E l amor al prójimo también

Año LXXXIII - Nº 4477

es conducir sin beber

alcohol, a una velocidad
segura y usar y hacer usar
el cinturón de seguridad.
La Ascensión del Señor 8 de mayo de 2016

editorial

La presencia y Lecturas:
la ausencia del Señor Semana 3ª del Salterio
  9  Nuestra Señora de

A
ctualmente, celebramos
tres grandes fiestas del
Señor: Pascua, Ascensión y
Pentecostés. Durante los pri-
meros siglos, se celebraba una
sola para conmemorar los tres
momentos en un único evento.
Jesús resucitado
va con el Padre casi
inmediatamente.
También su Espíri-
tu se hace presente
a los suyos en la
misma mañana
de Pascua. Así
explican este
acontecimiento
Lucas y Juan,
también Pablo
y Pedro.
Los discípu-
los, en cambio,
necesitan transitar
un desierto para
acostumbrarse a vivir
sin la presencia física del Se-
ñor. Y tratan de reunirse hasta
que vuelven a reagruparse en
el nombre del Señor Jesús.
Así celebran la fiesta de Pen-
tecostés, como nuevo pueblo
de Dios.
El Señor había prometido
que jamás estaría ausente.
Los que huyen de su presencia
son los discípulos temerosos
de reconocerse como suyos
para no correr la suerte de
su Maestro.
Desde la Pascua, el Señor
está presente, pero no se ve. Se
revela en los hechos cotidianos
con que nos demuestra la pre-
sencia de su Espíritu. A
nosotros nos sucede
lo mismo que a los
Apóstoles cuando
algunos relatan,
contentos, que lo
han visto; y otros
dudan, incluso
estando frente
a él. Hay hechos
cotidianos que
denotan estas
dos posturas: por
ejemplo, dos per-
sonas que tienen
un serio accidente,
pero sin consecuen-
cias. Una de ellas nos
cuenta, maravillada y agradeci-
da a Dios, por no haber sufrido
ni un rasguño; la otra despotrica
por habérsele hecho pedazos
el auto. Otro ejemplo, dos
que van a la Iglesia: uno se
impacienta porque el tiempo
no pasa y, apenas puede, sale
disparado. El otro se siente
como en su casa, su corazón
respira serenidad y su alma se
Luján. Patrona de la Argenti-
na. (S). Hech 1, 12-14; 2, 1-4;
[Sal] Lc 1, 46-55; Ef 1, 3-14; Jn
19, 25-27.
10  De la feria. Hech 20, 17-27; Sal
67, 10-11. 20-21; Jn 17, 1-11.
11  De la feria. Hech 20, 28-38;
Sal 67, 29-30. 33-36; Jn 17,
6. 11-19.
12  Misa a elección. Feria. Santos
Nereo y Aquiles, mártires.
(ML). San Pancracio, mártir.
(ML). Hech 22, 30; 23, 6-11; Sal
15, 1-2. 5. 7-11; Jn 17, 20-26.
13  Misa a elección. Feria. Nuestra
Señora de Fátima. (ML). Hech
25, 13-21; Sal 102, 1-2. 11-12.
19-20; Jn 21, 15-19.
14  SAN MATÍAS, apóstol. (F).
Hech 1, 15-17. 20-26; Sal 112,
1-8; Jn 15, 9-17.
15  PENTECOSTÉS. (S). Hech 2,
1-11; Sal 103, 1. 24. 29-31. 34;
1Cor 12, 3-7. 12-13 (o bien:
Rom 8, 8-17); Jn 20, 19-23 (o
bien: Jn 14, 15-16. 23-26). (San
Isidro, labrador).
plenifica. Este segundo está en
la casa de Dios, y el primero
piensa solo en su casa. El Se-
ñor está presente en nosotros
de forma misteriosa, pero los
hechos son lo que demuestra
su presencia o su ausencia en
nuestro corazón. D
P. Aderico Dolzani, ssp.
 Nuestra Misa
Mensaje de la Liturgia
T anto al comenzar el libro de los Hechos de
los apóstoles como al finalizar su Evangelio,
hoy Lucas nos habla de Jesús que promete
enviarnos al Espíritu Santo, luego de su vuelta
al Padre y Ascensión al cielo y de la misión que
encomienda a sus apóstoles de proclamar el
Evangelio a todo el mundo.
Por su parte, Pablo nos habla de que Jesús
resucitado es la suprema cabeza de la Iglesia y
del mundo entero, sentado ahora a la derecha
del Padre, por encima de cuanto hay en cielos
i. rito de entrada
ANTÍFONA DE ENTRADA Hech 1, 11
Hombres de Galilea, ¿por qué siguen
mirando al cielo? Este Jesús, que les ha
sido quitado y fue elevado al cielo, vendrá
de la misma manera en que lo han visto
partir. Aleluya.
ORACIÓN DE LA ASAMBLEA Los que estaban reunidos le preguntaron:
Concédenos, Dios todopoderoso, darte
gracias con santa alegría, porque en la
ascensión de Cristo, tu Hijo, nuestra huma-
nidad es elevada junto a ti, ya que él, como
cabeza de la Iglesia, nos ha precedido en la
gloria que nosotros, su cuerpo, esperamos
alcanzar. Por nuestro Señor Jesucristo...
ii. liturgia de la palabra
1ª LECTURA Hech 1, 1-11
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
En mi primer libro, querido Teófilo, me
referí a todo lo que hizo y enseñó Jesús,
desde el comienzo, hasta el día en que
subió al cielo, después de haber dado,
por medio del Espíritu Santo, sus últimas
instrucciones a los apóstoles que había
elegido. Después de su pasión, Jesús se
Ciclo C  Color: Blanco
La Ascensión del Señor
y tierra, actualmente y por toda la eternidad y
ruega a Dios nos conceda sabiduría y reflexión
para conocer a fondo cuál es la maravillosa
esperanza a la que estamos llamados.
En el evangelio de Lucas, Jesús declara a
los discípulos que su pasión y muerte así debían
realizarse, y después de su resurrección, noso-
tros, sus testigos, debíamos proclamar a todos
la necesidad de volver a Dios y recibir el perdón
de los pecados, luego de todo esto, Jesús sube
a los cielos y los suyos regresan a Jerusalén a
la espera del Espíritu Santo prometido. D
manifestó a ellos dándoles numerosas
pruebas de que vivía, y durante cuarenta
días se les apareció y les habló del Reino
de Dios. En una ocasión, mientras estaba
comiendo con ellos, les recomendó que no
se alejaran de Jerusalén y esperaran la pro-
mesa del Padre: “La promesa, les dijo, que
yo les he anunciado. Porque Juan bautizó
con agua, pero ustedes serán bautizados
en el Espíritu Santo, dentro de pocos días”.
“Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar
el reino de Israel?”. Él les respondió: “No les
corresponde a ustedes conocer el tiempo y
el momento que el Padre ha establecido con
su propia autoridad. Pero recibirán la fuerza
del Espíritu Santo que descenderá sobre
ustedes, y serán mis testigos en Jerusalén,
en toda Judea y Samaría, y hasta los con-
fines de la tierra”. Dicho esto, los apóstoles
lo vieron elevarse, y una nube lo ocultó de
la vista de ellos. Como permanecían con la
mirada puesta en el cielo mientras Jesús
subía, se les aparecieron dos hombres
vestidos de blanco, que les dijeron: “Hom-
bres de Galilea, ¿por qué siguen mirando
al cielo? Este Jesús que les ha sido quitado
y fue elevado al cielo, vendrá de la misma
manera que lo han visto partir”.
Palabra de Dios.  A. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL Sal 46, 2-3. 6-9
R. El Señor asciende entre aclamaciones.
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al
Señor con gritos de alegría; porque el Señor,
el Altísimo, es temible, es el soberano de
toda la tierra. R.
El Señor asciende entre aclamaciones,
asciende al sonido de trompetas. Canten,
canten a nuestro Dios; canten, canten a
nuestro Rey. R.
El Señor es el Rey de toda la tierra, cán-
tenle un hermoso himno. El Señor reina
sobre las naciones, el Señor se sienta en
su trono sagrado. R.
2ª LECTURA Ef 1, 17-23
Lectura de la carta del apóstol san Pablo
a los cristianos de Éfeso.
Hermanos: Que el Dios de nuestro
Señor Jesucristo, el Padre de la gloria,
les conceda un espíritu de sabiduría y
de revelación que les permita conocerlo
verdaderamente. Que él ilumine sus cora-
zones, para que ustedes puedan valorar la
esperanza a la que han sido llamados, los
tesoros de gloria que encierra su herencia
entre los santos, y la extraordinaria grande-
za del poder con que él obra en nosotros,
los creyentes, por la eficacia de su fuerza.
Éste es el mismo poder que Dios manifestó
en Cristo, cuando lo resucitó de entre los
muertos y lo hizo sentar a su derecha en
el cielo, elevándolo por encima de todo
principado, potestad, poder y dominación,
y de cualquier otra dignidad que pueda
mencionarse tanto en este mundo como en
el futuro. Él puso todas las cosas bajo sus
pies y lo constituyó, por encima de todo,
cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo y la
plenitud de aquel que llena completamente
todas las cosas.
Palabra de Dios.  A. Te alabamos, Señor.
ALELUYA Mt 28, 19a. 20b
Aleluya. “Vayan, y hagan que todos
los pueblos sean mis discípulos. Yo es-
taré siempre con ustedes hasta el fin del
mundo”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 24, 46-53
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo
según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: “Así está
escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar
de entre los muertos al tercer día, y co-
menzando por Jerusalén, en su nombre
debía predicarse a todas las naciones la
conversión para el perdón de los pecados.
Ustedes son testigos de todo esto.Y yo les
enviaré lo que mi Padre les ha prometido.
Permanezcan en la ciudad, hasta que sean
revestidos con la fuerza que viene de lo
alto”. Después Jesús los llevó hasta las
proximidades de Betania y, elevando sus
manos, los bendijo. Mientras los bendecía,
se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Los discípulos, que se habían postrado
delante de él, volvieron a Jerusalén con
gran alegría, y permanecían continuamen-
te en el templo alabando a Dios.
PalabradelSeñor.  A.Gloria a ti,Señor Jesús.
oraciÓn de los fieles
R. Jesús, ruega por nosotros al Padre.
iii. liturgia de la eucaristÍa
ORACIÓn SOBRE LAS OFRENDAS
Te ofrecemos humildemente este sa-
crificio, Señor, en la admirable ascensión
de tu Hijo; concédenos por este sagrado
intercambio elevamos hacia los bienes
celestiales. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 28, 20
Yo estaré siempre con ustedes hasta
el fin del mundo. Aleluya.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que nos
permites participar en la tierra de los mis-
terios divinos, concede que nuestro fervor
cristiano nos oriente hacia el cielo, donde
ya nuestra naturaleza humana está contigo.
Por Jesucristo, nuestro Señor. D
El rincón de los jóvenes Información general
Por Jorge Blanco El negrito Manuel
El Año de la Misericordia… camino a la santidad
en obras
¿Recuerdan que el domingo pasado señalába-
mos que el Jubileo de la Misericordia que esta-
mos viviendo, puede ser una buena oportunidad
para reavivar nuestra fe, y a la vez, ser una suerte
de “plataforma de relanzamiento” de nuestra
actividad apostólica personal y comunitaria? La
ocasión es propicia, y un buen punto de partida
para lograrlo, puede ser comenzar por recordar y
actualizar aquello que aprendimos siendo niños
en la catequesis. Por ejemplo, ¿recuerdan cuan- El negro Manuel, nacido en África, fue traído
tas y cuáles son las obras de misericordia? Por como esclavo a nuestras tierras. Testigo del
si no se acuerdan o no lo tienen bien claro, les milagro en 1630, en el que una imagen de la
cuento que en total son 14, y que éstas se dividen Inmaculada Concepción quiso quedarse a orillas
en siete “corporales” y siete “espirituales”. Las del río Luján, cuidó la imagen de la Virgen, contó
primeras, son: Dar de comer al hambriento, dar de su historia y atendió con amor a los peregrinos
beber al sediento, vestir al desnudo, brindar techo durante 56 años, hasta el día de su muerte. Y
a quien no lo tiene, visitar al enfermo, socorrer a nos dejó esta frase como símbolo y expresión
los presos y enterrar a los muertos. A su vez, las de su vida: “Soy de la Virgen, nomás”. Por ello, el
obras de misericordia espirituales, son: Enseñar P. Matías y el P. Sergio, junto a un equipo están
al que no sabe, dar consejo al que lo necesita, trabajando en los primeros pasos para pedir la
consolar al afligido, corregir al pecador o al que pronta glorificación de Manuel. Y nos invitan a
esté en el error, perdonar al ofensor, sufrir con contar los favores o gracias recibidos de él, la de-
paciencia las injusticias, y rezar a Dios por vivos voción que le tengamos, o solicitar información a:
y difuntos. Como verán, muchas de estas obras negromanuel1630@gmail.com D
de misericordia nos recuerdan las enseñanzas y
actitudes de Jesús, que más de una vez hemos Colección “Misericordia y Paz”
visto en diversos pasajes de los Evangelios. Pero Para profundizar y animar el Año Santo de la Mise-
sobre todo, en el Evangelio de Mateo, cuando el ricordia, SAN PABLO presenta 10 libros preparados
mismo Jesús nos describe cómo ha de ser el Jui- por el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva
cio final (cf. Mt 25, 31-46). Por lo tanto, al recordar Evangelización y la colaboración de notables autores.
y revisar las obras de misericordia, nos podemos
encontrar no solo con un punto de partida para
introducir nuestra reflexión individual o grupal en
lo que resta de este año de gracia, sino también,
con un buen “programa” de acciones concretas
mediante las cuales expresar de modo preciso
D
nuestro amor caritativo a Dios y al prójimo. D

El Domingo. Semanario de uso litúrgico. No reemplaza el uso de los leccionarios. Edita: Sociedad de San Pablo (Paulinos). Director:
P. Aderico Dolzani, Redacción: P. Fernando Teseyra, mail: director.eldomingo@sanpablo.com.ar Dirección, redacción y adminis-
tración: Riobamba 230 Cl025ABF CABA, Argentina, tel.: (011) 5555-2400, fax: (011) 5555-2425. Suscripciones: L. a V. de 9
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