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CONTAMINACION POR ELEMENTOS QUIMICOS


HIDROGENO

ASPECTOS GENERALES

-El hidrogeno fue el primer elemento en formarse después del big bang, hace unos quince o
veinte millones de años. Es el principal componente de nuestro Sol, sintetizado hace casi cinco
billones de años, y un componente esencial para la vida.

-En 1671, Robert Boyle preparo un gas, posteriormente identificado como hidrogeno,
disolviendo hierro en ácido clorhídrico. Un método semejante todavía se utiliza para la
producción del gas en el laboratorio. Un esquema del aparato empleado normalmente se
muestra en la siguiente figura.

-La reacción de un metal, como el hierro o zinc, con un ácido fuerte, como por ejemplo el
clorhídrico o sulfúrico (indicada en la ecuación 10.5) es todavía la más común para producir
hidrogeno en el laboratorio. La electrolisis del agua, recogida en la ecuación 10.6 es también
un método frecuente para la obtención de hidrogeno. El ácido sulfúrico es necesario para
transportar una corriente a través del agua, poco conductora:
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La preparación industrial más común del hidrogeno es el proceso catalítico de reformado del
vapor de hidrocarburos [Ecuaciones (10.7) y (10.8)]

IMPACTO SOBRE EL MEDIO AMBIENTE

-El aumento progresivo de la escasez del petróleo y de su precio, así como los del gas natural,
han puesto de manifiesto la necesidad de buscar combustible que los sustituyan y el sustituto
más lógico es el hidrogeno. Una vez conseguida una fuente copiosa de energía, por ejemplo
mediante la fusión controlada o a través de una conversión eficiente de la energía solar, será
posible realizar la electrolisis del agua para obtener hidr6geno y oxigeno gaseosos. El oxígeno
seria consumido en la elaboraci6n del hierro y del acero y encontraría sin duda otras
aplicaciones. El hidrogeno seria distribuido por todo el país a través de gasoductos ya
existentes para el gas natural, haciendo que pueda utilizarse para la calefacción de los hogares
y de los edificios públicos, como combustible industrial, para cocinar y para todos los usos para
los que se utilizan actualmente el gas natural y los gases licuados. El hidrógeno posee una
densidad muy baja (de tan solo 0,09 g/1 a 0° C y 1 atm), de modo que tendrán que ser
bombeados grandes volúmenes, pero la viscosidad de este gas es baja (lo que facilita su
bombeo) y además proporciona por gramo, o por kilogramos 2,5 veces la cantidad de calor
que proporciona el mismo peso de metano, que es el componente más importante del gas
natural. El uso del hidrogeno como combustible eliminara casi coda la polución del aire, ya que
el hidrogeno puro arde limpiamente, para dar agua pura. Habiendo sido obtenido del agua por
electrolisis, no contiene azufre que de origen a los perniciosos óxidos de azufre por
combustión. Tampoco da origen a monóxido de carbono, ni produce polvos o humos, si se
quema con aire limpio. El nitrógeno del aire, hace que sea posible la producción de óxidos de
nitrógeno residuales (que se producen siempre que se calientan mezclas de oxígeno y
nitrógeno a elevadas temperaturas), pero si los gases de combustión se enfrían lentamente, se
logra ordinariamente, que se descompongan estos óxidos inestables. EL resultado seria, pues,
que dispondríamos de ciudades y áreas industriales mucho más limpias.
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-Los combustibles para los automóviles, camiones y autobuses plantean un problema


particular, en una economía dependiente de la combusti6n del hidrógeno. Sus motores
tendrían que ser modificados, y todos los vehículos de este tipo tendrían que transportar
grandes balones de gas, o pesados cilindros de gas comprimido. Los abogados del hidrogeno
como combustible * indican que actualmente el hidrogeno liquido se transporta comúnmente,
en camiones cisterna y se usa como combustible para cohetes, de modo que la tecnología y las
medidas de seguridad se encuentran ya desarrollados para los sistemas de elevado consumo
(locomotoras, camiones pesados, tractores pesados, que pueden consumir un tanque en pocas
horas). Como el hidrogeno liquido hierve a 20,2 K (grados absolutos: —252,8°C), las perdidas
por evaporaci6n producidas en un deposito pequeño situado en un vehículo familiar sedan
prohibitivas y lo peor sería la amenaza de explosión del gas desprendido a consecuencia de la
ebullición. Sera necesario esperar que aparezcan inventores que propongan un nuevo
combustible para los automóviles pequeños, o incluso un método diferente de propulsión.

BERILIO

-Uno de los misterios que rodean Ia génesis de elementos puede plantearse de la siguiente
forma: ¿Que sucedió con los núcleos formados por cuatro protones y cuatro neutrones? Nadie
lo sabe. Hemos visto como actúa la regla par-par y reconocemos los elementos familiares y
abundantes correspondientes a una, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho partículas alfa (He, C,
0, Ne, Mg, Si y S). Pero no existe ningún átomo común o abundante de masa 8,
correspondiente a dos partículas alfa. El berilio es el elemento de número atómico 4, pero no
existe ningún isotopo natural estable, 8Be. Incluso cuando el 8Be se prepara mediante técnicas
basadas en el uso del ciclotrón, se desintegra, con una vida media de 10-0 segundos. El berilio
natural se presenta solo en forma de 9Be y no abunda mucho; forma solo el 0,0005 % de la
litosfera (capa de rocas que forma la corteza terrestre). Un elemento tan escaso no merece
que le dediquemos mucho espacio, pero el berilio desarrolla varias funciones importantes, que
debemos mencionar. La fuente del berilio es Ia gema Ramada berilo Be3Al2Si6018 que se
presenta en estado natural con varios colores, a consecuencia de la presencia de trazas de
distintas impurezas. Cuando es de color azul claro es llamado agua-marina y si es de color
verde oscuro, esmeralda. Desde luego las esmeraldas no se utilizan para la obtención de berilio
metálico; se usan los cristales imperfectos incoloros o pardos de berilo. El metal se obtiene por
electrolisis de una mezcla de BeC12 y BeF2 a 800° C. Se utiliza en forma de aleaciones de cobre
para dar fuerza y resistencia (rigidez) al cobre que se usa en los interruptores eléctricos y en
distintas máquinas. El berilio puro encuentra su mayor aplicaci6n en los reactores nucleares,
en los que su transparencia para los neutrones, su gran resistencia mecánica y su baja
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densidad lo hacen recomendable como material estructural. Es transparente para los rayos X
usándose para las ventanas de los tubos de rayos X. Es tan resistente como el acero, pero tiene
una densidad que es solo de 1/4 (d = 1,85 g/cm3 frente a 7,85 g/cm3 del Fe) y funde a 1285°C.
Una desventaja del mismo es que canto el metal como sus compuestos son venenosos; el Bel
tiene un tamaño tan pequeño y una carga tan alta, en proporción, que atrae a los electrones
de los átomos de nitrógeno de las proteínas y con ello destruye la estructura y la función de los
tejidos que forman el cuerpo. El berilio en cualquier forma; es especialmente toxica si penetra
en cortes o es inhalado. El óxido de berilio BeO se caracteriza por poseer un punto de fusión
muy alto (2570°C) y una inercia química general. Es un polvo blanco que puede comprimirse y
después sinterizarse en un horno eléctrico para fabricar crisoles y aisladores utilizables a altas
temperaturas. Tiene otra aplicación pequeña pero importante: una pequeña cantidad de BeO
mezclada con unos pocos microgramos de radio se convierte en una fuente de neutrones de
laboratorio, pues las partículas alfa del radio reaccionan con el 'Be para formar carbono, con
eyección de neutrones:

Los demás compuestos de berilio son casi todos tetravalentes y se parecen a los compuestos
del aluminio, elemento del grupo III, más que a los compuestos de magnesio y de calcio, que
son los homólogos del berilio en el grupo H. De forma semejante, veremos que el boro se
parece al silicio del grupo IV, de forma más marcada que at aluminio, que se encuentra en su
propio grupo III. Estos ejemplos nos indican la presencia de una relaci6n diagonal pronunciada
entre los elementos representativos. Una mirada al Sistema Peri6dico nos indica que en todas
las relaciones diagonales, la diagonal a que nos referimos va desde un punto situado más
arriba a la izquierda, a otro situado más abajo a la derecha, lo cual es la con-secuencia de dos
buenas razones: los iones situados diagonalmente así, o son del mismo tamaño, o bien el
incremento de tamaño queda compensado por un aumento de la carga del ion. En efecto, el
aumento de radio es causa de un aumento de su superficie, ya que la superficie de una esfera
es 4*3.1415*r2 siendo r el radio. Esto necesariamente extiende la carga sobre una superficie
mayor, con lo que decrece la carga por unidad de superficie. De aquí que la carga por unidad
de superficie sea, mas aproximadamente, la misma para dos iones que se encuentren en
relación diagonal, que para dos iones pertenecientes al mismo grupo.

NITROGENO

Toda la materia viva es materia orgánica en sentido químico, desde luego, y se basa en
cadenas y redes de átomos de carbono enlazados. Pero también se basa en ellos la gasolina o
el asfalto. La característica singular de los protoplasmas vivos es el nitrógeno, elemento
absolutamente esencial. Todas las proteínas contienen aproximadamente, un 17 % de
nitrógeno en forma de grupos aminoácidos enlaza-dos entre si estereoquimicamente. Las
plantas en crecimiento necesitan una fuente adecuada de nitrógeno para sintetizar sus
proteínas y los animales para crecer necesitan las proteínas de las plantas. No hay forma de
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escapar de esta secuencia. Cuando el suministro de alimentos ha pasado a ser el problema


funda-mental con que se enfrenta el mundo, en la actualidad, cualquier discusión acerca de la
química del nitrógeno debe centrarse adecuadamente, en torno a los compuestos y los
procesos necesarios para alimentar a la población creciente. Se necesitan con urgencia,
mejoras en los métodos para “fijar” el nitrógeno atmosférico (convirtiéndolo en productos
utilizables en agricultura) y es posible que sean propuestos por algunos de los que hoy son
estudiantes de química. En la figura 3-6 se ha representado el ciclo del nitrogeno en la
Naturaleza. El metabolismo de las proteínas por los animales conduce a la excreción de urea
(NH2)2CO, más sales de amonio, tales como NaNH4HPO4 y varios derivados orgánicos del
nitrógeno. Estos son eventualmente hidrolizados todos, para dar amoniaco y sus sales simples
en los suelos, donde las raíces de las plantas en crecimiento pueden absorberlo, consumiendo
el nitrógeno de esta forma. Todo el amoniaco que no es utilizado de esta forma es oxidado
eventualmente a N2 y pasa a la atmosfera, que es nuestro gran depósito de reservas de
nitr6geno. Desgraciadamente las plantas no pueden utilizar el nitrógeno molecular para
crecer, pues es demasiado inerte. Por lo tanto, el nitrógeno una vez cedido desde el suelo a la
atmosfera no puede volver al ciclo vital, a menos que intervenga algún agente exterior y
convierta al nitrógeno libre en nitrógeno combinado o «filo». El agente exterior puede ser una
descarga eléctrica (que oxida algo del nitrógeno a 1000° C o más por acci6n del oxígeno del
aire formando óxidos solubles en agua, que son arrastrados por la lluvia que acompaña a las
tormentas) o ciertas bacterias especiales que viven en simbiosis en las raíces de las plantas
tales como tréboles o alfalfa, o bien en las instalaciones de separación del nitrógeno del aire
por licuación y destilación, que después lo transforman en compuestos como el amoniaco o el
nitrato amónico.

Figura 3-6.

Ciclo del nitrógeno. 1) Los rayos proporcionan la energía necesaria para que se combine algo
de nitrógeno y oxígeno en la atmosfera produciendo NO2 que es disuelto por la lluvia que lo
separa del aire y es arrastrado hasta la Tierra, penetrando así en el suelo. 2) El suelo contiene
nitratos procedentes del NO2, de la acción de las bacterias que fijan el nitrógeno y de los
vegetales en descomposición. El suelo contiene además NaNH4HPO. y urea (NH:),CO,
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procedentes de residuos animales. Los campos de cultivo contienen también nitrógeno,


fosforo y potasio que se añaden como fertilizantes. 3) Las plantas obtienen el nitrógeno del
suelo e incorporan dicho nitrógeno en las proteínas vegetales. 4) Los animales se alimentan
con plantas, absorben los aminoácidos de las proteínas vegetales e incorporan los aminoácidos
en las proteínas animales. 5) El hombre come plantas y animales. 6) Los residuos nitrogenados
de las plantas, animales y gentes, devuelven parte del nitrógeno a los suelos y parte a la
atmosfera.

NITRATOS Y NITRITOS

La toxicidad de nitratos y nitritos se conoce desde fines del siglo pasado. Yaen 1895, Mayo
describió algunas intoxicaciones en ganado y las atribuyó a la ingestión de nitratos. En 1945,
Conway asoció por primera vez la metahemoglobina fatal en un infante con la ingestión de
agua de pozo contaminada con nitratos. Desde entonces hasta 1979, se habían reportado
cerca de dos mil casos similares en todo el mundo, aproximadamente el 10 % de los cuales
causaron la muerte de los afectados. En Estados Unidos, el caso más reciente de muerte por
esta causa ocurrió en 1987.Es importante destacar que, aunque el agente responsable de esta
enfermedad son los nitritos, debido a que éstos se forman naturalmente a partir de los
nitratos, un factor determinante en la incidencia de esta enfermedad es la concentración de
nitratos en el agua y los alimentos. Para dar una idea de la gravedad y magnitud potencial de
este problema, basta mencionar que los datos obtenidos a través del Global Environmental
Monitoring System (GEMS) indican que el 10 % de los ríos que se estudiaron en todo el mundo
tenían concentraciones de nitratos en exceso del límite permisible que recomienda la OMS.
Los estudios de GEMS también encontraron que, en Europa, el 5 % de los ríos tenían
concentraciones de nitratos hasta 45 veces mayores que la concentración natural
características fisicoquímicas y química ambiental Los iones nitrato (NO3") y nitrito (NO2") son
aniones inorgánicos de origen natural que forman parte del ciclo del nitrógeno. En este ciclo,
los desechos que contienen nitrógeno se descomponen en el suelo o el agua, por acción de los
microorganismos, para formar amoniaco en primera instancia. Posteriormente, éste se oxida
para formar iones nitrito y éstos, a su vez, para dar nitratos. Los organismos superiores,
incluyendo al hombre, no pueden aprovechar directamente el nitrógeno del aire, que es
esencial para la vida, y requieren de la intervención de los microorganismos fijadores de
nitrógeno, que lo pueden captar de la atmósfera y combinarlo enzimáticamente, para formar
compuestos orgánicos. En general, los nitratos (sales del ácido nítrico, HN03) son muy solubles
en agua debido a la polaridad del ion; la estructura de éste es plana y de alta estabilidad, con el
nitrógeno en el centro y los oxígenos en las esquinas de un triángulo equilátero y, en ella, cada
uno de los enlaces N-0 es un híbrido de un enlace sencillo y uno doble. Esta es la forma del
nitrógeno más estable termodinámicamente en presencia de oxígeno, por lo que, en los
sistemas acuáticos y terrestres, los materiales nitrogenados tienden a transformarse en
nitratos. Los nitritos (sales del ácido nitroso, HN02) son solubles en agua y, por lo general, más
estables que el ácido del que provienen. Se forman naturalmente a partir de los nitratos, ya
sea por oxidación bacteriana incompleta del nitrógeno en los sistemas acuáticos y terrestres o
por reducción bacteriana. El ion nitrito es menos estable que el ion nitrato, es muy reactivo y
puede actuar como agente oxidante y reductor, por lo que sólo se encuentra en cantidades
apreciables en condiciones de baja oxigenación. Esta es la causa de que los nitritos se
transformen rápidamente para dar nitratos, y de que, en general, estos últimos predominen
en las aguas, tanto superficiales como subterráneas, así como en el ambiente. Esta reacción de
oxidación se puede efectuar en los sistemas biológicos y por factores abióticos. El uso excesivo
de fertilizantes nitrogenados -incluyendo el amoniaco- así como la contaminación causada por
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la acumulación de excretas humanas y animales pueden contribuir a elevar la concentración


de nitratos en agua. Generalmente, los nitratos son solubles y no se adsorben a los
componentes del suelo, por lo que son movilizados con facilidad por las aguas superficiales y
subterráneas.

FOSFATOS

El fósforo generalmente está presente en las aguas


naturales en forma de fosfatos. Los fosfatos se encuentran
en los fertilizantes y los detergentes y pueden llegar al agua
con el escurrimiento agrícola, los desechos industriales y las
descargas de aguas negras. Los fosfatos, al igual que los
nitratos, son nutrientes para las plantas. Cuando entra
demasiado fosfato al agua, florece el crecimiento de las
plantas.

Los fosfatos también estimulan el crecimiento de las algas lo que puede


ocasionar un crecimiento rápido de las algas. Los crecimientos rápidos de
algas se pueden reconocer con facilidad como capas de limo verde y
pueden eventualmente cubrir la superficie del aguar. Al crecer las plantas
y las algas, ahogan a otros organismos. Estas grandes poblaciones de
plantas producen oxígeno en las capas superiores del agua pero cuando
las plantas mueren y caen al fondo, son descompuestas por las bacterias
que usan gran parte del oxígeno disuelto (OD) en las capas inferiores. Las
masas de agua con altos niveles de fosfatos generalmente tienen niveles
altos de Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) debido a las bacterias que
consumen los desechos orgánicos de las plantas y posteriormente a los
niveles bajos de OD.

METALES PESADOS

Las sales solubles en agua de los metales pesados como el plomo, cadmio
y mercurio son muy tóxicos y acumulables por los organismos que los
absorben, los cuales a su vez son fuente de contaminación de las cadenas
alimenticias al ser ingeridos por alguno de sus eslabones. Al ser ingeridos por
el hombre en el agua y alimentos contaminados por los compuestos de
mercurio, plomo o cadmio le provocan ceguera, amnesia, raquitismo,
miastenia o hasta la muerte.

A. PLOMO

El plomo es un metal escaso, se calcula en un 0.00002 % de la corteza


terrestre, tiene un punto normal de fusión de 327.4 ºC, un punto normal
de ebullición de 1770 ºC y una densidad de 11.35 g/mL. Forma
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compuestos con los estados de oxidación de +2 y +4, siendo los más


comunes los del estado de oxidación +2. El plomo es anfótero por lo que
forma sales plumbosas y plúmbicas, así como plumbitos y plumbatos. Se
encuentra en minerales como la galena (sulfuro de plomo, PbS) que se
utiliza como fuente de obtención del plomo, la anglosita (sulfato de plomo
II, PbSO4) y la cerusita (carbonato de plomo, PbCO3).

Gran parte del plomo se obtiene por reciclado de chatarras como las
placas de baterías y de las escorias industriales como soldaduras, metal
para cojinetes, recubrimientos de cables, etc.

La contaminación del agua por plomo no se origina directamente por el


plomo sino por sus sales solubles en agua que son generadas por las
fábricas de pinturas, de acumuladores, por alfarerías con esmaltado, en
fototermografía, en pirotecnia, en la coloración a vidrios o por industrias
químicas productoras de tetraetilo de plomo (se usa como antidetonante
en gasolinas) y por algunas actividades mineras, etc.

Las dos principales vías de acceso de los compuestos de plomo al


organismo son el tracto gastrointestinal y los pulmones. Cerca del 10 %
del plomo ingerido es excretado en la orina y en menor cantidad en el
sudor, en el pelo y en las uñas. El 90 % del plomo que se encuentra en el
cuerpo humano se deposita en el esqueleto óseo y es relativamente
inerte, y el que pasa a través del torrente sanguíneo puede depositarse
en los tejidos.

Los signos más comunes de intoxicación por plomo son los


gastrointestinales y sus síntomas comprenden anorexia, náusea, vómito,
diarrea y constipación, seguida de cólicos. El plomo puede afectar la
síntesis de la hemoglobina y el tiempo de vida media de los glóbulos rojos,
así como, al sistema nervioso central y periférico. La contaminación por el
plomo en los riñones produce cambios en las mitocondrias e inflamación
de las células del epitelio del túbulo proximal y alteraciones funcionales
que provocan aminoaciduria, glucosuria e hiperfosfaturia (síndrome de
Fanconi).

Todos los compuestos de plomo son tóxicos en diferente grado,


dependiendo de su naturaleza química y grado de solubilidad de cada
compuesto, los más tóxicos son los compuestos orgánicos.

Desde hace mucho tiempo se sabe que el plomo es venenoso, tiene


efectos tóxicos para las plantas, el plancton y demás organismos
acuáticos. Los compuestos de plomo en los peces les origina la formación
de una película coagulante y les provoca alteraciones hematológicas. En
el hombre provoca saturnismo, enfermedad que engloba trastornos
nerviosos, digestivos y renales.
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La Organización Mundial de la Salud recomienda que para los niños el


nivel de plomo en sangre no debe rebasar los 30 mg/100 mL de sangre y
tomar medidas drásticas cuando el nivel de plomo en la sangre de los
adultos alcanza los 40 mg/100 mL de sangre. Limitan la exposición a
compuestos inorgánicos de plomo a 50 mg/m3 de aire durante un tiempo
promedio de 8 horas para un trabajador sin mascarilla para respirar. Las
medidas sanitarias para controlar la exposición a compuestos de plomo
recomiendan el uso de ventilación, de mascarillas para respirar y ropa
apropiada.

B. MERCURIO

El mercurio (azogue) se ha visto siempre con fascinación y asombre


porque es el único metal líquido en condiciones ambientales.
El mercurio líquido no es venenoso pero sus vapores y sus
compuestos son muy tóxicos, por lo que en la Edad Media se
utilizaban como agentes de asesinato y de suicidio. Como el
mercurio y sus compuestos son casi insolubles en agua no eran
considerados, durante mucho tiempo, como contaminantes y
mucho menos como contaminantes potenciales. El mercurio se
utilizaba como componente de las amalgamas dentales.

En 1967 el reporte del envenenamiento de 111 personas y la muerte


de otras 45 en la Bahía de Minamato, en la región costera de Japón, hizo
que se pusiera atención a los compuestos de mercurio. Los pescadores,
sus familias y sus gatos fueron afectados por una misteriosa enfermedad
que les debilitaba los músculos, les afectaba la visión, les producía retraso
mental y en ocasiones parálisis y hasta la muerte. Encontraron que las
aguas que recibía de las industrias (como la que fabricaba el cloruro de
polivinilo, PVC) la Bahía, contenía compuestos de mercurio como el
metilmercurio, H3C-Hg-CH3 , que también era usado en pesticidas y
fungicidas. Encontraron concentraciones de hasta 2000 ppm de mercurio
en los sedimentos y de 1.6 a 3.6 ppb en el agua.

Posteriormente, los investigadores encontraron que el mercurio y


algunos compuestos inorgánicos de mercurio pueden ser metilados
(formar metilmercurio, H3C-Hg-CH3, es muy venenoso) por bacterias
anaerobias en el lodo del fondo de los lagos y también por los peces y los
mamíferos. Por lo que, los desechos que contienen mercurio o sus
derivados que se han ido acumulando en los fondos fangosos de los lagos
constituyen fuentes potenciales de contaminación y por procesos
bioquímicos pueden incorporarse a las diversas cadenas alimenticias.
Además los compuestos de mercurio son del tipo de sustancias
acumulables en los organismos y pueden llegar a alcanzar
concentraciones lo suficientemente altas para ser venenosos.
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La contaminación del agua por mercurio es producido por industrias


químicas que producen cloro, fábricas de fungicidas y de pinturas contra
hongos, de plásticos, por minas de cinabrio (sulfuro de mercurio, HgS), en
la extracción de oro y de plata por el método de amalgamación y por las
refinerías del petróleo. Se considera que la mitad del mercurio extraído es
arrojado al medio ambiente, una parte en forma de vapor a la atmósfera y
otra en los desechos industriales al suelo y al agua. Por ejemplo, en la
electrólisis del cloruro de sodio en solución se utiliza el mercurio como
electrodo y cuando en la sal muera (solución concentrada de cloruro de
sodio) disminuye su concentración, es desechada a las alcantarillas.
Estos desechos contienen mercurio y siguen el curso del agua hasta llegar
a los lagos, ríos y hasta el mar, donde pueden incorporarse a las
diferentes cadenas alimenticias, reaccionar y transformarse en
metilmercurio. Luego el hidróxido de sodio obtenido que está contaminado
por mercurio se utiliza como materia prima de otros procesos.

En la agricultura se usan fungicidas de compuestos organomercuriales


como el 2-cloro-4-hidroxifenilmercurio y el acetato de 2-(fenil-
mercuriamino) etanol, y fungicidas de follaje como el acetato de 2-(fenil-
mercuriamino)etanol.

El cloruro mercúrico, HgCl2, es muy venenoso y peligroso por su gran


solubilidad en agua (71.5 g/L a 25 ºC). El fulminato mercúrico,
Hg(ONC2)2, es soluble en agua, en solventes orgánicos y se usa como
detonador de explosivos. El acetato fenilmercúrico se usa en pinturas
látex como conservador y como contra el ataque de hongos o el
enmohecimiento.

Los compuestos de mercurio son muy tóxico a ciertas concentraciones,


en los peces ocasionan alteraciones en los epitelios branquiales y
dérmicos y hasta la muerte. En el hombre los compuestos de mercurio
provocan alteraciones en la mucosa intestinal e inhibición de ciertas
enzimas; y en las mujeres embarazadas puede provocar trastornos
teratogénicos graves, también se considera que puede producir
alteraciones genéticas, lesiones renales y del sistema nervioso central y
hasta la muerte.

Los compuestos alquilmercúricos son muy tóxicos y de larga duración,


son de efectos destructivos del cerebro y del sistema nervioso central,
donde tienden a acumularse. Se usaban como desinfectantes de semillas
pero se prohibió el uso de todos los derivados del mercurio en la
agricultura. Sólo se permite el uso del cloruro mercúrico y mercuroso para
controlar hongos en el pasto.

Por otra parte, es probable que el hombre necesite pequeñas dosis de


mercurio lo mismo de otros oligoelementos químicos que a dosis mayores
resultan venenosos.
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C. CADMIO

El cadmio es tóxico y el envenenamiento se produce al inhalarlo o


ingerirlo, tiene gran tendencia a formar compuestos complejos acuosos
en los que se une de uno a cuatro ligandos. Sus compuestos más
importantes en la industria son el cianuro, la amina y varios complejos de
haluros.

La contaminación del agua por cadmio es provocada por las principales


áreas de aplicación que arrojan sus desechos a las alcantarillas, como
son el acabado de metales, la electrónica, la manufactura de pigmentos
(pinturas y agentes colorantes), de baterías (cadmio níquel), de
estabilizadores plásticos, de plaguicidas (fungicidas), la electrodeposición
o la aleaciones de fierro, en la producción de fierro y zinc, y en el uso de
reactores nucleares.

Los alquil y aril cadmios se usan como catalizadores y sus sales de los
ácidos orgánicos (laurato, estearato, palmitato, fenolato, naftenato y
benzoato de cadmio) como estabilizadores térmicos y de luz en los
plásticos como el cloruro de polivinilo. El uso de estabilizadores de bario-
cadmio en plásticos contaminan los alimentos almacenados en ellos.

En 1965 se informó en Japón de la muerte de más de 100 personas por


contaminación por cadmio, el cual afecta principalmente a los huesos. El
cadmio es tóxico para todas las formas de vida y en el hombre puede
provocar daños en el aparato digestivo, en riñones y en los huesos
(produce descalcificación y lesiones en la médula ósea) e inhibir algunos
procesos enzimáticos. La inhalación de sus vapores produce severas
lesiones en los pulmones. Además se ha observado que el cadmio tiene
relación con la hipertensión arterial, la que origina enfermedades
cardiacas.

Como medida de seguridad, se recomienda que los trabajadores no


sean expuestos por más de 8 horas a concentraciones mayores de 40
mg/m3 de cualquiera de sus compuestos del cadmio en el aire.

Cuando el agua está contaminada por ácidos es más fácil la


contaminación por metales que cuando no contiene ácidos, por ejemplo,
cuando hay cadmio y ácido clorhídrico se puede representar mediante la
ecuación química:

Cd + 2 HCl --------> Cd2+ + 2 Cl1- + H2

También se desechan aguas residuales industriales que contienen


sustancias muy tóxicas como los cianuros que son arrojados a las
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alcantarillas por industrias dedicadas a la galvanoplastia o a la refinación


y limpieza de metales.

Los procesos para reciclar y extraer del aire, del agua o del suelo a los
contaminantes de los metales pesados como el plomo, el mercurio y el
cadmio son muy costosos, por lo que hay que evitar arrojarlos al medio
ambiente, además de los graves daños que causan en los seres vivos.

Otros contaminantes presentes en la atmósfera

4.7.1. PLOMO
Se emite en algunos procesos industriales y manufactureros,
especialmente en empresas de la fundición y aquellas que supongan
manipulación del mineral, y se utiliza en algunas
pinturas y barnices. La emisión también puede venir
de la combustión de carburantes fósiles, como el
carbón o la gasolina (con plomo), en la que hasta hace
poco se utilizaba como antidetonante
(tretraetilo/metilo de plomo).
Provoca la enfermedad denominada Saturnismo.
Afecta al sistema nervioso central, óseo y digestivo,
por acumulación en el organismo, y reduce la
capacidad de filtración del riñón. En caso de mujeres
embarazadas podría incluso afectar al feto.

4.7.2. MERCURIO

Mercurio aparece en la naturaleza en forma elemental (liquido)


y compuesto con otros elementos químicos (ejemplo: HgS -
Cinabrio).
En la minería artesanal de oro se utiliza el mercurio elemental
para la amalgamación de oro. El oro se obtiene por la quema
del amalgamo (vaporización del mercurio)
El mercurio liberado al medio ambiente forma con otros
elementos químicos compuestos que son más problemáticos
que el mercurio puro.

4.7.3. CIANURO (CN-)


El Cianuro es un co - producto de varias industrias como productores de
fertilizantes y también de la minería de oro. Se obtiene el oro por un
proceso de dos fases:
1ª fase: Cianuración
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2 Au + 8 NaCN + 2 H2O +O2 2 NaAu(CN)2 + 2 NaOH


(en realidad la reacción es un poco más complicada)
2ª fase: Recuperación del oro por precipitación de cinc
Zn + 2 NaCN + NaAu(CN)2 Au + Na2Zn(CN)2
(El cinc metálico reacciona con iones de cianuro y el complejo de cianuro-
oro liberando el oro metálico)
Para la cianuración del oro se requiere concentraciones de 100 mg/l de
NaCN (que equivale a 50 mg/l cianuro libre), en el caso que no hay otros
metales presentes que forman complejos de cianuro.
En forma parecida se obtiene también plata de la roca, pero hay que
emplear cantidades mayores de cianuro en mayor concentración.
El la roca hay otros minerales / metales aparte de oro y plata, que también
forman compuestos de cianuro como por ejemplo:
Fe(CN)64-, Fe(CN)63- , Ni(CN)62-, además compuestos de cinc y cobre
entre otros.
Otro compuesto es el thiocianato SCN- que se forma como producto de la
reacción del cianuro con azufre, liberado por ejemplo de pirita.
Lo más elevado el consumo de cianuro en el proceso (sobre todo para la
obtención de plata), lo más incrementa la formación de compuestos del
cianuro con otros metales (es decir, lo más alta la cantidad de metales
liberados de la roca).
Si las aguas residuales del proceso son liberados al medio ambiente sin
tratamiento contienen pequeñas cantidades de cianuro libre y grandes
cantidades de complejos cianuro - metal con distinta solubilidad y toxicidad.
El cianuro libre (CN-) es altamente tóxico y forma compuestos tanto
orgánicos como inorgánicos cuales también pueden ser tóxicos por su
parte.

EFECTOS

A. Sobre la salud humana

Los efectos que producen sobre la salud se ponen claramente de


manifiesto, como se ha observado en Londres, Nueva York y Osaka entre
otras ciudades, por el aumento de la mortalidad, sobre todo en las personas
de edad avanzada o en los individuos más sensibles por cualquier razón. Más
difíciles de discernir son los efectos que, a largo plazo, pueden producir las
exposiciones episódicas a elevadas concentraciones medias y bajas de
contaminantes.
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Se ha comprobado la relación existente entre la contaminación


atmosférica, producida por partículas en suspensión y anhídrido sulfuroso, y
la aparición de bronquitis crónica caracterizada por la producción de flemas,
la exacerbación de catarros y dificultades respiratorias tanto en los hombres
como en las mujeres adultas. Se ha observado igualmente, que cuando las
concentraciones tanto de SO2 como de partículas en suspensión superan los
500 microgramos/metro cúbico de aire, como promedio de 24 horas, se
produce un aumento de la mortalidad en la población en general, siendo los
grupos más sensibles los individuos con procesos cardíacos o pulmonares.
Con promedios diarios de 250 microgramos/metro cúbico de SO2 y de humos
se ha registrado el empeoramiento en los enfermos con afecciones
pulmonares.

Es de destacar que las concentraciones de partículas en suspensión y de


SO2 que pueden provocar la aparición de efectos sobre la salud, pueden
variar de un lugar a otro según cuáles sean las características físicas y
químicas de las partículas, y en función de la presencia en el aire de otros
contaminantes que puedan producir efectos sinérgicos con aquéllos.

La presencia en el aire de elevadas concentraciones de monóxido de


carbono (CO) representa una amenaza para la salud. El CO inhalado se
combina con la hemoglobina de la sangre, dando lugar a la formación de
carboxihemoglobina, lo que reduce la capacidad de la sangre para el
transporte de oxígeno desde los pulmones hasta los tejidos.

Se ha comprobado que una saturación de carboxihemoglobina por


encima del 10% puede provocar efectos sobre la función psicomotora que se
manifiesta con síntomas de cansancio, cefaleas y alteraciones de la
coordinación. Por encima del 5% de saturación se producen cambios
funcionales cardíacos y pulmonares y se aumenta el umbral visual. No se han
encontrado pruebas que indiquen efectos significativos con una
concentración de carboxihemoglobina inferior al 2%.

Los óxidos de nitrógeno, NOx, son contaminantes igualmente peligrosos


para la salud. La mayor parte de los estudios relativos a los efectos de los
NOx se han ocupado, sobre todo, del NO2 ya que es el más tóxico. Los
efectos producidos por el NO2 sobre los animales y los seres humanos
afectan, casi por entero, al tracto respiratorio. Se ha observado que una
concentración media de 190 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire,
superada el 40% de los días, aumenta la frecuencia de infecciones de las
vías respiratorias en la población expuesta.

Los metales tóxicos presentes en el aire representan una amenaza para


la salud humana cuando se inhalan en cantidades suficientes, debido a la
tendencia que presenta el organismo a su acumulación. Por su importancia,
destacaremos los efectos producidos por el plomo sobre la salud humana.

Los compuestos inorgánicos del plomo atmosférico son absorbidos por


los humanos, principalmente a través del sistema respiratorio, alcanzando el
torrente sanguíneo aproximadamente el 35% del plomo inhalado por los
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pulmones. Una vez incorporado el plomo a la corriente sanguínea, una parte


se almacena en los huesos y otra se expulsa por la orina, en una continua
fase de renovación en el organismo. A partir de ciertas cantidades puede
producir efectos adversos en el comportamiento, afectan la inteligencia de los
niños y ser causa de anormalidades en los fetos de madres gestantes. Los
adultos, por lo general, son menos sensibles que los niños a los efectos del
plomo, pero una acumulación excesiva en el organismo puede producir serios
e irreversibles daños en su sistema nervioso.

B. Sobre las plantas

Las plantas muestran una especial sensibilidad a la mayor parte de los


contaminantes del aire, y sufren daños significativos a concentraciones
mucho más bajas que las necesarias para causar efectos perjudiciales sobre
la salud humana y animal. Es muy difícil establecer valores límites de la
contaminación atmosférica a partir de los cuales los efectos negativos se
empiezan a manifestar, ya que estos dependen de la constitución de la planta
y de la especie de que se trate, es decir, hay una especificidad de respuestas.

Entre los distintos contaminantes que se presentan generalmente en el


aire ambiente, el SO2 es el que tiene mayor importancia debido a la gran
toxicidad que tiene para la vegetación.

Los daños producidos por el SO2 a las plantas obedecen a la exposición


a altas concentraciones durante periodos cortos; o por la exposición a
concentraciones relativamente bajas durante largos periodos.

Los daños agudos se producen como consecuencia de exposiciones


cortas a concentraciones elevadas. Exposiciones medias diarias de 130
microgramos de SO2 por metro cúbico de aire durante el periodo de
crecimiento, pueden causar daños en las coníferas más sensibles. Estos
daños se caracterizan por la aparición de necrosis apicales de color rojo o
anaranjado.

La exposición a menores concentraciones durante tipos de exposición


más largos ocasiones lesiones crónicas. Exposiciones medias anuales de
anhídrido sulfuroso de 50 microgramos por metro cúbico de aire pueden
causar daños a especies forestales sensibles. Estas se manifiestan por un
gradual amarillamiento de la hoja que se va extendiendo desde la zona apical
a la base de la misma, causada por dificultades en el mecanismo sintetizador
de la clorofila. En las plantas dañadas se encuentran grandes cantidades de
sulfato en las hojas con síntomas crónicos.

Las brumas de ácido sulfúrico, causadas por la presencia en el aire de los


óxidos de azufre, producen daños en las hojas, caracterizados por la
aparición de manchas producidas por las gotas de ácido depositadas sobre
las hojas humedecidas por el rocío o la niebla. Concentraciones
relativamente bajas de SO2 pueden causar daños importantes en la
vegetación sensible, como consecuencia de la acción sinérgica de este
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contaminante con el ozono y los óxidos de nitrógeno, aunque estos se


presenten en bajas concentraciones en el aire.

El flúor y sus derivados son contaminantes del aire que se caracterizan


por ser tóxicos en general para las plantas a muy pequeñas concentraciones.
La sensibilidad de las plantas a la acción del flúor varía, como en el caso del
SO2, según las especies y las condiciones del medio, siendo especialmente
sensibles a este contaminante las viñas y las plantaciones frutales,
especialmente las de frutos con hueso (como el melocotón o durazno). En el
medio forestal, las resinosas son las especies más sensibles al flúor, ya que
al tener hojas perennes y tener el flúor un efecto acumulativo sobre los
tejidos, se va almacenando hasta sobrepasar los umbrales de toxicidad, lo
que da lugar a la aparición de necrosis que pueden llegar a producir la muerte
de grandes masas forestales.

Un aspecto importante del efecto acumulativo del flúor es su transmisión


a través de las cadenas alimentarias. El mecanismo es el siguiente: el flúor
presente en el aire se acumula en los pastos y de éstos pasa a los animales,
siendo los bovinos los más afectados. La acumulación del flúor en los tejidos
puede causar la aparición de la fluorosis, enfermedad que se presenta sobre
todo en el ganado vacuno. Observaciones realizadas muestran que la
ingestión de pastos puede ser tolerada sin efectos negativos, cuando su
concentración en flúor no supera los 40 ppm como media durante todo el año.

Se ha observado la aparición de lesiones visibles sobre las hojas después


de una exposición durante un día a concentraciones de flúor en el aire de 3
a 10 microgramos por metro cúbico. Para concentraciones entre 0.5 y 3
microgramos/metro cúbico los efectos se manifiestan cuando transcurren
periodos de exposición superiores a un mes.

Entre los óxidos de nitrógeno solo el NO2 es tóxico para las plantas, a
pequeñas concentraciones y largo tiempo de exposición. Los daños se
manifiestan por la aparición de necrosis y clorosis de color negro o marrón
rojizo en las hojas. Los sinergismos de NO2 y SO2 provocan a bajas
concentraciones alteraciones en la vegetación. Este hecho se ha observado
en las zonas urbanas.

La contaminación atmosférica fotoquímica produce daños en la


vegetación a concentraciones que ya se están alcanzando en algunas
ciudades. El ozono y el PAN son los principales causantes de estos daños.
Las lesiones producidas por el ozono se manifiestan como manchas blancas
o punteados claros sobre el haz de las hojas. Los daños producidos por los
PAN se presentan como graves lesiones foliares caracterizadas por una
tintura plateada o vidriosa en el envés de la hoja, así como por un ataque
general en las hojas jóvenes.

C. Sobre los materiales

La acción de los contaminantes atmosféricos sobre los materiales puede


manifestarse por la sedimentación de partículas sobre la superficie de los
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mismos, afeando su aspecto externo, o por ataque químico al reaccionar el


contaminante con el material. Los SOx causan daños a muchos tipos de
materiales, bien directa o indirectamente. Un alto contenido de SOx en el aire
produce la aceleración de la corrosión de los metales tales como el acero al
carbono, zinc, acero galvanizado, compuestos del cobre, niquel y aluminio.
Esta aceleración se ve favorecida por la presencia de partículas depositadas
por la humedad y por la temperatura.

En general, puede señalarse que la corrosividad de una atmósfera


depende de condiciones meteorológicas y factores de contaminación. Se han
observado correlaciones entre tasas de corrosión en metales y
concentraciones de SO2 en la atmósfera, dándose las tasas altas de
corrosión más altas en zonas industrializadas. Las nieblas de ácido sulfúrico
procedentes de la conversión catalítica del SO2 a SO3 en la atmósfera,
atacan a los materiales de construcción como el mármol, la caliza y la
argamasa, convirtiendo los carbonatos en sulfatos solubles en el agua de
lluvia. Esto unido a que el volumen específico de los sulfatos es mayor que el
de los carbonatos, hace que en la piedra aparezcan escamas y se debilite
mecánicamente.

Los compuestos de azufre pueden producir daños en pinturas plásticas,


papel, fibras textiles y sobre los contactos eléctricos de los sistemas
electrónicos, dando lugar a deficiencias en su funcionamiento. La acción de
los oxidantes fotoquímicos se produce sobre todo en los cauchos y
elastomeros en los que causan un rápido envejecimiento y agrietamiento. Los
óxidos de nitrógeno decoloran y estropean las fibras textiles y los nitratos
producen la corrosión de las aleaciones de cupro-niquel.

D. Efectos globales

El aumento de las concentraciones de dióxido de carbono y de otros


contaminantes en la atmósfera puede dar lugar a una elevación general de la
temperatura del globo, por «efecto invernadero», que modificaría el
régimen de lluvias, lo que produciría alteraciones sobre las tierras cultivables
y la extensión de los desiertos. Por otra parte, los sulfatos y las partículas
finas que disminuyen la visibilidad pueden igualmente reducir la intensidad
de la radiación solar. Los hidrocarburos halogenados y los óxidos de
nitrógeno emitidos por los aviones supersónicos pueden provocar una
disminución de ozono en la estratosfera con el consiguiente aumento de la
radiación ultravioleta que llegaría a la Tierra.

E. Efectos sobre los ecosistemas (lluvias ácidas)

Los primeros efectos producidos por las precipitaciones ácidas se


detectaron en cientos de lagos de Escandinavia, alrededor de los años 60.
En la actualidad, más de 18,000 lagos están acidificados, en Suecia alrededor
de 6,000 de ellos muestran graves daños sobre la biología acuática, y unos
2,000 de los situados en la zona meridional y central han perdido sus
poblaciones piscícolas.
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La acidificación de las aguas interiores tiene efectos muy graves sobre los
ecosistemas acuáticos. Se ha demostrado que todos los tipos de organismos
integrantes de los ecosistemas de agua dulce son sensibles a la acidificación,
produciéndose cambios en todos los niveles tróficos. La acidificación de los
lagos y de las masas de agua se está extendiendo progresivamente cada vez
a mayor número de países, afectando día a día a más extensas áreas.

El ión aluminio es muy tóxico para la mayor parte de los organismos y se


cree que la causa última de la muerte de las poblaciones de peces en los
lagos acidificados se debe al envenenamiento por aluminio. Otros metales
tales como el cadmio, zinc y plomo tienen igualmente una mayor facilidad
para disolverse, por lo que son más accesibles para los animales y plantas
acuáticas.

Los suelos presentan, por lo general, una mayor resistencia a la


acidificación que el agua. No obstante, el grado de sensibilidad puede variar
muy ampliamente de unas zonas a otras dependiendo, principalmente, del
espesor de la capa de humus, de la consistencia del sustrato, así del tipo de
rocas y suelo. Uno de los efectos más importantes de la acidificación de los
suelos es, probablemente, el incremento de la movilidad con las
consiguientes pérdidas por lixiviación de ciertos cationes metálicos de
carácter básico tales como el calcio, magnesio, potasio y aluminio.

F. Efectos sobre el clima (efecto invernadero)

Durante los últimos años se ha venido poniendo de manifiesto una


preocupación creciente por los posibles efectos que sobre el clima pudiera
causar el aumento progresivo de contaminantes en la atmósfera como
consecuencia de las actividades humanas.

Observaciones realizadas en Suecia, Australia, Alaska y Hawai muestran


que la concentración de CO2, que oscilaba entre 265 y 290 ppm antes de los
años cincuenta, llegó a ser de 330 ppm en 1976, aumentando a un ritmo de
alrededor de 1 ppm en el curso de los últimos años.

Se cree que el incremento de CO2 en la atmósfera es debido a las


alteraciones que las actividades humanas producen en el ciclo biogeoquímico
del carbono ya que, por una parte, en la combustión de combustible fósiles y
en los incendios forestales se producen grandes cantidades de CO2, y por
otra parte, estos mismos incendios y la tala progresiva de bosques, que
produce una disminución de las masas forestales mundiales, la degradación
del suelo y la creciente desertificación, producen una disminución de la tasa
de la absorción total del CO2 presente en la atmósfera por la vegetación.

El incremento de la concentración del CO2 en la atmósfera puede alterar


la temperatura de la Tierra debido a que el CO2 es transparente a la radiación
solar recibida del sol, dejándola pasar libremente, pero absorbe la radiación
infrarroja emitida desde la tierra. El efecto total es que cuanto mayor sea la
concentración de CO2 en la atmósfera, mayor es la cantidad de energía
recibida por la Tierra desde el Sol que queda atrapada en la atmósfera en
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forma de calor. Este fenómeno que se conoce con el nombre de «efecto


invernadero» produciría un recalentamiento de la atmósfera.

Los sulfatos y las partículas finas presentes en la atmósfera pueden tener


igualmente efectos sobre el clima. Las partículas finas tienen una doble
acción sobre la radiación solar: por una parte, difunden la luz incidente y, por
otra, absorben una parte de esta radiación, lo que produce un calentamiento
de las partículas y la emisión de radiación infrarroja. Los efectos atmosféricos
que producen dependerán de la altitud a que las partículas se encuentren.
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BIBLIOGRAFIA

-Introduccion a la quimica ambiental


Manahan, Stanley
Primera edicion
Editorial REVERTE
Mexico DF, 2007

-Glen E. Rodgers. (2002). Quimica inorgánica


- Eugene G. Rochow. (2001). Capitulo 2. En Quimica inorganica
descriptiva(40-45). Sudamerica: Reverte S.A.

-http://cienquimica.blogspot.com/2007/12/elementos-inorganicos-y-la.html

-http://www.medio-
mbiente.info/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=291

-http://www.ciese.org/curriculum/dipproj2/es/fieldbook/fosfato.shtml

-http://www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/ContamNitr.htm

-http://edafologia.ugr.es/conta/tema14/intro.htm
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