Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
INTRODUCCIÓN
1
BAEZ MARTÍNEZ, ROBERTO. Principios básicos del Derecho del Trabajo. Editorial PAC, México,
D.F. 1999
1
El trabajo del esclavo era equiparado jurídicamente con el de los animales,
aunque con el tiempo se fue humanizando el poder que el amo ejercía sobre su
esclavo, se consideró que esto ocurría debido a su carácter de persona humana,
pero nunca en atención a su consideración servil de objeto para el trabajo.
El carácter servil atribuido por la sociedad romana al trabajo del hombre, además
del reconocimiento de la esclavitud, hace también imposible la existencia del
derecho del trabajo en esa época.El trabajo del esclavo, que tenía un carácter
abiertamente coercitivo, se aplicaba en gran escala en los latifundios y la
producción artesanal. El dueño disponía no sólo del trabajo, sino también de la
vida del esclavo.
En la época en que se forma el régimen esclavista, la sociedad se divide en dos
clases fundamentales: “LOS SEÑORES ESCLAVISTAS Y LOS ESCLAVOS. Para
mantener el dominio de los primeros se estructura un aparato de violencia y
coerción, el Estado esclavista.
2
Asia occidental antigua, libro segundo de la Historia general del trabajo, t. I, cit. supra
nota 5, p. 63
2
El modo esclavista de producción era progresivo en comparación con el régimen
de la comunidad primitiva, dado que la esclavitud hacia posible un mayor
desarrollo de la producción. Sin embargo, con el tiempo el régimen esclavista se
convirtió en un freno para el desarrollo de la sociedad. Los esclavos no estaban
interesados por el resultado de su labor.
Tras la caída del Imperio Romano toda esta cultura laboral tan denigrante para el
ser humano pasa a ser ocultada y escondida sin acceso al pueblo. Las nuevas
generaciones crecen en un ambiente donde el trabajo, aparte de necesario,
comienza a considerarse como un bien social, una forma de sustento casi única y
obligatoria, que todos conocemos hoy en día.
Existe una expresión que procede de los monasterios portugueses que dice "el
ocio es enemigo del alma"...3Durante la edad media surgió el famoso Feudalismo,
que viene a ser algo así como que trabajen todos y que cobre uno. Se basaba en
3
Inikori, Joseph E, "La trata atlántica y las economías atlánticas de 1451 a 1870". En: La trata
negrera del siglo XV al XIX, Barcelona, 1981, p. 99.
3
grandes extensiones de tierra cuya propiedad pertenecía al estado a la nobleza y
que debían por tanto pagar altos intereses para poder sobrevivir.
4
Durante la edad moderna ya nos vamos a hechos históricos como el
descubrimiento de América, la fiebre del oro, la inflación, el cohecho, la
corrupción....4 todos estos términos que seguro estamos todos de acuerdo son
términos modernos. Surgen las grandes fábricas, los grandes mercados y la nueva
maquinaria que a la vez fomenta nuevos sistemas de producción y nuevas
necesidades sociales. (Nace la gran competencia.)
Y por fin allá por el año 1940 se crea el manifiesto comunista del derecho del
trabajo que es el antecedente oficial de lo que hoy conocemos como el derecho
Laboral moderno.
El Derecho del Trabajo no es muy antiguo, pero el trabajo existe desde que el
hombre ocupa el mundo, el trabajo no era una norma jurídica si no una manera de
disciplinar a nuestros primeros padres por desobediencias a Dios, eso hizo que
naciera el trabajo como un castigo y en realidad no existía legislación sobre la
actividad laboral, no se sabía lo que significaba pacto entre trabajador y
empleador; en los primeros años no existía una sociedad de consumo como la que
conocemos.
4
Ki-Zerbo, Historia del África negra. I De los orígenes al siglo XIX, ed. Alianza Universidad, 1980,
p. 302-304
5
Hoy en día, el hombre se dedicaba a subsistir y no se colocaba en relación a la
subordinación respecto a alguien, sólo tomaba lo que necesitaba de la naturaleza,
pero como el hombre necesitaba agruparse para su sobre vivencia, comenzó a
organizar el trabajo de su producción el excedente para intercambiarlo por otro
(trueque), así se interrelacionaba con los demás y a la vez satisfacía sus otras
necesidades.
No existe un detalle en la historia que nos muestre cuál ha sido la evolución del
trabajo, lo único que tenemos son las instituciones que quedaron plasmadas y que
nosotros la interpretamos de determinadas formas, ejemplo el Código Hammurabi,
donde encontramos algunas muestras basadas en hechos naturales y religiosos
que posteriormente pasaron a ser limitaciones del derecho del trabajador.
Roma Clásica: Se consideraba que el trabajo no era para las personas sino para
los animales y las cosas, dentro de las cuales se encontraban ciertas categorías
de la especie humana que tenían condición de esclavo. El trabajo era en esos
tiempos denigrante y despreciativo, la condición de esclavo en Roma se adquiría
por ejemplo por el hecho de perder una guerra, así el ganador de la misma tenía
dos opciones matar o no al perdedor si lo hacía allí todo quedaba, pero en el caso
que decidiera no hacerlo la persona pasaba a ser de su propiedad.
6
consideraba su esclavo. No existía en Roma el Derecho al trabajo en el sentido
técnico de la expresión por la tanto no era regulado, no había Derecho del trabajo.
Edad Media: Efectivamente comienza con la caída del Imperio Romano con la
invasión de los monjes católicos romanos, escondieron toda la información y los
conocimientos, por lo tanto eran los únicos que tenían acceso a la cultura; hubo
una época en que no pasó nada, el hombre se dedicó a pasar el tiempo, no
progresó la ciencia ni la cultura, luego que los monjes comienzan a mostrar la
cultura surge una nueva concepción de trabajo, ya no es considerado como
denigrante peyorativo para el esclavo.
Surge una nueva concepción moral de trabajo llegando incluso a la concepción de
la cualidad humana, esto gracias a una expresión salida de los monasterios
portugueses. "El ocio es el enemigo del alma" es muy importante pues esto
quiere decir que el hombre tiene necesidad de subsistir, sostener a su familia,
perfeccionar el grupo social y dedicarse al cultivo de su alma, surge una idea muy
interesante. "Todos debemos trabajar en la medida de sus posibilidades"
El fenómeno social que se caracterizó en la edad media es el feudalismo que son
mini-estados con grandes extensiones de tierra en manos de un mismo Estado,
este fenómeno hace que se muestre el atesoramiento del poder a través de dos
formas:
7
1.6. La Revolución Industrial.
Las remuneraciones que había que pagar a los adultos hicieron que los patrones
volvieran sus ojos a los menores a quienes se les pagaba salarios miserables.El
descubrimiento de América dio lugar a la extracción masiva de oro y piedras
preciosas de este continente para ser transportados a Europa lo cual trajo como
consecuencia una de las primeras medidas inflacionarias de la historia de la
humanidad;
surge una nueva clase social, la burguesía, quien comienza a obtener poder
político mediante la corrupción, el atesoramiento de dinero cambia, la concepción
moral del trabajo (que en la edad media estaba representada por corporaciones)
8
Los maestros se cambiaron por patronos en el sentido que reconoce los
aprendices por trabajadores, el taller por la fábrica y el precio justo por el precio
del mercado y entre precio del mercado conseguiremos el salario, surge la
necesidad de la producción en serie y aparecen las máquinas como medios o
formas de producir y a la par de ello la competencia entre productores y los
riesgos que debe asumir el patrono para conducir.
En el año de 1940 surge el manifiesto comunista del Derecho del Trabajo como
programa autónomo y principios propios habían nacidos normas propias que no se
podían encuadrar en ninguna de las ramas del Derecho por lo que se hizo
necesaria crear una rama nueva que es lo que hoy conocemos como el Derecho
al Trabajo.
Dos factores influyeron de forma notable para la consolidación del derecho del
trabajo, la Conferencia de Berlín (siglo XX) y la encíclica Rerum Novarum.El
9
derecho del trabajo cruzó por una etapa de independencia y total consolidación,
debido a la modernización y cambios tecnológicos que tenemos actualmente,
desde la Constitución Mexicana y la de Weimar.
Ernesto Krotoschin en su libro Manual del Derecho del Trabajo, afirma que el
derecho del trabajo se configuró en los albores del siglo XX, con la particularidad
de que varias de sus figuras se desprendieron de algunos conceptos del derecho
civil y mercantil.5
Para el principio de los años 1900 la legislación americana se dibuja con mayor
avance con respecto a la europea, en cuanto se refiere al trabajo y a los
empleados. Las leyes europeas estaban dirigidas hasta entonces a la protección
del trabajo manual, predominante en las grandes industrias de la época. Puede
decirse, que la legislación tutelar del trabajo en América se adelanta a los países
de Europa cuando extiende sus reglas a los empleados de las empresas
particulares. Pueden citarse en tal sentido: Bolivia, que por ley de 21/11/1924
reglamenta el trabajo de los empleados de comercio y otras industrias, en Bolivia.
5
Krotoschin. Ernesto. Manual efe Derecho del Traba/o De Palma, Buenos Aires. 1993, p.22
10
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
11
1.2. Delimitación Espacial
2. OBJETIVOS DE LA INVESTIGACION
12
Establecer los fundamentos de necesidad en la creación de una ley
especializada que regule ésta área con el fin de llenar los vacíos jurídicos
de las normas nacionales existentes.
Incorporar un mecanismo legal dentro la ley general del trabajo , realizando
una propuesta (plan acción).
13
CAPITULO III
METODO
1. HIPÓTESIS DE TRABAJO
“La falta de una ley sobre derecho laborales o socio laborales para los periodistas
que cumplen labores en medios de comunicación, ha generado la precariedad en
este sector”.
14
VARIABLE DEFINICION DE DIMENSION INSTRUMENTO
DEPENDIENTE VARIABLE
La necesidad de Ha generado la Regular y normar investigación
incorporar una precariedad en la labor observacional,
normativa jurídica este sector. periodística desde descriptivo y de
para evitar la el punto de vista análisis, realizada
precariedad laboral desde el 2017 al
laboral del 2018
periodista en
medios de
comunicación
15
3. JUSTIFICACION E IMPORTANCIA ¿Por qué?
6
Gaceta oficial del Estado Plurinacional de Bolivia, articulo 46
16
1. MÉTODOLOGIA DE LA INVESTIGACION.
2.1. Generales
7
Hernández Sampieri, Roberto y Col. (1.998) Metodología de la Investigación. Editorial McGraw-
Hill. México- D. F. Pág. 52
8
HERNÁNDEZ Roberto y otros, Metodología de la Investigación, Colombia. Me Graw Hill 1994,
Pág. 38
17
2.2 Específicos
Este método nos ayudara a establecer la relación directa que concurre entre el
nacimiento de las nuevas normas del Derecho, con las insuficiencias jurídicas que
existen en la sociedad.
Método con lo cual se podrá establecer, los principios jurídicos generales, que
determinaran las consecuencias que derivan de tales principios y su concordancia
con las instituciones en vigor con las normas positivas. Lo cual permitirá
interpretar, construir, sistematizar y comunicar el conocimiento jurídico.
18
TIPO DE INVESTIGACION
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN
ENFOQUE DE LA INVESTIGACION
1. MARCO HISTORICO
1.2.1. EN LA PRE-HISTORIA
A la tradición oral le siguieron los manuscritos hechos sobre papiros, pergaminos o
papel, en los cuales egipcios, persas y griegos (entre otros) relataban lo que
sucedía a su alrededor, dejando, de esta manera, una constancia material de los
acontecimientos de diversas épocas. Pero el periodismo como tal nace en Roma
desde el momento en que se comenzaron a realizar comentarios, anales históricos
y actas, en los que no sólo aparecen edictos sino también noticias de sociedad,
sucesos y comentarios (también existían diarios de información pública, uno de
ellos era el Acta pública y el otro el Acta diurna, que era de carácter oficial). 9
9
OUSSAINT, F.-ESTEINOU MADRID, J. "Nuevas Tecnologías de Información en América Latina".
En Revista: "Signo y Pensamiento" Nº16.-Bogotá. Colombia.1990
Es en el siglo XIII cuando se vuelve a las formas escritas de consignar lo que
sucede, ello con la creación de la Nouvellemanuscrite, en donde se difundían
noticias. Más tarde, en el siglo XV, aparece el Journald'unburgeois, en París, con
noticias y anécdotas. Sin embargo, estos sólo eran medios efímeros que no
gozaban de mucha popularidad, lo que habría de cambiar durante el Renacimiento
italiano, cuando, habida cuenta de la infinitud de sucesos que lo signaron,
comienzan a aparecer un gran número de avisos y hojas narrando lo que pasaba.
Así, nacen, en Venecia, las "gazzetas", en las cuales se daban noticias de los
acontecimientos portuarios y comerciales, propiciando que, a lo largo de toda
Europa, el uso de este tipo de publicaciones entrara en boga; además, la aparición
de la imprenta de tipos móviles (1436, aproximadamente), contribuyó al auge de
este tipo de medios de comunicación, estimulando a los intelectuales a publicar
esta clase de escritos, los cuales fueron tomando forma de semanarios, diarios,
revistas, etc., siendo en Inglaterra donde se empieza a hacer periodismo de
interés público, haciendo de lo político tan sólo un tema más.
10
RODRIGO ALSINA, Miguel. "La construcción de la noticia". Edit. PAIDOS, 1993
Modelo totalitario: hicieron de la propaganda uno de los medios
fundamentales de la organización.
Modelo de los estados libres: mantuvieron la prensa liberal y se consagró
la libertad de expresión.
Martini (2000) afirma que: “se debe reconocer que actualmente hay nuevas formas
de construir información y nuevas formas de consumirla, y por tanto, series de
sentido diferentes como los datos sociales y culturales.” La comunicación es un
proceso que construye sentido históricamente situado a través de discursos
verbales y no verbales atravesando de manera transversal las prácticas de las
sociedades, el público da sentido a los mensajes que se emiten por medio de su
propia subjetividad, de su inserción en una sociedad y una cultura determinada
(Martini, 2000).
1.3. En América
Hasta ese entonces, el periodismo se limitaba a las formas impresas y orales, pero
con la llegada de la radio, a principio del siglo XX, esto comenzó a cambiar, al
tiempo que la visión de los periodistas se hacía cada vez más amplia, haciéndose
imperativa la necesidad de conocer a fondo lo que sucede.
11
VILCHES, Lorenzo."Teoría de la Imagen periodística". Edit. PAIDOS. Barcelona. 1987
12
BENITEZ, José. "Técnica Periodística". Edit, PUEBLO y EDUCACION". La Habana. Cuba. 1983
13
VAN DIJK, Teun. "La noticia como discurso". Edit. BARCELONA; PAIDOS, 1990.
De acuerdo con la aparición de cada medio de difusión (imprenta, radio, televisión,
medios electrónicos), el periodismo ha ido evolucionando según las exigencias y
posibilidades que cada medio impone, lo que ha hecho que, actualmente, se
entienda que, para cada medio, hay una forma de ejercer el oficio comunicativo.
14
http://hoybolivia.com/Noticia.php?IdNoticia=54632
15
Ibidem
Por eso mismo, en la empobrecida Bolivia de ese tiempo, uno de los motivos
capitales para la circulación del periódico era la necesidad de que se difundiese el
pensamiento de la Constitución escrita por Bolívar y las reformas institucionales
que Sucre ejecutó.
Gabriel René Moreno ha dicho de este célebre periódico en uno de sus tantos
manuscritos inéditos que fue "escrito con moderación y pulso, sobre todo en el
debate de los negocios exteriores que eran graves en el Perú y Argentina por no
estar consolidada la nacionalidad boliviana".16
Antes ya hubo dos intentos de publicaciones periódicas que fueron muy efímeras.
El Chuquisaqueño, que contó con dos números publicados en la ciudad de La Paz
y la Gaceta de Chuquisaca, que registró ocho números.
Pero el Cóndor, una gaceta ministerial donde el Mariscal difundía las propuestas
gubernamentales y sus propias ideas, tomaba las calles en medio de las inmensas
dificultades del nacimiento de la República Bolívar.
Quizá, por eso mismo, el Cóndor de Bolivia mantuvo confrontaciones con El
Mercurio de Perú, El Argos argentino, el Fénix de Lima y el Bandera Blanca,
periódico francés de la época.
En los 134 números del semanario, que el Banco Central de Bolivia compiló en
una edición facsimilar, se aborda sobre todo aquellos temas que se refieren a la
consolidación nacional, la tensa situación que provocó la separación de las dos
antiguas capitales virreinales, Lima y Buenos Aires, que reclamaban su derecho a
territorios de lo que fue la Audiencia de Charcas, el debate de ideas liberales, la
divulgación de leyes, decretos y ordenanzas del Gobierno que configuraban la
organización del nuevo Estado y partes de guerra.
16
http://hoybolivia.com/Noticia.php?IdNoticia=54632
La consolidación como Estado independiente significó para Bolivia, después de los
movimientos independentistas de 1809 en Sucre y La Paz que inflamaron al
continente con aires de libertad, una larga y penosa etapa de conflictos con los
países vecinos y confrontaciones internas.
La invasión peruana en 1828 fue informada ampliamente al país. Aquella fue una
operación militar llevada a cabo por tropas al mando del general Agustín Gamarra.
Éste impuso sus condiciones: las tropas colombianas y Antonio José de Sucre
salieron de Bolivia.
17
Tressell, Robert (2014) Los filántropos en harapos trad. de Ricardo García Pérez. 1ª ed. en
español. Madrid: Capitán Swing.
La explotación laboral es un problema más común de lo que muchos se imaginan.
Es más, una gran cantidad de trabajadores en Bolivia en especial los periodistas
son víctimas (aunque sea en menor grado) de esta problemática y muchos ni lo
saben. Otros están conscientes de su situación, pero por no perder su trabajado
no realizan las denuncias necesarias.
18
http://www.tecoloco.com.ni/blog/la-explotacion-laboral-en-la-actualidad.aspx#ixzz4gtrSCLTX
El ideario marxista ha mantenido que la explotación del trabajador, cuando éste no
es el dueño, hace entender de una forma imparcial los niveles de precio y empleo.
Los economistas liberales juzgaban que los precios eran la consecuencia de un
intercambio que irradiaba las distinciones individuales de interesados compradores
y proveedores. El conflicto que se da en la teoría impersonal, objetiva, es que se
explica con mecanismo de precios las relaciones de la explotación de la fuerza de
trabajo por parte del capitalismo, el cual reside en la diferenciación cultural y
auténtica del coste de producción asociado a los trabajadores, abarcando el valor
de enseñanza en destrezas, habilidades, artes, maestrías o en relaciones
humanas (capital cultural humano).
19
Juan, J.L. (2014, 4 de mayo) "Esclavos del mundo libre", suplemento Babelia, El País.
1.5.2. TIPOS DE EXPLOTACIÓN LABORAL
Sin embargo, hoy en día, la explotación puede tomar diferentes “caras” en Bolivia
y estas se verán reflejadas en casos concretos que se desarrollan dentro de estas
categorías antes mencionadas. De igual manera, en algunas ocasiones estos
casos pertenecen a más de una clasificación. Lo importante es saber identificarlo
para que se pueda actuar en contra de la explotación y no ser víctima de ella.
Es muy común que los trabajadores realicen un sin fin de actividades diarias y
reciban un sueldo base. En muchas ocasiones, las responsabilidades aumentan,
pero el salario se queda en la misma posición. Desde luego, que la empresa
asigna más tareas es algo que se debe visualizar como una oportunidad de
desarrollo; sin embargo, estas tareas o estos trabajos fuera de tiempo no se tiene
que comparar con lo que es el trabajo dentro del horario establecido hay que
recordar que cada tarea que un trabajador realiza fuera de su hora laboral tiene
un costo económico.
Según la misma ley, las horas extras no podrán ser superiores a tres horas diarias
ni nueve semanales y se te deberían pagar un cien por ciento más de lo estipulado
para la jornada normal respectiva. Es decir, si tú trabajas más de ocho horas, ese
tiempo deben compensártelo de manera monetaria con el doble de lo normal o
compensando ese tiempo laborado en tiempo libre dentro de las jornadas
laborales. Para el caso del trabajo extraordinario (séptimos días, feriados y
asuetos) esta última opción no es legal.
José Alonso Seco (2003, 89) describe muy bien este escenario cuando afirma que
en las redacciones “además de encontrar a un gran número de becarios hay
profesionales que trabajan en las oficinas sin tener contrato y por apenas unos
pesos”.21 Son unas aportaciones que vuelven a poner de manifiesto la idea de que
los periodistas son una tropa mal pagada y peor considerada. La situación ha
llegado hasta tal límite con unas tarifas mínimas para los servicios de prensa y
comunicación corporativa con el objetivo de frenar la precariedad en el sector.
Pese a que los bajos salarios no afectan por igual a todo el gremio, pues varían en
función de los años dedicados a la profesión y al sector informativo de referencia,
hablar de una profesión en la que la mayoría de sus asalariados cobran menos lo
cual es una tarea bochornosa, cuando menos indignante, y más aún cuando a lo
largo de los últimos años se ha detectado un apreciable deterioro en las
condiciones laborales y profesionales.
En este contexto, proliferan las iniciativas empresariales fugaces y se disparan las
ofertas de trabajo basura, que sustituyen la calidad por la cantidad. De esta
manera, los periodistas ya no tienen que preocuparse por ofrecer unos productos
informativos que respeten los procedimientos profesionales, sino que se
convierten en meros transmisores de la audiencia y crean textos periodísticos
donde se valora más el peso de sus caracteres que el significado de los mismos.
López Hidalgo, A. (2006): “Periodistas atrapados en la red: rutinas de trabajo y situación laboral”
21
en Estudios sobre el mensaje periodístico, Madrid, Vol. 12. 2006. Págs. 161-170.
2. MARCO TEÓRICO
Existe una vieja leyenda que cuenta que “en una isla remota perdida en un mar
todavía más remoto, un volcán puede explosionar en cualquier instante y destruirlo
todo en cuestión de minutos. En medio del caos y desaliento que semejante
cataclismo ocasiona, sólo existen dos clases de personas: las que quieren
abandonar la isla a cualquier precio y unos locos que luchan desesperadamente
por ingresar a ella.
Estos últimos se hacen llamar periodistas”. Con esta cita queremos mostrar cómo
la literatura, al igual que el cine, ha divinizado la figura del periodista. Por ello, son
numerosas las obras que presentan al profesional de la información como hilo
conductor del riesgo, la aventura y, sobre todo, del poder. En este sentido, hemos
creído conveniente presentar a continuación un somero repaso a los trabajos
que ejemplifican esta particular visión.
Esta opinión posee una importancia crucial en el protagonismo e influencia que los
periodistas han adquirido en la sociedad actual pues se vende una utopía respecto
a la profesión. Por ello, tal afirmación ha repercutido en el hecho de que la
sociedad, en general, piense que los periodistas son esa élite que, estando al
servicio de la ciudadanía, cambian el mundo positivamente. Sin embargo, estas
características no han sido las que han llevado a Rodolfo Serrano a titular así su
último libro.
En este sentido, este periodista señala que “el título se debe a una frase de Mark
Twain, que después de haber fracaso en todos los oficios se metió a periodista, y
además porque el periodista no cambia la sociedad aunque lo piensa así al acabar
su artículo y se siente frustrado por no haber conseguido lo que pretendía” 23.
22
FERNÁNDEZ, Jaime: “Un oficio de fracasados”, en La contra, Tribuna Complutense,
31/10/2006, pág. 24.
23
www.estrelladigital.com.
24
GOMIS, Lorenzo: Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Paidós Comunicación,
Barcelona, 1991, pág. 84.
arriesgada que existe la literatura, además de ello, introducirá perfiles
profesionales más negativos, como es el caso de Gálvez.
Con respecto a los corresponsales de guerra, son numerosas las novelas que han
intentado describir la aventura y el riesgo que viven los protagonistas de esta raza
adicta al riesgo. Una prueba de ello la ofrece Tom Wolfe en El Nuevo Periodismo
cuando afirma: “Algunos de los momentos mejores se producen cuando MR.
Peligro asoma, y la adrenalina corre, y todo el tumulto se abalanza, y el fuego
llueve de lo alto y tú descubres que tu aparato aún funciona, estás escarbando el
caos en busca de detalles, vaya material que puedes emplear”25.
El periodista frío y sin escrúpulos también ha sido retratado por la literatura. Al hilo
de esta visión, y a nivel general, Diezhandino, Benuzartea y Coca han señalado
que “se trata de personas obsesionadas por su trabajo, con escasos escrúpulos,
incapaces de realizarse en lo personal más allá de su propia profesión, tan
absorbidos por la competencia dentro del gremio que son habituales también las
25
WOLFE, Tom: El nuevo periodismo. Anagrama, Barcelona, 1976, pág. 78.
acusaciones a propósito de que en el fondo escriben para ellos mismos”26. Si
ejemplificamos esta utopía, podemos constatar que una manera de reflejar esta
falta de criterio ético en la profesión la muestra Günter Wallraff cuando apunta que
para no ser engañado hay que engañar, por lo que un periodista debe preparar,
concienzudamente, su papel. Así, “debe prever todo lo que debe permitirle el
acceso a unos terrenos vedados: documentación falsa, un currículo vital ficticio,
indumentaria indiferente, nuevas gafas o lentes de contacto, el peinado, la
dentadura”27.
26
DIEZHANDINO, María Pilar; BEZUNARTEA, Ofa y COCA, César: La élite de los periodistas.
Servicio Editorial Universidad del País Vasco, Bilbao, 1994, pág. 27.
27
WALLRAFF, Günter: El periodista indeseable. Anagrama, Barcelona, 1979, pág. 12.
28
Ibídem., págs. 223-224.
de las autoridades de Burgos, porque añade respetabilidad al hecho muy
relevante de que un inglés se interese por el caudillo y sus opiniones. El periodista
es delgado, de ojos oscuros, de rasgos afilados, y se peina hacia atrás”29. Pese a
estos genios de la impostación Luis Fernando Ramos Fernández30 señala “en La
profesión periodística los periodistas pertenecen a una profesión hermosa y
abnegada”
A partir de este conjunto de reflexiones se puede deducir que son muchas las
personas que, desconociendo las verdaderas condiciones que envuelven el
trabajo de los medios, asocian a los profesionales del periodismo con altos niveles
de ingresos. Por éstas y por muchas otras razones, el periodismo ha sido
concebido a lo largo de la historia como una especie de arte, o de literatura menor,
para la que sólo bastaba la vocación y cuya espina dorsal era la despreocupación
por las cosas y el entusiasmo por ser bohemio. No obstante, y a pesar de la ilusión
vertida acerca de la profesión periodística, el periodista tal y como se refleja en El
periodista indeseable, ya no es el iluminado romántico ensoñador de una sociedad
ideal.31
Al fin y al cabo, y como señala Antonio López Hidalgo, “estas huidas personales al
pasado, a un tiempo pretérito que quizás comparta pocos puntos afines con el
presente y ninguno con el futuro, muestra las huellas por las que anduvieron otros
periodistas, pero que, miradas hoy sin nostalgia, nos muestran las secuelas de un
mundo que nunca supimos o creímos si fue mejor. Pero que, desde luego, el
diagnóstico de nuestros días es bien diferente”32.
29
REVERTE, Jorge M: “Trabajando para el enemigo” en El País, 18/03/07, pág. 16.
30
RAMOS FERNÁNDEZ, Luis Fernando: La profesión periodística en España: Estatuto jurídico y
deontología profesional. Diputación de Pontevedra, Pontevedra, 1998, pág. 96.
31
WALLRAFF, Günter: El periodista indeseable. Op. cit., pág.
32
LÓPEZ HIDALGO, Antonio: Situación laboral y producción informativa. El reto de los
profesionales de la información. Primeras Jornadas sobre Relaciones Laborales y Medios de
Comunicación, Sevilla, 11 y 12 de diciembre de 2006.
2.1.2. El periodista según el periodismo
En los subtítulos que preceden, hemos aportado algunas de las claves que
permiten entender por qué los periodistas, en general, tienen una imagen en la
sociedad no siempre del todo acertada. Para contrastar estas posturas, bajo el
epígrafe El periodista según el periodista, englobamos una serie de aportaciones
que, de una manera aproximada, nos ayudan a saber cómo ven realmente los
periodistas su profesión.
Las reflexiones, realizadas por prestigiosos informadores, son lo suficientemente
esclarecedoras para entender de qué manera conciben estos profesionales su
propio mundo, cuáles son las carencias más importantes que les rodean así como
los verdaderos perfiles que los definen. No obstante, antes de profundizar en las
mismas conviene recordar, según apunta Rodolfo Serrano, que “como en todo,
hay buena parte de verdad y buena parte de mentira o, cuando menos, no hay un
patrón fijo”.33
Gabriel García Márquez, al igual que Lorenzo Gomis, piensa que la redacción de
un medio de comunicación es un lugar de amigos. En este sentido, el premio
Nobel de Literatura señalaba en su artículo El mejor oficio del mundo que “los
periodistas andábamos siempre juntos, hacíamos vida común, y éramos tan
fanáticos del oficio que no hablábamos de nada distinto que del oficio mismo. El
trabajo llevaba consigo una amistad de grupo que inclusive dejaba poco margen
33
SERRANO, Rodolfo: Un oficio de fracasados. Líbelo pro y contra el periodismo. Berenice,
Córdoba, 2006, pág. 36.
34
Ibídem., pág. 36.
para la vida privada”35. Por el contrario el periodista madrileño Rodolfo Serrano ha
aclarado que en la práctica “los periodistas, como cualquier otro profesional, se
meten con los periodistas, se insultan entre ellos y ponen en cuestión la
información ajena con alegría y sin pudor alguno”36.
35
GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel: “El mejor oficio del mundo” en El País, 20/10/1996, pág. 32.
36
SERRANO, Rodolfo: Un oficio de fracasados. Líbelo pro y contra el periodismo. Op. cit., pág.
120.
37
CEBRIÁN, Juan Luis: Cartas a un joven periodista. Planeta, Barcelona, 1997, pág. 15.
censor. Luego bebemos algo con el mejor barman de Indochina. Y, finalmente,
tomamos el avión y nos volvemos”38.
Pero, a pesar de que la imagen real de los corresponsales de guerra no sea tan
victoriosa como la retratan en el cine, lo cierto es que estos profesionales sí que
son verdaderos héroes. Así, el periodista y corresponsal Alfonso Rojo 39 señala que
las situaciones que se viven en la guerra son dramáticas debido a que cualquier
agujero sirve de trinchera y que en la guerra vale todo, al menos en lo que a
comida se refiere.
El periodista Pérez Reverte también se ha manifestado al respecto apuntando
que, en la práctica, los escenarios de guerra que rodean a los corresponsales se
asemejan en gran medida a los transmitidos por el cine. Al hilo de estos
planteamientos recuerda:
“El sol tibio recortando los esqueletos negros de los edificios y aquel olor peculiar
de las ciudades en guerra, ladrillo, madera quemada, cenizas y materia orgánica –
basura, animales, seres humanos- pudriéndose bajo los escombros. Ese olor que
no encuentras en ninguna otra parte y que te acompaña durante días, pegado a tu
nariz y a tus ropas, incluso cuando te has duchado veinte veces y hace mucho que
te has ido”40.
No obstante, según constata Alfonso Rojo 41, tanto en la ficción como en la realidad
los reporteros se dejan llevar a menudo por la tendencia a embellecer el horror ya
que en la lucha en el norte de África, donde los hombres también parecían
quemados vivos y quedaban mutilados para siempre, fue presentada con
frecuencia en términos románticos. Sin embargo, y sea en el medio que fuere, “la
memoria de un reportero siempre es la memoria de un largo álbum de viejas fotos,
38
GREENE, Graham: El americano impasible. Alianza Editorial, Madrid, 1980, pág. 39.
39
ROJO, Alfonso: Reportero de guerra. La historia, los secretos, los vicios y las
virtudes de los corresponsales. Planeta, Barcelona, 1995, pág. 159.
40
PÉREZ REVERTE, Arturo: Territorio comanche. Ollero & Ramos, Madrid, 1997, pág. 80.
41
ROJO, Alfonso: Reportero de guerra. La historia, los secretos, los vicios y las
virtudes de los corresponsales. Op. cit., pág. 217.
de imágenes que a veces se funden unas con otras, de recuerdos propios y
ajenos”42.
42
PÉREZ REVERTE, Arturo: Territorio comanche. Op. cit., pág. 103.
43
SERRANO, Rodolfo: Un oficio de fracasados. Líbelo pro y contra el periodismo. Op. cit., pág. 47.
La reflexión de Luis Fernando Ramos44 constituye un buen punto de partida ya
que aglutina varias de las causas señaladas por diferentes autores. Fernando
Ramos cuenta cómo Bernard Voyenne en un artículo sobre los periodistas,
publicado en Revue Francaise de Sciencia Polítique en 1959, cómo el nacimiento
de la profesión periodística está marcado de cierta bastardez, pues, como
sucesora del gacetillero, la prensa ha adquirido cierta fama de profanadora de
secretos.
De la misma manera, el autor apunta que “los periodistas derivan de los
gacetilleros, a quienes no se les exigían especiales conocimientos literarios ni
habilidades con la pluma, sino sobre todo disponer de oídos finos, a fin de
enterarse de lo que ocurría a su alrededor”45.
Se intenta justificar esta situación señalando que uno de los elementos principales
que perjudican al periodista como profesional es la precariedad laboral que se da
en la profesión, principalmente en los medios audiovisuales. En la misma línea,
Diezhandino, Benuzartea y Coca afirman que “los periodistas son más vulnerables
a otros peligros, probablemente relacionados con el sensacionalismo, la falta de
ética, la incapacidad para mantener un distanciamiento con los protagonistas de la
actualidad, el afán de convertirse en protagonista de la misma por esta
problemática de trabajo”50.
49
LÓPEZ HIDALGO, Antonio y MELLADO, RUIZ, Claudia: “Periodistas atrapados en la Red.
Rutinas de trabajo y situación laboral” en Estudios sobre el mensaje periodístico. Publicaciones
Universidad Complutense de Madrid, Vol.12, 2006, pág. 168.
50
DIEZHANDINO, María Pilar; BEZUNARTEA, Ofa y COCA, César: La élite de los periodistas. Op.
cit., pág. 157
51
KARL, Graus: Contra los periodistas y otros contras. Taurus Humanidades, 1981, pág. 39.
2.2.1. La enseñanza del Periodismo
Desde el Medievo hasta pasado el siglo XVIII los gremios controlaban el ejercicio
de las profesiones de mayor prestigio y rentabilidad económica. En el cambio del
siglo XVIII al siglo XIX, y con los inicios de la libertad de prensa, aparecen
diferentes impresos. A principios del siglo XX, con la llegada de la radio, el
periodismo limitado, hasta ahora, a las formas impresas y orales, comienza a
preocuparse por conocer a fondo lo que sucede en la actualidad. Es, en este
contexto, cuando surgen las primeras escuelas de Periodismo.
Otra de las voces críticas la protagoniza Bohére 53 cuando afirma que la enseñanza
del periodismo en la universidad o en aulas instituciones integradas a ella es
multiforme y no garantiza en todos los países, ni mucho menos, una formación
centrada en el ejercicio mismo de la profesión. Por ello, en algunos países ha
parecido útil remediar las carencias del sistema en esta esfera y crear escuelas
especializadas, situadas a menudo fuera de la órbita universitaria.
52
DE GUZMÁN, Manuel: Persona y personalidad del periodista. Promoción Publicaciones
Universitarias, Barcelona, 1989, pág. 196.
53
BOHÉRE, G. Profesión: Periodista. Un estudio de los periodistas como trabajadores. Ginebra,
1985, pág. 24.
De lo expuesto, se puede deducir que la opinión sobre la enseñanza del
periodismo es, en esencia, negativa, y aducen para ello tres razones:
Pese a ello, Ramón Reig señala que “el periodismo no es sólo un oficio para
espabilados que persiguen supuestas bombas informativas; es también una
labor intelectual de análisis de los acontecimientos. Y los acontecimientos tienen
una perspectiva histórica, unas causas profundas y próximas, unas técnicas
para lograr asimilarlos, unas formas redaccionales de ser presentados, unas
tecnologías para colocarlos ante los ojos y los oídos del receptor. Todas estas
premisas definen la tarea académica”54.
Hace más de un siglo Pulitzer afirmaba que “los periodistas se hacen, no nacen”.
Pues bien, pese a esta afirmación, muchas han sido las voces que se han alzado
en contra de la sistematización de los estudios de Periodismo. Así, profesores
como Desantes, señala que “siendo el derecho a la información un derecho
humano, natural y universal, sin excepción subjetiva alguna, no debe atribuirse tan
sólo a un grupo profesional o a un grupo de personas que se consideran a sí
mismos profesionales y se arroguen el ejercicio de tal derecho en exclusiva”55.
De la misma manera, Javier Cremades afirma que “no existe un criterio jurídico
inequívoco para determinar quiénes son los profesionales de la información. La
54
REIG, Ramón: La comunicación en su contexto. Una visión crítica desde el periodismo. Op. cit.,
pág. 67
55
DESANTES GUANTER, José María: La información como deber. Buenos Aires, Abaco,
1994, pág. 60
profesión informativa se resiste, en virtud de su propia naturaleza, a ser
caracterizada de una forma clara y nítida”56.
Incluso el propio Juan Luis Cebrián destaca igualmente que no deben existir
“requisitos previos –sean estos títulos académicos, carnés sindicales o gremiales
o cualquier otro permiso para ejercer la profesión. Cuantas más barreras se
pretendan establecer a este respecto, más sufrirá la libertad de expresión, derecho
básico de todos los ciudadanos en el que se sustenta toda nuestra actividad
profesional”57. Fernández Arenal58 se pronuncia en términos similares siguiendo
los planteamientos del principal opositor de cualquier regulación periodística.
56
CREMADES, Javier: “Sobre el acceso a la profesión periodística” en revista F.A.P.E. número 1,
junio de 1993, pág. 4
57
CEBRIÁN, Juan Luis: Cartas a un joven periodista. Op. cit., pág. 23.
58
FERNÁNDEZ ARENAL, Manuel: La ley de prensa a debate. Barcelona, Plaza y Janés, 1971,
pág. 347
59
GARCÍA DE CORTÁZAR, María Luisa y GARCÍA DE LEÓN, María Antonia: Profesionales del
periodismo. Hombres y mujeres en los medios de comunicación. Op. cit., pág. 62.
esa persona que ha estudiado en un centro formativo específico y ha adquirido
una titulación facultativa para el ejercicio de la misma, sino que es esa persona
que cuenta con un bagaje de formación integral para el óptimo desempeño de la
labor profesional.
Por su parte, López Hidalgo defiende una postura a caballo entre la teoría y la
práctica señalando que “el periodista, vigía de la realidad, es cazador de hechos
cotidianos, buceador de acontecimientos insólitos, pero sobre todo, propagador de
noticias únicas”62.
60
DIEZHANDINO, María del Pilar: “El profesional de la información y la creciente complejidad del
proceso de aprendizaje” en Estudios de Periodística, 3, Pamplona, Sociedad Española de
Periodística, Ponencias y comunicaciones del III Congreso, 1994, pág. 45
61
CEBRIÁN, Juan Luis: Cartas a un joven periodista. Op. cit., pág. 14.
62
LÓPEZ HIDALGO, Antonio: El periodista en su soledad. Op. cit., pág. 136.
Pese a las numerosas críticas y propuestas a favor de que cualquiera pueda ser
periodista, el título de licenciado se ha convertido, en la actualidad, en
un requisito indispensable para acceder a un medio de comunicación.
En este sentido, María José Canel, Roberto Rodríguez y José Javier Sánchez,
señalan que “muchos de ellos son licenciados, han realizado algún master de
especialización en periodismo económico, político o internacional y han estudiado
con rigor académico”63.
63
CANEL, María José; RODRÍGUEZ, Roberto; SÁNCHEZ, José Javier: Periodistas al descubierto.
Retrato de los profesionales de la información. Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid,
2000, pág. 16.
64
RAMOS FERNÁNDEZ, Luis Fernando: La profesión periodística en España: Estatuto Jurídico y
Deontología Profesional. Op. cit., pág. 47
65
MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis: El lenguaje periodístico, Madrid, Paraninfo, 1989, pág. 228.
Si bien el periodismo profesional no tiene más de un siglo de vida, no debemos
olvidar que siempre han existido oficios relacionados con la recopilación y difusión
de información, pero es dudoso que esas tareas las realizasen profesionales.
Manuel Guzmán intenta justificar dicha situación señalando que “la existencia de
periodistas sin título ni estudios, en el ejercicio de la profesión, es secuela obligada
de tiempos anteriores, y responde a una situación laboral que debe ser respetada,
ya que también hasta hace poco a los maestros privados no se les exigía
titulación”66. Cebrián insiste que “un periodista no es un profesor ni un sacerdote,
es sólo un contador de historias”67.
Igualmente, la Carta Magna establece unos requisitos que definen los rasgos
esenciales de la profesión periodística. Entre ellos, destacan los siguientes:
estudiar en un centro formativo; tener una titulación facultativa para su ejercicio;
colegiación; estatuto profesional; código deontológico; norma laboral generalizada;
definición de los actos propios; y, por último, poseer capacidad jurídica para
combatir el intrusismo, requisitos que no se cumplen.
66
DE GUZMÁN, Manuel: Persona y personalidad del periodista. Op. cit., pág. 233.
67
CEBRIÁN, Juan Luis: Cartas a un joven periodista. Op. cit., pág. 25
que docentes e investigadores especializados en el tema han realizado en los
últimos años.
68
BOHÉRE, G: Profesión: Periodista. Un estudio de los periodistas como trabajadores. Op. cit.,
pág. 7
expresarse”69. Esta reflexión de Núñez Ladevéze viene a reflejar la necesidad de
una reorientación en la concepción de los periodistas, dando cabida a que son
estos profesionales los instrumentos de creación y transmisión de la cultura.
Ese mismo año, Martínez Albertos define al periodista señalando que es un ser
cuyo trabajo está vinculado inexorablemente con la noticia. De esta manera
apunta que “el periodista es un ser para la noticia. Lo cual resulta a la postre
rigurosamente cierto porque el periodista alcanza los objetivos públicos
encomendados por la sociedad únicamente por medio del cultivo y
elaboración de este producto cultural llamado noticia. Sin noticias no existe
derecho a la información, ni libertad de prensa, ni periodistas”72.
69
NÚÑEZ LADEVÉZE, Luis: Manual para periodismo. Veinte lecciones sobre el contexto, el
lenguaje y el texto de la información. Ariel Comunicación, 1991, pág. 28.
70
CREMADES, Javier: “Sobre el acceso a la profesión periodística”. Op. cit., pág. 4.
71
CEBRIÁN, Juan Luis: Cartas a un joven periodista. Op. cit., pág. 25.
72
MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis: El ocaso del periodismo. CIMS, Madrid, 1997, pág. 46.
sentido, llega a afirmar que es el que “hurga detrás de la fachada de las cosas,
muy especialmente detrás de la cosa pública y da al lector noticia fidedigna e
inteligible (debidamente contextualizada) de todo ello”73.
En 1998 José Luis Martínez Albertos 74 explica que el periodista se define teniendo
en cuenta tres vertientes diferentes:
73
GONZÁLEZ REIGOSA, Carlos: El periodista en su circunstancia. Alianza Editorial, Madrid,
1997, pág. 9.
74
MARTÍNEZ ALBERTOS, José Luis: “Los medios como escenario de la lucha entre políticos”
en Estudios de Periodística VIII. Op. cit., págs. 134-137.
75
RANDALL, David: El periodista universal. Siglo Veintiuno de España Editores, 1999, Madrid,
pág. 5.
escribe con claridad para ponerlo al alcance de todo lector potencial. Al mismo
tiempo afirma que “se sustenta en ideas inéditas, en la puesta en entredicho de los
convencionalismos, en la desmitificación, en preguntar esas cosas que no se le
han ocurrido a nade o que nadie se atreve a cometer”.
Así lo hace con los periodistas digitales, que deben poseer varios
conocimientos en idiomas, informática;
El periodista virtual o enciclopédico, como aquel que tiene Internet como
fuente de información;
El periodista omnipresente, como el que se limita a ejercer de copista;
El periodista temeroso y quemado como el que mira otras direcciones
que no sean los medios de comunicación;
El periodista precavido, el periodista integrado como aquel que mantiene en
todo momento el discurso de la empresa;
El periodista marginado que es el que quiere ser riguroso pero no
indiferente.
El joven periodista desalentado como aquel profesional que su ilusión inicial
se vuelve desaliento en algunos caos, por lo que se ve impotente para
cambiar lo que observa a su alrededor;
El periodista que se olvidó de los porqués;
El periodista del Gabinete de Comunicación o bien el periodista vendedor.
76
REIG, Ramón: La comunicación es su contexto. Una visión crítica desde el periodismo. Op. cit.,
págs. 162-190.
no es sólo el que escribe, sino el que maqueta, diseña, integra texto en imagen,
edita, filma, hace fotografías, con cámaras digitales, infografias, escanea, recupera
documentación y prepara originales, entre otras tareas”77.
Sin duda alguna, la tarea de clasificar las funciones que deben ejercer los
periodistas no es nada fácil. Diezhandino, Benuzartea y Coca advierten en este
sentido que “analizar el papel de los periodistas, se enfrenta en muchas ocasiones
a un problema de matiz ya que no es un asunto que pueda cuantificarse”78. No
obstante, numerosos autores se han aventurado a delimitar los actos específicos
del profesional de la información.
Como inicio de esta reflexión sobre la tipología de funciones y tareas que debe
realizar el profesional de la información periodística, se ha considerado oportuno
partir de la aportación de Jorge Xifra Xeras 79. Este autor señala que el periodista
debe, además de comunicar un conocimiento pleno y armónico, interpretar todo lo
que sucede.
A partir de esta reflexión, muchos estudiosos del tema han abordado esta
espinosa cuestión señalando la función interpretativa como el deber principal de
77
LEAL GIL, Eva: “Las nuevas tecnologías de la formación del periodista” en GÓMEZ Y MÉNDEZ,
José Manuel (Ed): Las tecnologías periodísticas. Desde ayer al mañana. Sociedad Española de
Ciberperiodistica, S.L. 2005.
78
DIEZHANDINO, María Pilar; BENUZARTHEA, Ofa y COCA, César: La élite de los periodistas.
Op. cit., pág. 128.
79
XIFRA XERAS, Jorge: “El periodismo y la función del periodista” en Foro
Universitario de la Comunicación Iberoamericana en línea. (10/10/06).
cualquier periodista. En esta línea se ha pronunciado, por ejemplo, Lorenzo
Gomis80 al apuntar que la función principal del periodista es la de interpretar para
poder mediar, y no comunicar, entre la realidad global y el público o audiencia. Por
ello, señala este autor, el periodista “está obligado a manipular lingüísticamente
una realidad bruta para conseguir elaborar un mensaje adecuado mediante una
acertada codificación”81. Con estas palabras, Gomis indica que en dicha función
entran en juego una serie de factores como los periodos, los hechos, el público y
los géneros periodísticos.
De acuerdo con Gomis, Teodoro León Gross82 señala que el deber principal de los
periodistas –interpretar- se divide en tres fases: contextualización, textualización y
redacción. León Gross justifica su propuesta señalando que el periodista no es un
simple mensajero sino que es alguien que interviene en la elaboración de un
producto.
80
GOMIS, Lorenzo: Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Op. cit., pág. 16.
81
Ibídem., pág. 37.
82
LEÓN GROSS, Teodoro: El periodismo débil. Almuzara, 2005, pág. 27-28.
83
GOMIS, Lorenzo: Teoría del periodismo. Cómo se forma el presente. Op. cit., 1991, pág. 38.
También Héctor Borrat afirma que “interpretar, es decir, practicar la hermenéutica
(como llamaban los griegos al arte de interpretar) exige a todos inferir, imaginar,
sospechar, para articular lo empíricamente observable con lo razonablemente
inferido, lo verificable y verificado con lo tan sólo imaginado o sospechado”84.
Las anteriores reflexiones nos llevan a deducir que la principal tarea a realizar por
los profesionales de la información periodística es la de interpretar la realidad que
les rodea. Pero más allá de la idoneidad de propuestas planteadas por los
estudiosos en la materia, resulta especialmente interesante reflexionar en torno a
cómo esta labor influye en la formación de la opinión pública. Respecto a ello,
Carlos Marx85 señala que las funciones de los periodistas surgen como
instrumentos de expresión por lo que están directamente ligadas al problema de la
libertad. De igual manera, este teórico destaca tres funciones básicas en los
periodistas:
84
LOSADA VÁZQUEZ y Ángel; ESTEVE RAMÍREZ, Francisco: El periodismo de fuente.
Op. cit., pág. 74.
85
MARX, Carl: Sobre prensa, periodismo y comunicación. Taurus Comunicación, Madrid, 1897,
págs. 14-16.
86
Ibídem., pág. 15
Manuel de Guzmán precisa la función informativa propuesta por Marx señalando
que “la aparición de la actividad periodística puede ser considerada en dos
aspectos: uno el de la necesidad de informar; otro en la necesidad de ser
informado”87.
Independientemente de este tipo de cuestiones no hay que olvidar que con total
libertad del medio o soporte para el cual se trabaje, la principal función del
profesional del periodismo es informar con veracidad, claridad y objetividad de la
realidad que le rodea. Más allá de las competencias que esbozan los estudiosos,
se plantea la posibilidad de que sea el profesional de la información el que tenga
voz a la hora de definir sus habilidades. En este contexto, Diezhandino,
Benuzartea y Coca88 han optado por darles protagonismo a los propios periodistas
para que sean ellos los que definan cuáles son sus tareas diarias. El resultado
desvela cuatro funciones bien distintas:
A pesar de que los distintos teóricos, por un lado, y los propios periodistas, por
otro, coincidan en señalar la función interpretativa como el deber principal, Nubia
Citlalli Salas señala que “el periodista debe ante todo informar a la sociedad sobre
asuntos que le sean de interés, apegándose a la realidad; para ello ha de
corroborar los datos obtenidos para estar seguro de la veracidad de lo que
87
DE GUZMÁN, Manuel: Persona y personalidad del periodista. Op. cit., pág. 45.
88
DIEZHANDINO, María Pilar; BENUZARTHEA, Ofa y COCA, César: La élite de los periodistas.
Op. cit., pág. 128
difunde”89. A ello suma que la frontera entre teoría y práctica no está bien
delimitada pues en la realidad el derecho de expresarse, de informar y comunicar
está reservado casi exclusivamente a los ricos propietarios y, con limitaciones, a
los profesionales a su servicio.
Al margen del papel que jueguen los periodistas en la sociedad y de los “filtros”
que atraviese la información es necesario señalar que las funciones anteriores
deben ser respetadas para no atentar contra los receptores, ya que de ellas se
desprenden la responsabilidad jurídica, social y política del periodista.
Responsabilidades muy asociadas a la ética profesional. En este sentido “el
periodista tiene el deber de ofrecer a la sociedad información objetiva, veraz y de
relevancia pública. Para su obtención, elaboración, tratamiento y difusión, actuará
con integridad, imparcialidad e independencia”.
Resulta interesante poner punto y final a este subtitulo señalando las funciones
que Camilo José Cela90 le atribuyó señalando las siguientes:
89
SALAS LIZANA, Nubia: “El periodismo y la función del periodista” en Foro Universitario de
la Comunicación Iberoamericana en línea. (10/10/06).
90
CELA, Camilo José: Los deberes del periodista. Conferencia dictada durante la
clausura del ciclo Comunicación y Sociedad en el Siglo XXI, Universidad Camilo José Cela,
2001.
f) Aspirar al entendimiento intelectual y no al presentimiento visceral de los
sucesos y las situaciones.
g) Funcionar acorde con su empresa -quiere decirse con la línea editorial-ya
que un diario ha de ser una unidad de conducta y de expresión y no una
suma de parcialidades; en el supuesto de que la coincidencia de criterios
fuera insalvable, ha de buscar trabajo en otro lugar ya que ni la traición (a sí
mismo, fingiendo, o a la empresa, mintiendo), ni la conspiración, ni la
sublevación, ni el golpe de estado son armas admisibles. En cualquier caso,
recuérdese que para exponer toda la baraja de posibles puntos de vista ya
están las columnas y los artículos firmados. Y no quisiera seguir adelante -
dicho sea al margen de los mandamientos- sin expresar mi dolor por el
creciente olvido en el que, salvo excepciones de todos conocidas y por
todos celebradas, están cayendo los artículos literarios y de pensamiento
no político en el periodismo actual.
h) Resistir toda suerte de presiones: morales, sociales, religiosas, políticas,
familiares, económicas, sindicales, etc., incluidas las de la propia
empresa.
i) Recordar en todo momento que el periodista no es el eje de nada sino el
eco de todo.
j) Huir de la voz propia y escribir siempre con la máxima sencillez y
corrección posible y un total respeto a la lengua. Si es ridículo escuchar a
un poeta en trance, ¡qué podríamos decir de un periodista inventándose el
léxico y sembrando la página de voces entrecomilladas o en cursiva!
k) Conservar el más firme y honesto orgullo profesional a todo trance y
manteniendo siempre los debidos respetos, no inclinarse ante nadie.
l) No ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración ni ejercitar
jamás la adulación: al delator se le paga con desprecio y con la calderilla
del fondo de reptiles; al murmurador se le acaba cayendo la lengua, y al
adulador se le premia con una cicatera y despectiva palmadita en la
espalda.
2.2.5. Situación laboral del periodista
El periodismo se encuentra en una etapa de crisis, dificultad o cambio en la que
todavía no es posible establecer con precisión quién es o no periodista. Este
aspecto justifica, por ejemplo, que el intrusismo junto a la precariedad laboral sean
las principales disfunciones de esta profesión. A ello, se suma el hecho de que no
existe regulación laboral nacional, ni departamental, ni provincial en las radios y
televisiones de la Comunidad Autónoma. La baja cobertura de los convenios
sectoriales estatales así como el desconocimiento de los mismos contribuyen a
ello. En este sentido, y a partir de la revisión del conjunto de campos relacionados
(organizaciones sindicales, convenios estatales y obras bibliográficas
especializadas en la materia) se puede afirmar que la situación laboral de los
trabajadores de los medios de comunicación es precaria, cuyas características
definitorias son las altas tasas de contrataciones temporales, los bajos salarios y
las desmesuradas participaciones de colaboradores.
En este contexto, que se tiene que regular la norma del Periodista Profesional,
para que los periodistas puedan desarrollar sus derechos de libertad de expresión
e información dentro de un conjunto de facultades que le permitan reforzar su
profesionalidad y, por consiguiente, su independencia frente a los poderes
políticos y económicos; libertad que es presupuesto de su función social de
informar. Del mismo modo, ha señalado que esta situación de escasa regulación,
alta contratación temporal, condiciones laborales precarias, plantillas de las
redacciones escasas, poca preocupación por los riesgos laborales, corta
formación continua, multifuncionalidad no regulada, etc., no sólo produce un
deterioro de las relaciones laborales de los trabajadores, sino que también afecta
a los derechos profesionales de los mismos.
Al hilo de estos planteamientos, muchas han sido las voces que han coincidido a
la hora de hablar de la precariedad vivida en el seno de la profesión periodística.
En este sentido, Ramos Fernández señala que, la profesión debe sustentarse en
aspectos tan esenciales como los siguientes:
a) Salario mínimo
b) Condiciones laborales
c) Derechos de autor
91
RAMOS FERNÁNDEZ, Luis Fernando: La profesión periodística en España: Estatuto
Jurídico y Deontología Profesional. Op. cit., pág. 28.
Aunque las características que hacen del periodismo una profesión precaria
parecen actuales, la realidad es que el problema ya se vislumbraba en 1990. En
este año, Luis Apostua, señaló que estábamos asistiendo a una tremenda
proletarización del trabajo periodístico bajo la forma de becas, contrataciones
temporales, trabajos de programas… A ello añadió que “se trata de un grave
problema ya que atenta contra la dignidad de la persona” 92. En la misma línea, su
seguidor Fernando González Urbaneja, apuntó que para solventar los problemas
que vive la profesión, no dejan de trabajar en su defensa: “Llevamos una
doble línea de trabajo de denunciar los problemas del oficio y, segundo,
escuchar a la profesión, tanto a los periodistas, como a los estudiantes” 93.
Respecto a la primera línea que apunta Urbaneja, muchas han sido las denuncias
que se han hecho públicas. Así, se ha mostrado su preocupación por el abuso de
los contratos, los trabajos no remunerados, las horas extras, los trabajos en
feriados, fines de semana, en prácticas así como por la rescisión de contratos a
quienes habían consolidado su empleo, su preocupación sobre la falta de respeto
a los derechos laborales de los trabajadores que se vive en nuestro país.
92
ROMERO BARTOMEUS, Luis: La profesión periodística en el Campo de Gibraltar. 1998, pág.
21.
93
FORCADA, Daniel: “Entrevista a Fernando González Urbaneja” en
www.periodistadigital.com 02/02/2006. (02/08/06).
94
VALDÉS, Felipe: “¿Qué ocurre en El Mundo de Almería?” en www.periodistadigital.com
10/03/06.
De igual manera, se señala que hay que encontrar alternativas que nos ayuden a
luchar contra la precariedad laboral, en general, y contra el intrusismo, el paro y la
baja remuneración en particular. En este contexto, apunta que “el problema más
importante de la profesión periodística, sin duda, la precariedad laboral, seguido
muy de lejos por el intrusismo y la deficiente calidad de vida que implica ser
periodistas (falta de horarios, estrés, etcétera)”
95
www.elmundo.es. 23/02/04.
Del conjunto de planteamientos anteriores deducimos que la situación de
precariedad sobre la que se manifiestan tan mayoritariamente preocupados los
periodistas se basa en la suma de diversas circunstancias. Así, se podrían señalar
los sueldos bajos, estancados en los últimos años, las plantillas escasas, las
largas jornadas; la inestabilidad, la inseguridad, la incertidumbre, la falta de
perspectiva de futuro así como de regulación económico-laboral, la escasez de
contratos o bien los horarios imprevisibles.
2.2.7. Los salarios
Aunque la labor de informar, en general, nunca ha estado bien retribuida -en los
siglos XVIII y XIX, el periodismo no daba para vivir- los bajos sueldos parecen
agravarse en la actualidad, cuando apunta a la gran insatisfacción existente
ocasionada por la no adecuación de los sueldos que se perciben con respecto al
estatus al que se adscriben, la precariedad laboral se debe, entre otras causas, a
las rebajas salariales y profesionales.
A pesar de que la remuneración sea uno de los principales factores que favorezca
la precariedad, lo cierto es que los bajos salarios no afectan por igual a todo el
gremio periodístico debido a que éstos varían en función de los años dedicados a
la profesión y al sector informativo. En este sentido, han sido muchos los expertos
en la materia los que se han pronunciado para dar fe de esta heterogeneidad
salarial sufrida en el seno de los diferentes sectores de comunicación. Por ello, y
como consecuencia de la variedad de aportaciones justificando dicha situación.
Los sueldos más bajos son por lo general los destinados a las mujeres. Por el
contrario, Deportes, una sección hasta ahora mayoritariamente masculina, es la
que concentra sueldos extremadamente altos.
Felicidad Locertales96 también se ha pronunciado al respecto en el seno de la
conferencia Las mujeres en los medios de comunicación. La socióloga no se ha
limitado, en este caso, a establecer diferencias salariales en función de la sección
sino que lo ha hecho en torno al medio para el que se trabaja. Así, ha apuntado
que es en los medios privados donde el peso de las mujeres es menor ya que en
los organismos públicos y demás plazas en las que se accede a través de
oposiciones, el sueldo de las mujeres es equitativo al de los hombres.
María José Canel, Roberto Rodríguez y José Javier Sánchez98 afirman que los
jóvenes menores de veinticinco años no llegan a percibir un buen salario, mientras
que los mayores de cincuenta obtienen una remuneración mensual que se
encuentra acorde a sus necesidades.
96
LOCERTALES, Felicidad: Las mujeres en los medios de comunicación. Facultad de
Comunicación de Sevilla, Sevilla, 2003. Visionado 17/10/2006.
97
BOHÉRE, G. Profesión: Periodista. Un estudio de los periodistas como trabajadores. Op.
cit., pág. 122.
98
CANEL, María José; RODRÍGUEZ, Roberto; SÁNCHEZ, José Javier: Periodistas al
descubierto. Retrato de los profesionales de la información. Op. cit., pág. 47.
firmar contratos paupérrimos. Por el contrario, Luis Fernando Ramos99 nos
recuerda que el problema de La profesión periodística hunde sus raíces en el
pasado debido a que a los periodistas se les pagaba, en la mayoría de los casos,
con la vanidad de ver su nombre impreso y con pequeñas entradas a los
espectáculos y teatros. Renglón seguido a esta aportación, el profesor de Derecho
Constitucional afirma que los bajos sueldos de los periodistas tuvieron decisiva
influencia en el hecho de que su asociacionismo profesional tenga, desde el
primer momento, un carácter asistencial.
Recordando también la historia, Fátima Salaverry señala que “los bajos salarios
provocaron en la práctica que los periodistas alternaran su labor en el periódico
con otras labores profesionales, sobre todo en aquellas relacionadas con un
organismo oficial, que llevaba mayor estabilidad profesional”100. En definitiva, los
mejores pagados son los que trabajan en radio-televisión, los hombres y los de
más edad.
Frente a las anteriores reflexiones que reconocen tanto las diferencias salariales
ocasionadas por el medio, la sección o bien por la trayectoria profesional, existen
otras versiones que prestan especial atención a los bajos salarios que tienen la
mayoría de los periodistas en activo. Para conducirnos hacia las misma debemos
de partir, adelantando parte del contenido que posteriormente analizaremos, que
el periodismo es una profesión rejuvenecida ya que sus protagonistas, en la
mayoría de los casos, oscilan entre los veinticuatro y treinta y cinco años. Si a ello
sumamos el hecho de que los „jóvenes‟ –excluyendo de éstos a los estudiantes en
prácticas y a los becarios- son los peores pagados, concluimos que, a nivel
general, los sueldos de los protagonistas de la información son mínimos, ridículos.
99
RAMOS FERNÁNDEZ, Luis Fernando: La profesión periodística en España: Estatuto
jurídico y deontología profesional. Op. cit., pág. 96.
100
SALAVERRY BARO, Fátima: Historia de la Asociación de la Prensa de Cádiz (1.909-1.992).
Cádiz, 1993, pág. 44.
Con relación a la anterior reflexión cabe cuestionar que la mayoría de los
periodistas en plantilla, a pesar de ser licenciados, con idiomas, postgrados,
másters y cursillos son mileuristas. Este término acuñado por Carolina Alguacil
sirve para denominar a las personas que no ganan un salario justo, gastan más de
un tercio de su sueldo en alquiler, no ahorran, no tienen casa, no tienen coche. En
definitiva, viven al día. Es quizás esta visión la que ayuda a calificar a la profesión
periodística de precaria, de mal pagada y, por tanto, con unas características,
unas rutinas de producción y unos mensajes periodísticos vagos en sus diferentes
vertientes.
Son muchos los libros dedicados al periodismo los que cuentan como en una
entrevista para ocupar un puesto de trabajo periodístico, una chica le preguntó a
su jefe cuál sería su horario de entrada y salida así como sus días de descanso.
Su jefe, ante tal pregunta, le dijo que el horario de salida era ese mismo momento
ya que estaba despedida. Esta escena muestra que en los medios de
comunicación retrataba largas jornadas laborales pendientes de una llamada o
redactando, con la máxima rapidez posible, las últimas noticias, en este caso, la
realidad no se aleja mucho de la ficción pues para los profesionales de la
información periodística su lugar de trabajo se ha convertido en un segundo hogar.
Desde este punto de vista, Félix Ortega apunta que la vida de un periodista es el
periodismo, y fuera de él poco parece quedar. Y es que “el periodismo exige una
especie de ascesis en lo que concierne a la dedicación al mismo: hay que
renunciar a otras muchas cosas para desempeñar este trabajo”101.
Esta aportación, que rompe con el Código del Trabajo (la duración de la jornada
ordinaria de trabajo no excederá de 48 horas semanales), muestra como el
periodista, lejos de actuar como un funcionario cumpliendo sus ocho horas diarias
(o lo que es lo mismo, cuarenta horas semanales) ha hecho que el horario
intempestivo forme parte de su quehacer diario.
Al hilo de estos planteamientos, son muchos los autores que insisten en señalar
que más de la mitad de los periodistas tienen una jornada de trabajo que gira en
torno a las once horas diarias. Así, María José Canel, Roberto Rodríguez Andrés y
José Javier Sánchez señalan en Periodistas al descubierto que “las jornadas de
trabajo se estiran hasta bien entrada la noche; las prisas y el estrés se han
convertido en compañeros habituales del periodista (…) Muchos periodistas
confiesan que la profesión periodística es tan sumamente absorbente que apenas
deja tiempo para lo demás, incluyendo entre lo demás a la propia familia, las
amistades”102.
En esta misma obra, Félix Ónega 103 apunta que “hay periodistas que entran a las
nueve de la mañana y salen a las diez y once de la noche, parando sólo un poco
para comer. Aquí hay un tema que yo creo que falla en los medios españoles”.
Aunque muchas han sido las propuestas que, de un modo u otro, han intentado
justificar esta situación sólo una ha sido aceptada con éxito: el ritmo de aparición
101
GARCÍA DE CORTÁZAR, María Luisa y GARCÍA DE LEÓN, María Antonia:
Profesionales del periodismo. Hombres y mujeres en los medios de comunicación. Op. cit., pág.
106.
102
CANEL, María José; RODRÍGUEZ, Roberto; SÁNCHEZ, José Javier: Periodistas al
descubierto. Retrato de los profesionales de la información. Op. cit., pág. 24.
103
GARCÍA DE CORTÁZAR, María Luisa y GARCÍA DE LEÓN, María Antonia:
Profesionales del periodismo. Hombres y mujeres en los medios de comunicación. Op. cit., pág.
106.
de la información es un elemento determinante no sólo de la duración del trabajo,
sino también de la manera como se distribuye.
104
LEÓN GROSS, Teodoro: El periodismo débil. Op. cit., pág. 46.
105
DIEZHANDINO, María Pilar; BENUZARTHEA, Ofa y COCA, César: La élite de los periodistas.
Op. cit., pág. 85.
tienen jornadas de trabajo interminables ya que trabajan tanto de noche como de
día haciendo guardias ante las casas, hoteles, juzgados, en la localización de los
famosos, sin descansos muchas veces entre una y otra jornada de trabajo. A ello
hay que sumar la propia presión empresarial instando la máxima rapidez en la
obtención de la noticia”106.
Estos horarios intempestivos no sólo los pagan los periodistas, sino que también lo
hacen sus familias ya que el periodismo hace difícil la separación entre la vida
106
CRISÓSTOMO, Carlos: Sentencia nº 384/06. Op. cit., pág. 13.
profesional y la privada. Sea como fuere, y como afirman María José Canel,
Roberto Rodríguez Andrés y José Javier Sánchez “los profesionales que han
decidido entregarse en cuerpo y alma al oficio de informar aguantan estoicamente
el paso de las horas. Las familias lo saben y, en la mayor parte de los casos,
asumen la situación”107. No obstante, creemos importante destacar que, a pesar
de que ambas se fundan, para la mayoría de los profesionales de la información
periodística, una y otra no tienen el mismo peso específico ya que es la vida
privada la que depende y se halla colonizada y modelada por la vida profesional.
107
CANEL, María José; RODRÍGUEZ, Roberto; SÁNCHEZ, José Javier: Periodistas al descubierto.
Retrato de los profesionales de la información. Op. cit., pág. 49.
108
Habermas, Jurgen, 2009. Historia y Critica de la opinión pública. La transformación estructural
de la vida pública, Barcelona: Editorial Gustavo Gili
109
Míguez, Pablo, 2008. Las transformaciones recientes de los procesos de trabajo: desde la
automatización hasta la revolución informática. Trabajo y Sociedad Nº 11, vol. X, Santiago del
Estero, Argentina.
Las condiciones de producción de las noticias son conocidas y aceptadas por los
periodistas. La imprevisibilidad de los sucesos noticiosos es una realidad evidente
y su tratamiento editorial en la redacción impone jornadas de trabajo irregulares,
necesarias en el proceso informativo. Y esta situación también influye en la
consideración de su trabajo en algunos periodistas. 110
La cobertura de las noticias durante los fines de semana y en los feriados, es una
tarea imprescindible para los medios de comunicación que ofrecen información
diaria. En medios que aparecen con otra periodicidad como las revistas, el
cumplimiento de turnos es eventual, ocurre cuando hay algún número especial.
Para realizar las coberturas en este período, se ha establecido que los periodistas
trabajen estos días constituyendo equipos que realizan la actividad
profesional. La práctica normal consiste en planificar el trabajo de estos equipos
para que sea regular y rotativo, de manera que los periodistas dispongan
previsiblemente de fines de semana para sus actividades personales.
110
Dantas, Marcos, 2002. “Información, trabajo y capital: valorización y apropiación en el ciclo de la
comunicación productiva”. Revista Escribanía No 9. Universidad de Manizales.
111
Bolaño, César, 2005. La centralidad de la Economía Política de la Comunicación (EPC) en la
construcción del campo académico de la Comunicación: una contribución crítica, Mimeo, Sao
Paulo.
profesionales, en la realidad el trabajo en esta jornada sólo se produce cuando la
llamada de la redacción convoca al periodista a cumplir actividades profesionales.
3. MARCO CONCEPTUAL
3.3. PERIODISTA
Existen varios principios que guían la labor del periodista, el principal de los cuales
es el respeto por la verdad, el rigor en la búsqueda de la información fidedigna y
verificable. En general, se considera buen periodista al que consigue información
relevante, breve y exacta en el menor tiempo posible.
113
Miguel Laparra Navarro. Informe de la Fundación FOESSA para Cáritas, La construcción del
empleo precario.Dimensiones, causas y tendencias de la precariedad laboral
Las horas extraordinarias, o, abreviadamente, horas extras, son la cantidad de
tiempo que un trabajador realiza sobre su jornada de trabajo, que normalmente
suele ser una jornada de ocho horas. El término es también usado para el pago
recibido por las horas extras trabajadas.
3.6. Remuneración
Cuando una persona realiza un trabajo profesional o cumple con una determinada
tarea en una empresa, espera recibir un pago por su esfuerzo. Dicha recompensa
o retribución se conoce como remuneración, un concepto que deriva del vocablo
latino remunera-tío.
4. MARCO JURÍDICO
Artículo 13.
114
GACETA OFICIAL DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado. 7 de febrero de 2007. Art. 13
4.1.2. Derecho al Trabajo y al Empleo
Artículo 46.
I. Toda persona tiene derecho:
1) Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud
ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo,
equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una
existencia digna.
2) A una fuente laboral estable, en condiciones equitativas y
satisfactorias.
II. El Estado protegerá el ejercicio del trabajo en todas sus formas.
III. Se prohíbe toda forma de trabajo forzoso u otro modo análogo de
explotación que obligue a una persona a realizar labores sin su
consentimiento y justa retribución.
115
GACETA OFICIAL DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado. 7 de febrero de 2007. Art. 48
y estabilidad laboral; de no discriminación y de inversión de la prueba favor
de la trabajadora y del trabajador.
III. Los derechos y beneficios reconocidos en favor de las trabajadoras y los
trabajadores no pueden renunciarse, y son nulas las convenciones contrarias
o que tiendan a burlar sus efectos.
IV. Los salarios o sueldos devengados, derechos laborales, beneficios sociales y
aportes a la seguridad social no pagados tienen privilegio y preferencia sobre
cualquier otra acreencia, y son inembargables e imprescriptibles.
V. El Estado promoverá la incorporación de las mujeres al trabajo y garantizará
la misma remuneración que a los hombres por un trabajo de igual valor, tanto
en el ámbito público como en el privado.
VI. Las mujeres no podrán ser discriminadas o despedidas por su estado civil,
situación de embarazo, edad, rasgos físicos o número de hijas o hijos. Se
garantiza la inamovilidad laboral de las mujeres en estado de embarazo, y de
los progenitores, hasta que la hija o el hijo cumpla un año de edad.VII.
VII. El Estado garantizará la incorporación de las jóvenes y los jóvenes en el
sistema productivo, de acuerdo con su capacitación y formación.
Artículo 49.-
I. Se reconoce el derecho a la negociación colectiva.
116
GACETA OFICIAL DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado. 7 de febrero de 2007. Art. 49
antigüedad, jornada laboral, horas extra, recargo nocturno, dominicales;
aguinaldos, bonos, primas u otros sistemas de participación en las
utilidades de la empresa; indemnizaciones y desahucios; maternidad
laboral; capacitación y formación profesional, y otros derechos sociales.
III. El Estado protegerá la estabilidad laboral. Se prohíbe el despido
injustificado y toda forma de acoso laboral. La ley determinará las
sanciones correspondientes.
Artículo 50.-117
El Estado, mediante tribunales y organismos administrativos especializados,
resolverá todos los conflictos emergentes de las relaciones laborales entre
empleadores y trabajadores, incluidos los de la seguridad industrial y los de la
seguridad social.
Artículo 54.-118
I. Es obligación del Estado establecer políticas de empleo que eviten la
desocupación y la subocupación, con la finalidad de crear, mantener y
generar condiciones que garanticen a las trabajadoras y los trabajadores
posibilidades de ocupación laboral digna y de remuneración justa.
117
GACETA OFICIAL DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado. 7 de febrero de 2007. Art. 50
118
GACETA OFICIAL DE BOLIVIA. Constitución Política del Estado. 7 de febrero de 2007. Art. 54
4.2. LEY GENERAL DEL TRABAJO
TITULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Art. 1.- La presente ley determina con carácter general los derechos y
obligaciones emergentes del trabajo, con excepción del agrícola que será objeto
de disposición especial. Se aplica también a las explotaciones del Estado y
cualquier asociación pública o privada, aunque no persiga fines de lucro, salvo las
excepciones que se determinen.
TITULO IV.-
CAPITULO
Art. 41.- Son días hábiles para el trabajo todos los del año, con excepción de los
feriados considerándose tales todos los domingos, los feriados civiles y los que así
declarados ocasionalmente, por leyes y decretos especiales.
Art. 42.- Durante los días feriados no podrán efectuarse trabajos de ninguna clase,
aun éstos sean de enseñanza profesional o beneficencia. Tratándose de centros
alejados de las capitales, los feriados ocasionales podrán ser compensados por
otro día de descanso.
Art. 43.- Los días y horas de descanso se indicarán en las empresas mediante
casos especiales.
CAPITULO III
DE LA JORNADA DE TRABAJO
Art. 46.- La jornada efectiva de trabajo no excederá de 8 horas por día y de 48 por
semana. La jornada de trabajo nocturno no excederá de 7 horas, entendiéndose
trabajo nocturno el que se practica entre horas 20 y 6 de la mañana. Se exceptúa
de ésta disposición el trabajo de las empresas periodísticas, que están sometidas
a reglamentación especial. La jornada para mujeres y menores de 18 años,
excederá de 40 horas semanales diurnos.
Art. 48.- Cuando el trabajo se efectúe por equipos, su duración podrá prolongarse
más de ocho horas diarias y de las cuarenta y ocho semanales, siempre que el
promedio de horas de trabajo en tres semanas, no exceda de la jornada máxima.
Art. 49.- La jornada ordinaria de trabajo deberá interrumpirse con uno o más
descansos, cuya duración no sea inferior a 2 horas en total, sin que pueda
trabajarse más de 5 horas continuas, en cada período.
Art. 50.- A petición del patrono, la Inspección del Trabajo podrá conceder
permisos sobre horas extraordinarias hasta el máximo de 2 por día. No se
considerarán horas extraordinarias las que el trabajador ocupe en subsanar sus
errores.
Art. 51.- El patrono y sus trabajadores podrán acordar un descanso de medio día
en la semana, excediendo en una hora el límite de jornada de los demás días,
hasta totalizar 48 horas.
CAPITULO IV.-
DE LAS REMUNERACIONES
Art. 53.- Los períodos de tiempo para pago del salario, no podrán exceder de 15
días, para obreros, y de un mes para empleados y domésticos. Los pagos se
verificarán precisamente en moneda de curso legal, en día de trabajo y en el lugar
de la faena, quedando prohibido hacerlo en lugares de recreo, venta de
mercaderías o expendio de bebidas alcohólicas, salvo tratándose de trabajadores
del establecimiento en que se haga el pago.
Art. 54.- Los trabajadores de ambos sexos menores de 18 años y las mujeres
casadas, recibirán válidamente sus salarios y tendrán su libre administración.
Art. 55.- Las horas extraordinarias y los días feriados se pagarán con el 100 por
ciento de recargo; y el trabajo nocturno realizado en las mismas condiciones que
el diurno con el 25 al 50 por ciento, según los casos.
Art. 56.- Tratándose de obreros a destajo, el salario por días de descanso se
establece sobre la base del salario medio durante el mes inmediato anterior al de
las vacaciones. 119
En el presente apartado se engloba aquellas legislaciones y decretos
concernientes a la temática principal de investigación.
119
Decreto Supremo de 24 de mayo de 1939, por el que se dicta la Ley General del Trabajo,
elevado a ley el 8 de diciembre de 1942
b) veinte días hábiles, cuando la antigüedad sea mayor de Diez años y no
exceda de veinte;
c) treinta días hábiles, cuando la antigüedad en el servicio sea mayor de
veinte años.
d) disfrutarán de un descanso adicional de 3, 5 y 7 días, cuando realizaren
tareas habitualmente nocturnas.
e) Las vacaciones comenzarán en día lunes o el siguiente día hábil si aquel
fuese feriado.
Tratándose de trabajadores que presten servicios en días inhábiles, las
vacaciones deberán comenzar al día siguiente a aquel en que el trabajador
gozare del descanso semanal o el subsiguiente día hábil si aquel fuese
feriado
f) el empleador deberá conceder el goce de vacaciones de cada año dentro
del periodo comprendido entre el 1º de octubre y el 30 de abril de cada año
siguiente. La fecha de iniciación de vacaciones deberá ser comunicada por
escrito, con una anticipación no menor de 45 días al trabajador.
g) el trabajador percibirá una retribución durante el periodo de vacaciones, que
se determinará de acuerdo con lo normado en la Ley de Contrato de
Trabajo, en su artículo 155.
CAPITULO III.-
ESTABILIDAD; RUPTURA DE CONTRATO DE TRABAJO.
5. CONVENIOS Y TRATADOS
5.1. Declaración Universal de los Derechos Humanos
Aprobada por las Naciones Unidas en 1948. En el ámbito internacional a
diferencia del nacional se elaboró la Declaración Universal de los Derechos
Humanos en un esfuerzo de síntesis y negociación, el cual incorporó aportaciones
liberales y socialistas, es así como el artículo 23 reconocen los derechos del
trabajador:
Puntualiza que:
Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo,
a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección
contra el desempleo.
120
Convenio colectivo nacional de los trabajadores de prensa (C.C.T. N° 541/08)
Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario
por trabajo igual.
Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia
conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso
necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la
defensa de sus intereses. 121
121
Declaración Relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo
http://www.ilo.org/dyn/declaris/DECLARATIONWEB.INDEXPAGE?var_ language=SP
122
MORALES, Sergio. El derecho al trabajo y los Derechos Humanos. Pág. 10
nivel de vida por sus propios esfuerzos y que les garanticen el
mantenimiento de un nivel mínimo de vida, determinado por medio de
investigaciones oficiales sobre las condiciones de vida, realizadas de
acuerdo con las organizaciones representativas de empleadores y de
trabajadores.123
Entre las medidas que habrá de adoptar cada uno de los Estados Partes en
el presente Pacto para lograr la plena efectividad de este derecho deberá
figurar la orientación y formación técnico profesional, la preparación de
programas, normas y técnicas encaminadas a conseguir un desarrollo
económico, social y cultural constante y la ocupación plena y productiva, en
condiciones que garanticen las libertades políticas y económicas
fundamentales de la persona humana.124
123
Este ha sido el fundamento de las Comisiones Paritarias del Salario. Sin embargo, nuestra
realidad, demuestra que no se han cumplido con los objetivos propuestos en dicho Convenio.
124
Véase artículo 6 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 19 de diciembre de 1996 y
5.4. Derecho al trabajo desde la perspectiva de los Derechos Humanos
5.4.1. Elementos
aprobado por Decreto del Congreso de la República de Guatemala, número 69-87 de fecha 30 de
septiembre de 1988.
En este sentido, el derecho y la justicia son elementos indispensables de un
Estado democrático que proteja y promueva la dignidad individual y colectiva de
los pueblos.
125
VON IHERING, Rudolph, la lucha por el Derecho, versión española de Adolfo Posada y Biseca,
con un prólogo de D.Leopoldo ALAS, segunda edición, editorial Porrúa, México 1989, página 19-27
126
Teoría dell’ OrdenamentoGiuridico, Giappichelli, Turín, 1960, página 51 y ss.12
127
MARTÍNEZ, Gregorio, Teoría de la Justicia, tercera reimpresión, septiembre 1991, página 269
Garantizar un nivel de vida adecuada al trabajador y su familia mediante
acciones normativas y políticas económicas, sociales y culturales
El fin del Estado democrático es construir las condiciones que permitan superar al
trabajador sus condiciones de explotación, en una sociedad justa y humana.
128
Conferencia Mundial del Trabajo y la Central Latinoamericana de Trabajadores, en el Informe
CLADEHLT de 1997
(que realiza con su trabajo una transmisión al bien común de su dignidad creadora
y de servicios) llega a límites intolerables.
La explotación de la condición humana, la centralidad en el objeto mercantilizado
y no el sujeto co-generador de servicios y la falta de instrumentos para el
desarrollo integral del género humano, reducen al ser humano a un simple
recurso.
Todo lo cual, es refrendado por la OIT que indica que en América Latina, hay
crecimiento sin empleo. La forma generalizada de empleo es el subempleo, o sea,
recurrir a formas de contracciones parciales, al trabajo precario o a la economía
informal.
En tal virtud, la lucha por el pleno empleo, estabilidad laboral, salario justo y
condiciones de trabajo adecuado son los principales derechos del trabajador para
lograr su dignificación como un Derecho Humano Fundamental.
129
Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y su
seguimiento, adoptada en 1998,
5.1. SELECCIÓN DE MUESTRA.
PREGUNTA Nº 1
27%
SI
73% NO
13%
SI
NO
87%
PREGUNTA Nº 3
SI
NO
93%
27%
SI
73% NO
PREGUNTA Nº 5
3%
SI
NO
97%
PREGUNTA Nº 6
7%
SI
NO
93%
RESULTADO GENERAL
De acuerdo a las preguntas realizadas pudimos observar y darnos cuenta que la
necesidad de implementar una normativa jurídica que regule el trabajo de los
periodistas es muy necesaria ya que la misma sociedad se da cuenta de los
abusos y trabajos forzosos que realizan los periodistas.
130
Tamayo y Tamayo, Mario. (1.998). El Proceso de la Investigación Científica. 3era Edición.
Editorial Limusa S.A. México- D. F. Pág. 36
CAPITULO IV
1. CONCLUSIONES
http://hoybolivia.com/Noticia.php?IdNoticia=54632
http://hoybolivia.com/Noticia.php?IdNoticia=54632
http://www.ilo.org/dyn/declaris/DECLARATIONWEB.INDEXPAGE?var_
language=SP
http://www.ilo.org/dyn/declaris/DECLARATIONWEB.INDEXPAGE?var_
language=SP
http://www.tecoloco.com.ni/blog/la-explotacion-laboral-en-la-
actualidad.aspx#ixzz4gtrSCLTX
www.elmundo.es.
www.estrelladigital