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UNA APLICACIÓN DEL TEOREMA DEL PASO DE

MONTAÑA

Trabajo de Grado
Proyecto Curricular de Matemáticas

Javier David Moreno Paris

Director: Arturo Sanjuán

Universidad Distrital Francisco José de Caldas


Bogotá D.C.
2016
Dedicado a mis padres
Agradecimientos

Quiero agradecer principalmente al profesor Arturo Sanjuán, ha sido un excelente mentor, del cual
he aprendido mucho en estos 2 últimos años y me ha colaborado en gran medida en mi formación
académica, su ayuda y colaboración en este trabajo han sido fundamentales.

También quiero agradecer a mis padres, que me han dado todo lo necesario para llegar a donde
me encuentro hoy, junto con su apoyo incondicional. A mi hermano Manuel que siempre me ha
ayudado en todo y a mi novia Julieth que estuvo a mi lado durante toda la realización de este
trabajo.

Por último quiero agradecer a la Universidad Distrital porque fue la primera en darme la oportu-
nidad de empezar mis estudios de educación superior, los cuales se culminan con este trabajo.

I
Índice general

INTRODUCIÓN IV

1. PRELIMINARES 1

1.1. Notación y Teoremas Previos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

1.2. Espacios Lp . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

1.3. Espacios de Sobolev . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

1.4. Teorema Espectral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44

2. TEOREMA DEL PASO DE MONTAÑA 49

2.1. Condiciones Palais-Smale . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

2.2. Principio Variacional de Ekeland . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

2.2.1. Redes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

2.2.2. Semicontinuidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78

2.2.3. Enunciado y Demostración del Principio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

2.3. El Teorema Del Paso De Montaña . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

II
3. UNA APLICACIÓN DEL TEOREMA DEL PASO DE MONTAÑA 98

3.1. El Resorte con Forzamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

3.2. El Lagrangiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 100

3.3. Solución al Problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

CONCLUSIONES 106

BIBLIOGRAFÍA 109

III
INTRODUCIÓN

Desde la aparición de un incipiente concepto de función en el siglo XVII, la matemática ha servido


para modelar situaciones físicas o abstractas en todos los campos, desde las ciencias naturales
hasta la economía y muchas veces en esas situaciones ha aparecido la necesidad de optimizar estos
modelos. Eso llevó a los matemáticos, a preguntarse cómo crear un método de encontrar máximos
y mínimos, pero las herramientas matemáticas de la época eran muy escasas y la búsqueda de
este método se convertiría en uno de los principales problemas abiertos de la matemática de todo
el siglo XVII.

Este problema ha sido trabajado por muchos. Fermat (1601-1665) dio el primer método para
calcular máximos y mínimos pero no fue publicado si no hasta después de su muerte [Jabri, 2003,
pag. 7]. La necesidad de responder esta pregunta de ¿cómo hallar máximos y mínimos?, fue uno
de los motores para la creación de la derivada y el cálculo diferencial. Esta teoría que fue creada
por la colaboración de muchos (Fermat, Galileo, Cavalieri, Barrow, etc) y que una primera idea
del cálculo fue desarrollada por Newton (1660) y Leibniz (1670) y continuada por muchos más
matemáticos hasta el día de hoy [Wussing, 1998, pag 137]. Con el cálculo diferencial y el cálculo
vectorial el problema de hallar máximos y mínimos se volvió relativamente fácil para una gama
amplia de funciones.

Con la aparición de las matemáticas modernas más precisamente con el análisis funcional, los
espacios de Banach, y la derivada de Fréchet, encontrar puntos y valores críticos (máximos y
mínimos) entró a un nuevo nivel: la dimensión infinita. Encontrar dichos puntos y valores se
convirtió en un nuevo campo de estudio de las matemáticas conocido como cálculo variacional, pero
una nueva rama de la matemáticas puede no ser de interés para algunos matemáticos solo por ser

IV
más general e incluso puede llegar a ser olvidada. Por esta razón son importantes las aplicaciones.
El cálculo variacional (en dimensión infinita) encontró rápidamente aplicaciones en las ecuaciones
diferenciales y por ende esta teoría puede ser útil a todos los campos de la ciencia[Jabri, 2003,
pag. 9-11].

En este trabajo mostraremos como el cálculo variacional es utilizado para garantizar la existencia
de soluciones (débiles) de ecuaciones diferenciales generales que los métodos básicos no pueden
resolver, lo haremos a partir del El Teorema Del Paso De Montaña demostrado por Antonio
Ambrosetti y Paul Rabinowitz en 1973, Este es un extraordinario resultado y es una de las puntas
angulares del cálculo variacional y la teoría de minimax [Jabri, 2003, pag. 12].

El trabajo consistirá en 3 capítulos. En el primer capítulo mostraremos los preliminares necesarios


para nuestro trabajo, esto será algunos conceptos y teoremas de la teoría de la medida y el
análisis funcional. En este capítulo no mostraremos la demostración de la mayoría de los teoremas
utilizados, para no extendernos demasiado, pero presentaremos ejemplos para familiarizar al lector
con estas teorías y a su vez se demostrarán algunos teoremas que su demostraciones no resulten
muy largas. En el segundo capítulo mostraremos los conceptos y teoremas necesarios para enunciar
y demostrar el Teorema Del Paso de Montaña. Por último, en el tercer capítulo mostraremos como
aplicar el Teorema Del paso De Montaña a las ecuaciones diferenciales.

V
CAPÍTULO 1

PRELIMINARES

1.1. Notación y Teoremas Previos

Para la lectura de este texto se asumen conocimientos generales de análisis, topología y de la


teoría de la medida por parte del lector, principalmente la integral de Lebesgue.

Denotamos con (X, X, µ) a un espacio de medida, o mas brevemente X donde X es la σ-álgebra.


Los elementos de X son llamados conjuntos medibles y µ es la medida sobre ese espacio. Notamos
con M (X, X) al conjunto de funciones medibles a valor real. Tiene sentido definir M + (X, X)
como el conjunto de funciones medibles no negativas y serán de suma importancia los siguientes
teoremas tomados de [Bartle, 2014, pag. 31] y [Bartle, 2014, pag. 44]

Teorema 1.1 (Teorema de la Convergencia Monótona). Si (fn ) es una sucesión monótonamente


creciente de funciones en M + (X, X) que convergen a f c.t.p. X, entonces
Z Z
f dµ = lı́m fn dµ

Teorema 1.2 (Teorema de la Convergencia Dominada de Lebesgue). Sea (fn ) una sucesión
de funciones integrables que convergen a f c.t.p. X. Si existe una función integrable g tal que
|fn (x)| ≤ g(x) para casi todo n y para casi todo x ∈ X, entonces f es integrable y
Z Z
f dµ = lı́m fn dµ

1
Este teorema es de mucha importancia y es más fuerte que el teorema de integración (en el sentido
de Riemann) término a término para sucesiones de funciones uniformemente convergentes. Más
precisamente dada una sucesión de funciones (fn ) reales Riemann-integrable que convergen uni-
R R
formemente a una función f , entonces f es Riemann-integrable y f dx = lı́m fn dx. Ilustramos
lo anterior con los siguientes ejemplos.
Ejemplo 1. Si (fn ) es una sucesión en L(X, X, µ) que converge uniformemente en X a una función
f y si µ(X) < ∞ entonces Z Z
f dx = lı́m fn dx.

Demostración. Por la convergencia uniforme tenemos que existe N ∈ N tal que si n ≥ N entonces

|fn (x) − f (x)| < 1.

Por tanto |f (x)| < 1 + |fN (x)| para todo x, lo que implica que
Z Z
|f (x)|dµ < (1 + |fN (x)|)dµ
Z Z
= 1dµ + |fN (x)|dµ
Z
= µ(X) + |fN (x)|dµ < ∞.

Por ende f es integrable, por otro lado también se tiene que |fn (x)| < 1 + |f (x)| para n ≥ N y
como 1 + |f (x)| es integrable por el Teorema de la Convergencia Dominada obtenemos
Z Z
f dx = lı́m fn dx.

Ejemplo 2. Existe una sucesión de funciones (fn ) de valor real que convergen a una función f
c.t.p.X tal que Z Z
f dµ = lı́m fn dµ

pero la convergencia no es uniforme

Demostración. Tomemos a X = [0, 1] con la medida usual defínase (fn ) como sigue


 0 si x ∈ [0, 21 )
fn (x) = nx − n2 si x ∈ [ 12 , 21 + n1 )

1 si x ∈ [ 12 + n1 , 1]

2
Es claro que fn (x) es continua para todo n y además de eso converge puntualmente c.t.p X a
(
0 si x ∈ [0, 12 )
f (x) =
1 si x ∈ [ 12 , 1].

Ahora, la función g(x) = 1 es integrable sobre X y además |fn (x)| ≤ g(x) para todo n y para
todo x ∈ X así por el teorema de la convergencia dominada
Z Z
f dµ = lı́m fn dµ

sin embargo la convergencia no es uniforme puesto que si lo fuera como fn es continua para todo
n se tendría que f es continua, lo cual no es cierto.

También denotamos a (E, k · k) como un espacio normado, en caso de ser completo se le llama
espacio de Banach y denotamos a (E ∗ , k · kE ∗ ) su espacio dual topológico o mas brevemente su
espacio dual, el cual consiste en todos los funcionales lineales continuos (acotados), Φ : E → R, y
tiene norma
|Φ(x)|
kΦkE ∗ = sup .
x∈E−{0} kxk

El dual de cualquier espacio normado, con esta norma, es siempre un espacio de Banach. Más aún,
si definimos a L(E, F ) como el conjunto de todos los operadores lineales continuos, Φ : E → F y
(F, k · k1 ) un espacio normado, estos operadores tienen norma
kΦ(x)k1
kΦkL(E,F ) = sup
x∈E−{0} kxk

y de esta manera (L(E, F ), k · kL(E,F ) ) es siempre un espacio normad, además es de Banach si F


es completo.
Necesitaremos de un teorema de gran importancia del análisis funcional, conocido como el teorema
de Hahn–Banach. Este teorema tiene varias versiones. Nosotros utilizaremos una consecuencia de
la forma análitica del teorema de Hahn–Banach sobre espacios normados. Tomado de [Brezis, 2010,
pag. 3], que se enuncia de la siguiente manera.

Teorema 1.3 (Teorema de Hahn–Banach). Sea G un subespacio vectorial de E. Si Φ : G → R


es un funcional lineal continuo, entonces existe Φ ∈ E ∗ una extension de Φ tal que
|Φ(x)|
kΦkE ∗ = sup = kΦkG∗ .
x∈G−{0} kxk

Existe una versión menos general del teorema de Hahn–Banach,sin embargo éste asegura en que
casos la extensión es única y es tomada de [Kreyszig, 1989, pag. 100]. Como ejercicio lo demos-
traremos.

3
Proposición 1.1. Sea G un subespacio vectorial de E y Sea Φ : G → R un funcional lineal

continuo, entonces Φ tiene una única extensión Φ ∈ G tal que

kΦkG∗ = kΦkG∗ .

Demostración. Sea x ∈ G entonces existe (xn ) en G tal que xn → x. Veamos que (Φ(xn )) es de
Cauchy. En efecto, sea  > 0 entonces existe N ∈ N tal que si n, m ≥ N entonces

kxn − xm k < /kΦkG∗ ,

luego
|Φ(xn ) − Φ(xm )| = |Φ(xn − xm )| ≤ kΦkG∗ kxn − xm k < .

Por tanto (Φ(xn )) es de Cauchy y como R es completo, (Φ(xn )) converge a un único punto ax ∈ R,
esto es,
lı́m Φ(xn ) = ax .
n→∞

Definimos a
Φ : G −→ R
x 7→ ax .

Veamos que Φ está bien definida, es decir, que no depende de la escogencia de la sucesión. Sea
(xn ) y (yn ) en G tal que xn → x y yn → x y definamos a

(vn ) = (x1 , y1 , x2 , y2 , · · · ),

entonces vn → x y por el razonamiento anterior (Φ(vn )) converge. Ya que (Φ(xn )) y (Φ(yn )) son
subsucesiones de (Φ(vn )), convergen y convergen al mismo límite, por tanto ax no depende de la
escogencia de la sucesión.

Por otro lado Φ es lineal, pues para x, y ∈ G y α ∈ R existen (xn ) y (yn ) en G tal que xn → x y
yn → y, luego xn + αyn → x + αy y

Φ(x + αy) = lı́m Φ(xn + αyn )


n→∞

= lı́m Φ(xn ) + αΦ(yn )


n→∞

= lı́m Φ(xn ) + α lı́m Φ(yn )


n→∞ n→∞

= Φ(x) + αΦ(y).

4
Por otro lado, Φ es acotada puesto que para x ∈ G existe (xn ) en G tal que xn → x y

|Φ(x)| = | lı́m Φ(xn )|


n→∞

= lı́m |Φ(xn )|
n→∞

≤ lı́m kΦkG∗ kxn k


n→∞

= kΦkG∗ k lı́m xn k
n→∞

= kΦkG∗ kxk.

Por tanto es acotada y


kΦkG∗ ≤ kΦkG∗ ,

y como
|Φ(x)| |Φ(x)|
kΦkG∗ = sup ≤ sup = kΦkG∗ ,
x∈G−{0} kxk x∈G−{0} kxk

se obtiene que
kΦkG∗ = kΦkG∗ .

Por último veamos que Φ es única. Supongamos que existe Ψ : G → R tal que Ψ(x) = Φ(x) para
todo x ∈ G y Ψ es un funcional lineal acotado entonces para x ∈ G existe (xn ) en G tal que
xn → x y por ser Ψ continua tenemos que

Ψ(x) = lı́m Ψ(xn ) = lı́m Φ(xn ) = ax = Φ(x),


n→∞ n→∞

como x era arbitrario, obtenemos que Ψ = Φ, por tanto Φ es única.

Note que esta proposición se podía demostrar mucho más fácil a partir del Teorema de Hahn–Banach,
pero dimos una demostración más artesanal puesto que la demostración solo utilizó la completitud
de R. Por tanto se puede poner en vez de R cualquier espacio F de Banach y la demostración
sería análoga. Así obtenemos la siguiente proposición.

Proposición 1.2. Sea G un subespacio vectorial de E y sea F un espacio de Banach y Φ : G → F


un funcional lineal continuo, entonces Φ tiene una única extensión lineal continua Φ sobre G tal
que
kΦkL(G,F ) = kΦkL(G,F ) .

Es necesario definir los conjuntos Lp y mencionar algunas propiedades de estos espacios.

5
1.2. Espacios Lp

Definición. Si 1 ≤ p < ∞, el espacio Lp = Lp (X) = Lp (X, X, µ) consiste de todas las clases


µ-equivalente de las funciones de valor real medibles f para las cuales |f |p tiene integral finita
con respecto a µ sobre X. Dos funciones son µ-equivalente si son iguales en casi toda parte, es
decir, salvo un conjunto de medida cero. Se define
Z 1/p
p
kf kp = |f | dµ .

Las operaciones vectoriales sobre Lp están definidas puntualmente. Ahora las propiedades básicas
de estos espacios están dadas por el siguiente teorema tomado de [Bartle, 2014, pag. 59].

Teorema 1.4. Si 1 ≤ p < ∞ entonces se tienen las siguientes propiedades

1. Con las operaciones anteriormente definidas, Lp es un espacio vectorial.

2. k · kp es una norma sobre Lp .

3. (Lp , k · kp ) es completo.

En pocas palabras (Lp , k · kp ) es un espacio de Banach.

Mostramos a continuación algunos ejemplos y ejercicios para familiarizarnos con estos espacios y
algunas de sus propiedades.
Ejemplo 3. El conjunto de las funciones medibles simples es denso en Lp para todo 1 ≤ p < ∞.
Se entiende por función simple a una función que toma finitos valores.

Demostración. Basta con demostrar que para cada f ∈ Lp existe (φn ) una sucesión de funciones
medibles simples tal que φn → f en el sentido de ||.||p . En efecto, supongamos primero que f ∈ Lp
es no negativa entonces existe una sucesión (φn ) en M (X, X) tal que:

(φn ) es monótona creciente no negativa.

φn (x) → f (x) para cada x ∈ X.

φn es simple para cada n,

6
Entonces (f − φn ) es una sucesión monótona decreciente y por otra parte al ser (φn ) monótona
creciente tenemos que
lı́m φn (x) = sup φn = f (x)
n→∞ n∈N

para todo x ∈ X, luego


0 ≤ f (x) − φn (x) ≤ f (x).

Es decir
(|f (x) − φn (x)|)p ≤ (|f (x)|)p

para todo x ∈ X y para todo n. Como (f (x) − φn (x))p → 0 para todo x ∈ X obtenemos por el
teorema de la convergencia dominada que
Z Z
p
lı́m |f − φn | dµ = 0dµ = 0.
n→∞

Esto equivale a
lı́m ||f − φn ||p = 0.
n→∞

Esto es φn → f en el sentido de Lp . Ahora si f no necesariamente es no negativa entonces

f = f + − f −,

pero como la parte positiva y la parte negativa de una función son no negativas entonces por lo
demostrado anteriormente existen (φ1n ) y (φ2n ) sucesiones de funciones medibles simples tal que

φ1n → f + y φ2n → f − .

Luego
φ1n − φ2n → f

y es claro que (φ1n − φ2n ) es una sucesión de funciones medibles simples pues la resta de funciones
simples es simple y la resta de funciones medibles es medible.

Ejemplo 4. Si f ∈ Lp con 1 ≤ p < ∞ y E = {x ∈ X : |f (x)| =


6 0} entonces E es σ-finito

Demostración. : Sea
En = {x ∈ X : |f (x)|p > 1/n}

entonces se tiene que



[
E= En .
n=1

7
Veamos que µ(En ) es finito para cada n ∈ N. En efecto, tenemos que |f (x)|p > (1/n)χEn luego
Z Z
p
|f (x)| dµ > (1/n)χEn dµ = (1/n)µ(En ).

Es decir Z
µ(En ) < n |f (x)|p dµ.

|f (x)|p dµ < ∞ por hipótesis. Es decir µ(En ) < ∞.


R
Pero

Ejemplo 5. Si f ∈ Lp y si En = {x ∈ X : |f (x)| ≥ n} entonces µ(En ) → 0 cuando n → ∞

Demostración. Tenemos que |f (x)|p ≥ np χEn luego


Z
|f (x)|p dµ ≥ np µ(En ),

es decir
|f (x)|p dµ
R
0 ≤ µ(En ) ≤ .
np
|f (x)|p dµ
R
|f (x)|p dµ existe y es finita, obtenemos que
R
Como lı́mn→∞ np = 0, puesto que

lı́m µ(En ) = 0.
n→∞

Para finalizar veamos que para p ∈ (0, 1) la definición de Lp deja de ser un espacio normado.
Ejemplo 6. Para 0 < p < 1 y Lp = Lp (X) como se definió anteriormente, entonces

Z 1/p
p
kf kp = |f | dµ

no es una norma.

Demostración. Consideremos X = [0, 1]. Basta demostrar que B(0, 1), la bola cerrada con centro
en 0 y radio 1, no es convexa. En efecto, tomemos f (x) = 1 y g(x) = g(x; p) = (2x)1/p entonces
Z 1
|1|p dx = 1
0

y Z 1 Z 1
1/p p
|(2x) | dx = (2x)dx = 1.
0 0

8
Esto es que f, g ∈ B(0, 1). Por otro lado si B(0, 1) fuera convexo entonces para todo 0 ≤ λ ≤ 1
λf + (1 − λ)g ∈ B(0, 1)
pero para λ = 1/2
1 1
+ (2x)1/p ∈
/ B(0, 1).
2 2
En efecto, definamos
 p
1 1
h(x) = h(x; p) = + (2x)1/p
2 2
R1
y veamos que 0 h(x)dx > 1. Entonces
 p−1
0 1 1 1/p 1
h (x) = p + (2x) (2x)1/p−1 (2)
2 2 2p
 p−1
1 1 1/p
= + (2x) (2x)1/p−1 .
2 2
Luego
1 1 p−1
 
0
h (1/2) = + = 1,
2 2
por tanto la recta tangente a h(x) en x = 1/2 tiene pendiente 1. Esto es de la forma
y =x+b
y esta pasa por (1/2, 1) puesto que h(1/2) = 1, así la recta tangente a h(x) es
1
l(x) = x + .
2
Nótese que h00 (x) > 0 y por consiguiente es cóncava hacia arriba como ilustra la siguiente gráfica,
donde muestra a l(x) y a h(x) = h(x; p) variando a p.

Figura 1.1: gráficas de h(x)

9
Como h(x) es cóncava hacia arriba, implica que

h(x) > l(x),

por ende Z 1 Z 1
h(x)dx > (x + 1/2)dx = 1.
0 0
Es decir,
1 1
f + g > 1.
2 2 p

También será de suma importancia la siguiente desigualdad tomada de [Bartle, 2014, pag. 56].

Teorema 1.5 (Desigualdad de Hölder). Sea f ∈ Lp y g ∈ Lq donde p > 1 y (1/p) + (1/q) = 1.


Entonces f g ∈ L1 y
kf gk1 ≤ kf kp kgkq .

El elemento q es llamado el conjugado de p, y se denota como q = p0 . Es claro que (p0 )0 = p.


Veamos el siguiente ejemplo que será de gran utilidad.
Ejemplo 7. Lp2 (X) ⊆ Lp1 (X) con p1 < p2 si µ(X) < ∞

Demostración. Sea f ∈ Lp2 (X) entonces


Z
|f |p2 dµ < ∞.

Ahora defínamos E = {x ∈ X : |f (x)| < 1} por tanto |f |p1 χE < 1 luego


Z Z
p1
|f | dµ < 1dµ = µ(E) ≤ µ(X) < ∞.
E E

Para x ∈ Ec
|f (x)| ≥ 1.

Es decir
|f (x)|p1 ≤ |f (x)|p2 ,

por consiguiente
|f |p1 χE c ≤ |f |p2 χE c .

Esto es Z Z Z
p1 p2
|f | dµ ≤ |f | dµ ≤ |f |p2 dµ < ∞,
Ec Ec

10
por tanto
Z Z
p1
|f | dµ = |f |p1 dµ
ZX
= |f |p1 dµ
c
ZE∪E Z
p1
= |f | dµ + |f |p1 dµ < ∞
E Ec
luego f ∈ Lp1 (X).

Esta proposición anterior también puede ser demostrada a partir de la desigualdad de Hölder
como sigue.

0 1 1
Demostración. (Usando la desigualdad de Hölder ) Sea f ∈ Lp2 (X) y sea p2 tal que p2 + 0 = 1.
p2
0
−1
Veamos que |f |p2 (p1 −1) ∈ Lβ (X) con β = pp12 −1 > 1. En efecto, como
 
0 p2 − 1 0
p2 (p1 − 1) = p2 (p2 − 1) = p2 ,
p1 − 1
entonces Z Z
0
p2 (p1 −1) β
(|f | ) dµ = |f |p2 dµ < ∞.
0
Por otro lado, como µ(X) < ∞, 1 ∈ Lp (X) para todo 1 ≤ p < ∞. Por tanto 1 ∈ Lβ (X) con
1 1
β + β 0 = 1. Por la desigualdad de Hölder
0
|f |p2 (p1 −1) (1) ∈ L1 (X)

y
Z Z 1/β Z 1/β 0
0 0
p2 (p1 −1) p2 (p1 −1) β β0
(|f | )dµ ≤ (|f | ) dµ 1 dµ
Z 1/β
0
= |f |p2 dµ (µ(X))1/β .
0
Esto es |f |p1 −1 ∈ Lp2 (X). Nuevamente por la desigualdad de Hölder |f |p1 ∈ L1 (X), esto es,
f ∈ Lp1 (X) como queríamos demostrar y además
Z Z
|f |p1 dµ = |f ||f |p1 −1 dµ
Z 1/p02
0
p2 (p1 −1)
≤ kf kp2 |f | dµ
"Z 1/β #1/p02
0
≤ kf kp2 |f |p2 dµ (µ(X))1/β ,

11
0
p2 −1 (p2 −1)(p2 ) p2 1 p2 (p1 −1)
pero β = p1 −1 = p2 (p1 −1) = 0 , es decir β = p2 , por ende
p2 (p1 −1)

Z Z 1/βp02
0 0
|f |p1 dµ ≤ kf kp2 |f |p2 dµ (µ(X))1/β p2
Z  (p1 −1)
p2 0 0
= kf kp2 |f |p2 dµ (µ(X))1/β p2
0 0
= kf kp2 kf kpp12 −1 (µ(X))1/β p2
0 0
= kf kpp12 (µ(X))1/(β p2 ) .

De donde
0 0
kf kp1 ≤ kf kp2 (µ(X))1/β p2 p1

Aunque la primera demostración es más natural, la segunda, a pesar de ser muy técnica, da una
información extra sobre la existencia de una constante real C que cumple

kf kp1 ≤ Ckf kp2

esto implica que la inclusión


i : Lp2 −→ Lp1
1 p2 −1
es continua. Además de esto se conoce explícitamente cual es la constante C ya que 0 = p2 y
p2

p2 −1 (p2 −1)−(p1 −1)


1 β−1 p1 −1 − 1 p1 −1 p2 − p1
0
= = p2 −1 = p2 −1 = .
β β p1 −1 p1 −1
p2 − 1
De este modo    
1 p2 − p1 p2 − 1 1 p2 − p1
0 = =
β 0 p2 p1 p2 − 1 p2 p1 p2 p1
obtenemos que
p2 −p1
C = µ(X) p2 p1 .

Es decir
p2 −p1
kf kp1 ≤ µ(X) p2 p1 kf kp2 .

En el caso de normas en Rn dadas por

n
!1/p
X
kxkp = |xi |p
i=1

12
con 1 ≤ p < ∞, se sabe que

n
!1/p
X
p
lı́m kxkp = lı́m |xi | = sup |xi |
p→∞ p→∞ 1≤i≤n
i=1

para todo x ∈ Rn , donde el resultado del límite es a su vez una norma para Rn . Ésta es llamada
la norma del sup y es denotada por

kxk∞ = sup |xi |.


1≤i≤n

De modo que es natural definir el siguiente espacio como una generalización de Rn con la norma
del sup, el cual esta relacionado con los espacios Lp , que al igual que estos espacios, será de suma
importancia.

Definición. El espacio L∞ = L∞ (X) = L∞ (X, X, µ) consiste de todas las clases µ -equivalente


de funciones de valor real medibles f las cuales están acotadas en casi toda parte sobre X. Es
decir acotadas salvo un conjunto de medida cero.

Si f ∈ L∞ y N ∈ X con µ(N ) = 0 se define

S(N ) = sup{|f (x)| : x ∈


/ N}

y
kf k∞ = ı́nf{S(N ) : N ∈ X, µ(N ) = 0}.

Un elemento de L∞ es llamado función esencialmente acotada y kf k∞ es llamado el supremo


esencial de |f | y se denota también con essup |f |.

Al igual que en Lp , L∞ tiene algunas propiedades, que se enuncian en el siguiente teorema tomado
de [Bartle, 2014, pag. 61 ]

Teorema 1.6. El espacio L∞ tiene las siguientes propiedades:

1. Es un espacio vectorial con las mismas operaciones definidas sobre Lp .

2. k · k∞ es una norma sobre L∞ .

3. (L∞ , k · k∞ ) es completo.

Es decir (L∞ , k · k∞ ) es un espacio de Banach.

13
Para terminar con los espacios Lp con 1 ≤ p ≤ ∞, introduciremos dos teoremas más de suma
importancia. Uno de ellos es El Teorema de Representación de Riesz para Lp tomado de
[Bartle, 2014, pag. 89 ].

Éste teorema se divide en dos partes, que se enuncian a continuación.

Teorema 1.7 (Teorema de Representación de Riesz para L1 ). Si (X, X, µ) es un espacio de


medida σ-finito y G es un funcional lineal acotado sobre L1 (X, X, µ), entonces existe un g ∈
L∞ (X, X, µ) tal que

Z
G(f ) = f g dµ

para todo f ∈ L1 . Más aun, kGk = kgk∞ y g ≥ 0 si G es un funcional lineal positivo.

Teorema 1.8 (Teorema de Representación de Riesz para Lp con 1 < p < ∞). Si (X, X, µ) es un
espacio de medida σ-finito y G es un funcional lineal acotado sobre Lp (X, X, µ), con 1 < p < ∞
entonces existe un g ∈ Lq (X, X, µ) donde p1 + 1q = 1 tal que

Z
G(f ) = f g dµ

para todo f ∈ Lp . Más aun, kGk = kgkq .

El libro [Bartle, 2014] de donde es tomado la primera version del Teorema de Representación de
Riesz no demuestra que kGk = kgk∞ , sino que lo deja como ejercicio. Por ello lo demostraremos
a continuación.
Ejemplo 8. Si se define a G sobre Lp por
Z
G(f ) = f g dµ

con g ∈ L∞ entonces G es un funcional lineal acotado sobre Lp con kGk = kgk∞ .

Demostración. Tenemos por las propiedades de la integral de Lebesgue que G es un funcional


lineal, veamos que es acotado. En efecto, sea f ∈ L1 entonces

14
Z

|G(f )| = f g dµ

Z
≤ |f ||g| dµ
Z
≤ |f |kgk∞ dµ
Z
= kgk∞ |f | dµ

= kf k1 kgk∞ .

Por tanto G es acotado y kGk ≤ kgk∞ . Por otro lado demostramos que
Z
|f ||g| dµ ≤ kf k1 kgk∞ .

Esta es la desigualdad de Hölder en el caso p = 1 y q = ∞. Generalizándola para todo p. Por


último, veamos que kGk ≥ kgk∞ para concluir con la demostración.
Sean c > 1 y Ec = {x ∈ X : |g(x)| ≥ ckGk}. Defínase a Ec+ = {x ∈ X : g(x) ≥ ckGk} y
Ec− = {x ∈ X : −g(x) ≥ ckGk}. Entonces es claro que Ec = Ec+ ∪ Ec− y Ec+ ∩ Ec− = ∅. Por tanto
definamos


+
 1 si x ∈ Ec

fc (x) = −1 si x ∈ Ec−

0 si x ∈/ Ec .

Por consiguiente
Z
G(fc ) = fc g dµ
Z
= fc g dµ
Ec
Z Z
= fc g dµ + fc g dµ
+
Ec−
ZEc Z
= g dµ + g dµ
Ec+ Ec−

≥ ckGkµ(Ec+ ) + ckGkµ(Ec− )
= ckGkµ(Ec ).

Por lo que

G(fc ) ≥ ckGkµ(Ec ). (1.1)

15
Por otro lado tenemos que
G(fc )
≤ kGk,
kfc k1
R R
pero kfc k1 = fc dµ = Ec 1dµ = µ(Ec ). Es decir que

G(fc ) ≤ kGkµ(Ec ).

De lo anterior y de (1.1) obtenemos

ckGkµ(Ec ) ≤ G(fc ) ≤ kGkµ(Ec ).

Como c > 1 la desigualdad anterior es contradictoria, a menos que µ(Ec ) = 0, luego

|g(x)| ≤ ckGk

c.t.p X. Esto implica que


kgk∞ ≤ ckGk

para todo c > 1. Por ende


kGk ≤ kgk∞ .

Para introducir el último teorema que necesitamos sobre los espacios Lp es necesario la siguiente
definición.

Definición. Dada una función f : Ω → R con Ω un abierto de Rn se define a

supp f = {x ∈ Ω : f (x) 6= 0}

como el soporte de f , y se denotan a Cc (Ω) y Cc∞ (Ω) como el conjunto de funciones f : Ω → R


continuas con soporte compacto e infinitamente diferenciables con soporte compacto respectiva-
mente.

A continuación enunciamos el último teorema relacionado con los espacios Lp que es de gran
importancia para los fundamentos de nuestro trabajo, tomados de [Brezis, 2010, pag. 109].

Teorema 1.9 (Teorema de la Densidad). Dado un abierto Ω ⊆ Rn con L la σ- álgebra de Lebesgue


en Rn , la cual es regular y contiene el álgebra (σ- álgebra) de Borel y µ la medida de Lebesgue
(o Borel), entonces para 1 ≤ p < ∞ el conjunto Cc∞ (Ω) es denso en Lp (Ω) = Lp (Ω, L, µ). En
particular Cc (Ω) también es denso en Lp (Ω).

16
Un ejemplo clásico de una función Cc∞ (Rn ) es el siguiente
( 2
e1/(|x| −1) si |x| < 1
ρ(x) =
0 si |x| > 1

Que en el caso n = 1 tiene la siguiente gráfica.

Figura 1.2: gráfica de ρ(x)

Ahora bien, existe un tipo especial de sucesión de funciones Cc∞ (Rn ) llamadas molificadores que
se definen de la siguiente manera.

Definición. Una sucesión de molificadores (ρm )∞ n


m=1 es una sucesión de funciones sobre R tal
que ρm ∈ Cc∞ (Rn ), supp ρm ⊂ B(0, 1/m), ρm dµ = 1 y ρm (x) ≥ 0 para todo x ∈ Rn .
R

Es fácil construir una sucesión de molificadores a partir de una ρ ∈ Cc∞ (Rn ) tal que ρ ⊂ B(0, 1)
y ρ(x) ≥ 0 para todo x ∈ Rn y ρ no idénticamente 0. Por ejemplo si tomamos nuevamente a
( 2
e1/(|x| −1) si |x| < 1
ρ(x) =
0 si |x| > 1

obtenemos una sucesión de molificadores dejando a

ρm = Cmn ρ(mx)
R
con C = 1/ ρdµ. Mostramos los primeros elementos de esta sucesión en la siguiente gráfica en
el caso n = 1.

17
Figura 1.3: gráfica de ρm (x)

Son de importancia estas sucesiones de molificadores porque es a partir de ellas que se puede
construir una sucesión (fm ) de funciones en Cc∞ (Ω) tal que fm → f en Lp (Ω), con f ∈ Lp (Ω) con
1 ≤ p < ∞. Para poder construir esta sucesión debemos definir la siguiente operación.

Definición. Dadas dos funciones f y g definidas sobre Rn . La convolución de f y g se define


como Z
f ∗g = f (x − y)g(y)dy.
Rn

En seguida definimos a gm = χKm f , donde


(
f (x) si x ∈ Ω
f (x) =
0 si x ∈
/Ω

y (Km ) es una sucesión de compactos sobre Rn tal que



[
Km = Ω y dist(Km , Ωc ) ≥ 2/n.
m=1

Por último se define la sucesión deseada como sigue

fm = ρm ∗ gm .

Se puede encontrar en [Brezis, 2010, pag. 109] la demotración de que esta suseción (fm ) así
definida, efectivamente converge a f en Lp . La siguiente gráfica muestra los primeros 3 elementos
de esta sucesión si se toma a Ω = (−1, 1) y
(
0 si x ∈ (−1, 0)
f (x) =
1 si x ∈ [0, 1)

18
Figura 1.4: gráfica de fm (x)

1.3. Espacios de Sobolev

Además de los espacios Lp , también es necesario definir unos subespacios que serán de suma
importancia y mencionaremos algunas de sus propiedades más importantes.

Definición. Sea I = (a, b) un intervalo abierto, no necesariamente acotado. Sea 1 ≤ p ≤ ∞, el


espacio de Sobolev W 1,p = W 1,p (I) es definido como
Z Z
W 1,p (I) = {u ∈ Lp (I) : ∃g ∈ Lp (I) tal que uϕ0 dµ = − gϕdµ, ∀ϕ ∈ Cc1 (I)}.
I I

También defininos a
H 1 (I) = W 1,2 (I)
y para un u ∈ W 1,p (I) denotamos a g = u0 , ésta es llamada la derivada débil de u.

Mostraremos dos ejemplos para familiarizar al lector con este espacio. Con el fin de ver que esta
derivada débil es una generalización de la derivada usual.
Ejemplo 9. Sea u una función de R en R diferenciable en I, con I un intervalo acotado, entonces
u ∈ W 1,p (I) y la derivada usual coincide con la derivada débil.

Demostración. Dado ϕ ∈ Cc1 (I), tenemos por integración por partes que
Z Z
uϕ dx = uϕ|I − u0 ϕdx
0
I I

con u0 la derivada usual de u. Ya que ϕ es de soporte compacto obtenemos que


Z Z
uϕ dx = − u0 ϕdx
0
I I

y como u0 es continua por hipótesis tenemos que u0 ∈ Lp por ende u ∈ W 1,p y su derivada débil
0
es u , la derivada usual.

19
Con este ejemplo mostramos que las funciones derivables, con la derivada usual, están contenidas
en el espacio de Sobolev W 1,p . Veamos que esta contenencia es propia.
Ejemplo 10. Existe una función en W 1,p pero ésta no es derivable en el sentido usual.

Demostración. Considere I = (−1, 1). Veamos que la función u(x) = |x| pertenece a W 1,p (I), para
cualquier 1 ≤ p ≤ ∞. En efecto, Como u(x) ∈ C(I) entonces está acotada, luego u ∈ L∞ (I) ⊆
Lp (I) pues al ser I acotado tiene medida finita. Veamos ahora que u tiene derivada débil.

Sea ϕ ∈ Cc1 (I) entonces por integración por partes y usando que ϕ se anula en la frontera de I
obtenemos que
Z 1 Z 0 Z 1
0 0
|x|ϕ (x)dx = −xϕ (x)dx + xϕ0 (x)dx
−1 −1 0
Z 0 Z 1
=− −ϕ(x)dx − ϕ(x)dx.
−1 0

Por tanto, si definimos a (


−1 si x ∈ (−1, 0)
g(x) =
1 si x ∈ [0, 1)
obtenemos que Z 1 Z 1
0
|x|ϕ (x)dx = − g(x)ϕ(x)dx,
−1 −1

de donde u(x) = |x| pertenece a W 1,p (I), pero esta función no es derivable en I.

Ya tenemos que Lp es un espacios de Banach y, aunque no lo mencionamos, con el Teorema de


Representación de Riez se puede demostrar que Lp con 1 < p < ∞ es reflexivo. Por otro lado
este espacio también es separable para 1 ≤ p < ∞ y la demostración de esto se puede ver en
[Brezis, 2010]. Con el siguiente teorema se tiene que los espacios de Sobolev también tienen estas
propiedades, el cual es tomado de [Brezis, 2010, pag. 203].

Teorema 1.10. El espacio W 1,p equipado con la siguiente norma

kukW 1,p = kukLp + ku0 kLp

es un espacio de Banach para 1 ≤ p ≤ ∞, es reflexivo para 1 < p < ∞, y separable para


1 ≤ p < ∞. Además el espacio H 1 equipado con el siguiente producto interno

(u, v)H 1 = (u, v)L2 + (u0 , v 0 )L2

es un espacio de Hilbert.

20
Ahora, la derivada débil conserva varias propiedades importantes de la derivada usual, como es
de esperarse al ser una generalización de la derivada normal. No es difícil demostrar la linealidad
de la derivada débil. Esto es, para todo u, v ∈ W 1,p y cualquier real α, se tiene que

(u + v)0 = u0 + v 0 y (αu)0 = αu0 .

las demás propiedades se encuentran demostradas en [Brezis, 2010, pag. 205,206,215 y 216] las
cuales enunciaremos a continuación con el siguiente teorema.

Teorema 1.11 (Propiedades de la Derivada Débil). Sea u, v ∈ W 1,p (I) para 1 ≤ p ≤ ∞ y I


acotado o no acotado entonces se tienen las siguientes propiedades:

1. Si u0 = 0 entonces existe una constante C tal que u = C c.t.p I.

2. Primer Teorema Fundamental del Cálculo: Dado g ∈ Lploc (I) si se define para un y0
fijo en I a Z x
w(x) = g(t)dt, x ∈ I
y0

entonces w ∈ C(I) y Z Z
0
wϕ dt = − gϕdt, ∀ϕ ∈ Cc1 (I)
I I

esto es, si g ∈ Lp (I) entonces w tiene derivada débil (w ∈ W 1,p (I)) y w0 = g.

3. Segundo Teorema Fundamental del Cálculo: Existe una única función u ∈ C(I) tal
que
u = u c.t.p I

y Z y
u0 (t)dt = u(y) − u(x)
x
para todo x, y ∈ I

4. Regla del producto: uv ∈ W 1,p y

(uv)0 = u0 v + uv 0 ,

además se tiene la fórmula de integración por partes


Z y Z y
0 y
u vdt = uv|x − uv 0 dt
x x

para todo x, y ∈ I.

21
5. Regla de la cadena: Sea G ∈ C 1 (I) tal que G(0) = 0 entonces G ◦ u ∈ W 1,p y

(G ◦ u)0 = (G0 ◦ u)u0 .

Como W 1,p (I) ⊆ Lp (I) y Lp (I) es un conjunto de clases de equivalencia donde u = v en Lp (I)
si y solo si u = v c.t.p I, entonces en el Segundo Teorema Fundamental del Cálculo tendremos
que u = u en Lp (I). Es decir, son indistinguibles en este espacio. Por otro lado, por este teorema
tenemos que u es continuo, entonces cada u ∈ W 1,p tiene un representante continuo, el cual es
indistinguible de u; y más aun si u0 ∈ C(I) entonces u ∈ C 1 (I) y por tanto u ∈ C 1 (I), por ser
indistinguibles.

Con todo lo mostrado anteriormente podemos decir que la derivada débil es, en efecto, una ger-
neralización de la derivada usual o fuerte. Sin embargo, no hemos hablado de qué propiedades
tiene el espacio de Banach W 1,p . Para empezar demos el siguiente resultado, éste es un importante
prototipo de la desigualdad de Sobolev. El cual es tomado de [Brezis, 2010, pag. 212].

Teorema 1.12. Sea I un intervalo no necesariamente acotado entonces existe una constante C
tal que para todo 1 ≤ p ≤ ∞ y para todo u ∈ W 1,p (I) se tiene que

kukL∞ (I) ≤ CkukW 1,p (I) .

En otras palabras, la inclusión i : W 1,p (I) −→ L∞ (I) es continua. Además, si I es acotado


entonces las inclusiones

i : W 1,p (I) −→ C(I) y i : W 1,1 (I) −→ Lq (I)

son compactas para todo 1 < p ≤ ∞ y 1 ≤ q < ∞.

Ahora daremos algunos ejemplos. Con el fin de presentrar una información extra de este importante
teorema, además de algunas aplicaciones.

Por la desigualdad de Sobolev tenemos que i : W 1,p (I) −→ C(I) es compacta para 1 < p ≤ ∞. Es
natural preguntarnos si el teorema es cierto para el caso p = 1. La respuesta es no. Para mostrar
esto, es decir, que i : W 1,1 (I) −→ C(I) no es compacta, se da el siguiente ejemplo.
Ejemplo 11. Sea I = [0, 1] entonces la sucesión


 0 si x ∈ [0, 12 ]
un (x) = nx − n2 si x ∈ ( 12 , 12 + n1 )

1 si x ∈ [ 12 + n1 , 1]

es una sucesión acotada de W 1,1 (I) y no admite subsucesiones convergentes en L∞ (I).

22
Demostración. Veamos e primer lugar que un ∈ W 1,1 (I) para todo n ∈ N. Sea ϕ ∈ Cc1 (I) entonces
Z Z 1/2+1/n Z 1
0 0
un ϕ = n(x − 1/2)ϕ (x)dx + ϕ0 (x)dx
I 1/2 1/2+1/n
Z 1/2+1/n
1/2+1/n
= n(x − 1/2)ϕ(x)|1/2 − nϕ(x)dx + ϕ(x)|11/2+1/n
1/2
Z 1/2+1/n
=− nϕ(x)dx.
1/2

Por tanto si se define 


1
 0 si x ∈ [0, 2 ]

gn (x) = n si x ∈ ( 21 , 12 + n1 )

0 si x ∈ [ 12 + n1 , 1]

queda que Z Z
0
un ϕ = − gn ϕ.
I I
Por ende un ∈ W 1,1 (I) para todo n ∈ N y u0n = gn . Ahora veamos que (un ) es acotada en W 1,1 (I).
En efecto,

kun kW 1,1 (I) = kun kL1 (I) + ku0n kL1 (I)


Z 1 Z 1
= un (x)dx + u0n (x)dx
0 0
Z 1/2+1/n Z 1 Z 1/2+1/n
= n(x − 1/2)dx + 1dx + ndx
1/2 1/2+1/n 1/2

= (1/2n) + (1 − (1/2 + 1/n)) + n(1/n)


= 1/2n + 1/2 − 1/n + 1
= 3/2 − 1/2n
≤ 3/2.

Por último veamos que (un ) no admite subsucesiones convergentes en L∞ (I). En efecto, sea m > n,
entonces
 m n  n
kun − um k∞ = sup mx − − nx + + sup 1 − nx +
x∈( 21 , 12 + m
1
) 2 2 x∈[ 12 + m
1 1
,2+n 1
) 2
 
1  n
= sup (m − n)x − (m − n) + sup 1 − nx +
x∈( 12 , 12 + m
1
) 2 1 1
x∈[ 21 + m ,2+n 1
) 2
   
1 1 1 1 1 n
= (m − n) + − (m − n) + 1 − n + +
2 m 2 2 m 2
1 n n n n
= (m − n) + 1 − − + =2−2 .
m 2 m 2 m

23
Ahora, supongamos que existe una subsucesión (unk ) de (un ) convergente en L∞ (I) y por tanto
de Cauchy. Luego, existe K0 ∈ N tal que si k, l ≥ K0 entonces
1
kunk − unl k∞ < .
2
Pero, si tomamos k ≥ K0 y l ∈ N tal que nl ≥ 2nk , tenemos que
nk
kunk − unl k∞ = 2 − 2
nl
2nk
≥2−
2nk
= 1,

lo cual es una contradicción. Por tanto se concluye que (un ) no admite subsucesiones convergentes
en L∞ (I), es decir, i : W 1,1 (I) −→ L∞ (I) no es compacta.

Se tiene inmediatamente por el ejemplo anterior que i : W 1,1 (I) −→ C(I) no es compacta. Ahora,
aunque ya mostramos que una sucesión (un ) en W 1,1 (I) acotada no necesariamente tiene una
subsucesión convergente en L∞ (I), que es equivalente a tener una subsucesión uniformemente
convergente c.t.p I, pero se puede demostrar que (un ) siempre tendrá una subsucesión (unk ) que
converge puntualmente c.t.p I. Demostramos esto en el siguiente ejemplo.
Ejemplo 12. Sea (un ) en W 1,p (I) con I acotado, si (un ) es acotada entonces existe una subsucesión
(unk ) de (un ) tal que converge puntualmente c.t.p I.

Demostración. Sea (un ) en W 1,p (I) acotada. Por la desigualdad de Sobolev tenemos que i :
W 1,1 (I) −→ L1 (I) es compacta, por ende existe una subsucesión (unk ) de (un ) tal que unk → u
en L1 (I) para algún u ∈ L1 (I). Ahora, no es dificíl demostrar que si una sucesión (fn ) en Lp (X)
converge a una función f en Lp (X) entonces fn → f en medida. Una demostración de esto se
puede encontrar en [Bartle, 2014, pag. 69].

Por tanto unk → u en medida y una de las propiedades de la convergencia en medida, tomada de
[Bartle, 2014, pag. 69,70], nos dice que dada una sucesión (fn ) de un espacio de medida X y si
fn → f en medida entonces existe una subsucesión (fnk ) de (fn ) tal que fnk → f puntualmente
c.t.p X. En conclusión, existe una subsucesión (unkl ) de (unk ) y por ende de (un ), tal que unkl → u
puntualmente c.t.p I.

Como dato curioso, para demostrar el teorema anterior pudimos tomar sin perdida de generalidad
que un es monótona creciente, como ilustra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 13. Si asumimos la siguiente afirmación como verdadera

24
Si (un ) en W 1,p (I) es acotada y un es monótonamente creciente para todo n ∈ N entonces
existe una subsucesión (unk ) de (un ) tal que unk → u puntualmente c.t.p I, para alguna
función u.

Entonces la afirmación es cierta para toda (un ) en W 1,p (I) acotada.

Rx
Demostración. Sea (un ) en W 1,1 (I) acotada y definamos a vn (x) = 0 |u0n (t)|dt. Como |u0n (t)| ≥ 0
Ry Rx
entonces si y ≤ x implica que 0 |u0n (t)|dt ≤ 0 |u0n (t)|dt por tanto vn (x) es monótonamente
creciente para todo n ∈ N.

Definamos a wn (x) = vn (x) − un (x) y ya que


Z x
u(x) − u(0) = u0n (t)dt
0

entonces Z x Z x
wn (x) = |u0n (t)|dt − u(0) − u0n (t)dt.
0 0
Es decir, Z x
wn (x) + u(0) = |u0n (t)| − u0n (t)dt.
0
Y como fn (t) = |u0n (t)| − u0n (t) ≥ 0 para todo t ∈ I, si y ≤ x, entonces
Z y Z x
fn (t)dt ≤ fn (t)dt.
0 0

Esto es,
Z y
wn (y) + u(0) = fn (t)dt
Z0 x
≤ fn (t)dt
0
= wn (x) + u(0).

Es decir, wn (y) ≤ wn (x) siempre que y ≤ x, luego wn (x) es monótonamente creciente para todo
n ∈ N.

Ahora, por hipótesis existe una subsucesión (v(1,n) ) de (vn ) convergente puntualmente en c.t.p I
a una función v y como wn es monótonamente creciente para todo n entonces w(1,n) es monótona-
mente creciente para todo (1, n) ∈ N. Así, existe una subsucesión (w(2,n) ) de (w(1,n) ) convergente
puntualmente c.t.p I a una función w. Como toda subsucesión de una sucesión convergente es
convergente y converge al mismo límite, se obtiene que la subsucesión (v(2,n) ) de (v(1,n) ) converge
puntualmente c.t.p I a v.

25
En resumen, tenemos que v(2,n) (x) → v(x) y w(2,n) (x) → w(x) para todo x ∈ I − N con N un
conjunto de medida 0, luego

u(2,n) (x) = v(2,n) (x) − w(2,n) (x) → v(x) − w(x).

Es decir (un ) tiene una subsucesión convergente puntualmente en c.t.p I.

Se deja como ejercicio dar una demostración del teorema tomando, sin perdida de generalidad,
que un es monótonamente creciente. Obteniendo así una demostración que no utilice tanta teoría
de la medida, como la que se dio en el ejemplo 12.
Por la desigualdad de Sobolev tenemos que i : W 1,p (I) −→ L∞ (I) es continua, es natural pregun-
tarnos ¿es compacta? La repuesta es no, como ilustra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 14. Sea una función ϕ ∈ Cc∞ (R), con ϕ 6= 0, y sea un (x) = ϕ(x + n) entonces (un )
es acotada en W 1,p (R) con 1 ≤ p ≤ ∞ y no admite subsucesiones convergentes en Lq (R) con
1 ≤ q ≤ ∞.

Demostración. Puesto que ϕ ∈ Cc∞ (R) implica que ϕ ∈ Lq (R). Veamos que ϕ0 ∈ Lq (R). En efecto,
como ϕ = 0 sobre K c , con K un compacto, entonces ϕ0 = 0 sobre K c . Por tanto ϕ0 ∈ Cc∞ (R) así
ϕ0 ∈ Lq (R). Por consiguiente ϕ ∈ W 1,q (R) para todo 1 ≤ q ≤ ∞. De donde kϕkW 1,q < ∞.
Ahora un ∈ Cc∞ (R) ⊆ W 1,q (R) para todo n ∈ N, pues un es sólo una traslación de ϕ. Por otro
lado
Z ∞ 1/q
kun kq = |ϕ(x + n)|q dx
−∞
Z ∞ 1/q
q
= |ϕ(v)| dv
−∞

= kϕkq .

Como u0n (x) = ϕ0 (x + n) obtenemos análogamente que ku0n kq = kϕ0 kq . Así

kun kW 1,q = kϕkW 1,q < ∞,

por tanto (un ) es una sucesión acotada en W 1,q (R) para todo 1 ≤ q ≤ ∞. Veamos ahora que (un )
no admite subsucesiones convergentes en Lq (R). En efecto,
Z ∞
kun − um kqq = |ϕ(x + n) − ϕ(x + m)|q dx
Z−∞

= |ϕ(x) − ϕ(x + (m − n))|q dx
−∞
Z
= |ϕ(x) − ϕ(x + (m − n))|q dx,
K∪Km−n

26
con K = supp ϕ y Kn = supp un para todo n ∈ N. Debemos tener que Kn = K + {−n}, como
ilustra la Figura 1.5, pues un es sólo una trasalación de ϕ.

Figura 1.5: Comparación de ϕ(x) con un (x)

Por otra parte mostremos que para n suficientemente grande Kn ∩K = ∅.Como K es un compacto,
existe I = [a, b] tal que K ⊆ I y por propiedad arquimediana existe N ∈ N tal que

b − a < N.

Luego, si x ∈ K y x ∈ KN entonces x = y − N con y ∈ K, así y − x = N , pero como x, y ∈ K ⊆ I


entonces N = y − x ≤ b − a, lo cual es una contradicción. Por tanto si tomamos n, m tal que
m − n ≥ N tenemos que
K ∩ Km−n = ∅,

de esta manera
Z Z
kun − um kqq = |ϕ(x) − ϕ(x + (m − n))| dx + q
|ϕ(x) − ϕ(x + (m − n))|q dx
K Km−n
Z Z
= |ϕ(x)|q dx + |ϕ(x + (m − n))|q dx
K Km−n

= kϕkqq + kum−n kqq


= 2kϕkqq .

Es decir, para todo n ∈ N y para todo m ∈ N tal que m ≥ N + n se tiene que

kun − um kq = 21/q kϕkq .

Por tanto (un ) no admite subsucesiones convergentes en Lq (R) con 1 ≤ q < ∞. Para el caso
q = ∞ la demostración es análoga.

Dado un intervalo I por el Teorema 1.9, o Teorema de la Densidad, tenemos que Cc∞ (I) es denso
en Lp (I) con 1 ≤ p < ∞. Es natural preguntarnos si ocurre lo mismo en los espacios W 1,p , es

27
decir, ¿La clausura de Cc∞ (I), con la topología inducida por la norma de W 1,p , es igual al espacio
de Sobolev? La respuesta es no. Sin embargo existe un resultado más debíl en estos espacios, éste
se muestra a continuación y es tomado de [Brezis, 2010, pag. 211].

Teorema 1.13 (Teorema de la Densidad para W 1,p ). Sea u ∈ W 1,p (I) con 1 ≤ p < ∞. Entonces
existe una sucesión (un ) en Cc∞ (R) tal que un |I → u en W 1,p (I).

Como ya mencionamos, en general no existe una sucesión (un ) en Cc∞ tal que un → u en W 1,p (I),
como si ocurre en Lp (I). Más aun, el conjunto Cck (I) tampoco es denso en W 1,p (I) para todo
k ∈ N. En particular, Cc1 (I) no es denso, pero su clausura sí es un espacio importante, por ello lo
mencionamos a continuación.

Definición. Dado 1 ≤ p < ∞, se denota a W01,p (I) por la clausura de Cc1 (I) en W 1,p (I) y además
se define
H01 (I) = W01,2 (I).
El espacio W01,p (I) es equipado con la norma de W 1,p (I).

Ya que Cc1 (I) es un subespacio vectorial de W 1,p (I) obtenemos que W01,p (I) es un subespacio
normado de W 1,p (I) y como es cerrado, por definición, entonces W01,p (I) es completo. Por tanto
W01,p (I) es un espacio de Banach para 1 ≤ p ≤ ∞.
Ahora como todo subconjunto de un espacio separable es a su vez separable, queda que W01,p (I)
es un espacio separable para 1 ≤ p < ∞ y de igual manera todo subespacio de un espacio reflexivo
es reflexivo, implica que W01,p (I) es un espacio reflexivo para 1 < p < ∞.
Existe una importante propiedad de este espacio que además de ser muy útil, con toda la teoría
anteriormente expuesta, su demostración no resulta larga y por esto enunciaremos este resultado
a continuación con su respectiva demostración.

Teorema 1.14 (Desigualdad de Poincaré). Sea I un intervalo acotado. Entonces existe una cons-
tante C tal que
kukW 1,p (I) ≤ Cku0 kLp (I)
para todo u ∈ W01,p (I), con 1 ≤ p ≤ ∞. En otras palabras, si sobre W01,p (I) se define la siguiente
norma
kuk = ku0 kLp (I) ,
ésta es equivalente a la norma de W 1,p .

Demostración. Sea u ∈ W01,p (I) con I = (a, b) y sea (un ) en Cc1 (I) tal que un → u en W 1,p (I). Por
la desigualdad de Sobolev se tiene que un → u en L∞ (I), por consiguiente un → u uniformemente
en I (al menos en casi toda parte).

28
Como un ∈ Cc1 (I) implica que un = 0 sobre ∂I, entonces u = 0 sobre ∂I, por tanto u(a) = 0, de
donde

x
Z
u (t)dt ≤ ku0 kL1 (I) ,
0

|u(x)| = |u(x) − u(a)| =
a
esto es,

kukL∞ (I) ≤ ku0 kL1 (I) . (1.2)

Como ya demostramos, cuando la medida del espacio es finita, la inclusión

i : Lp2 (X) −→ Lp1 (X)

es continua con p1 ≤ p2 . En particular

i : Lp (I) −→ L1 (I) y i : L∞ (I) −→ Lp (I)

son continuas para todo 1 ≤ p ≤ ∞. Por tanto existen constantes C1 y C2 tal que

ku0 kL1 (I) ≤ C1 ku0 kLp (I) (1.3)

kukLp (I) ≤ C2 kukL∞ (I) . (1.4)

De (1.2) y (1.3) se tiene que


kukL∞ (I) ≤ C1 ku0 kLp (I)

y junto con (1.4) se obtiene que

kukLp (I) ≤ C1 C2 ku0 kLp (I) .

De modo que

kukW 1,p (I) = kukLp (I) + ku0 kLp (I)


≤ C1 C2 ku0 kLp (I) + ku0 kLp (I)
= Cku0 kLp (I) .

Con C = C1 C2 + 1.

A partir de la anterior demostración obtenemos el siguiente resultado.

29
Corolario 1.1 (Desigualdad de Poincaré-Wirtinger). Sea I un intervalo acotado y sea 1 ≤ p ≤ ∞,
entonces existe una constante C tal que para todo u ∈ W 1,p (I)

ku − uI kW 1,p (I) ≤ Cku0 kLp (I)

con uI una constante definida por


Z
1
uI = u(t)dt.
µ(I) I

Demostración. Definamos a I = (a, b) entonces


Z b
1
uI = u(t)dt
b−a a

y como u ∈ W 1,p (I) entonces existe u ∈ C(I), tal que u = u c.t.p I. Por tanto, sin perdida de
generalidad supongamos que u = u, es decir u ∈ C(I) y definamos
Z b
w(x) = u(t)dt.
a

Luego, por el Teorema Fundamental de Cálculo (clásico), w es diferenciable en el sentido usual


en I y w0 = u. Así por el teorema de valor medio, existe c ∈ I tal que

w(b) − w(a)
= w0 (c).
b−a
Es decir, Z b 
1
uI = u(t)dt = u(c),
b−a a
por tanto
x
Z
0
u (t)dt ≤ ku0 kL1 (I)

|u(x) − uI | = |u(x) − u(c)| =
c
esto es,
ku − uI kL∞ (I) ≤ ku0 kL1 (I) .

Y usando que la inclusión


i : Lp2 (X) −→ Lp1 (X)

es acotada con p1 ≤ p2 , como se uso en la demostración anterior, se obtiene que existe una
constante C tal que
ku − uI kW 1,p (I) ≤ Cku0 kLp (I) .

30
Ahora note que para demostrar la desigualdad anterior sólo necesitamos el hecho de que uI = u(c)
para algún c ∈ I. A partir de esto obtenemos el siguiente corolario.

Corolario 1.2. Sea I un intervalo acotado y sea 1 ≤ p ≤ ∞, entonces existe una constante C tal
que para todo c ∈ I y para todo u ∈ W 1,p (I)

ku − u(c)kW 1,p (I) ≤ Cku0 kLp (I) .

Ahora mostraremos los siguientes ejemplos, para ilustrar al lector de algunas propiedades más de
estos espacios y familiarizarlo un poco más de cómo se trabaja en esta teoría.
Ejemplo 15 (Desigualdad de Sobolev-Gagliardo-Nirenberg para L∞ ). Sean I = (0, 1), 1 ≤ q < ∞
y 1 < r ≤ ∞ entonces existe una constante C = C(q, r) tal que

kukL∞ (I) ≤ CkukaW 1,r (I) kuk1−a


Lq (I)

para todo u ∈ W 1,r (I), donde 0 < a < 1 es definido por


 
1 1 1
a +1− = .
q r q

Demostración. Para empezar definamos de una forma más clara a a. Ya que 1 ≤ q < ∞ y
1 < r ≤ ∞ entonces 0 < 1q ≤ 1 y 0 ≤ 1r < 1 y por tanto 0 ≤ 1q < 1q + 1 − 1r , luego
 
1 1
1<q +1− .
q r
 
Por consiguiente si definimos a α = q 1q + 1 − 1r tendremos que existe α−1 y 0 < α−1 < 1 y
definimos a := α−1 .

En primer lugar veamos que se cumple la desigualdad para el caso u(0) = 0. Definamos G(t) =
|t|α−1 t entonces
G(u(x)) = |u(x)|α−1 u(x).

No es dificíl demostrar que G es diferenciable y

G0 (t) = α|t|α−1 .

Como G(u(0)) = G(0) = 0 obtenemos


Z x
G(u(x)) = G0 (u(t))u0 (t)dt
Z0 x
= α|u(t)|α−1 u0 (t)dt.
0

31
Por ende
Z x
α α−1 0

|u(x)| =
α|u(t)| u (t)dt
Z0
≤ α|u(t)|α−1 |u0 (t)|dt.
I

Entonces por la desigualdad de Hölder aplicado a r queda que


Z 1/r0 Z 1/r
α (α−1)r0 0 r
|u(x)| ≤ α |u| |u | (1.5)
I I

con r0 el conjugado de r. Por otro lado


 
0 1
(α − 1)r = (α − 1) 1 −
r
 q   1

= 1+q− −1 1−
r r
 2
1
=q 1−
r
< q.

Luego, por el ejemplo 7, tenemos que


1
− 1q
kuk(α−1)r0 ≤ µ(I) (α−1)r0 kukq = kukq .

Esto es,
Z 1/r0
(α−1)r0
|u| ≤ kukα−1
q . (1.6)
I

De (1.5) y (1.6) se obtiene que

|u(x)|α ≤ αkukα−1
q ku0 kr
≤ αkukα−1
q kukW 1,r .

Es decir,
1/α
kuk∞ ≤ (α)1/α kuk(α−1)/(α)
q kukW 1,r
= (1/a)a kukq1−a kukaW 1,r .

Ahora veamos que la desigualdad se cumple en el caso general. Sea u ∈ W 1,r (I) y sea ϕ ∈ C 1 (I)
con ϕ(0) = 0. Entonces para v = uϕ, tenemos que v ∈ W 1,r (I) y v(0) = 0, luego por el caso
anterior

kvk∞ ≤ Ckvk1−a
q kvkar (1.7)

32
con C = (1/a)a . Por otra parte, para g ∈ Lp (I) con 1 ≤ p ≤ ∞ y f ∈ C(I) se tiene que
Z
|f |p |g|p ≤ kg p k1 kf p k∞

= kgkpp kf p k∞

y por tanto
kf gkp ≤ kgkp kf p k1/p
∞ .

Como f es continua en I implica que

kf k∞ = sup |f (x)|
x∈I

y por propiedades del sup tenemos que


 p
p
kf k∞ = sup |f (x)| = sup |f (x)| = kf kp∞ .
p
x∈I x∈I

Se concluye que para todo f ∈ C(I) y para todo g ∈ Lp (I) con 1 ≤ p ≤ ∞ se cumple que

kf gkp ≤ kgkp kf k∞ .

Luego obtenemos que


kvk1−a
q = kϕukq1−a ≤ kϕk1−a 1−a
∞ kukq

kvkaw1,r = kϕukaw1,r
= (kϕukr + kϕ0 u + ϕu0 kr )a
≤ (kϕk∞ kukr + kϕ0 k∞ kukr + kϕk∞ ku0 kr )a
= ([kϕk∞ + kϕ0 k∞ ]kukr + kϕk∞ ku0 kr )a
≤ (kϕk∞ + kϕ0 k∞ )a (kukr + ku0 kr )a
= kϕkaW 1,∞ kukaW 1,r .

Es decir, para todo ϕ ∈ C 1 (I) con ϕ(0) = 0 tenemos

Ckvkaw1,r kvk1−a ≤ CkϕkaW 1,∞ kϕk∞


1−a
kukaW 1,r kuk1−a
 
q q . (1.8)

Supongamos ahora que para todo ϕ ∈ C 1 (I) con ϕ(0) = 0 y para todo b > 0 existe un u0 ∈ W 1,r (I)
tal que
ku0 k∞ > bkϕu0 k∞ ,

33
pero esto ocurre sólo si kϕu0 k∞ = 0 para todo ϕ ∈ C 1 (I) con ϕ(0) = 0, luego ϕu0 = 0 c.t.p I.
6 0 c.t.p I, pues si suponemos lo contrario entonces
Pero u0 (x) =

0 = ku0 k∞ > bkϕu0 k∞ ≥ 0

y esto es una contradicción, por ende ϕ = 0 c.t.p I. Además como ϕ ∈ C 1 (I) implica que ϕ = 0,
lo cual es una contradicción ya que ϕ era arbitrario. Por tanto existe almenos un ϕ0 6= 0 ∈ C 1 (I)
con ϕ0 (0) = 0 y existe un b0 > 0 tal que para todo u ∈ W 1,r (I) tenemos que

kuk∞ ≤ b0 kϕ0 uk∞ . (1.9)

De (1.7), (1.8) y (1.9) obtenemos que

kuk∞ ≤ b0 kϕ0 uk∞


≤ b0 Ckϕ0 ukaw1,r kϕ0 uk1−a
q

≤ [b0 Ckϕ0 kaW 1,∞ kϕ0 k∞


1−a
]kukaW 1,r kuk1−a
q ,

es decir,
kuk∞ ≤ C0 kukaW 1,r kukq1−a

con C0 = b0 Ckϕ0 kaW 1,∞ kϕ0 k1−a


∞ .

Ejemplo 16 (Desigualdad de Sobolev-Gagliardo-Nirenberg para Lp ). Sean I = (0, 1), 1 ≤ q < p <


∞ y 1 ≤ r ≤ ∞ entonces existe una constante C = C(p, q, r) tal que

kukLp (I) ≤ CkukbW 1,r (I) kuk1−b


Lq (I)

para todo u ∈ W 1,r (I), donde 0 < b < 1 es definido por


 
1 1 1 1
b +1− = − .
q r q p

Demostración. Al igual que en la demostración anterior, definamos de una forma más clara a b.
Tenemos por el ejemplo anterior que
 
1 1
1<q +1−
q r
y como q < p entonces 0 < p − q < p y así
p
1< ,
p−q
luego  
pq 1 1
1< +1− .
p−q q r

34
 
pq 1 1 −1 con 0 < β −1 < 1,
Por consiguiente si definimos a β = p−q q + 1 − r tendremos que existe β
por lo que definimos a b := β −1 . Por otro lado
Z
kukp = |u|q |u|p−q dt
p
I
≤ kuq k1 kup−q k∞
= kukqq kuk∞
p−q

por otro lado, por el ejemplo anterior tenemos que existe una constante C tal que
a(p−q)
kukp−q
∞ ≤C
p−q
kukW 1,r kukq(1−a)(p−q)
 
con a = 1/α y α = q 1q + 1 − 1r . Luego
a(p−q)
kukpp ≤ C p−q kukW 1,r kuk(1−a)(p−q)+q
q . (1.10)
p p
Ahora note que β = p−q α, es decir, a = p−q b, por tanto

a(p − q) = pb (1.11)

(1 − a)(p − q) + q = (p − q − (p − q)a) + a
= (p − q − pb) + q
= p − pb.

Es decir,

(1 − a)(p − q) + q = p(1 − b). (1.12)

De (1.10), (1.11) y (1.12) obtenemos que

kukpp ≤ C p−q kukpb


W 1,r
kukp(1−b)
q ,

esto es,
p−q
kukp ≤ C p kukb−
W 1,r
kuk(1−b)
q .

Ejemplo 17. (Desigualdad de Sobolev-Gagliardo-Nirenberg caso especial) Sean I = (0, 1), 1 ≤ q <
p ≤ ∞ y 1 ≤ r ≤ ∞ entonces existe una constante C = C(p, q, r) tal que

kukLp (I) ≤ Cku0 kbLr (I) kuk1−b


Lq (I)

para todo u ∈ W 1,r (I) con


R
I u = 0, donde b = 1/β y
 
pq 1 1
β= +1−
p−q q r

35
Demostración. Por la desigualdad de Sobolev-Gagliardo-Nirenberg tenemos que existe una cons-
tante C1 tal que

kukLp (I) ≤ C1 kukbW 1,r (I) kuk1−b


Lq (I) (1.13)

y por la desigualdad de Poincaré-Wirtinger, existe una constante C2 tal que

ku − uI kW 1,r (I) ≤ C2 ku0 kLr (I)

1
R
con uI = µ(I) I u(t)dt. Por hipótesis obtenemos que uI = 0 y por ende

kukW 1,r (I) ≤ C2 ku0 kLr (I) .

Reemplazando en (1.13) queda que

kukLp (I) ≤ C1 C2 ku0 kbLr (I) kukL


1−b
q (I) .

Necesitaremos algunas propiedades del dual de W 1,p , pero antes de poder enunciar algunas pro-
piedades de este espacio tenemos que trabajar el dual de un espacio de Hilbert. Para empezar
necesitaremos del siguiente teorema tomado de [Brezis, 2010, pag. 135].

Teorema 1.15 (Teorema de Representación de Riesz-Fréchet). Sea (H, (, )) un espacio de Hilbert


y sea k · k su correspondiente norma asociada a su producto interno. Dado ϕ ∈ H ∗ existe un único
v ∈ H tal que
ϕ(u) = (v, u)

para todo u ∈ Hy además


kvk = kϕkH ∗ .

De este teorema se desprenden dos resultados. Por un lado, todo funcional lineal continuo de ϕ
de H se comporta como un producto interno pues si identificamos a ϕ con v obtenemos, con un
abuso de la notación,
ϕ(u) = (ϕ, u).

Esto inspira a la notación de que todo funcional lineal ϕ evaluado en u, se escribe

hϕ, ui.

Haciendo la alusión de que evaluar un elemento en el funcional es prácticamente el producto


interno de dos elementos de H, podemos reescribir el teorema de la siguiente manera:

36
Sea (H, (, )) un espacio de Hilbert y sea k·k su correspondiente norma asociada a su producto
interno. Dado ϕ ∈ H ∗ existe un único v ∈ H tal que

hϕ, ui = (v, u)

para todo u ∈ H y además


kvk = kϕkH ∗ .

Así es como muchas veces se encuentra en la literatura.

Por otro lado, a partir de este teorema se puede probar fácilmente que H es isométrico H ∗ , donde
diremos que dos espacios normados son isométricos o isomorfos si existe una aplicación lineal
biyectiva isométrica entre ellos, la cual en este caso será

IH : H −→ H ∗
v 7→ ϕ,

con ϕ(u) = (u, v) para todo u ∈ H. A esta aplicación lineal biyectiva isométrica la llamamos la
isométria canónica de H en H ∗ . Por lo tanto es legítimo identificar a H con H ∗ , es decir

H ' H ∗.

Usualmente se hace esto, pero no siempre. Ahora una situación típica que manejaremos adelante,
donde tenemos que tener cuidado con esta identificación, es la siguiente:

Sea H = (H, (, )) un espacio de Hilbert y sea k · k1 su correspondiente norma asociada a su


producto interno. Asumamos que V ⊂ H es un subespacio vectorial denso en H. Supongamo
además que V tiene su propia norma k · k2 , con la cual V es un espacio de Banach. Por último
supongamos que la inclusión i : (V, k · k2 ) → (H, k · k1 ) es continua. Con la teoría que llevamos
hasta aquí tenemos varios ejemplos de esta situación. Por ejemplo.

H = L2 (X) y V = Lp (X) con p > 2 y X un espacio de medida con medida finita.

H = L2 (Ω) y V = C(Ω) con la k · k∞ y Ω ⊆ Rn medible y acotado.

H = L2 (I) y V = W 1,2 (I), con I un intervalo.

No es dificíl demostrar que estos ejemplos cumplen todas las hipótesis anteriormente dichas.

Ahora definimos la siguiente función

T : H ∗ −→ V ∗
ϕ 7→ ϕ|V ,

37
con V ∗ el dual de V asociado a la norma k · k2 y ϕ|V la restricción de ϕ sobre V . Es decir, para
todo v ∈ V
T (ϕ)[v] = ϕ(v),

o con la notación anteriormente mencionada

hT (ϕ), vi = hϕ, vi.

A T se le llama el mapeo canónico de H ∗ en V ∗ y tiene las siguientes propiedades.

Proposición 1.3. Sean H y V como se definieron anteriormente y T el mapeo canónico de H ∗


en V ∗ entonces

1. T es una aplicación lineal continua y más aun para toda constante C tal que kvk1 ≤ Ckvk2
para todo v ∈ V , se cumple que

kT ϕkV ∗ ≤ CkϕkH ∗

para todo ϕ ∈ H ∗ .

2. T es inyectiva.

3. R(T ) es denso en V ∗ si V es reflexivo.

Demostración. En primer lugar veamos que T esta bien definida, para esto basta ver que T ϕ =
ϕ|V ∈ V ∗ para todo ϕ ∈ H ∗ . En efecto, sea v ∈ V y ϕ ∈ H ∗ , como i : (V, k · k2 ) → (H, k · k1 ) es
continua existe C > 0 tal que
kvk1 ≤ Ckvk2

para todo v ∈ V , entonces

|(T ϕ)[v]| = |ϕ(v)| ≤ kϕkH ∗ kvk1 ≤ CkϕkH ∗ kvk2 . (1.14)

Así T ϕ es acotada en (V, k·k2 ) y como es lineal, puesto que es la restricción de una transformación
lineal, queda que T ϕ ∈ V ∗ . Veamos que T es una aplicación lineal continua. Es lineal pues para
todo ϕ1 , ϕ2 ∈ H ∗ y α ∈ R

T (αϕ1 + ϕ2 ) = (αϕ1 + ϕ2 )|V = αϕ1 |V + ϕ2 |V = αT (ϕ1 ) + T (ϕ1 ),

y de (1.14) tenemos que


|(T ϕ)[v]|
≤ CkϕkH ∗
kvk2

38
para todo v ∈ V − {0}. Luego

|(T ϕ)[v]|
kT ϕkV ∗ = sup ≤ CkϕkH ∗ .
v∈V −{0} kvk2

Por tanto T es una aplicación lineal continua. Veamos que es inyectiva. Para esto recordemos que
(V, k · k2 ) es un espacio de Banach con su respectivo espacio dual V ∗ asociado a la k · k2 . Pero a
su vez (V, k · k1 ) es un subespacio normado denso en (H, k · k1 ) y por tanto podemos hablar de su
espacio dual asociado a la norma k · k1 que notaremos por V 0 . Este es un espacio de Banach con
la norma k · kV 0 . Ahora, sean ϕ1 , ϕ2 ∈ H ∗ tal que T (ϕ1 ) = T (ϕ2 ) = Φ, esto es,

ϕ1 |V = ϕ2 |V = Φ.

Tenemos que Φ ∈ V 0 y por lo anterior ϕ1 : H → R y ϕ2 : H → R son dos extensiones de Φ


con ϕ1 , ϕ2 operadores lineales acotados, pero por la Proposición 1.1 Φ tiene una única extención
Φ : V = H → R, con Φ un operador lineal acotado. Por tanto

ϕ1 = ϕ2 = Φ.

Es decir, T es inyectiva. Por último veamos que es densa. Para ver que R(T ) es densa en V ∗ basta
ver que para todo funcional lineal continuo sobre V ∗ que se anula en R(T ), tiene que anularse en
todo V ∗ [Brezis, 2010, pag. 8].

Sea g0 ∈ V ∗∗ tal que g0 (Φ) = 0 para todo Φ ∈ R(T ), como V ∗ es reflexivo entonces la inmersion
canonica de V en V ∗∗
C : V −→ V ∗∗
x 7→ gx
con gx (Φ) = Φ(x) para todo Φ ∈ V ∗ , es una isometría lineal biyectiva. Luego existe x0 ∈ V tal
que g0 (Φ) = Φ(x0 ) para todo Φ ∈ V ∗ . Ahora por hipótesis tenemos que

Φ(x0 ) = 0

para todo Φ ∈ R(T ). Esto implica que para todo ϕ ∈ H ∗ , ϕ(x0 ) = T (ϕ)[x0 ] = 0. Luego por el
Teorema de Representación de Riesz-Fréchet, para todo x ∈ H

(x, x0 ) = 0.

En particular para x0 se tiene que (x0 , x0 ) = 0 luego x0 = 0 y por consiguiente para todo Φ ∈ V ∗ ,
g0 (Φ) = Φ(x0 ) = Φ(0) = 0. Por tanto R(T ) es denso en V ∗ .

39
De la proposición anterior, se escribe usualmente que

H ∗ ⊂ V ∗.

Hay que recordar que no son subconjuntos sino que existe entre ellos una inmersión canónica
acotada y densa en caso de V ser reflexivo, adicionalmemte si identificamos a H con su espacio
dual se escribe normalmente
V ⊂ H ' H ∗ ⊂ V ∗,

donde las inmersiones son continuas y densas (en caso de V ser reflexivo). Sin embargo siempre
se debe recordar que lo que ocurre es el siguiente diagrama
i I T
(V, k · k2 ) −−−→ (H, k · k1 ) −−−H−→ (H ∗ , k · kH ∗ ) −−−→ (V ∗ , k · kV ∗ ).

Ahora, si V es un espacio de Hilbert y si identificamos a V con V ∗ , llegaríamos a que

V ⊂ V,

esto no es una contradicción, esta diciendo que existe una inmersión acotada densa de V en V no
sobreyectiva
h : (V, k · k2 ) −→ (V, k · k2 )

con h = IV ◦ T ◦ IH ◦ i. Por tanto para no escribir cosas confusas y aparentemente contradictoras


como éstas, sólo se identifica a uno de los dos espacios de Hilbert.

Finalmente con toda esta teoría expuesta podemos trabajar sobre el espacio dual de W01,p (I) con
0
1 ≤ p < ∞ el cual denotamos por W −1,p (I) y al espacio dual de H01 (I) lo denotamos por H −1 (I).
Para empezar veamos que H = L2 (I) y V = H01 (I), con I un intervalo cualquiera, cumplen todas
las hipótesis de lo anteriormente expuesto.

Ya tenemos que H01 (I) es un subespacio vectorial de L2 (I), y como Cc1 (I) ⊆ H01 (I) entonces H01
contiene un espacio denso de L2 (I) y por tanto él es denso en L2 (I). También tenemos que es un
espacio de Banach con su propia norma y ya que la inclusión i : W 1,p (I) → Lp (I) es acotada para
todo 1 ≤ p ≤ ∞, tenemos que la inclusión de H01 es acotada. Por tanto identificando a L2 (I) con
su dual, pero no identificando a H01 (I) con su dual, obtenemos que para todo intervalo I

H01 (I) ⊂ L2 (I) ⊂ H −1 (I),

donde la inclusiones representan inmersiones continuas y densas.

También veamos que para H = L2 (I) y V = W01,p (I), con I un intervalo acotado y 1 ≤ p ≤ ∞,
se cumplen las hipótesis.

40
Por un lado tenemos que
W01,p (I) ⊂ C(I) ⊂ L∞ (I) ⊂ L2 (I),

si I es acotado, y como Cc1 (I) ⊆ W01,p (I) y Cc1 (I) es denso en L2 (I) entonces W01,p (I) es denso en
L2 (I). Esto es, W01,p (I) es un subespacio vectorial denso de L2 (I), el cual ya sabemos que con su
propia norma es un espacio de Banach.
Por otro lado como la inclusión i1 : W 1,p (I) → L∞ (I) es continua por la desigualdad de Sobolev y
la inclusión i2 : L∞ (I) → L2 (I) es continua por el Ejemplo 7 entonces la inclusión i : W01,p (I) →
L2 (I) es continua.
Por tanto, si I es un intervalo acotado y 1 ≤ p ≤ ∞ obtenemos que
0
W01,p (I) ⊂ L2 (I) ⊂ W −1,p (I),

donde las inmersiones son continuas (y densas para 1 < p < ∞). Ahora análogamente si I no es
acotado y 1 ≤ p ≤ 2 obtenemos que
0
W01,p (I) ⊂ L2 (I) ⊂ W −1,p (I),

donde las inmersiones son continuas (y densas para 1 < p ≤ 2). Por último, al igual que hay un
Teorema de la Densidad para los espacios de Sobolev, existe un Teorema de Representación de
Riesz para estos espacios tomado de [Brezis, 2010, pag. 219], el cual no resulta difícil demostrar y
por tanto lo presenta mos con su demostración.
0
Teorema 1.16 (Teorema de Representación para W 1,p ). Sea F ∈ W −1,p (I) entonces existen dos
0
funciones f1 , f2 ∈ Lp (I), con p0 el conjugado de p, tal que
Z Z
hF, ui = f1 u + f2 u0
I

para todo u ∈ W01,p y


kF kW −1,p0 = máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }.

Demostración. Sea E = Lp (I) × Lp (I) equipado con la norma

khk = kh0 kp + kh1 kp ,

donde h = (h0 , h1 ). El mapeo T : W01,p → E definido por T (u) = (u, u0 ) es una isométria lineal.
Por tanto G = T (W01,p ) es un subespacio normado de E, equipado con la norma de E. Sea
S = T −1 : G → W01,p y Definamos

Φ : G −→ R
h 7→ hF, Shi.

41
Definido Φ de esa manera es un funcional lineal acotado y así, por el Teorema de Hahn-Banach,
existe Φ : E → R una extensión lineal acotada de Φ y además

kΦkE ∗ = kΦkG∗ .

Ya que

|hF, ui|
kF kW −1,p0 = sup
u∈W 1,p −{0}
kuk W 1,p
0 0

|hF, S(T (u))i|


= sup
T u∈T (W 1,p −{0})
kT ukW 1,p
0 0

|hF, Shi|
= sup
h∈G−{0} khkE
Φ(h)
= sup
h∈G−{0} khkE

= kΦkG∗ ,

entonces

kΦkE ∗ = kF kW −1,p0 . (1.15)

Ahora note que los funcionales Φ1 : Lp (I) → R y Φ2 : Lp (I) → R definidos por

Φ1 (h1 ) = Φ(h1 , 0) y Φ2 (h2 ) = Φ(0, h2 )

son funcionales lineales acotados de Lp (I) y se cumple que

Φ(h) = Φ1 (h1 ) + Φ2 (h2 )


0
para todo h = (h1 , h2 ) ∈ E. Por el Teorema de Representación de Riesz existen f1 , f2 ∈ Lp (I) tal
que Z Z
Φ1 (h1 ) = f1 h1 y Φ2 (h2 ) = f2 h2
I I
y por ende
Z Z
Φ(h) = f1 h1 + f2 h2 . (1.16)
I I

Veamos que kΦkE ∗ = máx{kf0 kp0 , kf1 kp0 }. En efecto, nuevamente por el Teorema de Representa-
ción de Riesz tenemos
|Φ(h1 , 0)|
kΦ1 k(Lp )∗ = sup = kf1 kp0
h1 ∈Lp (I)−{0} kh1 kp

42
y
|Φ(0, h2 )|
kΦ2 k(Lp )∗ = sup = kf2 kp0 ,
h2 ∈Lp (I)−{0} kh2 kp
luego

|Φ(h1 , h2 )|
kΦkE ∗ = sup
(h1 ,h2 )∈E−{(0,0)} kh1 kp + kh2 kp

|Φ(h1 , h2 )|
≥ sup
(h1 ,h2 )∈E−{(0,0)} kh1 kp
|Φ(h1 , 0)|
≥ sup
h1 ∈Lp (I)−{0} kh1 kp

≥ kf1 kp0 .

Análogamente se obtiene que


kΦkE ∗ ≥ kf2 kp0 .

Por tanto
kΦkE ∗ ≥ máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }.

Por otro lado, para h ∈ E tenemos que


Z Z

|Φ(h)| = f1 h1 + f2 h2

ZI IZ

≤ f1 h1 + f2 h2

ZI ZI
≤ |f1 ||h1 | + |f2 ||h2 |
I I
≤ kf1 kp0 kh1 kp + kf2 kp0 kh2 kp
≤ máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }(kh1 kp + kh2 kp ).

Así
kΦkE ∗ ≤ máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }.

Se concluye que

kΦkE ∗ = máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }. (1.17)

43
Por ultimo para u ∈ W01,p , por (1.16), tenemos que

hF, ui = hF, S(T u)i


= Φ(T (u))
= Φ(T (u))
= Φ(u, u0 )
Z Z
= f1 u + f2 u0
I I
y de (1.15) y (1.17) obtenemos que

kF kW −1,p0 = kΦkE ∗ = máx{kf1 kp0 , kf2 kp0 }.

Esto concluye la demostración del teorema.

Para terminar nuestros preliminares de este trabajo introduciremos un teorema más, que es de
suma importancial, conocido como El Teorema Espectral.

1.4. Teorema Espectral

Para nuestro trabajo será de suma importancia calcular el espectro de un operador que se define
de la siguiente manera.
Definición. Sea T : E → E un operador lineal acotado con E un espacio normado. Esto es,
T ∈ L(E, E). El conjunto resolvente de T , denotado por ρ(T ), se define como

ρ(T ) = {λ ∈ R : (T − λI) es biyectiva}.

Donde I es el operador identidad de E en E. El espectro de T , denotado por σ(T ), es el comple-


mento de el resolvente, es decir, σ(T ) = (ρ(T ))c = R − ρ(T ). Un número real λ se dice un valor
propio de T si
N (T − λI) 6= {0}.
Donde N (T ) denota el núcleo o kernel de un operador. El conjunto de valores propios es denotado
por EV (T ).

Note que λ ∈ EV (T ) si y solo si existe un vector v 6= 0 ∈ E tal que

T (v) = λv,

el vector v es llamado un vector propio asociado al valor propio λ. Ahora es claro que λ ∈ EV (T )
si y solo si (T − λI) no es inyectiva y por ende EV (T ) ⊆ σ(T ), sin embargo esta contenencia es
muchas veces estricta, como se ilustra en el siguiente ejemplo.

44
Ejemplo 18. Sea T : l2 → l2 definido por T (u) = (0, u1 , u2 , u3 , . . .) con u = (u1 , u2 , u3 , . . .) ∈ l2 ,
mostrar que EV (T ) 6= σ(T ).

Demostración. Es claro que T = T − 0I no es sobreyectiva puesto que no existe pre-imagen para


u = (1, 0, 0, . . .) luego 0 ∈ σ(T ), pero T = T − 0I es inyectiva puesto que si T (u) = T (v) con
u = (u1 , u2 , u3 , . . .) y v = (v1 , v2 , v3 , . . .) entonces

(0, u1 , u2 , u3 , . . .) = (0, v1 , v2 , v3 , . . .).

Luego uk = vk para todo k ∈ N por ende u = v, por tanto 0 ∈


/ EV (T ).

Ahora los casos en que esta contenencia es estricta sólo ocurren en la dimensión infinita, pues en
dimensión finita se puede probar que efectivamente EV (T ) = σ(T ) para todo operador lineal T .

Se enuncian a continuación algunas propiedades básicas del espectro de un operador, tomadas


[Brezis, 2010, pag.163,164]

Teorema 1.17 (Propiedades del Espectro). Sea E un espacio normado y T : E → E.

1. Si T es un operador lineal acotado entonces su espectro σ(T ) es un conjunto compacto y


además
σ(T ) ⊆ [−kT k, kT k].

2. Si T es compacto y dim E = ∞ entonces

a) 0 ∈ σ(T ).
b) σ(T ) − {0} = EV (T ) − {0}.
c) Se cumple alguno de los siguientes casos:
σ(T ) = {0}.
σ(T ) es un conjunto finito.
σ(T ) es una sucesión convergente al 0.

En dimensión finita todo operador es compacto y aunque no necesariamente el 0 es un valor


propio, la parte b) y c) si se cumplen. La parte b) se cumple por lo que EV (T ) = σ(T ) y la parte
c) se cumple pues es bien conocido por el álgebra lineal que los valores propios de un operador
lineal son siempre finitos y son menores o iguales a la dimensón del espacio.

Ahora, para poder enunciar el teorema espectral debemos recordar algunas definiciones que se
manejan en análisis funcional. Estas son operador auto-adjunto y base de Hilbert.

45
Definición. Sea H un espacio de Hilbert entonces.

Un operador T ∈ L(H, H) se dice auto-adjunto si

(T u, v) = (u, T v)

para todo u, v ∈ H.

Una sucesión (en ) en H se dice una base de Hilbert si es un conjunto ortonormal total,
donde a un conjunto M se le dice total si el subespacio vectorial generado por M es denso
en H, el cual se denota por hM i.

A una base de Hilbert se le llama base, puesto que un conjunto ortonomal (ek ) en un espacio de
Hilbert es total si y solo si para todo x ∈ H

X
x= (x, ek )ek .
k

Una demostración de esto se puede encontrar en [Kreyszig, 1989, Pag.170]. Ahora sí podemos
enunciar el último teorema de nuestros preliminares, este es tomado de [Brezis, 2010, Pag.167].

Teorema 1.18 (Teorema Espectral). Sea H un espacio de Hilbert separable y sea T : H → H


un operador compacto auto-adjunto, entonces existe una base de Hilbert compuesta de vectores
propios.

Para familiarizar al lector con este teorema veamos un ejemplo, en la dimensión finita.
Ejemplo 19. Sea T : R3 :→ R3 definido por T (x) = Ax, con
 
1 2 3
A= 2 1 2 
 

3 2 1

muestre que T cumple las hipótesis del teorema espectral y verifique que existe una base de Hilbert
compuesta de vectores propios.

Demostración. No es difícil demostrar que un operador en la dimención finita es auto-adjunto si


y solo si su matriz asociada es simétrica. Es decir, es igual a su transpuesta.

Por ende T es auto-adjunta y como mencionamos anteriormente todo operador lineal en la dimen-
ción finita es compacto, luego T cumple las hipótesis del teorema espectral. Calculemos explíci-
tamente la base de Hilbert compuesta de vectores propios.

46
Primero calculemos los valores propios, entonces λ es un valor propio si y solo si

|A − λI| = 0.

Esto es,
1−λ 2 3

2 1−λ 2 = 0,



3 2 1−λ

es decir,
−λ3 + 3λ2 + 14λ + 8 = 0.

Luego los valores propios son

√ √
5 41 41 5
λ1 = − λ2 = + λ3 = −2.
2 2 2 2

41
Ahora encontremos un valor propio asociado a cada uno de los valores propios. Para λ1 = 52 − 2 ,
v1 = (x, y, z) es un vector propio si y solo si

Av1 = λ1 v1 ,

esto es, √
5 41
    
1− 2 + 2 2 3 x 0

5 41
2 1− + 2  y  =  0 ,
    
 2 2 √
5 41
3 2 1− 2 + 2
z 0
luego √
41 3
x( − ) + 2y + 3z = 0
2 2

41 3
2x + y( − ) + 2z = 0
2 2

41 3
3x + 2y + z( − ) = 0.
2 2
Esto es,
x−z =0

4y + z( 41 − 3).

Tomando x = 1 obtenemos √
41 3
y=− − y z = 1.
4 4

47
Por tanto un vector propio asociado a λ1 es
√ !
41 3
v1 = 1, − − ,1 .
4 4

Analogamente obtenemos que


√ !
41 3
v2 = 1, − ,1
4 4
es un vector asociado a λ2 y
v3 = (1, 0, −1)

es un vector propio asociado a λ3 . Se puede observar que v1 , v2 y v3 son ortogonales y ya que todo
vector linealmente dependiente de un vector propio es un vector propio entonces

v1
e1 = ,
kv1 k
v2
e2 = y
kv2 k
v3
e3 =
kv3 k

son vectores propios asociados a λ1 , λ2 y λ3 respectivamente y como v1 , v2 y v3 son ortogonales


implica que e1 , e2 y e3 son ortonormales. Además como todo conjunto de elementos ortogonales
es linealmente independiente, se obtiene que {e1 , e2 , e3 } es una base de R3 y por tanto una base
de Hilbert.

Gracias al ejemplo anterior el Teorema Espectral, en la dimención finita desde un punto de vista
matricial, nos dice simplemente que escogiendo un vector propio de cada uno de los valores propios
de una matriz simétrica formamos una base ortogonal, y normalizándolos formamos una base
ortonormal. Es decir, que con cada matriz simétrica podemos formar una base ortonormal de
vectores propios.

Finalmente tenemos toda la teoría necesaria para poder dar una aplicación del Teorema del Paso
de Montaña. Antes de esto procederemos a enunciar y demostrar dicho teorema.

48
CAPÍTULO 2

TEOREMA DEL PASO DE MONTAÑA

2.1. Condiciones Palais-Smale

Para poder entender y demostrar el Teorema del Paso de Montaña primero debemos estudiar unas
condiciones de compactificación sobre funcionales, conocidas como condiciones de Palais -Smale.
Para esto veremos algunas propiedades y ejemplos de estas condiciones y así familiarizar un al
lector. Para empezar recordemos qué es un funcional diferenciable (en el sentido de Fréchet) y de
clase C 1 sobre un espacio de Banach.

Definición. Sean E y F espacios de Banach con norma notada en ambos por k · k, A ⊆ E abierto,
Φ : A → F y a ∈ A. Se dice que Φ es diferenciable en a si existe una aplicación lineal continua

Φ0 (a) : E −→ F
h 7→ Φ0 (a)[h],

esto es Φ0 (a) ∈ L(E, F ), y existe una aplicación o(a, h) = o(h) tales que

o(h)
Φ(a + h) = Φ(a) + Φ0 (a)[h] + o(h) donde lı́m = 0.
h→0 khk
A la función o(a, h) = o(h) se le denomina el resto de la diferencial. La aplicación lineal continua
Φ0 (a) : E → F es llamada la derivada de Fréchet de Φ en a.

49
Como es de esperarse, un funcional Φ se dice diferenciable en un abierto A si es diferenciable en
todo punto a ∈ A y la función
Φ0 : A −→ L(E, F )
a 7→ Φ0 (a)
es llamada la derivada de Fréchet de Φ. Dicho esto, podemos dar la siguiente definición.

Definición. Sean E y F espacios de Banach, A ⊆ E abierto y Φ : A → F diferenciable en A. Se


dice que Φ es un funcional de clase C 1 sobre A o simplemente un funcional C 1 , si Φ0 es continua
en A.

Para familiarizarse un poco más con esta derivada y sus propiedades se puede revisar a [Caicedo, 2005,
pag. 63-66, 75-78].

Otra derivada que manejaremos que sera de suma importancia para poder calcular la derivada de
Fréchet es la derivada de Gâteux que se define de la siguiente manera.

Definición. Sean E, F espacios normados, A ⊆ E abierto, a ∈ A, Φ : A → F y v ∈ E.

Si existe el límite
Φ(a + tv) − Φ(a)
lı́m ,
t→0 t
diremos que que Φ posee derivada direccional o derivada de Gâteux en el punto a en la
dirección v.

La aplicación Φ se dice Gâteux diferenciable en a ∈ A, si para todo v ∈ E existe el límite


Φ(a + tv) − Φ(a)
lı́m ,
t→0 t
el cual denotamos por ∂Φ(a, v).

La relación de la derivada de Fréchet y la derivada de Gâteux viene dada por el siguiente teorema
tomado de [Caicedo, 2005, pag. 66].

Teorema 2.19. Sean E, F espacios normados, A ⊆ E abierto, a ∈ A y Φ : A → F diferenciable


en a. Entonces para todo v ∈ E
Φ(a + tv) − Φ(a)
Φ0 (a)(v) = lı́m .
t→0 t

Esto quiere decir que si Φ es diferenciable en a en el sentido de Fréchet entonces es diferenciable


en el sentido de Gâteux. Es decir, tiene todas sus derivadas direccionales.

Ahora el recíproco de este teorema no es cierto, como ilustra el siguiente ejemplo.

50
Ejemplo 20. Sea Φ : R2 → R definido por
( x|y|
x2 +y 2
si (x, y) 6= (0, 0)
Φ(x, y) =
0 si (x, y) = (0, 0)
entonces Φ es Gâteux diferenciable en (0, 0) pero no es Fréchet diferenciable en (0, 0).

Demostración. Sea v = (v1 , v2 ) entonces


Φ(0 + hv) − Φ(0) 1 h|h|v1 |v2 |
lı́m = lı́m
h→0 h h→0 h h2 (v12 + v22 )
1 v1 |v2 |
= lı́m
h→0 |h| (v12 + v22 )

= 0,

luego el límite existe y por consiguiente Φ tiene todas sus derivadas direccionales en (0, 0). Veamos
que no es Fréchet diferenciable. Supongamos que es Fréchet diferenciable, así

Φ0 (0)(v) = ∂(Φ, v) = 0

y
|Φ(0 + v) − Φ(0) − Φ0 (0)(v)|
lı́m = 0,
v→0 kvk
pero
|Φ(0 + v) − Φ(0) − Φ0 (0)(v)| 1 v1 |v2 |
lı́m = lı́m p 2
v→0 kvk v→0 (v1 + v22 ) (v12 + v22 )
v1 |v2 |
= lı́m
v→0 (v 2 + v22 )3/2
1
v1 |v2 |
= lı́m .
v→0 kvk3

Este limite no existe, puesto que si existiera el límite restringido sobre cualquier recta debe existir,
sin embargo si nos acercamos por la recta v2 = v1 obtenemos que
v1 |v2 | v1 |v1 |
lı́m = lı́m
v→0 (v12 2
+ v2 ) 3/2 v1 →0 (2v12 )3/2
v1 |v1 |
= lı́m 3/2
v1 →0 2 |v1 |3
v1
= lı́m 3/2
v1 →0 2 |v1 |2
1
= lı́m 3/2
v1 →0 2 v1
= ±∞,

lo cual es una contradicción. Por tanto Φ no es Fréchet diferenciable.

51
Ahora introducimos las condiciones de Palais-Smale. La condición original que aparece en los
trabajos de Palais y Smale, que por razones históricas se conoce como la condición (C), es la
siguiente. Esta es tomada de [Jabri, 2003, pag. 15].

Definición. Sea X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 . Entonces se


dice que Φ cumple la condición (C) si para cualquier subconjunto S ⊆ X tal que la restricción
Φ|S de Φ sobre S es acotada y el 0 no se encuentra lejos de kΦ0 k(S), es decir el 0 es un punto de
acumulación de kΦ0 k(S), Φ admite un punto crítico en la clausura de S.

Ahora la que actualmente se conoce como condición de Palais- Smale y es denotada por (P S),
tomada de [Jabri, 2003, pag. 16], es la siguiente condición.

Definición. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 . Entonces se


dice que Φ cumple la condición de Palais-Smale, denotada por (P S), si para cualquier sucesión
(un ) en X, tal que

(Φ(un )) es acotada y Φ0 (un ) → 0, (2.1)

ésta admite una subsucesión convergente.

Cualquier sucesión que satisfaga (2.1) es llamada una sucesión de Palais-Smale. Por ultimo, nece-
sitamos introducir una última condición de compacidad, que fue introducida por Brezis, Coron y
Nirenberg y es tomada de [Jabri, 2003, pag. 16].

Definición. Sean X un espacio de Banach, Φ : X → R un funcional de clase C 1 y c ∈ R. Entonces


se dice que Φ cumple la condición de Palais-Smale (local) en el nivel c, denotada por (P S)c , si
para cualquier sucesión (un ) en X, tal que

Φ(un ) → c y Φ0 (un ) → 0, (2.2)

ésta admite una subsucesión convergente.

A continuación mostraremos algunas propiedades y ejemplos de estas condiciones.

Proposición 2.4. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 . Si Φ


cumple (P S) entonces Φ cumple (C).

Demostración. Sea S ⊆ X tal que la restricción Φ|S de Φ sobre S es acotada y 0 es un punto de


acumulación de kΦ0 k(S). Entonces existe vn = kΦ0 (un )k con un ∈ S para cada n ∈ N , tal que

vn → 0,

52
luego

Φ0 (un ) → 0. (2.3)

Por otro lado, como Φ|S es acotada implica que (Φ(un )) es acotada, por ende existe (unk ) una
subsucesión de (un ) tal que
unk → u,

con u ∈ S. Como Φ ∈ C 1 (X) entonces Φ0 es continua, luego Φ0 (unk ) → Φ0 (u) y de (2.3) se obtiene
que
Φ0 (u) = 0.

Esto es, Φ admite un punto critico en la clausura de S.

La proposición anterior muestra que la condición (P S) implica la condición (C), pero el reciproco
no es cierto, como muestra el siguiente ejemplo. Mostrando así que la condicón (P S) es más fuerte
que la condición (C).
Ejemplo 21. Sea X un espacio de Banach entonces Φ = 0 cumple (C) pero no cumple (P S).

Demostración. Veamos que Φ = 0 cumple (C). En efecto, sea x ∈ X, se tiene que Φ0 (x) = 0 pues
si definimos a
o(h) = Φ(a + h) − Φ(a) − Φ0 (a)[h] = 0 − 0 − 0 = 0,

obtenemos que lı́mh→0 o(h) 0


khk = 0 y Φ = 0. Por tanto todo elemento de X es un punto crítico de Φ.
Así, para todo S ⊆ X que cumple las hipótesis de (C) éste admite un punto crítico en la clausura
de S, puesto que todo punto es un punto crítico.

Veamos ahora que Φ no cumple (P S). Para esto supongamos lo contrario. Sea (un ) una sucesión
en X, luego Φ(un ) = 0 para todo n ∈ N, es decir (Φ(un )) es acotada. Por otro lado Φ0 (un ) = 0
para todo n ∈ N por consiguiente Φ0 (un ) → 0, por tanto (un ) admite una subsucesión convergente
y ya que (un ) era arbitraria implica que X es compacto, lo cual es una contradicción.

Por tanto de este ejemplo y la Proposición 2.4 queda que la condición (P S) es más fuerte que
(C) y aunque ésta no es equivalente a (P S) basta con darle una condición extra para que sean
equivalentes, esto se ilustra en la siguiente proposición.

Proposición 2.5. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 y


defínase a K como el conjunto de puntos críticos de Φ en X. Entonces Φ cumple (P S) si y solo
si Φ cumple (C) y para cualquier conjunto de puntos críticos B ⊆ K, tal que Φ|B es acotada,
cumple que es relativamente compacto.

53
Demostración. Si Φ cumple (P S) entonces por proposición 2.4 cumple (C). Ahora veamos que se
cumple la segunda condición. En efecto, sea (un ) en B. Como Φ|B es acotada entonces (Φ(un )) es
acotada y además Φ0 (un ) = 0 para todo n ∈ N. Luego Φ0 (un ) → 0 por consiguiente (un ) admite
una subsucesión convergente. Esto implica que B es relativamente compacto.
Veamos ahora que se cumple el recíproco. Sea (un ) una sucesión de Palais-Smale. Sin perdida de
generalidad supongamos que tiene rango infinito. Defínase

S1 = {un : n ∈ N},

luego Φ|S1 es acotado y como Φ0 (un ) → 0 entonces 0 ∈ kΦ0 k(S1 ), por ende existe v1 ∈ S1 un
punto critico de Φ. Ahora supongamos que un no admite subsucesiones convergentes. Es decir, no
tiene límites subsecuenciales y por tanto

S1 = S1 ,

luego v1 ∈ S1 y por tanto v1 = un1 para algún n1 ∈ N. Defínase ahora

S2 = S1 − {un : n ≤ n1 },

el cual es distinto de vacío por ser S1 infinito y análogamente obtenemos que Φ|S2 es acotado y
0 ∈ kΦ0 k(S2 ). Luego existe v2 ∈ S2 tal que Φ0 (v2 ) = 0. Pero nuevamente S2 = S2 , ya que de
lo contrario (un ) tendría un límite subsecuencial. Por tanto v2 = un2 para algún n2 ∈ N. Así,
sucesivamente construimos una subsucesión (unk ) de (un ) tal que

Φ0 (unk ) = 0

para todo k ∈ N y
unk 6= unl

con k 6= l. Ahora defínase B = {unk : k ∈ N} y como (Φ(un )) es acotada entonces Φ|B es acotada,
por tanto B es relativamente compacto, luego existe (unkl ) una subsucesión de (unk ) y por ende
una subsucesión de (un ) tal que
unkl → u

con u ∈ B, lo cual es una contradicción.

Ya hemos visto algunos ejemplos y propiedades de las condiciones (P S) y (C). Veamos ahora un
ejemplo de un funcional que cumple (P S)c para algún c ∈ R, pero no para todo c ∈ R, con el fin
de familiarizarnos con esta última condición de Palais-Smale.
Ejemplo 22. El funcional Φ : R → R definido por Φ(u) = sin(u) satisface (P S)c para todo
c ∈ R − {1, −1}, pero no cumple (P S)c para c = 1, −1, y por ende no cumple (P S).

54
Demostración. Sea c ∈ R − {1, −1} y sea (un ) en R tal que

Φ(un ) → c y Φ0 (un ) → 0,

esto es, sin(un ) → c y cos(un ) → 0, luego

sin2 (un ) + cos2 (un ) → c2 .

y ya que sin2 (un ) + cos2 (un ) = 1 para todo n ∈ N, implica que c2 = 1, es decir c = ±1, lo cual es
una cotradicción. Por tanto no existe ninguna sucesión (un ) que cumpla (2.2) para Φ(u) = sin(u),
y por tanto Φ cumple (P S)c por vacuidad.

Ahora si c = 1, entonces tómese un = π/2 + 2nπ por tanto sin(un ) = 1 y cos(un ) = 0. Como se
puede ver en la siguiente gráfica.

Figura 2.1: la sucesión (un )

Luego
Φ(un ) → 1 y Φ0 (un ) → 0,

pero (un ) no tiene subsucesiones convergentes. Por tanto Φ no cumple (P S)1 . Análogamente se
demuestra que Φ no cumple (P S)−1 , tomando un = −π/2 + 2nπ.

Es claro que si Φ cumple (P S) entonces cumple (P S)c para todo c ∈ R. Es natural preguntarnos
si el recíproco es cierto. La respuesta es afirmativa como muestra la siguiente proposición.

Proposición 2.6. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 entonces


Φ cumple (P S) si y solo si Φ cumple (P C)c para todo c ∈ R.

55
Demostración. Supongamos que Φ que cumple (P S) y sea (un ) en X tal que

Φ(un ) → c y Φ0 (un ) → 0,

para algún c ∈ R, luego (Φ(un )) es acotada y por ende (un ) admite una subsucesión convergente.

Ahora supongamos que Φ cumple (P C)c para todo c ∈ R y sea (un ) una sucesión de Palais-Smale.
Es decir,
(Φ(un )) es acotada y Φ0 (un ) → 0,

pero (Φ(un )) es una sucesión de números reales, luego por el Teorema de Heine-Borel A = {Φ(un ) :
n ∈ N} es relativamente compacto. Es decir, toda sucesión de A tiene una subsucesión convergente,
luego existe una subsucesión (Φ(unk )) de (Φ(un )) convergente a algún número real c y como
toda subsucesión de una sucesión convergente, converge y converge al mismo límite, entonces
Φ0 (unk ) → 0 y por ende (unk ) admite una subsucesión convergente. Es decir, (un ) admite una
subsucesión convergente.

Veamos ahora una propiedad de la condición (P S)c .

Proposición 2.7. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 que


cumple (P S)c para algún c ∈ R, entonces el conjunto

Kc = {u ∈ X : Φ(u) = c y Φ0 (u) = 0}

es compacto. Es decir, la condición (P S)c es una condición de compactificación en el funcional Φ


en el sentido que el conjunto de puntos críticos Kc de Φ en el nivel c es compacto.

Demostración. Sea (un ) una sucesión en Kc entonces se cumple que

Φ(un ) → c y Φ0 (un ) → 0,

luego existe una subsucesión (unk ) de (un ) tal que unk → u con u ∈ Kc . Por otro lado

Kc = Φ−1 ({c}) ∩ (Φ0 )−1 ({0})

y como {c} y {0} son conjuntos cerrados en R y L(X, R) entonces Φ−1 ({c}) y (Φ0 )−1 ({0}) son
conjuntos cerrados en X, pues Φ y Φ0 son funciones continuas. Luego Kc es cerrado y por ende
u ∈ Kc . Es decir, toda sucesión de Kc tiene una subsucesión convergente en él. Por tanto es
compacto.

56
Note que la proposición anterior no garantiza que si Φ cumple (P S)c para todo c ∈ R entonces el
conjunto de puntos críticos de Φ,
[
K= Kc ,
c∈X

sea compacto. En general esto no es cierto, pero para poder dar un ejemplo de un funcional Φ
que cumple (P S) y su conjunto de puntos críticos K no es compacto, veamos primero algunas
propiedades para garantizar dicha condición.

Proposición 2.8. Sea Φ ∈ C 1 (Rn , R), si la función

|Φ| + kΦ0 k : Rn −→ R

es coerciva, es decir la función tiende a ∞ cuando kxk tiende a ∞, entonces Φ cumple (P S).

Demostración. Sea (un ) una sucesión de Palais-Smale, luego existen M1 y M2 reales positivos tal
que para todo n ∈ N
|Φ(un )| < M1 y kΦ0 (un )k < M2 .

Por tanto
(|Φ| + kΦ0 k)(un ) < M1 + M2

para todo n ∈ N. Luego si suponemos que (un ) no es acotada entonces existe (unk ) una subsucesión
de (un ) tal que
kunk k → ∞

y por ende
(|Φ| + kΦ0 k)(un ) → ∞,

lo cual es una contradicción. Por tanto (un ) es acotada y por teorema de Heine-Borel, A = {un :
n ∈ N} es relativamente compacto. Es decir, toda sucesión de A tiene una subsucesión convergente,
en particular (un ).

Cuando X es un espacio de Banach de dimensión infinita el criterio anterior no aplica. Sin embargo,
podemos dar el siguiente resultado más general.

Proposición 2.9. Sea Φ ∈ C 1 (X, R) con X un espacio de Banach. Suponga que

Φ0 (u) = L(u) + K(u),

donde L es un operador lineal invertible continuo con inversa continua y K es compacto y suponga
que cualquier sucesión de Palais-Smale de Φ en X es acotada. Entonces Φ cumple (P S).

57
Demostración. Sea (un ) una sucesión de Palais-Smale, es decir (Φ(un )) es acotada y

Φ0 (un ) = L(un ) + K(un ) → 0.

Por ende
un + L−1 (K(un )) → 0.
Por otro lado, como K es compacto entonces A = {K(un ) : n ∈ N} es relativamente compacto.
Veamos que B = L−1 (A) = {L−1 (K(un )) : n ∈ N} es relativamente compacto. En efecto, como
L−1 es continuo y con inversa continua tenemos que

L−1 (A) = L−1 (A) = B,

y puesto que A es compacto entonces L−1 (A) = B es compacto. Es decir, B es relativamente


compacto.
Por tanto (L−1 (K(un ))) admite una subsucesión convergente; es decir, existe (L−1 (K(unk ))) una
subsucesión de (L−1 (K(un ))) tal que

L−1 (K(unk )) → w

con w ∈ X y como toda subsucesión de una sucesión convergente converge y converge al mismo
límite, entonces
unk + L−1 (K(unk )) → 0.
Luego
unk → −w.
Por tanto (un ) admite una subsucesión convergente.

Ahora sí, veamos un ejemplo de un funcional Φ que cumpla (P S) y que su conjunto de puntos
críticos K no sea compacto.
Ejemplo 23. El funcional
Φ : R −→ R
u 7→ u + sin(u)
satisface la condición (P S) y su conjunto de puntos críticos no es acotado y por ende no es
compacto.

Demostración. Como

(|Φ| + |Φ0 |)(u) = |u + sin(u)| + |1 + cos(u)|


≥ |u + sin(u)|
≥ |u| − 1

58
entonces
lı́m (|Φ| + |Φ0 |)(u) = ∞.
u→∞

Es decir, Φ es coerciva y por proposición 2.8 cumple la condición de (P S). Por otro lado Φ0 (u) =
1 + cos(u) = 0 si y solo si u = (2k − 1)π para algún k ∈ Z, por tanto el conjunto de puntos críticos
de Φ es
K = {(2k − 1)π : k ∈ Z},

como ilustra la Figura 2.2 .

Figura 2.2: puntos críticos

Es claro que el conjunto de puntos críticos K de Φ no es compacto.

Por último, ya que los ejemplo de funcionales que se han mostrado, que cumplen alguna de estas
condiciones de Palais-Smale, han solo sido en Rn . Veamos un par de ejemplos de funcionales en
dimensión infinita que cumple la condición (P S). El primero será uno muy sencillo y el segundo
necesitara más maquinaria para poder demostrar dicha condición.

Antes de enunciar el primer ejemplo consideremos el espacio de medida (N, P (N), µ), con P (N) las
partes de los naturales y µ la medida de conteo. Es decir, para A ⊆ N, µ(A) = |A| (su cardinal) si
A es finito y ∞ en otro caso. Veamos que lp = Lp (N, P (N), µ). En efecto, no es difícil demostrar,

59
usando el Teorema de la Convergencia Monótona, que para

f : N −→ R
n 7→ an
se tiene que
Z ∞
X
f dµ = an
n=1
P∞
y por tanto f = (an ) ∈ Lp (N, P (N), µ) si y solo si p < ∞ y tiene kan kp = ( ∞ p 1/p .
P
n=1 |an | n=1 |an | )
Obteniendo así la igualdad deseada.
Hicimos el análisis anterior para mostrar que efectivamente Lp (N, P (N), µ) es lp , de esta manera
todo lp se puede ver como un Lp y por tanto toda la teoría que se ha expuesto de los espacios
Lp se cumple en los lp , en particular el Teorema de Representación de Riesz. Procedamos ahora
a dar nuestro primer ejemplo en dimensión infinita.
Ejemplo 24. Sea
Φ: l2 −→ R
P∞ 2
(xn ) 7→ n=1 xn

entonces Φ cumple la condición de (P S).

Demostración. Para empezar, procederemos a encontrar la derivada de Fréchet de Φ, para esto


supongamos por un momento que Φ es diferenciable en x = (xn ) ∈ lp entonces por Teorema 2.14
debemos tener que para todo v = (vn ) ∈ l2
Φ(x + tv) − Φ(x)
Φ0 (x)(v) = lı́m
t→0 t
P∞ 2
P∞ 2
n=1 (xn + tvn ) − n=1 xn
= lı́m
t→0 t
P∞ 2 2 2 2
x + 2tx n vn + t vn − xn
= lı́m n=1 n
t→0 t

X X∞
= lı́m 2 xn vn + t vn2
t→0
n=1 n=1

X
=2 xn vn
n=1

= 2(x, v)2 .

Por el Teorema de Representación de Riez tenemos que para todo x ∈ l2 el funcional definido
como
fx : l2 −→ R
v 7→ (x, v)2

60
es un funcional lineal acotado con kfx k = kxk2 , obtenemos que

Φ0 (x)(v) = 2fx (v).

Por ende, este es nuestro candidato a ser la derivada de Fréchet. Hasta aquí no hemos demostrado
nada. Veamos que 2fx es en efecto la derivada de Fréchet de Φ.
Sea x ∈ l2 y v ∈ l2 y defínase

o(v) = Φ(x + v) − Φ(x) − 2fx (v)



X ∞
X ∞
X
=2 xn vn + vn2 − 2 xn vn
n=1 n=1 n=1

= kvk22 ,

luego
o(v)
lı́m = lı́m kvk2 = 0.
v→0 kvk2 v→0
Por tanto Φ es diferenciable en x y como este era arbitrario, queda que Φ es diferenciable en l2 y

Φ0 (x)(v) = 2fx (v).

Esto es,
Φ0 (x) = 2fx .
Veamos que Φ0 es continua. En efecto, sea  > 0 y tomese δ = /2 , si x1 , x2 ∈ l2 tal que
kx1 − x2 k2 < δ entonces

kΦ0 (x1 ) − Φ0 (x2 )k = 2kfx1 − fx2 k = 2kfx1 −x2 k = 2kx1 − x2 k2 < ,

por ende Φ ∈ C 1 (l2 , R). Veamos finalmente que cumple la condición de (PS). Sea (xn ) una sucesión
en l2 tal que
(Φ(xn )) es acotada y Φ0 (xn ) → 0.
Ahora
kΦ0 (xn )k = 2kfxn k = 2kxn k2 ,
luego kxn k2 → 0 por tanto xn → 0 en l2 . así toda sucesión de Palais-Smale de Φ admite una
subsucesión convergente.

Este ejemplo se dá con el fin de mostrar un ejemplo en la forma mas sencilla posible en la dimensión
infinita, pero se puede demostrar de manera análoga que

Φ : Lp (X) −→ R
f 7→ kf kpp

61
cumple la condiciones de (P S) con X un espacio de medida cualquiera y se deja como ejercicio.

Antes de proceder con el siguiente ejemplo en la dimensión infinita,recordemos que en el ejemplo


anterior la derivada de Gâteux nos dio de manera fácil un candidato de la derivada de Fréchet,sin
embargo el verificar que este era la derivada de Fréchet es aveces tedioso. Por tanto con el fin de
ahorrarnos cuentas innecesarias presentamos el siguiente criterio, tomado de [Kung-Ching, 2005,
pag 3.]

Teorema 2.20. Sean E, F espacios normados, A ⊆ E abierto y Φ : A → F Gâteux diferenciable


en A. Si además todas sus derivadas direccionales (Gâteux) son continuas, Esto es, para todo
v ∈ E la función
∂Φ(·, v) : A −→ F
a 7→ ∂Φ(a, v)
es continua, con
Φ(a + tv) − Φ(a)
∂Φ(a, v) = lı́m .
t→0 t
Entonces Φ es Fréchet diferenciable en A.

Procedemos a dar el segundo ejemplo en dimensión infinita, el cual es más interesante.


Ejemplo 25. Sea
L : D(L) ⊂ H01 (I) −→ L2 (I)
u 7→ −u00
con I = (0, π) y D(L) = {u ∈ H01 (I) : u0 ∈ H 1 (I)}, sean λ ∈ R un número fijo y F ∈ H −1 (I).
Entonces el funcional
Φλ : H01 (I) −→ R

definido por Z
1
Φλ (u) = [(u0 (x))2 − λu2 (x)]dx − hF, ui
2 I
cumple que

1. Si λ ∈
/ EV (L) entonces Φλ cumple (P S).

2. Si λ ∈ EV (L) y F = 0 entonces Φλ no cumple (P S).

Demostración. En primer lugar veamos que EV (L) = {1, 4, 9, . . . , n2 , . . .}. En efecto, λ es un


valor propio si y solo si
L(u) = λu

62
para algún u 6= 0 y u ∈ D(L). Ahora para todo u ∈ H 1 (I) tenemos que u ∈ H01 (I) si y solo si
u = 0 sobre ∂I [Brezis, 2010, Pag. 217]. Por tanto u(0) = 0 y u(π) = 0. Luego λ es un valor propio
si y solo si existe una solución no trivial en D(L) al siguiente problema de frontera

u00 + λu = 0 (2.4)

u(0) = 0 y u(π) = 0.

Hay que tener en cuenta que en (2.4) se esta derivando débilmente y por tanto no sabemos si
es una ecuación diferencial clásica. Veamos que si existe u ∈ D(L) que satisface (2.4) entonces
u ∈ C 2 (I). En efecto, sea u ∈ D(L) tal que satisface (2.4). Así u ∈ H01 (I) y u0 ∈ H 1 (I) y ya
que H 1 (I) ⊆ C(I) entonces u0 ∈ C(I) y por el segundo Teorema Fundamente del Cálculo para
Sobolev tenemos que Z x
u(x) = u0 (t)dy
0
para todo x ∈ I. Como u0 es continua entonces estamos sobre la integral de Riemmann. Por
el Primer Teorema Fundamental de Cálculo (clásico) u ∈ C 1 (I) con derivada usual u0 y como
u00 = −λu se obtiene que u00 ∈ C 1 (I). Análogamente, usando el Segundo Teorema Fundamental
de Cálculo para Sobolev y el Primer Teorema Fundamental de Cálculo (clásico), obtenemos que
u0 ∈ C 1 (I) con derivada usual u00 ∈ C 1 (I). Esto es, u0 ∈ C 2 (I) y como la derivada usual de u es
u0 entonces u ∈ C 3 (I) ⊆ C 2 (I).

Ahora si λ ≤ 0 tenemos que la solución general de (2.4) en C 2 (I) es


√ √
u(x) = C1 e (−λ)x + C2 xe (−λ)x ,

con C1 y C2 constantes y por la condición de frontera tenemos

0 = C1
√ √
(−λ)π
0 = C1 e + C2 πe (−λ)π ,

luego C1 = C2 = 0. Por tanto u = 0. Esto quiere decir que L no tiene valores propios negativos.
Ahora si λ > 0 tenemos que la solución general de (2.4) en C 2 (I) es
√ √
u(x) = C1 cos( λx) + C2 sin( λx),

y ya que se debe cumplir que u(0) = 0 y u(π) = 0, entonces

0 = C1
√ √
0 = C1 cos( λπ) + C2 sin( λπ),

63
luego

C2 sin( λπ) = 0.

Por otro lado C2 6= 0, de lo contrario u=0, entonces sin( λπ) = 0. sin embargo, esto ocurre si y

solo si λπ = nπ para algún n ∈ N. Es decir,

λ = n2 .

Por consiguiente EV (L) = {1, 4, 9, . . . , n2 , . . .}. Por tanto podemos enumerar y ordenar a los
valores propios de L,
0 < λ1 ≤ λ2 ≤ λ3 ≤ · · · ,

con
λ n = n2

para todo n ∈ N.

Ahora identificando a L2 (I) con su dual pero no a H01 (I) tenemos que

H01 (I) ⊂ L2 (I) ' (L2 (I))∗ ⊂ H −1 (I),

o de manera más clara


i I 2 T
H01 −−−→ L2 (I) −−−
L
−→ (L2 (I))∗ −−−→ H −1 (I),

donde las inmersiones son continuas y densas. Ahora demostremos el primer punto. Sea λ ∈
/
EV (L), primero veamos que

C02 (I) = {u ∈ C 2 (I) : u(0) = 0 y u(π) = 0}

es denso en H01 (I). En efecto, tenemos que

Cc∞ (R) ⊆ C ∞ (I) ⊆ C k (I).

Por el teorema de Densidad para Espacios de Sobolev, C k (I) es denso en H 1 (I) para todo k ∈ N
entonces en particular C 2 (I) es denso en H 1 (I), luego C02 (I) es denso en H01 (I). Ya que C02 (I) ⊆
D(L) se obtiene que D(L) también es denso en H01 (I), y por tanto L tiene una única extención
lineal acotada
L : H01 (I) −→ L2 (I)

con kLkL(D(L),L2 ) = kLkL(H01 ,L2 ) .

64
Calculemos ahora la derivada de Gâteux de Φλ . Sea u ∈ D(L) y v ∈ Cc1 (I) obtenemos que
1 0 0 2 2 1 0 2 2
R R
2 I [(u + hv ) − λ(u + hv) ]dx − hF, u + hvi − 2 I [(u ) − λu ]dx + hF, ui
∂Φλ (u, v) = lı́m
h→0
 Z h 
1 0 0 2 0 2 2 2 hhF, vi
= lı́m [2hu v + h (v ) − 2λhuv − λh v ]dx −
h→0 2h I h
Z Z Z Z 
0 0 h 0 2 h 2
= lı́m u v dx + (v ) dx − λ uvdx − λ v dx − hF, vi
h→0 I 2 I I 2 I
Z
= (u0 v 0 − λuv)dx − hF, vi
ZI
= (−u00 v − λuv)dx − hF, vi
ZI
= (L(u)v − λuv)dx − hF, vi.
I

Por tanto

∂Φλ (u, v) = (L(u), v)2 − λ(u, v)2 − hF, vi, (2.5)

luego para todo u ∈ H01 y para todo v ∈ Cc1 (I)

∂Φλ (u, v) = (L(u), v)2 − λ(u, v)2 − hF, vi.

Para cada u fijo ∂Φλ (u, v) es un operador lineal acotado sobre Cc1 (I), pues (u, ·) : L2 (I) → R es
continuo sobre (L2 , k · k2 ) y como la inclusión i : H01 (I) → L2 (I) es continua entonces

(u, ·)2 : (H01 (I), k · kH 1 ) −→ R

es continua. En particular
(u, ·)2 : (Cc1 (I), k · kH 1 ) −→ R

es continua. Luego
∂Φλ (u, ·) : (Cc1 (I), k · kH 1 ) −→ R

es un funcional lineal acotado. Entonces se puede extender de manera única a Cc1 (I) = H01 (I) y
obtenemos que para todo v ∈ H01 (I)

∂Φλ (u, v) = (L(u), v)2 − λ(u, v)2 − hF, vi.

Por otra parte para v fijo tenemos que ∂Φλ (·, v) : H01 (I) → R es continua. Entonces Φλ es Fréchet
diferenciable con derivada continua

Φ0λ (u) = fL(u) − fλu − F,

65
con
fu : L2 (I) −→ R
v 7→ (u, v)2 ,
que restringido a H01 sabemos que es continua ((L2 )∗ ⊆ H −1 ). También podemos reescribir la
derivada como sigue
Φ0λ (u) = fL(u)−λu − F,

y si recordamos a
IL2 : L2 (I) −→ (L2 (I))∗
u 7→ fu ,
la isometría canónica de L2 en su dual, obtenemos que

Φ0λ (u) = IL2 (L(u) − λu) − F. (2.6)

Como λ ∈
/ EV (L), veamos que L − λId es un homeomorfismo de

H01 → L2 .

Tenemos que L − λId : D(L) → L2 (I) es un operador lineal acotado e inyectivo, pues λ no es un
valor propio y por tanto existe G = (L − λId )−1 : R(L) → D(L) su operador lineal inverso. Si
vemos que G es continuo, éste se podrá extender de manera única a todo L2 (I), y como L − λId
también se puede extender de manera única, las extensiones deben ser inversas una de la otra.
Luego L − λId (la extención de L − λId ) será continua, biyectiva y con inversa continua. Veamos
entonces que D es acotado. Esto es, existe C > 0 tal que para todo v ∈ R(L) se cumple que

kGvkH 1 ≤ Ckvk2 , (2.7)

por la inyectividad no es difícil ver que (2.7) se cumple si y solo si existe C > 0 tal que para todo
u ∈ D(L) se cumple que

kukH 1 ≤ Ck(L − λId )(u)k2 . (2.8)

Veamos que (2.8) se cumple. Sea u ∈ D(L) con u 6= 0, tenemos que

kL − λId (u)k2 = k − u00 − λuk2 = ku00 + λuk2 = kw0 k2 ,


Rx
con w(x) = u0 (x) + λ 0 u(t)dt y x ∈ I. Entonces por Corolario 1.2, existe C0 > 0 tal que para
todo x0 ∈ I se tiene que

kw − w(x0 )kH 1 ≤ C0 kw0 k2 = C0 kL − λId (u)k2 . (2.9)

66
Por otro lado por la desigualdad de Sobolev, existe C1 > 0 tal que para todo u ∈ W 1,2 (I) se
cumple que
kuk∞ ≤ C1 kukH 1 .

En particular para w − w(x0 ) se tiene que

kw − w(x0 )k∞ ≤ C1 kw − w(x0 )kH 1 . (2.10)

Tenemos que ver que


kw − w(x00 )k∞ ≥ ku0 k∞ ,

para algún x00 ∈ I. En efecto, como u0 ∈ C(I) y I es compacto, existe x1 ∈ I tal que

|u0 (x1 )| = sup |u0 (x)| = ku0 k∞ .


x∈I

Si λ < 0, tenemos 2 casos a) u0 (x1 ) ≥ 0 ó b) u0 (x1 ) < 0. Si se cumple a), supongamos que
Z x1
λ u(t)dt − u0 (x) < 0, (2.11)
x

para todo x ∈ I. Ahora u0 (x1 ) 6= 0 ya que de lo contrario ku0 k∞ = 0. Luego u0 = 0. Es decir, u


sería una constante y como u(0) = 0 entonces u = 0. Entonces existe una vecindad Vx1 de x1 , tal
que u0 > 0 en Vx1 . Como u ∈ C(I) significa que tiene máximo y mínimo, pero no pueden estar en
la frontera de I; es decir, en 0 y π, ya que de lo contrario el máximo y mínimo de u serían 0 y por
ende u sería la función nula. Por tanto el máximo y mínimo de u están en el interior de I. Esto
es, u0 se anula en ellos (tiene ceros) y por consiguiente la vecindad Vx1 se puede extender máximo
hasta el intervalo (y0 , y1 ) donde u0 > 0 en (y0 , y1 ) y

u0 (y0 ) = 0 y u0 (y1 ) = 0.

Por tanto y0 y y1 son puntos extremos y como u0 > 0 en (y0 , y1 ), entonces u es estrictamente
creciente sobre (y0 , y1 ). Por tanto y0 es un mínimo y y1 es un máximo de u, y además

y0 < x1 < y1 ,

y no existen más ceros de u0 (puntos críticos) en [y0 , y1 ]. Ahora por (2.11) tenemos que
Z x1 Z x1
λ u(t)dt < 0 y λ u(t)dt < 0.
y1 y0

Es decir,
Z y1 Z x1
u(t)dt < 0 y u(t)dt > 0. (2.12)
x1 y0

67
Ahora si u ≥ 0 en I tenemos una contradicción. Por tanto u(y0 ) < 0 y u(y1 ) ≥ 0. Luego por el
Teorema del Valor Intermedio existe x2 ∈ [y0 , y1 ] tal que

u(x2 ) = 0,

además u ≥ 0 en [x2 , y1 ] y u < 0 en [y0 , x2 ]. Tenemos 2 posibles casos más: i) x2 ≤ x1 ó ii)


x1 < x2 . Si ocurre i) entonces u ≥ 0 en [x1 , y1 ] y por tanto
Z y1
u(t)dt ≥ 0,
x1

contradiciendo la parte izquierda de (2.12). Si ocurre ii) entonces u < 0 en [y0 , x1 ) y por ende
Z x1
u(t)dt < 0,
y0

contradiciendo la parte derecha de (2.12). Por tanto existe x02 ∈ I tal que
Z x1
λ u(t)dt − u0 (x02 ) ≥ 0,
x02

luego Z x1
w(x1 ) − w(x02 ) 0
= u (x1 ) + λ u(t)dt − u0 (x02 ) ≥ u0 (x1 ) ≥ 0.
x02

Esto es,
|w(x1 ) − w(x02 )| ≥ |u0 (x1 )| = ku0 k∞ ,

de aquí se obtiene que


kw − w(x02 )k∞ ≥ ku0 k∞ .

Ahora si se cumple b), suponga que para todo x ∈ I


Z x1
λ u(t)dt − u0 (x02 ) > 0
x

y análogamente como en el caso a) se llega a una contradicción. Por tanto existe x02 ∈ I tal que
Z x1
λ u(t)dt − u0 (x02 ) ≤ 0,
x02

luego Z x1
w(x1 ) − w(x02 ) = u0 (x1 ) + λ u(t)dt − u0 (x02 ) ≤ u0 (x1 ) ≤ 0,
x02

entonces
|w(x1 ) − w(x02 )| ≥ |u0 (x1 )| = ku0 k∞

68
y de aquí se obtiene que
kw − w(x02 )k∞ ≥ ku0 k∞ .

Por último si λ > 0, se procede de manera similar. En cualquier caso siempre existe x02 ∈ I tal
que

kw − w(x02 )k∞ ≥ ku0 k∞ , (2.13)

y de (2.9), (2.10) y (2.13), obtenemos que

ku0 k∞ ≤ kw − w(x02 )k∞


≤ C1 kw − w(x02 )kH 1
≤ C0 C1 kL − λId(u)k2 .

Es decir,

ku0 k∞ ≤ C0 C1 kL − λId(u)k2 . (2.14)

Por último, por el ejemplo 7, tenemos que existe C2 > 0 tal que

ku0 k2 ≤ C2 ku0 k∞ (2.15)

y por la desigualdad de Poincaré existe C3 > 0 tal que

kukH 1 ≤ C3 ku0 k2 . (2.16)

De (2.14), (2.15) y (2.16) obtenemos

kukH 1 ≤ C3 ku0 k2
≤ C3 C2 ku0 k∞
≤ C3 C2 C1 C0 kL − λId (u)k2 .

Queda así demostrado (2.8) y por tanto se obtiene (2.7). Por lo dicho anteriormente (L − λId ) es
un homeomorfismo. Luego IL2 ◦ (L − λId ) es un homeomorfismo de

H01 → (L2 )∗ ⊆ H −1 ,

así su inversa (L − λId )−1 ◦ IL−1


2 es un homeomorfismo de

(L2 )∗ → H01

y puesto que (L2 )∗ es denso en H −1 , este homeomorfismo se puede extender de manera única en

H −1 → H01 .

69
Veamos que Φλ cumple (PS). Sea (un ) en H01 (I) una sucesión de Palais-Smale a nivel c, esto es,

Φλ (un ) → c

y
Φ0λ (un ) = IL2 (L(un ) − λun ) − F → 0.

Como Φ0λ (un ) ∈ L(H01 , R) = H −1 (I) entonces Φ0λ (un ) + F es una sucesión en H −1 (I) convergente
a F . Por tanto
(L − λId )−1 ◦ IL−1 0
2 (Φλ (un ) + F ) → (L − λId )
−1
◦ IL−1
2 (F )

en H01 (I), pero

(L − λId )−1 ◦ IL−1 0


2 (Φλ (un ) + F ) = (L − λId )
−1
◦ IL−1
2 (IL2 (L(un ) − λun ))

= un .

Es decir que
un → (L − λId )−1 ◦ IL−1
2 (F ).

Por tanto Φλ cumple (P S).

Veamos que se cumple el segundo punto del ejemplo. Esto es, λ ∈ EV (L) y F = 0, luego λ = λk
para algún k ∈ N y existe ϕk ∈ D(L) una función propia asociada a λk . Por tanto consideremos
la sucesión (un ) = (nϕk ), entonces tenemos que

−nϕ00k = nλk ϕk ,

multiplicando a ambos lados por nϕk ,

−n2 ϕ00k ϕk = n2 λk ϕ2k ,

luego
Z Z
n 2
λk ϕ2k dx = − n2 ϕ00k ϕk dx
I Z I
= n2 ϕ0k ϕ0k dx
ZI
= n2 (ϕ0k )2 dx,
I

es decir, Z Z
Φλ (nϕk ) = (nϕ0k )2 dx − λk (nϕk )2 dx = 0.
I I

70
Por otro lado, de (2.6) tenemos que

Φ0λ (nϕk ) = IL2 (L(nϕk ) − λk (nϕk ))


= IL2 (λk nϕk − λk nϕk )
= IL2 (0)
= 0.

Por tanto obtenemos que


Φλ (un ) → 0 y Φ0λ (un ) → 0.

Pero (un ) no admite subsucesiones convergentes, es decir Φλk no cumple (P S).

Este ejemplo en particular lo utilizaremos más adelante para dar una aplicación al Teorema del
Paso de Montaña, por el momento procederemos a ver un principio variacional, que será necesario
para poder demostrar el teorema principal de nuestro trabajo.

2.2. Principio Variacional de Ekeland

Existen 2 formas famosas de demostrar el Teorema del Paso de Montaña, uno es vía por el Lema
de Deformación y la otra es vía Principio Variacional de Ekeland. Nosotros los haremos a partir
del segundo. El lector que esté interesado en saber acerca del Lema de de Deformación y la
demostración del Teorema del Paso de Montaña usando dicho Lema puede buscar en [Jabri, 2003,
pag. 33-47, 67].

Para poder enunciar y demostrar el Principio Variacional de Ekeland es necesario entender el


concepto de la semicontinuidad. Con el fin de presentar dicho concepto en su forma más general
y, a su vez, de una manera clara y natural, partiremos de otro concepto, una generalización de las
sucesiones.

2.2.1. Redes

Antes de continuar, para trabajar esta sección introduciremos alguna notación extra de la topo-
logía general. Denotaremos a (X, τ ) un espacio topológico con τ su topología y dado un x ∈ X
denotaremos a V (x) el conjunto de las vecindades de x. Para una sucesión dada (xn ) y un conjunto
B diremos que xn ∈ B para casi todo n si existe N ∈ N tal que si n ≥ N entonces xn ∈ B.
Diremos que xn ∈ B para infinitos valores de n si para todo N ∈ N existe un n0 ≥ N tal que
xn0 ∈ B.

71
Es bien conocido por topología general, la siguiente proposición tomada de [Rubiano.O, 2010,
Pag.83-84,137].

Proposición 2.10. Sea X un espacio topológico 1-contable, entonces para todo Y ⊆ X se cumple
que.

1. x ∈ A si y solo si existe una sucesión (xn ) en Y tal que xn → x.

2. Una función f : X → Z, con Z un espacio topológico cualquiera, es continua en x si y solo


si para toda sucesión (xn ) en X si xn → x entonces f (xn ) → f (x).

Esto significa que en los espacios topológicos 1-contables, la adherencia y la continuidad quedan
caracterizadas por las sucesiones. Pero si quitamos la condición de ser 1-contable, este resultado
es falso, como ilustra el siguiente ejemplo.
Ejemplo 26. Sea X = R con la siguiente topología τ = {Y ⊆ X : Y c es numerable, ó Y c = X}
√ √
(la topología de los complementos numerables) y sea Y = R − { 2} entonces 2 ∈ Y pero no

existe ninguna sucesión (xn ) ∈ Y tal que xn → 2.
√ √
Demostración. Sea V√2 ∈ V ( 2) entonces 2 ∈ V√2 y (V√2 )c es numerable, por ende V√2 es no
numerable y por consiguiente

Y ∩ V√2 = V√2 − { 2} =
6 ∅.
√ √
Luego 2 ∈ Y . Supongamos ahora que existe una sucesión (xn ) en Y tal que xn → 2, esto es

que para toda V√2 ∈ V ( 2) tenemos que

xn ∈ V√2

para casi todo n. Si tomamos a V = R − {xn : n ∈ N} entonces 2 ∈ V , ya que xn ∈ Y , es

decir, xn 6= 2 para todo n ∈ N. Por otro lado como V tiene complemento numerable entonces

V ∈ V ( 2), pero
xn ∈
/V
para todo n ∈ N, lo cual es una contradiccón. Por tanto no existe una sucesión (xn ) en Y

convergente a 2.

De este hecho surge la necesidad de dar una generalización de las sucesiones de tal manera que
se pueda caracterizar la continuidad y la adherencia. Se conocen 2 tipos de generalización de las
sucesiones, una es conocida como los filtros y la otra como las redes. Puesto que las redes resultan
ser una generalización más natural, trabajaremos sobre este concepto. Si el lector desea leer acerca
de los filtros en caso de no conocerlos, puede buscar en [Rubiano.O, 2010, Cap. 5]. Ahora antes
de definir el concepto de redes, introduzcamos la definición de conjunto dirigido.

72
Definición. Sea A un conjunto no vacío y ≤ una relación de A. Al par (A, ≤) se le dice dirigido
si se cumple que

1. Para todo α ∈ A, α ≤ α.

2. Dados α, β, γ ∈ A, si α ≤ β y β ≤ γ entonces α ≤ γ.

3. Dados α, β ∈ A, existe γ ∈ A tal que α ≤ γ y β ≤ γ.

Procedemos ahora sí a definir una red de la siguiente manera, que es tomada de [Sanjuán, 2007,
Pag.2].

Definición. Sea X un espacio topológico y A un conjunto dirigido. Una red en X es una función

x : A −→ X
α 7→ xα ,

y la denotamos por (xα )α∈A .

De manera parecida a las sucesiones, para Y ⊆ X, decimos que

xα ∈ Y finalmente para α, si existe un α0 ∈ A tal que para todo α ∈ A, si α ≥ α0 entonces


xα ∈ Y .

xα ∈ Y frecuentemente para α, si para todo α ∈ A existe β ∈ A tal que β ≥ α y xβ ∈ Y .

La red (xα )α∈A converge a x0 ∈ X si para toda vecindad Vx0 de x0 , se tiene que xα ∈ Vx0
finalmente para α, y lo denotamos xα → x0 o lı́m xα = x0 .

Es claro que una sucesión (xn ) es una red y los conceptos de finalmente para α y frecuentemente
para α son generalizaciones de para casi todo n y para infinitos valores de n, al igual que la
convergencia en redes es una generalización de la convergencia en sucesiones. Veamos ahora que
las redes caracterizan la adherencia y la continuidad.

Proposición 2.11. Sea X un espacio topológico

1. Si X es Hausdorff y (xα )α∈A una red de X entonces si xα → x y xα → y entonces x = y.

2. Si Y ⊆ X entonces x ∈ Y si y solo si existe una red (xα )α∈A de Y tal que xα → x.

3. Una función f : X → Z , con Z un espacio topológico, es continua en x si y solo si para


toda red (xα )α∈A de X si xα → x entonces f (xα ) → f (x).

73
Demostración.
1. Supongamos que x 6= y, entonces existen Vx y Vy vecindades de x y y respectivamente con
Vx ∩ Vy = ∅. Por otro lado existen α0 , α1 ∈ A tal que si α ≥ α0 y α ≥ α1 entonces

xα ∈ V x y xα ∈ Vy

respectivamente. Entonces si tomamos β ∈ A tal que β ≥ α0 y β ≥ α1 , el cual existe por


definición de conjunto dirigido, obtenemos que

xβ ∈ Vx ∩ Vy

lo cual es una contradicción y por ende x = y.

2. Si x ∈ Y entonces para toda V ∈ V (x) tenemos que

V ∩ Y 6= ∅.

Se puede mostrar fácilmente que V (x) con la relación ⊇ (contiene a) es un conjunto dirigido.
Por tanto definimos la red (xV )V ∈V (x) tal que

xV ∈ V ∩ Y

para todo V ∈ V (x). Veamos que xV → x. En efecto, sea U ∈ V (x) entonces para todo
V ∈ V (x) tal que V ⊆ U se tiene que

xV ∈ V ∩ Y ⊆ U ∩ Y ⊆ U.

Esto es, xV ∈ U finalmente para V , luego xV → x.


Recíprocamente, sea (xα )α∈A una red de Y tal que xα → x entonces para toda vecindad Vx
de x, existe α0 ∈ A tal que
x α0 ∈ V x

y como xα0 ∈ Y , entonces


Vx ∩ Y 6= ∅,

es decir, x ∈ Y .

3. Si f : X → Z es continua en x y (xα )α∈A una red de X convergente a x. Veamos que


f (xα ) → f (x). Sea Vf (x) ∈ V (f (x)) entonces existe Vx ∈ V (x) tal que

f (Vx ) ⊆ Vf (x)

74
y existe un α0 ∈ A tal que si α ≥ α0 entonces xα ∈ Vx luego

f (xα ) ∈ f (Vx ) ⊆ Vf (x)

para todo α ≥ α0 . Esto es, f (xα ) ∈ Vf (x) finalmente para α, es decir, f (xα ) → f (x).
Recíprocamente supongamos que para toda red (xα )α∈A en X, tal que xα → x, se tiene
que f (xα ) → f (x) y supongamos además que f no es continua en x. Por ende existe
Vf (x) ∈ V (f (x)) tal que para toda V ∈ V (x) se tiene que

f (V ) * Vf (x) .

Es decir que para cada V ∈ V (x) existe xV ∈ V tal que

f (xV ) ∈
/ Vf (x) ,

y por lo anteriormente expuesto (xV )V ∈V (x) es una red de X convergente a x. Como f (xV ) ∈
/
Vf (x) para todo V ∈ V (x), f (xV ) no converge a f (x), lo cual es una contradicción y por
tanto f es continua.

Queda probado que las redes caracterizan la adherencia y la continuidad. Este hecho generalmente
es muy útil. Sin embargo, nosotros tenemos que introducir un concepto más de las redes para poder
definir la semicontinuidad.

Definición. Sea (xα )α∈A una red de R. Decimos que a es un límite inferior de xα , y lo notamos
a = lı́mxα , si dado  > 0, a −  < xα finalmente para α y xα < a +  frecuentemente para α.
Diremos también que b es un límite superior de xα , y lo notamos b = lı́mxα , si dado  > 0,
b +  > xα finalmente para α y xα > b −  frecuentemente para α.

No es difícil demostrar y se deja como ejercicio que

lı́mxα = sup ı́nf xβ (2.17)


α∈A β≥α

lı́mxα = ı́nf sup xβ . (2.18)


α∈A β≥α

Veamos algunas propiedades del límite inferior y superior.

Proposición 2.12. Sea (xα )α∈A una red de R entonces existe un único a ∈ R tal que

a = lı́mxα

donde R denota a R extendido.

75
Demostración. El limite inferior existe por (2.17), puesto que en R todo conjunto no vacío tiene
sup e ı́nf. Veamos que es único.

Supongamos que existen a y a0 , 2 limites inferiores de (xα ), y supongamos sin perdida de genera-
lidad que a0 < a y sea  > 0 entonces existe α0 ∈ A tal que si α ≥ α0 entonces a −  < xα . Para
α0 existe α00 ∈ A con α00 ≥ α0 tal que xα00 < a0 + . Luego

a −  < xα00 < a0 + .

Esto es,
a < a0 + 2

y como  > 0 era arbitrario entonces


a ≤ a0

lo cual es una contradicción.

El límite superior de cualquier red también existe y es único en los reales extendidos y su demos-
tración es análoga. Por otro lado, como es de esperarse del límite superior y del inferior se tiene
la siguiente proposición.

Proposición 2.13. Sea (xα )α∈A una red de R entonces

lı́mxα ≤ lı́mxα .

Más aun, (xα )α∈A converge si y solo si lı́mxα = lı́mxα y en tal caso

lı́m xα = lı́mxα = lı́mxα .

Demostración. Sea  > 0, si denotemos a a = lı́mxα y a b = lı́mxα entonces a −  < xα finalmente


para α y xα < b +  finalmente para α. Luego existe un α0 ∈ A tal que

a −  < xα0 < b + .

Esto implica que


a < b + 2

y como  > 0 era arbitrario obtenemos que

a ≤ b.

76
Veamos que si a = b entonces xα → a. En efecto, sea  > 0 entonces existe α0 y α1 en A tal que si
α ≥ α0 y α ≥ α1 entonces a −  < xα y xα < b +  = a + , respectivamente, y como A es dirigido
existe β ∈ A tal que α0 ≤ β y α0 ≤ β y por tanto para todo α ≥ β se tiene que

a −  < xα < a + .

Esto es,
|xα − a| < ,
por tanto xα → a.
Recíprocamente si xα → x con x ∈ R, veamos que lı́mxα = x = lı́mxα . Sea  > 0 entonces existe
α0 tal que si α ≥ α0 entonces
|xα − x| < .
Es decir,
x −  < xα < x + ,
luego tenemos que x −  < xα finalmente para α y a su vez xα < x +  finalmente para α,
como finalmente para α implica frecuentemente para α, obtenemos por un lado que x −  < xα
finalmente para α y que xα < x +  frecuentemente para α, es decir que x = lı́mxα ; por otro
lado, obtenemos que x −  < xα frecuentemente para α y que xα < x +  finalmente para α así
x = lı́mxα .

Por último veamos una pequeña propiedad que nos será de utilidad.
Lema 2.1. Sean (xα )α∈A una red en R, a = lı́mxα y b ∈ R entonces se tiene que b ≤ xα finalmente
para α si y solo si b ≤ a.

Demostración. Sea b ≤ xα finalmente para α y supongamos que b > a entonces para  > 0, se
tiene que
xα < a +  < b + 
frecuentemente para α y tenemos que

b −  < b < xα

finalmente para α. De donde b = lı́mxα = a, lo cual es una contradicción. Por tanto b ≤ a.


Veamos ahora el recíproco. Supongamos que b ≤ a entonces tenemos 2 casos i) b < a y ii) b = a.
Si se cumple i), existe  > 0 tal que b = a −  y por ende

xα ≥ a −  = b

finalmente para α. Ahora si se cumple ii) entonces para todo  > 0 se tiene que xα ≥ b − 
finalmente para α. Como  es arbitrario entonces se obtiene que b ≤ xα finalmente para α.

77
Finalmente podemos presentar el concepto de semicontinuidad.

2.2.2. Semicontinuidad

El concepto de la semicontinuidad se divide en 2 formas, la semicontinuidad inferior y la se-


micontinuidad superior, que se define de la siguiente manera y es tomadada de [Sanjuán, 2007,
Pag. 5].

Definición. Sean X un espacio topológico de Hausdorff, Φ : X → R un funcional y x0 ∈ A. Se


dice que Φ es semicontinua inferiormente en x0 si para toda red (xα )α∈A de X con xα → x0 , se
tiene que
lı́mΦ(xα ) ≥ Φ(x0 ).

Se dice que Φ es semicontinua inferiormente en X si es semicontinua inferiormente en todo x ∈ X


y se escribe que Φ ∈ sci(X).

Se dice que Φ es semicontinua superiormente en x0 si para toda red (xα )α∈A de X con xα → x0 ,
se tiene que
lı́mΦ(xα ) ≤ Φ(x0 ).

Se dice que Φ es semicontinua superiormente en X si es semicontinua superioremente en todo


x ∈ X.

Presentamos a la semicontinuidad con esta definición pues a nuestra opinión es la forma más
natural de hacerlo. Sin embargo en los textos usualmente se dá otra definición a partir de la
imagen inversa de colas. El siguiente teorema muestra que nuestra definición y la usualmente
dada coinciden.

Teorema 2.21. Sea X un espacio de Hausdorff entonces Φ ∈ sci(X) si y solo si Φ−1 (a, ∞) es
abierto para todo a ∈ R.

Demostración. Supongamos que Φ es semicontinua inferiormente en X y que para algún a ∈ R,


tenemos que
F = Φ−1 (−∞, a]

no es cerrado, luego existe x0 ∈ F − F y existe (xα )α∈A una red de F tal que xα → x0 y como
xα ∈ Φ−1 (−∞, a] entonces

Φ(xα ) ≤ a (2.19)

78
para todo α ∈ A y ya que
lı́mΦ(xα ) ≥ Φ(x0 ),

por el Lema 2.1,


Φ(x0 ) ≤ Φ(xα )

finalmente para α, luego existe un α0 tal que

Φ(x0 ) ≤ Φ(xα0 ). (2.20)

Como x0 ∈
/ F , implica que Φ(x0 ) ∈
/ (−∞, a]. Es decir,

Φ(x0 ) > a. (2.21)

De (2.19), (2.20) y (2.21) obtenemos que

a < Φ(x0 ) ≤ Φ(xα0 ) ≤ a,

lo cual es una contradicción.

Veamos ahora el recíproco. Supongamos que Φ−1 (a, ∞) es abierto para todo a ∈ R y sean x0 ∈ X
y (xα )α∈A una red de X tal que xα → x0 , entonces para todo  > 0 tenemos que

Φ−1 (Φ(x0 ) − , ∞) = Ux0 ,

es un abierto y como x0 ∈ Φ−1 (Φ(x0 ) − , ∞) entonces Ux0 , es una vecindad de x0 , por tanto
xα ∈ Φ−1 (Φ(x0 ) − , ∞) finalmente para α. Esto es, Φ(xα ) > Φ(x0 ) −  finalmente para α. Luego
por el Lema 2.1,
Φ(x0 ) −  ≤ lı́mΦ(xα )

y puesto que el  es arbitrario se obtiene que

Φ(x0 ) ≤ lı́mΦ(xα ).

Por ende Φ ∈ sci(X).

Análogamente se obtiene un resultado similar para la semicontinuidad superior. A continuación,


veamos la relación que hay entre la continuidad y la semicontinuidad.

Proposición 2.14. Sean X un espacio topológico de Hausdorff y Φ : X → R un funcional


entonces Φ es continua si y solo si Φ es semicontinua superior e inferiormente.

79
Demostración. Si Φ es continua entonces para todo x0 y toda (xα )α∈A en X, tal que xα → x0 , se
tiene que Φ(xα ) → Φ(x0 ). Luego

lı́mΦ(xα ) = lı́mΦ(xα ) = Φ(x0 ).

Entonces
lı́mΦ(xα ) ≥ Φ(x0 ) y lı́mΦ(xα ) ≤ Φ(x0 ),

por ende Φ es semicontinua inferior y superiormente.

Recíprocamente, si Φ es semicontinua inferior y superiormente, entonces para todo x0 ∈ X y toda


red (xα )α∈A en X, tal que xα → x0 , se tiene que

lı́mΦ(xα ) ≥ Φ(x0 ) y lı́mΦ(xα ) ≤ Φ(x0 ),

luego
lı́mΦ(xα ) ≤ Φ(x0 ) ≤ lı́mΦ(xα ),

pero esto ocurre solo si


lı́mΦ(xα ) = lı́mΦ(xα ) = Φ(x0 ),

por tanto Φ(xα ) → Φ(x0 ) así Φ es continua.

Ahora si X es 1-contable tenemos que la semicontinuidad queda caracterizada por las sucesiones
como se puede observar en la siguiente proposición.

Proposición 2.15. Sea X un espacio 1-contable y Hausdorff entonces Φ ∈ sci(X) si y solo si


para todo x0 ∈ X y toda sucesión (xn ) en X, tal que xn → x0 , entonces

lı́mΦ(xn ) ≥ Φ(x0 ).

A esta caracterización por sucesiones se le llama semicontinuidad inferior por sucesiones.

Demostración. Análogamente, como se demostró el teorema 2.21, se obtiene que Φ es semicontinua


inferiormente por sucesiones si y solo si Φ−1 (a, ∞) es abierto para todo a ∈ R, simplemente usando
la proposición 2.10, pues ésta permite cambiar la palabra red por sucesión en la demostración del
teorema 2.21.

Se tiene que todo espacio métrico es 1-contable, por tanto tenemos esta caracterización sobre
estos espacios y en particular sobre los espacios normados. Hemos visto cómo se comporta la
semicontinuidad globalmente. La siguiente proposición nos dice cómo se comporta localmente y
su demostración se deja como ejercicio.

80
Proposición 2.16. Φ es semicontinua inferiormente en x0 si y solo si para todo a < Φ(x0 ),
existe una vecindad Vx0 de x0 tal que

x0 ∈ Vx0 ⊆ Φ−1 (a, ∞).

Es decir, para todo a < Φ(x0 ), x0 es un punto interior de Φ−1 (a, ∞).

Por último y más importante, la semicontinuidad inferior asegura un mínimo sobre los espacios
compactos, como ilustra el siguiente enunciado.

Proposición 2.17. Sean X un espacio compacto y de Hausdorff y Φ ∈ sci(X). Entonces Φ tiene


un mínimo en X.

Demostración. Sea  > 0 fijo pero arbitrario, entonces tenemos que para cada x ∈ X,

x ∈ Φ−1 (Φ(x) − , ∞),

el cual es abierto. Por tanto


{Φ−1 (Φ(x) − , ∞)}x∈X
es una cubierta abierta, entonces existen x1 , x2 , . . . , xn ∈ X tal que

X ⊆ Φ−1 (Φ(x1 ) − , ∞) ∪ Φ−1 (Φ(x2 ) − , ∞) ∪ · · · ∪ Φ−1 (Φ(xn ) − , ∞)


= Φ−1 [(Φ(x1 ) − , ∞) ∪ (Φ(x2 ) − , ∞) ∪ · · · ∪ (Φ(xn ) − , ∞)]
= Φ−1 [(Φ(x0 ) − , ∞)]

con Φ(x0 ) = mı́n{Φ(x1 ), Φ(x2 ), . . . , Φ(xn )} donde obviamente x0 = xi para algún i = 1, 2, . . . n y


por ende x0 ∈ X. Por otro lado, tenemos que

Φ(X) ⊆ (Φ(x0 ) − , ∞);

es decir, que para todo x ∈ X,


Φ(x) > Φ(x0 ) − 
y como  era arbitrario obtenemos que

Φ(x) ≥ Φ(x0 )

para todo x ∈ X.

Con el fin de presentar algunos ejemplos de funciones semicontinuas no continuas, presentamos la


siguiente proposición. Recordemos que una función Φ : R → R tiene una descontinuidad en x0 de
primera especie si existen sus limites laterales, los cuales denotamos Φ(x− +
0 ), Φ(x0 ) y ocurre que
estos límites no son iguales (discontinuidad de salto) o que los límites laterales son iguales pero la
función evaluada en x0 es distinto a estos límites( discontinuidad evitable).

81
Proposición 2.18. Sea Φ : B ⊆ R → R una función con una discontinuidad de primera especie
en x0 y semicontinua inferiormente en B, entonces Φ(x0 ) = mı́n{Φ(x− +
0 ), Φ(x0 )}. Recíprocamente
si Φ cumple que para todo x0 ,
lı́m Φ(x0 − ) = Φ(x−
0)
→0
y
lı́m Φ(x0 + ) = Φ(x+
0)
→0

existen y Φ(x0 ) = mı́n{Φ(x− +


0 ), Φ(x0 )} entonces Φ ∈ sci(B).

Demostración. Supongamos, sin perdida de generalidad, que Φ(x− +


0 ) < Φ(x0 ) y supongamos ade-
más que Φ(x0 ) = Φ(x+
0 ), luego sea a ∈ R tal que

Φ(x− +
0 ) < a < Φ(x0 ) = Φ(x0 ).

Por tanto x0 ∈ Φ−1 (a, ∞). Así, existe Vx0 una vecindad de x0 tal que Vx0 ⊆ Φ−1 (a, ∞). Escojamos
un  > 0 tal que x0 −  ∈ Vx0 , luego
Φ(x0 − ) ≥ a.

De donde
Φ(x−
0 ) = lı́m Φ(x0 − ) ≥ a,
→0

lo cual es una contradicción. Por tanto Φ(x0 ) = Φ(x− − +


0 ) = mı́n{Φ(x0 ), Φ(x0 )}.

Veamos ahora el recíproco. Si Φ tiene todos su limites laterales y además cumple que para todo
x0 ∈ B,
Φ(x0 ) = mı́n{Φ(x− +
0 ), Φ(x0 )}.

Entonces sea (xn ) una sucesión en R tal que xn → x0 , luego para todo  > 0, |xn − x| <  para casi
todo n. Esto geométricamente significa que xn se va acercando por la derecha y/o por la izquierda
a x0 . Entonces como los limites laterales existen, para los valores de n para los cuales xn se acerca
a x por la derecha se tendrá que Φ(xn ) se acerca a Φ(x+ 0 ) y para los valores de n para los cuales
xn se acerca a x por la izquierda, se tendrá que Φ(xn ) se acerca a Φ(x− 0 ). Por lo tanto los únicos
+ −
límites subsecuenciales posibles de (Φ(xn )) son Φ(x0 ) y Φ(x0 ). Como en las sucesiones, el límite
superior e inferior son el sup y el ı́nf de los limites subsecuenciales de una sucesión, obtenemos
que
lı́mΦ(xn ) ≥ mı́n{Φ(x− +
0 ), Φ(x0 )}

donde el "mayor o igual" se debe a que Φ(x− +


0 ) o Φ(x0 ) pueden no ser un limite subsecuencial. Por
ejemplo si se toma una sucesión (xn ) monótonamente decreciente que converga a x0 se obtendrá
que el único límite subsecuencial de (Φ(xn )) es Φ(x+0 ) ya que se acerca únicamente por la derecha.
Esto es independiente de si Φ(x0 ) es o no el mı́n{Φ(x−
+ +
0 ), Φ(x0 )}.

82
Por tanto
lı́mΦ(xn ) ≥ mı́n{Φ(x− +
0 ), Φ(x0 )} = Φ(x0 ),

por lo cual Φ es semicontinua inferiormente en B.

De la proposición anterior tenemos que toda función continua salvo discontinuidades de primera
especie es semicontinua inferiormente, siempre y cuando la función evaluada en las descontinui-
dades sea igual a su limite lateral más pequeño. Algunos ejemplos de funciones semicontinuas
inferiormente son los siguientes:

1. Una función continua cualquiera como

Φ1 (x) = ex

Figura 2.3: grafica de Φ1

2. Una función continua con una discontinuidad de primera especie como


(
1
2x si x ∈ [0, 1]
Φ2 (x) = x 2
4 + 1 si x ∈ (1, 4)

83
Figura 2.4: grafica de Φ2

3. Una función continua con dos discontinuidades de primera especie como




 sin x + 5 si x ∈ [0, π)
Φ3 (x) = cos x + 4 si x ∈ [π, 3π
2 ]
3

 1 17 3π
25 (x − 3π) + 2 si x ∈ ( 2 , 10]

Figura 2.5: grafica de Φ3

Es claro que todos los resultados que hemos dado para la semicontinuidad inferior tienen un re-
sultado similar para la semicontinuidads superior. Más exactamente, en los espacios 1-contables
la semicontinuidad superior queda caracterizada por las sucesiones, en los espacios compactos la
semicontinuidad superior asegura la existencia de un máximo y una función continua en los reales
salvo discontinuidades de primera especie es semicontinua superiormente si y solo si la función
evaluada en las descontinuidades es igual a su limite lateral más grande. La demostración de estas
propiedades son análogas a las ya hechas. Por tanto, es natural preguntarnos si las funciones semi-
continuas sobre los reales son simplemente funciones continuas salvo discontinuidades de primera

84
especie. La respuesta es no. Es posible encontrar funciones semicontinuas con discontinuidades
de segunda especie, como ilustra el siguiente ejemplo, donde una función Φ : R → R tiene una
discontinuidad de segunda especie en x0 si es discontinua en x0 y sus limites laterales no existen.
Ejemplo 27. Sea Φ : R → R, definida por



 0 si x≥0 y x∈Q

 x+1 si x>0 y x∈I
Φ(x) =


 x2 + 2 si x<0 y x∈Q

 3 si x<0 y x∈I

entonces Φ es semicontinua en 0 y tiene una descontinuidad de segunda especie en 0.

Demostración. Veamos primero que 0 es una discontinuidad de segunda especie en Φ. En efecto,


supongamos que la discontinuidad es de primera especie entonces

lı́m Φ(0 − ) = Φ(0− )


→0

lı́m Φ(0 + ) = Φ(0+ )


→0
existen. Esto ocurre si y solo si para toda sucesión (n ) en R tal que n > 0 y n → 0 se tiene que

lı́m Φ(0 − n ) = Φ(0− )


n→∞

lı́m Φ(0 + n ) = Φ(0+ ),


n→∞

luego si tomamos (n ) una sucesión positiva de los racionales y (δn ) una sucesión positiva de los
irracionales convergentes a cero, obtenemos que

lı́m Φ(0 − n ) = lı́m (n )2 + 2 = 2


n→∞ n→∞

lı́m Φ(0 − δn ) = lı́m 3 = 3


n→∞ n→∞

lı́m Φ(0 + n ) = lı́m 0 = 0


n→∞ n→∞

lı́m Φ(0 + δn ) = lı́m δn + 1 = 1


n→∞ n→∞

luego
2 = Φ(0− ) = 3 y 0 = Φ(0+ ) = 1,

lo cual es una contradicción. Por ende 0 es un discontinuidad de segunda especie. Veamos ahora
que Φ es semicontinua inferiormente en 0.

85
Sea (xn ) una sucesión en R, tal que xn → 0, note que Φ(x) ≥ 0 para todo x ∈ R, entonces
Φ(xn ) ≥ 0 = Φ(0) para todo n por ende

lı́mΦ(xn ) ≥ Φ(0).

Por tanto Φ es semicontinua inferiormente en 0.

Procedemos a enunciar y demostrar el Principio Variacional de Ekeland.

2.2.3. Enunciado y Demostración del Principio

El principio fue establecido en 1972 por Ekeland. Es un extraordinario resultado comparable con el
Teorema del Paso de Montaña que ha probado ser una herramienta muy poderosa en muchas áreas
del análisis. Este resultado nos dice que cuando un funcional Φ de un espacio métrico completo,
es semicontinuo inferiormente y acotado, este posee una sucesión minimizadora que cumple una
propiedad interesante en su reducción. El exacto enunciado es el siguiente tomado de [Jabri, 2003,
pag. 23]

Teorema 2.22 (Principio Variacional de Ekeland). Sean (X, d) un espacio métrico y Φ : X → R


un funcional en sci(X) acotado inferiormente. Sea  > 0 y x ∈ X tal que

Φ(x) ≤ ı́nf Φ(u) + .


u∈X

Entonces para todo δ > 0 existe y ∈ X tal que

1. Φ(y) ≤ Φ(x)

2. d(x, y) < δ

3. Φ(y) ≤ Φ(u) + (/δ)d(u, y) para todo u ∈ X.

Esto significa, que dado una aproximación inicial (punto inicial) que tengamos del ı́nf de Φ,
siempre podemos encontrar una mejor aproximación que esté tan cerca al ı́nf de Φ como nosotros
queramos. Un buen gráfico que muestra lo que ocurre es la Figura 2.6, tomado de [Jabri, 2003,
pag. 24].

86
Figura 2.6: Principio variacional de Ekeland

Demostración. Consideremos la relación en X dada por



u  v si y solo si Φ(u) ≤ Φ(v) − d(u, v),
δ
donde  define una relación de orden parcial en X dependiente de δ. Para ver esto veamos primero
la reflexividad, como Φ(u) ≤ Φ(u) + 0 = Φ(u) + (/δ)d(u, u), luego u  u. Ahora veamos que es
antisimetrica. Si u  v y v  u entonces
 
Φ(u) ≤ Φ(v) − d(u, v) y Φ(v) ≤ Φ(u) − d(u, v),
δ δ
luego

Φ(u) ≤ Φ(u) − 2 d(u, v).
δ
Por consiguiente 0 ≤ −2(/δ)d(u, v). Es decir, d(u, v) ≤ 0 si y solo si d(u, v) = 0, luego u = v.
Por último, para ver la transitividad, supongamos que u  v y v  w entonces
 
Φ(u) ≤ Φ(v) − d(u, v) y Φ(v) ≤ Φ(w) − d(w, v).
δ δ
De donde
 
Φ(u) ≤ Φ(w) − d(u, v) − d(w, v)
δ δ

= Φ(w) − [d(u, v) + d(w, v)]
δ

≤ Φ(w) − d(u, w),
δ
por tanto u  w.

87
Ahora construiremos una sucesión decreciente de conjuntos cerrados (Sn ) de X, usando el orden
, tal que la intersección
\
Sn = {y} = {y(δ)}.
n∈N
Para empezar, definamos para cada v ∈ X a

Iv = {u ∈ X : u  v}.

Es claro que v ∈ Iv , veamos que Iv es cerrado para todo v ∈ X. En efecto, sea u ∈ I v , por tanto
existe (un ) en Iv tal que un → u. Luego, como la sucesión está en Iv , tenemos que

Φ(un ) + d(un , v) ≤ Φ(v)
δ
para cada n ∈ N. Entonces

Φ(v) ≥ lı́m[Φ(un ) + d(un , v)]
δ

≥ lı́mΦ(un ) + lı́md(un , v).
δ
Como toda métrica es continua y un → u entonces

d(u, v) = lı́m d(un , v) = lı́md(un , v)

y como Φ ∈ sci(X), tenemos que


lı́mΦ(un ) ≥ Φ(u),

por tanto

Φ(v) ≥ Φ(u) + d(u, v).
δ
Es decir, u  v. Luego u ∈ Iv , por ende I v ⊆ Iv , si y solo si I v = Iv . Esto es, Iv es cerrado. Ahora
definamos a z1 = x y al conjunto

S1 = {u ∈ X : u  z1 } = Iz1 ,

entonces tomemos a z2 ∈ S1 tal que



Φ(z2 ) ≤ ı́nf Φ(u) + ,
u∈S1 2
el cual existe por la definición del ı́nf. Inductivamente construimos la sucesión (Sn ), definido por

Sn = {u ∈ X : u  zn } = Izn

con zn+1 ∈ Sn y satisface que



Φ(zn+1 ) ≤ ı́nf Φ(u) + .
u∈Sn n+1

88
Es claro que Sn es cerrado para todo n ∈ N y ya que zn+1  zn para todo n ∈ N entonces si
u ∈ Sn+1 implica que u  zn+1  zn y por ende u ∈ Sn , es decir,

Sn+1 ⊆ Sn .

Tenemos que (Sn ) es una sucesión decreciente de cerrados, veamos que diam Sn → 0 donde
diam A = supx,y∈A d(x, y), con A ⊆ X. En efecto.

Sea u ∈ Sn+1 entonces u  zn+1 y u ∈ Sn . Esto implica que



Φ(u) ≤ Φ(zn+1 ) − d(u, zn+1 ).
δ
Es decir,

Φ(u) + d(u, zn+1 ) ≤ Φ(zn+1 )
δ

≤ ı́nf Φ(v) +
v∈Sn n+1

≤ Φ(u) + .
n+1
Por lo tanto
δ
d(u, zn+1 ) ≤ (2.22)
n+1
y como (2.22) se cumple para todo u ∈ Sn+1 , entonces para todo u, v ∈ Sn+1 se tiene que


d(u, v) ≤ d(u, zn+1 ) + d(v, zn+1 ) ≤ .
n+1
De donde

diam Sn ≤ .
n+1
Luego diam Sn → 0. Ya que X es completo y (Sn ) es una sucesión decreciente de cerrados tal que
diam Sn → 0 entonces
\
Sn = {y}.
n∈N

Veamos que y satisface 1), 2) y 3). En efecto.

1. Como y ∈ S1 entonces y  x, esto es,



Φ(y) ≤ Φ(x) − d(x, y) ≤ Φ(x).
δ

89
2. Ahora tenemos que

d(x, y) ≤ Φ(x) − Φ(y)
δ
≤ ı́nf Φ(u) +  − Φ(y)
u∈X

=  + ( ı́nf Φ(u) − Φ(y))


u∈X

y como Φ(y) ≥ ı́nf u∈X Φ(u) entonces ı́nf u∈X Φ(u) − Φ(y) ≤ 0, por ende

d(x, y) ≤  + ( ı́nf Φ(u) − Φ(y)) ≤ .
δ u∈X

Luego
d(x, y) ≤ δ.

3. Por último, sea u ∈ X y supongamos que u  y, entonces u  zn para todo n ∈ N. Por ende
T
u ∈ n∈N Sn luego u = y. Por tanto y  u para todo u ∈ X. Es decir,

Φ(y) ≤ Φ(u) − d(u, y).
δ

Finalmente podemos enunciar y demostrar el teorema principal de nuestro trabajo.

2.3. El Teorema Del Paso De Montaña

Antes de enunciar el teorema introduciremos un concepto más que explica la razón de su nombre.

Definición. Sean X un espacio de Banach y Φ : X → R un funcional continuo, se dice que Φ


tiene geometría de montaña si existen r > 0 y ρ > 0 tal que

ρ= ı́nf Φ(u),
u∈Sr (0)

Φ(0) < ρ y Φ(u0 ) < ρ para algún u0 ∈ X con ku0 k > r. Donde Sr (0) es la esfera con centro en 0
y radio r. Es decir, Sr (0) = {u ∈ X : kuk = r}.

Para entender porque un funcional con geometría de montaña tiene imagen con aspecto de mon-
taña, consideremos en primer lugar a X = R. Sea Φ : R → R tal que cumple la geometría de
montaña. Entonces existen r y ρ que cumplen las propiedades mencionadas anteriormente, pe-
ro Sr (0) en R consiste en solo dos puntos, {−r, r}. Entonces las condiciones de la geometría de
montaña en R se resume en el siguiente gráfico.

90
Figura 2.7: condiciones para la geometría de montaña

Es decir, consiste en solo 4 puntos, y como Φ es continua, entonces la imagen de Φ será un camino
que una estos cuatros puntos. Esta tiene una forma parecida a la siguiente imagen.

Figura 2.8: geometría de montaña en R

91
Donde se puede apreciar las montañas. Ahora en R2 , bajo el mismo razonamiento, esto es, usando
el hecho de que Φ es continua, un funcional que cumpla la geometría de montaña tiene el siguiente
aspecto.

Figura 2.9: geometría de montaña en R2

Finalmente procedemos a enunciar y demostrar el teorema principal de nuestro trabajo, que es


tomado de [Jabri, 2003, pag. 66].

Teorema 2.23 (El Teorema del Paso de Montaña, Ambrosetti y Rabinowitz ). Sean X un espacio
de Banach y Φ : X → R un funcional de clase C 1 si Φ satisface (P S), es decir.

Para toda sucesión (un ) en X tal que si

(Φ(un )) es acotada y Φ0 (un ) → 0,

ésta admite una subsucesión convergente.

Y si además Φ tiene geometría de montaña, es decir.

Existen r > 0 y ρ > 0 tal que


ρ= ı́nf Φ(u),
u∈Sr (0)

Φ(0) < ρ y Φ(u0 ) < ρ para algún u0 ∈ X con ku0 k > r.

92
Entonces Φ tiene un valor critico c ≥ ρ con

c = ı́nf máx Φ(u)


γ∈Γ u∈γ

donde Γ denota el conjunto de todos los caminos γ que unen a 0 con u0 .

Demostración. Sin pérdida de generalidad tomamos a cada γ ∈ Γ definida en [0, 1], es decir,
γ(0) = 0 y γ(1) = u0 . Consideremos a E, el conjunto de funciones continuas γ : [0, 1] → X, se
tiene que E es un espacio vectorial con la suma y producto escalar definidas puntualmente y

kγkΓ = máx kγ(t)k,


t∈[0,1]

es una norma sobre E. Ahora, Γ ⊆ E sobre la métrica que induce la norma de E es un espacio
métrico completo.

Consideremos el funcional Ψ : Γ → R definido por

Ψ(γ) = máx Φ(γ(t)),


t∈[0,1]

veamos que Ψ es semicontinua inferiormente. En efecto, sea (γn ) en Γ tal que γn → γ en Γ.


Por tanto γn (t) → γ(t) uniformemente en [0, 1]. Por otro lado para cada n ∈ N fijo, γ y γn
son continuas. Entonces Kn = γ([0, 1]) ∪ γn ([0, 1]) es compacto. Por tanto Φ es uniformemente
continua sobre Kn . Luego para todo  > 0 existe δ = δ() > 0 tal que si ku − vk < δ con u, v ∈ Kn
entonces
|Φ(u) − Φ(v)| < .

Como γn (t) → γ(t) uniformemente en [0, 1], existe N = N (δ()) ∈ N tal que si n ≥ N entonces

kγn (t) − γ(t)k < δ

para todo t ∈ [0, 1]. Luego


|Φ(γn (t)) − Φ(γ(t))| < 

para todo n ≥ N y t ∈ [0, 1]. Esto es,

− < Φ(γ(t)) − Φ(γn (t)) < .

Por ende
Φ(γ(t)) −  < Φ(γn (t)) y Φ(γn (t)) < Φ(γ(t)) + ,

para todo t ∈ [0, 1] y n ≥ N . Entonces

máx Φ(γ(t)) −  < máx Φ(γn (t))


t∈[0,1] t∈[0,1]

93
y
máx Φ(γn (t)) < máx Φ(γ(t)) + .
t∈[0,1] t∈[0,1]

Es decir,
Ψ(γ) −  < Ψ(γn ) y Ψ(γn ) < Ψ(γ) + ,

para n ≥ N , luego
lı́mΨ(γn ) = Ψ(γ).

Por tanto queda que Ψ ∈ sci(Γ), por otro lado veamos que

c = ı́nf Ψ(γ) ≥ máx{Φ(0), Φ(u0 )}.


γ∈Γ

En efecto, ya que para todo γ ∈ Γ, γ(0) = 0 y γ(1) = u0 entonces Φ(γ(0)) = Φ(0) y Φ(γ(1)) =
Φ(u0 ) y por ende
máx Φ(γ(t)) ≥ máx{Φ(0), Φ(u0 )},
t∈[0,1]

es decir,
Ψ(γ) ≥ máx{Φ(0), Φ(u0 )}

para todo γ ∈ Γ. Esto significa que Ψ esta acotado inferiormente y efectivamente c esta bien
definido (es decir es un numero real) y se cumple que c = ı́nf γ∈Γ Ψ(γ) ≥ máx{Φ(0), Φ(u0 )}. Como
Ψ es semicontinua inferiormente y acotada se cumplen las hipótesis del Principio Variacional de
Ekeland.

Luego para  > 0, por definición de inf, existe γ0 ∈ Γ tal que

Ψ(γ0 ) ≤ ı́nf Ψ(γ) + 2 = c + 2 .


γ∈Γ

Por el Principio Variacional de Ekeland tomando δ = , existe γ ∈ Γ tal que

1. Ψ(γ ) ≤ Ψ(γ0 ) ≤ c + 2 .

2. kγ − γ0 kΓ < .

3. Ψ(γ ) < Ψ(γ) + kγ − γkΓ para todo γ ∈ Γ.

Veamos que existe t ∈ I tal que


kΦ0 (γ (t ))k ≤ .

En efecto, primero consideremos para cada γ ∈ Γ la curva

σ(t) = γ (t) − γ(t),

94
está es una función continua con σ(0) = σ(1) = 0. Esta función es llamada la variación de γ (t)
con respecto γ.

Ahora como Φ ◦ γ es continua sobre el compacto [0, 1] entonces existe t ∈ [0, 1] tal que

Φ(γ (t )) = Ψ(γ ).

Así mismo para cada γ ∈ Γ existe yγ ∈ X tal que

Φ(yγ ) = Ψ(γ).

Veamos que para cada u ∈ S1 (0) existe un yγ tal que



u= .
kyγ k

Es decir, que los vectores que maximizan a Φ sobre alguna curva γ, normalizados, cubren a S1 (0).
En efecto, para cada u ∈ S1 (0) tomemos y = ru ∈ Sr (0). Tenemos que

mı́n{Φ(0), Φ(u0 )} < ρ ≤ Φ(y).

Por tanto está bien definido el intervalo

I = [mı́n{Φ(0), Φ(u0 )}, Φ(y)].

Como Φ es continua y I es arcoconexo entonces Φ−1 (I) es arcoconexo. Ahora, como 0, u0 , y ∈


Φ−1 (I) entonces existe un arco γ contenido en Φ−1 (I) que une a 0 con u0 y pasa por y, luego
γ ∈ Γ. Por otro lado para todo t ∈ [0, 1]

Φ(γ(t)) ∈ I.

Es decir,
Φ(γ(t)) ≤ Φ(y).

Esto es,
máx Φ(γ(t)) = Φ(y).
t∈[0,1]

Por tanto yγ = y = ru, entonces u = y/kyk = yγ /kyγ k. Esto quiere decir que los vectores yγ /kyγ k
cubren a S1 (0). Más aun, para cada u ∈ S1 (0) existe un arco γ tal que Φ se maximiza sobre γ en
ru.

Definimos para cada γ ∈ Γ a


yγ − γ (t )
wγ =
h

95
con h > 0 y ya que los vectores yγ /kyγ k cubren a S1 (0) entonces los vectores wγ /kwγ k también
cubren a S1 (0). Es decir, para cada u ∈ S1 (0) existe un wγ tal que

u= .
kwγ k

Ahora note que para cada y que maximiza a Φ sobre algún arco γ, esta curva nunca es única. Es
decir, siempre se puede encontrar otra curva γ 0 tal que y = yγ = yγ 0 , mas aún para toda curva γ
siempre se puede encontrar una curva γ 0 tal que yγ = yγ 0 y su variación con respecto a γ cumple
que
kσγ 0 kΓ = kγ 0 − γ kΓ ≤ kyγ − γ (t )k.

Esto es,
kσγ 0 kΓ ≤ hkwγ k

y por el principio variacional de Ekeland (la parte 3) tenemos que

Ψ(γ ) < Ψ(γ 0 ) + kγ − γ 0 kΓ .

Es decir,
Φ(γ (t )) ≤ Φ(yγ ) + kγ − γ 0 kΓ ,

luego
Φ(γ (t )) − Φ(γ (t ) + hwγ ) ≤ kγ − γ 0 kΓ = kσγ 0 kΓ ≤ hkwγ k.

Por tanto
Φ(γ (t )) − Φ(γ (t ) + hwγ )
≤ kwγ k.
h
Haciendo h → 0 obtenemos que

Φ0 (γ (t ))[−wγ ] ≤ kwγ k,

luego para todo u ∈ S1 (0) obtenemos que

Φ0 (γ (t ))[−u] ≤ .

Esto también aplica para −u ∈ S1 (0), luego

Φ0 (γ (t ))[u] ≤ .

Por ende
|Φ0 (γ (t ))[u]| ≤ 

96
y por tanto

kΦ0 (γ (t ))kX ∗ = sup |Φ0 (γ (t ))[u]|


u∈S1 (0)

≤ ,

como queríamos ver. Por otro lado también tenemos, por el Principio Variacional de Ekeland
(parte 1), que
|Φ(γ (t )) − c| = Φ(γ (t )) − c ≤ 2 .

Entonces si definimos a un = γ1/n (t1/n ) con n ∈ N obtenemos que

1 1
kΦ0 (un )kX ∗ ≤ y |Φ(un ) − c| ≤
n n2
para todo n ∈ N. Luego
Φ(un ) → c y Φ0 (un ) → 0

y como Φ satisface (P S), existe (unk ) una subsucesión de (un ) tal que unk → u para algún u ∈ X.
De aquí, como Φ y Φ0 son continuas, se obtiene que

Φ(unk ) → Φ(u) y Φ0 (unk ) → Φ0 (u),

luego
Φ(u) = c y Φ0 (u) = 0.

Es decir, u es un punto crítico y c un valor crítico.

Veamos por último que c ≥ ρ. Se tiene que γ se interseca con Sr (0) para todo γ ∈ Γ. Luego existe
t0 ∈ (0, 1) tal que γ(t0 ) ∈ Sr (0) entonces

Φ(γ(t0 )) ≥ ρ.

Por ende
máx Φ(u) ≥ ρ.
u∈γ([0,1])

Ya que esto ocurre para todo γ ∈ Γ, implica que

c = ı́nf máx Φ(u) ≥ ρ,


γ∈Γ u∈γ([0,1])

concluyendo así la demostración del teorema.

En el próximo capítulo procederemos a dar una aplicación del Teorema del Paso de Montaña

97
CAPÍTULO 3

UNA APLICACIÓN DEL TEOREMA DEL PASO DE MONTAÑA

La aplicación que mostraremos del Teorema Del Paso De Montaña será su gran utilidad para
demostrar la existencia de soluciones (débiles) de ecuaciones diferenciales muy generales.

3.1. El Resorte con Forzamiento

El problema que vamos a considerar es la ecuación diferencial del resorte con forzamiento f con
problema de frontera. Más precisamente

−u00 − λu = f
(3.1)
u(0) = 0 u(π) = 0.

Para empezar veamos que esta ecuación modela un resorte. Considere un resorte con una partícula
de masa 1 (Kg) sobre una superficie sin fricción, además suponga que sobre la partícula actúa una
fuerza Fr no necesariamente conservativa. Como muestra la siguiente gráfica.

98
Figura 3.1: El Resorte

Donde centramos el origen donde el resorte tiene su longitud natural. Denotamos a λ la constante
de elasticidad del resorte y a u(t) la enlogación del resorte en el tiempo t. Ahora, sobre la partícula
se ejerce 2 fuerzas, la fuerza ejercida por el resorte que por la ley de Hooke es

Fe = −λu

y la fuerza no necesariamente conservativa ejercida sobre la particula que notaremos por −f . Es


decir,
Fr = −f.

Entonces la fuerza total es


F = Fe + Fr = −λu − f

y como
F = ma = mu00 = u00 ,

obtenemos que
u00 = −λu − f.

Es decir,
−u00 − λu = f.

Ahora procedemos a responder la siguiente pregunta ¿Como asegurar la existencia de alguna


solución de (3.1) para una f muy general? Pero ¿Que quiere decir f muy general? Para esto
consideremos nuevamente a la isometría canónica de L2 sobre I = (0, π)

IL2 : L2 (I) −→ (L2 (I))∗ .

99
Más precisamente a su inversa
IL−1 2 ∗ 2
2 : (L (I)) −→ L (I).

Tenemos que (L2 (I))∗ es denso en H −1 (I). Por tanto podemos extender de manera única a IL−1
2 a
−1 −1 −1 −1
todo H (I). Luego para cada F ∈ H (I) existe una f ∈ IL2 (H (I)) tal que

hF, ui = (f, u)2

para todo u ∈ H01 (I). Nótese que

L2 (I) ⊆ IL−1
2 (H
−1
(I)).

Diremos que una función f : I → R está en H −1 (I) si

(f, ·)2 : H01 (I) −→ R


u 7→ (f, u)2

pertenece a H −1 (I). Estas funciones aquí descritas se dice que tienen -1 derivada débil.

Este conjunto es bastante grande ya que

C k (I) ⊆ C 1 (I) ⊆ W 1,q (I) = H 1 (I) ⊆ C(I) ⊆ R(I) ⊆ L∞ (I) ⊆ Lp (I) ⊆ L2 (I) ⊆ H −1 (I).

Es decir, encierra prácticamente a todas las funciones que hemos trabajado en este trabajo y
otras. Mostraremos el alcance del Teorema del Paso de Montaña utilizándolo en el problema (3.1)
con f una función con -1 derivada.

3.2. El Lagrangiano

Una solución (Clásica) del problema (3.1) es una función u ∈ C 1 (I) con I = (0, π) y con u0
diferenciable en el sentido usual. Es decir, con 2 derivadas que cumple (3.1). Luego

−u00 − λu = f.

Multiplicando a ambos lados por ϕ ∈ Cc1 (I)

−u00 ϕ − λuϕ = f ϕ

e integrando sobre I obtenemos que


Z Z Z
00
− u ϕ−λ uϕ = f ϕ.
I I I

100
Como ϕ es de soporte compacto se anula sobre ∂I, de donde
Z Z Z
u00 ϕ = u0 ϕ|∂I − u0 ϕ0 = − u0 ϕ0 .
I I I

Por consiguiente
Z Z Z
0 0
uϕ −λ uϕ = f ϕ. (3.2)
I I I

Mostramos así que toda solución de (3.1) debe cumplir (3.2) pero para que una función cumpla
esta igualdad solo necesita tener una derivada. Más aun, solo necesita tener una derivada débil.

Definición. Decimos que una función u ∈ H01 (I) es solución débil del problema (3.1) si cumple
(3.2) para toda ϕ ∈ Cc1 (I)

La razón de ser de esta definición es la siguiente. Si se tiene que existe una solución débil u y
si se puede demostrar que u0 ∈ H 1 (I) entonces nos podemos "devolver". Pues, por definición de
derivada débil tenemos que para todo ϕ ∈ Cc1 (I),
Z Z
u ϕ = − u00 ϕ.
0 0
I I

Luego obtenemos que


(−u00 − λu − f, ϕ)2 = 0

para todo ϕ ∈ Cc1 (I) y como Cc1 (I) es denso en L2 (I), obtenemos que

−u00 − λu = f.

Recordemos que estamos derivando débilmente. Si u0 es diferenciable entonces u es solución clásica.


Por tanto una vez tengamos una solución débil solo tenemos que ver que condiciones debe cumplir
f para que la solución débil sea 2 veces diferenciable en el sentido usual y ser así una solución
clásica. A esto se le conoce como .estudiar la regularidad del problema".
Ahora, la idea (técnica) con la cual resolveremos el problema (3.1) usando el Teorema del Paso
de Montaña es la siguiente. Idea que es tomada de [Brézis et al., 1980].
Supongamos que existe un funcional Φ : H01 (I) → R Fréchet diferenciable tal que para todo
v ∈ Cc1 (I) cumple que Z Z Z
0 0 0
Φ (u)[v] = u v − λ uv − f v.
I I I
Supongamos además que Φ tiene al menos un punto critico u0 , luego para todo v ∈ H01 (I) se tiene
que
Φ0 (u0 )[v] = 0.

101
En particular, para v ∈ Cc1 (I) se obtiene que
Z Z Z
0 0
u0 v − λ u0 v − f v = 0.
I I I

Esto es, u0 es solución débil de (3.1). Esto muestra que al encontrar dicho funcional,
pasamos de un problema de ecuaciones diferenciales a un problema variacional.

De hecho ya sabemos quien es este funcional, puesto que en el Ejemplo 25 dimos al funcional

Φλ : H01 (I) −→ R

definido por Z
1
Φλ (u) = [(u0 (x))2 − λu2 (x)]dx − hF, ui
2 I

y demostramos que es un funcional de clase C 1 y que para v ∈ H01 (I) se tiene que
Z
Φ0 (u)[v] = (u0 v 0 − λuv)dx − hF, vi,
I

simplemente hay que tomar a hF, vi = (f, v)2 .

El funcional Φλ es llamado el Lagrangiano del problema o sistema descrito por (3.1). La razón
de este nombre se debe a la física. Veamos una pequeña introducción al lagrangiano en física y su
relación con nuestro trabajo tomado de [Herbert Goldstein, 2002, pag. 21,35].

Dado un sistema de n partículas xi que se mueven bajo fuerzas conservativas, en mecánica teórica,
se define al langrangiano del sistema como

L=K −V

donde K es la energía cinética del sistema, es decir,


n
1X
K= mi (vi )2
2
i=1

con mi la masa de xi , y vi la velocidad de xi en el instante de tiempo t y V es la energía potencial


del sistema.

Ahora El Principio de Mínima Acción en física dice que si {σi } son las trayectorias que
modelan el sistema; es decir, las trayectorias por las cuales viajan las partículas xi respectivamente
con parametrizaciones xi (t) donde t ∈ I e I es un intervalo de tiempo, se debe cumplir que el
funcional
Z
Φ(σ1 , σ2 , . . . , σn ) = Φ(x1 (t), x2 (t), . . . , xn (t)) = L(x1 (t), x2 (t) . . . , xn (t))dt
I

102
se minimiza en las trayectorias σi que modelan el sistema. Este funcional es llamado la Acción del
sistema y desde un punto de vista físico dice que la naturaleza siempre escogerá las trayectorias
que minimicen la acción.

Por tanto la solución del sistema es un punto crítico de la acción que es exactamente lo que ocurre
en nuestro caso, en general definimos.

Definición. Dada una ecuación diferencial, si existe un funcional tal que dado cualquier pun-
to critico del funcional éste es solución de la ecuación diferencial, el funcional será llamado el
lagrangiano o acción del sistema.

Para verificar un poco el principio de mínima acción de la física, veamos que su lagrangiano
coincide con el nuestro.
Ejemplo 28. El lagrangiano del resorte desde el punto vista de la física, cuando no hay forzamiento,
es Φλ con f = 0.

Demostración. Como no hay forzamiento estamos bajo fuerzas conservativas. Ahora, recordemos
que u(t) mide la enlogación del resorte y λ es la constante de elasticidad. Tenemos solo una
partícula con velocidad u0 (t) y masa 1 por tanto
1 1
K = mv 2 = u0 (t)
2 2
y la energía potencial del sistema es la energía potencial elástica, que se define por
1
V = λ(u(t))2 .
2
Por tanto el lagrangiano del resorte sin forzamiento es
1 1
L = u0 (t) − λ(u(t))2 ,
2 2
y su acción es Z
1
Φλ (u) = [(u0 (x))2 − λu2 (x)]dx
2 I

Ahora para finalizar, procedemos a demostrar (en algunos casos) que nuestro lagrangiano en efecto
tiene un punto crítico.

103
3.3. Solución al Problema

Por todo lo anteriormente expuesto si demostramos que el lagrangiano Φλ tiene un punto crítico ha-
bremos demostrado la existencia de una solución (débil) al problema (3.1) y por El Teorema Del
Paso de Montaña, basta ver que Φλ satisface (P S) y tiene geometría de montaña. Ahora nueva-
mente por el Ejemplo 25 ya tenemos que Φλ satisface (P S) para λ ∈ / EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .}
y que no satisface (P S) para λ ∈ EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .}. Por tanto falta ver que Φλ tiene
geometría de montaña, veamos esto en el siguiente ejemplo.
Ejemplo 29. sean λ ∈ R un número fijo, I = (0, π) y F ∈ H −1 (I), F 6= 0 y

Φλ : H01 (I) −→ R

definido por Z
1
Φλ (u) = [(u0 (x))2 − λu2 (x)]dx − hF, ui,
2 I
entonces existe u0 ∈ H01 (I) tal que el funcional Ψλ (u) = Φλ (u−u0 ) cumple geometría de montaña.

Demostración. Primero note que existe u0 6= 0 ∈ H01 (I) tal que

Φλ (u0 ) > 0

y un u1 6= 0 ∈ H01 (I) tal que


Φλ (u1 ) < 0,

pues si la función es no negativa o no positiva, 0 ∈ H01 (I) seria un un mínimo o un máximo y por
ende
Φ0λ (0) = 0.

Por tanto
IL2 (L(0) − λ0) − F = 0.

Es decir,
F =0

y estamos suponiendo que F 6= 0.


Ahora, considere el intervalo J = (0, ∞). Como Φ es continua,

Φ−1
λ (J)

es abierto. Ya que u0 ∈ Φ−1


λ (J) entonces existe r0 > 0 tal que

Br0 (u0 ) ⊆ Φ−1


λ (J). (3.3)

104
Ahora existe un radio r1 > 0 con r1 < r0 tal que
ρ1 = ı́nf Φ(u),
u∈Sr1 (u0 )

cumple que Φλ (u0 ) < ρ1 . Tenemos por (3.3) que


Φλ (u) > 0
para todo u ∈ Br0 (u0 ). En particular para u ∈ Sr1 (u0 ) luego ρ1 > 0. Es decir, Φλ (0) = 0 < ρ1 y
además 0 ∈/ Br0 (u0 ), pues de lo contrario Φλ (0) > 0. Por tanto, tenemos para r1 y ρ1 que
ρ1 = ı́nf Ψλ (u),
u∈Sr1 (0)

Ψλ (0) = Φλ (u0 ) < ρ1 y Ψλ (u0 ) = Φλ (0) = 0 < ρ1 . Por ultimo ku0 kH 1 > r1 , puesto que
/ Br0 (u0 ) y por ende ku0 kH 1 ≥ r0 > r1 . Por tanto se concluye que Ψλ tiene geometría de
0 ∈
montaña.

Ahora, no demostramos que Φλ cumple geometría de montaña sino una traslación de él, esto no
afecta el resultado porque
Ψ0λ (u) = (Φλ ◦ T )0 (u)
= Φ0λ (T (u))T 0 (u)
con T (u) = u − u0 . No es difícil demostrar que T 0 (u) = Id , el operador identidad, y por tanto
Ψ0λ (u) = Φ0λ (u − u0 ),
/ EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .}. Puesto que si (un ) es una sucesión de
Así Ψλ cumple (P S) para λ ∈
Palais-Smale de Ψλ entonces (un − u0 ) es una sucesión de Palais-Smale de Φλ y por el Ejemplo
25, un − u0 → (L − λId)−1 ◦ (IL2 )−1 (F ), luego un → (L − λId)−1 ◦ (IL2 )−1 (F ) + u0 .
Se concluye entonces que, por el Teorema del Paso de Montaña, Ψλ y por ende Φλ tiene un punto
crítico para λ ∈/ EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .}, es decir, que el problema (3.1) para estos valores de
λ, existe solución débil.
Ahora como comentario final, por la demostración del Teorema del Paso de Montaña sabemos
que la geometría de montaña garantiza la existencia de una sucesión de Palais-Smale y por la
condición de (P S) esta sucesión tiene una subsucesión convergente y a donde converge es el punto
/ EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .}, existe al menos una sucesión
crítico del funcional. Por tanto para λ ∈
de palais-smale de Ψλ y por ende existe una sucesión de palais-smale de Φλ . Por el ejemplo 25
esta sucesión converge a
(L − λId )−1 ◦ (IL2 )−1 (F ) = (L − λId )−1 (f ). (3.4)
/ EV (L) = {1, 4, . . . , n2 , . . .},
Así no sólo sabemos que existe una solución débil al problema (3.1) para λ ∈
sino que esta dada por (3.4).

105
CONCLUSIONES

Se concluye que los métodos variacionales y mas precisamente el Teorema Del Paso de Mon-
taña es de gran utilidad para garantizar la existencia de soluciones débiles en ecuaciones
diferenciales, sin embargo el ejemplo que dimos en este trabajo es muy sencillo. Este teo-
rema puede ser utilizado para resolver otros tipos de ecuaciones diferenciales como EDO
no lineales, EDP lineales, EDP lineales no homogeneas y EDP no lineales. Por ejemplo en
[Brézis et al., 1980], utilizando el TPM, resuelven la siguiente ecuación diferencial parcial
no lineal con condiciones de frontera y condiciones de periodicidad

∆u + g(u) = utt − uxx + g(u) = 0

u(0, t) = 0 u(π, t) = 0

u(x, t + 2π) = u(x, t).

Donde g : R → R es una función continua, monotonamente creciente y g(0) = 0. Pero un


ejemplo como este se sale del alcance del trabajo.

Nuestra aplicación también mostró la relación que hay entre los métodos variacionales y la
física, más precisamente con el Principio de Mínima Acción.

Se concluye también que el TPM tiene sus limitaciones, puesto que no se puede decidir con
él si existe o no solución a la ecuación diferencial dada en nuestro trabajo para λ ∈ EV (L).
Para este caso se sugiere tomar una sucesión λk , no de valores propios, convergente a λ. Así
existirá una sucesión uk de soluciones débiles a nuestro problema para λk respectivamente
y estudiar que sucede con la sucesión de funciones (uk ) cuando k tiende a infinito. Este

106
problema hace parte de la teoría de la bifurcación y esta idea es desarrollada en detalle en
[Kung-Ching, 2005] .

Queda pendiente ver en los casos donde existe solución débil, que condiciones debe tener f
para que la solución débil tenga segunda derivada y sea así una solución clásica. Esto hace
parte del campo de la regularidad. Por esta razón no lo estudiamos, ya que no hacia parte
del objetivo de este trabajo.

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