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2.

Dignidad humana Abordar el tema de los derechos humanos forzosamente


nos lleva a hablar de la dignidad. Si atendemos la conceptualización general que
actualmente se ha dado a los derechos humanos, como “el conjunto de derechos
inherentes a la dignidad de todo ser humano, necesarios para su bienestar y
desarrollo, con los que se nace y el Estado reconoce a través de sus
ordenamientos jurídicos”, encontramos a la dignidad como eje central o
fundamento de dichos derechos; por ello se hace necesario iniciar con el tema
de la dignidad humana. Mucho se ha dicho para tratar de defnir qué es la
dignidad humana. Algunos filósofos la ligan con una concepción metafísica o
religiosa, empero Díaz Romero aborda el tema desde el punto de vista de la ética
humanista tomando como base lo señalado por Emanuel Kant, quien categorizó
el fundamento de la dignidad humana bajo la regla de “Obra de tal modo que
uses la humanidad tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro
siempre a la vez como fn, nunca meramente como medio”, y que la conducta de
las personas tiene su origen en las órdenes de la conciencia como “imperativos
categóricos” e “imperativos hipotéticos”, que sólo son acatables en el supuesto
de que se quiera obtener un objeto real o posible. El imperativo categórico en el
que asienta Kant el concepto de dignidad humana se complementa con la
determinación de que “si bien todas las cosas e inclinaciones tienen un precio,
sea comercial o afectivo, el hombre, siendo un fn en sí mismo, no tiene precio,
sino un valor interno, esto es, dignidad.” Estos pensamientos filosóficos han
influenciado al Tribunal Constitucional Alemán para establecer la “tesis del
objeto”2 que tiende a descifrar el concepto jurídico de dignidad humana. Este
concepto kantiano de dignidad humana es el más aceptado en la práctica
jurisdiccional. El concepto de dignidad humana también se encuentra ligado al
razonamiento que poseemos los seres humanos, a diferencia de los demás
seres vivos; así como a la libertad de las propias personas. A este respecto
(Martín M, 2015)3 toma como base lo señalado por el autor Peces-Barba, quien
ha señalado que la dignidad es un status especial de la persona, en virtud de su
razón, que la sitúa por encima de los demás seres vivos, razonamiento que lleva
a las personas a buscar su desarrollo y perfeccionamiento humano en todas sus
facetas. Esta idea está forzosamente vinculada a la idea de libertad, pues esto
supone que únicamente desde el respeto a la libertad de las personas y sus
derechos se puede guardar su dignidad, su capacidad de decidir y de desarrollar
por sí mismo su naturaleza humana Asimismo, la noción de dignidad guarda
estrecha relación con el principio de igualdad, en este contexto la propia
Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, en diversos arábigos
consagra la igualdad jurídica, así como la prohibición de la esclavitud, como
precepto de igualdad, ya que “donde aparece la esclavitud desaparece la
dignidad”, dado que las personas pierden su calidad de seres humanos para
convertirse en cosas susceptibles de enajenación, entre otras cuestiones. En
este contexto la jurisprudencia ha interpretado en la tesis aislada CXLV/2012 con
rubro Igualdad ante la ley y no discriminación...”, que “la noción de igualdad
deriva directamente de la unidad de naturaleza del género humano y es
inseparable de la dignidad de la persona”. Esto es, las personas somos iguales
por el simple hecho de ser seres humanos, colocando a la dignidad como factor
común y sustento de la unidad. Ahora bien, pasemos a estudiar los diferentes
conceptos de derechos humanos que se han dado para así dar paso con mayor
entendimiento al acercamiento del estudio de la interpretación de los derechos
humanos.

3. Concepto de derechos humanos

De la mitad del siglo XX y hasta nuestros días se ha retomado de forma distinta


la idea de los derechos humanos, por lo que se hace conveniente realizar un
análisis de su concepción. La idea de su designación original consistió en
equipararlos con los derechos civiles, garantías individuales o prerrogativas del
ciudadano; sobre este punto puntualizó Carpizo:

En el proceso de elaboración de una definición de lo que son los derechos


humanos se han encontrado algunas dificultades de orden sobre todo ideológico
y doctrinario. El concepto depende en gran medida de la orientación que se
asuma o de las ideas o tendencias que se profesen. Por ello se suelen encontrar
diversas definiciones con matices distintos y en ocasiones hasta encontradas,
en virtud de la dificultad de la relatividad de sus contenidos. Roccatti señala que
no obstante su complejidad, es posible estudiar algunas definiciones que pueden
servir para ubicarnos en el tema y el objeto central de estos derechos, y analiza
a los siguientes autores (Roccatti, 1998:22). Para el autor Antonio Trovel y Serra
los derechos humanos son: “los privilegios fundamentales que el hombre posee
por el hecho de serlo, por su propia naturaleza y dignidad. Son derechos que le
son inherentes y que, lejos de nacer de una concesión de la sociedad política,
han de ser consagrados y garantizados por esta”. A su vez, las autoras María
Teresa Hernández Ochoa y Dalia Fuentes Rosado proponen la siguiente
definición: “Los Derechos Humanos son los que las personas tienen por su
calidad humana, pero es el Estado el que los reconoce y los plasma en la
Constitución, asumiendo así la responsabilidad de respetar estos derechos, a fin
de que cada individuo viva mejor y se realice como tal”. Por su parte, Roccatti
los define como: “conjunto de garantías que establecen los ordenamientos
legales nacionales e internacionales con objeto de proteger, frente al poder
público, los derechos fundamentales de los seres humanos, en cuanto a su
dignidad y el respeto que merecen por el mero hecho de pertenecer a la especie
humana”. Y siguiendo la tendencia histórica, los defne como: “El conjunto de
prerrogativas que salvaguardan la vida y la dignidad de los seres humanos y que
los criterios valorativos de la cultura y de la civilización moderna atribuyen a todos
los integrantes de la especie humana sin distinción alguna”. Pérez Luño define
los derechos humanos como un conjunto de facultades e instituciones que, en
cada momento histórico, concretan las exigencias de la dignidad, la libertad y la
igualdad humanas, las cuales deben ser reconocidas positivamente por los
ordenamientos jurídicos a escala nacional e internacional (Pérez, 2006:230).

4. Otros conceptos de derechos humanos

Los tratadistas del derecho internacional los definen como derechos


fundamentales que el ser humano posee por el hecho de serlo, por su propia
naturaleza y dignidad, derechos que son inherentes y que, lejos de nacer de una
concesión de la sociedad política, han de ser por ésta consagrados y
garantizados. En sentido objetivo, son normas de derecho público constitucional
de la más alta jerarquía jurídica, que protegen ciertos bienes jurídicos
fundamentales que se consideran inherentes a la personalidad humana y cuya
identificación y posición son producto histórico del desarrollo de la conciencia
humana y la organización social. Por último, en sentido subjetivo, son las
facultades que esta clase de normas otorgan a los titulares para que exijan de
los obligados el cumplimiento de obligaciones (Becerra, 2013:258).
5. Derechos fundamentales

Retomando los diferentes términos que se le han dado a los derechos humanos,
Becerra Ramírez menciona lo que en su obra Gregorio Peces-Barba afirma en
el sentido de que el término derechos humanos es, sin duda, uno de los más
usados en la cultura jurídica y política actual, tanto por los científicos como los
filósofos que se ocupan del hombre, del Estado y del derecho. También explica
que se utilizan otras denominaciones, tales como: derechos naturales, derechos
públicos subjetivos, libertades públicas, derechos morales y derechos
fundamentales, inclinándose por utilizar el último de los mencionados como
forma lingüística más útil y procedente porque es más precisa que la expresión
“derechos humanos” y carece del lastre de la ambigüedad que ésta supone,
además de que puede abarcar las dos dimensiones en las que aparecen los
derechos humanos sin incurrir en los reduccionismos iusnaturalistas o
positivistas. Con esto le otorga al término “derechos fundamentales” la inclusión
de los presupuestos éticos y morales de la dignidad humana y su relevancia
jurídica, que convierte a los derechos en norma básica material del
ordenamiento; los derechos no quedan en simples pretensiones morales, sino
que existe la posibilidad de su realización al momento que adquieren un valor
jurídico, al ser recibidos por el ordenamiento jurídico, convirtiéndose en un
instrumento imprescindible para que los individuos se desarrollen en la sociedad
(Becerra, 2011:112). Por lo que, desde un punto de vista teórico se amplía dicha
noción al definirse, en opinión de Luigi Ferrajoli, como derechos universalmente
que se suscriben a todas las personas, a todos los ciudadanos, a todos los
sujetos con capacidad de obrar, cualquiera que sea la extensión de la clase de
sujetos que en un determinado ordenamiento jurídico sean calificados como
personas que los haga titulares para el ejercicio de alguna expectativa positiva o
negativa por derivación de un mandato normativo (Ferrajoli, 2001:19).

6. Características de los derechos humanos

Para poder completar y comprender desde una perspectiva internacional el


concepto en estudio, es precisos abordar algunas características de los
derechos humanos, tales como: - La internacionalización. La competencia en la
materia es ahora compartida por los Estados y la comunidad internacional; los
principios de no intervención y soberanía, así como el dominio reservado de los
Estados, se actualizan en contornos nuevos en virtud de que se ha
internacionalizado el control del cumplimiento efectivo de los derechos humanos.
- La subsidiariedad. Es el Estado nacional quien tiene prelación en el
entendimiento de los casos; el accionar el mecanismo internacional tiene lugar
cuando se hayan agotado los recursos internos. - La irrenunciabilidad. Las
organizaciones internacionales, por razones éticas, no pueden declinar su
jurisdicción cuando estén habilitadas para tramitar casos de violaciones de
derechos humanos. - La progresividad. Conlleva dos aspectos, por un lado, los
derechos humanos siempre serán progresivos, lo que quiere decir, que se
pueden incorpora nuevos derechos al cátalo de los reconocidos, y por el otro, los
ya existentes nunca perderán su vigencia. - La socialización de su alcance.
Constituye un avance que comprende a toda la humanidad; se debe en gran
medida a la vigencia del principio de igualdad, contemplado en todas las
declaraciones y convenios generales sobre derechos humanos. Este principio
enuncia que, si los derechos humanos son inherentes a la persona, todos los
seres humanos, sin excepciones, deben poseerlos. - La universalidad. Los
derechos fundamentales del hombre son expresión de la dignidad intrínseca de
todo individuo, debiendo ser respetados y aceptados por todos los Estados. La
ONU en su preámbulo ha comprometido a sus miembros a su cumplimiento
como condición esencial de la paz (en la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos de Viena de 1993 se dispuso que los derechos humanos seas:
universales, indivisibles e interdependientes, siendo estos los pilares en que se
sustenta su reconocimiento y protección). - La indivisibilidad e interdependencia.
Este es el segundo gran principio que ha de inspirar la promoción y respeto de
los derechos humanos. - El catálogo de derechos. Todo sistema de protección
internacional de los derechos humanos posee un catálogo de ellos que se
reconocen como tales y que los Estados parte se obligan a reconocer y respetar.
También debe destacarse que existen límites a los derechos humanos, debido a
la restricción por la legislación nacional o a la restricción temporal de ciertos
derechos. Los derechos humanos no son, en general, absolutos y admiten su
restricción por la legislación nacional. Para salvaguardar estos derechos, el
sistema internacional establece normas que el Estado debe acatar, esto es, las
condiciones generales que autorizan a una restricción del ejercicio de un derecho
humano deben establecerse por ley y deben señalarse las razones que el
legislador puede invocar para restringir tales derechos (Moya, 2004 pp. 266-
267).

7. La interpretación de los derechos humanos

En su condición de norma jurídica, la interpretación de la Constitución se


encuentra supeditada a las reglas básicas y generales de toda exégesis jurídica,
pero posee aspectos particulares, al mismo tiempo que, como norma suprema,
supone el criterio hermenéutico fundamental de todo el ordenamiento jurídico
(Pérez, 2003:268). Dentro de esa interpretación de la Constitución encontramos
la de los derechos fundamentales que forman parte de la mayoría de las
constituciones y que son aún más particulares en cuanto a su interpretación; ya
que poseen rasgos distintivos que hace que su interpretación se realice de forma
diferente a cualquier otra norma jurídica. Se tiene por una parte el lenguaje
utilizado al constitucionalizarlos; y por otra, una fuerte carga emotiva que
condiciona e influye su interpretación. Las constituciones contienen insertos en
ella a los derechos fundamentales, sin que se especifique un significado
concreto, por lo que corresponde a los operadores jurídicos llevar a cabo la
interpretación de ellos. En primer lugar, dicha tarea es del legislador y
posteriormente al resto de los sujetos que utilizan el derecho, los cuales poco a
poco van delimitando su significado, siendo clave el papel de la interpretación
(Peces- Barba, 2004: 305). En el plano constitucional los derechos
fundamentales aparecen positivizados a través de dos sistemas: el de la leyes
generales o de cláusulas generales y el de las leyes especiales o casuístico,
métodos que a su vez pueden combinarse en un sistema mixto que es
frecuentemente utilizado en las constituciones; en el sistema de cláusulas
generales los derechos fundamentales aparecen consagrados en forma de
valores o principios, mientras que en el sistema de leyes especiales o casuístico
se positivizan como normas específicas que concretan y pormenorizan el
alcance de dichos derechos. Lo que supone que en el último supuesto los
derechos básicos se encuentran expresados en forma de reglas, por lo que no
existen características importantes respecto de su interpretación y pueden
seguirse los métodos utilizados para las demás normas (Pérez, 2003:286). Las
características de los derechos fundamentales se han clasificado en externas e
internas, las primeras se refieren a la relevancia social e individual, pero también
a la contemplación de los derechos como instrumentos de legitimación del
sistema jurídico; las segundas afectan al resultado de la interpretación de los
derechos fundamentales y nos recuerdan su significado para el sistema. El
significado que un operador jurídico otorgue a un derecho es distinto según lo
interprete, pudiendo ser, entre otros, desde el punto de vista iusnaturalista o
positivista; desde una posición liberal o socialista; según se quiera primar la
perspectiva ética o la jurídica; según se defienda una interpretación subjetiva u

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