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¡Los ricos no son cristianos! –dijo la voz al otro lado del teléfono– La Biblia dice que “la
raíz de todos los males es el amor al dinero” (1 Tim. 6:10), los ricos son personas que
aman el dinero y su egoísmo nunca les permitiría acercarse a Dios. Además Jhonatan,
continuó diciendo, debes recordar la historia bíblica del “joven rico” (Mr. 10:17-31); ahí
Jesús dice claramente que los ricos no están dispuestos a seguirlo. Por lo tanto, la iglesia
debe concentrarse en compartir el mensaje de salvación a las personas de las clases
bajas; los pobres deben ser nuestra prioridad como cristianos.
Esta fue la respuesta que recibí alguna vez, mi pregunta había sido: ¿qué estamos haciendo
los cristianos para que las personas de las altas clases sociales puedan acercarse a Dios?
Pero… ¿realmente deber ser así? ¿Estas palabras le hacen justicia al mensaje bíblico? ¿La
Biblia realmente enseña que las personas ricas no están dispuestas a acercarse a Dios? Peor
aún, ¿en verdad las Escrituras afirman que un rico no puede ser cristiano?
Para responder de manera adecuada estas preguntas es necesario poner en perspectiva la
concepción de la riqueza dentro del Antiguo y Nuevo Testamentos, luego será necesario
analizar de manera detenida la historia del “joven rico”. Esta historia aparece en los tres
evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), pero por razones de espacio
consideraremos principalmente los textos de Marcos.
Conclusiones
En suma, la concepción bíblica de la riqueza muestra una evolución histórica. Mientras que
en el Antiguo Testamento primero era vista como una señal de la bendición divina, para el
tiempo de los profetas llegó a relacionarse directamente con la idolatría. Más tarde, en la
sociedad del Nuevo Testamento los ricos eran vistos como personas deshonestas; pues la
única manera de enriquecerse en este tiempo era desposeyendo a los más débiles de lo poco
o mucho que tuvieran. Sin embargo, la historia del hombre rico que se acercó a Jesús podría
ser ejemplo de una excepción a la regla; y es por medio de está narrativa que Marcos
comunica grandes verdades para los cristianos.
En un mundo capitalista como el nuestro, la forma en que se entiende la riqueza es
totalmente distinta a la de las épocas bíblicas. En el Nuevo Testamento las riquezas se
obtenían por medio del poder, contrariamente hoy las riquezas compran el poder.
Actualmente, todos deseamos ser ricos y pretendemos poseer más, pues en nuestra visión
socio-económica del mundo el hecho de que yo sea más rico no implica un daño directo
hacia los más débiles. Por todo esto, la sociedad presente requiere de un cristianismo al
estilo de Jesús; es decir, personas de fe que amen de forma incondicional e inviten al rico a
seguir a Jesús y a confiar plenamente en Dios. Es tiempo de que las agencias misioneras de
la iglesia no solamente planeen en función de la geografía, sino que también tomen en
cuenta la gran necesidad de Dios que tienen las personas de las clases altas; pues aún hoy es
posible escuchar ricos diciendo: ¿qué debo hacer para alcanzar la vida eterna?
¡Saludos y bendiciones!
Bibliografía
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