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Todo número impar mayor que 5 puede expresarse como suma de tres números
primos.
(Se puede emplear el mismo número primo más de una vez en esta suma.)
Todo número impar mayor que 7 puede expresarse como suma de tres
números primos impares.1
1 + 2 + 3+ 4 + …. + 100
La piedra de los doce ángulos es un bloque de piedra de la cultura inca que forma parte de
un palacio y ubicado en calle Hatun Rumiyoc, en la ciudad de Cuzco, Perú, popularmente
conocido por su gran acabado y bordeado perfeccionista, propio de la arquitectura inca y
actualmente considerado Patrimonio Cultural de la Nación del Perú. La piedra forma parte de la
sede del palacio arzobispal de Cuzco que anteriormente fue la residencia de Inca Roca, el sexto
soberano de Curacazgo del Cuzco
La piedra de los doce ángulos está compuesta por una formación diorita y cobró popularidad por
su gran acabado y bordeado de doce ángulos denotando una arquitectura incaica perfeccionista al
no existir asimetrías en sus uniones.
¿Cómo crees que trasladaban piedras tan pesadas sin las maquinarias de hoy?
Cuentan que estando el famoso sabio postrado en el lecho, recibió la visita de A. Moshkovski que
para procurarle alguna distracción le propuso el siguiente problema:
Tomemos un reloj que tenga las manecillas a las 12. Cambiando la función de las manecillas, es
decir, que el minutero avanzara a la velocidad del horario y viceversa, a las 12 no se
notaría, porque ambas estarían juntas. Pero a otras horas, por ejemplo a la seis, nos resultaría un
absurdo, porque el minutero no puede hallarse en la 6 cuando el horario haya recorrido
exactamente seis horas. Entonces se puede proponer:
¿Cuándo y cada cuánto tiempo ocupan las manecillas de un reloj normal una posición que al
cambiar la función de las manecillas nos den posiciones similares a las normales?
Como no podía falta la anécdota, dicen que Einstein contestó a su interlocutor; “Sí, este problema
es muy apropiado para un hombre obligado por su enfermedad a permanecer postrado en su
lecho, porque es interesante y no demasiado fácil. Pero me temo que mi distracción me durará
poco, porque he dado ya con la forma de resolverlo”.
E incorporándose en el hecho, en pocos trazos dibujo un esquema que reflejaba las condiciones
del problema.
¿Cómo se resuelve?
En todo problema relacionado con las manecillas del reloj hay que tener en cuenta las
velocidades relativas de éstas. Ambas están en la relación 5/60, o lo que es lo mismo, 1/12.
Dividiendo la esfera en 60 divisiones, llamemos x al número de divisiones recorridas por el
horario y asimismo, y a las recorridas por el minutero. Advirtamos que siendo nuestros relojes
regidos por el sistema sexagesimal, el minutero recorre y divisiones en y minutos, o sea en y/60
horas.
El minutero habrá pasado la cifra 12 hace y/60 horas, en tanto que el horario habrá recorrido x/5
horas, luego:
y/5=x/60
Igualdad que debe ser equivalente a un número entero. Planteando el siguiente sistema de
ecuaciones:
y/5 - x/60 = a
EL TRIÁNGULO DE PASCAL (VII UNIDAD)
El Triángulo de Pascal o Tartaglia tiene un origen, como en muchos otros casos, muy anterior al
de estos dos matemáticos . Se tienen referencias que datan del siglo XII en China. De hecho, algunas
de sus propiedades ya fueron estudiadas por el matemático chino Yang Hui (siglo XIII), así como el
poeta persa Omar Khayyam (siglo XII).
Lo difícil es mirar este triángulo durante un par de minutos y no encontrarle alguna regularidad
oculta.
Números poligonales
¿Podríais decir qué sucesiones son las que forman las diagonales del triángulo? Las primeras de
la izquierda y la derecha no son más que unos. Las segunda forman la sucesión de los números
naturales... ¿Y la tercera? ¿Y la cuarta?
Sucesión de Fibonacci
Con frecuencia se denomina al álgebra la «aritmética de las siete operaciones», queriendo subrayar
con ello que a las cuatro operaciones matemáticas conocidas por todos, el álgebra añade tres más: la
elevación a potencias y sus dos inversas. Comencemos nuestras pláticas algebraicas por la «quinta
operación»: la elevación a potencias. ¿Responde esta operación a una exigencia de la vida práctica?
Indudablemente. Con ella tropezamos a menudo en la vida. Recordemos los innumerables casos en
que para calcular superficies y volúmenes se precisa elevar los números a la segunda o tercera
potencia. Otro ejemplo: la fuerza de gravitación universal, la acción recíproca electrostática y
magnética, la luz y el sonido son inversamente proporcionales al cuadrado de las, distancia. La
continuidad de la traslación de los planetas alrededor del Sol (o, de los, satélites alrededor dé los
planetas) viene expresada también en forma de una potencia dependiente de la distancia que les
separa de su centro de traslación: la relación entre los cuadrados de los tiempos de traslación es igual
a la relación entre los cubos de las distancias. Es un error pensar que en la práctica tropezamos tan
sólo con segundas y terceras potencias, y que no existen exponentes de potencias superiores más que
en los manuales de álgebra. Cuando un ingeniero busca el grado de solidez de un cuerpo se ve
obligado operar a cada instante con cuartas potencias; y en otros cálculos (para hallar el diámetro de
tubo conducto de vapor, por ejemplo) llega a operar incluso con la sexta potencia. Asimismo los
técnicos hidráulicos se valen de las sextas potencias cuando tratan, de averiguar la fuerza con que
son arrastradas las piedras por el agua: si la corriente de un río es cuatro veces más rápida que la de
otro, el primero es capaz de arrastrar por su lecho piedras 4 pulgadas, es decir, 4.096 veces más
pesadas que el segundo río (1 ). Al estudiar la relación que existe entre la luminosidad de un cuerpo
incandescente, el filamento de una válvula, por ejemplo, y su temperatura, se opera con potencias
aún mayores. Cuando la incandescencia es blanca, su luminosidad general aumenta en relación a la
decimosegunda potencia de su temperatura; cuando es roja, en relación a la trigésima potencia de su
temperatura (siendo ésta «absoluta», es decir, a partir de –273 °C). Esto significa que si calentamos
un cuerpo de 2.000° a 4.000° absolutos por ejemplo, o sea, si elevamos su temperatura al doble, la
luminosidad de dicho cuerpo aumentará en 212, es decir, en más de 4.000 veces. En otro lugar nos
ocuparemos de la importancia que tienen para la técnica de fabricación de válvulas electrónicas estas
proporciones tan singulares.