Unidad Educativa “Juan de Salinas”

Ensayo

Tema: El imperio romano

Objetivo general: reconocer las principales características del imperio romano

su ubicación y su expansión territorial, Conocer las características y saber definir

las tres etapas de la historia de Roma: monarquía, república e imperio.

Objetivo específico: Saber explicar los grupos sociales que había en Roma:

patricios, plebeyos, esclavos y libertos, conocer la religión politeísta romana y sus

dioses, conocer la difusión del cristianismo en el Imperio Romano, identificar los

grandes inventos y aportaciones de los romanos.

Técnica: Lectura comprensiva

Preguntas: ¿Qué aprenderé sobre el imperio romano?

¿Qué paso con el imperio romano?

¿Cuáles son los grupos sociales romanos?

Imperio Romano

Introducción

El imperio romano nació por la expansión de su capital roma que extendió su

control hacia el mar Mediterráneo, durante el reinado de trajano abarcaba desde

el Océano Atlántico al oeste hasta las orillas del Mar Caspio, el Mar Rojo y el Golfo

Pérsico al este, y desde el desierto del Sahara al sur hasta las tierras boscosas a

orillas de los ríos Rin y Danubio y la frontera con Caledonia al norte. Su superficie

máxima estimada sería de unos 6,5 millones de km².

Desarrollo

1. El origen de Roma. La Monarquía (753-509 a.C.)

La ciudad de Roma se fundó en el año 753 a.C., hasta la caída del imperio de

Occidente en el año 476 d.C. En este tiempo hubo diferentes sistemas de

gobierno: la Monarquía, la República y el Imperio.

La fundación de Roma
La Península Itálica es un territorio montañoso, limitado por los Alpes al norte y

recorrido de norte a sur por los montes Alpinos. Roma se fundó en el centro de

esta península.

En el siglo VIII a.C. la península estaba habitada por varios pueblos: los celtas y

ligures (en el norte) los etruscos, los latinos, otros pueblos ilotas (en el centro) y

los griegos (en el sur, Magna Grecia)

Roma se fundó en el 753 a.C. cuando se unieron varias tribus latinas asentadas a

las orillas del río Tíber.

La Monarquía

Durante la monarquía el gobierno fue ejercido por reyes que tuvieron el poder

absoluto.

Tuvo siete reyes, los cuatro primeros latinos y los tres últimos etruscos. Durante la

dominación etrusca, Roma se convirtió en una ciudad próspera y poderosa, creció

también su número de habitantes.

En el año 509 a.C. el descontento de la población dio lugar a una gran revuelta

que acabo con la expulsión del último rey etrusco y con la instauración de una

república independiente.
2. La República (509-27 a.C.)

El sistema de gobierno de la República

Las principales instituciones de gobierno fueron: las asambleas populares, el

Senado y los magistrados.

-Los comicios o asambleas populares: formados por todos los ciudadanos

(varones adultos nacidos en libertad).Aprobaban las leyes y elegían a los

magistrados. No era un sistema democrático, porque las votaciones empezaban

siempre por los ciudadanos ricos.

El Senado: estaba compuesto por 300 miembros, todos ellos antiguos

magistrados. Su función era aconsejar y controlar a los magistrados en ejército y

dirigir la política exterior. El Senado controlaba la vida del Estado

Las grandes conquistas de la República

Roma alcanzó una gran expansión territorial:

Impuso su poder sobre la península Itálica durante los siglos IV y III a.C.

Logró controlar el mar Mediterráneo Occidental tras vencer a Cartago, en las

Guerras Púnicas. Tras finalizar la 3º Guerra Púnica, Roma se unió al territorio

cartaginés e incorporó al norte de África, Hispania y Galia.

El control del mediterráneo oriental se consiguió una vez conquistada Grecia.

Roma pudo llevar a cabo todas estas conquistas gracias a que tenía un ejército

poderoso y bien organizado.

Las consecuencias de la expansión

Las conquistas aportaron enormes riquezas, las cuales procedían de botines de

guerras, de la explotación económica de los territorios conquistados, del

incremento del comercio y del trabajo de los esclavos.

Por otra parte la expansión produjo una grave crisis política y social:

La crisis política: se debió a la dificultad que tenía el Senado para controlar los

territorios conquistados.

La crisis social: se originó cuando los generales y los altos cargos se apropiaron de

grandes extensiones de tierra conquistada y formaron latifundios que cultivaban

empleando esclavos. Esto hizo que los pequeños agricultores endeudasen.

De la República al Imperio

En el siglo I a.C. los campesinos, pidieron el reparto de la tierra conquistada entre

el pueblo y a su vez los esclavos se revelaron por sus duras condiciones de

trabajo.
Como solución a esta crisis, otorgaron temporalmente el poder a dictadores

(elegidos entre generales del ejercito.) Julio César fue proclamado dictador, pero

su excesivo poder asustó al Senado , que conspiró para asesinarle. Tras sus

periódos de guerras civiles, le sucedió su sobrino Octavio que en el año 27 a.C.

puso fin a la República e instauró el Imperio.

El ejército republicano

Durante la República los ciudadanos estaban obligados a sevir en el ejército; los

soldados no recibían ningún sueldo y debían armarse por su cuenta. Con el

tiempo, la necesidad de hacer continuas campañas militares obligó a la formación

de ejércitos permanentes. El soldado se hizo profesional y el Estado paso a

suministrarle armas y apagarle.

En el siglo I a.C. una legión la formaban entre 4.200 y 6.000 soldados. Su

estructura descansaba sobre la centuria (unidad compuesta por 80 o 100

hombres mandados por un centurión.) Dos centurias formaban un manípulo (16

hombres) y tres manípulos, una cohorte (480 hombres). Además había 300 o 400

jinetes. Los legionarios se agrupaban por contubernios de ocho soldados.

El uniforme del legionario consistía en una coraza de mal, pantalones de cuero y

un yelmo.
 3. El Imperio Romano (27 a.C.-476 d.C.)

El sistema de gobierno del Imperio

Con Augusto se impuso un sistema de gobierno personal, en manos de

emperadores que concentraban los poderes políticos, militar, legislativo y

religioso.

Durante el Imperio, uno de los conflictos políticos fue ampliar el derecho de

ciudadanía (disfrutar de plenos derechos civiles y políticos). La ciudadanía romana

estuvo restringida, primero los habitantes de Roma y luego a los de Italia, de este

modo los habitantes de provincias del Imperio se consideraban discriminados. El

emperador Caracalla, extendió la ciudadanía romana a todos los varones libres

del imperio para dar fin al conflicto.

Durante los siglos I y II d.C. el imperio gozó de un largo periodo de tranquilidad,

conocido como la paz romana, esta paz favoreció el desarrollo de la economía, de

la cultura y de las ciudades.

Las conquistas prosiguieron y el Imperio alcanzó su máxima expansión con

Trajano (98-117). Para su administración, se dividió en provincias, que pagaban

impuestos a Roma y estaban bajo el mandado de un gobernador. Las provincias

fueron adoptando la organización política, social y cultural de Roma, en un

proceso conocido como romanización.

Durante la romanización desempeñaron el papel destacado las ciudades, desde

las que se propagó la forma de vida romana, el uso del latín como lengua común y

una red de calzadas que favoreció el comercio y el control militar de las

provincias.

La enorme extensión del imperio romano obligó a construir una red de calzadas

para unir Roma con las principales ciudades del imperio. La primera calzada

construida fue la Vía Apia. Comenzada el 312 a.C. que conectaba Roma con los

puertos del sur de la Península Itálica. Las mejores calzadas estaban formadas por

capas superpuestas de piedras, grava y arena y rematadas con grandes losas

pulidas o pavimento.

La crisis del siglo III

La crisis política comenzó tras las primeras derrotas de Roma ante los pueblos

bárbaros. Como consecuencia, cesó la expansión, las fronteras se hicieron cada

vez más inseguras y aumentó la importancia del ejército.

La crisis económica se debió al cese de las conquistas. Este hecho hizo disminuir la

llegada de esclavos, provocando el descenso de la producción agrícola y minera.

Como consecuencia entraron en crisis la artesanía y el comercio y disminuyeron

os ingresos del Estado, aumentando los impuestos.

La crisis social afectó sobre todo a los habitantes de las ciudades que emigraron

hacia el campo para pagar menos impuestos.

La división del Imperio y las invasiones germánicas

Para afrontar la crisis, el emperador Teodosio I (346-395 d.C.) dividió el imperio

en dos partes: el imperio romano de Occidente (capital en Roma) y el imperio

romano de Oriente (capital en Constantinopla). La división no puedo evitar la

penetración de los germanos. Después otros pueblos formaron reinos propios

dentro de sus fronteras. El jefe de uno de ellos, depuso en el 476 al último

emperador romano, Rómulo Augústulo, lo que depuso el fin del imperio de

Occidente.

El imperio romano de Oriente logró sobrevivir hasta el año 1.453, adoptando con

el tiempo el nombre de Imperio Bizantino.

 4. La economía

La economía romana fue de tipo esclavista.

La agricultura y la ganadería

La agricultura fue la principal fuente de riqueza de Roma y se basó en el cultivo de

cereales, vid, olivo y hortalizas. Los romanos introdujeron nuevas técnicas de

cultivo, la utilización de molinos movidos por animales para obtener harina, y de

prensas para extraer vino y aceite. Las tierras podían ser propiedad de pequeños

campesinos libres o de grandes propietarios, dueños de extensos latifundios.

La ganadería era también una actividad económica importante. Cría de ovejas,

cabras, bovinos, asnos, caballos y mulos.

La minería y la artesanía

La minería explotó la riqueza en metales del imperio romano. Las minas eran

propiedad del Estado y se trabajaban con esclavos.

La artesanía incluyó una gran variedad de oficios, como ceramistas, tejedores,

vidrieros, metalúrgicos… También se desarrollaron industrias alimentarias, como

la fabricación de aceite, vino y pan y el transporte como la construcción de barcos

y carros, e industrias relacionadas con las obras públicas.

La producción se realizaba en pequeños talleres.

La actividad comercial

EL comercio fue intenso, se basaba en la exportación de manufacturas y en la

importación de materias primas y mercancías de lujo.

El desarrollo de la actividad comercial contó con una serie de factores favorables:

el uso monedas comunes en todo el territorio imperial, el control romano del

Mediterráneo y la construcción de calzadas y puertos.

5. La sociedad romana

Los ciudadanos

Los ciudadanos eran hombres libres que poseían plenos derechos políticos y

civiles, como el derecho a votar y ser votados, la asistencia a los juegos… En

función de su riqueza se subdividían en:

Los honestiores eran el grupo social más rico, incluía a los senadores, dueños de

grandes propiedades, a los caballeros y a los decuriones

Los humiliores o plebe. Según su lugar de residencia se dividían en plebe rústica y

plebe urbana.
Los no ciudadanos

Las personas que no tenían el derecho de ciudadanía llevaban una vida llena de

dificultades.

Los libertos eran esclavos liberados por voluntad de su amo o tras haber

comprado su libertad. Seguían manteniendo alguna dependencia con su antiguo

amo como educar a sus hijos o realizarle pequeños pagos.

6. La religión romana. El cristianismo

Cultos y dioses romanos

Los romanos practicaban una religión privada y otra oficial.

La religión privada rendía culto a los dioses familiares y a los espíritus de los

antepasados. El culto se celebraba en casa, era dirigido por el padre de familia y

consistía en ofrendas de comida, flores y perfumes.

La religión oficial era politeísta y rendía culto al emperador

Los romanos fueron tolerantes. Asimilaron las divinidades griegas, cambiando

simplemente el nombre: Zeus pasó a llamarse Júpiter, Hera se convirtió en Juno y

Atenea en Minerva. El culto se celebraba en el interior de los templos, era dirigido

por los sacerdotes y consistía en plegarias y sacrificios de animales.

El emperador, a partir de Augusto fue divinizado en una ceremonia llamada

apoteosis. El culto al emperador era obligatorio para todos los habitantes del

imperio.

El nacimiento del cristianismo

En los primeros tiempos del Imperio, nació en Palestina una nueva religión

predicada por Jesús de Nazaret, el cristianismo.

Jesús, un judío nacido en Belén en el año 753 de la era romana, se proclamó Hijo

de Dios. En su doctrina sostuvo la existencia de un solo Dios, la igualdad de todas

las personas, la práctica del amor al prójimo, la caridad, el perdón y la existencia

de una vida eterna después de la muerte.

Tras la muerte de Jesús, el cristianismo fue difundido por los apóstoles. También

tuvo un papel fundamental en esta difusión la figura de Pablo de Tarso, a través

de sus viajes de predicación y de sus escritos, que interpretaron el mensaje de

Jesús y lo adaptaron a la cultura helenística, favoreciendo su expansión fuera del

ámbito hebreo.
 La difusión del cristianismo en el imperio romano

En sus inicios, fue perseguido por los emperadores, ya que algunos de sus

principios atentaban contra las bases de la sociedad romana. Entre ellos la

existencia en un solo dios, la defensa de la igualdad de todas las personas y su

negativa a rendir culto al emperador. Los cristianos se vieron obligados a

refugiarse en catacumbas, donde practicaban sus ritos y enterraban a sus

muertos.

En el año 313, el emperador Constantino, tras ganar una batalla bajo el signo de la

cruz, promulgó la libertad religiosa a través del Edicto de Milán. Él mismo

convirtió el cristianismo y promovió la construcción de basílicas. En el año 380, en

el Edicto de Tesalónica, Teodosio declaró el cristianismo como religión oficia del

Imperio.

7. La cultura, el urbanismo y el arte romanos

La cultura romana

La cultura romana recibió una gran influencia como la estructura griega. Entre las

aportaciones destacaron: la lengua y el derecho

El latín, del que derivan muchas lenguas europeas actuales, fue la lengua oficial

del Imperio.

EL derecho reguló mediante leyes escritas las relaciones entre particulares

(derecho privado) y entre particulares y el Estado (derecho público)

Además, Roma aportó figuras destacadas en diversos campos de la cultura y de la

ciencia, como Séneca, en filosofía; Virgilio, Plauto y Terencio, en literatura; Julio

César y Tilo Livio, en historia, o Galeno, en medicina.

El urbanismo: la ciudad romana

Los romanos fundaron numerosas ciudades, que actuaron como centros políticos,

administrativos, económicos y culturales.

EL trazado de las ciudades de nueva creación adoptó un plano cuadrado o

rectangular, rodeado de murallas desde el siglo III. El plano se organizaba a partir

de dos calles principales: una de dirección norte-sur, llamada cardo y otra de

dirección este-oeste, conocida como decumano. En el cruce entre ambas se

localizaba el foro o gran plaza pública, donde se levantaban los edificios

principales, como templos o mercados. El resto de la ciudad se componía de calles

trazadas en cuadrícula, que estuvieron dotadas de servicios como abastecimiento

de aguas y alcantarillado para las aguas residuales. Las viviendas respondían a dos

modelos: insulae o domus.

La arquitectura

La arquitectura romana tuvo un carácter práctico y fue grandiosa y monumental,

pues fue utilizada por el Estado como forma de hacer propaganda de su grandeza.

Aunque recibió influencias variadas.

Utilizó diversos materiales como el ladrillo, la piedra el mármol y el cemento el

cuál inventaron ellos mezclando arena, cal y agua.

Como soportes se utilizaron columnas que adoptaron de los órdenes y crearon

otros dos: el toscano, una imitación del dórico, peor con basa y fuste liso; y el

llamado romano-compuesto, una mezcla de los órdenes jónico y corintio griegos.

Las cubiertas de los edificios fueron adinteladas o abovedadas.

Los tipos de edificios:

Entre los edificios religiosos destaca el templo, que respondía a dos modelos.

El templo rectangular era similar al griego, aunque se levantaba sobre un

basamento que tenía escalinatas solo en su fachada principal y estaba rodeada de

columnas que solían adosarse al muro de la naos.

El templo circular más importante fue el Panteón de Roma, consagrado a todos

los dioses del Imperio.

Entre los edificios civiles destinados a cubrir las necesidades de la ciudad

destacaron las basílicas, utilizadas para la administración de justicia y para

operaciones comerciales, y las termas o grandes baños públicos.

Otros edificios civiles se construyeron para la celebración de espectáculos, como

los teatros; los anfiteatros, destinados luchas de animales o a combates de

gladiadores.

Los monumentos conmemorativos se levantaron para recordar ciertos

acontecimientos históricos, sobre todo victorias militares. Las columnas

conmemorativas, como la de Trajano y los arcos de triunfo.

Entre las obras de ingeniería destacaron las calzadas, los puentes y los

acueductos. Estos últimos servían para transportar el agua a las ciudades.

La escultura, la pintura y el mosaico

La escultura también se inspiró en el arte griego, peor si tratamiento fue más

realista. Se realizó en mármol o en bronce.

El retrato surgió de la costumbre de realizar mascarillas de cera sobre los rostros

de los difuntos para conservar sus rasgos.

El relieve histórico recordaba hechos políticos o militares notables. Se localizó

principalmente en arcos de triunfo, columnas conmemorativas y altares.

La pintura decoró las paredes de los palacios y de las villas, con imitación de

mármoles, arquitecturas en perspectiva, paisajes y escenas diversas.

Los mosaicos, realizados con piezas de colores, decoraban los suelos con temas

geométricos, mitológicos o de batallas o cotidianos.

Conclusión

El Imperio Romano es considerado la civilización más grande, poderosa e

importante de la historia occidental.

Comenzó en el año 27 a.C y terminó en 476 d.C Se extendía del río Rin a Egipto,

llegaba a Gran Bretaña y al Asia Menor. Así, establecía una conexión con Europa,

Asia y África.
Llegó a ser uno de los imperios más poderosos de la historia. El imperio vivió dos

etapas durante su historia, llamadas el alto impero y el Bajo Imperio, durante el

bajo imperio es donde llega la tan conocida división en dos del imperio:

El imperio de Occidente con capital en Milán el cual desaparecería en el año 476

como consecuencia de los ataques Germanos.

Y el Imperio de Oriente que paso a llamarse imperio bizantino que se trasladó a la

ciudad de Bizancio, llamado luego Constantinopla y más tarde Estambul, el cual

desapareció en 1453 a causa del imperio turco.