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Aproximación Eikonal: Óptica Geométrica

Alfredo Luis Aina


Contenidos
1.- Condiciones de validez de la Óptica geométrica

2.- Aproximación de onda localmente plana


Trayectorias para la luz: rayos
Ecuación eikonal
Ecuación de las trayectorias
Discontinuidad de ı́ndice: leyes de la refracción y reflexión
Demostración del principio de Fermat
Óptica geométrica: propagación de la fase

3.- Lı́mite λ0 → 0 de las ecuaciones de Maxwell


Ecuación eikonal y relaciones de ortogonalidad
Ecuaciones de transporte para intensidad y polarización

4.- Ejemplo: ondas Gaussianas escalares


Comparación de las soluciones ondulatoria y geométrica
Generación práctica de un rayo
Lı́mites de validez de la Óptica geométrica

5.- Propagación de discontinuidades


Resumen
El principal objetivo de este tema es situar correctamente la Óptica geométrica
en el contexto más general de la Óptica electromagnética. La identificación de la
luz como un fenómeno electromagnético es la descripción más completa y rigurosa
que se conoce de los fenómenos ópticos. Por tanto, la Óptica electromagnética debe
incluir la Óptica geométrica y todos los resultados derivados de ella. El primer
objetivo es descubrir cómo ocurre esto.
En este tema nos vamos a fijar en la idea de Óptica geométrica como una forma
de resolver aproximadamente el problema de la propagación de la luz. Al final
simplemente mencionaremos otro enfoque distinto en el que la Óptica geométrica
resulta ser la forma exacta en la que se propagan las discontinuidades del campo
electromagnético.
Entendida la Óptica geométrica como una aproximación, lo primero que debe-
mos hacer es especificar en qué consiste la aproximación y en qué condiciones se
puede aplicar. La aproximación se presenta de la forma más sencilla e intuitiva
posible mediante la idea de onda localmente plana. Esto nos permitirá encontrar
los ingredientes básicos de la Óptica geométrica y demostrar lo que en la asignatura
Óptica I llamamos el principio de Fermat (principio por aceptarlo entonces como
cierto sin demostración) y que fue el punto de partida de dicha asignatura. Veremos
que, desde el punto de vista electromagnético, la Óptica geométrica nos dice cómo se
propaga la fase de una onda armónica. Esto no resuelve completamente el problema
de la propagación de una onda armónica puesto que no nos dice cómo se propaga el
vector amplitud compleja.
Para responder a esta pregunta examinaremos brevemente un planteamiento de
la aproximación geométrica más formal y riguroso en el que se trabaja directa-
mente sobre las ecuaciones de Maxwell. Además de recobrar lo obtenido mediante
la aproximación de onda localmente plana, este enfoque nos permitirá averiguar
cómo se propagan la intensidad y la polarización. Con esto iremos un poco más
lejos de lo que usualmente se entiende por Óptica geométrica.
Para ilustrar la relación entre Óptica geométrica y ondulatoria estudiaremos la
propagación de ondas Gaussianas escalares, comparando las predicciones de ambos
formalismos. Además de una excelente ilustración de los rangos de validez de la
Óptica geométrica, este ejemplo nos permitirá examinar de forma muy sencilla la
cuestión de la posible existencia en la práctica de trayectorias para la luz.
1.- Condiciones de validez de la Óptica geométrica
Con el fin de tener presentes los objetivos de este tema, podemos recordar breve-
mente las ideas básicas que componen la Óptica geométrica.
Los ingredientes con los que se suele construir la Óptica geométrica son la idea
de trayectorias de luz y la del ı́ndice de refracción como variable que determina las
trayectorias que son posibles vı́a el principio de Fermat. Cuando no hay discon-
tinuidades de ı́ndice el principio de Fermat nos da la ecuación de las trayectorias.
Por contra, frente a una discontinuidad de ı́ndice obtenemos que los rayos han de
obedecer las leyes de la refracción y reflexión.

Índice de
Rayos
refracción

Camino óptico
Principio de Fermat

Índice continuo: Discontinuidad de ı́ndice:


ecuación de las trayectorias refracción y reflexión

De acuerdo con el proyecto docente presentado, los alumnos ya conocen el origen


electromagnético del ı́ndice de refracción por lo que los objetivos ahora son, en
primer lugar ver que la idea de trayectorias para la luz es compatible con la Óptica
electromagnética y, en segundo lugar, demostrar el principio de Fermat. Para ello
demostraremos que en regiones sin discontinuidades de ı́ndice los rayos verifican la
ecuación de las trayectorias mientras que en las discontinuidades se verifican las
leyes geométricas de la refracción y reflexión.
Entendida como una aproximación, la Óptica geométrica tendrá validez o dará
buenos resultados siempre que se verifiquen ciertas condiciones. Por sencillez y para
fijar ideas pensaremos siempre en medios isótropos (posiblemente inhomogéneos) y
en ondas ármonicas que escribiremos en la forma 1
~ r, t) = A(~
E(~ ~ r ) ei(S(~r )−ωt) .

Recordemos que la posibilidad de hablar de un parámetro como el ı́ndice de


refracción descansa en la verificación de la desigualdad

λ0 À d,

donde d representa la separación tı́pica entre los constituyentes microscópicos del


medio (átomos, moléculas, etc.) y λ0 es la longitud de onda en el vacı́o. Gracias
a esta desigualdad podı́amos promediar la ecuaciones de Maxwell microscópicas
para obtener las ecuaciones macroscópicas y en último término describir la materia
mediante unos pocos parámetros.

La posibilidad de utilizar la Óptica geométrica descansa en añadir una desigual-


dad similar pero de sentido opuesto

D À λ0 À d,
~ ó ∇S varı́an aprecia-
donde D representa la escala de longitud tı́pica en la que n, A
blemente. En otras palabras, vamos a suponer que es necesario desplazarse muchas
longitudes de onda para que estas magnitudes cambien apreciablemente.

1
S se supone real. Eikonales complejas pueden encontrarse en Guiding, Diffraction and Confine-
ment of Optical Radiation, Solimeno, Crosignani y Di Porto, sec. II.7, pág. 63. Medios débilmente
absorbentes han sido estudiados por Kravtsov y Orlov, Geometrical Optics of Inhomogeneous Me-
dia, sec. 2.3.7, pág. 28.
Es importante observar que estas condiciones hacen referencia tanto a la onda
como al medio en el que se propaga.

Un ejemplo ilustrativo que demuestra que no es difı́cil satisfacer simultaneamente


estas dos desigualdades es

D = 0.5 mm À λ0 = 0.5 µm À d = 0.5 nm

donde hemos considerado un valor para D que pudiéramos decir que es macroscópica-
mente pequeña y d la hemos tomado del orden de magnitud de los tamaños atómicos.
Por un lado las longitudes de onda de la luz son muy grandes comparadas con los
átomos y la separación entre átomos. Pero por otro lado son lo suficientemente
pequeñas desde el punto de vista macroscópico como para que las condiciones de
validez de la Óptica geométrica puedan satisfacerse en un número muy elevado de
situaciones.

No obstante estas condiciones excluyen en una primera aproximación las siguien-


tes situaciones.
Quedan descartados medios fuertemente absorbentes, como los metales, ya que
en ellos la amplitud de la onda decrece exponencialmente anulándose al cabo de
unas pocas longitudes de onda. Por ello en todo lo que sigue pensaremos siempre
en medios transparentes.
Por razones similares no podemos incluir la onda evanescente que aparece en
reflexión total.
También tenemos que excluir las proximidades del centro de las ondas esféricas
debido a la fuerte variación de la amplitud en distancias muy pequeñas. Por la
mismas razones y de forma más general debemos excluir las proximidades de las
cáusticas 2 .
2
En particular tenemos que excluir los lugares del espacio donde se esté formando una imagen.
2.- Aproximación de onda localmente plana
Para imponer apropiadamente la condición que acabamos de comentar, en torno
a cada punto ~r del medio vamos a considerar un cierto volumen V que sea macros-
cópicamente pequeño pero grande en comparación con λ0 , es decir D3 À V À λ30 .
Con ~r denotaremos la posición del volumen V mientras que la variable ~r 0 recorre
~ r ) y ∇S(~r ) varı́an poco
los puntos de V de modo que ~r 0 + ~r ∈ V . Por hipótesis, A(~
en V , lo que permite hacer las aproximaciones
~ r + ~r 0 ) ' A(~
A(~ ~ r ),

S(~r + ~r 0 ) ' S(~r ) + ∇S · ~r 0 ,

~ y ∇S que, por
y despreciamos términos superiores que irı́an con las derivadas de A
hipótesis, suponemos que son suficientemente pequeñas. Con todo esto, en V la
onda se puede aproximar por
~ r ) eiS(~r ) ei(∇S(~r )·~r 0 −ωt) .
~ r + ~r 0 , t) ' A(~
E(~

Lo que estamos haciendo es aproximar E ~ en el entorno V por una onda plana de


~
amplitud A(~r ) eiS(~
r) ~
y vector de ondas k(~r ) = ∇S(~r ), magnitudes ambas que son
constantes en V .
Tenemos entonces una onda aproximadamente plana que se está propagando en
un medio aproximadamente homogéneo puesto que por hipótesis n(~r + ~r 0 ) ' n(~r ).
Sabemos que para una onda plana en un medio homogéneo la fase y la energı́a
se propagan en la dirección del vector de ondas ~k con lo que no hay ambigüedad
ninguna al afirmar que la onda en el entorno V se propaga en la dirección ~k. De
paso podemos recordar que para ondas armónicas planas E,~ H~ y ~k son mutuamente
perpendiculares.

Puesto que ni el medio es globalmente homogéneo ni la onda es globalmente


plana, el vector amplitud compleja y el vector de ondas de esta aproximación son
distintos en puntos suficientemente alejados.
Con esto ya podemos perfilar la idea de trayectoria de luz o rayo como la propa-
gación de una sección transversal infinitesimal del frente de ondas, que en cada punto
~r es una onda aproximadamente plana propagándose en la dirección ~k(~r ) = ∇S(~r ).
Es importante destacar dos conclusiones que van a ser importantes para lo que
sigue. El vector de ondas es tangente en cada punto a la trayectoria, porque es la
dirección en la que se propaga la onda en cada punto. Por la misma razón los rayos
son siempre perpendiculares a los frentes de onda.

Tras establecer lo que entenderemos por trayectoria de luz o rayo vamos a pre-
guntarnos por las trayectorias que son posibles y cómo dependen del medio en el
que se propaga la onda.
Como ~k = ∇S es un vector de ondas de una onda armónica plana en un medio
homogéneo, sabemos por las ecuaciones de Maxwell macroscópicas que

~k 2 = (∇S)2 = k 2 n2 , 2π ω
0 siendo k0 = = .
λ0 c
Llegados a este punto es usual redifinir la fase S de forma que no aparezca k0 en la
ecuación anterior
S = k0 L
con lo que
~k(~r ) = k0 ∇L(~r )

y
(∇L)2 = n2 .
Esta última se conoce con el nombre de ecuación eikonal y es la que debe verificar
L(~r ) si ha de describir la fase de una onda armónica en esta aproximación. En
lo que sigue nos referiremos a L(~r ) indistintamente como fase, función eikonal o
simplemente eikonal. Incidentalmente, la palabra eikonal tiene el mismo origen
griego que la palabra icono y significa imagen.
Nuestro objetivo es demostrar que las trayectorias de luz verifican la ecuación
à !
d d~r
n = ∇n,
ds ds

donde s es el parámetro arco. Para demostrarlo no tenemos más que escribir lo que
ya hemos averiguado con respecto a los rayos, esto es que el vector unitario tangente
a la trayectoria ~t es proporcional a ~k, que ~k es proporcional al gradiente de L y que
|∇L| = n,
~
~t = d~r = k = 1 ∇L,
ds |~k| n
con lo que
d~r
= ∇L.
n
ds
Derivando con respecto al parámetro arco
à ! à !
d d~r d dL
n = ∇L = ∇ .
ds ds ds ds

Finalmente, por cálculo directo


dL d~r 1
= ∇L · = (∇L)2 = n,
ds ds n
con lo que hemos demostrado la ecuación de las trayectorias.
Para demostrar el principio de Fermat en toda su generalidad sólo falta examinar
lo que ocurre en una discontinuidad de ı́ndice. Es decir, en su propagación la onda
encuentra una superficie Σ que separa dos medios, en general inhomogéneos, de
distinto ı́ndice.

Es importante darse cuenta de que en la superficie discontinuidad no se verifica la


variación lenta del ı́ndice de refracción que es necesaria para la validez de la Óptica
geométrica. Esto es debido a que se produce un salto finito de ı́ndice en distancias
de orden atómico y por tanto mucho menores que la longitud de onda. Suponiendo
que podemos hacer Óptica geométrica a un lado y a otro de la discontinuidad, la
solución al problema consiste en empalmar correctamente la propagación a un lado
y otro de la superficie. Para hacer ese casamiento debemos retornar a la Óptica
electromagnética, en particular a lo que sabemos sobre refracción y reflexión cuando
una onda armónica plana incide sobre una superficie plana Σ que separa dos medios
homogéneos.
La forma en la que solucionábamos el problema era imponiendo la condiciones de
contorno en la discontinuidad para E ~ y H.
~ Por la propia forma de estas condiciones
obtenı́amos que una onda armónica plana incidente genera una onda plana reflejada
y otra transmitida. Además la proyección del vector de ondas sobre la superficie
debe ser continua
~k · δ~r = ~k 0 · δ~r = ~k 00 · δ~r, ∀ δ~r ∈ Σ,
donde δ~r es un vector cualquiera en el plano Σ y ~k, ~k 0 , ~k 00 son los vectores de onda
de la onda incidente, transmitida y reflejada respectivamente.
La relación que acabamos de establecer entre rayos y ondas planas nos permite
trasladar estos resultados a la Óptica geométrica interpretando estas igualdades
como válidas localmente. Un rayo incidente genera un rayo reflejado y otro re-
fractado que obedecen las relaciones anteriores reemplazando vectores de onda por
vectores tangentes
n~t · δ~r = n0~t 0 · δ~r = n~t 00 · δ~r, ∀ δ~r ∈ Σ,
o, equivalentemente,
~ = n0~t 0 × N
n~t × N ~ = n~t 00 × N
~.
Estas ecuaciones expresan de forma compacta las leyes geométricas de la refracción
y reflexión. Ahora estas leyes son de validez más general que las anteriores ya que los
medios a un lado y otro de la discontinuidad pueden ser inhomogéneos y la superficie
de discontinuidad no es necesariamente plana. Sólo se necesita que la superficie sea
aproximadamente plana y los medios aproximadamente homogéneos en distancias
suficientemente mayores que λ0 .

Con todo esto ya podemos demostrar el principio de Fermat en toda su general-


idad incluyendo discontinuidades de ı́ndice. Para ello computamos el camino óptico
entre dos punto posiblemente en sendos medios separados por una discontinuidad
de ı́ndice. Calculamos el camino como dos contribuciones, una hasta la superficie y
otra después de la superficie
Z B Z P Z B
nds = nds + nds.
A A P

Aplicando el mismo cálculo variacional que usamos en Óptica I a estas dos con-
tribuciones y teniendo en cuenta que el extremo P sobre la superficie también ha de
ser variado obtenemos
Z B Z B Ã !
d ³ ~´ ³ ´
δ nds = ds ∇n − nt δ~r + n~t − n0~t 0 δ~rP ,
A A ds P

donde el último término aparace debido a la discontinuidad de ı́ndice. Vemos de


forma inmediata que la verificación de la ecuación de las trayectorias y de las leyes
de la refracción y reflexión equivalen a la validez del principio de Fermat.

Ecuación de leyes de la refracción Principio


+ =⇒
las trayectorias y reflexión de Fermat

Esto concluye la inclusión de la Óptica geométrica en la Óptica electromagnética.


Antes de continuar vamos a recapitular, examinando lo que hemos hecho desde el
punto de vista de una descripción electromagnética de la luz, esto es la luz como una
onda vectorial. Lo que hemos hecho hasta ahora ha sido resolver la propagación de
la fase de una onda armónica dentro de la aproximación geométrica. Al demostrar
la ecuación de las trayectorias vimos que
dL
= n,
ds
ecuación que liga directamente la fase con el camino óptico.
Entre otras cosas esta ecuación nos dice que si conocemos el valor de la fase
(eikonal) sobre una superficie Σ, podemos calcular el valor de L en todo punto ~r del
espacio computando el camino óptico a lo largo del rayo que une ~r con un punto ~r0
de la superficie Z ~
r
L(~r ) = L(~r0 ) + n [~r(s)] ds.
~
r0

Hay que tener en cuenta que el punto ~r0 depende de ~r y las condiciones iniciales del
rayo han de verificar que
∇L(~r0 ) · δ~r0 = n0~t0 · δ~r0
para todo δ~r0 tangente a Σ en ~r0 , siendo ~t0 es el vector tangente al rayo en ~r0 y n0
el ı́ndice de refacción en ~r0 . Esta condición no es más que la ortogonalidad del rayo
al frente de ondas en ~r0 .

Dicho de otra forma, resolver la ecuación de las trayectorias es una forma de


resolver la ecuación eikonal, esto es, la propagación de la fase en la aproximación
geométrica.
Para demostrar este resultado completamente computamos

δL(~r ) = δL(~r + δ~r ) − δL(~r ) = ∇L(~r ) · δ~r.

Aprovechando lo que sabemos del cálculo variacional y teniendo en cuenta que ~r(s)
es solución de la ecuación de las trayectorias llegamos inmediatamente a que

δL = ∇L(~r0 ) · δ~r0 + n~t · δ~r − n0~t0 · δ~r0 ,

donde n y ~t son el ı́ndice de refracción y el vector tangente en ~r y hemos tenido en


cuenta que ~r0 es función de ~r y por lo tanto ha de ser variado también. Teniendo
en cuenta la condición inicial para el rayo en ~r0 tenemos que

δL(~r ) = n~t · δ~r,

con lo que ∇L = n~t y (∇L)2 = n2 , que es lo que querı́amos demostrar.

En definitiva, hemos demostrado que la ecuación de las trayectorias es equivalente


a la ecuación eikonal y que fase equivale a camino óptico en esta aproximación.

ecuación de las trayectorias ⇔ ecuación eikonal,


Z
fase L(~r ) ⇔ camino óptico nds.

Más adelante en el curso de Óptica II recurriremos a esta relación para calcular


diferencias de fase como diferencias de camino óptico en problemas puramente on-
dulatorios como son los relativos a la interferencia.

Si contemplamos el problema de la propagación de la luz desde el punto de vista


electromagnético, esto es la luz como una onda vectorial (por ejemplo armónica)

~ r, t) = A(~
E(~ ~ r )ei(k0 L(~r)−ωt) ,

para obtener una solución completa del problema de la propagación de la luz todavı́a
~ r ), esto es decir cómo
faltarı́a resolver cómo se propaga la amplitud compleja A(~
se propagan la energı́a y la polarización. Para responder a estas preguntas debe-
mos examinar el problema empleando un formalismo más completo involucrando
explı́citamente las ecuaciones de Maxwell macroscópicas.
3.- Lı́mite λ0 → 0 de las ecuaciones de Maxwell
La forma de obtener la mayor cantidad posible de información sobre la propa-
gación de la luz es acudiendo a las ecuaciones de Maxwell. Recordemos que las
ecuaciones de Maxwell para ondas armónicas en el seno de un medio isótropo (posi-
blemente inhomogéneo) son
³ ´ ³ ´
~ = 0,
∇ εE ~ = 0,
∇ µH

~ = iµck0 H,
∇×E ~ ~ = −iεck0 E.
∇×H ~

En el apartado anterior hemos visto que la Óptica geométrica aparece en el lı́mite


en el que λ0 es mucho menor que las longitudes caracterı́sticas del medio y de
la onda. Otra forma de expresar lo mismo es diciendo que la Óptica geométrica
aparece en el lı́mite en el que λ0 → 0 o, equivalentemente, 1/k0 → 0 (para ser más
precisos dirı́amos λ0 /D → 0 donde D es la distancia caracterı́stica del problema
introducida en secciones anteriores). Esto puede aprovecharse para buscar soluciones
aproximadas de las ecuaciones de Maxwell planteando un desarrollo en serie de los
campos de la forma 3

X
~ r, t) = 1 ~
E(~ E (~r ) ei(k0 L(~r )−ωt) ,
m m
k
m=0 0

X
~ r, t) = 1 ~
H(~ H (~r ) ei(k0 L(~r )−ωt) ,
m m
k
m=0 0
de los que, en el lı́mite λ0 → 0, sólo estaremos interesandos en el primer término.
Llevando esta series a las ecuaciones de Maxwell e igualando términos de la misma
potencia en 1/k0 se obtiene una serie de ecuaciones (para lo que se supone que todas
las otras magnitudes involucradas ya no tienen dependencia alguna en k0 4 ). Esta
ecuaciones se resuelven empezando desde el orden (1/k0 )0 hasta el orden (1/k0 )m
que sea necesario. En nuestro caso va a ser sufiente considerar los dos primeros
ordenes solamente.

Para el orden (1/k0 )0 se obtiene


~ 0 · ∇L = 0,
E ~ 0 · ∇L = 0,
H

~ 0 − µcH
∇L × E ~ 0 = 0, ~ 0 + εcE
∇L × H ~ 0 = 0.
3
Sobre series asintóticas se puede consultar: Guiding, Diffraction and Confinement of Optical
Radiation, Solimeno, Crosignani y Di Porto, sec. II 2, págs. 50-52, donde también se comenta
la posibilidad de un desarrollo en serie de potencias en 1/k0 de S(~r ); Geometrical Optics of
Inhomogeneous Media, Kravtsov y Orlov, sec. 2.1.5, pág. 8-9; Mecánica Cuántica, Galindo y
Pascual, sec. 9.2, pág 390.
4
La dependencia simple en k0 de la exponencial compleja es en definitiva una hipótesis simpli-
ficadora
Estas ecuaciones son idénticas a las ecuaciones que verifica una onda armónica plana
en un medio homogéneo con vector de ondas proporcional a ∇L. En definitiva
tenemos que E~ 0, H
~ 0 y ∇L son mutuamente perpendiculares y ∇L ha de verificar la
condición
(∇L)2 = n2 ,
q
donde n = ²µ/²0 µ0 , que es precisamente la ecuación eikonal.
El orden (1/k0 )0 nos da exactamente la misma información que la aproximación
de onda localmente plana siendo E ~ 0 (~r ) la amplitud que antes habı́amos llamado
~ r ). Puede observarse que este orden (1/k0 )0 no nos dice cómo se propaga la
A(~
amplitud E~ 0 (~r ). Para responder a esa pregunta tenemos que pasar a un orden
superior.

Con este fin, en lugar de utilizar las cuatro ecuaciones de Maxwell separadamente
es mucho más cómodo utilizar la ecuación de ondas vectorial para ondas armónicas
que de ellas se deriva
µ ¶
1 2~ ~ + 2 ∇ 1E~ · ∇n = 0,
2
∇ E + n2 E
k0 k02 n

donde por sencillez hemos considerado el caso muy frecuente en Óptica en el que µ
es constante. De hecho en la mayor parte de los casos dicha constante coincide con
la permeabilidad magnética del vacı́o µ ' µ0 . En esta ecuación de ondas el último
término proviene de que el medio puede ser inhomogéneo.
~ en serie de potencias de
Si en esta ecuación de ondas hacemos el desarrollo de E
1/k0 y agrupamos según potencias de 1/k0 tenemos que el primer orden (1/k0 )0 es
de nuevo la ecuación eikonal mientras que el siguiente orden (1/k0 )1 es

dE~0 1 ³ ´
n ~0 + 1 E
+ (∇2 L)E ~ 0 · ∇n ∇L = 0.
ds 2 n

Esta ecuación expresa cómo varı́a E ~ 0 a lo largo de un rayo y por esa razón se
5
denomina ecuación de transporte . Es conveniente resaltar que esta es una ecuación
para el orden (1/k0 )0 del campo eléctrico, el orden más bajo.
Como sabemos que E ~ 0 representa a la vez la intensidad y la polarización del
campo vamos a desdoblar esta ecuación en dos, una para la intensidad y otra para
la polarización. Para ello expresamos E ~ 0 en la forma

~ 0 (~r ) = |E
E ~ 0 |~u,

~ 0 | es un escalar y ~u es un vector unitario complejo ~u ∗ · ~u = 1.


donde |E
5
Petrov (Phys. Lett. A vol. 234, pág. 239 (1997)) denomina al último término de esta ecuación
acoplamiento spin-órbita.
Teniendo en cuenta que
~ 0 |2
d|E ~ ~∗
~ ∗ · dE0 + E
=E ~ 0 · dE0 ,
0
ds ds ds
se llega fácilmente a la ecuación de transporte para el módulo de la amplitud
~ 0|
d|E 1 ~ 0 |,
= − (∇2 L) |E
ds 2n
cuya solución es inmediata
Rs
~ 0 |(s) = |E
~ 0 |(0)e− ds0 (∇2 L)/(2n)
|E 0 .

~ 0 | a lo largo de un rayo
Esta ecuación nos dice cómo varı́a |E

La evolución de la amplitud tiene una sencilla interpretación geométrica. Para


verla construimos un tubo de sección infinitesimal y longitud ds a lo largo de un
rayo de modo que sus paredes laterales sean trayectorias de luz. Las superficies que
limitan el tubo por sus extremos son normales al rayo y de áreas dΣ(s) y dΣ(s + ds).

Podemos aplicar el teorema de Gauss a este tubo infinitesimal


Z Z
~ · ∇L =
dΣ dV ∇2 L,

teniendo en cuenta que dV = dΣ ds, que |∇L| = n y que en la integral de superficie


no hay contribución de las paredes laterales del tubo porque ∇L es, por construcción
del tubo, perpendicular a la normal a las superficies laterales en cada punto. Con
todo esto tenemos que

n(s + ds)dΣ(s + ds) − n(s)dΣ(s) = dΣ(s) ds ∇2 L,


con lo que
d 1
(n dΣ) = (∇2 L) n dΣ,
ds n
¯ ¯2
que es exactamente la misma ecuación de evolución que para ¯¯E~ 0 ¯¯ pero con signo
opuesto. Uniendo entonces esta ecuación a la de transporte de la amplitud tenemos
que ¯ ¯2
¯~ ¯ ~ i · dΣ
~ = cte.
¯E0 ¯ ndΣ ∝ hS

Recordando la expresión del promedio temporal del vector de Poynting podemos


apreciar que esta ecuación dice que el flujo de energı́a es constante a lo largo de un
tubo de rayos 6 . Se puede decir que la amplitud de la onda (que es proporcional
al flujo de energı́a) resulta ser proporcional a la densidad de rayos. Si los rayos se
acercan la amplitud de la onda aumenta y viceversa 7 .

Seguimos estudiando la propagación de la polarización. A partir de la ecuación


de transporte para el vector amplitud compleja, y teniendo en cuenta que

dE~0 ~ 0|
d|E
= ~ 0 | d~u ,
~u + |E
ds ds ds
llegamos sin dificultad a la ecuación para ~u
d~u 1
n + (~u · ∇n) ∇L = 0.
ds n
Esta ecuación es equivalente a las siguientes
d~u
∝ ∇L, ∇L · ~u = n~t · ~u = cte.
ds
La derivada de ~u sólo tiene proyección sobre ∇L, es decir sobre la tangente a
la trayectoria. Proyectando la ecuación original sobre ∇L obtenemos la segunda
ecuación, que representa la constancia de la proyección (no Euclidea) de ~u sobre el
vector tangente. En nuestro caso la constante es nula, según lo que sabemos de las
ecuaciones de Maxwell en el orden (1/k0 )0 .
6
Esto también se deriva directamente de la condición de transparencia ∇hS ~ i = 0.
7
De acuerdo con Solimeno, Crosignani y Di Porto, Guiding, Diffraction and Confinement of
Optical Radiation, sec. II. 5, pág. 59, las cáusticas se corresponden con ∇2 L → −∞, o equivalen-
temente, dΣ → 0.
Quizás la forma más sencilla de resolver la ecuación de transporte de la pola-
rización sea utilizando un sistema de ejes propios de la trayectoria, el denominado
triedro móvil. El triedro móvil está formado por tres vectores reales, unitarios y
mutuamente perpendiculares. Estos vectores son el vector tangente ~t, el vector
normal principal m ~ definido por la ecuación

d~t
= κ~
m,
ds
donde κ es la curvatura (definida positiva), y el vector binormal ~b definido como
~b = ~t × m.
~

Estos tres vectores cambian a medida que nos movemos en la curva según las
ecuaciones (llamadas ecuaciones de Frenet y que son fácilmente demostrables a partir
de la propia definición de estos tres vectores)

d~t dm
~ d~b
= κm,
~ = −κ~t + τ~b, = −τ m,
~
ds ds ds
donde τ es la torsión. La curvatura mide lo que se desvı́a la trayectoria de ser una
recta mientras que la torsión mide lo que se aparta de ser una curva plana.
Lo que vamos a hacer es escribir y resolver las ecuaciones de evolución para las
componentes de ~u en esta base (móvil) de vectores. Por la ecuación de transporte
sabemos que ~u es siempre perpendicular a ~t con lo que

~ + ub~b.
~u = um m

Además la derivada de ~u sólo tiene componente tangencial


d~u d~u ~
·m
~ = · b = 0.
ds ds
Teniendo esto en cuenta, las formulas de Frenet conducen a que
dum dub
= τ ub , = −τ um .
ds ds
No es difı́cil resolver estas ecuaciones siendo el resultado una rotación
à ! à !à !
um (s) cos θ sen θ um (0)
= ,
ub (s) −sen θ cos θ ub (0)

cuyo ángulo es Z s
θ= τ (s0 )ds0 .
0
Esto quiere decir que la elipse de polarización mantiene su forma y lo único que
puede ocurrir durante la propagación es que la elipse gire.

En otras palabras, la onda experimenta lo que se conoce como actividad óptica.


Pero en este caso se trata de una actividad óptica de origen puramente geométrico,
puesto que sólo depende de la forma de la trayectoria. No depende de la constitución
del medio ni de ningún ı́ndice de refracción y en particular es independiente de la
longitud de onda. Puesto que el giro de la elipse depende de la trayectoria se tendrán
cambios del estado de polarización distintos para distintos rayos, es decir para dis-
tintos puntos del frente de ondas. Esto en particular implica cierta despolarización
de origen geométrico en la propagación en medios inhomogéneos. Más estrictamente
podrı́amos hablar de polarización inhomogénea o polarización no uniforme.
Es importante advertir que esta rotación de la elipse es relativa al triedro móvil,
triedro que también se mueve a medida que la onda se propaga. De hecho, como se
ve en las ecuaciones de Frenet m ~ y ~b tienden a girar a la misma velocidad pero en
sentido opuesto al de ~u, con lo que el resultado neto es que ~u tiende a ser constante
intentando compensar con su rotación el giro del triedro móvil. No obstante en el
caso más general la compensación no es total como veremos inmediatamente en un
ejemplo particularmente sencillo.
Vamos a ver algunos casos particulares. Un caso muy interesante y frecuente
es el de las curvas planas, que son todos los casos de medios estratificados (ı́ndice
que sólo depende de una coordenada) y medios con simetrı́a esférica (ı́ndice que sólo
depende de la distancia a un punto). Si la curva es plana, los vectores ~t y m ~ están
siempre en el mismo plano que contiene a la curva, con lo que el vector binormal
~b es constante y perpendicular a dicho plano y la torsión es nula. En tal caso la
elipse de polarización es siempre la misma con lo que el estado de polarización es
constante.

Como ejemplo no trivial pero todavı́a sencillo podemos considerar que la trayec-
toria (el rayo) sea una hélice circular como la representada en la figura

x = x0 cos(Ωz), y = x0 sen (Ωz),

donde x0 y Ω son constantes. Este tipo de trayectorias puede darse por ejemplo
en medios inhomogéneos con simetrı́a cilı́ndrica, como es el caso de algunas fibras
ópticas de gradiente de ı́ndice.

La hélice circular tiene torsión constante



τ= ,
1 + Ω2 x20
lo que simplifica notablemente el cálculo de θ
Ωs q
θ= , y s= 1 + Ω2 x20 z.
1 + Ω2 x20
Tras un paso de la hélice, Ωz = 2π, el tiedro móvil retorna a su posición original
con lo que el ángulo

θ|paso = q
1 + Ω2 x20
es realmente el ángulo girado por la elipse de polarización repecto a unos ejes fijos
en el espacio.
El sentido de giro de la elipse de polarización sólo depende del signo de Ω. Es
decir, sólo depende de si la hélice es dextrógira o levógira y es independiente del
sentido en el que se recorra, con lo que equivale a una actividad óptica natural.
Para hacernos una idea de los ordenes de magnitud involucrados tenemos que
para una hélice de radio x0 = 1mm y una longitud de paso de 5mm, el ángulo girado
por la elipse es θ|paso = 44◦ por paso de hélice. Quiere decir esto que el efecto no es
pequeño siendo fácilmente observable.
Sin embargo no he encontrado verificación experimental directa de este efecto.
No obstante si que es conocida una demostración experimental de un efecto com-
pletamente equivalente. El experimento, realizado en 1986 consistió en medir la
rotación del plano de polarización de luz lineal propagándose en una fibra óptica
monomodo 8 enrollada sobre un cilindro como muestra la figura.

Esta experiencia no es exactamente una realización experimental de la hélice que


acabamos de discutir puesto que en general no podemos usar la Óptica geométrica
para describir la propagación de la luz en fibras ópticas monomodo, debido entre
otras cosas a su pequeña sección transversal. En este ejemplo el núcleo de la fibra
tenı́a 2.6 µm de diámetro. No obstante, cálculos electromagnéticos completos dan
el mismo resultado 9 que hemos obtenido aquı́ y que fue confirmado en la práctica
por el experimento de la figura.
Incidentalmente, este montaje tuvo cierta repercusión puesto que fue la primera
observación experimental de lo que se conoce como fase de Berry, fase topológica o
también fase geométrica. Estos son desfases que pueden aparecer en la evolución de
un sistema y que no dependen en absoluto de la dinámica que genera la evolución.
Sólo dependen del trayecto que ha seguido el sistema desde el estado inicial al final.
La actividad óptica que hemos encontrado es un caso particular de este tipo de
desfasajes de origen geométrico descubiertos en 1984.
8
La fibra óptica era de salto de ı́ndice (0.6 %) con un núcleo de 2.6 µm de diámetro.
9
siempre que la curvatura de la fibra sea suficientemente pequeña, M. V. Berry, Nature vol.
326, pág. 277 (1987).
En nuestro caso luz dextro y levo mantienen su estado de polarización durante
la propagación adquiriendo un cierto desfase
~ dextro (s) = ei(ϕ−θ) E
E ~ dextro (0) E
~ levo (s) = ei(ϕ+θ) E
~ levo (0).

Estos desfases tienen una parte ϕ que podrı́amos llamar dinámica porque depende
del ı́ndice de refracción
Z s
ϕ = k0 n(s0 )ds0 fase dinámica
0

que es el camino óptico y que es el mismo para ambas ondas. La otra componente
del desfase θ no depende del ı́ndice de refracción ni de ninguna otra cosa que no sea
la forma geométrica de la trayectoria
Z s
θ= τ (s0 )ds0 fase geométrica
0

y que es distinta para luz dextro y levo. La existencia de esta fase geométrica es la
que este montaje demostró experimentalmente.
4.- Ondas Gaussianas escalares
El siguiente apartado persigue un objetivo doble. En primer lugar pretendemos
ilustrar la relación entre Óptica geométrica y Óptica electromagnética mediante
un ejemplo en el que compararemos la solución ondulatoria de un problema de
propagación con la solución aproximada que nos ofrece la Óptica geométrica. El
análisis electromagnético completo de cualquier fenómeno puede resultar una tarea
enormemente compleja, lo que da más valor y utilidad a la Óptica geométrica. Para
simplificar nuestro análisis al máximo en lo que sigue prescindiremos del carácter
vectorial del campo y manejaremos sólo ondas escalares.
En segundo lugar, este mismo ejemplo nos va a permitir abordar la cuestión
de la posible existencia de los rayos como objetos reales. Las trayectorias de luz
nos han aparecido hasta ahora como un objeto puramente matemático, un concepto
auxiliar que simplifica el cálculo de la propagación de una onda. En otras palabras,
los rayos son una especie de esqueleto sobre el que se desarrolla la onda. Lo que
nos planteamos es si los rayos pueden ser también objetos reales. Quizás la forma
más sencilla de despejar esta incógnita es intentar construir o aislar una trayectoria
de luz, por ejemplo iluminando una pantalla opaca en la que se ha practicado una
pequeña abertura. Cuanto más pequeña sea la abertura más deberı́amos acercarnos
a la construcción práctica de un rayo.

Por todo ello el problema que nos planteamos es el siguiente: una onda armónica
incide sobre una pantalla plana que ocupa el plano z = 0 y que está rodeada de aire
(n ' 1). Por sencillez supondremos que la pantalla es suficientemente delgada de
forma que no tengamos que tener en cuenta su espesor en ningún momento.

Queremos que la pantalla deje pasar la onda por alguna parte y no deje pasar la
luz por el resto, esto es decir que la transmitancia de la pantalla dependa del punto.
Esto lo podemos describir formalmente mediante un cierto coeficiente de transmisión
t(x, y) que relacione la onda inmediatamente antes de la pantalla Uin (x, y, z = 0) con
la onda inmediatemente después U(x, y, z = 0)

U (x, y, 0) = t(x, y) Uin (x, y, 0).

Después especificaremos una forma particularmente sencilla (Gaussiana) para t(x, y)


que nos permita obtener expresiones analı́ticas.
Nuestro objetivo es calcular la onda después de la abertura (z > 0) tanto con
la aproximación geométrica para como sin ella, para comparar después ambas solu-
ciones. Empezamos con la solución ondulatoria.

El problema con el que nos enfrentamos es un ejemplo de lo se conoce bajo el


nombre de difracción. Este tipo de problemas los estudiaremos con cierto detalle
hacia el final del curso. No obstante podemos encontrar aquı́ una solución sencilla
que se adapta muy bien a nuestro caso.
Para ello aprovecharemos algo que venimos diciendo desde el comienzo del curso.
Siempre estamos considerando luz en forma de ondas armónicas planas. Esto es
ası́ porque es la onda más sencilla, porque describe muy bien un gran número de
situaciones prácticas y porque cualquier onda la podrı́amos expresar como super-
posición de un número sufiente de ondas armónicas planas distintas. Este hecho ya
lo aprovechamos (en el dominio temporal) al estudiar la velocidad de grupo y aquı́
lo vamos a hacer otra vez (pero en el dominio espacial).
Expresamos la onda después de la pantalla como superposición de ondas planas
Z
U(x, y, z) = dkx dky Ũ(kx , ky ) ei(kx x+ky y+kz z) ,

siendo q
kz = k02 − kx2 − ky2 ,
y Ũ(kx, ky ) son ciertos coeficientes a determinar. Estos coeficientes se pueden fijar
invirtiendo la ecuación anterior (transformada de Fourier) y evaluándola en z = 0
donde la onda se supone conocida
1 Z 0 0
Ũ(kx , ky ) = 2
dx0 dy 0 e−i(kx x +ky y ) U(x0 , y 0 , 0),
(2π)
con lo que
1 Z 0 0
Z
i[kx (x−x0 )+ky (y−y0 )+kz z]
U(x, y, z) = dx dy dk x dk y e U(x0 , y 0 , 0).
(2π)2
Esta expresión nos relaciona el valor de la onda en cualquier punto con su valor en
el plano z = 0 que es un dato U(x, y, 0) = t(x, y)Uin (x, y, 0).
Para seguir es necesario integrar esta expresión en kx , ky . El proceso es largo
aunque sin dificultades insuperables. No obstante, el cálculo se simplifica enorme-
mente si consideramos la aproximación paraxial. Supondremos que la onda se
propaga aproximadamente a lo largo del eje z, es decir que es superposición de
ondas planas cuyos vectores de onda están aproximadamente a lo largo del eje z,
de forma que Ũ(kx , ky ) 6= 0 sólo si kx , ky ¿ k0 . Esto quiere decir que kz puede
aproximarse por 10
q k 2 + ky2
kz = k02 − kx2 − ky2 ' k0 − x .
2k0
Con esta aproximación la integral en kx , ky se hace sin ninguna dificultad siendo el
resultado
1 ik0 z Z k0
dx0 dy 0 ei 2z [(x−x ) +(y−y ) ] U (x0 , y 0 , 0).
0 2 0 2
U(x, y, z) = e
iλ0 z
Esta misma expresión la volveremos a encontrar después en el tema dedicado a la
difracción con el nombre de aproximación de Fresnel.
Para llegar al resultado final ya sólo hay que poner en la expresión anterior
la forma de la onda en z = 0 e integrar. Por sencillez supondremos que la onda
incidente es una onda plana propagándose en la dirección del eje z

Uin (x, y, z) = U0 eik0 z

y como hemos comentado anteriormente supondremos que la transmitancia de la


pantalla es una Gaussiana
x2 +y2
t(x, y) = e− σ2 ,
donde σ es una constante que representa la anchura de la abertura. Mayor σ significa
una abertura mayor.
Con estas especificaciones de la onda incidente y de la transmitancia de la pan-
talla la intergración no ofrece dificultad alguna resultando
h 2 2
i
σ − xσ22+y 2
i k0 z+k0 x2R(z)
+y
−arctan(z/z0 )
U(x, y, z) = U0 e (z) e ,
σ(z)

siendo s "
µ ¶2 µ ¶2 #
z z0
σ(z) = σ 1 + , R(z) = z 1 + ,
z0 z
y
σ2
z0 = π
λ0
es una constante (denominada rango de Rayleigh). Puede verse que todo en la onda
depende de un único parámetro, z0 , que a su vez depende de la relación entre la
anchura de la abertura σ y la longitud de onda λ0 .
10
Las condiciones de validez de esta aproximación se discuten en Fundamentals of Photonics,
Saleh y Teich, pág. 119.
Vamos ahora con la solución del mismo problema pero dentro de la aproximación
geométrica. Para ello tenemos que calcular la trayectoria de los rayos que pasan por
todos los puntos de la pantalla y sobre cada uno de ellos tenemos que transportar la
fase y la amplitud de la onda. Puesto que estamos en el seno de un medio homogéneo
los rayos deben ser rectas. De acuerdo con las condiciones iniciales, el plano z = 0
es un frente de ondas (con L(x, y, 0) = 0) con lo que los rayos serán paralelos al eje
z. El valor de la eikonal en cualquier punto después de la pantalla es
Z z
L(x, y, z) = L(x, y, 0) + nds = z.
0

La fase de la onda vale en cada punto k0 L = k0 z y los frentes de onda después de


atravesar la abertura resultan ser planos perpendiculares al eje z (como lo eran antes
de la abertura).

Por lo que respecta a la amplitud tenemos que

∇2 L = 0,

con lo que la amplitud a lo largo de cada rayo es constante y vale lo que vale la
amplitud inmediatamente después de la pantalla. La onda después de la abertura en
la aproximación de la Óptica geométrica es simplemente el resultado de multiplicar
la onda incidente por la transmitancia de la pantalla
x2 +y2
Ugeo (x, y, z) = U0 e− σ2 eik0 z .

Podemos apreciar que hay diferencias significativas entre la solución geométrica


y la ondulatoria.
La amplitud de ambas ondas es Gaussiana. Geométricamente la anchura de la
Gaussiana es siempre la misma con lo que tendrı́amos un tubo de luz siempre de
la misma forma y más estrecho cuanto menor fuera la abertura. En el lı́mite de
abertura infinitesimal tendrı́amos un rayo.
En el caso de la solución ondulatoria la anchura de la Gaussiana σ(z) aumenta
a medida que la onda se aleja de la abertura. El ritmo al que la onda se ensancha
depende de z0 siendo más rápido el ensanchamiento del haz de luz cuanto menor
es z0 , es decir cuanto más pequeña es la abertura. Esta discrepancia de la solución
ondulatoria con lo predicho por la Óptica geométrica se conoce como difracción.
Una consecuencia particular es que la Óptica ondulatoria dice que no es posi-
ble generar un rayo. Cuanto más cerremos la abertura menos se parecerá la luz
emergente a una trayectoria de luz.

Por lo que respecta a la fase vemos que mientras los frentes de onda geométricos
son siempre planos, los de la solución ondulatoria no lo son. Sólo son aproximada-
mente planos en las proximidades de la pantalla pero a medida que nos alejamos de
ella dejan de ser planos y tienden a ser esféricos 11 .

11
Si insistiéramos en describir esta onda mediante rayos tendrı́amos que admitir la curvatura de
los rayos en un medio homogéneo.
Este ejemplo muestra explı́citamente que la Óptica geométrica es una aproxi-
mación y en determinadas circunstancias tal aproximación dejará de ser válida. En
este ejemplo podemos preguntarnos por las condiciones bajo las cuales la Óptica
geométrica será una buena aproximación. Si comparamos la solución ondulatoria
con la geométrica vemos que ambas dan resultados muy parecidos si

πσ 2
z ¿ z0 = ,
λ0
o lo que es lo mismo
πσ 2
À 1,
λ0 z
12
lo que se suele denominar número de Fresnel alto . En tal caso
s µ ¶2
z
σ(z) = σ 1 + ' σ,
z0
con lo que la amplitud es aproximadamente constante, y

x2 + y 2 x2 + y 2 z z
k0 ' 2
≤ ¿ 1,
2R(z) σ z0 z0

con lo que los frentes de onda son aproximadamente planos. En la última expresión
se ha usado que la amplitud se anula para valores de x2 +y 2 suficientemente mayores
que σ 2 .

Esta discusión puede ilustrarse cuantitativamente con un ejemplo sencillo. Para


una longitud de onda tı́pica del visible λ0 = 0.5 µm y una abertura del orden del
milı́metro σ = 1 mm entonces z0 ' 6 m. La Óptica geométrica serı́a una aproxi-
mación buena digamos que hasta un metro después de la pantalla.

Este resultado particular está de acuerdo con las condiciones de validez de


la Óptica geométrica que consideramos al principio del tema. La aproximación
geométrica es mejor cuanto mayor sea σ, es decir cuanto mayor sea la abertura (para
σ = 1 cm se tiene que z0 ' 600 m) y decı́amos al principio que la Óptica geométrica
funciona mejor cuanto mayores son las longitudes caracterı́sticas del problema (en
este caso σ) en comparación con la longitud de onda λ0 .
12
Cuando z es suficientemente pequeño, kz en eikz z puede aproximarse por kz ' k0 . Repitiendo
los pasos de la solución ondulatoria con esta aproximación se desemboca directamente en la solución
geométrica.
Finalmente podemos expresar de otro modo las diferencias entre la Óptica geo-
métrica y la electromagnética .
De acuerdo con lo visto en los apartados anteriores podrı́amos decir que la Óptica
geométrica es una teorı́a local en el sentido de que la amplitud, la fase y la polar-
ización a lo largo de una trayectoria sólo dependen de lo que valen esas magnitudes
en el punto inicial de la trayectoria y del ı́ndice de refracción en un entorno infini-
tesimal de la misma.
Sin embago, como hemos visto en este apartado, la Óptica ondularia no es local
y en el ejemplo anterior el valor de la onda en todo punto depende de lo que vale la
onda en todos los puntos de la abertura. En particular, depende del tamaño de la
abertura. Esta no localidad es en definitiva la difracción, es decir lo que se aparta
la propagación ondulatoria de lo predicho por la Óptica geométrica.
5.- Propagación de discontinuidades
Finalmente comentaremos brevemente que las mismas ecuaciones de propagación
de la Óptica geométrica aparecen en un problema cuyo planteamiento es, al menos
en apariencia, radicalmente distinto del que hemos estudiado aquı́.
Tal problema estudia la propagación de discontinuidades del campo electro-
magnético. Se supone que hay una superficie Σ de tal modo que el campo toma
valores distintos en cada lado de dicha superficie. El problema es cómo evolucionan
la superficie y la diferencia de valores del campo a un lado y a otro. La solución de
este problema puede comenzar reexpresando las ecuaciones ordinarias de Maxwell en
forma de ecuaciones integrales que permiten derivar cómodamente las condiciones
que deben verificar los campos E, ~ H~ yE ~ 0, H~ 0 a un lado y otro de una superficie de
discontinuidad representada por la ecuación ϕ(~r, t) = 0.
Si la superficie de discontinuidad se escribe en la forma ϕ(~r, t) = ψ(~r ) − ct = 0,
donde c es la velocidad de la luz en el vacı́o, resulta que, si el medio no es dispersivo 13
y µ, ε son continuas, las condiciones de contorno imponen que ψ(~r ) ha de verificar la
ecuación eikonal, con lo que la superficie discontinuidad móvil progresa exactamente
como un frente de onda geométrico. La función ψ(~r ) define entonces trayectorias
a lo largo de las cuales la discontinuidad E ~ −E ~ 0 obedece exactamente la misma
ecuación de transporte que hemos visto que obedece el campo E ~ 0 (~r ) en aproximación
geométrica.
Hay que recalcar que aquı́ no se trata de ninguna aproximación, es la forma
exacta en la que se propagan las discontinuidades, es decir, para las discontinuidades
la Óptica geométrica es exacta.

Una posible explicación de esta coincidencia podrı́a ser la siguiente. La Óptica


geométrica como aproximación a la propagación de ondas armónicas se obtiene,
formalmente, en el lı́mite λ0 → 0. En tal lı́mite el campo eléctrico de la onda
variará abruptamente (de máximo a mı́nimo) en distancias arbitrariamente pequeñas
(λ0 /2), con lo que los frentes de onda tienden a comportarse como superficies de
discontinuidad del campo. Por ello, la propagación de la onda armónica se parece
a la propagación de discontinuidades (esto es a la Óptica geométrica) tanto más
cuanto menor sea λ0 .
13
Hay que tener en cuenta que aquı́ por hipótesis el campo no es una onda armónica.
Conclusiones

Hemos visto con cierto detalle cómo se deriva la Óptica geométrica de la Óptica
electromagnética. La Óptica geométrica puede entenderse como una solución aproxi-
mada al problema de la propagación de la luz en un medio ópticamente denso. Esta
aproximación es valida en tanto en cuanto las escalas de longitud tı́picas del problema
sean mucho mayores que las longitudes de onda de la luz.
Esta condición permite aproximar la onda en cada punto por una onda local-
mente plana en un medio localmente homogéneo. La propagación de una sección
transversal infinitesimal de un frente de ondas define una trayectoria en la forma de
una sucesión de ondas planas distintas en cada punto. Esto es un rayo de luz.
A partir de las ecuaciones de Maxwell macroscópicas hemos demostrado el prin-
cipio de Fermat. Hemos visto que las trayectorias de luz se corresponden con la
propagación de la fase. En el mismo nivel de aproximación, y llegando un poco
más lejos de lo que se considera habitualmente Óptica geométrica, hemos resuelto
la propagación de la energı́a y la polarización.
Hemos ilustrado los rangos de validez de la Óptica geométrica comparando sus
predicciones con las de la Óptica ondulatoria en un caso sencillo pero suficiente-
mente significativo. Como resultado de la comparación nos hemos encontrado con
el fenómeno de la difracción, cuya explicación queda fuera del ámbito usual de la
Óptica geométrica.

Alfredo Luis Aina


Departamento de Óptica
Facultad de Fı́sica
Universidad Complutense
febrero de 2000
Bibliografı́a
Principles of Optics
M. Born y E. Wolf
Pergamon Press. Londres 1989

Óptica Electromagnética
J. M. Cabrera, F. J. López y F. Agulló
Addison-Wesley Iberoamericana / Universidad Autónoma de Madrid 1998

Geometrical Optics of Inhomogeneous Media


Y. A. Kravtsov y Y. I. Orlov
Springer Verlag 1990

Differential Geometry
E. Kreyszig
Dover Publications 1991

Mathematical Theory of Optics


R. K. Luneburg
University of California Press 1966

Óptica Geométrica
P. Mejı́as y R. Martı́nez
Sı́ntesis 1999

Fundamentals of Photonics
B. E. A. Saleh y M. C. Teich
John Wiley & Sons 1991

Observation of Berry’s Topological Phase by Use of an Optical Fiber


A. Tomita y R. Y. Chiao
Physical Review Letters, vol. 57, pág. 937, 1986

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