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Laval, C. (2004). La escuela no es una empresa. El ataque neoliberal a la enseñanza pública. Barcelona. Paidós.

Mtra. Ana Cárdenas Chávez

Capítulo 9 La modernización de la escuela:

El texto habla de una reforma mundial que tiene relación con los discursos del Banco Mundial, de la Comisión
europea y de la OCDE. Los discursos han llevado a la apropiación y a la validación de los temas de eficacia,
evaluación e innovación. La educación ha emprendido el camino de la imitación del mundo empresarial privado a
partir de la búsqueda de la eficacia, en la escuela se busca hacer más con menos. La masificación escolar ha llevado
a la búsqueda del rendimiento cualitativo, se pretende mayor esfuerzo hacia la administración racional a partir de
distintos dispositivos; la gestión empresarial se ha importado a la escuela, a través de pasar de la producción de
masas a la organización fundadas en la gestión de calidad.

La modernización anuncia una mutación de la escuela que afecta la organización, sus valores y sus fines, el termino
no es neutro va desde convertir sociedades tradicionales a la modernidad, eliminando la manera de ser y de hacer,
encaminado a la eficacia y la racionalidad; persigue un aumento en la eficacia de las organizaciones, para ponerlas
al nivel de productividad, se obliga a la escuela a ser competitiva; llego a las escuelas, la gestión escolar sustituye
al humanismo, se le concede peso a los administradores, a los expertos y a los estadísticos; está ligado a las
exigencias del mundo económico y a las ideologías que la sostienen. La eficacia gestora se erigió como norma
suprema, la propia acción pedagógica se evalúa como una producción de valor añadido, se obliga a la escuela a
ser competitiva.

Se promueve la aplicación de los principios de la gestión empresarial a las escuela, se habla de administradores
escolares, posiciones de poder, el oficio del enseñante se complicó y se burocratizó, se cambia de postura de
docente como trabajador intelectual, transmisor de conocimientos a técnico de la enseñanza, se abre una
tendencia utilitarista de la educación. Con ello estuvo presente los efectos de la racionalización Taylorista. La
administración escolar tiene como referencia la empresa, y tiene la analogía con el mundo económico en cuanto
a su organización, sus modos de evaluación y su productividad, se introdujo ideales sobre gestión eficaz, el modelo
de gerente y las promesas de las nuevas tecnologías informáticas; la gestión de proyectos se aplicó a las escuelas
para servir mejor a los clientes con la idea de calidad total.

El culto a la eficacia, está se erigió como valor último, se le considera medible, la evaluación cobra relevancia, los
resultados cuantificables se fetichizan y se presentan como un criterio de calidad, la OCDE se suma al movimiento
de evaluación, se crean instrumentos para medir la eficacia de los establecimientos educativos, la evaluación sirve
de evaluación y de comparaciones internacionales; se crean evaluaciones estandarizadas que buscan la
reorganización de las escuelas.

Hay efectos reductores de la evaluación y la eficacia, dado que la eficacia no tiene la evidencia que se cree, es
una construcción social, fruto de opiniones pedagógicas, de ideologías y de relaciones de fuerza, esta eficacia es
entendida desde la lógica económica, la evaluación oculta la realidad misma del acto educativo.

La ideología de la innovación es un nuevo culto de la vida económica y la escuela debe estar a la altura de los
ideales, la innovación define una norma de funcionamiento tanto para la organización escolar como para cualquier
institución, se cree que con ella se deben de resolver todos los problemas de las escuelas. La innovación esta
fetichizada.
La modernización tecnológica implica aumentar la productividad, se le considera motor de transformación de la
escuela, se concibe que esta llevaría a nuevas formas de enseñar y nuevas formas de pensar; la creación, el
tratamiento y la transmisión de información se convierten en fuentes de productividad, y en las escuelas se busca
que esta sea una de sus principales prioridades

Capítulo 10 Descentralización., poderes y desigualdades:

La nueva forma de la escuela es diversidad y se opone a la uniformidad, se habla de mayor descentralización y


autonomía a los centros educativos en materia financiera, pedagógica y administrativa. Se concibe que en la
escuela antigua desde arriba se imponían los conocimientos, los valores y los métodos uniformes para un conjunto
social y cultural cada vez más heterogénea y una sociedad más compleja. La descentralización era necesaria,
estaba destinada a hacer conciencia del coste de la educación, y a obligar a las colectividades locales a las
elecciones y a las prioridades. Se considera que de la mayor diversidad y de una mayor autonomía debía de surgir
una mayor igualdad, a partir de la adaptación de la pedagogía a las necesidades y a las diferencias sociales y
culturales de los alumnos. Se habla de la diversidad contra el centralismo, existiendo una aceptación pasiva de las
desigualdades entre las clases y entre los alumnos, la atención a las diferencias se transforma en asignación de las
diferencias; se imponen nuevos valores- lo diverso, las diferencias, lo individual y lo local- y suplantaron los valores
de universalidad, emancipación, igualdad.

La gestión empresarial como horizonte realista de la izquierda, donde la transformación social en la escuela fue
sustituida por la de renovación en nombre de la eficacia, triunfa una doctrina de inspiración gestionario–
empresarial y no una aspiración igualitaria y democrática, se define una nueva organización y nuevos principios
de gestión. Se habla de una nueva organización descentralizada, donde el Estado conserva la definición de los
objetivos, los contenidos y las cantidades presupuestarias, continúa con la contratación, organización y formación
de los recursos humanos de las escuelas; la nueva gestión pretende que las soluciones se encuentran los
problemas se deben de tratar en donde se plantean de forma concreta y visible, desde la periferia, la escuela es
su propio recurso, debe arreglárselas por sí mismo. La nueva gobernanza pretende que se pase del administrador
pasivo al usuario que se convierte en cliente; la escuela es un servicio descentralizado que satisface a una clientela
diferenciada y no una institución encargada de educar a todos.

El establecimiento escolar en el centro del dispositivo, en la escuela se debe tener presente la flexibilidad de
adaptación a las necesidades del momento y de las condiciones locales, por ello la autonomía concedida a las
escuelas, siendo indispensable que los responsables de las escuelas tomen decisiones rápidas y adaptadas; la
transformación del centro escolar implica una revolución administrativa y como estrategia se les concedió mayor
autonomía, se les doto de personal, y se les dejo un margen de iniciativa respecto a los contenidos de la
enseñanza; se promueve la desconcentración administrativa, con la descentralización de los poderes se concede
más competencias a las colectividades territoriales. Se destaca que el tributo fiscal es socialmente muy injusto,
este es diferente según los lugares y es claramente diferente entre las escuelas ricas y escuelas pobres, la
descentralización acentuó las diferencias de riqueza, hay una asignación de equipamiento a las escuelas
diferenciado, e incluso diversidad de los objetivos asignados a las escuelas en materia de lenguas extranjeras y
tecnologías, el financiamiento de libros es diferente; a parte de una territorialización desigual, también está
presente un control local y mutaciones de valores, se concede un poder de control sobre los contenidos y los
métodos y refuerzan las evaluaciones más cuantitativas de la acción educativa, además de la descentralización de
la escuela se impulsa a la escuela a ser una suministradora de competencias para las empresas locales.
Capítulo 11 La nueva gestión empresarial educativa:

A la escuela se le atribuye la formación de competencias y los objetivos de eficacia, bajo una gestión empresarial,
se busca administrar la escuela como una empresa. Se imita a la empresa políticas modernizadoras decididas
desde arriba y capaces de movilizar las energías y de introducir innovaciones y controlar a los docentes en la
base; cobra importancia los líderes al frente de las escuelas, un verdadero organizador que sea capaz de dirigir un
equipo, y que sea considerado como responsables de la producción del valor añadido de su empresa. Los
administradores de la escuela concebidos como capitanes de la educación, los administradores deben convertirse
en gestores empresariales y hacer que prevalezca la utilidad y la eficacia como valores preeminentes.

La descentralización y la desconcentración no aumentaron la democracia, el objetivo político busca convertir a la


escuela en una maquina eficaz al servicio de la competitividad económica, la escuela toma prestada de la gestión
empresarial privada remedios y retórica, pretende adaptar a la escuela a la demanda social. La nueva organización
pretende una cadena de mando única y racionalizada, pretende reforzar el conformismo, la obediencia. La
reorganización del poder recurre a formas de gestión empresarial a una filosofía de la gestión empresarial
educativa, en donde se ponga al servicio de la productividad y el rendimiento la energía física, intelectual y afectiva
del individuo; el director escolar establece una gestión empresarial indisociable al acto pedagógico; el poder se
convierte en un pilotaje, el mando en movilización, la autoridad en ayuda, dirigir es motivar, esto como resultado
de la época histórica en que se vive donde hay un descondicionamiento de la autoridad, la dominación la
subordinación, el mando y la autoridad se vuelven tabús, se trata de obtener un asalariado, que respete un poder
invisible y conseguir que se discipline, se motive, se sancione a sí mismo y ya no oculte nada de lo que hace.

Una gestión empresarial retrógrada, donde la escuela se encuentre atravesada por la tensión de dos modelos,
una donde se incrementa los controles de prescripción de las tareas, la estandarización de los procedimientos, la
centralización de la información, el aumento de tiempo exigido, una vigilancia estricta y un peso creciente de los
expertos externos (neotaylorista) y la otra se manifiesta por la gestión empresarial participativa (postaylorista). El
contrasentido neotaylorista, consiste en querer debilitar el centro operativo reforzando la parte administrativa de
la organización educativa.

La autonomía docente y las jerarquías intermedias las cuales son consideradas el nivel clave de la reforma del
estado, el director se ha convertido en el personaje decisivo, garante del cambio y de la innovación, y es necesario
conceder más peso, responsabilidades y también dificultades a los administradores de la base, quienes son los
responsables del establecimiento. Se habla de una nueva identidad en la que se presenta una modificación de las
relaciones entre el personal de dirección y los docentes, se definen nuevas responsabilidades del director. Se
redefine la escuela como empresa al servicio de los usuarios, en la cual el valor central lo constituye la eficacia
social y económica, valora lo administrativo en detrimento del docente, se le da importancia a la trasformación
de los directores quienes deben de comprender que ya no son docentes, enseñar es una cosa y dirigir es otra. Los
nuevos principios de la gestión empresarial postindustrial son transferibles al sistema escolar, buscan hacer de la
empresa la norma ideal a la que debe plegarse la escuela. El director de establecimiento pedagógico reivindica
una función radicalmente separada de los docentes y prima la función de gestor empresarial pedagógico,
convertido a la pedagogía innovadora debe utilizar su influencia para inclinar a los docentes a las buenas prácticas.
El director se encuentra al frente de una empresa de formación, responsable de la producción del servicio
educativo, cuyas competencias administrativas, empresariales y pedagógicas lo colocan en una posición de
experto en pedagogía; la organización sindical comprometió a los directores al control burocrático.
Capítulo 12 Las contradicciones de la escuela neoliberal:

La escuela neoliberal es un proceso que secreta contradicciones de diferentes órdenes, presente dos
contradicciones uno económico y otro que afecta la cultura y a los valores que fundamentan a la escuela. La lógica
del valor económico que preside el modelo liberal de la escuela es una lógica destructiva. En la escuela hay
contradicciones culturales que repercuten en todos los niveles. La lógica del capitalismo global que se apoya en la
acumulación del capital tiende a ampliarse a todas las esferas de su existencia. La globalización lleva a una
sociedad de mercados; El capitalismo por muy imperioso e imperial que sea es un sistema de producción e
intercambio ya inestable en el plano económico, que no podría apoderarse por completo del mundo cultural y
social, el imperio imposible, el capitalismo es global en potencia pero no es más que dominante.

Se considera que la inversión más importante que puede hacer una nación es la educación de sus ciudadanos; la
vía neoliberal no persigue el rebajamiento generalizado de los conocimientos y la descualificación masiva de la
fuerza de trabajo, aspira a la eficacia tanto en los medios de la escuela como en los fines, se pretende difundir una
cultura más útil, coincidente con las necesidades de la empresa, a individuos a los que intenta preadaptar a los
puestos que habrán de ocupar, se habla de una política de austeridad, repliegue educativo y elevar el nivel general
de capital humano. Se presenta una voluntad de repensar la educación como un proceso que pasa por una
dilatación y una flexibilización de la relación pedagógica, también ella en relación directa con las necesidades de
las empresas en materia de tecnología y organización.

En la nueva escuela neoliberal las contradicciones económicas y sociales se consideran superables, la imposición
de esta lógica lleva a nuevas contradicciones de tipo ético-político porque no se da sin afectar los valores
fundamentales de la escuela. Se presentan nuevos valores de la escuela de valores culturales se va a la lógica del
valor económico. Lo valores del mercado constituyen un nuevo currículo oculto al que están expuestos los
alumnos. Las contradicciones de la gestión empresarial pública, hay un doble código que hacen coexistir el
lenguaje oficial del gestionarismo empresarial y el marketing utilizada para el discurso educativo, para dirigirse a
los docentes y a los padres el director mantiene un discurso humanista y se maneja a la vea un discurso de la
gestión empresarial para tener identidad y distinguirse de los docentes. Con las contradicciones pedagógicas, se
busca la recuperación de los grandes temas de la pedagogía, a la noción de necesidad se presenta el servicio para
responder a una necesidad específica, hay primacía entre la demanda sobre la oferta de la educación, hay que
dotar de competencias adecuadas a su desarrollo cognitivo y a sus necesidades particulares , a sus intereses y
proyectos profesionales que les permita integrarse al mundo laboral y responder a sus necesidades vitales, esta
pedagogía no responde a la eficacia que espera el sistema escolar. Se ha denunciado la falsa democratización que
priva en la escuela de la sustancia cultural y de sus objetivos formadores.

Se recupera que la escuela debe parecerse a una empresa, el imaginario es la de la producción, el trabajo y el
rendimiento, hay que preparar al trabajador eficaz, la escuela debe considerarse como un centro comercial, el
imaginario es el consumo. La escuela neoliberal niega la función cultural de la escuela.

Una institución no solo brinda bienes, no solo produce servicios, es portadora de valores, existen bienes colectivos
que presiden los deseos individuales. La escuela se transforma de una institución a una organización. La
productividad se impone a partir de que la escuela es concebida como organización productora de servicios útiles
y con valor añadido de competencias. La organización es económica y técnica, produce servicios que tienen una
utilidad y una eficacia para la sociedad. La pérdida del sentido y saber de la escuela es un aspecto de la crisis
política, cultural y moral de las sociedades capitalistas.

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