 constitucional (...).

Estos principios constitucionales fueron incorporados en la Ley Orgáni-
ca del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Ve-
nezuela, tal como consta en su artículo 18 (...).
90 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En el caso que nos ocupa, fue interpuesto un recurso contencioso admi-
nistrativo de abstención o carencia, contra un órgano de la Administra-
ción Pública, como lo es el Ministerio de Educación y Deportes; por
tanto resulta necesario atender al artículo 259 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, el cual consagra el principio de
universalidad de control por parte de los órganos de la jurisdicción con-
tencioso-administrativa, respecto de las actuaciones u omisiones de las
autoridades administrativas, ‘anular los actos administrativos generales
o individuales contrarios a derecho, incluso por desviación de poder;
condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y per-
juicios originados en responsabilidad de la Administración; conocer de
reclamos por la prestación de servicios públicos; y disponer lo necesa-
rio para el restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesio-
nadas por la actividad administrativa’.

De lo anterior, se evidencia que los órganos de la jurisdicción contencio-
so-administrativa detentan la competencia para ejercer el control sobre
toda la universalidad de actuación de la Administración; esto es, no sólo
en lo concerniente a los actos expresos viciados de inconstitucionalidad
o ilegalidad, sino que abarca además cualquier situación contraria a de-
recho, en la que se denuncie que la autoridad administrativa sea la cau-
sante de la lesión, infringiendo o perturbando la esfera de los derechos
subjetivos de los justiciables con motivo de inactividades u omisiones
ilegítimas (Vid. Sentencia N° 1849 de fecha 14 de abril de 2004, de la
Sala Político Administrativa, caso: Nancy Díaz de Martínez y otros).

Tal potestad de control jurisdiccional encuentra su fundamento legal en
el numeral 26 del artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, norma que a su vez
sirve de sustento legal al recurso por abstención o carencia.

De la citada norma, se desprende que esta Sala Político-Administrati-
va, como máximo órgano de la jurisdicción contencioso-administrati-
va,  podrá  conocer  los  recursos  que  se  interpongan  contra  las
abstenciones o negativas de las autoridades allí indicadas, a cumplir
determinados actos a que están obligados por Ley; por consiguiente,
han considerado la doctrina y la jurisprudencia, que dicha acción tiene
como objeto que el Juez condene a esas autoridades al cumplimiento
de  actos  cuyos  supuestos  se  encuentran  en  principio  expresamente
regulados por el legislador.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 91

No obstante, esta Sala a fin de redimensionar tal criterio, con miras a
salvaguardar el derecho a la tutela judicial efectiva consagrado en el
artículo 26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
ha estimado admitir la tramitación por medio de este tipo de recurso, no
sólo aquellas acciones cuyo objeto sea únicamente el cuestionamiento
de la omisión de la Administración respecto a una obligación prevista de
manera específica en una norma legal, sino abarcar las que pretendan
un pronunciamiento sobre la inactividad de la Administración con rela-
ción a actuaciones que jurídicamente le son exigibles, sin que haga falta
una previsión concreta de la ley (vid. Sentencia N° 818 de fecha 29 de
marzo de 2006, caso: Elis Elena González Camacho y otros).

Ahora bien, en cuanto al proceso contencioso administrativo aplicable
al presente caso, entendido éste como el instrumento esencial para lle-
var a cabo la función  jurisdiccional de control sobre la abstención u
omisión de la Administración, es menester precisar que bajo la vigencia
de la Ley  Orgánica de la Corte  Suprema de Justicia, esta  Sala,  a los
fines de la tramitación de los recursos por abstención o carencia, acor-
dó aplicar analógicamente el procedimiento previsto para los juicios de
nulidad contra los actos de efectos particulares, establecido en el artí-
culo 121 y siguientes de dicha Ley, con fundamento en la facultad que le
confería el artículo 102 eiusdem; ello por cuanto, se consideraba que
dicho procedimiento resultaba el más conveniente atendiendo a la natu-
raleza  del  caso  y  en  razón  de  no  existir  en  la  Ley  un  procedimiento
específico para dicho recurso (vid. entre otras, sentencia de fecha 28/
02/85 de la Sala Político-Administrativa. Caso: Eusebio Igor Vizcaya
vs. Universidad del Zulia).

Sin embargo, se reitera, que con la entrada en vigencia de la Ley Orgá-
nica del Tribunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de
Venezuela, fue eliminada la distinción que existía entre los dos procedi-
mientos principales contenidos en la derogada Ley Orgánica de la Cor-
te  Suprema  de  Justicia  (juicios  de  nulidad  de  los  actos  de  efectos
generales y particulares), sustituyéndose por reglas comunes concen-
tradas principalmente en los artículos 18 al 21 de la nueva Ley, dejando
a salvo aquellos aspectos que sólo son aplicables a cada caso en parti-
cular, entre los cuales se encuentran la solicitud de antecedentes admi-
nistrativos, la legitimación y los plazos para intentar la acción de nulidad.

De lo anterior, considera esta Sala que si bien la Ley Orgánica del Tri-
bunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela no
92 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

establece expresamente un procedimiento a seguir en los recursos por
abstención o carencia, ello no es óbice para que no se apliquen las nor-
mas procesales contenidas en el referido texto legal, con las peculiari-
dades propias que son igualmente aplicables a los recursos de nulidad
contra actos administrativos de efectos particulares en razón de su na-
turaleza, por cuanto lo pretendido en aquél es atacar la conducta omisi-
va de la Administración, de cumplir con una determinada obligación,
aunque ésta no se encuentre específicamente establecida en la Ley.

En efecto, considera esta Sala que la Ley Orgánica del Tribunal Supre-
mo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, acorde con los
valores y principios establecidos en nuestra Carta Fundamental, esta-
bleció un procedimiento para la tramitación de las demandas, solicitudes
o recursos que se interpongan ante este Tribunal, entre los que se en-
cuentra ‘el recurso de abstención o carencia’, el cual debe ser tramita-
do conforme al procedimiento previsto en los artículos 18 y siguientes
de la Ley in commento, tal como lo ha venido aplicando el Juzgado de
Sustanciación en la presente causa. Así se decide”.

N° de sentencia: 00982.
Fecha de Publicación: 20 de abril de 2006.
Caso: Ana Cristina Aguilera Carroz contra Ministro
de Educación, Cultura y Deportes (hoy Mi-
nisterio del Poder Popular para la Educación).
Ponente: Emiro García Rosas.
CRBV: Arts. 2, 3, 26, 257 y 259.
LOTSJ: Arts. 5, 18, 19, 20 y 21.
LOCSJ: Art. 102 y 121.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00982-200406-2005-5366-2.htm

18. ACTO RECURRIBLE CUANDO SE HA AGOTADO LA


VÍA ADMINISTRATIVA

“En tal sentido, advierte esta Sala que la Ley Orgánica arriba citada fue
derogada por la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, la cual
entró en vigencia el 20 de mayo de 2004; en dicho texto legal, se eliminó
como causal de inadmisibilidad de los recursos de nulidad el agotamien-
to previo de la vía administrativa, por lo que, al establecer dicho cuerpo
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 93

normativo unas condiciones más favorables para los administrados, cabe
su aplicación de manera retroactiva, de conformidad con lo dispuesto
en el artículo 24 de la Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela; en virtud de lo cual, resultaría en principio, improcedente el
mencionado alegato. Así se declara.

No obstante lo anterior, considera esta Sala necesario realizar un análi-
sis respecto al correcto agotamiento de la vía administrativa, por parte
del recurrente, ello en virtud de que la impugnación de los actos en sede
administrativa, tiene una repercusión en cuanto a otras condiciones de
recurribilidad de los actos como lo son el objeto y lapso correspondiente
al recurso de nulidad en sede jurisdiccional.

En efecto, cuando se interpone un recurso contra un acto en sede admi-
nistrativa, el resultado de dicha impugnación siempre será otro acto ad-
ministrativo, el cual, de conformidad con el principio de autotutela que
rige a la actuación administrativa, puede confirmar o revocar, total o
parcialmente, e incluso modificar sustancialmente el acto administrativo
dictado en primer lugar.

Como consecuencia de ello, el llamado acto de segundo grado emanado
como resultado de la interposición de un recurso administrativo, está
sometido a todos los requisitos del primero, e igualmente, a las mismas
condiciones de impugnabilidad en sede jurisdiccional que aquél.

Esa autonomía de la cual gozan los actos de segundo grado, es lo que ha
llevado tanto a la doctrina como a la jurisprudencia a concluir que al
acudir a la sede jurisdiccional se pide la revisión del último acto dictado
por la Administración; es decir, que al optar el interesado por ejercer los
recursos administrativos correspondientes, el acto revisable por la juris-
dicción contencioso-administrativa será el que  agote esa vía y, even-
tualmente, dependiendo del caso, una vez hallado nulo por el Juez este
último, es que la Sala podría pasar a revisar la legalidad del acto de
primer grado, si éste resultare de contenido distinto al acto anulado”.

Nº de sentencia: 00150.
Fecha de Publicación: 1° de febrero de 2006.
Caso: Ender Gustavo Prato contra Ministerio de In-
terior y Justicia (hoy Ministerio del Poder Po-
pular para Relaciones Interiores y Justicia).
94 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 24.
LOCSJ
LOTSJ
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00150-010206-1997-13709-2.htm

19. ANTEJUICIO ADMINISTRATIVO EN LOS RECURSOS


DE PLENA JURISDICCIÓN

“Del mismo modo, esta Sala en sentencia Nº 2870 de fecha 29 de no-
viembre de 2001, caso: MAMPRA, sostuvo que ‘en el contencioso de
las demandas o también denominado de plena jurisdicción los entes del
Estado poseen una serie de garantías o privilegios, como lo sería el an-
tejuicio administrativo’; precisando posteriormente en sentencia de esta
Sala N° 1.371 del 25 de mayo de 2006, que ‘para que tal privilegio sea
aplicable a determinado ente público es necesario que exista expresa
previsión legal al respecto’.

Ello es de tal manera, toda vez que en casos como el presente es indiso-
luble a sus aspectos de mérito, lo relativo a la pretensión indemnizatoria
de la accionante, razones éstas que llevan a esta Sala a ratificar que en
materia de contratos administrativos, específicamente en las acciones
de nulidad con pretensiones de condena, existen circunstancias particu-
lares que hacen exigible, a los fines de su admisión, el cumplimiento de
ciertos requisitos previos a su ejercicio, los cuales no se requieren en
otros  casos,  tales  como  las  acciones  de  nulidad  con  pretensiones  de
condena ejercidas en materia funcionarial, donde el tema nuclear que
se discute se refiere netamente a obligaciones de índole laboral, razón
por la cual –se insiste–, sólo en los casos de contratos administrativos
es que debe exigirse el antejuicio administrativo previsto en la Ley Or-
gánica de la Procuraduría General de la República.

Así pues, concluye esta Sala que en las acciones de nulidad con preten-
siones de condena que se ejerzan con ocasión de los denominados con-
tratos administrativos, es necesario exigir el cumplimiento del antejuicio
administrativo, sólo si el ente contra el cual va dirigido el recurso goza a
su  favor  de  las  prerrogativas  procesales  otorgadas  a  la  República,  a
través de una disposición legal expresa, toda vez que para estos casos
particulares, resulta imprescindible el análisis del contenido del contrato
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 95

y el cumplimiento de las obligaciones inherentes al mismo, para así, de
ser declarada procedente la nulidad del acto, poder determinar la proce-
dencia o no de la pretensión de condena”.

Nº de sentencia: 02280.
Fecha de Publicación: 18 de octubre de 2006.
Caso: Constructora  Franma,  C.A.,  contra  Instituto
Municipal de la Vivienda Andrés Eloy Blanco.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/02280-181006-2006-0524.htm

20. “APELACIÓN” Y RECURSO CONTENCIOSO


ADMINISTRATIVO DE NULIDAD

“En relación con la denominada ‘apelación’ a la cual aludían diversas
disposiciones legales es pertinente destacar, que la Sala Político Admi-
nistrativa de la Corte Suprema de Justicia, en decisión del 11 de mayo
de 1981, recaída en el caso Pan American World Airways Inc., en vir-
tud del principio de interpretación progresiva de la ley, concluyó que
‘cuando un cuerpo legal especial concede apelación contra un acto ad-
ministrativo por ante un órgano de la jurisdicción contencioso-adminis-
trativa  debe  entenderse  que  se  trata  en  su  lugar  del  recurso
contencioso-administrativo’, y que ‘las decisiones ministeriales sólo pue-
den ser objeto del recurso de nulidad ante la jurisdicción contencioso-
administrativa y no de ´apelaciones’ (...)’.

Al respecto, como lo precisó la Sala en sentencia N° 162 del 4 de marzo
de 1999, analizada en decisión N°  01641 del 1º de agosto de 2001, la
apelación a que se refiere el mencionado artículo 423 de la Ley Orgánica
de Hacienda Pública Nacional, debe ser entendida como el recurso que
procede en sede administrativa en contra del acto que impone la multa.

Advirtió la Sala que en esa oportunidad, es decir, en el caso decidido en
sentencia N° 162 del 4 de marzo de 1999, la Administración había realiza-
do una incorrecta remisión en el acto administrativo, al exigir el cumpli-
miento de la obligación de pagar la multa o de afianzar para acceder a la
jurisdicción (prevista en el artículo 423 de la Ley Orgánica de Hacienda
Pública Nacional), porque la norma en cuestión preveía ‘la obligación del
96 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

recurrente en sede administrativa, de afianzar o pagar la multa como su-
puesto de admisibilidad, pero en modo alguno [podía] considerarse que tal
disposición se [hacía] extensiva a los casos en que se [intentaran] recur-
sos en sede judicial’. En cuanto se refiere a la mención que se hacía en
esa oportunidad en el acto recurrido del artículo 122 de la Ley Orgánica
de  la Corte  Suprema  de  Justicia,  la  Sala  precisó que  sí  se  refería a  la
obligación de afianzar a los fines de acudir a la jurisdicción, pero sólo
cuando así lo exigiera la ley, lo que no ocurría en ese caso.

Finalmente esta Sala, en el mencionado fallo N° 01641 del 1º de agosto
de 2001 concluyó que como no se estaba ‘en presencia de la interposi-
ción  de  un  recurso  jerárquico  contra  un  acto  emanado  de  un  órgano
administrativo inferior a fin de agotar la vía administrativa, sino de un
recurso de nulidad interpuesto ante este órgano jurisdiccional, de con-
formidad con lo dispuesto en el artículo 121 de la Ley Orgánica de la
Corte Suprema de Justicia’, el artículo 423 de la Ley Orgánica de Ha-
cienda Pública Nacional no resulta aplicable al caso y, en consecuencia,
declaró improcedente la desaplicación solicitada”.

Nº de sentencia: 02653.
Fecha de Publicación: 23 de noviembre de 2006.
Caso: Banco de Venezuela S.A.C.A contra Minis-
terio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Emiro García Rosas.
LOHPN: Art. 423.
LOCSJ: Arts. 121 y 122.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02653-231106-2001-0051.htm

21. CONFLICTO DE AUTORIDADES

“Advierte la Sala, que para que exista la situación a que se refería el
artículo 166 de la derogada Ley Orgánica de Régimen Municipal, es
necesario que esté planteada una anormalidad en el desenvolvimiento
de la vida institucional de la entidad municipal correspondiente, de tal
magnitud que se afecte el desarrollo normal de sus funciones. Se trata
de controversias, pugnas u oposición entre autoridades municipales que
entrabe o amenace la actividad del Municipio, y como consecuencia de
ello cause la interrupción de la prestación de servicios a la comunidad.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 97

Así, la figura de la norma antes citada constituye un medio especial de
protección jurisdiccional al desenvolvimiento normal de la actividad y al
cumplimiento de los fines del poder local”.

N° de sentencia: 01896.
Fecha de Publicación: 26 de julio de 2006.
Caso: Vice-Presidente de la Cámara Municipal del
Municipio La Trinidad del Estado Yaracuy.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LORM: Art. 166.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01896-260706-2003-0417-4.htm
98 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Contraloría General de la República

1. POTESTAD DE CONTROL SOBRE LOS ÓRGANOS DE


LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA CENTRAL Y
DESCENTRALIZADA

“Al respecto, debe destacarse en cuanto a las funciones de control de la
Contraloría General de la República, que el artículo 1° de la Ley Orgánica
de la Contraloría General de la República, publicada en la Gaceta Oficial
de  la República N° 3.482 Extraordinario de fecha  14 de diciembre de
1984, vigente para el momento, en que acaecieron los hechos y en que
tuvo lugar la averiguación administrativa, disponía que el referido Órgano
tenía a su cargo ‘el control, vigilancia y fiscalización de los ingresos, gas-
tos y bienes públicos, así como de las operaciones relativas a los mismos’.

En ese sentido, debe señalarse que la Contraloría General de la República
se configura como el máximo Órgano contralor de la gestión administra-
tiva desempeñada por los entes y órganos de la Administración Pública
Central y Descentralizada, encontrándose dentro de esta última, los Insti-
tutos Autónomos, como es el caso del Fondo de Garantía de Depósitos y
Protección Bancaria (FOGADE), el cual fue  creado mediante Decreto
Ejecutivo Nº 540 de fecha 20 de marzo de 1985, regido por la Ley Gene-
ral de Bancos y Otras Instituciones Financieras, entonces vigente”.

Nº de sentencia: 00211.
Fecha de Publicación: 08 de febrero de 2006.
Caso: Héctor Jerónimo Valecillos Toro contra Con-
tralor General de la República.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 99

Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOCGR (1984): Art. 1°.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/000211-080206-1997-13419.htm

2. POTESTAD PARA FORMULAR REPAROS A LOS


CONTRIBUYENTES

“Señalado lo anterior y no obstante haberse advertido que en el presen-
te caso la decisión dictada por el juez a quo no incurrió en el vicio de
incongruencia  negativa,  esta  Sala  no  puede  dejar  de  destacar  que  en
dicho fallo el sentenciador de instancia declaró nulo el acto administra-
tivo emitido por la Contraloría General de la República por considerar
que el mismo había sido dictado con prescindencia del procedimiento
legalmente establecido en el Código Orgánico Tributario para la formu-
lación de reparos, pues el ente contralor no siguió el procedimiento des-
crito en el mencionado instrumento normativo sino el contenido en su
Ley  rectora.  Sin  embargo,  sobre  tal  particular  esta  alzada  en  forma
contraria al  a  quo, ha interpretado en  su  jurisprudencia más reciente
que en aquellos casos en que la Contraloría General de la República
formulase reparos a los contribuyentes en cumplimiento del procedi-
miento descrito en su Ley rectora, tal circunstancia no constituye per
se violación alguna de los derechos de los contribuyentes o responsa-
bles, no acarreando en consecuencia la nulidad de los actos administra-
tivos bajo esta forma  dictados; en efecto, la Sala en su sentencia N°
1996 de fecha 25 de septiembre de 2001, caso: Inversiones Branfema,
S.A., dejó sentado dicho criterio (...)

En tal oportunidad, destacó la Sala el carácter constitucional que osten-
ta la Contraloría General de la República como órgano dotado de auto-
nomía, que en el ejercicio de  sus funciones propias de control fiscal
puede efectuar las fiscalizaciones y, de ser necesario, formular e impo-
ner reparos a los contribuyentes o responsables según se trate, en cum-
plimiento del procedimiento descrito en la Ley que rige sus funciones,
sin que las actuaciones por ésta cumplidas en ejercicio de tales normas
procedimentales, constituyan una violación a los derechos constitucio-
nales y legales de los contribuyentes o responsables.

Derivado de ello, reconoció este Alto Tribunal la legalidad que ostentan
los reparos formulados por el máximo organismo contralor con cargo a
100 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

los contribuyentes o responsables, dictados en acatamiento al procedi-
miento descrito en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la Re-
pública; tal criterio jurisprudencial, juzga la Sala, debe ser ratificado una
vez más mediante el presente fallo, debiendo proceder en consecuen-
cia, a revocar el pronunciamiento dictado por el juez a quo bajo la inter-
pretación contraria. Así se declara”.

Nº de sentencia: 00263.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Contraloría General de la República contra
Sucesión de Juan Simón Mendoza Fleury.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
COT
LOCGR
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00263-090206-1996-12865.htm.

3. CUENTADANTE. CALIFICACIÓN DE LAS CUENTAS

“Así, resulta pertinente, en primer lugar, hacer referencia a la figura del
cuentadante, la cual dentro del marco de la normativa contenida tanto
en la vigente Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y
del Sistema Nacional de Control Fiscal, como en la ley derogada por
ésta (publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 5.017 del 13 de
diciembre de 1995), y la ley anterior (Gaceta Oficial Extraordinaria N°
3.482 del 14 de diciembre de 1984), deriva de la obligación de rendir
cuentas por parte de todo empleado de hacienda y demás personas en-
cargadas de administrar, manejar o custodiar fondos nacionales.

En efecto, la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República de
1984, vigente para la época en que ocurrieron los hechos, y la Ley de
1995, vigente para la fecha en que se realizó la actuación contralora,
regulan  la  rendición  de  cuentas  por  el  cuentadante  y  su  consecuente
examen, calificación y declaratoria de fenecimiento por parte del Órga-
no Contralor en el Título III, en sus Capítulos I y II, denominados ‘Del
Control de los Gastos de la Administración Central’ y ‘Del Control de
los Ingresos Nacionales’, respectivamente.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 101

De acuerdo a ambos textos legales, la obligación de rendir cuentas es
de carácter ineludible toda vez que ‘En caso de que un cuentadante
cesare en sus funciones antes de la oportunidad fijada por la Contra-
loría  para  la  rendición  (...),  deberá,  antes  de  separarse  de  su  cargo
(...) presentar la cuenta de su gestión ante la persona que deba susti-
tuirlo...’. Igualmente, si el obligado a rendir cuentas no lo hace ‘...la
Contraloría ordenará la formación de la misma a los funcionarios de la
dependencia administrativa que corresponda...’, sin perjuicio de las
sanciones correspondientes (artículos 32 y 33 en la Ley Orgánica de
la Contraloría General de la República de 1984, artículos 29 y 30 de la
Ley de 1995).

Como contrapartida de la obligación del cuentadante, se encuentra la
obligación de la Contraloría General de la República de examinar, califi-
car y fenecer las cuentas de gastos e ingresos nacionales, establecida
en el artículo 30 de la Ley de 1984 y en el artículo 28 de la Ley de 1995,
debiéndose entender que la calificación de las cuentas consiste en de-
terminar si las mismas están conformes en cuanto a la legalidad, veraci-
dad, exactitud numérica y demás requisitos legales -según lo previsto en
el artículo 26 de las ‘Normas para el Ejercicio del Control Posterior del
Gasto Público y para el Examen Selectivo de las Cuentas de Gastos’,
publicadas en la Gaceta Oficial N° 33.345 del 7 de noviembre de 1985;
y en los artículos 9 al 14 de las ‘Normas para el Examen Selectivo de
las Cuentas de Gastos’, publicadas en la Gaceta Oficial N° 36.493 del
10 de julio de 1998.

De esta manera, si las cuentas examinadas reúnen las referidas condi-
ciones, lo que procede es la declaratoria de fenecimiento, pues lo con-
trario comportaría la formulación del respectivo reparo, siendo esta última
situación la ocurrida en el caso bajo examen.

(...) el cuentadante que cese en sus funciones antes de la oportunidad
fijada para la rendición de cuentas por la Contraloría General de la Re-
pública, debe entregar un informe de su gestión a la persona que deba
sustituirlo, dejando constancia en un acta –dicho sustituto– de los docu-
mentos y estados contables que le son entregados. Luego, es el sustitu-
to quien asume la obligación de rendir cuentas ante el Órgano Contralor,
pudiendo ser objeto de reparo por las faltas o errores en los que se haya
incurrido en la cuenta ‘...a menos que dicha persona demostrare de una
manera fehaciente que los hechos que dieron lugar al mismo son impu-
tables al anterior encargado...’”.
102 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 02023.
Fecha de Publicación: 9 de agosto de 2006.
Caso: Delia  Mercedes  Escobar  de  Vivas  contra
Contraloría General de la República.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOCGR (1984): Arts. 30, 32 y 33.
LOCGR (1995): Arts. 28, 29 y 30.
NECPGPESCG: Art. 26.
NESCG: Arts. 9, 10, 11, 12, 13 y 14.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02023-090806-2004-1514.htm

4. NATURALEZA DE LAS UNIDADES DE CONTRALORÍA


INTERNA

“(...) al efecto es pertinente destacar que a tenor de lo previsto en la
Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público, publica-
da en Gaceta Oficial Nº 37.029 de fecha 5 de septiembre de 2000, el
control fiscal es integral e inseparable de la actividad administrativa y
en este sentido el artículo 132 eiusdem establece lo siguiente:

(...)

Este control interno incluye elementos de control previo y posterior que
corresponde –el posterior– a las unidades de auditoría interna (previs-
tas en la Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del
Sistema Nacional de Control Fiscal y en el instrumento legal en referen-
cia) de conformidad con lo previsto en el artículo 135 eiusdem.

(...)

Las unidades de auditoría interna, aun cuando forman parte de la es-
tructura del órgano o ente, ejercen el control posterior, a diferencia de
las contralorías internas –previstas bajo la vigencia de la Ley Orgánica
de Contraloría General de la República publicada en Gaceta Oficial Nº
5.017 Extraordinario del 13 de diciembre de 1995– que realizaban el
control previo.

Este cambio legislativo no fue sólo nominal –contraloría interna por uni-
dad de auditoría interna– pues implicó la modificación de las atribucio-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 103

nes de los titulares de estos órganos, en virtud del cambio de concep-
ción de la naturaleza del control (antes previo, hoy posterior), el cual
ahora es ejercido por unidades adscritas al mismo órgano o ente objeto
del control.

La Ley Orgánica de la Administración Financiera del Sector Público
ordena que la Administración Pública ajuste las estructuras y procedi-
mientos a sus disposiciones (artículo 187), así como la reestructuración
de las unidades de control interno de los organismos del Poder Ejecutivo
y los entes de la Administración Nacional Descentralizada, como órga-
nos de auditoría interna (artículo 190).

A partir del 1º de enero de 2002, fecha de entrada en vigor de las dispo-
siciones de la mencionada Ley (a excepción de lo previsto en el régi-
men transitorio regulado en los artículos 173 y siguientes y las relativas
a la estructura, formulación y presentación de la Ley de Presupuesto,
en vigencia desde el 1º de enero de 2001) se concreta la obligación para
la Administración Pública de reestructurar las unidades de control inter-
no, como órganos de auditoría interna (unidades de auditoría interna)
integrantes del sistema nacional de control fiscal.

Los titulares de las mencionadas unidades serían seleccionados, de con-
formidad con lo previsto en el artículo 136 eiusdem, ‘mediante concur-
so,  organizado  y  celebrado  de  conformidad  con  lo  previsto  en  Ley
Orgánica de la Contraloría General de la República (...)’”.

Nº de sentencia: 01933.
Fecha de Publicación: 27 de julio de 2006.
Caso: Tomás  Rodríguez  Salazar  y  otros  contra
Contraloría General de la República.
Ponente: Emiro García Rosas.
LOCGRSNCF: Arts. 132, 135 y 136.
LOAFSP: Arts. 187 y 190.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01939-270706-2002-0423.htm
104 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Contratos Administrativos

1. CLÁUSULAS EXORBITANTES

“Al respecto, debe señalarse que en repetidas oportunidades esta Sala
ha establecido que los contratos administrativos tienen implícitas ciertas
cláusulas  que  sobrepasan  las  del Derecho  Común,  porque  exceden  o
superan a lo que las partes han estipulado en el contrato, siempre que
sea para salvaguardar el interés general. En este sentido, los principios
de la autonomía de la voluntad e igualdad jurídica de las partes quedan
subordinados en el contrato administrativo y es el interés público el que
prevalece sobre los privados o de los particulares. Por lo tanto, la Admi-
nistración queda investida de una posición de privilegio o superioridad y
de prerrogativas que se consideran consecuencia de las cláusulas exor-
bitantes y que se extienden a la interpretación, modificación y resolu-
ción del contrato.

En virtud de las aludidas cláusulas la Administración puede, en efecto,
ejercer sobre su co-contratante un control de alcance excepcional, pues
en virtud de tal privilegio puede, a la vez, ‘decidir ejecutoriamente sobre:
la perfección del contrato y su validez, la interpretación del contrato, la
realización de las prestaciones debidas por el contratista (modo, tiempo,
forma), la calificación de situaciones de incumplimiento, la imposición de
sanciones contractuales en ese caso, la efectividad de éstas, la prórroga
del contrato, la concurrencia de motivos objetivos de extinción del contra-
to, la recepción y aceptación de las prestaciones contractuales, las even-
tuales responsabilidades del contratista durante el plazo de garantía, la
liquidación del contrato, la apropiación o la devolución final de la fianza’.
(Vid. Sentencia N° 1002 del 5 de agosto de 2004).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 105

Se observa así que en razón de las anotadas estipulaciones la Adminis-
tración puede, entre otras cosas, terminar la relación contractual cuan-
do considere que el co-contratante ha incumplido alguna de las cláusulas
convenidas, supuesto en el cual tal rescisión devendría en una sanción
por el anotado incumplimiento o inobservancia”.

Nº de sentencia: 06483.
Fecha de Publicación: 08 de diciembre de 2005.
Caso: Beta Ingeniería, C.A., contra Ministerio del
Ambiente y de los Recursos Naturales.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06483-081205-2002-1037.htm

2. POTESTAD DE RESCISIÓN UNILATERAL. GARANTÍA


DEL DEBIDO PROCESO Y DERECHO A LA DEFENSA

a) “Ahora, si bien la jurisprudencia de esta Sala ha venido reiterando la
potestad que  tiene  la Administración de rescindir  unilateralmente un
contrato en aquellos casos de incumplimiento del co-contratante, tam-
bién ha dejado sentado que en tales supuestos existe la necesidad de
seguir un procedimiento en el que se garantice a aquél el derecho a la
defensa y al debido proceso. (Véase entre otras sentencias Nos. 0060 y
1002 del 6 de febrero de 2001 y 5 de agosto de 2004 y sentencia N°
1369 del 4 de septiembre de 2003)”.

Nº de sentencia: 06483.
Fecha de Publicación: 08 de diciembre de 2005.
Caso: Beta Ingeniería,  C.A., contra Ministerio del
Ambiente y de los Recursos Naturales (Mi-
nisterio del Poder Popular para el Ambiente).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06483-081205-2002-1037.htm

b) “Ahora, si bien la jurisprudencia de esta Sala ha venido reiterando la
potestad que  tiene  la Administración de rescindir  unilateralmente un
contrato en aquellos casos de incumplimiento del co-contratante (entre
otros, que sobre la base igualmente del interés general, vendrían dados
106 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

esencialmente por razones de oportunidad o conveniencia), no es me-
nos cierto que en atención al principio de legalidad que rige a los órga-
nos de la Administración Pública, éstos se encuentran obligados a asistirse
de  hechos  concretos  que  le  sirvan  de  soporte  en  sus  actuaciones.  Se
entiende con ello que la Administración está obligada a someter todos
sus actos a las prescripciones de la ley, a objeto de garantizar la posi-
ción de los particulares frente a aquélla”.

Nº de sentencia: 00487.
Fecha de Publicación: 23 de febrero de 2006.
Caso: Cooperativa  de  Transporte  de  Pasajeros
Comunidad 93 contra Cámara Municipal del
Municipio San Rafael de Carvajal del Esta-
do Trujillo.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/febre-
ro/00487-230206-2004-0043.htm

3. FINALIDAD DEL PROCESO LICITATORIO.


MOTIVACIÓN DE LA ADJUDICACIÓN DIRECTA

“En este orden de ideas, la Sala debe advertir, tal como lo ha hecho en
diversas oportunidades (vid. sentencia N° 930 del 29 de julio de 2004),
que la obligación de realizar procedimientos licitatorios no sólo propen-
de a que la Administración contrate con las empresas que mejores ven-
tajas y beneficios oferte, sino que también tiene por finalidad lograr una
mayor  transparencia  acerca  de  la  disposición  y  el  uso  de  los  fondos
públicos. Es por esa razón que la ley, en este caso, la Ley de Licitacio-
nes, exige que en aquellos asuntos en los que se admiten excepciones a
los procedimientos de licitación general y selectiva, las circunstancias
que justifican la contratación por adjudicación directa sean expresadas
“adecuadamente en un acto motivado”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 107

Tal requerimiento, contrariamente a lo alegado por los apoderados acto-
res, no constituye un formalismo exagerado pues aceptar que la excep-
ción  a  los  procedimientos  licitatorios  puede  justificarse  mediante
motivaciones genéricas y escasas, representaría una violación a la pre-
visión contenida en el artículo 34 de la Ley de Licitaciones”.

Nº de sentencia: 00001.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Enrique José Pardo Baiz contra Contraloría
General de la República.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LL: Art. 34.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00001-110101-2001-0797.htm

4. VALUACIONES. CONCEPTO

“Ahora bien, debe señalarse que la valuación (inicial, de ejecución o fi-
nal),  es una  prueba documental  la  cual  permite conocer  con certeza  y
exactitud la forma y el tiempo en la realización de las obras convenidas,
entre otros aspectos de carácter técnico. (Vid., entre otras, sentencia N°
01904 del 27 de octubre de 2004 y N° 00242 del 09 de febrero de 2006).

El Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual (Guillermo Cabanellas,
Editorial Heliasta S.R.L., 27ª edición, 2001) define la valuación como
‘(...) la fijación del valor de una cosa, señalando el precio de la misma,
cuando haya de ser enajenada, objeto de indemnización, adjudicación,
dación en pago o para determinar simplemente su expresión en dine-
ro...’. En el caso concreto que se examina, tal definición alude al valor
económico derivado de la ejecución de la obra contratada, tomando en
consideración diversos aspectos técnicos”.

N° de sentencia: 00673.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Construcciones M.W. contra Municipio Gua-
narito del Estado Portuguesa.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00673-150306-2003-0404.htm
108 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

5. INSTITUTO NACIONAL DE LA VIVIENDA.


NATURALEZA DE LOS CONTRATOS QUE SUSCRIBE
EN EL CUMPLIMIENTO DE SUS FUNCIONES

“Los artículos 14 y 15 de la Ley del Instituto Nacional de la Vivienda,
publicada en la Gaceta Oficial N° 1.746 Extraordinario, de fecha 23 de
mayo de 1975, establecen:

Artículo 14: El Instituto podrá vender al contado o a plazo, dar
en arrendamiento puro y simple o con opción a compra, o en
comodato y enfiteusis los inmuebles de su propiedad, solamen-
te a las personas que no posean vivienda propia y que reúnan
las demás condiciones que se establecerán en el Reglamento
de  esta  Ley.

Artículo 15: Ninguna persona podrá adquirir más de una vivien-
da;  y  ésta  deberá  destinarse,  en  todo  caso,  exclusivamente  a
habitación del adquiriente y su familia y personas a su cargo.

Cuando el comprador adquiera otra vivienda con posteriori-
dad o por cualquier otro título, el Instituto dará por terminado
el contrato.

Por su parte, el artículo 11 del Reglamento de la Ley del Instituto Na-
cional de la Vivienda, publicado en la Gaceta Oficial N° 30.843, de fe-
cha 11 de noviembre de 1975, dispone:

Artículo 11: El Instituto podrá vender al contado o a plazos y
dar en arrendamiento las viviendas de su propiedad solamente
a las personas que no posean vivienda propia y que reúnan las
demás condiciones establecidas en este reglamento.

De las normas citadas se infiere, que el Instituto Nacional de la Vivien-
da es un organismo ejecutor y administrador de la política de viviendas
de interés social, cuyo objetivo está dirigido a atender el problema habi-
tacional  de la  población,  y por  ende, está  facultado  para, entre  otras
operaciones, vender inmuebles de su propiedad a aquellas personas que
reúnan las condiciones establecidas en su Ley de creación y el Regla-
mento respectivo.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 109

Con base en estas premisas, resulta necesario precisar que las opera-
ciones y contratos suscritos por el Instituto Nacional de la Vivienda, en
cumplimiento de su objeto, revisten un marcado interés público, justifi-
cado por la naturaleza de los requerimientos que está llamado a atender.
De allí que las contrataciones que realice deben, necesariamente, repu-
tarse como contratos administrativos”.

N° de sentencia: 06397.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2005.
Caso: Olaya  Lugo  de  Sánchez  contra  Instituto
Nacional de la Vivienda (INAVI).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LINAVI: Arts. 14 y 15.
RLINAVI: Art. 11.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06397-301105-1998-15246-1.htm

6. FORMALIDAD DE LOS CONTRATOS


ADMINISTRATIVOS

“Por vía de excepción y en los casos en que una situación de emergen-
cia así lo amerite, atendiendo al beneficio colectivo que debe privar como
fin, puede llegar a prescindirse de la formalidad de la escritura en los
contratos administrativos. Sin embargo, si de lo que se trata es de la
supuesta ejecución de obras adicionales al proyecto originalmente con-
tratado, conforme lo alegó la parte actora, si es necesario suscribir el
contrato correspondiente, en cumplimiento a lo previsto en las Condi-
ciones Generales de Contratación para la Ejecución de Obras conteni-
das en el Decreto Nro. 1.417 del 31 de julio de 1996, aplicables al caso,
específicamente en los artículos 2 y 4 (...)”.

N° de sentencia: 01405.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Mantenimientos  Paracotos,  C.A.,  contra
Centro Simón Bolívar.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CGCEO: Arts. 2 y 4.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01405-010606-2003-0286-1.htm
110 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

7. GARANTÍAS. GARANTÍAS EXIGIDAS AL


CONTRATISTA

“La figura jurídica en cuestión tiene por fin asegurar el cumplimiento de
las obligaciones asumidas por el contratista frente al contratante, e inclu-
so, frente a terceros ajenos a la relación surgida entre los celebrantes del
negocio jurídico, pero con ocasión del cual se derivan obligaciones a car-
go del contratado en virtud de la existencia de un vínculo entre este último
y los referidos terceros, o en razón de la eventual ocurrencia de un hecho
del que pueda nacer la responsabilidad extracontractual del contratado.
Así, las garantías aparecen como mecanismos para procurar la realiza-
ción de la prestación convenida, comprometiendo la responsabilidad del
deudor; ello, al margen del resarcimiento que pudiese exigirse a éste, en
razón de los daños y perjuicios generados a causa de su incumplimiento.

Ahora bien, en el ámbito de las contrataciones celebradas con la Repúbli-
ca,  a  través  de  los  Ministerios  y  demás  órganos  de  la Administración
Central, la constitución de las garantías por parte del contratista es, por lo
que respecta a la fianza de fiel cumplimiento, obligatoria (artículo 10 de
las Condiciones Generales de Contratación para la Ejecución de Obras,
contenidas en el Decreto No. 1.417 del 31 de julio de 1996, publicadas en
la Gaceta Oficial No. 5.096 Extraordinario del 16 de septiembre de 1996),
y facultativa tratándose de la fianza de anticipo (artículo 53 del mismo
texto legal), pudiendo el ente contratante exigir otras garantías al contra-
tista. Cabe advertir aquí, que si bien la referida normativa no tiene carác-
ter vinculante para los institutos autónomos y las empresas del Estado, a
través del artículo 2 se les instruye para que elaboren sus propias normas
de contratación en concordancia con lo preceptuado en dichas Condicio-
nes Generales de Contratación para la Ejecución de Obras.

De tal manera que en el supuesto en que estos entes de la Administra-
ción Descentralizada contraten la ejecución de obras o la prestación de
servicios sin sujeción al referido texto legal, es menester acudir a las
previsiones contenidas en el contrato celebrado y, en el supuesto en que
nada hubiesen pactado las partes respecto de determinadas consecuen-
cias jurídicas que deriven de dicho vínculo, habrá que completar el acuer-
do  de  voluntad  de  las  partes  a  través  de  la  integración  del  contrato,
mecanismo que el legislador ha puesto al alcance del juzgador a través
del artículo 1.160 del Código Civil (...).

(...)
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 111

Así, de llegar a verificarse la ausencia de estipulación expresa respecto
de una situación que tuvo su origen o guarda relación con el nacimiento,
cumplimiento o extinción de las obligaciones pautadas por los contratan-
tes,  el  juez,  para  decidir  las  controversias  suscitadas  en  torno  a  dicha
situación, podrá acudir, en virtud de lo contemplado en el artículo transcri-
to, a la equidad, el uso o la ley como medios de integración del contrato
(teniéndose en cuenta que el orden de esta mención no es, en modo algu-
no, jerárquico); en tanto no le sea posible interpretar la intención de las
partes al suscribir el instrumento en cuestión, de conformidad con lo esta-
blecido en el artículo 12 del Código de Procedimiento Civil.

(...)

La garantía de fiel cumplimiento, como su nombre lo indica, persigue
asegurar la ejecución de las obligaciones del deudor en la misma forma
en que fueron convenidas. Por otro lado, la garantía laboral tiene por
finalidad proteger los derechos de los trabajadores al servicio de la con-
tratista ante su eventual incumplimiento, así como los del ente contra-
tante ante un reclamo, también eventual, de orden laboral en razón de
una situación como la descrita”.

N° de sentencia: 01310.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Unarte, C.A., contra Corporación Venezo-
lana de Guayana.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CGCEO: Arts. 2, 10 y 53.
CC: Art. 1.160
CPC: Art. 12.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01310-240506-2002-0994.htm

8. DOCUMENTOS PRODUCIDOS CON OCASIÓN DE UN


CONTRATO DE OBRA

“(...) la Sala en forma reiterada ha señalado que los documentos, produ-
cidos con ocasión de los trabajos a desarrollarse conforme a un contra-
to de obras, tales como las actas, en sus distintas variantes (de inicio,
terminación, recepción provisional, recepción definitiva e, incluso, de
paralización), así como las valuaciones, requieren para su formación,
112 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

del concurso de voluntad de ambas partes a través de sus representan-
tes en la obra (ingeniero residente e ingeniero inspector, para obrar en
nombre de la contratista y el ente contratante, respectivamente).

De esta manera, no se trata de actos administrativos mediante los cua-
les se verifique la actuación del ente público; se trata de documentos
que requieren, para su formación, la concurrencia de dos voluntades, la
de la contratista y la del contratante. Así, no obstante la naturaleza evi-
dentemente pública del organismo accionado, los instrumentos como los
enunciados supra, producidos todos en virtud de un contrato celebrado
con un particular, son netamente consensuales y, por ende, debe otor-
gárseles, en principio, el carácter de documentos privados”.

N° de sentencia: 02808.
Fecha de Publicación: 12 de diciembre de 2006.
Caso: Auxilio  a  la  Construcción  ALACON,
C.A.,  contra  Municipio  Montalbán  del
Estado Carabobo.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/12-85075-2002-1066-007.html

9. VARIACIONES DE PRECIOS

“Conforme se desprende de las normas transcritas [Arts. 62 y 66 CG-
CEO], se consideran variaciones de precios aquéllas que hayan afecta-
do realmente el valor de la obra, estableciéndose la obligación de incluir
en el presupuesto de la obra, una partida denominada ‘variaciones de
precios’ por un monto prudencialmente estimado por el ente contratan-
te, para pagar los montos que se reconocieren por tal concepto.

Respecto a su determinación, las referidas normas disponen que el ente
contratante establecerá en el contrato, las reglas y procedimientos apli-
cables,  bien  sean  con  base  a  variaciones  de  índices  según  Fórmulas
Polinómicas, de comprobación directa de las variaciones, una combina-
ción de las anteriores, o cualesquiera otro que el ente contratante consi-
dere  adecuados.

En casos como el de autos, en que el contrato no prevea la utilización
del Sistema de Fórmulas Polinómicas para obtener el pago de los au-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 113

mentos de precios, corresponderá al Contratista presentar por escrito
una solicitud al ente contratante, que contenga en forma razonada los
hechos y circunstancias que originaron tal variación, anexando los ele-
mentos probatorios que la justifiquen.

De existir acuerdo entre el contratista y el ente contratante respecto al
aumento en los precios, deberá someterse lo acordado a la consideración
del órgano contralor, sin cuya autorización no podrá realizarse el pago”.

N° de sentencia: 02808.
Fecha de Publicación: 12 de diciembre de 2006.
Caso: Auxilio  a  la  Construcción  ALACON,
C.A.,  contra  Municipio  Montalbán  del
Estado Carabobo.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CGCEO: Arts. 62 y 66.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/12-85075-2002-1066-007.html

10. FACULTAD DE RESCISIÓN UNILATERAL. MEDIOS DE


IMPUGNACIÓN CONTRA EL ACTO QUE RESCINDE EL
CONTRATO ADMINISTRATIVO

“La posibilidad de dar por terminado anticipadamente un contrato de
concesión constituye una de las potestades propias de la Administración
en el ámbito de su actividad, la cual puede ser ejercida, principalmente,
por razones de interés general o colectivo, así como por incumplimiento
por parte del contratista de las obligaciones pactadas en el contrato.

Sobre este particular, ha considerado la Sala que las decisiones unilatera-
les de la Administración en materia de contratos administrativos, sea que
se refieran a la dirección, interpretación, incumplimiento sanción o extin-
ción de la relación contractual, son el producto de potestades meramente
administrativas, por lo que su ejercicio no depende de su previsión expre-
sa en el contrato respectivo (Vid. decisión de fecha 22 de julio de 1998
dictada por la Sala Político-Administrativa de la entonces Corte Suprema
de Justicia), criterio que fue acogido, en los mismos términos, por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, en la sentencia Nº 568
del 20 de junio de 2000, caso: Aerolink Internacional, S.A.
114 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Asimismo, en numerosas oportunidades se ha pronunciado la Sala acer-
ca de los medios de impugnación del acto mediante el cual se rescinde
algún contrato administrativo, medios estos cuya idoneidad depende del
previo establecimiento de la naturaleza jurídica de dicho acto; es decir,
si  se  trata  de  un  acto  administrativo  aislado  o  –teniendo  presente  su
vinculación con una relación contractual– si puede ser considerado como
un acto impugnable de manera individual, o si se caracteriza por ser
parte de la ejecución de dicho contrato.

Ahora bien, la tendencia jurisprudencial en la materia se orienta a con-
siderar que los actos administrativos rescisorios constituyen actos de
ejecución del contrato. Así lo expresó la Sala Político-Administrativa de
la entonces Corte Suprema de Justicia, en sentencia del 11 de abril de
1991 (caso: Expresos Ayacucho, S.A.), (...)

Tal criterio fue ratificado en sentencia Nº 293 dictada por esta Sala el
26 de abril de 1995 (caso: Marshall y Asociados, C.A. y otra), en la que
se concluyó, luego de transcribirse parte de la referida decisión, que la
manifestación  de  voluntad  para  rescindir  la  convención  no  se  puede
considerar como un acto separable de un contrato administrativo, sino
un acto contractual.

En este mismo sentido, en decisión más reciente –sentencia Nº 633 del
30 de abril de 2003 (caso: Hipermercado Amigo, C.A. contra el Minis-
terio de la Defensa)–, esta Sala Político-Administrativa del Tribunal Su-
premo de Justicia también hizo referencia a la naturaleza jurídica del
acto por el cual se rescinde un contrato administrativo y sobre el medio
para  atacarlo,  (...)

Como se señaló anteriormente, las decisiones que hacen referencia a la
naturaleza de los actos rescisorios son contestes al considerar que esta
especie de manifestación de voluntad de la Administración no puede
desvincularse del contrato administrativo de que se trate.

Tal apreciación tiene su fundamento en el intercambio de voluntades
entre la Administración y el contratista, lo cual da origen a una serie de
prestaciones que comportan poderes y obligaciones en cabeza de cada
una de las partes. Así, aunque la rescisión anticipada es una de las fa-
cultades o prerrogativas que tienen los entes contratantes en resguardo
del interés general –sea que estén o no contenidas expresamente en el
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 115

contrato–, ésta constituye una estipulación convenida y aceptada por
las partes, que puede  o no materializarse luego de la suscripción del
contrato, es decir, en la fase de su ejecución, de allí que el acto resciso-
rio sea considerado un acto propio de esta etapa.

En efecto, al ser la potestad rescisoria una facultad propia de la Admi-
nistración para dar por terminado un vínculo contractual por tratarse de
una  convención  regida  por  el  Derecho  Público,  el  ejercicio  de  dicha
potestad constituye un acto de ejecución del contrato mismo y como tal,
no puede ser  considerado como un acto  aislado  del ente contratante,
sino que necesariamente debe ser analizado a la luz del contrato, toda
vez que allí tiene su origen.

Por otra parte, además de considerar al acto rescisorio como un acto de
ejecución del contrato administrativo, la tendencia de la jurisprudencia
ha sido negar insistentemente –tal como hemos visto desde 1991– la
idoneidad del recurso contencioso administrativo de nulidad para atacar
la terminación anticipada de la convención, señalando sobre el particu-
lar la existencia de otros medios judiciales específicos para tal fin; sin
embargo, en ninguno de los fallos aludidos se especifica cuáles son los
medios a los que se hace referencia.

Ahora bien, si se parte de la premisa que las acciones a ejercer en los
casos como el de autos, deban ser aquellas donde, necesariamente, se
trate la rescisión como una consecuencia del incumplimiento del contra-
to y no como una decisión aislada de la Administración, lo pertinente
sería considerar que el medio adecuado para atacar el acto rescisorio
es la demanda por cumplimiento de contrato, toda vez que con la inter-
posición de un recurso de nulidad lo que se pretende, en realidad, es
demostrar que no existía mérito para que el ente contratante decidiera
dar por terminada la relación contractual según los términos en que fue
suscrita la convención y que, por tanto, éste se debió seguir ejecutando.

Aunado a lo anterior, considera la Sala resaltar, lo que ya se advirtió en
la sentencia Nº 1063 del 27 de abril de 2006, referido a que el ejercicio
del recurso de nulidad en estos casos resulta igualmente inapropiado,
debido a que la declaratoria de nulidad del acto administrativo rescisorio
mediante  este  mecanismo  recursivo, no  es  idóneo por  sí mismo  para
satisfacer todas las solicitudes que, en los casos como el de autos, son
planteadas por los recurrentes, las cuales en la mayoría de los casos no
116 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

sólo versan sobre la nulidad del acto, sino que van a acompañadas con
pretensiones de condena de carácter patrimonial producto de una rela-
ción contractual”.

Nº de sentencia: 01766.
Fecha de Publicación: 12 de julio de 2006.
Caso: Lirka Ingeniería, C.A. contra Municipio Za-
mora del Estado Miranda.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01766-120706-2005-5612.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 117

Control de Cambio

1. CONTROL DE CAMBIO. FINALIDAD

“Sobre este tema, debe precisarse que la existencia de un régimen de
restricciones o de regulación del mercado nacional de divisas tiene, en-
tre otras, como finalidad contrarrestar movimientos perjudiciales de ca-
pital que bajo ciertas condiciones pudiesen afectar la estabilidad de la
moneda nacional, de manera que ésta sea preservada como garantía de
desarrollo económico del país y del bienestar social de sus habitantes”.

N° de sentencia: 05820.
Fecha de Publicación: 05 de octubre de 2005.
Caso: Banco Consolidado, C.A., contra Ministe-
rio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05820-051005-1995-11789.htm
118 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Administrativo

1. PRESCRIPCIÓN. NOCIÓN. FUNDAMENTO EN EL


DERECHO ADMINISTRATIVO. CÓMPUTO

“Con relación a la prescripción invocada –que en el presente caso se
refiere  a  la  acción  sancionadora  de  la Administración–  esta  Sala  ha
precisado que se trata de un medio por el cual una persona se libera del
cumplimiento de una obligación en virtud del transcurso de un tiempo
determinado que extingue la acción destinada a pretender coactivamen-
te dicho cumplimiento. Tal institución ha sido reconocida en el Derecho
Administrativo por resultar inaceptable que la Administración pueda exigir
en cualquier tiempo el cumplimiento de las obligaciones que tienen los
administrados frente a ella, sometiéndolos a situaciones que comprome-
tan de manera perpetua su patrimonio; de allí que tiene como funda-
mento razones de orden público y seguridad jurídica.

(...)

Sin embargo, se impone precisar que tratándose la alegada prescripción
de una imposibilidad sobrevenida de pretender el cumplimiento de de-
terminada obligación establecida en un acto de contenido sancionatorio,
debe concluirse que el lapso en cuestión debe computarse una vez que
el acto de que se trate sea ejecutable, es decir, cuando adquiere firme-
za, carácter éste (el de acto firme) que deriva de los efectos que produ-
ce la emanación del acto cuando queda agotada la vía administrativa, y
que permite a la Administración exigir su cumplimiento

(...)
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 119

De modo que, si bien uno de los derechos de los particulares respecto
de los procedimientos administrativos en los que son partes o interesa-
dos legítimos, es el derecho a que la Administración respete los lapsos y
decida en los términos legales, tal y como lo establece el artículo 41 de
la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, no es menos cierto
que la previsión de tales lapsos se traduce en una exigencia que obede-
ce a la necesidad de ordenar la actividad que aquélla desarrolla y de
garantizar la celeridad en sus actuaciones y, por ende, su eficacia; y que
la ley pone en mano de los particulares mecanismos para proteger sus
intereses frente a las demoras que pudieran suscitarse (como es el caso
de la ficción del silencio administrativo negativo), y ellos deciden em-
plearlos o no”.

N° de sentencia: 00213.
Fecha de Publicación: 08 de febrero de 2006.
Caso: Pablo José Gamboa contra Contraloría Ge-
neral de la República.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LOPA: Art. 41.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00213-080206-1988-14883-2.htm

2. ANTEJUICIO ADMINISTRATIVO. INTERPRETACIÓN


DEL ARTÍCULO 54 DE LA LEY ORGÁNICA DE LA
PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA
(CASOS DE RECONVENCIÓN CONTRA LA
REPÚBLICA)

“Ahora bien, con respecto al agotamiento del procedimiento administra-
tivo previo, se observa que si bien en el Título IV, Capítulo I, artículos 54
al 60 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, se
establece el procedimiento administrativo necesario para quienes pre-
tendan instaurar una demanda de contenido patrimonial contra un ente
público, la Sala reitera que el uso de la vía administrativa previa, no
responde al cumplimiento de una simple formalidad, sino que es necesa-
ria para garantizar a los administrados la posibilidad de resolver el con-
flicto en sede administrativa, antes de acudir a la vía jurisdiccional, a
través de la figura de la conciliación y con el fin de garantizar de una
manera efectiva la tutela de los intereses del Estado y la participación
ciudadana en la resolución de sus conflictos.
120 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En tal sentido, al tener en cuenta la finalidad del antejuicio administrati-
vo se aprecia, que cuando el artículo 54 de la Ley Orgánica de la Procu-
raduría General de la República emplea el término ‘demanda’, se refiere
de igual manera a cualquier tipo de pretensión de contenido patrimonial,
lo cual comprende a la reconvención. Por consiguiente, resulta conclu-
yente que la señalada norma abarca a las reconvenciones que se ejer-
zan contra la República y en tal virtud dicha exigencia, a diferencia de
lo alegado por las demandadas reconvinientes sí está prevista en el or-
denamiento jurídico venezolano.

Asimismo, se observa que, si bien las disposiciones contenidas en el
Capítulo I del Título IV de la Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República, regulan el procedimiento administrativo previo necesa-
rio para instaurar demandas o pretensiones contra la República, mucho
más extenso que el lapso de que dispone la parte demandada para plan-
tear  con carácter  preclusivo su reconvención, la Sala  ha señalado en
anteriores oportunidades, que basta con la sola presentación del escrito
ante el órgano que corresponda el asunto con sus pretensiones, ya que
aún cuando dicho órgano no responda a tal escrito en tiempo oportuno,
en tales casos se podría aceptar como cumplido el procedimiento admi-
nistrativo, toda vez que la misma, como antes se señaló, no corresponde
al cumplimiento de ninguna formalidad, sino a la necesidad que la propia
dinámica administrativa impone en beneficio del administrado, para ven-
tilar la solución del conflicto antes de acudir a la vía jurisdiccional; y por
otra parte y en todo caso, el hecho de no admitir la reconvención no
agota o impide a las demandadas reconvinientes interponer en forma
autónoma su demanda contra el referido instituto autónomo, si así lo
considerare conveniente”.

N° de sentencia: 06386.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2005.
Caso: Construcciones Civiles Bolpe, C.A., y Se-
guros Nuevo Mundo, S.A., contra Corpora-
ción  de  Desarrollo  de  la  Región  de  Los
Llanos  (CORPOLLANOS).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LOPGR: Arts. 54, 55, 56, 57, 58, 59 y 60.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06386-301105-2003-1042.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 121

3. PRINCIPIO DE PROPORCIONALIDAD COMO LÍMITE


AL PODER DISCRECIONAL DE LA ADMINISTRACIÓN

“(...) sobre el tema de la proporcionalidad que debe existir en las actua-
ciones públicas, esta Sala ha dejado establecido, reiteradas veces, que
la proporcionalidad como límite al poder discrecional de la Administra-
ción, se refiere a que todo acto sancionatorio debe guardar una debida
correspondencia  entre  la  infracción  cometida  y  la  sanción  impuesta.
Asimismo, ha  dicho (v. gr. Sentencia N° 1.585, del 16 de octubre de
2003,  caso  Banco  de  Venezuela  S.A.C.A.,  Banco  Universal),  que  el
principio comentado reconoce que aun en los casos en que opere cierta
discrecionalidad de parte de la Administración, se debe respetar la debi-
da proporcionalidad existente entre el supuesto de hecho que dio lugar
al acto administrativo y la finalidad de la norma, a objeto de alcanzar un
verdadero equilibrio en el cumplimiento de los fines de la Administra-
ción Pública; de allí que es pertinente examinar la situación planteada, a
los efectos de verificar si la autoridad administrativa actuó de manera
comedida en el caso tratado”.

N° de sentencia: 05820.
Fecha de Publicación: 05 de octubre de 2005.
Caso: Banco Consolidado, C.A., contra Ministe-
rio de Hacienda (hoy Ministerio del Poder
Popular para las Finanzas).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05820-051005-1995-11789.htm

4. SILENCIO ADMINISTRATIVO POSITIVO. SILENCIO


ADMINISTRATIVO Y DERECHO A LA ADECUADA Y
OPORTUNA RESPUESTA

“Al respecto, esta Sala advierte que el silencio administrativo ha sido
consagrado a favor de los administrados, para quienes una omisión de
respuesta por parte de la Administración no puede convertirse en mer-
ma de sus derechos.

El silencio administrativo de efectos positivos ha sido establecido para
darle agilidad y flexibilidad a la actividad de policía que en determinadas
materias realiza la Administración y constituye una garantía del particu-
122 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

lar, ya no procesal en vía administrativa, pues conduce a la posibilidad
efectiva de realizar actividades que deben ser fiscalizadas por la Admi-
nistración, siempre que para ello exista texto legal expreso.

No obstante, bajo la vigencia de la Constitución de la República Boliva-
riana de Venezuela, la tesis del silencio administrativo no basta para
satisfacer el derecho a la oportuna respuesta, pues ahora el Texto Cons-
titucional exige que tal respuesta debe ser adecuada, no sólo oportuna.

De tal manera que la adecuada respuesta no quedará satisfecha por un
acto tácito o por un acto presunto o ficción de acto, porque se entienda
que fueron negadas o concedidas, dado que se hace imposible saber, en
qué sentido quedó acordado lo solicitado, sobre todo cuanto ello reviste
complejidad, lo cual sería verdaderamente inútil en los casos en los que
se requiera del acto expreso para otros o diversos fines.

(...) es pertinente destacar que, mediante el silencio positivo, no puede
concederse o consentirse lo que para la ley resulte nulo, ello sería tan
absurdo como considerar permitido lo que está prohibido”.

N° de sentencia: 01414.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Inversiones F-2000, C.A., contra Ministerio
del Ambiente y de los Recursos Naturales
(hoy Ministerio del Poder Popular para Am-
biente).
Ponente: Emiro García Rosas.
CRBV:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01414-010606-2003-1547.htm

5. PRINCIPIO DE LEGALIDAD

“Así, doctrinariamente se ha venido admitiendo que el referido principio
comporta un doble significado, a saber: la sumisión de los actos estata-
les a las disposiciones emanadas de los cuerpos legislativos en forma de
ley; además, el sometimiento de todos los actos singulares, individuales
y concretos, provenientes de una autoridad pública, a las normas gene-
rales y abstractas, previamente establecidas, sean o no de origen legis-
lativo, e inclusive provenientes de esa misma autoridad.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 123

De acuerdo a lo indicado, la legalidad representa la conformidad con el
derecho, en otros términos, la regularidad jurídica de las actuaciones de
todos los órganos del Estado.

Al analizarse detenidamente el contenido del principio tratado, se evi-
dencia la existencia de dos intereses considerados como contrapuestos
en el desarrollo de la actividad administrativa: por una parte, la necesi-
dad de salvaguardar los derechos de los administrados contra los even-
tuales abusos de la Administración; y por la otra, la exigencia de dotar a
ésta de un margen de libertad de acción.

En este sentido, si bien es cierto que se debe evitar la posibilidad que se
produzcan actuaciones arbitrarias por parte de la autoridad administra-
tiva, siendo  para ello preciso que ésta se encuentre supeditada  a una
serie de reglas jurídicas, no es menos cierto que tal sujeción no debe ser
excesiva, al punto que se impida un normal desenvolvimiento de la acti-
vidad administrativa, lo que de igual forma causaría graves perjuicios a
los administrados. Así las  cosas, es entendido  que la  oportunidad de
adoptar determinadas medidas, por parte de la Administración, no siem-
pre puede precisarse por vía general anticipadamente, sino en el mo-
mento específico en que cada caso concreto se presente.

En lo que se refiere al campo sancionador administrativo propiamente
dicho, la Sala ha expresado (Sentencia Nº 1.947 del 11 de diciembre de
2003, caso Seguros La Federación) que el principio de legalidad admite
una descripción básica, producto de caracteres atribuidos en primera
instancia, a la legalidad punitiva, pero que resultan extensibles a la lega-
lidad sancionadora en general. Así, este principio implica la existencia
de una ley (lex scripta), que la ley sea anterior (lex previa) y que la ley
describa un supuesto de hecho determinado (lex certa), lo cual tiene
cierta correspondencia con el principio que dispone nullum crimen, nulla
poena sine lege, esto es, no hay delito ni pena, sin ley penal previa. Se
entiende pues, que la potestad sancionatoria requiere de una normativa
que faculte a la Administración para actuar y aplicar determinada san-
ción administrativa.

(...)

Ahora bien, este principio de legalidad está conectado con la disposi-
ción constitucional de la reserva legal, mediante la cual determinadas
124 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

materias, en este caso, las que imponen restricciones al sistema de li-
bertades públicas, deben ser reguladas por Ley. (...)

Así, la decantación de la exigencia de legalidad o tipicidad tiene su ori-
gen en el principio de seguridad jurídica, fundamental en todo Estado de
Derecho, requiriéndose que la definición normativa de los ilícitos admi-
nistrativos debe reunir unas características de precisión que satisfagan
esa demanda de seguridad y certeza”.

N° de sentencia: 01441.
Fecha de Publicación: 06 de junio de 2006.
Caso: C.N.A.  de  Seguros  La  Previsora  contra
Ministro  de  Finanzas  (hoy  Ministerio  del
Poder Popular para las Finanzas).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01441-060606-2004-1579.htm

6. POTESTAD REGLAMENTARIA Y LOS LÍMITES


IMPUESTOS POR LA RESERVA LEGAL

“En este sentido, el numeral 32 del artículo 156 de la Constitución vi-
gente (antes numeral 24 del artículo 136 de la Constitución de 1961),
reserva a la Ley nacional la regulación de todo lo relacionado con el
trabajo, la previsión y la seguridad social, lo que excluye que la Admi-
nistración  pueda  normar  directa  y  autónomamente  en  tales  campos,
concretamente, a través del establecimiento de requisitos y condiciones
específicas para acordar algún tipo de beneficio de carácter social, como
lo sería todo lo relativo a la jubilación de los funcionarios públicos.

La reserva legal constituye, así, una limitación a la potestad reglamen-
taria y un mandato específico del Constituyente al legislador para que
sólo éste  regule  ciertas  materias en  sus aspectos  fundamentales. Es
decir, la reserva legal no sólo limita a la Administración, sino también
de manera relevante, al legislador, toda vez que este último sujeta obli-
gatoriamente su actividad a la  regulación de determinadas materias
previstas en el Texto Fundamental como competencias exclusivas del
Poder Nacional.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 125

En este orden de ideas, en la doctrina se ha venido afirmando que la
reserva legal ha adquirido una nueva dimensión, pues no es tanto el
deber  del  legislador  de  regular  él  mismo  directamente  las  materias
reservadas a la ley, como el que tenga la posibilidad efectiva de ha-
cerlo y decida si va a realizarlo él directamente o a encomendárselo al
Poder Ejecutivo. Es, así, como se infiere que la reserva legal implica
una prohibición al reglamento de entrar por iniciativa propia en el men-
cionado ámbito legislativo, pero no prohíbe al legislador autorizar al
Poder Ejecutivo para que así lo haga. (Vid. Sentencia de esta Sala Nº
1947, del 11/12/2003).

Advertido lo anterior, debe la Sala recordar que la actividad administra-
tiva, por su propia naturaleza, se encuentra en una constante dinámica y
evolución, suscitándose con frecuencia nuevas situaciones y necesida-
des que, en su oportunidad, no pudieron ser consideradas por el legisla-
dor, estimándose, por tanto, que el sujetar la actuación de las autoridades
administrativas a lo que prescriba exclusivamente un texto de carácter
legal, conllevaría indefectiblemente a que la gestión pública se torne
ineficiente e incapaz de darle respuesta a las nuevas necesidades del
colectivo. Es por esto, que la doctrina ha venido aceptando la viabilidad
para que el legislador, en la misma ley, faculte a la Administración para
que dicte reglas y normas reguladoras de la función administrativa que
le  permita  tener  cierta  libertad  de  acción  en  el  cumplimiento  de  sus
funciones propias, lo cual de modo alguno puede estimarse como una
transgresión a los principios de legalidad y de reserva legal”.

Nº de sentencia: 01278.
Fecha de Publicación: 18 de mayo de 2006.
Caso: Luis David Guanda Araujo contra Ministe-
rio de Interior y Justicia (hoy Ministerio del
Poder Popular para relaciones Interiores y
Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Art. 156.
CN: Art. 136.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01278-180506-2003-0412.htm.
126 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

7. VIOLACIÓN AL PRINCIPIO DE LA RESERVA LEGAL

“Para que se concrete la violación al mencionado principio de reserva
legal es necesario que concurran dos requisitos: el primero de ellos re-
ferente a que la regulación de una determinada materia esté, como su
nombre indica, reservada a la ley formal; y en segundo lugar, que dicha
materia haya sido reglada por un cuerpo normativo de rango sublegal”.

Nº de sentencia: 01243.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Régulo Humberto Díaz Vega contra Minis-
terio de la Defensa (hoy Ministerio del Po-
der Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01243-170506-2003-1235.htm

8. PASOS PARA LA EJECUCIÓN DEL GASTO PÚBLICO

“Resulta importante señalar, que desde el punto de vista presupuestario
los tres (3) pasos ineludibles que intervienen en la ejecución del gasto
público son: a) Compromiso, acto administrativo adoptado por la institu-
ción que representa, una obligación que afecta los fondos públicos de
ella; b) Causación, momento en el que se genera la obligación de pagar,
ya sea por la contraprestación de bienes o servicios o por disposiciones
legales o contractuales; y c) Pago, cancelación de la obligación válida-
mente adquirida”.

Nº de sentencia: 01099.
Fecha de Publicación: 03 de mayo de 2006.
Caso: Zuñidle Bernal de Antoyma contra Ministro
de Salud y Desarrollo Social (hoy Ministe-
rio del Poder Popular para la Salud).
Ponente: Emiro García Rosas.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01099-030506-12000-1141.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 127

9. DELEGACIÓN DE FIRMA Y DELEGACIÓN DE


ATRIBUCIONES

“(...) observa la Sala, la confusión presentada por la parte recurrente
respecto a los mecanismos de ‘delegación de firmas’ y ‘delegación de
atribuciones’.  En  el primer  caso,  se  autoriza  a  un órgano  de  inferior
rango a la actividad instrumental la firma de actos en nombre del órgano
de superior rango, quien mantiene la titularidad de la competencia y la
responsabilidad para dictarlo. En el segundo caso, a diferencia del pri-
mero, la delegación comporta un acto traslaticio de la competencia me-
diante el cual el órgano delegado recibe atribuciones del funcionario
delegante y con ellas la responsabilidad por la actuación”.

N° de sentencia: 02043.
Fecha de Publicación: 10 de agosto de 2006.
Caso: Aventis  Pharma,  S.A.,  contra  Ministro  de
Finanzas (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Finanzas).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02043-100806-1998-14953.htm

10. ACUMULACIÓN DE EXPEDIENTES


ADMINISTRATIVOS

“La norma antes transcrita [Art. 52 LOPA] permite la acumulación de
varios expedientes administrativos cuando exista conexión o íntima re-
lación entre los asuntos a resolver, con el fin de evitar decisiones con-
tradictorias, sin especificar la etapa del procedimiento en la cual debe o
puede adoptarse dicha medida, y sin discriminar los sujetos intervinien-
tes en dichos procedimientos.

Asimismo,  evidencia  la Sala  la  estrecha  relación de  las  pretensiones


sometidas por la recurrente a consideración del despacho ministerial,
toda vez que los recursos jerárquicos versaban sobre reintegros orde-
nados en virtud del incumplimiento de la normativa cambiaria en una
sola  transacción  realizada  por  la  recurrente.  De  allí,  se  advierte  una
íntima relación en la situación resuelta en los reparos impugnados, ra-
128 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

zón por la cual considera la Sala que  éstos efectivamente podían ser
acumulados y decididos en una misma resolución”.

N° de sentencia: 02043.
Fecha de Publicación: 10 de agosto de 2006.
Caso: Aventis  Pharma,  S.A.,  contra  Ministro  de
Finanzas (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Finanzas).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOPA: Art. 52.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02043-100806-1998-14953.htm

11. CIRCULARES

“(...) las circulares son comunicaciones expedidas por un superior je-
rárquico en el ámbito administrativo, dirigidas a sus subordinados en
relación con el régimen interno a fin de orientar y aclarar determinados
aspectos de la materia, que no tienen por qué ser observadas por los
contribuyentes y responsables, ya que no crean obligaciones ni dere-
chos para éstos.

Ellas son por tanto libradas, con el objeto de orientar la actividad de los
funcionarios de una determinada dependencia y obligan sólo a los fun-
cionarios a los cuales están dirigidas, por cuanto las mismas tienen su
fundamento en el deber de obediencia de los funcionarios con respecto
a sus superiores, y no al resto de la colectividad. Su fuerza, desde el
punto de vista jurídico, está limitada al campo interno de la Administra-
ción, toda vez que su conocimiento está reservado a sus funcionarios.

Constituyen una instrucción dirigida por un superior jerárquico al perso-
nal bajo sus órdenes como guía de los funcionarios en el cumplimiento
de sus deberes y en la aplicación de las leyes y reglamentos. Común-
mente, estos instructivos van dirigidos dentro de la organización de la
administración pública a personas o entidades que, en el ámbito de sus
atribuciones respectivas, deben acatar y cumplir todas aquellas medi-
das que aseguren la mejor ejecución de los actos y asuntos concernien-
tes al régimen administrativo de determinada dependencia. En tal virtud,
las  órdenes,  recomendaciones,  instrucciones  o  normas  contenidas  en
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 129

una circular obligan necesariamente a los funcionarios subalternos de la
Administración Pública destinatarios de las mismas”.

N° de sentencia: 02558.
Fecha de Publicación: 15 de noviembre de 2006.
Caso: Makro Comercializadora, C.A., contra Ge-
rencia de la Aduana Principal Marítima de
La Guaira del Servicio Nacional Integrado
de Administración  Aduanera  y  Tributaria
(SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02558-151106-2001-0339.htm

12. ACTOS DE AUTORIDAD. DEFINICIÓN

“(...) con relación a los denominados ‘actos de autoridad’, existe una
corriente jurisprudencial que ha consagrado esta especial categoría de
actos, como una forma a través de la cual la jurisdicción contencioso-
administrativa controla las actuaciones de ciertos entes que si bien se
crean bajo la forma de derecho privado, sin embargo, ejercen potesta-
des públicas por una disposición legal y sus actos son capaces de incidir
sobre la esfera jurídica de otros sujetos. Esta corriente jurisprudencial
ha sido reiterada en recientes sentencias de esta Sala al precisar que:

Al respecto se observa, que tal y como señalara el a quo, el acto
impugnado encuadra dentro de los denominados doctrinaria y
jurisprudencialmente ´actos de autoridad´, los cuales podrían ser
definidos en sentido lato, como aquéllos emanados de personas
de  derecho  privado  conforme  a  delegaciones  que  les  hace  la
Ley, en procura de satisfacer fines de interés público propios de
la actividad administrativa, impugnables en consecuencia ante a
la jurisdicción contencioso administrativa, en virtud de haberse
producido en el ejercicio de competencias fundamentadas en el
imperium del Estado. (En este sentido, vid. decisiones de la Cor-
te Primera de lo Contencioso Administrativo, casos: Ma. Josefi-
na Bustamante y Ramón Escovar León, ambos vs. Universidad
Católica Andrés Bello, de fechas 24 de noviembre de 1986 y 19
130 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

de enero de 1988, respectivamente). (Sentencia de esta Sala N°
0766 del 27 de mayo de 2003).

(...)  tal como  se  desprende de  esta definición,  es  evidente que  para


determinar la existencia de un acto de autoridad, debe existir un ente
de derecho privado que en virtud de una disposición legal, ejerza po-
testades públicas o un servicio público, lo que apareja la atribución de
prerrogativas destinadas a tutelar el interés general en la actividad de
servicio público”.

N° de sentencia: 02727.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2006.
Caso: Unidad Educativa Colegio Academia Meri-
ci de Venezuela contra Ministro de Educa-
ción (hoy Ministerio del Poder Popular para
la Educación).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02727-301106-1996-12892.htm

13. PRINCIPIO DE LEGALIDAD

“El principio de legalidad se encuentra consagrado en el artículo 137 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y exige la confor-
midad de las actuaciones de todos los órganos del Estado con el derecho.

(...)

Ahora bien, dentro del desarrollo de la actividad administrativa, el prin-
cipio de legalidad encuentra dos intereses contrapuestos: por una parte,
la necesidad de proteger los derechos de los administrados contra los
posibles abusos de la Administración; y, por otra parte, la exigencia de
dotar a la Administración de un margen de libertad de acción.

En  este  sentido,  si  bien  debe  evitarse  que  se  produzcan  actuaciones
arbitrarias por parte de la autoridad administrativa supeditándola en su
actividad a una serie de reglas jurídicas, tal sujeción no debe impedir el
normal desenvolvimiento de la actividad administrativa pues, igualmen-
te, se causarían graves perjuicios a los administrados. De esta manera,
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 131

la oportunidad de adoptar determinadas medidas no siempre puede pre-
cisarse por vía general anticipadamente sino en el momento específico
en que cada caso concreto se presente”.

Nº de sentencia: 02673.
Fecha de Publicación: 28 de noviembre de 2006.
Caso: Sociedad Williams Enbridge  &  Compañía
(Swec) contra Ministro de Energía y Minas
(hoy Ministerio del Poder Popular para la
Energía y Petróleo).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Art. 137.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02673-281106-2005-0217.htm
132 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Administrativo Sancionatorio

1. ARTÍCULO 385 DEL CÓDIGO DE JUSTICIA MILITAR

“En cuanto al argumento anterior, debe resaltarse que ha sido criterio
reiterado de la Sala que la pena a imponerse por toda falta en el medio
castrense puede ser superior a noventa días de arresto, pues la defini-
ción contenida en el artículo 385 del Código Orgánico de Justicia Militar
no incluye la calificación de las faltas en leves, medianas y graves, y
sus respectivas penas, y mucho menos, los agravantes (Ver sentencia
de esta Sala N° 808 de fecha 13 de julio de 2004). Así se decide”.

Nº de sentencia: 00431.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Orlando José Dávila Lacruz contra Minis-
tro de la Defensa (hoy Ministerio del Poder
Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
COJM: Art. 385.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00431-220206-2004-0029.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 133

2. RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA.
CONCURRENCIA CON OTRO TIPO DE
RESPONSABILIDAD

“A  este  respecto,  debe  destacar  esta  Sala  que  es  posible  que  de  un
mismo hecho se deriven diversos tipos de responsabilidades, las cuales
de ordinario son independientes unas de otras, de allí que una determi-
nada actuación antijurídica pueda originar en cabeza de quien la realice,
una responsabilidad civil, penal, administrativa o disciplinaria, según sea
el caso, por lo que si bien desde el punto de vista penal determinadas
actuaciones no configuran ilícitos penales, ello no excluye la eventual
existencia de otro tipo de responsabilidad”.

Nº de sentencia: 00211.
Fecha de Publicación: 08 de febrero de 2006.
Caso: Héctor Jerónimo Valecillos Toro contra Con-
traloría General de la República.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/000211-080206-1997-13419.htm.

3. AUTO NO MÍA DE LA RESP O NSAB ILIDAD


ADMINISTRATIVA FRENTE A LA RESPONSABILIDAD
PENAL

“La  jurisprudencia  de  esta  Sala  ha  sido  reiterada  al sostener  que  los
funcionarios públicos son responsables administrativamente, de acuer-
do con la normativa especial que los rige, con independencia de si tam-
bién resultan responsables frente a la jurisdicción ordinaria penal, a la
cual, como todo ciudadano, están sujetos. En tal virtud, la apertura de
una averiguación administrativa para determinar responsabilidades dis-
ciplinarias, es independiente y excluyente de cualquier otra que sea pro-
cesada por la jurisdicción ordinaria penal o militar.

(...)

Así, debe reiterarse en esta oportunidad el criterio sostenido en nume-
rosas decisiones, según el cual las sanciones disciplinarias adoptadas en
sede administrativa, no dependen para su imposición de la calificación
jurídica como delito o falta que la jurisdicción penal otorgue a la comi-
134 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

sión del mismo hecho que originó el proceder de la Administración. En
efecto,  en  sentencia  N°  469,  de  fecha  02  de  marzo  de  2000,  la  Sala
asentó lo siguiente:

(...)

...un mismo hecho puede dar lugar a sanciones de naturaleza
distinta, cuando el ámbito de actuación de los involucrados está
regulado especialmente y cuando determinado hecho, tipifica-
do como delito para la jurisdicción ordinaria, constituye en sí
mismo  una  falta  sujeta  a  sanción  en  sede  administrativa,  la
cual no depende para su imposición de la comprobación previa
ante  la  jurisdicción  ordinaria  de  que  se  ha  cometido  delito.
(S.P.A., Manuel Maita y otros vs. Ministerio de la Defensa)”.

Nº de sentencia: 00431.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Orlando José Dávila Lacruz contra Minis-
tro de la Defensa (hoy Ministerio del Poder
Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00431-220206-2004-0029.htm

4. REINTEGRO DEL DINERO PAGADO POR CONCEPTO


DE MULTA. REPARABILIDAD DEL DAÑO CON LA
SENTENCIA DEFINITIVA QUE ANULE LA MULTA
IMPUESTA

“Respecto al argumento del recurrente, donde señaló que en el caso de
ejecutarse la sanción contenida en la Resolución impugnada y poste-
riormente fuera declarado con lugar el presente recurso de nulidad, se
le generarían daños económicos por cuanto serían de difícil recupera-
ción los recursos pagados por concepto de multa al Fisco Nacional. A
tal efecto, la Sala (Vid. Sentencias 1578 del 22 de septiembre de 2004,
caso: Sanitas Venezuela S.A., y 1876 del 20 de octubre de 2004, caso:
C.N.A.  de  Seguros  La  Previsora)  ha  establecido  que  independiente-
mente de las dificultades que en la práctica se le puedan presentar al
particular para obtener del Estado el reintegro del dinero erogado por
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 135

concepto del pago de una multa, el carácter coactivo de las decisiones
jurisdiccionales obliga a la Administración Pública, en el caso de decla-
rarse con lugar el recurso incoado, a devolver el monto percibido por
concepto de la multa anulada. En este sentido, debe quedar claramente
establecido, que la devolución del monto de la multa impuesta en ejecu-
ción  de  la  decisión  favorable  del  recurso  no  constituye  una  potestad
discrecional de la Administración, por el contrario, es un verdadero de-
ber jurídico derivado de una sentencia cuyos efectos son de obligatorio
cumplimiento y cuya inobservancia genera responsabilidades persona-
les y directas a los funcionarios públicos.

Asimismo, la Sala ha precisado que la devolución de la multa no consti-
tuye una prestación de imposible ejecución, ya que, una vez acordada la
nulidad de la misma, basta la realización del correspondiente procedi-
miento administrativo para que proceda el reintegro del dinero”.

N° de sentencia: 06437.
Fecha de Publicación: 01 de diciembre de 2005.
Caso: Jesús  Moisés  Benaim  Ball  contra  la  Con-
traloría General de la República.
Ponente: Emiro García Rosas.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06437-011205-2004-1631.htm

5. DERECHO A LA DEFENSA EN EL PROCEDIMIENTO


SANCIONATORIO

“(...) ha sido criterio pacífico y reiterado de esta Sala, el sostener que el
derecho a la defensa implica no sólo la oportunidad para que el ciudada-
no encausado o presunto infractor pueda hacer oír sus alegatos, sino el
derecho que tiene de exigir al Estado el cumplimiento previo a la impo-
sición de la sanción, de un conjunto de actos o procedimientos destina-
dos a permitirle conocer con precisión los hechos que se le imputan y
las disposiciones legales aplicables a los mismos, hacer oportunamente
alegatos en su descargo, así como promover y evacuar pruebas”.
136 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 05907.
Fecha de Publicación: 13 de octubre de 2005.
Caso: Administradora Convida, C.A., contra Mi-
nisterio de la Producción y el Comercio (hoy
Ministerio del Poder Popular para las Indus-
trias Ligeras y el Comercio).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05907-131005-2004-0274.htm

6. NATURALEZA DEL “AUTO DE PROCEDER” DICTADO


POR EL INDECU

“Respecto al alegato esgrimido, debe resaltarse que el auto de proceder
es  un  acto  de  trámite  mediante  el  cual  se  da  inicio  al  procedimiento
administrativo sancionatorio previsto en los artículos 124 y siguientes de
la Ley de Protección al Consumidor y al Usuario antes mencionada. Es,
precisamente, a través de ese auto de proceder que el Instituto para la
Defensa y Educación del Consumidor y del Usuario (INDECU), ordena
la apertura de la averiguación administrativa, así como la notificación y
emplazamiento del presunto transgresor por medio de la boleta de cita-
ción a la que se refieren los apoderados actores.

Así pues, la emisión del auto de proceder y la citación para comparecer
mediante boleta no comportan una violación del derecho a la defensa
del administrado, toda vez que, además de ser una competencia del re-
ferido Instituto la defensa y salvaguarda de los derechos e intereses de
los consumidores y usuarios con la apertura de procedimientos de natu-
raleza sancionatoria, se trata de un acto inicial que prepara la tramita-
ción de dicho procedimiento”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 137

N° de sentencia: 00939.
Fecha de Publicación: 20 de abril de 2006.
Caso: Banco  de  Venezuela,  S.A.,  Banco  Univer-
sal, contra Ministerio de la Producción y el
Comercio (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Industrias Ligeras y el Comercio).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LPCU: Art. 124.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00939-200406-2004-0295-2.htm

7. POTESTAD SANCIONATORIA DEL INDECU.


INEXISTENCIA O POSIBLE DEFICIENCIA DE LA
DENUNCIA

“(...) advierte la Sala que la inexistencia o posible deficiencia de la de-
nuncia por la cual se inicie un procedimiento administrativo de naturale-
za  sancionatoria  por  la  eventual  violación  de  los  derechos  de  los
consumidores o usuarios –denuncia ésta para la cual la Ley de Protec-
ción al Consumidor y al Usuario aplicable al caso no exige requisitos
específicos–, no es óbice para que el órgano administrativo ordene abrir
dicho procedimiento, toda vez que el artículo 126 de la referida Ley
dispone que el procedimiento se iniciará de oficio, bien sea por denuncia
de la parte afectada en sus derechos o por iniciativa del propio Instituto
para la Defensa y Educación del Consumidor y del Usuario (INDECU),
en los casos en que existan elementos suficientes que le hagan presumir
la comisión de tales ilícitos (...)”.

N° de sentencia: 00939.
Fecha de Publicación: 20 de abril de 2006.
Caso: Banco  de  Venezuela,  S.A.,  Banco  Univer-
sal, contra el Ministerio de la Producción y el
Comercio (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Industrias Ligeras y el Comercio).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LPCU: Art. 126.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00939-200406-2004-0295-2.htm
138 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

8. REMOCIÓN DE JUECES PROVISORIOS. RÉGIMEN


APLICABLE. COMPETENCIA DE LA COMISIÓN
JUDICIAL DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

“En oportunidades anteriores se ha establecido, con motivo del estudio
concerniente a la competencia que ostenta la Comisión  Judicial para
efectuar lo que se conoce como el acto de remoción de los jueces pro-
visorios, una clara distinción entre esta última figura y el retiro que se
origina en una causa disciplinaria.

De esta manera, se ha señalado que sólo corresponde a la mencionada
Comisión aquellos asuntos relacionados con la ‘...remoción directa de
un funcionario de carácter provisorio o temporal, y sin que opere alguna
causa disciplinaria...’, indicándose además que ‘...tanta potestad tiene
la Comisión Judicial para designar a los jueces de forma provisoria, como
para dejar sin efecto su designación, cuando así sea precisado por la
mayoría de sus miembros, y siempre que no medie una causa disciplina-
ria que obligue a la actuación del ente encargado de aplicar las sancio-
nes...’. (Vid. Sentencia N° 1.798 del 19 de octubre de 2004, recaída en
el caso: Mercedes Chocrón Vs. Comisión Judicial).

Con las explicaciones anteriores, la reiterada jurisprudencia de la Sala
ha señalado que debe tenerse claro no sólo la distinta naturaleza de los
órganos a cargo de cada una de las tareas, sino además, el mecanismo
empleado en cada caso para la separación de un funcionario del Poder
Judicial, esto es, lo relativo al tema del procedimiento. Como es sabido,
toda sanción disciplinaria contemplada en la Ley de Carrera Judicial,
necesariamente deberá estar precedida por el procedimiento adminis-
trativo correspondiente, sea que se trate de un funcionario de carrera o
de un funcionario de libre nombramiento y remoción; mientras que cuan-
do lo que se persigue es la remoción de un juez cuyo nombramiento ha
sido efectuado de forma provisional, la providencia administrativa que
determina su separación del cargo, no tiene que venir sujeta siempre a
procedimiento, pues justamente la garantía de estabilidad del juez, y por
ende, el derecho a ser sometido al procedimiento respectivo, se alcan-
zan con el concurso de oposición que hoy por hoy se encuentra consa-
grado en el Texto Constitucional como una exigencia sine qua non para
acceder al cargo de Juez con carácter de titular o juez de carrera, esta-
bilidad que no poseen los jueces provisorios.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 139

Quiere decir que en este último caso, el funcionario que goza de titula-
ridad tendría siempre el derecho a ser sometido al procedimiento co-
rrespondiente y no podría la Comisión Judicial decidir su remoción en
ningún caso, pues se insiste, la garantía de estabilidad se la otorga el
haber resultado vencedor en el concurso provisto al efecto”.

N° de sentencia: 01225.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Vicente Antonio Amengual Sosa contra Comi-
sión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LCJ
CRBV
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/mayo/
01225-170506-2002-0698.htm

9. PREJUDICIALIDAD PENAL DENTRO DEL RÉGIMEN


DISCIPLINARIO DE LOS ABOGADOS

“Conforme se aprecia del contenido de las normas que del Código de
Ética Profesional del Abogado fueron citadas anteriormente [artículos
4,5,8 y 37], en ninguna de ellas se establece como supuesto de hecho
configurador de una sanción, la comisión de algún delito tipificado en el
Código Penal, que amerite la previa calificación que en tal sentido se
haga en el ámbito de la Jurisdicción Penal, como condicionante de la
actividad sancionadora del Tribunal disciplinario en cuestión.

Los supuestos de hecho de las referidas normas, en consonancia con el
cuerpo  normativo  del  que  forman  parte,  atienden  a  virtudes  morales
cuyo  desconocimiento  no está  tipificado como  causas de  imputación
penal, como lo son la probidad, la honradez, la confraternidad con el
colega. Siendo esto así, puede ocurrir que determinado hecho, que pu-
diera ser objeto de una investigación penal, sea causa suficiente para
configurar la violación de los deberes que el abogado en ejercicio debe
cumplir en atención al citado Código de Ética, sin que ello implique la
doble persecución a la que se refiere el recurrente; toda vez que si bien
se  trata  de  un  mismo  hecho,  su  subsunción  en  el  supuesto  de  hecho
normativo, sea éste el del Código de Ética o el del Código Penal, no
produce las mismas consecuencias, pues las sanciones son distintas e
independientes entre sí.
140 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Distinto sería si el supuesto de hecho previsto en una norma del Código
de Ética para establecer la sanción, fuera por ejemplo el delito de robo.
En ese caso, resultaría indispensable esperar el pronunciamiento en sede
de Jurisdicción Penal, que determine la comisión del delito para poder
establecer la sanción, toda vez que la persecución del mismo en el ám-
bito penal produciría una prejudicialidad sobre la decisión que se llegase
a dictar en sede administrativa”.

N° de sentencia: 01087.
Fecha de Publicación: 03 de mayo de 2006.
Caso: Alberto Salas Díaz contra Tribunal Discipli-
nario de la Federación de Colegios de Abo-
gados  de  la  República  Bolivariana  de
Venezuela.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CEPA: Arts. 4, 5, 8, 37.
CP:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01087-030506-2003-1010.htm.

10. DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA EN LOS


PROCEDIMIENTOS SANCIONATORIOS

“En lo que se refiere a la denuncia de violación al principio de presun-
ción de inocencia, la Sala observa que de conformidad con lo previsto
en el artículo 49 numeral 2, de la Constitución, ‘toda persona se presu-
me inocente mientras no se pruebe lo contrario’. Dicha garantía se en-
cuentra  reconocida  también  en  los  artículos  11  de  la  Declaración
Universal de los Derechos Humanos y 8 numeral 2, de la Convención
Americana Sobre Derechos Humanos.

En esos términos se consagra el derecho a la presunción de inocencia,
cuyo contenido abarca tanto lo relativo a la prueba y a la carga probato-
ria, como lo concerniente al tratamiento general dirigido al imputado a lo
largo del procedimiento. En virtud de ello, la carga de la prueba sobre
los hechos constitutivos de las pretensiones sancionadoras de la Admi-
nistración, recae exclusivamente sobre ésta, y  sólo puede entenderse
como prueba la practicada durante un procedimiento, bajo la interme-
diación del órgano decisor y la observancia del principio de contradic-
ción. De manera que la violación al aludido derecho se produciría cuando
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 141

del acto de que se trate se desprenda una conducta que juzgue o preca-
lifique como ‘culpable’ al investigado, sin que tal conclusión haya sido
precedida del debido procedimiento, en el cual se le permita al particu-
lar la oportunidad de desvirtuar los hechos imputados”.

N° de sentencia: 01887.
Fecha de Publicación: 26 de julio de 2006.
Caso: Omar José González Lameda contra Comi-
sión de Funcionamiento y Reestructuración
del Sistema Judicial.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CRBV: Art. 49.
CADH: Arts. 8 y 11.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01887-260706-2006-0138.htm

11. POTESTAD SANCIONATORIA DE LOS JUECES

“(...) las transcritas disposiciones [Arts. 91, 93 y 94 LOPJ] facultan a
los jueces de la República a imponer sanciones en los términos estable-
cidos en dichas normas. De acuerdo con la doctrina sentada por esta
Sala, toda medida de arresto emanada de un juez por aplicación de las
normas consagradas en los artículos 91, 93 y 94 de la Ley Orgánica del
Poder Judicial, constituye un acto administrativo sancionatorio, por lo
que evidentemente atendiendo a la naturaleza de la medida, el conoci-
miento de su impugnación corresponde a los órganos de la jurisdicción
contencioso-administrativo.

Así, los jueces cuentan con la facultad de imponer sanciones tanto co-
rrectivas como disciplinarias; en el primer caso, y de acuerdo con la
legislación comentada, aplicable a los particulares que sin guardar rela-
ción directa con el órgano judicial, faltaren al respeto debido a los fun-
cionarios judiciales dentro del recinto del tribunal de forma tal que se
hagan merecedores de una u otra sanción, esto es, de orden pecuniario
o bien de tipo corporal.

Pueden también los jueces aplicar sanciones de tipo disciplinario a aquellos
que, encontrándose en una relación especial de sujeción con la Admi-
nistración, como sería el caso de los funcionarios subordinados, incu-
rran en faltas que de acuerdo con su naturaleza acarreen la imposición
142 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

de una sanción, que eventualmente iría desde la amonestación hasta la
destitución del cargo”.

N° de sentencia: 02607.
Fecha de Publicación: 22 de noviembre de 2006.
Caso: Inspector General de Tribunales contra Co-
misión de Funcionamiento y Reestructura-
ción del Sistema Judicial.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPJ: Arts. 91, 93 y 94.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02607-221106-2004-2867.htm

12. PRINCIPIO DE LEGALIDAD DE LAS SANCIONES


ADMINISTRATIVAS

“En lo que se refiere al ámbito administrativo sancionador, la Sala ha
expresado  (sentencia  Nº  1.947  del  11  de  diciembre  de  2003) que  ‘el
principio de legalidad admite una descripción básica, producto de carac-
teres atribuidos en primera instancia, a la legalidad punitiva, pero que
resultan extensibles a la legalidad sancionadora en general’.

Así, el principio de legalidad implica la existencia de una ley (lex scrip-
ta),  que  ésta  sea  anterior  (lex  previa)  y  que  describa  un  supuesto  de
hecho determinado (lex certa), lo cual tiene correspondencia con el prin-
cipio nullum crimen, nulla poena sine lege, esto es, no hay delito ni pena,
sin ley penal previa. Se entiende, pues, que la potestad sancionatoria
requiere de una normativa que faculte a la Administración para actuar y
aplicar determinada sanción administrativa.

Por otra parte, debe señalarse que el principio de legalidad se relaciona
con el principio de la reserva legal, mediante el cual determinadas ma-
terias deben ser reguladas por Ley.

En el caso de las sanciones administrativas, según la voluntad del legis-
lador, éstas pueden estar establecidas en una ley o un reglamento, y en
este último supuesto, es indispensable que la propia Ley establezca que
por vía reglamentaria, se determinarán las sanciones, con el fin de dar
cumplimiento al principio constitucional de la reserva legal”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 143

Nº de sentencia: 02673.
Fecha de Publicación: 28 de noviembre de 2006.
Caso: Sociedad Williams Enbridge  &  Compañía
(Swec) contra Ministro de Energía y Minas
(hoy Ministerio del Poder Popular para la
Energía y el Petróleo).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02673-281106-2005-0217.htm

13. PRINCIPIO DE TIPICIDAD DE LAS SANCIONES

“En lo que concierne al principio de tipicidad cuya violación fue alega-
da por la parte recurrente, debe indicarse que éste se encuadra en el
principio de la legalidad: mientras el principio de tipicidad postula la
exigencia de predeterminación normativa de las conductas ilícitas, el
principio de legalidad concreta tal prescripción en el requerimiento de
definición, suficiente para su identificación, del ilícito y de su conse-
cuencia sancionatoria.

De allí, que la exigencia de legalidad o tipicidad tiene su origen en el
principio de seguridad jurídica, fundamental en todo Estado de Derecho,
requiriéndose que la definición normativa de los ilícitos administrativos
debe  reunir  unas  características  de  precisión  que  satisfagan  esa  de-
manda de seguridad y certeza”.

Nº de sentencia: 02673.
Fecha de Publicación: 28 de noviembre de 2006.
Caso: Sociedad Williams Enbridge  &  Compañía
(Swec) contra Ministro de Energía y Minas
(hoy Ministerio del Poder Popular para la
Energía y el Petróleo).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02673-281106-2005-0217.htm
144 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Aduanero

1. REGÍMENES DE SUSPENSIÓN

“Dentro de los llamados Regímenes Aduaneros Especiales, concreta-
mente de los denominados Regímenes de Suspensión, se encuentran
la admisión temporal simple, conforme a la cual pueden ser introduci-
das al territorio aduanero nacional con suspensión de los impuestos de
importación y otros recargos o impuestos adicionales que fueren apli-
cables, ciertas mercancías con una finalidad determinada, a condición
de que sean reexpedidas luego de su utilización, sin haber experimen-
tado modificación alguna (artículo 31 del Reglamento de Regímenes
de Liberación, Suspensión y otros Regímenes Aduaneros Especiales).
Asimismo, dentro de esta clase de regímenes, se prevé la extracción
temporal simple o exportación temporal simple, que permite extraer
del territorio aduanero nacional, de manera temporal, mercancías que
se encuentren legalmente en libre circulación dentro de dicho territo-
rio, para ser reintroducidas posteriormente, sin pago de los correspon-
dientes impuestos de importación cuando no hayan sufrido modificación
alguna (artículo 38 eiusdem).

A su vez, este género de operaciones aduaneras suspensivas, encuentra
su especie en las operaciones atinentes al tráfico de perfeccionamiento,
que para el caso de las admisiones temporales, contempla el perfeccio-
namiento activo, es decir, la modificación, cambio, reparación, rehabili-
tación, mezcla o cualquier otro tipo de perfeccionamiento verificado sobre
las mercancías en el territorio aduanero nacional. Por su parte, para las
exportaciones  temporales,  se  establece  el  perfeccionamiento  pasivo,
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 145

referente a modificaciones o alteraciones producidas fuera del territorio
aduanero nacional.

Ahora bien, de acuerdo al análisis del presente caso, tal como se anali-
zará infra constata esta Sala que el mismo está referido a un régimen
de admisión temporal simple, conforme al cual las mercancías pueden
ser introducidas al territorio aduanero nacional con suspensión de los
impuestos de importación y otros recargos o impuestos adicionales que
fueren aplicables, a condición de que sean reexpedidas o, en su defecto,
nacionalizadas, por lo que resulta necesario atender al contenido de los
artículos 31, 34 y 37 del Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas
sobre Regímenes de Liberación, Suspensión y otros Regímenes Adua-
neros Especiales, cuyos textos disponen lo siguiente:

(...)

Atendiendo al contenido de la normativa transcrita, se evidencia que
para el ingreso de mercancías bajo el régimen de admisión temporal,
se  debe  solicitar  una  autorización,  la  cual  será  otorgada  siempre  y
cuando tales mercancías sean reexpedidas antes del vencimiento del
plazo establecido inicialmente en el permiso; salvo que, en vez de pro-
ceder a reexpedir la mercancía fuera del territorio aduanero nacional,
se decidiere por su nacionalización, lo cual se deberá requerir igual-
mente antes del cumplimiento del lapso original contenido en la autori-
zación de admisión temporal, por ante la Dirección General Sectorial
de la Aduana respectiva.

Es así como se otorga la posibilidad a los importadores, que hayan rea-
lizado operaciones aduaneras bajo el régimen de suspensión de impues-
tos  de  importación,  de  nacionalizar  la  mercancía  así  introducida  al
territorio aduanero nacional, cumpliendo los requisitos exigidos para ello
y cancelando los correspondientes impuestos, recargos e intereses”.

Nº de sentencia: 06160.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Fundaciones Franki, C.A. contra Gerencia de
la Aduana Principal Marítima de La Guaira
del Servicio Nacional Integrado de Adminis-
tración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
146 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

RRLSYRAE: Arts. 31, 34, 37 y 38.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06160-091105-2004-0392.htm

2. ACTO DE RECONOCIMIENTO DE MERCANCÍAS

“Pues bien, siendo que en todo caso el reconocimiento es un acto de
trámite, por cuanto no constituye la culminación del proceso de la im-
portación de las mercancías objetadas; pero de relevante importancia
en su formación, en cuanto a las solemnidades a que está sujeto para
su validez y, además, porque es mediante esa actuación que se deter-
mina el régimen jurídico al que se encuentren sometidas las mercan-
cías importadas, aprecia esta Sala que debió la Gerencia de la Aduana
Principal de La Guaira hacer del conocimiento de los contribuyentes
afectados, a través de la resolución definitiva que emitiere, los hechos
y las razones que en el acta respectiva expresaron los técnicos reco-
nocedores para objetar la referida importación, visto que tales moti-
vos constituyen el fundamento principal para imponer en el caso de
autos las multas impugnadas”.

Nº de sentencia: 00269.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Leonardo Maldonado y otros contra Servi-
cio  Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00269-090206-2004-0614.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 147

Derecho Ambiental

1. INTERÉS GENERAL DE PRESERVACIÓN DEL


AMBIENTE Y EL INTERÉS PARTICULAR

“A fin de abundar sobre lo anterior, esta Sala estima menester transcri-
bir una decisión de la Sala Constitucional (N° 2.254, de fecha 13 de
noviembre  de  2001),  donde  cita  a  su  vez  una  sentencia  del Tribunal
Constitucional Español, que al tratar el tema de la inexistencia de los
derechos absolutos dispuso como sigue:

Al respecto, resulta necesario traer a colación el fallo dictado
por el Tribunal Constitucional Español, respecto a la inexisten-
cia de los derechos absolutos (...):

(...) En el derecho constitucional contemporáneo no existen
derechos absolutos y prevalentes frente a otros derechos fun-
damentales o de rango constitucional. Y en un Estado social y
democrático de Derecho, como el que proclama el art. 1 CE,
es lícitamente posible para el legislador la introducción de lími-
tes y restricciones al ejercicio de derechos de contenido patri-
monial,  como  los  de  propiedad  y  libertad  de  empresa,  por
razones derivadas de su función social. (...) (Sentencia 227/
93, de 9 de julio).

Específicamente,  en  el  caso  que  nos  ocupa,  se  contrasta  un  derecho
particular sobre una casa vacacional, pues para ese fin, según sostuvo
el recurrente en el libelo, era destinado el inmueble cuya demolición fue
148 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

ordenada mediante la resolución ministerial impugnada, con un derecho
de interés general, cual es la protección al medio ambiente.

En efecto, mediante el acto recurrido se ordenó la demolición de una
casa  de  playa,  presuntamente  propiedad  del  ciudadano Anastasio  De
Jesús Rodríguez, puesto que las aguas del mar aledañas a dicha vivien-
da, estaban contaminadas, producto de filtraciones de pozos sépticos
construidos en contravención con la normativa jurídico-ambiental vigente.

En otras oportunidades, la Sala ha decidido cuál de tales derechos debe
prevalecer cuando se encuentran enfrentados; así, en un caso similar al
de autos,  en  la oportunidad  de resolver  una medida cautelar,  se dejó
sentado lo siguiente:

Al analizar la norma constitucional se observa que la misma
establece una vez mas límites al ejercicio de algunos derechos,
por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protec-
ción del ambiente u otras de interés social.

En  ese  orden  de  ideas,  destaca  la  innovación  que  sobre  la
materia ambiental contiene el nuevo instrumento constitucio-
nal, al consagrar en su Título III, las normas relativas a este
tipo de derechos, especialmente cuando establece, en su ar-
tículo 127: ‘El Estado protegerá el ambiente, la diversidad
biológica, genética, los procesos ecológicos, los parques na-
cionales y monumentos naturales y demás áreas de especial
importancia ecológica’.

En tal virtud, no puede esta Sala dejar de resaltar la im-


portancia de la actividad que cumple el Estado a través
de entes específicos, para la tutela de esos intereses
generales por sobre un interés individual,  como  sería  el
caso de autos; por lo cual no es posible atender a la petición
del solicitante sin los elementos probatorios suficientes que
garantizan el pleno respeto a los derechos colectivos involu-
crados. Así se declara. (Vid. sentencia Nº 01797, de fecha 03
de  agosto  de  2000,  caso:  Geo-Industrial  La  Roca,  C.A.  vs.
Resolución Nº 88 de fecha 01 de septiembre de 1999, emana-
da del Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales)
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 149

Según el criterio contenido en la decisión parcialmente transcrita supra,
y sin entrar en mayores consideraciones, es claro que no puede preva-
lecer un interés particular, especialmente si persigue simples fines re-
creacionales, frente a un interés general de preservación ambiental, que
repercute en la esfera de la colectividad, la biodiversidad, y en fin, de la
vida misma, que se impone constitucionalmente como deber al Estado.
Así se declara”.

N° de sentencia: 01641.
Fecha de Publicación: 28 de junio de 2006.
Caso: Anastasio de Jesús Rodríguez contra Minis-
tro del Ambiente y de los Recursos Natura-
les  Renovables  (hoy  Ministerio  del  Poder
Popular para el Ambiente).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 127.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01641-280606-1989-6597.htm
150 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Civil

1. VICIOS OCULTOS. ACCIÓN REDHIBITORIA Y


ACCIÓN ESTIMATORIA. DIFERENCIAS. REQUISITOS
DE PROCEDENCIA

“En aquellos casos en que la cosa vendida resulte afectada por un vicio
oculto, anterior a la venta y desconocido por el comprador al momento
de celebrarse la operación, de conformidad con lo establecido en los
artículos 1.518 y 1.521 del Código Civil, éste puede ejercer dos tipos de
acciones: la acción redhibitoria, cuya finalidad es devolver la cosa a
cambio del precio o de lo que ha recibido el vendedor; y b) la acción
estimatoria o quanti minoris, que difiere de la anterior en el sentido de
que no se pretende la devolución de la cosa a cambio de la restitución
del precio pagado, sino que se pide la disminución del precio pagado,
reteniéndose la cosa y obteniéndose una indemnización correspondiente
a la disminución de su valor.

(...)

En  primer  lugar,  para  que  se  trate  de  la  acción  estimatoria  o quanti
minoris se requiere lo siguiente: 1) Que se alegue la existencia de vi-
cios ocultos en la cosa vendida que la haga impropia para el uso a que
esté destinada, o que disminuya el uso de ella de tal manera que si el
comprador los hubiera conocido, no lo habría comprado o hubiera ofre-
cido un precio menor. 2) Que los vicios sean desconocidos por el com-
prador  en  el  momento  de  la  venta. 3)  Que  se  decida  retener  la  cosa,
haciéndose restituir la parte del precio que determinen los expertos”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 151

N° de sentencia: 06397.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2005.
Caso: Olaya  Lugo  de  Sánchez  contra  Instituto
Nacional de la Vivienda (INAVI).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CC: Arts. 1.518 y 1.521.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06397-301105-1998-15246-1.htm

2. EL PAGO COMO MEDIO DE EXTINCIÓN DE LAS


OBLIGACIONES

“Así las cosas, a los fines debatidos juzga pertinente este Alto Tribunal
comenzar su análisis a partir de la observancia de los términos relativos
a las figuras del ‘pago’ y sus modalidades, del ‘plazo’ y la ‘prórroga’.
En este contexto, advierte la Sala que por ‘pago’ debe entenderse en
términos generales la acción de pagar, de satisfacer una obligación, siendo
que tal figura en su  acepción jurídica supone ‘el cumplimiento de la
prestación que  constituya el  objeto de  la obligación,  ya sea  ésta una
obligación de hacer o una obligación de dar. Constituye una forma típica
de extinguir las obligaciones’. (Osorio Manuel. Diccionario de Cien-
cias Jurídicas, Políticas y Sociales.  Editorial  Heliasta,  S.R.L.,  Bue-
nos Aires, Argentina, p. 533).

Asimismo, debe destacarse que dicho medio de extinción de las obliga-
ciones puede realizarse según dispone nuestra legislación de diversas
formas, así por ejemplo, suele diferenciarse el pago legal del convencio-
nal, siendo el primero el ordenado por la ley y que debe verificarse en el
tiempo, modo y lugar dispuesto por la ley o el reglamento según se trate,
y el segundo, este es, el convencional como aquel que puede pactarse
libremente entre el deudor y el acreedor. Siendo ello así, resulta eviden-
te el carácter legal que ostenta el pago que resulta de la determinación
del impuesto sobre sucesiones”.

Nº de sentencia: 00263.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Contraloría General de la República contra
Sucesión de Juan Simón Mendoza Fleury.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00263-090206-1996-12865.htm.
152 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. LA COMPENSACIÓN COMO MEDIO DE EXTINCIÓN


DE LAS OBLIGACIONES

“(...) la compensación es un medio de extinción, común a todas las obli-
gaciones,  independientemente  de  su  origen  o  de  su  clase,  que  opera
respecto a las deudas de dos personas recíprocamente deudoras y has-
ta la concurrencia de sus montos, cuando dichas deudas resultan homo-
géneas, líquidas y exigibles. En el ordenamiento positivo tal medio de
extinción de las obligaciones se encuentra previsto en el artículo 1.331
del Código Civil, que reza:

Artículo 1.331: Cuando dos personas son recíprocamente deu-
doras, se verifica entre ellas una compensación que extingue
las dos deudas, del modo y en los casos siguientes.

Así,  a  través  de  la  compensación  ambas  personas  se  liberan  total  o
parcialmente de la obligación que tenían una respecto a la otra, evitando
de esta forma un innecesario desplazamiento de dinero, riesgos y gas-
tos, pues dicho medio de extinción opera como garantía de pago entre
ambos deudores. En este orden de ideas, tanto la doctrina como la juris-
prudencia han precisado los requisitos de procedencia de tal figura, así:

1.- Simultaneidad: las obligaciones deben existir al mismo tiempo, aun-
que hayan nacido en momentos diferentes.

2.- Homogeneidad: la deuda que se da en pago debe tener el mismo obje-
to o uno similar a la deuda que se desea extinguir. En definitiva, existe
homogeneidad cuando las deudas tienen igualmente por objeto una suma
de dinero, pero cuando no se trata de dinero, las deudas deben compren-
der cantidades determinadas de cosas de una misma especie.

3.- Liquidez: los créditos a compensar deben ser líquidos, es decir, se
debe saber sin duda lo que se debe y la cantidad debida.

4.- Exigibilidad: se excluyen las obligaciones sometidas a término y a
condición suspensiva, salvo las excepciones previstas en la Ley.

5.- Reciprocidad: las personas entre las cuales se da la compensación,
deben ser recíprocamente acreedoras o deudoras una de otra.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 153

No obstante, si bien se admite como medio general de extinción de las
obligaciones cualesquiera fuere su causa o tipo, existen determinados
casos en los que la misma no resulta procedente, a tenor de lo dispuesto
en el artículo 1.335 del citado Código Civil (...)”.

N° de sentencia: 01013.
Fecha de Publicación: 26 de abril de 2006.
Caso: Deformaciones Plásticas de Metales, C.A.,
contra Servicio Nacional Integrado de Ad-
ministración Tributaria (SENIAT).
Ponente: Emiro García Rosas.
CC: Arts. 1.331 y 1.335.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
01013-260406-1999-15988.htm

4. CAUTIO IUDICATUM SOLVI

“Sobre el anterior particular, ya esta Sala se pronunció en la sentencia
dictada en fecha 11 de julio de 2001, expediente N° 15.261, señalando
respecto de la mencionada norma, lo siguiente:

La disposición transcrita regula el caso de lo que se denomina
en doctrina cautio judicatum solvi, la cual consiste en que el
demandante no domiciliado en Venezuela debe afianzar el pago
de lo que pudiere ser juzgado y sentenciado.

Esta figura comporta dos excepciones, las cuales consisten en
que la caución no procede cuando el actor demuestre que po-
see  en  el  país  bienes  en  cantidad  suficiente,  y  salvo  lo  que
dispongan leyes especiales.

La  primera  de  las  excepciones  se  refiere  al  caso  de  que  el
demandante  a  pesar  de  no  estar  domiciliado  en  el  país,  de-
muestre que tiene bienes suficientes para responder de las re-
sultas del juicio, caso en el cual corresponderá a éste la carga
de probar esta circunstancia a los fines de excluir el requisito
de la fianza.

La otra excepción se refiere a lo que dispongan las leyes espe-
ciales, ello en armonía con lo expresado en el mismo Código
154 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Civil en su artículo 14, en donde se aplica el criterio de espe-
cialidad, respecto de la ley general.

Estima  la  Sala  que  las  excepciones  mencionadas  no  tienen


carácter concurrente,  es decir, que la existencia de una sola
de ellas hace innecesaria la existencia de la otra.

A  la  luz  del  mencionado  criterio,  se  observa  que  en  el  caso  que  nos
ocupa, los alegatos de la parte actora se fundamentan en la segunda de
las excepciones del artículo 36 del Código de Procedimiento Civil a te-
nor de lo dispuesto en el artículo 1.102 del Código de Comercio (...)”.

N° de sentencia: 01591.
Fecha de Publicación: 21 de junio de 2006.
Caso: Krackerton Corporation, N.V. contra Minis-
terio de la Defensa (hoy Ministerio del Po-
der Popular para la Defensa).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 36.
CC: Art. 14.
CCom: Art. 1.102.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01591-210606-1999-14866.htm

5. CESIÓN DE CRÉDITOS

“Al respecto, considera este Máximo Tribunal que la cesión de créditos
es un mecanismo de transmisión de las obligaciones, en el cual el cesio-
nario sustituye al acreedor originario en las mismas condiciones, perma-
neciendo todas las garantías (cauciones, privilegios e hipotecas) que lo
protegen; y el deudor cedido conserva las defensas y excepciones que
tenía originalmente.

Ahora  bien,  lo  que  es  transmisible  es  todo  aquello  que  se  encuentre
vinculado al crédito, pero no las peculiaridades y privilegios que derivan
de la naturaleza personal del sujeto que hace la transmisión, que pudiera
derivar de su naturaleza jurídica, su carácter público o privado, su for-
ma de constitución.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 155

De allí, que en el caso que nos ocupa, la cesión de créditos no puede
trasladar al sujeto cesionario la condición de nacional o mercantil. Así
se decide”.

N° de sentencia: 01591.
Fecha de Publicación: 21 de junio de 2006.
Caso: Krackerton Corporation, N.V. contra Minis-
terio de la Defensa (hoy Ministerio del Po-
der Popular para la Defensa).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01591-210606-1999-14866.htm

6. FUNCIÓN CALIFICADORA DEL REGISTRADOR

“(...) denunció la parte recurrente que tanto el Registrador Subalterno
del Segundo Circuito del Municipio Maracaibo del Estado Zulia como el
Ministro del Interior y Justicia, se extralimitaron en sus funciones al
entrar a revisar la legalidad y juridicidad del procedimiento de cobro de
bolívares que dio lugar al juicio de ejecución de hipoteca, el cual conclu-
yó con la adjudicación del bien inmueble hipotecado y el levantamiento
del acta de remate que pretende protocolizar la empresa recurrente.

Sin embargo, respecto a este tipo de situaciones en las que adjudicado
un bien inmueble como resultado de un juicio ejecutivo y levantada el
acta de remate que concede la titularidad del bien, surjan dudas al Re-
gistrador respecto a la aplicación de la Ley o la sanidad del documento
presentado para su protocolización, establece el artículo 11 del Decreto
con Fuerza de Ley de Registro Público, publicado en Gaceta Oficial
No. 4.665 Extraordinario del 20 de diciembre de 1993, y parcialmente
reformado en Gaceta Oficial No. 5.215 del 29 de enero de 1998, aplica-
ble al caso de autos:

Artículo 11.- Cuando ante la solicitud de protocolización de un
documento al Registrador le surjan dudas en cuanto a la inteli-
gencia  y  aplicación  de  esta  Ley,  o  cuando  considere  que  el
título o documento presentado adolece de algún defecto que
impida su registro o incumpla con alguno de los requisitos es-
tablecidos en esta Ley para el registro de un documento, debe-
156 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

rá negar la respectiva protocolización y el Registrador dentro
de los treinta (30) días calendario siguientes a la fecha de pre-
sentación del documento, extenderá por escrito la negativa, la
cual deberá ser razonada, debiendo incluir todos los motivos
en los cuales fundamenta su decisión. (Destacado de la Sala).

La  norma  antes  transcrita  establece  amplios  poderes  del  Registrador


para revisar y evaluar los documentos presentados para su protocoliza-
ción, así como para negar su registro en los casos en que considere que
éstos no cumplen con los requisitos legales, o cuando advierta en ellos
defectos de tal naturaleza que su protocolización pudiera poner en en-
tredicho la seguridad jurídica que pretende obtenerse con el empleo del
sistema registral y el otorgamiento de los efectos jurídicos consiguien-
tes, tal como la certeza de documento público que se tendrá como váli-
do y eficaz hasta que eventualmente se le prive de dichas cualidades
por un pronunciamiento jurisdiccional.

(...)

Conforme a dicha norma [Art. 89 LRP], en el ejercicio de su función
calificadora el Registrador puede entrar a la revisión del título inmedia-
to de adquisición de la propiedad, conocida como tracto sucesivo. En tal
sentido, la jurisprudencia de esta Sala se ha pronunciado para afirmar
que los Registradores están investidos de amplios poderes para exami-
nar y escrutar la legalidad de los actos y documentos protocolizables, en
particular, los documentos de los cuales emana directamente el título
presentado. En el examen de dichos documentos, el Registrador está
facultado para escrutar su procedencia directa y su juridicidad, por lo
que en caso de considerar que éstos se encuentran viciados de ilegali-
dad, puede negarse a realizar la protocolización hasta que las irregulari-
dades  detectadas queden  subsanadas.

(...)

En el caso de autos, aún cuando lo que se pretendía protocolizar era el
acta de remate, la revisión del tracto sucesivo requería un análisis del
juicio de cobro de bolívares en el cual aquella se produjo (...). Así, el
Registrador se encontraba jurídicamente investido de potestades de exa-
men para verificar la legalidad y la legitimidad de la decisión condenato-
ria del accionante original y sus sucesores”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 157

N° de sentencia: 01423
Fecha de Publicación: 06 de junio de 2006.
Caso: Colgate Palmolive, C.A., contra el Ministro
del  Interior  y Justicia  (hoy  Ministerio  del
Poder Popular para las Relaciones Interio-
res y Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LRP: Arts. 11 y 89.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01423-060606-2001-0033.htm
158 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Cooperativo

1. ORIGEN Y EVOLUCIÓN LEGAL DE LAS


COOPERATIVAS EN VENEZUELA

“Las llamadas Cooperativas tienen su origen en el principio del ‘Coope-
rativismo’, el cual ha sido considerado como ‘un sistema de organiza-
ción  económica  dirigido  a  sustituir  la  intermediación  capitalista
–individualista y lucrativa por naturaleza– por un modelo basado en prin-
cipios de solidaridad’.

Este fenómeno cooperativista, según lo expone Jaime R. Daly Guevara
en  su  libro  ‘Derecho  Cooperativo’  (Colección Tesis de Doctorado,
Editorial Universidad Central de Venezuela, Facultad de Derecho, Vo-
lumen VII, año 1967), desde sus inicios ha tenido un crecimiento asom-
broso, no sólo en lo numérico sino en cuanto a la variedad de objetivos y
formas económicas que ha comprendido.

(...)

En Venezuela, el Código de Comercio de 1904 no hizo referencia alguna
a la figura de la cooperativa, y no es sino hasta el 23 de julio de 1955,
que el nuevo Código en su artículo 353, defiere todo lo relativo a las
cooperativas a las leyes especiales y su reglamento.

Así, la Ley de Sociedades Cooperativas publicada en Gaceta Oficial N°
20.875 de fecha 15 de agosto de 1942, disponía en su artículo 9, que en los
casos no previstos en esa Ley, en su Reglamento, o en los Estatutos In-
ternos de las respectivas Cooperativas, se tomarían en consideración: los
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 159

principios del Derecho Cooperativo generalmente admitidos; las prescrip-
ciones del Código de Comercio sobre sociedades anónimas; y, finalmen-
te, los principios del Derecho común. Y de no encontrarse aplicables estas
reglas, se decidiría conforme a los principios generales del Derecho.

Posteriormente,  en  Gaceta  Oficial  de  la  República  de  Venezuela  N°


1.750 Extraordinario del 27 de mayo de 1975, se publicó el Decreto N°
922  de  fecha  16  del  mismo  mes  y  año,  mediante  el  cual  se  reformó
parcialmente  la  Ley  General  de Asociaciones  Cooperativas,  en  cuyo
artículo 4, relativo a la Ley aplicable, se mantuvo lo sostenido en la Ley
anterior, eliminándose la aplicación de los principios del Derecho Co-
operativo y las prescripciones del Código de Comercio sobre socieda-
des anónimas.

Finalmente, las dos últimas reformas legales sobre la materia, conteni-
das en los Decretos N° 1.327, publicado en la Gaceta Oficial de la Re-
pública Bolivariana de Venezuela N° 37.231, de fecha 02 de julio de
2001, y el N° 1.440 del 30 de agosto de 2001, publicado en la Gaceta
Oficial N° 37.285 de fecha 18 de septiembre de ese mismo año, le con-
fiere a este tipo de sociedades un fundamento constitucional aplicándo-
seles  prelativamente  las  normas  de  la  Ley  Especial  de Asociaciones
Cooperativas (cuya última reforma fue publicada en la Gaceta Oficial
N° 37.285 de fecha 18 de septiembre de 2001), su reglamento, sus esta-
tutos, los reglamentos y disposiciones internas y, en general, las normas
de Derecho Cooperativo y, supletoriamente, el Derecho común, tal como
lo establece el artículo 8 de ambas reformas de la Ley.

Cabe  resaltar, que  ya bajo la  vigencia  de la Constitución de  1961 se


hacia mención a las cooperativas, aún cuando éstas no habían alcanza-
do el auge que hoy tienen. Eran organizaciones de poca trascendencia,
dedicadas a solucionar pequeños problemas comunitarios sin ningún papel
protagónico en el desarrollo de la sociedad.

(...)

De esta manera, a pesar de que las Cooperativas ya gozaban de la pro-
tección y tutela del Estado, su fomento para mejorar la economía popular
no tuvo el desarrollo que la norma constitucional se proponía alcanzar.

Actualmente, a raíz de la entrada en vigencia de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela de 1999, y de los profundos cam-
160 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

bios que el país se encuentra experimentando en lo político, económico
y social, las cooperativas han adquirido especial relevancia a la luz del
nuevo  marco  Constitucional.  En  efecto,  en  el  escenario  de  la  nueva
conformación de la organización social que la Constitución propone, las
Cooperativas son organizaciones dentro de las cuales los ciudadanos
tienen un papel decisivo, participativo y protagónico en lo social y eco-
nómico, interviniendo activamente en los procesos de formación, for-
mulación y ejecución de las políticas públicas por su carácter generador
de beneficios colectivos.

(...)

Así, el Estado protegerá y promoverá estas organizaciones que consti-
tuyen modelos de desarrollo económico y social alternativos, bajo el
régimen de propiedad colectiva con sustento en la iniciativa popular,
con el fin de fortalecer el desarrollo económico del país. De esta mane-
ra dichas organizaciones permiten el acceso y el derecho a la participa-
ción de todos los ciudadanos en los asuntos públicos, de manera directa,
semidirecta o indirecta, no quedando circunscrita tal participación a los
procesos  electorales,  sin  encontrarse  sujetas  a  determinados  campos
de acción, siempre que sean desarrolladas con carácter social a fin de
generar beneficios para la colectividad”.

N° de sentencia: 06516.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Rosaura Coromoto Martínez contra Coope-
rativa “El Paraguanero 219”.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CCom: Art. 353.
LSC (1942): Art. 9.
LGAC (1975): Art.4.
LEAC (2001): Art. 8.
CRBV
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06516-141205-2005-1753.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 161

2. NATURALEZA JURÍDICA DE LAS COOPERATIVAS

“Las  Cooperativas  son  organizaciones  constituidas  por  personas  que


comparten intereses comunes con miras a lograr la defensa y el dere-
cho a la supervivencia en sus requerimientos básicos de diferentes ór-
denes: familiares, técnicos, religiosos, económicos, artísticos, etc.; y que
aunque en lo económico se han unido en la búsqueda de un beneficio
éste no es similar al concepto de lucro.

Estas finalidades, sumadas a la formación de un patrimonio separado,
les otorgan a tales organizaciones un definido carácter de sociedad en
los términos empleados por el artículo 1.649 del Código Civil, pero con
las especificidades antes señaladas.

Dichas razones impiden considerar a las cooperativas como sociedades
mercantiles, pues estas últimas tienen por objeto actos de comercio (ar-
tículo 200 del Código de Comercio); mientras que las cooperativas fun-
damentadas como se encuentran en los principios de la solidaridad y el
mutualismo,  presentan  facetas,  condiciones,  estructura  y  campos  de
aplicación diferentes, aun cuando exista en ellas el espíritu, propósito y
razón de sus integrantes de mejorar su calidad de vida y de emancipar-
se frente al interés del lucro por el lucro mismo y sin la subordinación de
lo social a lo económico.

Desde esta perspectiva, las cooperativas pueden ser de diversas índo-
les: de producción de bienes o servicios (cooperativas de producción);
para la obtención de bienes o servicios (cooperativas de obtención o de
consumo); para la producción y obtención de bienes o servicios (coope-
rativas mixtas).
162 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Las sociedades cooperativas, en principio, no persiguen la realización
de actos de comercio sino de actos cooperativos, los cuales se distin-
guen por ser producto de la cooperación entre seres humanos con un fin
socio-económico (cooperar para procurar el mejoramiento social y eco-
nómico del grupo mediante la acción conjunta de los miembros en una
obra colectiva). Sin embargo, para lograr su objetivo las cooperativas
pueden realizar inclusive actos de comercio, siempre y cuando éstos se
ubiquen dentro del contexto de los fines de la cooperativa.

No obstante lo anterior, la doctrina niega la calificación de mercantil aun
para las sociedades cooperativas que obtengan excedentes en sus opera-
ciones con el público, es decir, con personas que no sean miembros de la
cooperativa, siempre y cuando esos excedentes no se repartan entre los
socios como una “utilidad”, sino que pasen a integrar el fondo de reserva
de la sociedad, esto es, que se destinen a un fin cooperativista.

Siendo así, estos modelos de asociación se consideran como empresas
de producción, obtención, consumo o crédito, de participación libre y
democrática, conformadas por personas que persiguen un objetivo co-
mún económico y social, donde la participación de cada socio en el be-
neficio es determinado por el trabajo incorporado al objetivo común y no
por la cantidad de dinero que haya aportado”.

N° de sentencia: 06516.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Rosaura Coromoto Martínez contra Coope-
rativa “El Paraguanero 219”.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CC: Art. 1.649.
CCom: Art. 200.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06516-141205-2005-1
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 163

Derecho Financiero

1. AUXILIOS FINANCIEROS VS OPERACIONES DE


GARANTÍA DE DEPÓSITOS

“Con ocasión a lo antes expuesto, resulta pertinente destacar que en un
caso similar al de autos (véase sentencia N° 150 de fecha 25 de febrero de
2004, caso Ignacio Salvatierra Palacios vs. Contraloría General de la Repú-
blica), la Sala estableció que no es jurídicamente conciliable el otorgamiento
de auxilios financieros con la finalidad de efectuar operaciones de garantía
de depósitos, por cuanto son dos operaciones con objetos y sujetos distintos
según la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras.

Así, se desprende de la precitada Ley que la primera de ellas, el auxilio
financiero, tiene por objeto la rehabilitación del banco o la institución
financiera con problemas de solvencia o de liquidez, constituyendo és-
tos los sujetos de la referida figura, mientras que la segunda de ellas
tiene por objeto garantizar los depósitos del público hasta por un monto
determinado, cuando el banco o la institución financiera se encuentre en
proceso de liquidación, siendo el sujeto beneficiario de la garantía de
depósitos el cliente o depositante”.

Nº de sentencia: 00211.
Fecha de Publicación: 08 de febrero de 2006.
Caso: Héctor Jerónimo Valecillos Toro contra Con-
traloría General de la República
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LGBOIF:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/000211-080206-1997-13419.htm.
164 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

2. IMPOSIBILIDAD DE EJERCER ACCIONES DE COBRO


CONTRA UNA INSTITUCIÓN FINANCIERA
INTERVENIDA O EN LIQUIDACIÓN

“(...) ha sido el criterio de esta Sala Político-Administrativa (casos: Banco
de los Trabajadores del 6 de mayo de 1999, y Banco Latino C.A., del 21
de octubre de 2003), que no es posible intentar ninguna gestión o acción
de cobro contra una institución financiera afectada de intervención o en
liquidación, por lo que desde que fue declarada la intervención del Ban-
co Latino y su consecuente liquidación se configuró la prohibición legal
contenida en  los artículos 383  y 484  de la  Ley General de  Bancos y
Otras Instituciones Financieras, de no continuar ninguna gestión judicial
de cobro, deviniendo, de conformidad con el artículo 59 del Código de
Procedimiento Civil, en una causal sobrevenida de pérdida de jurisdic-
ción, que podrá declararse de oficio y en cualquier instancia y grado del
proceso. Así se decide.

(...)

Sin embargo, la declaratoria anterior no produce de pleno derecho la
pérdida de la potestad de reclamar las acreencias adeudadas por el ente
sometido a liquidación administrativa, toda vez que la falta sobrevenida
de jurisdicción analizada anteriormente, trae como consecuencia, que
no sea el Poder Judicial el llamado a proferir un pronunciamiento sobre
el derecho reclamado y que sea la instancia administrativa designada
por la ley a tales fines, la encargada de llevar a cabo la liquidación del
patrimonio social y su distribución proporcional entre el universo de
acreedores de la entidad financiera afectada”.

N° de sentencia: 01170.
Fecha de Publicación: 10 de mayo de 2006.
Caso: Jesús Alberto Vásquez Mancera, Joelle Ve-
gas Rivas y otros contra Banco Latino, C.A.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LGBOIF: Arts. 383 y 484.
CPC: Art. 59.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01170-100506-2005-5351.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 165

Derecho Internacional Privado

1. COSA JUZGADA INTERNACIONAL

“La norma transcrita [Art. 1 LDIP] consagra el orden de prelación de
fuentes en materia de derecho internacional privado, incluyendo en
cuarto lugar los principios de derecho internacional privado general-
mente  aceptados.

En atención al referido orden de prelación de las fuentes en el derecho
internacional privado, advierte la Sala que en el caso bajo examen no
existe una norma expresa de derecho internacional público vigente en-
tre Venezuela e Inglaterra ni en la Ley de Derecho Internacional Priva-
do, que consagre la cosa juzgada internacional como una excepción a la
jurisdicción; tampoco existe una norma que pueda aplicarse análoga-
mente al presente caso.

No obstante, considera esta Sala que existen al menos cuatro razones
que autónomamente permiten la aplicación de la referida excepción:

Una razón por la cual esta excepción debe ser tenida como procedente
dentro de nuestro sistema de derecho internacional privado, está cons-
tituida por la necesidad de reconocer las situaciones jurídicas creadas
de conformidad con un ordenamiento extranjero. En efecto, el artículo 5
de la Ley de Derecho Internacional Privado dispone lo siguiente:

Artículo 5. Las situaciones jurídicas creadas de conformidad
con  un  Derecho  extranjero  que  se  atribuya  competencia  de
acuerdo con criterios internacionalmente admisibles produci-
166 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

rán efectos en la República, a no ser que contradigan los obje-
tivos de las normas venezolanas de conflicto, que el Derecho
venezolano reclame competencia exclusiva en la materia res-
pectiva, o que sean manifiestamente incompatibles con los prin-
cipios esenciales del orden público venezolano.

Así, una sentencia dictada por juez extranjero puede sin duda consti-
tuir  una  ‘situación  jurídica  creada  de  conformidad  con  un  Derecho
extranjero’, como exige la citada norma, la cual regula con precisión
las condiciones en que el ordenamiento venezolano reconoce eficacia
a esas situaciones jurídicas, entre las cuales está, que la ley venezola-
na no reclame jurisdicción exclusiva sobre la materia, que esas situa-
ciones jurídicas no vulneren los principios esenciales del orden público
venezolano y que no se contradigan los objetivos de las normas vene-
zolanas de conflicto.

Por lo tanto, los efectos de situaciones jurídicas creadas de conformi-
dad con un sistema jurídico extranjero, deben ser reconocidos en el te-
rritorio de la República por aplicación del artículo 5 transcrito, siempre
que se cumplan los requisitos previstos por nuestro sistema de derecho
internacional privado.

En segundo término, esta Sala observa que diversas normas internacio-
nales consagran la excepción de cosa juzgada internacional. Así, por
ejemplo, el artículo 396 del Código Bustamante, contenido en el Título
VI  ‘EXCEPCIONES  QUE  TIENEN  CARÁCTER  INTERNACIO-
NAL’, establece expresamente la cosa juzgada internacional como una
excepción a la jurisdicción.

En tal sentido, debe señalarse que a normas como la citada debe reco-
nocérseles su carácter de principios de derecho internacional privado
generalmente aceptados, lo que permite encontrar en ellas soluciones
ausentes en otras fuentes, tales como las convenciones  interamerica-
nas o en la Ley de Derecho Internacional Privado venezolana. Su apli-
cación,  en  consecuencia,  se  impone  en  tales  casos,  por  ello  es  que
pacíficamente la jurisprudencia ha recurrido a la normativa del Código
Bustamante no sólo en forma directa, sino por analogía y como princi-
pios generales de Derecho Internacional Privado.

Esta circunstancia haría procedente por sí misma la aplicación de esta
excepción como principio general de derecho internacional privado, ex
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 167

artículo 1 de la Ley de Derecho Internacional  Privado. Sin embargo,
existen dos razones adicionales.

Así, la tercera de ellas es que una razón de hermenéutica jurídica obliga
al juez venezolano a darle cabida a la excepción de cosa juzgada inter-
nacional.  El  artículo  58  de  la  Ley  de  Derecho  Internacional  Privado
establece que, ‘la jurisdicción venezolana exclusiva no queda excluida
por la pendencia ante juez extranjero de la misma causa o de otra co-
nexa con ella’. Esto supone, por argumento en contrario, que la penden-
cia puede ser declarada cuando la jurisdicción venezolana no es exclusiva
y existe ante un tribunal extranjero una causa idéntica o conexa. De ello
se desprende que nuestro ordenamiento jurídico reconoce a la litispen-
dencia internacional como una excepción a la jurisdicción de los tribu-
nales venezolanos; por lo tanto, resultaría a todas luces absurdo que la
ley por una parte permita la paralización de una causa con elementos de
extranjería relevantes que conozca un juez venezolano (de jurisdicción
no exclusiva) y la exclusión de la jurisdicción venezolana en favor del
juez extranjero, pero que no acepte dicha exclusión cuando ese litigio ya
ha culminado con una sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada.

La culminación natural de todo proceso es la emanación de una senten-
cia definitiva, por lo que si el legislador ha permitido la deferencia del
juez nacional a favor del juez extranjero en casos de jurisdicción concu-
rrente cuando el proceso no ha culminado aún, ¿cómo no ha de admitir-
se  la  misma  deferencia  cuando  el  proceso  ante  el  juez  extranjero  ha
culminado con la emisión de una sentencia definitiva?.

La consagración de la institución de la litispendencia internacional con-
sagrada en el mencionado artículo 58, tiene como idea de fondo evitar el
pronunciamiento de sentencias contradictorias por parte de jueces igual-
mente competentes para conocer de una determinada controversia, pues
el proceso extranjero, puede eventualmente generar una sentencia que
podrá tener efectos en Venezuela.

De modo, que el mismo fundamento apoya la exigencia del reconoci-
miento de la excepción de cosa juzgada, pues de otra manera se vería
frustrada la situación que el legislador quiso descartar, cual es, evitar la
existencia de sentencias contradictorias.

En cuarto lugar, la disposición contenida en el numeral 6 del artículo 53
eiusdem exige, para la eficacia de sentencias extranjeras en el territo-
168 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

rio venezolano, que éstas no sean incompatibles con sentencia anterior
con autoridad de cosa juzgada. Esta disposición reconoce la institución
de la excepción de cosa juzgada internacional, dado que la sentencia
cuyos efectos se pretenden hacer valer en la República Bolivariana de
Venezuela puede colidir tanto con una sentencia dictada por tribunal
venezolano como con otra sentencia extranjera anterior.

Lo expuesto permite concluir que, en efecto, la excepción de cosa juz-
gada internacional está consagrada dentro de nuestro sistema de dere-
cho internacional privado”.

N° de sentencia: 02699.
Fecha de Publicación: 29 de noviembre de 2006.
Caso: Russell Morris Dallen Jr. contra Claire Lu-
cía Hodgson.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LDIP: Arts. 1, 5, 53 y 58.
CB: Art. 396.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02699-291106-2003-0152.htm

2. REQUISITOS DE PROCEDENCIA DE LA COSA


JUZGADA INTERNACIONAL COMO EXCEPCIÓN A LA
JURISDICCIÓN

“(...) en relación al reconocimiento de los efectos de decisiones judiciales
extranjeras, el legislador venezolano establece en cuáles casos tendrán
eficacia en el ordenamiento interno los fallos emanados de autoridades
judiciales extranjeras. En tal sentido, el artículo 53 de la Ley de Derecho
Internacional Privado establece que para que tales efectos sean recono-
cidos en el territorio venezolano, la sentencia extranjera debe cumplir con
los requisitos establecidos en sus seis numerales.

La referida disposición no distingue, cabe recalcar, entre los tipos de
efectos que pueden ser objeto de reconocimiento, a diferencia de lo que
disponía el parcialmente derogado artículo 850 del Código de Procedi-
miento Civil, según el cual una sentencia extranjera no producía efectos
en la República, ni como medio de prueba, ni para producir cosa juzga-
da, ni para ser ejecutada, si no cumplía con los extremos contemplados
en dicho artículo.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 169

Ahora bien, el artículo 55 eiusdem circunscribe la declaratoria previa
del exequátur sólo para la ejecución de las sentencias extranjeras, lo
cual en criterio de esta Sala evidentemente incluye lo relativo a su efec-
to de cosa juzgada, toda vez que este último carácter (la cosa juzgada)
es el presupuesto forzoso de aquel atributo (la ejecución del fallo). En
efecto, ese artículo dispone: ‘Para proceder a la ejecución de una sen-
tencia  extranjera  deberá  ser  declarada  ejecutoria  de  acuerdo  con  el
procedimiento establecido por la ley y previa comprobación de que en
ella concurren los requisitos consagrados en el artículo 53 de esta Ley’.

De manera que conforme a la legislación vigente, es forzoso que a tra-
vés del procedimiento de exequátur se le haya dado el pase a la senten-
cia extranjera, para que produzcan en nuestra República los efectos de
la  cosa  juzgada  y  tenga,  en  consecuencia,  fuerza  ejecutoria;  en  caso
contrario, únicamente podrá tener eficacia probatoria documental, para
evidenciar  determinados aspectos  que  estén  directa o  indirectamente
vinculados con la situación jurídica que es objeto de la sentencia extran-
jera, como por ejemplo para demostrar cuál es el domicilio de las partes,
qué  autoridad  la  dictó,  cuáles  son  las  partes  en  conflicto,  cuál  es  la
materia objeto de la controversia, cuál es su título, cuándo se inició el
juicio, entre otros. Elementos que, como se observa, pueden precisa-
mente hacerse valer a los efectos de oponer la excepción de la litispen-
dencia internacional.

De acuerdo con esto, deben distinguirse los efectos materiales del fallo
extranjero, de los efectos probatorios del instrumento público que lo
contiene (vid. SÁNCHEZ COVISA, Joaquín. ‘La eficacia de las sen-
tencias extranjeras de divorcio’, en Obra Jurídica, Ediciones de la Con-
traloría General de la República, 1976, Pág. 358). Con esta distinción, el
instrumento en el que está contenida la sentencia de divorcio genera el
efecto probatorio de que la sentencia ha sido ciertamente dictada, y de
desprenderse también del referido documento una identidad de partes,
objeto y causa, obligaría al juez venezolano a considerar la procedencia
de la excepción de cosa juzgada internacional, pues la misma también
genera efectos materiales de cosa juzgada, siempre que previamente, a
través del procedimiento de exequátur –tal como se determinó supra–
, se verifique la concurrencia de los requisitos contenidos en el artículo
53 antes referido (...).
170 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

(...)

Ahora bien, respecto de la situación objeto de análisis, el marco jurídico
supra reflejado, en criterio de esta Sala, tiene los siguientes alcances:

Si el fallo extranjero fue sometido al procedimiento de exequátur ante
los órganos jurisdiccionales que establece la Ley, y se declaró su fuerza
ejecutoria en la República Bolivariana de Venezuela, evidentemente pro-
ducirá todos sus efectos (probatorios y materiales), en cuyo caso, acre-
ditada debidamente en el juicio donde fue opuesta la excepción de la
cosa  juzgada  internacional, traerá  como forzosa  consecuencia que  el
órgano judicial venezolano en conocimiento de la acción que es idéntica
a la ya decidida por el tribunal extranjero, declare su falta de jurisdic-
ción, con fundamento en la cosa juzgada internacional.

Pero si la decisión extranjera (debidamente certificada, legalizada y
traducida al idioma castellano si es en idioma extranjero), es acredita-
da en el juicio que se ventila ante los tribunales venezolanos, siendo
que adicionalmente se demuestra que está sometida a un procedimiento
de exequátur en desarrollo, si bien no debe declararse la falta de juris-
dicción, sí tiene que establecerse que existe una cuestión prejudicial,
con lo que el juicio seguirá hasta fase de decisión, momento en el cual
debe suspenderse, hasta que se resuelva la solicitud de exequátur, de
conformidad con lo previsto en el artículo 355 del Código de Procedi-
miento Civil.

En tal sentido, si no se evidencia que respecto del fallo extranjero está
en desarrollo un  procedimiento de exequátur, no  puede  declararse la
existencia de una cuestión prejudicial ni mucho menos, obviamente, la
falta de jurisdicción. Sin embargo, en este supuesto mientras el juicio
(verbigracia, de divorcio, como el que nos ocupa) no haya culminado
con una decisión con autoridad de cosa juzgada, y toda vez que la falta
de jurisdicción puede ser declarada en toda etapa del proceso (salvo en
fase de ejecución, habida cuenta que emitir un pronunciamiento al res-
pecto implicaría la revisión de un proceso ya terminado y en consecuen-
cia la violación de la cosa juzgada), quién desee valerse de la excepción
de la cosa juzgada internacional, tendrá oportunidad de demostrar en el
correspondiente juicio, que están dados los supuestos descritos en los
párrafos  precedentes”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 171

N° de sentencia: 02699.
Fecha de Publicación: 29 de noviembre de 2006.
Caso: Russell Morris Dallen Jr. contra Claire Lu-
cía Hodgson.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LDIP: Arts. 53 y 55.
CPC: Arts. 355 y 850.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02699-291106-2003-0152.htm

3. PRINCIPIOS DE JURISDICCIÓN QUE INSPIRAN LA


LEY DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO

“Nuestro legislador adoptó el principio de jurisdicción directa, de acuer-
do con el cual atribuye al juez venezolano jurisdicción para conocer
determinadas controversias con elementos de extranjería relevantes
cuando están presentes ciertos aspectos o presupuestos. Así, los artí-
culos 39 al 52 de la referida ley [LDIP], establecen los criterios que
permiten al juez venezolano ejercer jurisdicción sobre una determina-
da competencia.

Ahora bien, el ejercicio de esa jurisdicción no implica necesariamente la
exclusión de la jurisdicción que puedan ejercer otros Estados que ten-
gan vínculos con la controversia. La extensión que los Estados pueden
darle a la potestad para ejercer jurisdicción sobre determinados litigios,
es un asunto que está regulado por el derecho internacional público, el
cual establece los límites al ejercicio de esa potestad. Sobre este punto,
la Corte Permanente de Justicia Internacional, en su decisión recaída
en el asunto del S.S. Lotus (Collection of Judgments, PCIJ, Series Ano.
10 (1927), Judgment Nº 9), dejó sentados algunos principios de jurisdic-
ción según los cuales los Estados gozan de un amplio margen de libertad
para establecer los principios de orden interno que regulan cuáles son
los casos donde sus propios tribunales deben atribuirse jurisdicción para
conocer de controversias con elementos de extranjería. De acuerdo con
esto, cada Estado define la extensión de la jurisdicción que atribuye a
sus propias cortes y tribunales de acuerdo con normas internas, siempre
que estas normas no vulneren límites que puedan hallarse en el derecho
internacional público. (Vid. Sentencia de la Sala Político Administrativa
del 5 de mayo de 1994, caso Yrama Rodríguez de León vs. SELA).
172 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

La  práctica  internacional  de  los  Estados  ha  hecho  nacer  el  principio
según el cual éstos deben ejercer la jurisdicción de forma razonable, de
modo que sólo pueden atribuirle jurisdicción a sus propios tribunales
cuando la controversia en cuestión posea algunos vínculos mínimos con
el Estado de que se trate. En tal sentido, es perfectamente posible que
dos o más Estados posean jurisdicción, de acuerdo con sus propias nor-
mas internas, para conocer de una misma controversia.

Conforme a estos principios, la Ley de Derecho Internacional Privado
atribuye al juez venezolano jurisdicción para conocer ciertas controver-
sias que poseen algunos vínculos mínimos con la República, pero esta
atribución de jurisdicción no excluye en términos genéricos la jurisdic-
ción de otros Estados que potencialmente puedan tener sobre la misma
controversia. Así, sobre la base de que otros Estados pueden concurrir
en  el  conocimiento  de  una  controversia  en  la  que  eventualmente  los
tribunales venezolanos tengan jurisdicción para conocer, es que la pro-
pia ley establece los criterios para reconocer la eficacia de los fallos
emanados del juez extranjero (Artículo 53 eiusdem).

Sólo excepcionalmente, el legislador le atribuye competencia exclusiva
al juez nacional, limitando la eficacia que fallos extranjeros puedan te-
ner en nuestro territorio. Pero la jurisdicción exclusiva no es un princi-
pio general consagrado en la ley, pues el fin que la inspira es facilitar la
solución de la controversia y privilegiar la llamada justicia material del
caso concreto, lo cual se vería seriamente entorpecido si el legislador
atribuyera jurisdicción exclusiva al juez nacional en la mayoría de los
casos.  (Vid.  Sánchez  Covisa,  Joaquín,  Anotaciones sobre la compe-
tencia procesal internacional indirecta,  en  Obra  Jurídica,  Ediciones
de la Contraloría General de la República, 1976, pp. 399-400, nota 34).

Visto lo anterior, y toda vez que la exclusividad de la jurisdicción venezo-
lana es  un principio de aplicación excepcional y no general, esta Sala
observa que la jurisprudencia no debe ser insensible a esta determinación
del legislador, la cual debe inspirar toda decisión judicial sobre jurisdicción
en materia de Derecho Internacional Privado. En otras palabras, consi-
dera la Sala que en ese contexto la afirmación de la jurisdicción venezo-
lana debe ser declarada, por una parte, cuando la ley reclame exclusividad
para  el  conocimiento de  la  controversia  y,  por  la otra,  cuando  existan
motivos de fuerza para su afirmación, verbigracia, razones de orden pú-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 173

blico. Caso contrario, el juez nacional debe darle relevancia a la jurisdic-
ción extranjera, pues esa ha sido la determinación del legislador”.

N° de sentencia: 02699.
Fecha de Publicación: 29 de noviembre de 2006.
Caso: Russell Morris Dallen Jr. contra Claire Lu-
cía Hodgson.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LDIP: Arts. 39 y 53.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02699-291106-2003-0152.htm
174 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Mercantil

1. CADUCIDAD DE LAS ACCIONES RELATIVAS A LOS


PROCEDIMIENTOS CONCURSALES

“Planteada en los términos antes expuestos la cuestión previa relativa a
la caducidad de la acción, corresponde a la Sala verificar en esta opor-
tunidad el momento a partir del cual debe computarse el lapso de un año
a que alude el artículo 948 del Código de Comercio, (...).

Como puede apreciarse de la anterior transcripción, el artículo 948 del
Código de Comercio se limita a señalar que dicho plazo se aplica siem-
pre que el asunto se refiera a cualquiera de las acciones que acuerdan
‘...los tres artículos anteriores...’ cuyo cómputo debe efectuarse ‘...des-
de que aparezca que no hay convenio...’.

Concretamente en lo atinente al cumplimiento de la exigencia contem-
plada en la norma bajo estudio, relativa a que el asunto guarde relación
con alguna de las acciones que acuerdan los artículos 945, 946 y 947 del
Código de Comercio, aprecia la Sala que en el presente caso dicho re-
querimiento se verificó, en virtud de que lo pretendido por el accionante
se refiere a la anulación de operaciones o negociaciones como la conte-
nida en la Carta Convenio que corre inserta a los folios 449 al 452 de la
segunda pieza del expediente, todo ello con fundamento en lo dispuesto
en el artículo 946 del Código de Comercio, (...).

Planteada en los términos antes expuestos la cuestión previa relativa a
la caducidad de la acción, corresponde a la Sala verificar en esta opor-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 175

tunidad el momento a partir del cual debe computarse el lapso de un año
a que alude el artículo 948 del Código de Comercio, (...).

De manera que, de acuerdo a lo antes señalado, la acción incoada en
esta oportunidad por el Síndico definitivo de la última de las menciona-
das empresas, encuentra su fundamento en el régimen concursal pre-
visto para la quiebra, conforme al cual dicho Síndico en representación
de  la  masa  de  acreedores  puede  solicitar  la  nulidad  de  determinadas
operaciones o negociaciones efectuadas por la fallida en un período que
doctrinalmente se califica como ‘período de sospecha’.

De ahí que, cumplida la exigencia relativa a que la acción ejercida se
circunscribiera a alguno de los supuestos contemplados en los artículos
945, 946 y 947 del Código de Comercio, siendo la presente la contem-
plada en la segunda de las mencionadas normas, pasa la Sala a estable-
cer la oportunidad a partir de la cual comenzó a computarse el plazo de
caducidad previsto en el artículo 948 eiusdem.

En tal sentido se aprecia que la señalada norma del Código de Comer-
cio se limita a establecer en relación al mencionado lapso de caducidad
que éste se computa desde que aparezca que no hay lugar al convenio.

Tal falta de especificación se muestra aún más compleja si se toma en
consideración, la circunstancia de que dependiendo del carácter con el
cual  se  califique  la  quiebra,  así  como  del  número  de  acreedores  que
concurrieron  al convenio, la  oportunidad  y régimen que se establece
para considerar que el mismo no tuvo lugar, varía significativamente.

En efecto, el convenio puede lograrse unánimemente o por mayorías y
en ambos casos puede ser: ordinario o por abandono. Así, el artículo
1.009 del Código de Comercio, prevé que es factible celebrar el conve-
nio por unanimidad en cualquier estado y grado del proceso, mientras
que la segunda de estas categorías debe efectuarse en la oportunidad
indicada en el artículo 1.010 eiusdem (...).

Lo expuesto debe complementarse con lo establecido en el artículo 1.014
del Código de Comercio (...)

De la misma manera, debe tomarse en cuenta lo preceptuado en el ar-
tículo 1.017 del tantas veces nombrado Código de Comercio (...)”.
176 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Nº de sentencia: 01231.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Henry  Torrealba  Ledesma  y  otros  contra
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela  (CANTV).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CCom: Arts. 945, 946, 947, 948, 1.009, 1.010, 1.014
y 1.017.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01231-170506-2004-0237.htm

2. COBRO DOCUMENTARIO

“Para ello, se considera necesario realizar algunas consideraciones acer-
ca del ‘cobro documentario’ como forma de financiamiento y cobranza
para operaciones de comercio internacional.

En primer lugar, resulta importante advertir que no existen medios de
pagos  específicos  del  comercio  internacional,  pues  en  la  práctica  se
utilizan los mismos que se emplean para liquidar operaciones de comer-
cio interior. Sin embargo, la mayor complejidad de las transacciones
internacionales respecto a las internas, hace que la utilización de los
diferentes medios de pago en el comercio internacional adquiera deter-
minadas peculiaridades, lo que ha justificado la existencia de organis-
mos internacionales tendentes a su estudio y a la unificación de los usos
y costumbres mercantiles.

En  este  orden  de  ideas  debe  señalarse  que  la  Cámara  de  Comercio
Internacional (con sede en París), es un organismo privado creado en
1919 por comerciantes, fabricantes, entidades bancarias y organizacio-
nes de diferentes países que voluntariamente se agruparon para simpli-
ficar y armonizar las reglas y usos del comercio internacional, del cual
la República Bolivariana de Venezuela es miembro. Dicho Organismo,
a través de la denominada ‘Publicación 522’, dictó las ‘Reglas Unifor-
mes para la Cobranza’, vigentes desde el 1° de enero de 1995, las cua-
les se aplican a las distintas modalidades de pago internacional entre las
que se encuentra el denominado ‘cobro documentario’.

Del prenombrado instrumento, se desprende que esa modalidad consis-
te en el cobro de las cantidades correspondientes a una exportación con
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 177

la intervención de un banco intermediario, donde este último no asume
ningún riesgo. En esas operaciones, el exportador (denominado princi-
pal) solicita al importador (girado) que se tramite el cobro, así como la
entrega de los documentos de embarque a través de un banco, por lo
que el exportador entrega los documentos de embarque a un banco re-
mitente, el cual los transfiere a su corresponsal en el país de destino de
la importación (banco presentador o banco cobrador). Una vez recibida
la  documentación  de  embarque  por  el  banco  presentador,  éste  queda
obligado a notificar al importador que tiene a su disposición los docu-
mentos  de  embarque,  los  cuales  entregará  al  importador  únicamente
contra el pago del precio y demás costos inherentes a la importación”.

Nº de sentencia: 00900.
Fecha de Publicación: 05 de abril de 2006.
Caso: Luis Alberto Briceño contra la Contraloría
General de la República.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
RUC:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00900-050406-1998-14844.htm
178 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Procesal

1. ESTIMACIÓN DE LA DEMANDA. INTERPRETACIÓN


DEL ARTÍCULO 38 DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTO CIVIL

“(...) De la interpretación dada por esta Sala a dicho precepto, se ha
determinado que: a. El mismo limita la facultad del demandado a ale-
gar un nuevo hecho: que la cuantía expresada por el actor es reducida
o exagerada, y los motivos que lo inducen a efectuar tal afirmación,
pudiendo, si lo considera necesario, sostener una nueva cuantía; b. No
puede limitarse la parte demandada a contradecir la estimación pura y
simplemente, sino que por fuerza debe agregar el elemento exigido,
cual  es  lo  reducido  o  exagerado  de  la  estimación.  De  modo  que,  si
nada prueba el demandado al respecto, queda firme la estimación he-
cha por el actor.

(...)

Sin perjuicio de lo indicado, es necesario destacar que la firmeza a que
se refiere el precitado artículo 38, no es vinculante para aquellos casos
donde –como en el de autos– se reclama una indemnización por con-
cepto de daño moral, ya que en tales supuestos el juez puede reducir el
monto de la cantidad demandada, atendiendo a criterios o parámetros
objetivos que tanto la jurisprudencia como la doctrina han delineado,
toda vez que el pago que se dispone como reparación de los daños mo-
rales no tiende a la fijación de montos que impliquen una forma de enri-
quecimiento  para  la  víctima,  pues  lo  que  ésta  pretende  es  lograr  un
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 179

verdadero resarcimiento en virtud del dolor sufrido que afecta su patri-
monio moral. Así se declara”.

N° de sentencia: 06421.
Fecha de Publicación: 1° de noviembre de 2005.
Caso: Pablo Suárez Trejo contra Banco de Fomento
Regional Los Andes, C.A. (BANFOANDES).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CPC: Art. 38.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06421-011205-2003-0990.htm

2. INSTRUMENTO PODER. FACULTADES QUE OTORGA

“De acuerdo con las disposiciones del Código Civil que regulan la mate-
ria, el otorgamiento de poder faculta al apoderado para ejercer actos en
nombre y por disposición de su poderdante, resultando entonces que la
extensión de los poderes conferidos en el mandato debe quedar conte-
nida dentro de los límites bajo los cuales fue otorgado. Siendo ello así, la
ley distingue entre el mandato otorgado para el ejercicio de la represen-
tación del mandante o poderdante en todos sus procesos, en cuyo caso
se entiende que el poder es general, y aquél mandato otorgado en forma
especial, esto es, para ejercer la representación del poderdante en cier-
tas y determinadas acciones”.

N° de sentencia: 06421.
Fecha de Publicación: 1° de diciembre de 2005.
Caso: Pablo Suárez Trejo contra Banco de Fomento
Regional Los Andes, C.A. (BANFOANDES).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CC: Art. 1.185.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06421-011205-2003-0990.htm

3. VICIO DE INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA

“Con relación al vicio de incongruencia denunciado, se observa que en el
ordinal 5º del artículo 243 del Código de Procedimiento Civil se establece,
180 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

que toda sentencia debe contener una decisión expresa, positiva y precisa
con arreglo a la pretensión deducida y a las excepciones o defensas opues-
tas, sin que en ningún caso pueda absolverse la instancia.

En razón de tal normativa, destaca que doctrinariamente se ha recono-
cido y así lo ha interpretado este Máximo Tribunal, lo cual se ratifica en
este  fallo  una  vez  más,  que  la  decisión  que  se  dicte  en  el  curso  del
proceso no debe contener expresiones o declaratorias implícitas o so-
breentendidas; debiendo por el contrario ser exhaustiva, es decir, pro-
nunciarse  sobre  todos  los  pedimentos  formulados  en  el  debate,  para
dirimir el conflicto de intereses que le ha sido sometido en el proceso.
La inobservancia de tal requerimiento deriva en el vicio de incongruen-
cia, el cual se origina cuando no existe la debida correspondencia for-
mal  entre  lo  decidido  y  las  pretensiones  y  defensas  de  las  partes
intervinientes en el proceso, manifestándose cuando el juez con su deci-
sión, modifica la controversia judicial debatida, bien porque no se limitó
a resolver sólo lo pretendido por las partes, o bien porque no resolvió
sobre algunas de las pretensiones o defensas expresadas por los suje-
tos, en el litigio. Acarreando el primer supuesto una incongruencia posi-
tiva y, en el segundo, una incongruencia negativa cuando la decisión
omite el debido pronunciamiento sobre algunos de los alegatos funda-
mentales pretendidos por las partes en la controversia judicial”.

N° de sentencia: 00051.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Domingo Guarenas Laya contra Consejo de
Apelaciones  de  la Universidad  Central de
Venezuela.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CPC: Art. 243.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00051-110101-2002-0731.htm

4. RECTIFICACIÓN DE SENTENCIAS

“Las figuras consagradas en el artículo 252 del Código de Procedi-
miento Civil –aclaratoria, salvatura, ampliación y rectificación de las
sentencias–, aluden a la posibilidad jurídica de hacer correcciones a
las sentencias por medios específicos, teniendo cada uno de ellos fi-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 181

nalidades distintas conforme a las deficiencias que presenten los fa-
llos, persiguiéndose, en definitiva, que queden determinados los pun-
tos del dispositivo como esencia del efecto inmediato; en tanto que la
revocatoria por contrario imperio, prevista en el artículo 310 eiusdem,
consagra la facultad que tienen los Jueces de la República para revo-
car  o  reformar  –de  oficio  o  a  petición  de  parte–,  aquellos  actos  y
providencias de mera sustanciación o de mero trámite que hayan dic-
tado y contenga algún error u omisión que afecte la continuación del
proceso. Este medio recursivo previsto en el Capítulo II del Título VII
“De los Recursos”, recae entonces en autos o providencias caracteri-
zados por no contener decisión de algún punto, ni de procedimiento ni
de fondo, y puede declararse, como se indicó, de oficio en ejecución
de facultades otorgadas por la ley al juez para la dirección y sustan-
ciación del proceso.

Por  tanto, resulta  evidente  que el  empleo  de  estos mecanismos  tiene


supuestos de procedencia distintos, en razón al tipo de pronunciamiento
que haya sido dictado, es decir, si se trata de un acto o providencia que
pertenezca al impulso procesal (mera sustanciación o mero trámite), lo
procedente es solicitar la revocatoria por contrario imperio, toda vez
que  contra  dichas providencias  no  es  posible  interponer otro  tipo  de
recurso; por el contrario, si existen puntos dudosos acerca del alcance
de una sentencia, lo que corresponde es solicitar la aclaratoria, la am-
pliación, la salvatura de omisiones o la rectificación de errores de copia,
de referencias o de cálculos numéricos, según el caso”.

N° de sentencia: 06467.
Fecha de Publicación: 07 de diciembre de 2005.
Caso: Alexander Luzardo y otros contra Presiden-
te de la República.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 252 y 310.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06467-071205-2003-1348.htm

5. VICIO DE ABSOLUCIÓN DE LA INSTANCIA.


INEXISTENCIA EN SEDE ADMINISTRATIVA

“Al respecto debe indicarse, que ya la Sala en reiterada jurisprudencia
ha señalado, que el vicio denunciado se configura cuando sobre la ma-
182 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

teria del juicio no recae decisión expresa, positiva y precisa, dejando
incierta la determinación del objeto debatido.

Ahora  bien,  es  preciso  acotar  que  la  absolución  de  la  instancia  no
tiene lugar en vía administrativa, sólo en vía jurisdiccional. Si bien es
cierto que la Administración tiene el deber de decidir los asuntos so-
metidos a su consideración, no es menos cierto que la Ley ha previsto
como beneficio para el administrado la posibilidad de considerar el
silencio de la Administración, como una respuesta negativa (silencio
negativo) o positiva (silencio positivo), a su pretensión, a los fines de
no soslayar su derecho a la defensa y de permitirle continuar impug-
nando ante el superior jerárquico o de acudir a la jurisdicción conten-
cioso-administrativa”.

N° de sentencia: 06514.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Franklin  Quero Aular  contra  Ministro  de
Justicia (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Relaciones Interiores y Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06514-141205-1997-13900.htm.

6. INTERVENCIÓN DE TERCEROS EN EL PROCESO

“En anteriores oportunidades ha sentado esta Sala que la intervención
de personas distintas al accionante o recurrente en los procesos que se
desarrollan ante los órganos jurisdiccionales, forma parte del debido pro-
ceso y del derecho a la defensa, como garantía de oportunidad de todo
ciudadano de insertarse en relaciones procesales previamente ordena-
das y reguladas, en defensa de su interés dentro del proceso, y como
garantía de oportunidad de ser escuchado en situación de igualdad con
los demás sujetos de  la relación procesal y de  obtener  una sentencia
que tome en cuenta sus razones y probanzas. No obstante, corresponde
al interviniente precisar el carácter con que actúa partiendo de los efec-
tos que la decisión pudiera producir en su situación jurídica”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 183

N° de sentencia: 00129.
Fecha de Publicación: 25 de enero de 2006.
Caso: Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela (CANTV) contra Comisión Na-
cional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00129-250106-2003-1540.htm

7. APELACIÓN EN MATERIA TRIBUTARIA

“Así, en cuanto a dicha apelación resulta imperativo a esta Sala atender
a la previsión normativa contenida en el artículo 278 del vigente Código
Orgánico Tributario (...).

De la norma transcrita supra, dimana claramente para esta Sala que el
ejercicio del recurso de apelación contra las decisiones en materia de
determinación de tributos y de aplicación de sanciones pecuniarias, (...)
está supeditado a la concurrencia de varios requisitos de orden diverso,
a saber: i) un elemento de modo de carácter temporal, representado por
el lapso de ocho (8) días de despacho, siguientes a aquél en el cual se
dictó la sentencia, dentro del cual debe ejercerse el referido recurso, y
ii) un elemento de orden cuantitativo, representado por la cuantía míni-
ma de la causa, dispuesto en la precitada norma para las personas natu-
rales  como  el  quantum  que  exceda  de  cien  unidades  tributarias  (100
U.T.), y para el caso de las personas jurídicas con un quantum superior
a  quinientas  unidades  tributarias  (500  U.T.),  a  los  efectos  de  que  la
sentencia que sobre dichas causas se pronuncie sea recurrible. Por su
parte, en el caso de las sentencias interlocutorias, dicha norma añade
un elemento de orden cualitativo, a saber: que sólo podrá apelarse de
sentencias interlocutorias que causen un gravamen irreparable.

Ahora  bien,  el  régimen  descrito  anteriormente  se  opone  de  manera
abierta al régimen diseñado por la legislación adjetiva ordinaria, en la
cual  el  ejercicio  de  este  recurso  debe  estar  condicionado  sólo  a  la
existencia del gravamen; no obstante, la aplicabilidad de la precitada
norma contenida en el vigente Código Orgánico Tributario, está basa-
da en la especialidad de la materia que en dicho instrumento se regu-
la. Incluso, cabe destacar como fundamentos de tal previsión, sin lugar
184 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

a dudas, razones de orden organizativo de la jurisdicción contencioso
tributaria, en pro de la racionalización de la labor revisora de la Máxi-
ma Instancia, ante las cuales el legislador hacendístico se vio precisa-
do a mantener delimitado el ejercicio de determinado tipo de recursos,
como es el recurso de apelación ahora regulado en el artículo 278 del
Código Orgánico Tributario de 2001; lo que en modo alguno contravie-
ne el espíritu del Constituyente de 1999, ya que cuando en su artículo
49 establece el alcance del derecho al debido proceso en los ámbitos
judicial y administrativo, también consagra en su numeral 1 el recono-
cimiento de excepciones tanto constitucionales como legales, respec-
to al derecho a recurrir del fallo”.

N° de sentencia: 00430.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Aceites y Grasas Vegetales ACEGRASAS
DE  VENEZUELA,  C.A.  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
COT (2001): Art. 278.
CRBV: Art. 49.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00430-220206-2003-0941.htm

8. ACTUACIONES SIN PODER

“El artículo 150 del Código de Procedimiento Civil dispone que ‘Cuando
las partes gestionen en el proceso civil por medio de apoderados, éstos
deben  estar  facultados  con  mandato  o  poder’.  Sin  embargo,  el  primer
aparte del artículo 168 eiusdem, consagra una excepción a dicha regla
general, al normar circunstancias específicas en que se permite actuar en
juicio sin poder, una de las cuales previene que ‘Por la parte demandada
podrá presentarse además sin poder, cualquiera que reúna las cualidades
necesarias para ser apoderado judicial; pero quedará sometido a obser-
var las disposiciones pertinentes establecidas en la Ley de Abogados’.

Por tanto, tal como lo ha señalado la Sala en otras oportunidades, ante
la eventualidad de producirse la circunstancia fáctica de la compare-
cencia  de  un  abogado  que,  reuniendo  las  cualidades  requeridas  para
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 185

actuar en carácter de apoderado judicial del demandado, lo haya hecho
sin poder, tal omisión resulta subsanable, con la consignación efectiva
del poder, el cual debe haber sido otorgado con anterioridad a la actua-
ción procesal que se cuestiona. (Ver sentencia Nº 1.235 de fecha 09 de
octubre de 2002)”.

N° de sentencia: 00563.
Fecha de Publicación: 02 de marzo de 2006.
Caso: Spirits  International,  N.V.,  y  otros  contra
Ministerio de la Producción y el Comercio
(hoy Ministerio del Poder Popular para las
Industrias Ligeras y el Comercio).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 150 y 168.
LA
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00563-020306-2002-1169.htm

9. JUSTICIA GRATUITA. ALCANCE

“De otra parte, la Sala tuvo la oportunidad de pronunciarse en cuanto al
alcance del beneficio de la justicia gratuita, dejando sentado lo que a
continuación se transcribe:

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dis-
pone en el primer aparte de su artículo 26, la gratuidad de la
justicia, como un principio según el cual, el acceso a los órga-
nos jurisdiccionales se encuentra libre de gravamen y tal cir-
cunstancia,  de  conformidad  con  el  artículo  254  del  texto
fundamental comprende, que la actuación jurisdiccional de los
tribunales de la República no está sometida a ningún tipo de
tasa, arancel o pago, lo cual constituyó la exoneración del cum-
plimiento de las cargas impositivas derivadas de la acción y
por ende, la derogatoria de las normas que las imponían, tales
como las establecidas en la Ley de Arancel Judicial.

Así, el alcance del principio de gratuidad de la justicia enmar-
cado en el derecho constitucional de acceso a los órganos ju-
risdiccionales, se circunscribe a la incompetencia del Poder
Judicial para exigir algún pago por concepto de su actuación
186 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

procesal,  lo  cual  en  modo  alguno  se  extiende  a  los  efectos
económicos del proceso que no revisten carácter impositivo y
que  deben cumplirse  en  virtud de  las  cargas procesales  que
representan para los accionantes.

Efectivamente, la realización  de los actos de  procedimiento


que corresponden a las partes, supone en éstas, el cumplimiento
de cargas que en muchos casos comportan de manera secun-
daria un efecto económico que debe ser atendido, en razón del
interés propio que su ejecución comporta y de las consecuen-
cias de su inobservancia.

Tal es el caso del artículo 125 de la ley que rige las funciones de
este Máximo Tribunal, conforme al cual se impone al recurrente
la publicación de un cartel, con el objeto de que los interesados
concurran a hacerse parte en el procedimiento anulatorio, para
así brindar a todas aquellas personas que puedan verse lesiona-
das o afectadas en una situación subjetiva, la oportunidad pro-
cesal de hacer valer oportunamente sus alegatos y defensas, lo
cual se enmarca en la garantía del debido proceso.

Al respecto, si bien la publicación del cartel de emplazamiento a
los  interesados  representa  una  erogación  por  parte  del  recu-
rrente, dicho pago no es más que un efecto económico del cum-
plimiento de la carga impuesta por la ley, el cual no es exigido ni
percibido por el Estado para el cumplimiento de su función juris-
diccional y por tanto, no reviste carácter impositivo.

Así, la ausencia del carácter gravoso del pago en la publica-
ción del cartel a que se refiere el artículo 125 de la Ley Or-
gánica  de  la  Corte  Suprema  de  Justicia,  aunado  a  que  mal
podría el Estado o un tercero asumir los efectos económicos
de las cargas procesales del recurrente, toda vez que su eje-
cución depende del interés propio del accionante en cumplir-
las a los fines de obtener la tutela jurisdiccional invocada,
conllevan a esta Sala a declarar que el pago de la publicación
del cartel de emplazamiento a los interesados, no se encuen-
tra amparado por el principio de gratuidad de la justicia y por
tanto, que no existe colisión entre la citada disposición legal y
el artículo 26 de la Constitución y así se decide. (Resaltado
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 187

de la Sala). (Ver sentencia N° 00853, de fecha 11 de junio de
2003, Exp. Nº 16482).

El criterio expuesto en la sentencia parcialmente transcrita, resulta per-
fectamente aplicable al caso bajo examen, pues si bien la publicación de
un Edicto constituye una erogación por parte de los accionantes, reitera
la Sala, que dicho pago no es más que un efecto económico del cumpli-
miento de la carga impuesta por la ley, el cual no es exigido ni percibido
por el Estado para el cumplimiento de su función jurisdiccional y por
ende, no reviste carácter impositivo, por tanto, no se encuentra ampara-
do por el principio de la gratuidad de la justicia”.

N° de sentencia: 00562.
Fecha de Publicación: 02 de marzo de 2006.
Caso: Magali Cecilia Abreu Eljuri y otros contra
el Ministerio del Ambiente y los Recursos
Naturales (hoy Ministerio del Poder Popu-
lar para el Ambiente).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Arts. 26 y 254.
LOCSJ: Art. 125.
LAJ:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00562-020306

10. OBSERVACIONES A LOS INFORMES EN LA LEY


ORGÁNICA DEL TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA

“Conforme al primer aparte del artículo 19 de la Ley Orgánica del Tri-
bunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, la
reglas del Código de Procedimiento Civil rigen de manera ‘supletoria’
en los procedimientos que cursen por ante este Máximo Tribunal, lo que
implica que es la referida ley el instrumento normativo que debe apli-
carse, preferentemente, en cada una de las actuaciones que lleva a cabo
la Sala  y sólo en  caso de que  no medie  una norma en  particular que
regule la situación que se trate, es que se acudirá al mencionado código.

Luego, el artículo 513 del Código de Procedimiento Civil (que entiende
la Sala sustentó el escrito antes mencionado a pesar de no haber sido
188 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

señalado), dispone que ‘Presentados los informes, cada parte podrá pre-
sentar al Tribunal sus observaciones escritas sobre los informes de la
contraria, dentro de los ocho días siguientes, en cualquiera hora de las
fijadas en la tablilla a que se refiere el artículo 192’, siendo que la razón
de ser de la norma, radica en que al realizarse los informes de manera
escrita, el legislador estimó pertinente procurarle a las partes el dere-
cho de refutar las argumentaciones que se hubiesen realizados en dicha
oportunidad, otorgando para tal fin el lapso de ocho días tal y como lo
prescribe el mencionado artículo.

Ahora bien, de acuerdo con el aparte octavo del mismo artículo 19 de la
ley que rige a este Tribunal Supremo de Justicia, la presentación de los
informes en la materia aquí tratada se efectúa de forma oral, constitu-
yendo ello la última actuación de las partes en el proceso. En efecto, la
aludida norma dispone lo siguiente:

Iniciada la relación de la causa, las partes deberán presentar
sus informes en forma oral, dentro de los diez (10) días hábiles
siguientes a la hora que fije el Tribunal Supremo de Justicia. Al
comenzar el acto de informes, el Presidente de la Sala respec-
tiva señalará a las partes el tiempo de que disponen para expo-
ner  sus  informes,  y  de  igual  modo,  procederá  si  las  partes
manifestaren su deseo de hacer uso del derecho de réplica y
contrarréplica. Los informes constituyen la última actuación
de las partes en relación con la materia litigiosa que sea objeto
del juicio o de la incidencia que se trate. (Resaltado de la Sala).

Del texto transcrito se desprende que es en el propio acto de informes,
específicamente al momento de utilizar el derecho a réplica o contrarré-
plica, la oportunidad que tiene cada parte de referirse a lo expuesto por
la contraria en sus informes, no siendo, por lo tanto, procedente la pre-
sentación de observaciones conforme lo pauta el artículo 513 del Códi-
go  de  Procedimiento  Civil.  Esta  aseveración,  se  reafirma  cuando  el
referido texto legal expresa que los informes constituyen la última ac-
tuación de las partes en relación con la materia litigiosa”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 189

N° de sentencia: 05907.
Fecha de Publicación: 13 de octubre de 2005.
Caso: Administradora Convida, C.A., contra Mi-
nisterio de la Producción y el Comercio (hoy
Ministerio del Poder Popular para las Indus-
trias Ligeras y el Comercio).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOTSJ: Art. 19
CPC: Arts. 192 y 513.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05907-131005-2004-0274.htm

11. TÉRMINO DE LA DISTANCIA

“En tal sentido, esta Sala debe reiterar lo establecido en decisión N°
04533 de fecha 22 de junio de 2005 (caso: Refrigeración Internacional,
C.A.), respecto al término de la distancia.

(...)

Por tanto, tal como se indicó en el fallo parcialmente transcrito, el tér-
mino de la distancia se concede para el traslado de las personas que son
llamadas a juicio, cuando disten de la ubicación o sede del tribunal, tér-
mino que se sumará al lapso concedido a la parte para la realización de
un determinado acto procesal; razón por la cual al haber comparecido y
actuado en el proceso, no resulta cónsono con el principio de celeridad
procesal el otorgar dicho término, tantas veces como actuaciones pro-
cesales deba efectuar la parte a la que se le ha concedido”.

N° de sentencia: 00687.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Val-Petrol, C.A. contra PDVSA Petróleo, S.A.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00687-150306-2004-0074.htm
190 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

12. LA COMISIÓN COMO MECANISMO DE


COLABORACIÓN ENTRE LOS DISTINTOS
TRIBUNALES. RESPONSABILIDAD DEL JUEZ POR EL
INCUMPLIMIENTO DE LA COMISIÓN

“(...) la normativa procesal aplicable impone una serie de parámetros
en los cuales ha de desenvolverse la figura de la comisión como meca-
nismo de colaboración entre los distintos tribunales de la República, que
por distintas razones se ven obligados a apoyarse y por ende, transferir
el cumplimiento de algunos actos procesales a otros órganos que com-
ponen la jurisdicción. En orden a cumplir y resguardar el contenido exacto
en que ha de desarrollarse un determinado acto procesal, los jueces se
encuentran obligados, por orden expresa de la ley, a acoger el manda-
miento encomendado por el juez comitente con las directrices que se
establezcan en la referida comisión, esto es, siempre guardando su es-
tricto cumplimiento.

(...)

(...) aun cuando ciertamente la norma contemplada en el artículo 237
del Código de Procedimiento Civil impone que ningún juez podrá dejar
de cumplir su comisión, pues ello daría lugar a la responsabilidad disci-
plinaria para el juez que incurra en violación de la referida disposición;
el sentido de la norma, antes que ser tratado en forma literal, debe ser el
resultado del análisis pormenorizado de los hechos constatados en au-
tos, de forma tal que lleven a concluir que la actuación del juez se en-
marcó completamente dentro del supuesto específicamente señalado,
esto  es, que  de forma  deliberada e injustificada se evadió el cumpli-
miento de la comisión que le ha sido ordenada”.

N° de sentencia: 00743.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: Carmen Astrid Giffuni Criollo contra Comi-
sión de Funcionamiento y Reestructuración
del Sistema Judicial.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 237.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00743-220306-2004-0350-1.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 191

13. EFECTOS DE LA APELACIÓN DE CONFORMIDAD


CON EL PRINCIPIO DE PERSONALIDAD DE LOS
RECURSOS

“En otro contexto, es menester resaltar que ya la Sala en la decisión citada
de fecha 30 de marzo de 2005, recaída en la demanda que por daño moral
intentó el ciudadano Rafael Alberto Latorre Cáceres contra la República
Bolivariana de Venezuela, dispuso que conforme al principio de personali-
dad de los recursos, los efectos procesales de la apelación se producen, en
principio, respecto a la parte que apeló, pero que dicha regla tenía excep-
ciones en razón del principio de igualdad procesal reconocido, entre otros
dispositivos, en el artículo 204 del Código de Procedimiento Civil”.

N° de sentencia: 06318.
Fecha de Publicación: 24 de noviembre de 2005.
Caso: Benilda  Delgado  de  Petit  contra  Instituto
Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 204.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06318-241105-2000-1294.htm

14. OPORTUNIDAD PARA OPONER LA PRESCRIPCIÓN

“(...) conforme al criterio sostenido tanto por la doctrina como por la
jurisprudencia de este Alto Tribunal, según el cual la prescripción cons-
tituye, en principio, una defensa de fondo, que debe ser opuesta en el
acto  de contestación  de la demanda, ello por tratarse de una defensa
perentoria, a tenor de lo dispuesto en el artículo 361 del Código de Pro-
cedimiento Civil, esta Sala estima que no es la oportunidad para pronun-
ciarse respecto de tal alegato”.

N° de sentencia: 00687.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Val-Petrol, C.A. contra PDVSA Petróleo, S.A.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 361.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00687-150306-2004-0074.htm
192 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

15. CUALIDAD O LEGITIMATIO AD CAUSAM

“La cualidad o legitimatio ad causam es condición especial para el ejer-
cicio del derecho de acción y podemos entenderla, siguiendo las ense-
ñanzas del Maestro Luis Loreto, como aquella ‘...relación de identidad
lógica entre la persona del actor, concretamente considerada, y la per-
sona  abstracta  a  quien  la  ley  concede  la  acción  o  la  persona  contra
quien se concede y contra quien se ejercita en tal manera...’. (Ensayos
Jurídicos,  Contribución al Estudio de la Excepción de Inadmisibili-
dad por Falta de Cualidad, Fundación Roberto Goldschmidt. Editorial
Jurídica Venezolana, Caracas, 1987, p. 183).

Es decir, la cualidad debe entenderse como la idoneidad activa o pasiva
de la persona para actuar válidamente en juicio, idoneidad que debe ser
suficiente para que el órgano jurisdiccional pueda emitir un pronuncia-
miento de mérito a favor o en contra”.

N° de sentencia: 00681.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Horst Alejandro  Ferrero  Kellerhoff  contra
Banco de Fomento Regional Los Andes, Com-
pañía Anónima (BANFOANDES, C.A.)
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00681-150306-2003-1267.htm

16. VICIO DE INCONGRUENCIA DE LA SENTENCIA

“Establece  la  legislación  procesal,  que  toda  sentencia  debe  contener


una  ‘decisión  expresa,  positiva  y  precisa  con  arreglo  a  la  pretensión
deducida y a las excepciones o defensas opuestas, sin que en ningún
caso pueda absolverse la instancia’ (ordinal 5° del artículo 243 del Códi-
go de Procedimiento Civil).

Conforme a tales requisitos, toda decisión judicial debe ser dictada de
manera tal que no debe contener expresiones o declaratorias implícitas
o sobreentendidas; por el contrario, el contenido de la sentencia debe
ser  manifestado  en  forma  comprensible,  cierta  y  efectiva,  que  no  de
lugar a dudas, incertidumbres, insuficiencias, oscuridades o ambigüeda-
des; en el entendido que se baste a sí misma, sin necesidad de nuevas
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 193

interpretaciones, ni de requerir del auxilio de otro instrumento jurídico, o
dicho en otros términos, que resulte exhaustiva respecto de todos los
pedimentos hechos valer por las partes en el proceso, logrando así la
solución efectiva del asunto objeto de contención. Asimismo y a tenor
de lo preceptuado por el artículo 244 del citado cuerpo normativo, si la
decisión judicial omitiere la anterior exigencia o alguna de las indicadas
por el referido artículo 243, la misma sería nula.

Respecto al señalado requisito establecido en el ordinal 5° del artículo
243, debe indicarse que si el juzgador en la sentencia no resuelve de
manera clara y precisa, todos aquellos puntos que forman parte del de-
bate procesal, vulnerando así con su decisión el principio de exhaustivi-
dad,  incurre  en  el  denominado  vicio  de  incongruencia;  el  cual  surge
cuando dicho juzgador altera o modifica el problema judicial debatido
entre las partes, bien porque no resuelve sólo lo alegado por éstas, o
bien porque no resuelve sobre todo lo alegado por los sujetos del litigio.
Así, cuando se configura el primero de dichos supuestos, se estará en
presencia de una incongruencia positiva y, en el segundo de los casos,
se incurre en incongruencia negativa cuando el fallo omite el debido
pronunciamiento sobre alguno de los alegatos fundamentales hechos valer
por las partes en la controversia judicial”.

N° de sentencia: 01313.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Servipal, C.A., contra Tribunal Superior de lo
Contencioso Tributario de la Región Central.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 243 y 244.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01313-240506-2004-1040.htm

17. INSTRUMENTOS FUNDAMENTALES QUE DEBEN


ACOMPAÑAR LA DEMANDA

“1. Siendo ello así, en cuanto a la falta de cumplimiento del requisito
contenido en el ordinal 6° del artículo 340 del Código de Procedimiento
Civil, relativo a la indicación de ‘los instrumentos en que se fundamente
la pretensión’; esta Sala observa:
194 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

La norma in commento consagra el deber que tiene la parte actora del
proceso, de promover junto con la demanda los documentos indispensa-
bles, que no son otros que los instrumentos o títulos que permitan com-
probar las afirmaciones fácticas en las que se apoya la pretensión y de
los cuales se deriva el derecho deducido; por ende, constituyen el fun-
damento de su pretensión.

(...)

En efecto, del contenido del ordinal 6° del artículo 340 del Código de
Procedimiento Civil, no se desprende que la presentación de ‘los instru-
mentos en que se fundamente la pretensión’, junto con el libelo, deban
producirse o consignarse por el actor en una forma determinada, pues
el modo en el cual fueron producidos los documentos respecto de los
que se fundamenta la demanda, constituye un asunto vinculado al deba-
te probatorio, no correspondiendo por vía de cuestiones previas alegar
tal situación.

Aunado a ello, debe precisarse que la consignación en autos de los do-
cumentos en copia fotostática, no es óbice para que el demandado efec-
túe  el  examen  de  los  mismos,  a  los  fines  de  ejercer  su  derecho  a  la
defensa en el acto de contestación de la demanda”.

N° de sentencia: 01314.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Swiftships Shipbuilders LLC contra Diques
y Astilleros Nacionales, C.A. (DIANCA).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 340.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01314-240506-2004-1386.htm

18. FUNDAMENTACIÓN DE LA DEMANDA

“2. En lo que respecta a la cuestión previa de defecto de forma de la
demanda, por no haberse indicado ‘la relación de los hechos’; se obser-
va que el ordinal 5º del artículo 340 del Código de Procedimiento Civil,
alude a la fundamentación de la demanda, exigiéndose a quien intente
una demanda que señale las circunstancias de hecho y los fundamentos
de derecho en que se basa su pretensión. Este requisito de la demanda,
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 195

está muy vinculado con el principio de lealtad procesal y con el principio
del contradictorio.

Entonces, quien demanda debe exponer sus razones de hecho y de de-
recho, pero respecto a este último de los requisitos, no es necesario que
la parte actora indique en forma minuciosa cada uno de los fundamen-
tos de derecho, ya que de conformidad con el aforismo iura novit cu-
ria, el juez no está atado a las calificaciones jurídicas que hagan las
partes ni a las omisiones de las mismas, por cuanto él aplica o desaplica
el derecho ex officio. Con lo cual se puede concluir, que la exigencia de
este  ordinal  consiste  en  que  el  escrito  de  demanda  se  redacte  de  tal
manera, que puedan evidenciarse los fundamentos de hecho y su co-
rrespondiente relación con los preceptos o disposiciones legales, que la
parte actora considere aplicable al caso, haciendo así la primaria califi-
cación jurídica de los hechos, sometidos a juicio”.

N° de sentencia: 01314.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Swiftships Shipbuilders LLC contra Diques
y Astilleros Nacionales, C.A. (DIANCA).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 340.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01314-240506-2004-1386.htm

19. FACULTAD REVOCATORIA DEL JUEZ DE ACTOS Y


PROVIDENCIAS DE MERA SUSTANCIACIÓN

“El dispositivo normativo antes transcrito [Art. 310 CPC] indiscutible-
mente condiciona la facultad revocatoria del Juez a los actos y provi-
dencias de mera sustanciación o de mero trámite, que de acuerdo con
la doctrina cumplen una finalidad de ‘...impulso procesal, no contie-
nen decisión de algún punto, ni de procedimiento ni de fondo, son eje-
cución de facultades otorgadas por la ley al juez para la dirección y
sustanciación del proceso, y por no producir gravamen alguno a las
partes, son inapelables y esencialmente revocables por contrario im-
perio, de oficio por el juez, o a solicitud de las partes...’ (Rengel-Rom-
berg, Arístides: Tratado de Derecho Procesal Civil Venezolano, Tomo
II, p. 434).
196 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ahora bien, esta Sala observa que en el caso en estudio el contenido del
auto de fecha 15 de octubre de 1999, a través del cual el Tribunal Supe-
rior Segundo de lo Contencioso Tributario de la Circunscripción Judicial
del entonces Distrito Federal y Estado Miranda, declaró definitivamen-
te firme la sentencia N° 657 y correlativamente ordenó su ejecución,
demuestra una atipicidad que lo individualiza de ese conjunto de autos
que pueden ser dictados por el juzgador, en el sentido de que en él con-
vergen dos elementos que permiten la viabilidad o la coexistencia de
dos posiciones que pueden hacer que los efectos del mismo se manten-
gan o fenezcan en el tiempo, pues por una parte no decide, ni discute
puntos controvertidos en el juicio, con lo cual adquiere un carácter que
lo vincula a un auto de mero trámite y en consecuencia deja abierta la
posibilidad de que pueda ser revocado por contrario imperio, y por la
otra resulta evidente que el prenombrado auto produce una afectación o
un  gravamen  a  la  esfera  jurídica  de  una  de  las  partes  en  el  proceso,
como  lo fue a la Contraloría  General de la República y que lo  hacía
impugnable mediante el recurso de apelación.

La existencia de esta atipicidad permite la viabilidad de las dos posicio-
nes antes referidas, en el entendido de que por una parte los actores del
proceso  podrán  hacer  uso  de  los  recursos  establecidos  en  el  ordena-
miento jurídico para impugnar los autos como el que se examina y por la
otra, el sentenciador actuando como director del proceso podrá igual-
mente revocarlos, aún cuando el auto del 15 de octubre de 1999 haya
sido dictado con posterioridad a la sentencia N° 657 del 28 de abril de
1999, erigiéndose así como circunstancia excepcional al postulado con-
sagrado en el artículo 310 del Código de Procedimiento Civil.

(...)

(...) ha sido criterio pacífico y reiterado de la jurisprudencia que los
lapsos procesales son de orden público, y en modo alguno pueden ser
relajados por voluntad de las partes, sin embargo vale destacar que la
existencia de un error en el procedimiento que haya cercenado o puesto
en peligro el buen funcionamiento del ordenamiento jurídico, atenúa la
aplicación literal del postulado previsto en el mencionado artículo 311
[CPC], permitiendo al juzgador deslastrarse de un análisis restrictivo
y proceder a dejar sin efectos los actos violatorios, precisamente para
salvaguardar las garantías constitucionales y legales, obviando así, aque-
llas circunstancias que en principio pudieran indicarle la intempestivi-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 197

dad de un pedimento dirigido a lograr la revocatoria de una decisión,
pues mal podría limitarse el ejercicio de los derechos como la defensa
y el debido proceso, con una declaratoria de extemporaneidad o in-
tempestividad de una solicitud dirigida a lograr la revocación de un
auto, cuando en todo caso la inobservancia del correcto desenvolvi-
miento del proceso devino del sentenciador, quien en primer término
es su principal garante”.

N° de sentencia: 01399.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: C.A.  Cigarrera  Bigott  Sucesores  contra
Contraloría General de la República.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Arts. 310 y 311.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01399-010606-2000-0153.htm

20. OPORTUNIDAD PARA IMPUGNAR EL PODER

“De acuerdo al criterio reiterado de este órgano jurisdiccional, la im-
pugnación de los poderes que acrediten la representación judicial de un
profesional del derecho, ha de verificarse en la primera oportunidad,
inmediatamente después de su consignación en autos, en la cual la parte
interesada en impugnar actúe en el procedimiento conforme a lo dis-
puesto en la regla general contenida en el artículo 213 del Código de
Procedimiento Civil (...).

(...)

De no verificarse la impugnación en la primera oportunidad después de
consignado el poder en el expediente, debe presumirse que se ha admi-
tido como válida la representación que ha invocado quien se dice apo-
derado judicial”.

N° de sentencia: 01406.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Inversiones 19494, C.A., contra Instituto de
Previsión y Asistencia Social para el Perso-
198 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

nal del Ministerio de Educación, Cultura y
Deportes  (IPASME).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 213.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01406-010606-2003-0878.htm

21. DEFENSOR JUDICIAL

“(...) tanto la doctrina como la jurisprudencia patria coinciden en soste-
ner que el aludido defensor es equiparable a un apoderado judicial con
la diferencia de que su investidura emana directamente de la Ley y no
de la voluntad del mandante como ocurre en el caso del apoderado con-
vencional.

Siendo ello así, debe precisarse que las atribuciones de dicho Defensor
son sin lugar a dudas, las que corresponden a todo poderdista que ejerce
un mandato en términos generales, dado que para poder realizar válida-
mente las facultades que impliquen actos de disposición o aquellas que
son expresas como las previstas en los artículos 154 y 217 del Código
de Procedimiento Civil, tanto el apoderado judicial como el Defensor
Judicial,  deben  estar  facultados  expresamente,  en  este  último  caso  a
través del dictamen previo y favorable de la autoridad judicial”.

N° de sentencia: 01400.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Eneida  Josefina  Moreno  Martínez  contra
Instituto Nacional de la Vivienda (INAVI).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Arts. 154 y 217.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01400-010606-2000-1052.htm

22. RETARDO PERJUDICIAL

“El retardo perjudicial es un procedimiento de carácter contencioso que
se inicia a través de demanda, con el fin de conservar o preservar me-
dios de prueba que se quieren hacer valer en otro proceso (futura litis),
y que se teme desaparezcan.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 199

En este sentido, el Código de Procedimiento Civil contempla en el Libro
Cuarto, ‘De los Procedimientos Especiales’, Título VII, lo siguiente:

Artículo 813. La demanda por retardo perjudicial procederá
cuando haya temor fundado de que desaparezca alguna prue-
ba del promovente.

(...)

Artículo 815. La demanda fundada en el temor de que desapa-
rezcan algunos medios de prueba del demandante, deberá ex-
presar sus fundamentos y tendrá por objeto solamente que se
evacúe inmediatamente la prueba. Las funciones del tribunal
se limitarán a practicar las diligencias promovidas con citación
de  la  parte  contraria,  la  cual  podrá  preguntar  a  los  testigos
quedando al Tribunal que venga a conocer de la causa, la fa-
cultad de estimar si se han llenado las circunstancias requeri-
das para dar por válida la prueba anticipada.

De  la  lectura  de  las  normas  anteriormente  citadas  se  desprende,  en
primer lugar, la existencia de ciertos requisitos formales para la tramita-
ción de la solicitad de retardo perjudicial, a saber: debe ser presentada a
través de demanda previa al juicio dentro del cual se hará valer la prue-
ba  que  se  busca  evacuar  anticipadamente;  en  segundo  lugar,  dichas
normas prevén como requisito de procedencia del retardo perjudicial la
existencia de un temor fundado de que desaparezca alguna prueba del
promovente”.

N° de sentencia: 00004.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Compañía Anónima  de Administración  y
Fomento  Eléctrico  (CADAFE)  contra  Se-
guros Horizonte, C.A.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CPC: Arts. 813 y 815.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/enero/
00004-110101-2004-1306.htm
200 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

23. INSPECCIÓN JUDICIAL ANTICIPADA

“(...) la inspección judicial anticipada ha sido definida por la doctrina
como un medio de prueba directo y personal, que puede promoverse a
petición de parte o cuando el juez lo juzgue oportuno, antes del corres-
pondiente lapso probatorio, consistente en la percepción personal y di-
recta por el juez, de personas, cosas, documentos, o situaciones de hecho
que constituyan objeto de prueba en el proceso y que además, puedan
desaparecer o modificarse con el transcurso del tiempo.

De lo anterior se desprende, que la prueba de inspección judicial antici-
pada se justifica por la urgencia de dejar constancia del estado de las
cosas  antes  de  que  desaparezcan  señales  o  marcas  con  el  transcurso
del tiempo, y que afecten al derecho de las partes”.

N° de sentencia: 00004.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Compañía Anónima  de Administración  y
Fomento  Eléctrico  (CADAFE)  contra  Se-
guros Horizonte, C.A.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/enero/
00004-110101-2004-1306.htm

24. DEFECTO O ERROR EN LA FIRMA DEL FUNCIONARIO


QUE PRESENCIÓ EL OTORGAMIENTO DE UN PODER.
ALCANCE Y NATURALEZA DEL ARTÍCULO 29 DEL
REGLAMENTO DE NOTARÍAS PÚBLICAS

“(...) en lo relativo al defecto o error en la firma del funcionario que
presenció  el  otorgamiento,  estima  la  Sala  necesario  realizar  algunas
consideraciones en torno al alcance y naturaleza de la disposición con-
sagrada en el artículo 29 del Reglamento de Notarías Públicas, espe-
cialmente si se toma en cuenta que debido a la enunciación de dicha
norma en el documento, la parte accionante pretendió establecer que la
ciudadana Migdalia Bandres actuó por delegación del Notario Público y
por consiguiente, era ésta la funcionaria que debió estampar su firma en
la respectiva nota de autenticación.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 201

Al respecto se observa, que el aludido artículo 29 del Reglamento de
Notarías  Públicas,  prevé  quince  supuestos  conforme  a  los  cuales  los
Notarios Públicos en ejercicio de sus funciones se encuentran impedi-
dos de presenciar un otorgamiento. Concretamente interesa destacar lo
previsto en el literal ‘a’, el cual es del siguiente tenor:

...Queda prohibido a los Notarios Públicos:

a) Autorizar  documentos  en  los  cuales  sean  parte  directa  o


indirectamente, ni aquellos en que aparezcan interesados, aún
con el simple carácter de presentantes, representantes o apo-
derados, su cónyuge, ascendientes, descendientes o parientes
hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afini-
dad. La existencia de cualquiera de estas circunstancias hará
que el Notario se considere legalmente impedido para actuar y
en consecuencia, el Notario Público encargará, para ese solo
acto, al Jefe de Servicio Revisor y lo participará al Ministerio
de Justicia...

Como puede apreciarse de la norma transcrita, el Reglamento bajo es-
tudio contempla la prohibición para el Notario Público de autorizar aque-
llos instrumentos en los cuales éste sea parte directa o indirectamente,
o en  los que  mantengan interés las personas indicadas en el referido
dispositivo y relacionadas al funcionario, ya sea por vínculos de afinidad
o  de  consanguinidad,  de  lo cual  se  infiere que  el  Notario incurso  en
dicho supuesto está obligado a abstenerse de autorizar tales documen-
tos y en consecuencia, debe proceder a encargar ‘...para ese sólo acto,
al  Jefe  de  Servicio  Revisor...’,  lo  cual  además  deberá  participarlo  al
Ministerio del Interior y Justicia.

Lo expuesto denota que la situación descrita en la norma en referencia,
a diferencia de lo alegado por la parte actora, no comporta un supuesto
de delegación de atribuciones, toda vez que esta última no tiene como
presupuesto la circunstancia de que el funcionario competente se en-
cuentre impedido de conocer de un determinado asunto, antes por el
contrario, la misma ostenta el carácter de voluntaria y temporal.

De manera que constituye una imprecisión asemejar el supuesto con-
templado en el aludido artículo 29 del Reglamento de Notarías Públicas,
con la mencionada forma de desviación de la competencia.
202 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

No obstante, independientemente de las claras diferencias que pueden
establecerse  entre  una  y  otra  figura,  lo  que  interesa  resaltar  en  esta
oportunidad, es la consecuencia que se produciría respecto a la repre-
sentación que se ejerce en juicio, cuando el poder consignado a tal efec-
to fue firmado por el Notario que previamente había declarado tener
impedimento para conocer de dicho otorgamiento, en lugar de la perso-
na encargada en los términos del literal ‘a’ del artículo 29 del Regla-
mento de Notarías Públicas.

(...)

Tal irregularidad, además de comprometer la responsabilidad adminis-
trativa del Notario que presenció el otorgamiento, genera consecuen-
cias para la parte que pretende hacer valer en juicio dicho instrumento,
toda vez que a tenor de lo establecido en el artículo 151 del Código de
Procedimiento Civil, los poderes deben constar en forma auténtica, lo
cual en nuestro sistema jurídico equivale a la forma pública, resultando
con ello evidente que el referido poder debió conferirse mediante escri-
tura pública autorizada con las solemnidades legales, dentro de las que
se incluye la descrita en el literal ‘a’ del artículo 29 del Reglamento de
Notarías Públicas.

De ahí que habiendo sido constatado el incumplimiento de la menciona-
da formalidad para la autenticación del documento, relativa a la falta de
firma de la persona encargada de autorizar el otorgamiento como prue-
ba de haber presenciado el acto, esta Sala debe declarar nulo el instru-
mento objeto de esta impugnación. Así se decide”.

N° de sentencia: 01406.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Inversiones 19494, C.A., contra Instituto de
Previsión y Asistencia Social para el Perso-
nal del Ministerio de Educación, Cultura y
Deportes  (IPASME).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
RNP: Art. 29.
CPC: Art. 151.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01406-010606-2003-0878.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 203

25. FUNDAMENTACIÓN DE LA APELACIÓN

“El requisito de la fundamentación de la apelación tiene como fin poner
en conocimiento al juez revisor de los vicios que se le atribuyen al fallo
de primera instancia, así como los motivos de hecho y de derecho en
que se fundamentan dichos vicios, pues ello será lo que permita definir
los perfiles de la pretensión impugnatoria de quien solicita el análisis o la
revisión de la sentencia que, en su criterio, ha causado un gravamen a
los intereses controvertidos en juicio.

Ha sostenido la Sala que la correcta fundamentación de la apelación
exige en primer lugar, la oportuna presentación del escrito correspon-
diente y, en segundo término, la exposición de las razones de hecho y de
derecho en que basa el apelante su recurso, aún cuando tales motivos
se refieran a la impugnación del fallo por vicios específicos o a la dis-
conformidad con la decisión recaída en el juicio. Esto último se deriva
de la naturaleza propia del recurso de apelación, el cual puede servir
como medio de impugnación o de defensa frente a un gravamen causa-
do, a juicio de quien recurre, por el fallo cuestionado.

En este orden de ideas, ha sostenido igualmente esta Sala que las exi-
gencias relativas a la fundamentación del recurso de apelación, no pue-
den  en modo  alguno compararse  con  los formalismos  y técnicas  que
exige el recurso extraordinario de casación, por las notables diferencias
existentes entre ambas instituciones, sino que basta con que el apelante
señale las razones de disconformidad con la sentencia de instancia o los
vicios de los cuales –a su decir– ésta adolece”.

N° de sentencia: 01290.
Fecha de Publicación: 18 de mayo de 2006.
Caso: Orinoco de Navegación ORINVECA, C.A.
contra Municipio Caroní del Estado Bolívar.
Ponente: Emiro García Rosas.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01290-180506-2001-0483.htm

26. COSTAS PROCESALES

“A los fines debatidos, estima pertinente este Alto Tribunal comenzar
por destacar que las costas procesales atienden a todos aquellos gastos
204 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

que se generan por las actuaciones directas de las partes dentro de un
proceso, bien realizadas por las propias partes o por una tercera perso-
na a nombre de éstas y antes de dictarse la sentencia (la cual servirá de
título constitutivo para la exigibilidad de dichas costas). De igual forma
suelen concebirse en un sentido contrapuesto que supone por una parte,
la sanción que se impone a quien ha sido totalmente vencido en juicio, y
por otra la indemnización que se debe al vencedor por los gastos que le
ocasionó el vencido al obligarlo a litigar”.

N° de sentencia: 01290.
Fecha de Publicación: 18 de mayo de 2006.
Caso: Orinoco de Navegación ORINVECA, C.A.
contra Municipio Caroní del Estado Bolívar.
Ponente: Emiro García Rosas.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01290-180506-2001-0483.htm

27. EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA

“Como puede apreciarse de la norma transcrita [1395 CC] la exceptio
rei judicate  sólo  procede  ‘...respecto  de  lo  que  ha  sido  objeto  de  la
sentencia...’.  Sin  embargo,  en  el  presente  caso  se  observa  que  dicha
cuestión previa ha sido fundamentada en la existencia de una transac-
ción extrajudicial la cual, al no requerir de la homologación del Tribunal
competente, no puede equipararse a la autoridad de cosa juzgada que
se deriva de un fallo judicial”.

N° de sentencia: 01231.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Henry  Torrealba  Ledesma  y  otros  contra
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela  (CANTV).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CC: Art. 1.395.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01231-170506-2004-0237.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 205

28. PODERES PROBATORIOS DEL JUEZ

“En primer término, debe precisarse que la parte demandante solicitó
ante el Juzgado de Sustanciación, de conformidad con el artículo 401
del Código de Procedimiento Civil, que se ordene la comparecencia de
la ciudadana Carolina Baldó, a fin de que rinda declaración testimonial
sobre hechos relacionados con el presente juicio, luego de vencida la
etapa probatoria; no obstante, reconoce ‘que las diligencias probatorias
son una potestad unilateral y exclusiva de los Jueces, y que no obran a
solicitud de parte, y que además dicha negativa es inapelable’.

En tal sentido, la Sala estima necesario señalar que el artículo 401 del
Código de Procedimiento Civil, otorga al Juez poderes probatorios como
consecuencia del principio de veracidad establecido en el artículo 12 eius-
dem, a fin de verificar las afirmaciones controvertidas entre las partes,
pues  el  proceso  persigue  la  búsqueda  de  la  verdad;  por  ello  es  que  la
actividad probatoria no ha sido consagrada como exclusiva de las partes,
siendo obligación del juez como director del proceso y en su función de
administrar justicia, comprobar los alegatos de aquellas, haciendo uso de
su facultad de ordenar la evacuación de determinadas pruebas.

La norma antes transcrita [artículo 401 del CPC] efectivamente le atri-
buye al juez una importante potestad probatoria ex officio, para la prác-
tica de diligencias que propendan a la búsqueda de la verdad en el asunto
sometido a su conocimiento, y de esa manera cumplir su obligación de
impartir justicia como valor esencial del proceso consagrado en el artí-
culo 257 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela;
además, dicha potestad lleva consigo el deber del juez de no ser mero
espectador en el proceso, sino su conductor, está facultado para ejercer
prudencialmente tal facultad probatoria de oficio, en los términos esta-
blecidos por la ley.

De  esta forma,  dentro de  las  potestades probatorias  contenidas  en  el


artículo 401 del Código de Procedimiento Civil, se encuentra la posibili-
dad de que el Juez ordene la comparecencia de algún testigo, como lo
prevé el ordinal 3°, la cual está limitada a un momento específico, esto
es, al concluir el lapso probatorio; por consiguiente, sólo en esta oportu-
nidad el Juez puede llamar a un testigo para ser examinado, siempre que
haya  sido  promovido  como  tal  o  mencionado  en  alguna  prueba  o  en
cualquier acto procesal por las partes.
206 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

La doctrina de este Alto Tribunal ha precisado, conforme al contenido
de  las  norma  señalada,  que  esta  es  una  providencia  que  el  juzgador
puede dictar de oficio y en ejercicio de sus facultades discrecionales,
según su prudente arbitrio, sin que pueda obligársele a resolver en algu-
na forma cuando una de las partes así lo requiera, pues no se trata de
pruebas  que  éstas  puedan  promover  ex  témpore,  ni  de  defensas  que
ellas puedan utilizar, sino de actos privativos y discrecionales del juez,
que le permitan esclarecer, verificar o ampliar por sí mismo determina-
dos hechos relevantes de la litis, que considere necesarios para la for-
mación de su convicción, a los fines de emitir una decisión justa (vid.
Sentencia de la Sala de Casación Civil N° 392 de fecha 15 de junio de
2005, caso: INTERBANK, C.A. Banco Universal).

Además de la norma ya mencionada, la Ley Orgánica del Tribunal Su-
premo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, otorga al
juez contencioso administrativo diversas potestades inquisitivas, siendo
una de ellas la prevista en el aparte 13 del artículo 21”.

N° de sentencia: 01668.
Fecha de Publicación: 28 de junio de 2006.
Caso: Sural,  C.A.  contra  Almacenadora  Cara-
cas,  C.A.
Ponente: Emiro García Rosas.
CPC: Arts. 12 y 401.
CRBV: Art. 257.
LOTSJ: Art. 21.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01231-170506-2004-0237.htm

29. CONFESIÓN FICTA

“En orden a lo anterior, es necesario destacar el contenido del artículo
362 del Código de Procedimiento Civil, (...)

El dispositivo antes trascrito consagra la institución de la confesión fic-
ta,  que  es  una  sanción  de  rigor  extremo  prevista  únicamente  para  el
caso de que el demandado no diere contestación a la demanda dentro
de  los  plazos  establecidos  por  la  Ley,  y  que  se  configura  siempre  y
cuando concurran los otros requisitos establecidos en el citado artículo
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 207

362, es decir, la falta de pruebas aportadas por el demandado y la no
contrariedad al derecho de la pretensión del demandante.

La figura de la confesión ficta tiene la naturaleza de una presunción iuris
tantum, es decir, comporta una aceptación de los hechos expuestos por la
parte  accionante  en  su  escrito  de  demanda,  siempre  desvirtuables  por
efecto del despliegue de la actividad probatoria que haga el demandado”.

Nº de sentencia: 02825.
Fecha de Publicación: 12 de diciembre de 2006.
Caso: Nieves Añadí  Hernández Almérida  contra
Electricidad de Occidente (ELEOCCIDEN-
TE,  C.A.).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CPC: Art. 362.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02525-091106-2002-1163.htm

30. CONFESIÓN FICTA. APLICABILIDAD A LOS


MUNICIPIOS

“En este contexto, debe señalarse que bajo la vigencia de la Ley Orgánica
de Régimen Municipal, los Municipios gozaban de los privilegios y prerro-
gativas que la ley otorgaba al Fisco Nacional (artículo 102 eiusdem). Sobre
este particular, la Sala había sostenido en múltiples ocasiones el criterio
según el cual ‘los privilegios y prerrogativas consagrados por la legislación
nacional a favor del Fisco Nacional, son extensibles a los Municipios, en
virtud  de  las  disposiciones  contenidas  en  la  Ley  Orgánica  de  Régimen
Municipal’. (Ver, entre otras, sentencia N° 0417 del 4 de mayo de 2004).

Así, conforme al contenido del artículo 6 de la Ley Orgánica de la Ha-
cienda Pública Nacional (publicada en la Gaceta Oficial N° 1.660 Ex-
traordinario del 21 de junio de 1974) ‘Cuando los apoderados o mandatarios
de la Nación no asistan al acto de la contestación de demandas intentadas
contra ella, o de excepciones que hayan sido opuestas, se tendrán unas y
otras como contradichas en todas sus partes, sin perjuicio de la responsa-
bilidad que la omisión apareja al representante del fisco’.

De esta manera, la Ley Orgánica de Régimen Municipal hacía remi-
sión expresa a la ley nacional para aplicar a los Municipios los privile-
208 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

gios y prerrogativas conferidas a la República, por lo que, cuando la
representación de los Municipios no contestaba la demanda o las cues-
tiones previas opuestas, en ambos casos, debían entenderse contradi-
chas en todas sus partes.

Actualmente, esta prerrogativa procesal se encuentra consagrada en
el artículo 156 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, publi-
cada  en  la  Gaceta  Oficial  N°  38.204,  del  8  de  junio  de  2005,  de  la
siguiente manera (...).

Conforme al contenido de la disposición transcrita y reiterando el crite-
rio anteriormente expuesto, no es posible aplicar a la inactividad proce-
sal del Municipio Autónomo Brión del Estado Miranda, la consecuencia
jurídica prevista en el artículo 362 del Código de Procedimiento Civil,
debiéndose tener como contradicha en todas sus partes la demanda in-
terpuesta. Así se declara”.

Nº de sentencia: 02525.
Fecha de Publicación: 9 de noviembre de 2006.
Caso: TRAMAVEN, S.R.L. contra Municipio Au-
tónomo Brión del Estado Miranda.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LOHPN: Art. 6.
LORM: Art. 102
LOPPM: Art. 156.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02525-091106-2002-1163.htm

31. DEFENSOR AD LITEM. FACULTADES

“Sobre este último particular, considera pertinente la Sala realizar algu-
nas precisiones con relación a la figura del defensor ad litem.

El artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de Vene-
zuela, consagra el derecho a la defensa que en cualquier estado y grado
del proceso tienen las personas, siendo la asistencia jurídica de las par-
tes durante la pendencia del proceso una de las instituciones que garan-
tiza el referido derecho.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 209

Así, el artículo 223 del Código de Procedimiento Civil establece que una
vez  agotada la  citación personal  y la  citación  por carteles  sin que  el
demandado compareciese, el Tribunal procederá al nombramiento de
un defensor con quien se entenderá la referida citación. El defensor al
que hace mención la citada norma ha sido denominado como defensor
ad litem y su nombramiento responde a un doble propósito: a) que el
demandado que no haya podido citarse personalmente, sea emplazado,
configurándose así la relación jurídica procesal que permita el desarro-
llo de un proceso válido; y, b) que el demandado cuya citación no haya
podido practicarse, cuente con la adecuada defensa de sus derechos e
intereses aún cuando no pueda hacerlo personalmente.

El defensor ad litem no actúa como un mandatario del demandado sino
como un auxiliar de justicia, porque sus funciones derivan directamente
de la Ley, en este caso, del Código de Procedimiento Civil, aunque tiene
los mismos poderes de un apoderado judicial con mandato otorgado en
términos  generales,  con  las  excepciones  previstas  en  el  artículo  154
eiusdem. De allí que la función del defensor ad litem, debe ser ejercida
siempre en beneficio del demandado apuntando en todo momento hacía
la efectiva protección de su derecho a la defensa.

Ahora bien, como quedó dicho en líneas anteriores, las funciones des-
plegadas por el defensor ad litem, encuentran una limitación importante,
establecida en el artículo 154 del Código de Procedimiento Civil, el cual
dispone lo siguiente:

(...)

De la norma transcrita, se evidencia que las facultades para convenir,
desistir y transigir, entre otras, están reservadas a la parte misma, o en
su defecto, al mandante que detente poder especial, no siendo éste el
caso del defensor ad litem, porque su “mandato” se concibe siempre en
términos generales, como antes se indicó”.
210 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Nº de sentencia: 02319.
Fecha de Publicación: 25 de octubre de 2006.
Caso: Inspector General de Tribunales contra Co-
misión de Funcionamiento y Reestructura-
ción del Sistema Judicial.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Art. 49.
CPC: Arts. 154 y 223.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/02319-251006-2005-0031.htm

32. ACTO DE REMATE. SUSCEPTIBILIDAD DE


IMPUGNACIÓN

“Ahora bien, la jurisprudencia patria ha establecido un principio según
el cual el acto de remate no es susceptible de impugnación alguna (vid.
Sentencia Nº 2006 de la Sala Constitucional de fecha 23/10/2001) lo
cual garantiza la seguridad jurídica del acto a favor de los adjudicatarios
e impide que dicho acto sea atacado con una acción autónoma de nuli-
dad. En todo caso, las únicas acciones que proceden contra un acto de
remate son la reivindicatoria y el amparo constitucional, por lo que nin-
gún juez podría válidamente “revocar por contrario imperio” un acto de
remate sin incurrir en una violación a la previsión contenida en artículo
584 del Código de Procedimiento Civil (...)”.

Nº de sentencia: 02319.
Fecha de Publicación: 25 de octubre de 2006.
Caso: Inspector General de Tribunales contra Co-
misión de Funcionamiento y Reestructura-
ción del Sistema Judicial.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CPC: Art. 584.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/02319-251006-2005-0031.htm

33. PROCEDIMIENTO INCIDENTAL DE TACHA

“Ahora bien, observa la Sala que una vez presentada la formalización
de la tacha y manifestada la voluntad de la parte que produjo los instru-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 211

mentos en hacerlos valer, se originó la incidencia de tacha procediéndo-
se a abrir el correspondiente cuaderno separado, a los fines de tramitar
y decidir la tacha, en atención a lo dispuesto en el artículo 441 del Códi-
go de Procedimiento Civil.

Ello así, una vez abierto el cuaderno con las actuaciones conducentes, lo
procedente es tramitar la incidencia, observando para ello lo dispuesto en
el artículo 442 del Código de Procedimiento Civil, en todo cuanto sea
aplicable, según indica el artículo 443, último aparte, del mismo Código.

En efecto, establece el artículo 442 del Código de Procedimiento Civil,
lo siguiente (...)

Cónsono con la norma transcrita (disposición reproducida en térmi-
nos similares a la contenida en el Código derogado), la doctrina ha
señalado las distintas fases que deben cumplirse dentro de la inci-
dencia de tacha, a saber:

‘La extensa disposición que precede refunde en dieciséis reglas los pre-
ceptos y las formalidades que deben ser observadas en la sustanciación
del juicio de impugnación o de la incidencia de tacha, desde que el ad-
versario de la parte tachante dé o deba dar su contestación hasta que se
pronuncie la sentencia que haya de recaer acerca de la validez o de la
falsedad del instrumento tachado.

Para el más fácil y mejor ordenado análisis de las expresadas reglas,
creemos conveniente distinguir en el curso de la sustanciación tres pe-
ríodos diferentes: 1° el anterior a la evacuación de las pruebas; 2° el de
la evacuación de éstas; y 3° el de la sentencia de la tacha.

Se extiende el primero de dichos períodos desde la audiencia de la con-
testación de la demanda o el escrito de formalización de la tacha hasta
aquella en que deba procederse a la evacuación de las pruebas, período
dentro del cual, conforme a lo dispuesto en las ocho primeras (...) el
Tribunal: a) oirá y apreciará la contestación; b) podrá desechar de plano
la prueba de los hechos alegados; c) determinará cuáles son los hechos
sobre  que  ella  haya  de  recaer;  (...)  e)  ordenará  lo  conducente  para
hacer consignar el documento original materia de la tacha, si antes no
hubiere sido producido; f) dispondrá lo que sea necesario para que en la
oficina en que apareciere haber sido otorgado el instrumento se haga la
confrontación de éste con los protocolos o registros respectivos; y g)
212 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

para que el funcionario y los testigos instrumentales declaren sobre los
hechos y circunstancias referentes al otorgamiento’. (Borjas, Arminio.
Ob. Cit., p. 298).

Con fundamento en lo anterior, y visto que en la incidencia de tacha el
Juzgado de Sustanciación no abrió la articulación probatoria, a los fines
de que las partes promovieran las pruebas que a bien quisieran presentar
para demostrar los hechos alegados, de conformidad con el ordinal 2° y
siguientes del artículo 442 del Código de Procedimiento, se estima nece-
sario devolver el presente cuaderno al mencionado Juzgado para que, una
vez  notificadas  las  partes,  se  proceda  a  abrir  a  pruebas  la  incidencia,
dentro de la cual se promoverán y evacuarán las que así lo requieran”.

Nº de sentencia: 02484.
Fecha de Publicación: 9 de noviembre de 2006.
Caso: Refrigeración Internacional, C.A., (REFIN-
TER) contra PDVSA Petróleo, S.A.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 441 al 443.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/no-
viembre/02484-091106-2002-0969

34. CLASIFICACIÓN DE LAS SENTENCIAS

“Tradicionalmente, la doctrina procesal al calificar las sentencias por su
posición en el proceso distingue entre sentencias definitivas y senten-
cias interlocutorias.

Esta tipología, toma como referencia no sólo la oportunidad en la cual
se dicta el fallo, sino el alcance objetivo del mismo, de manera que las
sentencias definitivas además de ser dictadas al finalizar la sustancia-
ción de la causa, suelen contener un pronunciamiento exhaustivo sobre
la materia debatida, y por tanto ponen fin al proceso, cuando menos en
primera instancia. Mientras que las sentencias interlocutorias o interlo-
cuciones, se producen a lo largo del juicio, y tienen por objeto, en princi-
pio, poner fin a una determinada incidencia o a un tema subordinado en
importancia a la relación controvertida.

De ahí que pueda afirmarse, que aun cuando en ambos casos se debe
atender al cumplimiento de los requisitos de validez externa previstos
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 213

en el artículo 243 del Código de Procedimiento Civil, en lo que respecta
a las sentencias interlocutorias, teniendo en cuenta las consideraciones
relativas a su alcance, el régimen de validez de éstos fallos se ha flexi-
bilizado, pero sin llegar con ello al extremo de relevar al operador de
justicia de la observancia de todo parámetro requerido para dar a éstos
pronunciamientos la apariencia de una verdadera decisión, todo con el
fin de preservar derechos y garantías que exceden del simple ámbito
procesal,  para  encuadrarse  dentro  de  las  garantías  fundamentales  de
todo ciudadano.

Sin embargo, es preciso destacar que el legislador procesal al calificar
de auto el pronunciamiento relativo a la admisibilidad de las pruebas
(artículo 398 del Código de Procedimiento Civil), lo hace con el propósi-
to de preservar la celeridad que requiere la dinámica procedimental en
la resolución de incidencias menores, que a todas luces son inherentes a
la sustanciación del expediente judicial.

De este modo, al tomar la forma procesal de auto, se dispuso relevar a
estas decisiones de la mayor cantidad de formalismos, lo cual no obsta
para que el sentenciador haga mención cuando menos sucinta pero su-
ficiente, de los fundamentos de hecho y de derecho que motivan la re-
solución, sobretodo en los casos en que se declare la inadmisibilidad del
medio de prueba por ser ilegal o impertinente para demostrar la veraci-
dad de los hechos alegados”.

Nº de sentencia: 02553
Fecha de Publicación: 23 de noviembre de 2006.
Caso: Jesús Adolfo  Burgos  Roa  contra  Servicio
Nacional  Integrado  de  Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 243 y 398.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02553-151106-2005-5609.htm
214 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

35. FUNDAMENTACIÓN DE LA APELACIÓN

“Tanto la doctrina nacional como la jurisprudencia patria han sido pací-
ficas  y  uniformes  en  considerar  que  para  el  ejercicio  del  recurso  de
apelación resulta indispensable detentar legitimidad, cualidad que de-
viene precisamente como consecuencia de una afectación en la esfera
jurídica subjetiva causada por el dispositivo de un fallo determinado, de
allí pues que se encuentre regido por el denominado principio de perso-
nalidad de los recursos.

Es así, como  la existencia de  esta afectación constituye el detonante


para que la parte que se encuentra inmersa en la relación jurídica pro-
cesal pueda manifestar su disconformidad a través del mencionado re-
curso de apelación, que ha sido concebido como mecanismo de control
de la actuación desplegada por el sentenciador y reflejada en la deci-
sión que resuelve la controversia planteada, poniéndose en funciona-
miento una de las garantías fundamentales consagradas en el artículo
49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como lo
es el derecho a la defensa.

Si bien, el principio fundamental es que dicha disconformidad sea expla-
nada en el escrito de fundamentación del recurso de apelación en forma
detallada donde puedan conocerse, sin llegar a  errores de interpreta-
ción, las razones de hecho y de derecho que sustentan los motivos por
los cuales debe estimarse que el fallo apelado deba ser revocado o anu-
lado, lo cierto es que ello no constituye impedimento alguno para entrar
a conocer de la presente apelación, pues contrariamente a lo expuesto
por los apoderados judiciales de la contribuyente, en el caso bajo estu-
dio no se evidencia que la parte apelante se haya limitado a reproducir
los argumentos esgrimidos ‘...para defender o atacar el acto impugna-
do, o a señalar en forma somera que se trata de un criterio distinto al
sentenciador...’,  antes por  el contrario,  de los  mismos  se  desprenden
razones suficientes para que esta Sala pueda entrar a conocer sobre la
procedencia o no de la suspensión de efectos acordada por el juzgador
de instancia (...).

De manera que sostener el criterio expuesto por los apoderados judicia-
les de la contribuyente, equivaldría a una vulneración directa de las dis-
posiciones normativas previstas en el Texto Fundamental referidas al
derecho a la defensa y al debido proceso, contempladas en el artículo
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 215

49, pues tal como se evidencia de la transcripción que antecede, la par-
te apelante puso de relieve razones de hecho y de derecho que funda-
mentan los motivos por los cuales estima que el fallo apelado debe ser
revocado y más aún cuando nuestro sistema jurídico se encuentra regi-
do por el principio constitucional de tutela judicial efectiva que pregona
como ideal supremo una justicia no atada a formalismos no esenciales”.

N° de sentencia: 02001.
Fecha de Publicación: 2 de agosto de 2006.
Caso: Marte  CVT  Producciones  de  Televisión,
S.A., contra Comisión Nacional de Teleco-
municaciones (CONATEL).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CRBV: Art. 49.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02001-020806-2003-1354.htm

36. PERENCIÓN

“De conformidad con  lo establecido en  el artículo 86  de la entonces


vigente Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia, la instancia se
extingue de pleno derecho en las causas que hayan estado paralizadas
por más de un (1) año a partir del último acto de procedimiento, por lo
que este Alto Tribunal sin más trámites debe en esos casos, declarar la
perención, de oficio o a instancia de parte.

En este sentido, ha sido criterio reiterado de este Máximo Tribunal que
la figura de la perención es la presunción de abandono del procedimien-
to por parte de la persona obligada a impulsar el proceso, vista su inac-
tividad durante el plazo señalado por la Ley, a saber, un año, lo cual
comporta la extinción del proceso.

Luego, siendo la perención de carácter objetivo, basta para su declarato-
ria que se produzcan dos condiciones: falta de gestión procesal, es decir,
la inercia de las partes y la paralización de la causa por el transcurso de
un determinado tiempo, una vez efectuado el último acto de procedimien-
to; entendido que la aludida falta de gestión procesal significa el no reali-
zar  sucesiva  y  oportunamente  los  actos  de  procedimiento  que  están  a
cargo de las partes, pero también se constituye por la omisión de los actos
216 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

que determinan el impulso y desarrollo del proceso hacia su fin, mediante
sentencia definitiva y su correspondiente ejecución”.

N° de sentencia: 02758.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2006.
Caso: Foramer  de  Venezuela,  S.A.,  Sucursal  de
Foramer, contra Gerencia de Administración
Tributaria de la Alcaldía del Municipio San
Francisco del Estado Zulia.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOCSJ: Art. 86.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02758-301106-2000-0107.htm

37. OTORGAMIENTO DEL PODER. FORMALIDADES.


OBJETO

“Dispone el Código de Procedimiento Civil en su artículo 163 que los
apoderados y los sustitutos quedarán sujetos a las responsabilidades que
establece el Código Civil para los mandatarios; por consiguiente, debe
interpretarse que el otorgamiento de un poder está sujeto a requisitos y
formalidades indispensables de obligatoria y común observancia cuya
relación de fondo es casi siempre la consecuencia de un contrato. Como
principales se pueden citar las siguientes:

1. El nombre, apellido, domicilio y cualquier otro dato personal, tanto del
poderdante como del apoderado, procurando de este modo evitar toda
duda sobre la identidad de quienes mediante un documento creado en
declaración unilateral de voluntad quedan sujetos a un vínculo jurídico.

2. El objeto del poder, requisito éste con el cual a la vez que se precisa el
asunto o negocio sobre que versa el mandato, se determina la extensión
de las atribuciones conferidas al apoderado en el respectivo asunto.

3. La firma del poderdante, así como la del funcionario que autoriza el
acto, y si el poderdante no sabe o no puede firmar, la de un tercero que
lo haga por él, expresándose esta circunstancia en el poder.

Existen además otras formalidades de carácter especial, entre las que
se puede mencionar la contenida en el artículo 155 eiusdem referida al
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 217

otorgamiento de poder en nombre de otro, que exige exhibir al funciona-
rio los documentos auténticos, gacetas, libros o registros que acrediten
la representación, lo cual deberá hacer constar el funcionario que auto-
rice el acto mediante la nota respectiva; igual especialidad debe darse
al documento cuando se otorgue en país extranjero.

Especial análisis merece para el caso que nos ocupa, el objeto del po-
der, cuya omisión equivale a la ausencia del consentimiento en el con-
trato, entendiéndose éste como la manifestación de voluntad sobre un
asunto que puede ser en términos generales o especiales, pero nunca en
forma indeterminada. El apoderado no podrá entonces, al hacer uso del
poder, ejercerlo con relación a un asunto cuya voluntad o propósito del
poderdante no conste en el documento otorgado”.

N° de sentencia: 01775.
Fecha de Publicación: 12 de julio de 2006.
Caso: Irene  Beatriz  Rivas  Gómez,  Rosa  Teresa
Gómez  de  Rivas  y  otras  contra  Gerencia
Regional de Tributos Internos de la Región
Centro  Occidental  del  Servicio  Nacional
Integrado  de  Administración Aduanera  y
Tributaria (SENIAT).
Ponente: Emiro García Rosas.
CPC: Arts. 155 y 163.
CC
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01775-120706-2006-0634.htm
218 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derecho Tributario

1. REPETICIÓN DE TRIBUTOS INDEBIDOS.


COMPETENCIA

“De las normas precedentemente transcritas [artículos 194, 195, 197,
199 y 329 del COT 2001] se colige: 1) que el procedimiento de repeti-
ción de pago debe interponerse ante la máxima autoridad jerárquica
de la Administración Tributaria que corresponda, quien deberá decidir
en un lapso de dos (2) meses, vencidos éstos se podrá acceder a la vía
jurisdiccional a través del ejercicio del recurso contencioso tributario,
en caso de que la decisión sea desfavorable o tácita denegatoria y 2)
que los Tribunales Superiores de lo Contencioso Tributario son los com-
petentes para conocer en primera instancia, de la interposición de di-
cho  recurso”.

N° de sentencia: 06009.
Fecha de Publicación: 26 de octubre de 2005.
Caso: Galerías Ávila Center, C.A., contra Minis-
terio de Industria y Comercio (hoy Ministe-
rio  del  Poder  Popular  para  las  Industrias
Ligeras y el Comercio).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (2001): Arts. 194, 195, 197, 199 y 329.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06009-261005-2004-2147.htm.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 219

2. COMPETENCIA PARA CONOCER DE LAS DEMANDAS


POR REPETICIÓN DE PAGO DE ARANCELES
PREVISTOS EN EL DECRETO CON FUERZA DE LEY
DE REGISTRO PÚBLICO Y DEL NOTARIADO

“En  efecto,  observa  la  Sala  que,  el  caso  bajo  análisis  versa  sobre  el
pago indebido de ‘tributos’ para la protocolización de los actos estable-
cidos en mencionado Decreto con Fuerza de Ley de Registro Público y
del Notariado que al no contemplar un procedimiento para la impugna-
ción de ese pago en exceso o acción de repetición, debe seguirse inde-
fectiblemente el previsto en el Código Orgánico Tributario, cuyas normas
fueron transcritas precedentemente, por hallarse íntimamente vincula-
do  con  la  materia  fiscal-impositiva.  De  ahí  que  la  competencia  para
conocer de las reclamaciones por el pago indebido de derechos de re-
gistro como la del caso en examen le corresponde en primera instancia
a los Tribunales Superiores Contenciosos Tributarios, por una parte, –se
reitera– porque se trata de actuaciones que implican la aplicación de
normas sustantivas y adjetivas de contenido tributario y, por otra parte,
porque se está en presencia de un supuesto no previsto en el Decreto
con Fuerza de Ley de Registro Público y del Notariado, que además es
distinto a las competencias que dicho cuerpo normativo atribuye a la
jurisdicción contencioso-administrativa (artículo 39)”.

N° de sentencia: 06009
Fecha de Publicación: 26 de octubre de 2005.
Caso: Galerías Ávila Center, C.A., contra el Mi-
nisterio de Industria y Comercio (hoy Mi-
nisterio del Poder Popular para las Industrias
Ligeras y el Comercio).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
DFLRPN: Art. 39.
COT
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06009-261005-2004-2147.htm.
220 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. COSTAS EN MATERIA TRIBUTARIA. NORMATIVA


APLICABLE. PRERROGATIVAS DE LA
ADMINISTRACIÓN

“Por  las  razones  expuestas  y  debido  a  la  naturaleza  especial  de  la


materia regulada en el referido Código Orgánico Tributario como po-
sitivización del sistema tributario venezolano, las disposiciones de di-
cho cuerpo normativo son las aplicables, de manera principal, en los
asuntos que se refieren a tributos o que se deriven de ellos como con-
secuencia de la relación jurídico-tributaria entre la Administración Tri-
butaria y los contribuyentes.

Ahora bien, respecto a la institución de las costas el Código Orgánico
Tributario ha regulado las mismas expresamente –como antes se indi-
cara– desde su primigenio texto legal (1982) hasta la última reforma
(2001); siendo éste el texto aplicable al caso examinado, y en cuyo ar-
tículo 327 se establece que:

(...)

Es por ello, que esta Sala juzga que la normativa aplicable –repetimos–
a  la  materia  relativa  a  los  tributos  (...),  es  la  contenida  en  el  tantas
veces mencionado Código Orgánico Tributario, en forma principal, apli-
cando supletoriamente las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil, por mandato del artículo 332 de aquel Código. Así se declara.

(...)

Por otro lado, observa la Sala que fue promulgada la Ley Orgánica de
Administración Pública, cuya vigencia se origina a partir de su publica-
ción en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nº
320.595, de fecha 17 de octubre de 2001, para regular los principios y
bases que rigen la organización y funcionamiento de la Administración
Pública, especialmente la Nacional, así como de la administración des-
centralizada funcionalmente, entre otros objetos, y cuyas disposiciones
serán aplicables a la Administración Pública Nacional; contemplando
en el artículo 98 que ‘Los institutos autónomos gozarán de los privile-
gios y prerrogativas que la ley nacional acuerde a la República, los esta-
dos, los distritos metropolitanos o los municipios’. (Resaltado de la Sala).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 221

Ahora bien, conforme a los antecedentes normativos reseñados, la Sala
entiende que tales prerrogativas no pueden ir más allá de lo que el orde-
namiento positivo le ha concedido a la Nación por efecto de la legisla-
ción de sus leyes especiales, por tanto, siendo la normativa aplicable en
materia tributaria la contenida en el Código Orgánico Tributario como
ley  especial  que  es,  en  lugar  de  la  ley  general  (Ley  Orgánica  de  la
Administración Pública), la prerrogativa de la cual gozaba la Nación en
el caso de condenatoria en costas, fue inaplicada expresamente por la
referida ley especial (artículo 340 del Código vigente), consecuencia de
lo  cual,  deriva  que  los  institutos  autónomos  en  tanto  y  en  cuanto  se
encuentren incursos en una relación jurídico-tributaria tampoco gozan
de tal prerrogativa. Así se declara”.

N° de sentencia: 06020.
Fecha de Publicación: 20 de octubre de 2005.
Caso: Ampliación de sentencia N° 3.391 solicita-
da por la Comisión Nacional de Telecomu-
nicaciones (CONATEL).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
COT (2001): Arts. 327, 332 y 340
LOAP: Art. 98.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06020-201005-2005-0685.htm.

4. COSTAS EN MATERIA TRIBUTARIA. SENTENCIAS


INTERLOCUTORIAS

“En cuanto al argumento de que no se trata de una sentencia definitiva
y que el Código Orgánico Tributario no regula la condenatoria en costas
en las sentencias interlocutorias, la Sala hace valer los mismos funda-
mentos expuestos supra, y en tal sentido ratifica que la normativa apli-
cable en los  casos no previstos en  dicho Código, son las  normas del
Código de Procedimiento Civil, en cuanto sean aplicables. Por ello, en
el caso de autos, es aplicable el artículo 282 eiusdem. Así se declara.
(Ver sentencia Nº 00483 de fecha 12-05-2004 y Nº 01044 de fecha 07-
08-2002 de esta misma Sala)”.
222 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 06020.
Fecha de Publicación: 20 de octubre de 2005.
Caso: Ampliación de sentencia N° 3.391 solicita-
da por la Comisión Nacional de Telecomu-
nicaciones (CONATEL).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 282.
COT
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06020-201005-2005-0685.htm.

5. INTERESES MORATORIOS EN MATERIA


TRIBUTARIA

“Al  analizar  la  figura  de  los  intereses,  se  observa  que  en  el  derecho
privado la figura del interés como fruto del capital, se distingue por su
origen entre intereses convencionales, que serían los establecidos a tra-
vés de la voluntad de las partes e intereses legales, los cuales se origi-
nan por prescripción de la ley. En materia tributaria –por amparo del
principio de legalidad– se disponen los intereses legales, los cuales se
devengan con motivo de la demora o retraso en el cumplimiento de las
obligaciones derivadas de la aplicación de los tributos.

En tal sentido, resulta oportuno atender al contenido del artículo 60 del
Código Orgánico Tributario de 1982, vigente rationae temporis al pre-
sente asunto, cuyo texto dispone lo siguiente:

(...)

De la norma antes transcrita se puede advertir que basta el incumpli-
miento en el pago de la obligación principal para considerar ocurrido el
nacimiento de  los intereses  moratorios, siempre y  cuando la  falta de
pago se efectúe dentro del término fijado por el texto normativo respec-
tivo, preceptuando además que la obligación surge “sin necesidad de
actuación alguna de la administración tributaria y se extiende hasta la
extinción de la deuda”.

La finalidad de dichos intereses es indemnizatoria, debido a que no se
pretende  castigar  un  retraso  culpable,  sino  de  compensar  financiera-
mente por el retraso en el pago de la deuda tributaria. En este orden de
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 223

ideas, lo que se busca es indemnizar la falta de satisfacción del acree-
dor por no haber obtenido el pago tempestivo de la deuda.

De esta manera, se puede apreciar que la vinculación de la causa de la
obligación de pagar intereses de mora atiende a la ‘falta de pago dentro
del  término establecido’,  independientemente  de  que hubiese  habido
actuación de la propia Administración Tributaria para hacer líquida la
deuda o para requerir el pago, según se trate.

La obligación de pagar intereses moratorios adquiere carácter acceso-
rio con respecto a la obligación principal, ya que nace sobre la base de
una deuda existente, y se origina en el retardo en el cumplimiento de
ésta, siendo indispensable para su nacimiento la preexistencia de una
obligación principal.

En efecto, el cumplimiento tardío de la obligación tributaria mediante el
pago fuera del lapso legalmente previsto, igualmente causa la extinción
de la obligación; sin embargo, la Hacienda Pública debe obtener una
compensación  justa  representada  en  el  pago  de  intereses  moratorios
sobre  la  cantidad  dejada  de  ingresar,  intereses  los  cuales  tienen  una
función indemnizatoria y no sancionadora.

En tal orden de ideas, debe señalarse que la determinación del tributo
no tiene naturaleza constitutiva sino declarativa y la obligación tribu-
taria principal nace al producirse el hecho generador y no al liquidarse
la exacción. Así, si la obligación de pagar intereses moratorios sólo
tiene como presupuesto necesario la existencia de una deuda tributa-
ria y su nacimiento se encuentra dominado por el elemento mora, se-
ría el retardo en el cumplimiento de la obligación tributaria ya existente,
aún cuando no necesariamente esté liquidada, la situación que origina
la obligación de pagarlo.

En definitiva, los requisitos para la existencia de la mora en materia
tributaria serían, en primer lugar, i) la manifestación de un retraso en el
cumplimiento de una obligación y, ii) la líquidez y exigibilidad de dicha
obligación producto de un proceso de determinación tributaria.

En este sentido, la mora establecida en el artículo 60 del Código Orgá-
nico Tributario de 1982, aplicable rationae temporis, es una mora ex
lege, que deriva de la no ejecución de una obligación de pagar una can-
tidad de dinero dentro de un plazo fijado por la Ley, en cuyo caso el solo
224 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

vencimiento de ese plazo produce la mora generadora de los intereses;
por lo tanto, se producen automáticamente al verificarse la situación de
hecho prevista en su dispositivo, sin que se requiera ninguna otra condi-
ción o actuación para el nacimiento de la obligación de pagarlos.

Siguiendo este orden de ideas, resulta importante resaltar que el ‘térmi-
no’ al cual se encuentra sometido el nacimiento de los intereses morato-
rios, tiene una mayor relevancia si se tiene en cuenta que la exigibilidad
del cumplimiento de la obligación puede estar sometida a un plazo. Así,
de existir este termino establecido por la Ley, mientras el mismo no se
haya vencido o verificado, el cumplimiento de la obligación no se podrá
exigir y, en consecuencia, tampoco podrá ocurrir el retardo o tardanza
que originaría el nacimiento de los intereses moratorios.

En otras palabras, en materia  fiscal se somete  el cumplimiento  de la


obligación a un término durante el cual, aun cuando la obligación ya ha
nacido, el acreedor (Administración Tributaria) encuentra suspendido
su  derecho  a  cobrar  el  tributo  causado  y  el  deudor  su  obligación  de
pagarlo; pero, una vez cumplido el término, la obligación se hace exigi-
ble por el solo vencimiento del mismo. En estos casos, el nacimiento de
la obligación principal y el momento en que ella se hace exigible se
encuentran temporalmente distanciados, y entre ambos, media un plazo
determinado por la Ley.

En efecto, se pueden plantear casos en que las normas reguladoras del
tributo desplazan la oportunidad del pago de la obligación principal a una
oportunidad posterior a la de su surgimiento y para esto señalan un pla-
zo dentro del cual el deudor debe liquidar y pagar. Al vencimiento de
este plazo es necesario adjudicarle un valor y unos efectos siendo uno
de ellos el de hacer exigible la deuda.

En definitiva, se advierte que la falta de mención expresa en el artícu-
lo 60 del Código Orgánico Tributario de 1982 de la exigibilidad de la
deuda principal como requisito para la obligación de pagar intereses y
la utilización de la expresión ‘falta de pago dentro del término estable-
cido’, permite concluir, conforme a lo hasta ahora expuesto, que tal
cualidad concurre en ella en el momento en que finaliza ese término y
que  este  es  el  plazo  previsto  para  el  pago  señalado  en  la  Ley,  que
regula cada tributo.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 225

Por lo tanto, el vencimiento del plazo como elemento y oportunidad de la
exigibilidad de la deuda tributaria, concreta la oportunidad de la causa-
ción de los intereses moratorios, independientemente de los recursos
administrativos o judiciales interpuestos, pues éstos inciden sobre los
efectos (ejecutividad y ejecutoriedad) del acto de determinación de la
obligación tributaria y no sobre la situación jurídica acaecida. En conse-
cuencia, durante la vigencia del artículo 60 del Código Orgánico Tribu-
tario de 1982, los intereses moratorios se causan al finalizar el término
dado para su pago y se calculan desde que termina el término dado para
declarar y pagar hasta que éste efectivamente se realice.

En efecto, una vez traspasado el lapso para el cumplimiento previsto en
la Ley para  la extinción de la obligación tributaria,  surge de manera
automática el comienzo del período de mora, el cual tiene como presu-
puesto, la tardanza, el retraso o la falta de puntualidad en el pago de la
deuda tributaria.

Así las cosas, se debe precisar que cuando el contribuyente es deudor
frente a la Administración Tributaria, el cómputo de los intereses mora-
torios comienza luego del vencimiento establecido para el pago de la
deuda tributaria, sin que se haya efectuado, es decir, las cantidades adeu-
dadas al Fisco generan interés de mora desde el día siguiente al de su
vencimiento. Así se declara”.

N° de sentencia: 05891.
Fecha de Publicación: 13 de octubre de 2005.
Caso: Sudamtex  de  Venezuela  S.A.C.A.,  contra
Instituto Nacional de Cooperación Educati-
va  (INCE).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (1982): Art. 60.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05891-111005-1998-14683.htm

6. SUPUESTOS DE PROCEDENCIA DE LOS INTERESES


DE MORA EN LOS CASOS DE OTORGAMIENTOS DE
PRÓRROGAS U OTRAS FACILIDADES DE PAGO

“De las disposiciones precedentemente transcritas [artículos 100 de
la Ley de Impuestos sobre Sucesiones, Donaciones y demás Ramos
226 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Conexos de 1982 y 43 y 60 del Código Orgánico Tributario de 1982]
puede  colegirse  que  el  supuesto  de  procedencia  de  los  intereses  de
mora se encuentra en la falta de pago dentro del término establecido
por la ley o el reglamento; motivo por el cual resultaba de lógica con-
secuencia  que  tales  intereses  corrieran  respecto  de  las  ‘prórrogas’
otorgadas por la Administración Tributaria a los contribuyentes o res-
ponsables, máxime si se considera que las mismas entrañan per se un
incumplimiento en el pago de la obligación dentro del lapso original-
mente concebido para su cancelación y una extensión del tiempo por
causas justificadas; sin embargo, las disposiciones normativas prece-
dentemente transcritas no establecieron la procedencia de tales inte-
reses  respecto  de  las  facilidades  de  pago  (dentro  de  las  cuales  se
ubican los fraccionamientos), estándole vedado en consecuencia, tan-
to a la Administración Activa como a la Contralora, la posibilidad de
exigir intereses de mora respecto de aquellos importes tributarios so-
bre los cuales se hubiere solicitado y aprobado el pago parcial en por-
ciones  de  vencimiento  consecutivos.  Ahora  bien,  distinto  sería  el
supuesto si una vez otorgado un fraccionamiento de pago por parte de
la Administración Tributaria el contribuyente o responsable no cum-
pliere su obligación de pago dentro de los términos acordados para
cada  uno  de  los  referidos  pagos  parciales  que  debían  realizarse,  ya
que en tal situación sí se estaría ante un caso de incumplimiento del
plazo solicitado para la cumplir con la obligación. Así se declara”.

Nº de sentencia: 00263.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Contraloría General de la República contra
Sucesión de Juan Simón Mendoza Fleury.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LISSDDRC (1982): Art. 100.
COT (1982): Art. 43 y 60.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00263-090206-1996-12865.htm.

7. SILENCIO ADMINISTRATIVO TRIBUTARIO

“En efecto, la figura del silencio administrativo negativo en el marco del
procedimiento administrativo de segundo grado, ha sido concebida como
una ficción legal con meros efectos procesales a favor del derecho de
acceso a la justicia y a la defensa del administrado, que deviene para el
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 227

interesado en la posibilidad de actuar por ante los órganos jurisdicciona-
les,  circunstancia  que no  exime a  la Administración  de pronunciarse
expresamente (criterio sentado en sentencia de esta Sala de fecha 22
de junio de 1982, caso: Ford Motors de Venezuela, ratificado entre otros
en fallo del 27 de Julio de 2000, Caso: Seguros Capitolio, C.A. Vs. Su-
perintendencia de Seguros).

Dicha figura encuentra parangón en la materia tributaria, sin embargo
difiere en cuanto a la subsistencia de la obligación a cargo de la Admi-
nistración de pronunciarse expresamente respecto del recurso jerárqui-
co una vez activada la vía jurisdiccional; por el contrario, establece el
artículo 255 del Código Orgánico Tributario vigente que debe abstener-
se de emitir resolución denegatoria del recurso administrativo, cuando
fenecido el lapso para decidir, no hubiere emitido pronunciamiento y el
contribuyente hubiere intentado el recurso contencioso tributario”.

Nº de sentencia: 00423.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Repuestos García II, C.A., contra Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (2001): Art. 255.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00423-220206-2005-2093.htm

8. SUSPENSIÓN AUTOMÁTICA DE LOS EFECTOS DEL


ACTO

“En conexión con lo anterior, el artículo 263 eiusdem [Código Orgánico
Tributario vigente], refiriéndose al recurso contencioso tributario, esta-
blece claramente que ...la interposición del recurso no suspende los efec-
tos del acto impugnado...´, sino que debe el recurrente solicitarlo y el
Tribunal decretar dicha medida, ya sea total o parcialmente, siempre
que se verifique en el caso concreto la existencia de los dos requisitos,
a saber: el periculum in damni y el fumus boni iuris, esto es, la com-
probación  en  el  expediente  que  la  ejecución  del  acto  pudiera  causar
graves perjuicios al  interesado y que  la impugnación se  basare  en la
apariencia del buen derecho.
228 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

De ahí que la suspensión automática producida con la interposición del
recurso jerárquico es provisional y se mantiene en el tiempo hasta tanto
se adopte la decisión expresa o se entienda denegado dicho recurso, al
haber operado el silencio negativo y el contribuyente haya optado por
acceder a la vía jurisdiccional. Así se declara.

(...)

Esta Sala, a partir de la sentencia N° 607 de fecha 3 de junio de 2004,
Caso: Deportes El Marquez C.A., criterio posteriormente ratificado entre
otras en sentencias Nros. 00737, 01023, 01677, 01823, 03102, 03408,
04258 y 05992, de fechas 30/06/04, 11/08/04, 06/10/04, 20/10/04, 19/05/
05, 26/05/05, 16/06/05 y 26/10/05 respectivamente, realiza una interpre-
tación correctiva de la norma antes transcrita [artículo 263 del Código
Orgánico Tributario Vigente] y en tal sentido entiende de la referida
disposición legal, que para que el juez contencioso tributario pueda de-
cretar  la suspensión  de  los efectos  del acto  administrativo  de que  se
trate,  –se  reitera–  deben  siempre  satisfacerse  de  forma  concurrente
dos  requisitos,  a  saber:  periculum in damni y  fumus boni iuris;  ello
con la finalidad de llevar al convencimiento del juzgador la necesidad de
que la medida deba decretarse, para garantizar y prevenir el eventual
daño grave, que pudiera causarse con la ejecución inmediata del acto
administrativo tributario.

(...)

Esto es así, por cuanto la protección cautelar brindada con la sola exis-
tencia de la presunción de buen derecho, sin concurrir posibilidad algu-
na de daño inminente, rompe con el equilibro procesal de las partes y
con  la  ratio legis  de  las  medidas  cautelares,  específicamente  la  sus-
pensión de efectos, lo cual se traduce en la necesidad de evitar que la
ejecución del acto presuntamente violatorio de la ley, perjudique grave-
mente al recurrente en la esfera jurídica de sus intereses.

A la inversa sucede si se protege cautelarmente al recurrente que aún
demostrando la inminencia en la producción de un daño grave, de difícil
o imposible reparación con la ejecución inmediata del acto administrati-
vo tributario recurrido, no le asista la presunción de buen derecho, habi-
da  cuenta  que  los  presuntos  “daños  graves  de  difícil  o  imposible
reparación”, no serían más que los efectos naturales de un acto admi-
nistrativo tributario válido en virtud de la presunción de legalidad que le
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 229

inviste por principio general de Derecho Público, al extremo que retar-
dar su ejecutividad en los términos descritos anteriormente, pudiera even-
tualmente perjudicar a la Administración Tributaria y en última instancia
al erario público nacional, estadal o municipal”.

Nº de sentencia: 00423.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Repuestos García  II,  C.A.  contra Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (2001): Art. 263.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00423-220206-2005-2093.htm

9. PROCEDENCIA DEL RECURSO CONTENCIOSO


TRIBUTARIO

“De las disposiciones legales previamente transcritas, se colige que el
recurso contencioso tributario puede ejercerse, cuando el contribuyente
hubiere optado por la interposición del recurso jerárquico, sin que la
Administración Tributaria hubiere emitido respuesta expresa una vez
transcurrido el lapso previsto para ello, por lo que a través de la ficción
jurídica del silencio administrativo se entiende denegado el recurso, a
los solos efectos de que el justiciable pueda acceder a la vía jurisdiccio-
nal (contencioso-tributaria)”.

Nº de sentencia: 00423.
Fecha de Publicación: 22 de febrero de 2006.
Caso: Repuestos García  II,  C.A.  contra Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00423-220206-2005-2093.htm
230 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

10. DOMICILIO FISCAL

“Sobre  el  referido  particular,  ya  la  Sala  se  ha  pronunciado  mediante
Sentencia No. 01434 del 15 de septiembre 2004, Caso: Papelería y Li-
brería Tauro, C.A., ratificando recientemente su criterio en Sentencias
Nos. 2358 y 2587 del 28 de abril y 5 de mayo de 2005, respectivamente,
en los términos siguientes:

...el artículo 32 [COT] dispone lo siguiente:

(...)

Así, la norma transcrita distingue las reglas según las cuales
se determina el domicilio fiscal. El artículo describe varios
fueros sucesivamente concurrentes, donde la segunda opción
opera sólo en defecto de la primera, la tercera sólo en defec-
to de la segunda y así sucesivamente hasta llegar a la última
opción, en la cual la Administración Tributaria tiene amplias
facultades de imposición.

Conforme a lo anterior, se establece que el domicilio fiscal del
recurrente corresponderá al lugar donde esté situada la dirección
o administración efectiva de la contribuyente o, en su defecto,
donde se halle el centro principal de su actividad, o en defecto de
ambas, donde ocurra el hecho imponible, o en defecto de estos
lugares, donde elija la Administración Tributaria...”.

Nº de sentencia: 000147.
Fecha de Publicación: 25 de enero de 2006.
Caso: Alentuy, C.A., contra Instituto Nacional de
Cooperación Educativa (INCE).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
COT (2001): Art. 32.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00147-250106-2005-5687.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 231

11. DESAPLICACIÓN DEL ARTÍCULO 46 DEL CÓDIGO


ORGÁNICO TRIBUTARIO

“Ciertamente, la norma consagrada en el artículo 46 del vigente Códi-
go Orgánico Tributario, prohíbe la impugnación de aquellos actos me-
diante los cuales la Administración declare denegadas las solicitudes
formuladas por los sujetos pasivos de la obligación tributaria, en pro-
cura de la obtención de rebajas y demás facilidades en el pago de sus
deudas no vencidas.

De acuerdo a lo anterior, pudiera afirmarse que el régimen aplicable a
tales supuestos consagra la ‘no recurribilidad’ de esta categoría de ac-
tos, suponiéndose al respecto que la ratio legis de tan excepcional figu-
ra descansa en las amplias potestades discrecionales que le sirven de
sustento a este tipo de decisiones administrativas.

No obstante, tal discrecionalidad no produce de suyo la ‘irrecurribilidad’
del acto, por cuanto si bien se ha delegado en la Administración la po-
testad de apreciar la oportunidad de la medida, es presupuesto esencial
para la actividad administrativa en todo momento, su apego a la legali-
dad (artículo 137 de la Constitución de la República Bolivariana de Ve-
nezuela), y en tal virtud, todo acto derivado de la misma tiene y debe
necesariamente ser controlado en sede jurisdiccional.

En efecto, estas amplias potestades de la Administración de apreciar la
oportunidad y conveniencia de sus decisiones en determinados supues-
tos, están delimitadas por ciertos parámetros que deben ser considera-
dos inexorablemente a los fines de evitar la arbitrariedad en el ejercicio
de la función pública. De este modo, la irrevisabilidad del acto discre-
cional sólo alcanza el mérito de la decisión, en tanto ésta no sea despro-
porcionada,  no  constituya  abuso  o  desviación  de  poder  o  carezca  de
causas legítimas

(...)

Bajo tales premisas, advierte la Sala que admitir la irrevisabilidad abso-
luta de los actos similares al recurrido en autos, en los términos en que
fue consagrado efectivamente por el Legislador de 2001 en el artículo
46 del Código Orgánico Tributario vigente, sería a todas luces violatorio
de los derechos fundamentales de libre acceso a la justicia y de tutela
judicial efectiva, en el mismo modo en que ha sido reseñado preceden-
232 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

temente. Por tanto, no podía el a quo más que admitir el presente recur-
so a través del ejercicio del control difuso de la constitucionalidad pre-
visto en el artículo 20 del Código de Procedimiento Civil, y no como en
efecto lo hizo, obviando el derecho aplicable al supuesto de autos.

En consecuencia, resulta forzoso para esta Sala desaplicar por control
difuso de la constitucionalidad la expresa prohibición de recurribilidad
de los actos de la Administración Tributaria mediante los cuales se ne-
garon las solicitudes de rebajas o demás facilidades en el pago de deu-
das no vencidas, dispuesta en el prenombrado artículo 46 del Código
Orgánico Tributario vigente. Así se decide”.

Nº de sentencia: 00310.
Fecha de Publicación: 15 de febrero de 2006.
Caso: Tres y Medio Eventos, C.A., contra Muni-
cipio Maracaibo del Estado Zulia.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
COT (2001): Art. 46.
CRBV: Art. 137.
CPC: Art. 20.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/febre-
ro/00310-150206-2004-0180-1.htm

12. PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA

“Ha sido conteste la doctrina y la jurisprudencia, en considerar que el
principio de legalidad tributaria representa un límite formal a la imposi-
ción,  debido  a  que  garantiza  cuál  va  a  ser  el  órgano  productor  de  la
norma, el Poder Legislativo y, eventualmente, por delegación expresa y
excepcional el Poder Ejecutivo (Ley Habilitante).

En tal sentido, sus implicaciones básicas van desde el postulado funda-
mental, conforme al cual la Administración sólo puede obrar cuando
haya sido legalmente facultada, hasta la reserva de ley, concebida como
un medio de protección o garantía para la preservación de la propiedad
privada y la libertad de disposición de los derechos patrimoniales ante
las restricciones impuestas y derivadas de los tributos, en virtud de la
cual sólo pueden cobrarse los tributos cuando éstos hayan sido previs-
tos en la ley.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 233

El señalado principio, además, es visto como una de las características
propias del moderno Estado de Derecho, que comporta la subordinación
del obrar de la Administración Tributaria a la Constitución y a las leyes;
es decir, el establecimiento de las relaciones entre el ordenamiento jurí-
dico en general y el acto u actos emanados de la Administración.

Así, surge incontestable a esta Sala que dicho Principio, tal como ha
sido concebido por nuestro Constituyente, se erige como un estatuto
obligatorio para las distintas ramas del poder público, como un manda-
miento dirigido propiamente al Estado para establecer los límites del
ejercicio de las potestades que le han sido conferidas en el ámbito de
la tributación”.

N° de sentencia: 00672.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Textiles  26,  C.A.,  contra  Gerencia  de  la
Aduana Principal de La Guaira.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00672-150306-2001-0482.htm

13. DETERMINACIÓN DEL VALOR DE LA MERCANCÍA


EN ADUANA

“La doctrina ha señalado, que la determinación del valor normal en adua-
na se efectuará a partir del precio pagado o por pagar, cuando corres-
ponda a una venta efectuada en condiciones de libre competencia entre
un comprador y un vendedor, independientes uno del otro, que prevea la
entrega de la mercancía en el puerto o lugar de introducción, y no sea
inferior al precio usual de competencia.

En tal sentido, la legislación venezolana establece en el artículo 235 del
Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas, que el valor en aduana de
las mercancías es su precio normal y éste constituye, en principio, la
base imponible para la liquidación de los gravámenes ad-valorem con-
templados en el Arancel de Aduanas; entendiéndose por precio normal
aquél que en el momento en que son exigibles los derechos en aduanas
se estima pudiera fijarse para las mercancías de importación como con-
secuencia de una venta, tal como lo define el artículo 236 ejusdem.
234 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Sin embargo, a tenor de lo dispuesto en el artículo 278 del Reglamento
de la Ley Orgánica de Aduanas, cuando se importen mercancías cuyos
precios  no  correspondan  a  una  competencia  internacional  comercial
razonable, el Ministerio de Hacienda (hoy Ministerio de Finanzas) po-
drá fijar con carácter temporal para dichas mercancías, precios oficia-
les de conformidad con lo dispuesto en el artículo 4 numeral 10° de la
Ley Orgánica de Aduanas.

Estos precios oficiales se establecen mediante resolución publicada en
la Gaceta Oficial, son de obligatorio cumplimiento y, para el momento
de la ocurrencia de los hechos, constituían la base imponible para el
pago de los impuestos (valor CIF expresado en bolívares)”.

N° de sentencia: 00672.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Textiles  26,  C.A.,  contra  Gerencia  de  la
Aduana Principal de La Guaira.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOA: Art. 4.
RLOA: Arts. 235, 236 y 278.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00672-150306-2001-0482.htm

14. LA RETENCIÓN DEL GASTO COMO REQUISITO DE


ADMISIBILIDAD DE LA DEDUCCIÓN. VIGENCIA DEL
PARÁGRAFO SEXTO DEL ARTÍCULO 27 DE LA LEY
DE IMPUESTO SOBRE LA RENTA

“En atención a la norma antes transcrita (artículo 27 de la Ley de Im-
puesto sobre la Renta) y, circunscribiéndonos a la inadmisibilidad de las
deducciones por falta de retención, situación que constituye el hecho con-
trovertido de autos, la Sala, una vez más, reitera lo que ha sido su posición
pacífica respecto a dicho particular, la cual fue esbozada en la sentencia
N° 216 dictada por la Sala Político-Administrativa, Especial Tributaria, de
la entonces Corte Suprema de Justicia en fecha 5 de abril de 1994 (Caso:
La Cocina, C.A.), al sostener que ‘...la deducibilidad del gasto a los efec-
tos de la determinación de la renta en materia de impuesto sobre la renta,
no tiene carácter punitivo, consecuencialmente, no acarrea sanción’; y,
posteriormente ratificada en distintas sentencias, entre las cuales se cita
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 235

la N° 00886 de fecha 25 de junio de 2002, (Caso: Mecánica Venezolana,
C.A., MECAVENCA) en la que también se señaló que el rechazo de la
deducción de un gasto por falta de retención no tiene carácter punitivo,
porque  no  es  un  castigo  o  sanción  sino  que  es  la  consecuencia  de  no
haber cumplido con un requisito de admisibilidad de la deducción, con-
sagrado en la Ley de Impuesto sobre la Renta, a los efectos de lograr una
exacta determinación de la renta sujeta a impuesto.

Así, no puede sostenerse que por la circunstancia de que la retención del
gasto sea un fenómeno independiente de las características intrínsecas del
mismo (como lo serían los conceptos de necesidad y normalidad, o de vin-
culación con el proceso de producción de rentas), no debe ser considerado
como un requisito de admisibilidad de la deducción, ya que el legislador,
mientras respete el bloque de la constitucionalidad, tiene libertad para esta-
blecer los requisitos que considere necesarios para alcanzar los fines tanto
fiscales como extrafiscales de la tributación.

En consecuencia, la norma contenida en el Parágrafo Sexto artículo 27, de
la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1991 no se encuentra derogada táci-
tamente por disposición del Parágrafo Único del artículo 72 del Código
Orgánico Tributario de 1992, toda vez que la misma no posee naturaleza
sancionatoria, ni tiene carácter punitivo, tal como fue analizado, razón por
la cual se desestiman los alegatos de la representación judicial de la contri-
buyente respecto al aludido pedimento, así como también la pretendida apli-
cación retroactiva del Código Orgánico Tributario de 1992 a los hechos
ocurridos durante el ejercicio coincidente con ese año civil. Así se decide”.

N° de sentencia: 00670.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Construcciones,  Inversiones  y  Servicios
Oriente,  C.A.  (COINSERCA)  contra  Ge-
rencia Regional de Tributos Internos de la
Región Nor-Oriental del entonces Servicio
Nacional Integrado de Administración Tri-
butaria (SENIAT).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LISLR: Art. 27.
COT (1992): Art. 72.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00670-150306-1998-14732.htm
236 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

15. LAPSO PARA INTERPONER EL RECURSO CONTENCIOSO


TRIBUTARIO. FORMA DE REALIZAR EL CÓMPUTO
(CÓDIGO ORGÁNICO TRIBUTARIO DE 1994)

“A tal efecto, dispone el artículo 187 del Código Orgánico Tributario de
1994, aplicable ratione temporis, lo siguiente:

Artículo 187.- El lapso para interponer el recurso contencioso
tributario será de veinticinco (25) días hábiles, contados a par-
tir de la notificación del acto que se impugna o del vencimiento
del lapso previsto para decidir el recurso jerárquico en caso de
denegación tácita de éste o de la notificación de la resolución
que decidió expresamente el mencionado recurso.

De la norma anteriormente señalada se desprende el lapso establecido
por el legislador a los fines de acceder a la vía jurisdiccional, mediante
la interposición del recurso contencioso tributario por parte del contri-
buyente, para la defensa de sus intereses legítimos o sus derechos sub-
jetivos, contra las actuaciones de la Administración Tributaria.

Ahora bien, el legislador al establecer el lapso para la interposición del
recurso contencioso tributario, no determinó la forma en la cual deben
ser computados esos veinticinco (25) días hábiles, lo cual no es óbice
para que los contribuyentes puedan ante tal omisión, ejercer su derecho
de acceder al órgano jurisdiccional.

Así las cosas, esta Sala considera que dicho lapso es concebido como
de índole procesal, en atención a que el mismo transcurre ante el órgano
que conocerá del asunto en vía jurisdiccional, debiéndose en consecuen-
cia, computar según los días hábiles verificados ante el órgano distribui-
dor  que  corresponda  según  la  circunscripción  judicial  respectiva,
entendiéndose por días hábiles, aquéllos en los cuales dicho Tribunal
distribuidor haya decidido dar despacho, motivo por el cual, suelen indi-
carse tales días como de despacho”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 237

N° de sentencia: 00761.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: Francisco de Asís Tortoledo Rodríguez con-
tra la División de Sumario Administrativo de
la Gerencia Regional de Tributos Internos
de la Región Capital del Servicio Nacional
Integrado  de  Administración Aduanera  y
Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
COT (1994): Art. 187.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00761-220306-1999-15722-1.htm

16. AMPLIACIÓN O REFORMA DEL RECURSO


CONTENCIOSO TRIBUTARIO

“(...) no es una cuestión controvertida la propia facultad del accionante
de ampliar o reformar el recurso contencioso tributario por él interpues-
to,  abstracción  hecha  de  que  su  ejercicio  se  haya  llevado  a  cabo  de
manera subsidiaria al recurso jerárquico.

No podría ser de otra forma, si el fin último del proceso es la búsqueda de
la verdad como mecanismo que conduce a la justicia material en el caso
concreto (artículo 12 del Código de Procedimiento Civil), mal podría limi-
tarse al accionante que en ejercicio de su legítima facultad de instar, deci-
de reformar o ampliar los términos en los cuales ha deducido originalmente
su pretensión, aportando de este modo mayores elementos para el exa-
men de mérito de la causa, corrigiendo los ya planteados, o ampliando los
conceptos reclamados, en el entendido de que en principio, es el accio-
nante quien conoce de manera directa cómo le perjudica el acto impugna-
do, y cuál es la forma de reparar los daños producidos por éste.

Claro está, que con el ejercicio de estos medios no puede modificarse
totalmente la petición original, al extremo que en definitiva se origine
una  pretensión  totalmente  distinta,  en  cuyo  caso  lo  procedente  sería
ejercer una nueva acción en lugar de la inicial”.
238 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 01547.
Fecha de Publicación: 14 de junio de 2006.
Caso: Metanol de Oriente, METOL, S.A., contra
Gerencia Regional de Tributos Internos de
la Región Nor Oriental del Servicio Nacio-
nal Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 12.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01547-140606-2005-5117.htm

17. NOTIFICACIÓN DE LOS ACTOS TRIBUTARIOS.


DIFERENTES TIPOS DE DOMICILIO

“en cuanto al alegato concerniente al orden de prelación en que consi-
dera la representación de la contribuyente que deben hacerse las notifi-
caciones,  en  particular  la  de  la  resolución  culminatoria  del  sumario
administrativo, es necesario señalar que el encabezado del artículo 133
del Código Orgánico Tributario de 1994, dispone que las notificaciones
se practicarán en ‘alguna de estas formas’, que de seguidas se enume-
ran, sin establecer orden alguno como el que si prevé la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos.

En efecto, el numeral 4 de la norma bajo examen referido a la notifica-
ción  por aviso claramente establece  dos requisitos de procedencia, a
saber: 1) que ‘no haya podido determinarse el domicilio del contribuyen-
te o responsable, conforme a lo previsto en este Código’, o 2) ‘cuando
fuere imposible efectuar la notificación personal, por correspondencia o
por  constancia  escrita’;  de  lo  cual  se  deduce  que  la  notificación  por
aviso procede sólo si se han agotado las demás formas de notificación,
pero entre éstas no existe ningún orden de prelación.

El anterior criterio se encuentra reforzado por la norma contenida en el
artículo 162 del vigente Código Orgánico Tributario, en cuyo encabezado se
destaca que ‘...Las notificaciones se practicarán, sin orden de prelación, en
alguna de estas formas...’. Asimismo, el artículo 135 del Código Orgánico
Tributario de 1994, aplicable al presente caso en razón del tiempo, prevé el
supuesto en el cual se hubieren realizado las notificaciones en incumpli-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 239

miento de los requisitos legales, señalando al respecto que éstas no surtirán
efecto sino a partir del momento en que se hubiesen realizado en la forma
debida o desde la oportunidad en que el contribuyente o responsable realice
cualquier actuación que implique el conocimiento del acto que se pretende
notificar, lo cual viene a afianzar el fin que persigue el legislador, cual es
comunicar la resolución, que el interesado tenga conocimiento de la misma,
sin importar cuál de las modalidades allí previstas (artículo 133 del Código
Orgánico Tributario de 1994) fue la empleada.

Por otra parte, el artículo 174 del Código de Procedimiento Civil consa-
gra el deber de las partes y de sus apoderados de indicar un domicilio,
dirección o sede en donde se practicarán las notificaciones, citaciones o
intimaciones a que haya lugar, denominado domicilio procesal. A falta
de éste se tendrá como tal la sede del tribunal.

La disposición anterior se encuentra en perfecta concordancia con la
contenida en el ordinal 9º del artículo 340 eiusdem, en donde se expresa
que entre los requisitos que debe llenar el libelo de la demanda se halla
la indicación del domicilio procesal (sede o dirección) del demandante,
mientras que el ordinal 2º de la norma en análisis dispone entre otros, el
deber  de  señalar  en  dicho  escrito  el  domicilio  del  demandante  y  del
demandado. De lo cual se colige la distinción que existe entre el domici-
lio, susceptible de elección a los solos efectos procesales y el domicilio
en los términos previstos en el Código Civil en el caso de las personas
naturales (artículo 27), o en el Código de Comercio en el caso de las
sociedades mercantiles (artículo 203) y el domicilio fiscal (previsto en
el Código Orgánico Tributario)”.

N° de sentencia: 01165.
Fecha de Publicación: 10 de mayo de 2006.
Caso: Inversiones Super P.C. Store 54, C.A., con-
tra Municipio Chacao del Estado Miranda.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (1994): Arts. 133 y 135.
COT (2001): Art. 162.
CPC: Arts. 174 y 340.
CC: Art. 27.
CCom: Art. 203.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01165-100506-2001-0038.htm
240 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

18. MEDIDA DE SUSPENSIÓN DE EFECTOS EN MATERIA


CONTENCIOSO TRIBUTARIA. CONSTITUCIONALIDAD
DEL ARTÍCULO 263 DEL CÓDIGO ORGÁNICO
TRIBUTARIO

“(...) previo a pronunciarse en torno a la presente apelación, estima la
Sala pertinente resolver lo relativo al alegato de inconstitucionalidad del
artículo 263 del vigente Código Orgánico Tributario hecho valer por la
representación judicial de la contribuyente; en tal sentido, observa esta
alzada que el fundamento expuesto por la contribuyente para invocar la
nulidad por inconstitucionalidad del señalado artículo estriba en que con-
forme al mismo se imponen ‘trabas extrajudiciales de índole económica
para la toma de decisiones relacionadas con la interposición del recurso
correspondiente’, puesto que si el Tribunal no se pronuncia en forma
expedita sobre la suspensión de efectos peticionada, podría iniciarse un
juicio ejecutivo que afectaría el patrimonio de los contribuyentes.

Al respecto, juzga esta Sala, contrariamente a lo alegado por la contri-
buyente, que del análisis de los términos en fue prevista la referida
norma  por el  legislador  tributario no  se  evidencia una  contrariedad
manifiesta de la misma con la disposición constitucional establecida
en el artículo 26, relativa a la justicia expedita, pues a juicio de esta
alzada dicha previsión sólo vino a recoger los principios generales del
derecho administrativo inherentes a la ejecutividad y ejecutoriedad del
acto administrativo, al disponer en forma contraria a como lo hiciera
el Código Orgánico Tributario derogado (1994) que la simple interpo-
sición del recurso contencioso tributario no suspende los efectos de
los actos recurridos, debiendo en consecuencia, solicitarse como su-
cede en el contencioso-administrativo general, la suspensión de efec-
tos  requerida  en  cumplimiento  de  los  requisitos  establecidos  en  el
artículo 588 del Código de Procedimiento Civil en concordancia con el
artículo 585 eiusdem.

Por tal motivo, juzga este Supremo Tribunal que la norma prevista en el
citado artículo 263 del Código Orgánico Tributario vigente en nada con-
traviene la disposición contenida en el artículo 26 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, debiendo rechazarse en conse-
cuencia, el señalado alegato de inconstitucionalidad hecho valer por la
representación judicial de la contribuyente. Así se declara”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 241

N° de sentencia: 01311.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Tucker Energy Services de Venezuela, S.A.,
contra Gerencia de la Aduana Principal de
Maracaibo.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 26.
COT (2001): Art. 263.
CPC: Arts. 585 y 588.
COT (1994)
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01311-240506-2003-0329.htm

19. POTESTAD TRIBUTARIA MUNICIPAL

“En reiteradas ocasiones, la Sala Político-Administrativa de la extinta
Corte Suprema de Justicia y del actual Tribunal Supremo, se pronunció
acerca de la facultad que tienen los Municipios para crear o establecer
tributos respecto a las personas o bienes que se encuentren en su juris-
dicción y dentro de los límites que le imponen las esferas competencia-
les atribuidas constitucionalmente a los otros entes político-territoriales
(República y Estados).

En tal sentido, se destacó que bajo el imperio de la Constitución de 1961,
los Municipios como unidades político primarias de la organización terri-
torial, ostentaban autonomía para crear, recaudar e invertir libremente
sus ingresos a tenor de lo previsto en el artículo 29 de dicho texto consti-
tucional, consagrándose además, en el artículo 31 eiusdem, todo lo relati-
vo al sistema de ingresos atribuidos a tales entes territoriales (...)

Con base en lo dispuesto en el artículo precedente, podían los Municipios
exigir respecto de las personas que se encontraran en su jurisdicción, el
cumplimiento de las obligaciones tributarias derivadas de la concreción
del hecho generador del denominado impuesto sobre patente de industria
y comercio, el cual incidía sobre aquellas actividades comerciales, indus-
triales y de índole similar desarrolladas por dichos sujetos en el ámbito de
la circunscripción territorial del ente exactor. No obstante, tal potestad,
interpretó la Sala, debía ejercerse dentro de los límites constitucionalmen-
te impuestos y en respeto, como se indicó, de las restantes esferas com-
petenciales  atribuidas  al  Poder  Nacional  y  al  Poder  Estadal,  según  lo
242 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

dispuesto en los artículos 18, 34 y 136, numerales 8, 10 y 20, de la Cons-
titución de la República de Venezuela de 1961 (...)

En atención a la normativa citada, se observa que la autonomía estable-
cida a favor de los Municipios, dentro de la cual se encuentra la tributa-
ria, fue concebida por el Constituyente de 1961 en un nivel competencial
determinado, que encontraba sus limitaciones tanto en las disposiciones
anteriormente transcritas como en aquellas derivadas del ejercicio de
las potestades tributarias consagradas a los otros entes político-territo-
riales, a saber, la República y los Estados.

Aunado a lo anterior, debe destacarse asimismo lo indicado en la profusa
jurisprudencia emanada tanto de los Tribunales Superiores de lo Conten-
cioso Tributario y de las Salas Político-Administrativa y Plena de la extin-
ta Corte Suprema de Justicia, así como de este Tribunal Supremo, conforme
a la cual se ha sostenido, a tenor de lo señalado en el supra citado ordinal
10° y en el ordinal 24° del artículo 136 de la Constitución de la República
de Venezuela de 1961, en concordancia con el artículo 139 eiusdem, que
si bien los Municipios podían organizar sus rentas, debían hacerlo tal como
lo preceptuaba el artículo 18 del texto constitucional, el cual prohibía a los
Estados y por remisión a los Municipios, crear impuestos sobre las mate-
rias rentísticas reservadas al Poder Nacional (...).

No obstante la declaratoria que antecede, esta Sala Político-Adminis-
trativa del Tribunal  Supremo de Justicia,  no puede inadvertir que en
diciembre de 1999, se instauró en nuestro país un Poder Constituyente a
los fines de sancionar un nuevo texto constitucional en el cual se plas-
maran las realidades de nuestra sociedad contemporánea; ello así, su-
cedió que en tal oportunidad fueron reguladas las competencias atribuidas
a cada uno de los entes político-territoriales que conforman la Repúbli-
ca y, en especial, las potestades conferidas a dichos entes, en términos
más amplios de la fórmula constitucional de 1961. En este sentido, los
artículos 156, 168, 179, 180 y 183 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela de 1999”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 243

N° de sentencia: 00885.
Fecha de Publicación: 05 de abril de 2006.
Caso: Noble  Drilling  de  Venezuela,  C.A  contra
Municipio La Cañada.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CN: Arts. 18, 29, 31, 34, 136 y 139
CRBV: Arts. 156, 168, 179 y 180.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00885-050406-2001-0545.htm

20. PRINCIPIO DE LEGALIDAD TRIBUTARIA

“En primer lugar, se constata que el principio de legalidad tributaria se
encuentra previsto en el artículo 317 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, según el cual: “No podrán cobrarse impues-
tos, tasas, ni contribuciones que no estén establecidos en la ley, ni con-
cederse  exenciones  o  rebajas,  ni  otras  formas  de  incentivos  fiscales,
sino en los casos previstos por las leyes”.

Así las cosas, en criterio de esta Sala, el principio de legalidad tributaria
representa un límite formal a la imposición, debido a que garantiza cuál
va a ser el órgano productor de la norma, es decir, el Poder Legislativo,
y eventualmente por delegación expresa y excepcional (Ley Habilitan-
te), el Poder Ejecutivo”.

Nº de sentencia: 02142.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: CRU-MAR, C.A. contra Servicio Nacional
Autónomo  de Administración Aduanera  y
Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Art. 317.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02142-270906-2006-1302.htm
244 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

21. PRINCIPIO DE LA NO CONFISCATORIEDAD DEL


TRIBUTO

“En segundo lugar, el principio de no confiscatoriedad del tributo, en-
cuentra su basamento legal en el mismo artículo 317 constitucional, cuyo
postulado establece: ‘Ningún tributo puede tener efecto confiscatorio’.

En este orden de ideas, la jurisprudencia de esta Sala ha sido pacífica al
sostener que el referido principio encuentra fundamento en la inviolabi-
lidad del derecho de propiedad por vía de una tributación desproporcio-
nada y fuera del contexto de la capacidad para contribuir con las cargas
públicas, siendo en consecuencia, un límite a la imposición desmedida y
una garantía a la propiedad de los particulares.

En el ámbito impositivo, la confiscatoriedad de un tributo supone la apro-
piación indebida de los bienes particulares por parte del Estado, en vir-
tud  de la  aplicación  de  una  determinada normativa  que desborda  los
límites de la razonabilidad por lo exagerado y grosero de su quantum, en
abierto detrimento de la capacidad de los particulares para contribuir
con las cargas fiscales”.

Nº de sentencia: 02142.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: CRU-MAR, C.A. contra Servicio Nacional
Autónomo  de Administración Aduanera  y
Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Art. 317.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02142-270906-2006-1302.htm

22. PRINCIPIO DE CAPACIDAD CONTRIBUTIVA

“En tercer lugar, el principio de capacidad contributiva previsto en el
artículo 316 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezue-
la, ha sido concebido como la aptitud que tiene el contribuyente para
soportar las cargas tributarias en su medida económica y real, indivi-
dualmente considerado, en un período fiscal y que actúa como límite
material al poder de imposición del Estado, garantizando la justicia y
razonabilidad del tributo.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 245

De esta manera, la capacidad contributiva constituye un principio cons-
titucional que sirve a un doble propósito, de un lado como presupuesto
legitimador de la distribución del gasto público, y, de otro, como límite
material al ejercicio de la potestad tributaria”.

Nº de sentencia: 02142.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: CRU-MAR, C.A. contra Servicio Nacional
Integrado  de  Administración Aduanera  y
Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Art. 316.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02142-270906-2006-1302.htm

23. RETENCIÓN COMO MECANISMO DE CONTROL


FISCAL

“Ahora bien, para asegurar el funcionamiento de la retención como me-
canismo de control fiscal y de anticipo recaudatorio (en los casos donde
la retención funciona como un anticipo a cuenta), el legislador ha estable-
cido  una serie  de  consecuencias aplicables  a  aquellos  casos  en que  el
agente de retención deja de cumplir con su deber de realizar la detracción
correspondiente, la efectúa parcialmente o con retardo. En efecto, exis-
ten sanciones previstas en el Código Orgánico Tributario para las distin-
tas modalidades de incumplimiento en las que puede incurrir el agente de
retención, encontrándose previstas, otras consecuencias que, si bien en
primer término no poseen naturaleza sancionatoria, producen indudable-
mente un efecto gravoso sobre la esfera del sujeto, como lo sería el caso
de la responsabilidad solidaria establecida en dicho instrumento legal en
su artículo 28, entre el agente de retención y el contribuyente”.
246 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Nº de sentencia: 0764.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: TEXTILANA, S.A. contra Servicio Nacio-
nal Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
COT (2001): Art. 28.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00764-220306-2002-0337-1.htm

24. INTERESES MORATORIOS EN MATERIAL


TRIBUTARIA

“Conforme lo dispone la sentencia parcialmente transcrita [sentencia
SPA N° 5757 28/09/2005], la cual se acoge plenamente para el presente
caso, se observa que basta el incumplimiento en el pago de la obligación
principal para considerar ocurrido el nacimiento de los intereses mora-
torios. Así, la mora por su carácter indemnizatorio, no pretende castigar
un retraso sino compensar financieramente a su acreedor como resar-
cimiento del daño ocasionado por la privación del capital.

Por lo que, tal como se expuso en la sentencia transcrita, la determina-
ción tributaria por ser de naturaleza declarativa, origina el nacimiento
de la obligación tributaria al producirse el hecho imponible; en conse-
cuencia, la situación que ocasiona la obligación de pagar los intereses
moratorios sería el retardo en el cumplimiento de esa obligación tributa-
ria. De allí, los dos requisitos para la existencia de la mora en materia
tributaria, ‘...i) la manifestación de un retraso en el cumplimiento de
una obligación y, ii) la liquidez y exigibilidad de dicha obligación produc-
to de un proceso de determinación tributaria’.

Entonces, el vencimiento del plazo fijado por la Ley para cumplir la obli-
gación tributaria ya nacida, produce la mora generadora de los intereses,
sin que se requiera ninguna otra condición o actuación para el nacimiento
de la obligación principal, es decir, es independiente de los recursos admi-
nistrativos o judiciales interpuestos, pues éstos inciden sobre los efectos
(ejecutividad y ejecutoriedad) del acto de determinación de la obligación
tributaria y no sobre la situación jurídica acaecida”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 247

Nº de sentencia: 0764.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: TEXTILANA, S.A. contra Servicio Nacio-
nal Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00764-220306-2002-0337-1.htm

25. POTESTAD TRIBUTARIA MUNICIPAL EN LA


CONSTITUCIÓN DE 1961

“En reiteradas ocasiones la Sala Político-Administrativa se ha pronun-
ciado acerca de la facultad que tienen los Municipios para crear o esta-
blecer tributos respecto a las personas o bienes que se encuentren en su
jurisdicción y dentro de los límites que le imponen las esferas compe-
tenciales atribuidas constitucionalmente a los otros entes político-terri-
toriales (República y Estados).

En  tal  sentido,  se  destaca  que  bajo  el  imperio  de  la  Constitución  de
1961, los Municipios como unidades político-territoriales primarias, os-
tentaban autonomía para crear, recaudar e invertir libremente sus ingre-
sos a tenor de lo previsto en el artículo 29 de dicho texto constitucional,
previéndose además, en el artículo 31 eiusdem, todo lo relativo al siste-
ma de ingresos atribuidos a tales entes, (...)

Con base en la norma anteriormente transcrita, podían los Municipios
exigir respecto de aquellos sujetos que se encontraran en su jurisdic-
ción, el cumplimiento de las obligaciones tributarias derivadas del acae-
cimiento del hecho imponible del denominado impuesto sobre patente de
industria y comercio, el cual incidía sobre aquellas actividades comer-
ciales, industriales y de índole similar desarrolladas en el ámbito de la
circunscripción territorial del ente exactor. No obstante, a criterio de la
Sala, tal potestad debía ejercerse dentro de los límites constitucionales
y en acatamiento de las restantes esferas competenciales atribuidas al
Poder  Nacional y  al Poder  Estadal,  entre las  cuales resulta  oportuno
destacar lo dispuesto en los artículos 18, 34 y 136, ordinales 8°, 20° y
24°, de la Constitución de la República de Venezuela de 1961, (...)
248 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En atención a la normativa citada, se observa que la autonomía estable-
cida a favor de los Municipios, dentro de la cual se encuentra la tributa-
ria, fue concebida por el Constituyente de 1961 en un nivel competencial
determinado, que encontraba sus limitaciones tanto en las disposiciones
anteriormente transcritas como en aquellas derivadas del ejercicio de
las potestades tributarias atribuidas a los otros entes político-territoria-
les, a saber, la República y los Estados.

Al respecto, resulta ilustrativa la jurisprudencia emanada de la entonces
Corte Suprema de Justicia en Pleno, sentada en el caso: Nouhle Seguias
vs. Ordenanzas sobre Patente de Industria, Comercio y Servicios de Ac-
tividades Similares del Distrito Cedeño del Estado Bolívar y del Distrito
Infante  del  Estado  Guárico,  del  4  de  mayo  de  1988,  reiterada  por  esa
Sala, al decidir en fecha 17 de abril de 1996, respecto de la acción de
nulidad  intentada contra  la Ordenanza  sobre  Patente  de Vehículos Te-
rrestres, Aéreos y Marítimos del Municipio Vargas del Distrito Federal”.

Nº de sentencia: 02506.
Fecha de Publicación: 9 de noviembre de 2006.
Caso: Municipio Antonio Díaz del Estado Nueva
Esparta  contra Aeropostal Alas  de  Vene-
zuela, C.A.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CN (1961): Arts. 18, 31, 34 y 136.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02506-091106-2006-0428.htm

26. PRINCIPIO O SISTEMA DE LIBERTAD DE LOS


MEDIOS DE PRUEBA EN MATERIA TRIBUTARIA.
LIBERTAD DE ADMISIÓN

“(...) esta Máxima Instancia considera oportuno señalar que conforme
al pacífico criterio sostenido por la doctrina nacional, el llamado princi-
pio  o  sistema  de  libertad  de  los  medios  de  prueba  es  absolutamente
incompatible con cualquier intención o tendencia restrictiva de admisi-
bilidad del medio probatorio seleccionado por las partes, con excepción
de aquellos legalmente prohibidos o que resulten inconducentes para la
demostración  de  sus  pretensiones,  principio  que  se  deduce  del  texto
expresamente  consagrado  en  el  artículo  395  del  Código  de  Procedi-
miento Civil (...).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 249

Vinculado directamente a lo anterior, destaca la previsión contenida en
el artículo 398 eiusdem, alusiva al principio de la libertad de admisión,
conforme al cual el Juez, dentro del término señalado, ‘...providenciará
los escritos de pruebas, admitiendo las que sean legales y procedentes y
desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales e impertinen-
tes’; principio este recogido en el Código Orgánico Tributario de 2001
en el segundo aparte del artículo 269, pero atenuado por las excepcio-
nes del juramento y de la confesión de empleados públicos (...).

Así,  la  providencia  o  auto  interlocutorio  a  través  del  cual  el  Juez  se
pronuncia sobre la admisión de las pruebas promovidas, es el resultado
del juicio analítico efectuado por él, respecto de las condiciones de ad-
misibilidad que han de reunir las pruebas que  fueran promovidas, es
decir, de las reglas de admisión de los medios de pruebas contemplados
en el artículo 269 del Código Orgánico Tributario de 2001, atinentes a su
legalidad y a su pertinencia; porque sólo será en la sentencia definitiva
cuando el Juez de la causa pueda apreciar al valorar la prueba y esta-
blecer los hechos, si su resultado incide o no en la decisión que ha de
dictar respecto de la legalidad del acto impugnado.

Sobre la base del referido principio de libertad de los medios de prueba,
una  vez  analizada  la  prueba  promovida,  el  Juez  habrá  de  declarar  la
legalidad y pertinencia de la misma, y en consecuencia habrá de admi-
tirla, pues sólo cuando se trate de una prueba que aparezca manifiesta-
mente  contraria  al  ordenamiento  jurídico,  o  cuando  el  hecho  que  se
pretende probar con el medio respectivo no guarda relación alguna con
el hecho debatido, podrá ser declarada como ilegal o impertinente, y por
tanto inadmisible.

Lo indicado, pone de relieve que la regla es la admisión y que la negati-
va sólo puede acordarse en casos excepcionales y muy claros de mani-
fiesta ilegalidad e impertinencia, premisa analizada en la sentencia Nº
2189 de fecha 14 de noviembre de 2000, dictada por esta Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia, caso: PETROZUATA,
C.A., para los procesos contencioso tributarios”.
250 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 02022.
Fecha de Publicación: 9 de agosto de 2006.
Caso: Compañía Anónima Electricidad del Centro
(ELECENTRO) contra Gerencia Regional
de Tributos Internos  de  la Región Central
del  Servicio Nacional Integrado de Admi-
nistración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CPC: Arts. 395 y 398.
COT (2001): Art. 269.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02022-090806-2003-1225.htm

27. POTESTAD TRIBUTARIA MUNICIPAL EN LA


CONSTITUCIÓN DE 1999. ESPECIAL REFERENCIA AL
SISTEMA DE LAS AGUAS

“(...) esta Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justi-
cia, no puede inadvertir que en diciembre de 1999, se instauró en nues-
tro país un Poder Constituyente a los fines de sancionar un nuevo texto
constitucional en el cual se plasmaran las realidades de nuestra socie-
dad contemporánea; ello así, sucedió que en tal oportunidad fueron re-
guladas  las  competencias  atribuidas  a  cada  uno  de  los  entes
político-territoriales que conforman la República y, en especial, las po-
testades conferidas a dichos entes, en términos más amplios de la fór-
mula constitucional de 1961; lo cual quedó consagrado en los artículos
156, 168, 179, 180 y 183 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela de 1999.

Asimismo, lo relativo al sistema de las aguas y su dominialidad, fue
regulado en el nuevo texto constitucional en su artículo 304.

En  ese  orden  de  ideas,  mediando  una  nueva  Constitución  dictada  en
términos más amplios que los de la Carta Magna de 1961, se impuso la
necesidad de interpretar algunos de los novedosos preceptos constitu-
cionales adoptados por el Constituyente de 1999; siendo ello así, la Sala
Constitucional de este Supremo Tribunal mediante sentencia N° 285 del
04 de marzo de 2004, dictada con ocasión de dos recursos de interpre-
tación solicitados por el ciudadano Alcalde del Municipio Simón Bolívar
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 251

del Estado Zulia y por las sociedades mercantiles BJ Services de Vene-
zuela, CA., Nimir Petroleum Venezuela, B.V., Baker Hughes de Vene-
zuela, S.A. y Servicios Halliburton de Venezuela, S.A., respectivamente,
interpretó el alcance normativo de las previsiones constitucionales con-
tenidas en los artículos 16, 164, numeral 2, 180, 304 y de la Disposición
Transitoria Cuarta, numeral 7.

Así, de la interpretación que la Sala Constitucional hiciera de los artícu-
los 180 y 304 del Texto Fundamental, debe concluirse a la luz del seña-
lado texto constitucional de 1999, que a diferencia de lo que ocurría bajo
el imperio de la Constitución derogada (1961), la declaratoria de dema-
nialidad de las aguas y sus regímenes de afectación y aprovechamiento
público no implica afectación alguna por parte del Poder Nacional res-
pecto de las competencias atribuidas a los Estados y Municipios, y es-
pecíficamente en cuanto a estos últimos, que las actividades económicas
desarrolladas en tales aguas del dominio público, sean gravables con los
impuestos municipales correspondientes, salvo que se trate de un su-
puesto de excepción expresa.

En virtud de ello, debe aceptarse que los Municipios, por ejemplo del
Estado Zulia, puedan exigir tributos por las actividades que se extiendan
hacia el Lago de Maracaibo”.

N° de sentencia: 02758.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2006.
Caso: Foramer  de  Venezuela,  S.A.,  Sucursal  de
Foramer, contra Gerencia de Administración
Tributaria de la Alcaldía del Municipio San
Francisco del Estado Zulia.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Arts. 16, 156, 164, 168, 179, 180, 183 y 304.
CN (1961)
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02758-301106-2000-0107.htm
252 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

28. SUSPENSIÓN DE LOS EFECTOS DEL ACTO


RECURRIDO EN MATERIA TRIBUTARIA

“(...) la suspensión de los efectos del acto recurrido en materia tributa-
ria, no ocurre en forma automática con la interposición del recurso con-
tencioso tributario (como sucedía con el Código Orgánico Tributario de
1994), sino que por el contrario debe considerarse como una medida
cautelar que el órgano jurisdiccional puede decretar a instancia de par-
te, lo cual en modo alguno constituye una vulneración a los principios
fundamentales de tutela judicial efectiva y derecho a la defensa, pues
ante un riesgo inminente de afectación a la esfera jurídica subjetiva, la
partes detentan la libertad de solicitar que se suspendan los efectos de
un acto administrativo determinado, llevando a la convicción del juzga-
dor la existencia de tal riesgo (...).

Por otro lado, del artículo 263 del Código Orgánico Tributario, antes
citado, se desprende que para la procedencia de la medida cautelar de
suspensión de efectos, deben cumplirse ciertas exigencias, que confor-
me con el texto de la norma se refieren a ‘...que su ejecución pudiera
causar graves perjuicios al interesado, o si la impugnación se funda-
mentare en la apariencia de buen derecho...’.

De este modo, la interpretación literal del texto transcrito supra, per-
mitiría afirmar, en principio, la posibilidad de que los requisitos para
decretar la medida cautelar en materia tributaria no sean concurren-
tes. Sin embargo, la Sala considera necesario advertir que las inter-
pretaciones de los textos normativos deben realizarse con base en una
comprensión integral de los mismos, lo cual le impone efectuarla de
forma sistemática con respecto a la disposición legal atendiendo a todo
el ordenamiento jurídico.

Dentro  de  este  contexto,  debe  hacerse  referencia  a  que  las  medidas
cautelares  de  suspensión  de  efectos,  en  materia  tributaria,  se  dictan
cuando  ellas  sean  necesarias  para  evitar  perjuicios  irreparables  o  de
difícil reparación por la ejecución inmediata del acto administrativo tri-
butario, en cuyo caso, de acordarse, debe ser con fines preventivos y no
con fines ejecutivos o de reparación definitiva del daño”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 253

N° de sentencia: 02011.
Fecha de Publicación: 2 de agosto de 2006.
Caso: Inversiones  y  Valores  Unión,  Inverunión,
S.A., contra Gerencia Regional de Tributos
Internos de Contribuyentes Especiales de la
Región capital del Servicio Nacional Inte-
grado de Administración Aduanera y Tribu-
taria (SENIAT).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
COT (2001): Art. 263.
COT (1994):
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02011-020806-2003-1091.htm
254 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derechos Constitucionales

1. NUEVOS PARADIGMAS CONSTITUCIONALES.


ESPECIAL REFERENCIA A LOS PUEBLOS INDÍGENAS

“En la Constitución de 1999 se recoge en una sola disposición el con-
cepto de discriminación fundado en la raza, el sexo, el credo o la condi-
ción social, extendiéndose éste a todas aquellas situaciones que anulen
o menoscaben el reconocimiento, goce  o ejercicio en condiciones de
igualdad, de los derechos y libertades de toda persona.

Es así como, finalmente, se consagran los principios que la jurispruden-
cia ha ido delineando en la materia, pues ésta ha sido conteste en seña-
lar que el derecho a la igualdad debe interpretarse como el derecho que
tienen  todos  los  ciudadanos  de  que  no  se  establezcan  excepciones  o
privilegios que excluyan a unos de lo que se les concede a otros; así
mismo la jurisprudencia ha precisado, que la discriminación existe tam-
bién cuando situaciones análogas o semejantes se deciden, sin aparente
justificación, de manera distinta o contraria

Por otra parte, los nuevos postulados constitucionales apuntan hacia un
nuevo  Estado  Social  de  Derecho  y  de  Justicia  comprometido  con  el
progreso integral de los venezolanos, con miras a alcanzar el desarrollo
humano que les garantice una calidad de vida digna a todos los habitan-
tes del país por igual, sobre la base de valores superiores que propugna
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela e inspiran todo
el ordenamiento jurídico. Estos valores superiores que como principios
fundamentales cimentan la nueva estructura o andamiaje del Estado y
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 255

le obligan a respetarlos en todas sus actuaciones, deben sostener igual-
mente la vida de los ciudadanos en todas sus ejecutorias no sólo como
individuos sino como seres sociales.

Así, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democra-
cia, la responsabilidad individual y social, la preeminencia de los dere-
chos humanos, la ética pública y el pluralismo político, inspiran toda la
actuación del Estado pero también la participación ciudadana en la toma
de decisiones para la solución de sus problemas. Y sobre esta base es
que pueden examinarse, hoy, los derechos políticos, los derechos civi-
les, los derechos sociales y de la familia, los derechos culturales y edu-
cativos, los derechos económicos y, muy especialmente, respecto al caso
que nos ocupa, los derechos de los pueblos indígenas, los derechos am-
bientales y, cualquiera otro derecho inherente al ser humano aun cuan-
do no esté expresamente consagrado en el Texto Fundamental”.

N° de sentencia: 0186.
Fecha de Publicación: 1º de febrero de 2006.
Caso: Asociación Civil Misión Nuevas Tribus de
Venezuela contra Ministerio del Interior y
Justicia (hoy Ministerio del Poder Popular
para Relaciones Interiores y Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/febre-
ro/00186-010206-2005-5648.htm

2. DERECHO A LA PRESUNCIÓN DE INOCENCIA.


ALCANCE

a. “(...) la jurisprudencia de la Sala (V. gr. Sentencia N° 686, del 8 de
mayo  de  2003,  dictada  en  el  caso  Petroquímica  de  Venezuela  S.A.),
sostiene que  la presunción de  inocencia es el derecho que tiene toda
persona de ser considerada inocente mientras no se pruebe lo contrario,
el cual formando parte de los derechos, principios y garantías que son
inmanentes al debido proceso, que la vigente Constitución de la Repú-
blica consagra en su artículo 49 a favor de todos los ciudadanos, exige
en consecuencia, que tanto los órganos judiciales como los de naturale-
za administrativa deban ajustar sus actuaciones a lo largo de todo el
256 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

procedimiento de que se trate, de tal modo que pongan de manifiesto el
acatamiento o respeto del mismo.

Igualmente, la Sala ha establecido (Fallo N° 975, del 5 de agosto de
2004  emitido en el caso Richard Quevedo), que la importancia de la
aludida presunción de inocencia trasciende en aquellos procedimientos
administrativos que como el presente, aluden a un régimen sancionato-
rio, concretizado en la necesaria existencia de un procedimiento previo
a la imposición de la sanción, el cual ofrezca las garantía mínimas al
sujeto investigado y permita, sobre todo, comprobar su culpabilidad”.

N° de sentencia: 05907.
Fecha de Publicación: 13 de octubre de 2005.
Caso: Administradora Convida, C.A., contra Mi-
nisterio de la Producción y el Comercio (hoy
Ministerio del Poder Popular para las Indus-
trias Ligeras y Comercio).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 49.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05907-131005-2004-0274.htm

3. DERECHO AL HONOR Y A LA REPUTACIÓN

“La Sala Constitucional en sentencias N°s. 2442/2003 y 3094/2003 del
01 de septiembre y 04 de noviembre de 2003, respectivamente, estable-
ció  que  el  honor  es  la  percepción  que  la  propia  persona  tiene  de  su
dignidad, la cual opera en un plano interno y subjetivo al tiempo que
supone un grado de autoestima personal, en tanto representa la valora-
ción que la persona hace de sí misma, independientemente de la opinión
de los demás. La honra es, en cambio, el reconocimiento social del ho-
nor, que se expresa en el respeto que corresponde a cada persona como
consecuencia del reconocimiento de su dignidad por cada uno de los
integrantes del colectivo social; en otras palabras, constituye el derecho
de  toda  persona  a  ser  respetada  ante  sí  misma  y  ante  los  demás.  La
reputación, por su parte, es el juicio de valor que los demás guardan
sobre nuestras cualidades y virtudes, ya sean morales, personales, pro-
fesionales o de cualquier otra índole, de allí que también se le conoce
como el derecho al buen nombre, pues se encuentra vinculado a la con-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 257

ducta del sujeto y a los juicios axiológicos que sobre esa conducta se
forme el resto de los miembros de la sociedad.

Conforme a lo  anteriormente expuesto, únicamente atentan  contra el


derecho  a la  honra  y  a  la buena  reputación  todas aquellas  conductas
dirigidas a denigrar a la persona, las cuales incluyen la imputación de
delitos sin justificación y de inmoralidades, las expresiones de vituperio
y los actos de menosprecio público, en virtud de la afectación que las
mismas producen en cada uno de los derechos examinados”.

N° de sentencia: 05942.
Fecha de Publicación: 19 de octubre de 2005.
Caso: Luis Antonio Dorta García contra Comisión
de Funcionamiento y Reestructuración del
Sistema Judicial.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/05942-1191005-2005-5160.htm

4. DERECHOS COLECTIVOS DE SINDICALIZACIÓN Y


CONTRATACIÓN COLECTIVA

“(...) la Sala debe precisar, como lo ha expuesto en su jurisprudencia
(Sent.  de  la  SPA  N°  01022  de  fecha  4  de  mayo  de  2000),  que  en  el
marco de la Constitución de 1999, en el campo laboral se reconocen los
derechos individuales al trabajo, a la estabilidad y a las vacaciones, así
como los derechos colectivos de sindicalización y contratación colecti-
va. No obstante, este último derecho tiene sus límites (Vid. Sent. de la
SPA N° 00861 de fecha 13 de abril de 2000) derivados del cumplimiento
del requisito previsto en el citado artículo 514 de la Ley Orgánica del
Trabajo, conforme al cual, debe atenderse al principio del respeto a la
voluntad decisiva de la mayoría, base de todo el sistema democrático,
como  exigencia  indispensable  para  ejercer  válidamente  el  derecho  a
discutir y negociar una convención colectiva de trabajo.

En relación a lo anterior, se debe indicar que la exigencia de cumplir con
los requisitos de legitimación establecidos en la Ley Orgánica del Tra-
bajo, para negociar una convención colectiva laboral tiene un doble con-
tenido,  ya  que  por  una  parte,  constituyen  una  garantía  de  la
representatividad de las organizaciones sindicales participantes, siendo
258 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

la expresión de los intereses del conjunto de los trabajadores y empre-
sarios y por la otra, porque se entiende que quienes reúnen estos requi-
sitos  representan  a  un  sector  de  los  afectados,  de  manera  que  las
ventajas laborales alcanzadas por estos grupos mayoritarios, resultan
determinantes para el establecimiento de las condiciones a que han de
ajustarse las relaciones de trabajo.

Así las cosas, una vez que el convenio colectivo se celebre como resul-
tado de las negociaciones, sus estipulaciones se convierten en cláusulas
y parte integrante de los contratos individuales de los trabajadores so-
metidos a su ámbito de aplicación”.

N° de sentencia: 00680.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Sindicato  Nacional  de  Trabajadores  de  la
Industria  Petrolera  y  sus  Similares  (SIN-
TRAIP) contra Ministerio del Trabajo (hoy
Ministerio del Poder Popular para el Traba-
jo y Seguridad Social).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LOT: Art. 514.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00680-150306-2002-0952.htm

5. DERECHO A LA DEFENSA

“En efecto, ha señalado de manera reiterada esta Sala, que se concibe
el derecho a la defensa, entre otras manifestaciones, como el derecho a
ser oído, puesto que no podría hablarse de defensa alguna, si el adminis-
trado no cuenta con esta posibilidad; el derecho a ser notificado de la
decisión administrativa a los efectos de que le sea posible al particular,
presentar los alegatos que en su defensa pueda aportar al procedimien-
to,  más  aun  si  se  trata  de  un  procedimiento  que  ha  sido  iniciado  de
oficio; el derecho a tener acceso al expediente, justamente con el pro-
pósito de examinar en cualquier estado del procedimiento, las actas que
lo componen, de tal manera que con ello pueda el particular obtener un
real seguimiento de lo que acontece en su expediente administrativo; el
derecho que tiene el administrado de presentar las pruebas que permi-
tan desvirtuar los alegatos ofrecidos en su contra por la Administración
y finalmente, el derecho que tiene toda persona a ser informado de los
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 259

recursos y medios de defensa, a objeto de poder ejercerlos frente a los
actos dictados por la Administración. (Vid. Sentencias de la S.P.A. Nros.
905 del 13 de abril de 2000; 920 del 15 de mayo de 2001; 1.279 del 27 de
junio de 2001; y 1.973 del 17 de diciembre de 2003, entre otras)”.

Nº de sentencia: 00428.
Fecha de Publicación: 22 de enero de 2006.
Caso: Mauro Herrera Quintana y otros contra el
Ministerio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00428-220206-2002-0907.htm

6. TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. CONTENIDO Y


ALCANCE

“Al efecto, ha señalado la jurisprudencia de este Máximo Tribunal, es-
pecíficamente  en  sentencia  de  esta  Sala  Nº  100  del  28  de  enero  de
2003, lo siguiente:

El derecho a la tutela judicial efectiva constituye uno de los
principios de mayor trascendencia que definen y determinan la
noción contemporánea del estado de derecho. El conjunto de
derechos y garantías reconocidos en favor de los ciudadanos
por el ordenamiento jurídico, se hace letra muerta, si el Estado
no garantiza en forma prioritaria, la existencia y el respeto a
un sistema jurisdiccional que permita libremente a los adminis-
trados exigir la protección plena de todas sus libertades.

En esa dimensión, el derecho a la tutela judicial efectiva se
transforma en el primer y principal instrumento que asegura la
justa, confiable y pacífica resolución de los conflictos entre
particulares inherentes a la vida en sociedad, así como, la pri-
mera línea de protección de las libertades ciudadanas ante las
eventuales actuaciones arbitrarias de los órganos del Estado.

Dos  de  las  más  importantes  implicaciones  del  derecho  a  la


tutela judicial efectiva, lo conforman el derecho a la defensa y
al debido proceso. El primero, entendido como la libertad de
260 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

formular los alegatos, aportar las pruebas y ejercer los recur-
sos que el ciudadano estime más convenientes para la causa
que  sostiene  en  resguardo  de  sus  derechos  e  intereses  y,  el
segundo, como la garantía de que todo juicio se ventile siguien-
do un procedimiento previamente establecido por la ley, sin
dilaciones indebidas, de carácter público, en fin, con respeto a
todas las garantías procesales.

Asimismo, en sentencia Nº 1703 del 7 de octubre de 2004, comentando y
ampliando la sentencia parcialmente transcrita supra la Sala afirmó que:

Por lo tanto, esta garantía a la tutela judicial efectiva debe ser
entendida como una manera de proteger el derecho de todos los
ciudadanos a obtener la resolución, a través de los órganos ju-
risdiccionales, de las controversias que pudieran surgir entre ellos
y para con el aparato estatal, y no como una forma de evadir las
normas procesales existentes en el ordenamiento jurídico, ya
que estas últimas  tienen como  fundamento y razón  de ser, el
hacer efectivo el ejercicio real de dicha garantía constitucional.

En efecto, no basta con que las personas tengan la posibilidad
de acudir a los Tribunales a resolver sus controversias, sino
que además, se deben establecer de antemano, algunas reglas
tendentes  a  canalizar  ese  acceso,  y  más  aún,  de  garantizar
igualmente el efectivo derecho a la defensa de todos aquellos
llamados a participar en un eventual litigio; motivo por el cual
se han establecido las normas procesales”.

N° de sentencia: 00051.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Domingo Guarenas Laya contra Consejo de
Apelaciones  de  la Universidad  Central de
Venezuela.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00051-110101-2002-0731.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 261

7. DERECHO DE PROPIEDAD

“Al respecto la Sala advierte, como lo ha precisado en otras oportunida-
des (vid. Sentencia No. 00130 de fecha 29 de enero de 2002), que el
derecho de propiedad aun cuando su contenido es amplio, no es un de-
recho absoluto, antes bien se encuentra sometido a restricciones, cuan-
do se trata de la protección de un interés superior, cual es en este caso,
el derecho a la preservación del ambiente.

En este  sentido se insiste en que ‘la propiedad es un derecho  sujeto a


determinadas limitaciones que deben encontrarse acordes con ciertos fi-
nes, tales como la función social, la utilidad pública y el interés general,
las  cuales  deben  ser  establecidas  con  fundamento  en  un  texto  legal  o
reglamentario’. (Sentencia No. 01812 de fecha 20 de noviembre de 2003).

(...)

De tal manera que la noción integral del derecho de propiedad, recogido
en la Constitución es la que permite determinar que su lesión se produce
cuando se desconoce como hecho social.

En el caso que ocupa a la Sala, debe tenerse en cuenta que en el ejerci-
cio de las potestades que el ordenamiento jurídico le fija a la Adminis-
tración, ésta se encuentra frecuentemente obligada a incidir sobre alguno
de los atributos que conforman la propiedad; pues se trata de la protec-
ción  del  ambiente, en  el marco del  derecho ambiental  como derecho
social colectivo, por lo que no cabe duda acerca de la utilidad social que
tal actividad conlleva y sobre esa base los órganos de la Administración
Pública deben desplegar el ejercicio de tales potestades, con apego a
las disposiciones ambientales dictadas al efecto.

De tal manera que el ejercicio del derecho de propiedad puede estar
limitado, por ley o por remisión legal, mediante un acto de rango suble-
gal. En este caso, el establecimiento de una zona protectora o la de-
claratoria como bien del dominio público hecha por los instrumentos
legales tantas veces referidos, no está al margen del derecho consti-
tucional a la propiedad.

Por lo tanto, mal puede considerarse como vulnerado el derecho a la
propiedad de la recurrente por el acto administrativo impugnado, dicta-
262 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

do  sobre  la  base  de  las  disposiciones  normativas  y  razones  técnicas
establecidas en protección del ambiente”.

N° de sentencia: 01414.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Inversiones F-2000, C.A., contra Ministerio
del Ambiente y de los Recursos Naturales
(hoy Ministerio del Poder Popular para el
Ambiente).
Ponente: Emiro García Rosas.
CRBV
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01414-010606-2003-1547.htm

8. DERECHO A LA LIBERTAD ECONÓMICA

“En este particular la Sala advierte que, ciertamente todas las personas
tienen el derecho de dedicarse libremente a la actividad económica de
su preferencia, sin más limitaciones que las previstas en la Constitución
y las leyes, tal como lo preceptúa el artículo 112 constitucional.

Sin embargo, tal derecho tiene como contenido esencial, no la dedica-
ción por los particulares a una actividad cualquiera y en las condiciones
más favorables a sus personales intereses; por el contrario, el Estado
está obligado a garantizar el ejercicio de la actividad económica en las
condiciones o bajo las exigencias que el propio ordenamiento jurídico
tenga establecidas.

Corolario de lo anterior, la protección del ambiente consagrada consti-
tucionalmente en el artículo 127, en modo alguno puede entenderse como
violatoria  de  los  derechos  particulares,  en  este  caso  el  derecho  a  la
libertad económica, pues el reconocimiento constitucional de todos a
disfrutar de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado, in-
dividual y colectivo, priva sin que ello implique arbitrariedad alguna por
parte de la Administración en ejercicio de las potestades de control o de
policía, sobre los derechos individuales no absolutos y que por tanto
están sujetos a garantizar la protección del interés general.

De tal manera que la intención de la Administración, como la califica el
recurrente,  no  es  impedir  el  desarrollo  de  un  proyecto  en  beneficio
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 263

particular y en detrimento del derecho a la libertad económica, sino pro-
teger el ambiente, en ejercicio de sus potestades y con fundamento en
la normativa legal y sublegal aplicable, y en ejecución de las normas
constitucionales que consagran los derechos ambientales, artículos 127,
128 y 129. Por lo tanto, la denuncia de violación del aludido derecho
resulta infundada. Así se decide”.

N° de sentencia: 01414.
Fecha de Publicación: 1º de junio de 2006.
Caso: Inversiones F-2000, C.A., contra Ministe-
rio del Ambiente y de los Recursos Natu-
rales  (hoy  Ministerio  del  Poder  Popular
para el Ambiente).
Ponente: Emiro García Rosas.
CRBV: Arts. 112, 127, 128 y 129.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01414-010606-2003-1547.htm

9. DERECHO AL DEBIDO PROCESO

“(...) se ha señalado que el debido proceso encuentra manifestación en
un grupo de garantías procesales, entre las cuales destaca el acceso a la
justicia, a los recursos legalmente establecidos, así como el derecho a un
tribunal competente y a la ejecución del procedimiento correspondiente.

Las acotaciones efectuadas se encuentran contenidas en el artículo 49
de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, por virtud
del cual se hace expresa mención de su aplicación a todas las actuacio-
nes judiciales y administrativas, en este último caso, fundamentalmente
si se trata de actos administrativos sancionatorios o de carácter ablato-
rio, en los cuales, naturalmente, se hace imprescindible acoger la gene-
ralidad de las manifestaciones antes indicadas. Asimismo, en lo que se
refiere al debido proceso, su aplicación se reputa inmediata e indiscuti-
ble, siempre que se esté en presencia de un proceso judicial o procedi-
miento  administrativo,  de  acuerdo  con  las  pautas  establecidas  en  el
mencionado artículo de la Constitución”.
264 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 01486.
Fecha de Publicación: 08 de junio de 2006.
Caso: Heriberto José Salcedo contra Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Sis-
tema Judicial.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Art. 49.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01486-080606-2003-0064.htm

10. LIBERTAD DE CONCIENCIA Y SU MANIFESTACIÓN

“Con relación a la supuesta violación del derecho del accionante a su
libertad de conciencia y a manifestarla, esta Sala juzga oportuno seña-
lar que aun cuando el hecho de expresar libremente las opiniones cons-
tituye un derecho constitucional fundamental, es preciso tomar en cuenta
que esta libertad no representa un derecho absoluto.

En efecto, es necesario tener en cuenta que la naturaleza de la activi-
dad desempeñada juega un papel fundamental a la hora de considerar
los parámetros legales en los cuales se puede desenvolver el ejercicio
de este derecho. Es claro que cuando se trata de la institución castren-
se, sus propias normas obligan a seguir un régimen estricto de conducta
diseñado por el estamento militar, sustentado en la obediencia, subordi-
nación y disciplina, y dirigido, entre otros aspectos, a limitar las opinio-
nes  o  declaraciones  por  parte  de  sus  miembros,  cuando  no  exista  la
autorización por parte del cuerpo al cual pertenezca el oficial, de acuer-
do con lo previsto en el artículo 348 de la Ley Orgánica de las Fuerzas
Armadas Nacionales; supuesto que coincide en el presente caso, en el
cual no consta autorización por parte de la superioridad militar del ofi-
cial recurrente para efectuar declaraciones públicas. Sobre la base de
ese razonamiento, esta Sala debe desestimar el argumento de la parte
recurrente. Así se decide”.

Nº de sentencia: 01243.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Régulo Humberto Díaz Vega contra Minis-
terio de la Defensa (hoy Ministerio del Po-
der Popular para la Defensa).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 265

Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOFAN (1995): Art. 348.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01243-170506-2003-1235.htm

11. DERECHO A LA IGUALDAD. TRATAMIENTO DE LA


DISCRIMINACIÓN EN EL TEXTO CONSTITUCIONAL
VIGENTE

“A  este  respecto,  cabe  mencionar  que a  diferencia  de  lo  que  ocurría
con la Constitución de 1961, que aludía expresamente a la discrimina-
ción fundada en la raza, el sexo, el credo o la condición social, la Cons-
titución de 1.999 consagró la igualdad de todas las personas ante la Ley,
extendiéndose el concepto de discriminación a todas aquellas situacio-
nes que tengan por objeto o por resultado anular o menoscabar el reco-
nocimiento, goce o ejercicio en condiciones de igualdad, de los derechos
y libertades de toda persona.

Es así como esta norma constitucional consagra principios que la juris-
prudencia ha ido delineando, al señalar que la discriminación existe cuando
situaciones  análogas  o  semejantes  se  deciden,  sin  aparente  justifica-
ción, de manera distinta o contraria. Debe, entonces, interpretarse que
el derecho a la igualdad supone disfrutar de una posición similar a la de
aquellos que se encuentran en situaciones idénticas, sin ninguna clase
de tratos discriminatorios o desiguales, por lo que alegar una situación
contraria obliga a proporcionar la prueba necesaria para respaldar la
supuesta discriminación. Pues bien, en el presente caso, no existe de-
mostración de la transgresión de este derecho constitucional, lo que se
traduce necesariamente en su improcedencia. Así se decide”.

Nº de sentencia: 01243.
Fecha de Publicación: 17 de mayo de 2006.
Caso: Régulo Humberto Díaz Vega contra Minis-
terio de la Defensa (hoy Ministerio del Po-
der Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CN
CRBV
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01243-170506-2003-1235.htm
266 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

12. PROTECCIÓN INTEGRAL DE LOS NIÑOS Y


ADOLESCENTES

“(...) la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela dispone
en el artículo 78, la obligación del Estado de asegurar, con prioridad
absoluta, la protección integral de los niños, niñas y adolescentes, ‘...para
lo cual se tomará en cuenta su interés superior en las decisiones y ac-
ciones que les conciernan...’.

La mencionada protección integral del niño y del adolescente, conforme
al ordenamiento vigente, implica el reconocimiento de todos los niños,
niñas y adolescentes, como sujetos de plenos derechos, cuyo respeto
debe ser garantizado por el Estado, la Familia y la Comunidad. En cuan-
to al Estado, se le impone el deber indeclinable de tomar todas las medi-
das de cualquier naturaleza necesarias para asegurar al niño o niña la
protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar; la fami-
lia, como medio natural para el crecimiento y bienestar de los niños; y la
sociedad, con su participación directa y activa para lograr la vigencia
plena y efectiva de los derechos del niño”.

N° de sentencia: 01522
Fecha de Publicación: 14 de junio de 2006.
Caso: Luz Mary Rodríguez Zambrano contra C.A.
Electricidad del Centro (ELECENTRO).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CRBV: Art. 78.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01522-140606-1999-15923.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 267

Derechos de Autor

1. NATURALEZA Y ATRIBUCIONES DE LA DIRECCIÓN


GENERAL DE DERECHO DE AUTOR

“Ahora bien, ante este escenario es pertinente revisar la normativa que
rige  la  actividad  de  la  Dirección  Nacional  del  Derecho  de Autor  del
Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual, a los fines de despejar
cualquier duda sobre la facultad que tiene el referido Organismo para
realizar la inspección solicitada. Sobre este particular, la Sala observa:

La Dirección Nacional del Derecho de Autor fue creada en la Ley so-
bre el Derecho de Autor, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria
de la República Bolivariana de Venezuela Nº 4.638, del 1º de octubre de
1993, como un servicio autónomo sin personalidad jurídica tal como lo
señala el artículo 65 del Reglamento de la referida Ley. Posteriormente,
a raíz de la creación del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual
por Decreto Nº 1.768 del 24 de abril de 1997, dicha Dirección pasó a
formar parte del mencionado Servicio Autónomo.

Según  se  desprende  de  la  Exposición  de  Motivos  de  la  Ley  sobre  el
Derecho de Autor, la Dirección Nacional del Derecho de Autor nació
por la necesidad de crear un organismo del Estado que, además de lle-
var el registro centralizado de la producción intelectual a nivel nacional,
se encargue de fiscalizar a las entidades de gestión colectiva; servir de
árbitro en los conflictos que se presenten entre las partes vinculadas a
la creación, administración, producción o uso de las obras y demás pro-
ductos protegidos; imponer sanciones a los entes de gestión que incum-
plan sus obligaciones legales o en aquellas faltas a la Ley no tipificadas
268 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

como delito; supervisar a las empresas y organizaciones cuyas activida-
des den lugar al goce o ejercicio de los derechos reconocidos legalmen-
te; y, en fin, para cumplir y hacer cumplir las disposiciones contenidas
en la Ley sobre el Derecho de Autor.

En virtud de lo anterior, en el artículo 130 de la mencionada Ley se creó
la Dirección Nacional del Derecho de Autor y, en el mismo artículo, se
enuncian las atribuciones que le fueron asignadas.

(...)

Asimismo, el artículo 65 del Reglamento de la Ley sobre el Derecho de
Autor y de la Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena
que contiene el Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos
Conexos, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria de la República
Bolivariana de Venezuela Nº 5.155 en fecha 9 de julio de 1997, dispone:

Artículo 65: La Dirección Nacional del Derecho de Autor po-
drá  exigir  de  las  personas  naturales  o  jurídicas  que  utilicen
obras, productos o producciones objeto de la protección legal,
toda la información que sea necesaria y ordenar informes, ex-
perticias o auditorías, en cuanto sean necesarias para la com-
probación  de  los  hechos  que  puedan  dar  lugar  al  goce  o  el
ejercicio de los derechos protegidos por la Ley.

Por otra parte, los artículos 11, 12, 13 y 14 del Reglamento Interno del
Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual, establecen lo siguiente:

Artículo 11.- La Dirección Nacional del Derecho de Autor,
está integrada por el Despacho del Director Nacional, el área
de Inspección y Fiscalización y el Registro de la Producción
Intelectual.

Artículo 12.- Corresponde a la Dirección Nacional de Derecho
de Autor, ejercer las facultades que expresamente le atribuyen
las leyes sobre la materia y aquellas que le sean asignadas en
forma cónsona con su naturaleza por el Director General Secto-
rial del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual.

Artículo 13.- Son funciones del Área de Inspección y Fisca-
lización:
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 269

Supervisar  personas  naturales  y/o  jurídicas  que  utilicen  las


obras, productos y producciones protegidas, en cuanto den lu-
gar al goce y ejercicio de los derechos establecidos en la Ley
sobre el Derecho de Autor.

Autorizar el funcionamiento y ejercer la fiscalización de las
autoridades de gestión de derechos patrimoniales conforme lo
dispone el Reglamento de la Ley sobre el Derecho de Autor.

Las demás que le sean asignadas por el Director General Sec-
torial de la Propiedad Intelectual y por el Director Nacional de
Derecho de Autor.

Artículo  14.-  Son  funciones  del  Registro  de  la  Producción


Intelectual:

Llevar el registro centralizado de la producción intelectual.

Conservar las obras, productos y producciones depositadas que
cumplan con los requisitos establecidos en el Reglamento de la
Ley sobre el Derecho de Autor.

c)  Mantener  el  Centro  de  Información  relativo  a  las  obras,


productos y producciones, nacionales y extranjeras que se uti-
licen en el territorio de la República.

Administrar el Convenio suscrito con el Instituto Autónomo Biblio-
teca Nacional para la Conservación de las Obras Registradas.

Las demás que le sean asignadas por el Director General Sec-
torial de la Propiedad Intelectual y por el Director Nacional de
Derecho de Autor.

Con  vista  al  examen  de  las  normas  transcritas  concatenadas  con  la
Exposición de Motivos de la Ley sobre el Derecho de Autor, se puede
concluir lo siguiente:

Los instrumentos normativos que regulan la actividad de la Dirección
Nacional del Derecho de Autor (Ley sobre el Derecho de Autor, Regla-
mento de la Ley sobre el Derecho de Autor y de la Decisión 351 de la
270 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Comisión del Acuerdo de Cartagena que contiene el Régimen Común
sobre Derecho de Autor y Derechos Conexos, y el Reglamento Interno
del Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual), le asignan múltiples
potestades que consisten, como se señaló anteriormente, en funciones
de control de las entidades de gestión colectiva de derechos patrimonia-
les, registro de la producción intelectual, centralización de la informa-
ción  relacionada  con  la  producción  intelectual  a  nivel  nacional  e
internacional, así como también la posibilidad de intervenir como árbitro
en los conflictos surgidos entre los titulares de derechos de autor y de
imponer sanciones en los casos donde se verifique alguna violación de
los derechos referidos.

Además de las potestades enunciadas, la Dirección Nacional del Dere-
cho de Autor ejerce funciones de inspección, vigilancia, fiscalización y
supervisión de personas naturales o jurídicas que usen obras, produc-
ciones o productos protegidos. Según lo dispone el antes aludido artícu-
lo  65  del  Reglamento de la Ley sobre el Derecho de Autor y de la
Decisión 351 de la Comisión del Acuerdo de Cartagena que con-
tiene el Régimen Común sobre Derecho de Autor y Derechos Co-
nexos, dichas funciones pueden ser ejercidas mediante la solicitud de
información a las personas inspeccionadas, la realización de experti-
cias, informes o auditorías y las demás que sean necesarias para com-
probar hechos que puedan dar lugar al goce o el ejercicio de los derechos
protegidos por los referidos instrumentos normativos.

Sobre este particular, resulta oportuno destacar que si bien es posible
que los administrados informen a los órganos administrativos compe-
tentes la ocurrencia de hechos que, como en el caso de autos, presumi-
blemente puedan atentar contra los derechos consagrados en la legislación
sobre Derecho de Autor, todas estas actuaciones de control y fiscaliza-
ción tendientes a verificar la violación denunciada (fiscalización, ins-
pección, vigilancia), son realizadas con fundamento en las funciones
propias de la Administración, la cual, además lo hace en ejercicio de su
potestad discrecional, y no a solicitud de los particulares”.

Nº de sentencia: 02385.
Fecha de Publicación: 1° de noviembre de 2006.
Caso: Banesco Banco Universal, C.A., contra Mi-
nisterio de la Producción y el Comercio (hoy
Ministerio del Poder Popular para Produc-
ción y el Comercio).
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 271

Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LDA: Art. 130.
RLDA: Art. 65.
RISAPI: Arts. 11, 12, 13 y 14.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02385-011106-2003-0284.htm

2. ACCIONES PARA HACER VALER LOS DERECHOS


MORALES Y DE EXPLOTACIÓN

“Ahora bien, para determinar si la mencionada Dirección tenía facultad
para tramitar la inspección solicitada, debe analizarse el contenido de las
normas legales invocadas por la recurrente, específicamente, los artícu-
los 109 y 110 de la Ley sobre el Derecho de Autor, los cuales establecen:

(...)

Del análisis hermenéutico de las normas parcialmente transcritas, tanto
la doctrina como la jurisprudencia (vid. Sentencia Nº 1895 del 10 de
octubre de 2000, dictada por esta Sala), han concluido que en materia
de Derecho de Autor la mencionada Ley establece cuatro acciones para
hacer  valer  los  derechos  de  explotación  –o  en  su  caso  los  derechos
morales– en ella previstos, ante el temor fundado de que se vean vulne-
rados o cuando su violación ya se haya verificado, siendo competencia
de los tribunales civiles su conocimiento, según lo previsto en el artículo
139 de la Ley sobre el Derecho de Autor.

Así, los titulares de los derechos previstos en la Ley sobre el Derecho
de Autor, en las situaciones descritas, podrán ejercer ante los órganos
jurisdiccionales competentes las siguientes acciones: (i) declarativa,
(ii) inhibitoria o prohibitiva, (iii) de remoción o destrucción y (iv) de
daños y perjuicios.

Con el ejercicio de la acción declarativa, quien alegue tener un derecho
de explotación sobre una obra determinada, podrá solicitar al Juez un
pronunciamiento  mediante  el  cual  se  establezca  con  total  certeza,  la
titularidad que sobre dicho derecho alega poseer el solicitante. Se trata,
ésta,  de  una  acción  donde  la  pretensión  principal  consiste  en  que  el
órgano jurisdiccional confirme mediante una sentencia, la existencia y
titularidad del derecho de explotación invocado.
272 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

La segunda de las acciones indicadas, es decir, la acción inhibitoria o
prohibitiva, tiene como finalidad impedir que se materialice la violación
del derecho de explotación en aquellos casos señalados en el artículo
109 de la Ley sobre el Derecho de Autor, cuando exista temor en que
tal  derecho  pueda  ser  desconocido;  o  para  evitar  que  se  continúe  la
violación cuando ésta ya se haya producido.

Por  otra  parte,  en  el  caso  de  que  sea  declarada  la  procedencia  de  la
acción de remoción o destrucción, el titular del derecho cuya protección
se reclama podrá lograr que mediante decisión judicial, se retiren o des-
truyan aquellos objetos donde la obra se haya reproducido o exterioriza-
do ilícitamente.

Finalmente, también procede la acción de daños y perjuicios, ejercida
en forma autónoma o de manera conjunta con las mencionadas accio-
nes, para obtener la reparación civil y pecuniaria de los daños causados
por el uso ilícito de la obra.

Nº de sentencia: 02385.
Fecha de Publicación: 1° de noviembre de 2006.
Caso: Banesco Banco Universal, C.A., contra Mi-
nisterio de la Producción y el Comercio (hoy
Ministerio  del  Poder  Popular  para  la  Pro-
ducción y el Comercio).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LDA: Arts. 109, 110 y 139.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02385-011106-2003-0284.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 273

Expropiación

1. JUSTA INDEMNIZACIÓN QUE DEBE SER CANCELADA


AL PROPIETARIO DEL INMUEBLE OBJETO DE LA
EXPROPIACIÓN. LAPSO PARA IMPUGNAR EL AVALÚO
DEL INMUEBLE

“(...) la justa indemnización que debe ser cancelada al propietario del
inmueble objeto de la expropiación, constituye un elemento esencial de
dicho procedimiento, lo cual implica que el avalúo practicado a los fines
de determinar su monto y los elementos que a tal fin han de ser conside-
rados por los expertos designados, no se asimila ni corresponde al justi-
precio efectuado con ocasión del embargo ejecutivo practicado sobre
bienes propiedad de la parte accionada, figura ésta regulada en el cita-
do artículo 561 del Código de Procedimiento Civil. Siendo así, dicha
norma y el lapso de impugnación que la misma establece no resultan
aplicables al presente caso. Así se decide.

Por otra parte se aprecia que si bien es cierto que en la Ley de Expro-
piación por Causa de Utilidad Pública o Social no está previsto un lapso
a los fines de la impugnación del avalúo del inmueble objeto de la expro-
piación, ha sido constante la jurisprudencia en establecer que se aplica-
rá el previsto para el ejercicio del recurso de apelación de las sentencias
definitivas dictadas en el proceso ordinario, es decir cinco (5) días de
despacho, lapso éste dentro del cual, conforme se desprende de las ac-
tas que integran el expediente, el apoderado judicial de la Asociación
Civil Aeroclub Valencia, impugnó el mencionado avalúo, de lo que sigue
que dicha impugnación ha de considerarse tempestiva”.
274 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 01457.
Fecha de Publicación: 07 de junio de 2006.
Caso: Gobernación  del  Estado  Carabobo  contra
Asociación Civil Aeroclub Valencia.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 561.
LECUPS
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01457-070606-2003-0306.htm

2. OCUPACIÓN TEMPORAL Y OCUPACIÓN PREVIA

“Al  respecto,  la  Sala  observa  que  en  el  mencionado  alegato  la  parte
apelante evidentemente confundió las figuras de la ocupación temporal
y de la ocupación previa. En efecto, la ocupación previa es un mecanis-
mo previsto por el legislador a favor del ente expropiante que permite
adelantar los efectos del juicio expropiatorio, autorizándolo a ocupar el
inmueble objeto de expropiación con la finalidad de comenzar la ejecu-
ción de las obras que deben realizarse con carácter de urgencia.

La ocupación temporal, distinta de la ocupación previa, es un mecanis-
mo previsto por el legislador a favor del ente expropiante que le permite
ocupar bienes diferentes de aquellos que van a ser objeto de expropia-
ción, con la finalidad de hacer estudios, practicar operaciones facultati-
vas de corta duración para recoger datos destinados a la formación del
proyecto; para el replanteo de la obra, el establecimiento de estaciones
y caminos provisionales, talleres, almacenes o depósitos de materiales,
también provisionales; y para cualquiera otra actividad indispensable
para la construcción o reparación de la obra, siempre y cuando se cuen-
te con la autorización del Gobernador del Estado (...)”.

Nº de sentencia: 01159.
Fecha de Publicación: 10 de mayo de 2006.
Caso: Pietro  Giuseppe  Signorile  González  contra
Municipio Julián Mellado del Estado Guárico.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01159-100506-2001-0111.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 275

3. IMPUGNACIÓN DEL AVALÚO DEFINITIVO

“Así planteada la controversia, pasa la Sala a analizar en primer lugar,
la denuncia de extemporaneidad por anticipada de la impugnación de
los apoderados judiciales de EDELCA interpuesta el 18 de noviembre
de 1996, contra la experticia presentada por los peritos el día 12 de ese
mismo mes y año, por cuanto la procedencia de la denuncia conllevaría
la inutilidad del análisis de los alegatos restantes.

En efecto, EDELCA solicita se declare la inadmisibilidad de la impugna-
ción del avalúo definitivo interpuesta por la parte expropiada, por haber
sido presentada antes de que venciera el lapso concedido a los expertos
para culminar con la experticia, argumentando la aplicabilidad del lapso
de apelación de cinco días contenido en el artículo 185 de la derogada
Ley Orgánica de Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia.

Sobre el particular, la Sala Político-Administrativa de la extinta Corte
Suprema de Justicia estableció un criterio jurisprudencial relativo a la
pertinencia y al régimen procesal aplicable a las impugnaciones contra
los avalúos definitivos, dado el silencio en el cual incurría la Ley de
Expropiación  por  Causa de  Utilidad  Pública  o  Social en  ese  aspecto
(vid. especialmente sentencias de la Sala Político-Administrativa de la
extinta Corte Suprema de Justicia de fechas 24 de febrero de 1965, 6 de
octubre de 1983, reiteradas por esta Sala en sentencia del 17 de julio de
2002, caso: ENELVEN vs. María C. González Ferrer y otros ).

Estableció la Sala entonces, que las mencionadas impugnaciones cons-
tituían verdaderas apelaciones, en atención la importancia del justi-
precio en la institución de la expropiación, vista como una limitación al
derecho constitucional de propiedad, y los efectos que lleva implícito
tal proveimiento.

En  ese  mismo  marco  conceptual,  la  jurisprudencia  de  esta  Sala  ha
previsto, a falta de regulación expresa, que el lapso del que disponen
las partes para el ejercicio de la impugnación del avalúo definitivo es
de cinco días, igual al lapso previsto como regla general para las ape-
laciones en nuestra normativa procesal general (vid., entre otras, sen-
tencia del 17 de julio de 2002, caso: ENELVEN vs. María C. González
Ferrer y otros).
276 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En armonía con lo expuesto, si bien concuerda la Sala con el alegato
expuesto por el apoderado judicial de EDELCA referente a que los cin-
co días de despacho para impugnar el contenido de la experticia inicia-
ban al vencimiento del lapso concedido a los peritos para la consignación
del avalúo, en el caso concreto, la impugnación presentada por el apo-
derado judicial de la empresa expropiada contra el avalúo, antes de la
terminación del lapso del que contaban los peritos para su consignación,
debe tenerse como válida por no haber comportado ninguna indefensión
al ente expropiante, el cual contó con el tiempo suficiente para respon-
der la impugnación presentada antes de proferida la sentencia.

Asimismo, dicha posición es cónsona con el criterio reiterado y pacífico
de la Sala referente a que las impugnaciones realizadas extemporánea-
mente  por  anticipadas  deben  ser  consideradas  como  presentadas  en
tiempo  hábil,  siempre  y  cuando  éstas  no  comporten  indefensión  a  la
contraparte o desvirtúen la naturaleza del procedimiento de que se tra-
te,  y  que  el  medio  de  impugnación  del  que  se  decida  hacer  uso  sea
posterior al acto que constituya su objeto; todo esto en atención a los
principios de economía procesal y tutela judicial efectiva, expedita, sin
dilaciones ni reposiciones inútiles”.

Nº de sentencia: 02786.
Fecha de Publicación: 12 de diciembre de 2006.
Caso: C.V.G.  Electrificación  del  Caroní  (EDEL-
CA), contra Agropecuaria Los Luises C.A.
y Luis Saud Saud.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOCSJ: Art. 185.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/12-85043-1997-13222-007.html
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 277

Jueces

1. EVALUACIÓN DE LOS JUECES SUSPENDIDOS.


INCUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS EXIGIDOS

“La norma antes transcrita [Art. 39 NECOIPPJ] consagra la figura de
la renuncia tácita respecto de aquellos jueces que habiendo sido objeto
de una medida de suspensión provisional del cargo, no hubiesen cumpli-
do con la totalidad de los requisitos exigidos para proceder a su respec-
tiva evaluación, considerándose como efecto de esa renuncia que quedan
retirados definitivamente del Poder Judicial.

Ahora bien, considera esta Sala que el retiro definitivo de los jueces
suspendidos a que alude el artículo antes citado, no opera ope lege, es
decir, no se verifica por el sólo hecho de no consignar todos los requisi-
tos exigidos para su evaluación, sino que es necesario un pronuncia-
miento  expreso  por  parte  de  la  Comisión  de  Funcionamiento  y
Reestructuración del Sistema Judicial, sobre el cumplimiento o no de
dichos requisitos, y en caso de constatar el incumplimiento señalar ex-
presamente que éste tiene el efecto de una renuncia y que, por lo tanto
el juez suspendido queda retirado definitivamente del Poder Judicial”.

N° de sentencia: 02010.
Fecha de Publicación: 2 de agosto de 2006.
Caso: Joel  Braschi  Santos  contra  Comisión  de
Funcionamiento y Reestructuración del Sis-
tema Judicial.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
NECOIPPJ: Art. 39.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/02010-020806-2000-0958.htm
278 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Jurisdicción y Competencia

1. DEFINICIÓN

“La jurisdicción consiste en la función del Estado de administrar justi-
cia, lo que constituye una de las prerrogativas de su soberanía, es decir
la jurisdicción es una potestad que emana de la soberanía del Estado,
facultándolo para que a través de sus órganos jurisdiccionales resuelva
los conflictos intersubjetivos que le sean planteados.

Ahora bien, la extensión que los Estados pueden darle al ejercicio de la
jurisdicción  sobre  determinadas controversias,  es un  asunto que  está
regulado por el derecho internacional público, el cual establece los lími-
tes de esa potestad.

(...) cada Estado define unilateralmente la extensión de la jurisdicción
que atribuye a sus propias cortes y tribunales atendiendo a normas in-
ternas, siempre que estas normas no vulneren límites que puedan hallar-
se en el derecho internacional público (Vid. Sentencia de la Sala Político
Administrativa del 5 de mayo de 1994, caso Yrama Rodríguez de León
vs  SELA)”.

Nº de sentencia: 06353.
Fecha de Publicación: 24 de noviembre de 2005.
Caso: Juan  Alberto  Rivero  Hudez  (solicitud  de
exequátur).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06353-241105-2003-1243.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 279

2. VIGENCIA TERRITORIAL DEL PRONUNCIAMIENTO


POR PARTE DE UN ESTADO SOBRE SU JURISDICCIÓN

“(...) el pronunciamiento por parte de un Estado acerca de su jurisdicción
tiene una vigencia espacial limitada, que se mantiene dentro de las fronteras
de su territorio, sin que, en principio, puedan influir en el territorio de otro
Estado que igualmente es soberano en la determinación de su jurisdicción.

En atención a las anteriores consideraciones, cabe destacar  que sólo  en
materia de eficacia extraterritorial de actos dictados en el extranjero –ya
sea a los fines de examinar las excepciones de litispendencia, conexidad o
cosa juzgada– el Estado venezolano revisa de una especial manera si un
tribunal extranjero tiene jurisdicción para resolver una determinada contro-
versia, ello con el propósito de examinar si los efectos de un proceso que se
desarrolla en un determinado Estado o las decisiones en él dictadas, pueden
ser reconocidos en el territorio venezolano, lo cual supone en todos los
casos que el tribunal extranjero afirmó su propia jurisdicción.

Ahora bien, si el Tribunal extranjero se limita a declarar su falta de
jurisdicción para decidir el asunto, es conveniente plantearse cuál es
el efecto que puede generar dicho pronunciamiento, para así determi-
nar si el mismo puede extenderse fuera del territorio del Estado en el
que fue dictado.

(...)  la  declaratoria  de  falta  de  jurisdicción  por  parte  de  los  órganos
jurisdiccionales de un Estado se traduce en afirmar que éstos no pueden
conocer una determinada controversia que ha sido planteada ante ellos,
lo cual no declara una  situación jurídica preexistente, no constituye,
modifica o extingue derechos subjetivos de las partes, y menos aún pue-
de ser de alguna manera ‘ejecutado’ en otro Estado. En consecuencia,
estima la Sala que la determinación de la falta de jurisdicción, sólo tiene
efectos dentro del territorio del Estado en el que fue dictada”.

Nº de sentencia: 06353.
Fecha de Publicación: 24 de noviembre de 2005.
Caso: Juan  Alberto  Rivero  Hudez (solicitud  de
exequátur).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06353-241105-2003-1243.htm
280 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. CONSULTA OBLIGATORIA EN CASO DE


DECLARATORIA DE FALTA DE JURISDICCIÓN

“En efecto, el artículo 62 eiusdem consagra la obligatoriedad para todos
los jueces de la República (independientemente de su categoría y mate-
ria), de consultar ante esta Sala todas las decisiones en las que éstos se
hubiesen pronunciado acerca de la jurisdicción del Poder Judicial vene-
zolano al conocer de un asunto, quedando sólo excluidas aquellas deci-
siones  en  que  se  haya  afirmado  la  jurisdicción  del  Poder  Judicial
(limitación incorporada inicialmente por vía jurisprudencial). Así pues,
con dicha disposición normativa quedó regulada la consulta obligatoria y
per saltum, de manera general para los casos en los que se declare que
no corresponde al Poder Judicial venezolano conocer de un asunto”.

Nº de sentencia: 00271.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Mercedes  Rubia  Pérez.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 62.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/febre-
ro/00271-090206-2004-3187.htm.

4. BASE LEGAL DE LA CONSULTA DE JURISDICCIÓN


CUANDO SE PLANTEA LA FALTA DE JURISDICCIÓN
DE LOS TRIBUNALES VENEZOLANOS FRENTE A UN
JUEZ EXTRANJERO

“Ahora bien, resulta necesario señalar que esta Sala en sentencia No.
1.121 de fecha 29 de septiembre de 2002, caso Marina Coromoto Carri-
les Santander Vs. George Viney Kubala, estableció que toda decisión
por la cual se declare que son los tribunales extranjeros y no los tribuna-
les venezolanos los que deban conocer la causa, debe ser consultada de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 de la Ley de Derecho
Internacional Privado.

(...) constata la Sala que el Tribunal de la causa remitió el expediente a
los fines de la consulta obligatoria de jurisdicción, prevista en el artículo
62 del Código de Procedimiento Civil, errando en cuanto al fundamento
legal de la remisión, toda vez que estando en presencia de un pronuncia-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 281

miento de jurisdicción frente al juez extranjero, debía aplicar lo dispues-
to en el artículo 57 de la Ley de Derecho Internacional Privado (...)”.

N° de sentencia: 06073.
Fecha de Publicación: 02 de noviembre de 2005.
Caso: Jialing Motorcycle (América) Corporation
contra Pacific Motors, C.A.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LDIP: Art. 57.
CPC: Art. 62.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06073-021105-2004-1390.htm

5. CLÁUSULAS DE ELECCIÓN DE FORO COMO


CRITERIO ATRIBUTIVO DE JURISDICCIÓN

“(...) las cláusulas de elección de foro constituyen una manifestación de
la autonomía de la voluntad de las partes, reconocida por el legislador
como criterio atributivo de jurisdicción, pues a través de ellas las partes
en un contrato pueden determinar directamente el Estado a cuya juris-
dicción desean someter las controversias que puedan surgir con oca-
sión a éste.

(...)

No obstante, estima la Sala, que además de la validez de la cláusula
de elección de foro, es pertinente examinar su eficacia, toda vez que
el legislador admite la regla de la derogatoria de la jurisdicción por la
vía convencional, es decir, cuando las partes, luego de un proceso de
discusión y fijación de los términos que regirán la relación contractual,
de común y previo acuerdo deciden de manera expresa e indubitable,
someter sus controversias al conocimiento de los tribunales de un Es-
tado determinado.

En atención a lo anterior, debe verificarse si la voluntad de las partes de
derogar la jurisdicción venezolana frente al juez extranjero es inequívo-
ca, esto es, que se desprenda claramente del texto del convenio que las
partes decidieron someter las posibles controversias a la jurisdicción de
un determinado tribunal, pues de resultar optativa no sería suficiente
para derogar la jurisdicción de los tribunales venezolanos”.
282 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 05765.
Fecha de Publicación: 28 de septiembre de 2005.
Caso: Construcciones y Mantenimiento SYP, C.A.,
contra Natco Group de Venezuela, S.A.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/05765-280905-2004-1508.htm

6. COMPETENCIA PARA CONOCER IMPUGNACIONES


CONTRA ASIENTOS REGISTRALES

“Cabe resaltar que un asiento registral es un acto formado directamen-
te por la Oficina de Registro, la cual recibe una solicitud, realiza algunos
actos instructorios y, finalmente, forma un acto que inscribe directa-
mente en los libros de registro.

En este contexto, debe indicarse que el 27 de noviembre de 2001 entró
en vigencia el Decreto Nº 1.554 con Fuerza de Ley de Registro Público
y del Notariado, publicado en Gaceta Oficial Nº 37.333, de la misma
fecha, de manera que la competencia para conocer la acción ejercida
debe resolverse en atención a las disposiciones adjetivas contenidas en
dicho instrumento normativo.

Del estudio del referido texto legal, se observa que en el mismo no se
incorporó ninguna disposición similar a la que establecía el artículo 53
de la Ley de Registro Público de 1999, la cual atribuía de manera expre-
sa a los Juzgados Civiles y Mercantiles la competencia para conocer de
las impugnaciones incoadas por aquellas personas que se consideraban
lesionadas por un determinado asiento registral realizado en contraven-
ción con las leyes de la República.

Sin embargo, ante la ausencia de disposición adjetiva expresa en la nor-
mativa que rige actualmente la actividad de los registradores inmobilia-
rios, mercantiles y civiles, esta Sala ha considerado de manera pacífica
y reiterada que al impugnarse una inscripción realizada por el Registra-
dor en violación a normas legales y derechos constitucionales, la com-
petencia le corresponde a la jurisdicción ordinaria de la Circunscripción
Judicial del lugar donde se encuentre ubicado el Registro al cual se le
imputan las irregularidades.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 283

En efecto, la competencia para conocer de las impugnaciones de ins-
cripciones le corresponde a la jurisdicción ordinaria por cuanto se tra-
ta de actuaciones que implican la aplicación de normas sustantivas y
adjetivas de carácter civil y mercantil y, por estar en presencia de un
supuesto distinto al previsto en el artículo 39 del Decreto con Fuerza
de Ley  de Registro Público  y del Notariado,  el cual dispone  que la
jurisdicción contencioso administrativa deberá conocer de los recur-
sos intentados contra la negativa de inscripción de un documento o
acto por parte del Registrador”.

N° de sentencia: 00007.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Luis Ernesto Contreras Andara contra Re-
gistro Mercantil Segundo de la Circunscrip-
ción Judicial del Distrito Federal y del Estado
Miranda.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LRP: Art. 53.
DFLRPN: Art. 39.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00007-110101-2005-5586.htm

7. COMPETENCIA PARA CONOCER DE LA NULIDAD DE


LOS ACTOS DICTADOS CON OCASIÓN DE LA
RELACIÓN FUNCIONARIAL EXISTENTE ENTRE EL
TRIBUNAL Y SUS FUNCIONARIOS

“Respecto a los funcionarios judiciales, ha sido criterio reiterado de
esta Sala (véase sentencias Nos. 356 y 00014 de fechas 26 de febrero
de 2002 y 9 de enero de 2003, respectivamente) que el órgano juris-
diccional competente para conocer de la nulidad de los actos dictados
con ocasión a la relación funcionarial existente entre el Tribunal y sus
funcionarios –indistintamente de que se aleguen vicios de inconstitu-
cionalidad o ilegalidad– en primera instancia, son los Juzgados Supe-
riores en lo Civil y Contencioso Administrativo, y en apelación las Cortes
de lo Contencioso Administrativo, toda vez que aun cuando dichos fun-
cionarios estén regidos por un estatuto propio, como lo es el Estatuto
del Personal Judicial, se trata, en definitiva, de relaciones funcionaria-
les a las que resulta perfectamente aplicable el procedimiento esta-
blecido en la Ley del Estatuto de la Función Pública.
284 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

(...)

Debe precisar esta Sala que la anterior declaratoria no exceptúa al juez
competente de aplicar, en la resolución del presente litigio las normas
propias que rigen a los funcionarios públicos al servicio del Poder Judi-
cial. Así se declara”.

N° de sentencia: 00651.
Fecha de Publicación: 15 de marzo de 2006.
Caso: Denis  Andreína  Montero  Trejo  contra  el
Tribunal Superior Séptimo de lo Contencio-
so Tributario de la Circunscripción Judicial
del Área Metropolitana de Caracas.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LEFP
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00651-150306-2000-1114.htm

8. JURISDICCIÓN PARA CONOCER DE UNA SOLICITUD


DE MEDIDA DE PROTECCIÓN A FAVOR DE NIÑOS Y
ADOLESCENTES

“De lo anteriormente trascrito, se observa que lo pretendido por la ciu-
dadana  Mercedes  Elena  Piña,  es  que  le  sea  otorgada  una  medida  de
protección, con el fin de salvaguardar los derechos de sus hijos; siendo
ello así, esta Sala debe atender a lo dispuesto en el artículo 125 de la
Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (...).

Se constata de la norma supra indicada, que las medidas de protección
tienen por fin salvaguardar los derechos o garantías de los niños y ado-
lescentes, individualmente considerados, cuando estos derechos sean
violados o amenazados de violación por una de las personas o entes a
que  se refiere  la  norma,  debiendo ser  acordada,  en  todo caso,  por  la
autoridad competente, entendiendo por dicha autoridad a los Consejos
de Protección del Niño y del Adolescente, a tenor de lo previsto en los
artículos 129 y 160, literal a (...).

Así, las medidas de protección constituyen uno de los medios dentro del
Sistema de Protección del Niño y el Adolescente y el pronunciamiento
respecto de éstas corresponde a los Consejos de Protección, los cuales,
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 285

según el artículo 158 de la Ley in commento: ‘(...) son los órganos ad-
ministrativos que, en cada municipio y por mandato de la sociedad, se
encargan de asegurar la protección, en caso de amenaza o violación de
los derechos y garantías de uno o varios niños o adolescentes, indivi-
dualmente considerados. (...)’.

Por tanto, corresponde a la Administración Pública, por órgano de los
mencionados Consejos de Protección del Niño y del Adolescente, de-
terminar si en el caso de autos procede o no la medida de protección
solicitada; no obstante, debe  precisarse que en el supuesto de que la
hoy accionante manifieste su disconformidad con el pronunciamiento
que emita el Consejo de Protección, ésta podrá acudir a los tribunales
competentes, específicamente a los Tribunales de Protección del Niño
y del Adolescente, Sala de Juicio, a los fines de que sea revisado dicho
pronunciamiento, todo ello de conformidad con lo dispuesto en el artícu-
lo 177, Parágrafo Tercero, literal b, de la Ley Orgánica para la Protec-
ción del Niño y del Adolescente”.

N° de sentencia: 01476.
Fecha de Publicación: 07 de junio de 2006.
Caso: Mercedes Elena Piña contra Eloísa del Car-
men Vásquez.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPNA: Arts. 125, 129, 158, 160 y 177.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01476-070606-2006-0859.htm
286 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ley de Responsabilidad Social


en Radio y Televisión

1. NATURALEZA DEL DIRECTORIO DE


RESPONSABILIDAD SOCIAL EN RADIO Y
TELEVISIÓN. ÓRGANO JURISDICCIONAL
COMPETENTE

“El Directorio de Responsabilidad Social es, así, un órgano administrati-
vo de carácter nacional y de naturaleza sui generis, por cuanto su con-
formación  no  solamente  incluye  el  Director  General  de  la  Comisión
Nacional de Telecomunicaciones, sino representantes de varios Minis-
terios relacionados, organizaciones de defensa a los niños, niñas y ado-
lescentes,  de  la  mujer,  de  usuarios  y  usuarias,  las  Universidades
Nacionales y de las iglesias.

Asimismo, la revisión de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y
Televisión, evidencia que las decisiones sancionatorias del Directorio
de Responsabilidad Social se encuentran fuera del control jerárquico de
la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, conforme con el transcri-
to artículo 35 del aludido Texto Legal, por cuento sus decisiones agotan
la vía administrativa  y por no  encontrarse inserto el Directorio en la
estructura organizativa de la indicada Comisión. Debe señalarse, ade-
más, que el Directorio tiene conferidas potestades exclusivas y exclu-
yentes para reglamentar la Ley de Responsabilidad Social en Radio y
Televisión; así como tiene asignadas competencias consultivas propias
y facultades administrativas sobre las erogaciones de recursos del fon-
do de responsabilidad social, conforme a la Ley.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 287

Por último, cabe destacar que la Ley estableció en favor del Directorio
una competencia residual, mediante la cual se le atribuyen las compe-
tencias no enumeradas ‘que se deriven de la Ley’, conforme al citado
artículo 20 de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión.

Con fundamento en lo expuesto, debe concluirse que el Directorio de
Responsabilidad Social es un órgano multi-sectorial, creado por el Le-
gislador para el ejercicio de las competencias establecidas en la Ley
de Responsabilidad Social, en desarrollo directo de los principios y
derechos constitucionales aludidos anteriormente –expresión, libertad
de consciencia, difusión, comunicación, información veraz, replica, rec-
tificación, honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidenciali-
dad, reputación, desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes,
entre  otros–.

De allí que la potestad reglamentaria atribuida al Directorio sobre la
Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión revista una altísi-
ma importancia por referirse a la implementación de los postulados de
responsabilidad sobre los cuales descansa el Estado Venezolano como
garante de las libertades y derechos civiles y sociales.

En vista de las anotadas características del Directorio de Responsabi-
lidad Social, aprecia la Sala que éste ejerce competencias de impor-
tancia nacional, razón por la cual puede ser equiparado en su actividad
reglamentaria con los órganos superiores de la Administración Públi-
ca  Central.

En  consecuencia,  a  falta  de  atribución  expresa  de  competencia  para


conocer de los actos generales de contenido normativo emanados del
Directorio de Responsabilidad Social, considera la Sala que le es aplica-
ble el régimen general de atribución de competencias establecido en el
numeral 30 del artículo 5 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, publicada en la Ga-
ceta Oficial Nº 37.942 de fecha 20 de mayo de 2004.

(...)

Ahora bien, en vista de la evidencia que Directorio de Responsabilidad
Social comporta una naturaleza equiparable con los órganos superiores
de la Administración Pública Central en el ejercicio de su potestad re-
288 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

glamentaria de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión,
y en observancia del contenido del citado numeral 30 del artículo 5, en
concordancia con su aparte primero, de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela, la Sala
se declara competente para conocer del recurso contencioso adminis-
trativo de nulidad interpuesto contra el artículo 10 de las ‘Normas Téc-
nicas  sobre  Definiciones,  Tiempo  y  Condiciones  de  la  Publicidad,
Propaganda y Promociones en los Servicios de Radio, Televisión y Di-
fusión por Suscripción’ emanado del Directorio de Responsabilidad So-
cial el 22 de diciembre de 2005. Así se decide”.

Nº de sentencia: 02790.
Fecha de Publicación: 12 de diciembre de 2006.
Caso: Cervecería Polar, C.A.  contra  Directorio  de
Responsabilidad Social en Radio y Televisión.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LDRSRT: Arts. 20 y 35.
LOTSJ: Art. 5.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/12-85057-2006-1553-007.html
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 289

Medidas Cautelares

1. MEDIDAS CAUTELARES. REQUISITOS DE


PROCEDENCIA. SOLICITUD DE MEDIDAS
CAUTELARES DURANTE EL CURSO DEL
PROCEDIMIENTO

“(...) debe reiterarse una vez más el criterio sostenido por la Sala con-
forme al cual el otorgamiento de providencias cautelares sólo es posible
en los supuestos generales previstos en el artículo 585 del Código de
Procedimiento Civil, es decir, cuando se han verificado, efectivamente
y  en  forma concurrente,  los  dos  elementos  esenciales para  su  proce-
dencia, cuales son, la presunción grave del derecho que se reclama, el
fumus  boni iuris,  y  que  exista  el  riesgo  real  y  comprobable  de  que
resulte ilusoria la ejecución de la decisión definitiva, el periculum in mora.

Paralelamente  a  ello,  debe  también  reiterarse  en  esta  oportunidad  la


estricta sujeción que debe existir entre la procedencia de la medida cau-
telar y los alegatos y pruebas que el solicitante traiga a los autos para
demostrar la verificación de los requisitos exigidos por la ley para ello.
Así, por ejemplo, se ha explicado en casos similares al presente que la
sola existencia de un juicio no resulta presupuesto suficiente, aunque sí
necesario, para dictar medidas preventivas durante el curso del mismo,
debiendo por tanto fundamentarse la verificación de los requisitos de
procedencia y, más aún, aportar un medio de prueba que constituya al
menos presunción  grave de esa circunstancia.  Es decir, no  basta con
alegar que existe un peligro inminente de que quede ilusoria la ejecución
del fallo definitivo, sino que además debe acompañarse un medio de
prueba que pueda hacer surgir en el juez, al menos una presunción gra-
ve de la existencia de dicho peligro”.
290 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 06563.
Fecha de Publicación: 15 de diciembre de 2005.
Caso: CBR de Servicios, C.A., contra Mancomu-
nidad de Aseo Urbano, Domiciliario y Dis-
posición  Final  de  Residuos  Sólidos
Intermunicipales  del  Estado  Anzoátegui
(MASUR).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 585.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06563-151205-2004-0933.htm

2. FUNDAMENTACIÓN DE LA SOLICITUD DE MEDIDAS


CAUTELARES. DIFERENCIA EN LA
FUNDAMENTACIÓN SEGÚN SEA LA MEDIDA
SOLICITADA

“En  el  caso  objeto  de  examen,  destaca  del  estudio  de  las  actas  y  en
especial del propio escrito recursivo, que la representación judicial de la
sociedad mercantil recurrente, se limitó a solicitar de manera subsidia-
ria  a  la  acción  de  amparo  cautelar  interpuesta  conjuntamente  con  el
recurso contencioso administrativo de nulidad, medida cautelar innomi-
nada de suspensión de los efectos del acto administrativo impugnado,
sin exponer los motivos sobre los cuales sustenta tal solicitud.

Al respecto, es importante resaltar que no obstante las similitudes técni-
cas  que  caracterizan  a  las  figuras  invocadas  por  pertenecer  éstas  al
género de las protecciones cautelares de orden procesal, existen deter-
minantes elementos de distinción entre un supuesto y otro.

En especial,  el más  relevante de  los aspectos  que  abarca  la afirma-


ción anterior, está vinculado al objeto tutelado por ambos mecanismos
de protección.

Ello así, la acción de amparo cautelar, al tratarse de una acción especial
y extraordinaria, despliega su eficacia instrumental en lo que respecta a
violaciones directas de derechos y garantías constitucionales, aun aque-
llos inherentes a la persona que no estuvieran expresamente consagra-
dos  en  la  Carta  Fundamental  (artículo  27  de  la  Constitución  de  la
República Bolivariana de Venezuela), produciendo de suyo un efecto
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 291

meramente restablecedor de situaciones jurídicas presuntamente vio-
lentadas o de protección ante la inminencia de violaciones en el orden
supra legal y con eficacia transitoria, mientras se produzca la declarato-
ria de nulidad del acto administrativo impugnado.

Ese carácter extraordinario es lo que justifica que el amparo constitu-
cional, aun en su versión cautelar, sólo proceda en situaciones en las
cuales el accionante no disponga de otro medio procesal ordinario para
restablecer la situación jurídica vulnerada.

De otra parte, las medidas cautelares ordinarias, aun las llamadas innomi-
nadas, procuran evitar ‘que una de las partes pueda causar lesiones graves
o de difícil reparación al derecho de la otra’, que no se deriven de violacio-
nes directas de derechos y garantías constitucionales; por el contrario, ope-
ran en todo caso, contra transgresiones mediatas de la constitucionalidad.

Siguiendo este orden de ideas, el elemento condicionante para la proce-
dencia de una medida innominada de naturaleza suspensiva, radica en
que la sola ejecución del acto administrativo recurrido produzca perjui-
cios de difícil reparación en la esfera jurídica del accionante.

Por  tanto,  los  elementos  argumentativos  de  ambas  solicitudes  distan


considerablemente entre una y otra, siendo incorrecto reproducir exac-
tamente los mismos fundamentos utilizados para la solicitud de la pro-
tección  cautelar  por  vía  de  amparo  constitucional,  para  hacerse  el
recurrente de una medida preventiva de suspensión de efectos, máxime
cuando ya el órgano jurisdiccional actuando en sede constitucional, se
ha pronunciado sobre los alegatos invocados a tales efectos”.

N° de sentencia: 01316.
Fecha de Publicación: 24 de mayo de 2006.
Caso: Pollo Sabroso, C.A., contra Servicio Nacio-
nal Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CRBV: Art. 27.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01316-240506-2004-2875.htm
292 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

3. PROCEDIMIENTO APLICABLE A LAS APELACIONES


QUE SE INTENTEN CONTRA DECISIONES QUE
RESUELVAN SOLICITUDES DE MEDIDAS
CAUTELARES

“Atendiendo a las especiales características de dichas decisiones, esta
Sala, en observancia a la norma que expresamente ordena la interven-
ción de las partes cuando se trate de la materia cautelar, reitera que el
procedimiento a seguir en estos casos es el siguiente:

Recibido el expediente contentivo de la apelación relacionada con me-
didas cautelares y designado ponente, se inicia la relación de la causa,
se abre un  lapso de quince (15)  días de despacho, dentro  del cual el
apelante presentará, a los fines de cumplir con su carga procesal, escri-
to donde exponga las razones de hecho y de derecho en que fundamen-
ta  la  apelación  ejercida;  dándose  las  consecuencias  previstas  en  el
artículo 19, aparte 18 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Jus-
ticia de la República Bolivariana de Venezuela, en lo relativo al desisti-
miento de la apelación por incumplimiento de esta carga procesal, salvo
aquellos casos en que la Sala observe que lo discutido lesione de mane-
ra directa el interés público, en cuyo supuesto lo examinará con extre-
ma prudencia a los fines de proveer lo conducente.

Asimismo, en virtud de que el citado artículo 19, aparte 22 eiusdem,
ordena que el Tribunal Supremo de Justicia deberá conocer sumaria-
mente para confirmar, reformar o revocar el fallo correspondiente, esta
Sala Político-Administrativa estima que una vez vencido el lapso para la
fundamentación antes señalado, correrá otro lapso de cinco (5) días de
despacho para la contestación de la apelación, pasando inmediatamente
después la causa a estado de sentencia; quedando a salvo, de estimarlo
necesario la Sala, la  facultad prevista  en el aparte 13 del artículo 21
eiusdem, y la posibilidad de que pueda abrirse una articulación probato-
ria, si fuese igualmente necesario, conforme a lo dispuesto en el artículo
607 del Código de Procedimiento Civil, en virtud de la remisión supleto-
ria que hace el artículo 19, aparte primero, de la Ley Orgánica del Tri-
bunal Supremo de Justicia de la República Bolivariana de Venezuela”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 293

Nº de sentencia: 01965.
Fecha de Publicación: 02 de agosto de 2006.
Caso: Iván Ángel Pimentel Pérez contra Junta de
Comisarios del Hipódromo La Rinconada.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOTSJ: Arts. 19 y 21.
CPC: Art. 607
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Agos-
to/01965-020806-2006-0963.htm
294 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Procedimiento Administrativo

1. PRINCIPIO DE UNIDAD DEL EXPEDIENTE. FALTA DEL


ORDEN SUCESIVO DE LAS ACTUACIONES

“La norma transcrita [artículo 31 LOPA] consagra el principio de uni-
dad del expediente, según el cual la Administración tiene la obligación
de formar un expediente por cada asunto que tramite y mantener la
unidad de éste y de la decisión respectiva. Es así como, la finalidad de
dicha disposición es constreñir a la Administración a mantener en un
cuerpo ordenado los documentos de cada una de las actuaciones que
se realicen en el marco de cualquier procedimiento administrativo, con
el objeto de procurar la mayor eficacia de la Administración y permitir
que pueda verificarse el cumplimiento de los extremos previstos en la
ley, cuya constatación únicamente puede realizarse mediante la revi-
sión  de  la  totalidad  de  las  actuaciones  que  originaron  el  acto  cuyo
control se solicita.

(...)

Ahora bien, en criterio de esta Sala, la ausencia del orden sucesivo o
“cronológico” entre las dos actuaciones antes referidas es irrelevante
pues tal situación no incidió en forma alguna sobre el derecho a la de-
fensa del recurrente ni la resolución adoptada por el ente contralor que
comportó la sanción del accionante”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 295

N° de sentencia: 00001.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Enrique José Pardo Baiz contra Contraloría
General de la República.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOPA: Art. 31.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00001-110101-2001-0797.htm

2. ABSOLUCIÓN DE LA INSTANCIA EN MATERIA


ADMINISTRATIVA

“Ahora bien, es preciso acotar que la absolución de la instancia no tiene
lugar en vía administrativa, sólo en vía jurisdiccional. Si bien es cierto que
la Administración tiene el deber de decidir los asuntos sometidos a su
consideración, no es menos cierto que la Ley ha previsto como beneficio
para el administrado la posibilidad de considerar el silencio de la Adminis-
tración, como una respuesta negativa (silencio negativo) o positiva (silen-
cio positivo), a su pretensión, a los fines de no soslayar su derecho a la
defensa y de permitirle continuar impugnando ante el superior jerárquico
o de acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa”.

N° de sentencia: 06514.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Franklin Quero Aular contra Ministerio de
Justicia (hoy Ministerio del Poder Popular
para las Relaciones Interiores y Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06514-141205-1997-13900.htm

3. GARANTÍA DEL DERECHO A LA DEFENSA

“En tal sentido, resulta oportuno destacar que ya en anteriores oportu-
nidades se ha pronunciado esta Sala sobre aquellos aspectos esencia-
les  que  el  Juzgador  debe  constatar  previamente,  para  declarar  la
violación del derecho a la defensa consagrado en el artículo 49 de la
Carta Magna, señalando primordialmente entre dichos aspectos, que
la Administración haya resuelto un asunto sin cumplir con el procedi-
296 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

miento legalmente establecido o que haya impedido de manera abso-
luta, que los particulares, cuyos derechos e intereses puedan resultar
afectados por un acto administrativo, pudieran haber participado en la
formación del mismo.

En efecto, la garantía del derecho a la defensa viene dada en el marco
de un procedimiento administrativo determinado, por el deber de la Ad-
ministración de notificar a los particulares de la iniciación de cualquier
procedimiento en el cual podrían resultar afectados sus derechos subje-
tivos e intereses legítimos, con el fin de que puedan acudir al mismo,
exponer sus alegatos y promover las pruebas que estimen conducentes
para la mejor defensa de su situación jurídica”.

N° de sentencia: 00032.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Colegio Pestalozzi del Pinar S.R.L. contra
Ministro de Industrias Ligeras y Comercio
(hoy Ministerio del Poder Popular para las
Industrias Ligeras y Comercio).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Art. 49.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00032-110101-2000-0413.htm

4. VICIOS PROCEDIMENTALES QUE ACARREAN LA


NULIDAD DE LOS ACTOS DEFINITIVOS Y DE TODO
LO ACTUADO. LA REPOSICIÓN EN LOS
PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS

“(...)  debe  señalarse  que  esta  Sala  en  reiteradas  ocasiones  ha  dejado
sentado que en los procedimientos administrativos los vicios procedi-
mentales que determinan la nulidad de los actos definitivos y de todo lo
actuado, son el incumplimiento total del trámite establecido y la lesión
grave del derecho de defensa; de modo que si durante el procedimiento
se cumplieron los actos y los interesados fueron notificados, teniendo la
oportunidad de intervenir y participar, alegando y probando, no puede
decirse que procede anular el acto definitivo y lo realizado. Así, en ma-
teria administrativa si se alcanzó el fin perseguido por la Ley, respetán-
dose los derechos de los administrados, la reposición, que es un remedio
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 297

procesal de carácter formal propio de los juicios, puede resultar en los
procedimientos administrativos perjudicial. Por ello, en estos procedi-
mientos no opera rigurosamente la teoría de las nulidades procesales
formales, a que se refiere el Capítulo III del Título IV del Libro Primero
Código de Procedimiento Civil.

Asimismo, es menester destacar que conforme al numeral 4 del artículo
19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, el vicio pro-
cedimiental que acarrea la nulidad absoluta, no sólo del acto definitivo
sino de todo lo actuado, es el incumplimiento total del procedimiento y
no del incumplimiento parcial del mismo. Incluso, conforme al artículo
81 eiusdem, este vicio sería convalidable por la propia Administración.

El otro vicio procedimental que justifica que se considere inútil toda una
tramitación administrativa, es el de la indefensión grave, o sea, la ne-
gativa o la imposibilidad total de que un administrado se defienda, o
porque no se le notificó del procedimiento en ninguna forma, o porque
se le impidió ejercer el derecho a defenderse en el procedimiento, ne-
gándosele las pruebas o el acceso al expediente. Ello en razón de que
tratándose tal derecho de una garantía constitucional, que debe respe-
tarse en cualquier procedimiento, judicial o administrativo, su violación
se  sanciona  con  la  nulidad  absoluta  de  acuerdo  a  lo  indicado  en  los
artículos 68 y 46 de la Constitución en concordancia con el numeral 1
del artículo 19 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos”.

N° de sentencia: 00779.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: Centro de Estética Sandro, C.A. contra Ins-
pectoría  del  Trabajo  en  el  Este  del  Área
Metropolitana de Caracas.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPA: Arts. 19 y 81.
CRBV: Arts. 46 y 68.
CPC
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00779-220306-2003-0952-1.htm
298 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

5. RECURSO DE REVISIÓN

“De conformidad con el artículo 97 de la Ley Orgánica de Procedimien-
tos Administrativos, estos motivos son: a) cuando hubieren aparecido prue-
bas esenciales para la resolución del asunto, no disponibles para la época
de su tramitación; b) cuando en la resolución objeto del recurso de revi-
sión hubieren influido en forma decisiva, documentos o testimonios que
fueron declarados posteriormente falsos  por sentencia definitivamente
firme y c) cuando la resolución cuya revisión se pide hubiere sido adopta-
da por cohecho, violencia, soborno u otra manifestación fraudulenta y ello
hubiere quedado establecido en sentencia judicial definitivamente firme.

La  interposición  de estos  recursos  debe  hacerse  ante el  Ministro  co-


rrespondiente, y de conformidad con el artículo 98 de la Ley Orgánica
de Procedimientos Administrativos dentro de los tres (3) meses siguien-
tes a la fecha de la sentencia que establezca la manifestación fraudu-
lenta o la falsedad de los documentos o a la fecha de haberse tenido
noticia de la existencia de las pruebas esenciales que aparecieron des-
pués de tramitado el asunto”.

N° de sentencia: 01291.
Fecha de Publicación: 18 de mayo de 2005.
Caso: Erwyn Rincón Reyes contra Ministerio de
Interior y Justicia (hoy Ministerio del Poder
Popular  para  las  Relaciones  Interiores  y
Justicia).
Ponente: Emiro García Rosas.
LOPA: Arts. 97 y 98.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01291-180506-2003-1270.htm

6. ACTOS DE APERTURA DEL PROCEDIMIENTO


SANCIONATORIO. ACTAS LEVANTADAS POR LA
ADMINISTRACIÓN

“(...) el acto de apertura en la mayoría de los procedimientos sancio-
natorios, es un acta en la cual el funcionario deja constancia de algu-
nos  hechos  que  por  su  entidad  permiten  el  inicio  de  oficio  del
procedimiento, la sustanciación y correspondiente actividad probato-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 299

ria, para culminar –de ser el caso– con la imposición de la sanción por
parte del funcionario competente.

Las actas en las cuales la Administración, en ejercicio de su actividad
de control y vigilancia, deja constancia de los hechos que pudieran cons-
tituir incumplimientos en la prestación del servicio, son actos meramen-
te preparatorios que permiten el inicio del procedimiento y no contienen
declaración definitiva de la voluntad de la Administración. Sólo tienen
carácter de actos previos que, en principio, no causan perjuicio directo
a los derechos subjetivos del particular, pues son actos de mero trámite
y en consecuencia no se hace exigible siempre la motivación de acuer-
do con lo previsto en el artículo 9 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, conforme al cual los actos administrativos de carácter
particular deberán ser motivados.

(...)

Es preciso destacar que el interesado podrá desvirtuar las circunstan-
cias  fácticas que preliminarmente fueron apreciadas por la autoridad
administrativa inspectora, una vez notificado del inicio del procedimien-
to administrativo correspondiente, pues contra aquéllas se admite prue-
ba en contrario”.

N° de sentencia: 01770.
Fecha de Publicación: 12 de julio de 2006.
Caso: Aserca Airline, C.A. contra Ministro de In-
fraestructura (hoy Ministerio del Poder Po-
pular para la Infraestructura).
Ponente: Emiro García Rosas.
LOPA: Art. 9.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01770-120706-2000-0258.htm

7. FLEXIBILIDAD PROBATORIA DENTRO DEL


PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

“Al respecto, resulta necesario hacer referencia a la flexibilidad proba-
toria que rige en el procedimiento administrativo, pues en este procedi-
miento  no  opera  la  preclusividad  de  los  lapsos  procesales  con  la
300 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

rigurosidad del proceso judicial. En efecto, en el transcurso del procedi-
miento administrativo las partes pueden presentar las pruebas y los ale-
gatos que consideren pertinentes, siempre que no se haya producido la
decisión definitiva.

Dicho principio de flexibilidad de las pruebas en el procedimiento admi-
nistrativo, encuentra su contrapartida con el principio de exhaustividad
y globalidad del acto administrativo, previsto en el artículo 62 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, toda vez que el órgano
administrativo está obligado a pronunciarse sobre todas las cuestiones
que hubieren sido planteadas durante todo el proceso”.

Nº de sentencia: 02673.
Fecha de Publicación: 28 de noviembre de 2006.
Caso: Sociedad Williams Enbridge  &  Compañía
(Swec) contra Ministro de Energía y Minas
(hoy Ministerio del Poder Popular para la
Energía y Petróleo).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
LOPA: Art. 62.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02673-281106-2005-0217.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 301

Pruebas

sss
1. RÉGIMEN LEGAL APLICABLE PARA LA ADMISIÓN DE
LAS PRUEBAS
SSS EN EL ORDENAMIENTO JURÍDICO
VENEZOLANO

“Así, en sentencia publicada por esta Sala en fecha 16 de julio de 2002,
bajo el N° 0968, caso: Interplantconsult, S.A., se estableció lo siguiente:

Conforme ha sido expuesto por la doctrina procesal patria y
reconocido por este Tribunal Supremo de Justicia, el llamado
sistema o principio de libertad de los medios de prueba es ab-
solutamente incompatible con cualquier intención o tendencia
restrictiva de admisibilidad del medio probatorio seleccionado
por las partes, con excepción de aquellos legalmente prohibi-
dos o que resulten inconducentes para la demostración de sus
pretensiones, lo cual se deduce sin lugar a equívocos del texto
consagrado en  el artículo  395 del  Código de  Procedimiento
Civil, que dice:

‘Son medios de prueba admisibles en cualquier juicio aquellos
que determina el Código Civil, el presente Código y otras leyes
de la República.

Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio no
prohibido expresamente por la ley, y que consideren condu-
cente a la demostración de sus pretensiones. Estos medios se
promoverán y evacuarán aplicando por analogía las disposi-
302 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

ciones relativas a los medios de pruebas semejantes contem-
plados en el Código Civil, y en su defecto, en la forma que
señale el Juez”.

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 395.
CC
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm

2. PRUEBAS EN MATERIA TRIBUTARIA

“Vinculado directamente a lo anterior, destaca la previsión contenida en
el  artículo 398  eiusdem  [CPC],  alusiva  al principio  de  la  libertad  de
admisión, conforme al cual el Juez, dentro del término señalado, ‘...pro-
videnciará los escritos de pruebas, admitiendo las que sean legales y
procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales
e impertinentes’; siendo dicho principio recogido en el Código Orgánico
Tributario de 1994, en el primer aparte de su artículo 193, pero atenuado
por las excepciones del juramento y de la confesión de empleados públi-
cos, el cual reza:

(...) Serán admisibles todos los medios de pruebas, con excep-
ción del juramento y de la confesión de empleados públicos,
cuando ella implique prueba confesional de la Administración.

En el  contexto de la  materia debatida,  así  fue  reconocido  el  alcance  de


dicho principio por la extinta Corte Suprema de Justicia en Sala Político
Administrativa-Especial Tributaria, sobre cuya base decidió que: ‘...,resulta
contrario a toda lógica jurídica, pretender limitar las pruebas del cumpli-
miento de una obligación a un único instrumento (...), más aun, cuando el
propio Código Orgánico Tributario permite, con las excepciones ya mencio-
nadas, la admisión en los procedimientos tributarios de cualquier medio pro-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 303

batorio, ello en concordancia con el citado principio de libertad de medios
probatorios consagrado en el artículo 395 del Código de Procedimiento Ci-
vil’ (Sentencia del 18/07/96, Caso: Ramírez Salaverría, C.A.).

Cabe observar que en términos similares permanece consagrado el dis-
positivo supra citado en el novísimo Código Orgánico Tributario promul-
gado el 17 de octubre de 2001, cuyo artículo 269, con especial referencia
a su primer aparte, establece:

Dentro de los primeros diez (10) días de despacho siguientes
de la apertura del lapso probatorio, las partes podrán promover
las pruebas de que quieran valerse.

A tal efecto, serán admisibles todos los medios de pruebas, con
excepción del juramento y de la confesión de funcionarios públi-
cos cuando ella implique la prueba confesional de la Administra-
ción. En todo caso, las pruebas promovidas no podrán admitirse
cuando sean manifiestamente ilegales o impertinentes.

Conforme a las consideraciones precedentes, entiende la Sala que la provi-
dencia interlocutoria a través de la cual el Juez se pronuncie sobre la admi-
sión de  las pruebas  promovidas, será  el  resultado de su  juicio  analítico
respecto de las condiciones de admisibilidad que han de reunir las pruebas
que fueran promovidas, es decir, de las reglas de admisión de los medios de
pruebas contemplados en el Código de Procedimiento Civil y aceptados por
el Código Orgánico Tributario, en principio atinentes a su legalidad y a su
pertinencia; ello porque sólo será en la sentencia definitiva cuando el Juez
de la causa pueda apreciar, al valorar la prueba y al establecer los hechos
objeto del medio enunciado, si su resultado incide o no en la decisión que ha
de dictar respecto de la legalidad del acto impugnado.

Así  las  cosas,  una  vez  se  analice  la  prueba  promovida,  sólo  resta  al
juzgador declarar su legalidad y pertinencia y, en consecuencia, habrá
de admitirla, salvo que se trate de una prueba que aparezca manifiesta-
mente contraria al ordenamiento jurídico, o cuando el hecho que se pre-
tende probar con el medio respectivo no guarde relación alguna con el
hecho debatido, ante cuyos supuestos tendría que ser declarada como
ilegal o impertinente y, por tanto, inadmitida. Luego entonces, es lógico
concluir que la regla es la admisión y que la negativa sólo puede acor-
darse en casos excepcionales y muy claros de manifiesta ilegalidad e
impertinencia, premisa que resulta aplicable a los procesos contencioso
304 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

tributarios. (Sentencia Nº 2189 de fecha 14/11/00, dictada por la Sala
Político Administrativa de este Tribunal Supremo de Justicia / Caso:
PETROZUATA,  C.A.).

Además, observa esta alzada que dichas reglas de admisión también exigen
del Juez el análisis de la conducencia del medio de prueba propuesto, es
decir, su idoneidad como medio capaz de trasladar al proceso hechos que
sean conducentes a la demostración de las pretensiones del promovente.

(...) es criterio de esta Sala Político-Administrativa del Tribunal Supre-
mo de Justicia, que en materia tributaria rige el principio de libertad de
los  medios de  pruebas, debiendo  rechazarse  cualquier tendencia  res-
trictiva sobre la admisibilidad de los medios probatorios que hayan se-
leccionado  las  partes  para  hacer  valer  la  defensa  de  sus  derechos  e
intereses, con excepción de aquellos que resulten legalmente prohibidos
o sean impertinentes para la demostración de sus pretensiones.

En tal sentido, corresponderá al juez de la causa declarar la legalidad y
pertinencia de la prueba promovida una vez realizado el juicio analítico
que le concierna respecto de las condiciones exigidas para la admisibi-
lidad del medio probatorio escogido por las partes, atendiendo a lo dis-
puesto en las normas que regulan las reglas de admisión de las pruebas
contenidas tanto en el Código Orgánico Tributario como en el Código de
Procedimiento Civil, siendo en la sentencia definitiva cuando el juez de
la causa, como resultado del juicio de valor que debe realizar sobre la
prueba promovida, determine la incidencia de la misma sobre la deci-
sión que habrá de dictar en cuanto a la legalidad del acto impugnado”.

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 395 y 398.
COT (1994): Art. 193.
COT (2001): Art. 269.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 305

3. PRUEBA DE PERITO-TESTIGO. NATURALEZA Y


ADMISIBILIDAD

“Ahora bien, en cuanto a la señalada prueba debe indicarse que tradi-
cionalmente  un  destacado  sector  de  la  doctrina  nacional,  ha  visto  el
fundamento legal de su admisibilidad en el proceso probatorio venezola-
no en una interpretación concatenada de los artículos 395 del Código de
Procedimiento Civil, 132 de la Ley Orgánica sobre Sustancias Estupe-
facientes y Psicotrópicas y 98 de la Ley Orgánica de Salvaguarda de
Patrimonio Público (las dos últimas normativas actualmente derogadas
por el Código Orgánico Procesal Penal), argumentando que la misma
forma parte de las denominadas pruebas libres admitidas en derecho al
no estar expresamente prohibidas por la ley, siendo valoradas conforme
a las reglas de la sana crítica.

En este sentido, se ha indicado que mediante dicha prueba se pretende
que el experto llamado a juicio como testigo, deponga de la misma forma
que un testigo ordinario sobre las características de los hechos litigiosos,
estándole permitido inclusive, emitir juicios de valoración conforme a los
especiales conocimientos que posee en una determinada materia.

Bajo tales premisas, suele señalarse que dicha prueba de perito-testigo
se diferencia del denominado testigo calificado, sub-tipo de la prueba
testimonial, por cuanto al perito-testigo si bien le es dado declarar sobre
hechos que percibió en el momento en que se verificaron, tal como su-
cede respecto del testigo ordinario, debido a que posee conocimientos
especializados en una determinada área o materia, lo dicho por él en
juicio encuentra mayor peso probatorio que el de un simple testigo. En
tal sentido, agrega la doctrina que mientras el testigo calificado nunca
será considerado como un experto, el perito-testigo podrá deponer so-
bre hechos deducidos a pesar de no haberlos presenciado.

Ello así, resultará cualidad fundamental para calificar como perito-
testigo, poseer los conocimientos especializados en una determinada
área del saber, pudiendo promoverse dicho medio de prueba para com-
probar los mismos hechos susceptibles de conocerse por medio de un
dictamen pericial, en atención a las particulares características de di-
cha prueba, las cuales han llevado a catalogarla como ‘un híbrido de
experticia con testimonio’.
306 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Derivado de las consideraciones precedentes, y aun cuando tal prueba
ha sido concebida como un medio distinto del testimonio, sucede que en
virtud de sus múltiples similitudes, le son aplicables las normas adjetivas
dictadas para regular la prueba testimonial; así por ejemplo, será proce-
dente la aplicación de las reglas de promoción del señalado medio, sin
necesidad de que medie una designación y posterior aceptación y jura-
mentación por parte del perito-testigo, en atención a que éste no va a
desempeñar un cargo judicial. Resultarán asimismo aplicables, la tacha
como  testigo  y  no  la  recusación  como  experto,  siendo  lo  procedente
para su evacuación la declaración oral sujeta a repregunta conforme a
las normas de control del testigo, no pudiendo solicitarse la aclaratoria o
ampliación propias del dictamen pericial.

Tal posición doctrinaria es compartida por esta Sala, debiendo en con-
secuencia, admitirse la factibilidad legal de dicho medio probatorio en
el proceso contencioso administrativo, particularmente, en el conten-
cioso tributario (...)”.

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 395.
LOSSEP: Art. 132.
LOSPP: Art. 98.
COPP
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm

4. PRUEBA DE INFORMES

“(...) a través de dicho medio probatorio puede el Tribunal, a instancia
de parte, solicitar que sean traídos al proceso datos concretos relativos
a hechos o actos litigiosos que estén contenidos en libros, documentos,
archivos u otros papeles que se encuentren en oficinas públicas, institu-
ciones bancarias, sociedades civiles o mercantiles e instituciones simi-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 307

lares, aunque ellas no sean parte en el proceso. Así, la  naturaleza de
dichos informes estriba en ser un medio probatorio por medio del cual,
como se indicó, se busca traer al debate actos y documentos de la Ad-
ministración Pública o de otros organismos, sin que tal circunstancia
entrañe, en forma alguna, una actividad instructora; de igual forma, tal
prueba queda sujeta al onus probandi incumbit, toda vez que si bien es
requerida por el juez, debe serlo a solicitud de parte y respecto de los
sujetos de la misma.

En tal sentido, esta Sala en anterior oportunidad expresó en cuanto a
dicha prueba, lo siguiente:

...la doctrina nacional ha señalado que ‘los sujetos de la prueba
son pues, de un lado, la parte proponente y del otro los terceros
informantes: Oficinas Públicas, Bancos, Asociaciones gremia-
les, Sociedades Civiles o Mercantiles e Instituciones similares,
las cuales actúan mediante sus representantes autorizados’. Sin
embargo, se ha señalado expresamente, que si bien algunas le-
gislaciones ‘admiten también como sujeto informante a la con-
traparte’  el  Código  de  Procedimiento  Civil  venezolano  sólo
permite  que  la  prueba  sea  requerida  a  ‘entidades  o  personas
jurídicas’, toda vez que cuando se trata de documentos que se
hallen en poder de la contraparte o de terceros, sólo se admite la
prueba de exhibición de documentos, pero no la prueba de infor-
mes. (Sentencia N° 1.151 del 24 de septiembre de 2002, Caso
Municipio Puerto Cabello del Estado Carabobo).

(...)

Ahora bien, de conformidad con el criterio jurisprudencial asumido por
esta Sala en el fallo supra señalado, sólo procede la mencionada prueba
para  requerir  información  a  ‘entidades  o  personas  jurídicas’,  que  no
formen parte del debate procesal, toda vez que si los documentos solici-
tados se encuentran en poder de la contraparte, lo pertinente es solicitar
su exhibición, de conformidad con lo establecido en los artículos 436 y
437 del Código de Procedimiento Civil”.
308 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 436 y 437.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm

5. PRUEBA DE INSPECCIÓN JUDICIAL

“(...) tal medio probatorio puede promoverse bien a instancia de parte o
de oficio, cuando el juzgador lo estime pertinente, para dejar constancia
mediante la percepción personal y directa del juez, respecto de perso-
nas, cosas, documentos, o situaciones fácticas vinculadas con los he-
chos que forman parte del debate procesal. Así, el fundamento de ésta
será proporcionar al juzgador las herramientas de juicio necesarias, ob-
tenidas mediante su propia percepción, de una determinada situación
fáctica controvertida.

Ahora bien, en cuanto a lo dicho por la representación fiscal en relación
a que dicha prueba constituye un medio auxiliar que sólo procede cuan-
do no es posible demostrar los hechos debatidos mediante otro medio
probatorio, debe esta alzada disentir de tal afirmación y destacar, que
dicha limitación no resulta aplicable a la inspección judicial consagrada
en el mencionado artículo 472 del Código de Procedimiento Civil; por el
contrario, la misma resulta propia de la clásica inspección ocular consa-
grada en el artículo 1.428 del Código Civil, conforme al cual:

Artículo 1.428: El reconocimiento o inspección ocular puede
promoverse como prueba en juicio, para hacer constar las cir-
cunstancias o el estado de los lugares o de las cosas que no se
pueda o no sea fácil acreditar de otra manera, sin extenderse a
apreciaciones que necesiten conocimientos periciales.

Lo anterior se debe a las particularidades propias de ambas pruebas y a
la amplitud del objeto de la primera que abarca, personas, cosas, luga-
res  o  documentos,  en  contraposición  a  la  segunda,  que  sólo  procede
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 309

respecto de lugares y cosas, aunado a que la inspección ocular se limita
a lo que esté a la vista, mientras que la judicial se extiende a lo que el
juez  pueda  apreciar a  través de todos  los sentidos.  En  consecuencia,
debe esta alzada rechazar el mencionado alegato (...)”.

N° de sentencia: 06140.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Venecia Neptun Towing Offshore and Sal-
vage  C.A.  (NEPTUVEN)  contra  Servicio
Nacional Integrado de Administración Adua-
nera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 472.
CC: Art. 1.428.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06140-091105-2003-0652.htm

6. SILENCIO DE PRUEBAS

“Al respecto, precisa la Sala señalar que sólo podrá hablarse del aludido
vicio, cuando el Juez en su decisión ignore por completo algún medio de
prueba cursante en los autos, sin atribuirle sentido o peso específico de
ningún tipo, y quede demostrado que dicho medio probatorio podría afec-
tar el resultado del juicio; es decir, se verifica el silencio de pruebas
cuando el sentenciador omite en el fallo cualquier mención de alguna de
las  pruebas  aportadas  por  las  partes  y  que  constan  en  las  actas  del
expediente,  o  cuando  aun  mencionando  su  existencia  en  el  texto  del
fallo, se abstiene de analizar su contenido”.

N° de sentencia: 00051.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Domingo Guarenas Laya contra Consejo de
Apelaciones  de  la Universidad  Central de
Venezuela.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00051-110101-2002-0731.htm
310 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

7. CONTROL DE LAS VALUACIONES EN EL PROCESO

“Ahora bien, no obstante la naturaleza pública del ente accionado, los
documentos como valuaciones y actas, producidos todos con ocasión de
un contrato de obra celebrado con un particular, son netamente consen-
suales, pues contienen, o bien la manifestación de voluntad de las partes
sobre el curso de la obra (caso de las actas), o el visto bueno del Inge-
niero Inspector designado por el contratante para supervisar los traba-
jos  acordados,  quien  suscribe  el  documento  junto  con  el  ingeniero
residente de la obra, en señal de conformidad (caso de las valuaciones).

Por consiguiente, a juicio de la Sala, la voluntad de las partes expresada
a través de los instrumentos mencionados, configura una actuación en-
marcada en el ámbito del derecho privado y, por ende, regida por las
normas que le son propias.

Así las cosas, surge patente que teniendo el carácter de documentos pri-
vados, su desconocimiento debe ser resuelto por este juzgador mediante
la aplicación de la normativa que al respecto prevén el Código Civil y el
Código de Procedimiento Civil (específicamente, en los artículos 1.363 y
siguientes del primero, y 444 y siguientes del texto legal adjetivo)”.

N° de sentencia: 06013.
Fecha de Publicación: 26 de octubre de 2005.
Caso: REFORMAN, C.A. contra Fondo Nacional
para Edificaciones Penitenciarias (FONEP).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CC: Art. 1.363.
CPC: Art. 444.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06013-261005-1999-16213.htm.

8. MOMENTO EN QUE DEBEN PRODUCIRSE EN JUICIO


LOS DOCUMENTOS PRIVADOS

“Expuesto lo anterior, esta Sala debe recordar que conforme a lo pre-
visto en el artículo 434 del Código de Procedimiento Civil, los documen-
tos  privados  deberán  producirse  dentro  de  los  15  días  del  lapso  de
promoción de pruebas o anunciarse dónde deban compulsarse. En este
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 311

sentido el legislador impone, a modo de sanción por la intempestividad
de la promoción de tales documentos, su inadmisibilidad”.

N° de sentencia: 06013.
Fecha de Publicación: 26 de octubre de 2005.
Caso: REFORMAN, C.A. contra Fondo Nacional
para Edificaciones Penitenciarias (FONEP).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 434.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/06013-261005-1999-16213.htm.

9. VALOR PROBATORIO DEL EXPEDIENTE


ADMINISTRATIVO

“Con respecto al Memorandum y la Nota Informativa, los mismos fue-
ron emitidos en el seno del ente administrativo demandado. Estas son
actuaciones internas dirigidas a formar la voluntad del organismo en
relación con la contratación para la consecución de una obra original-
mente contratada con la sociedad mercantil accionante.

Así, a pesar de que tales instrumentos demuestran la existencia de un
proceso tendente a producir la voluntad del ente público frente a los
particulares, éstos no pueden ser considerados como documentos públi-
cos; antes bien, han de tratarse como documentos privados reconocidos
o tenidos por reconocidos. Sobre este aspecto, ya se ha pronunciado la
Sala, al estudiar el valor probatorio del expediente administrativo:

...(omissis) ya la Sala ha establecido en anteriores fallos (sen-
tencia No. 300 del 28 de mayo de 1998) que la especialidad del
documento administrativo lo configura como una tercera cate-
goría de prueba instrumental. En efecto, esta especial clase de
documento escrito no puede asimilarse al documento público
definido en el artículo 1.357 del Código Civil, pues no participa
del carácter negocial que caracteriza a este último. Sin embar-
go, su carácter auténtico deviene del hecho de ser una decla-
ración emanada de un funcionario público, con las formalidades
exigidas en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimien-
tos Administrativos.
312 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Así,  conforme al  criterio sostenido  por  la doctrina  nacional


mayoritaria, con el cual coincide esta Sala, el expediente ad-
ministrativo se asemeja a los documentos privados reconoci-
dos o tenidos por reconocidos (artículo 1.363 eiusdem), pero
sólo en lo que concierne a su valor probatorio, dado que en
ambos casos, se tiene por cierto su contenido, en tanto que las
declaraciones efectuadas en dichos instrumentos no sean ob-
jeto de impugnación a través de cualquier género de prueba
capaz de desvirtuar su veracidad. (Destacado de la Sala).

(Sentencia dictada en el expediente 0929, en el recurso de nuli-
dad interpuesto por ASERCA AIRLINES, C.A. contra el acto
administrativo contenido en la Resolución Nº 005, emanada del
Ministerio de Infraestructura, en fecha 28 de febrero de 2000).

De esta forma, establecido como ha sido el carácter de documento pri-
vado reconocido o tenido por reconocido de las pruebas escritas bajo
análisis,  puede  entonces  afirmarse  que  por  no  tener  la  naturaleza  de
instrumentos públicos, éstas han debido ser producidas dentro de los 15
días  del lapso de promoción de pruebas o anunciarse en él de  dónde
debían compulsarse, de conformidad con lo preceptuado en el artículo
434 del Código de Procedimiento Civil”.

N° de sentencia: 06013.
Fecha de Publicación: 26 de octubre de 2005.
Caso: REFORMAN, C.A. contra Fondo Nacional
para Edificaciones Penitenciarias (FONEP).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPA: Art. 18.
CC: Arts. 1.357 y 1.363.
CPC: Art. 434.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/octu-
bre/06013-261005-1999-16213.htm.

10. DOCUMENTOS ADMINISTRATIVOS

a) “Tales documentos al ser emitidos por un médico de la Policlínica de
CABISOFAC, es decir, por un servicio médico del personal de la Guar-
dia Nacional, en criterio de esta Sala no deben ser considerados como
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 313

documentos privados emitidos por terceros, cuya validez en juicio esta-
ría supeditada a la ratificación que de los mismos se hiciera conforme al
artículo 431 del Código de Procedimiento Civil, sino que tratándose de
una clínica dependiente del componente militar al que se encuentra ads-
crito el recurrente, y que ordinariamente expide ese tipo de certificados
con validez dentro de la Guardia Nacional, estima la Sala que pueden
ser tomados como documentos administrativos, los cuales conforme al
criterio jurisprudencial imperante en la materia, son considerados como
una  tercera  categoría  documental,  intermedia  entre  los  instrumentos
públicos y los privados, cuyo contenido se tiene como fidedigno salvo
prueba en contrario, resultando aplicable para la valoración de una co-
pia  fotostática  de  los  mismos,  las  reglas  que  al  respecto  contiene  el
artículo 429 del mencionado Código”.

N° de sentencia: 00384.
Fecha de Publicación: 16 de febrero de 2006.
Caso: Walter Humberto Felce Salcedo contra Mi-
nisterio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 429 y 431.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00384-160206-2003-1084.htm

b) “En efecto, ha señalado tanto la doctrina como la jurisprudencia que
el documento administrativo es aquel que contiene una declaración de
voluntad, conocimiento, juicio y certeza, emanado de un funcionario
competente con arreglo a las formalidades del caso, destinado a produ-
cir efectos jurídicos. De igual manera, con respecto al valor probatorio
de los mismos, se ha indicado que constituyen una categoría intermedia
entre los documentos públicos y los privados, por lo que deben ser equi-
parados al documento auténtico, el cual hace o da fe pública hasta prue-
ba en contrario, pudiendo constituirse en plena prueba.

Así, al estar en presencia de la copia de un documento administrativo,
considera la Sala que debe tenerse el mismo como cierto, toda vez que
no consta en autos prueba alguna que desvirtúe su contenido (...)”.
314 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Nº de sentencia: 06556.
Fecha de Publicación: 14 de diciembre de 2005.
Caso: Teresa  de  Jesús  Urbáez  Medoris  contra
Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela  (CANTV).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Di-
ciembre/06556-141205-2001-0606.htm

11. VALOR PROBATORIO DE LAS COPIAS


FOTOSTÁTICAS

“De conformidad con el primer aparte de la norma transcrita [Art. 429
CPC], se aprecia que los documentos públicos y los privados reconoci-
dos o tenidos legalmente por reconocidos, tendrán credibilidad o serán
dignos de fe, en aquellos supuestos en que éstos sean producidos –en
copias fotostáticas– dentro de las oportunidades indicadas en la norma
(con el libelo, con la contestación de la demanda o en el lapso de promo-
ción  de  pruebas),  y  siempre  que  la  parte  contraria  no  impugne  tales
documentos; asimismo, señala la norma, que si las copias o reproduc-
ciones fueren producidas en una oportunidad distinta a las señaladas, se
requerirá, para tenerlos como fidedignos, la aceptación de la parte con-
traria, so pena de no ser apreciadas por el juez de mérito en virtud de
carecer de valor probatorio.

Aunado a lo anterior, establece la referida disposición que el promoven-
te que quiera hacer valer la copia impugnada, podrá solicitar el cotejo o
confrontación con el original del documento o con una copia certificada
del mismo a falta de su original.

La impugnación a la que se ha hecho referencia constituye una carga
procesal que recae en el adversario de la parte promovente, y está pre-
vista en nuestro ordenamiento jurídico como una forma de ataque de un
medio de prueba –manifestación del derecho a la defensa–, a los fines
de que aquél –el adversario– ejerza el control sobre tales instrumentos.
Lo contrario, esto es, que la contraparte del promovente no impugne las
copias fotostáticas de los documentos producidos, conllevará a que a
las mismas se les tenga como fidedignas.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 315

En este sentido, el artículo 429 del Código de Procedimiento Civil, esta-
bleció expresamente las oportunidades en las cuales debe ser presenta-
da la impugnación contra dichos instrumentos, atendiendo, claro está, al
momento en el cual se producen o consignen en autos; por tanto, si los
mismos han sido acompañados con el escrito libelar, la contraparte de-
berá presentar la referida impugnación en el acto de contestación de la
demanda, ello en virtud de ser ésta la primera oportunidad que tiene el
demandado para actuar en juicio y ejercer sus defensas; asimismo, si
las copias han sido producidas en el lapso de promoción, la contraparte
tendrá cinco (5) días –de despacho– para impugnarlas”.

N° de sentencia: 01647.
Fecha de Publicación: 28 de junio de 2006.
Caso: Carlos Armando  Ramírez  Jiménez  contra
Ministerio del Ambiente y de los Recursos
Naturales (hoy Ministerio del Poder Popu-
lar para el Ambiente).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Art. 429.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01647-280606-2005-0212.htm

12. LA PRUEBA DE EXHIBICIÓN

“(...) la prueba de exhibición es un mecanismo probatorio por medio del
cual se trae al proceso alguna prueba documental, que se encuentre en
poder de la contraparte o de un tercero; en tal sentido, esta Sala debe
atender a lo dispuesto en los artículos 436 y 437 del Código de Procedi-
miento Civil, con la finalidad de verificar si la parte promovente cumplió
con el régimen jurídico previsto en las normas indicadas.

(...)

De la primera de las normas transcritas, puede apreciarse que los requi-
sitos para la admisibilidad de la prueba de exhibición son: que el promo-
vente acompañe una copia del documento o, en su defecto, la afirmación
de los datos que conozca acerca del contenido del mismo, más un medio
probatorio que constituya presunción grave de  que el instrumento se
halla o se ha hallado en poder de su adversario, o de un tercero en el
supuesto del artículo 437 eiusdem.
316 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ahora bien, dado que la parte actora no acompañó copia del documento a
exhibir, debe acudirse al segundo supuesto, esto es, a la indicación de los
datos que conozca el promovente del instrumento, a lo que deberá acom-
pañarse además un medio de prueba que haga presumir que la contrapar-
te o un tercero, tiene o ha tenido en su poder dicho documento.

Respecto a este último supuesto, la Sala ha indicado que en caso de que
el promovente no mencione nada respecto al lugar o sitio donde reposan
tales instrumentos, ‘pudiera ocurrir que éstos hayan sido ocultados por
el adversario, a los fines de evitar que sean promovidos en juicio. De ahí
que el legislador, en aras de proteger el legítimo derecho a la defensa
previó, a través del referido medio probatorio, la posibilidad de que la
parte que quisiera hacer valer un instrumento que se halle en poder de
su adversario o incluso de un tercero, solicite su exhibición, sin que para
ello sea necesario conocer el lugar exacto de su ubicación física, sino
que basta con producir una prueba indiciaria de que éste se encuentra
en manos de la persona a quien se le requiere, lo cual puede ser desvir-
tuado  posteriormente  dada  la  naturaleza  iuris tantum  que  dimana  de
dicha presunción’. (Resaltado de la Sala). (Vid. sentencia N° 01151 del
24 de septiembre de 2002, caso: Municipio Autónomo Puerto Cabello
del Estado Carabobo).

(...)

En  tal  sentido,  esta  Sala  debe  atender  a  lo  expuesto  en  sentencia  N°
00848 de fecha 15 de julio de 2004 (caso: Transporte Bonanza, C.A.),
respecto de la actuación que debe realizar la parte a quien se haya solici-
tado la exhibición de un documento. Se dispuso en aquella oportunidad
que: ‘ante la presunción grave de que el documento se haya en poder del
adversario, éste puede: i) probar que el documento de que se trate si bien
había estado en su poder anteriormente, para el momento en que se soli-
cita la exhibición se encuentra en poder de un tercero, a quien se le debe
requerir la exhibición; ii) probar cualquier hecho positivo del cual se des-
prenda que el documento ya no está en su poder, ya sea por destrucción,
extravío, u otro suceso que acarrea la imposibilidad material de traer el
documento al proceso; o iii) argumentar las razones por las que –a su
juicio– no existe presunción de la tenencia del documento’”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 317

N° de sentencia: 01439.
Fecha de Publicación: 06 de junio de 2006.
Caso: Rafael José Valecillos Mazey y Rosina Rus-
so de Valecillos contra PDVSA Petróleo, S.A.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
CPC: Arts. 436 y 437.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Junio/
01439-060606-2003-0338.htm

13. ARTICULACIÓN PROBATORIA EN LA TACHA DE


TESTIGOS

“Como se observa, la norma antes transcrita [Art. 501 CPC] no prevé
una articulación probatoria a los fines de la tramitación de la tacha de
testigo como sí lo hace el mismo texto normativo respecto de la tacha
de  documentos;  sin  embargo,  de  su  lectura  se  infiere  que  aquellas
pruebas destinadas a su comprobación deberán verificarse dentro del
lapso probatorio del juicio principal, esto es, durante los días de despa-
cho del lapso de evacuación de pruebas que restan luego de la inter-
posición de la tacha, dado que ésta última debe presentarse dentro de
los cinco días (5) siguientes a la admisión de la prueba, conforme el
artículo 499 eiusdem.

El lapso probatorio resulta por tanto único para ambos procedimientos,
erigiéndose como una formalidad de tiempo u oportunidad para la prác-
tica de la actuación correspondiente, con lo que se persigue impedir que
el promovente sorprenda al adversario con pruebas de último momento,
sobre las cuales éste no pueda ejercer su control y contradicción, vio-
lándosele de esta forma su derecho a la defensa”.

N° de sentencia: 01771.
Fecha de Publicación: 12 de julio de 2006.
Caso: Sural  C.A.,  contra  Almacenadora  Cara-
cas,  C.A.
Ponente: Emiro García Rosas.
CPC: Arts. 499 y 501.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01771-120706-2001-0662.htm
318 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

14. ADMISIÓN DE LAS PRUEBAS EN MATERIA


CONTENCIOSO TRIBUTARIA

“Es criterio de esta Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo
de Justicia, que en materia tributaria rige el principio de libertad de los
medios de pruebas, debiendo rechazarse cualquier tendencia restrictiva
sobre la admisibilidad de los medios probatorios que hayan seleccionado
las partes para hacer valer la defensa de sus derechos, con excepción
de las pruebas impertinentes o prohibidas.

En tal sentido, corresponderá al juez de la causa declarar la legalidad y
pertinencia de la prueba promovida, realizado el juicio analítico que le
concierna respecto de las condiciones exigidas para la admisibilidad del
medio probatorio escogido por las partes, atendiendo a lo dispuesto en
las normas que regulan la admisión de las pruebas contenidas tanto en
el Código Orgánico Tributario como en el Código de Procedimiento Ci-
vil, siendo en la sentencia definitiva cuando el juez de la causa, como
resultado del juicio de valor que debe realizar sobre la prueba promovi-
da, al comparar lo declarado por el testigo con las demás pruebas cur-
santes en autos, determinará la incidencia de la misma sobre la decisión
que habrá de dictar en cuanto a la legalidad del acto impugnado.

En situaciones como la analizada en esta oportunidad, esta Sala se ha
pronunciado expresando que la legalidad de una prueba está determina-
da por la existencia de normas que así lo establezcan; en este caso es
necesario atender al contenido de los artículos 395 y 482 del Código de
Procedimiento Civil y a los artículos 137 y 223 del Código Orgánico
Tributario de 1994, aplicable al caso en razón de su vigencia temporal.

(...)

De acuerdo con los artículos citados, en materia probatoria la regla es
la admisión, y la negativa sólo podrá acordarse en casos excepcionales
y muy claros de ilegalidad e impertinencia, premisa que resulta aplica-
ble al proceso contencioso tributario; por lo tanto, tal como lo ha soste-
nido esta Sala en criterio pacífico y reiterado (ver sentencia Nº 1604 del
21/06/2006), no se observa la intención del legislador en prohibir el me-
dio probatorio de testimoniales cuando en su solicitud se omita el dato
del domicilio de los declarantes. Más aún, tal dato no es indispensable,
pues basta que el promovente presente sus testigos”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 319

N° de sentencia: 01937.
Fecha de Publicación: 27 de julio de 2006.
Caso: Comunicaciones ITM, C.A., contra Geren-
cia Regional de Tributos Internos de la Re-
gión Central del Servicio Nacional Integrado
de Administración Tributaria (SENIAT).
Ponente: Emiro García Rosas.
CPC: Arts. 395 y 482.
COT (1994): Arts. 137 y 223.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01937-270706-1998-15342.htm

15. PRINCIPIO DE LIBERTAD PROBATORIA

“Conforme a lo expuesto, esta Sala, mantiene su criterio en cuanto a la
libertad de los medios de prueba y rechaza otra tendencia restrictiva
sobre la admisibilidad del medio probatorio que hayan seleccionado las
partes para ejercer la mejor defensa de sus derechos e intereses, con
excepción de aquellos legalmente prohibidos o que no resulten mani-
fiestamente pertinentes para la demostración de sus pretensiones.

Así, corresponde al juez de mérito declarar la legalidad y pertinencia de
la prueba promovida una vez realizado el juicio analítico que le corres-
ponde respecto a las condiciones exigidas para la admisibilidad del me-
dio probatorio escogido por las partes, atendiendo a lo dispuesto en las
normas que prevén las reglas de admisión de las pruebas contenidas en
el Código de Procedimiento Civil y será en la sentencia definitiva cuan-
do el juez de la causa, como resultado del juicio de valor que debe rea-
lizar sobre la prueba promovida, determine su incidencia sobre la decisión
que habrá de dictar en cuanto a la legalidad del acto impugnado”.

Nº de sentencia: 02103.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: Sociedad Mercantil LA ROCHEF, C.A. con-
tra Compañía Anónima de Electricidad del
Centro  (ELECENTRO).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02103-270906-2004-0266.htm
320 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

16. PRUEBA DE EXHIBICIÓN. REQUISITOS DE


PROCEDENCIA

“De la norma transcrita [Art. 436 CPC] puede apreciarse que los re-
quisitos de procedencia de la prueba de exhibición se limitan a que el
promovente acompañe una copia del documento, o en su defecto, la
afirmación de los datos que conozca el solicitante acerca del conteni-
do del mismo, más un medio probatorio que constituya presunción gra-
ve de que el instrumento se encuentra o se ha encontrado en poder de
su adversario”.

Nº de sentencia: 02103.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: Sociedad Mercantil LA ROCHEF, C.A. con-
tra Compañía Anónima de Electricidad del
Centro  (ELECENTRO).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CPC: Art. 436.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02103-270906-2004-0266.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 321

Recurso de Interpretación

1. INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 8 DE LA LEY DEL


EJERCICIO DE LA PROFESIÓN DE LICENCIADOS EN
RELACIONES INDUSTRIALES Y RECURSOS HUMANOS

“El artículo 8 de Ley del Ejercicio de la Profesión de Licenciados en Rela-
ciones Industriales y Recursos Humanos, reserva a los licenciados en rela-
ciones  industriales  y recursos  humanos  el  ejercicio  de las  funciones  de
asesoría y evaluación concernientes a la administración de recursos huma-
nos relativas a la formulación de políticas, normas y procedimientos para la
administración de personal, elaboración de proyectos, planes y programas
de recursos humanos, convenciones colectivas, reglamentos u otras nor-
mativas en materia laboral y en la formulación de políticas idóneas para el
sector, sólo cuando tales servicios sean prestados a través de las empresas
especializadas dedicadas a asesorar en materia de administración de recur-
sos humanos, a las cuales se refieren los artículos 9 y 10 de dicha Ley. En
consecuencia, el artículo 8 eiusdem no limita ni excluye a cualesquiera
otros profesionales para el ejercicio de dichas funciones”.

Nº de sentencia: 02276.
Fecha de Publicación: 18 de octubre de 2006.
Caso: Luis Estebán Palacios W. y otros solicitan
la interpretación del artículo 8 de la Ley del
Ejercicio de la Profesión de Licenciados en
Administración y Recursos Humanos.
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
LEPRIRH: Arts. 8, 9 y 10
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Octu-
bre/02276-181006-2004-0033.htm
322 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Régimen Funcionarial

1. RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE A LOS


FUNCIONARIOS DEL SERVICIO EXTERIOR.
COMPETENCIA PARA CONOCER DE LAS DEMANDAS
Y RECURSOS INTERPUESTOS EN MATERIA LABORAL
POR FUNCIONARIOS PERTENECIENTES AL SERVICIO
EXTERIOR

“De la interpretación concatenada de las normas antes citadas (artícu-
los 7 y 66 de la Ley de Personal del Servicio Exterior; 4, 21, 26, 84 y 88
de la Ley de Servicio Exterior; 98 y 100 del Reglamento Interno del
Ministerio de Relaciones Exteriores), se evidencian dos regímenes dis-
tintos, que se mantuvieron tanto en la Ley derogada como en la vigente
y que sirven para regular las relaciones de empleo público de los funcio-
narios adscritos al Servicio Exterior. Así, por un lado, el personal Diplo-
mático de Carrera está sujeto a las regulaciones que la Ley del Servicio
Exterior y su Reglamento establezcan, y por otro, se evidencia que el
personal Diplomático en Comisión, el personal con grado de Agregado u
Oficial y el personal Profesional Administrativo y Técnico Auxiliar, es-
tán sometidos en todo lo no previsto en dicha Ley a las disposiciones de
la Ley Orgánica del Trabajo y a la Ley del Estatuto de la Función Públi-
ca, que regula a los funcionarios Públicos.

Ahora bien, la vigente Ley del Estatuto de la Función Pública, en su
artículo 1º Parágrafo Único, prevé un régimen de excepción al estatuto
general de los funcionarios públicos, excluyendo expresamente en su
numeral segundo, a ‘Los funcionarios y funcionarias públicas a que se
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 323

refiere la Ley Orgánica del Servicio Exterior’. Sin embargo, no debe
obviarse el carácter orgánico de la mencionada Ley del Servicio Exte-
rior  que  determina  su  aplicación  preferente,  dada  su  jerarquía  sobre
leyes especiales, siendo el caso que nos ocupa sobre la Ley del Estatuto
de la Función Pública.

En consecuencia, el personal que no sea Diplomático de Carrera, queda
sujeto a la norma ante citada, en todo lo relativo a las acciones y recur-
sos que puedan ejercer contra los actos u omisiones emanadas del Mi-
nistro de Relaciones Exteriores, siendo competentes en primera instancia,
los Juzgados Superiores de lo Contencioso Administrativo, de conformi-
dad con lo previsto en la Disposición Transitoria Primera de la Ley del
Estatuto de la Función Pública y en segunda instancia, las Cortes de lo
Contencioso Administrativo”.

N° de sentencia: 06220.
Fecha de Publicación: 16 de noviembre de 2005.
Caso: José Gregorio González Rodríguez contra la
República  de  Venezuela  (hoy  República
Bolivariana de Venezuela), por órgano del
Ministerio  de  Relaciones  Exteriores  (hoy
Ministerio del Poder Popular para las Rela-
ciones Exteriores).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LPSE: Arts. 7 y 66.
LOSE: Arts. 4, 21, 26, 84 y 88.
RIMRE: Art. 98 y 100.
LEFP: Art. 1º.
LOT
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06220-161105-2001-0727.htm

2. RÉGIMEN JURÍDICO APLICABLE A LOS


FUNCIONARIOS ADSCRITOS A LOS CUERPOS DE
SEGURIDAD DEL ESTADO (CONTROLADORES AÉREOS)

“(...) debe la Sala precisar algunos aspectos relativos al régimen apli-
cable a los funcionarios pertenecientes al Cuerpo de Control de Na-
vegación  Aérea  adscrito  al  Ministerio  de  Infraestructura  (antes
324 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Ministerio de Transporte y Comunicaciones), los cuales a través del
Decreto Nº 572 dictado por el Presidente de la República en fecha 1°
de febrero de 1995, pasaron a tener el carácter de Cuerpo de Seguri-
dad del Estado debido a la naturaleza de las funciones que desempe-
ñan, quedando exceptuados de la aplicación de la legislación ordinaria
sobre funcionarios públicos.

En el referido Decreto se estableció el carácter de utilidad pública de
las actividades de dirección técnica del tránsito aéreo y de los servicios
de telecomunicaciones aeronáuticas y de ayuda a la navegación aérea,
quedando comprendidos en la seguridad y defensa de la nación y de-
biendo ser prestados de manera directa por el Estado (Vid. Sentencia
Sala Plena de fecha 02 de julio de 1996, Expediente 0785-1).

En efecto, de acuerdo con nuestra Constitución el Estado venezola-
no tiene la soberanía exclusiva del espacio aéreo sobre su territorio.
Por tanto, las aeronaves nacionales o extranjeras que se encuentren
en él o en su espacio aéreo y las personas o cosas a bordo de ellas,
están  sometidas  a  las  leyes  y  a  la  jurisdicción  de  los  tribunales  y
autoridades venezolanas.

Sobre este particular, considera la Sala destacar que el personal aero-
náutico es aquel que se desempeña a bordo de las aeronaves o en tierra,
en funciones de índole técnica propias de la aeronáutica, tales como la
conducción, dirección, operación y cuidado de las aeronaves; el control
del  tránsito  aéreo  y  la  operación  de  las  estaciones  aeronáuticas.  En
relación con el despegue, vuelo y aterrizaje de las aeronaves y, por ra-
zones de seguridad nacional, la autoridad aeronáutica puede prohibir o
restringir el vuelo y aterrizaje de aeronaves en zonas determinadas del
territorio nacional o bajo circunstancias específicas.

Así, pues, en virtud de la importancia que para la seguridad y defensa
del Estado venezolano tienen las actividades de control de navegación
aérea, el Ejecutivo Nacional, en aras de garantizar el orden público y
la seguridad de la circulación y el tráfico aéreo, debe organizar, con-
trolar y proporcionar tales servicios de manera directa, lo cual lleva
aparejada la posibilidad de que disponga del recurso humano necesa-
rio en la forma y bajo las condiciones que mejor representen los inte-
reses de la República.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 325

En este orden de ideas, debe precisar la Sala, que la conversión de los
servicios civiles de control de navegación aérea en un Cuerpo de Segu-
ridad del Estado, coloca a los funcionarios que ejercen tales actividades
bajo la protección de un régimen similar al de las fuerzas armadas o al
de los servicios de policía.

Es evidente, pues, que el espíritu, propósito y razón del referido Decre-
to, no es otro que –en el plano de la aviación civil– disponer de confia-
bles  recursos  humanos  y  materiales que  garanticen  el  tránsito  aéreo,
fuera y dentro del país para lo cual, ciertamente, resulta pertinente y
ajustado a derecho aplicar a los empleados que presten tales funciones
un régimen laboral administrativo especial, separado de la legislación
que regula comúnmente a los funcionarios del Estado.

Dicho de otro modo, con respecto a los cargos pertenecientes al Cuer-
po de Control de Navegación Aérea, en virtud de la entrada en vigencia
del Decreto Nº 572 publicado en la Gaceta Oficial de la República de
Venezuela Nº 35.663 del 02 de marzo de 1995, se produjo un cambió en
su régimen jurídico con el fin primordial de impedir las formas irregula-
res de huelga utilizadas por ese gremio, que pudieran obstaculizar la
prestación de ese servicio público. Este servicio, dada su importancia y
trascendencia para el Estado venezolano, no es susceptible de interrup-
ción al tener como objeto fundamental la seguridad de la circulación
aérea, así como el control y regulación del transporte  de navegación
aérea, lo cual garantiza una rápida, ordenada y segura circulación de
aeronaves, tanto en vuelo como en tierra (Vid. Sentencia Nº 00832 del
11 de junio de 2003).

Así, los recursos humanos y materiales de los servicios de tránsito aé-
reo y afines, quedaron a partir de la publicación en la Gaceta Oficial del
tales instrumentos, regidos por una normativa especial que asegura su
correcto funcionamiento y la no perturbación o interrupción de su pres-
tación por conflictos de ninguna especie, ni siquiera laborales; lo con-
trario,  podría  generar  situaciones  perjudiciales  que  eventualmente
afectarían la seguridad del tráfico aéreo.

Lo anterior no es óbice para que las personas que hayan adquirido la
cualidad de ‘funcionario de carrera’, de conformidad con las disposicio-
nes de la Ley de Carrera Administrativa entonces vigente o de la Ley
del Estatuto de la Función Pública, puedan eventualmente ocupar un
cargo de tal naturaleza.
326 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

(...)

Por  otra  parte,  debe  observar  la  Sala  que  el  mencionado  Decreto  no
tiene por finalidad regular las relaciones de empleo entre los funciona-
rios y la Administración, sino que viene a establecer una categoría es-
pecial de cargos que se regirán por un régimen también especial. Sin
embargo, debe acotarse que la cualidad de funcionario de carrera ad-
quirida (...), no resulta menoscabada por la vigencia del nuevo régimen.

(...)

Así, pues, la Administración, por órgano del Ministerio de Transporte
y Comunicaciones, aplicó correctamente el referido Decreto Nº 572
cuando removió del cargo de Técnico de Información Aeronáutica al
ciudadano  Hugo  Urdaneta  Navarro,  pues  como  quedó  expuesto  en
líneas  anteriores,  al  ser  tales  cargos  considerados  de  Seguridad  y
Defensa,  se  les  ha  dotado  de  un  régimen  funcionarial  especial  que
permite,  dada  la  importancia  de  las  funciones  que  desempeñan,  ser
removidos de sus cargos cuando la Administración lo considere perti-
nente. Por lo anterior, no será necesario abrir procedimiento adminis-
trativo alguno, toda vez que no se estaría en presencia de una medida
disciplinaria, sino del ejercicio de la competencia que en materia de
seguridad y defensa de la República detenta el Poder Público Nacio-
nal, en este caso por órgano del Ministerio de Transporte y Comunica-
ciones,  de  conformidad  con  el  numeral  7  del  artículo  156  de  la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”.

N° de sentencia: 00695.
Fecha de Publicación: 22 de marzo de 2006.
Caso: Hugo Urdaneta Navarro contra Ministerio
de Transporte y Comunicaciones (hoy Mi-
nisterio del Poder Popular para la Infraes-
tructura).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
CRBV: Art. 156.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mar-
zo/00695-220306-2000-0281-1.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 327

3. RÉGIMEN APLICABLE A LOS CUERPOS DE


SEGURIDAD DEL ESTADO

“Vista tal situación, la Sala aprecia que en lo que respecta a los fun-
cionarios adscritos a los cuerpos de seguridad del Estado, este Alto
Tribunal ha sostenido, con la finalidad de preservar el interés colecti-
vo que entraña las funciones desplegadas en razón de estas particula-
res relaciones de empleo y considerando la relevancia para la estabilidad
de tan importantes cuerpos de seguridad y defensa, con ocasión a las
actividades de resguardo de la soberanía y el orden público nacional,
estadal o municipal, que las reclamaciones suscitadas con motivo del
retiro o suspensión de dichos funcionarios por la aplicación de medi-
das disciplinarias, deben ser ventiladas ante los órganos superiores de
la jurisdicción contencioso administrativa, específicamente por esta
Sala Político-Administrativa.

Por otra parte, la vigente Ley del Estatuto de la Función Pública, en su
artículo 1º, Parágrafo Único, expresamente excluye a los funcionarios
al servicio de los órganos de Seguridad del Estado, sin embargo, vistas y
analizadas como han sido las actas procesales en el presente caso, don-
de se determina que la pretensión del querellante, quien se encontraba
en situación de retiro, sólo se refiere al cobro de diferencia de presta-
ciones sociales, es decir, de naturaleza especialmente laboral derivada
de una relación de empleo público, lo cual no implica actividad alguna
que involucre la soberanía y el orden público nacional, estadal o munici-
pal, es decir que no se trata de una materia disciplinaria, la cual consti-
tuía  una  de  las  razones  por  las  cuales  esta  Sala  se  reservaba  la
competencia  para  conocer  y  decidir  sobre  dichos  asuntos,  es  que  no
resulta aplicable al presente caso el criterio jurisprudencial arriba cita-
do. Así se decide.

...Omissis....

Al respecto, ha sido reiterada la jurisprudencia de la Sala en el sentido
de establecer que en los casos de cobro de conceptos laborales deriva-
dos de una función pública, corresponde conocer a los Tribunales de la
Carrera Administrativa y con la entrada en vigencia de la Ley del Esta-
tuto de la Función Pública, a los Juzgados Superiores de lo Contencioso
Administrativo Regionales. (Vid: sentencia de fecha 19/06/01, caso: Fi-
lomena López)”.
328 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 00291.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Luis Ramón Gil Espinoza contra la Repúbli-
ca Bolivariana de Venezuela.
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
LEFP: Art. 1°.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00291-090206-2002-0211.htm

4. DERECHO A LA JUBILACIÓN

“Debe precisar la Sala que la jubilación es un derecho del funcionario
en cuanto le permite disfrutar de una remuneración de por vida sin una
contraprestación en trabajo, por lo que para pasar del servicio activo a
la condición de jubilado se requiere además de la necesidad de cumplir
con los requisitos de edad y tiempo de servicio establecidos, que el inte-
resado haya solicitado dicho beneficio o que la Administración proceda
de oficio. En el primer caso, se está frente al ejercicio de un derecho
por parte del funcionario y, en el segundo, se trata del ejercicio de una
potestad pública de la cual es objeto aquél, por cuanto es la sola volun-
tad de la Administración la que puede apartarlo legítimamente de las
actividades que dentro de su ámbito desarrollaba, y por ende debe for-
zosamente ajustarse a los requerimientos legales y reglamentarios que
le sean aplicables a los fines de evitar que la jubilación se convierta en
una forma de remoción velada del funcionario”.

Nº de sentencia: 01278.
Fecha de Publicación: 18 de mayo de 2006.
Caso: Luis David Guanda Araujo contra Ministe-
rio de Interior y Justicia (hoy Ministerio del
Poder Popular para las Relaciones Interio-
res y Justicia).
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Mayo/
01278-180506-2003-0412.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 329

5. COMPETENCIA PARA CONOCER DE LAS ACCIONES


INCOADAS POR EL PERSONAL AERONÁUTICO

“Conforme  a  lo  expuesto  y  específicamente  en  lo  que  respecta  a  los


funcionarios que prestan servicios como personal aeronáutico, conside-
rados  como  antes  se  indicó,  personal  de  un  cuerpo  de  seguridad  del
Estado, debe señalarse que esta Máxima Instancia –reiterando el ante-
rior criterio– los ha excluido del régimen general dispuesto en la Ley del
Estatuto de la Función Pública, ante la necesidad de preservar el interés
colectivo que entrañan las funciones desplegadas en razón de estas par-
ticulares relaciones de empleo, considerando esencial para la estabili-
dad  de  tan  importantes  cuerpos  de  seguridad  y  defensa,  que  las
reclamaciones suscitadas con ocasión de las actividades que realizan,
deban ser ventiladas ante la máxima instancia de la jurisdicción conten-
cioso administrativa, es decir, ante esta Sala Político-Administrativa del
Tribunal Supremo de Justicia.

(...)

En orden a lo anterior, se impone para esta Sala la necesidad de analizar
el criterio antes expuesto y al respecto estima, que si bien los funciona-
rios que prestan servicios en cargos pertenecientes al Cuerpo de Con-
trol de Navegación Aérea, por ser considerados parte integrante de los
cuerpos de seguridad del Estado, se les aplica un régimen laboral admi-
nistrativo especial, separado de la legislación que regula comúnmente a
los funcionarios públicos, se trata en definitiva de relaciones funciona-
riales a las que resultan perfectamente aplicables las normas que, en
cuanto a la competencia, rigen en esta materia, y que están contenidas
en la Ley del Estatuto de la Función Pública.

Con fundamento en los argumentos precedentes esta Sala fija el criterio
respecto a que las acciones o recursos que ejerzan los funcionarios o
empleados del Cuerpo de Control de Navegación Aérea adscrito al Mi-
nisterio de Infraestructura con ocasión de su relación  de empleo con
dicho órgano, deben ser conocidas por los Juzgados Superiores Conten-
cioso-Administrativos Regionales”.
330 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Nº de sentencia: 01910.
Fecha de Publicación: 27 de julio de 2006.
Caso: Otilde  Josefina  Chang  Fernández  contra
Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC).
Ponente: Ponencia Conjunta.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01910-270706-2006-0964.htm

6. COMPETENCIA PARA CONOCER DE LAS ACCIONES


O RECURSOS INTERPUESTOS POR EL PERSONAL DE
LA FUERZA ARMADA NACIONAL

“Ha sido jurisprudencia reiterada de este Alto Tribunal, que debido a la
exclusión que contenía la Ley de Carrera Administrativa de los miem-
bros de la Fuerza Armada Nacional y de los funcionarios pertenecien-
tes a los cuerpos de seguridad del Estado, el conocimiento de asuntos
como el presente se determinaba atendiendo a la competencia que esta-
ba atribuida a esta Sala Político-Administrativa para conocer de la nuli-
dad  de  los  actos  administrativos  individuales  del  Poder  Ejecutivo
Nacional, la cual se circunscribía a aquéllos emanados de los órganos
de la Administración Central.

(...)

No  obstante  debe  precisarse  que  ante  el  vacío  legislativo  referido  al
retiro, permanencia, estabilidad o conceptos derivados de empleo públi-
co de los miembros de la Fuerza Armada Nacional y mientras se dicte
la ley que regule la jurisdicción contencioso-administrativa, es necesa-
rio delimitar en forma transitoria las competencias que deben ser asu-
midas  por  los  órganos  jurisdiccionales  relacionados  con  dichos
funcionarios, de acuerdo con el grado o jerarquía militar que ostenten,
en todos los componentes militares e independientemente del órgano
del cual emane el acto administrativo impugnado.

Con relación a lo antes expuesto considera la Sala, que esta instancia
sólo debe conocer y decidir las acciones o recursos interpuestos en el
caso de retiro, permanencia, estabilidad o conceptos derivados de em-
pleo público del personal con grado de Oficiales y Suboficiales Profe-
sionales de Carrera de la Fuerza Armada Nacional.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 331

Los Juzgados Contencioso Administrativos regionales deben conocer y
decidir en primera instancia las acciones o recursos interpuestos por
retiro, permanencia, estabilidad o conceptos derivados de empleo públi-
co del personal con grado de personal de Tropa Profesional, personal
activo de la Reserva Nacional y de la Guardia Territorial, y las Cortes
de lo Contencioso Administrativo como tribunales de segunda instancia.

(...)

Por otra parte, esta decisión tiene la finalidad de desarrollar y aplicar el
principio constitucional de acceso a los órganos de administración de
justicia, en cuanto a los recursos de nulidad interpuestos con motivo del
retiro, permanencia, estabilidad o conceptos derivados de empleo públi-
co de los miembros de la Fuerza Armada Nacional, hasta tanto se dicte
la nueva Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Así se declara”.

Nº de sentencia: 01871.
Fecha de Publicación: 26 de julio de 2006.
Caso: Edgar Eduardo Galavit Avella contra Coman-
dancia General de la Guardia Nacional del
Ministerio de la Defensa (hoy Ministerio del
Poder Popular para la Defensa).
Ponente: Ponencia Conjunta.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Julio/
01871-260706-2005-4927.htm

7. DIFERENCIAS ENTRE REMOCIÓN Y DESTITUCIÓN

“La relación jurídica entre la Administración y los agentes públicos pue-
de concluir como consecuencia de múltiples causas, las cuales pueden
ser o no dependientes de la voluntad de la Administración.

En tal sentido, la Sala considera necesario establecer diferencias entre
la  figura  de  la remoción,  y  el  retiro  que  se  origina a  propósito  de  la
destitución. En el primer caso, se trata de una situación jurídica por la
cual queda al libre arbitrio de la autoridad administrativa, la separación
del funcionario de su cargo, por encontrarse sujeto al régimen de libre
nombramiento y remoción, mientras que, cuando se habla de destitu-
332 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

ción, se hace referencia a la situación por la cual un funcionario, sea de
carrera o no, se desvincula de la relación de empleo público por haber
incurrido en cualquiera de las causales de destitución establecidas en la
ley; por lo que se interpreta que una situación es completamente inde-
pendiente de la otra”.

Nº de sentencia: 02112.
Fecha de Publicación: 27 de septiembre de 2006.
Caso: Miriam Mercedes Rendón Gómez de Da Sil-
va contra Inspector General de Tribunales.
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Sep-
tiembre/02112-270906-2005-4002.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 333

Responsabilidad Patrimonial
de la Administración

1. PROCEDENCIA DE LA INDEMNIZACIÓN DE DAÑOS


Y PERJUICIOS DERIVADAS DE LAS DENUNCIAS
PENALES

“La normativa anteriormente transcrita [artículos 270 y 291 del COPP)
establece la responsabilidad penal de aquel quien hubiese desviado la
naturaleza del proceso penal para causar un daño a través de denuncias
maliciosas o la simulación de un hecho punible, conforme a nuestra le-
gislación penal vigente.

Al respecto, la jurisprudencia de esta Sala ha sido pacífica y consistente
en lo referente a la procedencia de indemnización por daños derivados
de denuncias penales; en este sentido ha establecido:

(...)

Del  análisis  de  las  citadas  normas,  se  desprende  que,  tanto
bajo el amparo del derogado Código de Enjuiciamiento Crimi-
nal como del vigente Código Orgánico Procesal Penal, ha sido
intención del legislador exonerar de todo género de responsa-
bilidad al denunciante, frente al denunciado, cuando de su par-
te no haya mediado mala fe o no se haya comprobado la falsedad
de los señalamientos que haya realizado.
334 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

En este sentido, observa la Sala que, de acuerdo a las anterio-
res  precisiones,  en  el  presente  caso  a  la  parte  actora  no  le
asiste el derecho de recibir indemnización alguna de la deman-
dada, toda vez que la denuncia que formulara en su oportuni-
dad,  no ha  sido  declarada  jurisdiccionalmente como  falsa  o
como efectuada de mala fe, así como tampoco implicó imputa-
ción directa de un delito al hoy demandante; en consecuencia,
el actor no podía, bajo el contexto planteado en el escrito libe-
lar, reclamarle a la empresa CANTV el pago de los daños y
perjuicios que dice haber sufrido. (Caso: Chazali Abodon Fan-
dy vs. C.A.N.T.V., del 09 de noviembre de 2005).

En armonía con lo anteriormente expuesto, es una condición prejudicial
para la declaración de la responsabilidad civil de un denunciante, que
sea declarada la mala fe en la denuncia o, en su caso,  demostrada la
simulación de un hecho punible para que prospere la solicitud de indem-
nización”.

Nº de sentencia: 00989.
Fecha de Publicación: 25 de abril de 2006.
Caso: William  Yomar  Guerero  contra  PDVSA
PETRÓLEO,  S.A.
Ponente: Evelyn Marrero Ortiz.
COPP: Arts. 270 y 291.
CEC:
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Abril/
00989-250406-2004-0038.htm
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 335

Sentencia

1. VICIO DE INCONGRUENCIA NEGATIVA

“En tal sentido, la Sala estima conveniente destacar que doctrinaria-
mente se ha reconocido y así lo ha interpretado este máximo tribunal,
ratificado una vez más con el presente fallo, que la decisión que se dicte
en el curso del proceso no debe contener expresiones o declaratorias
implícitas o sobreentendidas; por el contrario, el contenido de la senten-
cia debe ser manifestado en forma comprensible, cierta y efectiva, que
no de lugar a dudas, incertidumbres, insuficiencias, oscuridades o ambi-
güedades; debiendo para ello ser exhaustiva, es decir, pronunciarse so-
bre  todos  los  pedimentos  formulados  en  el  debate,  y  de  esa  manera
dirimir el conflicto de intereses que le ha sido sometido en el proceso.

En este sentido, para que la sentencia sea válida y jurídicamente efi-
caz,  debe  ser  autónoma,  es  decir,  tener  fuerza  por  sí  sola;  debe  en
forma clara y precisa, resolver todos y cada uno de los puntos some-
tidos a su consideración, sin necesidad de nuevas interpretaciones, ni
requerir del auxilio de otro instrumento; elementos éstos cuya inob-
servancia en la decisión infringiría el principio de exhaustividad, incu-
rriendo así en el vicio de incongruencia, el cual se origina cuando no
existe la debida correspondencia formal entre lo decidido y las preten-
siones y defensas de las partes intervinientes en el proceso; manifes-
tándose tal vicio cuando el juez con su decisión, modifica la controversia
judicial debatida, bien porque no se limitó a resolver sólo lo pretendido
por las partes, o bien porque no resolvió sobre algunas de las preten-
siones o defensas expresadas por los sujetos, en el litigio. Acarreando
336 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

el primer supuesto una incongruencia positiva y, en el segundo, una
incongruencia negativa, cuando la decisión omite el debido pronuncia-
miento sobre algunos de los alegatos fundamentales pretendidos por
las partes en la controversia judicial”.

N° de sentencia: 00269.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Leonardo Maldonado y otros contra Servi-
cio  Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00269-090206-2004-0614.htm

2. INMOTIVACIÓN

“Respecto a la motivación del acto administrativo, el artículo 9 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos establece la obliga-
ción de motivar los actos administrativos de carácter particular, excepto
los de simple trámite, por lo cual el acto debe hacer referencia a los
hechos y a los fundamentos legales que llevaron a la Administración a
pronunciarse en uno u otro sentido.

En similares términos, señala el artículo 18 de la citada Ley, al indicar
los requisitos que debe contener todo acto administrativo, en su ordinal
5º, lo siguiente: “...expresión sucinta de los hechos, de las razones que
hubieren sido alegadas y de los fundamentos legales pertinentes...”.

De la normativa parcialmente transcrita, se observa evidente la volun-
tad del legislador de instituir uno de los principios rectores de la activi-
dad administrativa,  lo cual permite adecuar  su  función  dentro  de los
límites que la ley le impone. Tal exigencia consiste, y así lo ha sostenido
innumerable jurisprudencia de este Alto Tribunal, en que los actos que
la Administración emita deberán ser debidamente motivados, es decir,
señalar en cada caso el fundamento expreso de la determinación de los
hechos que dieron lugar a su decisión, de manera que el administrado
pueda conocer en forma clara y precisa las razones fácticas y jurídicas
que originaron tal solución, permitiéndole oponer las razones que crea
pertinentes a fin de ejercer su derecho a la defensa.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 337

Asimismo, se ha reiterado también que se da cumplimiento a tal requi-
sito cuando la motivación esté contenida en su contexto, es decir, que
la misma se encuentre dentro del expediente, considerado en forma
íntegra y formado en virtud del acto de que se trate y de sus antece-
dentes, siempre que el administrado haya tenido acceso a ellos y co-
nocimiento oportuno de los mismos; siendo suficiente, en algunos casos,
que  sólo se  cite  la  fundamentación jurídica,  si  ésta  contiene un  su-
puesto unívoco y simple. De manera, que el objetivo de la motivación,
en primer lugar, es permitir a los órganos competentes el control de la
legalidad del acto emitido y, en segundo lugar, el hacer posible a los
administrados el ejercicio del derecho a la defensa. Por ello, la exis-
tencia de motivos tanto de hecho como de derecho y la adecuada ex-
presión de los mismos, se constituyen en elementos esenciales de la
noción de acto administrativo”.

N° de sentencia: 00269.
Fecha de Publicación: 09 de febrero de 2006.
Caso: Leonardo Maldonado y otros contra Servi-
cio  Nacional Integrado de Administración
Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Levis Ignacio Zerpa.
LOPA: Arts. 9 y 18.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Febre-
ro/00269-090206-2004-0614.htm

3. PRINCIPIO DE LA CONGRUENCIA DE LA SENTENCIA

“De la norma supra señalada (ordinal 5º del artículo 243 del Código de
Procedimiento Civil), se desprende el principio de la congruencia, con-
forme al cual el juez al decidir deberá hacerlo en forma expresa, positi-
va  y  precisa,  con  base  en  lo  alegado  por  las  partes  y  a  los  medios
probatorios aportados por ellas, abarcando en su pronunciamiento todos
y cada uno de dichos alegatos, así como las pruebas promovidas, a fin
de dar cumplimiento al principio de exhaustividad, conforme al cual el
juez tiene que decidir sólo y sobre todo lo alegado y probado en autos,
sin sacar elementos de convicción no aportados por las partes, ni suplir
a éstas en sus argumentos o defensas, pues de lo contrario, crearía un
desequilibrio procesal o lo que es igual, otorgaría ventaja a una de las
338 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

partes en detrimento de la otra, vulnerando con tal actuación el derecho
constitucional de igualdad ante la ley previsto en el artículo 21 de la
Carta Magna y la igualdad procesal prevista en el artículo 15 del referi-
do Código adjetivo.

Por  otra  parte,  esta  Sala  mediante  sentencias  Nros.  581,  709,  877  y
1.491, de fechas 22 de abril, 14 de mayo, 17 de junio y 7 de octubre de
2003, casos: Pablo Electrónica, C.A., 357 Spa Club C.A., Acumulado-
res Titán y Yan Yan Express Restaurant, C.A., estableció respecto al
vicio de incongruencia, lo siguiente:

En este sentido, para que la sentencia sea válida y jurídica-
mente eficaz, debe ser autónoma, es decir, tener fuerza por sí
sola; debe en forma clara y precisa resolver todos y cada uno
de los puntos sometidos a su consideración, sin necesidad de
nuevas interpretaciones, ni requerir del auxilio de otro instru-
mento; cuya inobservancia en la decisión, (de los supuestos
supra indicados), infringiría el principio de exhaustividad, incu-
rriendo así en el vicio de incongruencia, el cual se origina cuan-
do no existe la debida correspondencia formal entre lo decidido
y las pretensiones y defensas de las partes intervinientes en el
proceso. Manifestándose ésta cuando el juez con su decisión,
modifica la controversia judicial debatida, bien porque no se
limitó a resolver sólo lo pretendido por las partes, o bien por-
que no resolvió sobre algunas de las pretensiones o defensas
expresadas por los sujetos en el litigio, acarreando el primer
supuesto una incongruencia positiva y, en el segundo, una in-
congruencia negativa. (Subrayado y destacado de la Sala).

En efecto, tal como puede observarse, el criterio de la Sala respecto al
vicio de incongruencia negativa, radica en la existencia de un error de
concordancia lógica y jurídica entre la pretensión deducida y la senten-
cia dictada, lo cual implica que ante la constatación de la existencia de
algún vicio, dicha concordancia lógica y jurídica se mantendrá, aún cuando
los vicios sea varios y el juez no se pronuncie sobre todos los vicios o
alegatos de las partes”.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 339

N° de sentencia: 06159.
Fecha de Publicación: 09 de noviembre de 2005.
Caso: Sucesión de Constantino Quirico Conconi con-
tra Servicio Nacional Integrado de Adminis-
tración Aduanera y Tributaria (SENIAT).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CPC: Arts. 15 y 243.
CRBV: Art. 21.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/06159-091105-2003-0689.htm
340 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

Servicio Público

1. CARÁCTER DE SERVICIO PÚBLICO DE LA


EDUCACIÓN

“Al respecto, resulta pertinente traer a colación el contenido de la sen-
tencia de la Sala Político-Administrativa de la extinta Corte Suprema de
Justicia, dictada el 19 de agosto de 1993, recaída en el caso: Cámara
Venezolana de Educación Privada, Asociación Nacional de Institutos
Educativos Privados y otros en contra de la Resolución Conjunta N°
1700 y 899 del Ministerio de Fomento y de Educación, Exp. N° 9989 y
9992, en donde se pronunció acertadamente en relación con la naturale-
za de servicio público de la educación, en los siguientes términos:

...Ahora bien, la Constitución [léase, la de 1961] erige en ser-
vicio público la educación (artículo 80 primer aparte). Según
Duguit el servicio publico es ‘toda actividad cuyo cumplimien-
to debe estar asegurado, regulado y controlado por los gober-
nantes  porque  el  cumplimiento  de  esta  actividad  es
indispensable para la realización y el desenvolvimiento de la
interdependencia social y porque, además, es de tal naturaleza
que no puede ser completamente realizada sino mediante la
intervención de la fuerza gobernante (...).

Priva en la concepción material del servicio el significado de
una actividad de interés general, bajo el control de una autori-
dad administrativa por cuanto el servicio público satisface ne-
cesidades públicas.
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 341

La solución del caso concreto aconseja evidenciar las carac-
terísticas que definen el servicio público. Así:

1.- La obligatoriedad supone su funcionamiento bajo control;

2.- La mutabilidad implica la existencia de normas relativas a
la organización y funcionamiento que pueden ser modificadas
bajo las exigencias de las circunstancias, por la autoridad com-
petente en beneficio colectivo (...)

3.- La continuidad: dada la importancia para la colectividad no
puede ser interrumpido, de modo que el público puede en todo
momento, con absoluta certeza, contar con los servicios públicos.

4.- La igualdad según la cual, los usuarios de una misma cate-
goría están sometidos a la misma tasa.

Las características anteriores están presentes en la organiza-
ción educativa venezolana por lo que obligado es concluir que
ésta constituye un servicio público. Así lo consagra el artículo
80 de la Constitución, la Ley Orgánica de Educación en sus
artículos 1, 2, 5, 15, 55, 56, 59, 71 y 107 y el Reglamento de
dicha Ley en sus artículos 4 y 69.

Dado el tratamiento de servicio público que el ordenamiento
jurídico atribuye a la actividad educativa, el mismo se encuen-
tra sometido a un amplísimo régimen de policía administrativa
que autoriza la Constitución en sus artículos 80 y 79 y desarro-
lla la Ley que rige la materia en sus artículos 55, 56, 71 y 107
entre otros. (Subrayado de la Sala).

Tal criterio fue reiterado por esta Sala mediante sentencia N° 965 de
fecha 2 de mayo de 2000, en el expediente N° 12396 y en sentencia N°
1.018 del 11 de agosto de 2004, en el expediente 2000-0411.

Conforme a lo dispuesto supra, resulta evidente que la jurisprudencia de
esta Sala ha sido pacífica al ratificar la naturaleza de la educación como
servicio público con una doble connotación, a saber: el derecho para
quienes pretenden impartirla, así como, para quienes aspiran acceder a
ella, principios éstos que se encontraban contenidos en los artículos 79 y
342 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

78 de la Carta Magna de 1961, para garantizar a las partes involucradas
su participación dentro del proceso educativo, cada una en sus roles,
debiendo el Estado facilitar el cumplimiento de este deber por padres y
representantes tal como lo exigía el artículo 55 eiusdem.

De las normas constitucionales antes transcritas [102 y 103 CRBV], se
colige la connotación de derecho humano y de deber social fundamental
de la educación, así como, su declaratoria de servicio público en donde
el Estado asumió la responsabilidad de convertirla en instrumento para
consustanciar a los ciudadanos, en la búsqueda de la identidad nacional
y las transformaciones sociales con la participación tanto de las familias
como de la sociedad.

De igual forma, emerge la importancia de las instituciones educaciona-
les privadas que colaboran o coadyuvan con el Estado en la prestación
del servicio educativo; por ello, el celo que tiene sobre quienes conjun-
tamente con él, se abocan en la obtención de tal fin, y se justifica la
actuación relativa al control de la actividad de los particulares para ga-
rantizar su apego a los fines del Estado”.

N° de sentencia: 00032.
Fecha de Publicación: 11 de enero de 2006.
Caso: Colegio Pestalozzi del Pinar S.R.L. contra
Ministro de Industrias Ligeras y Comercio
(hoy Ministerio del Poder Popular para las
Industrias Ligeras y Comercio).
Ponente: Hadel Mostafá Paolini.
CRBV: Arts. 102 y 103.
CN: Arts. 55, 78 y 79.
LOE: Arts. 1, 2, 5, 15, 55, 56, 59, 71 y 107.
RLOE: Arts. 4 y 69.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/Enero/
00032-110101-2000-0413.htm

2. POTESTAD DISCIPLINARIA DE LAS INSTITUCIONES


EDUCATIVAS CON OCASIÓN DE LA PRESTACIÓN DEL
SERVICIO PÚBLICO DE EDUCACIÓN

“(...) la educación tal como lo establece el artículo 102 de la Constitu-
ción de la República Bolivariana de Venezuela, y al igual como lo esta-
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 343

blecía la Constitución de 1961, –vigente para el momento en que ocu-
rrieron los hechos que originaron la imposición de la sanción–, es un
servicio público, un derecho de prestación para el mejoramiento de la
comunidad y constituye un factor primordial del desarrollo nacional, que
puede ser prestado por el Estado o impartido por los particulares, dentro
de los principios y normas establecidos en la Ley, bajo la suprema ins-
pección y vigilancia de aquél y con su estímulo y protección. De allí que
la actividad realizada por los particulares en el campo educativo debe
regirse por la Ley Orgánica de Educación y su reglamento, así como
bajo la supervisión del Ministerio respectivo, conforme a las atribucio-
nes establecidas en los artículos 56 y siguientes de la referida ley.

En virtud de ello, a las instituciones educativas privadas se le encomien-
dan potestades para garantizar el interés general que subyace tras el ser-
vicio publico de educación, dentro de las cuales está la potestad disciplinaria
que permite al ente educativo imponer sanciones a los alumnos que infrin-
jan los deberes que tutelan la educación como servicio público.

Esta atribución está en la Ley Orgánica de Educación, que en su artícu-
lo 4, califica la educación como un servicio público prestado por el Esta-
do o por los particulares dentro de los principios y normas establecidos
en la Ley. En efecto, según el artículo 114 de dicha Ley, las autoridades
educativas, sean públicas o privadas, ostentan potestades para la averi-
guación y determinación de las faltas cometidas por los alumnos, las
cuales están previstas en el artículo 123 de la misma Ley y cuyas san-
ciones están establecidas, tanto para alumnos de los planteles públicos
como privados, en el artículo 124 eiusdem.

Asimismo, el artículo 125 de la Ley Orgánica de Educación, precisa que
la expulsión de un alumno de un plantel privado, podrá ser revisada por
el Ministro de Educación, lo que implica el reconocimiento de la natura-
leza del acto que se impugna y de los poderes de supervisión y control
de la Administración Pública sobre los planteles privados.

Lo anterior pone en evidencia la relación especial de sujeción que exis-
te entre los planteles educativos privados y los alumnos, quienes tienen
el deber de respetar los deberes jurídicos que orientan el servicio públi-
co de educación. En otras palabras, existe una relación de supremacía
del plantel privado respecto al alumno, que tiene como contrapartida la
subordinación o sometimiento de éste respecto al plantel”.
344 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

N° de sentencia: 02727.
Fecha de Publicación: 30 de noviembre de 2006.
Caso: Unidad Educativa Colegio Academia Meri-
ci de Venezuela contra Ministro de Educa-
ción (hoy Ministerio del Poder Popular para
la Educación).
Ponente: Yolanda Jaimes Guerrero.
CRBV: Art. 102.
LOE: Arts. 4, 56, 114, 123, 124 y 125.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02727-301106-1996-12892.htm

3. CONTRATO DE CONCESIÓN PARA LA PRESTACIÓN


DE UN SERVICIO PÚBLICO. ESPECIAL REFERENCIA
AL SERVICIO PÚBLICO DE TELECOMUNICACIONES

“No obstante la declaratoria legal de una actividad como servicio públi-
co y consecuente reserva al Estado, el Poder Ejecutivo podía otorgar
concesiones para la explotación y prestación del servicio de telecomu-
nicaciones  a  particulares  (...)  mediante  el  contrato  de  concesión  (...)
quedando el concesionario, en todo lo concerniente a la actividad que
desarrolla al prestar el servicio, sometido a la Administración conce-
dente en cuanto a las potestades de regulación, dirección, control, inter-
vención e incluso la revocación de la concesión otorgada.

La justificación de estos poderes radica en el hecho de que la Adminis-
tración no puede desentenderse de la marcha de las actividades que son
de su competencia, pues ésta es irrenunciable y tiene que ser ejercida
por  los  órganos  a  los  que  les  ha  sido  atribuida.  En  consecuencia,  el
contrato no implica la renuncia de la competencia.

En los contratos administrativos, como en este caso de concesión del
servicio público de telecomunicaciones, la Administración detenta una
posición de supremacía, en virtud de la cual ejerce los poderes de auto-
tutela, que dimanan del imperio del Estado, de la normativa legal y su-
blegal, del acto unilateral de establecimiento y organización del servicio
y de las convenciones pactadas por los contratantes.

Según la Ley de Telecomunicaciones del año 1940, aplicable ratione
temporis,  el  servicio  público  consta  de  tres  elementos  a  saber:  a)  el
Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006 345

elemento orgánico, porque la titularidad corresponde a la Administra-
ción, en virtud del cual –entre otras competencias– le corresponde la de
controlar el respeto a las normas de organización y funcionamiento del
servicio y sancionar su infracción; b) el elemento material, constituido
por el interés general; c) el elemento formal que es el régimen jurídico
exorbitante, consecuencia de la presencia de servicio público, determi-
nado por su propio régimen jurídico público.

En  la  gestión  de  los  servicios  de  telecomunicaciones,  conforme  a  la


citada Ley de Telecomunicaciones del año 1940, se ubican la Adminis-
tración, el operador y el usuario, cuyas conductas debían ser exigibles y
previsibles en la normativa establecida, lo que llevó a la creación de la
Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).

La mencionada Comisión era, en su momento, un órgano desconcentra-
do de la Administración Pública Centralizada, creado mediante Decreto
No. 1.826 del 5 de septiembre de 1991 (Gaceta Oficial No. 34.810 del 5
de septiembre de 1991), como servicio autónomo sin personalidad jurí-
dica, con autonomía de gestión administrativa, financiera y presupues-
taria, sujeto al control jerárquico por parte del Ministerio de Transporte
y Comunicaciones (hoy Ministerio de Infraestructura), que además de
ser responsable de la gestión de los operadores, ejercía –y ejerce toda-
vía– la potestad de control, dirigiendo y fiscalizando el cumplimiento del
marco normativo del servicio, y la potestad reguladora.

En el Decreto de creación, antes referido, se autoriza al entonces nom-
brado Ministro de Transporte y Comunicaciones para transferir las com-
petencias  en  materia  sancionatoria,  a  la  Comisión  Nacional  de
Telecomunicaciones, como en efecto ocurrió en el artículo 1 literal f de
la del Reglamento Interno del Servicio Autónomo Comisión Nacional de
Telecomunicaciones (CONATEL) (Resolución No. 482 del 25 de no-
viembre  de  1991,  publicada  en  Gaceta  Oficial  No.  34.851  del  28  de
noviembre de 1991), fórmula organizativa en virtud de la cual el men-
cionado  órgano  desconcentrado  quedaba  facultado  para  imponer  las
sanciones administrativas prevista en la Ley de Telecomunicaciones, en
los Reglamentos Técnicos y de Prestación de Servicios respectivos.

Por  otra  parte  el  artículo  11,  literal  h)  del  Reglamento  sobre  la  Red
Básica de Telecomunicaciones (Decreto N° 1.877 publicado en Gaceta
Oficial de la República de Venezuela N° 34.821 del 16 de octubre de
346 Doctrina de la Sala Politicoadministrativa Octubre 2005-Diciembre 2006

1991) faculta al ente concedente, en aras de la satisfacción del interés
general y en ejecución no sólo del contrato, sino especialmente de la ley,
para imponer las sanciones correspondientes por infracciones a la le-
yes, reglamentos o al contrato de concesión. De manera que la Admi-
nistración  puede  optar  por  la  resolución  de  la  concesión  o  por  la
imposición de sanciones al concesionario, o ambas a la vez, en virtud de
que éste no sólo está obligado al cumplimiento  de las estipulaciones
contractuales, sino de las disposiciones legales que regulan la actividad
o servicio de que se trate.
sss
En consecuencia, la existencia del régimen exorbitante de la Adminis-
tración, previsto o no en el contrato, permite al ente público, inspeccio-
nar y controlar la gestión del concesionario, interpretar las cláusulas
contractuales, modificar las características de los servicios, sancionar
al contratista por incumplimiento de las obligaciones contraídas en el
contrato o previstas en la ley y extinguir unilateralmente el contrato”.

N° de sentencia: 02651.
Fecha de Publicación: 23 de noviembre de 2006.
Caso: Compañía Anónima Nacional Teléfonos de
Venezuela (CANTV) contra Comisión Na-
cional de Telecomunicaciones (CONATEL).
Ponente: Emiro García Rosas.
RISACONATEL: Art. 1.
RRBT: Art. 11.
http://www.tsj.gov.ve/decisiones/spa/No-
viembre/02651-231106-1995-11714.htm

Vous aimerez peut-être aussi