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SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER

DE LAS COMUNIDADES PRIMITIVAS A


LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO
TOMO 1
UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO

(OSÉ NARRO ROBLES • Rector

EDUARDO BÁRZANA GARCÍA • Secretario General

ENRIQUE DEL VAL BLANCO • Secretario Administrativo

Luis RAÚL GONZÁLEZ PÉREZ • Abogado General

DAVID TURNER BARRAGÁN • Director General de Publicaciones y Fomenlo Editorial

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES

FERNANDO CASTAÑEDA SABIDO • Director

ROBERTO PEÑA GUERRERO • Secretario General

(OSÉ LUIS CASTAÑÓN ZURITA • Secretario Administrativo

CONSUELO DÁVILA PÉREZ • Coordinadora de Extensión Universitaria

FLOR SUGEY LÓPEZ GAMBOA • Jefa del Departamento de Publicaciones

Responsable del proyecto PAPIIME PE301410, Enseñanza para el estudio de la historia de las revoluciones,
Jorge Márquez Muñoz

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SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER
DE LAS COMUNIDADES PRIMITIVAS A
LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO
TOMOl

Alma Imelda Iglesias González


Jorge Federico Márquez Muñoz
Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Universidad Nacional Autónoma de México 2011


Ilustración de portada: Leonardo Da Vinci. La batalla de Anghiari, (copia atribuida a Pedro
Pablo Rubens). Museo del Louvre, París.

Esta investigación arbitrada por especialistas en la materia a "doble ciego", se privilegia con
el aval de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM

Sociedad, violencia y poder. De los comunidades primitivas a- la caída del


Imperio Romano. Tomo 1

Este libro fue financiado con recursos de la Dirección General de Asuntos del Personal
Académico (DGAPA), de la Universidad Nacional Autónoma de México, mediante el
Proyecto "Enseñanza para el estudio de la historia de las revoluciones", coordinado por Jorge
Márquez Muñoz, como parte del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación para el
Mejoramiento de la Enseñanza (PAPIME), PE301410.

Primera edición; 18 de noviembre 2011

D.R. © Universidad Nacional Autónoma de México


Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F.

FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES


Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, C.P. 04510, México, D.F.

D. R. © EDITORES E IMPRESORES PROKKSIONAI.ES, EDIMPRO, S. A. de c v.


Tiziano 144, Col. Alfonso XIII, Delegación Alvaro Obrcgón, C. P. 014(50,
México. D.F.

ISBN: 078-007-02-2875-9 UNAM


ISBN: 978-607-7744-38-2 Silt'sa

Queda prohibida la reproducción parcial o total, directa o indirecta del contenido de la


presente obra, sin contar previamente con la autorización expresa y por escrito de los
editores, en términos de lo así previsto por la Lev Federal del Derecho de Autor y, en su caso,
por los tratados internacionales aplicables.

Impreso y hecho en México/Maáe and printed in México


CONTENIDO

PRÓLOGO ...............................................................................................
9
INTRODUCCIÓN ...................................................................................... 13
1. Dejar de ser uno ............................................................................. 21
2. Del sacrificio natural al infanticidio .............................................. 29
3. De la desconfianza al medio y a los otros
a la jerarquía débil ..................................................................... 45
4. Del sacrificio al rito sacrificial....................................................... 57
5. La civilización ............................................................................... 83
6. La parte más sacrificable se rebela ................................................ 97
7. Los nómadas montados aterrorizan al hombre-ganado . . 115
8. El ejército es primero: la casta guerrera
mina las jerarquías ...................................................................... 133
9. El comercio y la escritura conviven con la guerra ...................... 155
10. El fin de la sociedad guerrera ..................................................... 169
11. El sistema multiestatal convierte al rebaño en ejército . . . 177
12. Stasis ......................................................... -................................. 195
13. La guerra entre los griegos ......................................................... 205
14. Dos modelos del control de la violencia ..................................... 215
15. Tragedias y ostracismo ............................................................... 233

7
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González i lloa Aguirre

16. La guerra es todo........................................................................ 239


17. El ascenso de Roma ................................................................... 257
18. Los caminos de la violencia ....................................................... 283
19. El fin de la antigüedad clásica
y los jinetes de la estepa ......................................................... 301
20. La violencia no es externa: el camino axial ............................... 307
BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 315
PROLOGO

:
L
a Real Academia Española define un acto violento como aquel
"que está fuera de su natural estado, situación o modo",
/"que se hace bruscamente, con ímpetu e intensidad extra-
ordinarias" y "que se ejecuta contra el modo regular o fuera de
razón y justicia".
El esfuerzo por explicar los orígenes y el desenvolvimiento de la
violencia no es nuevo. El etólogo británico Peter M. Driver
menciona tres dificultades de estudiar el conflicto: el desagrado de la
mayoría de la gente para reconocer los orígenes animales del
hombre, la tendencia de los especialistas a considerar su área de
estudio como la más importante para esta cuestión y la incapacidad
del hombre de resolver los problemas sociales.1 Respecto al último
punto, nosotros no somos tan pesimistas, por el contrario, creemos
que la comprensión de la violencia puede contribuir a resolver
algunos problemas sociales. Pero estamos conscientes también, de
que cada solución crea nuevos problemas.
Esta obra es producto del interés y trabajo de un equipo de pro-
fesores, investigadores y becarios. En el seminario "Violencia y
ciencias sociales" que llevamos a cabo durante el año 2010 en las
instalaciones del "Seminario de Procesos Políticos y Electorales" de
la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, participaron aca-
démicos de diversas instituciones de educación superior y centros
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ■ Pablo Armando González L'lloa Aguirre

de investigación. Fue ahí en donde decidimos la pertinencia de este


texto y elaboramos su guión. El interés mostrado por los profesores
y los investigadores participantes en esa primera fase del proyecto
continuó durante el año 2011, en el cual ofrecieron sus consejos
para el mejoramiento de la presente obra.
Por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, merecen
mención especial la Doctora Lourdes Quintanilla Obregón,
profesora de historia universal; la Dra. Rosa María Olvera, co-
nocedora de la historia de la guerra; el Dr. Germán Pérez, anfitrión
de nuestro seminario de 2010 y especialista en la conformación de
instituciones políticas; y el Dr. Francisco Javier Jiménez Ruíz, por
su apoyo incondicional con diversas fuentes. Del Instituto de
Investigaciones Sociales de la UNAM, el Dr. Julio Bracho Carpizo
hizo valiosas observaciones sobre la relación entre la guerra y el
caballo. De la UAM Xochimilco, nuestro reconocimiento para
Doctor Joel Flores, quien hizo una importante aportación a
propósito de la relación de las religiones antiguas y el milenarismo.
También merecen una mención especial los becarios de las dos
primeras fases del proyecto: Alejandro Domínguez y Marcela
Reynoso Jurado, siempre animosos y trabajadores.
En este volumen nos propusimos el estudio de la relación entre
sociedad, poder y violencia en un periodo que abarca desde las
primeras comunidades hasta la caída del imperio romano. El
segundo volumen abordará el mismo asunto desde la antigüedad
tardía hasta las revoluciones de 2011 en el mundo árabe. No es un
texto omnicomprensivo; se centra en las manifestaciones sociales
de la violencia a partir de conocimientos de diversas ciencias.
Aquí hemos descrito los mecanismos neurológicos, antro-
pológicos, psicológicos, políticos y sociales relacionados con la
violencia y su contención en diferentes etapas históricas. Rea-
lizamos una narrativa en la que se van añadiendo conceptos y
teorías, cada vez más sofisticados en la medida en que también se
compleji/.an las sociedades. Encontramos que el infanticidio,

10
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

el sacrificio, la guerra, el imperialismo y la lucha de clases no son


connaturales al hombre ni a la sociedad, sino producto de momentos
e instituciones específicas. Asimismo, mostramos que las formas de
contención de la violencia son muy variadas, aunque generalmente,
para evitar la violencia "incontrolable" es necesaria una dosis de
"violencia benéfica".
El segundo volumen es la historia de los intentos por superar esta
terrible situación y se hace la pregunta ¿se puede controlar la
violencia sin violencia? ¿Es posible una sociedad más allá de la
violencia? ¿Es siempre necesaria una dosis de violencia para evitar
una violencia mayor? Pese al impulso de las religiones que
promueven la "compasión universal", el humanismo, la Ilustración,
el liberalismo y el socialismo, veremos que entre los mecanismos
para contener el caos sigue siendo necesaria una dosis de violencia.
Las revoluciones que produjeron el mundo moderno ocupan un
lugar especial en el segundo volumen. Se trata de los graneles
proyectos de la humanidad, que comenzaron el siglo xvn con la
Guerra Civil Inglesa y prosperaron en los siglos xvín, xix, xx y lo
que va del xxi. Estos movimientos están caracterizados por el intento
de crear condiciones para un "mundo mejor", o almenos para acercar
más la realidad a la utopía. Sin embargo, veremos que muchas de
estas revoluciones lejos de llevar al fin de la violencia la
reprodujeron e incluso la multiplicaron, para, posteriormente,
instituir sus propias formas de "violencia benéfica".
Este es un texto escrito para estudiantes de ciencia política,
administración pública, relaciones internacionales, comunicación,
sociología y afines. Aunque hemos intentado que sea atractivo para
un público más general. Es posible hacer dos lecturas de este libro: el
lego puede ignorar las notas al final y el interesado en ciencias
sociales, por el contrario, las encontrará especialmente estimulantes.

Notas
1
Peter M. Driver, "Toward an ethology of human conflict: a review", Thejournal
ofeonfliet resolution, 3, 1967, pp. 361-374.
INTRODUCCIÓN

E
l siglo xxi no promete ser menos violento que el brutal siglo xx,
cuando las guerras provocaron más de setenta millones de
muertos. Peor aún es el incremento de las bajas civiles, que
fueron menores al 10% en la Primera Guerra Mundial pero
superaron el 50% en la Segunda Gran Guerra y llegaron al 80% en
las de los años noventa y las de la primera década del siglo xxi.2
Aunque hoy la mayoría de los países, sobre todo los desarrollados,
dedican un porcentaje muy reducido de su riqueza a gastos militares,
en términos absolutos, las cantidades son cada año mayores.3
La guerra es la más brutal y notoria manifestación de la violencia,
pero no es la única. Se trata de un problema ubicuo, que aparece en
las naciones ricas y en las pobres, en todas las culturas y
civilizaciones, e incluso antes, pues el mundo animal está también
dominado por ella. Por ejemplo, uno de los supuestos principales de
la etología para explicar la afición de los seres humanos por la guerra
es la territorialidad, frecuente en el comportamiento de otras
especies animales. Robert Audrey la definió como "el impulso de
ganar, mantener y defender el derecho a la posesión de un bien".1
Ésta fue también la tesis central del premio Nobel de Fisiología
Konrad Lorenz.5 Erich Fromm intentó demostrar que la "violencia
humana" era un asunto vinculado con el contexto antes que con la
biología, que poco podía

13
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federica Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Agitinv

aprenderse, para comprender al hombre, del comportamiento de las


aves y los peces.6
En esta tónica se encuentra el presente texto. No privilegiamos
la búsqueda del origen de la violencia humana en los animales ni en
la biología,7 aunque tampoco negamos que existan elementos
fisiológicos que contribuyan a ella.8 Para nosotros la cuestión es
preguntarse si al "naturalizar" la violencia no la convertimos
simplemente en un mal irremediable del que no hay nada más qué
decir. Al contrario, nuestro enfoque pretende descubrir las variables
de esta calamidad y cómo las distintas sociedades la han tratado,
manipulado y controlado.
Partimos pues, tal y como lo describe el historiador del cani-
balismo, de que en toda forma social, "los hombres, para subsistir,
han tenido que aprender a convivir con la violencia".9
Lo importante para nosotros es dilucidar la relación entre
sociedad y violencia, y para ello, nos planteamos responder las si-
guientes preguntas: ¿cuál es el origen social de la violencia?, ¿qué
tipo de sociedad logra disminuir la violencia y por qué?, ¿qué tipo
de sociedad y por qué, presenta mayores índices de violencia?
Nuestro texto, aunque toma de las teorías antropológicas,
sociales, psicológicas,10 económicas, políticas y de las relaciones
internacionales, algunos de sus elementos, no es un catálogo de
opiniones, sino una teoría compleja y articulada.
Nuestro punto de partida nos lo ofrece Aristóteles, quien en la
Poética escribió: "El hombre se distingue de los demás animales en
que es el más apto para la imitación"." Los padres de la Iglesia, To-
más de Aquino, Thomas Hobbesjean-Jacques Rousseau e
Imma-nuel Kant opinaban lo mismo.1' A lo largo de la historia de las
ideas encontramos persistentemente esta noción. Lo mismo en la
obras de Gabriel Tarde al referirse a la moda,':i en las de Paul
Lazarsfeld a propósito de los estudios de opinión,14 en las de
Jacques Lacan15 y la de Alexandre Kojéve16 sobre el deseo, entre
muchas otras, encontramos la importancia de la imitación.
Ahora bien, la imitación puede ser tan simple como la per-
secución de un objeto que alguien más tiene o bien, tan corn-

il
SOCIEDAD, VIOLENCIA y PODER • TOMO 1

pleja como la asunción de un rol social. Desde la neurociencia,


Leonardo Fogassi y Vittorio Galessi han comprobado que las
"neuronas espejo" son de dos tipos: las de "congruencia exacta" y las
de "congruencia general". Las primeras se activan cuando el sujeto
imita de manera idéntica a su modelo, mientras las segundas, cuando
lo hace sólo en parte.1'
Mientras estos dos tipos de copia los comparten los hombres de
todas las edades18 y algunos mamíferos,19 hay otro fenómeno que sí
distingue, no por su ausencia o existencia sino por su grado, la
mimesis animal e infantil de la adulta: la imitación diferida. Los
niños de unas cuantas semanas al igual que los simios, imitan
inmediatamente y sólo con el paso de unos meses logran la imitación
diferida. Pero únicamente los seres humanos amplían esta facultad al
grado de entender lenguajes complejos. Andrew Mel-tzoff y Keith
Moore atribuyen esta característica al desarrollo del lóbulo frontal,
en donde se localizan las neuronas espejo.20 Mark Solms y Oliver
Turnbull explican este proceso como una inhibición de la acción
motora que permite retrasar las acciones; es decir, pensar, que
significa "actuar de manera imaginaria, mediante lo cual, se evalúa
un acto en potencia".21
Llegamos pues a distinguir lo animal de lo humano, aunque
encontremos algo de animal en el hombre.22 Casi todos los animales
viven en el "presente eterno", la inmediatez del entorno se les
impone; tienen poca capacidad para prever acontecimientos.23 Pero
los simios ya son capaces de abstraer las consecuencias de una
acción y almacenarlas en sus mentes para después utilizarlas. Los
monos, por ejemplo, logran poner una caja sobre otra para alcanzar
una banana. En este sentido, hay cierta continuidad entre lo humano
y lo animal. Encontramos pues, algo de conciencia en el animal.
Sin embargo, llama también la atención lo que separa a los otros
mamíferos del hombre. La capacidad del niño de imponer una forma
mental sobre la materia implica cierta habilidad simbólica; un grado
de abstracción y planeación que ni los simios más inteligentes son
capaces de realizar. Los primates,

15
Atona Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Vlloa Aguirre

a diferencia de los seres humanos, no hacen construcciones


simbólicas. Es decir imitativas, pues el símbolo es ya una repre-
sentación de otra cosa.'-1
A propósito de esta dimensión simbólica Hans Blumenberg hizo
un recorrido que comenzó con los primates, prosiguió con los seres
pre-humanos y concluyó con el hombre. Este paso fue "un cambio
forzado",'25 en el cual el ser humano sustituyó la protección de una
vida oculta en los árboles de la selva por una nueva, expuesta al
horizonte de la percepción ampliada en la sabana. En este universo,
el ser humano se vio abrumado por la gran cantidad de datos nuevos
que se presentaban ante sus ojos. Para hacerlos aprehen-sibles les
otorgó un sentido, creó denominaciones. Con las palabras no
controló ni pretendió controlar esa realidad que lo trascendía, lo que
intentó fue disminuir su propia angustia.'2fi
El historiador de la mente ofreció su propia versión del origen
del lenguaje. De acuerdo con Julián Jaynes algunos mamíferos se
agruparon como método de protección. Los primates hicieron esto
y, al igual que los homínidos, aparecidos al menos hace dos
millones de años, utilizaron señales simples para comunicarse. Se
trató de una comunicación esencialmente visual, que consistió en
movimientos del cuerpo, con las manos, la cabeza, etc.
Los neanderthalenses tardíos y algunos animales fueron
obligados a emigrar debido a las glaciaciones ocurridas en el 70,000
a.C. Salieron de África y se dispersaron por la Eurasia subártica.
Luego fueron hacia América y Australia. El Mediterráneo se
convirtió en la zona más densamente poblada. Entre el 70,000 y el
40,000 a.C, durante los fríos y oscuros días de la Cuarta Glaciación,
el lenguaje tuvo una gran evolución. Aparecieron los sonidos de
llamadas o reclamos que se diferenciaron de acuerdo a su
intensidad. Estos llamados se convirtieron en

los primeros modificadores que significan cerca y lejos. El siguiente


paso fue cuando estas terminaciones gi yjo se pudieron separar de
la llamada particular que las había generado, y se pegaron a otra
llamada con la misma indicación.27

16
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Entre el 25,000 y el 15,000 a.C. encontramos un nuevo salto


cualitativo: el desarrollo de la cultura magdaleniense. En este mundo
oscurecido y de cazadores, al igual que vemos cómo los utensilios se
perfeccionan y aparecen los dibujos de animales en las cuevas,
vemos también "las primeras frases con un nombre como sujeto y un
modificador predicativo (...). Si ¡uag! significó en un tiempo un
peligro inminente, con mayor diferenciación en la intensidad,
podríamos tener wak il para un tigre que se acercara, o juab il para
un oso". En buena medida, todo ello se debió a la evolución de una
mente que luchaba por adaptarse al medio: el "cerebro, en particular
el lóbulo frontal situado frente al sulcus o cisura central, crecía con
una rapidez tal que pasma a los evolucionistas modernos".-8
Según el historiador de la imagen y los otros métodos de "trans-
misión", los primeros símbolos están vinculados con la violencia de
la muerte. Para no referirse directamente a ella, los hombres han
creado mediaciones.

Los ceramistas atenienses representan a veces el nacimiento de la


imagen bíijo las especies de un guerrero en miniatura que sale de
la tumba de un guerrero muerto en combate, la más hermosa de las
muertes. La imagen atestiguaría (...) el triunfo de la vida, pero un
triunfo conseguido sobre la muerte y merecido por ella. Y que no
se crea que el orden del símbolo tuvo un origen más puro que el más
grosero de lo imaginario. El cadáver les presta un mantillo
común.

Signo viene de sema, piedra sepulcral. Sema cheein, en Homero, es


levantar una tumba. El signo al que se reconoce una sepultura
precede y funda el signo de semejanza. La muerte como semáforo
original parece hallarse muy lejos de nuestras modernas semiología
y semántica, pero si se ahonda un poco en la ciencia de los signos, se
exhuma el barro cocido, el gres esculpido y la máscara de oro.29
Alma imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ultoa Aguirre

Mucho se ha escrito sobre cómo el temor a la muerte constituye


el origen de las formas culturales. De acuerdo a esta tesis, el hombre
inventaría ciudades, religiones, mercancías, etc., con el fin de no
pensar en su fatal destino.30 Sin embargo, el historiador del cuerpo y
las emociones, Morris Berman, nos dice que el miedo a la muerte
es, en realidad, reflejo de un fenómeno más general: la angustia por
la ruptura con el medio y con los otros.
La ruptura es la primera violencia. ¿Y cuál es la primera rup-
tura?

Notas

2
Cfr. Michael Mann, El lado oscuro de la democracia. Un estudio sobre la limpieza étnica,
liad. Solía Molió Llorca, ed. Universitat de Valencia, 2009 (1* ed. en inglés, 2005), p. 12.
:1
Cfr. Niall Ferguson, Dinero y poder en el mundo moderno 1700-2000, trad. Silvina Mari,
Madrid, Tauros, 2001 (1* ed. en inglés, 2001), pp. 58 y ss.
' Robert Ardrey, African Génesis, Nueva York, Atheneum, 1961.
' Cfr. Konrad Lorenz, Sobre la agresión: el pretendido mal, México, Siglo xxi, 1971 (Ia
ed. en alemán, 1966).
" Erich Fromm, Anatomía de la destructividad humana, traducción de Félix Blanco,
México, Siglo xxi editores, 2000 (Ia ed. en inglés, 1974), pp. 138 y ss.
7
Al estudiar si el hombre nace o se hace violento por la influencia de la sociedad,
tradicionalmente los biólogos han favorecido la idea de que la violencia tiene su
origen en la naturaleza y los antropólogos en la crianza.
8
Como ya dijera el psiquiatra Ronald Laing: "si se producen determinadas trans
formaciones en el estado orgánico del individuo, no significa que lo orgánico no sea
parte de lo social. Existe una bioquímica del miedo. De acuerdo, pero resulta dema
siado simple decir: estoy asustado porque en mi sangre circula adrenalina (...). También
podríamos decir tranquilamente que en mi sangre circula adrenalina porque estoy
asustado. En todo caso, si estoy asustado, digamos que lo estoy de otras personas: es
decir, mi miedo es parte de una situación social". Ronald D. Laing entrevistado por
Vicenzo Caretti, Los locos y los cuerdos, trad. Silvia Furió, México, Grijalbo-Consejo
Nacional parala Cultura y las Artes, 1990 (I a ed. en español, 1980; Ia ed. en italiano,
1979), p. 95.
9
Jacques Attali, Milenio, México, Seix Banal, 1994 (Ia ed. en francés, 1990), p. 12.
10
Incluso de la etología, la neurocienciay la biología, aunque claro está, sin llegar a
los extremos de la sociobiología. Como ya nos advirtió el antropólogo Marshal Sahlins
hace más de tres décadas: "En lugar de una constitución social de significados, (la
sociobiología) ofrece una determinación biológica de las interacciones humanas que
tiene su fuente, en primer lugar en la tendencia evolutiva general de los genotipos

18
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

individuales a maximizar su éxito; reproduce una nueva variedad de utilitarismo sociológico,


pero traspuesto ahora a un cálculo biológico del provecho sacado de las relaciones sociales".
A propósito, específicamente de la violencia, Sahlins comenta la obra de Edmund
Wilson, Sociobiology: "En correspondencia con la agresividad humana encontramos en todos
los hombres un gusto por la violencia y la guerra, así como por la territorialidad y los sistemas
de dominación o rango social." A lo cual el mismo Sahlins responde: "Es evidente que las
personas que intervienen en una guerra-o, en realidad, en cualquier tipo de lucha- no son de
modo alguno necesariamente agresivas, bien durante la acción o con anterioridad. Muchas de
ellas están completamente aterrorizadas. Las personas que intervienen en una guerra pueden
tener una serie de motivaciones para hacerlo y éstas suelen estar en contraste con una simple
descripción conductista del acontecimiento como violencia. Los hombres pueden verse
movidos a luchar por amor (por ejemplo al país) o por humanidad (ante la brutalidad atribuida
al enemigo), por honor o algún tipo de amor propio, por sentimientos de culpa o por salvar el
mundo para la democracia. Es difícil concebir a priori -y más difícil todavía a fortiori para un
antropólogo- una disposición humana que no pueda ser satisfecha por la guerra, o más
correctamente, que no pueda concitar una movilización social para su consecución. La
compasión, el odio, la generosidad, la vergüenza, el prestigio, la emulación, el temor, el
desprecio, la envidia, la codicia, es decir, desde el punto de vista etnográfico, las energías que
mueven a los hombres a luchar, son prácticamente coincidentes con el abanico de las
mot'ivaciones humanas. Y eso en virtud de otro tópico de la experiencia común y
antropológica: que las razones por las que luchan los individuos no son las razones por las que
se producen las guerras". Marshall Sahlins, Uso y abuso de la biología. Una crítica
antropológica de la sociobiología, trad. de Eulalia Pérez Sedeño, Madrid, Siglo xxi, 1982 (Ia ed.
en inglés, 1976), pp. 2, 3, 14, 18 y 19.
1
' "Más apto" dice el estagirita, no el único. Se ha comprobado que gran cantidad de
animales son también imitativos. Cfr. Giacomo Rizzolatti, y M. Arbib, "Language within our
grasp", Trends in Neuroscience, 1998, 21. pp. 188-194.
12
Wolfgang Palaver, "Mimesis and Scapegoating in the Works of Hobbes, Rousseau and
Kant", ponencia presentada en Colloquium ofViolence áf Religión, Amberes, Bélgica, 31 de
mayo de 2001.
1
Cfr. Gabriel Tarde, Social laxos: an outline ofsociology, trad. de Howard C. Warren,
Nueva York, Batoche Books, 2000 (Ia ed. en inglés, 1899, conferencias pronunciadas en el
Collége Libre des Sciences Sociales, en octubre de 1897).
14
Cfr. Raymond Aron, Las etapas del pensamiento sociológico. IlDurhheim-Weber-Pareto,
trad. Aníbal Leal, Buenos Aires, Ediciones Siglo Veinte, 1970, p. 105.
'■' "El deseo es siempre el deseo del otro",Jacques Lacan, Ecrils, París, Seuil, 1966, p. 181.
16
El deseo humano no es el deseo por un objeto sino que "el deseo humano está orientado
por otro deseo", Alexandre Kojeve, Inlroduclion lo the readingofHegel. Lectures on the
"Phenomenology of spiril", trad. James H. Nichols, Londres, Cornell University Press, 1969,
p. 5.
1
Cfr. L. Fogassi y.V. Gállese, "The neural correlates of action understanding in non-human
primates", M. Stamenov, y V. Gállese (ed.), Mitrar neurons and the evolution of brean and
language, Amsterdam, John Benjamins Publishing, 2002, pp. 13-36.

19
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

lí!
Fogassi y Gállese han mostrado que estos dos tipos de neuronas funcionan en adultos al
igual que en recién nacidos.
'" Los simios con toda seguridad.
'-" Cfr. A. Meltzoffy K. Moore, "Imitation of facial and manual gestures by human
neonates", Science, 198, 1977, pp. 75-78.
-' M. Solms, y O. Turnbull, 'Hit' brain nuil Ihe innerworld: un introduction lo Ihe
neu-roscience ofsubjective experience, Nueva York, Other Press, 2002, p. 281.
22
Cfr. Georges Bataille, El erotismo, trac!. Toni Vicens, Barcelona, Tusquets, 1982
(Ia ed. en francés, 1957), p. 201.
23
"La animalidad es la inmediatez, o la inmanencia (...). No hay, del animal co
mido al que come, una relación de subordinación como la que une un objeto, una
cosa, al hombre, que se rehusa, a su vez, a ser mirado como cosa. Nada se da para
el animal a lo largo del tiempo. Sólo en la medida en que somos humanos el objeto
existe en el tiempo en que su duración es aprehensible. El animal comido por otro
se da por el contrario más acá de la duración, es consumido, destruido, no es más
que una desaparición en un mundo en que nada es puesto fuera del tiempo actual
(...). Los animales, puesto que se comen unos a otros, son de fuerza desigual, pero
no hay nunca entre ellos más que esa diferencia cuantitativa (...).
Sólo en los límites de lo humano aparece la trascendencia de las cosas con relación a la
conciencia (o de la conciencia con relación a las cosas). Georges Bataille, Teoría de la
religión, trad. Fernando Savater, Madrid, Taurus, 1991 (1" ed. en francés, 1973), p. 21-22 y
27.
-' "No distinguir el símbolo con lo simbolizado es avidya, ignorancia, confusión de la
apariencia con la realidad (...) La apariencia no es el error en sí misma. El error consiste en
olvidar que la apariencia es apariencia (...). El símbolo no es ni una entidad meramente
objetiva ni una entidad meramente subjetiva. No hay un símbolo que no sea para y de un
sujeto, y tampoco hay símbolo sin un contenido objetivo específico.
El símbolo encierra y vincula constitutivamente los dos polos de la realidad: el objeto y
el sujeto. Petra, la palabra para jarra, significa también velo, recipiente, y también persona: el
símbolo de la verdad, según los Upanishads, es ocultado por una persona brillante". Raimou
Panikkar, Myth, Faith andHermeneutics, New York, Paulist Press, 1979, p. 7.
25
Se trató "simplemente, de la mera utilización de una posibilidad de supervivencia
mediante la desviación de la presión de la selección natural". Hans Blumenberg,
Trabajo sobre el mito, trad. Pedro Madrigal, Barcelona, Paiclós, 2003 (1" ed. en alemán
1979), p. 12.
26
Cfr. ibid., p. 13 y ss.
27
Julián Jaynes, El origen de la conciencia en la ruptura de la mente bicameral, trad.
Agustín Barcena, México, FCE, 1987 (V ed. en inglés, 1976), p. 120.
28
¡bid.,p. 121.
29
Régis Debray (Ramón Hervás), Vida y muerte de la imagen. Historia de la mirada en
Occidente, Barcelona, Paidós, 1998 (Ia ed. en francés, 1992), p. 22.
90
Cfr. Ernst Becker, /:/ eclipse de la muerte, trad. Carlos Valdés, México, FCE, 1977 (Ia
ed. en inglés, 1973).

JO
1. DEJAR DE SER UNO

Toseph Campbell dijo que toda cosmovisión integral debía I siempre


contemplar la existencia del macrocosmos, el meso-I cosmos y el
microcosmos. O bien, naturaleza, universo y mun / do, por una parte;
sociedad y dioses' por otra; y finalmente, ser humano.2 Raimon Panikkar
coincidió con esta idea al hablar de la "experiencia cosmoteándrica",3
aunque advirtió que, de acuerdo al tipo de conciencia de determinada
época, individuo y sociedad, los hombres suelen no tener una visión
integral, sino que eliminan por completo o minimizan alguna de las partes.
La primera ruptura tiene que ver con la forma en la cual el origen, en los
niveles macro y microcósmico, es inicialmente modificado. En cuanto al
macrocosmos encontramos que prácticamente todas las culturas hablan del
origen del universo. Ya sea la creación a partir de la nada,4 del caosr' o de un
mar primordial.6 Es decir, el punto de partida de casi todas las cosmogonías
es la indiferenciación, el mundo del Uno.7 La ciencia también habla en
estos términos con la teoría del Big Bang.8
Algo similar es la intuición de E. M. Cioran al reflexionar sobre un texto
de Roger Caillois:

Leyendo Piedras (...) ¿Por qué no ir a ver, me dije, los objetos de los
que habla? Fui entonces al Museo de Historia Natural, donde constaté
con gran sorpresa que el libro había dicho la verdad, que

21
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

su autor (...) era un guía dedicado a comprender desde adentro


maravillas petrificadas, a fin de reconstituir, mediante una regre-
sión apenas concebible, su estado de indeterminación original.
Acaba de iniciarme en el mineral mediante una hora capital en la
que percibí la inanidad de ser escultor o pintor. Al frecuentar un
año antes la sección de paleontología en el mismo museo, me
había parecido que los esqueletos allí expuestos eran tan apropia-
dos para asquearnos de la escandalosa precariedad de la carne
que podían por contraste invitarnos a una cierta serenidad. Al
lado de las piedras, el esqueleto inspira compasión.9

En la filosofía encontramos la nostalgia de este momento en las


líneas de Georges Bataille, que también nos sirven como puente
para llegar al microcosmos:

En lo fundamental hay pasos de lo continuo a lo discontinuo, o de


lo discontinuo a lo continuo. Somos seres discontinuos, individuos
que morimos aisladamente en una aventura ininteligible, pero
tenemos la nostalgia de la continuidad perdida.10

Una noción similar se encuentra en los relatos de origen del


microcosmos, el hombre, que como ya mencionamos, al dejar de
ser animal pierde la inocencia de la inmediatez y en cambio, es
expulsado del paraíso de la inconsciencia; o al menos de la con-
ciencia limitada. En términos mitológicos este acontecimiento es
descrito como la caída, que es generalmente imaginada como un
accidente ocurrido después de la creación y que trae consecuencias
para la humanidad. Este percance explica una nueva situación del
mundo, ahora notoriamente en proceso de degradación, en contraste
con la situación original del cosmos.11
En términos biológicos, la primera violencia del microcosmos
puede rastrearse en el paso del homo neanderthalenses al homo
sapiens sapiens, que alejó al hombre del gozoso eterno presente. La
imagen mental de la existencia, el Yo percibido como algo distinto
del ambiente y los demás, es una experiencia

22
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

común a la raza humana desde hace 100 mil años, pero que se
profundizó hace treinta cinco mil. Es decir, en las primeras etapas
los homínidos se parecían más al mono que al hombre
contemporáneo; eran carroñeros y aunque tenían algunas he-
rramientas éstas no implicaban mucha elaboración. Fue hasta el
Paleolítico Superior cuando el hombre comenzó a concebir lo
inmaterial, la personalidad individual y la separación del Yo
respecto al mundo.12
Cabe preguntarnos qué ventaja tiene la conciencia limitada. ¿Por
qué describimos ese estadio como un "antes de la primera
violencia"? El historiador y fenomenólogo de la salud ha descrito la
diferencia entre dolor y sufrimiento. El primero es la simple
sensación, sin una idea previa, el segundo, es hacerse una idea del
dolor. El dolor es la base biológica, una experiencia que
compartimos con los animales, el sufrimiento es específicamente
humano y requiere del desarrollo de las neuronas espejo para la
repetición diferida y de la integración cultural para ser sentido.13
Como sabe todo aquel que práctica el budismo y quienes han
estudiado neurociencia, la "idea del dolor" (sufrimiento) puede ser
tan dolorosa como el dolor mismo; y el dolor que ha comenzado a
sufrirse antes de ser provocado físicamente, se agudiza.14
Agreguemos a las teorías de la ruptura original sufrida por el
hombre, la explicación psicológica, que a la vez nos servirá de
puente para llegar a la primera violencia social.
La conciencia del Yo nos hace discontinuos respecto a los demás
y al medio; esta separación se ha denominado "falla básica" o
"nemo" e implica un trauma. El individuo sufre cuando se percata de
que no es Uno con el Universo; es decir, en el momento que pasa del
placentero "anonimato cósmico"15 a la desagradable "ruptura". Pero
esto no sucede de un momento a otro, es parte de un proceso que
nunca está completo, pues en algunos momentos volvemos a
experimentar la unidad.
A decir de Morris Berman, el feto, aproximadamente a los tres
meses de haber sido concebido, se "confronta" al útero; ahí

23
Alma Imelila Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

surge por primera vez el nenio."' Con el nacimiento, la unidad


madre-hijo queda rota y con ello se profundiza aún más la falla
básica.17 A los tres años, cuando el niño descubre la "imagen" de su
cuerpo, la ruptura se intensifica; y a los ocho, cuando se percata de
las posibilidades de la interioridad, la ruptura llega prácticamente a
su punto máximo. Las entrevistas con niños de tal edad revelan una
clara posesión del sentido del "ser interior". En este punto, el niño
es capaz engañar conscientemente, de manipular la relación entre la
realidad externa e interna; sabe que puede tener una fachada. Se
trata de la "cristalización del ego" en toda su plenitud. En algunas
culturas que fomentan un alto grado de interioridad, a partir de los
ocho años, el nemo se profundiza aún más.
Cómo se asuma el nemo depende del modo en que se lleve a
cabo la "reflectación", es decir, la manera en la que la identidad se
constituya. Llegamos entonces a un punto en el cual, la primera
ruptura -comprendida por las fases arriba descritas-supera la
psicología para convertirse en sociología y teoría de la cultura.

Notas

1
Asimilamos los dioses o lo sagrado, a lo social, de acuerdo a una tradición inaugurada
por el padre de la sociología: "Esta aptitud de la sociedad para erigirse en dios o para crear
dioses en ninguna parte fue tan visible como durante los primeros años de la Revolución. En
efecto, en ese momento, bajo la influencia de un entusiasmo general, algunas cosas, por
naturaleza puramente laica, fueron transformadas por la opinión pública en cosas sacras: la
Patria, la Libertad, la Razón. Se tendió al establecimiento de una religión que tenía su dogma,
sus símbolos, sus altares y sus fiestas. El culto de la Razón y del Ser supremo trató de aportar
una suerte de satisfacción oficial a estas aspiraciones espontáneas. (...) La sociedad y sus
ideas esenciales se convirtieron, directamente y sin transfiguración de ningún tipo, en objeto
de un verdadero culto" Emile Din klieim, Las formas elementales de la vida religiosa, trad.
Ana Martínez Arancón, Madrid, Alianza Editorial, 2003 (Ia ed. en francés, 1912), pág.
339-340. En esta misma línea, Denis Hollier nos recuerda que Hegti, en La estética, escribió:
"Goethe preguntó: ¿qué es lo sagrado? Lo que une a los espíritus". Denis Hollier, The
College of Sociology, 1937-1939, trad. Betsy Wing, Minneapolis, University of Minnesota
Press, 1988, p. x.

24
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

Asumimos también que lo contrario es también posible, es decir, considerar que lo


sagrado sea lo que asimile a lo social, o que los dioses se oculten detrás de la sociedad tal y
como lo afirma Roberto Calasso: "el axioma de üurkheim -lo religioso es lo social- es uno de
esos falsos principios que desvelan una pertinente verdad. Sólo otro tipo de genialidad, la de
Rene Girard, conseguiría empujar el análisis hasta el fondo feroz que Durkheim no había
previsto en su axioma. (...) Para Girard, todas las especulaciones teológicas sobre el sacrificio,
toda esa parte del embrollo sacrificatorio que no conduce únicamente al chivo expiatorio son
intentos sacerdotales de ocultar la horrible verdad. Así, aunque con inteligencia heroica, acepta
el juego más sórdido de Occidente: desmitificar, demitificar, desenmascarar antes de haber
sido iniciados al misterio de la máscara. Pero si su sarcasmo y su furia no hieren a los videntes
védicos, afectan en cambio con feliz ímpetu a los antropólogos modernos. Aquí los
desenmascarados no son los Veda, sino las euíemística y empresariales circunlocuciones con
las que la ciencia ha cubierto el ininterrumpido asesinato, el perenne derramamiento de sangre.
Devotos a la funcionalidad social, los antropólogos muestran una semejanza cada vez más
evidente con esas prudes victorianas que evitaban por todos los medios posibles nombrar los
pies y las piernas". Roberto Calasso, La ruina deKasch, trad.Joaquín Jordá, Barcelona,
Anagrama, 2000 (Ia ed. en italiano, 1989), pp. 159-160.
2
Cfr. Roben A. Segal, Joseph Campbell. An introduction, Nueva York, Penguin Books,
1990, p. 81.
:l
El cosmos se refiere ala naturaleza: el entorno y los seres que no son ni humanos ni dioses;
the, se refiere a los dioses o lo sagrado; y ándrico, al hombre y la mujer. Cfr. Raimon Panikkar,
Thecosmotheandricexperience. Emergingreligiousconsciousness, Nueva York, Orbis Books,
1993.
' Como en el judaismo, el cristianismo y el islam; o bien, como en el mito egipcio de
Khepri o el polinesio de Io-matua-te-kora.
5
Que literalmente significa: bostezo, grieta, vacío o brecha y fue descrito por Hesiodo, en
La teogonia, como un espacio vacío y oscuro. Ejemplificado también por el Ginnungagap de
la mitología nórdica o el monstruo Vrtra de la tradición védica. Cfr. N. J. Girardot, "Chaos",
M. Eliade (editor en jefe), The enciclopedia of religión, vol. 3, Nueva York, Macmillan
Publishing Company, 1987, pp. 213 y ss.
" Es el caso de las aguas primordiales, Tiamat, de los mitos babilónicos. Cfr. Mircea
Eliada, Tratado de historia de las religiones, trad. Tomás Segovia, México, Era, 1992 (Ia ed.
en francés, 1964), pp. 61 y ss.
I
Cfr. Charles H. Long, "Cosmogony", M. Eliade, The enciclopedia, vol. 4, Nueva
York, Macmillan Publishing Company, 1987, pp. 94 y ss,
8
Daniel J. Kevles "The Final Secret of'the Universe?", The New York review of books,
mayo 16 de 199], disponible en http://www.nybooks.com, consultado el 3 de junio de 2011.
II
E. M. Cioran, Ejercicios de admiración y otros textos. Ensayos y retratos, trad. Rafael
Panizo, Barcelona, Tusquets, 1995 (1" ed. en francés, 1977), pp. 122-123.
"' Georges Bataille, El erotismo, pag. 28.
" La caída implica el abandono de la edad dorada. Este mito se encuentra en la cosmogonía
losjorai en Indochina, en donde se describe al dios Oi Adei y al Hombre, que convivían en un
paraíso de inmortalidad, volaban como pájaros y hablaban con las plantas y animales. Ahí, en
donde los paquetes de mimbre crecían sobre los árboles y las palas cavaban sobre la tierra por
sí solas. La única obligación del hombre era

25
A t»ui linelda iglesias González * jorge Federico Márquez Muñoz * Pabla Armando González Vlloa Aguare

alimentar a sus herramientas. Sin embargo, debido a una borrachera, olvidó hacerlo y los
utensilios se rebelaron. Desde entonces tuvo el Hombre que trabajar, sufrir, envejecer y
morir. Pero no siempre el hombre tiene la culpa de la caída. Entre los dogon de Mali el cielo
y la tierra, otrora unidos, fueron separados por la molestia de Dios al ser despertado por una
mujer que aplastaba mijo. Más aún, en ocasiones la caída no es atribuible al ser humano. En
la tradición Yombe la edad dorada concluyó por obra de Nzondo, un espíritu cuya magia creó
el río Zaire después del diluvio. Nzondo condujo a los hombres lejos de su tierra original, los
dispersó sobre la tierra y comenzaron los desastres de una raza sufriente. Cfr. Julien Ries,
"The Fall", traducido al inglés porjeffrey Haighty Annie S. Mahler, MirceaEliade,
Encyclopedia, vol. 5, pp. 256 y ss.
'- Por ello, se han encontrado numerosas herramientas, ornamentos personales, tumbas y
pinturas de caza de ese periodo. Cfr. Morris Berman, Wandering God, State University of
New York Press, 2000, pp. 4 y ss.
13
"La salud y el sufrimiento, como sensaciones experimentadas, son fenómenos que
distinguen a los hombres de las bestias. Sólo en las fábulas se dice que los leones sufren y
sólo los falderos ameritan compasión cuando están mal de salud". Iván Illich, "Némesis
médica", trad.Juan Tovar, Obras reunidas. Volumen I, México, PCE, 2005 (Ia ed. en inglés
1975), pp. 636-637.
" Cfr. ibid., pp. 642 y ss.
15
Desde que Freud formuló su tesis sobre este tema los estudiosos del desarrollo infantil
han estado de acuerdo en que los primeros tres meses de vida constituyen un periodo de
narcisismo primario, la fase "cósmico-anónima". El niño es un Inconciente durante esta
etapa, su vida es una continuación del periodo intrauterino. "Se comporta como si él y su
madre fueran una unidad (...). Las sensaciones externas incluyendo los pechos de la madre,
son percibidas como provenientes desde adentro. El mundo es explorado (...) por medio de la
boca y de las manos (...). Para el niño pequeño, sujeto y objeto están (...) indiferenciados,
hecho que llevó a Freud a sostener que era esta percepción particular la que irrumpía en la
conciencia dualística del adulto en la experiencia mística (Romain Rolland en una carta a
Freud en 1927, denominó a este fenómeno sentimiento oceánico). A esta altura, el placer de
la realidad es idéntico al conocimiento de la realidad; hecho y valor son uno y la misma cosa.
La superficie del cuerpo con sus zonas erógenas (...) es la principal experiencia del niño tanto
de sí mismo como de los demás".
No obstante el trauma del nacimiento y las frustraciones causadas por el ambiente, el
término anonimato cósmico no es una descripción inadecuada de lo que sucede en los dos
primeros años post-natales, "que son virtualmente un paraíso en comparación con lo que
viene después". Desde el periodo fetal "el cuerpo infantil, o el inconsciente, está sujeto al
constante mensaje de la unión sujeto/objeto, de la falta de tensiones" y distinciones "entre el
sí mismo y lo demás". Este poderoso mensaje "se pone de manifiesto cuando lo traducimos a
términos fisiológicos. Significa que la existencia total del niño es (...) más sensual de lo que
jamás será en el futuro". Su cuerpo y su mundo son una experiencia táctil. "Durante más de
dos años completos se mantiene en el cuerpo, o en la mente inconsciente de todos nosotros,
una verificación fundamental, una base que jamás puede ser extirpada; yo soy mi ambiente".
De aquí la expresión freudiana de "proceso primario", la cual implica "el conocimiento
inconsciente del mundo, con su estructura de razonamiento y cognición al ambiente. El ego,
sostenía Freud, es un fenómeno secundario; es una estructura que cristaliza

26
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

fuera del anonimato cósmico". Berman, Morris, El reencantamiento del mundo, trad. de Sally
Bendersky y Francisco Huneeus, Santiago, Chile, Editorial Cuatro Vientos, 1987 (Ia ed. en
inglés, 1981), pp. 155-157.
"' "Desde un punto de vista somático, la existencia realmente indiferenciada es muy breve.
Tan pronto como el feto empieza a formarse del zigoto y la blástula, confronta a su primer Otro
-la placenta—. Sin embargo, dado el rol armonioso de la placenta vis-á-vis el feto,
especialmente durante el primer trimestre, ésta es apenas percibida como el Otro, si es que se
llega a ello. El feto es nutrido y alimentado por la placenta que lo provee de oxígeno, y su
sangre es limpiada de impurezas y dióxido de carbono (...). Sin duda, nacer es traumático, pero
diversas investigaciones fetales sugieren qtie el útero no está exento de incomodidades (...).
Cualquier tensión experimentada por la madre embarazada se comunica al feto, y esto (...)
contribuye a los primeros estremecimientos del percatamiento del Otro". Morris Berman,
Cuerpo y espíritu. La historia oculta de occidente, trad. de Renato Valenzuela, Santiago,
Chile, Editorial Cuatro Vientos, 1992 (Ia ed. en inglés, 1989), p. 10.
17
"En cuanto al trauma de nacer, parecería que a pesar de la experiencia de diferenciación
prenatal y de los posibles aspectos liberadores del proceso de nacimiento prevalece, no
obstante, como la discontinuidad más fundamental de nuestra vidas". lhid.,p. 11.

27
2. DEL SACRIFICIO NATURAL AL INFANTICIDIO

E
l espacio del mesocosmos es también el de la religión, el de los
vínculos, las ligas entre individuos. De acuerdo a las
investigaciones de Walter Burkert, hay claros rasgos de la
religión desde el Alto Paleolítico e incluso los neanclertales
practicaban ceremonias funerarias que sugieren ya su presencia. Los
cultos cumplen con una función biológica al proveer de dirección y
significado a aquellos que se sienten desesperados ante la infinita
complejidad del mundo y sobre todo, ante la realidad ineluctable de
la muerte. Son muy variados los modos en que la religión consuela y
da fuerza a una humanidad ansiosa.
El autor de Creation ofthesacred: tracks ofbiology in eafly religions se
refiere al sacrificio para probar su tesis. Narra la historia de Elio
Arístides, sofista adinerado que vivió en el siglo II. Era un hipocon-
dríaco que pasó diez años frente a un santuario en Pérgamo. Un día
soñó que el dios de la curación le decía que si no se cortaba un dedo,
moriría en tres días. Poco antes de hacer el sacrificio Esculapio le
hizo una propuesta menos dolorosa: simplemente entregar su anillo.
Ofrecer el dedo aun dios es una práctica que puede encontrarse en
gran cantidad de culturas. La lección parece clara: hay que sacrificar
una parte para el salvar el todo.' Esta historia también nos recuerda la
ambigüedad del mito del sacrificio del primer monarca Shang, en
China: "T'ang
Alma Iiiidda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

hizo un sacrificio al arrojarse a la pira, pero milagrosamente comenzó una


tormenta que lo salvó". Desde ese momento el rey y sus sucesores
comenzaron a entregar a los dioses sólo una parte de sí mismos: el cabello
y las uñas.2
Burkert se preguntó si la práctica de culpar a un chivo expiatorio de los
males de una sociedad no es una analogía de la historia de Arístides: se
mata a uno para salvar a muchos. Pero el autor va más lejos y considera
que se trata de una práctica que antecede a la humanidad. En la situación
en la cual un rebaño, digamos de cebras, es atacado por unos leones,
cuando una de ellas es capturada, el resto se siente a salvo, al menos por un
tiempo. Tras repetir esta experiencia algunas veces este programa
quedaría guardado en los genes y pasaría incluso a los seres humanos,
quienes instintivamente sabrían que al sacrificar a uno sobreviven los
demás. Y es ello lo que explica la universalidad del sacrificio.
En el siglo xix Charles Darwin ya había visto a la naturaleza como una
gran máquina sacrificial. El autor de El origen de las especies tomó esta
idea de Thomas Robert Malthus, quien tenía la creencia de que para que
muchos sobrevivan otros deben morir.3
Los grupos de cazadores-recolectores son nómadas. Es en el
movimiento, la huida, en donde encontramos la continuidad más clara del
sacrificio natural descrito por Burkert. Elias Ca-netti tiene una metáfora
que nos recuerda la persecución del león a las cebras:

La repentina orden de huida que el fuego dicta a los hombres se ve


confrontada de inmediato con la imposibilidad de un movimiento
común. La puerta por la que cada uno debe pasar, la que ve, en la que se
ve nítidamente recortado de todos los demás, es el marco de una
imagen que muy pronto lo domina. Así la masa, apenas en su apogeo,
debe desintegrarse a la fuerza. Este proceso aparece en las más
violentas tendencias individuales: se empuja, se golpea y pisotea
alrededor de uno con frenesí.

30
SOCIEDAD, VIOI.ENCÍA YPODER • TOMO 1

Cuanto más se lucha por la propia vida, tanto más evidente aparece la
lucha contra los otros que lo obstaculizan a uno por todos lados (...). El
individuo quiere (...) escapar de la masa (...). En un momento así no
puede acentuar suficientemente su individualidad. Golpes y empellones
tienen su réplica en otros golpes y empellones. Cuanto más da, cuanto
más recibe, tanto más claramente se percibe a sí mismo, tanto más
nítidamente se le hacen visibles los límites de su propia persona.4

De tal manera que la preocupación de los primeros humanos, al igual que la


de gran cantidad de animales, no sería tanto la de cazar, sino la de no ser
cazado. Erich Fromm se refirió a este asunto cuando habló de la dieta de los
primates, homínidos y el hombre primitivo:

todos los primates del antiguo continente tienen una dieta esencialmente
vegetal (...) La dentición humana está poco adaptada a los hábitos
carnívoros del hombre, quien todavía conserva la forma dental de sus
ancestros comedores de frutas y vegetales. (...) El sistema digestivo del
hombre tiene todos los caracteres fisiológicos de un vegetariano, no de
un carnívoro. (...) La dieta incluso de los cazadores y recolectores
primitivos era aproximadamente 75% vegetariana y 25% o menos,
carnívora. (...) Aunque los arqueólogos futuros que estudien los
bosquimanos contemporáneos pudieren sacar la conclusión de que las
piedras de cascar o hachas de mano halladas con puntas de flecha
bosquimanas se empleaban para partir huesos y sacarles la medida, en
realidad las empleaban las mujeres para cascar nueces o frutos
parecidos, que da la casualidad de que constituyen el 80% de la
economía bosquimana.5

El Atlas ofworld cultures de George Peter Murdock refuerza esta-


dísticamente esta tesis. Ahí apreciamos que entre los !Kung del sur de
Namibia, los Hadza del norte de Tanzania, y los Naron de Botswana, entre
muchas otros grupos, la recolección juega un

31
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

papel mucho más importante que la cacería.6 Sin embargo, en


términos sociales, encontramos que el tipo de organización de los
recolectores, es similar al de los cazadores. Es decir, la mayoría de
las sociedades que dependen de la recolección para subsistir y
aquéllas que dependen de la cacería7 comparten el mismo modo de
organización social. Más aún, según Morris Berman, comparten
también el mismo modo de resolver la primera violencia, es decir,
la falla básica.
A dicho modelo de resolver el nemo se le llama "conciencia pa-
radójica",8 que es el modo en quejas "bandas mínimas"9 suelen
percibir la realidad. Estos grupos son flexibles'" e igualitarios,"
incluso en cuestión de género;12 tienen una economía de rendi-
miento inmediato13 basada en reciprocidades;1' forman a los indi-
viduos mediante una crianza somática, prolongada y difusa15 que
contribuye para desplegar una personalidad libre,16 segura de sí
misma y de su medio,17 no narcisista18 y sin ánimos de control.19
Todos estos rasgos contribuyen a contener la violencia social al
hacer posible la resolución de conflictos mediante el desprendi-
miento del grupo y la integración a uno nuevo; es decir, lo que los
antropólogos han llamado el método de fusión-fisión.20
Erich Fromm, en su intento por demostrar que el hombre era un
ser por naturaleza poco propicio a la violencia, minimizó e incluso
en ocasiones ignoró, el hecho de que las primeras sociedades
humanas solían educar a sus hijos para la violencia, practicar la
cacería, la guerra, el canibalismo y el infanticidio. Vale la pena
detenernos en cada uno de estos puntos.
La educación para la violencia la encontramos en primer lugar,
en la motivación para la agresividad que exige una sociedad de
guerreros y cazadores21 y, en segundo lugar, en los ritos de
iniciación.22 Los individuos conflictivos, digamos aquellos que
podrían buscar el poder, una vez derrotados por el grupo, pueden
optar por unirse a otra banda. Al llegar a su nueva sociedad habrían
aprendido ya la lección del orgullo que se vuelve en contra del
orgulloso.2'

32
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Pierre Clastres escribió un ensayo sobre la violencia en las sociedades


primitivas. Llegó a la conclusión de que sí el estado se conforma cuando
una élite obtiene el monopolio de la violencia legítima, entonces, un grupo
en donde todo el cuerpo social ejerce la violencia, conforma una sociedad
sin estado. El antropólogo francés consideró que las bandas mínimas
dispersaban el poder intencionalmente, con la finalidad de preservar la li-
bertad, incluso, la libertad de abandonar a la comunidad.24 Así, el costo de
una sociedad igualitaria y libre, sería una formación que unlversaliza la
violencia.
En cuanto a la cacería, recordemos en primer lugar el papel que las
sociedades paleolíticas dan a los animales. Son a la vez modelos a imitar,
seres respetados y adorados que tienen una función pedagógica, y a la vez
son las víctimas de un episodio sangriento. Nos explica Berman esta
aparente contradicción:

El seguimiento y muerte de un animal salvaje requiere de una gran


identificación. Para cazarlo, se deben aprender sus hábitos en el propio
cuerpo; en cierto sentido, uno tiene que convertirse en él; y todas las
culturas tribales tienen o han tenido ritos en que usan pieles o máscaras
animales.
(...) Comer un animal era señal de profundo respeto. Al comerlo se
absorbía su poder, sus características. (...). Comer es la forma más
fundamental de relación Sí Mismo/Otro, la incorporación del cuerpo de
otro al propio cuerpo. Y el hinchado del cuerpo del animal (...) enseñaba
a los niños de las sociedades paleolíticas el interior de las cosas, y por lo
tanto, sus propios interiores. Las propias visceras no eran fuente de
inquietud sino de placer.25

La profunda conexión entre los animales y los seres humanos es visible en


el tótem, que explica una conexión genealógica entre unos y otros. Pero la
cacería es también la creación de un vínculo entre los hombres, de una
religión.26 Para Elias Ca-netti, la forma más simple de agrupación, la muta,
que puede

33
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando (ionzález Ulloa Aguirre

ser de animales o de hombres, comienza con la cacería y queda


confirmada con el reparto.27
En cuanto al canibalismo, Jacques Attali, afirma que el pite-
cántropos y los hombres del paleolítico practicaban el canibalismo
y que era una práctica "importante de todas las primeras
organizaciones humanas".28 De acuerdo a esta teoría el canibalismo
tiene la función de exorcizar al mal, comiéndolo:

uno se defiende de los muertos consumiéndolos, integrándose su


vitalidad, evitándoles el horror de una lenta descomposición, asegu-
rándoles una sepultura honorable; se separa definitivamente el alma
del cuerpo para evitar su retorno y para concillarse su gracia.29

Cabe aclarar que el canibalismo nada tiene qué ver con un acto
utilitario, no es una forma de saciar el hambre.30 Comer es una
práctica integradora, religiosa, como la cacería y los ritos de paso.
No sólo se celebra el canibalismo en una ceremonia comunitaria,
sino que además, la antropofagia integra a los muertos con los
vivos; los comelones adquieren incluso la fuerza de los comidos.31
El "orden caníbal" es el modo más democrático de luchar en contra
del mal, pues "el canibalismo coloca al hombre solo frente a las
almas de los muertos, sin mediador".32 Esta práctica entonces
podría ser vista como parte del costo que las comunidades
primitivas tienen que pagar para mantener la igualdad.
Como ya mencionamos las bandas mínimas no cuentan con
jueces ni autoridades para resolver sus conflictos. Por ello, no
queda a los rivales para resolver sus problemas más que el
enfrentamiento directo o el abandono del grupo. El abandono se
relaciona con el sacrificio natural, pues a veces incluso se da en la
forma de una muta que huye de una bestia y en la cual, uno es
devorado por los leones permitiendo el escape de los demás.
Pero ¿qué pasa con el enfrentamiento directo? Es la guerra
primitiva, ritualizada, cuya violencia es controlada y que se escala

34
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

gradualmente; el conflicto, por lo general, no llega al punto más


álgido. Por ejemplo, entre los yanomami durante una fiesta, a raíz del
intento de seducir a las esposas ajenas, comienza una batalla. Pero la
violencia entre los nativos tiende a seguir una escalada
minuciosamente graduada. Las fases son: el duelo a puñetazos en el
pecho,3' el combate con porra,34 la lucha con lanza y la incursión
entre aldeas.35 Además de los Yanomami, John Keegan describe este
tipo de guerra entre los maring. Pese a que sus armas son más
sofisticadas que los de los guerreros amazónicos, los de Nueva
Guinea, también ritualizan la guerra y la vuelven poco mortal.
En última instancia, la violencia se presenta en el mesocos-mos
primitivo en las forma de infanticidio31' y geronticidio —que es poco
frecuente-; prácticas que van desde el asesinato directo hasta la
negligencia.37 Los !Kung, los esquimales cooper del norte de
Canadá, los murnings de Arnhem en Australia, y muchas otras
bandas mínimas practican sistemáticamente la eliminación de
infantes y viejos. A los primeros se les considera como "aún no
personas",38 pues no lo son hasta que han pasado ciertas fases de
iniciación; y a los segundos, se les considera como "ya no personas",
es decir, como muertos. Curiosamente, estos excluidos suelen
responder con exactitud al rol de marginados que la sociedad les da.
Joseph Birdsell ha calculado, con base en el comportamiento de
los cazadores-recolectores contemporáneos, que la tasa de
infanticidios durante el paleolítico, era de 50% del total de los
nacimientos.39 Las explicaciones acerca de esta práctica son muy
variadas. En primer lugar, el hecho de que se trata de grupos
nómadas, implica que los niños deben cargarse o arrastrarse durante
largos periodos. Si consideramos además que tienen como método
pedagógico para los primeros meses abrazar y acariciar a los niños
casi todo el tiempo, notaremos que es poco probable que una madre
quiera más de un hijo hasta que el otro ya pueda arreglárselas por sí
mismo."1 El desapego que permite a estos hombres ser libres, es
también desapego de las
Alma Imelda Iglesias González ' Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

madres por los hijos. Este fenómeno se presenta de dos maneras: la


crianza descentrada41 y el infanticidio.
La segunda explicación de la matanza de niños y viejos tiene qué
ver con los valores de dichas comunidades. Estos hombres saben
que para mantener una sociedad de libertad e igualdad deben ser un
número reducido.12 Procuran evitar lo que Alien Johnson y Timothy
Earle denominan el paso del "control de la agresión al control por la
agresión", ocurrido generalmente cuando los grupos llegan a más de
cuatrocientos miembros.43 Y aunque los cazadores recolectores
cuentan con algunos métodos anticonceptivos como la lactancia
prolongada y el uso de hierbas, en general, suelen tener más hijos de
los que desean.

Notas

1
Cfr. Norman Cohn, "The uses of god", The New York revino of books, mayo 9 de 1996
(www.nyrb.com), consultado el 6 de junio de 2011.
Lorenz detalla este mecanismo en diferentes especies, incluidas las ocas y los
chimpancés. Cfr. Konrad Lorenz, Sobre la agresión, cap. ix.
- Cfr. Herbert Plutschow, "Archaic Chínese Sacrificial Practices in the Light of
Generative Anthropology", Anthropoetics i, núm. 2, diciembre de 1995 (http://www.
humnet.ucla.edu/humnet /anthropoetics/), consultado el 22 de junio de 2011.
:l
Cfr. Gertrude Himmlefarb, Darwin and the darwinian revolution, Nueva York, Anchor
Books, f962 (la ed. 1959), p. 161; cfr. Thomas Roben Malthus: Primer ensayo sobre la
población, trad. de Patricio de Azcárale Diz, Madrid, Alianza, 1995 (la ed. en ingles, 1793),
p. 70.
1
Canetti, Elias, Masa y poder, trad. HorstVogel, Madrid, Alianza/Muchnik, 1987 (la ed.
en alemán, 1960), p. 22. En la página 300 Canetti ofrece una imagen similar a propósito de la
huida de los hombres para no ser devorados por un león en la sabana.
5
Erich Fromm, Anatomía de la destructividad, p. 111.
B
Cfr. George Peter Murdock, Atlas ofworld cultures, Universiiy of Piusburgh Press.
1981, pp. 10 y 106.
' Como los Aranda, los Walbiri, los Kariera, los Wikmunkan. Curiosamente, quienes se
dedican a la pesca, no, pues tienen una organización más vertical. Cfr. George Peter
Murdock, Atlas ofworld cultures, pp. 116 y ss.
" La conciencia paradójica consiste en asumir al Yo y al Otro no como rivales irre-
conciliables sino como parte de una misma realidad. Aquí el objetivo no es superar la brecha
sino volverla insignificante. Es decir, equilibrar el Sí Mismo y el Otro conjuntándolos en una
relación recíproca, no confrontándolos. Ello se logra mediante una experiencia somática. El
cuerpo no se siente radicalmente distinto de su exterior sino que se percibe influenciable por
el Otro. Es tal la familiaridad entre el Sí Mismo

36
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

y la Alteridad que el Yo no tiene necesidad de querer "transformarse" en el Otro ni de ser Lino


con él.
En el modo paradójico no hay alma que liberar ni cuerpo que superar, pues éste es ligero;
no hay una diferencia relevante entre la vida cotidiana y el momento de éxtasis; entre la brecha
y su superación; no hacen falta ni tiempos ni espacios especiales para sobrepasar la falla
básica, pues está nunca es asfixiante. La muerte se afronta con naturalidad y no provoca gran
temor.
Para los cazadores-recolectores no existen la búsqueda de significados últimos o la
esperanza de realizar el deber ser. Lo sacro y lo profano se confunden; lo sagrado está en el
mundo y en la magia de lo cotidiano; los ancestros celebran los colores y movimientos de los
animales, las corrientes, los vientos... Estos hombres ni siquiera tienen una categoría separada
para hablar de lo sagrado.
Este tipo de conciencia permite que se incluyan a la vez posiciones contradictorias y
emociones simultáneas. Según ella, nunca queda claro qué es lo que uno debe elegir, La
conciencia paradójica es difusa o periférica, es decir, no se fija en un solo objeto, intenta estar
en todos los puntos a la vez; es típica de los cazadores-recolectores que imitan al animal
salvaje que lo mira todo. Es paradójica porque "enfoca y no enfoca" al mismo tiempo; porque
pone atención en todo por igual.
Para los hombres del paleolítico la experiencia directa es lo que cuenta; no comprenden la
realidad con base en teorías complejas ni categorías preconcebidas; sus explicaciones son
cambiantes como lo son sus horizontes, pues el nomadismo los obliga a mirar el mundo desde
muchos ángulos. Cfr. Morris Berman, Wanderinggad, pp. 285 y ss.
'•' Los hombres del paleolítico, cazadoresy recolectores, generalmente se agrupan en una
"banda mínima", compuesta por entre veinte y setenta personas que se desplazan juntas.
'" La cohesión es variable. No es un tipo de sociedad autónomo, pues los individuos se
vinculan con mucha flexibilidad con otros grupos, de los cuales toman, por ejemplo, maridos o
esposas. Aquí los hombres no están enjaulados, son libres, pues no sienten mucho apego unos
por otros.
1
Las jerarquías no son rígidas, el jefe es débil y su autoridad es verdaderamente
representativa. "Esta exótica particularidad de las sociedades primitivas: aquellos que
llamamos líderes están desprovistos de todo poder, la jefatura se instituye exte-riormente al
ejercicio del poder político. (...) Que el jefe salvaje no detente el poder de mandar no significa
que no sirva para nada: por el contrario, ha sido investido por la sociedad con un cierto número
de tareas y en este sentido se podría ver en él a una especie de funcionario (no remunerado) de
la sociedad. ¿Qué hace un jefe sin poder? Se le ha encargado, en última instancia, de ocuparse
y asumir la voluntad de la sociedad de aparecer como una totalidad única, es decir, el esfuerzo
concertado, deliberado, de la comunidad con vistas a afirmar su especificidad, su autonomía,
su independencia en relación con otras comunidades. (...) El líder primitivo es principalmente
el hombre que habla en nombre de la sociedad cuando circunstancias y acontecimientos la
ponen en relación con o lí a s sociedades. Estas últimas siempre se dividen, para toda
comunidad primitiva, en dos clases: amigos y enemigos. Con los primeros se trata de anudar o
reforzar las relaciones de alianza, con los otros de llevar a buen término, cuando el caso se
presente, las operaciones guerreras. De ello se desprende que las funciones concretas y
empíricas del líder se despliegan en el campo, por así decirlo, de las relaciones internacionales
y exigen, por consiguiente,

37
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

las cualidades apropiadas a este tipo de actividad: habilidad, talento diplomático para
consolidar la red de alianzas que asegurarán la seguridad de la comunidad; coraje,
disposiciones guerreras para asegurar una defensa eficaz contra los ataques de los enemigos
o, si es posible, la victoria en caso de expedición contra ellos.
Pero, se nos objetará, ¿no son éstas las mismas tareas de un ministro de Asuntos
Extranjeros o de un ministro de Defensa? Sin duda. Con la sola pero fundamental diferencia
de que el líder primitivo no toma jamás la decisión de su propio jefe (si se quiere) para
imponerla seguidamente a la comunidad. La estrategia de alianza que desarrolla, la láctica
militar que proyecta, jamás son las suyas propias sino aquellas que responden exactamente al
deseo o la voluntad explícita de la tribu. Todas las transacciones o negociaciones eventuales
son públicas, la intención de hacer la guerra no se proclama hasta que la comunidad así lo
quiere. (...) Si un líder tiene la intención de llevar por su cuenta una política de alianza u
hostilidad con sus vecinos no puede imponerla por ningún medio a la sociedad puesto que,
(...) está desprovisto de poder. De hecho no dispone más que de un derecho o más bien de un
deber: ser portavoz, comunicar a los Otros el deseo y la voluntad de la sociedad", fierre
Clastres, investigaciones en antropología política, trad. Estela Ocampo, Barcelona, Gedisa,
1996 (Ia ecí. en francés, 1980), p. 112-113.
'- En cuanto a los géneros, en estas sociedades prevalece el igualitarismo. Como el grupo
se encarga de los niños las madres no son "madres profesionales"; las mujeres se dedican a
muchas labores; no ocupan un lugar secundario en la vida social, sobre todo porque son
económicamente relevantes. Cfr. Elsie B. Begler, "Sex, status, and authority in egalitarian
sociely", American anlliropologist, núm. 80, 1978, pp. 571-588.
Para ser más precisos, digamos que la relación entre los géneros en estas sociedades es
asimétrica, ambigua y casi sin desequilibrios patriarcales ni matriarcales. Cfr. Iván lllich, El
género vernáculo, trad. L. Corral, México, Joaquín Mortiz-Planeta, 1990 (Ia ed. en inglés,
1982), pp. 85 y 86.
13
La economía de rendimiento inmediato permite a los cazadores recolectores no
necesitar almacenes ni depender de una élite para defenderlos; además, todos tienen acceso a
los medios de subsistencia.
Los cazadores recolectores, generalmente, "prohiben" a sus miembros la acumulación.
Cfr. Alain Testart, "Significance of food storage among hunter gatherers: residence patterns,
population densities, and social inequaliiies", Curren! anlhropology, vol. 23, núm. 5,
octubre, 1982, p. 525 y ss.
" Karl Polanyi creó una tipología de la organización social basada en la asignación de los
bienes y el acceso a los medios para producirlos. Esos modelos no son meramente
económicos; no se trata de "modos de producción", sino que intentan describir el
funcionamiento de la sociedad desde diversos ángulos: las reglas del parentesco, la
hospitalidad, la religión y la política, entre otros.
El primer modelo se denomina "reciprocidad". Heilbroner y Milberg le llamaron
"tradición", Roger Caillois "fratrías" e Iván lllich, "vernáculo". El principio que da unidad y
estabilidad a la sociedad es la simetría. Una parte del grupo se dedica a un área específica de
la producción y otra a un área diferente, necesitándose ambas mutuamente.
El segundo modelo es el de la redistribución. Heilbroner lo denominó "autoridad";
Caillois, "cofradía", e lllich, "control burocrático". Ese mecanismo es posible cuando existe
un centro reconocido al cual se le entregan los bienes producidos y desde allí

38
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

se inicia la distribución. Pero entre lo que se entrega y lo que se recibe hay una diferencia. Por
ejemplo, los impuestos no son devueltos íntegros y, sin embargo, gracias a la organización
institucional, el gobierno otorga a cambio una serie de benefactores que difícilmente podrían
obtenerse mediante obras individuales. Un gran puente, por ejemplo, es producto de una
organización centralizada. Ese sistema predominó lo mismo en los imperios antiguos que en la
Edad Media, y en menor medida, en algunas naciones modernas.
El tercer modelo es el del mercado autorregulado o sistema de mercado. La asignación de
recursos se da con una lógica engañosamente simple: cada cual actuará de acuerdo con lo que
es para él más ventajoso monetariamente. El señuelo es la ganancia personal, no los
compromisos sociales. Se trata de un modelo basado en el egoísmo. Según el liberalismo más
radical, ese sistema, de aplicarse cabalmente, llevaría a una prosperidad generalizada. La
explicación es compleja: al buscar lo mejor para mí, encuentro que puedo obtenerlo gracias a
la división del trabajo y al intercambio. Si produzco una sola cosa, la especialidad me hará
muy eficiente; si los demás hacen lo mismo, entonces podremos intercambiar nuestros
productos. La riqueza obtenida gracias a ese orden espontáneo es muy superior a la que un
individuo puede obtener trabajando por su cuenta. La sociedad se convierte en un pacto entre
egoístas ambiciosos que, paradójicamente, como un efecto no buscado, logran el bien común.
Cfr. RobertHeilbroneryWilliam Milberg, La evolución de la sociedad económica, trad.
Verania de Parres Cárdenas, México, Prentice Hall, 1992, cap. 1; Roger Caillois, El hombre, y
lo sagrado, trad. J. Domechina, México, FCE, 1984 (Ia ed. en francés, 1939), pp. 68-69; Cfr.
Ivan Illich, Shadow Work, Londres, Marión Boyars, 1981, cap. 2.
" Los infantes de los cazadores-recolectores suelen recibir el alimento que necesitan del
pecho de sus madres hasta los cuatro años, en parte porque no hay comida blanda para ellos y
porque se considera que esto contribuirá a generar una personalidad adecuada para la vida en
grupo. Además, los niños tienen derecho a ser alimentados cada vez que les plazca; de hecho,
en sus primeros meses de vida, comen en promedio cada treinta y cinco minutos.
El contacto entre el niño y sus criadores es intenso, pues durante sus primeros años es
tocado y cargado todo el tiempo; se le educa más a través del tacto que de la mirada. En lugar
de las palabras suaves se usan los abrazos y las caricias.
El contacto corpóreo de estos infames es diversificado porque pasan largos periodos con
tíos, hermanos y otros miembros de la comunidad y no sólo con sus progenitoras. Así, la diada
madre-hijo no adquiere tanta relevancia como en otras sociedades. Cfr. Morris Berman,
Wandering god, cap. 3.
16
Los individuos de estas comunidades no desean lasjerarquías porque tienen en alta estima
la autonomía; prefieren su libertad que al grupo, por ello, no sienten remordimiento por
abandonar a su sociedad. Debido al tipo de educación que recibieron y a la percepción
periférica, no sienten apego excesivo por nada y se pueden desprender fácilmente de sus
familiares y amigos.
El movimiento de las sociedades paleolíticas es un nivelador natural del conflicto social;
es gracias a su nomadismo, que evitan la desigualdad, pues les permite ser flexibles y cambiar
constantemente sus miembros; esto hace que los individuos tengan la oportunidad de elegir
con quien se asocian. C/r.James Woodburn, "Minimal politics: the political organization of the
Hadza oí'North Tanzania," William A. Shacky Percy S. Cohén (ed.), Politics in leadership,
Oxford, Clarendon Press, 1979, pp. 244, 248, 257

39
Alma Imelda Iglesias González "Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González l lina Aguirre

17
En las sociedades cuyo modo de conciencia es paradójico se acepta la existencia tal y
como es; para ello, es necesario un alto nivel de confianza en el mundo y los demás. El medio
no se percibe hostil sino amistoso y familiar. No hay distinciones radicales entre el Yo y el
Otro, ni entre el cielo y la tierra, ni entre la vida vía muerte, ni entre los animales y los
hombres. Las fronteras entre uno y otro son borrosas; la ambigüedad hace posible que las
cosas muden de formay la metamorfosis sea posible. Las diferencias no son rígidas. Cfr.
Morris Berman, Cuerpo y espíritu, p. 52.
'" Para los cazadores-recolectores los niños no son un gran acontecimiento. No se les da
atención especial; se les ve como un individuo más. Esto contribuye a que no generen
personalidades narcisistas y ávidas de poder. Cfr. Morris Berman, Wandering god, cap. 3.
La conciencia paradójica implica una presencia en el mundo más que una visión del
mundo; privilegia la experiencia somática; las sensaciones de la vida se sienten directamente
en el cuerpo no a través de pantallas ni narraciones. La imagen que se tiene del Yo no es muy
relevante; la ausencia de espejos hace que el i ndividuo no se vea más que a través del reflejo
de los demás, o de esos espejos borrosos que ofrece el agua. El individuo, más que saber
cómo se ve, sabe cómo se siente. Cfr. Morris Berman, Cuerpo v espíritu, p. 30.
19
Al igual que su percepción, la estructura social de los cazadores-recolectores es
horizontal; no privilegia lo sagrado sobre lo profano -porque todo es sagrado v pro
fano a la vez- ni a los líderes sobre el resto de la sociedad. Existen diferentes estatus,
pero nadie puede hacerse de suficiente poder para mandar constantemente sobre los
demás. También debido al tipo de formación y a la estructura social, los individuos se
vuelven metros propensos a buscar el poder.
20
Estas sociedades no tienen una estructura jerarquizada porque no la necesitan;
no requieren de instancias superiores que resuelvan los confl idos ent re los miembros
de la comunidad. Las diferencias se resuelven mediante la movilidad. Cuando un
individuo tiene un conflicto, simplemente cambia de grupo; no se busca un juez que
adquiriría un poder desconocido en este tipo de sociedades.
El antropólogo irlandésjames Woodburn descubrió, por ejemplo, que los Hadza y los
IKung eran nómadas, en parte, para evitar el conflicto con otros hombres. Debido a que estos
grupos no tienen gobierno ni jueces, pues son comunidades muy simples e igualitarias, para
resolver los problemas no queda más que el enírentamiento directo -desde el verbal hasta el
combate- o bien, la huida. La mayoría elige la segunda opción. Cfr. Thomas Widlok, "The
long walk IV. Hunter gatherers and anthropology. An interview James Woodburn", Nomadic
peoples, 2002, (vol. (i. Isstte 1), p. 12.
El historiador de la guerra nos explica, a propósito de los yanomami: "Los hombres
intentan constantemente seducir a las mujeres de los demás, lo cual provoca violencia dentro
de la aldea, haciendo a veces que un grupo la abandone v se asiente en otro sitio". John
Keegan, Historia déla guerra, trad. de Francisco Marín Arribas, Barcelona, Planeta, 1995 (Ia
ed. en inglés, 1993), p. 120.
21
"Los yanomami reciben la denominación de la gente feroz (...). Tienen un código
de ferocidad (waiteri) según el cual los varones demuestran su agresividad, al tiempo
que aldeas enteras tratan de convencer a otras del riesgo que corren al atacarlas. A
los niños se les enseña a ser violentos desde muy pequeños, fomentando entre ellos
juegos brutales, y los educan para que sean salvajes con las mujeres. (...) Las esposas
sólo pueden esperar protección si tienen en la aldea hermanos cuya fama de feroces
sea mayor que la de los agresores". Ibiil., p. 127.

40
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

"La sociedad Yanomami es muy liberal con los jóvenes, les permite hacer casi todo lo
que quieren. Es más, se los alienta desde pequeños a mostrarse violentos y agresivos. Los
pequeños practican juegos muchas veces brutales (...) y los padres evitan consolarlos cuando
acuden a ellos berreando por haber recibido un bastonazo en la cabeza: ¡Madre, me ha
golpeado! ¡Golpéalo tú con más fuerza! El resultado -buscado— de esta pedagogía es la
formación de guerreros". Pierre Clastres, Investigaciones en antropología política, p. 22,
'l- En la iniciación el joven se pone en manos de la compasión de su comunidad y aprende
así, la grandeza de la misma. Cfr. Robert A. Segal, Joseph Campbell, p. 60.
"Las comunidades otorgan a cada individuo su lugar en el cosmos. Para ser aceptado en
el grupo, es necesario someterse a los ritos de iniciación. Quienes ya son miembros gozan con
la humillación del aspirante. (...) Estos procesos son parte esencial en la conformación de la
identidad del sujeto; ofrecen un marco de referencia, un sentido de pertenencia y dependencia.
La humillación del rito no tiene por objeto fortalecer el ego sino hacerle comprender su
pequenez ante el grupo".
El rito de aceptación es terrible; "no obstante, es peor el ostracismo. Al entrar a la
comunidad, el individuo aprende a ser en relación con el grupo. Y cuando es expulsado por
cometer una falla grave, es nuevamente vejado, pero sin el estímulo de la aceptación final". Es
una práctica que "incentiva una personalidad humilde, capaz de adaptarse a las exigencias de
sus compañeros y ponerlas por encima de las suyas propias; un Yo conformista. El objetivo es
que el individuo aprenda a no transgredir las normas de la comunidad y a respetar su sitio en
el Todo". Jorge Márquez Muñoz, Las claves de la gobernalnlidad, México,
UNAM-Conacyt-Arkhé, 2009, p. 34.
Claro está, el conformismo no implica el enjaulamiento, puesto que siempre está la
opción de retirarse del grupo y buscar la aceptación en uno nuevo.
83
"La tribu le dice a sus niños: sois todos iguales, ninguno vale más que otro, ninguno menos,
la desigualdad está prohibida porque es falsa, porque es perniciosa. Y para que no se borre el
recuerdo de la ley primitiva se inscribe su saber en marcas dolorosas sobre el cuerpo de los
jóvenes iniciados. En el acto iniciático el cuerpo del individuo como superficie de inscripción
de la ley es el objeto de una investidura colectiva deseada por la sociedad íntegra a fin de
impedir que algún día el deseo individual, transgrediendo el enunciado de la ley, intente
investirse del campo social. Ysi, por casualidad, alguno de los iguales que componen la
comunidad intentara realizar el deseo de poder, de investirse del cuerpo de la sociedad, la
tribu, en lugar de obedecer a este jefe deseoso de poder respondería: lú, uno de nuestros
iguales, has querido destruir el ser indiviso de nuestra sociedad afirmándote superior a los
demás, tú que no vales más que los otros. De ahora en adelante valdrás menos que ellos. El
efecto etnográficamente real de este discurso imaginario es que cuando un jefe quiere ejercer
como jefe se lo excluye de la sociedad abandonándolo". Pierre Clastres, Investigaciones en
antropología política, p. 127. -' Cfr. ibid., pp. 181 y ss.
-■' Morris Berman, Cuerpo y espíritu, pp. 56-57.
-'' "Los especialistas nos dicen que el aparato digestivo del hombre ha seguido siendo el del
omnívoro con predominio vegetariano que precedió en la evolución de las especies. El
hombre no es naturalmente carnívoro; por tamo, no es sobre la base de la caza animal como
hay que concebir la caza humana.
(...) El carácter r i t u a l de la caza hace (...) concebible una actividad con unas técnicas
complejas, que reclaman la coordinación de numerosos individuos. (...) Los

41
Alma Impida Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pabla Añilando González Ulloa Aguirre

testimonios prehistóricos que tenemos sugieren esto mismo, con las grandes pinturas
magdalenienses y las disposiciones geométricas de huesos, de cráneos de animales y de
hombres que se encuentran en algunos lugares. Atestiguan este mismo origen ritual los mitos
de la caza, esos relatos en los que pueden intercambiarse los papeles del animal y del cazador,
pero en donde todo gira en torno a un asesinato colectivo. El denominador común no está en
la técnica o en las especies cazadas, sino en el asesinato colectivo, atribuido a los hombres o a
los animales, de donde surgen esas técnicas". Rene Girare!, diálogos con Jean-Michel
Oughourlian y Guy Lefort, El misterio de nuestro mundo. Claves para una interpretación
antropológica, trad. Alfonso Ortiz, Salamanca, Ediciones Sigúeme, 1982 (Ia ed. en francés,
1978), p. 84.
•' "La muta más natural y auténtica es aquella de la que deriva nuestra palabra: la de la
caza. Se constituye en todas partes donde se trata de ir contra un peligroso o potente animal
que el ser individual difícilmente puede apresar; y se constituye también donde se avista una
presa de la que uno quiere perderse lo menos posible. La talla del animal cobrado, tanto s es
una ballena como un elefante, incluso si ha sido alcanzado por varios individuos, acarrea
como consecuencia que sólo pueda ser apresado y compartido por muchos jumos. La muta de
caza pasa así a un estado de reparto (...).
El frenesí (de los cazadores) disminuye en el momento de la muerte. Todos están de pie
en torno a la víctima caída, repentinamente callados. De los presentes se forma el grupo de
todos aquellos a quienes corresponde algo del botín. Podrían clavar sus dientes en el animal
como lobos, pero la ingestión que las mutas de lobos inician ya en el cuerpo con vida es
pospuesto por los hombres a un instante ulterior. El reparto (...) tiene lugar sin querellas y
según determinadas reglas.
(...) Cuando ha cazado toda una muta el reparto del botín entre sus miembros es
ineludible. El proceso que ahora se inicia es diametralmente opuesto al de la formación de la
muta. Ahora cada cual quiere algo para sí y desearía con agrado la mayor cantidad. Si el
reparto no estuviese exactamente reglamentado, si no existiese algo así como una ley
consuetudinaria para realizarlo y hombres experimentados que velan por su cumplimiento, la
expedición terminaría en matanza y en masacre. La ley del reparto es la ley más antigua.
(...) El director del reparto, quien se ha de encargar de su cumplimiento ordenado,
originalmente no extrae ningún tipo de ventajas de su puesto. Incluso puede ocurrir, como en
las cazas de ballena de algunos esquimales, que por su honor él mismo renuncie a todo. El
sentimiento de lo comunitario del bolín puede ir muy lejos: entre los coriacos en Siberia el
verdadero cazador invita a todos a servirse de su bolín, y se contenta con aquello que se le
deja.
La ley del reparto es bastante compleja y variable. La parte de honor de la presa no siempre le
corresponde a quien ha asestado el golpe mortal. Menciono esta (...) disposición, para
mostrar qué fuerte es el sentimiento de unidad que irradia de la muta de caza". Elias Canetti,
Masa y poder, pp. 92-9-1.
28
Jaiques Attali, El orden caníbal. Vida y muerte de la medicina, trad. Fernando Gutié
rrez, Barcelona, Planeta, 1981 (la ed. en francés, 1979), p. 22.
29
Ibid.,-p. 21.
10
Cfr. Marshall Sahlins, "Culture as protein and profit", TkeNew York review ofbooks, 23
de noviembre de 1978 (www.nyrb.com), consultado el 12 de enero de 2006.

42
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

31
"Con el nombre de mana se designa, en los mares del Sur, una especie de poder
sobrenatural e impersonal que puede pasar de un hombre a otro. (...) Un guerrero
valiente lo puede adquirir en forma totalmente consciente. Pero no lo deberá a su
habilidad en el combate o a su fuerza corporal, sino que le será transferido como el
mana de su enemigo abatido. A continuación cito unas líneas del libro de Handy sobre
la religión de Polinesia:
En las Islas Marquesas, un miembro de la tribu podía convertirse en cabecilla gracias a su
valentía personal. Se suponía que el guerrero acumulaba en su propio cuerpo el mana de todos
aquellos a quienes había dado muerte. Su propio mana aumentaba en proporción a su valentía.
Sin embargo, para la concepción de los indígenas su valentía era el resultado y no la causa de su
mana. Con cada muerte cosechada aumentaba también el mana de su lanza. El vencedor en un
combate cuerpo a cuerpo adoptaba el nombre del enemigo abatido, lo cual era signo de que su
poder le pertenecía a partir de ese momento. Para asimilar directamente el mana del vencido,
comía de su carne, y para fijar a su persona dicho aumento de poder durante una batalla, para
asegurarse una relación íntima con el mana capturado, llevaba consigo, como parte desús avíos
de guerra, cualquier resto corporal del enemigo vencido: un hueso, una mano desecada, a veces
incluso un cráneo entero". Elias Canetti, La conciencia de las palabras, trad. Juan José del
Solar, México, FCE, 1981 (Ia ed. en alemán, 1974), p. 39.
32
Jacques Attali, El orden caníbal, pp. 35-36.
33
"Después de haber tomado los festejantes drogas alucinógenas para propiciar
un ánimo combativo, uno de los hombres se adelanta y saca pecho; un miembro de la
otra aldea acepta el desafío (.. .y) le asesta un fuerte golpe en el pecho. El que recibe el
golpe no suele responder, (...) quiere demostrar su resistencia, y puede llegar a recibir
hasta cuatro puñetazos antes de ejercer su derecho a golpear. Continúa el intercambio
golpe a golpe hasta que uno de ellos queda incapacitado o los dos están demasiado
doloridos para proseguir, en cuyo caso continúan con un combate a bofetadas que
suele acabar rápidamente al quedar uno de los dos sin resuello. A continuación, si
era un duelo previsto, los adversarios efectúan una salmodia abrazándose yjurándose
amistad eterna". John Keegan, Historia de la guerra, p. 128.
34
"Las luchas con palo (...) son peores pero también ritualizadas. Suelen ser
consecuencia de adulterio (...). El demandante, con un palo de tres metros, llega al
centro de la aldea -que puede ser la suya propia- y grita insultos al culpable. Si el
reto es aceptado, clava el palo en el suelo, se apoya en él y aguarda a que le asesten un
golpe en la cabeza; una vez recibido, le toca a él golpear. La primera sangre, que en
seguida aparece, convierte el combate en lucha generalizada en la que los hombres
armados de palos toman partido por uno u otro. Y ahí radica el auténtico peligro de
muertos y heridos, ya que el palo del desafiador tiene punta aguzada (...) y alguno
puede resultar atravesado. En esta fase le toca intervenir al jefe de la aldea con su
arco, que amenaza con disparar una flecha al que no abandone la lucha; pero a veces
se producen heridas mortales, lo que significa que el grupo culpable debe huir de
una aldea a otra o, si el duelo era entre aldeas, los atacantes han de retirarse". Ibid.,
p. 129.
35
A propósito Keegan resumen el recuento del antropólogo Napoleón Chagnon,
en una pequeña aldea yanomami, derrotada en un combate con palo por la querella
acerca de una mujer. El jefe de la aldea, hermano de la mujer vejada, "la había rescatado
de manos de un esposo que la trataba muy mal". Para ello, se alió "con otras aldeas y
efectuó una incursión, logrando hacer salir a los de la aldea más grande bajo una lluvia
de lanzas y persiguiéndolos; pero los de la aldea grande se rehicieron, los atacantes

43
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González i71loa Aguirre

pusieron pies en polvorosa y se produjo un combate con lanzas unos kilómetros más allá,
hasta que ambos bandos se retiraron después de casi perder la paciencia. Hubo varios heridos,
uno de los cuales murió posteriormente.
Las dos aldeas realizaron ulteriormente sendas incursiones una contra otra (...). Los
yanomami que efectúan una incursión lo hacen con intención de matar sin preocuparse de
cómo, y hasta en algunas circunstancias, de a quién matan. Lo característico es que
permanezcan apostados en las afueras de la aldea enemiga hasta dar con una víctima
indefensa: (...) alguien que esté bañándose, cogiendo agua para beber o haciendo sus
necesidades, a la que matan para huir acto seguido. La huida está bien organizada mediante
una serie de retaguardias, y con toda razón ya que una incursión provoca la consiguiente
respuesta. Esta pauta de ataque puede desembocar (...) en el acto hostil definitivo, una fiesta
traicionera, en la que una aldea en guerra convence a una tercera para que invite a sus
enemigos a una fiesta para sorprenderlos, en la que mata al mayor número posible y reparten
a las viudas entre los vencedores". Ibid,, pp. 128-129.
™ Cfr. L. Minturn yj. Stashak, "Infanticide as a terminal abortion procedure",
Behaviorscience research, núm. 17, 1982, pp. 70-90.
47
Cfr. Marvin Harris, Caníbales y reyes. Los orígenes de las culturas, traducción Horacio
González Trejo, Madrid, Alianza Editorial, 1997 (Ia ed. en inglés, 1977), pp. 32 y 55.; Marvin
Harris y Eric B. Ross, Muerte, sexo y fecundidad. La regulación demográfica en las
sociedadespreindust ríalesy en desenrollo, trad. Fernando Santos Fontenla, Madrid, Alianza
Editorial, 1999 (Ia ed. en inglés), pp. 14 y ss.
:<s
Por ejemplo, "los !Kung no consideran que un niño es una persona real hasta que es
llevado de regreso a la aldea, así, el infanticidio no es considerado como un homicidio".
Morris Berman, Wandering, p. 103.
Sí)
Birdsell, Joseph: "Some predictions for the pleistocene based on equilibrium systems
among recent hunter gatherers", Richard Lee y I. De Vore (eds.), Man the hunter, Chicago,
Aldine, 1968, pp. 229-249.
4,1
Cfr. Ronald Lee y otros (comps.), Population patterns in the past, Nueva York,
Aca-demic Press, 1977, pp. 165-200.
41
El niño es cargado por diversos miembros del grupo.
42
"El discurso de los karai demostraba la muerte de la sociedad. ¿Qué enfermedad
había corrompido hasta ese punto a las tribus tupí-guaraní? Por el efecto conjugado de
factores demográficos (fuerte crecimiento de la población), sociólogos (tendencia a la
concentración de la población en grandes poblados en lugar del proceso habitual de
dispersión), políticos (emergencia de jefaturas poderosas), llegaba a esta sociedad la
innovación más mortal: la división social, la desigualdad. Un malestar profundo, signo
de una crisis grave, agitaba a estas tribus y es de este malestar que tomaron conciencia
los karai para reconocerlo y enunciarlo como presencia del mal y la infelicidad en la
sociedad, como fealdad y engaño del mundo". Pierre Clastres, Investigaciones, p. 102.
4:í
Cfr. Morris Berman, Wandering, p. 67. "En América del Sur, cuando la envergadura
demográfica de un grupo sobrepasa el umbral considerado óptimo por la sociedad, una parte
de la gente se marcha para fundar, más lejos, otro poblado". Pierre Clastres, Investigaciones,
213.

44
3. DE LA DESCONFIANZA AL MEDIO Y A
LOS OTROS A LA JERARQUÍA DÉBIL

P ero el infanticidio no es la forma más natural de mantener re-


ducido el número de integrantes de la banda mínima. Pierre
Clastres concluye que el principal método de control demo-
gráfico de una comunidad primitiva es simplemente el desprendi-
miento,1 que no es una ruptura traumática debido a la personalidad
desapegada de los nómadas.
Michael Mann describió el recorrido que va desde la banda
mínima hasta la tribu, luego a la comunidad con rendimientos
aplazados y finalmente a la civilización. El historiador documenta
también cómo en la mayoría de los casos, este recorrido es rever
sible y sólo en muy pocas ocasiones los grupos llegaron al cuarto
punto.
En las primeras sociedades el hombre es libre mientras que, en
las tribus, aparece por primera vez lajaula, pero es una "jaula
abierta". Se trata de la unión temporal de entre siete y diecinueve
bandas.2 La tribu es el espacio en el cual se hacen regalos, se pueden
tomar esposas o al cual se puede un individuo desplazar tras un
conflicto.
Quienes ocupan las posiciones altas también poseen el poder
colectivo pero, ahora, en ciertas circunstancias se puede institu-
cionalizar dicho poder-¿.e. con el linaje-. De cualquier manera, en
esta fase los subditos son aún lo suficientemente poderosos para
retirar, en cualquier momento, su apoyo al líder. Aquí surge

45
Alma ímelda Iglesias (Umzález 'Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González UUoct Aguirre

la primera jaula: debido a la utilidad de los líderes, las sociedades


comienzan a apegarse a ellos, pero no lo suficiente como para que
esta situación sea definitiva.
Los dos tipos de agrupaciones descritos hasta aquí tienen en
común que: el poder de sus jefes no consiste en la capacidad de
privar a los demás de ciertos bienes, sino por el contrario, en el
hecho de que reparten; para estas élites el prestigio es más impor-
tante que el control y su poder es más colectivo que distributivo;3
utilizan la comunicación cara a cara, pues la dimensión de la so-
ciedad la hace posible además de que no cuentan con medios de
especialización para diferenciarse, ni con un lenguaje sofisticado ni
con escritura.
En Anatomía de la destructividad humana Erich Fromm comentó
extensamente la bibliografía científica que hacía énfasis en
experimentos en los cuales, a los simios y a los felinos, se les ha-
cinaba. Y concluyó que la concentración poblacional aumentaba la
violencia. Mientras más apretados más agresivos. El espacio
abundante permitía distanciarse de los demás tanto como se
consideraba necesario.' Arthur Schopenhauer en sus consejos para
la felicidad, compara dos imágenes: la sociedad es como una
hoguera. El hombre prudente se coloca a una distancia adecuada
para calentarse. El necio se acerca demasiado y como se quema, se
aleja. Entonces, sufre por el congelamiento. La segunda imagen es
la de los puercoespines, que se apretujan por el frío buscando calor,
pero inevitablemente se pican unos a otros y se mueven de nuevo al
lugar helado. Regresan y vuelven a sufrir por las púas de sus
congéneres. Y repiten esto hasta que encuentran que hay una
distancia conveniente.-1
Si los grupos primitivos suelen elegir la ruptura del grupo para
mantenerse reducidos, entonces ¿por qué en algunas ocasiones las
tribus crecen? ¿Por qué se apegan a su grupo pese al hacinamiento?
¿Por qué soportan el fuego excesivo y las espinas? Alain Testart ha
encontrado una correlación entre aquellas tribus que almacenan
mucho y las que tienen desconfianza al medio ambiente y a las otras
tribus.6 Asimismo, encontró que

46
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

una vez rebasado cierto umbral de acumulación, las tribus se


convierten en sedentarias.
Robert Carneiro se ha referido a la "trampa ecológica" como el
motor de este paso a la sociedad almacenadora. En la medida en que
la geografía no permite la separación de una parte del grupo,7 las
comunidades comienzan a crecer. El aumento de la población
circunscrita a un área lleva al conflicto y a la búsqueda de más
calorías por unidad espacial. De estas circunstancias surge la
desigualdad social.
Por otra parte, Brian Hayden y Robert Gargett realizaron trabajo
de campo en algunas comunidades de Mesoamérica extre-
madamente aisladas hasta principios del siglo xx y que experi-
mentaron crisis durante esa época. Los ancianos que vivieron la
transición fueron entrevistados y describieron cómo surgieron élites
incipientes de acumuladores que ya no proveían ninguna ayuda a la
sociedad; privilegiaban las acciones para consolidar su poder y
riqueza. Los acumuladores se convirtieron en prestamistas,
comerciantes de comida e incluso vendieron a sus hijos. La
emergencia de estos subgrupos está ligada a las posibilidades de
"auto-agrandamiento".8
Hay también otra correlación, ésta encontrada en el Altas of world
cultures, entre el crecimiento demográfico, las organizaciones
sociales complejas y las sociedades asentadas.
Las condiciones que modifican la estructura primitiva,9 originan
la ruptura que provoca el surgimiento de lasjerarquías, pero en
principio son jerarquías débiles. Una sociedad primitiva en crisis
deja de confiar en sus capacidades nómadas de adaptación a las
circunstancias, deja de confiar en sí misma y se entrega a un líder.
Max Weber describió esta situación como el origen de la
dominación carismática.
Recordemos que la conciencia paradójica implica una manera de
concebir el mundo según la cual lo sagrado y lo profano, los
animales y los seres humanos, las mujeres y los hombres no están
radicalmente separados; es el reino de la ambigüedad. Pero este tipo
de conciencia necesita para desplegarse tener confianza en

47
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Uiloa Aguirre

el medio y en los otros. Si ésta se pierde, entonces el hombre busca guías,


pero éstas deben ser externas, pues el grupo sabe que, desde adentro, no
puede resolver sus problemas.
¿Qué elemento exterior tomar? Quizás los hombres intentaron seguir
diferentes pistas, pero las más perdurables fueron los potenciales líderes.
Eran una clase de hombres repudiados por sus afanes protagónicos,
separados del grupo muchas veces "por violar el código de honor o de
generosidad aceptado", que se convertían "en desterrados".10 Pero ahora,
fueron centrales para la sobrevivencia del grupo. Ante circunstancias
extraordinarias hacían falta hombres extraordinarios. Es la situación
original del gobernante carismático que

domina a los hombres en virtud de cualidades inaccesibles para los


otros, e incompatibles con las reglas de pensamiento y de acción que
gobiernan la vida cotidiana. La gente se entrega a él arrebatada por la
fe en las manifestaciones de su autenticidad. Se aparta de las reglas
establecidas y se somete al orden sin precedentes que proclama el líder.
(...) El liderazgo carismático (...) es producto de entusiasmo y de
crisis."

Cuando los hombres del paleolítico desconfiaron de su medio modificaron


su organización. Surgió así el rendimiento aplazado,12 que contribuyó al
sedentarismo social13 y territorial al tiempo que enganchó a las
poblaciones a cambio de seguridad económica. La petición de los nuevos
líderes de arriesgarse a seguir por nuevas rutas, de permanecer en
determinados lugares, de tomar ciertas decisiones, cuando eran acertadas,
les daba mayor prestigio y poder. Pero cuando el cálculo era equivocado y
los hombres padecían porque el sacerdote leyó mal las estrellas o
interpretó equivocadamente los símbolos del lugar, perdía mucho, quizás
incluso la vida. El del carisma originario es un caso en el cual

l-ÍS
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO]

la relación entre gobernante y gobernados es típicamente inestable,


porque el líder puede perder su carisma: puede sentir que su Dios lo ha
abandonado, o que su poder ha escapado de él. En tal coyuntura su
misión puede tocar a su fin y sus adeptos volverle la espalda. Porque el
caudillo carismático debe su autoridad pura y exclusivamente a la
demostración de su poder y a la fe que den sus discípulos a ese poder.14

Peor aún, la debilidad de las primeras jerarquías está relacionada con que el
hecho de que son concebidas como una usurpación, pues el recuerdo del
iguajitarismo primitivo es aún fresco. Así, a los efímeramente carismáticos
líderes se les atribuyen las peores monstruosidades -muchas veces quizás sí
las cometieron- pues son agentes externos al grupo, personas que no se
ajustan a lo que se espera de un miembro de la tribu:

El poder (...) se basa típicamente en un acto de barbarie: el asesinato, el


incesto, o ambas. (...) Esta violencia original, la negación misma de la
conducta del parentesco, es el complemento de la tesis de Clastres (...).
El poderse revela y se define asimismo como la ruptura del orden moral
propio del pueblo, precisamente como el delito más grave contra el
parentesco: fratricidio, parricidio, la •unión de madre e hijo, padre e hija
o hermano y hermana.
(...) La dinastía hawaiana de jefes sagrados comenzó con el incesto
legendario de un padre y una hija; terminó eficazmente en los tiempos
históricos con el sacrificio del rey Kiwalab por parte de su hermano (...)
Kamehameha, quien inmediatamente después se casó con la hija de su
víctima. (...)
Es más importante observar que el poder no está representado aquí
como una condición social intrínseca. Es una usurpación, en el doble
sentido de una asunción vigorosa de la soberanía y una soberana
negación del orden moral vigente.15

Los nuevos líderes eran una clase de hombres otrora repudiados; quienes
antes buscaban el poder y fracasaban se convierten aho-

49
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Agiwrre

ra en líderes necesarios. Como la sociedad era entonces presa del


pánico a lo desconocido, necesitaba protectores. Los más agresivos,
es decir, quienes en principio tienen más miedo al contacto con lo
desconocido, son los más aptos para proteger a la comunidad. El
"subgrupo agresivo" se desplazó de los márgenes al centro. Lo útil
fue desde ese momento que hubiera más individuos inseguros y con
ánimos de no de abandonar la comunidad, sino de hacerle frente,
muchas veces mediante la fuerza, a los problemas.
Las ahora temerosas y desconfiadas mujeres quisieron entonces
que sus hijos pertenecieran a dicho subgrupo y para ello,
modificaron el modelo de crianza. Existe una relación entre
aquellas comunidades primitivas que pasan de ochocientos
miembros y una fuerte relación diádica. Las mujeres se convierten
en "madres profesionales" y comienza así la desigualdad de los
géneros. En las sociedades más pequeñas, por su parte, la diada
madre-hijo es débil y la mujer nunca es exclusivamente una madre;
es decir, en las comunidades de cazadores recolectores la mujer no
puede dejar sus demás labores pues hay muy poca división del
trabajo; el constante movimiento del grupo hace difícil la crianza de
muchos niños.
La transición del patrón de la "crianza difusa" hacia el de las
"madres profesionales" está relacionado con el incremento de la
población, el almacenamiento, la circunscripción y el contacto con
sociedades complejas. Mientras más crece un grupo más
especialidades surgen, de ahí que las mujeres ahora puedan ser
sobre todo madres. Asimismo, la cuestión del almacenamiento y el
sedentarismo, facilita a las mujeres criar a varios hijos.
Si la equidad de géneros es más común en el paleolítico, con los
rendimientos aplazados de los nómadas y luego con el
sedentarismo, con los nacimientos frecuentes y el nuevo énfasis en
la mujer como madre, surge la Madre como arquetipo.
En el Alto Paleolítico y más aún, en el Neolítico, mientras la
mujer se convierte en el arquetipo de la madre, el hombre deja de
ser el cazador-recolector para convertirse en cazador-

50
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO I

guerrero; el héroe y la guerra se vuelven comunes."' Esta dinámica


es comprensible si tomamos en cuenta que la madre, en lugar de ser
un igual, se ha convertido en una madre profesional que adora a su
hijo y vive a través de él.17 Pero si todos buscan ser líderes, los
enfrentamientos son inevitables y sólo pocos ganarán. Así es que la
mayoría, abatidos y resentidos, aceptarán con rencor el mandato de
sus jefes.18
Huyendo de la violencia de la ruptura entre el hombre y su
medio, los las sociedades valoran a quienes antes repudiaban: a los
miembros del subgrupo agresivo. Para escapar de sus temores crean
el primer Objeto Transicional:19 la Gran Madre. Es un círculo
vicioso pues este método de crianza produce más narcisistas
inseguros que a la vez compiten por el poder y, al ser derrotados, no
tienen más que acumular mayores resentimientos, que en una
ocasión propicia, pueden estallar en forma de violencia.20
Después de las violencias de dejar de ser uno y la de enfrentar un
medio hostil, la tercera violencia es la imposición de las jerarquías
débiles, que a regañadientes y debido a las ventajas que ofrece su
organización económica y social, es aceptada por la mayoría. Claro
está, se trata de un poder inestable y aún cuando el líder no se
equivoque pueden surgir dificultades. Más aún, con la abundancia
aparecen nuevos problemas. Los agricultores y pastores no tenían
los drásticos controles natales de los cazadores-recolectores, por
tanto, se encuentran con facilidad en una situación maltusiana.
¿Cómo escapar de ella si las madres están apegadas a los hijos y esto
dificulta el infanticidio?21
Para decirlo con Arthur Schopenhauer, los puercoespines, en un
espacio reducido, no pueden dejar de picarse unos a otros y
entonces, suben entonces a una piedra, pero caben pocos; así es que
hay que buscar otras piedras, y quizás quienes estén en las más altas
o simplemente quienes miren hacia abajo y noten que algunos se han
quedado a nivel del suelo, comiencen a marearse. La distancia, que
permitía la convivencia dejó de ser horizontal para convertirse en
vertical. Sin embargo, se

51
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

trata de una desigualdad que nace sin legitimidad, que causa


molestia a la mayoría desposeída, pues sólo el tiempo vuelve
aceptable el poder.22
• En su búsqueda por escapar de la violencia del medio se crean
diferencias de status. No obstante, como aún no se ha creado una
civilización que rodee con símbolos mágicos a los líderes y los aleje
de los hombres comunes, estas jerarquías son débiles.
Lajerarquía débil cristaliza en el estado y la propiedad,23 que
implican el control de los medios de subsistencia de todos, por parte
de un grupúsculo. Lo que cierra lajaula es el apego al rendimiento
aplazado, que a la vez deriva de un medio hostil,24 de una serie de
influencias externas25 u otro tipo de crisis.26 Una vez puesta en
marcha la rueda de la desigualdad, con los motores sociales
psicológicos se acelera. Hay un momento en el que el apego es tanto
que ya no hacen falta factores externos a la organización para
mantenerlo; en lugar de un enemigo real, se puede inventar uno.
Debido al apego la sociedad habla por primera vez de un "aden-
tro" y un "afuera", un espacio sagrado distinto al profano.27 Esta
división contribuyó a fortalecer la unidad del grupo, que se con-
cebía como distinto a los demás pueblos. Ante el peligro externo la
comunidad se solidariza y aunque no olvida el aguijón de las
órdenes de sus superiores, al menos lo acepta como necesario.
El adentro de las comunidades sedentarias implica una violencia
defensiva, pues como dice el historiador de la guerra:

(...) una vez que el hombre cifra sus esperanzas en recoger en un


lugar determinado los frutos estacionales de sus esfuerzos, rápi-
damente desarrolla el sentido del derecho de propiedad, y contra
los que irrumpen en los lugares en los que ha invertido tiempo y
trabajo, desarrolla con igual rapidez el sentimiento de hostilidad
propio del usuario y ocupante frente al usurpador e intruso. Esas
esperanzas alentadas provocan respuestas concretas; el pastoreo
y más la agricultura propician la guerra.?8

52
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Con el sedentarismo la guerra fue en aumento. Sin embargo, en


estas sociedades la actividad bélica no era la institución dominante.
Más aún, no desarrollaba ni sus propias técnicas ni herramientas;
éstas, eran simplemente adaptaciones de las económicas. Por otra
parte, aún en este periodo de la seden-tarización, la guerra por
regiones no era usual. De hecho, la conquista requiere un grado
elevado de organización centralizada para administrar los nuevos
territorios y eso, es inexistente hasta las primeras civilizaciones.

Notas

1
"Las comunidades primitivas jamás pueden alcanzar grandes dimensiones
socio-demográficas, pues su tendencia fundamental es a la dispersión y no a la concentración,
a la atomización y no a la reunión. Si en una sociedad primitiva observamos la acción de una
fuerza centrípeta, la tendencia visible al reagrupamiento mediante la constitución de
macro-unidades sociales, estamos frente a una sociedad que está en camino de perder la lógica
primitiva de lo centrífugo, nos encontramos frente a una sociedad que pierde las propiedades
de totalidad y unidad, que está en camino de dejar de ser primitiva". Ibid., 214.
- Entre 175 y 475 personas.
3
Talcott Parsons, considera que el poder social, respecto a quién o qué se ejerce, se
subdivide en: distributivo y colectivo. El primero es aquel que se despliega sobre otras
personas y es visto como un juego de suma cero; es decir, este poder implica limitar el
de los demás. Es una capacidad explotadora. El segundo, por el contario es funcional
y es el dominio sobre la naturaleza o sobre un grupo de terceros; aquí, al ser ejecutado,
no se resta nada a nadie del grupo. Claro está, ambos aspectos del poder generalmente
actúan de manera simultánea y entrelazada.
Un ejemplo de poder colectivo es un imperio que, al coordinarse, profundiza la división del
trabajo, incrementa la dimensión de los mercados y finalmente, aumenta la riqueza, en mayor
medida de las élites, pero también de las clases bajas. El poder colectivo concentra sus energías
para una empresa común, que puede ser la construcción de un puente o bien, la organización de
un ejército. Mientras más eficaz sea la organización de dicho poder, mayor será también su
capacidad de someter y hacer daño a otras sociedades. Cfr. Michael Mann, Las fuentes del
poder, 1. Una ¡listona del poder desde los comienzos hasta 1760 d. C, trad. Fernando Santos
Fonlenla, Madrid, Alianza Editorial, 1991 (Ia ed. en inglés, 1986) pp. 22 y ss.
4
Cfr. Erich Fromm, Anatomía de la destructividad humana, pp. 114 y ss.
5
Cfr. Rüdiger Safranski, Schopenhaiier y los años salvajes de la filosofía, trad. de José
Planells Puchades, México, Tusquets, 2008 (Ia ed. en alemán, 1987), p. 442.
6
Por ejemplo, entre las tribus de la Costa Noroeste de estados Unidos y Suroeste
de Canadá. En cambio, los pigmeos de África casi no acumulan nada y consideran
que la naturaleza es pródiga.

53
Alma Imeláa Iglesias González ' Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

' Por ejemplo, cuando está circunscrita entre dos desiertos o entre un territorio hostil y
enemigos feroces. Cfr. Roben Garneiro, "Can anth ropology be made a science? A
retrospective glance", Elimos: journal of anthropology, vol. 69; núm. 2, junio de 2004, pp.
268-288 (http://search. epnet.com/direct.asp?jid=5B2&db=aph), consultado el 22 de julio de
2006.
* Brian Hayden y Roben Gargetl, "Big man, big heart? A mesoamerican view of the
emergence of complex society", Ancie.nl Mesoamerica, núm. 1, 1990, pp. 3-20.
" Por ejemplo, la desconfianza al medio ambiente, a las otras tribus, la oportunidad de
autoengrandecimienlo de unos cuantos debido a factores externos -i.e. el contacto con
sociedades complejas-.
10
Karl Polanyi, Logran transformación, trad. E. Suárez, México, FCE, 1992 (1* ed. en
inglés, 1944), p. 57.
" Reinhard Bendix, Max Weber, trad. María Antonia Oyuela de Grant, Amorróla editores,
2000 (1" cd. en inglés, 1960), p. 287.
12
"Cuando un grupo invierte fuerza de trabajo en la creación de herramientas, almacenes,
campos cultivables, presas, etcétera, cuyos rendimientos económicos son aplazados, es
necesaria una organización a largo plazo y, en algunos aspectos, centralizada para
administrar la fuerza de trabajo, proteger la inversión y distribuir sus rendimientos". Michael
Mann, Las fílenles del poder social. I, p. 75.
1:1
En la forma de apego al líder y a relaciones sociales estables.
" Reinhard Bendix, Max Weber, p. 288.
15
Marshall Sahlins, Islas de historia, [.a muerte, del capitán Cook. Metáfora, antropología e
historia, trad. Beatriz López, Barcelona, Gedisa, 1997 (1" ed. en inglés, 1985), pp. 84-85.
10
Llama la atención la relación entre agricultura y guerra, por ejemplo, en Meso-potamia,
en donde Inanna (Ishtar), además de ser la seductora y la fructífera, en el 2,500 a.C, también
se convirtió en la diosa de la guerra.
17
Morris Berman, Wand.erin.ggod, p. 122.
18
El rendimiento aplazado, que aparece en circunstancias adversas, una vez que
éstas han sido superadas, no deja ya de ser el modo de organización social y económica,
pues las relaciones sociales se han vuelto más rígidas en tanto generan apegos y así,
se construye la jaula social.
En las sociedades con poca acumulación, los adultos son individualistas, confiados y
aventureros. En sociedades en las que la acumulación es grande son, en su mayoría,
conservadores y sumisos. Por ejemplo, entre los temne, campesinos que cultivan arroz en
Sierra Leona y.que son acumuladores, vemos un patrón de estricta disciplina en la crianza de
los hijos; mientras que los esquimales de la isla Baffin, que son cazadores-pescadores,
acumulan poco y tienen en alta estima la confianza del individuo. La crianza de los hijos
buscará adaptarlos al tipo de sociedad al que pertenecen. Las sociedades de nómadas
fomentan la confianza y las agrícolas la responsabilidad y la obediencia. Asimismo, para los
primeros, la imaginación cuenta más que la experiencia del pasado. En cambio, los segundos
guardan con celo la sabiduría que pasa de generación en generación y se convierte en dogma.
Ponen sus esperanzas en ella.
Gordon Childe encontró una razón práctica para tales diferencias: en las sociedades de
almacenadores, los individuos deben seguir procedimientos que sirven para mantener la
salud del ganado; los granjeros tienen que observar las reglas de la

51
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

agricultura y el almacenamiento. En tales casos, la iniciativa individual es desastrosa para el


grupo, pues los cambios pueden llevar a una hambruna. Por tanto, estas culturas premian la
obediencia a la tradición y la fe en la rutina. En cambio, entre los cazadores y los pescadores se
espera lo contrario. La iniciativa del individuo es la regla, porque las variaciones llevan a
resultados inmediatos, notorios por sus efectos. La máxima en estos grupos es: sí vives al día,
ocasionalmente no encontrarás que comer, pero no morirás de inanición. En tal contexto, la
innovación es positiva.
19
Concepto de Donald Winnicott. Su obra está enfocada a las nociones de objetos
y fenómenos "transicionales": objetos o modos de comportamiento que sustituyen, de
forma ilusoria, a la madre ausente cuando se ha roto la diada madre-hijo, y que acom
pañan al niño en una nueva fase de su desarrollo en la que es más autosuficiente.
Escribió, entre algunos otros: El niño y la familia (1957), El proceso de maduración y las
facilitaciones del medio (1965) y Realidad y juego (1971). Cfr. Rosemary Dinnage, "The good
doctor", The New York review ofbooks, 21 de diciembre de 1989; cfr. Rosemary Dinnage, "Dr.
right", The New York review ofbooks, 17 de julio de 1986; cfr. Elsa First, "A good doctor", The
New York review ofbooks, 17 de agosto de 1979; cfr. Charles Rycroft, "A Great Mother's
Helper", The New York review ofbooks, 1 de junio de 1972. Todos ellos disponibles en
www.nyrb.com y consultados el 22 de julio de 2006.
20
"Toda orden deja en aquel que está obligado a ejecutarla un penoso aguijón. (...)
Hombres a quienes se les está dando constantemente órdenes y que están colmados de
desazón, experimentan una poderosa pulsión a deshacerse de ella. De dos maneras
puede alcanzarse esta liberación: pueden transmitir las órdenes que han recibido de
arriba hacia abajo; para eso debe haber inferiores que estén dispuestos a recibir órdenes
de ellos. Pero también pueden devolver lo que durante largo tiempo almacenaron y
sufrieron de sus superiores a éstos mismos. Un individuo, débil e indefenso como es,
tendrá la suerte de alcanzar esta oportunidad en contadas ocasiones. Sin embargo,
cuando muchos se encuentran en una masa, puede suceder que resulte lo que les es
taba vedado en un nivel individual. Juntos pueden volverse contra aquellos que hasta
ahora les han dado órdenes. La situación revolucionaria puede considerarse el estado
clásico de tal inversión. Pero la masa, cuya descarga consiste principalmente en una
liberación conjunta de aguijones-órdenes, debe designarse como masa de inversión".
Elias Canetti, Masa y poder, p. 53
21
Vamos a ver que en algunas sociedades guerreras no sólo el infanticidio sino
incluso el aborto eran severamente condenados. Por ejemplo, "Asiria animaba las
tasas altas de natalidad y castigaba severamente los abortos". Will Durant, Our oriental
heritage, MJF, 1963 (Ia ed. en inglés, 1935), p. 275.
Es interesante notar que los niños de las primeras civilizaciones comenzaron a sustituir a
las mujeres como trofeos. En parte, debido a que las madres profesionales, hastiadas de su vida
cotidiana, prefieren vivir a través del niño. Y en parte, por la presión social: una sociedad
guerrera necesita soldados, una campesina, labradores, un imperio, colonos, etc. Claro está
que los niños de los enemigos derrotados, recibían tratos crueles, pero no más que los
enemigos adultos. Son muchos los testimonios de lo muy apreciados que eran los niños y las
niñas por sus familias entre los egipcios, los persas y los mesopotámicos. Cfr. Buenaventura
Delgado, Historia de la infancia, Barcelona, Editorial Ariel, 1998, pp. 17-22.
22
"Cuando una soberanía lleva un cierto tiempo subsistiendo se supone que la
crudeza con que ha afirmado su fuerza ya se ha rodeado y cubierto de la douceurde

55
Alma lmekla Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz " Pablo Armando González l Jlloa Aguirre

una costumbre, de una aceptación prolongada, en suma, de una tradición". Roberto Calasso,
La ruina de Kasch, p. 23.
2:1
La cuestión de la propiedad es compleja. Más que propiedad privada en el sentido
moderno, lo que existía en la antigüedad y el mundo primitivo, era una enorme gama de
propiedades familiares, grupales o individuales. Pese a este abanico de formas se puede
llamar "propiedad privada" a aquella que no está al alcance de todos. Con esa amplia
definición podemos decir que la propiedad apareció junto con el trabajo de rendimiento
aplazado sobre las tierras. La propiedad privada de la tierra sirve como método de
supervivencia, en un contexto maltusiano. Al inhibir el reparto comunitario, aún en situación
de hambruna, los propietarios logran sobrevivir, pues cuentan con almacenes para los
momentos difíciles. Cfr. Michael Mann, Las fuentes del poder social, 1, pp. 81 y ss.
24
Como la circunscripción por razones geográficas o geopolíticas.
25
Como la oportunidad de concentrar poder mediante el contacto con foráneos.
26
Le. el hacinamiento provocado por los refugiados de una guerra.
'-' "Para el hombre religioso esta ausencia de homogeneidad espacial se traduce en la
experiencia de una oposición entre el espacio sagrado, el único que es real, que existe
realmente, y todo el resto, la extensión informe que lo rodea (...). Desde el momento en que lo
sagrado se manifiesta en una hierofanía cualquiera no sólo seda una ruptura en la
homogeneidad del espacio, sino también la revelación de una realidad absoluta, que se opone
a la no realidad de la inmensa extensión circundante. La manifestación de lo sagrado
fundamenta Mitológicamente el mundo. En la extensión homogénea e infinita, donde no hay
posibilidad de hallar demarcación alguna, en la que no se puede efectuar ninguna orientación,
la hierofanía revela un puntofijo absoluto, un centro". Mircea Eliade, Lo sagrado y lo
profano, trad. Luis Gil Fernández y Ramón Alfonso Diez Aragón, Barcelona, Paidós, 1988
(Ia ed. en alemán, 1957), pp. 21-22.
28
John Keegan, Historia de la guerra, p. 159.

56
4. DEL SACRIFICIO AL RITO SACRIFICIAL

$ in el nomadismo ni las jerarquías legítimas la distancia se reduce y


comienzan a notarse algunos efectos nefastos del deseo mimético: los
hombres se abalanzan sobre los mismos objetos, copiándose unos a otros.
Como consecuencia de la circunscripción, la organización de rendimiento
aplazado y la situación maltusiana que esto provoca, surge la
noción-de-lo-limitado-del-bien, según la cual las cosas deseables

existen en cantidades finitas e insuficientes para llenar aun las necesidades


mínimas de los habitantes. No sólo las cosas buenas existen en canti-•
dades (...) limitadas, sino que además, no hay (...) una manera de aumentar
las disponibilidades que existen de esos bienes. (...) Lo Bueno, como la
tierra, se ve como algo inherente en la naturaleza; que está allí para
dividirse y volver a dividirse si es necesario, para transmitirse, pero no
para aumentarse.1

Es por ello que en las sociedades sedentarias o semisedentarias se aconseja


a los hombres

no revelar ningún indicio de progreso (...), so pena de que cause usted la


envidia, provocando así las sanciones; y si hay necesidad de demostrar
mejoría, o se es incapaz de ocultarla, actúe de modo de neutralizar las
consecuencias y eliminar el peligro de las sanciones;

57
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

no se permita a sí mismo caer por abajo del lugar que legítima-


mente le corresponde, pues usted y su familia pueden sufrir.2

Es útil recordar la distinción hecha por Rene Girard del deseo según
el tipo de mediador.

Hablaremos de mediación externa cuando la distancia es suficiente


para que las dos esferas de posibilidades, cuyos centros ocupan el
mediador y el sujeto, no entren en contacto. Hablaremos de
mediación interna cuando esta misma distancia es suficientemente
reducida como para que las dos esferas penetren, más o menos
profundamente, la una en la otra.3

Cuando Girard habla de "contacto" se refiere a una relación que


implica competencia. Hay contacto entre el sujeto que desea y el
mediador cuando éste es interno; mientras que, cuando es externo,
no hay relaciones de competencia sino de admiración. Lo que
determina al tipo de mediador es la distancia entre el sujeto y el
modelo. Y lo que define la distancia es una cuestión simbólica más
que física. Quien desea tiene contacto con su mediador cuando se
considera lo suficientemente cercano como para competir con él,
para envidiarlo.4
Una noción similar la ofrece Jean-Michel Oughorlian, quien nos
dice del deseo mimético, que lo mismo puede ser una fuente de
atracción o repulsión. Situación que explica mediante la relación
que el discípulo establece con el maestro: en un primer momento lo
toma como modelo admirable, pero una vez que considera que ha
llegado tan lejos como él, lo ve como un obstáculo, objeto de
envidia.5
La mediación interna es poco peligrosa cuando los hombres no
tienen apego a su comunidad y pueden resolver sus conflictos con el
método de fusión-fisión. Cuando hay espacio suficiente para el
nomadismo la envidia se banaliza, es decir, no se siente
dependencia por la comunidad.6 Pero una vez surgido el apego, sin
posibilidad o voluntad de escape, y establecidas unas jerar-

58
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

quías débiles, ¿cómo se mantiene el orden? Usar la fuerza una y otra


vez resulta suicida. La cultura crea entonces jerarquías y
prohibiciones que recubren con legitimidad la división del trabajo, la
propiedad privada y las desigualdades al tiempo que obligan a los
hombres a ser generosos y solidarios;7 a valorar los bienes internos
por encima de los externos.8 Pero ¿cómo surge esta cultura? De la
lección básica del sacrificio natural: al eliminar a uno se salvan los
demás. Sin embargo, para que esto suceda es necesario rememorar el
primer asesinato.9
De acuerdo a Jacques Attali la recreación premeditada del
sacrificio funda el "orden ritual". Es una forma que contiene, en las
dos acepciones del término, la violencia. En tanto sirve de
protección al grupo, es un poder colectivo. La víctima inmolada,
sangrando y sufriendo, hace un recordatorio a la comunidad: más
allá del nomos impuesto por el mismo sacrificio, no hay más que el
desorden de una violencia incontenible.10
Gomo dicen Pierpaolo Antonello yjoáo Cezar de Castro Rocha,
comentando a Girard:

en su lenta ascensión evolutiva, el hombre encuentra en el me-


canismo victimario un instrumento para controlar la escalada
mimética, que podría llegar a expandir la sed de venganza hasta el
paroxismo, en el interior del grupo. Canalizar la violencia colectiva
y enfocarla sobre un solo individuo considerado responsable de una
determinada crisis social (nacida, por lo demás, de causas total-
mente contingentes, como pueden ser el hambre o las epidemias)
permite a la comunidad reducir el caos al que periódicamente se
ve arrastrada.11

La cultura surgida del sacrificio crea "distinciones" para que los


individuos no quieran las mismas cosas12 y quede establecido un
orden de prohibiciones y reglas que haga posible la convivencia.13
Es decir, tiende a privilegiar los mediadores externos sobre los
internos y a establecer un sistema social que valora la cooperación.
La Gran Madre, los ancestros, los dioses, en fin,

59
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

los seres sobrenaturales sirven de modelo a imitar, pero como hay una
distancia enorme entre ellos y los hombres, no surgen conflictos.
Así, gracias al chivo expiatorio, a la cultura de las diferencias que
impone valores comunitarios y una conciencia colectiva muy poderosa14
se atenúan el odio y la envidia al tiempo que se instauran conductas que
contribuyen a la unidad del grupo, especialmente el don. Se trata de una
forma social que depende de la prohibición,

ya que nace y se desarrolla a partir de la renuncia a los objetos más


inmediatos y físicamente más accesibles. Eso es así porque tales
objetos son los que pueden dar lugar a las conductas agresivas de
acaparamiento y hacer renacer la violencia destructora hasta en las
células elementales de la comunidad (...). La renuncia al
acaparamiento inmediato crea una diferencia que conjura la rivalidad
mimética y define una relación social capaz de extender la
comunidad.15

A propósito de la generosidad como obligación, encontramos el fenómeno


del potlatch, ejemplo privilegiado de la práctica de dones y contradones,
de la búsqueda de status mediante la generosidad.

El potlatch (...) consiste en la donación solemne de riquezas con-


siderables, ofrecidas por un jefe a su rival a fin de humillar, de desafiar,
de obligar. El donatario debe borrar la humillación y recoger el
desafío: debe cumplir con la obligación contraída al aceptar la
donación; no podrá responder, más tarde, más que por un nuevo
potlatch, más generoso que el primero (...).
El don no es la única forma de potlatch: un rival queda desafiado
por medio de una destrucción solemne de riquezas. La destrucción es,
en principio, ofrecida a los ancestros míticos del donatario: se
diferencia poco de un sacrificio. Todavía en el siglo xix podía
acontecer que un jefe tlingit se presentara frente a un

60
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

rival para degollar esclavos en su presencia. Cuando vencía el plazo, se


respondía a la destrucción matando a un número de esclavos más
grande. Los tchoukchi del nordeste siberiano tienen instituciones
parecidas. Degüellan colleras de perros de gran valor: necesitan
impresionar y sofocar al grupo rival. Los indios de la costa noroeste
incendiaban aldeas o destrozaban canoas.16

De acuerdo con Michel Aglietta y André Orleán "dar es participar en la


repetición simbólica de la expulsión de la violencia por el asesinato de la
víctima expiatoria que ha fundado la comunidad". El pecado, como dice
Mircea Eliade, consiste en "olvidar". El recuerdo que guía las prácticas
sociales "reactualiza el mito", la violencia primordial, con el fin de
exorcizarla.17

Para mantener la cohesión social, es necesario, pues, dar mucho. Para


dar mucho, es necesario capturar mucho. Existe una necesidad
insaciable de nuevas víctimas de sacrificios y, ea las culturas que
desarrollan sustituciones simbólicas al sacrificio, nuevos objetos para
consagrar. La violencia es así rechazada hacia el exterior (...).
Por ser el don un acto sagrad» y no la acumulación, como en el
orden mercantil, es la fuente del poder y de la diferenciación social. El
que da mucho se obliga a la solidaridad social y encadena a los que han
recibido a la obligación de dar. El prestigio descansa en esa
conformidad con las prácticas rituales que constituyen la modalidad
social de una intensa circulación de los objetos.18

Hemos tomado el ejemplo del potlalch por su cercanía evidente al


sacrificio como institución que instaura el orden. Sin embargo, existen
otras instituciones que cumplen una función análoga, como las
mayordomías de las aldeas campesinas en México19 o el kula de los
melanesios.20
Sin embargo, este método de exteriorización de la violencia no funciona
a la perfección y los conflictos aparecen de nuevo:

61
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

si las rivalidades vuelven siempre a empezar después de cada con-


clusión sacrificial, no es porque el conflicto se haya extinguido
mal o de forma incompleta, sino porque siempre aparecen nuevos
objetos que suscitan nuevos deseos, los cuales suscitan a su vez
nuevas rivalidades que son calmadas finalmente a través de nuevas
intervenciones de la práctica sacrificial.21

La inestabilidad de estas sociedades es un elemento que la an-


tropología ha descrito con detalle a propósito del problema de la
envidia. Entre los navajos22 y los hopis de Norteamérica, los
aritama del norte de Colombia,23 los campesinos tradicionales de
México24 y los aldeanos de Jamaica,25 tribus dependientes en mayor
parte de la agricultura y el pastoreo que de la cacería y la
recolección,26 vemos lo que el antropólogo estadounidense Eric R.
Wolf llamó "envidia institucionalizada". El problema del conflicto
es omnipresente, pues el igualitarismo ha sido trastocado pero las
jerarquías son ineficaces.
Debido al sedentarismo los vínculos sociales se fortalecen, pues
los individuos conviven una y otra vez, día tras día, con las mismas
personas, sin posibilidad de escape en caso de un conflicto. Así es
que es mejor evitar los pleitos. El temor a la envidia de los otros27 y
a ser percibido como envidioso,28 lleva al "igualitarismo
simulado"29 y el acatamiento minucioso de las prohibiciones.30
En pocas palabras, estas sociedades temen las "crisis de distin-
ciones", ya sea por la debilidad de la legitimidad o por factores ex-
ternos.81 En tales momentos cada miembro del grupo pierde su
lugar; ya no hayjerarquías ni igualitarismo simulado, ni tampoco
hay diferencia entre el bien y mal. El mimetismo se ha encargado de
borrar las distinciones. Mientras más violenta es la competencia
mayor es la posibilidad de desencadenar el caos. Cuando éste se
extiende por el cuerpo social se corre el peligro de extinción de la
sociedad y sólo hay una solución: exagerar los escasos signos de
distinción que aún quedan. Los marginales, los enfermos, los
enanos, los criminales, en fin, todos aquellos

62
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

que poseen alguna "marca", se convierten en chivos expiatorios y el odio


-lo sagrado- se polariza sobre ellos.32 Aunque esas víctimas no hayan hecho
nada, la comunidad está de acuerdo en condenarlas, pues los individuos se
imitan unos a otros en la elección del "culpable". Más aún,

cuando no hay ninguna señal que propicie una victimización


determinada, se designará de todas maneras un chivo expiatorio. En el
momento decisivo, algo será interpretado como un signo, ¡y puede ser
cualquier cosa! Entonces, todo el mundo pensará que se ha encontrado
al culpable. En cierto modo, el mecanismo del chivo expiatorio
funciona como una falsa ciencia, un gran descubrimiento o una cosa
que se revela de repente y que cada cual puede constatar en los ojos de
sus vecinos, y es así como se refuerza la certeza que tiene la masa.33

El conflicto surgió entre los iguales que no aceptaban del todo las jerarquías
débiles ni los códigos que atenúan el mal de ojo.34 Sin embargo, la
colectividad considera que el culpable es alguien "exterior". Lejos estamos
de los tiempos en los cuales la "conciencia paradójica" aproximaba a
hombres y animales, atrás quedó también la igualdad. Ahora lo que importa
es hacer patentes las diferencias; pero éstas aún no son tan poderosas para
garantizar una calma duradera.
En la búsqueda de estabilizar las relaciones sociales y fortalecer las
distancias verticales, los hombres practican rituales sacrificiales.35 Es decir,
no esperan a que llegue una crisis, sino que la previenen produciéndola
artificialmente. Antes de los momentos de verdadera angustia aparece la
catarsis que fortalece las instituciones.36 Como explican Antonello y de
Castro,

La cuestión es cómo se desarrolla la cultura. Y la respuesta es que lo


hace a través del ritual. Para intentar impedir los episodios imprevi-
sibles -y frecuentes- de violencia mimética, las culturas organizan
momentos de violencia planificados, controlados, en fechas fijas,

63
Alma Imilila Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González UUoa Aguirre

ritualizados. Repitiendo sin cesar el mismo mecanismo del chivo


expiatorio, sobre víctimas de recambio, el ritual se convierte en una
forma de aprendizaje. Y dado que es la resolución de una crisis,
intervendrá siempre en el instante mismo de la crisis mimética. Así es
como llega a transformarse en una institución que calma, que hace
entrar en razón, cualquier forma de crisis, como puede ser la crisis de la
adolescencia, con los ritos de paso; la crisis de la muerte, que se
resuelve a partir de los ritos funerarios; la crisis de la enfermedad, a la
que da una salida la medicina ritual. No importa demasiado que la
crisis sea real o imaginaria, ya que una crisis imaginaria también puede
generar una catástrofe auténtica.37

El rito, al igual que símbolo y que el mito, es una referencia a otra cosa, es
repetición de algo más, una experiencia primigenia, quizás históricamente
inexistente pero de gran importancia. El rito sacrificial, es rememorar el
sacrificio natural, el primer sacrificio. Recordemos que "la repetición es el
invisible paso hacia atrás que acompaña cada gesto".3* Calasso comenta
las últimas páginas de Mythologiques de Lévi-Strauss, en donde se
analizan los rasgos esenciales del rito:

los sujetos que elaboran el mito siempre han tenido tendencia a


celebrar ritos. Lévi-Strauss los observa (...) y encuentra en sus acciones
ceremoniales aquella mezcla tan característica, hecha al mismo tiempo
de obstinación e impotencia, que explica cómo es posible que el ritual
posea siempre un lado maniático y desesperado. Aquí nos encontramos
en una tonalidad próxima a la de las observaciones de Freud sobre las
acciones obsesivas, sobre el ceremonial neurótico como descendiente
(y progenitor) de las prácticas religiosas. Cualquier actividad puede
convertirse en acción obsesiva en el sentido amplio del término,
cuando se complica con la adición de pequeños gestos y es ritmada
mediante pausas y repeticiones. Aparecen aquí contenidas en una frase
las dos peculiaridades que para Lévi-Strauss se han revelado al final
irreductibles en el rito: el desmigajamiento (en Freud: la elaboración de
pequeños

(v!
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

gestos) y la repetición. Pero ¿cuál es la función de ambos elementos?


Ante la gloria de lo Discontinuo, ante el majestuoso cortejo de las
oposiciones binarias que reconstituyen la civilización como ladrillos
algebraicos, el rito sigue testimoniando la infelicidad, la nostalgia sorda
que no se satisface con lo Discontinuo. Lévi-Strauss desvela aquí una
idea que le había acompañado como un molesto compañero: el rito no
sólo no duplican el mito en acción (sería una horrible contaminatió),
sino que prefiere incluso recorrer, respecto al mito, la dirección inversa.
El rito quiere reconquistar la fluidez de lo vivido (...). El rito quiere
sumergirnos de nuevo en ese elemento móvil que tiende constantemente
a escapar a través de las mallas de la red que el pensamiento mítico ha
arrojado sobre él para conservar únicamente los aspectos más
netamente contrastados. Empresa desesperada, que obliga a
Lévi-Strauss a recurrir a los términos de la vida afectiva (...), que ahora
se despliega amena-zadoramente, y justo en la manera que Freud ya
había descrito: desmigajando las operaciones que precisa hasta el
infinito y reprimiéndolas sin cansarse jamás, el ritual se dedica a un
minucioso remiendo, tapa los intersticios, y alimenta así la ilusión de
que es posible remontar el mito en sentido inverso, que se puede rehacer
lo continuo a partir de lo discontinuo. Su preocupación maniática por
descubrir, mediante el desmigajamiento y por multiplicar, mediante la
repetición, las más pequeñas unidades constitutivas de lo vivido traduce
una necesidad (...) de garantías contra cualquier cesura o interrupción
eventual que pudiera comprometer su desarrollo (...). En definitiva, la
oposición entre el rito y el mito es la del vivir y del pensar, y lo ritual
representa una degradación del pensamiento que es concedida a las
servidumbres de la vida (...). Este intento desesperado, condenado
siempre a la derrota, para restablecer la continuidad de un vivido
desmantelado por causa del esquematismo con que le ha sustituido el
pensamiento mítico constituye la esencia del ritual.39

El rito se reproduce minuciosamente, de forma maniática, neurótica,


porque de su correcto funcionamiento depende la exor-

65
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González L'lloa Aguirre

cización de la violencia. Algo similar ocurre con el mito: si no se


cuenta bien los hombres pierden la sabiduría ancestral y con ella,
las fórmulas rituales.40 Específicamente el rito sacrificatorio "se
basa en la contigüidad, en recorrer una y otra vez un sendero de lo
profano a lo sagrado, y de lo sagrado a lo profano". Aquí es donde
aparece el principio de sustitución, el cual "se sitúa en el reino de la
continuidad".41
Según Girard hay gran cantidad de mitos que tienen su origen en
actos verdaderos de violencia contra víctimas reales: "cualquier
significación mítica, tiene en su origen un homicidio real".4- Más
aún, el mecanismo del chivo expiatorio es una "máquina de hacer
mitos", es "el verdadero origen de todo lo religioso".43
El sociólogo encuentra mitos en diversas épocas y culturas que
narran la pérdida de diferencia entre el día y la noche, el sol y la
luna, los hombres y los dioses. También verifica que muchos de
ellos hablan del chivo expiatorio, que es siempre un personaje
marginal, superior o inferior al resto de la comunidad; es decir,
"externo", "sagrado". Aún cuando uno sabe que ha fallado en sus
deberes, se busca una "señal exterior en uno mismo", un demonio a
quien culpar, el espíritu de un muerto que tomó momentáneamente
nuestro cuerpo y nos desvío del camino.44
Aunque los mitos cambian con el tiempo, siempre buscan
exculpar a los linchadores. Algunos incluso narran la violencia
sobre el chivo expiatorio como muertes erróneas, en las que ni la
multitud ni la deidad tienen nada que ver. Su mecanismo social es
desconocido por quienes lo usan y Girard postula la máxima
durkheimiana: mientras menos sabemos, mejor funciona.45
Mitificar la violencia es exteriorizarla y llevar a cabo una
"cristalización mítica". El mito siempre es contado desde el punto
de vista de los perseguidores; por lo tanto, no nota la arbitrariedad
del asesinato, y no considera ni siquiera la posibilidad de que el
culpable tal vez sea inocente.

66
SOCIEDAD, VIOLENCIA YPODER * TOMO 1

Un tema frecuente de las mitologías es el asesinato del rey, que


como ya vimos, al principio siempre es un usurpador. Los rituales
monárquicos representan los crímenes del monarca y su sacrificio.
El antropólogo James Frazer encontró en diversas mitologías que el
apego a la tierra, la agricultura, y el asesinato del rey, son temas
estrechamente vinculados.46 Esto, debido a que los primeros
agricultores relacionaban la fertilidad con los dones masculinos del
monarca'17 y sobre todo, con que siga una conducta que agrade a los
dioses.
Recordemos que el subgrupo agresivo se mantiene siempre
inseguro en su posición, pues ejerce un poder que no es del todo
legítimo; está en la cima por su carisma. Más aún, los hombres
obedecen en tanto haya buena cosecha, no se sufra hambre y los
enemigos no roben los almacenes. Pero ¿qué pasa cuando estos
protectores fallan? En principio, son linchados, sustituidos o al
menos abandonados.48
Pero encuentran pronto un mecanismo para no sufrir a manos de
la multitud e incluso, para mantener su poder: otorgar un chivo
expiatorio. Así, el pueblo, en lugar de actuar en la inmolación de sus
fallidos líderes, observa pasivamente cómo ellos mismos sacrifican
a un tercero. He aquí una primera sustitución. Jacques Attali notó
que esto implica un nuevo modo de luchar contra el mal, más
mediado y controlado por la clase dominante. El sacrificio está en
manos de una casta especializada, es un método para luchar contra el
mal que, a diferencia del canibalismo, contribuye a la
jerarquización.49 En lugar de que cada hombre experimente la
catarsis, la inmolación tiene una dimensión, para la mayoría,
únicamente visual. En tanto se trata de un poder concentrado en
pocas manos, el del sacrificio ritual es un poder distributivo. r'°
Ante las dificultades, la élite culpa a uno de los suyos para no ser
sacrificada en su conjunto. Aunque con el tiempo esto se modifica,
el chivo expiatorio original, elegido por la aristocracia, es el
monarca.51

67
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz " Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Para que el ritual (sacrificatorio) produzca una institución política, un


poder monárquico, más bien que unas formas sacrificiales ordinarias,
que calificaríamos de propiamente dichas, ¿qué tiene que ocurrir? Es
necesario y suficiente que la víctima aproveche ese plazo para la
inmolación que se le concede para transformar en poder efectivo la
veneración terrorífica que le tienen sus fieles. Puede esperarse
entonces que tienda a prolongarse enseguida ese intervalo entre la
elección de la víctima y el sacrificio. Y esa prolongación, a su vez,
permitirá a la futura víctima asegurarse un dominio cada vez más real
sobre la comunidad. Llegará el momento en que ese dominio sea tan
efectivo, la sumisión de la comunidad tan servil, que el sacrificio real
del monarca resulta (...) inconcebible. La relación entre el sacrificio y
la monarquía es demasiado estrecha para disolverse de un solo golpe,
pero se modifica. Como el sacrificio es siempre sustitutivo, siempre es
posible realizar una nueva sustitución, sacrificar sólo un sustituto del
sustituto. (...) Al contrario, siempre que la soberanía de la víctima no
consigue cristalizar en un poder concreto, se producirá la evolución
contraria, la evolución hacia el sacrificio propiamente dicho.52

La autoridad del monarca deriva del mismo lugar que su fuerza como
chivo expiatorio: de sus "signos de exterioridad". El rey posee
conocimientos y dones fuera de lo normal. Como dice Marshall Sahlins a
propósito de los pueblos polinesios, "la realeza surge desde fuera de la
sociedad. El rey, es en un principio un extraño y una especie de terror". El
monarca es un extranjero, un ser divino. A propósito del asesinato del
capitán Cook, sabemos que

Para el pueblo de Hawai i, Cook había sido un mito antes de que fuese
un hecho, puesto que el mito fue el marco según el cual se interpretó su
aparición. Por consiguiente, Cook descendió en las islas procedente de
Kahiki, reino invisible y celestial situado más allá del horizonte, origen
legendario de graneles dioses, antiguos reyes y buenas cosas
culturales. Kahiki, un espacio reproductor

68
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

natural, era además el tiempo cultural original. De modo que los


hawaianos recibieron a Cook como la reaparición de su dios anual,
Lono, conocido especialmente como el patrono de la fertilidad agrícola.
Esto no impidió que lo mataran el 14 de febrero de 1779. Pero no bien
estuvo muerto, los jefes gobernantes hawaianos le dieron el rango de
predecesor divino.53

¡Vaya honor! Vemos entonces una ambigüedad inquietante: el rey, en tanto


responsable del cosmos, puede también convertirse en víctima
propiciatoria. Sin embargo, una vez que se han entronizado, los monarcas
suelen utilizar los recursos del poder para mantenerse ahí y más aún, vivos.
No obstante, el problema de los monarcas no termina cuando ya se han
entronizado. Girard nos recuerda que "en algunas monarquías africanas, la
muerte del rey abre entre sus hijos una querella sucesoria que les convierte
en hermanos enemigos"5' y que "la simetría conflictiva es lo que define la
relación fraterna".5a Por eso, los reyes deben recrear constantemente el mito
de la violencia original para que ésta no aparezca de manera espontánea.
Surgió así, una alianza duradera entre la casta sacerdotal y el monarca; y en
ocasiones incluso, la noción de que el monarca es también un sacerdote,
quizás incluso un dios.56
El rey ya no es eliminable pero las crisis de distinciones surgen
nuevamente. ¿A quién sacrificar ahora? Según Girard, a los prisioneros de
guerra, a quienes cometen crímenes y a los animales.
El arqueólogo David Carrasco57 sostiene que para los aztecas no hubo
identificación entre el hombre y el animal doméstico -i.e. el perro. Por lo
tanto, el sacrificio humano nunca fue sustituido por el de animales.
Entonces, como las élites eran ya bastante poderosas, desviaron el rol de
chivo expiatorio a los extranjeros. Comenzaron así las Guerras Floridas.
A propósito de la relación con la naturaleza, en la búsqueda de
seguridad frente a un medio que les parecía adverso, los hombres
comenzaron a domar y después a domesticar animales,58

69
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ullna Aguirre

pero no con una finalidad económica59 sino inmolatoria1'0 y para


crear contextos seguros -Espacios Transicionales de acuerdo la
categoría de Donald Winnicott-.111 Comenzó entonces la violencia
contra los animales "humanizados", con la finalidad de evitar o
disminuir los sacrificios humanos.
En La violencia y lo sagrado, Girard estudia la conexión entre el
sacrificio de animales de los dinka en el Alto Nilo y los rituales
monárquicos de diversas tribus africanas. En el fondo, se trata de lo
mismo, sólo que el animal ha sustituido al rey. Esto, gracias a los
rasgos monstruosos atribuidos a la víctima expiatoria. Sin embargo,
cuando los reyes adquieren poder suficiente para no ser
sacrificados, son asociados con tiburones o leones, animales
capaces de devorar hombres, o águilas, que todo lo observan desde
el cielo; o cualquier otro animal temible y respetable. Se trata de
depredadores difíciles de sacrificar, pues son indomables y la
identificación entre ellos y los crímenes humanos son
inverosímiles; la distancia entre estas bestias y los hombres es tan
grande como la distancia entre un faraón y un egipcio común.
Entre los dinka, el ritual sacrificial de la vaca consiste en hu-
millarla golpeándole los genitales; pero, una vez que ha muerto, se
convierte en objeto de veneración. En el esquema girardiano, el
ritual representa la muerte de un hombre que, en un pasado remoto,
transgredió las reglas culturales del sexo.112
Ahí en donde el sacrificio se consagró en tanto espectáculo
controlado por las élites, los vínculos sociales se estabilizaron y
duraron. El rendimiento aplazado se profundizó pues el grupo tenía
más confianza en unas relaciones que ahora consideraba
predecibles. En unas cuantas ocasiones, incluso llegó a generar tal
estabilidad que produjo civilizaciones.

70
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Notas

1
George Foster, Tzintzuntzan. Los campesinos mexicanos en un mundo en cambio, trad.
Porfirio Martínez, México, FCE, 1987 (Ia ed. en inglés, 1967), p. 125.
2
Ihid., p. 139.
3
Rene Girard, Mentira romántica y verdad novelesca, tr. Joaquín Jordá, Barcelona,
Anagrama, 1985 (Ia ed. en francés, 1961), p. 14.
4
Bertrand Russel hizo la misma dicotomía al expresar que la fórmula contra la
envidia era la admiración. Cfr. Bertrand Russel, La conquista de la felicidad, trad. Roberto
Mares, México, Grupo Editorial Tomo, 2006 (Ia ed. en inglés, 1930), p. 76.
5
Cfr.Jean-Michel Oughorlian, Thepuppet ofdesire: thepsychology ofhysteria, possession
and hypnosis, trad. Eugene Webb, 1991 (Ia. ed. en francés, 1982), p. 4.
6
El mal de ojo está siempre relacionado con la "concentración". La mirada perifé
rica de la conciencia paradójica, impide la focalización necesaria para emitir el rayo
de la envidia. Cfr. Pierre Bettez Gravel, The malevolent eye. An essay on the evil eye, fertility
and the concept ofmana, Nueva York, American University Studies, 1995, p. 6.
7
Incluso se invita a competir en generosidad, no en acumulación. Cfr. Paul Du-
mouchel y Jean Pierre Dupuy, L'enfer des choses. Rene Girard et la logique de l'economie,
París, Seuil, 1979, p. 162.
Marshall Sahlins muestra con numerosos ejemplos el vínculo entre el elevado status y la
generosidad. En pocas palabras, en el mundo primitivo, quien quiere ser jefe debe ser el que
más da a la comunidad.
"Entre la mayoría de los pueblos primitivos (...) la generosidad es un atributo esencial del
poder. Desempeña un rol incluso en aquellas culturas rudimentarias donde la noción de
propiedad se resuelve en un simple puñado de objetos rudimentarios. Aunque el jefe no parece
estar en una posición privilegiada, desde el punto de vista material, tiene necesariamente bajo
su control cantidades excedentes de alimentos, herramientas, flechas y ornamentos, los cuales,
a pesar de ser insignificantes en sí mismos, tienen, sin embargo, importancia en relación con la
pobreza prevaleciente. Cuando un individuo, una familia, o todo un grupo desean o necesitan
algo, es al jefe a quien deben recurrir con su pedido. La generosidad es (...) el primer atributo
que se espera que tenga un nuevo jefe". Marshall Sahlins, Economía en la edad de piedra, trad.
E. Muñiz y E. Fondevila, Madrid, Akal, 1983 (Ia ed. en inglés, 1972), p. 150.
8
Es característico de los bienes externos que, si se logran, siempre son propiedad
y posesión de un individuo. Además, cuantos más tenga alguien menos hay para los
demás. A veces esto es así necesariamente, como sucede con el poder y la fama y a
veces depende de circunstancias contingentes, como sucede con el dinero. Dichos bie
nes son objeto de una competencia en la cual debe haber perdedores y ganadores.
Por el contrario, los bienes internos son logrados gracias al ejercicio de una virtud; no
están en relación con la obtención de bienes escasos y envidiados sino con modelos
admirables. Los componentes de cualquier práctica que contenga bienes internos y modelos,
son las virtudes de la justicia, el valor y la honestidad. Las prácticas florecen en las
comunidades que dan un papel predominante a la ética y carecen de sentido en donde no se
valoran las virtudes (i.e. las sociedades modernas). Cfr. Alasdair Maclntyre, Tras la virtud,
trad. Amelia Valcárcel, Barcelona, Crítica, 1987 (Ia ed. en inglés, 1984), pp. 235 y ss.

71
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

9
Después de una reflexión acerca del mimetismo inspirado en el mediador interno que
lleva a la venganza y después al círculo vicioso de venganzas interminables en tanto los
rivales se imitan mutuamente, Girard concluye: "en un universo en el que el menor conflicto
puede provocar desastres, de la misma manera que la menor hemorragia en un hemofílico, el
sacrificio polariza las tendencias agresivas". Rene Girard, La violenciay lo sagrado, trad.
Joaquín Jordá, Anagrama, Barcelona, 1983 (1* ed. en francés, 1972), p. 25.
'" "La víctima ritual jamás sustituye a tal o cual miembro de la comunidad o incluso
directamente a la comunidad entera: sustituye siempre a la víctima propiciatoria. Como esta
víctima sustituye a su vez a todos los miembros de la comunidad, la sustitución sacrificial (...)
protege a todos los miembros de la comunidad de sus respectivas violencias pero siempre a
través de la víctima propiciatoria". Ibid., p. 110.
" Rene Girard (conversaciones con Pierpaolo Antonello yjoáo Cezar de Castro Rocha),
Los orígenes de la cultura, trad. de José Luis San Miguel de Pablos, ed. Trolla, 2006 (Ia ed.
en francés,2004), p. 14.
12
Al menos no al mismo tiempo.
1:
Una de las distinciones más importantes tiene que ver con las mujeres. Como ya notó
Thorstein Veblen, en la medida en que una sociedad anima la vanidad de los hombres,
comienza la competencia por las féminas.
"La importancia sociológica de la captura de mujeres es mayor que la económica o
sexual. Las mujeres desempeñan la función simbólica de trofeos que demuestran valor sagaz
de su aprehensor. Son adecuados sujetos de mando y coacción; el sojuzgarlas sirve al honor y
la vanidad del que las ha capturado, y es muy grande su utilidad en este sentido. Pero ya que la
subyugación del hombre sobre las mujeres prueba su valor sagaz, es incompatible con la utilidad que
representan como trofeos el hecho de que otros hombres se tomen libertades con estas mujeres, pues
ellas patentizan la relación coercitiva del aprehensor. Una mujer capturada no se comparte en
la forma en que se consume colectivamente un bien capturado en las sociedades primitivas.
La mujer es el único sujeto que el hombre depredador puede reclamar en virtud de su fuerza
demostrada; y a medida que esta práctica se convierte en costumbre, el derecho
consuetudinario de uso y abuso de un objeto, que obviamente no forma parle orgánica de su
persona, constituye la relación de dominio, tal como se entiende ingenuamente añade con ironía
Veblen". John, P. Diggins, El bardo del salvajismo. Thorstein Veblen y la teoría social
moderna, trad. Eduardo L. Suárez, México, FCE, 1978 (11a ed. en inglés, 1977), p. 107.
Por ello tiene especial importancia reglamentar el matrimonio, sobre todo, dejar en
claro quién se puede casar con quién. He aquí la relevancia de la prohibición del incesto, es
decir, de casarse con mujeres del grupo al que uno pertenece. De esta manera, en lugar de
generar conflictos intestinos, los matrimonios producen alianzas con otros grupos; al crearse
el vínculo de los cuñados, se atenúan o eliminan los conflictos. Cfr. Lévi-Claude Strauss, Las
estructuras elementales del parentesco, II, trad. Marie Therése Cevasco, Planeta-Agostini,
1993 (1" ed. en francés, 1949), pp. 555 y ss.
De su lectura crítica de Las estructuras elementales, Girard concluye: "la prohibición es
primero (...). Aterrorizados por la mala reciprocidad endogámica, los hombres retroceden
apresuradamente hacia la buena reciprocidad del trueque exogámico (...) Hay que concebir la
familia en función de la prohibición y no la prohibición en función de la familia". Rene
Girard, La violenciay lo sagrado, pp. 246-247.

12
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

" Aron, parafraseando a Durkheim explica la conciencia colectiva como "elconjunto de


creencias y sentimientos comunes al término medio de los miembros de una sociedad (...). La
fuerza de esta conciencia colectiva va de la mano con la extensión. En las sociedades
primitivas, no sólo la conciencia colectiva cubre la mayor parte de la existencia individual,
sino que los sentimientos experimentados en común tienen una fuerza extrema que se
manifiesta en el rigor de los castigos infligidos a quienes violan las prohibiciones. Cuanto más
fuerte la conciencia colectiva, mayor la indignación contra el crimen, es decir contra la
violación del imperativo social". Raymond Aron, Las etapas del pensamiento sociológico, II,
pp. 27-28. Curioso es que al hablar de la conciencia colectiva y referirla al crimen, el padre de
la sociología no la vinculara con el chivo expiatorio.
15
Michel AgliettayAndré Orleán, La violencia de la moneda, traducción de Ángel de
la Vega Navarro, México, Siglo xxi editores, 1990 (Ia ed. en francés 1982), p. 204.
16
Georges Bataille, La parte maldita. La noción del gasto, trad. Francisco Muñoz de
Escalona, Barcelona, Icaria, 1987 (Ia ed. en francés, 1947), pp. 103-104.
" Cfr. Mircea Eliade, Lo sagrado y lo profano, pp. 76-77.
18
Michel Aglietta y André Orleán, La violencia de la moneda, p. 205.
19
Cfr. George Foster, Tzintzuntzan, pp. 193 y ss.
'-" Cfr Jacques Attali, Los tres mundos, pp. 148-149.
21
Rene Girard, Los orígenes de la cultura, pp. 59-60.
22
"Se da una relación directa entre la envidia y la sospecha de brujería. Entre los
navajos, una persona se convierte en brujo (arte que debe heredarse del padre o de la
madre) para vengarse, para hacerse rico o simplemente para causar mal casi siempre
por envidia. (...)
Un modo especial de frenesí de brujería (...) es el de la hechicería por envidia, dirigida
(...) contra los de mejor posición económica. Un navajo se lo explicaba asía Kluckhohn: Esta
especie de hechicería aparece cuando la gente advierte que alguien consigue siempre lo mejor de
la vida: buenos hijos, buena esposa. Mire ud. aquel hombre que está allí: es malo y acaso esté
pensando: Voy a destruir este hermoso lugar". Helmut Schoeck, La envidia y la sociedad, trad.
Marciano Villanueva Salas, Madrid, Unión Editorial, 1999 (Ia ed. en alemán, 1968), p. 101.
28
Los antropólogos colombianos Gerardo y Alicia Reichel Dolmatoff pasaron más "de un
año en la aldea de mestizos de Aritama (...). Descubrieron que el factor determinante de esta
cultura era (...) el miedo de todos a la envidia de todos los demás. Sólo hay una explicación
para cualquier tipo de acontecimiento inesperado: la envidiosa magia negra de otro habitante
de la aldea. Aunque algunas personas están, en general, más allá de toda sospecha, por
principio todo adulto es un enemigo en potencia, que puede estar tramando en secreto una
magia funesta. Los habitantes de Aritama no creen en la posibilidad de una muerte natural.
Toda enfermedad es causada por un enemigo. Las pérdidas económicas, una mala cosecha, las
enfermedades del ganado o incluso la súbita manifestación de malas cualidades de carácter, la
embriaguez, la violencia, la impotencia, la pereza, la infidelidad, todo esto se interpreta
siempre como resultado de las intenciones hostiles y envidiosas de un tercero". Ibid., p. 121.
24
Osear Lewis hizo en 1951 una descripción a través de la cual se advierte cómo en una
aldea mexicana "el miedo a la envidia de los demás domina cada detalle de la vida, cada acción
consciente. Las personas se crean una zona de seguridad mediante secretos (...) a través del
temeroso ocultamiento de cuanto es privado. Todo el mun-

73
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

do se muestra concentrado y evita cualquier tipo de familiaridad: El hombre que habla pocas
veces, que desempeña por sí mismo todas sus tareas y guarda la distancia entre él y los otros,
corre menos peligro de crearse enemigos, de ser criticado o de atraerse la envidia ajena, En
general, nunca se discuten con los demás los propios proyectos, por ejemplo sobre compras o
ventas o sobre la decisión de emprender un viaje (...). Una mujer jamás cuenta a las vecinas, y
aun ni siquiera a sus parientes, que espera un niño, que está trabajando en hacerse un vestido
nuevo o que prepara algo especial para la cena.
Vemos aquí con toda claridad el temor a la envidia, el mal de ojo que amenaza a todo
cuanto todavía pertenece a nuestro futuro y posee un valor estimable. Algo de este temor
sigue alentando en muchos hombres cultos. Algunas de las cosas futuras que anhelamos o
esperamos nos las reservamos para nosotros mismos hasta que se producen o son ya
completamente seguras". Ibid., p. 118.
25
Haciendo referencia al estudio de A. Cohén, "Four categories of interpersonal
relationship in the family and community in a jamaican village", Schoeck concluye:
"Sea cual fuere el grado de bienestar de un habitante de la aldea, está convencido de
que a todos los demás aunque sean evidentemente más pobres les va mejor que a él y
que han amasado más dinero". ídem.
26
Cfr. George Peter Murdock, Atlas ofworld cultures, p. 124.
27
Por ejemplo, a ser víctima de la brujería.
28
Le. al ser convertido en chivo expiatorio por acusaciones de robo o destrucción
de la propiedad de los demás.
29
Estos hombres se conocen demasiado, están demasiado cerca los unos de los
otros y por tanto, tienden a observar con detalle al vecino. No creen en la igualdad,
exageran aún las más pequeñas diferencias.
3tí
"Los indios hopi conocen el peligro de la envidia. Una de sus normas capitales es nunca
alabarse o jactarse. La gente puede robar las cosas del jactancioso o dedicarse a hechicerías
malévolas contra él. Una persona ideal, según las concepciones de los hopi, condena la
envidia como actitud espiritual inútil. Un hopi debe desterrar siempre de su cabeza todo
pensamiento de envidia. Los motivos que pueden provocar envidia son, entre los hopi, los
mismos que en todas partes: Un hombre siente envidia de otro porque tiene más dinero o
mejor casa. Tu corazón está apenado porque otra persona tiene más dinero que tú. Te dices a ti
mismo: eso tendría que tenerlo yo. Pero semejantes reflexiones son inútiles. En la lengua hopi
existe la palabra unangtupuiga, que (...) significa está enfermo en su corazón y que los
etnólogos estadounidenses traducen por envious, jealous". Helmut Schoeck, La envidia, p.
102.
'M Jared Diamond ha narrado cómo, a lo largo del siglo xvn, los habitantes de la Isla de
Pascua, enfrentando una catástrofe medioambiental provocada por ellos mismos,
comenzaron a sufrir la crisis de las diferencias: primero, al desconocer la autoridad del rey y
la nobleza, después, al desconocer la diferencia entre lo comestible y lo no comestible y
practicar, después de siglos de no hacerlo, el canibalismo. Al no encontrar un chivo
expiatorio capaz de calmar los ánimos, la consecuencia fue la guerra civil y la extinción de
una forma compleja de organización social. Cfr. Jared Diamond, Colapso. ¿Por qué unas
sociedades perduran y otras desaparecen?, trad. Ricardo García Pérez, México, Libro de
Bolsillo, 2007 (Ia ed. en inglés, 2005), cap. 2, esp. 150 y ss.
32
El antropólogo norteamericano Edward S. Gifford ha descrito lo extendida que es la
creencia de que aquellos que tienen algún defecto físico -especialmente en los ojos-, son
vistos como sospechosos permanentes, pues en principio, son quienes tienen

74
SOCIEDAD, VIOl.ENCIAYPODER * TOMO 1

más motivo para hacer el mal, ya que suelen estar resentidos. Cfr, Edward S. Gifford,
Theevüeye. Studies in thefolklore of visión, Nueva York, The Macmillan Company, 1958, pp.
20 y ss.
:
" Rene Girare!, Los orígenes de la cultura, p. 67.
" De estas sociedades, aún en muchos sentidos primitivas, aunque ya no igualitarias, surgió
la creencia en el mal de ojo, como forma de condenar a quienes no estaban dispuestos a
cooperar plenamente con el grupo. Cfr. Pierre Bettez Gravel, The male-volent eye. An essay on
the evil eye, fertilily and the concept ofmana, Nueva York, American University Studies, 1995,
p. 8.
S3
El vínculo entre las jerarquías y el sacrificio es notorio en los demonios védicos, "que
siempre intentaban derrocar a los dioses y usurpar su lugar. A fin de alcanzar su objetivo,
debía debilitar el rita", el orden ritual. Para ello operaban "dondequiera que un rey se
interpusiera en el camino de los brahmanes o de la celebración normal del sacrificio. Lo
mismo podía aplicarse a cualquier intromisión en la estructura de clases, pues las clases no se
definían tan sólo por el papel social que cada una de ellas desempeñaba, sino por la relación
que guardaban con el sacrificio. Tales intromisiones socavaban el mundo ordenado. Si no se
ponía freno a ellas el cosmos quedaría desintegrado en el caos. En la práctica, cualquier sequía
demasiado prolongada se interpretaba como una manifestación del caos y como señal de que
no se habían ofrecido los sacrificios adecuados".
De la misma manera que "en cierta ocasión habían intentado evitar la creación del mundo
ordenado, los demonios pugnaban ahora por perjudicar el mundo y a los seres humanos y
animales que lo habitaban. Amenazaban las propiedades, buena suerte, salud y vida". Eran
seres que vagaban por el mundo "en parejas o en bandas enteras". Para engañar a sus víctimas
podían tomar forma humana, sobre todo de mujer, "pero distorsionada, de ojos amarillos y tres
cabezas". También podían irrumpir como reptiles o serpientes. "El pueblo imploraba a Agni,
el dios del fuego, para que mantuviera a raya a aquellas criaturas. Responsables de la
enfermedad. En situaciones críticas, tales como la muerte de un familiar o un parto, una
persona era especialmente propensa a caer víctima de demonios".
Los "seres humanos podían aliarse con demonios. El enemigo podía valerse de un
demonio para estropear un sacrificio. Los hechiceros podían servirse de los demonios y de esta
forma convertirse ellos mismos en una suerte de demonios. También podía suceder que toda
una categoría de seres humanos pasase a considerarse demoníaca. Tal era el caso de los
llamados dasas, las gentes de piel oscura que ocupaban el norte de la India cuando llegaron los
indoarios. En las leyendas se observa con frecuencia la demonización de los dirigentes de los
dasas". Norman Cohn, El cosmos, el caos, pp. 90-91.
:!
" "La violencia original es única y espontánea. Los sacrificios rituales, por el contrario, son
múltiples; se repiten hasta la saciedad. Todo lo que escapa a los hombres en la violencia
fundadora, el lugary la hora de la inmolación, la elección de la víctima, es determinado por los
propios hombres en los sacrificios. La empresa ritual (....) intenta realmente sacar de la
violencia fundadora una técnica del apaciguamiento catártico. (...) El rito está llamado a
funcionar al margen de los periodos de crisis aguda, desempeña un papel que (...) no es
curativo sino preventivo (...).
El sacrificio ritual está basado en una doble sustitución; la primera, la quejamás se
percibe, es la sustitución de todos los miembros de la comunidad por un solo; se basa

75
Alma hnelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

en el mecanismo de la victima propiciatoria. La segunda, única exactamente ritual, se


superpone a la primera; sustituye la víctima original por una víctima perteneciente a una
categoría sacrificable. La víctima propiciatoria es interior a la comunidad, pero la víctima
ritual es exterior, y es preciso que lo sea, puesto que el mecanismo de la unanimidad no juega
automáticamente en favor suyo". Rene Girard, La violenciay lo sagrado, p. 110.
:i/
Rene Girare!, Los orígenes de la cultura, p. 67.
38
Roberto Calasso, La ruina de Kasch, p. 197.
89
lbid., pp. 202-203.
411
"Los mitos son las grandes producciones del Orden ritual. Cuentan por qué hay que
conjurar la violencia, cómo amenaza a cada uno y la colectividad y cómo, para conjurarla,
hay que diferenciar a los individuos para eliminar su rivalidad, y ensañarse sólo con un chivo
expiatorio". Jacques Attali, Los tres mundos. Para una teoría de lapost crisis, trad. Pilar
Calvo, Madrid, Ediciones Cátedra, 1982 (la ed. en francés, 1981), p. 144.
" Roberto Calasso, La ruina de Kasch, p. 204.
42
Rene Girard, La violencia >> lo sagrado, p. 207.
1:
lbid., p. 223. "Si se analizan los grandes relatos originales y los mitos fundadores, es
posible darse cuenta de hasta qué punto éstos proclaman el papel fundamental y fundador de
la víctima única y su asesinato unánime (...).
En la mitología sumeria las instituciones culturales surgen del cuerpo de una víctima
única, Ea, Tiamat, Kingu. Y lo mismo ocurre en la India: el sistema de castas tiene su origen
en el despedazamiento de la víctima primordial, Purusha, a manos de una multitud
enloquecida. Mitos similares aparecen también en Egipto, China, los pueblos germánicos,
prácticamente en todas partes.
La potencia creadora del asesinato se concreta a menudo en la importancia concedida a
los fragmentos de la víctima. Se considera que de ellos se originan determinadas
instituciones, clanes totémicos, subdivisiones territoriales e incluso el vegetal o animal que
proporciona el alimento principal de la comunidad.
El cuerpo de la víctima se compara en ocasiones a una simiente que habrá de
descomponerse para germinar. Germinación inseparable de la restauración del sistema
cultural, deteriorado por la crisis anterior, o de la creación de un sistema totalmente nuevo,
que suele aparecer como el primero jamás engendrado, como una especie de invención de la
humanidad. Si el grano no muere antes de ser sembrado, quedará solo, pero si muere,
producirá muchos frutos". Rene Girard, Veo a Satán caer como el relámpago, trad. Francisco
Diez, del Corral, Barcelona, Anagrama, 2002 (Ia ed. en francés 1999), pp. 115-116.
" Por ejemplo, babilonios y asirios consideraban que los demonios utukku eran los
responsables del mal de ojo, de la envidia que uno sufría. Cfr. Edward S. Gifford, The evil
eye, p. 5.
43
"Los hombres consiguen evacuar con mucha mayor facilidad su violencia cuando
el proceso de evacuación no se les presenta como propio, sino como un imperativo
absoluto, la orden de un dios cuyas exigencias son tan terribles como minuciosas".
Rene Girard, La violenciay lo sagrado, p. 21.
Roger Caillois, durkhemiano fiel, sabedor de que para funcionar la religión no debe ser
vista como un mecanismo social, escribió, a propósito de los años del Co-

76
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

llege de Sociología (1937-39): "Bataille (...) poco disimulaba su intención de recrear un


elemento sagrado, virulento y devastador, que terminaría por imponerse gracias a su contagio
epidémico, y exaltar a quien hubiera sido el primero en sembrar su germen.
Durante una ele las reuniones privadas confío su idea a Alejandro Kojevnikov (...). Este
respondió que semejante taumaturgo no tendría más oportunidad que ser arrebatado, a su vez,
por la sacralización desencadenada por él que un prestidigitador de persuadirse de la existencia
de la magia y asombrarse de sus propios juegos de manos. Yo estaba convencido de ello. Pero
Bataille, que tenía la asombrosa facultad de montar en cólera a voluntad, pasó por alto el
argumento. Además, no lo decía todo. Esperaba constituir el foco inicial de la expansión
irresistible de lo sagrado mediante un gesto ritual irreparable, consistente (...) en un sacrificio
humano consentido, para el cual contaba ya con la víctima y había obtenido de ella (...) un
certificado destinado a la justicia, que exculpaba de antemano al asesino. Tanta cautela, por
otra parte tan útil, no concordaba con la explosión salvaje de lo sagrado que debía volver a
vigorizar una sociedad sin fervor". Roger Caillois, Acercamienlos a los imaginario, trad. José
Andrés Pérez Carballo, México, FCE, 1989 (1* ed. en francés, 1974), pp. 77-78.
Irónicamente, la lamentación de Bataille por el triunfo del individualismo en Europa, que
es justo lo que pretendía barrer con el retorno de lo sagrado, tuvo lugar un año antes del inicio
de la Segunda Guerra Mundial, cuando el liberalismo fue barrido por el entusiasmo y el pánico
colectivos.
46
"Respecto a los antiguos egipcios, sabemos por la autoridad de Manetón que
acostumbraban a quemar hombres pelirrojos y aventar sus cenizas con abanicos, y es
altamente significativo que este bárbaro sacrificio se ofreciese por el rey en la tumba de Osiris.
Podemos conjeturar que las víctimas representaban a Osiris mismo, el cual era muerto,
desmembrado y enterrado un año tras otro, en sus diversas personificaciones, para que pudiera
vivificar la simiente en la tierra.
Es posible que en tiempos prehistóricos los reyes mismos representasen el papel del dios
y en este carácter fuesen muertos y despedazados. Lo mismo de Set que de Osiris se decía que
había sido troceado después de un reinado de 18 días, lo que se conmemoraba por una fiesta
anual de la misma duración. Según una tradición, Rómulo, primer rey de Roma, fue cortado en
pedazos por los senadores, que enterraron después sus fragmentos en el suelo; la tradicional
fecha de su muerte el 7 de julio, se celebraba con ciertos curiosos ritos que aparentemente
estaban conectados con la fertilización artificial de la higuera. También la leyenda griega nos
cuenta que Penteo, rey de Tebas, y Licurgo, rey de los edonios de Tracia, se opusieron al dios
de la vid Dionisos y cómo los impíos monarcas fueron destrozados, el uno por las bacantes
frenéticas y el otro por caballos. Las tradiciones griegas pueden muy bien haber desfigurado
las reminiscencias de una costumbre de sacrificio de seres humanos, y especialmente de reyes
divinos, en su carácter de Dionisos, dios que recuerda a Osiris en muchos puntos y que, como
éste, fue descuartizado miembro a miembro. Sabemos que en Chío descuartizaban hombres
como un sacrificio a Dionisos, y puesto que ellos sufrían la misma clase de muerte que su dios,
es razonable suponer que le personificaban. La fábula del tracio Orfeo, que fue del mismo
modo destrozado miembro a miembro por las bacantes, nos parece indicar que también
pereció en el carácter de dios. Es significativo que del tracio Licurgo, rey de los edonios, se
dijera que había sido muerto con objeto de que la tierra, que se había hecho estéril, recobrase la
fertilidad (...).

77
I

Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Los indígenas de Kiwai, isla situada en la desembocadura del río Fly, en la Nueva
Guinea Británica, cuentan de un cierto mago llamado Segera que tenía por tótem el sagú.
Cuando Segera llegó a viejo y enfermó, dijo a las gentes que moriría pronto, mas no obstante
él obligaría a sus huertos a producir. Con este objeto, les instruyó para que cuando muriera le
cortasen en trozos y colocasen los pedazos de su carne en los huertos, pero que su cabeza se
enterrara en su propio huerto. Se dice que él sobrepasó la edad corriente y que ninguna
persona conoció a su padre, mas él consiguió hacer bueno el sagúyya. nadie pasó hambre.
Viejos que vivían hace algunos años afirmaban haber conocido en su juventud a Segera
y la opinión general de la gente de Kiwai es que Segera había muerto hacía dos generaciones
(...).
En suma, las leyendas señalan la extendida práctica de desmembrar el cuerpo de un rey o
mago y enterrar los trozos en diferentes partes del país para afirmar la fertilidad del terreno y
probablemente también la fecundidad de hombres y bestias". James Frazer, La rama dorada.
Magia y religión, trad. Elizabeth y Tadeo I. Campuzano, México, FCE, 1981. (Ia ed. en inglés,
1890), pp. 435-436.
47
De ahí títulos como el "Rey Fructífero" o el "Rey Fructificador", asociados por
ejemplo a Dionisio en Grecia, que según Frazer, originalmente era una referencia a
un ancestro que anteriormente fue un monarca. Cfr. Ibid., p. 445.
48
"El rey de Yukún en Nigeria era un ente sagrado, cuya vida se movía dentro de
límites estrictamente observados. Su tarea más noble no era la de conducir a su pueblo
a la lucha como guerrero o de destacarse por una sabia administración de su país.
No importaba que fuese una gran personalidad; más bien se le consideraba como el
continente viviente del que fluían las fuerzas que aseguran fertilidad a la tierra y ger
minación a los granos, y con ello brinda vida y bienestar al pueblo. A la conservación
de estas fuerzas servían las ceremonias que determinaban el transcurso de sus días y
años.
El rey rara vez aparecía en público. Su pie descalzo no debía rozar el suelo, pues la
consecuencia habría sido el marchitarse de los frutos del campo; tampoco debía recoger nada
de la tierra. Si se caía del caballo, en otro tiempo se le daba muerte. A nadie estaba permitido
mencionar que estaba enfermo. Si se veía afectado por una enfermedad seria se le
estrangulaba en silencio. Escuchar el gemir de un rey enfermo, así se decía, habría creado
confusión entre el pueblo. Estornudar le estaba permitido: cuando el rey de Yukún
estornudaba, los hombres presentes se golpeaban los muslos con murmullos de aprobación.
Era indebido hablar de su cuerpo o dar la impresión de que tenía un vientre humano
ordinario. En vez de ello se usaba una palabra especial, que sólo se dedicaba a su persona. Esa
palabra designaba toda acción suya, pero también el mandato que se originaba en su boca.
Cuando el rey debía cenar, funcionarios especiales emitían prolongados gritos, otros se
daban por una docena de veces sonoros golpes sobre los muslos. En el palacio como en toda
la ciudad comenzaba entonces a reinar el silencio, las conversaciones se apagaban, cada uno
dejaba de lado el trabajo. La cena del rey era sagrada y le era servida como a una divinidad,
en solemne ceremonial. Cuando había terminado, nuevos gritos y golpes, repetidos por los
funcionarios en el patio exterior, anunciaban que trabajo y palabra estaban nuevamente
permitidos.
Si el rey montaba en cólera, si señalaba a alguien con el dedo, si enfurecido golpeaba el
suelo con el pie, ello era acompañado por la más espantosa de las conse-

78
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

cuencias para todo el país. Entonces era indispensable calmarlo a tiempo por todos los medios.
Su saliva era sagrada. Su pelo y uñas, cortados, los guardaba en un bolso él mismo, cuando
moría eran enterrados con él. En ceremonial invocación se le llamaba en alusión a sus fuerzas
fertilizantes: Nuestro grano de Guinea, nuestro maní, nuestras alubias. Se le atribuía poder
sobre la lluvia y vientos. Una sucesión de sequía y malas cosechas daba testimonio de un
disminuir de su fuerza y entonces en secreto y de noche se le estrangulaba.
Un rey nuevamente elegido debía dar tres vueltas corriendo en torno a una colina, y
durante ese tiempo los grandes lo trataban a empujones y puñetazos. Se le otorgaba una
oportunidad ulterior y debía matar a un esclavo; si solamente lo hería, otro entonces lo mataba
con lanza y navaja real". Elias Canetti, Masa y poder, pp. 411-412.
49
En una descripción retomada por Jacques Attali, de Bernardino de Sahagún,
encontramos una superposición fascinante: ios sacrificios llevados a cabo por una
élite, que escenifican la lucha contra el mal y, por otra parte, los restos de los cuer
pos sacrificados, que son recogidos por los sacerdotes menores y que son devorados
democráticamente entre los integrantes de esos cultos. Había entonces, una religión
oficial, sacrificial, que fortalecía el poder central del Imperio, y muchas religiones
vernáculas, con las cuales la gente común llevaba a cabo los ritos tradicionales.
"Hasta el siglo xv subsisten reinos caníbales, tal como los describen los observadores del
Imperio azteca: Los prisioneros de guerra constituían la principal fuente de alimentación de
los dioses aztecas. Una vez habían subido los peldaños de las pirámides hasta los templos, cuatro
sacerdotes se apoderaban de ellos, los colocaban sobre el altar de piedra y un quinto sacerdote les
abría el pecho con un cuchillo de obsidiana. Inmediatamente, el corazón de la victima —dice la
costumbre que palpitaba aún— era arrancado del cuerpo y quemado como ofrenda. El resto del
cuerpo rodaba hacia abajo por los peldaños de la pirámide, deliberadamente construida en
abrupta pendiente con miras a esta función. La descripción de Bernardino de Sahagún no deja
lugar a dudas: Después de haber arrancado el corazón y vertido la sangre en una calabaza que
recibía el amo del hombre abatido, hacían rodar el cuerpo sobre los peldaños de la pirámide. Se
detenía abajo, en una pequeña plaza. Allí, algunos ancianos (...) se apoderaban de él y lo llevaban
hacia su templo tribal donde lo desmembraban y despedazaban para comérselo. (...) Cuando la
consagración de la gran pirámide de Tenochtitlán en 1487, cuatro hileras de prisioneros, cada
una de las cuales se extendía a lo largo de tres kilómetros, fueron sacrificadas por un equipo de
verdugos que trabajaron díay noche durante cuatro días". Jacques Attali, El orden caníbal, p.
26.
La presencia simultánea de dos religiones —una escenificada por una élite mediante
rituales complejos, y la otra, popular y tribal-, aparece en otras civilizaciones, como la egipcia
y la mesopotámica. Cfr. Franco Cimmino, Vida cotidiana de los egipcios, p. 91, Michael
Mann, Las fuentes del poder, I, p. 231 y ss.
50
"Desde entonces la protección contra el mal no exige ya comer a los muertos, sino
comunicar con los Dioses, sea comiéndolos, sea destruyendo tino de sus mediadores.
Sacrificios y ofrendas se hacen con vistas a obtener perdón y curación. Son negociación,
mediación y comunicación organizada con los Dioses.
El Orden caníbal, ya demasiado peligroso, demasiado costoso en vidas humanas,
demasiado poco gratificable para el hombre, se ritualiza. Entre la denuncia y la separación
surge una estrategia intermedia, la negociación con el mal. Un mediador intercede e intenta
rechazar el mal sin tener que destruirlo: el sacerdote, primer curador". Jacques Attali, El orden
caníbal, p. 35.

79
Alma hnelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz ■ Pablo Añilando González Ulloa Aguiíre

51
"Las reglas de lo que llamamos la entronización real son las del sacrificio; pretenden
hacer del rey una víctima apta para canalizar el antagonismo mimético. (...) En numerosas
sociedades la fabricación del criminal real va acompañada de movimientos de masas
dirigidos contra él, de manifestaciones hostiles, requeridas igualmente por el rito
subsiguiente de la sumisión adoradora. Estas dos actitudes corresponden a las dos
transferencias, la de crisis y la de reconciliación, que constituyen lo sagrado.
El rey no es al principio más que una víctima a punto de ser inmolada (...). Esta víctima
es en realidad pasiva, pero la transferencia colectiva, al descargar a la comunidad de toda
responsabilidad, suscita la ilusión de una víctima sorprendentemente activa y todopoderosa.
La realeza pone en escena esa ilusión propiamente metafísica y religiosa a propósito de la
víctima expiatoria y de su mecanismo". Rene Girare!, El misterio de. nuestro mundo, p. 63.
■-' Ibid., pp. 63-64.
53
Marshall Sahlins, Islas de historia, pp. 80-81.
'' Rene Girard, La violencia y lo sagrado, p. 71.
55
Ibid., p. 73.
56
En las primeras cámaras mortuorias de Europa y Asia posteriores a 7,000 a.C.,
vemos como los muertos importantes exigen, a través de voces, que se les trate como si
vivieran. "Estos reyes muertos, recostados sobre piedras, cuyas voces eran alucinadas
por los vivos, fueron los primeros dioses. Mientras estas primeras culturas evolucio
naron hacia reinos bicamerales, las tumbas de los personajes más importantes se
llenaron de armas, equipos, ornamentos y vasijas de comida".
En la primera mitad del tercer mileno a. C. los reyes de Ur eran enterrados con todo su
cortejo, a veces vivo y en posición encorvada, como si les fueran a prestar servicio. Se han
encontrado tales tumbas con sus cámaras subterráneas en Kish, Ashur y Alaca Hüyük en
Anatolia.
En muchas culturas aún los muertos ordinarios son tratados como sí aún vivieran. "Las
inscripciones más antiguas sobre temas funerales son listas mesopotámicas de raciones
mensuales de pan y cerveza que deben darse a los muertos comunes". En Lagash, hacia el
2500 a.C., se enterraba a los muertos "con siete jarras de cerveza, 420 hogazas planas de pan,
dos medidas de granos, un vestido, un soporte para la cabeza y una cama". En Grecia algunas
tumbas tienen diversos arreos de la vida y tubos alimentadores, pues los griegos arcaicos
vertían caldos y sopas en las muertas quijadas de un cadáver que ya se estaba volviendo
polvo. En el Indo los arqueólogos han encontrado cementerios ¡unto a cindadelas, en un lugar
alto, con quince a veinte jarros de comida por muerto. Los entierros neolíticos de las culturas
Yang shao ele China, anteriores a la mitad del segundo milenio a.C, "muestran entierros en
tumbas forradas de tablones de madera; el cuerpo está acompañado por jarras de comida y
utensilios de piedra". Hacia 1200 a.C, la dinastía Chang muestra tumbas reales con cortejos
sacrificados y animales similares a las de Mesopotamia y Egipto de un milenio antes.
También los entierros olmecas, de entre el 800 y el 300 a.C, estaban provistos de jarros
con comida. Entre los mayas, a los nobles se les enterraba en las plazas de los templos como
si vivieran. En Kaminaljuyu, que data de 500 d.C, un jefe guerrero está enterrado sentado, en
compañía de dos adolescentes, un niño y un perro. "A los hombres ordinarios se les enterraba
con la boca llena de maíz molido, en los duros pisos de arcilla de sus casas, con sus utensilios
y armas, y con jarros llenos de comida

80
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

y bebida". Y los mayas hacían estatuas retratos "que contenían las cenizas de un jefe muerto,
los cráneos esculpidos. Los comuneros andinos hacían pequeñas catacumbas, en donde los
muertos eran alojados, atados y con los utensilios y cosas que habían usado en vida. Los
mayas llamaba huacas o divinos a los muertos". Con relación a lo dicho por los españoles de
que "esta gente decía que sólo tras un largo tiempo después de la muerte, muere el individuo,
pienso que la interpretación más apropiada es que necesitaba transcurrir este tiempo para que
(...) la voz alucinada se desvaneciera.
Que los muertos fueron el origen de dioses es algo que también se encuentra en los
escritos de las civilizaciones (...) que dejaron de ser ágrafas. En un texto bilingüe de sortilegios
proveniente de Asiría, a los muertos se les llama directamente Ilaní o dioses. Y al otro lado del
planeta, tres milenios después, Sahagim, uno de los primeros cronistas del teatro
mesoamericano, informó que los aztecas llamaban al lugar Teotihuacán, lugar de entierro de
los reyes; los antiguos decían: el que ha muerto se convierte en dios; o cuando alguien decía, él
que se ha vuelto dios, quería decir él ha muerto".
Todavía durante el periodo'de la consciencia alfabética se mantuvo la tradición de que
los dioses eran hombres de una era anterior, ya muertos. Por ejemplo, He-siodo habla de "una
raza de oro de hombres que precedió a su propia generación y que llegaron a ser los santos
demonios que viven sobre la Tierra, benéficos, que nos guardan del mal, guardianes de los
hombres mortales". En el siglo i v a.C. Platón habla de héroes que después de la muerte se
vuelven demonios que dicen a la gente qué hacer. CJr. Julián Jaynes, El origen de la
conciencia, pp. 147-148.
57
Cfr. David Carrasco, The Aztec empire and the role ofviolence in civüization, Boston,
Beacon, 1999, cap. 1.
58
"La distinción fundamental que hicieron los humanos a partir de los tiempos
neolíticos hacia adelante -cerca de 8000 o 9000 a.C— fue la división entre lo Salvaje
y lo Domado, una distinción que los seres humanos no habían efectuado durante el
millón y medio de años que precedieron el advenimiento de la domesticación de ani
males". Morris Berman, Cuerpoy espíritu, p. 52.
,IJ
"Para domesticar un animal hay que ocuparse de él continuamente, hacer que viva dentro
del grupo, en la comunidad, hay que humanizarlo (...). La motivación inicial no puede ser las
ventajas económicas que proporciona la domesticación, ya que éstas no pueden ser pensadas
antes de llegar a ser realidad efectiva, contrariamente a lo que sostiene el racionalismo un poco
corto que despliega Régis Debray en Lefeu sacre. ¡Es que no se puede haber programado la
domesticación! Incluso cabe pensar que, en una primera fase, la domesticación tuvo que ser
antieconómica, ya que los animales domésticos padecerían toda suerte de enfermedades
ligadas al estrés de la cautividad; ¡la cantidad de microbios y de virus que los animales salvajes
pasaban a los humanos debía de ser gigantesca! Está claro que la explicación funcionalista de
la domesticación es completamente vana". Rene Girará, Los orígenes de la cultura, pp.
129-130.
60
"Todo el mundo cree que la razón de ser de la domesticación es el deseo de explotación
económica de los animales. En realidad esta tesis es inverosímil. Aunque la domesticación sea
muy rápida respecto a la duración que normalmente requiere la evolución, exige ciertamente
demasiado tiempo para que el motivo utilitario haya podido influir en quienes empezaron su
proceso. (...) Para domesticar a los animales se necesita (...) que el hombre los instale a su lado
y que los trate como si no fueran

81
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

animales salvajes, como si hubiera en ellos una predisposición a vivir como vecinos del
hombre, a llevar una existencia casi humana.
¿Cuál puede ser el motivo para semejante conducta con los animales? No son
previsibles las consecuencias finales de la operación. En ningún momento pudieron decirse
los hombres: Tratemos a los antepasados de la vaca y del caballo como si estuvieran ya
domesticados y nuestros descendientes, en un futuro indeterminado, gozarán de las ventajas
de esta domesticación. Se necesitaba un motivo inmediato, poderoso y permanente para
tratar a los animales de manera que se asegurase su domesticación futura. Sólo el sacrificio
puede ofrecer este motivo.
Los rasgos monstruosos atribuidos a la víctima expiatoria explican que pueda buscarse
algún sustituto entre los animales lo mismo que entre los hombres. Esta víctima servirá de
mediador entre la comunidad y lo sagrado, entre lo interior y lo exterior.
El espíritu religioso sabe que, para polarizar eficazmente los aspectos maléficos de la
vida social, la víctima tiene que distinguirse de los miembros de la comunidad, pero también
parecerse a ellos. Por tanto, se necesita que esta víctima resida entre los hombres y que se
impregne de sus costumbres y de sus modos de ser". Rene Girard, El misterio de nuestro
mundo, pp. 80-81.
fil
De la creación de estos "espacios seguros", en los cuales hombres y los animales
conviven y se comportan de forma más o menos regular, surgen los espacios para la
agricultura. En buena medida, gracias a que los hombres han domado a los animales es que
pueden comenzar a domar a las plantas. Cfr. Lewis Mumford, The cuy in history. Its origins,
its transformations, and its prospects, Nueva York, A Harvest Book, 1989 (Ia ed. 1961), pp. 11
y 55.
62
"En un estudio general del sacrificio no hay ningún motivo para separar las víctimas
humanas de las víctimas animales. Si el principio de la sustitución sacrificial está basado en la
semejanza entre las víctimas actuales y las víctimas potenciales, no hay por qué temer que
esta condición no se cumpla cuando en ambos casos se trate de seres humanos. No es
sorprendente que unas sociedades hayan intentado sistematizar la inmolación de algunas
categorías de seres humanos a fin de proteger otras categorías". Rene Girard, La violencia y
lo sagrado, p. 18.

82
5. LA CIVILIZACIÓN

C
uando el rendimiento aplazado triunfó como una forma de
luchar contra la hostilidad natural, cuando el ritual sacrificial
contuvo los conflictos y fortaleció el orden social, surgió la
ciudad-templo,2 elemento básico de la civilización.
Aparecieron también los primeros calendarios complejos, que
contribuyeron a la estabilidad en tanto ordenaron los aconte-
cimientos, les dieron sentido y sobre todo, circunscribieron la
violencia a momentos preestablecidos.3
Pero el recorrido desde la banda mínima hasta la civilización no
fue lineal, sino que estuvo sometido a ciclos. La arqueología ha
confirmado que el trayecto de las sociedades primitivas al seden
tarismo y viceversa, se repitió en varias ocasiones. Y el paso de los
primeros regadíos a la urbanización ocurrió también entre titubeos y
llevó más de dos mil años. La violencia que provocó el fin del
modelo fisión-fusión y la debilidad de las jerarquías no permitió un
avance sencillo. Este tortuoso paso puede ser visto como un estado
intermedio, en el cual los hombres ya no tenían las ventajas del
mundo primitivo pero tampoco gozaban de las instituciones de la
civilización. Las sociedades durante este periodo tuvieron muchas
dificultades para contener la violencia. El rito sacrificial era
entonces central, pese a mostrarse, muchas veces ineficaz.

Sí!
Alma Imetda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González L'lloa Aguirre

Entre el Tigris y el Eufrates, una región muy atractiva para


diversas tribus,1 había una oportunidad para producir enormes
excedentes: contener las inundaciones. Las aldeas asentadas cerca
de estos ríos necesitaban cooperar para que esto fuera posible.
¿Dónde más podía darse el centro de reunión para esta organización
sino en el templo? Ahí, diferentes pueblos aprendieron que el
sacrificio ritual contenía la violencia.
Pero en el camino a Sumeria hay un paso más. No sólo el
rendimiento aplazado y el sacrificio hicieron posible la primera
civilización, sino que además, el templo tuvo también una función
adicional: la diplomática. Entre las tribus había disputas por las
tierras y hacía falta un mediador. Nuevamente el templo jugó una
función central. Las ciudades de Ur, Uruk, Nippur, Acad y
Babilonia, adquirieron la centralidad sucesivamente de acuerdo a su
prestigio como centros de negociación política, como pacificadores.
El culto rendido a estas ciudades-templo no se limitaba al
sacrificio y la diplomacia, sino también incluía funciones econó-
micas3 y el manejo del calendario. Los sacerdotes eran entonces
jueces, administradores y distribuidores capaces de organizar la
cooperación extensiva. La eficaz contención de la violencia fue el
marco de la prosperidad, que liberó a gran cantidad de personas de
la producción de alimentos. En estos centros surgieron formas
complejas de organización social.6 Gracias a la estabilidad política
la propiedad privada de la tierra7 se convirtió en una institución
incuestionable. Con ello, apareció la estratificación, íntimamente
vinculada con lo sagrado. La estabilidad permitió entonces a la élite
dejar de depender del carisma para institucionalizarse, para
convertir su gobierno en dominación tradicional. Pero este tipo de
orden está muy lejos de otorgar un poder total a los líderes, por el
contrario:

La doble tendencia a exaltar, por un lado, el poderío arbitrario


del señor y, por otro, la majestad sagrada de la tradición que lo
enfrenta es una característica básica de la dominación tradicional,

84
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

en todas sus formas (...). El contenido de las órdenes está sujeto a


la tradición y limitado por sus restricciones; el señor que las viola-
se, derribando obstáculos y saltando barreras, atentaría contra la
legitimidad de su autoridad misma, asentada íntegramente sobre
el prestigio sagrado de la tradición.8

En la medida en que los asentamientos aumentaron9 surgió una


organización más compleja: un estado gobernado por una asamblea
de oligarcas locales. Era una especie de gobierno confederado en el
cual los líderes locales conformaban el órgano central. Pero el centro
seguía siendo eminentemente religioso: Nippur no sólo era el lugar
de reunión de los políticos, también era donde se reunía el Consejo
de los dioses.10
Aunque los terratenientes siguieron gozando de mucha au-
tonomía, comenzaron a civilizarse, es decir, a encerrarse en la jaula
invisible de la cultura dominante. El estado no gobernaba
directamente sobre las provincias pero sí imponía tributos y rutinas.
Civilizar y poner orden se convirtieron en sinónimos.
En Mesopotamia la violencia intestina estaba controlada gracias a
que no existían condiciones para que se generara una lucha de clases,
pues las divisiones horizontales" prevenían la unidad de los
desposeídos; al sacrificio, que servía de catarsis para el pueblo y de
advertencia para los potenciales revoltosos12 al tiempo que fortalecía
las prohibiciones13 y obligaciones14 del grupo; a la diplomacia que
contribuía a ritualizar las relaciones políticas entre estados y también
el comercio;15 a la percepción, incluso de las clases bajas, de que el
orden era preferible al caos; y a una cierta dosis de represión.
Pero el sistema tenía una debilidad: el centro nunca tuvo
suficiente fuerza para someter a las demás ciudades. Esta civi-
lización no era unitaria sino que contaba con múltiples actores de
poder. Se trataba de un sistema federal y segmentado. La diplomacia
no siempre era suficiente y estallaban conflictos entre las distintas
ciudades.16 Aquí tenemos entonces el origen de la guerra
civilizada.17

85
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Además, las dinámicas comercial y colonial llevaron a la cons-


trucción de nuevas ciudades, que como Ebla, por su lejanía del
centro gozaba de autonomía. La fundación de nuevas urbes impli-
caba la mezcla de los sumerios con los pueblos locales. Éstos, con el
tiempo no sólo aprendieron la lengua, la escritura, la religión, la
contabilidad, los métodos de cultivo y organización social de sus
distantes amos, sino también muchas de sus tácticas militares. Estas
colonias periféricas se convirtieron en un foco de inestabilidad para
el centro. Así fue con los acadios, quienes llegaron a Sumeria como
jornaleros, militares y finalmente, en el 2350 a.C, como
conquistadores.
Las otras grandes civilizaciones de la antigüedad comparten
muchos rasgos con la primera etapa de Mesopotamia.
Ejemplifiquemos con el Egipto faraónico. Tiene como punto de
partida una cultura de regadío desde la cual se conforman la
estratificación, el estado y el sacrificio18 como métodos para
mantener las reglas, exorcizar el mal y mantener a la salvo a los
monarcas. Al igual que Sumeria y sus sucesoras, Egipto tenía reglas
y prohibiciones sagradas;19 su estructura social obstaculizaba la
lucha de clases en tanto existían divisiones horizontales que
debilitaban las alianzas entre los desposeídos; y había un consenso
en torno a que era preferible el orden al caos.
Pero había una diferencia fundamental respecto a Mesopotamia.
La trinchera del Nilo sostenía a una gran densidad de población y
estaba rodeada de desiertos; por tanto, la sociedad estaba más
enjaulada que la sumeria. Además, la productividad era más
elevada que en cualquier otra civilización de la época, por lo cual,
fue posible una mayor estratificación y crecimiento del estado.
Asimismo, la cultura del pueblo, ya en el periodo proto dinástico
(3200-3000 a.C), era más homogénea que en Mesopotamia.
Durante el Imperio Nuevo (1570-715 a.C.) el gobierno fa-
raónico gozó de gran estabilidad. Aunque existían tendencias
descentralizadoras y revueltas, el rey-dios estaba respaldado por su
poderoso ejército. Además, había una preferencia ideo-

86
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

lógica, generalizada, por la estabilidad. Sin códigos legales escritos


la voluntad del faraón era considerada, simplemente lo bueno
(maat).
¿A qué se debió la estabilidad y homogeneidad de Egipto? En
primer lugar, a sus comunicaciones, que favorecen el intercambio
económico y la unificación política; el tráfico estaba controlado por
el guardián del sello real.
En segundo lugar, a la geopolítica: las aldeas prehistóricas fueron
conquistadas por Narmer en el 3200 a.C. Este, creó Men-fis como su
capital. El alto Egipto conquistó al bajo. Y la unidad del Imperio se
aseguró por la dificultad de crear alianzas -entre distintas aldeas o
ciudades- que hicieran un contrapeso al faraón. La dificultad de estas
asociaciones se debía a la forma del Nilo, pues no se puede hacer
algo sin que el vecino inmediato se entere. Así, todo intento de
traición era fácilmente descubierto. En pocas palabras, una vez
impuesto el estado, era difícil derrocarlo.
En tercer lugar, el hierro y la madera solo se obtenían a larga
distancia. Únicamente el faraón contaba con la posibilidad de formar
expediciones para importar esos recursos. Se generó un monopolio
de materias primas necesarias para el comercio, la vivienda, los
templos, las herramientas de labranza y muchos otros objetos
relevantes para la vida cotidiana.
La homogenización también es atribuible al relativo aislamiento
de Egipto provocado por la geografía.
Todos estos elementos cristalizaron en una cosmovisión que
contribuyó a fortalecer aún más el orden. Según la mitología egipcia
la creación de maat coincidió con el primer amanecer. Cada alba
hacía surgir aquel acontecimiento original de las profundidades del
pasado; todas las mañanas eran brillantes, un milagro, una repetición
de la "primera ocasión". Ra surcaba cada día el cielo y cruzaba cada
noche el mundo subterráneo en su barca. Su reaparición triunfante
cada día era la prueba de que tenía el poder para proteger y renovar
el mundo ordenado.

<S7
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pabla Armando González UUoa Aguirre

Ra contaba con el apoyo de la tripulación de la embarcación del sol. Es


decir, la diosa Maat y cuatro babuinos sentados en la proa. Ra tenía un
secretario y representante, que era también su hijo: el dios de la luna. La
misión de Thot era acabar con cualquier resistencia durante la travesía;
imponía y mantenía maat entre dioses y humanos; era el "legislador en el
cielo y en la tierra", procuraba que

los dioses permanecieran en sus esferas de actividad, que en la


sociedad humana, los distintos colectivos profesionales desempeñaran
las funciones que les correspondían, que cada nación respetara las
fronteras de las demás y que los campos no t ransgredieran sus límites
(...). Señor de las leyes enseñaba a los dioses qué érala maat; cuando
surgían conflictos, restablecía la paz.20

En fin, entre los egipcios, más que entre los mesopotámicos, surgió con
toda claridad lo que el antropólogo norteamericano George Foster ha
denominada encapsulamiento.

Foster distingue el miedo a la envidia de los otros y el medio de su


propia envidia. De la primera nacen prácticas muy típicas y universales
(al menos en las sociedades campesinas universales), que Foster
clasifica en cuatro categorías, a las que estas sociedades han recurrido
por orden de prioridad decreciente: esconder su buena fortuna,
despreciarla, compartirla simbólicamente, compartirla realmente. Pero
está sobre todo el método del encapsulamiento, es decir, la división de
la sociedad en grupos estancos, castas, órdenes o clases, entre las
cuales no se hacen comparaciones, no se echan miradas de soslayo
(invideré). Las barreras así erigidas no funcionan evidentemente más
que porque nadie sabe que nadie sabe que son los hombres quienes las
han levantado. Cada uno está en su sitio en una organización del
mundo jerarquizada, diferenciada y arbitraria (eso somos nosotros
quienes lo decidimos, desde el exterior), pero vivida como el orden
natural de las cosas.21

88
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO !

Cabe aclarar que el encapsulamiento tiene lugar lo mismo en el


tiempo que en el espacio. Ello por dos razones: para prevenir el
conflicto, en ocasiones no es necesario evitar que todo el mundo
quiera las mismas cosas, siempre que no las quieran al mismo
tiempo. En segundo lugar, porque el tiempo ordenado,
calendarizado, orienta a las sociedades, les permite saber que hay
días catárticos; los hombres no tienen que matar al vecino al que
odian, ni desesperar por el maltrato que han recibido de algún
demonio, pues saben que llegará la fiesta, el día del sacrificio, que es
el momento instituido para el desquite.22 No es extraño entonces que
Egipto tuviera calendarios complejos.23
Otra diferencia importante de Egipto respecto a Sumeria era que,
debido a su poderío, los faraones lograron intervenir en mayor grado
en la vida diaria de sus subditos.24 Los censos y los impuestos dan
muestra de ello. Pero la manifestación más importante al respecto
son las nociones de ka y bar5
Además, la densidad demográfica era mayor que en otras ci-
vilizaciones de la época, pero llama la atención la ausencia de
ciudades. Asimismo, tampoco hay comerciantes profesionales; no
aparecen sino hasta el 1000 a.C.26 Pero la más importante de estas
ausencias es la represión a las clases bajas, porque no era necesaria
para mantener el orden. Ello, debido a dos factores que, primero
posibilitaban y después reforzaban el encapsulamiento. El primero,
el control sobre el alimento de las masas las volvía sumisas e
incluso, en las pocas rebeliones que se registraron, notamos que la
hambruna parecía recordarles a los siervos que debían obedecer sin
cuestionar. El segundo, no había una red alternativa de poder a la del
estado.
Pero así como la civilización egipcia era el más eficaz
enjau-lamiento para la estabilidad, esto provocó, a la larga, su ruina.
Debido a la protección geográfica del aislamiento y a la dificultad
para conspirar de los líderes regionales, este núcleo no perfeccionó
sus estrategias, armamentos ni organización militar.27 Cuando los
imperios rivales aprendieron a combinar las operaciones terrestres
con las marítimas, Egipto fue fácilmente sometido.

89
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Lo que más recordamos y lo que más duró de los egipcios fueron


los Imperios Antiguo, Medio y Nuevo, en donde los faraones no
tuvieron rivales, acumularon gran poder y el reino vivió
establemente.
La cumbre de este poder tuvo lugar durante el Imperio Antiguo
(2850-2190), cuando el faraón se convirtió en Horus y luego en Ra;
fueron construidas las pirámides; y ello a pesar de que el soberano
contaba solo con una pequeña guardia personal y su ejército se
conformaba de las tropas aportadas por los fieles nomarcas.
Desde la Tercera Dinastía, en el 2650 a.C, los impuestos los
cobraban los notables de las provincias, que tenían derechos de
propiedad privada. Pero como estos gobernadores no podían hacer
alianzas entre ellos, eran débiles ante el faraón. No obstante, esto
cambió cuando el Imperio Antiguo perdió el control sobre los
nomarcas y comenzaron las revueltas y la usurpación. El poder
central se derrumbó en el periodo interdinástico (2190-2052 a.C.) a
causa de las guerras civiles y posteriormente, de las invasiones
extranjeras (1178-610 a.C).

Notas

1
El sacrificio humano siguió practicándose en Mesopotamia hasta el primer mile
nio antes de Cristo. Por supuesto, la inmolación que más abundaba era la de animales.
Cfr. Thorkildjacobsen, "Mesopotamian religions", Mircea Eliade (ed.), Encyclopedia of
religión, vol. 9, p. 465.
2
Cfr. Lewis Mumford, The cuy in history. Its origins, its transformations, and its prospects,
Nueva York, A Harvest Book, 1989 (Ia ed. 1961), p. 10.
3
"Los primeros calendarios verdaderamente estructurados aparecieron en
Sumeria hace seis milenios y se fundaron en la observación de los ciclos lunares. La
duración del año tuvo en él 364 días y 9 horas. Poco después aparecieron los primeros
calendarios solares en Egipto y entre los hebreos. Se necesitaron varios milenios para
que se estableciera una correspondencia precisa en Grecia, entre esos dos tipos de
calendarios, y para que se supiera cómo introducir los meses lunares intercalados que
fueron necesarios para completar el año solar.
Según las fechas que se nombran en ellos, quedan expandidas las fechas que cuentan el
relato mítico a lo largo del ciclo. En ciertas fechas, y sobre todo al principio de los periodos,
se localizan las violencias rituales. En las de aquellas sociedades donde la complejidad de la
vida, la división del trabajo y las circunstancias históricas

90
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER ■ TOMO 1

ha llevado a la formación de un clero numeroso y fuerte, éste controla la organización y vela


por el respeto de los ritos que prevén los calendarios". Jacques Attali, Historias del tiempo, p.
37
4
Recordemos la teoría de la circunscripción de Carneiro y veremos que en Meso-
potamia esa es exactamente la situación: las llanuras están rodeadas de una geografía
hostil.
5
Los templos eran también bodegas y después, centros de reunión política. Tam
bién eran lugares que condensaban la alta civilización. En Sumeria, ya en 3500 a.C,
encontramos un listado de bienes y contabilidad en los templos. Descubrimos que
la notación era para registrar el intercambio, el almacenamiento y la redistribución
de bienes; para estabilizar la propiedad y la autoridad del estado. La escritura no era
para la gente común, sino para las élites.
6
Hacia el 3500 a.C, en la zona de Sumeria, la mitad de la población vivía en
ciudades de más de diez mil habitantes, aunque muchos de ellos seguían siendo cam
pesinos, pues los asentamientos era semi-urbanos y semi-rurales. Cuatrocientos años
después apareció la escritura. En el año 3000 a.C. la densidad poblacional llegó a 30
personas por kilómetro cuadrado. Había medio millón de personas que compartían la
misma civilización. En Uruk, que abarcaba 60 kilómetros cuadrados, en su momento
de máximo esplendor, habitaban más de 40,000 personas.
Las primeras ciudades sumerias tenían poblaciones de entre mil y veinte mil habitantes,
más algunos clientes que habitaban en sus hinterland. Cfr. Lewis Muinford, The city in history,
p. 33; Michael Mann, Las fuentes del poder social, I, p. 131 y ss.
' Claro está, concentrada en clanes y no en individuos. Además, en última instancia la
tierra era de los dioses, administrada por los sacerdotes y otorgada a diferentes familias. Estos
arrendamientos eran variables, a veces a perpetuidad y sin pago de ningún tipo de impuesto.
Pese a estas características, consideramos que se trata de propiedad privada en tanto es una
forma de privara, los demás de ella.
8
Reinhard Bendix, Max Weber, p. 314.
9
Cuando los terratenientes tuvieron suficiente excedente para dedicarse a la
burocracia, el comercio y la artesanía.
10
Cada ciudad tenía una deidad tutelar residente que residía en su propio templo.
Esta divinidad marcaba el primer foco de lealtad. Anu, dios del cielo, residía en Uruk;
Enlil, dios de la tierra, en Nippur; Enki, dios del agua, en Eridu; y en Ur vivía Nana,
la diosa de la luna. El panteón de los sumerios simbolizaba la diplomacia.
1
' Es decir, aquellas que unen a hombres de diferentes clases por razones de género,
familiares, de residencia o de religión. La simpatía entre hombres de distintos estratos tiene
qué ver con la socialización, con la cotidianidad que les obliga a convivir. Esta idea puede
apreciarse mejor si recordamos la enseñanza de Thorstein Veblen: "si Marx estaba en lo cierto
y el proletariado era irreconciliable con el capitalismo y diametralmente opuesto a éste, ¿qué
es lo que impide que la revolución estalle en cualquier momento? (...) Las clases inferiores no
tratan con la clase superior a punta de espada, pues se encuentran ligadas a ella por los lazos
impalpables, pero férreos, de ciertas actitudes comunes. Los trabajadores no se esfuerzan por
desplazar a sus gerentes, sino que tratan de emularlos. Yellos mismos están de acuerdo con el
concepto general de que el trabajo que realizan es, en cierta manera, menos respetable que el
de sus amos, y su aspiración no consiste en desembarazarse de la clase superior, sino en trepar
hasta ella. En la teoría de la clase ociosa se oculta la clave de una teoría de la

91
Ahita Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González l Uloa Aguirre

estabilidad social". Robert Heilbroner, Vida y doctrina délos grandes economistas. Tomo II,
trad. A. Lázaro Ros, Barcelona, Ediciones Orbis, 1972 (Ia ed. en inglés, 1953), p. 89. '- El
sacrificio imponía y después reforzaba una obediencia a los centros urbanos que ritualizaba
todas las actividades. En las corles, en los templos, en las ciudades importantes, en donde el
grado de civilización era más profundo, la vida cotidiana se encontraba más cercana a este
patrón y en las periferias, la vida se ordenaba de acuerdo los patrones de la tribu y la banda
mínima.
Julián Jaynes ha insistido en los métodos nmenotécnicos, muy importantes por ser una
civilización en la cual la escritura no era alfabética y estaba sólo al alcance de una minoría,
para mantener la autoridad central. Las figurillas de bronce de los cimientos de las
construcciones mesopolámicas enterradas en las esquinas de las edificaciones y a veces
debajo de los umbrales de las puertas, son de tres tipos: "un dios arrodillado que clava una
estaca en el suelo, un portador de cestas y un toro echado". Eran herramientas de asociación
de ideas para que se pusieran los postes derechos, se acarrearan los materiales o se emplearan
bueyes para llevar a la construcción los materiales grandes y se entregaran los tributos. C/r.
Julián [aynes, El origen de la conciencia, p. 155.
1:
Como el incesto, el canibalismo, el robo, etc. En cuanto a las prohibiciones llama la
atención la práctica sexual de la prostitución, como medio para evitar con Hielos por
mujeres. Antonio Escohotado menciona la enorme proporción de mujeres (mayor al 50%)
que en las culturas mediterráneas se dedicaban a la prostitución. Cfr. Antonio Escohotado,
Rameras y esposas, Barcelona, Anagrama, 1993, p. 133.
La prostitución genera un orden: todos pueden tener el objeto deseado, pero no al
mismo tiempo.
"En los momentos cumbre del Imperio sumerio, en el cuarto milenio a.C, los sacerdotes
súmenos dirigían un templo burdel en la ciudad de Uruk.
El kakum, o templo, que estaba dedicado a la diosa Ishtar, lasciva hija del dios principal
Anu, albergaba a mujeres de tres niveles diferentes. 1) sólo tomaba parte en los ritos sexuales
del templo, 2) estaban a cargo del santuario y se ocupaban de los visitantes interesados en
combinar la fornicación con la religión. 3) rameras, del nivel inferior y mala reputación,
vivían dentro de la demarcación del templo, pero tenían libertad para recorrer calles y
caminos en busca de clientes.
En años posteriores, esta misma clasificación de chicas trabajadoras se extenderá hacia
Oriente y Occidente, implantándose en Grecia, Roma, India, China y Japón. Uno de los
mejores relatos sobre la prostitución sagrada corresponde al historiador griego Herodoto, que
desaprobaba la costumbre seguida en la última etapa de la historia de Babilonia, según la cual
todas las mujeres nativas delpais deben, una vez en la vida, ir al Templo de. Mylitla, sentarse
allá y ofrecerse a un hombre desconocido.
Todas las mujeres, fuera su posición social alta o baja, estaban obligadas a seguir este
curioso ritual. Estas dóciles mujeres se sentaban en el recinto del templo, ciñendo sus cabezas
con cintas de cuerda trenzada, y formaban una gran multitud (...) entre las que estaban
sentadas, las que llegaban y las que se iban.
Cuando habían tomado asiento, las mujeres no podían irse hasta que un cliente les
hubiera arrojado una moneda de plata en el regazo, en nombre de la diosa Mylitta, para
después entrar en las alcobas del templo. La penosa experiencia no duraba mucho en el caso
de las mujeres más atractivas, como es natural. Pero algunas chicas poco agraciadas podían
pasarse meses esperando a un cliente que se apiadara de ellas.

92
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

A medida que el Imperio babilónico se extendía, aumentaba el número de mujeres de


tribus conquistadas disponibles para comerciar con ellas, con lo que los templos se
convirtieron en mercados de esclavas. Todos los ingresos iban a parar a las arcas del tesoro del
templo, conservado por los sacerdotes". Emmett Murphy, Historia de los grandes bárdeles del
mundo, trad. María Corniero, México, Planeta, 1991 (Ia ed. en inglés, 1983), pp. 18 y 19.
" Las rituales, las del trabajo, las de la cooperación con la tribu, las del pago de impuestos,
etcétera.
'"' El comercio estaba casi siempre en manos de los líderes urbanos, pues al no existir una
moneda fácilmente transportable, exigía de una organización que sólo ellos poseían. Por otra
parte, las relaciones económicas tampoco se regían por las leyes de la ganancia individual ni
de la oferta y la demanda, sino bajo los principios de redistribución -sobre todo en cuanto a las
relaciones del templo y la gente se refieren— y de reciprocidad -en cuanto a los vínculos entre
las tribus-, Cj'r. A. L. Oppenheim, "La historia económica mesopotámica a vista de pájaro";
Karl Polanyi, "Intercambio sin mercado en tiempos de Hammurabi", Karl Polanyi, Conrad M.
Arensbergy Harry W. Pearson (dirigen), Comercio y mercado en los imperios antiguos, trad.
Alberto Nicolás, Barcelona, Ed. Labor, 1976 (1" ed. en inglés, 1957), caps. II y III.
"'' Desde el tercer milenio vemos que en Mesopotamia la guerra constituía una fuente de
inseguridad. "Al oeste del Eufrates se extendía el gran desierto siroárabe con su población
diseminada de nómadas. Los campesinos mesopotámicos que vivían en el llano aluvial sufrían
el acoso de estas tribus salvajes, que asaltaban sus ciudades y aldeas. Existía tensión
permanente que a menudo desembocaba en confrontaciones violentas, entre los habitantes de
los llanos y los moradores de las estribaciones del norte. La interminable guerra de guerrillas
socavaba un reinado mesopotámico tras otro. El país sufría la invasión y conquista de los
pueblos extranjeros procedentes de las montañas, los guti, los elamitas, los casitas y los persas.
(...) Pero sobre todo, los mesopotámicos luchaban entre ellos (...). En la primera mitad
del tercer milenio, los dirigentes sumerios se dedicaron a luchar entre sí por la supremacía de
Sumer y su docena de ciudades estado. (...) Desde mediados del tercer milenio hasta la caída
de Babilonia (539 a.C), innumerables monarcas del sur y del norte, sumerios y semitas se
enfrentaron en un esfuerzo por crear un reino que abarcara la totalidad de Mesopotamia.
Aquellas guerras iban acompañadas de matanzas y destrucciones masivas". Norman Cohn, El
cosmos, el caos, p. 46.
" "Durante los milenios en los que el hombre estaba aprendiendo a trabajar y colonizar las
tierras vacías del Oriente Próximo y de Europa, sólo había una zona que produjese grandes
excedentes expuestos a la rapiña a través de las rutas de aproximación que favorecían un fácil
desplazamiento. Esa zona era la llanura aluvial del Tigris y el Eufrates, que los antiguos
denominaban Sumer. Y es de los sumerios de quienes procede la primera evidencia consistente
sobre el carácter de la guerra en los albores de la historia escrita en que comienzan a advertirse
los indicios de guerra civilizada". John Keegan, Historia de la guerra, p. 164.
18
"La práctica de sacrificios humanos desapareció muy pronto en la civilización egipcia,
pero quizás perdurara en el campo de batalla en el que los guerreros combatían sin protección
porque raramente llegaban al cuerpo a cuerpo (...), pero el destino de los mutilados o de los
capturados sería la ejecución ceremonial a manos de un gran guerrero quizás el propio faraón
una vez alcanzada la victoria". Ibid., p. 171.

93
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

El sacrificio animal acompañó todo el tiempo al Egipto de los faraones. Cfr. Leo-nard
H. Lesko, "Egyptian religión", Mircea Eliade (coord.), Enciclopedia oj'religión, vol. 5, p. 39;
Sergio Pernigotti, "El sacerdote", Sergio Donadoni (comp.), El hombre egipcio, trad. de. M.
García, J. Seto, B. Urrutia, V. Andresco, Madrid, Alianza, 1991 (Ia ed. en italiano, 1990), p.
165
19
"Maat significaba base, al igual que la base de un trono"; maat era también la
base sobre la que descansaba el sistema legal. Se trataba de un "orden tan universal
que gobernaba todos y cada uno de los aspectos de la existencia (...). Naturaleza y
sociedad se imaginaban como dos caras de la misma realidad". Norman, Cohn, El
cosmos, el caos, p. 22.
20
Norman Cohn, El cosmos, caos, p. 23. De acuerdo a la mitología egipcia:
"Del caos primordial, los dioses habían extraído el cosmos, el ritmo de los grandes
fenómenos celestes, de las estaciones, de los días y de las noches; toda la armonía del mundo
creado estaba representada para los egipcios por la diosa Maat, que regulaba también el orden
terrestre, la verdad y la justicia, la armonía y el equilibrio". Franco Cimmino, Vida cotidiana
de los egipcios, trad. García Viñó, Madrid, Edaf, 1991 (Ia ed. en italiano, 1985), p. 95.
Maat era la creadora de las reglas superiores, la diosa de la justicia, la armonía y el
equilibrio; ella es grande pues su potestad perdura y aquel que transgrede sus leyes sufre.
Maat es el orden, el cosmos, las reglas básicas. Las jerarquías entre los egipcios eran
prácticamente indiscutibles; el orden era sacro, el universo había sido creado por los dioses,
cualquier intento de transgresión era castigado con vigor.
21
Jean-Pierre Dupuy, El sacrificio y la envidia. El liberalismo frente a la justicia social,
trad. Juan Gutiérrez y Carlos Alberto Martins, Barcelona, Gedisa, 1998 (la ed. en
francés, 1992), pp. 204-205.
22
"Un orden social no existe sino cuando un grupo sabe canalizar la violencia y
circunscribirla a circunstancias determinadas; o, dicho de otro modo, una sociedad no
existe sino cuando se canaliza, es decir cuando se circunscribe la violencia física que
pueden ejercitar los individuos unos contra otros. Yyo agregaría aquí: circunscribirla
en el tiempo, en ceremonias específicas donde la eliminación de los chivos expiatorios
constituye el receptáculo de la violencia de todos (...).
Los calendarios son (...) un instrumento del poder y tienden a cubrir los intervalos más y
más aproximados y, si es posible, el tiempo entero, con una red de actos sagrados". Jacques
Attali, Historias del tiempo, trad. José Barales Valladares, México, Fondo de Cultura
Económica, 1985 (Ia ed. en francés, 1981), pp. 31, 32, 37 y 38.
23
"Algunos pueblos utilizan simultáneamente varios calendarios. Así, los egipcios
utilizaron tres que (...) seguían el ritmo de los movimientos del Nilo y sus consecuen
cias agrícolas. El primero se fundaba en el sincronismo de los movimientos de Sirio
y del Nilo: los dignatarios habían observado que el día en que aparecía Sirio antes
de salir el Sol, la crecida del Nilo alcanzaba a Menfis y a Heliópolis. Otro calendario
solar ayudaba a prever las crecidas, y el tercero, que era lunar, repartía el trabajo en
tres estaciones: la primera correspondía a la inundación; la segunda, a las siembras,
y la tercera a las cosechas. Cada estación se dividía en cuatro meses de treinta días
designados por su rango en la estación. Cuando terminaba el cuarto mes, se agre
gaban cinco días suplementarios. El día y la noche se dividían en doce horas iguales
entre sí, es decir variables con las estaciones. Las horas (...) no estaban divididas en

94
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER ■ TOMO 1

unidades más pequeñas. Cuando Egipto estaba en orden, se agregaba también un día más cada
cuatro años. (...) Ese día se olvidaba en los periodos de turbulencia y, entonces, las fiestas
agrícolas se dividían de acuerdo con las realidades meteorológicas; la agricultura se hallaba en
peligro y la economía del país se desorganizaba. Hasta que un faraón menos débil que los
otros, ilustrado por los sabios que trabajaban en la Casa del Tiempo, vuelve a poner de acuerdo
el calendario lunar con las exigencias solares de la agricultura. Durante los días nefastos, que
fijaban los faraones y los oráculos, valía mejor no salir de casa, ni viajar, ni bañarse, ni
encender fuego, ni tener relaciones sexuales". Ibid., pp. 38-39.
24
En algunos papiros de la colección Harris, Cimmino encontró las siguientes líneas: "El
terror que inspiraba (el faraón) abate a los bárbaros en sus países (...). Sus ojos escrutan en lo
más íntimo de todos los seres (...). Todo cuanto ordena se cumple; el dios solar Ra lo pone en
su palacio mientras está todavía en embrión, porque el faraón es el hijo de su vientre y el dios
es quien lo ha engendrado". Franco Cimmino, Vida cotidiana de los egipcios, p. 121.
"' El Añera la voz-guía, similar al super-yo freudiano que contribuía al autocontrol de los
hombres. El individuo la oía con acentos paternales y autoritarios y una vez muerto, el ka
seguía siendo escuchado por amigos y familiares del difunto, quienes lo oían como la voz del
muerto. La actitud de los egipcios hacia el ka era pasiva; oírla era obedecerla.
Cuando el rey se sentaba a comer su ka se sentaba y comía con él. Las pirámides tenían
puertas falsas, algunas sólo pintadas en los muros de piedra caliza, por las cuales el ha del rey
podría pasar al mundo y ser oído. En textos de 1500 a.C, pertenecientes a la decimoctava
dinastía, se puede leer que el rey tiene catorce has. Esta afirmación "podría indicar que la
estructura del gobierno se había vuelto tan compleja que la voz alucinada del rey se oía como
catorce voces diferentes, las cuales eran voces de intermediarios entre el rey y aquellos que
directamente cumplían sus órdenes"
Cada rey era Horus y su padre muerto Osiris, y tenía su ka o sus varios has. La relación
de rey, dios y su pueblo se definía por medio del ka. El del rey era el de un dios, operaba como
su mensajero. Cuando un subdito decía que mi ka se deriva del rey o el rey hace mi ka o el rey
es mi ka, implicaba una asimilación de la voz directora interna de la persona, derivada de sus
padres, con la voz. o la supuesta voz del rey.
El ba, en el Antiguo Imperio, era similar a nuestros fantasmas, una manifestación visual
de lo que auditivamente era el ka.
"En las escenas funerarias se representa al ¿«como una pequeña ave humanoide, debido a
que las alucinaciones visuales suelen revolotear}' moverse como aves. Se le suele dibujar
como sirviente o en relación con el cadáver o con estatuas de la persona. Después de la caída
del Antiguo Imperio, dominado por el rey, el ba asume alguna de las funciones (...) del ka,
como lo indica un cambio de su jeroglífico, que deja de ser un pajarito y se convierte en uno
que estájunto a una linterna para encabezar la marcha". Julián Jaynes, El origen de la
conciencia, pp. 172-173.
26
Era una economía de redistribución en cuanto a su relación gobernantes-gobernados y de
reciprocidad en lo referente a la relación entre aldeanos. Cfr. Robert Reveré, "Tierra de nadie:
los puertos comerciales en el Mediterráneo Oriental", Karl Polanyi, Conrad M. Arensbergy
HarryW. Pearson (dirigen), Comercio y mercado en los imperios antiguos, Barcelona, Labor,
1976 ( I a ed. en inglés, 1954), pp. 87 y ss.

95
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pabla Armando González Ullaa Aguirre

'-' "El Egipto militar (...) se caracterizaba por un atraso tecnológico y una indiferencia
preconcebida a la amenaza externa. Ambos rasgos tienen su origen en la singular situación
del país. Incluso en la actualidad un invasor no puede penetrar en él si no es por estrechos
corredores al norte y al sur; al este, las mesetas áridas que separan el valle del Nilo del mar
Rojo forman una barrera natural de 160 kilómetros de ancho, mientras que al oeste, las arenas
del Sahara constituyen un terreno vedado a cualquier ejército. Los primeros faraones
comenzaron a enfrentarse a la amenaza que podía llegarles por el sur con una campaña de
conquista de Nubia.yen la xu dinastía (1991-1785 a.C.) tenían asegurada la frontera entre la
primera y la segunda catarata con una extensa red de fuertes; y la amenaza por el norte no
existía en principio, ya que la costa mediterránea estaba escasamente poblada y los pueblos
que la habitaban carecían de medios de movilidad. Cuando esta amenaza se materializó
durante el segundo milenio, los faraones supieron hacerle frente con éxito trasladando la
capital de Menfis a Tebas, reclinando un gran ejército y aprovechando las dificultades del
terreno del delta como barrera natural.
Hasta el establecimiento de un ejército regular bajo el Imperio Nuevo (1340-1070 a.C),
la guerra que hacían los egipcios se mantuvo extrañamente anticuada; sus armas eran palos y
lanzas con punta de pedernal aún bajo el Imperio Medio. En aquel período (1991-1785 a.C.)
ya estaba muy generalizado en otros lugares el empleo de armas de bronce, y los propios
egipcios hacía varios siglos que manufacturaban armas de cobre y de bronce.
(...) Los soldados no llevan coraza de ningún tipo, van al combate a pecho descubierto y
descalzos y sólo llevan ligeros escudos; únicamente mucho más tarde bajo el imperio nuevo
aparece una representación en la que el propio faraón reviste coraza; (...) el combate entre los
egipcios, hasta la aparición de invasores de distinta cultura a finales del Imperio Medio,
estaba estilizado y (...) rit ualizado". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 168-170.

96
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

unidades más pequeñas. Cuando Egipto estaba en orden, se agregaba también un día más cada
cuatro años. (...) Ese día se olvidaba en los periodos de turbulencia y, entonces, las fiestas
agrícolas se dividían de acuerdo con las realidades meteorológicas; la agricultura se hallaba en
peligro y la economía del país se desorganizaba. Hasta que un faraón menos débil que los
otros, ilustrado por los sabios que trabajaban en la Casa del Tiempo, vuelve a poner de acuerdo
el calendario lunar con las exigencias solares de la agricultura. Durante los días nefastos, que
fijaban los faraones y los oráculos, valía mejor no salir de casa, ni viajar, ni bañarse, ni
encender fuego, ni tener relaciones sexuales". Ibid., pp. 38-39.
24
En algunos papiros de la colección Harris, Cimmino encontró las siguientes
líneas: "El terror que inspiraba (el faraón) abate a los bárbaros en sus países (...). Sus
ojos escrutan en lo más íntimo de todos los seres (...). Todo cuanto ordena se cumple;
el dios solar Ra lo pone en su palacio mientras está todavía en embrión, porque el
faraón es el hijo de su vientre y el dios es quien lo ha engendrado". Franco Cimmino,
Vida cotidiana de los egipcios, p. 121.
25
El ka era la voz-guía, similar al super-yo freudiano que contribuía al autocontrol
de los hombres. El individuo la oía con acentos paternales y autoritarios y una vez
muerto, el ka seguía siendo escuchado por amigos y familiares del difunto, quienes
lo oían como la voz del muerto. La actitud de los egipcios hacia el ka era pasiva; oírla
era obedecerla.
Cuando el rey se sentaba a comer su ka se sentaba y comía con él. Las pirámides tenían
puertas falsas, algunas sólo pintadas en los muros de piedra caliza, por las cuales el ha del rey
podría pasar al mundo y ser oído. En textos de 1500 a.C, pertenecientes a la decimoctava
dinastía, se puede leer que el rey tiene catorce has. Esta afirmación "podría indicar que la
estructura del gobierno se había vuelto tan compleja que la voz alucinada del rey se oía como
catorce voces diferentes, las cuales eran voces de intermediarios entre el rey y aquellos que
directamente cumplían sus órdenes"
Cada rey era Horus y su padre muerto Osiris, y tenía su ka o sus varios kas. La relación de
rey, dios y su pueblo se definía por medio del ka. El del rey era el de un dios, operaba como su
mensajero. Cuando un subdito decía que mi ka se deriva del rey o el rey hace mi ka o el rey es
mi ka, implicaba una asimilación de la voz directora interna de la persona, derivada de sus
padres, con la voz o la supuesta voz del rey.
El ba,en el Antiguo Imperio, era similar a nuestros fantasmas, una manifestación visual
de lo que auditivamente era el ka.
"En las escenas funerarias se representa al Ja como una pequeña ave humanoide, debido
a que las alucinaciones visuales suelen revolotear y moverse como aves. Se le suele dibujar
como sirviente o en relación con el cadáver o con estatuas de la persona. Después de la caída
del Antiguo Imperio, dominado por el rey, el ba asume alguna de las funciones (...) del ka,
como lo indica un cambio de su jeroglífico, que deja de ser un pajarito y se convierte en uno
que está junto a una linterna para encabezar la marcha". Julián Jaynes, El origen déla
conciencia, pp. 172-173.
26
Era una economía de redistribución en cuanto a su relación gobernantes-
gobernados y de reciprocidad en lo referente a la relación entre aldeanos. Cfr. Roben
Reveré, "Tierra de nadie: los puertos comerciales en el Mediterráneo Oriental", Karl
Polanyi, Conrad M. Arensberg y Harry W. Pearson (dirigen), Comercio y mercado en los
imperios antiguos, Barcelona, Labor, 1976 ( I a ed. en inglés, 1954), pp. 87 y .SÍ.

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Alma Imelda Iglesias González * jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Agnhre

-' "El Egipto militar (...) se caracterizaba por un atraso tecnológico y una indiferencia
preconcebida a la amenaza externa. Ambos rasgos tienen su origen en la singular situación
del país. Incluso en la actualidad un invasor no puede penetrar en él si no es por estrechos
corredores al norte y al sur; al este, las mesetas áridas que separan el valle del Nilo del mar
Rojo forman una barrera natural de 160 kilómetros de ancho, mientras que al oeste, las arenas
del Sahara constituyen un terreno vedado a cualquier ejército. Los primeros faraones
comenzaron a enfrentarse a la amenaza que podía llegarles por el sur con una campaña de
conquista de Nubia, y en la xn dinastía (1991-1785 a.C.) tenían asegurada la frontera entre la
primera y la segunda catarata con una extensa red de fuertes; y la amenaza por el norte no
existía en principio, ya que la costa mediterránea estaba escasamente poblada y los pueblos
que la habitaban carecían de medios de movilidad. Cuando esta amenaza se materializó
durante el segundo milenio, los faraones supieron hacerle frente con éxito trasladando la
capital de Menfis a Tebas, reclutando un gran ejército y aprovechando las dificultades del
terreno del delta como barrera natural.
Hasta el establecimiento de un ejército regular bajo el Imperio Nuevo (1340-1070 a.C),
la guerra que hacían los egipcios se mantuvo extrañamente anticuada; sus armas eran palos y
lanzas con punta de pedernal aún bajo el Imperio Medio. En aquel período (1991-1785 a.C.)
ya estaba muy generalizado en otros lugares el empleo de armas de bronce, y los propios
egipcios hacía varios siglos que manufacturaban armas de cobre y de bronce.
(...) Los soldados no llevan coraza de ningún tipo, van al combate a pecho descubierto y
descalzos y sólo llevan ligeros escudos; únicamente mucho más tarde bajo el imperio nuevo
aparece tina representación en la que el propio faraón reviste coraza; (...) el combate entre los
egipcios, hasta la aparición de invasores de distinta cultura a finales del Imperio Medio,
estaba estilizado y (...) ritualizado". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 168-170.

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6. LA PARTE MAS SACRIFICABLE SE REBELA

M ichael Mann compara el surgimiento y desarrollo de las


primeras centurias de las civilizaciones originarias y
concluye que existen grandes coincidencias entre todos
ellas. La shang, la del Indo, la cretense, la mesoamericana y la inca,
construyeron "jaulas invisibles" -la escritura, la religión, etc.-
montadas sobre organizaciones de rendimientos aplazados, y no
lograron la construcción de un poder centralizado, pues fueron
civilizaciones con múltiples actores de poder.1
Además, en estos núcleos notamos la ausencia de la lucha de
clases, debido a las segmentaciones horizontales, la falta de orga-
nización de las clases oprimidas y la ideología que enfatizaba la
necesidad de la cooperación. Todo esto favorecía enormemente al
encapsulamiento. Egipto fue la civilización en donde con mayor
éxito se instauraron lasjerarquías. Mientras que en la Meso-potamia
del tercer milenio ocurrió lo contrario. Debido a las guerras, los
gobernantes tenían problemas para legitimarse. Los amos de un día
podían ser los esclavos del siguiente.
En su historia de cómo progresan las "fuentes sociales del poder",
Mann considera que el siguiente paso, después de la civilización, son
los "imperios de dominación". El primero de ellos es el de Akkad.
Comentemos aquí el recorrido de cómo esta organización, basada en
la violencia, surgió, se desarrolló y decayó. Paralelamente, narremos
cómo es que contenía la violencia.
97
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

A lo largo del tercer milenio a.C. aparecieron las primeras ciudades


amuralladas en Mesopotamia y también los primeros Lugal o Rey del
Palacio. Los monarcas eran elegidos por las asambleas oligárquicas
(unkin) compuestas por las familias terratenientes y otros nobles (awilu),2
para hacer la guerra. El rey era el primero entre sus pares. Su poder era un
reinado temporal, pues solo se era lugal durante el periodo de la campaña
militar. Por tanto, a mayores conflictos mayores atribuciones para el rey.3
Es importante notar que

La llanura entre el Tigris y el Eufrates, a diferencia de la del Nilo, no


está protegida de invasiones por obstáculos geográficos (...) ni se
presta a un control centralizado. En Egipto, el rey capaz de taponar el
sur y el norte del valle reina en todo el río, mientras que en Me-
sopotamia, no sólo los ríos cambian de curso según las estaciones, sino
que el país está bordeado al este y al norte por mesetas que no actúan
como barreras sino como plataformas para dominar a sus habitantes,
quienes encuentran en los valles tributarios de los grandes ríos
cómodas vías de acceso a la fértil llanura aluvial que tienen a sus pies
(...).
Los efectos políticos de esa orografía (...): las ciudades sumerias
comenzaron desde muy antiguo a disputarse los lindes de aguas y
pastos, sujetas al capricho de sus ríos, y los reyes sumerios vieron
pronto cuestionada su autoridad por la llegada de emigrantes de las
montañas que crearon ciudades propias (...).
Entre el 3000 y el 2300 a.C. la guerra fue el elemento dominante en
la vida sumeria, acabando por suplantar a los sacerdotes reyes por jefes
guerreros, y la especialización bélica, el acelerado desarrollo de la
metalurgia y las armas y (...) la intensificación del combate llegaron
hasta un extremo en el que podemos comenzar a hablar de batalla.4

Los ejércitos de Sumeria aprovecharon las técnicas administrativas


surgidas en tiempos de paz para su propia organización. El militarismo
contribuyó a centralizar el poder y a enjaular

98
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

más a las poblaciones, pues las murallas, la disciplina militar y las


campañas implicaban mucho trabajo con rendimiento aplazado. En
el 2500 a.C. ya había una docena de ciudades-estado dirigidas por
reyes despóticos que habían adquirido su autoridad en las guerras.5
El primer imperio militar fue el de Sargón de Akkad o Aca-dia.
Con él la autoridad del monarca dejó de ser temporal. El
enjaulamiento de la población en ciudades-estado por la cir-
cunscripción ambiental se intensificó por la agricultura. Después, al
crecer la población, los sumerios se enfrentaron a problemas
maltusianos y a nuevos invasores. La solución de ambos problemas
era la guerra. Como los derrotados no tenían a dónde ir, se
convirtieron en una clase social inferior, muchas veces en esclavos
(wardu) que con el tiempo podían llegar incluso a ser campesinos
libres.1' Todo ello contribuyó a enjaular aún más a la población.
El triunfo de Sargón y de todos los demás monarcas, de hecho
fue el triunfo del palacio sobre el templo, del monarca sobre los
sacerdotes. También fue la victoria del poder coercitivo sobre el
representativo y de la violencia sobre la paz.7
La creciente importancia del dominio militar es notoria entre los
años 1800 y 1700 a.C.8 Aquí vemos el crecimiento de las ciudades y
la desaparición de los pequeños asentamientos, porque los
habitantes de éstos fueron obligados a moverse a urbes mayores.
Uruk contaba ya con cincuenta mil habitantes, con una muralla de
ocho kilómetros y controlaba un extenso hinter-land, aunque su
dominio era flexible.9
La guerra con un mando centralizado tiene la capacidad de
convertirse en guerra de conquista. Para que sea posible, necesita
una organización social cohesionada. Mesopotamia contó con
diversas agrupaciones que rebasaron ese umbral desde el año 3000
a.C. La necesidad de defenderse de Akkad, aumentó también el
militarismo de las otras ciudades. Así, se dio la primera escalada
armamentística de la historia.

99
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Aunque el militarismo reforzó al lugal, también fortaleció la


propiedad privada. Para la creación, mantenimiento y movilización
de los ejércitos hacía falta un compromiso de los terratenientes y
éstos, lo hicieron a cambio de mayores propiedades —Le. en los
territorios conquistados-. Así, aunque el poder colectivo del
imperio crecía, el poder distributivo, para el rey, no aumentaba en la
misma proporción, pues la aristocracia se fortalecía al mismo
tiempo y en mayor grado que el monarca.
Para romper este equilibrio de poderes, el lugal modificó su
estrategia y construyó un ejército con una base ajena a los terra-
tenientes. Recurrió a la periferia, de donde obtuvo mercenarios para
luchar contra las familias nobles que lo desafiaban en su propia
región. Pero con el tiempo, estos guerreros a sueldo se apropiaron
del trono.
Las primeras armas encontradas en Mesopotamia eran artilugios
de caza y labranza modificados. En el año 3000 a.C. se comenzaron
a usar los équidos para los carros de combate. Sumeria los
combinaba con las falanges. Pero no aprovechaba el arco y la
flecha. Los ejércitos sumerios tenían ventaja en campañas lentas,
eran aptos para conquistar y defender zonas densamente pobladas.
De hecho, el militarismo comenzó para conquistar a los vecinos
inmediatos y para defenderse.10
A finales del tercer milenio a.C. los sumerios prosperaban y por
tanto, tenían más excedente que defender e intercambiar. Las
bodegas y las rutas comerciales necesitaban protección. La
vulnerabilidad de los caminos tentó a los saqueadores. En res-
puesta, Sumeria también expandió y mejoró su organización de-
fensiva.
El método militar para resolver el problema de los saqueadores a
lo largo de las vías para el comercio fue establecer colonias con
soldados en las rutas. Pero con el tiempo, esas colonias se
fusionaron con las poblaciones locales y se salieron del control del
centro.
A esas ciudades fronterizas o de protección de rutas, Michael
Mann les llama "marcas". En una de esas marcas, Akkad, de po-

100
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

blación semítica, nació Sargón. Era un bastardo que para salvar la


vida fue escondido entre los juncos. Se trata de una historia similar a
la de Moisés.11 La biografía de Sargón, un hombre de clase baja que
llega a ser el gran conquistador de Sumeria, muestra hasta qué punto
el encapsulamiento mesopotámico tenía fisuras.
Existen paralelismos en el trato que el núcleo civilizado daba a
los animales domesticados, las clases bajas y los hombres de las
marcas. Su asimilación a la alta cultura era menor y en ese sentido su
identidad sumeria era débil. En su calidad de seres marginales eran
también los más sacrificables. Pero hay una paradoja: en la medida
en que una sociedad es guerrera necesita la bestialidad de los
habitantes de la periferia para su defensa. Cuando ellos perciben esta
importancia están preparados para tomar por asalto el centro. Estos
hombres de las marcas, lejos de ser enemigos de la civilización,
quieren apropiarse de ella, pues la envidian y la admiran.
Sargón se convirtió en un guerrero profesional de la ciudad de
Kish. Obtuvo importantes victorias gracias a su habilidad para
combinar las técnicas de los pastores con las de los agricultores y el
arco de los cazadores, pero reforzado. Llevó a cabo treinta y cuatro
campañas militares. Obtuvo victorias al sureste, en el Golfo Pérsico;
al oeste, en Levante, el norte de Siria y Ana-tolia. Además, destruyó
Ebla. En el 2130 a.C. el conquistador tomó Sumeria.
La dinastía acadia duró en el poder dos siglos, después le
siguieron la Tercera Dinastía de Ur, la Paleobíblica (a la cual per-
teneció Hammurabi) y finalmente, la Casita (que cayó en el 1000
a.C). Todas ellas usaron los métodos militares y de control social de
Sargón.12
El Imperio sumerio abarcaba varios centenares de kilómetros,
delineados por el Tigris y el Eufrates. Al norte estaba Akkad y al este
Elam. Para dominar a los estados clientes se usaba la violencia
selectiva y limitada. El rey derrotado de Sumeria fue encadenado y
llevado al templo de Enlil. Sargón se coronó rey

101
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

y sustituyó a algunos gobernadores, a otros, los mantuvo en sus


cargos.
En Siria, el nuevo monarca fue muy violento. Ambicionaba el
control de las montañas de plata y de los bosques de cedros; quería
también, proteger las rutas comerciales de los ataques anatolios.
Para ello, aterrorizó a los locales con cruentas campañas y castigos
ejemplares. Pero en las demás regiones el poder del nuevo imperio
era difuso.13
El ejército de Sargón contaba con 5400 hombres, que para la
época era muy grande. Era un número suficiente para proteger al
emperador de una traición sorpresiva, pero insuficiente para atacar
a una ciudad-estado.14 Para sus conquistas necesitaba levas entre los
locales y el apoyo de los ejércitos clientes.
Durante su campaña en Sumeria, Sargón tuvo las siguientes
ventajas: fue favorecido por las corrientes -pues iba del norte al
sur-; cada ciudad estaba al alcance de la última conquistada; las
tierras eran fértiles y por tanto, el abastecimiento se facilitaba y no
era necesario llevar pesadas cargas desde el origen.
El método que Sargón más usó para sus conquistas fueron las
avanzadillas. Enviaba espías para saber si había víveres por saquear
y qué tan resguardados estaban. Una vez encontradas las
condiciones ideales para el ejército, los defensores de las bodegas,
ante la opción de rendirse, ser esclavizados o morir, solían optar por
lo primero.
Generalmente el poder imperial conseguía avituallamientos
entregados por las poblaciones locales, con tan solo amenazarlas.
Los militares solían ser usados para intimidar y sofocar las
escaramuzas y únicamente en pocas ocasiones, para batallas
frontales. La negociación, la diplomacia y la intimidación, eran más
comunes que los enfrentamientos.
El avance de la conquista de Sargón dependía de las levas de los
líderes autóctonos, que iban seguidas de negociaciones coercitivas
y traiciones de grupos locales en favor del ejército invasor. Al
rendirse, se tiraban las murallas de la ciudad y se saqueaba el
excedente. A los primos o al hijo menor descon-

102
SOCIEDAD. VIOLENCIA YPODER • TOMO 1

tentó -que no sería el heredero en condiciones normales- se le


nombraba rey-cliente. Es decir, quedaba al mando una facción
traidora que tenía por obligación agregarse al ejército imperial y
hacerse cargo de la ciudad.
Cuando Sargón quiso ir más allá de Sumeria se encontró con
problemas logísticos. De todas formas tuvo recursos suficientes y la
astucia diplomática para obtener importantes victorias más allá de
Mesopotamia.13
Una vez conquistados los territorios comenzaba un nuevo
problema: el control político. La cuestión es, como dice Michel
Foucault, cómo continuar la guerra con otros medios: con la
política.Ifi Sargón mostró menos capacidad para gobernar que para
conquistar, al fin y al cabo, no era un hombre refinado, ni capaz de
aplicar los métodos administrativos de los sumerios. Tuvo que
ingeniárselas e inventar algo nuevo.
Michael Mann enumera cuatro formas de dominación imperial:

1. Por intermedio de clientes, que es la forma más fácil de aplicar


pero la menos eficaz porque los gobernadores suelen buscar
autonomía.
2. El gobierno militar directo, el cual, al igual que el anterior, no
es confiable.
3. La cooperación obligatoria, que es mejor que los anteriores,
pero requiere una infraestructura compleja.
4. El desarrollo de una cultura común, que es la mejor, pero
también es muy costosa y requiere tiempo.17

Sargón usó el primer método en Ur y con sus vecinos pobres que


estaban poco organizados. Dejaba a los viejos gobernantes en el
poder a cambio del pago de tributos. Claro está, los acadios tenían la
opción de realizar incursiones punitivas para cambiar el gobierno si
consideraban que no estaban recibiendo lo justo.
El segundo método Sargón lo utilizó con su propio pueblo, los
acadios y en otras ciudades cercanas. Los lugartenientes

103
Alma hnelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

se colocaban en zonas estratégicas y estaban listos para hacer


matanzas de las élites enemigas si faltaba el tributo. La exacción
debía ser muy alta para poder mantener a la guarnición represora.
La debilidad de esta estrategia era la falta de lealtad de las
tropas. Al inicio, el reparto del botín, sobre todo de las tierras
conquistadas, era un incentivo para mantener la subordinación.
Pero gradualmente las milicias se asentaron y mezclaron con las
poblaciones locales. Adquirieron cierta autonomía. He aquí el
origen de las satrapías y el feudalismo que a diferencia del poder
tradicional clásico,'8 implica el compromiso explícito de las élites
provinciales.
La cooperación obligatoria, que es lo que hace a Sargón una
figura innovadora, era funcional en un radio limitado. Y la cuarta
opción la desplegó en menor medida.
El imperio de dominación no logró un dominio territorial debido
a dificultades logísticas. Era una federación inestable de
gobernantes locales postrados ante la presencia de Sargón; no
obstante, ese justo era el punto débil; el emperador no podía estar
presente en todos lados y una vez que se alejaba, sus "aliados"
comenzaban a conspirar en su contra.19
En la escalada de poder en la antigüedad, hasta Sargón,
encontramos los siguientes pasos: las pequeñas economías
celulares; las llanuras aluviales con puntos centrales de redistri-
bución y comercio; y finalmente, la aportación de los imperios de
dominación, la cooperación obligatoria.'20 Esta, tiene lugar tras la
conquista, cuando los vencedores buscan concentrar más las
relaciones de producción e intercambio en sus dominios y así
obtener mayores excedentes.
La cooperación obligatoria muestra que el desarrollo económico
y la represión pueden avanzar entrelazados. Los primeros efectos de
dicho modo de dominación son la mejora de la seguridad
económica y la densidad demográfica. Pero estas dos tendencias
tienden a anularse. Por ello, el orden represivo y las matanzas,
resultaban de gran utilidad.

104
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

El tercer efecto es que este modelo intensifica la estratificación


social y el cuarto, es que eleva los niveles de vida, primero de la
élite, luego de sus dependientes directos, -siervos, esclavos
domésticos, artesanos, administradores y soldados- que repre-
sentaban el 10% de la población y, finalmente, de la población
general. Es decir, crecen los poderes distributivo y colectivo.
El quinto efecto es que la élite gobernante creada por el dominio
militar construye un poder descentralizado de terratenientes en el
marco de un estado. La propiedad privada y el poder imperial
avanzan juntos.
Y finalmente, el sexto efecto es que el orden centralizado difunde
la disciplina, que es apreciada y se practica en el ejército, las
escuelas y el trabajo.
Cuando los sucesores de Sargón se pelearon por el trono, los
gúteos, guerreros de una marca, tomaron el poder central. Más tarde,
los sumerios volvieron a reinar y la Tercera Dinastía de Ur centralizó
más el poder. Prosperaron entonces las legislaciones, los registros, la
producción y la población. Luego vino un periodo de fragmentación
y una de las ciudades escindidas, Babilonia, restableció el imperio
bajo el gobierno de Hammurabi (1800 a.C). Comenzó aquí una
nueva interpretación religiosa, con énfasis en el dios Marduk, que
proporcionaba seguridad y obediencia.
Babilonia era la ciudad de Marduk, el dios padre. Ea, la madre,
era la diosa de la civilización. La época de estas dos divinidades está
signada por el militarismo y los enfrentamientos épicos. También
florecieron la burocracia imperial y el orden centralizado. Pero en la
mitología había una tensión: el parricidio era un tema frecuente, que
representaba los impulsos de las marcas por derrocar a Sumeria.
En el siglo xvi a.C. los casitas, hombres de frontera, antiguos
colonos, llegaron finalmente como conquistadores al centro. Im-
pusieron una dinastía que duró en el trono cuatro siglos. Pero casi
nadie notó el cambio, pues la nueva élite hablaba sumerio y veneraba
a los dioses sumerios.

105
Alma Imelda iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Aunando González Ulloa Aguirre

Al ser derrocados los casitas comenzó un periodo de lucha entre


elamitas, babilonios, asirios, caldeos y árameos. Nabu-codonosor I
impuso un orden en el que Babilonia retomó el poder, pero duró poco.
Después, los asirios dominaron gracias a sus ventajas militares, sobre
todo el carro. Los nuevos conquistadores impusieron su ley a través del
terror y las guerras.
El militarismo persistente era producto de la dificultad de imponer un
orden centralizado fuerte, debido a las deficientes comunicaciones. Esto
hacía que cada ciudad -o marca- tuviera que defenderse por sí misma de
los invasores, saqueadores y piratas. Pero quien se armaba se convertía en
una amenaza potencial para sus vecinos y para el centro. Estos,
reaccionaban armándose aún más.
Las dinastías de los imperios de dominación mesopotámicos duraban
entre cincuenta y doscientos años. Tras alguna revuelta grave caía el líder,
se disgregaban las unidades guerreras y alguna de ellas, retomaba el
control. Pero como los lugartenientes y los clientes escapaban
constantemente al núcleo, el patrón se reproducía.
El ciclo de los imperios puede resumirse en: conquista, seguida de
división y posteriormente, reconquista, para después dirigirse de nuevo a
la división. Sin embargo, no se trata de un eterno retorno de lo mismo,
pues al volver al punto del control, se vuelve con mayores poderes. En
donde esto es más notorio es en la técnica militar.
Desde el 2000 a.C. algunos pueblos de las marcas —i.e. núcemeos,
arios, hiesos, casitas- mejoraron los métodos de combate al usar carros,
arquería y jinetes, que ofrecían flexibilidad y velocidad en las batallas.
Con estas ventajas aplastaron a las lentas infanterías de los estados
agrícolas. Sin embargo, éstas se reagruparon y hacia el 1200 a.C, el carro
perdió la ventaja. La revolución de la metalurgia ofreció a los soldados a
pie armaduras baratas de hierro y permitió a los ejércitos de campesinos
mantenerse firmes ante los embates de sus enemigos.

10(5
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Las tribus periféricas respondieron combinando ambas ventajas:


carros y armas ligeras, con armaduras de hierro. Por ello, lograron
crear los mayores imperios nunca antes conocidos. Una vez que los
señores de las marcas tomaban el control central, sumaban también
las ventajas de los agricultores, y ellos mismos se hacían
dependientes del aluvión. Militarmente, estas ventajas son: el
excedente permite una mejor organización; por la naturaleza del
trabajo campesino y su administración, se trata de ejércitos
metódicos y disciplinados -enjaulados—; tienen buenas
fortificaciones; y una táctica diversificada, coordinada centralmente
que les hacía eficaces en la guerra naval y de asedio.
La primera dificultad que enfrentan los imperios una vez
establecidos es la difícil relación entre el núcleo y las marcas. La
paradoja está en que suele haber una rivalidad entre las dos zonas.
Aún la integración puede resultar ruinosa para el centro. Así como
hace sentir a los guerreros de las marcas que son parte del imperio
para que luchen por él y no contra él, también les muestra que tienen
posibilidad de acceder al poder. El mimetismo, que pretende crear
admiración, termina promoviendo la envidia. Es el mecanismo del
"doble vínculo" del complejo de Edipo, tal y como lo interpreta
Girard. En la relación padre-hijo, el segundo ve al primero con
admiración y aprende a desear lo que él desea: a la madre. Quiere
entonces acercarse a ella, y lo logra, pero no siempre, porque a veces
está ahí el padre, que ahora se convierte en un ser envidiable. El
mediador externo se convierte en interno.-1
El mismo Sargón obtuvo su fuerza original de las marcas pero
dependía del núcleo de regadío, por lo cual quiso integrar ambas
zonas. No obstante, aunque parecía en ocasiones lograrlo, las marcas
servían de plataforma para crear nuevas marcas y éstas, nuevamente
no estaban integradas. Todas ellas eran imperios en potencia y
algunas, lo fueron en verdad. El delirio de grandeza de Sargón llevó
al delirio de las nuevas marcas por parecerse al nuevo imperio. La
imitación mutua

107
Alma hnelda Iglesias González ' Jorge Federico Martínez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

llevó a la escalada militar. Pero esta reciprocidad destructiva va


acompañada de una ilusión: cada nuevo imperio cree que es el
último, que ningún otro lo igualará; más aún, cree que es digno de
admiración pero no debe ser envidiado.22
La segunda contradicción tiene qué ver con las mejoras del
ejército imperial. Al inicio, el poder militar tenía una base social.
Estaba compuesto por voluntarios del pueblo que, en un orden
benévolo y con rasgos democráticos, habían decidido alistarse.
Sin embargo, la escalada de las guerras obligó a la
profesiona-lización y la diversificación militares. Los guerreros
profesionales desplazaron al ejército campesino. Ahora estaba en
manos de los ricos que podían costearse armamentos, armaduras y
la logística para transportarse, o bien, de mercenarios. Esta mejora
militar significó el debilitamiento de la cohesión. Y ello a la vez
volvió más vulnerable al estado, pues podía ser capturado con
mayor facilidad.
La tercera contradicción tiene qué ver con el éxito imperial al
momento de conquistar pero su debilidad al momento de gobernar.
Debido a que no era posible una ocupación militar permanente y a
la distancia entre la periferia y el núcleo, la forma de mantener el
control era la intimidación. Pero como ésta no era del todo eficaz,
necesitaba ir acompañada de un estímulo: la integración.
La integración se daba por el atractivo mismo de la civilización.
Pero al aprender métodos y técnicas de organización civilizados,
los otrora bárbaros no tardaron en usarlas en contra del imperio.
Esto es muy claro en China, cuando los tobas, en el siglo iv23 y los
mongoles24 en el siglo XIII, usando técnicas chinas combinadas con
el uso de la caballería, conquistaron el centro.
Otra táctica utilizada por los imperios para intentar palear su
debilidad en las fronteras era la construcción de fortificaciones y los
sobornos a los jefes bárbaros. Pero estos métodos implicaban
sangría para el poder central y fortalecimiento para los guerreros
móviles de las marcas.

108
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La cuarta contradicción del poder imperial es que, la cooperación


obligatoria genera desarrollo económico y social pero también
amenazas desde las marcas, pues se trata de pueblos difíciles de
controlar. La organización para gobernar sobre la periferia debilita
la base social del núcleo.
La quinta contradicción se debe al éxito económico del imperio:
es evidente el beneficio de los tributos enviados por los prósperos
terratenientes, pero al mismo tiempo, se vuelven poderosos gracias
al crecimiento simultáneo del estado y la propiedad privada; y con
ello, también menos controlables.
La sexta contradicción imperial es que, al acuñar una moneda que
circula, se fortalecen los mercados, pero por su naturaleza, el
circulante adquiere una fuerza propia e incontrolable.
La séptima es administrativa. La profesionalización en la
búsqueda de mayor control crea un cuerpo burocrático, que es útil
tanto para el núcleo como para sus conquistadores y los líderes
locales. Además, la organización creciente contribuye a la creación
de recursos privados que escapan al control del poder central.
Otros imperios fueron distintos a los mesopotámicos. Por
ejemplo, el egipcio no tenía señores de las marcas y por tanto no se
vio sometido a la dialéctica federación-centralización. El imperio
cretense y el del Indo simplemente se hundieron antes de entrar en
esta puja. Los incas no decayeron por los señores de sus marcas, sino
por un poder extranjero. Los casos similares a Mesopotamia fueron
China y Mesoamérica.
La organización de los imperios implicó una reorganización en la
cual lo militar se convirtió en el motor. Cuando los imperios
lograron sobrevivir a su primera fase, entraron en una serie de ciclos,
que al cumplirse, iban incrementando los poderes centrales y
locales.
En fin, los límites de los imperios fueron: que no eran
terri-torialmente unitarios sino federaciones y que generaban fuerzas
subversivas descentralizadoras.-5

109
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Notas

1
Cfr. Michael Mann, Las fuentes del poder social, /, cap. 4.
2
Eran sacerdotes, funcionarios, traductores, escribas y guerreros de alto rango.
También había mujeres nobles; fungían corno acompañantes y consejeras.
3
"La epopeya de Gilgamesh, escrita hacia el 1800 a.C, da una relación completa
de todo ello, aunque otra cosa es saber si se trata de hechos o de una ideología más
tardía. Gilgamesh, que empieza siendo el en de Uruk, encabeza la resistencia a un
ataque organizado por la ciudad de Kish. Al principio necesita el permiso tanto de un
consejo de ancianos como de una asamblea de toda la población masculina para poder
adoptar decisiones importantes. Pero su victoria realza su autoridad". Ibid., p. 152.
4
John Keegan, Historia de la guerra, p. 172. Nos dice Norman Cohn que en el tercer
milenio "los campesinos mesopotámicos que vivían en el llano aluvial sufrían el acoso
de estas tribus salvajes, que asaltaban sus ciudades y aldeas. Existía tensión perma
nente que a menudo desembocaba en confrontaciones violentas, entre los habitantes
de los llanos y los moradores de las estribaciones del norte. La interminable guerra
de guerrillas socavaba un reinado mesopotámico tras otro. El país sufría la invasión
y conquista de los pueblos extranjeros procedentes de las montañas, los guti, los ela-
mitas, los casitas y los persas. (...) Pero sobre todo, los mesopotámicos luchaban entre
ellos: primera mitad del tercer milenio, los dirigentes sumerios se dedicaron a luchar
entre sí por la supremacía de Sumer y su docena de ciudades estado. Desde mediados
del tercer milenio hasta la caída de Babilonia (539 a.C), innumerables monarcas del
sur y del norte, sumerios y semitas se enfrentaron en un esfuerzo por crear un reino
que abarcara la totalidad de Mesopotamia. Aquellas guerras iban acompañadas de
matanzas y destrucciones masivas". Norman Cohn, El cosmos, el caos, p. 46.
5
Cfr. Charles Tilly, Coerción, capital y los estados europeos, 990-1990, trad. Eva Rodrí
guez Halfter, Madrid, Alianza, 1992 (Ia ed. en inglés, 1990), pp. 19-21.
6
Los mushkenu, clase a la que pertenecía la gran masa. Entre ellos estaban los cam
pesinos-que representaban el 80% de la población total-, los pequeños propietarios,
los soldados y los artesanos.
7
Cfr. Lewis Mumford, The city in histoiy, p. 44.
8
El intervalo del periodo Protodinátisco i al Protodinástico n.
9
Cfr. John Keegan, Historia de la guerra, p. 172.
10
Cfr. Ibid., p. 173.
1
"He aquí la traducción literal de la leyenda, que a juzgar por su redacción parece
ser una inscripción original del propio rey Sargón 23a: Sargón, soberano poderoso, Rey
de Agades, tal soy yo. Mi madre era vestal; de mi padre no tengo conocimiento; pero del hermano
de mi padre sé que vivía en las montañas. En Azupirani, mi ciudad natal, que se halla situada
en la margen del Eufrates, mi madre, la vestal, me dio a luz. Nací en un lugar oculto. Luego mi
madre me colocó en un cesto de juncos, cerró la lapa con betún y me depositó en las aguas del río,
y yo sobreviví. La corriente me llevó hasta Akki, el aguatero. Akki, aguatero, me alzó en la bondad
de su corazón; Akki, aguatero, me abrazó como a su propio hijo; Akki, aguatero, me convirtió
en su jardinero. Y haciendo este trabajo de jardinero, gané el amor de I star, me convertí en rey y
como soberano goberné durante cuarenta y cinco años". Otto Rank, El mito del nacimiento del
héroe, trad. Eduardo A. Loedel, México, Paidós, 1989 (la ed. en alemán, 1906), p. 22.
12
*yr-Jonn Keegan, Historia de la guerra, pp. 173-174.

no
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

1:
Cfr. Will Durant, Our oriental heritage, pp. 120-122.
" La logística de su ejército era muy limitada. Sus hombres apenas podían cargar raciones
de alimento y comida para tres días. El avance tampoco era muy impresionante: treinta
kilómetros al día. Por tanto, las campañas rápidas no podían ir a más de noventa kilómetros.
15
Cfr. Michael Mann, Las fuentes, vol. I, pp. 205 y ss.
"' La tesis de Michel Foucault invierte la sentencia de Clausewitz y afirma que "la política
es la guerra continuada por otros medios —y no sólo la política, sino también la ley y el orden-.
En los estados occidentales, el derecho se deriva, en buena medida, de la costumbre germana
según la cual los juicios se resolvían mediante la fuerza, dando como resultado ganadores y
perdedores decisivos, de manera que el derecho era una forma regulada de hacer la guerra.
La investigación judicial de los hechos de un caso para establecer una verdad imparcial
aparece en la escena histórica con posterioridad como una reemergencia de las prácticas
griegas y romanas. La antigua ley germánica proporciona un modelo para la drástica hipótesis
de Foucault, quien coloca a la guerra como fundamento del orden social: la historia que nos
contiene y determina tiene una forma más parecida a la de la guerra ¡pie a la del lenguaje
—relaciones de poder, no relaciones de significado-. Las disputas legales y los debates políticos
utilizan el lenguaje para disfrazar el conflicto bélico, evitando su carácter violento, sangriento
y letal al reducirlo a la tranquila forma platónica del lenguaje y el diálogo. En el principio no
fue el Verbo, sino la Guerra. El estado nace bajo la violencia, sostiene Philip Bobbitt, sólo
cuando éste ha obtenido el legitimo monopolio de la violencia puede promulgarla ley". James
Hillman, Un terrible amor por la guerra, trad. Juan Luis de la Mora, Madrid, Sextopiso 2010
(Ia ed. en inglés, 2004), p. 53,
" Cfr. Michael Mann, Las fuentes, vol. 1, pp. 212 y ss.
líl
Es decir, en sus modalidades patriarcal y patrimonial.
I!l
El imperio acadio tenía tres limitaciones.
1 .-El centro del Imperio era el ejército mismo de Sargón, por tanto, era un núcleo móvil.
Era así para poder responder a las amenazas locales. Sargón tenía entonces que permanecer en
campaña para evitar la fragmentación de sus territorios. Era la forma de mantener
atemorizados a sus subditos. Esta estrategia requiere un despliegue agotador de energía de los
conquistadores.
2.-El estado era inestable, pues dependía de los vínculos personales. La única relación
estable era aquella entre el gobernante con su élite, inicialmente reforzada por el parentesco.
Sin embargo, en la medida en que el imperio se expandía los lazos sanguíneos contaban
menos. Peor aún, los lugartenientes se casaban con mujeres locales y se debilitaba aún más el
parentesco del monarca.
3.-La alfabetización estaba limitada a los lugares centrales de las ciudades y no abarcaba
grandes distancias. Yaunque el código de Hammurabi reflejó la ambición de gobernar a través
de leyes con una fuerza extensiva, en realidad no era un territorio gobernado por el derecho.
-" Consta de cinco elementos:
1.-Pacificación militar, que catapulta el comercio gracias a la protección del imperio -las
tropas imperiales eran aptas para el patrullaje-. La facilidad para el comercio contribuye
también a la especialización regional y por tanto, al aumento del poder colectivo. La
pacificación también estabiliza autoritariamente la propiedad y el valor, incluso usando
normas monopolistas.

111
Alma ímelda Iglesias González 'Jorge Federica Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguine

2.-E1 multiplicador militar. Debido a que el tamaño y las funciones del ejército
aumentan, también lo hacen sus necesidades de consumo. Ello crea una demanda que
impulsa a la producción. Asimismo, por cuestiones militares mejoran los caminos y eso
facilita también el comercio.
3.-Autoridad y valor económico. Mediante sellos cilindricos el estado redistributivo
asignaba el valor de las mercancías. Vemos entonces que, gracias al poder político, nacen las
proto-monedas e incluso la usura.
Para que el valor asignado sea funcional necesita ser estable, y esto se logró gracias a la
imposición estatal, la garantía del derecho de propiedad y los contratos, y a la verificación
gubernamental de los pesos y medidas.
4.-La intensificación de la fuerza de trabajo. Debido a las conquistas había gran
cantidad de esclavos y otros trabajadores no libres -servidumbre y condicionados por deudas.
Pero la complejidad del imperio también requirió de otros empleados y fue aquí en donde
apareció por primera vez el trabajo asalariado. La especialización, organización y
concentración del trabajo, produjo un beneficio general.
5.-La difusión coercitiva. Mientras los cuatro elementos anteriores son un poder
autoritario, éste implica la mezcla de culturas y técnicas de los conquistadores y los
conquistados. La fusión contribuyó a mejoras económicas. Así surgió por ejemplo, la
escritura acadia-sumeria, silábica y con pocos caracteres. Esta simplificación benefició a la
diplomacia, el comercio y la burocracia. Cfr. Ibid., pp. 220 y ss. '■" Cfr. Rene Girard, La
violencia)' lo sagrado, pp. 177 y ss.
— "Cuanto más el deseo aspira a la diferencia, tanto más genera identidad. El deseo
mimético tiende siempre a la frustración de sí mismo. A medida qtie progresa, sus
consecuencias se hacen más graves y al fin ese agravamiento llega a ser idéntico al delirio y a
la locura. Esta es la razón por la cual encontramos exactamente en el delirio las mismas cosas
que encontramos en las fases anteriores de deseo mimético, solo que aquí la forma es
exagerada, caricaturesca. Por lo menos en apariencia hay más diferencia y más identidad,
porque los dobles nunca cesan de imitarse el uno al otro, y esta vez la imitación es bien
visible (...). El delirio no es otra cosa que el resultado forzoso de un deseo que se mete en el
callejón sin salida del modelo obstáculo. Ese callejón sin salida es la forma más general del
doble vínculo que Gregory Bateson ve como la fuente de la psicosis. Todos los deseos
terminan por quedar atrapados en la contradictoria exhortación doble imítame; no me imites
(...).
Cuando los efectos del universal vínculo doble se hacen demasiado extremados para
permanecer ocultos, hablamos de psicosis. Y naturalmente la observación de esos efectos
extremos revela (...) el doble vínculo como una relación de deseo.
Lejos de reconocer la reciprocidad que lo acosa, el deseo siempre huye hacia el
expediente de imitar más en la demencial búsqueda de la diferencia, lo cual lo lleva cada vez
más a hallar reciprocidad. No podemos escapar de la reciprocidad para refugiarnos en el
delirio sin verla reaparecer en la irónica forma de los dobles". Rene Girard, Literatura,
mimesis y antropología, trad. Alberto L. Bixio, Barcelona, Gedisa, 1984 (Ia ed. en inglés,
1978) pp. 106-107.
2:1
"El responsable principal de la decadencia de la dinastía Han fue el de siempre: el
surgimiento de un poder local o regional que eclipsó a la dinastía central. La debilidad en el
centro se debió a diversas causas: una sucesión de emperadores inútiles, su dominación por
parte de la familia de la emperatriz, la usurpación del poder por parte de los eunucos y
muchas otras rivalidades facciosas en la corte. El favoritismo

112
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

y la corrupción dieron como resultado la designación de personal inadecuado, la rapacidad en


la explotación del pueblo, la desatención hacia los intereses de familias de mercaderes y
magnates y el debilitamiento de la capacidad militar dinástica. Tales debilidades en el centro
corrían paralelas al crecimiento de un poder local y regional en manos de familias
aristocráticas que poseían territorios y ciudades amuralladas, como también industrias en su
interior. El desastre final ocurrió en el año 220, a raíz de una revuelta en China del Norte entre
familias aristocráticas originalmente nómadas y sus criados, quienes se habían establecido
dentro del muro y aún mantenían sus habilidades y propensión a la guerra.
Durante dicha rebelión se desarrollaron dos procesos que conducirían a más de tres siglos
de desunión entre la China del Norte y del Sur: primero, la constante incursión de pueblos
nómadas en China del Norte, y segundo (en parte como resultado de ello), la emigración de los
chinos Han hacia las zonas más cálidas y fértiles del valle del Yangtsé, al sur. Así se
establecieron las bases para un desarrollo dual en torno a pequeñas dinastías regionales al norte
y al sur. Después de la era conocida como los Tres Reinos-220 al 265 d.C-, y de una
reunificación temporal del país entre lósanos 280 y 304, entre el año 317 y el 589 surgió en
China del Sur, alo largo y bajo el Yangtsé, una sucesión conocida como las Seis Dinastías,
mientras en China del Norte la competencia por. la hegemonía abarcaba hasta dieciséis reinos.
Los principales invasores en el norte ya no eran los Xiongnu turcos, cuya confederación se
había desintegrado, sino un pueblo nómada protomongol conocido como los Xianbei, quienes
establecieron estados en Gansu al oeste y en Hebei y Shandong al este. En lugar de corromper
la cultura local china, estos invasores menos civilizados tomaron rápidamente las riendas de las
familias aristocráticas chinas y se unieron en matrimonio con los Han locales, estableciendo
cortes al estilo chino. Los más notables fueron los turcos Toba, que fundaron su dinastía Wei
del norte (386-535) primero en Datong, en el Shanxi nórdico, y posteriormente -tras haber
conquistado y reunificado China del Norte- en su segunda capital, Luoyang, justo al sur del río
Amarillo, antigua capital de los Han tardíos. Entre las mayores realizaciones de los Wei del
norte se cuentan su devoción al budismo y las grandes esculturas de piedra que levantaron
cerca de sus dos capitales". John King Fairbank, China. Una nueva historia, trad. Gila
Sharony, Santiago de Chile, Andrés Bello, 1996 (Ia ed. en inglés 1992), pp. 101-102.
24
"Las dinastías Zhou y Qin en la China noroeste habían obtenido algo de su vigor militar a
partir de sus contactos con las tribus del norte y de los matrimonios mixtos, como ocurrió con
los Sui y los Tang en su época. Ello fue sólo un paso más en el proceso por el cual las tribus
invasoras del norte se apoderaron directamente de una parte de China y la gobernaron con
ayuda china, pero a través de una casa dinástica no china. Este modelo de gobierno dual
sino-nómada se hizo visible desde el siglo cuarto de la era cristiana en Manchuria del Sur, y
alcanzaría su apogeo durante el control global que siguió a las conquistas de los mongoles y de
los manchúes". Ibid., p. 146.
21
Cfr. Michael Mann, Las fuentes, vol. 1, pp. 256 y ss.

113
7. LOS NÓMADAS MONTADOS ATERRORIZAN AL
HOMBRE-GANADO

D e acuerdo a la cosmovisión egipcia el universo era vigilado por el


faraón, quien luchaba por mantener la armónica alternancia de los
elementos del mundo que garantizaban a lo creado contra todo
peligro de ruina y contra el desorden.1 Al morir un faraón Maat se
encontraba turbada y cuando el soberano era coronado se restablecía el
orden;

la amenaza del caos era alejada y el júbilo invadía todo Egipto: Goza en
tu corazón, País todo, han llegado los felices tiempos. Todas las tierras
tienen un señor, el más benéfico de todos, el faraón. La marea crece, los días
tienen su longitud, las noches tienen las horas exactas y la luna se
levanta como siempre.2

Como heredero del creador y señor del universo, el hijo de Ho-rus asumía
un poder absoluto. La vida pública y privada del faraón estaba regulada por
un rígido ceremonial; todos sus actos eran magnificados en solemnes
inscripciones sobre estelas y relieves. El hombre común casi nunca veía a
su rey y cuando le era concedido verlo, se le aparecía lejano e inalcanzable
como los dioses;3 además, no sólo temía al faraón, sino que también lo
admiraba y le estaba agradecido.

115
Alma Imdda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguitre

(...) era miembro de un estado bien organizado que regulaba


minuciosamente su existencia. En el vértice y, a los ojos del ciudadano,
casi junto al cielo, se encontraba el faraón, a quien estaban ligados
Egipto y su prosperidad. Era él quien imploraba a los dioses: Soy
vuestro hijo, creado por vuestros dos brazos. Vosotros me habéis hecho
soberano, Vida, Salud y Fuerza de todo el país. Vosotros habéis hecho de mí
la perfección sobre la tierra (...); podía afirmar con orgullo: He hecho
vivir a toda la tierra con sus habitantes (...) he rescatado al hombre de su
miseria."'

La dupla faraón-maat era la síntesis del orden en el antiguo Egipto. El


orden y su vigilante. El monarca se valía de un gran prestigio, una gran
burocracia, un gran ejército y del favor de los dioses para mantener el
orden sacro.
¿De dónde deriva el prestigio del faraón? De su sitio en el cosmos:
intermediario entre los dioses y los hombres; el faraón cumplía
impersonalmente los actos del culto y los ritos para agradar a los dioses y
hacer posible la existencia del cosmos. Como no podía llevar a cabo todos
los ritos en todos los templos, ni todos los procedimientos en todas las
cortes, delegaba su poder en ciertas castas: la de los nomarcas o
gobernadores, la de los sacerdotes, etc.
La religión egipcia daba a cada cual su lugar, los hombres y las
mujeres tenían su función en el todo. Era una sociedad que promovía el
conformismo; para el hombre común la vida, aunque dura, era buena, pues
los dioses lo acompañaban. Aún el trabajo era visto con gusto por los
egipcios.

La maquinaria de la economía se movía a fuerza de brazos; la obli-


gatoriedad de las prestaciones laborales puede presentarse como algo
semejante a la servidumbre, pero el pensamiento de trabajar para los
dioses y para el faraón era sentido como un deber, y utilizar el término
esclavitud resultaría insensato y no tendría nada que ver con la
particular estructura de la sociedad y de las normas relativas al trabajo
obligatorio.3

116
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Los subditos del faraón, en general, no sentían envidia por él. Su


trabajo representaba una gran responsabilidad; los hombres
comunes ni siquiera pensaban en ser él o como él. Había gran
distancia entre los subditos y el faraón: el deseo mimético era
externo. El conflicto con él sería absurdo; contradecir su ley -que es
la de maat- una tontería.6
Pero la estabilidad no duró para siempre. Debido a que el faraón
era responsable de los ciclos ambientales, en el momento de una
mala cosecha, era considerado el culpable. Los rituales sacrificiales
intentaban aplacar la ira de los dioses pero también de las
comunidades hambrientas. Cuando todo fallaba, el faraón caía.
Vemos entonces los cambios de dinastías. Los historiadores aún no
han podido concluir las causas exactas de la mayoría de los casos,
pero es probable que se tratara de una combinación de trastornos
ambientales con problemas palaciegos.7 ¿Quién más traicionaría al
faraón sino quienes están cerca de él?8 De cualquier manera la caída
de Amenemhet I, quien gobernó entre 1976 y 1947 a.C, primer
faraón de la décimo segunda dinastía, está claro: en un contexto de
sequía9 fue obligado a renunciar pero no sin antes ceder el trono a su
hijo, quien se convirtió en un déspota cruel con sus cortesanos y se
mantuvo en el poder con la ayuda del terror.
Su sucesor, Amenemhet III, quien gobernó entre 1853 y 1807
a.C, es recordado por sus majestuosas obras de irrigación y su
exitosa labor administrativa. Pero trece años después de su muerte su
dinastía fue defenestrada en medio de una disputa entre rivales de la
misma familia que reclamaban el trono. El reino quedó dividido y
fue presa fácil para los invasores.10 La llegada de estos semibárbaros
de la frontera tuvo consecuencias terribles. En un periodo de 230
años se registraron 175 faraones, muchos de ellos ¡hicsos!11
Entre el año 1800 y el 800 a.C. los imperios de dominación en
Oriente Medio estaban conmocionados. Algunos desaparecieron,
otros sobrevivieron como unidades de otros más y unos pocos se
convirtieron en grandes imperios.

117
Alma Imelda Iglesias (¡onziilez 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

La crisis se debió, en buena medida, a los problemas sucesorios


de los grandes imperios de la edad de bronce.1'2 La lucha de
facciones se combinó con la incapacidad militar de babilonios y
egipcios para enfrentar a los nuevos invasores que contaban con
carros de combate13 y armas de hierro."
Los conquistadores provenían del norte, no eran sedentarios ni
alfabetizados. A las civilizaciones les parecían un desafío exterior,
pero ellas mismas los habían ayudado a crear. Los imperios del
Cercano Oriente, con la ampliación de sus redes de poder,
estimularon transformaciones en un área muy amplia que incluía el
norte de África y Asia Central. En esa vasta zona la interacción era
muy intensa. Las transformaciones que sufrieron los invasores del
norte provenían de sus contactos con el sur.
En el 3000 a.C. comerciantes de Oriente Medio y Asia Menor
traficaban ya con metales, animales, esclavos y lujos en el Cáucaso
y en la meseta irania. En las estepas orientales estaban los pastores
nómadas. En Europa Oriental y Rusia, estaban los agricultores de
roza y los pastores a caballo. Los habitantes de esas zonas se
encontraban organizados en sociedades de rangos, con poca
propiedad privada, sin civilización, con una estructura de clanes y
tribus.
Posteriormente, gracias al aumento de la riqueza y el manejo de
la metalurgia del bronce, crearon una organización estratificada y
descentralizada. Los clanes importantes se convirtieron en una
aristocracia con derechos de propiedad e incluso, en una realeza
débil.
En el 1800 a.C. los indoeuropeos dominaban ya el carro ligero.
Era un instrumento de combate veloz, maniobrable, que llevaba a
dos o tres hombres; el piloto y los arqueros. Su táctica consistía en
movimientos rápidos en torno a las infanterías y los carros torpes de
sus enemigos sedentarios. Disparaban masas de flechas desde una
posición segura y provocaban la desbandada de sus adversarios.15
Lanzaban entonces una carga frontal e iniciaban la masacre. John
Keegan describe la situación:

118
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Hacia mediados del segundo milenio a.C. los pueblos que habían
aprendido a hacer y usar carros ligeros y arcos compuestos des-
cubrieron que los defensores de las tierras de asentamiento no eran
capaces de resistir los métodos agresivos que ellos habían desarrollado
en origen para rechazar a los depredadores que atacaban sus ganados.
Los guerreros en carro que bajaron de la meseta a las llanuras abiertas
infligieron impunemente graves bajas a caldeos y egipcios.
Corriendo en círculo a una distancia de cien o doscientos metros de
las manadas de soldados de infantería sin coraza, la tripulación de un
carro ligero, un hombre para conducirlo y otro para lanzar flechas,
podía herir a seis hombres por minuto; diez minutos de acción de diez
carros causaban quinientas bajas o más, al agredido no le quedaba otro
remedio que huir corriendo o rendirse. En cualquiera de los dos casos,
el resultado para los montados en carros sería un buen número de
prisioneros, probablemente destinados a convertirse sin dilación en
bienes muebles en su condición de esclavos.'6

El historiador de la guerra describe cómo fue que los invasores


animalizaron y esclavizaron a los derrotados:

la primera interpenetración de pueblos esteparios y sociedades ci-


vilizadas fue producida por los mercaderes a largas distancias que
llevaban ropas, baratijas y objetos de metal para intercambiarlos por
artículos de valiosa artesanía producto del mundo bárbaro, como pieles
y estaño, y esclavos. No se sabe cómo empezó el comercio de esclavos,
pero se les ocurriría de forma natural a los pueblos pastores,
acostumbrados a conducir manadas de cuadrúpedos, en particular si los
extranjeros adoptaron la costumbre de llevar sus mercancías a lugares
en los que los ganaderos se reunían para celebrar fiestas anuales, que
(...) fueron convirtiéndose en escenario de ferias, y tales ferias serían los
primeros mercados de esclavos. Si los pastores aprendieron a reunir y
conducir esclavos para venderlos en la estepa, podemos suponer que,
cuando finalmente

119
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

descendieron de la estepa en sus campañas de conquista, estaban ya


habituados a hacer cautivos, vendiéndolos como esclavos, y a imponer
autoridad a los pueblos que conquistaban a través de un estrato
intermedio de esclavos dependientes de ellos.
(...) Eso explicaría que grupos bastante reducidos de intrusos
agresivos no sólo derrocaran a pueblos más numerosos que ellos, sino
que durante un tiempo conservaran el poder. (...) Los conductores de
carros ligeros eran además esclavistas. Claro que la esclavitud se
conocía antes de la era del carro en Mesopotamia y Egipto, pero su
práctica, especialmente el tráfico, debió de intensificarse con la llegada
de los conquistadores en carro.17

Los invasores concebían a la civilización mediante un doble vínculo. Para


conquistarla, había comenzado despreciándola;'8 pero una vez derrotada,
la civilización cautivó a los bárbaros; sus sentimientos por los agricultores
evolucionaron de la envidia a la admiración.
Los ejércitos móviles del carro de combate tenían ventaja en terreno
abierto. Triunfaron en el Cercano Oriente y en Asia pero sus victorias
fueron menores en Europa. Desde sus temibles vehículos podían devastar
los campos y los diques de los agricultores, pero no cercar las ciudades.
Además, estos guerreros, desmontados y en sus campamentos, eran
vulnerables. Por lo cual, comenzaron a edificar fortificaciones sencillas
que les permitieran resistir una emboscada.
Estos conquistadores del norte, posteriormente entraron en Asia
Suroriental y Central. Tomaron la India entre el 1800 y el 1200 a.C. Los
hititas se establecieron en Asia Menor en el 1640 a.C. Los mitianos en
Siria (1450 a.C), los hicsos en Egipto (1650 a.C.) y los casitas en
Mesopotamia (1500 a.C). También había una variedad de estos ejércitos
autóctonos en China, los Shang.19
¿Cómo se hizo posible esta serie de victorias en tan corto tiempo? "Fue
consecuencia de diversos progresos en la metalurgia, la ebanistería, el
curtido y la guarnicionería, así como

120
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

del empleo de colas, huesos y tendones, pero, sobre todo, de la doma


y mejora física del caballo salvaje".20
Pero el carro ligero no era suficiente para el inicio de su domi-
nación. Los casitas lo tuvieron mucho antes de empezar sus in-
cursiones. Más aún, sus invasiones no solían ser una mera victoria
militar. Se asentaban en el margen de las civilizaciones o incluso, en
su interior, en donde desarrollaron el carro de combate. Y muchas
veces ejercían presión sobre la civilización y finalmente, la
dominaban con oleadas de emigrantes, sin importancia del elemento
militar. Esto fue lo que pasó con los minoicos en Creta y con los
arios en la India.
El uso eficaz del carro requería tácticas, organización y logística.
Solo podían ser usados en ciertas estaciones, sobre pastos y su
movilidad era compleja. Estos conquistadores no eran bárbaros sino
señores de las marcas.
Al haber convivido con la civilización los invasores habían
modificado sus estructuras sociales. Se organizaban en federaciones
adaptables, con propiedad privada. Tenían una identidad flexible, no
eran pueblos ni razas y aunque en origen tenían un núcleo
indoeuropeo, algunos prácticamente ya no lo eran. Los hititas se
habían mezclado sanguínea y culturalmente con las poblaciones
locales. Tampoco lo eran los casitas. Los hicsos eran hurritas
mezclados'con semitas. En fin, todos ellos eran grupos mixtos que
practicaban matrimonios exógenos y comenzaban a alfabetizarse.21
Los imperios conquistados por los invasores del norte atrave-
saban, de antemano, por un periodo de dificultades. Antes de su
caída, Babilonia estaba ya inmersa en una larga guerra civil, iniciada
por los descendientes de Hammurabi a propósito de la sucesión
real.22 Mesopotamia estaba siendo disputada por los sumerios y los
asirios. Egipto, previo a la llegada de los hicsos ya sufría por las
luchas dinásticas del Segundo Periodo Intermedio.
Además los invasores no lograron crear imperios estables y
extensivos, porque: el carro de combate era un arma ofensiva

121
Alma Itnelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

e inútil para la defensa; necesitaban de valles extensivos para el


pastoreo y no de territorios aluviales ni de la economía urbana; las
tácticas y ventajas del carro fortalecen a la aristocracia
descentralizada con fronteras flexibles; a estos guerreros no los
caracterizaba la obediencia al mando centralizado sino la destreza
individual y la capacidad para coordinar pequeños destacamentos
que en las campañas, actuaban de forma autónoma;23 su ética era la
del honor y no la de la cooperación.
Los invasores admiraban y envidiaban a las civilizaciones que
derrotaron. Los hicsos que invadieron Egipto pronto llamaron
faraón a su líder y fundaron dinastías. Lo mismo ocurrió con los
shang, que adoptaron las formas de gobierno de la civilización
previa del norte de China. Sin embargo, aunque imitaron algunas
cosas de las civilizaciones, otras escaparon a su entendimiento y
además, pronto se enfrentaron al problema, ya no de conquistar,
sino de gobernar. Poco sabían al respecto.
Los arios, entre ellos los mitanios24 y los hicsos, no lograron
consolidar un estado, pues tenían una estructura aristocrática y
descentralizada. Eran incompetentes para integrar territorios
extensos, pues no dominaban la escritura y no tenían experiencia
para la coordinación coercitiva de trabajadores. Los conquistadores
del norte sucumbieron cuando los agricultores lograron reaccionar
construyendo fortificaciones.
En el año 1580 a.C, los egipcios, que aprendieron las técnicas
guerreras y la organización militar de sus enemigos25 y aprove-
charon las ventajas de la organización centralizada. Finalmente
expulsaron a los hicsos. En Mesopotamia, en 1370 a.C, los
herederos culturales de Sumeria, los asirios, también expulsaron a
los invasores. En 1100 a.C. los babilonios recuperaron el poder.26
Desde ese momento no había más ventajas definitivas, pues los
rivales aprendían el uno del otro. Más aún, aprendieron a convivir y
no siempre estaban luchando. De hecho, el intercambio cultural,
social y comercial era más frecuente que la guerra.27

122
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La segunda oleada de invasores semibárbaros se gestó en 2000


a.C. Debido al impulso económico dado por el sur, los pueblos
asentados en las inmediaciones del Mar Negro, perfeccionaron la
extracción de hierro y la fundición de carbón o aleaciones de cobre,
para producir semiacero oxidable.
Pero en 1400 a.C. la producción de hierro mejoró y se volvió más
barato que el bronce. El hierro está por todos lados y es difícil
controlar su acceso, a diferencia del cobre. Esto hizo posible la
producción masiva de herramientas y armas duraderas. Esta
revolución democratizó un enorme poder. Cualquier agricultor
podía tener un hacha o un arado. En parte, este cambio descentralizó
la economía campesina y dio auge al comercio local de bienes de uso
semidiario -i.e. vino y la ropa-. El comercio a larga distancia seguía
centralizado, pero el transporte marítimo que pasaba por puntos no
controlados, también democratizó este tráfico. El poder distributivo
se modificó.28
Los hititas fueron los primeros en usar de modo generalizado
armas de hierro. Y en el 1200 a.C, el secreto de la metalurgia del
norte ya se había extendido por Asia y Europa. Gracias a este nuevo
material aumentaron las fuerzas económicas (por los instrumentos
de labranza) y militares (por las hachas, las espadas y las
armaduras). El poder colectivo aumentó.
Europa meridional fuera de Grecia, estaba en manos de tribus
semidemocráticas, militarizadas y sin estado. El Medio Oriente se
encontraba bajo imperios de dominación como Asiría, que también
aprovechaban el hierro para aumentar la producción y armar a las
masas.29
Los egipcios aprovecharon de manera distinta la revolución de la
metalurgia. Ellos nunca dominaron la fundición del hierro pero
contrataron a otros pueblos que sí lo hacían, como mercenarios.30
En pocas palabras, las transformaciones originadas en esta época
se debían más a factores geopolíticos que a una evolución interna. El
poder naval fue crucial para la segunda oleada de conquistadores.
Los imperios del interior fueron los menos afectados.

123
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Troya fue destruida en 1250 a.C. Cinco décadas más tarde


Egipto perdió los territorios más allá del Nilo y el Delta a manos de
los pueblos del mar. Estos, eran confederaciones flexibles de
campesinos, comerciantes-piratas provenientes del Mediterráneo y
del Mar Negro.31 Todos ellos poseían armas de acero. En 1150 a.C.
fueron destruidos los restos de la cultura micéncia y cayeron los
reinos hitita y casita en Mesopotamia.32
Las dos oleadas de invasores provocaron la interdependencia de
los territorios extensivos y de numerosos pueblos; mayor cantidad
de estados pequeños entraron en competencia, comerciaron e
iniciaron intercambios.
Aunque hubo nuevos imperios,33 éstos ya no eran hegemó-nicos,
pues estas revoluciones militares y económicas habían desatado el
multipolarismo. Más aún, los estados tenían poca capacidad para
penetrar en la vida social y por tanto, debían lidiar con desafíos
tanto internos como externos, pues las redes de poder atravesaban
las fronteras y no había control sobre ellas.
Las dos oleadas de invasiones detonaron tres cambios ocurridos
en el primer milenio a.C: estímulo a los estados comerciales
intersticiales,34 principalmente Fenicia y Grecia; otorgó más poder
a los campesinos y a los soldados de infantería; motivó la
reaparición de la movilización militar de comunidades pequeñas y
democráticas; incentivó el crecimiento extensivo e intensivo de los
imperios de dominación.
Lo que hace peculiar al Cercano Oriente y el Mediterráneo es el
hecho de que es una región geopolíticamente multicéntrica y tiene
tres raíces ecológicas: valles fluviales regados y tierras de labranza
delimitadas que conforman el núcleo de los imperios terrestres de
Medio Oriente; tierras de labranza abiertas y extensivas en Europa;
y mares internos que conectan ambas zonas.

Notas

1
"El faraón mantenía el orden universal asegurando el curso divino y dielando leyes para
los hombres. Todos los actos del culto eran teóricamente realizados por el rey (...). Los
sacerdotes egipcios tenían únicamente encomendada la misión delegada

124
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER ■ TOMO 1

de mantener la integridad de la presencia de los dioses sobre la tierra, en los templos donde
éstos habían puesto su morada". Franco Cimmino, Vida cotidiana de. los egipcios, p.95.
2
¡bíd., p. 121.
3
En algunos documentos se lee: "Fuimos a conferenciar con su Majestad y, cuando
nos encontrábamos delante de él, era como si estuviéramos delante de un dios". Ibid.,
p. 122.
1
Ibid., p. 121.
5
Ibid., p. 145.
6
Otro ejemplo que llama la atención de la distancia enorme entre el monarca y
sus subditos, es el caso de los emperadores chinos, en donde vemos la imitación sin
competencia, es decir, la presencia del mediador externo: "Desde China nos informa
un misionero francés: cuando el emperador de China ríe, ríanse también los manda
rines. Apenas deja de reír, también dejan ellos. Si el emperador está triste los rasgos
de ellos se vacían. Se creería que sus caras están hechas de resortes y que el emperador
puede accionarlos y ponerlos en funcionamiento a su antojo.
La ejemplaridad del rey es general. A veces se reduce a la admiración y veneración. Nada
de lo que él hace carece de significado. En cada una de sus exteriorizaciones se descubre un
sentido. A veces, sin embargo, se va más allá y se percibe cada exte-riorización como una
orden. Que él estornude significa: ¡Estornudad! Que se caiga del caballo: ¡Caed! Tan repleto
de fuerza de mando está que nada sucede porque sí. La orden ha migrado en este caso de la
palabra a la acción ejemplar. Se agrega a esto que toda su existencia apunta a la multiplicación,
el acrecentamiento; como hemos dicho es su razón de estado. Así también todo movimiento y
manifestación suyos tienen tendencia a despertar una multiplicidad análoga. Podría decirse
que en tales oportunidades su corte se convierte en una especie de muta de multiplicación, si
no por lo que respecta a su sentimiento interno, sí por lo que hace a su comportamiento
externo. Todos hacen lo mismo, pero el rey lo hace primero". Elias Canetti, Masa y poder, p.
416.
7
En ocasiones la élite disidente -algunos sacerdotes incluidos- también llamaría
a la agitación del pueblo. La sexta dinastía quizás cayó en medio de una revuelta
popular. Cfr. Franco Cimmino, Vida cotidiana de los egipcios, p. 63.
H
Cfr. José María Blázquez Martínez, "Prehistoria y primeras culturas", Historia
Universal, vol. 1, Instituto Gallach-Océano, 1999 p. 252.
9
En Egipto, en el último siglo del tercer milenio a.C, se desmoronó la autoridad. Esto fue
iniciado por una catástrofe geológica. Algunos textos de la época hablan de que Nilo se secó,
el Sol se escondió y las cosechas decayeron. Los egipcios escapaban de las ciudades, los
nobles desmalezaban los campos en busca de comida, los hermanos peleaban entre sí, los
hombres mataban a sus padres mientras las pirámides y tumbas eran saqueadas. Cfr. Julián
Jaynes, El origen de la conciencia, pp. 176.
1(1
Cfr. Will Durant, Our oriental heritage, pp. 152-153.
" Cfr. José María Blázquez Martínez, Prehistoria y primeras culturas, p. 264.
12
En Babilonia estos problemas comenzaron con las disputas entre los sucesores
de Hammurabi.
13
Que predominaron entre el 1800 y el 1400 a.C.
" Que se difundieron en el periodo del 1200 al 800 a.C.

125

I
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

15
El arco compuesto estaba en uso en el segundo milenio a.C, y no puede haber
surgido espontáneamente, "dada su complejidad estructural que, a semejanza de la del
carro de guerra, lleva implícitos diversos prototipos y décadas, si no siglos, de experi
mentación"; su modalidad definitiva no varió en perfeccionamiento desde el segundo
milenio a.C. y hasta su caducidad como arma de guerra en el siglo xix; "los manchúes
fueron los últimos en usarlo". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 205-206.
16
Ibid., p. 209. El carro ligero y el arco compuesto surgieron simultáneamente
"ya que respondían a una necesidad crucial de los pastores nómadas: contar con un
medio para llevar los rebaños a una velocidad mayor de la posible a pie, y al mismo
tiempo situarlos en parecidas, si no iguales, condiciones de movilidad respecto a
depredadores, lobos y quizás osos, y los grandes félidos, que acosaban a la manada
por los flancos. (...) El carro constituiría una magnífica plataforma para un arquero
que persiguiera a un lobo, dotándole de la misma capacidad para hacer blanco sobre
una presa móvil, si no más, que la que más tarde adquiriría el jinete desde su silla
de montar. Los pueblos sedentarios se maravillarían de la habilidad de los jinetes al
soltar las riendas y disparar una flecha contra una presa a la carrera.
(...) A lo idóneo de su equipo y su experiencia con los animales, los guerreros de carros
unían su habilidad y rapidez de movimientos. (...)
La adopción de la agricultura redujo la proporción de carne en la dieta humana; no sólo
sabemos que el paso a la producción de cereales siempre reduce la ingesta de proteínas, pues
el agricultor dedica más la tierra a cultivos que a pastos, sino que es un hecho verificable al
alcance de cualquiera que los agricultores intentan prolongar la vida de los animales
domésticos para aprovechar al máximo que les den leche, adquieran mayor peso o les presten
energía muscular, mas que destinarlos a recurso alimentario en cuanto están crecidos. Como
consecuencia, el agricultor carece de las habilidades propias del carnicero o del matarife de
animales jóvenes prestos a eludir sus mortíferas intenciones; mientras que los primitivos
cazadores, a pesar de ser excelentes carniceros, (...) no eran tampoco muy diestros en la
técnica de matar, pues sus preocupaciones se centrarían más en seguir y acorralar a la presa
que en el método preciso para asestarle el golpe fatal.
Los pastores, por el contrario, aprendieron, como cosa natural, a matar y seleccionar las
víctimas; y debían de mostrarse muy poco sentimentales respecto a ovejas y cabras, que para
ellos no son más que alimento con pezuñas, leche y sus derivados mantequilla, cuajada,
suero, yogur, bebidas fermentadas y queso, pero sobre todo carne y quizás sangre. No está
claro si los nómadas esteparios de la Antigüedad extraían sangre de su ganado como hacen
los de África occidental, pero es muy posible; lo que sí es evidente es que mataban
anualmente un número de animales jóvenes de crianza además de los más viejos del rebaño,
junto con los heridos, deformes o lisiados y siguiendo un sistema rotatorio. Este programa de
matanza requería habilidad para abatir a un ser vivo con el mínimo de daño para la masa de
carne y sus valiosos contenidos, y con el menor trastorno posible para el resto del rebaño. La
principal habilidad de los pastores era administrar un solo golpe mortal preciso y rápido por
el imperativo de castrar a la mayoría de los machos del rebaño, aprenderían mejor a cortar la
carne y también por el hecho de asistir al parto de las ovejas y aplicar los rudimentarios
conocimientos de cirugía veterinaria". Ibid., pp. 203-207.
17
Ibid., p. 210.

126
SOCIEDAD. VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

18
"Los pueblos sedentarios esperan dormir bajo techado y no disponen de tiendas
de campaña, se guarecen cuando el tiempo se vuelve inclemente, carecen de ropas
impermeables y gustan de comida regular guisada. El labrador es más duro que el
artesano pero aun así, un labrador es blando comparado con el nómada. Los nómadas
están constantemente en movimiento, comen y beben cuando pueden, desafían a los
elementos y agradecen cuanto les depara la suerte; pueden empaquetar cuanto poseen
en caso de apuro, llevan consigo los víveres y cambian de campamento con arreglo al
agua y los pastos para el ganado. Los antiguos nómadas de la estepa árida donde las
tribus tenían que competir entre sí por los escasos pastos que hubiera, debieron de
ser los seres más duros de la creación". Ibid., p. 203.
19
La transmisión de tan exitosas técnicas de combate a Europa deriva de la migra
ción de los micénicos desde Asia Menor, quienes adoptaron el carro de combate en
la segunda mitad del segundo milenio a.C. "El esclavismo en China data del ascenso
de la dinastía Shang, mientras que, según el Rigveda, los conquistadores en carro del
valle del Indo sentaron con el esclavismo la base de lo que más tarde serían las castas".
Ibid., p. 211.
20
Ibid., p. 196. "El primer caballo que el homo sapiens conoció no era gran cosa;
(...) lo cazaba para comer. (...) El hombre de la Edad de Piedra prefería comerse a los
caballos a montarlos porque (...) no tenía un lomo lo bastante resistente para aguantar
a un ser humano, y los hombres aún no habían inventado un vehículo al que uncir un
animal de tiro.
(...) La relación entre el hombre y las especies equinas es (...) compleja, pues (...) el
caballo requiere que se le separe de la manada y se le dome si se desea que surja una relación
mutua entre él y su amo.
(...) En la Edad de Piedra no había razones para que el hombre se diera cuenta de que el
caballo era potencialmente más útil para él que sus primos equinos el extendido burro o asno,
el hemión de Mongolia y Turkestán, el kiang de la llanura del Tíbet, el khurde la India
occidental o el onagro de Mesopotamia y Turquía que (...) carecen por motivos genéticos de la
capacidad para dar por crianza selectiva variedades mayores, más fuertes y rápidas. (...)
No parece que el hombre intentase guiar o montar al caballo ni a los équidos afines sin
probar antes con la vaca y quizás con el reno. Los agricultores del cuarto milenio a.C.
descubrieron que castrando al toro domesticado se obtenía el buey, que era un animal sumiso
que se dejaba uncir a un arado como los que el mismo hombre arrastraba, y el uncir estos
animales de tiro a un trineo, en terrenos desprovistos de árboles como la estepa y las llanuras
aluviales, fue un progreso lógico; a ello le siguió montar los patines sobre rodillos fijos y a
partir del rodillo debió de surgir fácilmente la rueda que giraba sobre un eje fijo, como ya
conocían los alfareros (...).
El carro, con sus ruedas de madera de dos piezas, deriva del prototipo de rueda de una
pieza y cabe suponer que los sumerios habían comprobado que los onagros eran mejores
animales de tiro que los bueyes (...).
No obstante (...) el onagro no es mas que un burro algo mayor y de patas más largas (...)
Pero la tozudez de este animal llega a ser más inflexible que la del amo, tiene un umbral de
resistencia al dolor muy alto (...) y no se le puede montar en la posición delantera de control;
sólo anda a dos velocidades al paso y al trote y si la primera es aún más lenta que la marcha
humana, la segunda es a mata caballo. Estas características, imposibles de mejorar por cría
selectiva, relegan al asno y a los hemiones a restringí-

127
Alma Impida Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz * Pal/lo Armando González Ullim Aguirre

dos trabajos domésticos y, como bestias de carga, tanto su radio de acción como su potencia
son limitados (...).
No es de extrañar que a principios del segundo milenio a.C. el caballo domesticado
comenzase a cambiar su papel de animal comestible por el de animal de carga. (...)
Los pastores ya habían aprendido los rudimentos del cruce por su experiencia con
ovejas, cabras y vacas, y aplicarlos al caballo fue un paso natural, aunque no se piense que se
obtendrían de inmediato los efectos esperados; los primeros linajes de animales criados por
selección tienden a ser de menor tamaño, lo que en el caso del caballo reduciría la posibilidad
de montarlo y aún más su potencial atractivo, a lo que se sumaba por otro laclo la desventaja
para usarlo como animal de tiro.
Al asno (...) se le controla fácilmente con una brida unida a un ronzal y se limita a tirar
del arnés mientras lo encuentre cómodo; el manso buey no requiere más que un fustazo para
ponerse en marcha y tira fácilmente del carro uncido a él por un yugo bien adaptado. Pero al
caballo, más nervioso, sólo se le domina poniéndole un bocado de hierro (...). El hombre
tardaría en descubrir que el arreo más idóneo para el caballo de tiro es una collera atribuida a
los chinos o una collera con horcate. Hasta entonces, sus métodos para dominar con arreos al
caballo fueron contradictorios; constriñendo su boca para guiarle también variaba su paso,
tirando de la collera y entorpeciéndole la respiración, le hacía aminorar la marcha.
(...) El caballo con arreos era un animal inadecuado para el tiro, tanto de los carros
pesados como de los arados que se hundían profundamente en la tierra y que comenzaban a
aparecer en Europa en el segundo milenio a.C; lo que lógicamente significaba que el vehículo
al que se le uncía había de ser lo más ligero posible. El resultado fue el carro de guerra. (...) El
carro ligero con dos ruedas de radios apareció de pronto simultáneamente merced a un koine
tecnológico en todas las civilizaciones desde Egipto a Mesopotamia.
(...) El nuevo factor en consideración era la velocidad procurada por una nueva fuerza
motriz, que en el caso de los pequeños caballos de la Antigüedad sólo podía aprovecharse
mediante una innovadora combinación de ligereza y resistencia. La adopción de un concepto
de la mecánica estructural, el carro de ruedas de disco tirado por bueyes, puede considerarse
una estructura sólida hecha de troncos, mientras que el carro de guerra es una estructura de
madera, ligera, rápida, (...) en tensión con su armazón y llantas de madera curvada (...). La
velocidad del transporte humano en tierra se multiplicó de pronto por un factor en torno a 10:
de poco más de 3 kilómetros por hora que invertía un buey a más de 30 kilómetros". Ibid., pp.
198-202.
21
"¿De dónde procedían estos guerreros? la conclusión de que los carros de guerra y el
nuevo tipo de guerrero surgieron en las zonas limítrofes de la eslepa y las tierras
civilizadasjunto a los ríos, parece convincente". Ibid., p 202.
"Dos extraordinarios artefactos el carro ligero y el arco compuesto se originaran al
parecer en las fronteras de la civilización con el mundo nómada. (...) Los elementos del carro
-ruedas, armazón, lanza y accesorios metálicos- eran de origen civilizado, pues derivaban de
prototipos menos eficientes inventados para trabajos agrícolas y de construcción".
El carro ligero servía, desde luego, para la guerra, pero también para la caza, "pues con
él podía recorrerse terreno áspero y utilizarlo como plataforma de tiro para cazar con el arco
compuesto". Ibid., pp. 202 y 208.

128
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

22
Cfr. Will Durant, Our oriental heritage, p. 222.
23
La falta de disciplina mediante instituciones hizo muy complejas las relaciones
entre la élite. El líder carismático, el guerrero conquistador que repartía el botín, daba
cierta estabilidad a su reino, pero una vez muerto, comenzaba la lucha por el poder.
Tal fue el caso del estado hitita, cuando Jattusili, segundo rey de Hattusa, envejecido,
vio como su propia familia se disputaba el poder y una de las facciones facilitaba la
invasión de los hurritas. Cfr. José María Blázquez Martines, Prehistoria y primeras culturas,
p. 182.
-' Los primeros antagonistas de Egipto en el Cercano Oriente alababan a Mitra, Indra y
Varuna, y posteriormente emigraron a Persia e India.
La palabra ario es, originalmente, el nombre de una de las tribus hititas. Cfr. Will Durant, Our
oriental heritage, pp. 286-287.
25
"Brough se divierte con la idea de que el faraón egipcio Tutmosis IV no fue capaz de
pensar en tener un ejército permanente hasta que su mujer indoeuropea le metió esta idea en la
cabeza (...). No desconozco la importancia de los parlamentos de almohada (...) pero
el matrimonio de Tutmosis no es evidentemente sino un aspecto de una alianza (con
los mitani) que ha debido de implicar, contra el enemigo común (los hicsos), el envío
de consejeros e instructores". Georges Dumézil, Mito y epopeya. III. Historias romanas,
México, Fondo de Cultura Económica, 1996 (Ia ed. en francés, 1973), p. 353.
La utilización de mercenarios y la formación de un ejército permanente por parte de los
faraones, surgió "sólo después de la invasión de los hicsos". Franco Cimmino, Vida cotidiana
de los egipcios, p. 213.
26
Cfr. Will Durant, Our oriental heritage, p. 223.
27
"La tiranía de los conductores de carros duró poco en todas partes. Los arios,
dominadores de la civilización del Indo, parecen haber sido los únicos invasores del
carro que no fueron derrocados por fuerzas internas, aunque hay especialistas que
consideran la aparición del budismo y eljainismo como una reacción indígena contra
la tiranía de casta impuesta por los arios. Los hicsos fueron expulsados de Egipto al
restablecerse el poder faraónico bajo Amosis, fundador del Imperio Nuevo hacia
1567 a.C. Otros pueblos del carro ligero, los hititas de Anatolia, la Turquía actual, y
los micénicos de Grecia, que posiblemente fuesen quienes destruyeron la civilización
minoica de Creta y quizás inspirasen la gesta homérica de Troya, fueron derrocados
por pueblos del norte de Grecia, los frigios y los dorios, aproximadamente en el 1200
a.C. (...) El hecho más importante fue el triunfo de los indígenas de Mesopotamia
que, bajo el reinado de Assur Uballit, concluyeron en 1365 a.C. una prolongada
campaña contra los señores hurritas y recuperaron el antiguo reino que conocemos
con el nombre de Asiria por su capital Assur". John, Keegan, Historia de la guerra, pp.
212-213.
28
"La piedra, el bronce y el caballo los principales medios con los que se hacía la
guerra en la época en que comenzaban a surgir los estados y experimentaban el acoso
de pueblos guerreros que vivían allende las tierras cultivadas, eran por su naturaleza
recursos limitados, aunque en diversos aspectos. La piedra es un material difícil de
trabajar, el bronce es un producto extraído de metales escasos, y el caballo sólo puede
mantenerse, en número suficiente para servir de montura a un ejército, en tierras de
pastos que sólo existen en áreas restringidas del planeta. Si la piedra, el bronce y el
caballo hubieran seguido siendo los medios para hacerla guerra, sus fines e intensidad
jamás habrían rebasado los niveles (...) alcanzados en el primer milenio a.C. (...). El

129
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez ¿Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

hombre necesitaba otro recurso con el que atacar en las zonas templadas y arbóreas, pero
también para oponerse a la posesión de las tierras habitadas por las minorías fuertes y ricas
que habían monopolizado la costosa tecnología de la guerra en la Edad de Bronce.
Ese material fue el hierro (...). El hombre que anteriormente había trabajado con piedra
y madera para abrir claros en los bosques y hacer surcos en la superficie de la tierra, disponía
ahora de armas y herramientas. Y esas herramientas, además de permitirle emprender la
labranza de suelos que antes se le resistían, le animaron a colonizar regiones alejadas de las
zonas de asentamiento existentes, a explotar con mayor intensidad las que ya cultivaba o a
simplemente hacerse sedentario en territorios previamente conquistados por los pueblos de
los carros.
El hierro es un material que requiere pocas explicaciones. El bronce es una aleación del
abundante cobre y del escaso estaño; la escasez de este último y sus minas de localización
específica le convirtieron en una sustancia susceptible de alcanzar fácilmente altos precios en
el mercado y producir fuertes tasas de peaje e impuestos en el punto de entrega. En
consecuencia, los guerreros monopolizaron en seguida el material y con ello alcanzaron casi
siempre la condición de gobernantes. El hierro, por el contrario, abunda, ya que su mena
constituye aproximadamente un 4,2 por ciento de la masa de la tierra y su distribución es muy
generalizada (...).
Fueron los herreros caldeos los primeros en fundir hierro hacia el 2300 a.C. en su
intento de extraer pigmentos, como el ocre, de menas en íntima relación con el metal. El de
los herreros constituía un oficio bastante gregario consagrado a un arte secreto bajo la
protección de los guerreros a quienes abastecían con sus valiosos productos. El primer hierro
fundido debió de constituir un monopolio casi con certeza, y su empleo no se generalizó
hasta el 1400 a.C. (...). Por aquella época la producción se centraba en Anatolia, zona
abundante en ricas menas a cielo abierto, y fue como consecuencia de disponer de hierro que
los hititas pudieron lanzar sus campañas agresivas contra los reinos de los valles". Ibid., pp.
290-291.
La de los herreros se convirtió en una profesión maldita y bendita a la vez, un oficio
bisagra: "se les temía, porque los instrumentos que fabricaban podían ser utilizados como
armas. El herrero era una especie de chivo expiatorio permanente, vivía de hecho fuera de la
comunidad. Digamos que era, a la vez, temido y respetado". Rene Girard, El origen de la
cultura, p. 127.
29
"Hacia el 1200 a.C. los hititas habían dejado de ser los únicos propietarios de la
incipiente industria del hierro, época en la que su imperio fue destruido. Los herreros de
Anatolia, dispersos como consecuencia de ello, llevaron sus artes a otros lugares en busca de
nuevos clientes y protectores. Puede que también por entonces la metalurgia del hierro
alcanzase un apogeo tecnológico; pero debió de ser merced a una serie de etapas. La primera
de ellas consistiría en perfeccionar un horno en el que fundir la ganga para obtener lingotes, y
de tamaño adecuado para economizar combustible (el combustible principal fue el carbón
hasta la época moderna en que los chinos y luego los europeos descubrieron cómo
transformar el carbón en coque). La ganga de hierro funde a una temperatura mucho más alta
que el cobre o el estaño, y requiere ventilación; los primeros hornos se situaron en montículos
en los que incidía el viento, hasta que se utilizó el fuelle. Estos hornos producían un ocho por
ciento aproximadamente de hierro con arreglo a un determinado peso de ganga, en forma de
materia esponjosa denominada arrabio, susceptible de ser transformada en lingotes para
útiles o armas mediante constante calentamiento y martilleo; pero aun así, a menos

130
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

que la mena tuviese un notable contenido de níquel, el producto logrado era blando y el filo de
poca duración; el martilleado en frío para restablecer el filo, técnica de los artesanos del
bronce, no daba resultado en el caso del hierro. Sólo cuando hacia el 1200 a.C. se descubrió
que martilleándolo al rojo y templándolo con agua se obtenía un filo duradero, el hierro pudo
competir con el bronce y obtener categoría de metal netamente superior. En esa fase debía de
hallarse la industria cuando los herreros anatólicos se dispersaron por Oriente Medio.
El surgir de estas artesanías de fundición y herrería tuvo diversos efectos militares; los
pueblos guerreros mejoraron su armamento para atacar a los estados ricos y sedentarios y, por
consiguiente, el hierro contribuyó al desorden reinante en Oriente Medio y Oriente Próximo a
principios del primer milenio a.C; pero también serviría finalmente a esos imperios para
contraatacar, ya que cuanto de más hierro disponían, más hombres podían mantener armados
los estados con rentas suficientes para ello. El ejército asirio era una fuerza de hierro, y hasta el
Egipto tecnológicamente atrasado adoptó el hierro durante el reinado de los últimos faraones".
Los celtas, "fueron conquistadores o colonos al menos, y sus armas de hierro las
adoptaron de forma generalizada sus vecinos allende las montañas de la gran llanura europea,
en particular los griegos". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 292-293.
30
"Los mercenarios fueron (...) cada vez más numerosos. Combatían según sus
propias costumbres y conservaban sus ropajes. Del ejército de Tutmosis i formaban
parte muchos nubios, que se distinguían por llevar una cola de pantera colgando
sobre la espalda y por unos adornos de cuero. Estos soldados marchaban con la maza
de combate empuñada.
La guardia real de Amenofis iv Akhenaton estaba compuesta por mercenarios sirios,
libios y nubios. El faraón Horemheb de la decimoctava dinastía, hizo afluir hacia su ejército
contingente militares sirios. La guardia real de Ramsés n estaba en gran parte compuesta por
sherden", quienes eran mercenarios libios (de origen indoeuropeo), refugiados en el norte de
África tras la invasión de la "gente del norte". Franco Cimmino, Vida cotidiana de los
egipcios, p. 215.
31
Con una estructura similar a la de los vikingos de muchos siglos después. Se
agrupaban en bandas de unos treinta y cinco remeros y se organizaban temporalmente
en grupos mayores, para el saqueo.
32
Cfr. José María Blázquez Martines, Prehistoria y primeras culturas, p. 345.
33
Por ejemplo, Egipto, controlado por la casta guerrera desde la decimoctava dinastía,
se convirtió en un imperio de dominación, que combinaba la organización estatal con
las tácticas indoeuropeas. Cfr. Franco Cimmino, Vida cotidiana de los egipcios, p. 216.
34
En la satisfacción de sus necesidades el hombre crea redes sociales. En ocasiones
las institucionaliza y en ocasiones, van en contra de las propias instituciones, es decir,
emergen intersticialmente, en contra, consciente o inconscientemente, de las reglas
sociales. Las redes intersticiales, aunque surgen a contracorriente, pueden llegar a
ser muy poderosas y después, erigir ellas mismas un nuevo orden. Nunca han surgido
sociedades tan perfectamente institucionalizadas que no permitan la aparición de
intersticios. Tal es el caso de organizaciones como las del crimen organizado o bien,
de la burguesía en el mundo feudal.

131
8. EL EJÉRCITO ES PRIMERO: LA CASTA GUERRERA MINA LAS
JERARQUÍAS

T as similitudes entre las funciones de la guerra y el sacrificio fueron


destacadas por Dostoyevksi, quien escribió
Mla guerra es buena porque exalta el espíritu de sacrificio, el cual hace la
grandeza del hombre; la humanidad, que tiene conciencia de ello, ama
por esta razón, confusamente la guerra; la paz prolongada conduce al
cinismo y a la hipocresía, hace a los hombres ávidos, feroces y groseros;
mala el. honor y deja subsistir sólo los gestos y las palabras de honor; la
guerra da un impulso precioso a las ciencias y a las artes, las renueva,
las refresca, las provoca. Sobretodo, constituye un remedio saludable que
se ha hecho indispensable por la decrepitud del mundo. (...) Un año más
tarde, a propósito de los rumores de guerra con Turquía, Dostoyevski
vuelve al asunto (...)• Se felicita por el entusiasmo popular ante la idea
de un conflicto eventual. No es solamente por sus hermanos eslavos
martirizados por los turcos que se alegra. Espera de la guerra una
renovación de la atmósfera espiritual (...). La paz engendra los motivos
innobles de la guerra: la rivalidad económica por la conquista de
mercados (...). Escoria de la paz, tales guerras depravan a los pueblos,
mientras que una guerra sostenida voluntariamente por una noble causa
sana las almas, refuerza la unidad de las naciones, favorece la comunión
con el pueblo.'

133
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Los vínculos entre la guerra y el sacrificio son numerosos: el


riesgo,2 la violencia que se mitifica y con ello genera la unidad
interna, pues el culpable siempre es el enemigo exterior; los
perdedores se convierten en los chivos expiatorios que a la vez son
odiados porque perturbaron el orden, y sacralizados en tanto
contribuyeron, una vez derrotados, a mantenerlo;3 y en ocasiones,
en tanto comienza como un proceso incontrolado -como el
sacrificio natural- y termina como parte de un ciclo bien conocido
-como el sacrificio ritual o preventivo-.4 La guerra, al igual que el
sacrificio, es una lógica de sustituciones: matar al otro para no ser
yo el asesinado; quitarle su territorio para no ser yo quien
desfallezca de hambre. O bien, en el caso de un imperio que castiga
a una provincia rebelde: crueldad una vez para no necesitarla cien
veces. Esta lógica sustitutoria es lo que permite que un imperio
prevalezca, pues no podría durar sí se propusiera declararle la
guerra a todas sus provincias.
La combinación de imperios de dominación con los métodos de
combate y armas de los guerreros indoeuropeos dio pie a nuevas
formas sociales. El ekal masharti, o "palacio del lugar de
ordenación de fuerzas", es el arquetipo de esta fusión. Vemos aquí
la mezcla de dos tríadas, agricultura-almacén-distribución y
guerra-saqueo-botín. El Imperio Nuevo de los egipcios, Asiría y
Persia lo mismo que las polis fenicias y griegas, son algunos de los
más destacados ejemplos de estas nuevas organizaciones. Eran
sociedades dirigidas por castas de guerreros y esto se tradujo en
expansionismo y creación de marcas vasallas que con el tiempo
podían convertirse en un nuevo desafío.
La guerra no era solamente un modo de imponerse a los vecinos,
sino también de resolver los problemas internos: los territorios
conquistados ofrecían nuevas tierras para cultivar y los pueblos
sometidos, tributos, esclavos y prostitutas.5 Además, los males
podían atribuirse a los enemigos externos. Eran éstos, en la pro-
paganda, quienes provocaban el inicio de la guerra. En nombre de la
civilización, de la justicia o de la restauración del cosmos, los
pueblos guerreros declaraban la guerra. En ocasiones es claro que
los enemigos eran vistos como víctimas sacrificiales.
134
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Una de las ceremonias de culto que se oficiaban en los templos egipcios


era la aniquilación ritual de enemigos. Dicha ceremonia adquiría
carácter de sacrificio cruento de animales salvajes, animales que por
una u otra razón se consideraban enemigos de los dioses. Dichas
víctimas se identificaban con pueblos rebeldes. Ello explica por qué en
muchos templos los retratos de las victorias bélicas del faraón se
entremezclan con imágenes del faraón cazando o sacrificando animales
salvajes. Los textos que acompañan la pintura ponen de manifiesto que
esta clase de imágenes se veían respaldadas por ceremonias y hechizos
destinados a reducir y destruir a los enemigos del rey.6

Los asirios encontraban placer en torturar a los prisioneros, por ejemplo,


cegando a sus hijos frente a sus padres, desollándolos vivos, rostizándolos
en hornos o encadenándolos a sus jaulas. Todo esto se hacía en público, tal
y como se representaban los sacrificios en los zigurats o las pirámides de
Mesoamérica, para la diversión del pueblo. Asimismo, la guerra era un
sacrificio para el dios Ashur. Siglos más tarde, Ares y Marte, en Grecia y
Roma respectivamente, siguieron exigiendo monstruosos sacrificios de
batalla.
La naturaleza guerrera de estas sociedades las volvía inestables debido a
que los derrotados podían transformarse, de la noche a la mañana, de nobles
a esclavos. La geopolítica obligaba a las élites guerreras a reorganizar sus
ejércitos, a inventar técnicas y estrategias que les permitieran vencer a sus
rivales. La imitación de los enemigos hacía que las ventajas dejaran de
serlo y era necesario nuevamente crear algo nuevo. Sin embargo, podía ser
demasiado tarde. Pese a la inseguridad de la escalada militar era muy
importante, para la clase dominante, promover la idea de que no era así, que
los dioses los asistían7 y los harían prevalecer sobre el enemigo.8 De
cualquier manera el pueblo temía a la guerra'1 y se aferraba a sus
protectores locales.
Sin embargo, la situación no era tan mala como para desesperar. De
hecho, la amenaza de guerra era más frecuente que

135
Alma ímelda Iglesias González # Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González U/loa Aguirre

la guerra misma. Bastaba una guerra ejemplar, por su crueldad, para hacer
que muchas aldeas y ciudades se sometieran "voluntariamente".
Los asirios provenían de Azur, a un lado del Tigris, en el norte. Era una
ciudad situada en la ruta comercial entre Acadia y Su-meria, al sur de
Anatolia y Siria. Los registros más antiguos que hay de ellos los describen
como un pueblo que hablaba acacho y comerciaba desde la región de
Assur. La primera Asiria era débil, pluralista y oligárquica. Pero en el 1500
a.C. comenzaron las transformaciones sociales, producto de la edad de
hierro10 favorecida por los yacimientos minerales de la zona. El rey di-
fundió los aperos y las armas de hierro entre los campesinos. Estos
cambios condujeron al militarismo. La capital se mudó hacia Nínive." La
política de expansión se desplegó en dos momentos: el Imperio Medio
(1375-1047 a.C.)12 y el Imperio Nuevo (883-608 a.C), marcado por la
máxima extensión y al mismo tiempo, por la decadencia. En el primer
periodo vemos una serie de sucesiones del poder "normales". Es decir, una
vez muerto el rey, su hijo hereda el poder.13 Cuando llega la muerte del
monarca y ninguno de sus vastagos está en edad de gobernar, el trono es
ocupado por otro de sus familiares, generalmente un hermano. Pero en el
segundo, el relevo de los gobernantes estuvo marcado por la violencia. Los
fracasos militares del Nuevo Imperio redujeron la distancia entre
cortesanos y monarcas.14 En este periodo

cerca del final de casi todos los reinados (...) la corte sufría disturbios
por la sucesión. El anciano monarca veía conspiraciones a su alrededor
y en muchas ocasiones, su muerte era acelerada (...). Los asirios
preferían los levantamientos violentos a las elecciones corruptas.15

El militarismo asirio buscaba aterrorizar a los pueblos conquistados con la


fama de unos cuantos combates fulminantes. El ejército estaba compuesto
por un núcleo y por levas.16 Llegaba

136
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

a reunir hasta veinte mil hombres, aunque en la propaganda se decía


que eran quinientos mil. De todas formas se trataba de un ejército
mayor que el de cualquiera de sus provincias dominadas.17
Las ventajas militares de los asirios comenzaban con los avances
tecnológicos: contaban con caballos pesados y rápidos extraídos del
norte, que convertían la unidad caballo-jinete18 en un instrumento de
combate superior al torpe carro de combate. La segunda ventaja era
organizativa, pues se trataba de un ejército que coordinaba la
caballería con los arqueros. En la línea de batalla era una milicia
flexible, móvil y variada: arqueros protegidos por escuderos con
armaduras y lanzas, los jinetes, honderos e incluso carros de
combate, luchaban como un solo cuerpo.19 Todo esto se hizo más
notable en el siglo vn a.C. cuando los asirios lograron mantener un
ejército permanente.20
Michael Mann hace un minucioso análisis de las limitaciones del
ejército asirio para llegar a la conclusión de que era logística-mente
imposible que se comportara con la vehemencia sangrienta descrita
en la propaganda. Por el contrario, hay testimonios de su amabilidad
en el trato con los babilonios. Muestra también de que preferían la
diplomacia a la violencia es el hecho de que gobernaban, la mayor
parte de sus conquistas, a través de líderes clien-telares locales. Los
asirios querían asegurar los tributos y sólo si había resistencia
practicaban la crueldad.
Los feroces conquistadores gobernaban conquistando, ame-
nazando y mediante la deportación de pueblos enteros, una técnica
aprendida de los hititas. Pero su forma más usual fue la cooperación
obligatoria. Para ello, construyeron palacios que eran centros
administrativos, militares y almacenes para los cereales; el estado
suministró arados a los campesinos y adquirió caballos de tiro para
la agricultura y la guerra. Las conquistas eran la clave de este
sistema, que dependía de aumentar el excedente de tierras y
población.
El odio de los sometidos y la dificultad por mantener un ejército
en tiempos de paz, mermaba al imperio asirio. Para

137
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Uüoa Aguirre

atenuar estos riesgos se usaron el feudalismo'21 y el ejército de


campaña móvil.22 De cualquier manera, el militarismo asirio no
resolvió nunca sus contradicciones y por ello, se trató de un
gobierno débil, que sufrió largos periodos de guerra civil, disputas
sucesorias y anarquía.
¿Por qué duró el imperio? Por el pseudonacionalismo, basado en
una conciencia de unidad de clase de las élites del imperio -asirias y
conquistadas asimiladas-, ya muy clara en el 1400 a.C. Esta clase
terrateniente, grupo cohesionado y núcleo del imperio, se veía a sí
misma como cercana a los dioses, compartía un código común y
una vida cultural intensa; sus integrantes eran la "nación asiría". La
palabra asirio, primero se usó para referirse a la ciudad de Assur,
luego a la tierra de Assur y después, significaba sagrado. La
población se dividía en cinco castas: nobles, artesanos,
profesionales y miembros de guildas, campesinos y trabajadores no
especializados pero libres, siervos -al estilo medieval- y esclavos,
que sufrían tan deplorable situación por las guerras o las deudas. La
distancia social entre las clases era mayor que entre las regiones o
las etnias. La clase política de todo el imperio compartía ciertos
valores y privilegios que la volvían solidaria. Contaba con la
ventaja de diagrama.
Pero junto a la protonación también surgió el cosmopolitismo,
que era una mezcla de rasgos asirios, babilonios y hurritas y que
debilitaba la solidaridad frente a los enemigos exteriores.
Además, los poderes intersticiales comenzaron a ganar terreno.
Paradójicamente incentivados por las deportaciones forzadas, el
cosmopolitismo regional'23 y el comercio, fortalecieron a los
árameos y a los fenicios. El imperio estaba dominado culturalmente
por una ideología que escapaba de las manos de la clase gobernante.
En términos modernos, la sociedad civil se salió de las manos del
gobierno y, de nueva cuenta, esto mermó la solidaridad en tiempos
difíciles.
Tras vencer a los escitas, hacia el año 700 a.C, los asirios
contaron con el mayor tamaño alcanzado por su empresa de
conquista, pero al mismo tiempo, fue una victoria que los debilitó.
Dice John Keegan:
138
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La caída del imperio asido fue debida a la irrupción a finales del siglo
vn a.C. de un pueblo ecuestre llamado los escitas, una raza del Irán cuyo
lugar de origen podría ser tan lejano como los montes del Altai en el
este de Asia central; (...) llegaron pisando los talones a otro pueblo
ecuestre iraní, los cimerios, que invadieron Asia Menor hacia el 690
a.C. trastocándolo todo (...).
Los propios asirios, a la llegada de los escitas, sufrían fuertes
presiones en las fronteras de su imperio: al norte, en Palestina, al sur por
el supuesto estado vasallo de Babilonia y al este por los medos de Irán.
Todas estas presiones habrían podido resistirlas, pues Asiría se había
recuperado de sus antiguos desórdenes; pero en el 612 a.C. los escitas se
aliaron a los medos y los babilonios y pusieron sitio a la gran ciudad de
Nínive logrando tomarla. Dos años más tarde, a pesar de la ayuda
egipcia, el último rey asirio volvió a ser vencido frente a una alianza de
escitas y babilonios (...), y en el 605 el poder asirio pasó a Babilonia.24

En el 668 Asurbanipal ascendió al trono y recogió lo que su padre,


Esarhaddon (Asarhaddón), cultivó: la decadencia producto del
agotamiento de cuarenta años de guerra. Peor aún, el intento de aplastar
rebeliones25 y establecer la disciplina en un imperio heterogéneo que
abarcaba de Armenia a Etiopía y de Siria a Media, hundió aún más a los
asirios.
Asurbanipal murió en el 626 a.C. Catorce años más tarde un ejército de
babilonios bajo Nabopolassar, logró unir a los medos, los ciaxares, una
horda de escitas del Cáucaso y capturó las ciudades nucleares de Asiría.
Nínive fue devastada y su población esclavizada. Pero el poder de
Babilonia no tardó en pasar a manos de Persia.
¿Quiénes eran esos medos que jugaron un papel tan importante en la
destrucción de Asiría? La primera noticia que hay sobre ellos es que
habitaban Parsua, un lugar en las montañas de Kurdistán. Igual que otros
indoeuropeos llegaron al Cercano Oriente provenientes del Caspio, mil
años antes de Cristo. Después se establecieron en Bujara y Samarkanda y
poco a poco

139
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González UUoa Aguirre

se movieron hacia el sur hasta alcanzar Persia. En el valle de Ecbatana


-"lugar de encuentro de muchos caminos"- Deioces fundó su primera
capital.2''
La historia de Deioces es reveladora: al ser un hombre justo sus
vecinos lo buscaban para arreglar sus disputas.'27 Después, se le nombró
juez y posteriormente rey. Su autoridad deriva entonces, tal y como en la
civilización Sumeria, de sus habilidades como mediador. Pero su biografía
también es ilustrativa en otro sentido:

Después que se vio con el mando los precisó a que fabricasen una
ciudad, y que fortificándola y adornándola bien, se pasasen a vivir en
ella, cuidando menos de los otros pueblos. Obedeciéndole también en
esto, construyeron los medos unas murallas espaciosas y fuertes, que
ahora se llaman Ecbatana (...).
Luego que Deioces hubo hecho construir estas obras y establecido
su palacio, mandó que lo restante del pueblo habitase alrededor de la
muralla. Introdujo el primer ceremonial de la corte, mandando que
nadie pudiese entrar donde está el Rey, ni éste fuese visto por persona
alguna, sino que se tratase por medio de internuncios establecidos al
efecto. Si alguno por precisión se encontraba en su presencia, no le era
permitido escupir ni reírse (...). Todo esto se hacía con el objeto de
precaver que muchos medos de su misma edad, criados con él y en
nacía inferiores por su valor y demás prendas, no mirasen con envidia
su grandeza, y quizá le pusiesen asechanzas. No viéndole, era más fácil
considerarle como un hombre de naturaleza privilegiada.28

Deioces unió a los medos,29 basado en un orden diferenciado, en el cual, él


mismo se convirtió en el mediador externo. Su reinado duró cincuenta y
tres años, y le sucedió su hijo Fraor-tes. Este realizó una expedición contra
los persas. Se convirtió así en el dueño de dos naciones. Bajo esta dinastía
los medos vivieron con austeridad y bajo amenaza de ser invadidos por los
asirios. Esta amenaza se desvaneció cuando el hijo y sucesor de Fraortes,
Cyaxares, destruyó Nínive. Posteriormente,

140
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

su ejército avanzó hasta lo que actualmente es Turquía, pero se detuvo y


regresó despavorido a su hogar, tras un eclipse de sol. Cyaxares
entonces selló la paz con sus viejos enemigos y consiguió así un
imperio que abarcaba Asiria, Media y Persia. Pero al siguiente año
murió y una generación más tarde, ese imperio ya no existiría.30

A Cyaxares lo sucedió en el trono uno de sus vastagos, Astyages. Durante


el gobierno de este último "la clase alta se convirtió en esclava de la moda y
el lujo". Peor aún, los primeros reyes medos se enorgullecían por ser justos,
pero Astyages, molesto con Hárpago31 por no haber cumplido su orden de
matar al hijo de Mandane32 y Cambises,33 le sirvió para comer cordero
revuelto con la carne de su propio hijo. Hárpago comió y dijo que, por ser
un platillo que el rey le daba, se sentía complacido, sin importar lo que
fuera. Sin embargo, años más tarde, se vengaría al ayudar a Ciro a destronar
a Astyages. Cuando el joven y brillante gobernador de Anshan, en Persia,
se rebeló contra el tirano de Ecbatana, los medos mismos le dieron la
bienvenida y lo aceptaron como su rey. Persia dejó de ser vasalla de Media
para invertir la situación. Ciro estableció la dinastía aqueméni-da que
gobernaba sobre Asiria, Babilonia, Lidia y Asia Menor.
Aunque no sabemos si los detalles de esta historia son exactos, de lo que
sí tenemos certeza es de que, entre muchos otros, los persas, eran vasallos
de los medos. Ambos pueblos eran culturalmente muy parecidos. En el año
550 a.C. el rey-cliente persa, Ciro II, aprovechó las divisiones palaciegas de
los medos y se rebeló. Ciro conquistó Media y tres años más tarde marchó
al oeste en donde tomó Lidia, gobernada por el rey Creso. Posteriormente
dominó una parte sustancial de Asia Menor y algunas ciudades griegas. En
el 539 a.C. doblegó a Babilonia.
Los persas establecieron un imperio guerrero a finales del siglo vi a.C.
En ese entonces el poder en Oriente Medio se había equilibrado entre los
imperios de Babilonia, Egipto y Media.

141
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Éstos últimos se establecieron en la meseta iraní. Sus técnicas de


combate combinaban arqueros montados de las estepas con una
organización similar a la asiría.34
El imperio persa era el más grande nunca antes conocido.
Contaba con satrapías desde la India hasta Egipto; del sur de Rusia
a Mesopotamia; comprendía las costas del Océano Indico, el Golfo
Arábigo, el Mar Rojo, el Mediterráneo y el Mar Negro. De este a
oeste medía más de tres mil kilómetros cuadrados y de sur a norte,
más de mil quinientos. Los sátrapas gobernaban sobre treinta y
cinco millones de habitantes. Este enorme dominio duró en paz
doscientos años bajo la dinastía aqueménida, que desapareció tras
la derrota a manos de Alejandro Magno.35
La geografía del imperio era enorme y diversa. Había mesetas,
cordilleras, selvas, desiertos y complejos de regadío. Pero su
estructura organizacional era caótica. En grandes regiones solo
tenía un débil control, y en la mayoría de ellas, sólo nominal -Le. en
las montañas-. Gran parte del imperio estaba gobernado bajo
clientes semiautonómos, como en el sur de Rusia, en Asia Central,
en la India y en Arabia.
La fuerza de Persia residía en la flexibilidad de sus estructuras.
La mayoría de sus victorias militares se vieron facilitadas por su
sentido oportunista de la intervención, su capacidad para llevar a
cabo intrigas palaciegas y dividir a sus enemigos. Los persas
gobernaban con una cultura política limitada, pero realista; es decir,
eran tolerantes36 y tomaban lo que les parecía útil de otras
civilizaciones.37 Por tanto, muchas veces no eran odiados por sus
vasallos.38
Ciro, además de ser el liberador de Persia fue un gran con-
quistador. Pero no vivió lo suficiente para organizar su imperio. Fue
asesinado en una batalla contra los masagetas, una tribu del Caspio.
Su hijo, Cambises, heredó el trono. De inmediato asesinó a su
hermano, Esmerdis. Después conquistó Menfis pero fracasó su
incursión en el oasis de Ammón. En venganza se burló
públicamente de la religión local y hundió su daga en el toro
venerado por los egipcios como el dios Apis; exhumó

142
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

a las momias y curioseó entre las tumbas reales. Profanó los templos
y ordenó quemar los ídolos. Poco después sufrió una epilepsia y los
egipcios pensaron que se trataba de la venganza de los dioses. Su
gobierno estuvo marcado por la arrogancia y la locura:

Cambises mató a su hermana y esposa Roxana con una patada en


el estómago, mató a su hijo Prexaspes con una flecha, quemó vivos
a nueve nobles persas, condenó a Creso a muerte y se arrepintió.
Se alegró de que la sentencia no se hubiera aún llevado a cabo,
pero castigó severamente a los oficiales por haber retrasado el
castigo. Después, se suicidó.39

Subió al poder un usurpador que afirmó ser Esmerdis. Dijo haber


sobrevivido milagrosamente al ataque de su hermano. En realidad
era un fanático religioso, un devoto de la vieja religión de los magos,
que quería acabar con el zoroastrísmo. Muy pronto una nueva
conspiración, organizada por siete nobles, lo depuso. Los
conspiradores eligieron a uno de ellos mismos para hacerse cargo
del trono: Darío.
El asesinato de Esmerdis dio a los gobernadores vasallos de
Egipto, Lidia, Susiana, Babilonia, Asiría, Armenia y Sacia, un buen
pretexto para iniciar una rebelión. Darío aplastó las revueltas. Supo
entonces que los territorios conquistados debían ser reconquistados
periódicamente y que el ejército debía mantenerse siempre en forma.
Cada generación debía llevar a cabo al menos una campaña. Con
Darío, el imperio gobernaba sobre cuarenta millones de personas.
En el año 500 a.C. Darío reorganizó el imperio en veinte
satrapías. Cada una de ellas era un microcosmos de la administración
del rey, pues contaban con autoridad civil y militar; asimismo, se
hacían cargo de la seguridad y la justicia; y tenían departamentos de
hacienda, manufacturas y cancillería. Estas organizaciones se regían
por relaciones desde abajo, con el rey; y desde arriba, con las
autoridades locales.

143
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguirre

Los persas preferían las estructuras locales de poder para administrar el


imperio siempre que rindieran los tributos, contribuyeron a la leva y
gobernaran al estilo imperial; es decir, que dejaran las cosas de manera
muy similar a como estaban antes de su anexión.40
Los sátrapas o nobles podían ser persas trasladados a los dominios para
fungir como gobernadores o bien, líderes locales, que hacían de clientes.
En Grecia, a estas figuras se les denominaba tiranos.41
Para vigilar a los gobernadores el monarca enviaba un general que a la
vez se encargaba de la seguridad de la provincia. Asimismo, enviaba
espías, "los ojos y orejas del rey", que tenían derecho, en cualquier
momento, de revisar los asuntos locales. Cuando el monarca lo
consideraba conveniente restituía, sin explicación alguna, al rey vasallo.
En otras ocasiones, simplemente aparecía envenenado.42
Sin embargo, el imperio exigía un grado de sumisión: sólo había un rey
y no se toleraban otros. El monarca había sido ungido por Ahura Mazda
para gobernar la tierra. Y la condición para tolerar las religiones de los
pueblos dominados era que sus propios dioses también ungieran al
gobernante persa. Debajo del rey había gobernadores, clientes y vasallos,
todos ellos subordinados al monarca.
El régimen persa era patrimonial. En el centro se ejercía el poder
despóticamente. En la corte había un ambiente de postración ante el Rey
de reyes, cuyo

poder era, teóricamente, absoluto. Podía matar con una palabra.


sinjuicio alguno. Ocasionalmente otorgaba a su madre o a su esposa
este poder. Muy pocos nobles de la corte se atrevían a rechazar o
criticar las órdenes del monarca. Incluso sabemos de un hombre que,
tras haber perdido a su hijo por una flecha disparada por el monarca, lo
felicitó por su buena puntería.43

144
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

El rey tenía pretensiones universales, pero contaba con una


infraestructura débil. El despotismo del monarca era en realidad
muy limitado. Mientras más lejos del núcleo menos dominaba la
idea de que se pertenecía al imperio o incluso, de qué era el imperio.
Menos aún podían ejecutarse sentencias dictadas desde el centro.
Los subditos lograban esconderse fácilmente en el vasto imperio y
eso les otorgaba cierta libertad. Incluso en la corte la
insubordinación era común, sobre todo en los momentos en que se
percibía flaqueza del mandatario. "El rey tenía el derecho de elegir,
entre sus hijos, a su sucesor. Pero la mayoría de las veces el traspaso
de poderes se encontraba determinado por el asesinato y los golpes
de estado".'14
El imperio se enfrentó a muchas dificultades, como el hecho de
que su cosmopolitismo tenía el límite de que las cabezas del
gobierno central siempre eran persas, lo cual generaba resentimiento
al interior de la propia élite y a muchas intrigas palaciegas. Así, cada
sucesión era un momento en el cual el orden peligraba. Otra
dificultad la causaron las localidades conquistadas con tradiciones
demasiado resistentes para ser incorporadas. La diversidad regional
fue otro obstáculo para la estructura política. Finalmente, los
desastres en el exterior45 provocaron serios cuestionamientos a la
legitimidad persa.
Pese a lo anterior, el imperio duró mucho más. ¿Por qué? Al igual
que Asiría, debido a que fomentó un sentimiento pro-tonacionalista
entre las clases altas, una moral internacional de la élite, un
sincretismo que se imponía sobre los particularismos.
Para lograr esto se usaban tres métodos. En primer lugar, los
hijos de las clases altas del imperio eran llevados a la corte real o a la
de una satrapía. Ahí aprendían oralmente -pues no sabían leer-,
historia y religión persa, arte, política y derecho. En segundo lugar,
estaban los matrimonios de la nobleza, que unían a élites de
diferentes partes del imperio. Y finalmente estaba la entrega de
feudos distantes a la patria, con ello, los líderes no tenían lazos
fuertes con los autóctonos y se sentían

145
Alma ímelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

apoyados por el centro. Gracias a estos métodos se forjó una capa


gobernante politizada con una ideología extensiva.46
El poder ideológico persa giraba en torno a la política y la
religión. En cuanto a la política, había dos centros de autoridad: el
Gran Rey y las noblezas locales. Había disputas entre ellos, pero
también solidaridad ante las amenazas externas y de las clases
bajas.47 Que la élite era una casta guerrera, cuyo dominio en última
instancia recaía en sus funciones de protectora, puede constatarse
con el término mismo del monarca: El rey era Khs-hathra, de donde
derivan los términos sha y sátrapa. El término es similar a
Kshatriya, que es la casta guerrera de la india.
En cuanto a la religión, los persas vieron el nacimiento del
Zoroastrismo. En siglo vn a.C., su fundador, "El hombre de los
camellos viejos", era protegido de Teispes, monarca de Anshan,
una ciudad pastoril. Zoroastro tuvo unas "revelaciones" en las
cuales conversó con el "Señor que sabe", Ahura Mazda, quien le
encargó difundir un mensaje: quien siga al Bien48 encontrará la
dicha, la felicidad y la inmortalidad.
El zoroastrismo, que es el núcleo mismo de las religiones
salvacionistas,49 predicó una ética universal e igualitaria50 que no
necesita rituales ni expertos.51 De acuerdo a las enseñanzas del
profeta, los humanos son seres racionales capaces de descubrir en
qué forma Dios rige el universo. Lo que es más importante, pueden
encontrar la luz o bien perderse en las tinieblas.
Pero las ideologías política y religiosa terminaron por fundirse.
El zoroastrismo, que nació como una doctrina universal, cayó bajo
el dominio del rey y la nobleza, quienes la usaron como justificación
para su poder. En sus edictos y juicios se suponía que el rey estaba
inspirado por Ahura-Mazda. La palabra del rey era voluntad divina
y no obedecerla era violar la orden de dios. Debajo del rey estaban
los jueces, que eran los intérpretes de la ley. Las normas eran, por lo
general, elaboradas y sistematizadas por la casta sacerdotal.52
La prueba de fuego para Persia fueron sus dos enfrentamien-tos
con los helenos. En el 480 a.C. Jerjes, seguido de doscien-

146
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

tos mil hombres, invadió Grecia. Entre ellos iban setenta mil
soldados. Los defensores reunieron un ejército para rechazar la
invasión, de tan sólo veintiséis mil hombres. ¿Por qué triunfaron los
griegos? En primer lugar por la desventaja logística del traslado.
En segundo lugar porque los griegos podían concentrar más
hombres en una formación, la falange. Para que esta fuerza
aprovechara al máximo sus ventajas, los griegos buscaron que la
lucha ocurriera en terrenos óptimos, como las Termopilas.
En tercer lugar, por la debilidad política de los persas debido a
que no lograron fomentar lealtades duraderas. No contaban ni con la
lealtad de los sátrapas,53 ni con las de sus aliados militares. Al no
confiar en las noblezas locales el monarca evitaba que los ejércitos
de las satrapías fueran grandes. Sus propias tropas eran de diez mil
soldados de infantería ("los inmortales") y diez mil de caballería.
Los sátrapas contaban sólo con mil soldados. Por ello, la mayor
parte del ejército era producto de la leva. Pero estas medidas
alimentaban el resentimiento de los campesinos y las revueltas.
Así, para llevar a cabo una gran campaña militar, era necesario
tener más que un montón de tropas poco disciplinadas dirigidas por
un pequeño núcleo profesional. Jerjes recurrió a los mercenarios.
Esto fue especialmente crítico en las batallas acuáticas, pues los
persas no eran un pueblo de navegantes. El rey contrató marineros
que a la hora del combate mostraron grados variables de lealtad. Los
fenicios fueron quienes mejor lucharon, porque rivalizaban con los
helenos por las rutas comerciales. Pero la mayoría de los "aliados"
de los persas no sentían tanta pasión.
Después, con Alejandro Magno, llegó el derrumbe. En el año 334
a.C. cruzó el Helesponto con una fuerza mixta de griegos, en cuyo
núcleo estaban los macedonios. En sólo ocho años conquistaron el
imperio persa y un pedazo de la India.
Darío III no logró generar un vínculo suficientemente fuerte
entre sus vasallos para contener al ejército macedonio.54 Pero si

147
Alma Imelda Iglesias González ' Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González UlloaAguirre

la flexibilidad y autonomía de las regiones obstaculizó la defensa


del imperio persa, al menos tuvo una ventaja: al desaparecer su
poder central no surgió el desorden.
Paralela a la derrota militar estaba también la derrota moral de la
élite persa; es decir, la crisis de las diferencias. Una vez establecido
el imperio, el vicio dominó a todas las clases sociales. Comer era la
principal ocupación. En el pasado, los persas se jactaban por su
dureza, al tomar alimentos una sola vez al día. En la época de
esplendor, esto significó que se podía comer durante todo el día.
Asimismo, Jerjes tuvo muchos problemas por escuchar y seguir
los consejos de sus esposas y amantes. Después de veinte años de
intriga sexual e indolencia administrativa fue asesinado por un
cortesano, Artabano. El asesinato de Jerjes fue planeado por
Artajerjes I quien, tras un largo reinado fue sucedido por Jerjes II.
Pero este nuevo rey no tuvo tanta suerte y fue ultimado unas
semanas más tarde, por su medio hermano, Sogdiano, quien a la vez
fue eliminado seis meses después por Darío II. Acabó con la
revuelta de su propio cuñado, Teritucme, el sátrapa de Armenia,
matándolo, cortando a su esposa en pedazos y enterrando vivos a su
madre y sus hijos. Le siguió en el trono su hijo, Artajerjes II, quien
en la batalla de Cunaxa tuvo que luchar contra su hermano menor,
Ciro. Artajerjes II gozó de un largo reinado, aunque mató a su hijo
Darío por conspirar en su contra. Otro de sus hijos, Oco, también
planeó el asesinato de su padre. Pero a diferencia de su hermano
mayor, él si obtuvo el trono. Su esposa Estatira, mató a muchos
parientes del monarca. Oco reinó durante veinte años, hasta que el
eunuco y general, Bagoas, lo envenenó.
Los miembros de la aristocracia persa que habían obtenido algún
cargo importante en la corte, usaban su influencia para promocionar
la carrera de sus parientes, algo que no gustaba nada a los reyes:
familias demasiado poderosas podían convertirse en serios
competidores al poder. Así pues, los reyes confiaban en los eunucos
más que en los nobles, quienes a su vez, odiaban a los eunucos.

148
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Bagoas también entronó al hijo menor de Oco: Arses. Pero el


ambicioso eunuco comenzó entonces una campaña de asesinatos en
contra de la familia del nuevo monarca, "para protegerlo".
Posteriormente mató al mismo Arses y en su lugar colocó a
Codomano, un general aqueménida, aparentemente desconocedor de
las intrigas palaciegas. Sin embargo, sorprendió a Bagoas: éste
intentó engañarlo pero Arses lo obligó a probar su propio vino
envenenado.
Codomano, quien adoptó el nombre de Darío III, fue derrotado
por Alejandro Magno en Arbela. La frecuencia de las revueltas
internas agotó al imperio.
Darío le ofreció la paz a Alejandro, pero éste la rechazó al
considerar que el persa nada podía ofrecerle, pues todas sus
posesiones ahora le pertenecían a él. Darío III reunió un nuevo
ejército y se enfrentó con Alejandro en Gauagamela, en donde su
ejército fue definitivamente derrotado y él, en su campamento,
asesinado por sus propios generales.55

Notas

1
Roger Caillos, La cuesta de, la guerra, trad. Rufina Bórquez, México, FCE, 1973
(Ia ed. en francés, 1963), pp. 109-110.
2
Quien se implica en la guerra sabe que puede morir, que ha entrado en una
dinámica que lo supera y, al que igual que en la del sacrificio natural, puede ser él el
perdedor.
:!
"Ya sea porque obedezca a un impulso humano o a una necesidad social, la guerra requiere
un enemigo imaginario. I.a guerra, escribe Hobbes, es aquella condición en la que todo hombre
es enemigo de todos los demás; y Clausewitz insiste en que el enemigo debe tenerse siempre en
mente. (...) ¿Se puede imaginar una guerra sin imaginar primero un enemigo? Sin importar si el
acento se coloca sobre la presa, la víctima sacrificial, el espíritu maligno o el objeto del deseo,
es la enemistad la que moviliza la energía. La figura del enemigo nutre las pasiones de miedo,
odio, ira, venganza, destrucción y lujuria, y confiere la fuerza explosiva que hace posible que
exista el campo de batalla". James Hillman, Un terrible, amor por la guerra, p. 36.
1
Es el caso de la violencia ejemplar, cuando un imperio para mantener a raya a los
territorios conquistados ataca brutalmente al que se rebela. Ello, no con la finalidad de atacar
de esa manera a los demás, sino sólo de mostrarles lo conveniente de no cuestionar a la
autoridad.
5
Cfr. Will Durant, Our oriental herilage, p. 275.
" Cohn, El cosmos, el caos, p. 30.

149
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

7
"La cabeza formal del imperio Asirio era el dios Ashur; todos los pronuncia
mientos, los edictos, los impuestos y las guerras eran realizados en su nombre. El rey
también se consideraba divino, una encarnación de Shamash, el sol". Will Durant,
Our oriental heritage, p. 272.
8
"No existía afirmación más poderosa del orden en el mundo que las victorias
bélicas. Ello se aplicaba tanto si se trataba de una guerra colonial en Nubia, de una
guerra civil en el propio Egipto o, durante el Imperio Nuevo, de una guerra contra
una fuerza imperial rival.
(...) Se consideraba que las fuerzas enemigas eran fuerzas del caos. A la hora de
combatir a dichas fuerzas, Egipto y sus dioses eran aliados".
En los templos egipcios encontramos una "imagen esculpida o pintada, pero siempre
situada en un lugar preferente, que muestra a uno de los dioses más poderosos entregando al
rey la maza de la victoria. Los textos que acompañan la imagen interpretan el simbolismo:
Toma la espada, oh poderoso rey, dice el dios Horus al rey Seth i (1318-1304), a fin de
castigar a los países rebeldes que quebrantan tus fronteras (...) se desplomarán sobre su propia
sangre por el poder de tu padre Amón, quien ha decretado para ti poder y victoria. El dios podía
celebrar la victoria que él y el rey habían logrado juntos, tal como Amón Ra hizo en beneficio
del rey Tutmés ni (1504 1450):
He reducido a tus enemigos a la altura de tus sandalias,/Tú has castigado a las hordas de
rebeldes tal como te lo ordené./A lo largo y ancho de la tierra, occidentales y/orientales se someten
a ti,/He privado sus fosas nasales del aliento de la vida, /He impregnado sus corazones del terror
por tu majestad,/No hay rebeldes hasta donde alcanza el circuito/del áelo;/Llegan cargando
tributos sobre sus espaldas,/Inclinándose ante tu majestad según mis órdenes'.
Diversos "monumentos y anales coinciden en mostrar al rey siempre victorioso. Pero
¿con qué precisión refleja esto lo que en realidad acontecía? Con poca". Norman Cohn, El
cosmos, el caos, pp. 29-30.
9
La gente sentía un profundo temor ante la derrota. "Los mesopotámicos, al
igual que los egipcios, no podían fingir que jamás sufrían derrotas bélicas, ya que su
experiencia histórica era demasiado tenebrosa".
La caída en batalla "podía concebirse como triunfo para el caos". El neobabi-lónico
Poema de Erra narra "las hazañas de un dios entre cuyos epítetos se incluyen eminente hijo de
Enlil, gran señor y adalid de los dioses". Erra era el dios de la guerra entendida como "orgía
de destrucción y matanza. Durante muchos siglos, Erra había sido de hecho el nombre del
dios Nergal, quien reinaba en el mundo subterráneo y sobre los muertos que lo habitaban.
Siempre había sido un gran asesino. Su única preocupación residía en que la población de su
reino creciera cada vez más, y lo lograba no sólo arreglando la muerte prematura de ciertas
personas, sino también sembrando epidemias y guerras. Además, disponía de tropas, una
horda de demonios (...) los Siete. Creados (...) por Anu para aterrorizar y matar a seres
humanos en el momento en que empezaran a hacer ruido, (...) actuaban a través del fuego, los
vientos tempestuosos, la ferocidad del león, el veneno del dragón y la guerra". Ibid., pp.
67-68.
10
Que permitió el control de extensas tierras cerealistas de secano.
1
"Tras una serie de ataques de los babilonios, los líderes de Ashur, decidieron
fundar otra capital, mejor protegida y menos cálida que la primera: Nínive, también
llamada Nina, la Ishtar de los asirios. Aquí, en la época de Asurbanipal (siglo vil a.C.)
vivían más de trescientos mil habitantes y una gran cantidad de pueblos del Cercano
Oriente le rendían tributo". La población de Nínive "era una mezcla de semitas (de

150
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

origen babilonio y acadio) y tribus no semíticas del oeste (Imitas, mitanios) y montañeses
kurdos del Cáucaso". Will Durant, Our orientalheritage, pp. 265-266.
'- "El primer nombre de la historia Asiría es Tiglath-Pileser i. Era un gran rey y un fiero
cazador de leones. Derrotó a la gente de Qummhu, a los egipcios y a los babilonios. Todos le
rendían tributo. Pero cuando los babilonios se rebelaron y derrotaron a su ejército, destruyeron
sus templos y capturaron las estatuas de sus dioses, Tiglath-Pilesler murió de tristeza (...). Su
reino es una síntesis de la historia de Asiría: muerte e impuestos. Asurbanibal 11 conquistó
una docena de pequeños estados, llevó los botines a casa, incluidas grandes cantidades de
mujeres para su harem y los prostíbulos de su ciudad". Ibid., p. 267.
,:
' Tiglath-Pileser i fue sucedido por su hijo, Asharid-apal-Ekur, que al morir joven dejó el
trono a su hermano Ashur-bel-kala. Tras la muerte del rey ascendió su hijo: Eriba-Adad II.
Aquí una excepción, pues este monarca perdió el poder tras un golpe de estado organizado por
su propio tío: Shamshiadad iv. Pero el usurpador, que apreciaba la estabilidad, se dedicó a la
reconstrucción de templos. De nueva cuenta consiguió establecer una dinastía duradera cuyas
sucesiones fueron normales. Le siguió en el poder su propio hijo, Asurnasirpal I, quien a la vez
heredó el reino a su retoño: Salmanasar n. También éste fue sucedido por su hijo: Assur-nirari
IV, etcétera.
" "Tiglath-Pileser m realizó numerosas conquistas y murió, pacíficamente en su cama. Sin
embargo, la sucesión no fue sencilla: Sargón II, un oficial del ejército, llegó al poder tras un
golpe de estado. Al morir, Sennaquerib heredó el trono. Aplacó revueltas en el Golfo Pérsico
pero no tuvo éxito en sus incursiones enjerusalen y Egipto

Producto de los saqueos y los impuestos Senaquerib reconstruyó Nínive pero fue
asesinado por sus propios hijos, mientras rezaba. Otro de sus hijos, Esarhaddon, les arrebató el
trono a sus hermanos". Will Durant, Our oriental heritage, pp. 267-268.
15
Will Durant, Our oriental heritage, p. 273.
"' Los pueblos sometidos, cuando eran confiables, podían ingresar al ejército.
17
Los hititas lograron reunir treinta mil, pero bajo señores diferentes; y lo mismo
puede decirse del impresionante ejército persa de ochenta mil soldados, compuesto,
sobre todo, de campesinos; más tarde, el ejército romano reunió hasta setenta mil
legionarios, aunque lo habitual es que fueran treinta mil. Todas estas eran milicias
que, por las limitaciones logísticas de la época, solo podían luchar una batalla.
18
"Cuando el carro de guerra estaba en el apogeo de su eficacia fue suplantado por
un solo elemento de su conjunto: el caballo". Fueron los asidos mismos los autores de
esta revolución.
Ya desde el segundo milenio el caballo se montaba en el mundo civilizado y "el arte
ecuestre lo dominaban ya los egipcios en el 1530 a.C.". No obstante no se trata de jinetes,
puesto que montan a pelo, sin estribos e iban sentados sobre los cuartos traseros y no sobre el
centro del animal. Esto indica que "los caballos no eran aún lo bastante fuertes para ser
montados al estilo ecuestre moderno. Sin embargo, hacia el siglo vm a.C. con la crianza
selectiva se había obtenido un caballo que los asirios montaban en silla adelantada cargando el
peso en los hombros del animal y ya se había establecido una cierta compenetración entre
montura y jinete de manera que éste era capaz de disparar un arco cabalgando.
De todos modos, esa compenetración (...) no estaba avanzada al extremo de que el jinete
pudiese soltar las riendas: en un bajorrelieve asirio se ve a soldados de caballería

151
Alma Imi'lda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

por parejas en las que uno dispara el arco compuesto mientras su compañero sujeta las
riendas de los dos caballos". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 221-222.
1l!
El imperio asirio "permitía a los pueblos sometidos ingresar en el ejército, como haría
después Roma, con su armamento distintivo (...) y formaba con ellos cuerpos auxiliares de su
fuerza central"; y lo mismo hacía con "los ingenieros de asedios, que en el arte asirio
aparecen atacando los cimientos de murallas, excavando túneles, construyendo rampas de
asalto o manejando diversas máquinas". Ibid., p. 216.
20
Muestra también de su eficacia administrativa.
21
Que consiste en otorgar tierras y trabajadores a los lugartenientes y a los soldados
a cambio de su lealtad, en cuanto a la entrega de tributos y el servicio militar.
22
Para vigilar a los señores feudales, en cuyas cortes había militares del imperio y
líderes locales.
23
La escritura simplificada aramea fue uno de los elementos intersticiales producto
del cosmopolitismo.
-" Ibid., p. 222.
2
' Incluida la de su hermano, Shamash-shum-ukin, que terminó con la captura de
Babilonia, después de un largo sitio.
26
Cfr. Will Durant, Our oriental heritage, p. 350.
27
"Según a mí me parece, los amigos de Deioces hablaron en estos bellos térmi
nos: Si continuamos así, es imposible habitar en este país. Nombremos, pues, un rey para que
le administre con buenas leyes y podamos nosotros ocuparnos en nuestros negocios sin miedo de
ser oprimidos por la injusticia. Persuadidos por este discurso, se sometieron los medos a
un rey.
(...) Al punto mismo trataron de la persona que elegirían por monarca, y no oyéndose
otro nombre que el de Deioces, a quien todos proponían y elogiaban, quedó nombrado rey
por aclamación del congreso". Herodoto, Los nueve libros de la historia, trad. P. Bartolomé
Pou, México, Porrúa, 1997 (1* ed. 1971), Libro i, apartados xcvn y xcvni.
2S
Herodoto, Los nueve libros, Libro i, xcvni y xcix.
29
Media se componía de diferentes tribus, las de los: busas, paretacenos, struchates,
arizantos, budios y magos.
3
" Will Durant, Our oriental heritage, p. 351.
31
Familiar y ministro del monarca.
32
Hija de Astyages. Tras un sueño de mal agüero el monarca la mandó casar con
un persa.
33
Que según una profecía lo derrocaría. La visión del monarca Astyages se hizo
realidad y Ciro venció a los medos.
31
Es decir, ejércitos en unidades separadas de lanceros, arqueros y caballería.
33
Cfr. Michael Mann, Las fuentes, i, p. 344.
36
"Este imperio se basaba en la tolerancia religiosa, pues los aqueménidas opinaban que
las creencias eran más poderosas que el estado. En lugar de quemar los templos y destruir las
ciudades conquistadas, los reyes persas se declaraban admiradores de sus nuevos vasallos.
Respetaban su forma de vida a cambio de un tributo". Will Durant, Our oriental heritage, p.
353.

152
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

37 Por ejemplo, usaron la escritura cuneiforme elamita (de Susa), acadia (babilonia),
paleopersa y los jeroglíficos egipcios para las inscripciones de la élite. Pero la lingua franca
era el arameo, que era flexible y fácil de traducir; aunque también se usaba, en ciertas
ocasiones, el griego.
Otro ejemplo, es el uso de la moneda tomada de Grecia y Asia Menor; también imitaron
los caminos con postas de los acadios. Los ejércitos de mercenarios eran dirigidos por
generales griegos y las flotas, por capitanes fenicios.
,s
Esto se ejemplifica en el trato festivo con el que fueron recibidos al entrar a la recién
dominada Babilonia; o bien, con la celebración que los judíos rendían a Ciro, porque les
devolvió a su tierra.
89
Ibid., p. 354.
40
Cfr. Amy Chua, Day ofempive. How hyperpoiuers rise lo global dovünance and why Ihey
fall, Nueva York, Anchor Books-Random House, 2009 (Ia ed. 2007), p. 8.
" Cfr. Michael Mann, Las fuentes, i, p. 345 y ss.
42
Cfr. Will Durant, Our oriental herüage, p. 362.
1
Ibid., p. 359.
44
ídem.
15
El imperio Persa sufrió humillantes derrotas: Darío con los escitas yjerjes con los griegos.
'" Cfr. Michael Mann, Las fuentes, i, pp. 348-349.
17
"Los persas son una nación compuesta de varias castas y pueblos (...). Estos persas, de
quienes dependían todos los demás, eran los arteatas, los persas propiamente dichos, los
pasagardas, los merafios y los masios. De todos ellos, los pasagardas eran los mejores y más
valientes, y entre éstos se cuentan los aqueménides, que es aquella familia de donde vienen los
reyes persianos. Los otros pueblos son los panthialeos, los derusieos y los germanios, que se
dedican a labrar los campos, y los daros, los maídos, los drópicos y los sagartios que viven
como pastores". Herodoto, Los nueve libros, Libro i. cap. cxxv.
48
En las revelaciones aparecieron también los gemelos: el Bien y el Mal.
49
En el primer milenio surgieron otras religiones similares. La que más directa
mente surgió bajo la influencia zoroástrica, fue lajudaíca. Los judíos eran clientes de
los persas y fueron éstos quienes les devolvieron a Jerusalén.
El judaismo hablaba de un Dios poseedor de la verdad, que luchaba contra los cultos
rivales, que adoraban a falsos dioses. Al igual que el zoroastrismo, el judaismo también era
accesible a todos pero se expresaba mediante profetas y ángeles.
'" Claro está, hay una única excepción de jerarquía: el profeta, en tanto ser revelado, posee
la autoridad.
51
Aunque surgieron los magos, los sacerdotes del zoroastrismo, que eran de origen
medo. Sin embargo, no formaron una casta, como los brahamanes en la India, ni
tampoco exigían el monopolio de los actos religiosos.
52
Will Durant, Our oriental herüage, p. 361.
:,;i
Como los sátrapas gozaban de mucha autonomía tenían elevadas aspiraciones. Los
golpes de estado eran frecuentes. Ciro llegó al poder tras una rebelión; Cambises, ascendió
tras matar a su propio hermano y al morir, estaba enfrentando una nueva revuelta encabezada
por otro de sus hermanos. Darío reprimió a los levantados y castigó a las potéis de Asia
Menor, que habían encabezado la revuelta. Jerjes sofocó

153
Alma Imdda iglesias González 'jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Añilando González Uüoa Aguirre

los levantamientos de Babilonia y Egipto. Posteriormente, al ser expulsado de Grecia, tuvo


que enfrentar revueltas en su patria. Desde ese momento hubo una sucesión de guerras civiles
en las cuales, una alianza con los griegos podía significar la victoria.
54
Cfr. Amy Chita, Day ofemphr, p. 22.
55
Cfr Will Durant, Ova oriental heritage, p. 383-285.

154
9. EL COMERCIO Y LA ESCRITURA CONVIVEN
CON LA GUERRA

7T diferencia de lo ocurrido en el Egipto anterior a la invasión /-A de


los hicos, en Grecia el encapsulamiento de la sociedad JL JLguerrera
no significó estabilidad milenaria. Por el contrario, el desorden
comenzó muy pronto. El hecho de que fueran guerreros de la edad de
hierro y no sacerdotes quienes gobernaban y de que se tratara de una
civilización multicéntrica, fueron elementos que contribuyeron al
dinamismo e inestabilidad de la civilización de la hélade. Pero existe
un factor adicional: la ampliación de los poderes difusos' de la
navegación, la moneda y el alfabeto, imitados de los lidios y los
fenicios.
Estos dos pueblos, en muchos sentidos fueron muy similares a
los imperios de dominación de la época.2 Ambos controlaban la
violencia interior con sacrificios masivos, incluso de humanos;3
crearon estados atrapados en un ciclo maltusiano que les obligaba a
expulsar parte de su población y fundar colonias; tenían ejércitos de
la edad de hierro que luchaban por territorios. Pero, a diferencia de
los otros imperios de dominación, estos dos pueblos le daban un
papel muy importante al comercio y se distinguían, incluso de los
lidios, por no temer al mar y sus avanzados barcos y técnicas de
navegación.
Los lidios desplazaron como potencia de Asia Menor a los
frigios. El segundo rey que estos herederos de los hititas tuvieron,
fue Midas, cuya maldición de transformarlo todo

155
Alina Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pabla Armanda González Ulloa Águirre

en oro es una condena contra la avaricia.1 Es curioso que sus sucesores


lidios celebraran con tanto entusiasmo la riqueza.5 Se considera incluso
que fue Creso quien inventó la acuñación de la moneda.6 Pero fue sobre
todo a partir de la admiración y envidia a los fenicios que los griegos
desarrollaron su propio sistema monetario y sus navios.
Fenicia apareció en medio del vacío de poder en las costas orientales
del Mediterráneo ocasionado por el derrumbe de los imperios hitita,
micénico y la retirada de Egipto al Nilo. Los fenicios se asentaron en una
estrecha franja de cien millas de longitud y diez de anchura, entre Siria y el
mar. Este pueblo no "creyó que valiese la pena establecerse en los montes
del Líbano que tenía a su espalda ni poner esos montes bajo su dominio; se
contentaron (...) con que esa benéfica barrera los protegiese de las
naciones más belicosas cuyas mercancías llevaban ellos por todas las
sendas del mar".7
Pero esos montes los obligaban "a vivir sobre el agua". Y cuando se
emanciparon de Egipto, hacia 1200 a.C,

llegaron a ser los amos del Mediterráneo. Ellos mismos manu-


facturaban varias formas y objetos de vidrio y de metal; hacían vasos
esmaltados, armas, adornos y joyas; tenían el monopolio de la púrpura,
que extraían de los moluscos que abundaban en sus playas; y las
mujeres de Tiro eran famosas por los suntuosos colores con que teñían
los productos de su diestra labor de aguja. Embarcaban estos productos
y el sobrante (...) de la India y el Cercano Oriente (cereales, vinos,
tejidos y piedras preciosas) con destino a todas las ciudades del
Mediterráneo, lejanas y próximas, y sus naves regresaban cargadas de
plomo, oro y hierro de las costas meridionales del mar Negro, cobre,
ciprés y grano de Chipre, marfil del África, plata de España, estaño de
Britania y esclavos de todas partes.8

En la historia de las ciudades fenicias encontramos la transformación de


ciudades-templo a ciudades de guerreros, y de éstas

156
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

a urbes de comerciantes, que estaban, claro está, dispuestos a hacer la


guerra si era necesario.

Biblos se creía la más antigua de las ciudades; el dios El la había


fundado al principio del tiempo, y hasta el fin de su historia fue la
capital religiosa de Fenicia. (...) A unas cincuenta millas más al sur (...)
estaba Sidón; una fortaleza al principio, se convirtió (...) en aldea, luego
en próspera ciudad; suministró sus mejores naves a la flota dejerjes; y
cuando más adelante los persas la asediaron y capturaron, sus
orgullosos jefes la incendiaron deliberadamente hasta arrasarla, y
cuarenta mil habitantes perecieron en la conflagración. Estaba ya
reconstruida y floreciente cuando llegó Alejandro (...).
La más grande de las ciudades fenicias fue Tiro (... la roca),
construida en una isla, a varias millas de la costa. También ella empezó
como fortaleza; pero su espléndido puerto y su seguridad con respecto a
ataques enemigos pronto hicieron de ella la metrópoli de Fenicia, gran
bullicio cosmopolita de mercaderes y esclavos procedentes de todo el
mundo mediterráneo. Ya en el siglo nono antes de Jesucristo, Tiro había
logrado la opulencia bajo el rey Hiram, amigo del rey Salomón; y para
la época de Zacarías (hacia 520 a. dej. C.) había amontonado plata
como el polvo y oro como el barro de las calles. Aquilas casas -decía
Estrabón- tienen muchos pisos, todavía más que las casas de Roma. Su
riqueza y bravura la mantuvo independiente hasta la llegada de
Alejandro.9

Fenicia, en parte por su geografía, transformó la pasión por el honor


guerrero en pasión por la riqueza. No es que, como dijeran los ilustrados del
siglo xvm y los liberales del xix, el comercio sustituya a la guerra, sino que
los fenicios lo subordinaban todo al comercio e incluso, cuando era
necesario hacer la guerra por razones económicas, se mostraban
valerosos.10
Muchos autores han relacionado la escritura alfabética con el
surgimiento de la conciencia, es decir con la capacidad de imaginar un
espacio interior de reflexión que permite hacer

157
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

grandes abstracciones, calcular para conquistar el futuro. A los


fenicios se les atribuyen estas dos cosas: el alfabeto y ser hombres
inteligentes. Pero el primer lenguaje que dominaron, antes que la
escritura, fue el del comercio.
Aunque la capacidad de calcular no los dulcificó, al menos les
dio la malicia diplomática. No trataban a todos por igual, sino que
intentaban sacar ventaja de comprender la mentalidad y
capacidades de los otros.
En cierta forma, los fenicios estaban al margen de las oleadas
guerreras, es decir, de la inestabilidad producto de los conflictos
entre imperios. Los puertos de comercio de la antigüedad eran
epineion: accesos a la costa de una región definida,

ya sea la de una tribu, de un país o de una ciudad. No era nece-


sario que estuviese en la costa: con frecuencia surgía a orillas de
un gran río o donde se encuentran el desierto y la montaña. Allí
podían intercambiarse productos bajo la protección no militar de
un santuario, un monasterio o una autoridad política débil. Su
organización interior variaba mucho según el contexto social en
el que se integraba la administración del comercio (...) Su
función principal era la de garantizar la neutralidad (...). La
presencia de una fuerte potencia militar en el lugar de comercio
los habría asustado inevitablemente (...). Se necesitaba, pues, un
entendimiento previo entre las partes basado por lo general en
tratados regulares.11

Las ciudades portuarias fenicias comenzaron como pequeñas


urbes-templo con un subgrupo capaz de proteger las bodegas. Pero
por su ubicación, éstas no estaban llenas de productos cultivados,
sino de mercancías obtenidas en otro lugar. Eran ciudades que
fungían como intermediarias diplomáticas y comerciales y por
tanto, no se ocupaban de lleno a la agricultura.
Estos puertos de comercio llegaron a ser muy valorados por las
potencias antiguas. Anterior al advenimiento del Imperio hitita, Al
Mina12 y Ugarit,13 ya tenían esta función. Aunque

158
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

eran unidades políticas independientes, la geopolítica las había hecho


posibles:

El grado tan alto ele especialización era a veces parte de una or-
ganización todavía más compleja que comprendía a un pequeño estado
vecino con funciones de mediador entre los imperios lejanos y el puerto
de comercio. Esta debió de ser la relación entre el reino de Alalakh y Al
Mina (...). Al excavar la ciudad pariente de Al Mina, Alalakh, Woolley
no encontró ninguna prueba de que los hititas hubieran tomado Al Mina.
Una demostración más conclusiva de la neutralidad de ésta es el hecho
de que no sufrió asedios ni ocupaciones en el segundo milenio, cuando
los imperios egipcio e hitita se apoderaron de toda la zona.14

Respecto a Ugarit, bajo la esfera de influencia egipcia, observamos el


mismo fenómeno. Era un reino independiente que combinaba la función de
puerto de comercio con la de estado neutral. Ninguna de las dos urbes fue
atacada durante las rivalidades imperiales. Aunque fue tomada entre los
siglos XVIII y xvn a.C, el periodo de los hicsos en Egipto, por un pueblo
bárbaro, analfabeto y militar. Vemos pues que las potencias políticamente
más evolucionadas seguían una política de no intervención con respecto a
los puertos de comercio.15
Los puertos de Sidón y Tiro tienen una libre también de agresiones y de
duración todavía mayor tiempo que sus antecesoras Al Mina y Ugarit. Si
sus vecinos no las molestaban no se debía a factores militares, sino al hecho
de que estas prósperas ciudades se encontraban imbricadas en un contexto
económico "fundamental para la organización internacional del comercio,
incluyendo al de las potencias continentales; ése fue el origen de su relativa
seguridad".1"
En el siglo ix a.C. comenzó la dominación de los asirios, pero no tenían
un imperio marítimo sino terrestre. Por ello, los fenicios mantuvieron su
poder como transportistas. En el 814 a.C. fundaron Cartago.

159
Alma Imelda Iglesias González 'jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguirre

A partir del primer cuarto del primer milenio se observan ya


ciertos cambios: debido al éxito de las economías fenicias,17 se
convirtieron ellas mismas en potencias;18 la actitud
continen-talizadora de los grandes imperios comenzó a ceder lugar
al interés por los mares y, la aparición de un nuevo competidor por
el comercio internacional: las polis griegas. Comenzó entonces a
desaparecer el atributo más característico de los puertos de
comercio: su neutralidad.
Las potencias continentales comenzaron a intervenir sobre los
ahora amenazantes puertos comerciales. La conquista directa estaba
descartada ya que habría destruido el valor de aquellas ciudades
como canales de comercio. Era necesario idear otros métodos. Una
solución fue la desmilitarización. A veces se usaba una
demostración de fuerza o el control transitorio seguido de una
retirada.19 En otros casos se recurría a una simbiosis que implicaba
una cooperación más estrecha entre costa e interior.20
Aunque en el siglo vi a.C. perdieron la supremacía naval ante
Nabucodonosor II, un siglo después ante los persas y más tarde ante
los macedonios y los romanos, los fenicios siguieron siendo útiles
para las potencias hegemónicas.
La competencia entre griegos y fenicios por el control del
comercio en el Mediterráneo estuvo mediada por la dominación
persa. Este imperio usaba el mínimo de coacción. "Esto debió de
significar para las ciudades costeras una promesa de autonomía,
cuyo cumplimiento dependió (...) de que éstas aceptaran la
soberanía persa".21 De tal suerte que las urbes fenicias conservaron
a sus reyes y eran libres de adherirse a las expediciones persas o
rechazarlas. Los persas usaron dosis moderadas de violencia para
mantener el orden.22
Los fenicios, a diferencia de los comerciantes anteriores,
transportaban artículos de primera y semiprimera necesidad. Su
comercio era disperso, descentralizado y dinámico. Crearon un
vasto mercado. Muchos de sus productos eran para los hogares
comunes, no para los palacios. No padecían las restricciones

160
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

de las mediaciones redistributivas porque no tenían un mando


centralizado. Por ello, no eran fácilmente enjaulados por los
imperios de dominación.
La mayor aportación de los fenicios fueron los poderes difusos y
descentralizados de la escritura y la moneda. Los imperios de
dominación no modificaron ni la escritura cuneiforme ni la
jeroglífica. En 1700 a.C. para la diplomacia se usaba la cuneiforme
acadia, que se convirtió en Ungua franca. Pero con la caída de
dichos imperios ya no hubo nada parecido. Por tanto, se volvió de
gran utilidad la escritura fonética. El alfabeto servía para hacer una
conversión entre los distintos idiomas. En el periodo del 1400 al
1000 a.C, proliferaron las tabulas con muchas escrituras y dialectos.
Era común ver en ellas el aca-dio, el sumerio, el hitita, el hurrita, el
egipcio y el chipriota. El ugarita,23 dada su simplicidad, servía como
lengua intermedia para traducir. Nuevas simplificaciones se
inventaron entre el 1000 y el 900 a.C. cuando el fenicio adoptó más
consonantes aunque no contaba con vocales. En el 800 a.C. los
griegos las añadieron.-4
La escritura inició por el estado, pero una vez simplificada,
escapó del poder central. Su desarrollo se debió a los comerciantes
que necesitaban traducir. El perfeccionamiento de la escritura
implicó mayor velocidad de los mensajes y menor costo para el
registro; la escritura estaba entonces al alcance de muchos, sin
importar que no contaran con grandes cantidades de recursos. Era ya
un poder difuso.23
En cuanto a la moneda, primero estaba en manos del estado, que
le asignaba su valor. Los pesos, medidas y precios eran controlados
centralmente y se les asignaba un precio, para una sola transacción.
Los imperios de dominación conservaron este sistema. Pero dada la
complejidad de estos sistemas, también comenzaron a usarse valores
de uso-cambio mixtos, como pieles, cueros, hachas o lingotes, que
servían muchas veces. El historiador del dinero concluye que los
imperios de dominación basaban su economía en el sistema
tributario o redistributivo.

161
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González UUoa Aguirre

Sin embargo, aparecieron también formas primitivas de mercado y


dinero. Tal es el caso del dinero-mercancía.2"
Los sistemas de intercambio mejoraron con la llegada del hierro,
pues las nuevas herramientas podían cortar y estampar el metal.27
En el 800 a.C. existía ya una protomoneda: lingotes estampados que
aún requerían de una autoridad central como emisora y
verificadora. Pero una vez puesta en circulación ya no necesitaba
más al estado. Los pueblos comerciantes la hacían circular, con
éxito extraordinario los fenicios y los árameos, y el valor era
asignado por el mercado. La descentralización de la acuñación
implicó la confianza entre los oligarcas de distintas ciudades.
Sin embargo, la protomoneda tenía obstáculos para su
universalización: era demasiado pesada para los pequeños
comerciantes; era de gran valor, por lo cual, no se usaba para
intercambios cotidianos, sino para el pago de impuestos de los ricos
y el sueldo de los mercenarios. De hecho, esta economía surgió para
el crédito entre estados e intermediarios comerciales poderosos y
entre estados y soldados que cubrían, por un salario -he aquí el
primer forma de trabajo asalariado de la historia-, el servicio
militar.2S
En el 700 a.C, en Lidia y otras ciudades, vemos el auge de la
moneda. Se usaba también en los imperios de dominación de
Oriente Medio y entre los campesinos y comerciantes de Asia
Menor. Eran pedazos de metal con un sello en el anverso y el
reverso que generalmente era la insignia del reino o ciudad-estado
que la había emitido.29
Los historiadores del dinero y los mercados distinguen dos
momentos del sistema monetario: el diplomático, en donde la
política subordinaba casi por completo a la moneda,30 y el eco-
nómico, en donde la moneda adquiere tal fluidez que escapa a las
restricciones estatales e incluso, modifica las reglas del sistema
político y después, de la geopolítica. El primer momento es el que
hemos descrito en este capítulo. El segundo, lo veremos con detalle
en Grecia.

162
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Notas

1
Es decir, que en buena medida escapan al dominio de la autoridad central.
2
"Creso fue (...) el primero entre los bárbaros que conquistó algunos pueblos de
los griegos, haciéndolos sus tributarios, y el primero también que se ganó a otros de la
misma nación y los tuvo por amigos. Conquistó a losjonios, a los eolios y a los dorios,
pueblos todos del Asia Menor, y ganóse por amigos a los lacedemonios". Herodoto,
Los nueve libros de la historia, 1, IV.
Vemos las nociones de la moral guerrera y pagana que castiga el error de no reconocer los
límites de la propia condición (la hubris de los griegos, ignorar a Maat de acuerdo a los
egipcios), la guerra y el sacrificio, tal y como podríamos encontrarlos en los demás imperios
de dominación, en la historia de Creso quien "mostró sus riquezas a Solón y luego le preguntó
a quién consideraba el más feliz de los hombres. Solón, después de nombrar a tres personas ya
difuntas, se negó a llamar feliz a Creso, alegando que no podía saberse qué infortunios le
reservaba el mañana. Creso despidió al gran legislador teniéndolo por necio, dirigió su
atención a conspirar contra Persia y halló de pronto a las huestes de Ciro ante sus puertas.
Según el mismo historiador, los persas ganaron por el hedor de sus camellos, que los caballos
de la caballería lidia no pudieron soportar; huyeron los caballos, fueron derrotados los lidios y
cayó Sardis. Creso, según la vieja tradición, preparó una gran pira funeral, se colocó en ella
con sus mujeres, sus hijas y los jóvenes más nobles entre los ciudadanos sobrevivientes, y
ordenó a sus eunucos que encendiesen la hoguera que habría de quemarlos a todos. En sus
últimos momentos recordó las palabras de Solón, lamentó su propia ceguera y echó en cara a
los dioses el que le hubiesen aceptado todas sus hecatombes y pagado con la destrucción. Ciro
(...) se apiadó de él, hizo apagar las llamas, se llevó a Creso con él a Persia e hizo de él uno de
sus más escuchados consejeros". Ibid-, pp. 390-391.
3
El rey Giges fundó el reino de Lidia, con su capital en Sardis; Abates lo elevó a la
prosperidad y el poder; "Creso (570-546) lo heredó y disfrutó, lo extendió por conquista
hasta comprender casi toda el Asia Menor, y luego lo rindió a Persia. Sobornando (...)
a los políticos locales consiguió poner, uno tras otro, a los pequeños estados que lo
rodeaban bajo el dominio de Lidia, y mediante pías hecatombes sin precedente en
honor de las deidades locales apaciguó a los pueblos sojuzgados y los convenció de
que él era el favorito de los dioses". Ibid., p. 390.
Entre los fenicios encontramos diversos rasgos de los imperios de dominación: el
panteónjerarquizado de las civilizaciones, el culto a la fertilidad y también, el sacrificio
humano.
"Cada ciudad tenía su Baal (... Señor) o dios ciudadano, que se concebía como
antepasado de los reyes y fuente de la fertilidad del suelo; el grano, vino, higos y lino eran
todos obra del divino Baal. El de Tiro se llamaba Melkarth; como Hércules, con quien los
griegos lo identificaban, era un dios de fuerza y realizaba proezas
Astarté era el nombre griego de la fenicia Istar; gozaba la distinción de ser venerada en
algunos lugares como diosa de artemisica castidad y en otros como la amorosa y caprichosa
deidad del amor físico, en cuya forma la identificaban los griegos con Afrodita. Como
Istar-Milita recibía en sacrificio la virginidad de las devotas doncellas de Babilonia; asilas
mujeres que honraban a Astarté en Biblos habían de consagrarle sus largas trenzas o entregarse
al primer extraño que solicitara su amor en el recinto del templo. Y como Istar había amado a
Tamuz, así Astarté había amado a Adón (...

163
Alma Imeltla Iglesias González * jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González l 'lloa Aguirre

Señor), cuya muerte por la herida de los colmillos de un jabalí era anualmente plañida en
Biblos y Palos (Chipre) con gemires y golpear de pechos. Afortunadamente Adón
levantábase de entre los muertos tan frecuentemente como moría y ascendía a los cielos en
presencia de sus fieles. Finalmente estaba Moloc (... Rey), el terrible dios a quien los fenicios
ofrecían niños vivos como sacrificio en la hoguera; en Cartago, durante un sitio de la ciudad
(307 a. dej. C), doscientos niños de las mejores familias fueron sacrificados de este modo en
el altar de esta fogosa divinidad". Ibíd., p. 398,
1
Se trató de un monarca "manirroto que debilitó el estado por la codicia y despilfarro, que
la posteridad representó mediante la leyenda de su ruego a los dioses de que se convirtiera en
oro todo lo que tocara. El ruego fue tan bien escuchado que todo lo que tocaba se convertía en
oro, hasta los manjares que se llevaba a la boca; estaba a punto de morirse de hambre cuando
los dioses le permitieron purificarse de la maldición bañándose en el río Pactólo, que ha
arrastrado arenas auríferas desde entonces". Will Durant, Nuestra herencia oriental, trad. C.
A. Jordana, Buenos Aires, Editorial Sudamericana, 1956 (Ia ed. en inglés, 1935), p. 389.
' El papel que daban al dinero fue tan importante que cuando Herodoto "visitó a Lidia
halló sus costumbres casi indistintas de las de sus compatriotas griegos; todo lo que quedaba
para separarlas, nos dice, era el modo como las hijas de la gente ordinaria obtenían su dote:
por la prostitución". Ibid., p. 390.
6
"Creso ascendió al trono lidio en el 560 a.C. y gobernó un reino que era ya muy rico. Sus
antepasados habían dejado una base económica muy firme para el bienestar del reino,
fabricando algunos de los mejores perfumes y cosméticos del mundo antiguo; con todo, por sí
solas esas mercancías hubieran sido incapaces de incrementar la riqueza de Creso a los
niveles que el mito le atribuye. Para ello se sirvió de otra invención de sus antepasados: las
monedas, una nueva y revolucionaria forma de dinero.
En Mesopotamia, China, Egipto y otros muchos lugares del mundo antiguo pueden
hallarse elementos parecidos al dinero e instancias parecidas al mercado, pero, en rigor, en
ninguno de ellos se utilizó verdaderamente la moneda hasta el surgimiento de Lidia y el
subsiguiente acuñamiento de las primeras monedas, ocurrido entre el 640 y el 630 a.C. El
genio de los monarcas lidios consistió en reconocer la necesidad de lingotes muy pequeños y
fácilmente transportables, equivalentes a no más de unos pocos días de labor o una pequeña
fracción de una cosecha. Al confeccionar esos lingotes más reducidos, de un tamaño y peso
estándar, y al imprimir en ellos un emblema que indicaba su valor incluso a los analfabetos,
los revés de Lidia ampliaron exponencialmente las posibilidades de cualquier empresa
comercial.
Las primeras monedas que confeccionaron fueron de electro, una aleación de oro y plata
de color ámbar que se da en la naturaleza. Convertían el electro en fichas ovaladas, varias
veces más gruesas que las monedas actuales o equivalentes en tamaño al tercio superior de un
dedo pulgar adulto. Para garantizar su autenticidad, el rey hacía estampar en cada una de ellas
su emblema, vina cabeza de león. El proceso de estampar el sello aplanaba las unidades,
iniciando de esc modo su transición desde un trocito ovalado a una moneda plana y circular
como las actuales.
Al elaborarlos trocitos del mismo peso y, por ende, de aproximadamente el mismo
tamaño, el rey eliminaba una de las fases más engorrosas del comercio: la necesidad de pesar
el oro cada vez, en cualquier transacción que se hacía. De ahora en adelante, los mercaderes
podían estimar el valor a simple vista o bien contabilizar el número de

164
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

monedas. Esa estandarización redujo en buena medida la posibilidad de hacer trampas con la
cantidad o la calidad del oro y la plata en cualquier intercambio. Uno no precisaba ser un
experto en el manejo de una escala o en el arte de valorar la pureza del metal para adquirir una
cesta de trigo, un par de sandalias o un ánfora de aceite de oliva. El empleo de monedas que
habían sido pesadas y estampadas con un sello en el taller real hacía posible que el comercio
fluyera más rápida y más honestamente y le permitió a la gente participar incluso si no disponía
de una escala de medidas. El comercio con monedas abrió nuevas posibilidades a nuevos
segmentos de la población". Jack Weatherford, La historia del dinero. De la piedra arenisca al
ciberespacio, trad. deJaime Collyer, Barcelona, Ed. Andrés Bello, 1998, (Ia ed. en inglés 1997),
pp. 56-57.
7
VVill Durant, Nuestra herencia oriental, p. 394.
8
lbid., p. 394.
9
lbid., pp. 396-397.
"' Que el comercio no "dulcificó" del todo a este pueblo, nos lo indica el hecho de que fue el
principal esclavista de la antigüedad. "Eran comerciantes astutos; convencieron a los
indígenas de España de que les dieran, a cambio de un cargamento de aceite, tan gran cantidad
de plata, que las bodegas de sus barcos no podían contenerla, por lo que los sutiles semitas
sustituyeron por plata el hierro o piedras de sus anclas, y así se hicieron prósperamente a la
mar. No satisfechos con esto, esclavizaron a los indígenas y los hacían trabajar largas horas en
las minas (...). Como todos los viajeros primitivos, y algunos viejos idiomas, hacían poca
distinción entre trato y traición, comercio y robo: robaban a los débiles, engañaban a los tontos
y eran honrados con el resto. A veces apresaban naves en alta mar y se apoderaban de su carga
y su tripulación; aveces atraían indígenas curiosos a visitar naves fenicias y luego partían con
ellos y después los vendían como esclavos". lbid., p. 395.
" Robert Reveré, Tierra de nadie, p. 99.
12
Al Mina era una "ciudad con muchos almacenes y pocos residentes y tumbas.
Ello parece indicar que estaba dedicada exclusivamente al comercio entre el Egeo y
el traspaís sirio, y existen pruebas de que se establecieron en ella comerciantes egeos.
Sin embargo, el verdadero núcleo de población estaba situado a cierta distancia de la
costa cenagosa, en una ladera". lbid., p. 100.
13
"Uno de los lugares más ricos del mundo antiguo. El palacio real tenía un área
tres veces superior a la del de la capital hitita de Boghazkoy. Sin embargo, la ciudad
no poseía ningún territorio importante, por lo que hemos de deducir que su riqueza
procedía del comercio en el que se había especializado. Las pruebas de la existencia
de una escuela de escribas que enseñaba cuatro lenguas diferentes, los textos e ins
cripciones, un diccionario de tres lenguas, los grupos de residentes extranjeros y la
administración de un sistema de equivalencias basado en el ciclo muestran más allá
de toda duda que la zona estaba planeada para desempeñar el papel de un puerto de
comercio". lbid., p. 101.
" ídem.
15
"Durante siglos del segundo milenio, hititas y egipcios acordaron tácitamente respetar la
neutralidad y la inviolabilidad de los epineiondel rival (...). Otros ejemplos de correspondencia
y tratados descubiertos en Ugarit confirman el interés mutuo por la seguridad de los
mercaderes. En el código de leyes hitita la muerte de un mercader se conceptúa como
asesinato, mientras que la muerte de otras personas es simplemente homicidio", lbid., p. 102.

165
Alma hnelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Vlloa Agitirre


Ibicl., p. 101.
15
"La gran expansión comercial del segundo cuarto del primer milenio tuvo un efecto
incisivo sobre las relaciones entre costa y continente. Las potencias del interior no podían ya
permitirse el lujo de continuar con su tendencia a desentenderse de la costa siempre que fuera
posible. Se estaban desplazando a regañadientes hacia una nueva situación de equilibrio que
tendría consecuencias de largo alcance para la historia del Mediterráneo oriental (...). Tiro, el
principal puerto de comercio del período, opera ya a una escala mundial; potencias políticas
lejanas actúan como agentes suyos (...). Jonia, el golfo Pérsico, el mar Negro, Arabia y la
costa atlántica de España son ya parte de una red que se extendió posiblemente hasta la India
y el centro de África". Ibicl, p. 103.
18
"Existen muchas pruebas de la importancia cada vez mayor de las (Iotas como
factor militar. La historia registra operaciones combinadas terrestres y marítimas
desde los Pueblos del Mar, y la importancia de éstas aumentó de forma continuada a
lo largo del primer milenio. En el siglo VII las tropas anfibias jónicas contratadas por
Psamtik actuaron como el catalizador del derrocamiento del poder asirio en Egipto.
Aliadas con los lidios, las ciudades fenicias intervinieron también en intrigas similares
de carácter político-militar". ídem.
19
"En Lidia, Giges atacó Mileto (hacia el 663), Colofón y Magnesia ad Siplum. Se
trataba sólo en apariencia de una demostración militar y una afirmación de sobera
nía, pues Giges, al parecer, no pretendía capturar ciudades (...). Es significativo que
Lidia permitiera a Mileto colonizar Abidos, en el Helesponto, en territorio lidio. El
mismo Giges se volvió completamente filohelénico en la última parte de su reinado.
Las ciudades costeras y Lidia cooperaron posteriormente ante la invasión.
Los sucesores de Giges siguieron también una política de presión atenuada, buscando
esencialmente una simbiosis (...).
Creso mandó destruir los fuertes de Efeso (...). A las otras ciudades se las dejó intactas
cuando permitieron la entrada pacífica de sus tropas. Tuvieron que pagar tributos anuales, y
proporcionar ayuda militar en casos extraordinarios, pero no eran vigiladas por ninguna
guarnición y no tenían que sufrir injerencias en sus asuntos internos. Creso demostró una
amistad creciente hacia los puertos de comercio griegos. Fue el último monarca lidio y el más
helenizado". Ibicl., pp. 104-105.
'-" "En la zona septentrional del mar Negro, Escitiay las colonias griegas llegaron a una
sólida simbiosis, evitando toda presión militar abierta. Rostovtzeff describe cómo los escitas
intercambiaban sus productos excedentes por mercancías griegas y jónicas:
[...] los escitas favorecieron a las colonias griegas, no las molestaron, entraron en relaciones
personales con ellas y probablemente se conformaron con recaudar un tributo nominal como señal
de soberanía. Ni Herodoto ni ninguna otra fuente de los siglos VI y V hablan de conflictos entre las
colonias griegas y los escitas". Ibid., p. 104
'-' Ibicl., p. 106.
22
"Se produjo una interrupción en las relaciones mutuas de buena voluntad cuando Jerjes
decapitó a algunos oficiales fenicios por su comportamiento. Los fenicios retiraron su flota,
que estaba al servicio de los persas, durante alrededor de quince años. La enconada rebelión
del año 352, en la que se inmolaron en su ciudad muchos sidonios, no fue castigada con
dureza, sino que se reconstruyó, y Fenicia continuó gozando de

166
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO!

bastante independencia y prosperidad bajo los persas que al parecer eran tolerantes con todo
menos con la rebelión abierta". Ibid., p. 107.
23
Idioma cananeo, cuneiforme, alfabético y consonantico pero que no tenía
vocales.
En Ugarit había una "escuela de escribas que enseñaba cuatro lenguas diferentes, los
textos e inscripciones, un diccionario de tres lenguas, los grupos de residentes extranjeros y la
administración de un sistema de equivalencias basado en el ciclo muestran más allá de toda
duda que la zona estaba planeada para desempeñar el papel de un puerto de comercio". Ibid.,
p. 101.
24
C/r. José María Sbert, Epimeleo, Iván Illichy el sendero de la sabiduría, México, Edi
ciones sin Nombre, 2009, pp. 183 y ss.
26
Cfr. Michael Mann, Las fuentes delpoder, i, pp. 281-282
-'' "El dinero-mercancía, como el cacao, operaba en un sistema basado más en el trueque
que en la compra de algo. Un azteca cambiaba una iguana por un cargamento de leña o un
cesto de maíz por una trenza de ajíes, y si los bienes no tenían exactamente el mismo valor, se
valían del cacao para emparejar las cuentas. La habichuela del cacao servía para estimar el
valor y redondear el intercambio, pero no era el medio exclusivo de intercambio. El vendedor
que deseaba intercambiar, por ejemplo, un nopal (equivalente a cinco habichuelas de cacao)
por una espiga de maíz (equivalente a seis habichuelas) entregaba el nopal y añadía una
habichuela para emparejar el valor.
En el caso de grandes adquisiciones, los mercaderes estimaban el valor en términos de
bolsas de unas 24 mil habichuelas, pero esas cantidades resultaban muy engorrosas para
utilizarlas en las transacciones diarias. Como ocurría en muchos sistemas primitivos en que el
comercio se organizaba en torno de ciertas mercancías relevantes, los aztecas empleaban más
de una mercancía para estandarizar los intercambios. Además de las habichuelas del cacao,
tenían el quachtli, las capas de algodón, cuyo valor fluctuaba entre sesenta y trescientas
habichuelas de cacao. El quachtli sema en transferencias financieras mayores, como la compra
de esclavos o de víctimas sacrificiales, en las que los sacos de habichuelas hubieran resultado
demasiado voluminosos] Otras mercancías estandarizadas para el intercambio incluían las
cuentas de vidrio, las Conchitas y las campanillas de cobre (...).
El dinero en la forma de una mercancía tiene la gran ventaja de ser un ítem de consumo y
a la vez un medio de intercambio. Los aztecas podían fácilmente moler el cacao empleado
conro dinero y transformarlo en pasta de chocolate, luego lo batían vigorosamente en un
recipiente con agua y obtenían una deliciosa bebida, muy valorada. (...)
El imperio azteca es un ejemplo de lo muy complicadas que pueden llegar a ser las
relaciones económicas y políticas aun en ausencia del dinero. Su sistema de distribución
alcanzó el nivel más complejo que podía ostentar un sistema imperial y de protomercado
dentro de los confines de un imperio tributario y con una modalidad de dinero primitiva o
consistente en mercancías. Mediante el empleo de mercancías particulares, llegaron al punto
de casi crear un sistema monetario al estilo moderno, pero nunca cruzaron verdaderamente la
línea". Jack Weatherford, La historia del dinero, pp. 42-43.
27
"A fines del tercer milenio antes de la era cristiana, los pueblos mesopotámicos
comenzaron a utilizar lingotes de metales preciosos a cambio de bienes. Las tablillas
cuneiformes mesopotamicas de arcilla, inscritas en el 2500 a.C, mencionan el uso

167
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

de plata como forma de pago. La gente denominaba a esos pesos uniformes de oro y plata
minas, shekels o talentos. Un depósito completo de aceite de oliva, de cerveza o trigo podía
reducirse en valor a un lingote fácilmente transportable de oro y plata. Dicho sistema
demostró su efectividad con los mercaderes habituados a negociar con cargamentos o
depósitos enteros de mercancías, pero el oro siguió siendo muy escaso y muy valioso para el
individuo medio, que sólo deseaba vender una cesta de trigo o adquirir un cuero de vino. Esa
gente no podía acceder al sistema de lingotes de oro y plata." Ibid., pp. 51.
2
" Cfr. David Schaps, The invenlion of coinage and the. monelizalion in ancient Greece,
Michigan, The University of Michigan Press, 2007 (Ia ed. en 2004) p. 34 y ss.
29
Cfr. Michael Mann, Las fuentes, i, pp. 283 y ss.
:i
" "El comercio no dependía principalmente de los mercados, sino que tenía una ■historia
y una lógica propias que dimanaban del principio de un lugar políticamente neutro de
intercambio. En el comercio silencioso -principalmente por razones de seguridad- se llegaba a
un acuerdo sin que las dos partes se comunicaran entre sí directamente. Esta forma de
comercio primitivo debió de estar extendida por el Mediterráneo oriental en tiempos
prehistóricos, como indican los restos arqueológicos de algunos enclaves costeros
amurallados. Se han desenterrado recintos situados en la costa pero fuera de las ciudades
propiamente dichas. Contaban con un altar para asegurar la seguridad de hombres y
mercancías (...).
Las manufacturas fenicias gozaron de una demanda universa) y fueron objeto de
trueque por diversos bienes: esclavos, ganado, metales, productos de prestigio, etcétera. (...)
El aumento del volumen y la variedad de los intercambios fueron ligados a la extensión de los
tratados. Las mismas embarcaciones tirias transportaban gran cantidad de mercancías, pero
continuamente llegaban a Tiro otros barcos, así como caravanas de tierra. Para asegurar el
abastecimiento de mercancías para un comercio de tanta envergadura, para facilitar el
manejo de los productos y para garantizar la seguridad de los barcos y caravanas fue
necesaria indudablemente una actividad diplomática que llegase prácticamente a todo el
mundo entonces habitado y conocido". Robert Reveré, Tierra de nadie, pp. 99 y 103.

168
10. EL FIN DE LA SOCIEDAD GUERRERA

T~ as nuevas civilizaciones aprendieron de los invasores a tratar a


las clases bajas como ganado, aunque en la me-I JHiHa en que
tuvieron que armar al pueblo, esto cambió gradualmente en Grecia.'
Los derrotados, los esclavos e incluso los campesinos, eran vistos
con desprecio. Los asirios, los persas, los griegos de la época
homérica y los arios de la India, conformaron una sociedad de
castas, según la cual el sitio superior lo ocupaban los guerreros. El
subgrupo agresivo no sólo se convirtió en defensor, sino también en
el timonel del estado. Se asoció entonces a las clases bajas con el mal
y la suciedad. Las clases altas sufrieron lo que Nietzsche llamó el
"pathos de la distancia", es decir, se aferraron a su superioridad y
llamaron nobles y buenos a sus actos, llenos de vitalidad; mientras
que calificaron malas las labores de los esclavos, los campesinos, los
débiles.2
Como vimos en el capítulo 8, cuando la casta guerrera gobierna
tiende a minar las jerarquías debido a que necesita el combate para
afirmar su posición social y autoestima. El periodo homérico es el
que anuncia la gloria y a la vez el final de esta etapa.
El eclipse de la edad heroica da pie a lo que propiamente
conocemos como civilización griega, que combinó las herramientas
de la edad de hierro, el uso del alfabeto, el comercio y

169
Alma Imelda iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González L'lloa Aguirre

los navios.3 De las ruinas de la sociedad heroica y los elementos


adoptados de los fenicios y los lidios, surgió una nueva civilización
peculiar que definió la historia de occidente.
En el periodo homérico, es decir, del siglo xn al ix a.C, las
virtudes eran predeterminadas por el puesto del hombre en su
comunidad y los privilegios y deberes de su rango. En esta sociedad
vemos una estructura moral que incorpora tres conceptos: el del
papel social que se exige al individuo;4 el de las virtudes como
cualidades que hacen capaz a un individuo para actuar según lo
exige su papel social;5 y el de la condición humana como frágil. Ser
virtuoso no es evitar la vulnerabilidad y la muerte sino darles lo que
les es debido.1' Estos elementos pueden encontrar sus lugares
interrelacionados sólo dentro de una estructura unitaria mayor: la
narrativa épica que es una forma encarnada en la vida moral de los
individuos y la estructura social.
La religión principal era la olímpica. Era una sociedad de
guerreros sacros, sacerdotes, sacerdotisas, reyes y aristócratas. No
había más movilidad social que aquella que daba la guerra, pues
mientras el cosmos funcionara, se creía que cada quien mantendría
un lugar inamovible. Gobernaban las castas sagradas y los demás
simplemente lo asumían como parte del orden natural.
La religión era aristocrática. Tenía su origen en los tiempos de
los reinos primitivos y fue reforzada por los primeros príncipes.
Representaba el elemento más estable y conservador del mundo
helénico.7
La religión era también sacrificial, en la cual la solidaridad bajo
el signo de la víctima expiatoria estaba hecha de reconocimientos
mutuos entre personas de igual estatuto, de fidelidad y de
protección entre personas de estatutos diferentes. Los intercambios
estaban regidos por la religión y las obligaciones sociales, el tributo
y la redistribución.8
El yo de la etapa heroica carece de aquello que algunos filósofos
morales modernos toman por característica esencial de

170
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

la identidad humana: la capacidad de separarse de cualquier punto


de vista, de dar un paso atrás como si se situara, opinara y juzgara
desde el exterior. En la sociedad heroica no hay "exterior", excepto
el del forastero.9
Julián Jaynes nos aclara que este rasgo podemos encontrarlo en la
problemática Ilíada. Problemática porque la versión que conocemos
fue escrita a lo largo de varios siglos.10 Concentrémonos en los
elementos preconcientes, aquéllos en los cuales es notorio que los
hombres aún no han desarrollado interioridad y por lo tanto,
tampoco una gran capacidad de calcular."
En la primera Ilíadavemos el yo del universo oral, en el cual no
existen conceptos para hablar de conciencia, alma, voluntad ni
cuerpo. "Los personajes de la Ilíada no se sientan a pensar qué hacer.
No tienen mentes conscientes" ni introspecciones; es una epopeya de
acción no de reflexión. Son los actos de Aquiles y sus
consecuencias, no su ideas, lo que interesa a Homero. Los dioses son
los que inician las riñas, causan las guerras y planean su estrategia;
toman el lugar de la conciencia. La acción "no ocurre en planes,
razones y motivos conscientes; se encuentran en los hechos y
discursos de los dioses".12
Por otra parte, vemos que una característica de estos héroes es la
ausencia de elección, situación que provee certidumbre. Los ritos
funerarios, la pena y la lamentación, son claves en el esquema moral
y ponen de manifiesto que el sujeto solo existe, aún después de la
muerte, en tanto constituye parte de una comunidad a la que
obedece.13
La homérica es la etapa del surgimiento de la polis. Ahí apareció
una nueva figura de autoridad: el rey. En principio, no pretendió
sobreponerse a los líderes de las tribus, las familias y las fratrías. El
rey era el sacerdote del hogar público pero su poder pronto comenzó
a incluir el mando del ejército, de la asamblea y de los jurados. Los
antiguos jefes tribales formaron a su lado una aristocracia. El rey no
era el único líder; cada pater era análogo al rey, pero en su gen. Por
ejemplo,

171
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ullna Aguirre

en Atenas cada fratría y cada tribu tenía su jefe, y junto al rey de la


ciudad estaban los reyes de las tribus (...). Era unajerarquía de jefes,
teniendo todos, en un dominio más o menos extenso, las mismas
atribuciones y la misma inviolabilidad. El rey de la ciudad no ejercía su
poder sobre la población entera; el interior de las familias y toda su
clientela se sustraían a la acción.'4

Los guerreros habían creado un mundo inseguro y privilegiaban la


violencia como método para contener sus temores. Philip Slater ha
descrito la difícil relación que en la Grecia antigua tenían los varones con
las mujeres. También ha narrado cómo el hecho de que los niños fueran
vistos con desconfianza por sus madres les hacía a la vez inseguros y
conflictivos.15 En su búsqueda por la seguridad no encontraban un Objeto
Transi-cional claro, pues la religión de los olímpicos no reconfortaba, sino
que intensificaba el miedo por su ambigüedad: invitaba a los guerreros a
imitar a los dioses pero a la vez, les castigaba por haberlos imitado.16 El
"doble vínculo", la transformación de la admiración en odio, hacía de los
olímpicos unos seres sumamente inseguros, que para reafirmarse,
necesitaban castigar a los hombres, quienes temían "la envidia los dioses".
Debido a la inseguridad del contexto el pueblo necesitaba confiar y
apoyar a los guerreros. Sin embargo, esta casta de orgullosos combatientes
estaba expuesta a una tremenda presión. Era un subgrupo agresivo que
ocultaba, tras una máscara de narcisismo, sus temores.
El hecho de que la civilización griega fuera multicéntrica con entidades
guerreras, con necesidad de afirmarse combatiendo, la volvió sumamente
inestable. Las sociedades cambiaban, pues como dijo Heráclito "Polemos
es el padre y rey de todas las cosas". La guerra "es la prueba justa que
establece quién es libre y quién es esclavo, quién permanece hombre
ordinario y quién se eleva a la existencia divina"}'
Las jerarquías no eran entonces tan estables como en las antiguas
civilizaciones. La casta guerrera capturaba a las polis

172
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

en el "dilema de la seguridad", en el cual, la desconfianza mutua


hace que todas las partes estén alerta y sobreinterpreten las acciones
de sus potenciales enemigos. Se generaba así, un ambiente
paranoico que contribuyó al estallido de conflictos.
Claro está, todo esto tenía como telón de fondo el éxito de los
griegos al usar herramientas de hierro para sus arados. Esto generó
una situación maltusiana, pues el infanticidio no podía darse en una
escala considerable, ya que los hijos eran valiosos en tanto guerreros
potenciales. Para evitar los conflictos internos las polis se
expandieron. Pero esta solución trajo nuevos problemas.
Dado el crecimiento continuo de las polis-que no sólo contaban
con un área urbana, sino también con un pedazo de tierras al exterior
de la ciudad-, éstas chocaron entre sí: las fronteras de una polis
pronto se confundieron con las de la siguiente y esto trajo más
conflictos. Los límites estaban marcados por tumbas. Las de los
héroes señalaban en dónde comenzaban los dominios de una ciudad
y empezaba el caos -el mundo salvaje-, o bien, los dominios de otra
ciudad -lugares en donde generalmente se podía esperar
hospitalidad-. El terreno silvestre cada vez fue menor y las fronteras
de las ciudades disminuían. Al ser las tumbas de los héroes también
un envidiable tesoro para cada polis, fueron saqueadas y tomadas
por otras polis. Al encontrarse las fronteras de un estado con las de
otro, cada uno las reclamaba como suyas; con ello buscaban
expandir su territorio y apoderarse de aquéllas.

Notas

1
Aún en una época tardía. Platón, en El político escribió: "La política es una ciencia
teórica de mando directo sobre seres animados que viven en grupos (o rebaños) terrestres,
bípedos, sin plumas, ello es, hombres (...) Dentro de esta coyuntura, se viene a definir al
político como un hombre de mando, como un conductor, como un pastor del grupo humano".
Platón, Las Inés. Epinomis. El político, México, Porrtía, 1991, p. 295.
"El fundador de la Academia asimilará a los perros pastores de las formas degradadas de
gobierno -urania, oligarquía y democracia-, con animales que en vez de hacer

173
Alma Imada Iglesia* González ' Jorge Federico Márquez. Muñoz ' Pablo Armando González UUoa Aguirrr

de guardianas de la manada de ovejas, por falta de disciplina, hambre o un hábito malsano, se


transforman en lobos que la estrangulan". Patricio Marcos, Diccionario de la democracia.
Diccionario clásico y literario de la democracia antigua)- moderna, México, Miguel Ángel
Porrúa-Tribunal Electoral-Senado de la República I.XI Legislatura, 2011, p. 1749.
- "Noble, aristocrático en el sentido estamental, es el concepto básico a partir del cual se
desarrolló luego, por necesidad, bueno en el sentido de anímicamente noble, de aristocrático,
de anímicamente de índole elevada, anímicamente privilegiado: un desarrollo que marcha
siempre paralelo a aquel otro que hace que vulgar, plebeyo, bajo, acaben por pasar al
concepto malo". Friedrich Nietzsche, La genealogía de la moral. Un escrito polémico, trad
Andrés Sánchez Pascual, México, Alianza Editorial, 1995 (1* ed. en alemán, 1887), p. 33.
;
Lo anterior debido, en buena medida, a que Grecia es una zona de marca entre Europa y
Cercano Oriente. Es un punto estratégico para el comercio y el intercambio cultural. Los
primeros inmigrantes en asentarse en ese suelo fueron los jonios y los dorios,que eran jinetes
expertos. Su organización y técnicas resultaron de la fusión de la civilización de Oriente
Medio con la cultura de los cultivadores de la edad de hierro.
' En la grecia homérica cada individuo tiene un lugar dado y un rango dentro de un
sistema jerárquico de papeles. Un hombre sabe quién es al conocer su rol en estas estructuras;
sabiendo esto sabe también lo que debe y lo que se le debe por parte de quien ocupe cualquier
otro rango. En griego (dein) y en anglosajón (abte) no existe distinción entre debe (moral) y
debe (general); en Islandia la palabra skyldrenlaza debe y ser pariente.
' El valor es importante como cualidad para mantener una estirpe y una comunidad.
Kudos, la gloria, pertenece al individuo sobresaliente en la batalla o el certamen; es una
marca de reconocimiento. Ser valiente es ser alguien en quien se puede tener confianza. El
valor es un ingrediente de la amistad. Los vínculos hospitalarios en las sociedades heroicas se
modelan sobre los del clan. A veces, la amistad se jura y así se contraen deberes de hermanos.
Quiénes son mis amigos y quiénes mis enemigos es una cuestión que está tan claramente
definida como quiénes son mis parientes.
6
Deberíamos esperar que en las sociedades heroicas el énfasis recayera en el contraste
entre las expectativas del hombre que no sólo posee valor y sus virtudes aliadas, sino también
parientes y amigos, y las de aquel hombre que carece de todo ello. Sin embargo, uno de los
temas centrales de las sociedades heroicas es que a ambos les aguarda la muerte. La vida es
frágil, los hombres son vulnerables y esto es la esencia de la condición humana. La vida es la
medida de valor. Si alguno te mata, amigo o hermano mío, yo te debo su muerte, y cuando te
haya pagado mi deuda, sus amigos o hermanos le deberán la mía. Cuanto más extenso sea mi
sistema de parentesco y amistad, cuantos más vínculos tenga, más compromisos pueden llevarme a
tener e/ue pagar con la xiida. Además, hay potencias que nadie puede controlar. La vida
humana está invadida por pasiones que parecen fuerzas impersonales. La cólera de Aquiles lo
desgarra a él y a su relación con los demás. Estas fuerzas, junto con las reglas de parentesco y
amistad, constituyen los modelos de una naturaleza ineluctable. Aunque haga lo que debe
hacer, el hombre camina hacia la muerte. Es la derrota y no la victoria la que al final
permanece. Entender esto es una virtud.
Para Homero la condición de esclavo es cercana a la de muerto. El esclavo es alguien a
quien puede matarse en cualquier momento; está fuera de la comunidad.

174
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

El suplicante también. Quien se ve forzado a implorar se ha puesto a disposición de la gracia


de otro y se entrega como un cadáver. Similares el estado de quien es herido en el campo de
batalla. La derrota es el horizonte moral del héroe homérico.
' Cfr. Erich Kahlcr, Historia universal del hombre, trad. Javier Márquez, México, FCE,
1998 (Ia ed. en inglés, 1943), pp. 80-81.
s
El valor de los bienes en la Grecia homérica "surge de la relación central, de la cual
depende toda la cohesión social, el sacrificio ritual. La estimación de los bienes tiene por
origen la calibración de las ofrendas por los sacerdotes, cuando la sustitución del sacrificio
conduce a remplazar las víctimas vivientes por objetos sagrados. No es, pues, sorprendente
que el buey, animal de sacrificio por excelencia de la Grecia homérica, sea de alguna manera la
moneda de cuenta para evaluar los objetos simbólicos que pueden sustituirse en el rito
sagrado. Pero está muy claro que no se puede hablar aquí más que de premoneda. La
estratificación de los objetos en categorías hace que los signos premonetarios tengan funciones
separadas; sus relaciones, sometidas a las exigencias del sacrificio, son de una gran
inestabilidad. Esos signos, cuando circulan en las prestaciones recíprocas, no tienen de
ninguna manera la impersonalidad, el anonimato y la homogeneidad de la moneda.
Permanecen ligados a la personalidad de los donadores. Este lazo limita estrechamente la
incidencia de las cuantificaciones sistemáticas a las exigencias del culto. Sólo se extienden al
precio de la novia y al precio de la sangre. El objetivo de esa extensión es siempre evitar las
querellas y las represalias entre los clanes: para que la moneda nazca verdaderamente, es
necesaria una mutación del principio de soberanía. Esa mutación no es de orden económico,
sino político. Resulta ele una sucesión de transformaciones que establece una distancia entre la
potencia soberana y lo sagrado". Michel Agüeita y Anché Orleán, La violencia de la moneda,
pp. 208-209.
9
"Un hombre que intentara retirarse de su posición dada en la sociedad heroica, estaría
empeñándose en la empresa de hacerse desaparecer a sí mismo. La identidad en la sociedad
heroica conlleva singularidad e inteligibilidad. Soy responsable de hacer o no lograr hacer lo
que cualquiera que ocupe mi papel debe a los demás, y esta responsabilidad sólo termina con la
muerte. Hasta mi muerte debo hacer lo que tengo que hacer. Además, esta responsabilidad es
singular. Tengo que hacer lo que debo a, para y con individuos concretos, y soy responsable ante
ésos y los demás individuos miembros de la misma comunidad. El yo heroico no aspira a la
universalidad" Alasdair Maclntyre, Tras la virtud, trad. Amelia Valcárcel, Barcelona, Crítica,
1987 (Ia ed. en inglés, 1981), p. 161.
"' El mundo históricamente real de la Guerra de Troya estuvo mucho más cerca de la rígida
teocracia que de la libre individualidad del poema. La estructura del estado micénico es
distinta a los guerreros que nos pinta la litada. Los registros llaman témenos a las tierras
ocupadas por su estado; esta palabra se aplicaría después a la tierra sagrada de los dioses. La
palabra griega para designar al rey es basileus, pero el término denota una persona mucho
menos importante. Es el primer siervo o servidor del wanaxojefe de estado, o dios de la
ciudad, del mismo modo que en Mesopotamia el gobernante humano era el administrador de
las tierras propiedad del dios que oía en sus alucinaciones sacras.
" La ¡liada pertenece a una tradición de bardos o aoidoi que describe hechos ocurridos
hacia el 1230 a.C., pero fue escrita hasta el 900 a.C, y algunas de sus secciones hasta el 600
a.G. Según Jaynes hubo una versión primigenia (Ur I liada), es decir, la epopeya verbal tal
como salió de los labios de las primeras generaciones de aoidoi,

175
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González. Uüoa Aguirre

distinta a sus añadidos posteriores. La primera refleja la etapa preconciente, y la segunda, la


decadencia de ésta.
18
¡ulian faynes, El origen de la conciencia, p. 70. Según Jaynes los dioses de la ¡liada eran
muy similares a lo hoy llamamos alucinaciones. Sólo podían verlos y oírlos los héroes a
quienes se dirigían. A veces se presentan en neblinas o salen del mar o del cielo y los
preceden auras visuales sugerentes. No obstante, a veces se presentan lisa y llanamente;
como ellos mismos, "por lo común como voces, aunque también como personas
estrechamente vinculadas con el héroe".
La de los micenos y otros personajes del relato, era una mente oral, sin interioridad. La
volición, planeación e iniciativa se organizaban sin intervención de la conciencia;
posteriormente se comunicaban con el individuo en su lenguaje común, aveces como el aura
visual de un amigo, familiar, autoridad o dios, o también mediante una voz. "El individuo
obedecía estas voces alucinadas porque no podía verpor sí mismo que debía hacer". Julián
Jaynes, El origen de la conciencia, pp. 72-73.
1:
"La muerte en Homero es un mal sin paliativos; el mal extremo es la muerte seguida de la
profanación del cadáver. El último es un mal padecido por el clan y la estirpe del muerto,
tanto como por el cadáver mismo. A la inversa, por medio de los ritos funerales la familia y la
comunidad pueden restaurarse en su integridad tras la muerte de quien era parte de ellos
mismos". Alasdair Maclntyre, Tras la virtud, pp. 162-163.
" Fuste] de Coulanges, La ciudad antigua. Estudio sobre el culto, el derecho y las institu-
ciones de Grecia y Roma, trad. Daniel Moreno, México, Porrúa, 1996 (Ia ed. en francés,
1864). iv, ni.
13
Cfr. Philip H. Slater, Theglory o/'llera. Greek mythology and thegreekfamily, Boston,
Beacon Press, 1968, esp. caps, i, xm y XIV.
"' Los hombres imitaban a los guerreros de la litada. La guerra de Troya, la guerra
ejemplar, había mostrado cómo los héroes se bañaban de gloria. Después de los guerreros
descritos por Homero, los de las polis dejaron de ser héroes y se convirtieron en simples
guerreros que aspiraban a ser héroes, pero que sólo podrían conseguirlo después de morir.
En la ¡liada, "Los héroes imitaban a Apolo, Apolo había imitado a Zeus. La imitación es
el gesto más peligroso para el orden del mundo, porque tiende a borrar los límites. Por tanto,
los dioses planean la guerra que terminará con los héroes". Cfr. Roberto Calasso, Las bodas
de Cadmo y Harmonía, trad. Joaquín Jordá, Barcelona, Anagrama 1994, (Ia ed. en italiano,
1988), pp. 321 y 302.
La envidia que un dios sentía hacia un mortal poderoso estaba inspirada en la posible
pérdida de lo que el dios de antemano poseía y se negaba a compartir, pues esto representaba
una reducción del privilegio; la envidia de los dioses era provocada por un deseo de retener
exclusivamente para ellos algo que los mortales amenazaban con obtener. Los olímpicos
tenían privilegios bien definidos. El destino de Ayax en la obra de Sófocles nos da una
lección a esle respecto. En la ¡liada, Poseidón está furioso porque los griegos han construido
una muralla para proteger sus barcos y con ello dejan de ofrecer hecatombes a los dioses. Cfr.
PeterWalcot, Enxry and thegreeks. A study of human behaviour, Waminster, Aris & Phlillps
Ltd., 1978, p. 25.
1
Guillermo Amará, La violencia en la historia, México, Trillas, 1987, p. 57.

176
11. EL SISTEMA MULTIESTATAL CONVIERTE AL
REBAÑO EN EJÉRCITO

E
l sistema político griego en el año 800 a.C. refleja ya una
dualidad. Había una asamblea popular, integrada por todos los
varones adultos y libres, pero estaba subordinada a un consejo
de nobles ancianos. Este sistema era la manifestación de dos
grupos relevantes e interdependientes: los campesinos, cuyo
excedente agrícola alimentaba a la polis;1 y por otra parte, la
aristocracia, caballar, ganadera y que conformaba una élite
guerrera.2
La mayor parte de los pueblos de la edad de hierro no tenían esta
tensa dualidad, pues la aristocracia militar había dominado, hasta el
punto de crear castas y monarquías fuertes. Pero en Grecia, las
monarquías fueron abolidas3 y hubo, desde el inicio, una tensión
entre la cuna y la riqueza.
La polis era un estado territorial autónomo con un hinterland
urbano y agrícola. Todo terrateniente nacido en dicha zona era un
ciudadano libre. La igualdad entre los terratenientes y la lealtad a la
ciudad, no a la familia ni al linaje, son los conceptos clave de la
ciudadanía.
El estado debilita y en ocasiones rechaza la aristocracia
sanguínea, pues valora el igualitarismo debido a su tendencia
democrática. Es un estado en manos de los propietarios, que son
quienes participan en la política. Es el gobierno del número por
encima del carisma y de la tradición.

177
Alma Imetáa Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González i 'Una Amurre

El comercio griego comenzó con la necesidad de obtener metales en el


exterior. Lo obtenían a cambio de aceitunas, aceite de oliva y vino. Pero la
revolución comercial realmente tuvo su auge con las colonias. Éstas,
habían surgido como método para escapar del problema maltusiano propio
de las civilizaciones exitosas. Las primeras poleis fueron fundadas en el
Mediterráneo Oriental y eran factorías agrícolas comerciales. Las colonias
eran un método de expulsión del excedente ele habitantes que contribuía a
disminuir los conflictos.4
Las poleis, por el aumento del comercio, ampliaron y mejoraron sus
organizaciones económicas y sociales. Las relaciones entre estas colonias
eran reguladas desde las polis:' Las relaciones internacionales se
intensificaron; había dos niveles de civilización: la ciudad-estado y el
federalismo multiestatal.
Entre el 700 y 600 a.C, más tardía que el avance del comercio, surgió la
democracia. Nunca antes los pequeños agricultores habían tenido tanto
poder sobre un estado centralizado. Aristóteles afirmó que esta nueva
forma de gobierno se derivó de la "revolución hoplita". El filósofo afirmó
que los primeros estados griegos que evolucionaron después de las
monarquías fueron regidos por jinetes patricios. Sus guerras se basaban en
la caballería. "En ese período, los hoplitas no eran aún efectivos, y no
tenían ni organización (...) ni experiencia ni táctica. Más tarde, los
hoplitas se hicieron más fuertes, lo que condujo a una transformación
social y a la formación de los gobiernos constitucionales".6
La frecuencia de las guerras obligó a los eupátridas a democratizar el
gobierno. Los soldados que volvían a casa, estaban organizados, eran
muchos y tenían armas. No soportarían más que se les excluyera de la vida
política.'

Durante el siglo VI a.C, La guerra la hicieron los griegos funda-


mentalmente entre sí, dado que las ciudades estado proseguían sus
litigios por tierras, poder y control de comercio, y en este proceso
surgió una nueva clase de guerra, en la que se combatía

178
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

con armas de hierro, de las que disponían muchos más hombres de los
que habían formado el ejército en la civilización micénica, que
esgrimían modestos campesinos que eran ciudadanos iguales, y que
empleaban en batallas de una intensidad y ferocidad quizás nunca
vistas. Los combates entre los griegos anteriores y otros pueblos incluso
los sostenidos por los asirios (...) habían seguido conservando
elementos que caracterizaban a la guerra desde sus primitivos inicios:
conatos de ataque, preferencia por el combate a distancia, armas
arrojadizas y restricción de luchar cuerpo a cuerpo hasta que la victoria
pareciese segura. Los griegos prescindieron de todas estas vacilaciones
y crearon un nuevo estilo de guerra que convirtió la función del
combate en un acto decisivo en el que se luchaba dentro de las tres
unidades del drama, lugar, tiempo y espacio, con el fin de obtener la
victoria aun a riesgo de sufrir una sangrienta derrota, en una única
prueba de habilidad y valor.8

Los helenos hacían la guerra de forma brutal, pero no salvaje, sino de


manera muy ordenada. Los militares se "formaban en el campo de batalla
hombro con hombro en masas compactas", de ocho filas en fondo; esto es
una falange (rodillo). Desde el siglo vm a.C. llevaban "pertrechos
uniformes, aunque con coraza y armas pagadas por cada uno". El costo del
equipo representaba un alto gravamen a sus rentas y sólo podían pagárselo
los que tenían propiedades.9
El soldado de la falange se protegía con un casco, armadura y un escudo
redondo convexo, el hoplon, de madera y reforzada con hierro, "se colgaba
del hombro mediante una correa de cuero y se manejaba con el brazo
izquierdo". Así, el brazo "derecho quedaba libre para sujetar la lanza entre
el codo y las costillas y ensartar al adversario de las filas enemigas". Los
miembros de la falange "se arrimaban a la protección que representaba el
escudo del compañero más inmediato". Después de cruzar "una tierra de
nadie quizás de 150 metros en un conato de carrera, bajo un peso de armas y
coraza de más de 32 kilos, los

179
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pabla Armando González Ilion Aguirre

contendientes se embestían".10 Cada soldado buscaba un blanco para el


momento del choque,

con la intención de introducir la punta de la lanza en el resquicio


existente entre un escudo y otro y tratando de acertar en una porción de
carne no protegida por la coraza: garganta, axila o ingle. La
oportunidad era efímera. Conforme la segunda y sucesivas filas se
apiñaban por efecto del encontronazo, la falange, al unísono, echaba el
peso de siete hombres sobre la espalda de los de la primera fila en
colisión con el enemigo y bajo ese impacto algunos hombres caían (...)
muertos, heridos o aplastados por los de atrás; ello podía crear una
brecha en el muro de escudos, y los de las filas segunda y tercera se
esforzaban por ampliarla con las lanzas, ensartando y pinchando desde
su posición relativamente protegida. Si la brecha se ensanchaba, se
producía el othismos o empujón con el escudo, para abrirla aún más y
crear más espacio para poder desenvainar la espada, segunda arma del
hoplita, y propinar tajos en las piernas del adversario."

Con el othismos se buscaba producir la pararrexis (rotura) cuando los más


severamente "apurados por la presión del enemigo cedían al impulso de
huir, y deshacían las filas de atrás" o bien, trataban de retroceder
contagiando el pánico a sus compañeros. "Una vez rota la falansre, la
derrota era inevitable". Cuando se había encontrado el espacio por el cual
penetrar, se procuraba "lancear y asestar tajos a los que habían vuelto la
espalda".12
Pese a la brutalidad de estos combates cabe mencionar que había dos
límites: en primer lugar, el promedio de pérdida de soldados en un
enfrentamiento entre dos ejércitos helenos, era del quince por ciento para
los derrotados. No había mucho énfasis en la persecución. En segundo
lugar, no era una guerra por territorios ni para esclavizar a los enemigos.13
La guerra era una venganza honorífica,14 muchas veces originada por
tierras.15 Sin embargo, cuando la guerra era contra los bárbaros o más allá
de Grecia, los límites se desvanecían y la brutalidad aumentaba.

iso
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

Los prisioneros de guerra griegos (...) no tenían que ser esclavizados, a


diferencia de los bárbaros (...). Las grandes fiestas religiosas del año
griego, en las que se juntaban gentes de muchas ciudades, eran
acontecimientos a los que sólo tenían acceso los que hablaban griego.
Para los griegos, sobre todo para los atenienses y sus primos jonios de
Asia Menor (...), la conquista era algo que se imponía a pueblos de
ultramar. Hicieron muchas conquistas, al menos las necesarias para
implantar colonias en costas extranjeras, pero en su país, aunque
combatían con frecuencia y sanguinariamente, no llevaban a cabo
conquistas, quizás con la excepción de Esparta, destinadas a privar a
otros de derechos reconocidos.16

El éxito militar de los hoplitas no se debió al armamento ni a la armadura en


sí, sino a esos dos factores sumados a la táctica grupal. Losjóvenes eran
sometidos a tres años de aprendizaje de falange -compuesta de ocho filas de
largo, con anchura variable y conformada por una cantidad de entre cien y
mil hombres-. El escudo era una herramienta colectiva de cierre, cubría el
lado izquierdo de quien lo portaba y el derecho del compañero a la derecha.
Esta formación presupone lealtad e intensificación de los vínculos sociales.
Estos elementos conformaron el modo occidental de hacer la guerra.
Por lo general, una tercera parte de los adultos libres podían pagarse una
armadura y el armamento para convertirse en hoplitas. La riqueza y no la
cuna determinaban quien valía como defensor de la ciudad. La estructura
del mercado era llevada al ejército. El campesino rico, mientras más se
integraba al aparato militar, más débil hacía su vínculo de parentesco, es
decir, adquiría más fuerza su relación con el estado. El hoplita no tardó en
convertirse en ciudadano con plenos derecho e incluso, en protagonista al
interior de la ciudad. Ahí, a lo largo del siglo vil a.C, peleó en las guerras
civiles que modificaron las constituciones.
La frecuencia de la guerra obligó a la aristocracia a incluir a los pobres
en el gobierno. Pero la revolución del modo griego de

181
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

hacer la guerra no termina con el ensanchamiento del ejército. Por


el contrario, en la medida en que el pueblo fue incluido en la toma
de decisiones, apareció una segunda revolución, producto de
cálculos económicos: la batalla decisiva.

Las grandes batallas libradas entre ejércitos egipcios y de Oriente


Próximo en el segundo milenio antes de Cristo no fueron combates
frontales de soldados de a pie fuertemente armados, sino grandes
batallas que decidían las unidades de jinetes, aurigas y arqueros. Las
circunstancias en que nació la idea de la batalla decisiva, es decir,
guerras entre pequeños propietarios ciudadanos que decidían por
votación qué batallas libraban y cuáles no, explican su terrible
capacidad mortífera. Sólo hombres libres, con derecho a voto y
capacidad para disfrutar de la libertad, estaban dispuestos a soportar
aquellas horribles colisiones de tropas de infantería, puesto que sólo
las batallas de choque resultaban económicas y daban pie a que los
conflictos fueran breves y definidos, y ocasionalmente, mortales.
En los siglos vn y vi a.C, cuando una pequeña comunidad griega era
autosuficiente y estaba gobernada por propietarios privados, la guerra
hoplita, más que una defensa dominada por las fortificaciones o las
guarniciones de los pasos de montaña, tenía pleno sentido, porque
consistía en reclutar al mayor y mejor armado grupo de granjeros para
proteger el territorio del modo más rápido, barato y decisivo posible.
Para los granjeros era mucho más sencillo y económico defender sus
granjas en las propias granjas que pagar tributos y contratar a otros
hombres sin tierra para que custodiaran los pasos de montaña. Además,
en la accidentada Grecia, los pasos son tantos que, aunque bien
guardados, un invasor bien pertrechado podría cruzarlos. Las
incursiones, las emboscadas y el saqueo seguían siendo frecuentes (...),
pero la elección de una respuesta militar para vencer o proteger el
territorio era una cuestión cívica, un asunto que los propios infantes
propietarios tenían que votar. A ese respecto, otros medios para
resolver el conflicto parecían interminables, costosos y con frecuencia
nada decisivos.17

182
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

En el seno de la polis tuvo lugar una lucha entre la opción


ciudadana y la del parentesco. La primera es una red territorial
densa; la segunda, el étimos, una fuerza extensiva, tribal, federada,
aristocrática y monárquica. En el norte y el centro triunfó la tribu, en
el sur, la democracia.
En algunas ciudades la tiranía, es decir, el derrocamiento del
poder de la monarquía por un usurpador, fue importante pero
transitoria (700 a.C. aprox.). El tirano tenía una alianza con los
hoplitas. Pero en la polis, los soldados no mandaban, más aún, solían
segmentarse en facciones que luchaban por partidos de intereses
económico-políticos. Era fácil derrocar al tirano, pues tampoco
contaba con la autoridad de la tradición. Sin embargo, la sustitución
de los usurpadores no fue un regreso a las formas antiguas, sino un
avance hacia la democracia.
Para que la democracia triunfe necesita previamente haber una
intensificación territorial de las relaciones sociales. En el caso de la
polis, era creada por el mercado y la falange —que fortalecen el
compromiso de los pequeños granjeros con la ciudad-. El
advenimiento del demos conlleva al abandono de una ética del honor
del guerrero y la aparición de la solidaridad.
El modelo espartano de centralización fue distinto. La realeza y
la aristocracia se mantuvieron fuertes. Había una relación
disciplinaria entre la monarquía, la nobleza y los hoplitas. Era un
régimen de oligarcas iguales. Las consecuencias del sistema
lacedemonio para las demás polis se dieron en dos etapas. La
primera, hasta el 500 a.C, por su militarismo y la segunda, hasta el
400 a.C, por su intervencionismo en las cuestiones domésticas de
otras ciudades: los espartanos ayudaban a derrocar a los tiranos e
imponía la eunomía, el gobierno de los terratenientes en una
asamblea regida por la disciplina colectiva y la igualdad.
Pero no se confunda a Esparta con un benefactor de los pueblos.
Por el contrario, para esta polis guerrera los extranjeros se dividían
en enemigos y siervos. En esta clasificación también entraban los
otrora espartanos que habían fundado

183
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

colonias. Ahí en donde triunfaban los lacedemonios avanzaba el


ethnos.18
Si las polis en los siglos vn y vi a.C. tuvieron como modelo la
reforma hoplita espartana, su modelo del siglo v a.C. fue Atenas.
Era un estado abierto que fomentaba la lealtad del grupo y se
identificaba con Grecia y con la humanidad como un todo.
Su identificación con los habitantes de hélade proviene, en
primer lugar, de la creencia de los helenos de que descendían de una
raíz común. Compartían la mitología de Homero, que fusionaba, en
un mismo relato, a los dioses micénicos (indoeuropeos), los locales
de la fertilidad (primitivos) y los cultos mistéricos (del Cercano
Oriente).
En segundo lugar, proviene de la unión de la cultura griega por
el Mediterráneo. La edad de hierro impulsó el comercio marítimo y
los griegos copiaron la galera de los fenicios. Asimismo, la
navegación estimuló las emigraciones y la fundación de colonias
para resolver la presión demográfica. Llegaron a existir más de mil
ciudades-estado.
De cualquier manera, la integración tenía obstáculos: las
colonias eran independientes de sus estados maternos entre octubre
y abril por las dificultades de navegación de ese periodo; había un
sistema multiestatal en donde nadie tenía tanto poder como para ser
hegemónico; no se concebían las operaciones marítimas y terrestres
combinadas; y no había fronteras claras para el control del
comercio ni de los intercambios culturales.
Otro elemento que contribuía a la identidad cultural griega pero
al mismo tiempo no favorecía la unidad política, era la
alfabetización.
Los helenos pusieron vocales a la escritura fenicia y difundieron
la alfabetización llevándola hasta el ciudadano medio, ya fuera
pobre o rico. Esta técnica reforzó la identidad griega porque, entre
otras cosas, a los esclavos no se les enseñaba.
La difusión de la alfabetización empieza con los fenicios, que
llevaban su escritura a los lugares en donde traficaban. Pero no fue
un proceso profundo: solo los comerciantes y los ricos locales
comprendían que esto facilitaría los intercambios.
184
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

En Grecia, en el 776 a.C. apareció el primer registro de los


ganadores de las Olimpíadas. En el 734 a.C. se publicó una lista de
fundación de las colonias en Sicilia. Desde el 700 a.C, en Atenas, las
leyes se escribían y publicaban. En el 638 se hacían públicas ya las
listas de los magistrados atenienses y en esa misma época, se
encontraban los primeros grafittis, que indican lo popularizada que
estaba la alfabetización. En el 480 se votaba para el ostracismo y
para hacerlo, hacía falta escribir el nombre del condenado. Todas las
familias de ciudadanos, generalmente, estaban alfabetizadas.
Es verdad que la alfabetización estabiliza muchas relaciones
sociales -i.e. la propiedad, los contratos-, la administración, el
comercio y las instituciones políticas, pero la popularización de esta
técnica no siempre contribuye a mantener el orden. Por el contrario,
no hay mando central que la controle, sino que es un poder difuso,
que bien puede ser aprovechado por el gobierno pero también por
sus enemigos.
Otro elemento que contribuía ambiguamente a la unidad helena
era el comercio. Pero al igual que la alfabetización, que podía ser
usado en favor o en contra de la unidad helena.
Desde el 600 a.C. los griegos mercaban con una parte de su
producción agrícola. Los volúmenes del tráfico eran enormes.
Comenzó entonces, masivamente, la acuñación de moneda. Los
griegos eran productores de excedentes que podían llevar, sin
intermediarios, al mercado. Los terratenientes estaban implicados
directamente en el comercio internacional.
La expansión colonial también brindó mayores oportunidades
mercantiles y fomentó la especialización regional. Los griegos
producían vino y aceite de oliva que intercambiaban con Egipto por
cereales y con Oriente, por productos suntuarios. También el
comercio de esclavos y los mercenarios estimularon la
mercantilización.
En el año 550 a.C. llegó a su fin la expansión colonial. La polis
enlazó al productor agrícola con el fabricante y el comerciante. La
nueva riqueza generó más desigualdad y tensiones,

185
Alma Imiiiln Iglesias González 'jorge Federico Márquez Muñoz' Pablo Armando González l Una Aguirre

pero el poder económico del campesino subsistió y mantuvo la


democracia.
La intricada relación entre el poder militar y la política tiene un
paralelo en la relación del ejército con la economía. En primer lugar
los barcos de comerciantes necesitaban protección naval en contra
de los fenicios y los persas. Después, los ejércitos lograban
establecer condiciones de intercambio favorables a las polis más
fuertes.
En el 550 a.C, mientras Esparta se mantenía como la gran
potencia terrestre, otros estados, especialmente Corinto, Egina y
Quíos, miraban al este y al noreste y aprovechaban su ubicación
para intensificar el comercio. Atenas poseía minas y con su plata
pagaba los cereales que comían a diario sus habitantes. Las minas
eran tan prósperas que rendían ganancias suficientes para costear
los gastos navales y la acuñación de la moneda.
Otro ejemplo de lo intrincado de la política, la economía y la
guerra, lo ofrece la galera. Se usaba para fines militares y
comerciales pero también contribuyó a la democracia ateniense. No
se trataba de un invento que llevaba directamente a un cambio
político. De hecho, Roma y Fenicia la conocieron y ahí, no
contribuyó a democratizar el régimen. En Atenas, la galera no fue el
motor de la reforma política, tan solo la reforzó, pues fortalece el
espíritu de cooperación tanto por la naturaleza de su uso como por
la de su construcción. Además, es el pueblo el que se encarga de
ella y así obtiene ventajas. Finalmente, la galera es una fuerza
descentralizadora.
En el año 593 a.C. Solón llevó a cabo una reforma que dividía a
la ciudadanía en cuatro clases de propietarios de acuerdo a las
medidas de cereal que tributaban a la polis. Los más ricos aportaban
quinientas medidas, les seguían los que daban trescientas. Los que
pagaban doscientas eran los hoplitas. Los thetes, eran hombres
libres pero pobres que no aportaban impuesto alguno ni podían
ocupar cargos pero si hablar en la asamblea. Ellos construían y
tripulaban las galeras y por eso, obtuvieron cierta influencia en la
política.

186
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La evolución de Atenas y sus galeras generó un desequilibrio


regional. El aumento de la guerra naval amenazó la autonomía de las
polis. Debido a la presión de las guerras hubo que contratar
mercenarios. Quienes llevaron a cabo tan vil trabajo fueron los
miembros de las ciudades pobres y pequeñas. Surgió una división
internacional del trabajo basada en las actividades militares.
Aumentó también el poder de los grandes estados.
La expansión comercial y la galera de guerra contribuyeron a la
democracia de Atenas pero al mismo tiempo generaron un sistema
estratificado y de explotación entre polis. Para los atenienses, la
libertad implicaba que eran libres también de imponer la
dominación y hasta la esclavitud a otros estados.
Atenas no solo desequilibró el sistema federal con la nueva
división del trabajo internacional sino que también obligó a algunas
polis a pagar tributos, pues necesitaba el dinero desesperadamente
para costear sus guerras. En el año 431 a.C, sus ingresos
provenientes del exterior ya eran mayores que los domésticos.
La evolución democrática de Atenas se remonta al siglo vi a.C,
con los enfrentamientos entre aristócratas y demócratas. En el año
507 a.C. triunfó la isonomía sobre la eunomía y Clís-tenes formó la
asamblea y el consejo ejecutivo de quinientos representantes
elegidos aleatoriamente entre las tres primeras clases sociales.
En el siglo v a.C. tuvo lugar un siguiente desarrollo de la
democracia: había seis mil hombres en la asamblea, que se regía por
el principio de la isegoria o libertad de palabra de todos sus
miembros. Los participantes en el consejo se elegían por azar y el
treinta por ciento de los elegibles, al menos una vez en su vida,
ejercían algún cargo.
Pero la democracia de Atenas se sustentaba en el imperialismo y
la explotación de unas clases por otras. En cuanto al primer punto,
los atenienses llevaron su modelo político al exterior y en el 420 a.C.
casi todos los estados del Egeo habían ya adoptado constituciones
con el modelo ateniense. Pero no por

187
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González í '{Ion Aparre

admiración, sino por presiones comerciales, navales y militares. La


ventaja ateniense en el sistema internacional, durante el siglo quinto
a.C, residió en su capacidad para movilizar a sus ciudadanos y su
riqueza.
El imperio ateniense se encontró con una serie de obstáculos: la
capacidad de resistencia del sistema multiestatal, manifiesta en la
guerra del Peloponeso; al no superarse el modelo federal
terminaron dominando los señores de las marcas -los macedonios-;
la ideología griega que tenía tres versiones: uno que concebía como
dotados de cultura y razón a las polis, otra a la helias y finalmente,
una más, a la humanidad. Esta última versión hacía problemática la
institución de la esclavitud.
Fenicia se mantuvo apegada a la ortodoxia religiosa de Oriente
Medio, según la cual los procesos de la naturaleza dependían de los
dioses Baal, Melqart, Astarté y otros seres sobrehumanos. En el año
600 a.C. Grecia tomó un camino muy distinto. Los estados jónicos
rechazaron los cultos orientales para iniciar una era de
escepticismo. Al mismo tiempo, los físicos de Mileto buscaban las
leyes de la naturaleza, es decir, explicaciones del mundo al margen
de los dioses y los héroes.
La importancia de los teóricos de Mileto no radicaba en sus
conclusiones sino en su método: descubrir la verdad con la razón
humana aplicada a la naturaleza. Michael Mann anota los factores
que hicieron posible que esta revolución ocurriera ahí: la polis
fomentaba la idea de que el hombre podía comprender y controlar
su mundo. En segundo lugar, Asia Menor era una posición
estratégica que comunicaba a Europa con Asia. Finalmente, hacia el
600 a.C. Mileto atravesaba por graves conflictos políticos y de
clase. Las teorías físicas eran un derivado de las teorías políticas
que en ese momento buscaban el equilibrio entre las fuerzas
opuestas.
El resultado de esta revolución del conocimiento fue enorme.
Para el 500 a.C. la religión tradicional politeísta y ceremonial de
Oriente Medio había comenzado a perder vigor entre las élites,
incluso en regiones como Persia, Lidia y Frigia, para ser sustituida
por el racionalismo.
188
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La metodología jónica se dividía en quienes usaban la


observación y aquellos que creían en las matemáticas y la
deducción. Ambas llevan al diálogo, a la confianza en la razón y a la
relegación de los seres sobrenaturales. Y aunque el pensamiento
filosófico era esotérico y propio de las élites, las masas comprendían
un poco de su espíritu. Por ejemplo, en el teatro, encontramos la
ausencia de distancia entre hombres y dioses; asimismo, vemos el
predominio de una literatura que busca representar la experiencia y
no mantener una tradición sagrada.
Según la filosofía griega del siglo vi a.C, todos los hombres son
capaces de razonar. Esta creencia derivaba, en primer lugar, del
sistema mulitestal, que establecía vínculos comerciales y
diplomáticos intensos que contribuían a reconocer la racionalidad
del otro.
En segundo lugar, los helenos reconocían que los persas eran una
civilización con grandes logros. En el 545 a.C. Ciro sometió a las
ciudades de Asia Menor, tres décadas más tarde, conquistó Tracia y
en el 490 a.C, Darío invadió Grecia hasta ser rechazado en Maratón.
Diez años despuésJerjes repitió la hazaña pero fue vencido en
Termopilas y en Salamina. Pero muchos habitantes de la hélade, e
incluso los gobiernos de Tracia y Tebas, preferían a los persas que a
los imperialistas atenienses y espartanos. Por ello, algunos helenos,
aún algunos atenienses, se unieron a las filas de los invasores, lo cual
indica que el imperio persa no era detestado por los griegos, que era
tolerante y práctico, y que los griegos peleaban con quien les pagara.
La solidaridad entre Atenas y Esparta fue solo coyuntural. Una
vez derrotados los medos, ya sin el enemigo común, ambas polis
comenzaron la Guerra del Peloponeso. En ella, ambos imperios
buscaron una alianza con Persia. Los griegos no solían creer en los
estereotipos que ellos mismos fabricaban, es decir, no tomaban
decisiones militares por consideraciones étnicas, sino de acuerdo a
la geoestrategia.

189
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguiíre

En tercer lugar, estaba la relación con los esclavos, quienes al


principio eran simplemente vistos como inferiores. Pero después,
los matrimonios mixtos comenzaron a generar un status ambiguo de
semilibertad y semiciudadanía. Es decir, aún a los esclavos se les
consideraba dignos de interlocución. Esto hacía incongruente dicha
institución. Aunque había ciertos defensores de la idea de que la
esclavitud se justificaba por la inferioridad innata de los esclavos, la
versión más difundida y aceptada era simplemente utilitaria: los
esclavos lo eran por haber perdido la guerra y para hacer posible la
libertad de los ciudadanos.
Pese a esta incoherencia de la ideología griega hubo pocas
revueltas de esclavos, debido principalmente a su falta de or-
ganización, a la segmentación y a la ventaja de diagrama de los
hombres libres.

Notas

1
Que económicamente había mejorado y demográficamente aumentado.
2
Cfr. Jean-Pierre Vernant, Mylh andsociety in ancient Greece, trad. Janet Lloyd, New
York, Zone Books, 1990 (la ed. en francés, 1974), p. 19.
3
Con excepción de Esparta, que conservó su sistema de dos reyes.
4
"Dado el excedente de hombres en las urbes, comenzó una campaña de coloni
zación. Disminuyó la población en la polis y la vida se volvió un poco más placentera;
eliminar el excedente contribuyó no sólo a mejorar las condiciones de la agotada
tierra de la región Ática, sino también a la expulsión de la envidia. Con los colonos
partían algunos de los miembros menos favorecidos. La creación de una colonia no
implicaba separación, destierro ni ostracismo; por el contrario, significaba mejoría
sin pérdidas graves, pues la religión practicada en la polis proseguía y el fuego de la
ciudad se llevaba a la inauguración de la nueva polis. Sus habitantes reconocían como
metrópolis (polis madre) a la que enviaba un cuerpo de sacerdotes. Los vínculos de las
colonias con las metrópolis eran morales, pero no implicaban ninguna autoridad
política, pues eran independientes." Jorge Márquez, Envidia y política en la antigua
Grecia, Londres, Libros en Red, 2008, cap. 3.1.
5
La arqueóloga Astrid Móller ha hecho hincapié en la naturaleza política de las
poleis, especialmente en Naukratis. Es en parte un "puerto de comercio", en el sentido
en que lo fueron las ciudades fenicias de Tiro y Sidón, pues gozaba de ciertas garantías
de seguridad otorgadas por los faraones egipcios, pero al mismo tiempo, reflejaba las
tradiciones religiosas helénicas y estaba sometida a los cambios políticos de Grecia.
Cfr. Astrid Móller, Naukratis. Trade in archaic greece, New York, Oxford University Press,
2000, pp. 185 y ss.

190
SOCIEDAD, VIOLENCIAVPODER • TOMO 1

6
Victor Davis Hanson, Matanza y cultura. Batallas decisivas en el auge de la civilización
occidental, trad. Amado Diéguez Rodríguez, México, Fondo de Cultura Económica,
2006 (Ia ed. en inglés 2001)', p. 116.
7
"En las ciudades donde el principal elemento de riqueza consistía en la posesión
del terreno, la clase rica ejerció, durante más tiempo, su dominio e impuso su respeto, y,
al contrario, en las ciudades, como Atenas, en donde había pocas fortunas territoriales
y la riqueza provenía, sobre todo de la industria y del comercio, la inestabilidad de las
fortunas despertó más pronto la ambición o la esperanza de las clases inferiores, y la
aristocracia fue más pronto atacada". Fustel De Coulanges, La ciudad antigua, i V, x.
"A su vez, la nueva aristocracia tuvo que armar a los pobres, pues las guerras entre polisy
las invasiones de los persas se volvieron frecuentes; además, la forma de hacer la guerra se
apoyaba en tener un ejército numeroso. Al engrosar la infantería se dio armas a los pobres, que
luego ayudaron a destronar a la nueva aristocracia. De ahí resultó que las constituciones
estuvieron en desacuerdo con el estado en que se encontraba la sociedad y hubo que
cambiarlas. La mayoría de las ciudades vieron la formación de asambleas populares, y el
sufragio universal quedó establecido. Por universal no debemos entender todo el mundo; nos
referimos a lodos los ciudadanos". Jorge Márquez, Envidia y política en la antigua Grecia,
3.6.
Debido al reclutamiento masivo y al comercio, las clases inferiores "dejaron de ser una
masa informe; hubo jefes entre ellos. Se formó una nueva aristocracia que derivaba su
prestigio de la riqueza y de la fuerza militar. Los nuevos ricos aglutinaban hombres del pueblo
para defender sus polis, o bien para extender sus zonas de influencia. La guerra, que antaño era
una empresa de nobles y héroes, se convirtió en una empresa masiva. La infantería cobró
importancia. De la guerra que cualificaba a cada uno de los que iban a ella, que convertía a
cada caballero en un cobarde o en un héroe, se pasó a la guerra en donde importaba más la
cantidad de soldados que su calidad. Ya no había héroes sino soldados y estrategas
-polemarcas- El soldado sustituyó al guerrero y los héroes desaparecieron. A esta nueva forma
de organizar el ejército se le llamó la Reforma Hoplita. Según los griegos, los héroes estaban
destinados a extinguirse, pues imitaban a los dioses y amenazaban con parecerse demasiado a
ellos, lo que no gustaba a los envidiosos olímpicos". Ibid., 3.3.
8
Keegan, Historia de la guerra, p. 297.
9
Cfr. Ibid., p. 304.
"' Ibid., p. 305.
1
Ibid., p. 305.
12
Cfr. IbicL.p. 306.
13
"No existe ninguna certeza de que la idea de conquista en el sentido moderno
fuese algo aceptable para los griegos, al menos entre compatriotas. Los conflictos entre
las ciudades-estado Argos, Corinto, Tebas y especialmente entre Atenas y Esparta eran
muy agudos en la llamada época de los tiranos, en los siglos vi y vi a.C, pero, a pesar de
ello, el propósito de la guerra solía ser ampliar una liga de alianzas más que someter
al principal adversario", ibid., p. 307.
" "Las primeras batallas de choque protagonizadas por los hoplitas en los pequeños valles
de Grecia marcan el verdadero comienzo de la doctrina bélica occidental, una idea formal
cargada de consideraciones legales, éticas y políticas. Casi todas las guerras de un solo día que
en los siglos vil y vi a.C. se libraron entre pequeños propietarios impacientes fueron conflictos
de infantería en los que se dirimía la posesión de

191
Alma Imeliln Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Arman/lo González Ulloa Aguirre

unas tierras, normalmente franjas fronterizas en disputa, cuya posesión significaba más un
aumento de prestigio que de tierras fértiles". Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 115.
13
"Una falange llegaba a perder el quince por ciento de su potencia al ser derrotada, ya
fuera como consecuencia de la embestida, por muerte o herida mortal generalmente de
peritonitis por efecto de perforación intestinal o en la matanza que se producía durante la
huida. No obstante, las bajas habrían sido más numerosas si los vencedores hubieran llevado
el triunfo hasta las últimas consecuencias. Pero no era así; (...) la persecución de los hoplitas
en fuga no se consideraba crucial: la mayoría de los ejércitos victoriosos griegos no veían por
qtié no podían repetir la simple fórmula de combate y obtener una nueva victoria si el
enemigo se reagrupaba al cabo de unos días y volvía a tentar a la suerte. (...) Ambos bandos
solían contentarse con intercambiar los muertos durante una tregua. (...) Tras erigir un trofeo
o un sencillo monumento en el campo de batalla, regresaban a casa triunfalmente, anhelantes
por recibir el aprecio de sus familias y amigos. ¿Por qué, entonces, si los combates que
libraban los griegos exhibían una ferocidad sin precedente, su guerra carecía de lo que en la
época moderna se consideraría como lógica culminación de la destrucción del ejército
enemigo? Es una cuestión respecto a la cual Hanson se muestra inflexible: La victoria final en
el sentido moderno y la esclavitud del vencido era una posibilidad no contemplada por ninguno
de los dos bandos. Las batallas entre hoplitas griegos eran luchas entre modestos terratenientes
que por acuerdo mutuo trataban de limitar la guerra y por tanto las muertes a un solo
enfrenlamie.nlo atroz y breve (...)
Se podrían aducir dos razones para explicar esta extraña carencia de la guerra griega en
la época clásica, una de ellas muy enraizada, y la otra con origen en el carácter nuevo de la
polis persistían rasgos de primitivismo en la guerra griega, y uno era el instinto de venganza
(...). Si eso era lo fundamental de la provocación, se explicaría en parte lo imperativo de la
respuesta hoplita. Así, el lograr satisfacción, también una emoción muy primitiva, explicaría
por qué la reacción no llegaba tan lejos como el criterio clausewitziano". john Keegan,
Historia de. la guerra, pp. 306-307.
"'' Ibid., pp. 307-303.
'' Víctor Davis Hanson, Malanzay cultura, p. 115.
s
"En Esparta, la división entre los guerreros libres y los siervos desarmados, y en su
mayoría carentes de derechos, alcanzó la cota máxima, del mismo modo que la
desproporción entre ambos grupos. El entrenamiento militar de los niños comenzaba a los
siete años, y también las niñas hacían vida aparte y seguían un entrenamiento de gimnasia,
danza y música; (...) éstas vivían en casa hasta que se casaban, mientras que los niños vivían
separados al mando de jefes jóvenes bajo la supervisión de un delegado del estado. Su vida
estaba destinada a habituar el cuerpo a las privaciones y a competir con otros grupos de su
misma edad en deportes y pruebas de resistencia; a los dieciocho años iniciaban el
entrenamiento formal para la guerra y (...) los dedicaban a servicios secretos contra los
siervos; a partir de los veinte vivían en cuarteles pues aunque podían casarse no se les
permitía vivir con sus mujeres y cuando alcanzaban los treinta se procedía a elegir los
meritorios de ciudadanía, y sólo los elegidos por unanimidad se convertían en ciudadanos de
pleno derecho para dedicarse a las tareas de un espartano igual: a reprimir a la clase servil
(ilotas) y a estar preparados para la guerra. Los iguales llevaban a cabo anualmente una
guerra interna contra los ilotas, eliminando a los que el servicio secreto había identificado
como poco dignos de confianza.

192
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Durante el siglo vm a.C. los espartanos se hicieron dueños de las cien aldeas que
rodeaban las cinco suyas y se lanzaron a la conquista de la vecina región de Mesenia en una
guerra que duró veinte años (740-720 a.C). A partir de entonces su hegemonía en el
Peloponeso fue menos rápida, pues toparon con el reto del vecino estado de Argos y sufrieron
una derrota en Hisia en el 669 a.C, tras un período en el que las ciudades sometidas se habían
sublevado; Esparta resistió aún diecinueve años, pero en el siglo vi, tras una batalla contra
Argos que derivó en combate entre Trescientos adalides de cada bando, sobrevivió al atroz
destino de ser el mayor poder militar del Peloponeso". John Keegan, Historia de al guerra, p.
287.

193
12. STASIS

T as clases sociales pueden ser estudiadas de acuerdo al criterio de


la desigualdad,1 al de la organización2 y al de JLila motivación.3
En Grecia, solo una minoría participaba en la lucha de clases,
pues había muchas relaciones horizontales y no conflictivas. En
primer lugar, estaba el hogar patriarcal, que implicaba alejar a las
mujeres y a los otros dependientes de la política. Pero no se
generaban solidaridades entre estas excluidas, pues había mucha
diferencia entre la mujer de una casa importante y una esposa pobre
o una hieródula. En segundo lugar, el estado otorgaba privilegios a
los locales sobre los residentes extranjeros, que eran muchos debido
a la interacción entre las ciudades y al tamaño reducido de las
mismas. No obstante, tampoco había solidaridad entre los matic,
pues eran tratados de modo distinto: quienes pertenecían auna polis
importante tenían más privilegios que quienes venían de una
pequeña.4
Los ciudadanos conformaban una clase en la medida en que
políticamente dominaban a los demás y económicamente se
beneficiaban de extraer una plusvalía directa sobre esclavos y
siervos. En ese sentido manifestaban un orgullo de clase. Pero
también entre los ciudadanos había diferencias. Los grandes
terratenientes tenían más oportunidades de especular y acomodarse
a las circunstancias del mercado, mientras los pequeños

195
Alma hnelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Uüoa Aguirre

sufrían pasivamente los vaivenes de la oferta y la demanda. Así los ricos


obtenían, aunque de manera indirecta, plusvalía de los pobres.
Este sistema de beneficios contribuía a que la élite ciudadana se
integrara aún más. Mientras más baja una clase social menos solidaria y
extensiva era. Al llegar a los esclavos vemos que no eran más que
posesiones sin derechos ni organización; pocos eran helenos. Asimismo,
cabe destacar que rara vez fueron más que los ciudadanos que cultivaban
sus propias tierras. Claro está, los esclavos tenían una función económica
importante pues de ellos se obtenía la mayor parte del excedente de ex-
tracción directa.
En cuanto a los ciudadanos, ellos aportaban al estado la mayor parte de
la extracción indirecta, ya fuera de otros ciudadanos o de otras polis (Le.
ventajas comerciales). En relación con los esclavos, los ciudadanos eran
una clase extensiva, pues tenían plena conciencia de que necesitaban de
los explotados para mantener su prosperidad. Los esclavos no tenían una
conciencia equivalente. Para mantener esta situación, los ciudadanos los
dispersaban y sólo reunían a los de orígenes y actividades distintas.
Estaban entonces desorganizados y solían ser pasivos.
La única excepción de la relación simétrica entre ciudadanos y
esclavos la ofrece Esparta. Los ilotas provenían de mesenia y laconia y
tenían conciencia de clase y por ello, eran los más rebeldes y también, los
más cruelmente reprimidos.
La civilización griega era más igualitaria que las del Cercano Oriente.5
Herodoto relata lo sucedido al lidio Pido, quien, en el momento en el cual
las fuerzas imperiales abandonaban Asia en dirección a Grecia, suplicó al
Rey persa que,

puesto que él era ya muy anciano, permitiera que uno de sus cinco
hijos se quedara en casa para atenderlo. En respuesta a su petición,
Jerjes mandó descuartizar al hijo favorito de Pitio e hizo colocar su
torso a un lado y sus piernas a otro lado del camino

196
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

por donde el enorme ejército persa debía transitar durante horas para
que los reclutas constataran en los miembros mutilados y en
descomposición del pobre chico el precio de la desobediencia. Una de
las ironías de Salamina es que la heroica resistencia griega, convocada
para frenar la agresión persa y preservar la libertad de Grecia, provocó
la muerte de miles de marineros asiáticos que en realidad soportaban de
mala gana el imperio de Jerjes. Bajo amenaza de pena de muerte
lucharon, mientras Jerjes observaba la batalla naval desde una silla
colocada en el monte Egáleo. El secretario del rey persa, por lo demás,
registraba con detalle la bravura o cobardía de sus subditos a fin de
otorgar recompensas o castigos.6

El vínculo entre el surgimiento del igualitarismo militar -la reforma


hoplita-y el político -la democracia-, es notable en la figura del chivo
expiatorio. A la pregunta ¿quién es el responsable de la derrota?, los persas
respondían: aquel a quién Jerjes juzgue culpable. Como la razón estaba
siempre de su lado, los reyes persas nunca dejaron de ser más que niños
consentidos con mucho poder. Los griegos, por el contrario, no podían
evadir el principio de realidad. Más aún, los líderes políticos, lo mismo que
los generales, tenían enormes responsabilidades y eso, muchas veces los
convirtió en cabezas de turco.

los monarcas persas eran los primeros en huir en la derrota, mientras


que no hay ni una sola batalla griega importante -las Termopilas, Delio,
Mantinea, Leuctra- en la que los generales helenos sobrevivieran a la
suerte de sus tropas. Ante una catástrofe militar, el rey aqueménida no
recibía ningún reproche. Al contrario, eran sus subordinados, como les
sucedió a los fenicios tras Salamina, los que servían de chivo expiatorio
y eran ejecutados. Por el contrario, no hay ni un solo gran general griego
en toda la historia de las ciudades-estado -Temístocles, Milcíades,
Pericles, Alcibíades, Brasidas, Lisandro, Pelópidas, Epaminondas- que
no fuera multado, exiliado o degradado por sus errores o no muriese con
sus tropas.7

197
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

El igualitarismo griego no era sólo una cuestión de responsa-


bilidades militares, también estaba vinculado con la propiedad.
Mientras en la Atenas clásica no había una sola granja mayor de
cincuenta hectáreas,8 las de los aqueménidas eran propiedades de
miles de hectáreas. La mayor parte de las más fértiles tierras estaban
bajo el control de los sacerdotes y de terratenientes absentistas. El
monarca mismo era, al menos formalmente, amo de todas las tierras
del imperio y podía confiscar cualquier propiedad o ejecutar a su
dueño por decreto.
No sólo la propiedad de la tierra ilustra las tendencias igualita-
rias de Grecia en contraste con la desigualdad persa. Aunque en
Persia existían enormes talleres de moneda, sabemos que muchas
toneladas de metal permanecieron almacenadas y sin acuñar.

Puesto que los metales preciosos estaban depositados en los


almacenes imperiales, los tributos provinciales se abonaban con
gran frecuencia en forma de regalos, es decir, alimentos, ganado,
piezas de metal, esclavos, propiedades, más que en especie, hecho
ilustrativo de una economía de alto nivel tributario y
subdesarro-llada desde un punto de vista monetario.9

El igualitarismo de los griegos también alcanzaba el ámbito legal,


pues ningún ciudadano "podía ser ejecutado de forma arbitraria y
sin juicio previo". De igual modo no se podían "confiscar sus
propiedades excepto por votación favorable de un consejo, fuera
éste una boule de la tierra basada en oligarquías de base muy amplia
o, con la democracia, una ekklesia popular".10
Pero el ámbito en que la igualdad era más notable, fue la
política. El voto, que se fue ampliando gradualmente, la elección de
quienes ocuparían los cargos públicos por sorteo, la libertad de
expresión en la asamblea, la libertad de opinión,11 la libertad de
asociación, la libertad respecto al arbitrio de los tiranos12 y la
libertad en general,13 eran los rasgos fundamentales de la
democratización helena.

198
SOCIEDAD, VIOLENCIA V PODER • TOMO 1

Los griegos estaban dispuestos a luchar y morir para mantener la


libertad y la igualdad constitucional de sus polis.1* Por ejemplo, "en
Salamina, los remeros griegos embistieron a sus adversarios con la certeza
de que acudían a la batalla por propia elección". Por el contrario, sus rivales
"se encontraban en aquel estrecho tínicamente por capricho del rey persa. A
la larga, los hombres combaten con más ahínco cuando saben que tienen la
libertad de elegir de qué forma han de morir". El trato en la milicia era un
espejo de la vida política o quizás era al revés.

Poco después de Salamina, los veteranos griegos votaron la concesión


de galardones y menciones especiales a aquellas personas que se habían
distinguido en la batalla. De modo inverso, los escribas imperiales
entregaron ajerjes listas de combatientes para que, tras el desastre, el rey
impusiera los castigos que considerase oportunos. En la batalla de las
Termopilas, y como era costumbre, los oficiales del ejército persa
azotaban a sus soldados para que cargasen contra los griegos mientras
los espartanos decidían sacrificar hasta el último hombre en aras de la
libertad de Grecia. (...) Los griegos que combatieron en Salamina
gozaban del derecho a adquirir y vender propiedades, cederlas o
heredarlas y mejorarlas o abandonarlas a conveniencia, inmunes a la
confiscación o a la coerción política o religiosa. Incluso el marinero más
desposeído de Atenas podía, en teoría, abrir un comercio, cambiar sus
artículos de cuero por un pequeño viñedo u ofrecer sus servicios como
porteador o transportista con la esperanza de obtener cierto patrimonio
que dejar a sus hijos. La mayoría de los marineros que se ahogaron en
Salamina trabajaban en enormes haciendas propiedad de reyes,
sátrapas, dioses o aristócratas. Los hombres luchan mejor cuando
piensan que la guerra les permitirá conservar sus tierras y no las de
otros. Cuando los persas abandonaron Grecia definitivamente,
abundaron las historias sobre las ingentes cantidades de metales
preciosos que dejaron tras de sí, algo comprensible si pensamos que en
Oriente no había bancos ni ninguna otra institución que protegiera el
patrimonio personal de la confiscación o la tributación arbitrarias.15

199
Alma Imelia Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Los griegos amaban sus polis y estaban dispuestos a defenderlas


para no ser víctimas del despotismo oriental. Pero eso no significa
que no hubiera conflictos internos. Si bien éstos solían sofocarse en
las segmentaciones identitarias no partidistas16 o bien, canalizarse a
través de la política formal, también es verdad que existieron
también violentos enfrentamientos. La asamblea misma podía
convertirse en un campo de batalla. Las acusaciones mutuas de
compra de votos y otros fraudes electorales tampoco estuvieron
ausentes.
Poseer un grado de bienestar mayor que el de los otros pueblos,
no era una cuestión que tranquilizara del todo a los griegos.
Podemos decir de la libertad y la igualdad lo que dijo
Schopen-hauer del dinero: "es como el agua de mar, mientras más
se bebe más sed da". Al descubrir la libertad política los pobres
querían libertad económica; al descubrir el poder de sus estrategias
los hoplitas querían usar las armas en su polis...
La desigualdad entre los ciudadanos, aunque menor que en otras
latitudes, generó facciones políticas. Las más perdurables fueron la
de los defensores del demos y la de los defensores de la aristocracia.
El primer partido lo formaban los ciudadanos comunes, sin
esclavos, amenazados por sus acreedores y en donde se incluían los
hoplitas. El segundo, los grandes terratenientes, hombres
auténticamente libres al no estar sujetos al trabajo. Las materias del
conflicto solían ser las deudas, la redistribución de tierras y riqueza,
los impuestos, las obligaciones del servicio militar, el comercio y el
acceso a los cargos en las empresas y el gobierno. Debido a que se
trataba de una sociedad militarizada, los conflictos solían ser muy
violentos. La stasis eran los combates entre facciones. Para
atenuarlos, surgieron instituciones como el ostracismo, que
implicaban la expulsión temporal de algunos miembros que
polarizaban los conflictos en la polis.
En Grecia las formas tradicionales de gobierno eran la aris-
tocracia y la monarquía. Después, apareció propiamente la polis.
Con la revolución hoplita se dio poder a los agricultores

200
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

y se encumbró a los tiranos. Pero éstos solo constituyeron un poder


transitorio hacia la democracia. Esta última se fortaleció con la
expansión de la prosperidad, el comercio, la esclavitud, la
navegación y la alfabetización.
Al tiempo que apareció la ciudad-Estado surgió también la lucha
de clases, la idea de lo griego como civilización y la de la humanidad
medida por la racionalidad. La democracia, al alimentar la igualdad
hizo más visibles la diferencias y agudizó la stasis, tanto en el
interior de las ciudades como en el plano internacional. Para el año
400 a.C. un minúsculo grupo de terratenientes eran poseedores de la
mayor parte de las tierras productivas. Esto contribuyó a generar
conflictos. El remate lo dio la invasión macedónica.
Los imperios de dominación no conocieron la lucha de clases.
Para que ésta surgiera tuvieron que combinarse la edad de hierro con
la especificidad helena. La stasis era la esencia de la civilización
griega pero al mismo tiempo, la debilitaba.
La lucha de clases en Grecia surgió como la correlación entre las
formas militares, políticas y económicas. Siempre los tres elementos
se mantuvieron intrincados y provocaron la organización de la polis,
auxiliadas de la alfabetización.
De acuerdo con Michael Mann la civilización griega se ca-
racteriza por haber desplegado tres redes de poder. La primera era la
intensidad de las relaciones sociales de la polis. Esta, era un espacio
reducido en donde el poder colectivo, basado en la producción de los
pequeños propietarios con arados de hierro, era enorme. Al inicio,
dos instituciones fortalecieron los vínculos de los habitantes de la
ciudad: el mercado y la falange hoplita. Posteriormente, el
desarrollo del comercio de productos agrícolas y el poder naval
también intensificaron esas relaciones.
La segunda red de poder era la identidad cultural de la hé-lade,
sobre la cual se creó un sistema multiestatal, que contaba con tres
millones de habitantes y un gran espacio, incluido el Mediterráneo.
Esto, generó la unidad geopolítica griega que

201
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Vlloa Aguirie

desplegó una serie de elementos comunes: diplomacia, cultura,


lengua, relaciones comerciales y de colonización, organizaciones
políticas democráticas e igualitarias. Todo ello contribuyó a la
cohesión para la defensa común en contra de los persas.
Pero la unidad política nunca fue completa. Se trataba de una red
descentralizada, federal, producto de la geopolítica. Grecia era un
espacio al margen de los imperios de Oriente Medio en el cual,
pequeños agricultores conformaron unidades políticas que
contribuyeron a consolidar una federación. Posteriormente, la
galera autónoma, la colonización, la acuñación de moneda y la
alfabetización, contribuyeron a fortalecer estos poderes difusos.
La tercera red de poder era la ideología, cuya filosofía otorgaba
ventajas explicativas de la razón universal pero también sus
desventajas políticas, pues a partir de esta idea se afirmaba la
unidad del género humano en un contexto de enormes
desigualdades. Los griegos tuvieron entonces los problemas de la
esclavitud y la diferenciación de clases sociales, que contradecían
su propia ideología y llevaban a la stasis. Los helenos tenían plena
conciencia de esta paradoja y experimentaron tímidamente una
solución con las religiones salvacionistas -Le. el orfismo-, que solo
alcanzaron su auge posteriormente.
La libertad y el dinamismo griego provenían del hecho de que
las tres redes de poder no coincidían y generaban inestabilidad.
Ninguna podía imponerse. Ni tampoco ninguna potencia logró
apropiarse de las ventajas decisivas durante el suficiente tiempo,
para dominar a las otras.

Notas

1
Hay un grupo de personas que tienen la capacidad de controlar las oportunidades de vida
de otros mediante los medios de producción, la distribución y el intercambio. Pero como las
desigualdades nunca son completamente legítimas, siempre hay una tensión entre los grupos
con diferentes poderes económicos. Sin embargo, las fricciones no suelen convertirse en una
lucha de clases abierta, sino que se mantiene latente, debido a que junto a las divisiones
verticales están también las horizontales o segméntales, como las relaciones familiares, las
clientelarcs, las tribales y las locales.

202
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

2
En cuanto al criterio de la organización, las clases sociales pueden estar en
un sistema simétrico o asimétrico. El primero es cuando dos clases poseen una or
ganización extensiva similar, es decir, cuando se conciben con toda claridad como
antagónicas. El sistema asimétrico se presenta cuando solo una clase está organizada,
generalmente la dominante, y posee entonces la ventaja del diagrama. Este segundo
caso se presenta cuando en el espacio social predominan las relaciones horizontales
sobre las verticales, es decir, cuando la identidad se segmenta en factores distintos a
los de la clase social.
3
En cuanto a la motivación, las clases pueden estar organizadas de dos modos:
para mantener el statu quo o para transformarlo.
4
Cfr. Jean-Pierre Vernant, Myth andsociety, pp. 21-24.
5
Los helenistas y los griegos mismos, han documentado extensamente la com
paración entre el despotismo oriental y la relativa libertad y democratización de la
sociedad griega.
"Un cuarto de millón de los soldados del rey persa perecieron en un vano intento por
acabar con la libertad de una pequeña región balcánica de menos de 130,000 kilómetros
cuadrados de extensión.
El precio de aquella liberación fue la masacre masiva de un gran número de soldados que
habían acudido al combate a golpe de látigo, y no en virtud de ningún odio cultural, étnico o
religioso hacia la cultura helénica. Ninguno de los muertos de Jerjes era ciudadano libre en
una sociedad libre, de modo que es lógico que no sepamos nada de ellos.
Jerjes no promulgó ningún decreto en Persépolis para conmemorar su sacrificio. Ningún
cenotafio público, ninguna elegía fúnebre recordó su pérdida (...)
Ninguno de los hombres que luchaba por no sucumbir a las olas el 28 de septiembre del
año 480 a.C. gozaba de otro reconocimiento legal aparte del de ser bandaka, o esclavo de
Jerjes, concepto heredado de la idea babilónica previa de que todo individuo era ardu, es decir,
propiedad del monarca.
Por el contrario, en la Grecia del siglo v a.C, casi todos los dirigentes políticos de las
ciudades-estado eran elegidos por votación y sus cargos estaban sometidos a un refrendo anual
por parte de un consejo electo (...).
Al parecer, no existía un concepto abstracto o legal de libertad en la Persia aque-ménida.
En la correspondencia imperial, por ejemplo, los sátrapas aparecen como esclavos: El Rey de
Reyes, Darío, hijo de Histaspes, dice lo siguiente a su esclavo Gadatas: Me he percatado de que
no obedeces mis órdenes en todos sus pormenores (...)
El rey aqueménida actuaba como un monarca absoluto y aunque no tuviera carácter
divino, sí era el regente del dios Ahura Mazda en la tierra. Todos sus subditos y todos los
extranjeros que acudían a su presencia debían cumplir con la proskynesis, arrodillarse ante el
Gran Rey". Victor Davis Hanson, Matanzy cultura, pp. 50, 52 y 53.
6
Ibid., pp. 49-50.
7
Ibid., p. 53.
8
Recordemos que la posesión de la tierra era lo que daba el derecho al voto.
9
Ibid., p. 56.
10
Ibid., pp. 53-54.
1
"Los griegos no sólo tenían una palabra, sino dos, para la libertad de expresión:
isegoriao igualdad ante el derecho de hablar públicamente en la Asamblea, y parrhesia,
derecho de cada uno a decir lo que se le antoje". Ibid., p. 71.

203
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ullwi Aguirre

'- "La idea de libertad (...) surgió en los siglos vil y vi a.C. entre los hablantes de lengua
griega de los pequeños y relativamente aislados valles agrícolas de la tierra continental
griega, de las islas del Egeo y de la costa de Asia Menor. La palabra libertado su equivalente
-como las igualmente extrañas ciudadano (polites), gobierno de consenso (politeia) y
democracia (demokratitt, isegoria)- no se encuentra al parecer en el léxico de otras lenguas
antiguas contemporáneas excepto el latín (libertas, civis, res publica). Ni las tribus galas del
norte ni los sofisticados egipcios del sur alentaban ideas tan absurdas.
La libertad de las ciudades-estado griegas no era la libertad de facto que gozan los
nómadas que no pretenden otra cosa que vagar sin control. (...) Tampoco era la desenfrenada
laxitud de la que disfrutaba la élite dirigente de sociedades tan jerarquizadas como la persa o
la egipcia. Al contrario, la eleuthcria, ese descubrimiento griego, demostró ser un concepto
que podría trascender los caprichos del tiempo y el espacio, de lo rural y lo urbano, de un
paisaje densa o escasamente poblado, del gobierno de consenso según la estrecha definición
que le dan las oligarquías o tal como se practica en las democracias. La eleuthcria
garantizaba a los ciudadanos libertad de asociación, libertad para elegir a sus representantes,
libertad para poseer propiedades y adquirir riquezas sin temor a la confiscación, y libertad
frente a la coacción o al castigo arbitrarios". Ibid., p. 69.
" "En las más de mil ciudades-estado que había en Grecia, no todos eran libres. A lo largo
de los cuatro siglos de historia de las polis autónomas (700-300 a.C), hubo diversas
gradaciones, de modo que para ser ciudadano de pleno derecho primero hizo falta contar con
extensas propiedades, luego bastó con poseer alguna y finalmente no fue necesario tenerlas.
Y lo mismo sucedió con los cargos públicos, a los que tuvieron acceso primero muy pocos,
más tarde muchos y por último lodos los ciudadanos. Algunos de éstos, y a título individual,
no pudieron en muchos casos votar o emitir sus opiniones libre o públicamente, pero ni
siquiera los estados más oligárquicos intentaron establecer teocracias que pudieran controlar
el comportamiento social, cultural y económico de sus subditos. En general, los dirigentes de
las autocracias occidentales jamás alcanzaron el grado de poder que los déspotas orientales
impusieron para controlar la vida de sus subditos. Aun así, ninguna de las ciudades-estado
que existieron entre el mar Negro y el sur de Italia amplió la igualdad política a las mujeres,
los esclavos o los extranjeros". Ibid., p. 70.
" Los griegos creían que la libertad "era la verdadera clave de su victoria (...). El principio
moral que esgrime Heródoto es inconfundible: los ciudadanos libres son mejores guerreros
puesto que luchan por su propia salvación y la de sus familias y porsus propiedades y no por los
reyes, aristócratas o sacerdotes que los gobiernan. Aceptan, además, un grado mayor de
disciplina que los soldados mercenarios o que luchan bajo coacción. Heródoto afirma que
después de Maratón (490 a.C.) los atenienses combatían mucho mejor. Era más fácil luchar
bajo la recién adquirida democracia que durante el largo reinado de los tiranos pisistrátidas:
Los atenienses, mientras estuvieron regidos por una Urania, no aventajaban a sus vecinos en el
terreno militar; y en cambio, al desembarazarse de sus tiranos, alcanzaron una clara
superioridad. Heródoto explica a qué se debe este cambio: Cuando eran víctimas de. la
opresión, se mostraban deliberadamente remisos por considerar que sus esfuerzos redundaban en
beneficio de un amo, mientras que, una vez libres, cada cual, mirando por sus intereses, ponía de
su parte el máximo empeño en la consecución de los objetivos'. Ibid., pp. 66-67.
18
Ibid., p. 72.
"' Como la familia o los vínculos afectivos con el patrón.

204
13. LA GUERRA ENTRE LOS GRIEGOS

E
l éxito continuo y difundido de los estados concentraba gran
poder y riqueza en las clases altas de las polis poderosas. En el
año 500 a.C., este rasgo centralizador se reforzó debido a la
necesidad de defender la propiedad frente a las amenazas persa y
cartaginense. Una vez pasado el peligro exterior, Atenas no renunció
a esta organización, pero tampoco tuvo la fuerza suficiente para
mantenerla y por ello, comenzó la Guerra del Peloponeso.
Los griegos se habían mostrado solidarios ante el enemigo de una
civilización diferente y, pese a la brutalidad de sus tácticas,
civilizados en las guerras entre ellos mismos. Pero esto comenzó a
cambiar. La rivalidad entre Esparta y Atenas, se mantuvo al nivel de
las amenazas mediante el juego de alianzas, hasta que en el 510 a.C.
"se agudizó cuando Esparta intervino directamente para acabar con
la decisiva implantación del sistema democrático en Atenas". No
obstante, el enfrentamiento se vio interrumpido por el avance persa,
en el 511 a.C. en los territorios jónicos de Asia Menor. Eran
ciudades que habían estado sometidas a Lidia, y después pasaron al
dominio de Persia. Sin embargo, en el 499 a.C,

con apoyo ateniense, se rebelaron declarándose independientes;


el emperador persa Darío aplastó la rebelión en el 494 a.C, pero

205
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

decidió acabar de raíz con el problema, que juzgó era la propia


Grecia, y en el 490 a.C, se puso al mando de un ejército bien
armado de cincuenta mil hombres y, transportándolo en su mag-
nífica flota, desembarcó en la llanura de Maratón a cincuenta y
ocho kilómetros de Atenas. Los atenienses emprendieron (...) la
marcha para hacer frente al avance por tierra, y a ellos se unieron
sus aliados de Platea.1

La diferencia de fuerzas y tamaño hacía previsible que los persas se


impusieran con facilidad sobre los griegos,

el imperio persa era enorme. Con 2.600.000 kilómetros cuadrados


de extensión y cerca de setenta millones de habitantes era la mayor
organización política que había conocido el mundo civilizado.
Por el contrario, los hablantes de lengua griega del continente no
llegaban a los dos millones y ocupaban un territorio que no
superaba los 130.000 kilómetros cuadrados.2

Pero los griegos sorprendieron. En la batalla de Maratón los


atenienses destruyeron la séptima parte del ejército persa con
pérdidas mínimas y el enemigo se retiró. Fue la primera ocasión en
que se enfrentaron las falanges griegas y las filas menos firmes de
un ejército monárquico de Próximo Oriente, conformado por
soldados subditos de muy diversa valía. Entre los años 484 y 481
a.C, Jerjes se alió con Cartago. Algunos estados pequeños griegos
trataron de hacer la paz con el Rey de reyes y únicamente Atenas y
los del Peloponeso hicieron frente al desafío. El general ateniense
Temístocles, preparó su potente flota para proteger el flanco
marítimo de la fuerza expedicionaria de la liga, que haría frente al
avance persa más al norte. Los lacedemonios mantuvieron un frente
en el punto en que la ruta costera de la llanura de Tesalia discurre
por el desfiladero de las Termopilas. En agosto de 480 a.C. la flota
ateniense derrotó a la persa al tiempo que, en el paso de las
Termopilas, Leónidas, demoró el avance de los invasores de
oriente. Fue una batalla heroica en

206
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

la cual los trescientos del paso resistieron hasta la muerte. Mientras tanto,
la flota, tras librar combate, evacuó a la población de Atenas a la isla de
Salamina para esperar el resultado de los siguientes enfrentamientos.

El resto de las fuerzas aliadas se habían retirado ya al sur del istmo de


Corinto, dejando que Temístocles demostrase que se podía derrotar a
los persas por mar, y éste, manipulando con astucia la información, hizo
que Jerjes creyera que los atenienses se pasarían a su bando si la
escuadra persa entraba en acción, y así logró atraerla a aguas cerradas
en donde su superioridad numérica, unos setecientos navios contra
quinientos, no le confería ventaja; y en una sola jornada de lucha (...) (el
23 de septiembre de 480 a.C.) los atenienses destruyeron la mitad de las
naves persas, perdiendo ellos sólo cuarenta, y obligaron al resto a huir
hacia el norte (...).
La invasión de Jerjes no había sido totalmente rechazada; esto no se
logró hasta el año siguiente, en julio en la batalla terrestre de Platea y en
la batalla naval de Micala en agosto, cuando Atenas y Esparta acabaron
con la fuerza expedicionaria persa apoyadas por sus aliados (sobre todo
tebanos) y no sólo la expulsaron de la península, sino que lograron
recuperar y conservar los estrechos del mar Negro.3

Las guerras médicas demostraron "que para derrotar a una falange griega
había que tener el mismo valor que los griegos, formarla con griegos o
disponer de una táctica nueva más compleja".4 El valor de los soldados
helenos no era exportable pero los mercenarios sí. Los persas ya los habían
contratado en el 550 a.C, para la conquista de Egipto.
La lección más importante de la campaña de 480-479 a.C. fue la naval,
que

hizo ascender la potencia de las flotas a un nivel equiparable al de los


ejércitos de tierra en los estados ribereños, sentando la pauta

207
Alma Imehla Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Agurrre

de un nuevo estilo de guerra, profundamente estratégica, que


predominaría en la lucha de intereses del Mediterráneo oriental
durante el resto del siglo. Y sus principios acabarían por sentar
tradición entre los pueblos marítimos.5

La estrategia naval ateniense se basaba en el barco de guerra a remos,


desarrollado por los fenicios. Estos, en la época de Jerjes eran subditos
persas, pero su tecnología ya había exportada a Grecia, y en Atenas se
empleaba la trirreme. El ejército de Atenas contaba con marineros
reclutados en la clase baja de los hoplitas. En los enfrentamientos de
abordaje "los remeros se unían a la refriega que adquiría carácter de cuerpo
a cuerpo".6
Atenas, que tenía dificultades para alimentar a su población pues sus
campos eran poco fértiles, se dedicó a instaurar un imperio comercial con
ciudades aliadas o dependientes. Fue gracias a estas alianzas que, en la
guerra contra Persia, adquirió la hegemonía desde las batallas de Salamina
y Platea. En el 450-464 a.C. trasladaron sus fuerzas navales y
expedicionarias para luchar por el control de Egipto, en ese entonces en
manos de Persia. Esparta "se desentendió de la guerra, mientras que
Atenas, cabeza de la liga delia, la continuó" y exigió "cada vez mayores
contribuciones a sus aliados; llegaría a haber 150 ciudades pagando
tributo".7
En el 448 a.C. Atenas y Persia firmaron la paz. Pero los atenienses
siguieron exigiendo lealtad a las pequeñas polis. Y esto le ganó "la
desafección general de las clases contribuyentes de la liga delia". Además,
los atenienses no sólo cobraban impuestos a sus protegidas-aliadas sino
que intervenían en ellas para democratizarlas. Atenas era ya una república
imperial. Corinto y Tebas comenzaron la rebelión en contra de los
"liberadores de los pueblos". Algunas otras poleis y polis las siguieron.
Los espartanos les prestaron ayuda a los insurgentes. La

primera guerra del Peloponeso concluyó en el 445 a.C. sin grandes


pérdidas para ambas partes, pero Atenas había entrado en una

208
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

dinámica que hacía inevitable la reanudación de las hostilidades.


Atrincherándose con fortificaciones los muros largos que cercaban el
puerto del Pireo y la ciudad se convirtió en inexpugnable por tierra, y
centrando, animada por su activo dirigente Pericles, sus recursos
financieros y militares en una expansión a ultramar, se convertiría en
una ciudad singular que imponía implacable su dominio sobre los
antiguos aliados de la liga delia y amenazaba los intereses de otras
ciudades comerciales importantes y la misma condición de Esparta
como primera potencia militar de la península.8

La guerra entre Atenas y Corinto comenzó en el 433 a.C. y un año más tarde
Esparta intervino e involucró a las ciudades de la liga beocia. La guerra
duró hasta el 404 a.C. cuando Atenas fue derrotada. El resultado: arruinó el
sistema griego multicéntrico, y las hostilidades que continuaron dejaron
una Grecia débil y puesta para la conquista y unificación forzosa por mano
de los macedonios. Fue un conflicto del poder en tierra y del poder
marítimo y la suerte no favoreció a ninguno de los bandos. En la fase
inicial, Esparta intentó derrotar a Atenas por hambre, invadiendo su
hinterland todos los años. Esta resistió el bloqueo alimentándose de
importaciones del mar Negro. En el 424 a.C. Esparta, envió un ejército con
el fin de apoderarse de los puertos de Tracia, que eran la ruta de
abastecimiento. Atenas pidió una tregua, pero los laconios no supieron
asegurar la paz y algunos de sus aliados los abandonaron,

lo que hizo renacer las esperanzas de victoria de Atenas, que la


indujeron a reanudar.la guerra en el 415 con objeto de provocar una
crisis definitiva, y, así, lanzó una expedición contra la ciudad siciliana
de Siracusa con el designio de apoderarse de toda la isla y asegurarse un
centro de aprovisionamiento que reforzase eficazmente su posición
económica.9

Pero fue un error de cálculo de los atenienses, que aún creían que habría un
límite civilizacional en la guerra con sus her-

209
Alma Imeldtt Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguare

manos helenos. Por el contrario, para Esparta la expedición a Sicilia


significó una crisis mayor, pues consideró que ahí se jugaba la hegemonía
del mundo heleno. Los lacedemonios pidieron ayuda a los persas.

Entre los años 412 y 404 a.C, en una serie de campañas terrestres y
marítimas que se extendieron hasta la entrada del mar Negro, el
ejército espartano y la flota persa infligieron una serie de derrotas a los
atenienses que (...) los obligaron a replegar sus fuerzas dentro de los
Muros Largos. La flota persa, tras destruir a la ateniense en la batalla
de Egospótamos en el 405, apareció en el Pireo, y en abril del 404,
bloqueada por tierra y mar, Atenas se vio obligada a rendirse."'

De acuerdo al historiador de la guerra los nómadas montados inventaron la


"guerra sin límites", es decir, sin miramientos morales ni reglas rituales."
En principio, los griegos no hicieron así la guerra entre ellos. Pero después
de los éxitos en contra de Persia, se escalaron los métodos de combate
producto de la rivalidad ateniense-espartana. Las falanges ya no sólo eran
brutales y las guerras de navios no sólo eran crueles, sino que dejaron atrás
las reglas de la civilización.12
Esparta obtuvo la victoria y consiguió una hegemonía que duró hasta el
380 a.C, cuando Atenas y Tebas se liberaron. Ninguna ciudad logró
entonces un dominio duradero. La autonomía política y económica
volvieron a florecer pero la cultura democrática ya estaba debilitada.
Diversos factores militares contribuyeron también a la decadencia de
la democracia helena: con la necesidad de más soldados por la larga
Guerra del Peloponeso, los mercenarios se convirtieron en la mejor opción
y con ello, se debilitaron los hoplitas-ciudadanos; más aún, los soldados
fueron ahora usados como mercenarios de otras ciudades; la complejidad
de los métodos de combate, desde las guerras médicas, puso de relieve la
utilidad de un mando centralizado para coordinar a

210
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

los soldados de infantería, los arqueros y la caballería en combates


abiertos o en asedios. Pero esta coordinación implicó el
debilitamiento de los lazos ciudadanos.
La decadencia de la civilización griega, más allá de la de-
mocracia, también se debió al hecho de que la autonomía de las polis
debilitaba las alianzas; a que cada vez más mercenarios provenientes
de las marcas ingresaron en las batallas y no respetaban las normas
de la hélade; hasta el punto que, en el año 400 a.C, las leyes de la
guerra ya no tenían ningún valor. En la medida en que la rivalidad
entre las potencias escalaba la guerra, ésta se hacía más costosa.
En fin, los cambios en la forma de hacer la guerra no eran viables
para las polis tradicionales, pero si para los estados autoritarios. Fue
la era de los tiranos-mercenarios, como Dionisio de Sicilia y los
reyes del norte, como Jasón de Tesalia. En algunos casos las élites
mismas de las polis traicionaron la democracia y negociaron con los
nuevos invasores.
Filipo de Macedonia tejió una alianza panhelénica con las clases
altas de las polis para construir una organización más cercana al
imperio de dominación que al ethos griego. El éxito de este pueblo
no se debió solo a su diplomacia sino también a su estructura militar
compuesta de mercenarios, a que los combatientes macedonios eran
muy disciplinados, estaban bien coordinados e incluso, fueron
convertidos en muías de carga que eran compensadas con el botín
saqueado.
En el 338 a.C. el conquistador obtuvo la victoria en Quero-nea y
comenzó la incorporación de las polis a su imperio. Más tarde, en
Asia, Filipo falleció, pero su hijo continuó su proyecto de expansión.
Desde ese momento los estados de la hélade no volvieron a ser
autónomos. Durante los mil años posteriores no fueron más que
municipios y clientes de los imperios de dominación.

211
Alma Imelda Iglesias Gómala 'Jorge Federico Márquez Miiñnz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Notas

' John Keegan, Historia de la guerra, p. 310.


- Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 51.
:i
John Keegan, Historia de la guerra, pp. 310-311.
1
lUd., p. 311.
5
lbid., p. 312.
" ídem.
' ídem.
8
/ft/d.,p. 313.
8
lbid., p. 314.
10
lbid., p. 314.
1
' "Todos los pueblos ecuestres que emprendieron la conquista desde la estepa hacia las tierras
civilizadas hacían la guerra verdadera en sentido lato: ninguna restricción en el uso de la
fuerza, un solo propósito y decisión única de obtener la victoria (...). Por su habituación al
trato con los animales, estaban dotados de una magistral naturalidad para reunir, conducir,
seleccionar reses y matarlas para su alimentación, y eso enseña a enfrentarse a masas de
infantería y hasta de caballería de inferior calidad y ser capaz de acosarlas, rodearlas,
arrinconarlas y (...) matarlas sin grandes riesgos. Eran prácticas que habrían resultado
intrínsecamente extrañas a los cazadores primitivos que mantenían una relación de empatia
con la presa (...). Pero para los pueblos nómadas a caballo, provistos como arma principal del
arco compuesto, hecho a su vez con tejidos de los animales con que se alimentaban, matar a
distancia tanto emocional como físicamente era una segunda naturaleza (...). Fue ese
distancia-miento emocional del guerrero a caballo, manifiesto en último extremo en su
afición deliberada a la atrocidad, lo que aterrorizó a las poblaciones sedentarias (...). Cuando
una horda montada cerraba filas para matar, lo hacía sin compasión. Además, en sus acciones
no existía el menor indicio de ceremonial o ritual. Los pueblos nómadas a caballo luchaban
para vencer deprisa, del todo". lbid., pp. 235 y 263
12
En La historia de la guerra del Peloponeso Tucídides se refi rió a la catastrófica esca-
lada envidiosa de los hermanos enemigos "Su narración comienza con los orígenes de
Grecia, una época ausente de discordias (...). No por la excelencia moral de sus habitantes
sino por las condiciones miserables de la tierra (...).
I.a historia prosigue con el surgimiento y desarrollo de Minos, ciudad de navegantes,
guerreros y comerciantes que introdujeron grandes ambiciones entre los pueblos; su ejemplo
fue pernicioso pues comenzó las disputas que desembocarían en la guerra de Troya (...) y
luego las causas de las guerras contra los persas. Una vez más son la codicia y la envidia las
que provocan las hostilidades (...). Continúa con la descripción del engrandecimiento de
Atenas y Esparta y con el conflicto entre ambas potencias. Las pasiones tuvieron un lugar
central; condujeron a los hombres hacia su destino fatal: el choque entre dorios yjonios.
Tucídides describe cómo se genera un clima de linchamiento. Para los enemigos de Atenas
no había duda, la ciudad de la palabra era injusta, tramposa y ambiciosa. Este último vicio es
el de la desmesura; el poder concentrado en una sola polis les pareció a los lacedemonios un
peligro (...). La provocación de Atenas comenzó las guerras. Esparta vio con ojos envidiosos
el aumento de poderío de aquélla.

212
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

(...) Las guerras del Peloponeso fueron especialmente grandiosas y cruentas; Tucídides
las contrasta agudamente con lo diminuto de la de Troya y de las médicas. ¿Qué hacía tan
descomunales a las guerras del Peloponeso? Sin duda, la pérdida de la sana distancia (de las
jerarquías), sin la cual las relaciones de parentesco, las leyes, las promesas (...) no valían nada.
No había autoridades que respetar y cada quien veía por su propio interés. Todo se convirtió en
un medio para llevar a cabo las ambiciones egoístas: Cambiaron incluso, para justificarse, el
ordinario valor de las palabras. La audacia irreflexiva fue considerada valiente adhesión al
partido, la vacilación prudente, cobardía disfrazada". Jorge Marque/., Envidia y política en la
antigua Grecia, cap. 5.

213
14. DOS MODELOS DEL CONTROL DE LA VIOLENCIA

A tenas y Esparta conservaron hasta muy tardíamente los métodos


sacrificatorios tradicionales para mantener el orden interno.
También, ambas polis usaron la guerra y las colonias para dirigir los
conflictos hacia el exterior. Pero hasta aquí llegan las similitudes. Atenas
era la ciudad-comercial-ciudadana mientras Esparta, era la
ciudad-aristocrática-étnica.
Los aspectos que distinguen a los lacedemonios de los griegos son
muchos y muy profundos. Según el autor de La sociedad abierta y sus
enemigos estas diferencias moldearon la historia de occidente y
posteriormente, de la humanidad. "El primer ejemplo de lo que Popper
define como el movimiento hacia una sociedad abierta tuvo lugar en Grecia
en los siglos v y vi a. C. La necesidad económica impulsó la transición". La
sobrepoblación de Atenas había ejercido enorme presión sobre las élites
terratenientes.

La colonización parecía una solución inteligente al problema. Sin


embargo, la colonización griega resultó ser muy distinta a la moderna
colonización en la medida en que promovió el nacimiento de sociedades
hijas, réplicas del sistema socioeconómico y político ateniense. Esta
política creó un conjunto de nuevas polis (...) fundadas por atenienses
ricos y gobernadas como democracias, a lo largo de la costa norte de la
cuenca mediterránea. Las colonias florecieron en el sur de Italia, que se
rebautizó como Magna Graeca.

215
Alma Imelda Iglesias González ' Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Al mismo tiempo, la diseminación de la democracia y la extensión de


la cultura griega dieron origen al concepto de cosmopolitismo, la idea
de que las personas libres eran ciudadanos del mundo, un mundo
gobernado por la democracia (...). El cosmopolitismo se convirtió en la
esencia de la colonización griega.1

El cosmopolitismo y la globalización descansan en la homo-geneización


de las civilizaciones. Las sociedades hijas griegas, por ejemplo, eran
réplicas de Atenas. "No poca arrogancia sustentaba la idea de que la
civilización griega dominante era muy superior a las demás". Por ello, la
diversidad no era apreciada. En los siglos v y vi a.C, la cultura ateniense se
apoderó del mundo conocido. "En el Mediterráneo, la poesía, la música y
los descubrimientos científicos procedían en gran medida de la
civilización griega, aun cuando tuvieran su origen en sociedades hijas".
El colonialismo llevó la prosperidad a las colonias y amenazó a los
laconios, los ciudadanos tribales, miembros de la sociedad cerrada. "A
principios del siglo vi, Esparta se sublevó contra Atenas motivada por su
temor a ser obligada a asumir el modelo de colonización ateniense y por la
presión económica de las colonias". Los lacedemonios comprendían que
la colonización ateniense "había alterado los flujos comerciales y que las
colonias crecían a una velocidad mayor que la de Atenas". Consideraron
que las sociedades hijas dañarían económicamente a Esparta.2
Según Popper la de los laconios era una sociedad similar a la griega
tradicional, más aún, a las comunidades tradicionales estudiadas por la
etnología:

Se trata de pequeñas comunidades tribales que giran alrededor de un


jefe, unidas por creencias y rituales uniformes, que se manifiestan, en
cierto sentido, de igual forma. Ante todo, estas sociedades son
incapaces de distinguir los fenómenos naturales de los
convencionalismos sociales, las unos y los otros están igualmente
relacionados con las creencias mágicas y sobrenaturales.3

216
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Pero ésta sociedad orgánica tiende desmoronarse. Ello, debido a dos


factores: el demográfico que afecta la estabilidad de las clases dirigentes
tradicionales. "El súbito incremento de la población, aumentando las
necesidades individuales y desestabilizando los bienes adquiridos, crea
inclinaciones inéditas en el seno de los grupos dominantes que prevalecían
hasta entonces preservando su cohesión interna". Y en segundo lugar, el
comercial, pues al multiplicarse los intercambios entre las polis, "al abrirse
Grecia a las culturas exteriores" y al desarrollar "el comercio marítimo, se
precipitó el ocaso del tribalismo".1
Para Popper no se trataba de explicar el desarrollo específico de la
Grecia antigua, sino de crear un modelo general. Las nociones sociedad
abierta y cerrada son tipos ideales, en torno a los cuales se articula la
historia.
La relación de este binomio es conflictiva, genera una "tensión
civilizacional", como en el caso del conflicto Estados Unidos-Unión
Soviética o Aliados-nazis o Atenas-Esparta. Pero no es el único conflicto
que se genera. El advenimiento de la sociedad abierta provoca un
"sentimiento de vacío", una "angustia profunda", pues

la introducción del debate, de la crítica y más ampliamente del


conflicto, trastorna el orden natural de las cosas, suscita inquietudes
legítimas y reaviva la permanente nostalgia de la sociedad paternal
armoniosa y tranquilizante. Y si profesa hacia Platón esta rara mezcla
de admiración y rencor, es porque reconoce en su obra la expresión
filosófica más vigorosa y majestuosa de esta nostalgia tribalista que
mora de manera arrolladura en todo ser humano.''

Cabe aclarar que Popper, simpatizante del liberalismo, pensaba que era la
sociedad cerrada la más agresiva. Pero como ya dijo Raymond Aron, una
democracia puede tomar decisiones imperiales en materia de política
exterior. Edward Hermán y Noam Chomsky anotan al respecto:

217
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

A pesar del vínculo visible entre el patrocinio y el apoyo norteame-


ricano por un lado, y el uso del terror y las violaciones serias de los
derechos humanos por el otro, la naturaleza y la importancia del
contado en Washington son ignoradas generalmente en el Occidente, y
los Estados Unidos son considerados como la vanguardia de la defensa
de los derechos humanos. En cierta medida esta fe se basa en el
supuesto (...) de que la mala conducta exterior está estrechamente
relacionada con la represión interna y las limitaciones de la libertad de
disentir. (...Pero) la libertad interna es compatible con una conducta
externa explotadora e inhumana (...). Aun en la patria original de la
democracia occidental, la antigua Atenas, el desarrollo de un
establishment militar (una flota naval) hizo a Atenas seguramente
democrática e incurablemente agresiva. Además, la agresividad de la
polis ateniense aumentó cuando la paga y los botines de los remeros se
convirtieron, para una proporción sorprendentemente amplia, de la
ciudadanía ateniense, en una necesaria o por lo menos muy deseable
adición a los recursos familiares. Es entonces comprensible la
conducta de la despiadada e incesante empresa naval ateniense, que
mantuvo en agitación todo el mundo griego desde el 480 hasta el 404
a.C. El cruel saqueo de la India, China, las Indias Orientales y África
por las sociedades relativamente liberales y abiertas de Europa
Occidental, desde el siglo xvín hasta bien entrado el xx, también
demuestra que la libertad interna es enteramente compatible con la
crueldad externa.1'

Esparta era una polis profundamente desigual. En la base de la pirámide


social estaban los ilotas, los esclavos. Después, seguían los neodámodas,
antiguos esclavos emancipados; luego "los epeunactas, admitidos para
cubrir las bajas producidas en los espartanos por la guerra";
posteriormente "los motaces que, bastante parecidos a los clientes
domésticos, vivían con su amo, formaban un cortejo, compartían sus
ocupaciones, sus trabajos, sus fiestas, y combatían a su lado". Después
estaban los bastardos, "que descendían de los verdaderos espartanos, pero

218
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

que estaban separados de ellos" por la ley. Más arriba tenemos a "los
inferiores y que quizás fuesen los segundones desheredados de las
familias". Sobre todos ellos se elevaba aristocracia, "compuesta de
hombres llamados los iguales", que eran una minoría muy reducida.7
Esta estructura social fue producto del modo espartano de resolver el
problema maltusiano. Las otras polis resolvieron este problema, desde el
siglo vm a.C, ampliando "el área total cultivable en manos griegas
mediante el descubrimiento y la conquista de nuevos territorios
ultramarinos".

los espartanos aspiraron a resolver el problema general de la población


helénica en el siglo vm a.C, no de acuerdo con las líneas usuales de la
colonización ultramarina, sino a su propio modo.
(...) Cuando encontraron que incluso sus amplias y fértiles tierras
arables del valle del Eui otas eran demasiado estrechas para una
población creciente, los espartanos no volvieron sus ojos hacia el mar,
(...). El mar no es visible desde la ciudad de Esparta ni desde punto
alguno de la llanura espartana y ni siquiera desde las alturas que la
rodean. La característica dominante en el paisaje espartano es la
empinada cadena de montañas del Taigeto, que se yergue (...) en la
banda occidental de la llanura (...) que (...) da la impresión de un muro.
Este aspecto amurallado del Taigeto atrae la mirada hacia Langadha:
una garganta que parte de la cordillera en ángulo recto (...) para dotar a
su pueblo de una salida de escape. En el siglo vm a.C, cuando
comenzaron a sentir el acoso de la presión demográfica, los espartanos
levantaron sus miradas a las colinas y contemplaron el Langadha,
viendo su salvación en el paso a través de las montañas, en tanto que los
vecinos, bajo el mismo acicate de la necesidad, veían la suya en la
salida hacia el mar.8

En el 736 a.C. comenzó la expansión territorial espartana, con la Guerra


Mesenoespartana. Pero los lacedemonios se encontraron con problemas tan
pronto como ganaron. Conquistar a los mesenios en la guerra era una tarea
menos difícil que la

219
Alma Imelda Iglesias Gómala 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando Gómala Uttoa Aguirre

de dominarlos en tiempo de paz. En el 650 a.C. comenzó la Segunda


Guerra

en la que los avasallados mesenios, templados por la adversidad y


rebosantes de vergüenza e ira de verse sometidos a un destino que
ningún otro pueblo griego había tolerado, se levantaron ahora en
armas, contra sus amos de Esparta, luchando más dura y largamente en
este segundo asalto para recuperar su libertad que lo que lo hicieran en
el primero para preservarla.9

Pero la muestra de heroísmo no impidió una nueva derrota. Después de


esta guerra "sin precedentes por su tenacidad y destrucción, los vencedores
trataron a los vencidos con una severidad también sin precedentes". La
confrontación fue un acontecimiento que cambió el ritmo de la vida de
Esparta.. "No siendo capaces los espartanos de olvidar nunca lo que
habían pasado, jamás fueron capaces de reposarse ni, por lo tanto, de salir
por sí mismos de la impasse de su reacción de posguerra".10
Una vez colonizados los alrededores con la finalidad de mantener a su
población mediante la agricultura surgía un nuevo problema, derivado del
método mismo de expansión. El profundo resentimiento de las clases
bajas. "Los ciudadanos espartanos (...) estaban sentados sobre un barril de
pólvora".11 ¿Cómo es que la élite contenía la violencia? dividiendo a las
clases bajas12 y usando el terror. El funcionamiento de este sistema se
basaba en la militarización de la sociedad y la privación del comercio.13
Nicolás Maquiavelo admiraba lo mucho que Esparta había logrado
mantenerse "igual a sí misma". Pero después del éxito de la guerra del
Peloponeso, los lacedemonios de clase baja habían visto demasiado
mundo. Además, tanto los estragos de la guerra como las riquezas que
llegaron como producto de la victoria, trastornaron las estructuras de la
sociedad cerrada. Desde el siglo m a.C. la historia de Esparta es la de la
violencia

220
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

interior que terminó por debilitarla al punto que la convirtió en fácil


presa de los macedonios. Los éforos se acuchillaban entre sí; los
tiranos llegaban al poder pero eran derrocados.
El historiador del dinero nos informa que "de todas las ciudades
griegas, Esparta fue la que más resistencia opuso a la práctica de la
democracia, a la acuñación de moneda y al surgimiento de un
sistema de mercado". En esta sociedad cerrada sólo se autorizó "la
circulación de barras de hierro y puntas de lanza para que se las
empleara como dinero; ello posibilitó cierto grado de comercio
interior pero minimizó de hecho el comercio privado fuera de la
ciudad-estado". Ya en la etapa de franca decadencia, en el siglo m
a.C, Esparta comenzó a acuñar su propia moneda.1'1
El incremento del comercio conlleva, en principio, a una
ampliación del poder central que puede minar la riqueza de las élites
terratenientes. Pero con la subida de los Arijos comerciales éstas
pueden recuperarse y el poder central volver a disminuir su
influencia. En el proceso, el poder colectivo aumenta. Así, aunque
los gobiernos tengan menos control tienen más poder que en el
pasado. Esparta evitó el crecimiento de una clase intersticial: los
comerciantes.1' Con ello también evitó los vaivenes de una sociedad
en cambio. Pero tampoco pudo incrementar sus poderes colectivos.
En ese sentido los laconios siguieron siendo como un imperio de
dominación clásico, pero con la ventaja de la reforma hoplita.
Muy diferente fueron los atenienses. Herederos de Homero pero
también de los fenicios, se convirtieron en los grandes mercaderes
del Mediterráneo oriental. Además, Atenas tuvo la ventaja de
descubrir enormes depósitos de plata en Laurio, a unos cuarenta
kilómetros al sur de Atenas. Para el antropólogo Jack Weatherford,
la clave de la revolución helénica fue la acuñación de la moneda.
Este invento dio ímpetu al comercio, al proveerlo de estabilidad.16 El
dinero se convirtió en la base para producir equivalentes y comparar
mercancías y servicios. La "facilidad de uso, la estandarización del
valor y su duración como reserva para almacenar la riqueza
familiar",17 hicieron irresistible a la moneda.

221
Alma Imeldn Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulha Aguare

Los grandes imperios que se beneficiaban ele tributos importantes


extraídos de tierras fértiles, "habían inventado desde hacía mucho tiempo
la moneda de cuenta y sistematizado las equivalencias, que se entregaban
al comercio y a las finanzas". Pero La acuñación metálica de "piezas de
moneda que llevan la marca del estado, apareció en el siglo vn a.C. en las
ciudades griegas de Jonia y en el reino de Sardes en Lidia". Es decir, en los
márgenes "del Imperio persa y en una Grecia atravesada por la crisis del
orden ritual", en donde estaba desatada la "violencia terrible entre nobles y
campesinos sobre tierras áridas" y la "la guerra incesante entre
comunidades".17 Los gastos de la guerra eran aplastantes. La introducción
de la acuñación se encuentra en las contradicciones de los estados. Esa una
lógica apareció como una nueva forma de conjuración de la violencia
recíproca, una vez que las antiguas solidaridades ya no lograban
contenerla.

Los límites estrechos a la formación del tributo en esa zona orientada


hacia el mar, contrariamente a los grandes estados territoriales, no
permitían la centralización y la redistribución en gran escala que eran
la condición de una unificación bajo la égida de una potencia soberana
única. Una transformación original del orden ritual en orden político se
produjo, la cual ha preservado la fragmentación y la rivalidad de los
pueblos al contener su violencia destructora. En ese contexto, la
acuñación fue ante todo el medio de expresar de una manera
homogénea y sistemática los servicios que debían hacer los ciudadanos
al estado. En Grecia la acuñación fue (...) una parte integrante de la
institución del estado de derecho para garantizar la justicia en las
relaciones entre ciudadanos.'8

Por ejemplo, las reformas de Solón e Hipias, para aligerar la opresión que
sufrían los campesinos fueron posibles debido a que "el control exclusivo
de la acuñación permitía al poder político realizar, a discreción,
transferencias de riqueza que el

222
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

debilitamiento de las solidaridades no permitía hacer por el don". Fueron


reformas que aligeraron las deudas de los campesinos pobres por un
cambio de tipo monetario y que permitió "una mutación del valor de las
piezas en moneda de cuenta, realizada al retirar la legalidad a las antiguas
piezas y al acuñar las piezas de un nuevo tipo".19
La efigie en el dorso "de las piezas de moneda es una marca
emblemática que designa la influencia normal i zadora". Esta pieza
metálica se convirtió en un medio de cambio susceptible de circular, cuyo
valor era reconocido "por todos sin operación compleja de verificación
pieza por pieza del contenido metálico y del peso". El sistema monetario
tenía una base fiduciaria, "porque está garantizado por la institución
política de la cual la acuñación es parte integrante". El espacio de
circulación, en el cual "los individuos aceptan unidades homogéneas de un
mismo tipo monetario en transacciones privadas" es el espacio monetario.
En la medida en que los intercambios mercantiles aumentan éste y superan
los límites de la ciudad.

La imbricación de los espacios monetarios de ciudades vecinas condujo


a las ciudadesjónicas a ligar unas con otras las unidades de cuenta que
utilizaban para constituir un sistema más vasto entre las monedas
revestidas de una marca de la misma forma, el sistema de Mileto.
Paridades de cambio fueron definidas entre las monedas de ese sistema
y fueron concluidos acuerdos de convertibilidad entre las ciudades de
Mileto, de Efeso y el reino lidio.20

La acuñación implicó una nueva manera de encarar la legitimidad de la


soberanía política. Ahora el dominio público ya no envolvía a la sociedad
con la redistribución, sino que penetraba y buscaba "regular con la moneda
el movimiento de las tensiones que emanan de un dominio privado
autónomo".
El sistema comercial resuelve muchos problemas políticos, pero genera
otros, "porque la fuerza de expansión de las relaciones mercantiles, a partir
del momento en que la acuñación

223
Alma Imada Iglesias González ' Jorge Federico Mihi¡nez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

permite su existencia, desborda el marco jurídico de toda soberanía


particular". Es significativa la resistencia de los imperios del Cercano y
Medio Oriente a la acuñación. Incluso, "Tiro, ciudad comercial por
excelencia, no acuñó piezas de moneda más que a partir de 450". Los
imperios persa y babilónico resistieron "a la acuñación hasta la conquista
de Alejandro".21
Grecia, con excepción de Esparta, fue la primera civilización
transformada por el dinero. La revolución de la moneda no fue la adopción
de una herramienta, sino la de un principio ordenador:

Los seres humanos se han valido de múltiples formas para organizar el


flujo fenoménico de la vida, y el dinero es una de las más relevantes.
Se trata de una invención estrictamente humana, pues constituye, en sí
mismo, una metáfora; es algo que alude siempre a algo más. Permite a
los seres humanos estructurar la vida de ciertas formas increíblemente
complejas, que no estaban a su alcance antes de que se lo inventara.
Esta cualidad metafórica le confiere un papel central cuando se trata de
ordenar el sentido de la vida. El dinero representa una forma
infinitamente expandible de estructurar el valor y las relaciones
sociales: personales, políticas y religiosas, a la par que las comerciales
y económicas.22

Con el avance del circuito de mercado la moneda se convirtió en el medio


en que se expresaban otros valores, y dio un gran salto cuando su
utilización se amplió desde el dominio de las mercancías a algo tan
abstracto como el trabajo. Se podía ahora contratar a un hombre por un día
de labor, por alimentar a los animales o por una cópula. Así, las labores
humanas se convirtieron en un bien, con un valor que era posible fijar en
dinero. Es decir, al convertirse el dinero en el valor estándar del trabajo, se
transformó también en la medida para valorar el tiempo.23
La violencia fue contenida mediante la monetización de dos maneras:
al implantar hábitos mentales que privilegiaban el cál-

224
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

culo sobre las emociones24 y con la creación de un equivalente


general.25 Son dos métodos que contribuyen a una socialización que
fragmenta los intereses de los grupos, estimula el individualismo y la
indiferencia hacia los demás miembros de la comunidad evitando así
el contagio que fomenta la guerra civil.
En La filosofía del dinero Georg Simmel afirmó que el triunfo
del cálculo sobre las emociones, es decir "la idea de que la vida se
basa esencialmente en el intelecto y de que el intelecto sea aceptado
en la vida práctica como la más valiosa de nuestras energías
mentales va aparejada al crecimiento de la economía monetaria".26
En cuanto al equivalente general recordemos que la lógica del
dinero es sustitutoria, como la del sacrificio o la del lenguaje. "La
gente descubrió que el dinero era un sucedáneo conveniente de
varios servicios y tributos que había que pagar a las autoridades
políticas o religiosas". El campesino podía pagar en efectivo al señor
que le arrendaba su tierra, en lugar de entregarle una fracción de sus
cosechas. Incluso el servicio divino comenzó a ser valorado en
términos monetarios. También la justicia se volvió una actividad
monetarizada: la víctima podía acordar una cantidad de dinero
compensatoria dada por el criminal, en lugar del ojo por ojo. "El
dinero se difundió al ámbito matrimonial y el de la herencia a través
de las dotes, la compra de la novia y los repartos en dinero tras el
divorcio o la muerte de alguien". Es decir, prácticamente todo pudo
expresarse en términos de un común denominador.27
El sistema monetario trajo consigo una revolución mental una
nueva disciplina. "Mucho antes de que la gente necesitara
alfabetizarse, el mercado le había impuesto la necesidad de contar y
emplear cifras. La gente se vio forzada a equiparar cosas que nunca
antes habían sido equiparadas".28
Acerca de la socialización vemos que la las relaciones mer-
cantiles privilegian "lo privado, con sus atributos culturales: el
individualismo, el libre curso dado a la rivalidad convertida en
competencia, la primacía del acaparamiento sobre el don, del

225
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

egoísmo sobre la solidaridad.29 En principio, un sistema que


promueve la competencia parece atraer la inestabilidad. Pero para
que las rivalidades sean socialmente peligrosas requieren de dos
elementos: que se experimenten apasionadamente, que generen una
obsesión incapaz de reprimirse; y que los rivales estén organizados
en grupos. Sin embargo, a lo que una sociedad que se complejiza,
ya sea por la urbanización creciente30 o por el comercio tiende, es a
la banalización de los vínculos sociales que enfría las relaciones
personales,31 a la fragmentación profesional y a la división
horizontal.32 En ocasiones, claro está, apareció la lucha de clases
(stasis), en las polis, pero casi siempre se trataba de clases
asimétricas33 y se generaba una relación en la cual las élites tenían
la ventaja de una visión más amplia34 y mayores recursos35 que les
permitían una mejor coordinación de sus fuerzas.
El sistema monetario contiene la violencia, en los dos sentidos
del término. Sin embargo, en la medida en que las sociedades se
confían de sus virtudes como método de control, la moneda puede
también generar su propia violencia. El circuito de mercado surge
como una herramienta política, pero se pone tanta fe en ella que
termina adquiriendo cierta autonomía. Vemos desde la época de
Solón como sus intentos de manipulación del circulante, terminaron
debilitando su poder de influir sobre la economía.

La introducción del dinero acuñado tuvo un inmediato y tremen-


do impacto en los sistemas políticos y en la distribución del poder.
Las tensiones en la antigua sociedad griega se hicieron patentes
en las reformas introducidas a la ley ateniense por Solón (...). Las
deudas (...) se habían vuelto un fenómeno tan incontrolado en la
vida ateniense que Solón prohibió la esclavitud por deudas y
canceló todas las deudas significativas, para partir con un sistema
financiero y mercantil saneado. Otros líderes políticos, durante
el milenio transcurrido desde Solón, han intentado valerse de la
misma estrategia, pero, (...) la cancelación de las deudas ha

226
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

significado tan sólo un respiro político y los mismos problemas


financieros han resurgido con prontitud.36

El conflicto que el circuito monetario provoca surge de la tensión


existente entre los detentadores privados de la riqueza y el estado, en
torno al precio del dinero. Cuando no hay un acuerdo, ambos
intentan manipular dicho valor.37 La confianza es la base de este
sistema.
Quien más se beneficiaba del espacio monetario era Atenas, que
además de contar con las minas de plata tenía un ejército y una
marina poderosos, respetados y temidos. Esta posición le permitió
explotar a las demás polis -con sus excepciones claro está-y obtener
beneficios del sistema mercantil a los que ninguna otra cieudad tenía
acceso. El más importante de ellos fue que su moneda, la
tetradracma, se convirtió en la divisa del comercio internacional. A
diferencia de la clasificación ilustrada de acuerdo a la cual el
comercio evita las guerras, vemos en Atenas el surgimiento del
complejo comercial-militar. Asimismo, a diferencia de las teorías
liberales, el florecimiento del sistema monetario, implicó el
fortalecimiento del estado.38
Pese a las ventajas que para los atenienses implicaba el sistema
monetario de la antigüedad, Platón estaba en su contra.

Platón, eterno dictador en cuestiones de moral, deseaba ¿legalizar


el oro y la plata, al igual que las monedas foráneas. Según dice en
Las leyes, en lugar de auténtico dinero debía haber unas pocas
monedas sin valor, un tipo de ficha o escrito gubernamental para
llevar un registro entre los mercaderes. Quienquiera que volviese
de un lugar foráneo con dinero debía ser obligado a entregarlo al
arribar. (...) Ningún individuo honesto podía ser nunca rico, pues
la deshonestidad era siempre más rentable que la honestidad; por
ende, cuanto más rico era un individuo, menos honesto y virtuoso
debía de ser. Desde la perspectiva de Platón, había que castigar a
la gente si intentaba comprar o vender su terreno o la casa que se
les había asignado.39

227
Alma ¡melda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Aristóteles, tenía sus propias ideas al respecto. Le parecía que no


se debía cobrar el mismo precio a todo el mundo en el mercado.
Consideraba natural que la gente con más dinero pagara precios más
altos que la gente más pobre. Es decir, "no concebía los principios
de un mercado impersonal en funciones; sólo percibía relaciones
personales". No comprendió que esa era justo la base de su
funcionamiento. Además, condenaba el mercado pues consideraba
que no se trataba sólo de intercambiar bienes sino de satisfacer la
codicia. "Por lo tanto, el mercado atendía a un instinto humano
básicamente indeseable y había de ser supervisado cuidadosamente.
Curioso es que Aristóteles viera la operación del mercado en
términos personales antes que abstractos. Aun cuando estaba muy
bien dotado para el pensamiento abstracto.40

Notas

1
Loretta Napoleoni, Economía canalla. La nueva realidad del capitalismo, trad. Lour
des Bassals y Antonio Francisco Rodríguez, Barcelona, Paidós, 2008 (Ia ed. en inglés,
2008), p. 223.
2
Cfr. Ibid, p. 224.
:l
Jean Baudouin, Kart Popper, trad. Jeanne Kibalchich, México, Consejo Nacional parala
Cultura y las Artes-Publicaciones Cruz O.S.A., 1995 (Ia ed. en francés, 1989), p. 21.
' Ibid., p. 22.
5
Ibid., p. 26.
6
Noam Chomsky y Edward Hermán, Washington y el fascismo elel'tercer mundo, trad. Rosa
Molina, México, Siglo Veintiuno editores, 1981 (Ia ed. en inglés, 1979) , pp. 111-112.
7
Cfr. Fustel de Coulanges, La ciudad antigua, IV, XIII.
8
ArnoldJ. Toynbee, Guerra y civilización, trad. Jorge Zamalea, Madrid, Alianza
Editorial, 1984 (Ia ed. 1952), p. 36.
9
Ibid, p. 38.
10
Ibid., p. 39.
1
Fustel de Coulanges, La ciudad antigua, IV, XIII.
12
"Lo que salvaba a Esparta era la extremada división que supo introducir entre
las clases inferiores. Los ilotas no podían entenderse con los laconios; los motaces
despreciaban a los neodámodas. No era posible ninguna colación, y la aristocracia,
merced a su educación militar y a la estrecha unión de sus miembros, era siempre
bastante fuerte para hacer frente a cada una de las clases enemigas". Ibid., IV, XIII.

228
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

13
"Entre los siglos vi y v a.C, gracias a la guerra del Peloponeso y a las expediciones en
Asia, Esparta había recolectado gran cantidad de dinero. De esa época es el comentario de
Platón: en Esparta el oro entra pero no sale (...). La palabra, al igual que la riqueza, se
concentraba en unos cuantos. Y con ella, el poder político. Sin derecho a la palabra, el pueblo
no tenía derecho a discutir ni a protestar ante las instancias del gobierno. Mientras en Atenas,
amiga de los discursos (...) la palabra fluye espontáneamente, es un arroyo que irriga todos los
capilares de la ciudad., en Esparla, jamás se le aflojan las riendas a la palabra (...). El dinero se
distribuyó de un modo muy desigual. En esa misma época desapareció paulatinamente la
pequeña propiedad. La tierra estaba en poder de unos pocos; además, los lacedemonios no
contaban con una industria importante y el comercio con el exterior era prácticamente
inexistente. No se daba a los pobres ningún trabajo y los ricos cultivaban sus inmensos
dominios sirviéndose de esclavos. Al contarnos la vida de Agís y la de Cleómenes, Plutarco
nos muestra que entre los espartanos reinaba un amor desenfrenado por la riqueza; lejos
estaban los días en los que Licurgo había controlado esa sucia pasión. Todo se subordinaba a
ello, y así, entre algunos reinaba el lujo y la molicie; pero la mayoría no era más que una turba
miserable de indigentes que no tenían derechos políticos ni valor en la ciudad". Jorge Márquez,
Política y envidia en la antigua Grecia, cap. 4.1.
" C/r. Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 64.
18
Digámoslo en términos muy simples: en la situación original el país posee una riqueza de
100 y el gobierno controla el 30%. Con el comercio, la riqueza aumenta a 1000, pero el
gobierno no puede controlar el mismo porcentaje que antes, porque la prosperidad se basa, en
buena medida, en relaciones entre privados. Así, el gobierno logra sólo recaudar el equivalente
al 15%. De cualquier manera, tiene ahora mayor margen de maniobra, pues cuenta con
muchos más recursos que antes.
"' "Las repercusiones de esa oleada revolucionaria que fue el comercio hicieron surgir entre
los griegos nuevos templos, edificios públicos, estadios y anfiteatros, además de un
conglomerado de obras artísticas, filosóficas, dramáticas, poéticas y científicas sencillamente
gloriosas. El centro de la ciudad griega de la época clásica no fue el palacio de un gran
monarca, la fortaleza de un ejército o siquiera el templo de oración. La vida pública griega se
centró en el agora: el mercado. La suya fue, en lo esencial, una civilización mercantil.
Tras varios milenios de sucesivos imperios en todo el mundo, el mercado surgió durante la
Grecia clásica y vino a modificar definitivamente la historia. Cada civilización mayor, anterior
a Grecia, se había basado en la unidad política y la fuerza respaldada por el poder militar.
Grecia, para entonces unificada, se cimentó en el mercado y el comercio. Había creado un tipo
completamente nuevo de civilización. La riqueza generada por el comercio permitió que la
élite griega dispusiera de más tiempo libre, lo cual propició una vida cívica de gran riqueza y
el cultivo de ciertos lujos sociales entre los que se incluía la política, la filosofía, los deportes y
las artes, al igual que la buena comida y los festejos colectivos. Nunca antes en la historia del
hombre había ocurrido que tanta gente disfrutara de tanto bienestar; y aun cuando era un
mundo en el que sólo había unos pocos bienes de lujo, los individuos destinaban la riqueza
disponible a los pasatiempos y el ocio". Ibid., p. 65.
17
Ibid., pp. 61.
", Michel Aglietta y André Orleán, La violencia de la moneda, pp. 219-220.
'" Ibid, p. 221.

229
Alma hneltla Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Añilando González VUoa Aguirre

-" ídem. -' Md.,p.


220. 22 Ibid.,p.
221.
2:1
Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 72. 21 C/r. Jean-Pierre Vernant, My¿/i and
society, p. 20. 25 El hombre económico piensa en el futuro, matematiza, calcula. -'' En la lucha
por el status, cuando la gente comenzó a pensar en el equivalente, pudo sustituir los objetos
deseados por otros, de igual valor. 27 Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 66.
88
Cfr. Ibid., p. 63.
89
ídem. "La contabilidad existió mucho antes que el dinero, pero (...) tenía una
utilidad muy limitada. Un buen pastor no necesitaba saber tan sólo cuántas vacas u
ovejas estaban bajo su cuidado; debía reconocer a cada una de ellas por su apariencia,
por su balido y sus huellas. No le servía de mucho saber que una vaca estaba perdida;
precisaba determinar qué vaca era la que se había perdido. Si conocía a esa vaca, su
apariencia, su historial y sus hábitos, el pastor podía saber si estaría en el arbusto
pariendo o si habría vuelto al abrevadero para beber otro poco de agua. Sabía dónde
buscar a la vaca y cómo localizarla en caso de que se hubiera unido a otro rebaño.
El uso de la contabilidad y los números, del cálculo y las cifras, impulsó una tendencia
a la racionalización en el pensamiento humano que no aparece en ninguna cultura tradicional
en que no se emplee el dinero. El dinero no hizo a la gente más inteligente; la hizo pensar de
un modo nuevo, en números y sus equivalencias. Hizo del pensamiento algo bastante menos
personalizado, mucho más abstracto". Ibid., p. 66.
:1
" Michel Aglietta y Andró Orleán, La violencia de la moneda, p. 217.
31
Las ciudades, en tanto más crecen, tienden a debilitar los vínculos sociales y la
indiferencia comienza a ganar terreno. Mientras mayor es el número de personas con
quien uno tiene contacto, menos puede profundizar sus sentimientos hacia ella.
Que a este punto habían llegado las ciudades de los griegos, puede verse reflejado en "el
discurso funerario de Pericles, que Tucídides recoge en el libro segundo de su Historia, la
idea de libertad como la capacidad de elegir sin trabas aparece reflejada como en ningún otro
lugar; En nuestras relaciones con el estado vivimos como ciudadanos libres y, del mismo modo,
en lo tocante a las mutuas sospechas propias del trato cotidiano, nosotros no sentimos irritación
contra nuestro vecino si hace algo que le gusta. Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 73.
32
"El dinero posibilitó una organización de la sociedad en una escala mayor y
mucho más compleja de la que hubieran hecho posible el parentesco o la fuerza. (...)
El dinero se volvió el nexo capaz de relacionar a los seres humanos en bastantes más
formas de las que antes era posible, sin importar cuan distantes o transitorias fueran
estas relaciones. El dinero (...) creó nuevos nexos sociales, pero, al volverlos más expe
ditos y transitorios, debilitó los lazos tradicionales basados en el parentesco y el poder
político". Jack Weatherford, La historia del dinero. De la piedra arenisca al ciberespacio, trad.
de Jaime Collyer, Barcelona, Ed. Andrés Bello, 1998, (Ia ed. en inglés, 1997), p. 62.
La fuerza del sistema monetario genera disgregación de la solidaridad social. Un
fenómeno visto y temido por Aristóteles. Cfr, Michel Aglietta y André Orleán, La violencia
de la moneda, pp. 218-219. Explicadas en el capítulo 8.

230
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

33
La clase gobernante tenía más conciencia de sí misma como clase, mientras
que la baja privilegiaba rasgos identitarios no clasistas, como la familia, el lugar de
residencia o incluso la relación clientelar con su patrón.
34
La ventaja de diagrama que ya hemos mencionado.
35
Siempre útiles para una mejor organización que los rivales, e incluso, para so
bornarlos y dividirlos. Cfr. David Schaps, The invention ofcoinage and the monetization of
ancient greece, Michigan, University of Michigan Press, 2007 (Ia ed. 2004), pp. 129 y ss.
36
Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 64.
37
"Cuando el metal se convirtió en mercancía, "con el desarrollo de las relaciones
mercantiles, existió una tensión entre el valor mercantil del metal y su valor monetario
instituido. Esa tensión permitió verificar la calidad de la acuñación oficial y a partir de
ahí la solidez, política de la ciudad. La existencia de un mercado del metal se convirtió
en la relación por la cual pudieron precipitarse las crisis monetarias. Es por ello que
sostener la fuerza subversiva de las relaciones mercantiles pasa por la vigilancia estrecha
de esos mercados, y por consiguiente de la detentación privada de tesoros y de piezas
extranjeras. Correlativamente la constitución del tesoro público adquirió un nuevo
papel social que sacó partido del papel simbólico que tenía en las sociedades religiosas
más antiguas como sustituto de la víctima sagrada. El tesoro público es una garantía
del fundamento fiduciario de la moneda, con un carácter esencialmente simbólico, que
actúa sobre las representaciones de los individuos en los periodos inciertos de discordias
y de violencias políticas, cuando la influencia normalizadora del estado ya no parece
asegurada". Michel Aglietta y André Orleán, La violencia de la moneda, p. 222.
38
"En el siglo v hasta las guerras del Peloponeso, posteriormente durante la mayor
parte del siglo iv después del apaciguamiento de 404, la potencia comercial y financiera
de Atenas dominó, el mar Egeo. La moneda ateniense, la tetradracma, se convirtió en
la moneda interciudades y medio del imperialismo de Atenas, porque las otras ciuda
des estaban obligadas a aceptarlo para entregar el tributo que le debían. El cambio
había ya desarrollado todos los aspectos que se encuentran en el mundo moderno:
proporcionar medios de pago a los comerciantes en monedas extranjeras, ser la base
de las transferencias unilaterales de valor en beneficio del estado hegemónico, ser el
vehículo de las transferencias de riquezas privadas, tolerar, vigilándolo estrechamente,
el arbitraje sobre la diversidad de tipos monetarios y las diferencias de un lugar a otro en
las relaciones de equivalencia entre los metales. La abundancia de los tesoros públicos
permitía hacer descansar por largos periodos la equivalencia entre el oro y la plata. La
acuñación de una parte de los tesoros encerrados en los templos y que provenían de
conquistas militares anteriores garantiza la solidez de la tetradracma ateniense que pudo
resistir así a las guerras del Peloponeso. En el siglo iv la tetradracma valía en Delfos más
de 5% que el metal. Esta preponderancia del orden político en la gestión de la moneda,
que se vuelve a encontrar en Roma, tenía como arma decisiva la capacidad de la ciudad
de requisar los metales preciosos detentados por los particulares pagándoles un precio
que fijaba soberanamente. Una parte de la requisa no era acuñada sino transformada
en tesoro público. El resto del tesoro era alimentado por la fiscalidad y los dones al
estado; la reinyección de los tesoros en los circuitos monetarios provenía de los gastos
suntuarios del estado y de los gastos militares. El pago en moneda de los'soldados fue,
por cierto, el canal más importante por el cual inicialmente las sustancias alimenticias
fueron transformadas en mercancías". Ibid., p. 222.
39
Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 70.
40
Cfr. Ibid., pp. 70-71.

231
15. TRAGEDIAS Y OSTRACISMO

E
l correlato cultural del periodo poshomérico nos los ofrecen las
tragedias. En el análisis de Alasdair Maclntyre sobre las obras
de Sófocles resalta el hecho de que no ofrecen solución a los
conflictos elementales. La intervención de un dios en la tragedia
a menudo implica la revelación de una incoherencia entre las reglas
y el vocabulario moral. Las formas y pretensiones del clan, aunque
no idénticas en el siglo v ateniense a lo que fueron en siglos
anteriores, substancialmente perviven. Pero los valores homéricos
ya no definen el horizonte moral, del mismo modo que la estirpe o el
parentesco son ahora parte de una unidad mayor: la polis. Ya no hay
reyes, aunque muchas de las virtudes de la realeza sigan siendo
estimadas.
El desacuerdo moral en los siglos v y iv a.C. brota de que un
conjunto de virtudes se contraponga a otro y de que coexisten
concepciones rivales de una misma virtud.1
Jacques Attali vincula las tragedias y los concursos musicales con
los ritos sacrificiales. De hecho, durante "las Targedias de Atenas,
consagradas a Apolo hacia el mes de mayo", se incluye el rito de los
"Farmacoi (chivos expiatorios), de las procesiones y de los
concursos musicales".2
En La violencia y lo sagrado^ y La ruta antigua de los hombres per-
versos'1 Rene Girard analiza las tragedias. Se trata de historias en las
que aparecen ilustradas la crisis sacrificial, la indiferenciación,

233
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

el mimetismo conflictivo y su resolución. La víctima propiciatoria


ofrece una catarsis. Por ejemplo, Edipo rey. Todo comienza cuando
una plaga infecta a Tebas. Se trata de una imagen simbólica que
anuncia la expansión de la violencia y el caos. Edipo se lanza a la
búsqueda del individuo que, según el oráculo, es culpable de la
plaga y al mismo tiempo de matar al rey Layo. Según Girard,
realidad Edipo emprende la búsqueda del chivo expiatorio. Sin
embargo, a medida que avanza en su cacería, quien comienza a ser
visto como culpable es el propio Edipo, quien, según la comunidad,
posee "señales" de culpabilidad.
La pérdida de diferencia queda ilustrada cuando el rey Layo, el
profeta Tiresias y el cuñado de Edipo, Creonte, creyeron poder
aplacar la violencia y terminaron siendo sus víctimas. Los tres
culparon a Edipo de haber desatado la ira, y éste, a la vez, los culpó
a ellos. Se creó una relación de "dobles violentos" y ninguno de
ellos respetó el status del otro.
Cuando Edipo es juzgado, aunque el lector sabe que aquél es
culpable, la comunidad no presenta testimonios en su contra y se le
termina acusando con base en una serie de señales: es rey, cojo,
extranjero, llegó a Tebas en circunstancias inusuales y derrotó a la
Esfinge. Todo ello parece acentuar la idea de la arbitrariedad de la
elección de la víctima propiciatoria; sin embargo, Edipo es culpable
de regicidio y parricidio por matar a Layo, y de incesto por
acostarse con Yocasta. Sus crímenes son contra la cultura.
Al final, el propio Edipo, contagiado por el deseo de la multitud,
acepta su culpabilidad y se vuelve partícipe de la violencia unánime
en su contra. Nadie, ni siquiera el público, se resiste a imitar el
deseo de la masa.
La cuestión del chivo expiatorio que ha dejado de ser un maldito
para convertirse en un redentor queda ilustrada en Edipo en Colono.
Al inicio de la obra, Edipo es aún desdichado y contaminado, pero
al final, Tebas y Colono se pelean por el cuerpo del "héroe". Hay
pues, cierta continuidad entre el sacrificio ritual y su correlato, el
mito, con el chivo expiatorio de la tragedia:
234
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

Si nuestra tesis es exacta, es fácil explicar que el pharmakos, al igual


que el propio Edipo, tuviera una doble connotación; por una parte, se le
ve un personaje lamentable, despreciable y hasta culpable; aparece
condenado a todo tipo de chanzas, de insultos, y claro está, de
violencias; se le rodea, por otra parte, de una veneración casi religiosa;
desempeña el papel principal de una especie de culto. Esta dualidad
refleja la metamorfosis de una víctima ritual, a continuación de la
víctima originaria, debiera ser el instrumento; debe atraer sobre su
cabeza toda la violencia maléfica para transformarla, mediante su
muerte, en violencia benéfica, en paz y en fecundidad (...), Tampoco
hay que asombrarse de que la palabra pharmakos, en griego clásico,
signifique a un tiempo, el veneno y su antídoto, el mal y el remedio y,
finalmente, toda sustancia capaz de ejercer una acción muy favorable o
muy desfavorable, según los casos, las circunstancias, las dosis
utilizadas; el pharmakos es la droga mágica o farmacéutica ambigua,
cuya manipulación deben dejar los hombres normales a los que gozan
de conocimientos excepcionales y no muy naturales, sacerdotes, magos,
chamanes, médicos, etc.5

De cualquier manera Girard considera que existe una diferencia


fundamental entre el mito y la tragedia. En el primero, nadie duda de la
culpabilidad del inmolado, y en la segunda, queda la duda. En cierta forma,
la tragedia es una crítica del mito. Pero el autor va más allá y considera que
la tragedia también desvela al rito. En Las Bacantes, de Eurípides, una
fiesta que comienza como la celebración idílica de una rebana se convierte
en una "pesadilla sangrienta" en la que una mujer delirante ataca lo mismo
a los hombres que a las bestias mientras los ciudadanos sucumben ante la
locura. La dionisiaca eliminación de las distinciones de género y edad,
circunscrita en una liberación armónica, degenera en una forma virulenta
de indiferenciación. Incluso la distinción entre humanos y dioses queda
borrada y la comunidad elige inmolar a su rey, Penteo, atribuyendo a
Dionisio dicha elección.

235
Alma hndtla Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

La clave de las tragedias griegas es la duda que, aunque al final queda


borrada, al menos aparece durante el desarrollo de la historia. Las
tragedias aparecen en un momento de revoluciones sociales, cuando
lasjerarquías son derribadas no sólo por las guerras con el enemigo
externo, sino también, por la lucha al interior de la polis. El personaje
trágico tiene un punto de vista diferente al de la comunidad. A esta algunos
autores le han llamado conciencia.
Al tiempo que los teatros presentaban las tragedias se imponía también
el ostracismo. Se trataba de una

institución característica de la democracia ateniense establecida


cuando los tiranos fueron expulsados de Atenas en el 520 a.C, es un
invento poco sofisticado en donde una mayoría de votos envían a una
persona al exilio por diez años siempre que se alcancen seis mil votos.6

El nombre del individuo a ser expulsado era escrito en una os-traka, un


pedazo de olla o una ostra. El ostracismo servía para evitar que regresaran
los tiranos y era

una manera de pelear entre las facciones políticas que se atenían al


juego democrático; era una parte esencial de la maquinaria
democrática, casi inventado idealmente para canalizar la envidia, pues
la dejaba expresarse legítimamente y no traía consecuencias
devastadoras para la víctima: sólo diez años de exilio sin pérdida de
propiedades ni de ciudadanía.7

El sacrificio es a la religión lo que el ostracismo es a la democracia.


Aunque la democracia ateniense es una sociedad de clases, el ostracismo
nos recuerda el sistema primitivo, pues trata de evitar que el líder acumule
un poder excesivo para mantener el igualitarismo.
El ostracismo apareció cuando se fue el último tirano y se abrió el
campo a la lucha de los clanes aristocráticos para con-

236
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

quistar el poder. "Clístenes, que había organizado, con la ayuda del


oráculo de Delfos y del rey de Esparta, la caída de la tiranía", fue
derrotado por Iságoras en las elecciones para el Arcontado. El
molesto perdedor organizó un golpe de estado e impuso "el principio
de la soberanía del pueblo. El arconte conservaba la prerrogativa de
ser el epónimo".8 El rey conservó la dirección de las fiestas y los
sacrificios, a la vez que resolvía las impugnaciones referentes a los
sacerdocios hereditarios. El polemarca, perdió las atribuciones
militares pero mantuvo la organización de ciertos cultos. Había
pues, una división de poderes, derivada claro está, más de la
impotencia de los grupos de poder por controlar mayores ámbitos
que por una convicción democrática.
Clístenes sobrepuso, al calendario tradicional, uno político. "El
calendario laico organiza también un extraño ritual para regenerar el
orden, mediante el sistema de señalar regularmente un chivo
expiatorio laico, el ostrakón. El ostracismo comenzó en el año 487
a.C. y terminó en 417 a.C, es decir, cuando desapareció la
democracia.9
A pesar del triunfo de Esparta sobre Atenas la lucha de la cuna
contra la fortuna se resolvió en favor de la segunda. Lo atestiguan la
victoria del dinero y el comercio sobre la economía de autoconsumo;
de los hoplitas sobre los guerreros heroicos; del racionalismo -sobre
todo para hacer la guerra y administrar el estado- sobre la religión
tradicional; de la extensión del voto y la reorganización de la polis
en demos en lugar de en tribus.
En términos weberianos la Grecia clásica fue el primer momento
en el cual la dominación tradicional abrió paso a la dominación
legal-racional. Pero el patrimonialismo del modelo tradicional no
cejó y reapareció con el dominio macedonio, que intentó resacralizar
el poder, es decir, desciudadanizar a los helenos y convertirlos en
habitantes de satrapías. En Roma, la ciudadanización convivió, de
manera problemática, con el patrimonialismo de los patricios, los
reyes, los cónsules, los emperadores y los generales.

237
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Fedeñco Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Notas

1
Cfr. Alasdair Maclntyre, Iras la virtud, trad. Amelia Valcárcel Crítica, Barcelona,
1987 (Ia ed. en inglés, 1981), p. 171.
2
Jacques Attali, Historias del tiempo, p. 44.
3
Cfr. Rene Girard, La violencia y lo sagrado, pp. 76 y ss.
4
Cfr. Rene Girad, La ruta antigua de los hombres perversos, trad. Francisco Diez del
Corral, Barcelona, Anagrama, 1989 (Ia ed. en francés, 1985), pp. 47-56 y 133-143.
5
Rene Girard, La violencia y lo sagrado, p. 103.
6
Peter Walcot, Envy and thegreeks, p. 53.
7
Jorge Márquez, Envidia y política en la antigua Grecia, cap. 3.5.
8
Daba su nombre al año, regulaba el calendario, organizaba las fiestas de Délos y
de Asclepios.
9
Cfr. Jacques Attali, Historias del tiempo, pp. 44-45.

238
16. LA GUERRA ES TODO

a guerra del Peloponeso terminó con la hegemonía ateniense pero


los espartanos no lograron establecer un JLidominio sólido. Nada
pudo reconciliar a los estados de la hélade, ni siquiera las
intervenciones de los persas en los asuntos griegos, ni la invasión de
los bárbaros macedonios.1 Peor aún, durante siglo iv a.C. las polis y
las poleis siguieron luchando para ganar posiciones, cambiando de
alianzas de un modo cada vez más arbitrario y recurriendo a la ayuda
persa con un espíritu egoísta.
Entre el año 395 y el 387 a.C. Atenas y sus aliados de la liga ática
se unieron a Persia contra los lacedemonios, que habían defendido a
las poleis jonias. Una flota conjunta destruyó a la espartana en la
batalla de Cnido. Pero el renacimiento del poder ateniense asustó a
los persas y mandaron ayuda a Esparta. De nuevo cambiaron las
alianzas y los griegos reconocieron la soberanía aqueméndia en Asia
Menor. Esparta continuó con sus intentos de proseguir la guerra.
Pero Tebas derrotó a los laconios en Leuctra (371) y Mantinea
(362).- En la segunda de estas batallas Epaminondas cayó y dejó sin
jefatura a Tebas, que estaba experimentando una nueva táctica de
combate y que posteriormente copiaron los macedonios.
En Grecia, Macedonia comenzaba a adquirir la hegemonía.
Aunque despreciados por los helenos los macedonios no eran

239
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

del todo bárbaros, sino hombres de las marcas que usaban los
métodos y armas de la civilización griega con algunas mejoras.3
Filipo, admirador de Epaminondas,4 reorganizó el ejército
ma-cedonio para reforzar su potencia al concentrarla en un punto de
las líneas enemigas, para entrar en ellas y matar a placer.5 Era una
milicia similar a las falanges griegas pero más apta para la ofensiva,
más veloz y que daba mayor relevancia a la caballería,6 pero que
descuidaba algunos aspectos defensivos.7 No obstante, en donde era
más notoria la diferencia entre el modo griego de hacer la guerra y
el macedonio, fue en su concepto mismo: mientras para los griegos
era una justa honorable, rodeada de protocolos, ritos y límites,8 para
los macedonios la guerra era total. El momento en el cual más se
nota esta diferencia es el trato que unos y otros daban a los ejércitos
vencidos: los primeros simplemente los dejaban ir, mientras los
segundos, los perseguían para aniquilarlos.9 En la guerra de 355 a
346 a.C, derrotó a los atenienses y logró la hegemonía en la
anfictionía nororiental.
En el año 339 a.C. Atenas y Tebas declararon la guerra a la liga
anfictiótica y se enfrentaron a Filipo en Queronea. Padecieron una
terrible derrota. Un año más tarde, el macedonio convocó

un concilio de todos los estados griegos y éstos, con excepción


de Esparta, le aceptaron como soberano y se avinieron a unirse a
Macedonia en una campaña para expulsar a los persas de Grecia
dirigiendo una expedición a Asia Menor.10

En el 336 a.C. Filipo fue asesinado cuando su hijo acababa de


cumplir veinte años.

Tras pasar dos décadas creando el ejército que había pacificado


Grecia, el padre de Alejandro, Filipo II, fue destripado por
Paus-anias, aristócrata joven, parásito y resentido, quizá a
consecuencia de un desengaño homosexual, pero es más probable
que siguiendo

240
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

órdenes del propio Alejandro y de su madre, Olimpia, que querían


asegurar la sucesión del joven príncipe."

El nuevo emperador era un guerrero vanidoso, criado por su ambiciosa


madre, para convertirse en héroe. Siendo muy pequeño era "casi
femenino", pero Olimpia y sus tutores lo educaron para ser un Aquiles o un
Hércules, capaz de deshacer el nudo gordiano. El resultado: un joven en
extremo agresivo.12
Alejandro Magno asumió el reto de la cruzada contra los persas con
mayor energía que su padre.13 En el año 334 llegó a Persia con el propósito
de derrocar al emperador Darío III. Los medos "se había adueñado de las
tierras de los anteriores imperios de Oriente Medio y contenía dentro de sus
fronteras a Mesopota-mia, Egipto, Siria y Asia Menor con las colonias
griegas".14
Por otra parte, Alejandro llevaba consigo cincuenta mil hombres,15 una
cifra enorme respecto a las tropas que se habían enfrentado durante la
guerra del Peloponeso.16 El conquistador realizó tres campañas en Persia y
llegó incluso a la India.

Su principal objetivo, la Persia aqueménida, había extendido exce-


sivamente su poder y era vulnerable a un ataque en la periferia, y más
cuando, para enfrentarse a los feroces combatientes de la falange y de la
caballería acorazada de Alejandro tenía que depender en términos
generales de tropas que pertenecían culturalmente a la tradición del
Oriente Medio de eludir el combate cuerpo a cuerpo, luchando tras una
cortina de proyectiles y confiando en los obstáculos para impedir el
avance del enemigo.17

Desde el principio de sus campañas en Persia Alejandro sumó victorias


decisivas en el río Gránico,18 Isos19 y Gaugamela,20 con lo cual fue
mermando la capacidad de resistencia de su enemigo, para finalmente
acabar con él. El ejército macedonio persiguió al emperador persa, hasta
encontrarlo, diez meses más tarde, recién asesinado por sus propios
cortesanos.

241
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

La empresa de Alejandro parecía no tener límites. Se le pro-


clamó "faraón de Egipto y rey de Babilonia", y asumió también "el
título de emperador de los persas". Comenzó entonces a hacerse
llamar rey de Asia. En Grecia, donde acababa de aplastar la
sublevación de los espartanos y atenienses, la liga confirmó su
nombramiento como "soberano único y vitalicio".
Mucho se ha discutido el sentido de la divinización de Ale-
jandro. Los griegos no creían que los hombres fueran dioses. Amy
Chua, considera que se trataba, primero, de una estrategia de
tolerancia religiosa para ganar la confianza de los recién
conquistados y después, de una piedad honesta.21 Pero, para los
historiadores de la guerra, al igual que los contemporáneos helenos
del conquistador, era propaganda mezclada con locura.22 Una
tercera hipótesis: si, se trataba de una estrategia, pero no sólo para
ganar el favor de sus nuevos subditos, sino para crear una lejanía
simbólica con sus cortesanos y sus generales. Quizás la respuesta
sea una mezcla de todos estos elementos.
Acerca del impacto de la "orientalización" de Alejandro sabe-
mos más. Sus generales no lo aprobaban, se sentían humillados por
tener que postrarse ante su otrora Igual.23 Los griegos, aún aquellos
que se habían unido a su ejército, tenían, desde antes de la campaña
en Asia, bastantes motivos para odiar al macedonio:24 la violenta
campaña en tierras helenas fue brutal; los griegos lo veían como un
tramposo que pretendía compartir sus valores democráticos
-convocaba a asambleas cuando le convenía-,25 pero en realidad
sólo quería utilizarlos para sus sangrientas campañas militares.26 En
fin, a la lista de agravios, con la supuesta divinización de Alejandro,
se agregaba otro.
Comenzaron las conspiraciones, que rindieron fruto al morir el
emperador: los diadocos mataron a toda su familia y se repartieron
las conquistas por las que ellos mismos habían luchado.
El impacto de la divinización del macedonio, para él mismo, fue
también desastroso. Inundado de hubris comenzó las campañas
militares más ruinosas, para cuya logística su ejército

242
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

no estaba bien preparado. "Su prolongado deambular bélico por Asia


central y el norte de la India fue la persecución de una quimera". Al
terminar una batalla "surgía otro enemigo, hasta que su ejército,
cansado del exilio, le obligó a regresar a la patria".27 Alejandro se
convirtió en la principal amenaza no sólo para sus enemigos,28 sino
para todo aquél que se atravesara en su camino29 y aún para su
propio ejército.30
Alejandro Magno unió las ventajas de los jinetes indoarios, de la
falange hoplita y la astucia de Epaminondas. Si bien fue el más
eficaz de los ejércitos de su época, por mucho superior al de los
persas, no los pudo superar en sus métodos de gobierno, aunque
mejoró la recaudación e intentó centralizar el poder. Pero era una
tendencia no del todo congruente con sus políticas, pues al tiempo
que deseaba más poder distributivo, amplío el poder colectivo difuso
de los mercados.31 De nueva cuenta recurrió a la cooperación
obligatoria y a los otros tres métodos imperiales tradicionales
cuando fue necesario. No modificó en nada el gobierno de Darío III.
Las satrapías fueron las mismas, sólo que ahora, los gobernadores
eran generales macedonios.
El gobierno de los macedonios implicó cierta helenización de
oriente y orientalización de los helenos; es una mezcla simbolizada
con el matrimonio masivo de diez mil griegos con mujeres persas.32
Alejandro se proclamó "rey divino", y aunque hubo cierta
resistencia, en general los griegos prefirieron pensar que se trataba
de una estrategia propagandística, molesta, pero que rendía sus
frutos.33 Asimismo, ofreció la igualdad formal a los persas, para que
vivieran como los griegos.34 De todas formas, el imperio de
Alejandro y los pequeños imperios de sus sucesores, tenían menos
legitimidad que sus antecesores debido a sus excesivos saqueos3" y
al hecho de que muchos pensaran que se trataba de un usurpador.
Para los griegos, los macedonios habían traicionado todo en lo que
creían. Para los otrora subditos de Darío, eran simplemente otros
extranjeros que habían llegado a gobernarlos, con la diferencia de
que eran más brutales y hacían más guerras que sus antiguos araos.36

243
Alma Imeltla Iglesias Gonztllez 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Alejandro conquistó como griego pero gobernó como persa,


aunque con una mayor dosis de brutalidad. En ese sentido, no
superó los métodos de control de la violencia ni de organización de
los aqueménidas. Peor aún fueron sus sucesores. Para los diádocos
la prioridad era resolver quién sería el sucesor de Alejandro.
El macedonio dejó tras de sí "una serie de estados satélites
superficialmente helenizados que sus generales gobernaron a partir
de su muerte en Babilonia el 323 a.C." Eran conquistas "inseguras y
sus gobernantes se enzarzaron en mutuos enfrenta-mientos y
durante el siglo siguiente la mayoría de ellos relajaron su helenismo
y retornaron al espíritu indígena".5'
Los lugartenientes convirtieron sus satrapías en dominios
independientes y comenzó de nuevo la guerra.38 Después de dé-
cadas de lucha, en el 281 a.C, quedaron establecidos tres reinos:
Macedonia, gobernada por la dinastía antigónida; Asia Menor, por
los seleúcidas; y Egipto, por los ptolomeos. Todos hacían la guerra
como griegos, aunque con algunas variaciones.39 Estas dinastías
hablaban griego y se jactaban de su racionalismo. Las masas en
cambio, mantenían sus costumbres. La distancia entre la clase
gobernante y el pueblo, fue nuevamente inmensa. El modelo de la
polis parecía entonces superada. Los griegos ahora estaba influidos
por Persia.

Notas

1
"Artajerjes, el persa, atacó algunas colonias dorias y esto provocó que Agesilao
descuidara Atenas para luchar en contra de sus antiguos aliados. Esto fue en el año 380 a.C.
Isócrates pensó que la postura de los persas había vuelto a crear un ambiente amigable
entre los griegos. Al encontrar un enemigo común volverían a unirse. Sin embargo, Isócrates
falló en sus suposiciones; intentó llevar a (abo un proyecto de unión entre Esparta y Atenas
para combatir a los persas, pero fracasó ".Jorge Márquez, Envidia y política, 10.1.
- En Leuctra, las fuerzas del general tebano Epaminonandos eran seis mil contra once mil
espartanos, "pero cuadruplicó la potencia del ala izquierda y, disimulando la debilidad de la
derecha, efectuó con aquélla una carga; los espartanos, esperando que la batalla se
desarrollase conforme al esquema normal del choque de falanges,

244
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

no reforzaron a tiempo la sección más amenazada y se desbandaron con grandes bajas para
ellos y muy pocas para los tebanos. A pesar de esta advertencia, volvieron a ser sorprendidos
de igual modo en Mantinea nueve años más tarde". John Keegan, Historia de la guerra, p.
315.
3
"¿Era griego Alejandro? Lingüísticamente, no. (...). El problema con Macedonia no era su
áspero y mayormente incomprensible lenguaje, y mucho menos las cuestiones de raza, el
problema era su cultura. Más en concreto, al norte de la frontera griega con Tesalia, no existían
verdaderas ciudades-estado, sino pueblos y aldeas donde vivían los pobres y grandes
propiedades donde habitaban los ricos, dedicados generalmente a la cría de caballos. Todos
ellos estaban dominados por un conglomerado de reyezuelos belicosos e insignificantes (...).
Filipo unificó aquellos feudos en un verdadero reino y llevó a Macedonia a los artistas,
filósofos y hombres de ciencia helenos, subvencionando su talento con un botín y un oro
robados. Miles de artesanos y científicos griegos contratados acompañaron a Alejandro y a sus
macedonios al este a fin de asegurar su superioridad tecnológica y organizativa sobre los
ejércitos aqueménidas". Victor Davís Hanson, Matanza y cultura, p. 102.
' "Filipo fue un joven huésped de Tebas (369-368 a.C.) durante la época de apogeo del
brillante general tebano Epaminondas (...). El padre de Alejandro adoptó la falange, y con ella
la tradición de las grandes unidades de infantería, el asalto frontal decisivo, la disciplina en la
formación y el inicio de las maniobras tácticas. De Grecia, Filipo abrazó la tradición
racionalista y la investigación científica desinteresada e independiente de la religión y el
poder, sólo así pudo construir máquinas de asedio y catapultas de torsión. De Grecia, adoptó la
tradición de la iniciativa individual unida a una férrea disciplina militar que ponía más énfasis
en la solidaridad del grupo que en el número de enemigos muertos. De ese modo fue capaz de
reclutar y formar a muchos falangistas llenos de espíritu y capaces de cargar a una orden suya
contra un muro erizado de puntas de lanza". Ibid., p. 103.
5
"Poco después de la destrucción de Tebas y de los estados griegos por Alejandro, éste,
que a la sazón contaba veintiún años, inauguró la planeada invasión persa de su padre con una
victoria en el río Gránico, cerca del Helesponto (334 a.G.). En su primer y feroz ataque en el
Gránico, Alejandro estableció una pauta en la que podemos distinguir una secuencia de
sucesos que coincide con lo acaecido en Isos (333 a.C), Gaugamela (331 a.C.) e Hidaspes (326
a.C), sus tres grandes triunfos posteriores: brillante adaptación a un terreno con frecuencia
desfavorable (libró todas sus batallas en lugares escogidos por sus adversarios); jefatura que se
distinguía por dar ejemplo de valentía al frente de la Caballería de Compañeros (lo que con
frecuencia estuvo a punto de costarle la vida); asombrosos ataques de caballería concentrados
sobre un solo punto de la línea enemiga; jinetes que desde la retaguardia del enemigo, que
contemplaba la acción con perplejidad, empujaban a éste contra las picas de la falange, y
persecución de las fuerzas enemigas en el campo de batalla, lo que reflejaba la determinación
del rey no sólo por derrotar, sino también por eliminar a los ejércitos hostiles. En todo
momento, lo primordial era encontrar al enemigo, cargar contra él y aniquilarlo en una batalla
campal. La victoria, de ese modo, no se decantaba del lado del ejército más numeroso, sino de
aquel que podía mantener la formación y quebrar al enemigo como un todo cohesionado.
Alejandro nunca lideró un ejército superior a los 50,000 efectivos, un hecho que se debió
más a la necesidad que al deseo: para mantener la paz, se vio obligado a dejar en Grecia al
menos a 40,000 macedonios. En sus primeras batallas (como en Gránico

245
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

e Isos) había más griegos luchando en su contra que a su lado. Puesto que también necesitaba
guarniciones y fuerzas del orden para asegurar sus conquistas, lo extraño, dado que
Macedonia contaba con reservas de recursos humanos muy limitadas, es que llegara a contar
siquiera con un ejército (...).
Para Alejandro (...) el tamaño del ejército adversario importaba poco, y es que su táctica
consistía en concentrarse en un pequeño segmento de la línea enemiga mientras los viejos
mariscales de su padre mantenían ocupado al enemigo en otras partes. Las reservas
contribuían a asegurar que el enemigo no sorprendiera por la retaguardia. En combate,
Alejandro se dedicaba a esperar, buscar una brecha y enviar a su cuña de jinetes y piqueros
para aplastar al enemigo. La carga de estas tropas provocaba escalofríos de pánico en los
miles de subditos imperiales, mucho menos disciplinados. ¿Quién de entre los soldados
enemigos, cuando entre sí diferían en el habla y las costumbres, sería el primero en mantener
la posición y morir frente a los enloquecidos macedonios sólo para que otros miembros del
ejército del Gran Rey pudieran sumarse a su sacrificio y rodear a Alejandro?" Ibid., pp.
101-102.
6
Utilizada con gran precisión y energía, "la nueva falange macedonia asestaba
un golpe definitivo una vez que el objetivo había sido divisado y se hacía vulnerable
gracias al trabajo de la caballería y de las unidades auxiliares. Como un martillo, las
cargas de la caballería macedonia se concentraban sobre un punto prefijado de la línea
enemiga, irrumpían por la brecha y, tras maniobrar, aplastaban la espalda del enemigo
contra el pesado yunque erizado de puntas de lanza de la falange. Esta coordinación
entre infantería y caballería dio paso a una etapa enteramente nueva en la historia
de la doctrina bélica occidental y fue ideada para hacer irrelevante la superioridad
numérica del enemigo. Las batallas de Filipo no fueron enormes choques frontales
entre falanges, sino ofensivas dignas de un Napoleón concentradas sobre un punto
en particular que a la hora de ser explotadas podían destruir al enemigo y acabar con
su moral". Ibid., p. 99.
7
"El equipo y las tácticas de la falange macedonia no diferían radicalmente de los
que empleaban los lanceros hoplitas tradicionales de las ciudades-estado griegas, si
bien los falangistas eran mercenarios escogidos entre los más altos y más fuertes reclutas
de Filipo. La falange macedonia mantuvo la lanza, que se alargó -si la griega medía dos
metros y medio, la macedonia podía alcanzar cinco o seis-y remató con una punta de
hierro más pesada y una trasera de bronce más recia y acabada en forma cónica. La
lanza primitiva se transformó en una verdadera pica -pesaba casi siete kilos, (...) seis
veces más que la vieja lanza hoplita-, de modo que eran necesarias ambas manos
para manejarla. Los falangistas sostenían sus sarissaia dos metros de la punta trasera
para que sobresalieran cuatro metros por delante, lo que concedía a los macedonios
un alcance de (...) dos y medio o tres metros más que el hoplita tradicional. El viejo
escudo redondo de un metro de diámetro fue sustituido por un disco metálico más
pequeño que colgaba del cuello o de un hombro; las grebas, los pesados petos de
bronce y el yelmo hoplitas también fueron sustituidos por protecciones de cuero o
se abandonaron definitivamente. Con el cambio se conseguía que las cuatro o cinco
primeras hileras de la falange, y no sólo las tres primeras, asomasen las picas, con lo que
se ganaba el 40% de armas apuntando al enemigo. Un frente tan erizado garantizaba
un grado desconocido de poder ofensivo, además de una gran protección defensiva
a las primeras hileras de falangistas.
Desde un punto de vista ideológico, los grandes escudos de los hoplitas griegos
tradicionales, sus pesados petos y cascos, y sus lanzas de longitud moderada reflejaban

246
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

los viejos valores cívicos y defensivos de los hombres de la milicia de una ciudad-estado libre,
algo completamente opuesto a la mentalidad de los falangistas macedonios, agresivos y poco
protegidos, que basaban su manera de combatir en el manejo de la pica. Los macedonios,
además, eran profesionales y desarraigados, hombres sin polis y con frecuencia sin granja
propia, que optaron por añadir más de dos metros a la lanza hoplita a costa de reducir en dos
tercios el escudo que los protegía: se optaba antes por el avance y por matar al enemigo que
por la protección personal y por mantener la posición. A esta falange de duros y profesionales
compañeros de a pie {pezetairoi), Filipo añadió la Caballería de Compañeros (hetairoi), un
cuerpo de élite de jinetes patricios, con pesadas armaduras y monturas muy resistentes. En la
cultura de las ciudades-estado del sur de Grecia la cría de caballos siempre se había mirado con
suspicacia. Dedicarse a ella era utilizar de modo ineficaz un suelo escaso y privilegiar a una
élite que a menudo prefería la autocracia. Por lo demás, el caballo era de poco valor frente a un
muro de lanceros. No ocurría lo mismo en Macedonia, una sociedad donde había dos y no tres
clases, amos y siervos, y una tierra extensa como la de Tesalia. Debemos recordar, además,
que la Caballería de Compañeros acabaría finalmente combatiendo contra soldados de
infantería orientales, equipados con lanzas y armaduras más ligeras que las occidentales.
Junto a la falange, el centro de la línea macedonia estaba ocupado por otra unidad de
infantería con armaduras más pesadas y lanzas más cortas: los portaescudos o hipaspistas (..
.que) eran las primeras tropas de infantería que seguían la ofensiva inicial de la Caballería de
Compañeros, y proporcionaban (...) una conexión vital entre el ataque de los jinetes y el
avance, inmediatamente posterior, de la falange. Las unidades de infantería ligera profesional
compuestas por arqueros, honderos yjabalineros también formaban parte de este cuerpo de
ejército combinado, encargándose tanto del bombardeo preliminar como del crucial apoyo de
reserva". Ibid., pp. 96-97.
8
Claro está, todo esto desaparecía cuando se trataba de luchar contra los persas.
9
"Las milicias de las polis griegas estaban sujetas a un conjunto de normas esta
blecidas con consecuencias políticas y culturales más allá del campo de batalla: las
batallas libradas por el acuerdo de ambas partes podían decidir guerras enteras incluso
cuando el potencial bélico del perdedor no quedaba agotado con la derrota.
Como ya hemos visto, Filipo puso fin a las batallas hoplitas como forma arbitraria de
resolución de conflictos. Entre tanto, aprovechó el descubrimiento griego de la batalla de
choque protagonizada por la infantería y lo aplicó a un nuevo concepto occidental, el de guerra
total". Victor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 116.
10
Ibid., p. 316.
" Ibid., p. 96.
12
Cfr. Amy Chua, Day ofempire, p. 23.
13
"Filipo (...) no tenía ningún interés en el militarismo cívico, el control civil sobre
su ejército o la libertad política de sus soldados (...). No le interesaba el bagaje políti
co y social de las frágiles y balbucientes ciudades-estado. Alejandro heredó la misma
desconfianza de su padre, a la que éste añadió un brillante concepto propagandístico:
la Gran Idea de una cruzada panhelénica contra Persia (...) que haría pagar a los
Aqueménidas el incendio de la Acrópolis ateniense, vengar la esclavización de Jonia y
un siglo de intromisión en los asuntos de Grecia, y, al mismo tiempo, la propuesta de
saquear las arcas persas de sus tesoros para enriquecer los Balcanes más allá de lo que
podía alcanzar la imaginación y dar forma a la unificación de todos los pueblos de habla
griega, creando, por fin, un auténtico sentimiento nacional, una nación en armas. Filipo

247
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ultoa Aguirre

sabía que sólo de este modo podía dejar una Grecia segura a retaguardia mientras se dirigía a
la conquista del Oriente. Ciertamente, siempre habría patriotas y agitadores, como
Demóstenes e Hipérides, capaces de intrigar e inquietar a la población, siempre existirían
hoplitas griegos que lo combatirían en Asia, gracias a la magnífica paga que ofrecía el Gran
Rey. Bajo una falsa Liga de Corinto, Filipo afirmaría que mataba por Grecia, no por propio
interés. En la primera cruzada europea Filipo ofreció a Grecia, sumida en luchas fratricidas,
los vínculos de unión necesarios para saquear un Oriente despótico pero unido". Víctor Davis
Hanson, Matanza y cultura, p. 104.
" John Keegan, Historia de la guerra, p. 316.
'■' "Incluía fuertes regimientos de caballería con animales criados en las praderas allende
las montañas macedónicas; la fuerza de choque de ésta, los Compañeros, era de jinetes
(todavía sin estribos y con sillas de montar rudimentarias) con coraza, lanza y espada; el
núcleo principal lo componían unas falanges de soldados con la tradicional andadura griega
pero provistos de una lanza más larga, la sarissa, lo que permitía una formación doble en
fondo a la anterior; las unidades estaban formadas a partir de una estructura tribal pero, lo que
es más importante, al contingente macedonio lo animaba un profundo espíritu nacional, pues
Alejandro había logrado inculcar entre los griegos un sentimiento patriótico común". Ibid., p.
317.
"' Esparta apenas reunió diez mil.
17
Ibid., p. 321.
IK
La batalla del Gránico, en 334 a.C, fue un encuentro preliminar en el cual Alejandro
estuvo "a la cabeza de la caballería (...): Fue un combale de caballería efectuado como si se
tratase de líneas de infantería; los caballos presionaban unos contra otros (...) intentando romper la
primera línea persa y obligarlos a ir hacia terreno llano, y los persas tratando de cerrarles eipasoy
rechazarlos hacia eirío. Alejandro eligió el punto de ataque al ver cómo los persas buscaban
protección detrás de la orilla del río, clara evidencia de su amedrentamiento y a la vez curiosa
reminiscencia de las primitivas tácticas, elusivas de supervivencia (...). La impaciencia de los
griegos de Alejandro por la lucha cuerpo a cuerpo le obligó a cargar sobre el punto en el que
las fuerzas persas parecían más fuertes, un riesgo que resultó (...) justificado al abrir brecha en
él; la falange de griegos mercenarios de segunda línea inmovilizada de pánico ante la
inesperada catástrofe, fue rodeada y destrozada. Alejandro (...) acababa de demostrar que la
falange griega, combinada con caballería acorazada, podía llevar la guerra al territorio persa y
ganarla". Ibid., p. 318.
'" En Isos, en 333 a.C, Alejandro "reforzó la misma estrategia. Con una inferioridad
numérica de tres a uno (...), Alejandro volvió a atacar contra el sector más fuerte, eligiéndolo
porque en algunas parles los persas habían construido empalizadas por lo que el estado
Mayor de Alejandro intuyó que Darío no era un hombre animoso; cruzando a toda velocidad
la zona que cubrían los proyectiles del enemigo, sin dejarse intimidar por la (...) barrera de
flechas lanzadas por los arcos compuestos de los persas, dirigió (...) la caballería sobre el
flanco en que se hallaba Darío, mientras en el centro su falange chocó y fue detenida por su
equivalente de mercenarios griegos; pero tras obligar a Darío a emprende]' la huida, volvió la
caballería contra el flanco de la infantería enemiga, para destrozarlo y erigirse con la
victoria". Ibid., p. 318.
'-'" Alejandro volvió a derrotar a Darío "el 1 de octubre del 331 a.C. en Gaugamela (...).
Los macedonios se hallaban en aquel momento en lo que se suponía era el límite de su radio
de acción logístico, tras alejarse (...) de la flota que los apoyaba al cruzar el Eufrates para
internarse en Mesopolamia; y Darío calculó que si podía contener

248
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

a Alejandro desde una posición de fuerza, sería posible vencerle (...). Se apostó muy bien en
Gaugamela, limpiando una zona próxima a un afluente del Tigris en un área de unos veinte
kilómetros cuadrados para que sus carros (...) con ruedas provistas de cuchillas tuvieran sitio
para maniobrar y trazando en ella tres avenidas para la carga (... los chinos también preparaban
así el campo de batalla); su ejército contaba no sólo con carros (...) sino con contingentes de
veinticuatro nacionalidades distintas de subditos o de mercenarios, entre los que se
encontraban algunos griegos, jinetes escitas de la estepa, soldados de caballería india y hasta
un grupo de elefantes. Igual que en el Gránico y en Isos, los persas superaban en número al
ejército macedonio (...). La victoria parecía asegurada y habría sido suya si Alejandro no
hubiese burlado el juego expectante de Darío, para efectuar a continuación un golpe táctico
innovador. Retrasó cuatro días la entrada en combate, dejando a los persas inmovilizados en
sus posiciones, y cuando por fin lanzó el ataque desplegó sus tropas igual que Darío, la
caballería en los flancos y la infantería en el centro; pero, con una imaginativa adaptación de la
táctica de Epaminondas en Leuctra, la dirigió ante la atónita primera línea de los persas contra
su flanco izquierdo; esto sorprendió a los persas y su contraataque se retrasó cuando ya los
macedonios habían entrado en contacto y, al decidirse a cargar, Alejandro ya estaba encima
con su caballería de los Compañeros, abalanzándose sobre la brecha abierta y causando pavor
en las tropas de Darío, quien (...) emprendió una larga huida con el macedonio a la zaga". Ibid.,
pp. 318-319. '-" Cfr. Amy Chua, Day ofempire, p. 26.
22
"Después de la batalla del río Gránico, la primera qtie libró en suelo asiático, Ale
jandro dedicó diversas estatuas a los Compañeros caídos, visitó a los heridos y eximió a
las familias de los muertos del pago de impuestos. Ahora, tres años después, Alejandro
se estaba convirtiendo en un monarca de clase muy distinta. Cada vez contemplaba
a sus oficiales con mayores recelos y pronto comenzaría a alistar mercenarios persas
en su ejército. Cautivado por la pompa y arrogancia de los teócratas de Oriente, era
un megalómano que ansiaba algo más que el saqueo y destrucción de las satrapías
occidentales del Imperio persa. Su paranoia lo llevaría a matar al hombre que lo había
ayudado a crear su ejército, a alguien que, años atrás, había quitado de en medio a
los aristócratas que se oponían a su ascensión al trono, a la misma persona que le
había enseñado a mantener a raya, dentro y fuera del campo de batalla, a los rebeldes
príncipes de las tierras bajas de Macedonia, al mismo soldado que en Gaugamela,
una vez más, mantendría con firmeza su posición, salvando a su ejército. Una de las
grandes ironías del último período de dominio militar de Alejandro fue su sistemática
destrucción de los comandantes que habían facilitado sus grandes victorias, una purga
calculada que sólo llevó a cabo después de que aquellos veteranos hubieron asegurado
la destrucción del ejército aqueménida.
Sin embargo, para el fin de Parmenión, que murió apuñalado a manos de unos cortesanos
de Alejandro en Ecbatana, capital de una lejana provincia persa -una vez muerto, lancearon su
cuerpo, lo decapitaron y enviaron la cabeza al rey macedonio, que se encontraba en otro rincón
de su imperio-, todavía quedaban once meses". Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, pp.
83-84.
23
"Incluso los mercenarios no ciudadanos se disgustaron con el creciente orienta
lismo de Alejandro y su deplorable imposición de la proskynesis, es decir, la costumbre
de que un hombre libre se inclinase ante él, tocando el suelo con la frente, como si el
rey macedonio fuese un dios viviente". Ibid., p. 104.

249
Alma Jmelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

•' Prueba de ello el hecho de que "durante los primeros cuatro años de invasión (334-331
a.C), miles de griegos se dirigieron a Persia para luchar contra Alejandro, el libertador, y que
casi ningún persa luchó a su lado". Ibid., p. 101.
25
"Antes de la batalla de Gaugamela, Alejandro recordó a sus mercenarios que, pese a
todo, eran hombres libres". Pero las falanges de Alejandro, como los mercenarios que
formaron parte de la expedición de los Diez Mil, gozaron de una libertad limitada, pues la
celebración de asambleas era "únicamente cuando a Alejandro le convenía".
Quizás lo más grave para los griegos que seguían a Alejandro, fuera la inversión de la
culpa. Para los griegos los responsables principales de los errores, eran los líderes políticos y
los generales. Ellos servían de chivo expiatorio si las cosas salían mal. Este es quizás el rasgo
más brutal pero también definilorio de la democracia clásica.
Para Alejandro, la cuestión era al revés. Los chivos expiatorios eran sus subordinados,
él parecía nunca tener ninguna responsabilidad por los yerros, sólo recibía honores y premios
por las victorias.
"Tras salir del desierto de Gedrosia, Alejandro inició siete días de ininterrumpida
borrachera que culminaron en una serie de nuevos decretos de ejecución. Los generales
Oleandro y Silalces, y más tarde Agatón y Heracón y seiscientos de sus soldados fueron
asesinados sin juicio legal ni previo aviso. Al parecer, eran culpables de mal comportamiento
o insubordinación. Pero probablemente fueron ejecutados a causa de su colaboración en el
asesinato, por orden del propio Alejandro, del popular Parmenión, un error que había causado
gran malestar entre los veteranos y requería algún tipo de ceremonial público de expiación.
Alejandro diezmó literalmente un cuerpo de ejército de 6,000 hombres, la primera
evidencia clara en los ejércitos occidentales de esa práctica de hacer formar una unidad y
matar a uno de cada diez soldados. El rey macedonio había introducido en Occidente,
tomándolas del Oriente y del sur, dos ideas gemelas: la costumbre de castigar a una unidad
diezmándola y la crucifixión". Ibid., pp. 104 y 111.
2
" "A diferencia de lo que ocurría en las ciudades-estado griegas, en el ejército macedonio no
existía la costumbre del mando compartido por un consejo de generales, y tampoco había
controles civiles, ni ostracismo por votación ojuicios que supervisaran la actuación del
ejército y de su rey. Alejandro, como monarca absoluto, reaccionaba a las sospechas de
deslealtad con sentencias de muerte. Toda una generación de nobles macedonios fue
ejecutada por el rey al que servían. Los asesinatos del monarca aumentaron con la paranoia y
demencia de los últimos años, y con la constatación de que, tras el derrumbe del ejército real
aqueménida y el exterminio o esclavización de los peligrosos mercenarios griegos, ya no
necesitaba sus servicios", ibid., p. 110. -7 John Keegan, Historia de la guerra, p. 320.
28
La revolucionaria práctica de Alejandro, "de persecución y destrucción total del
enemigo derrotado garantizaba una cantidad de bajas tras cada batalla inimaginable tan sólo
algunas décadas antes.
En el Gránico (mayo de 334 a.C), Alejandro destruyó por completo el ejército persa y,
después de cercarlos, mató a casi todos los mercenarios griegos; sólo se libraron de la muerte
2,000 que envió a Macedonia como esclavos.
Alejandro exterminaría a entre 15,000 y 18,000 griegos cuando la batalla ya estaba
decidida. Alejandro mató a más helenos en un solo día que los medos en las batallas de
Maratón, las Termopilas, Salamina y Plateajuntas. En el Gránico cayeron también cerca de
20,000 persas, más que en ninguna otra batalla terrestre de los hoplitas en

250
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

los dos siglos anteriores. El Gránico demostró dos cosas: que Alejandro mataría como ningún
otro de los occidentales que lo habían precedido, a fin de conseguir sus fines políticos, y que se
vería obligado a eliminar a miles de griegos, que por codicia o principios deseaban luchar
contra él y al servicio del rey persa.
Al año siguiente, en Isos (333 a.C), batalla que también libró frente al gran ejército de
Darío ni, las bajas alcanzaron magnitudes desconocidas en cualquier enfrentamiento previo en
el que se hubiera visto involucrado un ejército griego o macedonio. Cayeron otros 20,000
mercenarios griegos y entre 50,000 y 100,000 reclutas persas, un reto formidable desde un
punto de vista espacial y temporal: matar a más de trescientos hombres por minuto durante
ocho horas. El exterminio alcanzaba nuevas cotas, evidenciando en qué podía convertirse la
guerra cuando se recurría a la batalla de choque para aniquilar al enemigo en lugar de para
solventar disputas fronterizas. La falange macedonia se empleaba menos para expulsar a las
tropas enemigas del campo de batalla que para aniquilarlas por la retaguardia durante horas
después de que la batalla ya estuviera decidida.
Después de Gaugamela, en la batalla del río Hidaspes (326 a.C), su cuarta y definitiva
victoria sobre el príncipe indio Poro, Alejandro mató a alrededor de 20,000 soldados
enemigos. (...) En el curso de tan sólo ocho años Alejandro Magno acabó con la vida de más de
200,000 hombres únicamente en batallas decisivas. A cambio, no perdió más que a algunos
centenares de macedonios. Sólo los mercenarios hoplitas griegos con quienes se topó en el
Gránico y en Isos le causaron verdaderos problemas; sin embargo, cuando se vieron superados
en número y rodeados, estuvieron a punto de ser aniquilados; sumando ambas batallas,
cayeron cerca de 40,000, los suficientes para garantizar que en Gaugamela apenas quedase
algún griego en el ejército de Darío, batalla y en la subsiguiente muerte de civiles durante los
años de pacificación". Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 106.
29
"Entre aquellas batallas formales, Alejandro también atacó buen número de ciudades
persas y griegas, con lo que se ponía de manifiesto la verdad de que la doctrina militar
occidental no se limitaba ya a la técnica de desplegar a la infantería en la batalla, sino a una
ideología consistente en un brutal asalto frontal contra cualquier obstáculo que se interpusiera
en su camino. Alejandro capturó y esclavizó sistemáticamente a casi todas las ciudades que
encontró a su paso, empezando por Asia Menor para seguir por la costa siria y las satrapías
orientales de Persia, y terminar con la matanza de las comunidades indias del Punjab. Las
fuentes clásicas nos dicen poco acerca del número preciso de hombres caídos en la captura de
Mileto (334), Halicarnaso (334), Sagalasus (333), Pisidia (333), Celene (333), Soli (333), la
masacre de los branquidas (329), las diversas fortalezas del Sir Daria (329), la plaza fuerte de
Ariamazes (328), las ciudades indias de Massaga (327), Aorno (327) y Sangala (326). La
mayoría de estas plazas eran mayores que Tebas, el primer asedio de Alejandro, donde 6,000
griegos fueron masacrados en las calles. Arriano sugiere que en la conquista de las ciudades
punjabíes situadas en torno a Sindimana murieron 80,000 personas y que en Sangala cayeron
17,000 y otras 70,000 fueron capturadas. Un cálculo conservador puede establecer la cifra de
residentes urbanos muertos entre los años 334 y 324 a.C. en un cuarto de millón de personas, la
mayoría de ellos defensores civiles que habitaban en localidades situadas en el camino de
Alejandro hacia el este.
Las matanzas mejor documentadas son las de las ciudades fenicias de Tiro y Gaza. Tras
varios meses de heroica defensa, Tiro cayó el 29 de julio del año 332 a.C. No hay datos
exactos que nos digan cuántos cayeron en la defensa de la ciudad, pero

251
Alma Imeldn Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aparre

en el caos del último día de su existencia fueron aniquilados entre 7,000 y 8,000 de sus
habitantes. Dos mil supervivientes varones fueron crucificados; había que dar una lección
sobre la futilidad de ofrecer cualquier tipo de resistencia. Entre 20,000 y 30,000 mujeres y
niños fueron esclavizados. Tiro, como le había sucedido antes a Tebas, dejó de existir como
comunidad. A continuación le llegó la hora a Gaza, también situada en la costa siria, pero
algo más al sur. Tras un asedio de dos meses, Alejandro dejó que sus tropas asesinasen a los
habitantes de la ciudad a voluntad. Todos los varones sirios fueron exterminados. Fallecieron
cerca de 10,000 árabes y persas. Los millares de mujeres y niños capturados fueron vendidos
como esclavos. Alejandro ató a Batis, el gobernador de Gaza, perforó sus tobillos, le puso
unas correas y lo arrastró por toda la ciudad, como hacía Aquiles, hasta que expiró (...)
Durante la mayor parte de la década que pasó en Asia, Alejandro fue incapaz de atraer a
sus enemigos a una batalla campal, de modo que llevó la batalla hacia ellos, marchando hacia
el este en medio de la oscuridad, incendiando aldeas sistemáticamente, asesinando a los
dirigentes locales y arrasando plazas fuertes en sucias guerras de represalia en las que las
tradiciones bélicas de los nómadas orientales -escaramuzas, emboscadas y ataques
fulminantes y rápidos- causaron estragos en su ejército.
Oriente nunca había padecido nada semejante al ejército de Alejandro, que ofrecía a sus
enemigos la posibilidad de optar entre la sumisión o la muerte y tenía la voluntad y el poder
de conseguir ambas cosas. Ninguna de aquellas tribus tenía la más mínima oportunidad de
vencer a los macedonios en una batalla campal. Su única oportunidad se cifraba en librar
guerras esporádicas en terreno montañoso, con la esperanza no de derrotar a Alejandro, sino
de detener y frustrar sus progresos". Ibid., pp. 107-108.
'" "Muchos macedonios y nativos murieron en la desgraciada travesía del desierto de
Gedrosia a finales del verano de 325 a.C, un viaje que transcurrió a lo largo de la costa
septentrional del océano Indico, desde el delta del Indo hasta el golfo Pérsico. Las fuentes
clásicas ofrecen escabrosos relatos de los padecimientos y muerte de muchos de los que
realizaron aquella marcha de sesenta días a través de 750 kilómetros. Alejandro inició el viaje
con un ejército de al menos 30,000 combatientes, a los que seguían un numeroso contingente
de mujeres y niños.
(...) Innumerables bajas a consecuencia de la sed, el cansancio y las enfermedades, V
mencionan un rastro de decenas de miles de muertos. En tres meses, Alejandro fue
responsable de más muertes entre sus propias tropas, que los persas tras una década de
enfrentamientos. La verdadera amenaza para los falangistas macedonios no era un renegado
indio o persa, sino su propio y criminal comandante". Ibid., p. 110.
81
Con Alejandro Magno "en vez de la decadencia que habría cabido esperar, se produjo en
realidad un resurgir del antiguo puerto de comercio casi en su forma clásica. Durante mucho
tiempo, el puerto de comercio, con su administración neutral de las transacciones entre
muchos pueblos extranjeros, demostró ser indispensable. Para canalizar el comercio del
Oriente que tenía que cruzar el océano Indico y el mar Rojo, Cleómenes de Naucratis recibió
de Alejandro Magno el encargo de planear una ciudad en el punto de entrada a Occidente. El
resultado fue el puerto de comercio por excelencia, Alejandría. Su razón de ser era la
neutralidad. Aunque situada en territorio egipcio y erigida bajo un gobierno griego, ni los
egipcios ni los mismos griegos la controlaban. Estaba construida fuera de la frontera
administrativa de la satrapía egipcia, y su autonomía resultaría indestructible. La neutralidad
se garantizaba asentando allí a grandes cantidades de judíos y egipcios para reducir la

252
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

preponderancia de los griegos. La seguridad del comercio bajo la autoridad municipal se


garantizaba haciendo que las transacciones se juraran ante el altar de Hefestion, el amigo
desaliado de Alejandro. El gran rey que dedicaba su genio a estos detalles había ordenado que
se erigieran dos templos a Hefestion y que todos los documentos de negocios invocaran la
sanción del dios protector.
Alejandría fue el modelo al que se ciñeron en la época helenística muchos otros puertos
de comercio, tanto en la costa fenicia como en Grecia o Asia Menor. Los puertos de comercio
tenían ahora un rango propio no formalizado. Tiro, Biblos y Sidón gozaban de la misma
independencia que las ciudades griegas de la costa, pero no así las poleis griegas del interior de
Babilonia. Así, los imperios transcontinentales de la época helenística, lejos de devaluar el
concepto de puerto de comercio, lo fortalecieron y renovaron. Pero había superado el rechazo
de la costa que había caracterizado al mundo antiguo, y se aproximaba el momento en que se
habría de crear en el Mediterráneo occidental, en torno a Roma, una constelación
completamente nueva de poder con respecto a la costa y el continente". Roben Reveré, Tierra
de nadie, p. 107.
:1
- "La relación de Alejandro con el helenismo, con la propia cultura occidental, es
paradójica. Ningún hombre hizo más que él por difundir el arte, la literatura, la filosofía, la
ciencia, la arquitectura y la doctrina militar de la cultura helénica más allá de las fronteras de la
Grecia continental, pero tampoco nadie hizo más que él y que Filipo, su padre, por destruir
trescientos años de libertad e independencia que los propios griegos disfrutaban en el interior
de Grecia. Alejandro reunió más soldados de habla griega para matar a soldados no griegos
que ningún otro heleno de la historia, pero causó la muerte de más griegos en Queronea,
Tebas, el Gránico e Isos que ningún otro general griego de la historia. Su primera intención era
robar y saquear a tina cleptocracia aqueménidaya caduca. Al mismo tiempo, liberó el tributo
acumulado durante siglos y con la acuñación de nueva moneda alimentó un renacimiento
cultural inimaginable bajo dominio persa, puesto que miles de especuladores, ingenieros y
artesanos itinerantes griegos lo acompañaron a Persia. Alejandro se dirigió al Oriente, dijo,
para difundir el helenismo, pero lo cierto es que ningún filósofo, santón o rey hizo más por
orientalizar a los griegos que él. Alejandro debilitó las ciudades-estado griegas seculares a fin
de abrazar la teocracia asiática, dejando como legado la práctica helénica, de tres siglos de la
Antigüedad, de un rey dios plutocrático acomodado y aislado de sus subditos en una capital
imperial". Victor Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 104.
:li
"Se escuchaba decir a los conquistados: los otros dioses se han retirado, o no pueden
oírnos, ni se preocupan por nosotros, o no existen, pero tú estás aquí, no estás tallado en madera ni
piedra, pero eres real y a ti Alejandro te rezamos (...).
Aunque de dudosa sinceridad, una nueva actividad cobró vida: la veneración ofrecida a
reyes y emperadores. La primera clara insistencia sobre este tema fue el culto que se le rindió
a Alejandro Magno. Venerar a los gobernantes era novedoso para los griegos (...).
Existen muchos otros ejemplos de reyes helenos divinizados. Incluso, en torno a
Alejandro Magno corrió la versión de que era hijo de un faraón. La divinización del
emperador fue vista con desconfianza por los griegos, quienes hacía mucho tiempo habían
impuesto como ideal político la isonomíay no creían en las diferencias radicales. Las
distinciones de rangos habían perdido plausibilidad. Mientras las guerras civiles mostraron
que los pobres podían imponer un gobierno a su antojo, las luchas entre

253
Alma Imiitln Iglesias González 'JorgeFederico Márquez Muñía ' Pabla Armando González Ulloa Aguirre

las ciudades enseñaron que cualquiera podía convertirse en esclavo de la noche a la mañana
(...).
El emperador fue erigido como un dios. Peter Green ha mostrado que el culto a la persona del
conquistador, aun siendo una práctica hipócrita, tuvo mucha importancia. Al poseer los
atributos sagrados, el emperador no podía ni debía ser envidiado. La distancia creada entre él
y sus subditos, aunque no siempre considerada legítima, fue respetada. Los militares que lo
acompañaban quizá no lo creían, pero lo aceptaban sin embargo, ante su calidad militar y de
gobernante. Si Alejandro no poseía un halo divino y si nadie creía que fuera hijo de un faraón,
al menos contaba con el apoyo de un gran ejército que había sometido al mundo griego,
cansado de las guerras. Hartos de un cosmos en donde reinaba la envidia -y supuestamente la
isonomía—, fingieron ver en Alejandro un dios y en los demás un igual —homoios-'. Jorge
Márquez, Política y envidia en la antigua Grecia, cap, 10.3.
" "Es bien conocida la escena, cuando en un banquete en Opis, Alejandro rezó por la unión
de los corazones (homonoia) y la comunidad de macedonios y persas. Así, quedaba
establecida -al menos idealmente- la homogeneización de los hombres; ya no se trataba del
viejo ¿rasque dotaba de equidad en las polis. La isonomíasólo podía reinar entre los iguales
por iniciación, pero en un imperio tan vasto como el mace-donio, todos eran iguales por
decreto". Ídem.
85
"¿Qué propósito tenían tantas muertes? Desconocemos los deseos de Alejandro, aunque
la pacificación del nuevo imperio a partir de las ruinas del régimen aque-ménida es la
explicación más probable a su continuada expedición de rapiña por las tierras de Asia. Unas
veces, los macedonios mataban durante el viaje, otras, en el cuartel general. (...) Cuando
consiguió someter Persépolis, la capilal persa, Alejandro permitió que sus macedonios se
tomaran un día de asueto para dedicarse al saqueo y los asesinatos gratuitos. En su frenesí, los
macedonios incluso saqueaban las casas de la gente humilde. Se llevaron a las mujeres y
vendieron como esclavo a todo el que sobrevivió a aquel día de azarosa matanza. Plutarco
señala que los macedonios también acabaron con la vida de muchos prisioneros. Curdo Rufo
añade que muchos residentes preferían saltar de los muros con sus esposas e hijos o quemar
sus propias casas y familias a ser destripados en las calles (...).
Tras un respiro de algunos meses, los macedonios se llevaron todo el tesoro imperial
(...) y quemaron el palacio real en una orgía de alcohol y desenfreno. Es probable que los
fuegos se propagaran más allá del palacio y que durante un tiempo dejaran la capital
inhabitable. (...) El inmenso botín reunido, 120,000 talentos según la mayoría de ellas, un
tesoro material que requirió para su transporte de 10,000 pares de muías y 5,000 camellos,
pero no hablan del coste en vidas humanas. Si Persépolis era la capital de un imperio de
millones de personas y tenía cientos de miles de habitantes, muchos millares murieron
durante la matanza inicial, la esclavización subsiguiente y las deportaciones y dispersión
definitivas". Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, p.109.
36
"El hecho de que Alejandro rechazase el gobierno constitucional, el militarismo cívico
vía autonomía municipal tuvo la segura consecuencia de que sus conquistas nunca dieron
lugar auna civilización helénica estable en Asia, o, ni siquiera, a la libertad en la propia
Grecia, sino a los reinos de los diádocos (323-31 a.C), que heredaron una mentalidad similar
a la suya. Durante tres siglos, diversos teócratas macedonios, epirotas, seléucidas, tolomeos y
atálidas gobernarían, lucharían, saquearían y vivirían con gran esplendor y con el barniz
helénico que les conferían las élites y los profesionales griegos

254
SOCIEDAD, VIOLENCIA y PODER • TOMO 1

que pululaban por las cortes asiáticas y africanas, al menos hasta que todas ellas fueron
sometidas por las legiones de la República romana. Esta, a diferencia de los griegos del
período helénico, combinaría verdaderamente las ideas de la política griega, el militarismo
cívico y la batalla decisiva para forjar un ejército enorme y letal compuesto por ciudadanos
con derecho a voto cuyo gobierno creaba el ejército y no al revés".
Bajo las dinastías helénicas que siguieron a Alejandro, "la milicia de ciudadanos dejó
paso a los mercenarios y la guerra consumió presupuestos y mano de obra en cantidades
astronómicas. La libertad de mercados, la investigación en tecnología militar y la mejora de la
logística se combinaron para crear unos ejércitos occidentales inimaginables algunas décadas
antes. La idea oriental de un rey divinizado se convirtió en norma en los estados de los
diádocos, con sus acostumbradas megalomanía, opresión y muertes gratuitas, que todos
asociamos con las teocracias". Ibid., pp. 105 y 112.
17
John Keegan, Historia de la guerra, p. 320.
'■'" "Al morir Alejandro y hasta la ocupación romana, el imperio pasó a manos de los
diádocos: administradores y generales que habían sido compañeros del emperador y que se
dividieron su imperio a nombre de su familia, aunque ésta fue asesinada por Casandro, el
regente de Pella, la capital del imperio. Los diádocos pelearon entre sí. Hubo luchas
sangrientas en las que intervinieron las falanges, los elefantes y las caballerías. Si había un
triunfador trataba con afecto a los vencidos; les dejaba en libertad y los colmaba de presentes.
El vencedor buscaba que los derrotados lo vieran como el digno sucesor de Alejandro. Los
diádocos fundaban ciudades con su nombre, como lo había hecho el emperador, y a veces con
el nombre de sus esposas (...). Tras la muerte del gran caudillo macedonio, las jerarquías
sociales se debilitaron; los diádocos se creían, cada uno por su cuenta, herederos legítimos del
imperio. Había entre ellos un problema de legitimidad: cada diádoco tenía que convencer a sus
subditos de ser el verdadero heredero, de ser una deidad". Jorge Márquez, Política y envidia en
la antigua Grecia, cap. 10.3.
39
"En las décadas posteriores a la muerte de Alejandro, los diádocos recibieron (...) críticas
por abandonar el dominio del rey en la coordinación de la infantería y de la caballería en favor,
simplemente, de la cantidad. Las picas se prolongaron hasta rondar los siete metros y aumentó
el uso de los elefantes y la artillería de torsión en detrimento de la caballería experimentada y
especializada. En defensa de capitanes como Antígono, Seleuco, Eumenes y Tolomeo, hay
que decir que no se enfrentaban a los persas, sino a otros ejércitos griegos y macedonios contra
los cuales las cargas de caballería habrían resultado ineficaces. Para dividir a una falange de
piqueros en una batalla decisiva hacían falta elefantes u otra falange. En consecuencia, no es
verdad que los diádocos olvidaran la movilidad y sapiencia de Alejandro en las batallas
dominadas por la caballería, es mucho más probable que, en las nuevas guerras que
enfrentaban a ejércitos de piqtieros griegos y macedonios liderados por veteranos europeos
que habrían sido capaces de atemorizar a losjinetes de Alejandro, las considerasen
irrelevantes." Victor Davis Hanson, Matanzay cultura, p. 99.

255
17. EL ASCENSO DE ROMA

^El poder de la casa de Macedonia en el país de origen y en la propia


Grecia fue derrocado por un pueblo insignificante en la época de
Alejandro: los romanos". Su religión giraba en torno a Marte "el dios
latino más auténtico (...) quien antes de convertirse en la divinidad
de la guerra fue una deidad rural".1 Los romanos se definían por su
relación con el suelo y la guerra y según Michael Mann el imperio
romano llegó a ser un conquistador tan eficiente como la logística de
las sociedades agrarias lo permite.
Su poder derivaba de dos fuentes: la cooperación obligatoria
maximizada con la economía legionaria; y la influencia cultural de
la clase alta romana, que asimiló a las élites conquistadas y ejerció
un dominio horizontal que a la vez convenía a las provincias, debido
al incremento del poder colectivo.
Los griegos y los fenicios surgieron como marcas entre los
labradores de la edad de hierro y las civilizaciones del Mediterráneo
Oriental. Esto mismo ocurrió en Italia, en donde los etruscos,2 hacia
el 600 a.C. ya habían fundado las primeras ciudades-estado. Una de
ellas fue Roma.3 Desde el inicio contó con escritura, moneda
acuñada y hoplitas.
Al igual que los griegos los itálicos pelearon entre sí por te-
rritorios y por honor. Los romanos vencieron sobre sus vecinos por
su situación geográfica4 y porque contaban con un ejército

257
Alma Ivielda Iglesias González • Jorge Federico Márquei Muñoz • Pablo Armando González i'lloa Airuirre

hoplita3 mejorado en tecnología6, tácticas y organización,7 y una


caballería para terreno abierto que se articulaban de manera
flexible.8
En cuanto a la estructura social romana encontramos siempre
tensiones entre: el poder patriarcal9 y la comunidad política10; las
relaciones oficiales con la ciudadanía y el clientelismo11; y los
elementos de la estructura política, es decir, el senado1'- y el
pueblo.13 Las guerras defensivas primero y de conquistas después,
modificaron constantemente las relaciones entre los estratos."
La romana era una sociedad de clases, graduadas de acuerdo a
sus obligaciones respecto al servicio militar. En la punta de la
pirámide estaban los assidui^ la clase ecuestre que a la vez se
subdiviclía por la riqueza que daba al estado;11' y los proletarii, que
aportaban sólo su persona y la de sus hijos a la milicia.
En tanto fue aumentando la importancia del ejército la estructura
política del imperio fue modificada. Cada centuria tenía derecho a
voto en la asamblea popular, la comüia centuriata, en donde se
otorgaba el voto incluso a los pobres. Era un sistema político que
clasificaba y combinaba lo mismo la estructura económica que la
militar.
Al inicio, la stasis ocupó un lugar más importante en Roma que
en Grecia, pues las clases eran simétricas y extensivas. De cualquier
manera el clientelismo, la política y la milicia introducían
elementos horizontales que diluían el conflicto interno. En la
medida que el imperio militarizaba a la sociedad, la lucha de clases
se fue desvaneciendo.
El militarismo romano fue producto de la tensión creativa entre
la comunidad étnica -que reconoce a los patricios por encima de
todos- y la estratificación social -que tiene que dar un papel
importante a los pobres para que luchen por su ciudad-, que
fomentaba la evolución simultánea de la infantería pesada17 y de la
caballería. Apareció también la lucha de clases en el seno del
ejército: los patricios admitieron a los plebeyos ricos en la
caballería18 y los agricultores hicieron la primera

258
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

huelga militar porque querían participar en el gobierno y las


decisiones militares.19 Pero gradualmente la stasis desapareció por
el predominio de la organización militar sobre las diferencias de
clase.2"
Más aún, la organización del ejército profesional, que se nutría de
muertos de hambre, con las victorias y el tiempo dio a sus hombres
un orgullo especial. Los legionarios tenían una ética propia: "el
deseo de gozar de la buena opinión de los compañeros, la
satisfacción por las señas (...) simbólicas del éxito profesional, la
esperanza de ascenso y la expectativa de un retiro adecuado y
honorable".21
Durante la época de la república la política exterior de Roma
estaba concentrada en desmantelar a las fuerzas hostiles a su
alrededor.22 "Roma se anexionaba poco a poco territorio y lo
consolidaba (...). Los ciudadanos ocupaban la tierra volun-
tariamente, y no eran subditos desplazados desde su lugar de origen
en castigo por falta de lealtad".23
En la medida en que Roma triunfaba el perímetro de sus
dominios crecía. El éxito inicial se debía a las reformas militares que
creaban una organización bélica destructiva, basada en la
profesionalización de la milicia;24 sus triunfos también se debían a
que los demás estados no tenían identidad nacional sino una
estructura social dominada por la clase. Además, sus rivales, lejos de
convivir en una tensión creativa, vivían bajo una ambiente de odio y
traición, aún en momentos de guerra. Los pueblos conquistados
solían obtener del imperio, a cambio de sus tributos y obediencia, un
trato flexible25 y constructivo.26
Para el 272 a.C. Roma había logrado el dominio sobre el sur de
Italia27 y lo gobernaba como una federación flexible, alfabetizada,
censada y obediente de las leyes constitucionales. Pero hasta aquí
seguía siendo igual que los estados del Mediterráneo Oriental,
especialmente, a las polis griegas. Fueron las guerras contra los
cartaginenses las que establecieron la división entre los hijos de las
viejas potencias y los hijos de Marte. La diferencia la hizo la
segunda guerra púnica.

259
Alma Impida Iglesias González 'Jorge Federico Martínez Muñoz • Pobló Armando González Ulloa Aguirre

Cartago bloqueaba la expansión romana hacia el sur y el mar. En


la primera guerra púnica28 Roma creó una flota que derrotó a los
cartaginenses. La segunda29 fue épica, pues Aníbal estuvo a punto
de tomar Roma tras la victoria de Cannas, pero no recibió los
suministros necesarios.30 El resultado de la derrota para los
cartaginenses fue: la expulsión de Italia e Hispania; la invasión
romana de África, en donde derrotaron a Aníbal" y Cartago fue
sometida en condiciones humillantes. Cincuenta años más tarde, en
el 146 a.C, los romanos provocaron a sus otrora temibles rivales
para arrasar su ciudad; era una venganza debido a las inolvidables
victorias de Aníbal en suelo ítalo.32
Los romanos se impusieron por la capacidad de sacrificio
moldeada por su estructura social militarista;33 por el sistema de
profesionalización de los oficiales del ejército;3' por la extensión de
la ciudadanía a los pueblos ítalos sometidos3^ e incluso, a los
prisioneros y esclavos;3'' por su disposición a convertirse en una
potencia marítima.37 Pero sobre todo, Roma se impuso por la
diferencia de la estructura política de ambos gobiernos. Los
romanos tenían la voluntad de mantener sus instituciones y su
civilización libre38 pese a perder algunas batallas importantes,39
mientras el sistema político cartaginés tendía a las intrigas
palaciegas, la desconfianza entre los miembros de la élite, su
separación radical del pueblo10 y la rápida desmoralización y
fragmentación de los ejércitos al perder algunas batallas;41 y,
finalmente por el hecho de que los cartagineses eran una sociedad
esclavista -no se puede contar con los esclavos para la batalla-.12
La transformación ocurrida durante las guerras púnicas, dotó a
Roma de un enorme poder colectivo en el terreno militar. Los
romanos constituyeron una maquinaria de guerra más destructiva
que los griegos y los diádocos.
Los primeros, se encontraron con el problema del celo ciu-
dadano, que no les permitía ampliar su milicia cívica, pues no
estaban dispuestos a extender la ciudadanía a los pueblos con-
quistados, ni a los esclavos y en ocasiones, ni siquiera a todos los

260
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

hombres libres no terratenientes. La escasez de hombres fue el


problema que afrontaron las polis:13
Los diádocos superaron este obstáculo al contratar mercenarios,
que hacía la base de reclutas tan amplia como el tesoro real lo
permitiera. Pero eran ejércitos que no contaban con el enorme poder
de la lealtad ciudadanía. Más numerosos pero menos compactos, se
convirtieron en un poder más extensivo pero que debilitaba el poder
colectivo cuando eran necesarios ciertos sacrficios."
A los romanos se les presentó entonces el dilema entre la
ampliación del ejército pero aflojamiento de la lealtad o un ejército
compacto formado por ciudadanos, pero pequeño. Lo resolvieron al
extender la ciudadanía y así obtuvieron un ejército enorme y
solidario.15 El fracaso de este modelo comenzó cuando la ciudadanía
dejó de significar ciertos privilegios para convertirse en una mera
formalidad y peor aún, cuando Roma regresó al modelo de los
diádocos de contratar mercenarios en lugar de ciudadanizar a sus
aliados."'
Los romanos se enfrentaron a ejércitos de ciudadanos en Grecia.
Ahí, debido a que no era posible explotar los conflictos de clase,47
los hijos de Marte aprovecharon los conflictos internacionales entre
el del dominio macedonio y las rebeldes ciudades-estado.
Finalmente, en el 168 a.C. Macedonia fue derrotada por Roma.
Posteriormente los romanos también triunfaron en sus avances hacia
occidente.18
Las conquistas de los romanos permitieron al imperio apropiarse
de los bienes de los territorios conquistados y emplearlos para
financiar al ejército y pagarle al gobierno. Con cada nueva conquista
venía un nuevo botín y nuevos aliados militares. Roma "fue, pura y
simplemente, un importador de riqueza".49
Pero la expansión del imperio no sólo trajo beneficios. De hecho
el modelo del saqueo para la manutención de los gastos del imperio
se hizo claramente inviable a finales en el siglo i de nuestra era,
cuando la extracción de riqueza de los nuevos dominios fue menor
que los gastos que implicaba su conquista y manutención.50

261
Alma hnelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González UUoa Aguirre

Además, mantener el orden en los territorios anexos presentaba


serios obstáculos para Roma: eran gobernados por magistrados
romanos desganados, eso sí, respaldados por guarniciones de
legionarios; los altos costos para el núcleo de imperio;51 y lo más
importante, las dificultades políticas debido a las distorsiones
sociales, en la metrópolis, provocadas por el militarismo.52
El imperio no trajo igual prosperidad para todos, sino mayor
desigualdad. En el siglo i a.C, Craso, el hombre más rico de Roma,
contaba con recursos suficientes para alimentar a cuatrocientas mil
familias. Esto, al tiempo que las granjas quedaban arruinadas por el
aumento de impuestos para las guerras. Los grandes terratenientes
aprovecharon para comprar tierras y cientos de miles de
campesinos emigraron a Roma. En la ciudad se convirtieron en
proletarios, orillados por la pobreza, a enlistarse como soldados
profesionales.53 La milicia dejó entonces de estar compuesta por
ciudadanos. Pero la expansión del ejército parecía resolver las
tensiones sociales provocadas por el militarismo.
Sin embargo, surgieron nuevos problemas. En primer lugar, el
ejército tomó una base autónoma y sus propias jerarquías, derivadas
de su dinámica interna. Las victorias en el campo de batalla
brindaban nuevos honores a los generales, hasta convertirlos en
imperator. Y la estratificación al interior de la milicia era aún más
drástica que fuera de ella.''
El ejército era el centro de la sociedad imperial. Parecía
engullirlo todo. Hasta que llegó el punto en el cual se hizo evidente
que quien controlaba el estado eran los militares: ellos tenían
acceso a los beneficios del imperio55 e incluso, al poder imperial
mismo.31' La estructura militar afectaba la vida cotidiana, primero
en las provincias y finalmente en la capital misma. La desigualdad
agravada del ejército fue imitada también en lo civil.57 También
debido al imperialismo los esclavos se multiplicaron y provocaron
dos problemas muy violentos: el primero, su concentración misma
que les dio la idea y el valor para organizar rebeliones;58 el segundo,
las consecuencias desas-

262
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

trosas para los ciudadanos pobres, pues al tener que competir con los
esclavos por los empleos los salarios se deprimieron aún más. Esto
trajo consigo motines de proletarios brutalmente reprimidas.5'1
En lugar de aumentar la participación del pueblo en la política, el
gobierno imperial decidió reprimir la violencia callejera e
implementar la política asistencial de subsidiar el trigo(>,) y la
diversión para los pobres.
En un contexto de pánico por las derrotas romanas en las Galias,
en el año 108 a.C, el cónsul Mario, propuso una serie de reformas.
La primera, reclutar voluntarios proletarios por dieciséis años de
servicio a cambio de un sueldo y pensión en tierras. La segunda, si
bien los aliados siguieron conformando las fuerzas auxiliares de las
legiones, ahora también aportaban miembros de la caballería. Con
esto, el mando militar siguió en manos de las clases altas pero la
estructura de mando dejó de corresponder a lajerarquía ciudadana,
pues los extranjeros, ahora ocupaban cargos relevantes en el ejército
pero no contaban con instrumentos de participación política.
La reforma de Mario resolvió el problema de la seguridad frente
a los galos, pero causó nuevos problemas: el ejército se hizo más
autónomo; los aliados eran ahora más numerosos que los romanos.
Al percatarse de su importancia, los extranjeros de las legiones
exigieron la plena ciudadanía y esto llevó a una guerra entre los años
91 y 98 a.C. entre Roma y sus aliados. Finalmente, les fueron
otorgados los mismos derechos que a los romanos.'11
La ampliación de la base ciudadanía contribuyó a homoge-nizar
el imperio. Los habitantes de las ciudades, los municipio y coloniae
más remotos contaban con los mismos derechos y deberes que los
romanos.
Gracias a esta política de inclusión, surgida como todo en Roma
del conflicto, los aliados comenzaron a ver a los hijos de Marte
como benévolos conquistadores que, lejos de tratarlos como
Cartago, los tratarían como sus iguales. Las élites de las

263
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguirre

colonias estrecharon sus vínculos con los romanos e incluso,


llegaron a temer más a sus propios pueblos que a las autoridades
imperiales.6-
Las reformas militares de Mario, la ampliación ciudadana y el
pacto con las élites coloniales, llevaron a Roma a un periodo de
relativa calma. Ya no había que temer más a las clases bajas, pues
aunque había desigualdad tenían empleo y estabilidad. Sin
embargo, las ambiciones de la élite no estaban satisfechas y el
faccionalismo debilitó al imperio.
En otra época el ejército habría resuelto la situación, como
arbitro distante, pero ahora él mismo jugaba en el laberinto de las
intrigas palaciegas y la violencia callejera. Peor aún, las legiones no
sólo no contribuían a terminar con la violencia intestina, sino que
agravaba la división del imperio con sus propias divisiones. Debido
a las reformas de Mario cada legión se convirtió en una unidad de
consolidación política mediante la mejora de los caminos63 y su
organización interna.64 Las carreteras mejoraron el sistema de
recaudación y el control de las colonias; también facilitaron la
logística para la expansión a nuevos territorios.65 Pero asimismo
comenzó el más inmediato de los efectos negativos de la
sobre-extensión: las legiones estaban lejos unas de otras66 y la
obediencia e integración al imperio se volvió cada vez más
innecesaria. Todo esto contribuyó a la autonomía de los
destacamentos.
Los mayores poderes del imperio los ejercían los reyes, los
cónsules67 y los generales.68 Estos tres factores en ocasiones
cooperaron y en otras causaron la guerra civil. Un sistema tan
explosivo tenía dos opciones: fragmentarse en reinos distintos
como ocurrió con el imperio macedonio a la muerte de Alejandro o
concentrar el poder en un imperator. Roma tomó el segundo
camino. En el año 27 a.C. Octavio recibió el título de Augusto y con
ello, llegó a su fin, al menos formalmente, la república y comenzó
la era del imperio.69
El sistema julio-claudiano, iniciado por César y consolidado por
Augusto

264
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER ' TOMO 1

dio buenos resultados durante el reinado de sus inmediatos sucesores,


pero tenía sus peligros. Si se producía una disputa por la sucesión
imperial o Roma perdía una guerra, la autoridad tendía a recaer en
manos del ejército sobre el que descansaba toda la estructura dei
imperio, y los logros de éste le impulsaban (...) a hacer la guerra porque
no podía tolerar desórdenes en sus fronteras; pero al mismo tiempo la
creciente prosperidad que fomentaba animaba a los extranjeros a tratar
de penetrar en él por la fuerza. Su principal problema eran los
desórdenes en Oriente donde los antiguos reinos y la supervivencia de
los imperios rivales de Parta y Persia veían con rencor los esfuerzos de
Roma por crear una línea estable de control; las intrusiones constituían
el problema en Occidente a lo largo de la línea del Rin y del Danubio,
donde los vastos movimientos po-blacionales, activados por la presión
desde la estepa, comenzaban ya a notarse en el primer siglo de nuestra
era.™

Bajo el gobierno dejulio-claudiano se produjeron notables éxitos


militares71 pero también sublevaciones que costaron mucho al imperio.72
En el año 68 de nuestra era Nerón fue destronado por una insurrección
militar. Comenzó la guerra civil y concluyó con la designación de
Vespasiano. Era un militar hábil y restableció la estabilidad imperial. Nerva
su sucesor, impuso

el principio de nombrar gobernantes fuertes mediante el proceso de la


adopción formal de un heredero; y así reinaron cuatro sucesores por
adopción: Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio, buenos
administradores y generales. Durante el reinado de estos emperadores
antoninos (98-180), los ejércitos romanos obtuvieron una serie de
victorias y el imperio se anexionó Mcsopotamia, Asiría y la provincia
transdanubiana de Dacia (la actual Hungría).
(...) El éxito de los antoninos se debe a la adopción de una política
de estabilización militar donde fuera preciso, es decir en todo el
perímetro del imperio, salvo en la frontera abierta con Parta y Persia;
una estrategia magistral basada en una seguridad excluyeme, con el
establecimiento de una barrera lineal sobre un perímetro defensivo en el
imperio.71

265
■Airan Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' l'nblo Armando Gmuálex Ulloa Aguare

Aunque estos fueron los primeros emperadores reconocidos


como tales, el imperio había existido informalmente al menos desde
el año 100 a.C. y duró hasta el 350 de nuestra era. A lo largo de ese
periodo se trató de un imperio, con o sin emperador. Dominaba
territorios inmensos con el ejército y una burocracia con
pretensiones centralizadoras. Agravaba la desigualdad económica y
jurídica.
Lo que hizo a Roma diferente respecto al resto de los imperios
de dominación fue su capacidad de imponer "la forma más
intensiva y extensiva de cooperación obligatoria del mundo
antiguo, a la que yo denomino economía legionaria". Esta, convirtió
a "Roma en el primer imperio territorial de la historia, desde
aproximadamente el 100 a.C. en adelante".72
La clave del éxito del imperio romano fue la dimensión de su
militarización,73 que permitía nuevas conquistas. Éstas a la vez
fortalecían la economía, daban sentido a las instituciones políticas y
promovían la estabilidad social. Pero una vez alcanzado el límite
razonable de la expansión, también comenzó la decadencia. El
límite lo impusieron las condiciones geográficas,71 la incapacidad
del imperio de modificar el poder distributivo para incrementar el
colectivo y hacer frente a los obstáculos a la expansión del
imperio,'3 y el estancamiento tecnológico"' y claro está, las mejoras
organizativas de los señores de las marcas.

Notas

1
Erich Kahler, Historia universal del hombre, pp. 96-97.
1
Inmigrantes marítimos de Asia Menor y los Balcanes mezclados con las tribus
avitóctonas.
:i
Cfr Will Durant, Ccesarand Christ, Nueva York, MJF Books, 1971, pp. 3 y ss.
' "En cuanto a la evolución política y social, la diferencia básica entre las ciudades
griegas y Roma estriba en que en las primeras había muchas ciudades en competencia por la
hegemonía; y sólo la conseguían de un modo limitado y pasajero. En el caso de Roma, había
sólo una ciudad que ganó con rapidez superioridad sobre sus vecinos y competidores. Las
causas de este fenómeno se encuentran en la situación geográfica extraordinariamente
favorable en que se halla Roma: el centro de una península compacta, situada en la
desembocadura de un río y bien protegida por el mar y las montañas". Erich Kahler, Historia
universal del hombre, p. 96.

266
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

5
Copiado de los etruscos y éstos a la vez lo habían imitado de los griegos.
6
"En Cannas, la mayor parte de los mercenarios africanos y europeos de Aníbal
iban equipados con armas y armaduras romanas que formaban parte del botín qtie
habían conseguido en Trebia y Trasimeno. Si casi todos los enemigos de Roma des
nudaban a sus muertos y les arrebataban las armas, pocos legionarios se interesaban
por el equipo de los galos o los africanos caídos en combate." Victor Davis Hanson,
Matanza y cultura, p. 144.
7
"A diferencia de las falanges griegas, de las que habían evolucionado, los le
gionarios romanos avanzaban en una formación fluida. Los soldados arrojaban sus
jabalinas, o pila, y corrían para luchar de cerca contra su enemigo con sus mortales
espadas cortas, el famoso gladius de doble filo forjado con acero hispano, un arma
mucho más letal y versátil que la pica macedonia. Los escudos rectangulares servían
a menudo como armas de ataque, puesto que los legionarios utilizaban sus refuerzos
metálicos para golpear las zonas desprotegidas del cuerpo del enemigo. Gracias al
uso combinado de la jabalina, el enorme escudo y la espada de doble filo, los romanos
resolvieron el viejo dilema de elegir entre un ataque con armas arrojadizas y uno cuerpo
a cuerpo, entre la movilidad y el choque, y combinaban las ventajas de ambos. Por la
posibilidad de lanzar sus jabalinas, los legionarios podían compararse a las unidades
de jabalineros asiáticos, pero, gracias a sus largos escudos y a sus afiladas espadas,
también podían actuar como un cuerpo de choque, a la manera de los falangistas
griegos. A diferencia de la falange, sin embargo, las tres líneas de avance sucesivas de
la legión les permitían contar con reservas y concentrar sus fuerzas sobre los puntos
más débiles de la línea enemiga.
Frente a una falange macedonia, los ataques con armas arrojadizas sorprendían y herían a
los piqueros. A continuación, algunos manípulos se precipitaban al combate cuerpo a cuerpo
en aquellos lugares donde las columnas enemigas mostraban mayor debilidad. De igual modo,
cuando luchaban contra las tribus del norte de Europa, las legiones podían avanzar en
formación, presentando un frente sólido y disciplinado de escudos y espadas capaz de abrirse
paso a través de las desorganizadas tropas tribales, que tenían muy pocas posibilidades de
éxito frente a un cuerpo de choque en formación cerrada. Contra ambos adversarios, las dos
líneas de manípulos que formaban a retaguardia, los principiy los trian, observaban el choque
de las hileras de vanguardia, los hastati, impacientes por explotar el éxito inicial o evitar la
ruptura de la línea (...).
A una distancia establecida de antemano, la primera hilera lanzaba sus pila, de más de
dos metros de longitud, gritando en ese momento por vez primera, como queriendo facilitar el
vuelo del proyectil. De inmediato, y sin haber recibido la menor señal que pudiera ponerlos
sobre aviso, cientos de enemigos caían empalados o sus escudos quedaban inutilizados bajo
un chaparrón de lanzas. A continuación, desenvainando sus letales espadas cortas, las
primeras hileras de legionarios se precipitaban sobre sus perplejos adversarios. Sus escudos
rectangulares tenían en el centro refuerzos de hierro que utilizaban como arietes, mientras
clavaban la espada en brazos, piernas y cabeza. Luego continuaban presionando para explotar
las posibles brechas que dejaban los muertos y heridos del enemigo. Casi inmediatamente
llegaba un segundo ejército, la línea de prinápi, y arrojaba sus pila por encima de sus
compañeros, inmersos en el choque, para ampliar las brechas creadas por los primeros
manípulos. Es decir, se repetía el mismo proceso: carga, lanzamiento dejabalinas y ataque con
espadas, que aún reproduciría una tercera oleada de legionarios". Ibid., pp. 141-144.

267
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Aluminio González UUoa Aguirre

8
Gracias a que, en el 550 a.C. Servio Tulio hizo una reforma para reorganizar
su aparato bélico: cada legión contaría con 3500 hombres de infantería, con 250 de
caballería y un destacamento de dimensión variable de auxiliares. A su vez, la legión
se subdividía en centurias.
9
Elemento tribual que sobrevivió en el derecho privado.
111
Encarnado en el derecho público.
" Organizada por facciones políticas, camarillas y alianzas entre clanes o tribus.
'- De origen tribual.
1:
Representado en las asambleas populares.
" Los romanos "tuvieron un origen tribal y se agruparon en una concentración gradual de
pequeños asentamientos en las siete colinas de Roma. Erigieron un templo y un palacio
fortificado, primero en el monte Palatino (de ahí el palatinum), y después en la colina
capitolina. En el valle que se extiende entre las colinas se encontraba la plaza de las
asambleas y el mercado, el foro, donde se reunían los comida, el consejo de los miembros
varones de las familias fundadoras, los padres (los paires o patricii, patricios), un consejo
que limitaba el poder de los reyes sagrados. De esta asamblea general de los hombres libres
de los clanes fundadores surgió después un consejo especial de ancianos, que eran los jefes
de las familias nobles. De aquí surgió el Senado Romano. Igual que en Grecia, el rey llegó
pronto a ser un funcionario elegido o fue sustituido por funcionarios elegidos (...)
En el año 510 a.C., el rey, tras una revuelta, fue sustituido por dos jefes militares de las
tribus, los tribunos, a quienes posteriormente se les llamó pretores (hombres que van a la
cabeza), "los que marchan al frente del pueblo. Con el tiempo este cargo se transformó en el
consulado, representado por dos cónsules elegidos anualmente. Después se dio el título de
tribuno a varios cargos ministeriales. Los tribunos del pueblo eran los más conocidos y
representaban a las tribus, originalmente extranjeras, de los plebeyos, que eran las capas
inferiores del pueblo (pequeños agricultores, comerciantes y artesanos que adquirieron
gradualmente ciudadanía plena). Una de las funciones de mayor influencia correspondía al
censor, quien levantaba los censos, evaluaba la propiedad e investigaba las violaciones de las
costumbres y la moral. El título de pretor se asignó por último a los principales jueces (...)
"Los comil.ia.de los patricios, que eran una reunión de jefes de familias aristocráticas,
dieron a los cónsules el poder de mando o imperium. Este, se confería a un jefe militar para
las campañas de guerra, era temporal y otorgaba autoridad ilimitada (imperalor). Debemos
distinguirlo del dictator, que era elegido por seis meses cuando más, como comandante
supremo del estado en tiempos de peligro y emergencia. El dictador sustituía a los cónsules
siempre que era preciso adoptar decisiones rápidas y se necesitaba la máxima concentración
de autoridad". Erich Kabler, Historia universal del hombre, pp. 93 y 94.
13
Que daban asistencia financiera al estado
"'' f.os más acaudalados cooperaban con 18 centurias de caballería; después seguían los
que aportaban 80 centurias de hoplitas; abajo estaban quienes aportaban 20 centurias sin cota
de malla ni escudos; luego, 20 centurias sin greba pero con lanza y jabalina; y finalmente,
quienes aportaban 30 centurias con hondas.
17
Encargada a los pueblos aliados y armada y financiada con dinero romano.
18
Lo cual dio mayor dinamismo a la caballería.

268
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

19
En el año 494 a.C. los campesinos condicionaron su servicio militar a la inte
gración de tribunos de la plebe que los representaran. Los magistrados, de origen
patricio, intercedieron por ellos.
20
Cfr. Will Durant, Casar and Christ, Nueva York, MJF Books, 1971, pp. 33 y ss.
21
John Keegan, Historia de la guerra, p. 329,
22
Cfr. Will Durant, Casar and Christ, pp. 35 y ss.
23
John Keegan, Historia de la guerra, p. 325.
24
"El ejército romano había avanzado en organización y bien atrás quedaba aquella
estructura del modelo hoplita; durante las guerras con los galos, que combatían en un
orden abierto muy móvil, los generales romanos comprobaron que la formación de
la falange era desventajosa, y habían ya creado un sistema que permitía la maniobra
en el campo de batalla a secciones más reducidas, los manípulos, y también habían
prescindido de los venablos arrojadizos, sustituidos por una jabalina llamada pilum
a la que, tras arrojarla, seguía el soldado espada en mano. Aparte de esto, se fue
abandonando el pesado equipo del hoplita, progresivamente a la formación durante
el siglo iv de las legiones, unidades equivalentes a una división por la agrupación de
manípulos, que adoptaron un escudo ligero alargado, que acabó siendo igual para
toda la tropa, y una coraza más liviana a base de argollas de hierro que no habría
resistido los lanzazos del choque de las falanges pero servía para desviar los golpes
de espada y la punta de los proyectiles. Tan importante como la eficacia a largo plazo
del ejército romano con este cambio de equipo y tácticas fue la introducción de un
nuevo sistema de servicio militar. (...) Las ciudades griegas transgredieron en último
extremo el principio de que cada ciudadano se pagase la campaña, y, aunque algunas
se vieron incluso obligadas a pagar a la tropa del erario público en el 440 a.C, Atenas
pagaba las tripulaciones de las trirremes y las tropas de allende el Egeo, el servicio
del hoplita en la guerra a expensas propias seguía siendo el ideal. Pero Roma lo había
abandonado ya en el siglo IV a.C. y pagaba a sus legionarios un estipendio diario. Esta
innovación marcó la divergencia más importante entre los sistemas militares griego y
romano. Los pequeños propietarios romanos, obligados por una clase política cada
vez más hegemónica, dejaron de estar vinculados a su tierra y de alimentarse con
sus recursos, para convertirse en un estrato social en el que se reclinaba el ejército
profesional en cada campaña año tras año y cada vez más lejos de Italia a medida que
la república romana extendía su imperio." Ibid., p. 322.
25
Algunos se integraban por completo y sus hombres obtenían incluso la ciudadanía;
otros se convertían en estados aliados autónomos, que aportaban tropas auxiliares.
Cabe destacar también la política de tolerancia religiosa, que aunque tenía sus límites
-i.e. la repulsión por el sacrificio humano o el rechazo abierto al politeísmo por parte de judíos
y cristianos-, solía funcionar bien. Cfr. Amy Chua, Day ofempire, pp. 48-50.
2o por ejemplo, con los beneficios de la cooperación obligatoria.
27
Contaba con trescientos mil ciudadanos y una superficie de cien mil kilómetros
cuadrados.
28
Cuando los romanos lograron someter a sus vecinos itálicos llegaron a Sicilia.
Los cartagineses juzgaron esto como una intromisión en su esfera de influencia. "El
enfrentamiento de Roma con Pirro, enemigo también de Cartago, debilitó su posición
en la isla, y en el 265 a.C. las dos potencias se hacían la guerra en la isla; guerra que se
extendió (...) por tierra y mar hasta que los cartagineses se vieron obligados a aceptar

269
Alma Imelda ¡gimas González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

la derrota y el dominio de Roma en la parte occidental de la isla. Mientras Roma se


anexionaba Córcega y Cerdeña en los albores de su imperio marítimo y efectuaba sus
primeras incursiones en tierras galas, Cartago respondió con una campaña a lo largo de las
costas mediterráneas españolas contra las ciudades aliadas de los romanos". John Keegan,
Historia de la guerra, p. 330.
'"' Iniciada el 218 a.C. y concluida diecisiete años más tarde.
" "El sitio de Sagunto en el 210 a.C. recrudeció la guerra que duró siete años y concluyó
con la derrota de Cartago, no sin que Roma hubie.se eslado al borde de la catástrofe (...).
Cartago, dueña de una gran Ilota, contaba (...) con un ejército de mercenarios reclinados
en la costa norteafricana y pagados con las rentas de su imperio comercial, cuyos tentáculos
se extendían hasta las regiones productoras de estaño de Britania; la potencia africana daría a
la historia durante la segunda guerra púnica dos generales célebres: los hermanos Aníbal y
Asdrúbal, cuya capacidad de mando e innovadoras tácticas trascendieron las limitaciones que
la naturaleza mercenaria de sus tropas imponía a unas operaciones militares efectuadas tan
lejos de su base. Aníbal las inició con lo que sería una de las campañas más famosas de la
historia, el fulgurante avance desde Hispania, cruzando la Calia, los Alpes y penetrando en
Italia central, con un cuerpo de elefantes; derrotó a un ejército romano en el 217 a.C. en el
lago Trasimeno, rebasó Roma, hizo aliados en el sur de la península, escapó al largo y lento
acoso de Fabio Máximo y se acantonó en una posición en la que esperaba lograr apoyo de
Filipo v, descendiente de Alejandro. Pero los romanos ya habían perdido la paciencia con las
tácticas dilatorias de Fabio Máximo, y el 216 a.C. su ejército avanzó para establecer contacto
con el cartaginés cerca de la ciudad apulia de Cannas, y allí, el 2 de agosto, dieciséis legiones
formadas por unos 75,000 soldados lanzaron el ataque. Varrón, el general que mandaba las
fuerzas romanas, había situado la masa de infantería en el centro y la caballería en ambos
flancos, según el despliegue clásico; pero Aníbal invirtió los términos, dejando el centro
débil y situando la masa de su mejor infantería en los flancos. Los romanos se vieron
envueltos nada más iniciar el avance y su línea de retirada quedó cortada por una carga de
caballería cartaginesa sobre la retaguardia, y los fugitivos, en número de 50,000,
sucumbieron a la matanza en su desordenada fuga (..'.).
Pero los romanos supieron conjurar el desastre de Cannas con una estrategia de
diversión; formaron nuevas legiones con reclutas no propietarios, exentos de servicio, e
incluso con esclavos, y con esas fuerzas lograron confinar a Aníbal en el sur de la península
que era donde los cartagineses contaban con aliados; en Hispania, donde el cónsul Cornelio
Escipión había (...) estacionado dos legiones para impedir que el cartaginés obtuviera
refuerzos, los romanos pasaron a la ofensiva, y en el 209 a.C. el hijo de Escipión, que más
tarde sería el célebre Escipión el Africano, lanzó un ataque sorpresa contra Cartago Nova,
donde las atrocidades cometidas por sus tropas surtieron el efecto de ganarse a la población
neutral. Y cuando Asdrúbal se batió en retirada hacia el Adriático, siguiendo la misma ruta de
su hermano Aníbal once años antes, fue obligado a presentar batalla, para ser derrotado en el
río Metauro. Su sucesor en Hispania, otro Asdrúbal, sufrió la indignidad de ser vencido en
una batalla en la que Escipión aplicó la misma táctica de los cartagineses en Cannas; este
revés, que Escipión aprovechó para cruzar a África, obligó a Cartago a pedir a Aníbal que
regresase, y en Zama, la actual Tunicia, chocaron los dos ejércitos en el 202 a.C. Una carga
cartaginesa con elefantes no surtió efecto gracias a que Escipión había dispuesto

270
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

las tropas en forma de tablero de ajedrez; cuando éstas pasaron al contraataque el ejército
cartaginés no resistió y Aníbal huyó". IbiiL, p. 330-331.
" En el 202 a.C, en Zaina.
:,¿
Cfr. Will Durant, Casar and Christ, pp. 39-55.
:,:
' Que les permitió resistir, mejor que los cartagineses, la guerra de desgaste. En 200 años el
13% de los hombres romanos estuvieron en guerra y el 50% pasó en promedio siete años en el
servicio militar.
34
Una de las mayores fortalezas del ejército romano estaba "en la oficialidad estructural de
las legiones constituida por los centuriones; los centuriones romanos, oficiales de las unidades
con larga hoja de servicios procedentes de las filas del ejército, integraron el primer cuerpo de
oficiales profesionales en campaña de la historia, y fueron ellos quienes transmitieron de
generación en generación el código de la disciplina military acumularon la experiencia
especializada de las tácticas que las fuerzas romanas aplicaron con éxito contra un sinfín de
enemigos durante más de cinco siglos de guerras constantes (...).
Con un cuerpo de oficiales de esta calidad, formado por hombres que se habían pasado la
vida en filas, que no tenían ambiciones de medrar en la clase política, y cuya máxima
aspiración era tener éxito en un ámbito concreto, surge por primera vez en la historia una
profesión apreciada y autónoma, y no es de extrañar que Roma extendiese sus fronteras desde
el Atlántico al Cáucaso; pues, consiguió, con los medios que fuese, transformar la ética del
guerrero de una ciudad estado pequeña en una auténtica cultura militar (...). El centurión, en
sentido muy parecido al del legionario, combatía en primera línea contra el enemigo, a veces
cuerpo a cuerpo, y aceptaba el riesgo de resultar herido como un gaje de la vida que había
elegido." John Keegan, Historia de la guerra, pp. 327-328.
3;
' "Las ciudades-estado griegas habían enrolado nuevos ciudadanos de manera ocasional y
a título individual, pero estos títulos de ciudadanía eran honoríficos y escasos. Gran parte del
comercio de las polis griegas quedó en manos de residentes extranjeros (...) que quizá
poseyeran más capital que cualquier ciudadano y no obstante tenían vetado el derecho al voto
en la Asamblea. Los griegos sentían tanto celo por su autonomía y libertad y tenían tanto
aprecio nacionalista al paisaje que rodeaba sus polis que no querían otorgara extranjeros e
inmigrantes-en realidad, ni siquiera a otros griegos de una polis distinta- los mismos derechos
de ciudadanía que tenían los robustos granjeros que labraban sus tierras ancestrales.
(...) La escasez de tropas siempre fue la pesadilla de los ejércitos griegos, una carencia
que venía provocada por el obtuso requisito de que todos los soldados debían ser ciudadanos,
cuando no todos los residentes lo eran (...).
Por el contrario, la cultura contra la que Aníbal combatió en Italia se encontraba en
medio de una transformación revolucionaria de su identidad. La ironía de la Segunda Guerra
Púnica consiste en que la incorporación a la comunidad romana de aquellos a quienes hasta el
momento se había considerado extranjeros, lo que sirvió para fortalecer aún más los cimientos
sociales y militares de la República romana, se debió en gran parte a Aníbal, el enemigo jurado
de Roma. Con su invasión, el general cartaginés contribuyó á acelerar una segunda evolución
en la historia del gobierno republicano occidental, que superaría con mucho las constituciones
provincianas de las ciudades-estado griegas (...). Calinas provocó una crisis que supuso, entre
otras cosas, que la cantidad de propiedades necesarias para formar parte del ejército, concepto
heredado del censo hoplita de los griegos, se rebajara primero a la mitad y luego, a

271
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

lo largo de todo el siglo n a.C, se rebajara todavía más, hasta que, con el cónsul Cayo Mario,
este requisito desapareció (...).
Los pueblos de Italia -samnitas, etruscos y los habitantes grecoparlantes del sur-tenían
varios grados de alianza con Roma. Incluso la desconfianza hacia los asuntos de Roma que
sentían los pueblos confederados de Italia era consecuencia no tanto del temor y el odio hacia
la dominación extranjera como de la envidia y el resentimiento por no ser todavía ciudadanos
romanos de pleno derecho y por tanto con derecho a voto y a desempeñar cargos oficiales. En
el mundo clásico, el extranjero emigraba muchas veces a las ciudades helénicas e italianas en
busca de oportunidades y mayor libertad. Entre los griegos encontraba tolerancia,
indiferencia o prosperidad; entre los romanos, y con el tiempo, la ciudadanía. Las levas
llevadas a cabo para vencer a Aníbal sirvieron, en definitiva, para catalizar la evolución hacia
la paridad del resto de Italia con Roma.
Ya hacia el siglo m a.C. hubo en Roma muchos visionarios que apelaban a la ciudadanía
de pleno derecho de todos los habitantes de Italia, cuestión que no se resolvería hasta la
Guerra Social, que tuvo lugar a principios del siglo i a.C, cuando por fin se reconoció que los
pueblos afines a Roma en ideología y circunstancias materiales debían, en teoría, ser
incorporados a la comunidad romana. Catando se produjo la invasión de Aníbal, no obstante,
muchas comunidades italianas que no hablaban latín estaban compuestas por ciudadanos
romanos que estaban bajo el amparo de la ley romana pero no tenían derecho a voto en los
asuntos de la República. La necesidad de recobrar el apoyo de la Península Itálica, formar
legiones y evitar deserciones a favor de Aníbal aceleró las concesiones de Roma a sus
aliados. Durante el periodo final de la República y con el Imperio, los libertos y los pueblos
mediterráneos no italianos casi llegarían a ser tan iguales ante la ley como los aristócratas
romanos". Víctor Davis Hanson, Matanza y cultura, pp. 145-146.
:,r
' "Ya durante las Guerras Púnicas se liberó en ocasiones a muchos esclavos y, de-
pendiendo de su contribución militar, se les concedió la ciudadanía romana. Después de
Carinas, miles de ellos participarían en el ejército y lograrían la emancipación. Los romanos,
en definitiva, recogieron la idea de polis y la transformaron en la idea de natío. Muy pronto
no serían ya la etnia, la geografía o el nacimiento en libertad los elementos que definirían lo
romano. Por el contrario, algún día aquellos que no hablaban latín, que habían nacido como
esclavos y que vivían fuera de Italia podrían, en teoría, adquirir la ciudadanía, siempre y
cuando, por supuesto, pudieran convencer a los órganos decisorios competentes de que eran
romanos en espíritu y querían prestar el servicio militar y pagar impuestos a cambio de la
protección de la ley romana y de la seguridad que otorgaba una economía libre y
mercantilista". Ibid., p. 147.
37
Cuando se lo propuso, Roma consiguió el control de los mares apoyada en: la
solidaridad ciudadana, el valor, la capacidad para copiar los barcos de los cartagineses y la
estrategia de otorgar la ciudadanía a los conquistados leales.
58
Pues los beneficiarios del modelo de milicia ciudadana eran muchos.
39
"Lo más notable de Caimas no es que durante la lucha se masacrara a miles de romanos
con tanta facilidad, sino que esa matanza tuvo muy poco efecto estratégico. Un año después
de la batalla, los romanos contaban con nuevas legiones de una calidad semejante a las que
cayeron en agosto del año 216 a.C. -que a su vez eran reemplazos de las tropas que cayeron
en Trebia y Trasimeno-, si bien comandadas por hombres que, aparte de ser designados por el
Senado, habían extraído una lección de los pecados tácticos cometidos en el pasado. Los
estudiosos atribuyen la resistencia y capacidad

272
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

de Roma a la extraordinaria facilidad de su gobierno para reorganizar sus legiones y movilizar


a sus ciudadanos, y hacerlo de una forma legal, constitucional, que garantizaba el apoyo hasta
del más pobre de los granjeros. En Italia, Aníbal constataría que lo que diferenciaba al ejército
romano de sus mercenarios no era tanto que aquél estuviera mejor equipado y organizado, ni
fuera más disciplinado o tuviera la moral más alta, sino que era mucho más insistente y
fastidioso. Podía clonarse o copiarse a voluntad incluso tras el más grave de los desastres,
puesto que nuevos reclutas y oficiales continuaban dispuestos a unirse al mismo, realizar una
dura instrucción y establecer un vínculo permanente con sus padres, que se pudrían en la
llanura de Cannas, y con sus futuros hijos, que pronto matarían a miles de africanos en las
afueras de la propia Cartago.
Si la victoria le supuso a Aníbal algunas tropas de refresco, tras la derrota, los romanos
crearon nuevas legiones. Los legionarios cincuentones que cayeron en Cannas aceptaban el fin
creyendo, sin ningún tipo de duda, que sus nietos, que como ellos también eran ciudadanos
romanos, llevarían algún día el mismo tipo de armadura, completarían su misma formación
militar y, con el correr del tiempo, vengarían su muerte y el infortunio de Roma en una batalla
librada no en Italia, sino en suelo cartaginés. Y tenían razón. El ejército que aniquilaría a los
mercenarios de Aníbal en Zama (202 a.C.) representaba menos de una décima parte de la
infantería y recursos navales de Roma en ese momento". Ibid., pp. 135-136.
40
Donde Roma difería de su vecino púnico "era en su idea de ciudadanía y en los deberes y
derechos inherentes al título de civis romanus, idea política que trascendía con mucho los
aspectos legales de un órgano deliberativo que se limitara, sin más, a respetar los preceptos
constitucionales. La noción occidental de gobierno consensuado que surgió en el siglo vm a.C.
en la Grecia rural estaba, en principio, llena de contradicciones, puesto que la política,
originalmente, no consistía en otra cosa que en la reunión de algunos propietarios para
deliberar sobre aquellos asuntos que los afectaban a todos. El concepto, absolutamente radical,
de que los ciudadanos tenían derecho a decidir sobre su propio gobierno dio pie a una pregunta
inmediata: ¿quiénes eran ciudadanos y por qué?
Si la participación ciudadana en las primeras ciudades-estado griegas, que eran en
realidad pequeñas oligarquías, marcó originalmente la invención revolucionaria de que los
gobernados debían dar su consentimiento a las decisiones de los dirigentes, los ciudadanos
representados en el gobierno no llegaban en la mayoría de los casos a la cuarta parte de la
población residente. Sin embargo, como lamentó Platón, existía una tendencia constante hacia
el igualitarismo y la inclusión en la ciudad-estado. Hacia el siglo v a.C, especialmente en
Beocia y en algunos estados del Peloponeso, para tener derecho al voto sólo hacía falta
acreditar la posesión de cuatro hectáreas de tierra o su equivalente en dinero.
A consecuencia de ello, hacia el siglo v a.C. la mayoría de la población masculina adulta
de Grecia podía participar por pleno derecho en el gobierno. En la Atenas imperial y en sus
satélites democráticos, todos los varones libres e hijos de ciudadano varón, fuera cual fuera su
riqueza o linaje, gozaban del derecho de ciudadanía, lo que permitió la formación de una
enorme flota de remeros compuesta por ciudadanos libres. Y, lo que es aún más asombroso, la
difusión de la ideología democrática occidental no se circunscribió a cuestiones de forma
relativas al voto, sino que, por el contrario, confirió un aura igualitaria a todos los aspectos
sociales de la ciudad-estado, desde la familiaridad en el habla y en el vestir hasta cierta
identidad en la apariencia y el

273
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

comportamiento en público, la vida privada gozó de una liberalidad que sobreviviría incluso
en los periodos de monarquía y autocracia por los que más tarde atravesaría Occidente. (...)
Cartago era un enorme imperio dirigido por una pequeña camarilla deliberativa de
mercaderes y comerciantes de origen nobiliario. Por el contrario, Roma tomó prestado el
ideal griego de gobierno cívico y lo mejoró y adaptó a su singular idea de nacionalidad
(natío), que permitía la independencia a sus aliados de habla latina, con ciudadanía plena
(óptimo km) o parcial (sine sufragio) para los residentes de otras comunidades italianas, y en
siglos posteriores, plena ciudadanía a aquellas personas, de cualquier raza y lengua, que
aceptasen las leyes romanas y el pago de irhpuestos. Lo que en origen no era más que un
estado regido por un gobierno nominal de aristócratas romanosy lalinoparlantes evolucione')
(...) hasta convertirse en un estado plural en el que las asambleas locales podían actuar en
contra del Senado, y los líderes populares, vetar la legislación oligárquica". Ibid., pp.
138-139.
41
"Los griegos y otros pueblos no romanos de la Antigüedad pudieron movilizar
grandes ejércitos siempre que quisieron. Pero la movilización de tribus y ejércitos
mercenarios que llevaron a cabo galos, hispanos, persas o africanos no constituía, en
ningún sentido, una nación en armas. Ni uno solo de los formidables adversarios que
Roma tuvo a lo largo de los siglos compartió alguna vez la idea occidental de contar
con soldados ciudadanos libres. Los impresionantes munidas de Yugurta (112-104
a.C), los cientos de miles de germanos de Ariovisto (58 a.C), el cuarto de millón de
galos que se reunió a las órdenes de Vercingetórix (52 a.C.) v los muchos godos que
cruzaron el Danubio para matar a miles de romanos en Adrianópolis (378) eran gue
rreros magníficos y muy numerosos. Gran parte de aquellas tribus tenían una larga
historia y complejos métodos de organización militar. En el fondo, sin embargo, no
eran más que ejércitos temporales compuestos por tribus nómadas que se reunían por
algún motivo concreto y cuyo servicio dependía exclusivamente de la paga, el botín y
el magnetismo y habilidad de su comandante o del régimen al que servían. Cuando
se consideraban saciados, estos ejércitos se retiraban". Ibid., p. 151.
42
Cfr. Michael Mann, Las fuentes de.lpoder, l, pp. 353-365.
4:1
"Los primeros griegos inventaron el concepto de militarismo cívico, la idea de que los
que votan deben también luchar para proteger la comunidad, que, a cambio, es garante de sus
derechos. Como resultado de ello, las ciudades-estado clásicas alinearon cuerpos de
infantería que sumaban casi la mitad de su población masculina residente. (...) Los
ciudadanos de la Grecia clásica nunca llegaron a apreciar todo el potencial del militarismo
cívico, debido al enorme celo con que se tomaban la noción de ciudadanía, que no se extendía
a todos los ciudadanos de la polis. Los griegos habían mantenido la Hélade libre de la
ocupación persa gracias, en parte, a la revolucionaria idea de que todos los ciudadanos deben
hacer la guerra, pero por el mismo motivo perdieron su autonomía ante los macedonios siglo
y medio después, víctimas, precisamente, de la escasez de soldados ciudadanos". Victor
Davis Hanson, Matanza y cultura, p. 148.
" Frente a la concepción griega de la milicia ciudadana, con el límite de la escasez de
hombres provocado por el celo ciudadano, tentemos "el auge del ejército real de Filipo y
Alejandro, a quienes importaba poco la condición de sus guerreros con tal de que supieran
combatir y fueran leales a quienes les pagaban. Los monarcas macedonios y sus sucesores no
eran demócratas. Sin embargo, su buena disposición a integrar por igual en sus ejércitos
multiculturales y profesionales a macedonios y griegos y pagarles la misma soldada

274
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

-los desesperados unidos por un deseo compartido de gloria y botín y no divididos por el
idioma, la procedencia o el orgullo étnico- era, en cierto sentido y de un modo que jamás
soñaron las ciudades-estado griegas, perversamente igualitaria (...).
La existencia de enormes ejércitos mercenarios durante el período helénico (323-31 a.C.)
resolvió por un tiempo el tradicional problema de la escasez de recursos humanos, pero lo hizo
de un modo que con frecuencia iba en detrimento del anterior impulso cívico de la
ciudad-estado. (...) Los griegos podían formar ejércitos de gran tamaño o ejércitos patrióticos
y llenos de espíritu, pero no ambas cosas". Ibid., pp. 148-149.
48
"La nación romana y su idea radical de una ciudadanía integradora lograría tal
combinación de un modo brillante, garantizando además que sus ejércitos fueran mucho
mayores que los de la Grecia clásica y pese a ello mucho más patrióticos que las tropas
mercenarias que (...) engrosaban las filas de las huestes helénicas (...).
La idea de una enorme nación en armas -en 218 a.C, año de comienzo de la Segunda
Guerra Púnica, había dispersos por toda Italia más de 325,000 ciudadanos romanos varones;
de ellos, casi un cuarto de millón estaban en edad militar- resultaba incomprensible para los
cartagineses, que restringían el título de ciudadanía a un pequeño grupo de hablantes del
púnico circunscritos a la zona de Cartago y sus alrededores. Desde un punto de vista militar,
peor era que los cartagineses jamás se acogieran plenamente a la tradición helénica de levas
ciudadanas, es decir, a llamar a filas a aquellos que gozaban de los derechos de ciudadanía,
precisamente para defenderlos. Cartago tampoco compartía la idea romana de nación según la
cual la nacionalidad trascendía la procedencia, la etniay el idioma. Los miembros de las tribus
africanas cercanas a Cartago, e incluso sus propios mercenarios, podían combatir a los
romanos o al propio estado púnico, tanto les daba. Aparte del barniz de ciertos representantes
de la élite, un examen detenido revelaba muy pocos elementos occidentales en la
consideración cartaginesa de la política y de la guerra. A diferencia de los griegos, Cartago no
insistió) en que debían ser sus ciudadanos quienes combatieran en sus batallas. Al contrario
que los romanos, le faltaron los mecanismos para equiparar políticamente a sus aliados
norteafricanos o del occidente de Europa, a los pueblos conquistados o a los siervos, con sus
nativos, de ahilos enfrentamientos constantes y a menudo brutales con sus propios ejércitos
mercenarios y rebeldes. Cartago ni siquiera fingía que su Asamblea servía de foro a los deseos
del pueblo. Al parecer, se trataba de una sociedad en la que existían dos, no tres, clases: la
privilegiada, compuesta por aristócratas dedicados al comercio, y el resto, es decir, los siervos
y los trabajadores, sin ninguna representación en los órganos decisorios". Ibid., p. 149.
4,1
Alarico fue el más célebre de estos mercenarios, quien tras no recibir su paga, saqueó
Roma.
47
Pues en las polis había la misma estructura de tensión dinámica que en Roma.
48
Julio César añadió "laGaliaal imperio merced a una serie de campañas entre los
años 58 y 51 a.C. Tras la primera expulsión de las tribus galas del norte de Italia, en
el 121 a.C, Roma había establecido bastiones en la Galia y extendido esta provincia
hasta Hispania; en el 58, para impedir la primera migración histórica a gran escala
con que se enfrentaba Roma la de los helvetii (...), César creó posiciones de bloqueo
en el valle del Ródano y aceptó ayuda de los galos para contener la invasión; tras la
derrota de los helvetii, la zona de control se vio amenazada por otra invasión": la de la
tribu teutónica al mando de Ariovisto. César efectuó entonces un "avance envolvente

275
Almo tmelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

por el norte del Rin;su éxito, bien acogido por los galos del sur, alarmó a los del norte cuya
coalición tribal se extendía hasta Gemianía en la otra orilla del Rin. César luchó contra este
belicoso pueblo durante cuatro años, interrumpidos por expediciones contra los venetidc
Bretaña y sus hermanos celtas de Inglaterra (56 54 a.C), pero (...) logró imponer una paz
nominal en la Galia". En el año 53 a.C. los galos pacificados se sublevaron en masa en un
intento por impedir su inclusión en el imperio. César reanudó las actividades bélicas. "La fase
final de la guerra de las Galias, llevada a cabo contra un enemigo que había aprendido mucho
de los propios romanos, duraría un año, cuando Vercingetórix se acantonó en un inmenso
campo fortificado en Alesia, junto al nacimiento del Sena; una decisión equivocada, pues los
romanos tenían buen caudal de experiencias en la guerra de asedio (...). Es posible que ciertas
técnicas las debieran a sus antiguos inventores, los asirios, y les llegaran a través del mercado
internacional del arte militar que impregnó durante siglos Asia Menor y no tardaron en dejar
Alesia aislada de cualquier posibilidad de refuerzo al rodearla de un círculo de fortificaciones
(...), cada una de ellas de unos veinte kilómetros de circunferencia. Los legionarios eran
maestros manejando la pala, pues cuando efectuaban marchas en territorio enemigo, la legión
montaba rutinariamente por las noches un campo fortificado con arreglo a un modelo
reglamentario. Al hacer su aparición un ejército celta de socorro, cuyo contingente (...) habría
sido de un cuarto de millón, César armó a sus 55,000 hombres, rechazó el ataque y continuó el
asedio de la posición de Vercingetórix", quien acepté) la rendición y fue llevado a Roma para
ser exhibido y a continuación ejecutado. "Con esta muerte cesó toda resistencia en la Galia y
toda la provincia quedaba incorporada al imperio romano". John Keegan, Historia de la
guerra, pp. 332-333.
49
Jack Weatherford, La historia del dinero, pp. 80-81.
50
"La conquista y el saqueo sirvieron para financiar el imperio tan sólo por un
breve período. Muy pronto, las legiones romanas habían conquistado y saqueado las
regiones más ricas de los alrededores. Durante el reinado de Ti ajano, del 98 al 117 d.C,
el costo de la conquista había sobrepasado el valor de las riquezas que ésta aportaba
al imperio. Para sus nuevas conquistas, los emperadores hubieron de adentrarse en
regiones más bien marginales, como las Islas Británicas y Mesopotamia, y el costo
de la conquista mereció escasamente la pena pues los recursos naturales y los bienes
generados no bastaban para mantener las guarniciones necesarias para ocuparlas y
tenerlas vigiladas". Ibid., p. 82.
'' Al menos hasta que se resolvía la extracción de impuestos locales para mantener las
tropas. Situación que se resolvía tardíamente.
58
"El propio éxito expansionista del imperio había provocado en Italia una crisis social y
política; los incesantes reclutamientos, sobre todo entre los itálicos cuya incorporación al
imperio no les había valido el derecho a la ciudadanía, y el creciente poder de los cónsules
que regresaban victoriosos de las campañas anuales y se enfrentaban a los magistrados de
Roma con sus exigencias de dinero y autoridad, hacían cada vez más obsoleto el viejo
sistema de alistamiento de las legiones y de gobierno democrático. Ya había habido un
amago de disturbios a finales del siglo n a.C. cuando los hermanos Graco intentaron reducir
la carga de las levas militares y la independencia de la autoridad militar; disturbios que
cobraron gravedad en el 90 a.C. cuando los itálicos sin derecho a la ciudadanía se rebelaron
contra los reclutamientos obligatorios y sólo fue posible restablecer la paz concediéndoles la
ciudadanía. Pero no por ello se ponía fin a los problemas derivados de dotar de tropas a las
legiones, a pesar de

276
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

que se estableciera a finales del siglo I la dispensa real de los antiguos requisitos de propiedad,
cuando el cónsul Mario abrió la posibilidad de la incorporación a filas de voluntarios del
estrato social más bajo del censo; esta medida, paradójicamente, añadió leña al fuego del
conflicto entre los cónsules que dirigían las campañas militares y la clase política urbana, por
el hecho de que los legionarios sin tierras se sentían más vinculados a su general, se
identificaban mejor con sus intereses (y más si, como hizo Mario, se les prometía tierras en
recompensa por su servicio en filas), con lo que se reforzaba la posición de los generales frente
a senadores y magistrados". John Keegan, Historia de la guerra, p. 333.
53
"Los historiadores atribuyen a Siria la implantación del sistema de ejército regular,
y (...) parece probable que las medidas que instituyó, incluidas la de pago regular a
los militares de empleo fijo, la creación de arsenales y depósitos, la construcción de
cuarteles y la manufactura centralizada de armamento, sentaron la pauta a seguir por
su imperio y otros venideros; fue un sistema que se difundió desde el Oriente Medio
a otras zonas de intensa actividad militar muy al oeste durante los siglos VI y v a.C,
debido en parte al contacto de los persas con los griegos y también al incremento del
mercado de mercenarios que se pagaban del erario público; sin embargo, ningún
ejército anterior al romano de la época republicana alcanzó tal nivel de legalidad y
burocracia en el reclutamiento, organización, mando y abastecimiento". Su capacidad
para perpetuarse durante las guerras, derivaba "de la solución estatal que todos los
gobiernos centralistas dan al acuciante problema militar: la de asegurar una fuerza
estable a base de levas fiables y eficaces. En la época de las guerras púnicas, aunque
seguía teóricamente vigente la milicia obligatoria, el procedimiento había perdido
fuerza y las legiones se nutrían de tropa mediante un proceso selectivo, el düectus, por
el que los mejores de los ciudadanos que se presentaban voluntariamente quedaban
alistados seis años (servicio que podía prolongarse hasta dieciocho años). La adopción
del düectus refleja un empeoramiento de la situación de los pequeños propietarios
agrícolas, pues (...) las fincas en expansión de los ricos estaban eliminando la pequeña
propiedad; no obstante, el servicio voluntario remunerado parece haber representado
una alternativa bastante generalizada al trabajo agrícola. (...No) hubo necesidad de
aplicar el düectus a los altos mandos de las legiones, pues el sistema político romano
(...) imponía como condición al candidato a los cargos políticos que jalonaban la
carrera hacia el consulado que los jóvenes de buena cuna hubiesen completado un
determinado período como tribunos, cargo del que había seis representantes en cada
legión; parece que esta cualificación requería diez años de servicio o diez campañas".
Ibid., p. 326.
54
En el año 200 a.C. los centuriones obtenían el doble de los bolines que sus soldados
y cien años después, con Pompeyo, la proporción equivalente era de 20 a 1; peor aún,
proporción entre los más altos mandos y el miembro de la infantería era de 500 a 1.
66
A las minas, a los campos agrícolas y los esclavos.
m
A medida que las colonias cobraron importancia subieron al poder los generales y
gobernadores de las provincias recién conquistadas. "En el curso de este desarrollo, el
imperatorse convirtió en comandante enjefe y gobernante del estado. A principios del siglo i
a.C, el antiguo ejército de ciudadanos de la república romana se profesionalizó con
mercenarios en respuesta a la necesidad de una milicia permanente en las nuevas provincias
ultramarinas. Este ejército, que estaba fuertemente ligado a determinados líderes, llegó a ser
un factor poderoso en los asuntos públicos, hasta que arrebataron el poder de hacer
nombramientos a las asambleas del pueblo y el senado. Especialmente

277
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Aunando González Ulloa Aguirre

las guardias pretorianas fueron muy influyentes en las altas esferas del poder. Desde los
tiempos antiguos, los líderes militares, que en un principio se llamaron pretores, tenían una
tropa especial, una guardia personal. La famosa Décima Legión de César era una guardia de
ese tipo. Finalmente estas guardias terminaron por elegir los emperadores. (...).
Cuando Julio César, al cruzar el Rubicón (49 a. C.) decidió lanzar su ejército contra el
senado romano, que le había ordenado dejar el mando de sus provincias y sus tropas, hizo que
la historia de la humanidad diera un viraje revolucionario. Creó una nueva clase de gobierno
basado sólo en la personalidad. Sin duda, había tenido predecesores en esa actitud. A los
hombres que no se consideraba gobernantes legítimos, en comparación con los reyes
hereditarios sagrados o los funcionarios nombrados, se les llamaba tiranos. Tenían una
guardia personal de mercenarios que se hallaba en conflicto constante con el ejército. Fueron
estos hombres los que inventaron el servicio secreto, pues utilizaban una tropa de espías
responsable solo ante ellos. No obstante, la innovación de César consistió en que su régimen
personal rebelde, basado sólo en un poder militar presente y un apoyo popular ilegítimo, se
convirtió en una monarquía duradera que tuvo influencia profunda sobre la historia europea.
Fortificó su poderío al obligar al senado a ampliar ilegalmente los límites de esos cargos.
César fue el primero que se hizo nombrar dictador perpetuo (duialor perpetuus). También fue
nombrado cónsul por diez años, en vez de los dos que eran habituales, e investido del poder
de los tribunos (tribunicia potestas) aunque, como patricio, no podía ser tribuno, pues éste era
un cargo plebeyo. Su poder de tribuno comprendía la sacrosanctitas o inmunidad sagrada, un
privilegio de los tribunos plebeyos para protegerlos contra los nobles (...).
"Con el tiempo todos estos términos tradicionales que designaban autoridad y que
derivaban de cargos republicanos, quedaron oscurecidos por el nombre de la persona, César,
en griego Kaisar, que llegó a ser una designación general para monarcas que regían sobre
diferentes pueblos y países. Después de su muerte siguió adelante con firmeza aunque con
lentitud la transformación de la república en un imperio". Ibid., pp. 99-100.
>7
Una evolución que puede rastrearse en la pérdida de los medios de defensa de la plebe
contra la arbitrariedad de las autoridades.
58
En el 135 a.C. en Sicilia, tuvo lugar la primera revuelta de esclavos importante.
Reunieron un ejército de 200 mil inconformesy pelearon durante cuatro años hasta ser
sometidos cruelmente por las legiones.
M
Es bien conocido el intento del tribuno de la plebe, Tibero Graco, quien después de un
viaje por Italia retornó indignado por la miseria en que vivían los campesinos romanos. Dijo
que no los esclavos y los ciudadanos proletarios no eran equiparables y por tanto, no debían
competir por el trabajo. El argumento era que los esclavos no luchaban, no estaban
dispuestos a defender su patria. El representante del pueblo propuso el reparto de las tierras
conquistadas entre los pobres. En el año 119 a.C, al intentar reelegirse, fue asesinado por el
sumo sacerdote de Roma, quien era sumamente rico. Retornaron al poder los conservadores y
la reforma agraria fue cancelada.
"" En la época de César y Augusto, el imperio mantenía a 150,000 indigentes, y en el año
203, bajo Séptimo Severo, a unos 175,000.
61
Cfr. Michael Mann, Las fuentes del poder, I, pp. 366-367.
62
Por ejemplo, en el año 133, Átalos III, rey de Pérgamo, que no tenía hijos y temía

278
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER * TOMO 1

una rebelión popular, heredó a Roma sus dominios (el noroeste de Asia Menor) a cambio de la
protección del imperio.
( 1
'" La construcción cíe caminos fue vista como la base de la dominación imperial. Por ello,
Mario hizo de cada militar un constructor de caminos. Cada legionario era un "soldado-mula",
debido a la enorme carga que llevaban para sus trabajos de albañilería.
64
Aumentaron los efectivos de la legión a seis mil doscientos infantes más una cohorte de
seiscientos de caballería.
'"' El imperio territorial romano fue posible porque generaba una enorme cantidad de
excedentes, del cual, recaudaba también porcentajes muy elevados. Así, la élite contaba con
recursos de infraestructura, nunca antes conocidos por los estados de la antigüedad. Con la
reforma de Mario, comenzó la construcción, a gran escala, de carretelas.
Además, el imperio contaba con todas las ventajas de la época para la navegación, pues
de los griegos y los cartagineses tomó los modelos de los barcos y las técnicas de navegación.
El transporte por vía fluvial era menos costoso que el terrestre y se usaba siempre que fuera
posible. Para aquellas ocasiones (i.e. el invierno, o en la necesidad de transportar gran número
de legionarios) y lugares en los cuales no lo era, estaban la extensa red de caminos.
Otro rasgo del imperio territorial fue que logró ampliar el espacio de adquisición de
excedentes, al cultivar extensivamente todos los terrenos del imperio que fuera posible. Así, se
podía alimentar en el camino a los bueyes, las muías y los soldados. Finalmente, la
organización territorial también descansaba en la organización para la adquisición de los
excedentes locales, que a la vez descansaba sobre la economía legionaria. En la base, el
imperio se dividía en municipios, que estaban con obligados a aportar tropas locales. Los
gobernadores provinciales y losjefes de las legiones podían requisar transportes terrestres y
marítimos para concentrar provisiones. La legión era una fuerza de 5,000 hombres, capaz de
maniobrar como unidad autónoma. Claro que concentrar fuerzas mayores implicaba cierto
esfuerzo, pero el desplazamiento de ejércitos de 20,000 hombres era una operación rutinaria.
66
Muchas de ellas se encontraban a cientos de kilómetros del destacamento más cercano.
"7 Que tenían sólo mandato por un año y necesitaban crearse una facción propia para
mantenerse en el poder y hacer sus reformas legislativas. Para ello, usaban sobornos, violencia
y amenazas.
68
Que dependían de la lealtad de sus tropas. Para ello buscaban influir en la legislación
sobre concesiones de tierras conquistadas y pensiones para los militares.
68
Augusto, que instauró el sistema julio-claudiano, pareció resolver algunas anomalías
"intrínsecas a la estructura de gobernar un estado militar mediante la política competitiva de
una ciase electoral excluyeme que ya no era representativa. Los primeros efectos se hicieron
sentir en el propio ejército. Augusto lo encontró enormemente dimensionado por efecto de las
guerras civiles con un total de medio millón de hombres, la mayoría de ellos simples
mercenarios seguidores de generales rivales; él lo redujo drásticamente y estabilizó su fuerza
en veintiocho legiones. Para asegurar la seguridad del gobierno central y que no se repitiese el
cesarismo, formó la guardia pretoriana, una nueva fuerza con guarnición en Roma, y el
ejército en pie de guerra quedó repartido (...) en las fronteras, con máxima concentración en el
bajo

279
Alma ¡melda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Rin, frente a Germania, de la que ya comenzaba a sentirse la presión poblacional; en el alto


Danubio, otra región en la que se hacían sentir los disturbios bárbaros, y en Siria. Al mismo
tiempo se mantenían pequeñas guarniciones en Hispania, África y Egipto. De igual
importancia fueron las modificaciones que efectuó en las condiciones para el servicio; la
ficción de la milicia obligatoria fue abolida y el alistamiento en las legiones se hizo sobre una
base profesional, en la que tenían preferencia los ciudadanos, pero por la que se otorgaba
dicha ciudadanía a los candidatos adecuados; el plazo a servir en filas era de quince años
(veinte, muchas veces, en la práctica) y durante él les estaba prohibido casarse a los
legionarios; de todos modos, aunque ilegales, las familias se vinculaban a los campamentos ,
la paga era fija y regular y al licenciarse el ex combatiente recibía un retiro suficiente para
vivir (...).
El ejército de Augusto se equilibró en torno a 125,000 hombres; una cifra equiparable
servía en las unidades auxiliares de caballería e infantería ligera de las legiones, unas
unidades que Roma había empleado desde el inicio de sus conquistas en Italia, época en la
que los auxiliares no disfrutaban de la ciudadanía y el plazo de servicio era irregular. A partir
de este momento, estas tropas recibían una paga adecuada; pero el mejor incentivo era que al
final de los veinticinco años de servicio, el licenciado recibía el derecho a la ciudadanía,
extensible, ya que entonces podía casarse, a los hijos que pudiera tener su esposa. Estas
condiciones sirvieron para mejorar (...) la calidad de las tropas auxiliares (...). Además, con el
tiempo, las alas de caballería y las cohortes de infantería dejaron de reclutarse en el momento
de entrar en servicio (una tendencia que equiparaba enormemente su calidad a la de las
propias legiones), su mando pasó de jefes locales a oficiales imperiales, y fueron distribuidas
por todo el imperio listas para entrar en combate (...).
Augusto hizo cuanto pudo por asegurar la futura lealtad del ejército con las
disposiciones relativas al mando. Bajo la república, el procónsul de una provincia mandaba
las legiones que hubiese en ella, pero Augusto se nombró procónsul de casi todas las
provincias y así mandaba directamente en todas las guarniciones de legionarios, mientras que
para el resto, en las que el senado seguía nombrando a los gobernadores, las legiones
quedaron al mando de legados representantes del emperador. Para administrar y financiar un
sistema tan complejo y centralizado, Augusto creó un servicio civil imperial, formado y
dirigido por hombres de la clase política a quienes confió buenas responsabilidades
pagándoles un salario estatal; estos funcionarios imperiales tenían encomendado recaudar
impuestos para subvenir a las necesidades de la administración económica de las provincias y
las guarniciones, transfiriendo las sumas al tesoro imperial y, en Egipto y África, comprar y
recoger el trigo de reparto gratuito a la población y del que la metrópoli importaba 400,000
toneladas al año". John Kcegan, Historia de la guerra, pp. 334-335.
70
Ibid., p. 336.
71
Inglaterra fue invadida y dominada en el 43 a.D. Veinte años más tarde, Armenia
reconoció el dominio romano.
's En el año 9, Arminio derrotó a los romanos en Germania. En el 66Judea, se levantó
contra los romanos.
73
Ibid., pp. 336-337.
71
Ibid., p. 373.
75
Entre el año 100 a.C. y el 200 a.D., sin importar que la forma constitucional fuera la de la
república o la del imperio, Roma mostró continuidad en su política expansio-nista.

280
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

El aerarium en la época de Augusto recolectaba 400 millones se sestercios al año. El 70


por ciento se gastaba en las fuerzas armadas -60 por ciento para las legiones y el 10 por ciento
para la marina y las cohortes pretorianas y urbanas en torno Roma. El 15 por ciento se usaba en
la distribución de cereales al pueblo; el 13 por ciento era para la nómina de los funcionarios
civiles y el resto se usaba para construir edificios de gobierno y caminos y, para los juegos.
Es verdad que ese presupuesto era sólo una parte del gasto en el sector público, pues otra
parte importante lo representaban los gastos personales del propio emperador. Pero aún en ese
caso las proporciones son similares. Anualmente Augusto gastaba 100 millones de sestercios,
y dedicaba 62 por ciento a donativos para el salario, las tierras y las pensiones de los soldados;
20 por ciento lo distribuía al pueblo; 12% para comprar tierras para él mismo; y el resto lo
usaba para edificar templos y para losjuegos públicos. Cfr. Paul Veyne, Bread and circurses.
Historical sociology andpolitical pluralism, trad. Brian Pearce, Nueva York, Alien Lañe, The
Penguin Press, 1990 (Ia ed. en francés, 1990), pp. 10 y ss.
Otro indicador del grado de la militarización es el número de legionarios. En el siglo I
a.C. eran 300 mil, al tiempo que vemos que la burocracia era sumamente pequeña: 150
funcionarios en Roma y 150 administradores senatoriales y ecuestres. A ellos hay que sumar
las reducidas dotaciones de esclavos públicos. Esta diminuta cantidad se reproducía en cada
provincia.
7(
' Michael Mann divide la historia del imperio romano en dos fases estratégicas: hasta el
100 a.C. la primera y la segunda, hasta el 200 a.D.
En la primera no había límites claros del imperio ni fortificaciones fronterizas. La
potencia de choque de las legiones era mayor que su capacidad para consolidar un estado. Lo
mejor para los romanos era usar estados clientes para influir en las provincias y extraer el
botín. El problema es que esto sólo funcionaba en aquellos lugares con un estado considerable
de civilización, como Medio Oriente. Pero no servía en donde las instituciones eran precarias,
es decir, en Europa, en donde necesaria la presencia de las legiones.
En esta fase la mayor parte de la milicia no estaba en las fronteras sino dedicada a la
pacificación interna.
Desde la reforma de Mario los soldados eran también albañiles. Las conquistas seguían
el patrón de la legión en marcha: era un avance lento y sistemático en el cual se iban edificando
fortificaciones y construyendo caminos. Esto permitía a los romanos aplastar las rebeliones,
extraer tributos y reclutar hombres, con mayor facilidad que cualquier otro imperio antiguo.
Pero también le daba la ventaja a los romanos de necesitar menos de los locales para la
edificación de obras públicas. Lo cual, dotaba de mayor autonomía al ejército romano frente a
sus conquistados. Al inicio, éstos se rebelaban, pero como eran brutalmente sometidos, no
osaban volver a hacerlo, al menos en un corto tiempo. Por tanto, el imperio podía relajar sus
medidas de seguridad y confiar en la obediencia y autodisciplina de los recién anexados al
imperio.
La pacificación trajo consigo comunicaciones eficaces y crecimiento económico. Todo
esto permitió liberar a un número considerable de legiones para la expansión al exterior.
Pero había límites. Las legiones eran eficaces contra los pueblos sedentarios y sobre
todo, contra las graneles concentraciones poblacionales, pero no en contra de los nómadas.
Además, una vez integrado Egipto, los romanos se encontraron con el Sahara, que no tenía
sentido conquistar. Al norte, tras la derrota de Teutoburger, en

281
Alma hnelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguirre

el 9 a.C, aprendieron que en los bosques las legiones se encontraban en desventaja. Ahí, Varo
perdió tres a manos de los germanos, conducidos por el otrora jefe de tropas auxiliares del
imperio, Hermann. En el este, el obstáculo eran los partos, conquistadores de la dinastía
seleúcida. Debido a que en esa región los romanos usaban estados clientes en lugar de
destacamentos propios, no tenían experiencia ni tropas para derrotar a estos persas. Así como
Craso, en el 53 a.C, en Carras, al norte de Siria, perdió siete legiones.
En la segunda fase estratégica aumentó el número de legiones en las fronteras y la
principal amenaza eran los extranjeros que hacían incursiones en las provincias pacificadas.
No se les podía eliminar, porque eran nómadas, pero se les intentaba contener. No obstante,
esa política era muy costosa, porque requería de tropas en grandes perímetros. Los romanos
crearon entonces fortificaciones fronterizas, que no eran para obligar a los intrusos a
concentrarse en un punto de entrada y salida.
" Esto se debió, en gran medida, a la incapacidad de los emperadores de extraer mayores
recursos a las provincias. Tradicionalmente las tasas tributarias las decidía el senado, pero
dado el poder del emperador Augusto, éste comenzó a legislar al respecto. He aquí la primera
dificultad: los generales conquistadores argumentaron que no podía haber un alza de los
impuestos que no hubiera sido decidido por el senado. De cualquier manera, los emperadores
hicieron las modificaciones, aunque sólo en el papel, pues su capacidad recaudadora era muy
limitada. Michael Mann habla de un empate de poder entre el poder central y las clases altas
provincianas: el primero no lograba aumentar los tribuios y las segundas no lograban
disminuirlos.
78
Esto se debía a que los romanos no tenían capacidad técnica, ni se apresuraban a aplicar
de forma práctica los frutos de los descubrimientos científicos. En la esfera militar había
mayores avances como las máquinas de asedios. Pero no había ningún avance en la
agricultura y cuando los hubo, no se difundieron. La aceña palestina y la segadora gala,
ambas del siglo i de nuestra era, fueron inventos desconocidos para el resto del imperio. Lo
mismo puede decirse de los tornillas, las palancas y las poleas, que se usaron sólo localmente.
Quizás esto se debió a que había abundante mano de obra, coloniy esclava, que hacían
innecesaria, o quizás incluso peligrosa desde el punto de vista de la estabilidad social, la
difusión de tecnologías para el campo.
Además, la tecnología de los modernos es intensiva, es decir, dirigida a extraer más
productos en forma de energía y recursos a partir de menos recursos. Los romanos por el
contrario concentraron su inventiva en prácticas extensivas; se dedicaban a extraer más
productos a partir de insumos más coordinados y organizados.
La revolución de la Edad del Hierro, fue intensiva: permitió penetrar físicamente el
suelo en mayor profundidad y reducir el ámbito de organización social autoritaria. Pero los
romanos aprovecharon esa base mediante la extensión hacia afuera, la pacificación del
espacio y la organización.
"¡Recuérdese lo que colgaba de la pértiga de Mario! Cada pieza del equipo legionario
no tenía en sí nada de notable como invención. Lo notable era su combinación en una
organización social compleja y extensiva". Michael Mann, Las fuentes, I, p. 407. El resultado
fue el imperio territorial.
Sin embargo, esta forma de ver la tecnología, una vez alcanzados los límites de la
expansión, también frenó la viabilidad del imperio. Para el año 100 d.C. los romanos habían
alcanzado las fronteras razonablemente conquistables, explotaban la mayor parte de las
tierras aptas para la agricultura y su organización política y fiscal también había penetrado en
todo el Imperio.

282
18. LOS CAMINOS DE LA VIOLENCIA

T a sociedad romana estaba compuesta por cuatro clases sociales:


esclavos, ciudadanos libres, terratenientes1 y élites J—iautóctonas o
del estado.
La necesidad de obtener esclavos se incrementó en la medida en
que Roma se militarizó, pues debido a que los ciudadanos estaban en
la milicia escaseaba la mano de obra. Al principio, las filas de los
esclavos se engrosaron con los prisioneros de guerra.
Los romanos aprendieron la esclavitud a gran escala de Cartago.
Al vencer en las guerras púnicas, obtuvieron territorios que les
permitieron la agricultura extensiva. Usaron a los esclavos de sus
antiguos enemigos. Muchos de ellos habían pertenecido a estados
sin tradición ciudadana y para ellos resultaba casi igual trabajar para
sus viejos que para sus nuevos amos.
En el siglo I a.C. 35 por ciento de la población de Italia era
esclava. Hacia el año 100 de nuestra era, cuando las conquistas
disminuyeron, se redujo también el número de esclavos. Pero el
factor más importante de este descenso fue más complejo: la
combinación de la degradación del campesino-ciudadano y el
ascenso gradual del esclavo convertido en jornalero.2 Llegó el punto
en que estas dos figuras se mezclaron en una sola: la del trabajador
semiesclavo asalariado agrícola.3 Al fundirse en una sola categoría,
se les otorgó a los miembros de esta clase,

283
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Vllon Aguirre

la ciudadanía,4 pero fue únicamente una concesión nominal; de


hecho no participaban en la política, ello debido a la gigantesca
brecha de la desigualdad. La ciudadanía masificada no implicaba
realmente una organización extensiva. Debido a la segmentación
horizontal, a la represión ejemplar y a los beneficios del imperio,
prácticamente no hubo revueltas campesinas. Los desórdenes
sociales por lo general eran provocados por las luchas entre las
élites, que en escala distinta, movilizaban también a ciertos sectores
de las clases bajas.
Había mucho resentimiento contra los beneficiarios del sistema,
que se manifestaba principalmente en la delincuencia, la única
forma de rebelión constante a lo largo de la historia del imperio. En
el campo, dentro del espacio supuestamente pacificado, se
construían casas fortificadas para evitar a los bandidos de esclavos
fugitivos, campesinos y soldados. Sin embargo, todos estos rufianes
no se atrevían a enfrentar directamente a las autoridades, ni siquiera
a robar al recaudador de impuestos. Incluso, muchos de ellos se
convirtieron en aliados semioficiales del régimen y hacían
funciones policíacas.
Otras formas de rebelión contra el sistema, menos constantes
que la delincuencia pero de alcances políticos más amplios, fueron
los motines urbanos,5 las revueltas de esclavos,6 las guerras civiles
dinásticas7 y los cismas religiosos.8
La lucha de clases no se presentó extensivamente debido a que
dominaban los elementos de segmentación horizontal: los
campesinos que se rebelaban lo hacían siguiendo una autoridad
local para linchar a una estatal — Le. el recaudador de impuestos-;9
las formas no económicas de organización como el ejército, la
iglesia y las sectas; los movimientos regionales que daban la
ventaja de diagrama1" a las clases altas. En general, cuando el
pueblo se mostraba activo lo hacía en el marco de organizaciones
clientelares. Por tanto, la lucha de clases era sólo latente, aunque al
inicio, con la República, el conflicto social llegó a existir en un
sentido más cercano al moderno.

284
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La stasis era débil y localizada debido, en buena medida, a la


naturaleza de la economía romana. Más del ochenta por ciento de la
población trabajaba en labores agrícolas y su nivel de consumo era
casi el mismo que su nivel de producción. Por lo tanto, la mayor
parte de su economía era autárquica. En el siglo iv de nuestra era el
comercio era tan marginal que sólo equivalía al cinco por ciento de
la producción total. Las clases sociales sólo son extensivas si existe
una mayor interacción entre las masas.
De cualquier manera el imperio elevó los niveles de vida de sus
habitantes. Aunque se basaba en unidades económicas casi
autónomas, civilizacionalmente casi todos los territorios se veían
beneficiadas por los avances organizacionales y tecnológicos ro-
manos." Esto es notorio en la dinámica demográfica12 y urbana,13 y
también en la productividad de la cosecha por semilla durante el
imperio14 en comparación con los índices posteriores a la caída de
Roma.15 Otras señales de la prosperidad del imperio son: la
monetización de un porcentaje importante de las actividades
económicas;16 el pago en efectivo que indica niveles de vida más
altos que el pago en especie por la posibilidad de un mayor inter-
cambio de bienes;17 las rentas y tributos en efectivo, que fomentan el
comercio, a diferencia de las obtenidas en especie, que son
unidireccionales y no fomentan el mercado; la gran cantidad y
variedad de artefactos, como ollas, lámparas, monedas, herra-
mientas, piedras talladas y ornamentos;18 el perfeccionamiento de
las técnicas agrícolas, que es visible en la difusión de gran variedad
de cultivos,.ganado y abonos; el tamaño y la densidad de la
población, que fue mayor que en cualquier otro imperio de la an-
tigüedad.19
Los miembros de la clase gobernante del imperio romano se
convirtieron en terratenientes, reivindicaban su propiedad privada y
autonomía respecto al estado. Sin embargo, su posición se inició
debido al crecimiento del estado y dependió de éste para
mantenerse.

285
Alma Imrltta Iglesias González 'jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González U/loa Aguirre

La riqueza y el control de la fuerza de trabajo producto de la conquista,


acabaron con la ciudadanía participativa. Los generales, que al inicio eran
miembros del orden senatorial, eran quienes repartían el botín. A su vez,
las nuevas provincias generaban más riqueza. Los gobernadores, los
jueces, los recaudadores de impuestos, los magistrados y los contratistas
del ejército, encargados de la administración de los nuevos territorios,
también procedían de la clase ecuestre.
En la medida en que las conquistas avanzaban estos funcionarios
eclipsaban a la administración central, que no crecía proporcionalmente.
Las élites locales tenían el derecho absoluto de propiedad e incluso, si lo
consideraban necesario, saqueaban las riquezas de sus provincias.
¿Qué mantuvo entonces la integración de la élite imperial? Las
relacionesjerárquicas del imperio mediante la dominación territorializada
por la economía legionaria;2" y las relaciones horizontales que integraban
ideológicamente a la clase alta.21 Muestra de ello es el hecho de que, a
pesar de la violencia en el proceso de sucesión

el imperio se mantenía unido. No parece que ninguno de los aspirantes


fuera un líder provincial nacional que ambicionara la secesión
provincial o una conquista que habría entrañado establecer la
hegemonía de una provincia sobre todo el imperio. La hegemonía de
Roma no estaba en disputa. Eso también era algo nuevo: en los
imperios anteriores la hegemonía había oscilado entre las provincias y
las capitales como resultado de enfrenta-mientos civiles y dinásticos
de ese tipo.22

El imperio romano se mantuvo unido debido a que la clase gobernante


compartía una cultura que la hacía consciente de sí misma y debido
también, a los métodos análogos de dominación.23 El imperio no fue
gobernado por camarillas de líderes locales particularistas ni por un núcleo
conquistador romano, sino por una clase política extensiva. El grado de
homogeneidad

286
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

de la élite romana sólo encuentra punto de comparación, en la


misma época, con la dinastía Han, en China.
El periodo de auge del imperio romano fue del año 100 a.C. al
200 a.D. La clase gobernante estaba cohesionada y la economía
legionaria era eficaz para derrotar a los enemigos en el campo de
batalla e institucionalizar la economía y la seguridad internas. El
comercio y la circulación de moneda se mantuvieron constantes,
cuando no en ascenso. La defensa de los territorios quedó
estabilizada en el 117 de nuestra era. Las guerras civiles, aunque
endémicas, no fueron peores que las presentadas a finales de la
república. En fin, la supervivencia de Roma no estuvo amenazada.
Pero a finales del siglo n, bajo el gobierno de Marco Aurelio,
vemos ya señales de decadencia. El primer envilecimiento grave de
la moneda, la plaga, la despoblación de algunas localidades y tribus
germánicas que cruzaron las fronteras en diversas incursiones.
Para fines del siglo n vemos nuevas amenazas externas a la
estabilidad del imperio. En los años 160 y 180 el imperio tuvo que
combatir con casi todas sus legiones para defender el Danubio de
una confederación de tribus germánicas: los marco-manos
El traslado masivo de tropas desde el este, en donde acechaban
los partos, revelaba lo peligrosa que podía ser una guerra simultánea
en este y oeste al tiempo que demostraba que los marcomanos eran
sintomáticos de la creciente capacidad de organización de los
bárbaros.21
Al ver que la defensa de los bordes era inviable, los severos
intentaron reformar la estrategia militar del imperio. En el año 193
Séptimo Severo retiró las legiones de choque de los puestos
fronterizos y las sustituyó con colonos atraídos para esta labor con
incentivos fiscales. Las legiones fueron trasladadas a posiciones
móviles para hacer de reserva y apoyar puntos específicos.23
El hijo de Séptimo, Carcalla, extendió la ciudadanía a todos los
varones libres que habitaran en el imperio, ganar su lealtad

287
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

y ampliar la base tributaria. Pero el dinero no era suficiente y era


imposible, sin causar una sublevación, elevar los impuestos para
hacer viables los costos del nuevo modelo defensivo.
Los severos intentaron entonces una estrategia que resultó
ruinosa: envilecer la moneda.2'1 El imperio romano emitía moneda
en función de sus necesidades de gastos, pero dejaba la oferta en
manos de productores e intermediarios privados. Por tanto, no
podía hacer nada peor que destruir la confianza en su moneda. Si se
advertía el envilecimiento, seguirían el atesoramiento y la inflación.
Además, a ojos de sus ciudadanos, envilecer su contenido era fallar
en una de las principales funciones del estado. Este método era una
tentativa de engañar a los subditos.
Debido a que las medidas contra la crisis empobrecieron más al
imperio, los germanos se sintieron alentados a atacar, al tiempo que
Roma tuvo que renunciar a intervenir en Oriente Medio, cuando en
el año 226, el estado de los partos se vio derrocado por invasores
persas, encabezados por la dinastía Sasánida. Los sasánidas
fundaron un estado centralizado, capaz de emprender enormes
campañas de guerra.
Los romanos, simples observadores del agresivo poderío persa,
se vieron obligados a incrementar sus defensas orientales.27 Esto
ocurrió al mismo tiempo que en el Rin y el Danubio los bárbaros
emprendieron algunas de sus mayores incursiones. El final de los
severos llegó en el año 235,28 cuando el ejército del Rin se amotinó
por no recibir su paga. Todo ello después de una larga lucha no
decidida contra los persas y de la incursión a Italia, en el 232, de los
marcomanos.
Los nuevos emperadores no hicieron sino agravar los problemas
de Roma. Entre el 235 y el 284 el sistema fiscal se fue paralizando y
el contenido de la plata en las monedas decayó. La población
rechazaba las monedas imperiales y aumentaron los precios. Al
mismo tiempo comenzó la decadencia urbana y del comercio.

288
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

Cada vez era más difícil aprovisionar a las tropas y éstas, como
respuesta, se amotinaban. De los veinte emperadores siguientes a los
severos, dieciocho murieron de forma violenta, uno en una prisión
persa y otro por la peste.29
A los invasores les resultaba fácil aprovecharse de la situación,
con lo cual causaban mayores dislocaciones económicas. En la
década que comenzó en el 260 atacaron simultáneamente los godos
por el norte y los persas por el este. Los primeros destruyeron Atenas
y los segundos capturaron al emperador Valeriano y saquearon
Antioquía.
Entre el 270 y el 280, cuando parecía que Roma estaba acabada,
los emperadores lograron importantes victorias y le dieron un
respiro al imperio. Diocleciano y sus sucesores, hasta Constantino,
lo aprovecharon.30
Las reformas iniciadas por Diocleciano rompieron con pasado al
aceptar la decadencia y la imposibilidad de recrear la estructura de
sacrificio común existente durante los primeros siglos del imperio.
Los cambios trataron de quebrantar el poder autónomo de clase
alta.31 El éxito de esa estrategia dependía de la capacidad del estado
para penetrar la sociedad civil. Para ello, en la esfera militar, se
volvió a introducir la recluta con carácter permanente y los efectivos
del ejército se duplicaron,32 y a principios del siglo iv llegaba a
650,000 legionarios.33
Estos nuevos militares, leales al emperador, se usaban para
patrullar el imperio, cuidar los caminos y los puertos, pacificar
ciertas zonas y extraer los impuestos. Gracias al aumento de
ingresos se duplicó la burocracia. Al tiempo que esto sucedió
Diocleciano también reorganizó el aparato administrativo.
Subdividió las unidades administrativas para hacerlas más pequeñas
y restarles autonomía frente al poder central.
Diocleciano, debido a sus reformas, sus victorias militares y
sobre todo, al hecho de que estaba dispuesto a usar la fuerza,34 fue
capaz de aumentar e imponer nuevos impuestos. Para que esto fuera
eficaz, realizó un censo. Creó así un presupuesto realista para las
necesidades del estado.

289
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Sin embargo, el mercado y la economía agrícola tendieron a sofocarse


y creció la resistencia a pagar impuestos.35 Lo cual provocó que se hiciera
necesario el crecimiento del ejército, que a la vez requirió de mayores
tributos.36
Mientras esto ocurrió los señores de las marcas y los persas siguieron
amenazando al imperio. Los romanos hicieron entonces una alianza con
los germánicos. Estos, a cambio de luchar por el imperio, recibieron tierras
en regiones fronterizas. Para el historiador de la guerra este fue el inicio
del fin, pues puso el imperio en manos de los bárbaros.37
En el año 375 los hunos, de Asia Central, destruyeron el reino
ostrogodo al sur de Rusia y desplazaron a gran cantidad de pueblos
germánicos, ahora hicieron presión sobre occidente. Tres años más tarde,
el emperador Valente fue derrotado y su ejército destruido en
Adrianópolis.
La lección era clara: ya no se podían impedir nuevos asentamientos de
visigodos, ostrogodos y otros bárbaros. Había entonces que buscar una
nueva estrategia. De acuerdo con Amy Chua la mejor habría sido una
combinación de asimilación voluntaria y tolerancia, pero Roma eligió
otra: los usó para defender sus fronteras del norte. El imperio no
necesitaba más impuestos para pagarles, pues los nuevos aliados no
contaban con una economía monetizada y se conformaban con la
explotación agrícola de los territorios otrora romanos.
Más tarde, al llegar Atila a los dominios del imperio, algunos de los
"invasores bárbaros, que habían sufrido el dominio de los hunos fuera del
imperio, acudieron en auxilio de Aecio y formaron en Chálons en el 451
un importante contingente". Lograron una victoria que evitó la
devastación de Galia.
Apenas se alejó el peligro de los hunos cuando Roma se vio asolada
por Genserico, "que había cruzado Galia e Hispania para fundar un reino
en el norte de África". El líder vándalo

se embarcó con sus tropas, tomó Córcega y Cerdeña, y, desde esa base,
se apoderó de Roma, saqueándola, en el 455. La contrao-

290
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

fensiva organizada por León, emperador de Bizancio, se saldó con un


fracaso; los vándalos establecieron un régimen pirata que dominaba el
Mediterráneo desde sus bases en Sicilia y África, continuado por sus
sucesores sarracenos y berberiscos durante mil años (...).
En Galia e Italia el poder pasó a tresjefes germánicos, Ricimero,
Orestes y Odoacro, que entronizaron a una serie de emperadores
comparsas. Uno de ellos, Mayoriano (457-461), logró restablecer
brevemente la autoridad imperial en el sur de Galia, pero fue
destronado. En el 476, Odoacro, que disponía de la mayor fuerza en
Italia, en teoría un ejército romano obediente al emperador comparsa
Rómulo, venció a Ricimero en la disputa por el poder, desposeyó a
Rómulo y se proclamó rey en vez de emperador. El senado, que, sombra
de lo que fue, aún perduraba, devolvió los símbolos imperiales al
emperador de Constantinopla: el ejército romano de Occidente había
dejado de existir.38

Aunque en el siglo v existían aún ejércitos llamados legiones, eran en


realidad fuerzas regionales que actuaban como guarniciones defensivas;
milicias sin la capacidad ingenieril para consolidar territorialmente sus
victorias. Sólo restaba un ejército central de campaña, que estaba
encargado de proteger al emperador. Para ese entonces, había dejado de
existir la economía legionario y había comenzado el feudalismo.
El derrumbe político y militar definitivos, llegaron en el año 476,
cuando se depuso del trono al último emperador de Occidente,
irónicamente llamado Rómulo Augústulo. Pero el declive económico y
social ocurrió gradualmente, antes y después de esa fecha.
La desorganización del imperio implicó el abandono de las ciudades, la
falta de cultivos en terrenos enormes, la muerte de mucha gente por
desnutrición y enfermedades.39
Socialmente también hubo muchos cambios: los hombres que hasta
entonces habían sido libres se colocaron como colo-ni bajo protección de
los terratenientes locales, para evitar al

291
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Vlloa Aguirre

recaudador imperial;'10 aldeas enteras pasaron a manos de un


patrón; la descentralización económica consolidó la economía de
latifundios (el oikos) que al inicio competía y luego simplemente
ignoraba, la maltrecha economía central; el comercio
interprovincial decayó por completo con las invasiones; las
comunicaciones se volvieron inseguras.
El más importante cambio fue la consideración de los terra-
tenientes locales y de los coloni de que las autoridades imperiales
eran explotadoras a cambio de nada.41 Por tanto, crearon una
estructura social en la cual el trabajo lo hacían siervos dependientes.
El efecto del derrumbe del imperio, sobre los campesinos, no fue
muy dramático, incluso muchos de ellos consideraron que habían
mejorado. En algunas zonas las masas y, en menor medida, las
élites locales, acogieron complacidas la dominación de los
bárbaros. Se habían librado de los altos impuestos, de las políticas
centrales de austeridad y de la escasez de mano de obra por las
obligaciones militares. ¡Mejor no defender ningún imperio!
El imperio de Constantinopla, sin embargo, sobrevivió mil años
más. Tras la división administrativa del imperio, a Occidente tocó
la difícil tarea de defender la vulnerable frontera Rin-Danubio,
salvo los últimos 500 kilómetros. Finalmente no lo consiguió. El
principal reto para Constantinopla eran los persas. Para contenerlos
recurrió a una sucesión ordenada de guerras, tratados de paz y
actividades diplomáticas. Después de todo, los persas tenían
problemas de organización similares a los de los romanos.
Los germanos eran señores de las marcas. Roma les dio la
organización militar y económica con la que la asesinaron. La
estrategia defensiva del imperio de occidente fracasó por su
incapacidad para responder a los retos que ella misma creó en sus
fronteras.

292
SOCIEDAD, VIOLENCIAYPODER • TOMO 1

Notas

1
Hombres de clase alta, pertenecientes a los órdenes ecuestre y senatorial.
- En el año 200 los esclavos ascendieron formalmente a la servidumbre y los campesinos
cayeron a ella.
3
Recibía un sueldo pero estaba atado a la tierra en la que trabajaba. Y esta condición
además, era hereditaria.
1
Otorgada por Carcalla en el año 212.
5
Que eran un proceso semi-mstitucionalizado para pedir asistencia al estado,
sobre todo en cuestiones de justicia en contra de los funcionarios provinciales.
6
Estas rebeliones fueron menos frecuentes en la etapa del imperio que en la de la
república. Generalmente eran conflictos locales que buscaban arrebatarle las tierras
a los romanos para restablecer su propiedad a los antiguos pueblos.
7
Que podía originarse como expresión de un agravio de clase. Por ejemplo,
cuando los soldados, ex campesinos empobrecidos y muchas veces maltratados en
las ciudades, que veían como enemigos a los habitantes de las urbes, saqueaban en el
marco de una conspiración de sus generales en contra del poder central.
La más conocida de estas crisis tuvo lugar "al concluir César la conquista de la Galia,
cuando intentó prolongar su mandato y el senado se lo negó. César abandonó la provincia,
habiendo ya caducado sus poderes de mando, al frente de la xm legión para dirigirse a Roma,
propiciando con su desafío la guerra civil. Esta duró siete años (50-44 a.C.) y tuvo por
escenarios España, Egipto y África, a medida que el senado ponía en pie legiones y recurría a
generales, Pompeyo en particular, para reprimir la rebelión de César, que culminó con la
victoria de éste y, finalmente, con su asesinato a manos de sus principales adversarios y
enemigos. En la lucha que siguió por hacerse con el poder, el sobrino de César, Octavio,
venció a todos sus adversarios en una nueva guerra civil y en el 27 a.C, después de que el
sumiso senado le otorgase el título de emperador (que literalmente era el de princeps o primer
ciudadano); él le añadió el de Augusto". John Keegan, Historia de la guerra, p. 333.
8
Que apareció por primera vez durante el Bajo Imperio. Por ejemplo, en el siglo
iv los donatistas de numidia sumaron a su causa a los separatistas regionales.
9
Lo cual confirmaba la relación clientelar entre terratenientes y labradores.
10
Que permite ver el todo sobre las partes. Esta ventaja de las autoridades centrales
les permitía mover sus tropas a la zona conflictiva.
" Cfe: Will Durant, Censar and Christ, pp. 319-337.
'- La demografía del Imperio era muy dinámica. En el año 28 a.C. había poco más de cuatro
millones de ciudadanos, y en el año 14 de nuestra era, ya eran casi cinco millones. La
población total, en esta última fecha, llegaba a los 14 millones de los cuales, sólo 3.5
habitaban en la actual Italia. Egipto era la región más densamente habitada. Había ciudades
muy pobladas, desde luego, estaba Roma, con sus 750 mil habitantes en el siglo i d.C. En el
siglo ti, con el máximo apogeo de la metrópolis, llegó al millón y medio.
13
Los romanos inventaron el arco y utilizaron masivamente ladrillos. Gracias a estas
innovaciones las construcciones adquirieron dimensiones nunca antes conocidas. Los
edificios, tanto los de gobierno como los de culto, eran muy amplios y reflejaban la grandeza
del imperio. En esos espacios, el individuo se sentía fascinado y abrumado.

293
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

Los romanos vivían en casas y en departamentos. Había edificios de dos y tres pisos que
eran sumamente inseguros pero necesarios por la aglutinación urbana. En el siglo IV, en
Roma, había 1,800 casas particulares (domus) y más de 46,000 edificios (insulaéj.
Cada noble era una especie de rey dentro de su casa. Las casas de los patricios eran muy
grandes y cómodas. Gran parte de ellas estaban en las afueras de las ciudades.
" Que en los siglos i a.C. y n a.C. era, en Sicilia, de 10 a 1, en Etruria de 15 a 1 y en Italia
de 4 a 1.
lD
Entre el siglo vm y x en Francia e Italia la relación era de 2,5 a 1. Es decir, casi la mitad
de la cosecha tenía que volver a cultivarse, y ello colocaba a la población peligrosamente
cerca del hambre. Esta relación comenzó a cambiar en el siglo XIII, pero no alcanzó los
niveles del imperio romano. En Inglaterra, la economía más avanzada de esa época, la
relación era de 4 a 1. Entre el siglo xiv y el xvn, Inglaterra, Francia e Italia llegaron a la
proporción de 6,5 a 1. Claro está, las zonas más pobres sufrieron muchos años hambrunas y
apenas lograron una relación 1 a 1.
"' "La fundición y reemisión frecuente de monedas mantuvo la casa de moneda del templo
dejuno Moneta en operaciones casi todo el tiempo, (...). Pareciera que las monedas afloraban
como un arroyo incesante de la casa de moneda, y es del término latino curtere, que significa
correr o fluir, que se deriva el término inglés actual de currency (moneda o divisa) (...). Las
devaluadas monedas afloraban como un gran riachuelo del Monte Capitalino para difundirse
por todo el imperio"Jack Weatherford, La historia del dinero, p. 79.
17
En el año 301 el Diocleciano emitió un edicto que obligaba a los patrones urbanos
a otorgar el 66 por ciento de los salarios en efectivo y el resto en especie. Esta es la
misma proporción que encontramos en Inglaterra en el siglo XVI.
18
La cantidad y variedad de estos objetos son, por mucho, superiores alas de cual
quier otra civilización antigua.
19
La mayor densidad poblacional estaba en Egipto, que entre el i a.C. y el n a.C.
contaba con 18 personas por kilómetro cuadrado. El Danubio y la Galia eran las
regiones menos pobladas.
En Italia, en el 225 a.C. había 5.5 millones de habitantes, 22 personas por kilómetro
cuadrado. Las cifras correspondientes para el año 14 de nuestra era, fue de 7 millones y 28.
En el año 500, con la decadencia, la población de Italia se redujo a 4 millones. Fue hasta el
1200 que volvió a tener 7 millones.
En todo el imperio, en el año 14, la población era de 70 millones. Posteriormente, sufrió
reducciones proporcionales a las padecidas por Italia.
A pesar de que era un imperio enorme, de 3 millones de kilómetros cuadrados, la densidad
poblacional era muy alta para los índices de la antigüedad. Había muchas ciudades, muy
pobladas y distribuidas en todo el territorio.
20
La cooperación obligatoria de la economía legionaria consistió en la creación de
una infraestructura logística que inicialmenle fue un subproducto del avance militar.
Este modelo de dominación permitió territorializar el antiguo modelo del imperio de
dominación. Sólo una vez que se estableció la integración logística, pudo expandirse
también la ideológica.
Algunos logros de la economía legionaria. Desde el 250 a.C. aumentó anualmente
300% el comercio y en el 200 de nuestra era, se estabilizó y comenzó a declinar gra-
dualmente. En el 157 a.C. aumentó 1000% la acuñación de moneda y su crecimiento

294
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

continuó hasta el 200 a.C. cuando se envileció. Es decir, el comercio aumentó


pro-porcionalmente por las conquistas. Gracias a ellas las fronteras estaban abiertas. Y no sólo
el comercio estatal creció, sino también el que realizaban los particulares, especialmente el de
bienes suntuarios y esclavos. La élite romana usaba el botín para hacer estas compras.
Además del comercio, los particulares y el estado aumentaron sus rentas. Ya fueran
extraídas del trabajo esclavo, de los siervos o de la mano de obra libre y crearon una liquidez
sin precedente en la antigüedad.
El sistema tributario forzó la unificación monetaria del imperio. Esto a la vez construyó
el circuito de la economía mercantil del imperio: las economías de España, Egipto, el sur de
las Calías y Asia Menor, pagaban impuestos en dinero. Estos, se exportaban y gastaban en
Italia o en las provincias fronterizas, en donde se encontraban destacados los ejércitos. A su
vez, las provincias ricas recuperaban su dinero mediante la venta de alimentos y otras
mercancías a las regiones importadoras de impuestos.
Por lo tanto, el estímulo del comercio era la tributación y la distancia entre donde
trabajaban los productores -principales contribuyentes- y donde estaban los que gastaban, es
decir, los funcionarios y los legionarios.
En conclusión, pese a la acumulación de enormes propiedades privadas y a la autonomía
de facto de la clase alta provincial, ésta siempre dependió del estado para mantener y
acrecentar su prosperidad.
21
El imperio gobernaba las provincias mediante élites autóctonas respaldadas
por gobernadores y destacamentos legionarios. Los derrotados podían mantener
en el poder a su vieja aristocracia -con excepción de los cartagineses- a cambio de
romanizarse.
Para ello, fue de gran importancia la exportación del latín, aunque en el siglo i a.C. el
imperio admitió que Grecia sería una excepción y se oficializó entonces, que hubiera dos
lenguas del imperio.
Otro pilar de la romanización fue la alfabetización, que servía como instrumento de
poder del estado y como vínculo de solidaridad de la clase alta. Primero se alfabetizaba a las
élites locales y luego se extendía a otras clases sociales.
El tercer elemento de romanización era la expansión del gusto artístico. Por ejemplo,
vemos teatros y anfiteatros por todo el imperio.
En cuarto lugar, estaba la integración flexible de los cultos locales a los romanos.
Y finalmente, la apertura al senado para la clase dominante provincial. Recordemos que
se trataba de una institución conformada al inicio, sólo por aristócratas romanos, luego
entraron los burgueses ennoblecidos italianos, más tarde, los colonos de España y las Galias,
después los africanos y sirios y finalmente, los danubianos y balcánicos.
22
Michael Mann, Las fuentes del poder, i, p. 386.
23
Monopolización de la tierra y de la mano de obra.
-" El imperio había elevado los niveles productivos y organizativos de los señores de sus
marcas de diversas formas: con mayor variedad de plantas, maquinaria sencilla y fertilizantes,
que se difundieron por Europa, Asia Menor y África. Por tanto, desde el 200 de nuestro era, la
producción agrícola de esas zonas empezó a representar una seria competencia a la agricultura
romana.

295
Alma Impida Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

En segundo lugar, se difundieron las técnicas militares, debido a que los bárbaros las
aprendieron mientras fungieron como tropas auxiliares de los romanos.
Con motivo del éxito de las incursiones, la estructura social de los bárbaros se
centralizó. Ahora los vemos obedeciendo a sus reyes-guerreros, desarrollando la propiedad
privada y haciendo enormes ciudades fortificadas que contenían poblaciones numéricamente
similares a la romana; eran instituciones que generaban prosperidad, orden y dotaban de
mayor poder para hacer más daño a sus enemigos.
L:
' ' "A partir del siglo ni, al intensificarse la presión poblacional en Occidente y las
tensiones bélicas con Persia en Oriente, la asociación de las legiones con las fronteras
fortificadas fue absoluta; se produjo una racionalización fronteriza, sobre todo en el Danubio,
donde se abandonó la provincia de Dacia en el 270; en el Rin; en el bajo Kilo, donde los
romanos hallaron a los númidas tan irreductibles como lo habían sido en tiempos de los
faraones; y en África, donde en el 298 se evacuaron zonas de Mauritania. Mientras que en las
divisorias más cortas las legiones seguirían luchando un siglo más, y la estrategia de Roma se
centraría en la protección de los territorios centrales cuya integridad definían las fronteras
fortificadas. Una vez que las fronteras quedan definidas por fortificaciones que se convierten
en lugares de guarnición permanente de unidades regulares con denominación propia, o al
menos en lugares fijos de rotación de dichas unidades, éstas cobran una importancia
simbólica para las tropas que las defienden; el surgimiento de este simbolismo se detecta sin
dificultad en la historia del ejército romano cuando (...) comprobamos que la vi Legio
Victrux, que llegó a Inglaterra hacia el año 122 procedente del Rin, continuaba en el mismo
lugar sesenta años más tarde; que la m Legio Cyrenaica, reclutada por Julio César en el Nilo,
seguía acantonada en Egipto en el siglo IV, y que dos regimientos de caballería Ala Augusta
Gallorum Petrianay Ala i Pannonioruní Sabiniana, formados en Galiay Panonia (la moderna
Hungría) respectivamente sirvieron desde el siglo II al m en el muro de Adriano, el último de
ellos en la localidad que actualmente es Stanwix (...).
Los ejemplos son elocuentes: entre el año 69 y el 215, la m Legio Gallica estuvo
estacionada en Siria; del 85 al 215, la n Legio Adiutrix permaneció en Hungría, y del 71 al
215 la vn Legio Gemina tuvo destino en el Rin (...)
Es imposible que la conciencia de la tropa no quedase circunscrita (...) por la geografía
de las fronteras, en el seno de un ejército cuya columna vertebral la constituían militares
profesionales por boca de los cuales circularía de generación en generación la retahila de los
acantonamientos legionarios y las tradiciones de la vida local. Y no faltaron cosas que
distrajesen su atención de la defensa del imperio, en particular las frecuentes disputas
sucesorias que durante el siglo i v hicieron que las legiones entrasen en conflicto unas con
otras al servicio de los usurpadores y de los aspirantes locales. En virtud de la reorganización
de las guarniciones bajo Constantino (312-337), que logró el título por su victoria en una de
aquellas guerras civiles, éstas se retiraron a diversas reservas centrales, fueron reducidas de
tamaño y el ejército se amplió con cuantiosas formaciones de caballería. Estos cambios
alteraron (...) la composición del ejército, debilitando de golpe la fortaleza de la institución de
la infantería en la que se había fundamentado desde la época republicana. En cualquier caso,
subsistía un ejército imperial, financiado con los impuestos imperiales, por difícil que fuesen
de recaudar, y dedicado a la defensa de las fronteras por muy alejadas que estuvieran de sus
bases. La calidad de las fuerzas auxiliares, que por la reforma de Constantino quedaron
relegadas a un incómodo aislamiento en las cada vez más contestadas fronteras, fue
decayendo como consecuencia de su falta de contacto con las legiones;

296
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

estas unidades de limitaríafueron formándose cada vez más con milicias de campesinos
locales, agricultores antes que soldados. No obstante, la potencia militar de las unidades
regulares continuó siendo temible". John Keegan, Historia de la guerra, pp. 339-340.
26
Debido a la espiral del gasto oficial, los emperadores buscaban nuevos ingresos
y nuevas formas de multiplicar los existentes. En el año 64 de nuestra era, Nerón co
menzó a manipular la acuñación de moneda en sí misma. Intentó engatusar al pueblo
y "disminuyó el contenido de plata en las monedas e hizo levemente más pequeñas las
unidades de piala y de oro. Al retirar de circulación las monedas existentes y refun
dirlas con su retrato en busto, empleando para ello menos plata, generó un superávit
momentáneo de oro y plata. La misma libra de plata que antes había producido 84
denarios producía ahora 96 (..,). El emperador aumentó por la misma vía de 40 a 45
el número de áureos que se fabricaban a partir de una libra de oro".
Desde ese momento, cada vez que un emperador sintió presiones económicas, recurrió a
la misma estrategia. "Empleando la provisión adicional de plata y oro para producir más
monedas, el emperador dispuso de más monedas para gastar sin elevar los impuestos. AI
incrementar el número de monedas, sin embargo, no incrementó verdaderamente la masa de
dinero.
Durante su reinado, Nerón había reducido el contenido de plata del dcnario a un 90%;
por la época de Marco Aurelio, el dentario tenía sólo un 75% de plata y, a fines del siglo
segundo, Cómodo había reducido el contenido a sólo 67%. Entonces, cuando el emperador
Lucio Séptimo Severo elevó la paga de los soldados, se vio obligado a rebajar el contenido de
plata del denario a menos de un 50%. Caracalla introdujo una moneda enteramente nueva, el
antoninianus, o denario doble, que contenía incluso menos plata pero tenía un valor nominal
equivalente a dos de los viejos denarios. En el reinado de Galieno, entre el 260 y el 268, el
antoninianus contenía menos de un 5% de plata. (...) A medida que decrecía el contenido de
plata, el precio de los bienes subía en proporción directa. El trigo vendido a cambio de medio
denario en el siglo segundo se encareció a cien denarios un siglo después, vale decir, un alza
de doscientas unidades." Jack Weatherford, La historia del dinero, pp. 84-85.
27
Cfr. Will Durant, Ccesar and Christ, pp. 542 y sigs.
28
Alejandro Severo fue asesinado y sustituido por su general Maximinio.
2!l
Cfr. Michael Mann, Las fuentes del poder, i, p. 413.
30
Cfr. Will Durant, Casar and Christ, pp. 638 y ss.
31
Dividiendo a la clase senatorial de la ecuestre y privando a la primera tanto de
los cargos militares como de los civiles.
32
Gracias a esta reorganización Juliano reunió 65 mil hombres para luchar contra
los persas en el año 363.
33
Cuatro veces más respecto a las fuerzas con las que contaba Augusto.
31
Si fallaba la recaudación, los destacamentos tenían derecho a tomar en especie, de la
población local, su paga.
33
Desde el reinado de Augusto los impuestos se derivaban de dos fuentes. "El tri-butum
capilis era un impuesto personal que pagaba anualmente cada adulto entre los doce y los
sesenta y cinco años. El tributum soliera un impuesto anual a la propiedad que se aplicaba a la
totalidad de la tierra, desde los bosques a los terrenos de cultivo, y a los barcos, esclavos,
animales y otros bienes muebles. Este impuesto parecía equivaler a (...) un 1% del valor total
de la propiedad. El peso de esta carga impositiva recaía

297
Afina ImeUta Iglesias González • jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Vlloa Aguirre

sobre la agricultura en mayor grado que sobre el comercio, incentivando de ese modo la
actividad comercial".
La mayoría de estos tributos paraba en la tesorería del gobierno central. Así, las
"ciudades y provincias cobraban sus propios impuestos para cubrir proyectos cívicos y los
salarios. Además, crearon impuestos urbanos y provinciales sobre los bienes que se
transferían dentro y fuera de su territorio.
Estas dos modalidades básicas de impuestos bastaron mientras el ejército aportó
grandes botines con sus conquistas, pero comenzaron a hacerse insuficientes al elevarse los
costos del gobierno y los gastos militares. Los emperadores debieron imponer nuevos
tributos. Aumentaron los impuestos sobre la tierra, a raíz de lo cual los agricultores
abandonaron los campos menos productivos y el rendimiento agrícola decayó. Los
emperadores volvieron (...) su atención hacia la tributación del comercio y los bienes
heredados, llegando al punto de idear un impuesto sobre las ventas. En busca de mayores
ingresos por tributación, Tiberio ordenó a cada hombre dentro del imperio que llevara con él
a su esposa e hijos a la comunidad donde había nacido, para censarlos y establecer un
impuesto individual sobre todos ellos".
Para apoyar al ejército, en el siglo tercero, el emperador emitió una exacción de tributos
que implicó la requisición de aceite, vino, trigo, carne, cuero y ropas. Ulteriormente, "los
pequeños negociantes y mercaderes soportaban la carga cada vez mayor del opresivo
impuesto denominado chrysargyronsohre los bienes manufacturados y los negocios al por
menor. Aunque dicho impuesto rindió relativamente poco a favor de las arcas nacionales,
hizo mucho daño a los artesanos y pequeños comerciantes (...). Mientras más producía la
gente, más impuestos debía pagar. Por la época de Diocle-ciano, muchos subditos romanos
no estaban ganando suficiente dinero para costear sus impuestos anuales. Para cumplir con la
obligación tributaria fueron obligados a vender sus animales, herramientas o incluso el
terreno en que laboraban. Ocurrió cada vez más que esos comerciantes más pequeños, que
carecían de tierras, no tuvieron otra alternativa que vender a sus propios hijos y a veces a ellos
mismos, cayendo en la esclavitud para pagar sus impuestos. Así, cada vez más familias se
vieron reducidas a la pobreza". Jack Weatherford, La historia del dinero, pp. 86-87.
86
Entre el 324 y el 364 los impuestos se duplicaron.
37
"A pesar de la desastrosa campaña contra los persas en el 363, en la que murió el
emperador Juliano el Apóstata, y la catástrofe de Adrianópolis (396), donde Valente pereció
a manos de los godos, el orden interno y la defensa de las fronteras se restableció merced a los
titánicos esfuerzos de Teodosio, que logró unir la mitad oriental con la occidental y organizó
una serie de campañas para expulsar a los intrusos allende las fronteras. No obstante (...) fue
Teodosio quien dio el paso fatal de comprometer la condición romana del ejército poniendo
bajo su mando grandes contingentes de bárbaros federados que sirvieron en filas no como
habían hecho los antiguos auxiliares en unidades formadas y mandadas por oficiales del
imperio, sino como aliados con jefes propios". A lo largo de la primera mitad del siglo V no
cesaron de integrarse tropas teutónicas al imperio de Occidente, "y, aunque las estructuras
imperiales permanecieron incólumes, y los generales locales, como Constancio o Aecio,
conservaron suficientes fuerzas a su mando para contener a algunas tribus en zonas limitadas
de conquista, y a veces lograsen enfrentar entre sí a los bárbaros, el control de las fronteras
hubo de abandonarse y, a la par, el control interno se hizo débil e inestable. Los ejércitos
romanos de Constancia y Aecio eran de composición teutónica, estaban dotados de armas
teutónicas, habían perdido toda semblanza de

298
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

disciplina legionaria e incluso adoptaron el grito de guerra germánico, el baritas". John


Keegan, Historia de la guerra, pp. 340-341.
,s
Ibid., pp. 341-342.
39
"Los elevados impuestos indujeron a más y más campesinos a abandonar su tierra y
desplazarse a las haciendas libres de impuestos, donde por lo menos contaban con una
provisión estable de alimentos y los bienes esenciales que se producían en la hacienda (...). Sin
el comercio suficiente para mantenerlas con vida y en funciones, las grandes ciudades
comenzaron a decaer y a ser presa de las tribus bárbaras". Jack Weatherford, La historia del
dinero, pp. 90-91.
411
Una vez que las cargas tributarias se hicieron demasiado onerosas en comparación con
los beneficios del gobierno, los romanos hallaron eludieron la tributación.
41
Pues ya no ofrecían protección ni ninguno de los beneficios del imperio territorial.

299
19. EL FIN DE LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA Y
LOS JINETES DE LA ESTEPA

D esde el último cuarto del siglo iv oleadas de bárbaros llegaron


a dominios de los romanos con la finalidad de asentarse. Iban
huyendo de los hunos, que a la vez escapaban de una sequía
en Asia Central. Los emperadores intentaron evitar el ingreso de los
invasores, sin embargo, debido al gradual desmoronamiento de las
fronteras del imperio acaecido desde el siglo ni, no pudieron hacerlo
con éxito.
En el año 212 el emperador Carcalla había dado la ciudadanía a
todos los hombres libres del imperio pero los bárbaros que llegaron
después, fueron considerados ajenos a este derecho. Era posible dar
la ciudadanía a los recién llegados para convertirlos en aliados y
usarlos para evitar mayores incursiones,1 pero los romanos
consideraron inviable esta estrategia, pues estos bárbaros no pedían
ni deseaban la ciudadanía; quizás ni siquiera entendieran qué
significaba ser romano. Los invasores eran hombres de las marcas,
no tribus sometidas ni romanizadas.
Los romanos despreciaban a sus nuevos huéspedes, pero no
tenían la fuerza para repelerlos. Eligieron acogerlos de mala gana y,
de acuerdo a las circunstancias, engañarlos y masacrarlos adentro
del imperio;2 usarlos como mercenarios bien pagados; o usarlos
como mercenarios y después no pagarles.
Pero este era un juego de dos. Los bárbaros también contaban.
Ellos elegían a qué facción de romanos apoyar en las

301
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

sucesiones imperiales y si tenían suficiente fuerza,'' decidían sí el


botín recibido a cambio de haber prestado servicios al imperio era
suficiente o bien, si debían hacer violentas incursiones para
recolectar por sí mismos lo que los romanos les adeudaban.4 En el
mejor de los casos, para los bárbaros, ni siquiera prestaban
servicios al imperio pero lo chantajeaban y saqueaban.5
Los romanos estaban sometidos a defender muchos frentes y no
podían concentrarse en derrotar a alguno de sus enemigos sin
descuidar regiones críticas. Debieron entonces combinar muchas
tácticas: defender con legiones o mercenarios, contratar a los
potenciales invasores como mercenarios o pagarles tributos. El
imperio perdió tantas batallas como las que ganó y evitó tantas
guerras como las que provocó.'1
La debilidad de las fronteras romanas hizo imposible detener las
siguientes oleadas de bárbaros. Llegó el momento en el cual Roma
dejó de sufrir únicamente por las invasiones de los bárbaros que
huían de los hunos para comenzar a sufrir también, la invasión
directa de los temibles jinetes de la estepa.
Los hunos no querían apoderarse o adaptar las civilizaciones
que saqueaban, tampoco buscaban suplantar la autoridad política
existente por la suya. Simplemente querían el botín. La de los hunos
era una sociedad guerrera, llevada el límite: todo hombre que fuera
capaz de montar y pelear, lo hacía. El ejército no era el centro de la
vida social, era todo. Como ya vimos, los pueblos ganaderos al
hacer la guerra, deshumanizan a sus enemigos y se permiten la
"guerra verdadera", es decir sin límites morales, reglas
caballerescas ni preámbulos rituales.
Algunos de los hunos aceptaron luchar del lado de los romanos
como mercenarios. Sin ellos, Aecio, a mediados del siglo v, no
habría podido detener a los teutones que intentaban establecerse en
la Galia. Pero los problemas se multiplicaban, pues los vándalos
tomaron Hispania y África.
En el año 441, los hunos de Hungría, que cobraban un tributo al
emperador de Oriente, envalentonados por Atila, saquearon Grecia.
Seis años más tarde llegaron a las murallas

302
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

de Constantinopla. En el 450, asolaron la Galia. En el 451 sitiaron Orleans,


pero

no era el asedio un arte que los hunos dominasen (...)• Mientras Atila se
hallaba ocupado ante las murallas de Orleans, Aecio, con improvisadas
gestiones diplomáticas, lograba reunir un ejército de francos, visigodos,
burgundos y alanos y le obligaba a presentar batalla en las llanuras de la
Champagne, entre Troyes y Chálons (...).
La batalla de Chálons, librada enjunio del 451, ha sido calificada de
una de las batallas decisivas de la historia. En ambos bandos
intervinieron pueblos ecuestres teutónicos, y fueron los alanos de Aecio
quienes soportaron el peso de la encarnizada embestida con los hunos
de Atila; cuando éste se percató de que Aecio había aprovechado ese
primer choque para efectuar una maniobra envolvente hacia su
retaguardia, se refugió en su campamento de carros y, cubierto por los
arqueros hunos, pudo emprender la retirada hacia el Rin. Desde allí, al
año siguiente se dirigió a Italia y su aparición en la llanura del Po hizo
que sus habitantes se refugiaran en las islas que más tarde constituirían
Venecia (...)• Atila no continuó su avance hacia el sur y, tras avenirse a
cobrar rescate por sus cautivos más importantes, dio media vuelta y se
retiró. Al cabo de dos años el azote de Dios había muerto y el imperio
huno se había desmoronado.7

¿Por qué no avanzó hacia Roma para saquear como Alarico? Quizás porque
había en Italia una hambruna y una epidemia, al tiempo que un ejército del
imperio de Oriente cruzó el Danubio para emprender una campaña en
Hungría. Pero el imperio de los hunos no sólo dejó de expandirse, sino que
se desmoronó con gran prontitud. Quizás se deba a las dificultades mismas
de sostener la logística de su ejército.
Para soportar las exigencias de las campañas, cada jinete llevaba
consigo dieciocho monturas y "es muy probable que una gran cantidad de
los caballos que traía fuesen montados

303
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González Ulloa Aguirre

hasta el agotamiento y que no pudiera sustituirlos a través de su


línea de comunicaciones". Sabemos que en las campañas de
caballería gran cantidad de caballos mueren "si no se les puede
dejar pastar y descansar". Los repuestos caballares que Atila y su
ejército recibían, llegaban desde Hungría, y no estaban en mejores
condiciones que los que cabalgaban sus hombres. Al igual que
Alejandro Magno, El azote de Dios fue el peor enemigo de su
propio ejército.
Los jinetes de la muerte no tenían ni la capacidad ni el interés de
apropiarse de la civilización.8 Les habría sido muy difícil
administrar los imperios. Simplemente querían saquear. Pero su
poder para hacerlo fue disminuyendo cuando los sedentarios
aprendieron a defenderse.9 En la medida en que esto ocurrió
muchos de ellos decidieron simplemente permanecer en la estepa10
y otros más, asimilarse gradualmente como pastores en las zonas de
marca. Solamente los turcos consiguieron hacerse de un vasto
imperio, que a mediados del siglo vin fue derrotado por los árabes."

Notas

1
Habría sido una ampliación de la estrategia usada en la Segunda Guerra Púnica.
2
Por ejemplo, en al año 376 los visigodos cruzaron el Danubio y el emperador
Váleme les dio permiso de permanecer en Tracia, pero desarmados. Sin embargo,
los romanos atacaron y saquearon. Muchos terminaron como esclavos.
3
Esto lo comenzó Teodosio, quien huegró a los visigodos a las legiones pero no
les dio la ciudadanía. Barbarizó a las legiones.
1
Tal fue la opinión de Alarico, en el 401, quien había sido contratado por los romanos.
Como no recibió una paga justa invadió Italia y comenzó una campaña de saqueos. Tres años
más tarde Estilicón logró contenerlo, pero no derrotarlo. El "rey de todos" (Allareiks) hizo un
pacto con el general romano para evitar la incursión de nuevos bárbaros: vándalos, godos,
suevos y alanos. Pero Estilicón perdió la confianza de Honorio, quien lo mandó asesinar en el
408.
Alarico amenazó al emperador de Occidente con tomar Roma sino le pagaba un oneroso
tributo. Como el mandatario se había mudado a Rávena, la decisión quedó en manos de los
senadores, quienes se negaron a mirar la dimensión del problema al que se enfrentaban.
"Cuando se les pidió, en el 408, que desembolsaran algunas cantidades para sustentar
una diplomacia basada en subsidios a Alarico, que podía haber puesto a cubierto su

304
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

debilidad militar, el Senado rechazó tal propuesta como algo que sabía a apaciguamiento de un
bárbaro despreciable. Esto es un contrato de esclavos, no un subsidio. Nobles palabras; pero
dos años más tarde estos patriotas tuvieron que pagar tres veces más de lo que se les había
pedido anteriormente para rescatar su propia ciudad de manos del rey visigodo. Un
chovinismo estridente y el rechazo a la negociación con los bárbaros condujo al saco de Roma
por Alarico en el 410. No era éste un comienzo de buenos augurios para los inicios de un siglo
de relaciones entre Roma y los bárbaros". Peter Brown, El mundo en la antigüedad tardía. De
Marco Aurelio a Mahoma, trad. Antonio Pinero, Madrid, Taurus, 1989 (Ia ed. en inglés, 1971),
p. 149.
5
Tras el engaño del año 376, otros godos se unieron a los visigodos y crearon una
confederación guerrera, en la que además se unieron los hunos y el resultado fue la
destrucción de Tracia.
6
En el año 378 las legiones planearon una batalla decisiva a las afueras de Adria-
nópolois. Valente perdió la batalla y la vida. Teodosio, el sucesor de Valente, decidió
que no terminaría como Juliano y Valente, es decir, muerto prematuramente. Hizo
entonces una alianza con los godos y los integró al ejército del imperio. Pero no eran
ciudadanos de Roma, sino mercenarios que luchaban por tierras, dinero o botín.
1
John Keegan, Historia de la guerra, pp. 232-233.
a
"La mayoría de los pueblos ecuestres, durante la mayor parte del tiempo que las fronteras
de China, Oriente Medio y Europa estuvieron expuestas a su ataque, no lograron integrarse ni
imponerse como conquistadores en esas sociedades más avanzadas". Ibid., p. 236.
9
Desde el siglo vi "Bizancío mantenía a raya a varios pueblos nómadas impulsados hacia
Occidente por las perpetuas discordias tribales en la estepa; entre ellos estaban los búlgaros y
los avaros, los primeros empujados por los últimos, que a su vez fueron desplazados por el
poder creciente de los turcos. Los búlgaros acabaron por asentarse en los Balcanes, donde
serían causa de disturbios hasta ser sometidos por los otomanos. Los avaros migraron a
Hungría, causaron graves trastornos y, aunque a veces se aliaron con Bizancio, pusieron sitio a
Constantinopla en el 626 y con ayuda de Persia estuvieron a punto de tomarla. Fueron
rechazados pero conservaron su potencial nocivo hasta que fueron finalmente vencidos por
Caiiomagno en el siglo vm, momento en que su habitat fue ocupado por los magiares, el
último de los pueblos nómadas montados que migró de la estepa a Europa central (...).
Los avaros, hasta ser obligados a migrar hacia el oeste, debieron de acostumbrarse a
guerrear contra el poder imperial, si realmente pudiese identificárselos con los Yuang Yuang
que a principios del siglo V entraron en conflicto con la dinastía Wei del norte de China. Los
Wei del norte eran una etnia de pueblos de la estepa sinizados que, al caer el imperio Han
unificado en el siglo IV, gobernó al norte del Yangtsé; son tan complicadas las circunstancias
de su ascenso al poder, que este período se conoce con el nombre de los Dieciséis reinos de los
cinco bárbaros (301-439). Pero en el 386 los Wei del norte se habían hecho hegemónicos y
comenzaron a reunificar el norte de China, y en el proceso entraron en conflicto con los Yuang
Yuang que entonces vivían en el desierto de Gobi y los expulsaron de su territorio; les
ayudaron a ello una clase sometida de los Yuang Yuang que trabajaban para éstos como
herreros: los turcos. Los turcos les guardaban rencor porque después de haber ayudado a sus
amos a aplastar la sublevación de otra tribu sometida, su caudillo esperaba como recompensa
la mano de la hija del caudillo Yuang Yuang, lo que le fue negado; los Wei del norte le
ofrecieron

305
Alma hndda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguinr

una doncella noble de su etnia y aliados a ellos cayeron sobre los Yuang Yuang, que fueron
aplastados. Los turcos se hicieron con su territorio y su jefe adoptó el título de khagan o khan,
que después sería el de los jefes de la estepa.". Ibid., pp. 238-237.
10
"Tras la desaparición de los hunos no quedó ningún pueblo nómada importante en
contacto con la civilización europea ni de Oriente Medio". El más importante eran eftalitas o
hunos blancos, que fueron desplazados "a la frontera norte de Persia pollos hsiung nu cuando
ambos pueblos vivían juntos en tierras limítrofes chinas". Los eftalitas tuvieron sólo un éxito
importante, debido a que Persia centraba sus energías contra Bizancio. Pero en el año 567 la
civilización triunfó sobre los hunos blancos y lo hizo huir hacia el este. "Llegaron hasta la
India donde sentaron las raíces del futuro poder de la casta rajput". Ibid., p. 237.
" "El kan turco y sus sucesores formaron un gran imperio; fueron los primeros bárbaros
que crearon un reino tan vasto que lindaba en diferentes puntos con las cuatro grandes
sociedades civilizadas de la época: China, India, Persia y Bizancio. En el año 563 se habían
extendido hasta el río Oxus en la frontera este de Persia, y con los persas hicieron causa
común contra los eftalitas. En el 567, el kan turco Istemi se había hecho con parte de las
tierras eftalitas como botín de guerra".
Pero un año más tarde los turcos iniciaron un conflicto interno. "Durante este período
de divisiones intestinas perdieron gran parte de sus territorios del este frente al poder en
ascenso de la dinastía T'ang china, que en el 659 amplió su dominio hasta el río Oxus". No
obstante, los turcos ya habían encontrado "otro enemigo al oeste que también estaba
internándose en la estepa y realizando grandes conquistas y pugnando con los chinos por el
control de Asia central. Un siglo después de este enfrentamiento por el poder en el corazón de
la estepa, que culminaría en el 751 con la batalla del río Talas en el actual Kirguizistán, el
imperio turco llegaba a su fin. El nuevo enemigo eran los árabes". Ibid., p. 238.

306
20. LA VIOLENCIA NO ES EXTERNA: EL CAMINO AXIAL

E
l Islam es la más tardía de las religiones axiales. El término "era
axial" fue acuñado por Karljaspers en Origen y meta de la
historia (1949)' para denominar al periodo en que surgieron
aquellas religiones que rechazan el valor del mundo y afirman el
de una realidad trascendente que se encuentra más allá de esta tierra.
Según las doctrinas axiales hay dos mundos: uno secular,
terrenal, que está aquí abajo y otro perfecto, divino, que está en lo
alto. En las. religiones de las primeras civilizaciones los dos órdenes
eran homólogos. Ambas realidades eran paralelas y estaban
incrustadas una en la otra. Los dioses luchaban, experimentaban
celos, engañaban, sentían hambre, incluso podían morir tal y como
si se tratara de humanos. Los poderes de las divinidades estaban
limitados. En Egipto, Osiris, fue descuartizado y Ra envejeció
decrépito tras ser atormentado por la picadura de una serpiente. En
los credos axiales el mundo superior se volvió trascendente y eterno
al tiempo que los dioses se volvieron inmortales y perfectos.
Una vez que la separación radical entre lo bajo y lo alto, el cuerpo
y el espíritu, fue institucionalizada, la cuestión fue ¿cómo superar la
brecha, ahora tan profunda, entre ambos mundos? Como respuesta
apareció la salvación. En las religiones pre-axiales no había noción
de la redención del alma ni

307
Alma Imelda Iglesias González 'Jorge Federico Márquez Muñoz * Pobló Armando González l'Uoa Aguirre

de la continuidad de ésta en el más allá. Todo se enfocaba en la


continuidad física en el otro mundo; por ello los egipcios
embalsamaban a sus muertos y los enterraban con comida, artículos
de aseo y armas. Algo distinto comenzó a suceder con el
zoroastrismo, en el segundo milenio a.C.
Zoroastro convirtió el antagonismo cósmico, ya presente en las
doctrinas egipcia, mesopotámica y védica, en la estructura
definitoria del mundo. El cosmos entero comenzó a ser visto como
el conflicto entre la verdad y la falsedad. La finalidad de la nueva
religión era derrotar a los agentes de la segunda y/o convertirlos en
parte de la primera. El profeta declaró que él mismo decidiría que
era verdad, pues había sido elegido por Dios para tal empresa.
Es en la profecía de Zoroastro de un futuro perfecto y una
inmortalidad gloriosa, en donde encontramos con toda claridad la
ruptura con las religiones pre-axiales. Existe el mal, pero será
derrotado. El cosmos vencerá al caos. Cada quien debe escoger
entre los dos dioses. En la búsqueda individual de la trascendencia,
la religión termina influyéndolo todo. El mal incluye la ira, la
pereza, la enfermedad, la vejez y la muerte. Todo esto debe ser
derrotado y con ello, la existencia será transformada. En la
consumación final todo será maravilloso y la historia será
remplazada por la eternidad. Aquí tenemos la expresión de la
escatología de la era axial: el mesías, la segunda venida, el mundo
del bien contra el mal y el triunfo de la verdad absoluta; y todo ello
promovido por un grupo de "iluminados".2
El zoroastrismo, una religión quizás surgida de la desesperación
de los campesinos causada por la constante destrucción provocada
por los jinetes de las estepas, generó: la normalización de las
experiencias de ascensión, la noción del Juicio Final, la idea de la
salvación del alma en el más allá, la condena del cuerpo, una visión
del mundo maniquea y la condena de los grupos nómadas. De tal
suerte que la vida terrenal debía ser sacrificada para la redención del
alma. La brecha entre el Yo y el Otro aumentó y sólo podía ser
superada mediante una soteriología.

308
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

La búsqueda de la salvación y la utopía son parte del mismo


impulso. Como resultado, las civilizaciones axiales desarrollaron la
noción del evento {Le. la venida del mesías), que cerraría la brecha
entre lo mundano y lo trascendente; y como efecto de esta unión, el
orden prosaico sería destruido.
De acuerdo a Karl Jaspers la era axial comenzó en el 800. Según
Morris Berman comenzó en el 1800 a.C. La diferencia radica en que
extensión del periodo se debe a que Jaspers no consideró ni la
civilización micénica3 ni el oráculo mesopotá-mico de Mari.4
No obstante, fechar la era axial ha sido uno de los asuntos más
complejos a los que los historiadores se han enfrentado. De acuerdo
a Michael Mann lo que es más importante no es el surgimiento de
estos cultos religiones, ni siquiera la fecha en que algunos hombres
los practicaban, sino el momento en el que se convirtieron en
religiones centrales para las civilizaciones. Así, no tanto el
nacimiento de Cristo, sino el siglo iv, es el verdadero inicio de la
civilización salvacionista en Roma.3
El zoroastrismo y la tradición micénica influyeron en los cultos
mistéricos de Grecia6 y Roma,7 lo mismo que en la civilización
judaica, el cristianismo y sus variantes heréticas,8 así como en el
Islam. Pero los "verdaderamente practicantes" del zoroastrismo eran
marginales. Quienes practicaban los misterios lo hacían de manera
clandestina y aunque no siempre eran marginales, su culto era una
parte marginal de sus vidas. El judaismo y el cristianismo crearon
dos tradiciones simultáneas. La primera, la vía de la salvación a
través de los rituales y la obediencia a la ley, que en los hechos lleva
a una vida similar a la de las civilizaciones pre-axiales con la única
diferencia de que considera la muerte como un momento de
esperanza salvífica. La segunda, la vía extática, que es la de los
mártires, los santos, los anacoretas, etc., que viven profundamente a
Dios, que son capaces de soportar las más terribles condiciones pues
su alma está en el más allá.

309
Alma Imelda Iglesias González • Jorge Federico Márquez Muñoz • Pablo Armando González Ulloa Aguirre

En pocas palabras, han sido muy pocas las personas que


realmente han llevado a sus últimas consecuencias las religiones
axiales, que han renunciado a los bienes de este mundo para
dedicarse a salvar su alma. Louis Dumont elaboró una categoría
para referirse a estos hombres: individuos-fuera-del-mundo.
El zoroastrismo, el cristianismo y algunas otros cultos axiales se
convirtieron en religiones oficiales de imperios enteros, pero sólo
en una forma distorsionada, es decir, como culto exterior y no como
transformación interna del practicante. Un dogma, para extenderse,
tiene que adaptarse a diferentes lugares y necesidades. El
cristianismo necesitó paganizarse para ser popular en el
Mediterráneo; barbarizarse para que los nórdicos pudieran
comprenderlo. El Islam también se adaptó a contextos muy
variados.
La flexibilidad que mostró el cristianismo lo convirtió, de
acuerdo a Michael Mann, en la más importante religión trascen-
dente9 de occidente. Pero la flexibilidad tenía un límite. Así como a
los primeros sedentarios les repugnaron el canibalismo y el
infanticidio de los hombres primitivos y a los romanos el sacrificio
humano que practicaban los cartagineses, a los cristianos les
pareció inaceptable incluso el sacrificio de animales practicado por
los judíos y los paganos del imperio romano. Más aún, el
cristianismo es la religión anti-sacrificial por excelencia.
Caín mata a Abel por la envidia suscitada del hecho de que Yavé
prefiere al segundo. El asesino funda la ciudad de los cainitas al este
del Edén. Al igual que en la historia de Rómulo y Remo, el
fratricida es el fundador de la ciudad. Pero hay una diferencia:
Rómulo es santificado en su calidad de sacrificador y primer
sacerdote, mientras Caín es sólo un vulgar criminal que en lugar de
imponer un rito sacrificial es marcado por Dios para que nadie lo
mate.
A diferencia del crimen de Rómulo, el de Caín nunca se justifica
ni perdona; es incapaz de frenar la violencia que se multiplica y
aparece en los descendientes del envidioso hijo de Dios.

310
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO 1

El primer asesinato es también el origen de una cultura que no puede


evitar que se extienda la agresión. La pérdida de las diferencias lleva
al dramático diluvio, que representa la vuelta al caos.
Rene Girard estudió la historia de Job, quien es la víctima
inocente de su comunidad, que ni siquiera se toma la molestia de
probar sus acusaciones. ¿Por qué deja de ser el hombre más querido
y afortunado para convertirse en el más odiado? Por el deseo
mimético, pues primero provocó admiración, y más tarde, envidia.
Los perseguidores intentan justificar su odio argumentando que
ha sido Dios quien les encargó la misión de perseguir ajob. Se
convierten así en "guerreros celestiales". No obstante, no encuentran
al acusado culpable, por lo cual, lo único que explica su aversión es
la puesta en marcha del mecanismo expiatorio. Para volver unánime
la violencia, la comunidad intenta que el mismo Job crea en su
culpabilidad. Pero como eso no sucede, el grupo mismo duda del
sacrificio. La duda de la víctima contagia a los verdugos y el
acusado es perdonado.
En El misterio de nuestro mundo, Girard afirma que la tradición
judaica nunca desmitificó por completo la violencia. Al principio,
Yavé es un Dios agresivo, y después se muestra ambiguo ante la
violencia. Es sólo con los Evangelios que se desarrolla la idea de una
deidad totalmente pacífica que obliga a los hombres a asumir que el
odio es una cuestión meramente humana. Hay una ruptura respecto al
Antiguo Testamento.
La crucifixión no sacraliza ajesús. Los tres días que separan a la
resurrección de la muerte disocian la violencia de lo sagrado. El hijo
de Dios desvincula la agresión de lo divino y es por ello que no
responde a la petición de la multitud de mostrar sus poderes. La
misión de Jesús en la Tierra es mostrar que Dios no tiene nada que
ver con la agresividad. Lo que diviniza a Jesucristo es haber estado
por encima de ella.
Los Evangelios no son mitos (que ocultan los elementos del
chivo expiatorio) ni textos de persecución (pues no están

311
Alma Imelda Iglesias González * Jorge Federico Márquez Muñoz * Pablo Armando González Ulloa Aguirre

escritos por los perseguidos) ni literatura (que explora el me-


canismo pero no lo explica) ni historia (que sólo documenta la
expiación). La originalidad de los Evangelios radica en que son
"textos revelatorios". En ellos, Jesús es denominado con un nombre
que enfatiza su inocencia: "cordero de Dios". Lo novedoso de esas
narraciones es que consideran la solución sacrificial como un error.
Caifas justifica la condena de Jesús afirmando que es necesario que
uno muera para que los demás se salven; el pueblo apoya la decisión
no porque considere culpable a la víctima, sino porque imita al
"sereno" y "autosuficiente" sumo sacerdote. A su vez, Pilatos está
de acuerdo porque se contagia del deseo de la multitud. Se trata de
un dominio cuasi absoluto de las pasiones de la masa.
Los Evangelios muestran que el hombre puede reunirse con
Dios sin hacer sacrificios. El reino del Señor no es una utopía sino
una comunidad en la que no hay reciprocidades asesinas, en la que
se unen los hermanos que antes peleaban. Pero los hombres
seguirán siendo hijos de Satán mientras sigan recurriendo a la
violencia para mantener el orden.
El Nuevo Testamento nos enseña que el hombre, a menos que
renuncie a la ira, terminará por autodestruirse. Pero a esta
conclusión sólo se puede llegar mediante una "interpretación
anti-sacrificial de las Escrituras".
En El chivo expiatorio, Girard afirma que durante la Edad Media
los linchamientos y no los sacrificios fueron los guardianes del
orden. Se persiguió a judíos, herejes y brujas, pero no fueron
sacrificados ni sacralizados; tan sólo se les condenó. A diferencia
de la "desmitificación evangélica", las sociedades medievales
realizaban sacrificios para expulsar el mal de su comunidad. No
aplacaban a los dioses ni aludían a mitos, pero sí a la voluntad de
Dios. No había una remitificación pero sí un olvido de la
desmitificación.
El segundo volumen de nuestra obra trata justamente de ese
drama, en el cual el medioevo pone el basamento de la modernidad
a través de la tensión entre elegir el chivo expia-

312
SOCIEDAD, VIOLENCIA Y PODER • TOMO I

torio -la externalización de la violencia- o su desmitificación -la


necesidad de la apuesta por el autocontrol de los individuos para
evitar que se propague la violencia-. Para Norbert Elias el dilema es
entre el control de la violencia por temor a elementos exteriores o a
través del autocontrol, que implica que cada uno se hace responsable
de sus propias pulsiones. En el terreno del derecho la tensión se
presenta entre juzgar por encajar en un estereotipo -culpar a alguien
por quién es- o juzgarlo individualmente, es decir, por lo que hizo.
En términos jurídicos los romanos prefirieron la segunda opción,
pues les parecía la más justa. Pero con la práctica política se
percataron que en momentos de dificultad las masas querían
culpables, así es que les ofrecieron chivos expiatorios: los judíos, los
cristianos y después, con la conversión del imperio al cristianismo,
los herejes.
Veremos que la solución de estos conflictos nunca es definitiva
pues los hombres solucionamos un problema creando otro. Como lo
dice la mitología griega: Cadmo mató al hijo de Ares, el dragón. El
primero accedió expiar su culpa y a cambio el segundo le ofreció la
mano de su hija: Harmonía. Todos los dioses acudieron a la boda y
llevaron regalos. Pero Hefesto, molesto porque Harmonía era
producto de una relación clandestina entre su esposa Afrodita y
Ares, llevó un collar mortal. Aparentemente no hizo ningún daño a
Harmonía, pero sí a su hija Yocasta y a su nieto Edipo. El origen de
una boda es la alianza entre familias que pone fin a una guerra entre
tribus, pero en la boda misma surgen nuevos conflictos. En donde
termina una violencia empieza otra.

Notas

' Cfr. Karl Jaspers, La filosofía, trad. (osé Gaos, México, FCE, 1974, (Ia ed. en alemán,
1949), pp. 80 y ss.
2
Cfr. Morris en Berman, Wandering, pp. 312-15.
3
Se han encontrado una serie de objetos que datan del tercer milenio, que sugie
ren el culto a la Gran Madre como diosa, como gran alimentadora, protectora de los
muertos y cuidadora de la regeneración de la vida. Las nociones de los ciclos naturales
y la renovación eran centrales para la religión minoica. Generalmente esto se asocia

313
Alma Imelda Iglesias González ' Jorge Federico Márquez Muñoz ' Pablo Armando González UUoa Aguare

a la religión chtónica, en la cual la Madre Tierra es la deidad principal -una forma natural de
alabanza para una comunidad sedentaria y agrícola-. La evidencia crece en el segundo
milenio, en el periodo de los palacios, cuando fueron construidos Knossos y otras
edificaciones. A estas diosas minoicas se les rendía culto en rituales extáticos; danzas,
orgíasy drogas eran comunes en ellos. Todo esto, prefiguró el culto de Eleusis, que
involucraba una experiencia ascendente y una disolución oceánica del ego.
4
En el año 1800 a.C, en Mari, las cartas de los archivos se refieren a los mensajes
oraculares dados a través de alguien que estaba en éxtasis (immalm). Todo esto es, en
un periodo muy temprano, una ruptura radical respecto al periodo pre-axial, pero
se trata solo de un antecedente.
5
"En el plazo de unos mil años, desde el nacimiento de Buda hasta la muerte de
Mahoma, surgieron cuatro grandes religiones del libro que han seguido dominando
todo el mundo: el cristianismo, el hinduismo, el budismo y el Islam. Podemos compri
mir todavía más esa datación a unos setecientos años si consideramos que el budismo
y el hinduismo alcanzaron sus formas definitivas en torno al año 1000 d.C. A partir de
aquel momento y al igual que las otras dos religiones, se preocuparon críticamente
de la salvación individual y universal: del objetivo de mitigar los sufrimientos terre
nales mediante algún tipo de plan de vida moral sistemático a disposición de todos,
independientemente de la clase o de la identidad particularista". Michael Mann, Las
fuentes delpoder, i, p. 431.
6
Los misterios sólo adquirieron una dimensión de gloria personal e inmortalidad
para el individuo después de la unión de Atenas y Eleusis, que ocurrió entre el 650 y
el 600 a.C. Más tarde, los misterios adquirieron un carácter urbano y un significado
sacramental, ofreciendo a quienes llevaban a cabo sus rituales una nueva filosofía de
vida que trascendía las cosas, el espacio y el tiempo.
En esa misma época encontramos el culto a Dionisio, que buscaba la "intoxicación del
espíritu", enthousiasvws. Este culto se basaba en la creencia de que mediante la alteración
física una persona podía acceder a lo divino. No mucho tiempo después la religión órfica
agregó la idea de que el éxtasis contribuía a la fusión del individuo y el Dios principal.
Todo esto se consolidó en el siglo v i l a.C. Según J u li án Jaynes, aquí se dio el surgimiento
de la conciencia profunda; Bruno Snell dijo que era el momento del descubrimiento de la
mente y el individuo; y Walter Burkert enfatizó el papel de la iniciativa personal en los cultos
mistéricos, que implican la decisión voluntaria de cambiar de personalidad a través de la
experiencia de lo sagrado. Cfr. ibi/L, pp. 146-147. ' Sobre todo a través de! mitraísmo.
8
Cfr, Norman Cohn, El cosmos, caos, cap. 7-13.
9
En el sentido de que trascendía las diferencias de clase y las fronteras del estado
o el imperio en donde apareció; asimismo, trascendente porque iba más allá de las
redes de poder económicas y políticas.

314
BIBLIOGRAFÍA

Aglietta, Michel y André Orleán, La violencia de la moneda, trad. de


Ángel de la Vega Navarro, México, Siglo xxi editores, 1990 (l!l
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imprimir el 9 de diciembre de 2011, en los talleres de Editores e
Impresores Profesionales EDIMPRO, S. A. de C. V., Tiziano 144,
Col. Alfonso xm, Delegación Alvaro Obregón, C. P. 01460,
México, D.F. El tiraje consta de 1 000 ejemplares, impresos en
Offset en papel Cultural de 75 gr, forros Conche de 210 gr. En su
composición se usó el tipo ITC New Baskervelle Std 11/13.2
puntos. Diseño y formación Marco Antonio Pérez Landaverde.
Cuidado editorial estuvo a cargo del Departamento de
Publicaciones, FCPys, UNAM.

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