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EL ÁRBOL DE PORFIRIO

Nombrada así por su creador Porfirio de Tiro.


Filósofo del siglo III, discípulo de Platino; editor de las obras de su
maestro, también autor de la famosa introducción a las categorías
de Aristóteles. (Isagoge). Allí aparece este esquema que ha tomado
su nombre.
Existe un ejemplo clásico para ilustrar la ley de la extensión y la
comprehensión. Se llama árbol de Porfirio, consiste en un
esquema en donde se han colocado 5 ideas fundamentales
ordenada de mayor a menor extensión. Son: sustancia, cuerpo,
viviente, animal, hombre. Colocadas en columnas verticales, forman
el tronco del famoso árbol. Además las ramas están formadas por
otros 5 pares de conceptos, intercalados en la siguiente forma:

En primer lugar, las ideas del tronco central tienen mayor extensión
a medida que se va ascendiendo en él. En consecuencia, tienen
también cada vez menor comprehensión. En efecto, hay más
vivientes que animales; y hay más cuerpos que hombres.
Los conceptos colocados en la rama se llaman “diferencia
específica”. Si a la idea del hombre le quitamos la nota racional,
tenemos una idea más pobre, en comprehensión, que es la de
animal.
Por sustancia debe entenderse en la filosofía, cualquier ente que
exista en sí mismo, sea espiritual o material. Dios es una sustancia,
el alma es una sustancia. La extensión de esta idea es vastísima,
abarca todos los cuerpos, vivientes, animales y hombre.
De arriba abajo, el árbol de Porfirio puede leerse de la siguiente
manera:
Todas las sustancias son materiales o inmateriales. La sustancia
material se llama cuerpo. La sustancia inmaterial se llama espíritu.
Todos los cuerpos son animados o inanimados. Los cuerpos
animados se llaman vivientes. Los cuerpos inanimados se llaman
minerales. Todos los vivientes son sensibles o insensibles. Los
vivientes sensibles se llaman animales. El viviente insensible se llama
vegetal. Todos los animales se dividen en racionales o irracionales. A
los animales racionales los llamamos hombres. El animal irracional
se llama bestia. Los espíritus, los minerales, los vegetales, las bestias
y los hombres (extremos de las ramas de la derecha) son las cinco
clases principales de sustancia.

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