Vous êtes sur la page 1sur 28

revistateína

poemas
Claudia Masin Antología personal

Edición electrónica
Distribución libre y gratuita
revista teína | www.revistateina.com
Diseño: Raimundo DG | www.rmddg.com.ar
© 2005
Claudia Masin Antología personal

Edición electrónica
Distribución libre y gratuita
revista teína | www.revistateina.com
Diseño: Raimundo DG | www.rmddg.com.ar
© 2005
El hilo

Esta mañana corrí como si ellos


vinieran detrás y ellos sonrieron
desde adentro. Mala soy
mala como la nena que cayó
desde un décimo piso por mirarse
demasiado en los espejos.
No era vanidad, no,
era terror apenas.
Desciendo de tu cuerpo
con mi oficio de boa no sé
qué hacer primero:
si tatuar una figura
que te muestre muriendo
allí en tu propio pecho, o desollar
despacio las piernas sonriendo,
o tal vez quemarte los pómulos y ensayar el gesto
de mamita en vigilia pero
quién te toca como lo hace
la única que te ama quién
sino la misma que te arrastra
y se va –asesina– con un rumor
de guerra, de arena, de alegría.

“A N TO L O G Í A” C L A UD IA M A SI N | R E V I S TA T EI NA 1
El tiempo

Lugar: hospital de pueblo Mientras circula de mano


a las dos en mano, mi boca apenas dice:
de la tarde.
que lo hermoso se convierta
El médico que me atiende se parece en horrible,
–sospechosamente– que lo horrible amanezca
al médico kafkiano. Estoy belleza.
tan feliz de tener
mi propio médico rural. Bostezan
enfermeras y abuelas
Admiro en mi costado a los pies de mi cama.
la herida hermosa, los gusanos Son las dos de la tarde
como flores exóticas. escucho: desde hace cinco años.
ha nacido con ella. Estoy aquí, ocupada en contar
el número de pasos
Una ronda de niños desde la puerta hasta mí,
arroja mi cabeza. el número de veces
Parece una moneda que respiro en la noche.
de cobre en el espacio
clarísimo en la tarde
sin sol. La eternidad me observa,
incrédula, celosa.
–Hay una prenda para
quien la deje caer, aviso,
agitada por tanto vaivén.

“A N TO L O G Í A” CL A UD I A M AS I N | R E V IS TA T E I NA 2
El nido

La sonrisa radiactiva del padre


esparciendo su haz de luz mortífera,
parece decir: estoy aquí
para trazar la línea,
arbitrario y generoso como Zeus .
De este lado, los pollitos
sanos y hermosos, mis hijos.
Del otro, los cadáveres, sus plumas
revoloteando en el aire
creado por mi aliento.
Otorgo el alimento y el veneno
por partes iguales.
Ordeno la fila, corto los vértices
que sobresalen, satisfecho
por la magnitud de la desgracia que puedo
hacer brotar de las piedras
como agua.

“A N TO L O G Í A” CL AU D I A M A SI N | R E V I S TA T E I NA 3
geología

Toda nuestra infancia debe ser imaginada de nuevo.


Gaston Bachelard.

De pequeña
probablemente pensara que la geología
era la ciencia que enseñaba a vivir en la tierra.
Geo, tierra, Logía, ciencia. Era razonable,
y desde entonces Yo voy a ser geóloga
cuando sea grande, informaba,
como quien dice voy a averiguar sola
lo que nadie me sabe contar,
voy a clasificar todos los géneros
de dolor que conozco como si fueran piedras.
–Tal vez en los manuales –me decía–
entre fallas y estalactitas aparezca en una foto
yo con mi disfraz de explorador
y en una nota al pie, esta descripción:
nena de piedra hallada en una cueva
muy al norte, casi escondida,
el cuerpo cubierto de palabras talladas,
por el tiempo transcurrido, incomprensibles.

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R EV I S TA T E I N A 4
poligrafía

Escribías con una piedrita en la tierra tu nombre, palabras


al azar: arena, río, spider man. Como si creyeras que una historia
se escribe por la suma, la discreta acumulación de partículas.
O como si dibujar una casa bastara para poder habitarla. Pero
¿quién vive una vida real en una casa dibujada?

Hay un ligero, sutil desasosiego en las largas horas de la siesta,


que hace que todos prefieran dormir. Aún así, resistías despierta.
Es extraño pensar en una vigilia en pleno día, cuando nada
escapa a la visión y cada soni do resuena
amplificado en el silencio.

Los climas violentos crean una sensación de inminencia,


la ilusión de que nada va a quedar igual después del vendaval
o del calor intenso: una fiesta que se celebra
por un acontecimiento imaginario. Y es la imaginación,
y no los hechos, quien te deja asombrada una y otra vez
frente a cosas idénticas.

En esa hora en que son intensas niñez y desdicha,


como agujas en preciosa sincronía, ¿cuál
sería el objeto de tu espera? ¿Un naufragio, un estallido,
acaso el descubrimiento de la tristeza,
esa grieta que modifica tu mundo para siempre?
No es otra cosa que ese momento
lo que dirían las palabras, si alguna palabra
dijera alguna vez algo cierto. “A N TO L O G Í A” C L A UD I A M A S I N | R EV I S TA T E I N A 5
la música

Se cuenta que hay rocas que entran en erupción


de repente. De la nada, dicen algunos,
o del corazón agreste y súbitamente tierno
que las hace temblar como si el odio
de vivir y no moverse fuera igual
que esa insólita dulzura, el reverso:
inofensivo volcán de las cosas olvidadas de sí
hacia el mundo que espera del silencio
una señal.

“A N TO L O G Í A” C L A UD IA M A SI N | R E V I S TA T EI NA 6
grafito

Una noche de luna llena, en la hamaca del jardín,


están sentadas. La madre canta una canción
que repite y repite, podría decirse hasta el cansancio,
sólo que la hija no se cansa: se encanta, se duerme.
Desde esa noche, para la hija, escribir
será escribir la pérdida de ese momento.
La escritura de la canción de la madre demora
el final de la canción misma. Las palabras
existirán para crear esa demora, un instante
suspendido entre la voz y el silencio. Y por eso,
la hija las escribirá con esa facilidad dichosa
con que sólo pueden hacerse
ciertas cosas imposibles.

“A N TO L O G Í A” CL A UD I A M AS I N | R E V IS TA T E I NA 7
malaquita

¿Quién te rescataría de la extensa siesta de tu ciudad


pequeña? De la misma paciente manera
en que las peregrinas de la Edad Medi a
cargaban sus piedras de malaquita, amuleto
contra los peligros del camino y los relámpagos,
en tu viaje llevarías las palabras de los libros,
serenas dentro de su inalcanzable órbita de silencio.
Un satélite más, tu cuerpo, en su lento giro idéntico.

La espera de la pasión es la dicha más perfecta,


no su llegada. El metrónomo del verano mide el ritmo
de la sequía, de la lluvia. Cuando ella sí llegue,
será espléndida. Mientras tanto, el peregrinaje va creando
el camino que recorre, como pequeñas puntadas de un tejido:
tu vida. Con las hebras que hubiera.

Si no se habita en el mundo, no se puede construir hogar,


calor o piedra que te cubra de los peligros del camino,
los relámpagos. Entonces, que tu amor a las palabras alcance
a temblar en la vacilación de la luz en el instante
que precede a la total oscuridad. Se desvanezca
cuando la luz se desvanezca y sólo entonces.
Que aún allí toque tu cuerpo y lo encienda.

“A N TO L O G Í A” CL AU D I A M A SI N | R E V IS TA T E I NA 8
grutas

La gruta es una pequeña noche,


el amparo, la presencia delicada
de la madre. Boca que modula
una palabra incomprensible. Sutil
bordado de la muerte.

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R E V IS TA T E I N A 9
borneo

Los peces que habitan los lagos subterráneos


de las cavernas, hace ya generaciones
han quedado ciegos. La completa oscuridad
hizo que sus ojos se volvieran membranas
cerradas que no pueden distinguir luces o sombras.
Sí presencias: cuentan que esos peces,
cuando advierten unos ojos humanos
mirándolos al auxilio de la luz artificial
de las linternas, mueren. Las cámaras
han captado su agonía paso a paso, un dolor ciego
nadando en las cavernas como un pez
que hace siglos perdiera el poder o el deseo
de la luz. Los subtítulos debieran decir:
"la transparencia ajena es siempre secreta."

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R E V IS TA T E I NA 10
hans

Vas a tomar de las palabras lo que pueda servirte para decir Eras, en la oscuridad de la tormenta, como una exploradora
de las formas impronunciables que adopta la tristeza. que ha extraviado la brújula y espera, en la completa
¿Qué es lo que quisieras decir? Tal vez que por las noches soledad, una señal de los astros, una complicidad azarosa
salías a ver cómo se formaba la tormenta, e improbable que la lleve de regreso a casa.
y la electricidad del aire te capturaba como un halo
dentro del cual te convertías también en pura radiación, No es verdad que las exploradoras no temen
en pura espera decidida, tensa. O que la primera ni que la infancia transcurre en una larga y luminosa mañana.
vez que te quedaste a solas con el aguacero pensaste El miedo otorga un nombre como una moneda falsa
"no se cae la noche por ser tan hermosa", para comprar un espacio en el mundo, en el lenguaje.
pero sin embargo temblaste, capturada Una palabra sola y el territorio de pura luz queda vedado,
por esa forma insólita de la pasión que es el miedo. minada la gratuidad de la única alegría real,
que es la del cuerpo.
Mirabas las ramas torcerse bajo el peso invisible
del viento, la violencia del agua arrancando las hojas,
el jardín expuesto en su desnudez. Un paisaje hecho
para el sol no resiste la visita de la noche. ¿Cómo
diferenciar desastre de belleza? Si es tan similar
la devastación que ambos dejan detrás, el desconsuelo
que provocan al irse, si alguna vez han estado
cerca nuestro.

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R E V IS TA T E I N A 11
resistencia

Nací en una ciudad rodeada por defensas de tierra. Soñé entonces con construir un arca, pero no llevaría
Montañas de utilería para que cuando llueva, animales sino palabras. Las elegiría al azar, por capricho.
el río, en su crecida, no invada nuestras casas Por la música que despedían de sí al ser dichas.
y arrase la ciudad. Pero se ha tenido la precaución
de construir murallas precarias, abiertas. Para mantener ¿No es más importante preservar la belleza que la especie?.
al enemigo vivo. Los que hemos nacido en Resistencia Zarparía en silencio hasta que la tierra
tenemos para qué levantarnos cada mañana: se perdiera de mis ojos por la distancia y el diluvio.
quien tiene a qué temer ya no está solo. ¿Noé sabría de su audacia al huir?. Soldado que huye
sirve para huir de la próxima batalla.
Aquí, el uniforme de guerra incluye botas de lluvi a
amarillas. Nos sentimos impermeables ¿Y si escribir no fuera temblar en la tormenta sino
cuando caminamos por las calles, cómplices –a lo sumo– presumir bajo el alero?
como sobrevivientes de un desastre secreto. ¿Y si la crecida de las aguas no existiera?
Una vez, la lluvia nos sitió por tres días y tres noches. Un mito. La fundación de algo. De una ciudad: Resistencia.
Los chicos soñábamos con la amistad del agua, Construida para ofrecerse a un ataque imaginario,
salir descalzos a la invasión, cada gota a una corriente asesina que no existe. Acuario seco
un disparo fresco en el pecho. Pero permanecíamos en que los peces so focados resistimos
tras las trincheras, cristales dibujados al vapor hasta que las agallas sangran. Nunca fue cierto
con nuestros nombres. Casa del agua. que en las guerras se venciera por un arte sutil
¿Un barco ebrio? No, mi casa era un blanco quieto. de resistencia.
Guardado en una botella, como una cabaña de los Alpes,
una miniatura olvidada en un estante.

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R EV I S TA T E I N A 12
azufre

Ser cartógrafa de una casa implica conocer sus objetos ¿Viste alguna vez cómo el sol atraviesa
secretos: una red agujereada de pesca en el depósito el ala de un insecto en vuelo? ¿Con qué delicado
de las herramientas, señuelos con dibujos de peces y fugaz dibujo la rellena? Así hubieras querido que se viera
rojos y negros, el cuadrante roto de una brújula tu cuerpo en la transparencia de la tarde:
que marca siempre el norte, olor a humedad que recuerda una chispa de azufre, azulada. Materia inflamable
imperfectamente el mar. Como si alguien de la familia que al menor roce recuerda su pertenencia a los volcanes,
hubiera fallado en los preparativos de una travesía larguísima su ansia de desprenderse y arder en el aire.
y ahora te tocara reconstruir el itinerario de esa expedición ¿Adivinaste ya que no es ése tu oficio? ¿Pudo tu cuerpo
que nunca se hizo. amar lo que le ha sido encomendado? Que otros se vayan.
Lo tuyo es escribir la historia de ese viaje.
Se debería partir cuando el mapa esté completo,
cada ciudad en su sitio y de cada una los datos necesarios:
la velocidad máxima de sus vientos, la profundidad de sus ríos,
su época de tormentas. A veces pensaste en diseñar
un mapa deliberadamente errático, por la sola belleza
de extraviarte en dibujos que no llevan a ninguna parte.
O tal vez para obligarte a permanecer en el mismo sitio
preparando para siempre una partida,
tu propia vida el lugar donde aprender la palabra viaje.
Todas las cosas hermosas, al principio, son palabras.

“A N TO L O G Í A” C L A UD IA M A SI N | R E V I S TA T EI NA 13
volcán extinto

La tristeza de apagarse dura un instante,


repentina conciencia de la muerte
que precede a la profunda alegría
del olvido.

“A N TO L O G Í A” CL A U D I A M A SI N | R E V IS TA T E I NA 14
oro de los locos

El cuerpo se fatiga en la búsqueda por horas


y horas. Palas, cedazos y la misma soledad
que en el comienzo. Rumor de voces en la limpia
claridad del mediodía. Voy a seguir cavando
en el mismo lugar. Hay una piedra que los antiguos
cazadores de fortuna llamaban el oro de los locos:
tenía un brillo deslumbrante, aún más espléndido
que el del oro verdadero. Esto era lo único
que delataba su impostura: esa belleza excesiva,
imposible. Voy a seguir cavando en el mismo
lugar, mientras miro la extensión de este desierto
como si fueran los mismísimos ojos de la fortuna
que me mira, sólo a mí en esta luz. Que me elige.
Me sorprendo del fracaso cada vez, como de un don.
Viajan a través de mí los paisajes del azar, o de la suerte,
siempre esquivos. En mi cedazo, el barro es hermoso
y se diría que brilla en su opacidad y me enceguece.
En la hermosura siempre hay un consuelo.

“A N TO L O G Í A” CL AU D I A M A SI N | R E V I S TA T E I NA 15
Saknussem

O no hay cómo seguir si no se vuelve.


Diana Bellessi

¿Para qué descender por las laderas ásperas de un volcán? como piedritas desprendidas de un volcán que se extinguió
¿Es la profundidad condición de la belleza? después de estallar. La geología traza la cartografía
Si lo más bello aquí es el roce del arnés sobre la piel, de esa desposesión.
la superficie de las manos llagadas por la cuerda.
Ni siquiera el vértigo. El cuerpo y las cosas, aliadas ¿Cuánto se tarda en saber que las amenazas
como si fuera posible una alianza entre materias tan ajenas, son inexistentes? ¿Que los estallidos sólo son tales
tan idénticas. Figuritas de la luz, olvidadas en función del silencio que los sucede? El tiempo exacto
como joyas del día que alguien, tal vez yo, en que la exploradora desciende por la ladera de un volcán,
viniera a llevarse. y llega al fondo. Allí se queda a vivir. Una taza de té verde
en las manos, inmóvil como una esquimal, la misma
Una vieja leyenda australiana cuenta de una piedra inmensa actitud de espera por el cese de la nieve.
en la que se guarecían las almas de los niños muertos,
y desde allí esperaban el paso de una mujer embarazada, Como si todos los caminos se hubieran cerrado
para volver a tener un cuerpo. Tardé años en entender hasta el fin del invierno. No era esto, sin duda, lo que solía
cómo podía producirse esa hazaña. Comprender que todo esperar en las largas noches planificando el descenso,
sucedía con la inmediatez de las fábulas. mientras leía los mapas como un tarot desconcertante
Quise ser esa niña encerrada en una pied ra. donde cada carta contradecía la siguiente, pero ninguna
La humedad y la sombra. Y de repente el rapto, hablaba de té verde, de sinuosas volutas de humo en las paredes
la audacia. de un volcán extinto. Aquí abajo no queda nadi e
que diga "no era esto lo que esperabas".
Las noches son larguísimas en las expediciones. El único hallazgo en la exploración heroica
Se juega a inventar diferentes expresiones en la luna, fue la heroicidad dudosa de la incerteza.
como si fuera un rostro irregular. El abismo, debajo,
es un recipiente de fresca oscuridad. En ese silencio
el cuerpo festeja el alivio de un descubrimiento: “A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R EV I S TA T E I N A 16
no existe el lenguaje deslumbrante, existen las palabras,
Niños del cielo

Todo lo que perdemos suma una cifra


única, la nuestra. Si perdieras algo tuyo,
algo que no estaba destinado a perderse,
tu cifra sería inexacta para siempre.

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R E V IS TA T E I NA 17
La luna

Como si hubiera alcanzado un punto de máximo esplendor,


a partir del cual ya no pudiera.
María Negroni

Después de una cierta hora, las calles se vacían no este silencio como una aguja que cruza lentamente
y yo salgo a olvidarte. Es más fácil en las calles la frontera de las venas y apacigua
vacías. Me pierdo como una piedra terrestre el rumor de la sangre pero no alcanza
arrojada a territorio lunar. Entonces la luna se vuelve a apaciguar el deseo de tocarte ¿Cómo voy a construir
una playa bañada por la luz del Mediterráneo, mi casa lejos de la tuya, de dónde van a sacar mis manos
donde jugaba de niño. No puedo volver a tomar el oficio de poner cada ladrillo uno encima
lo que he perdido, nadie puede. Si no está del otro para levantar una pared que nos separe? No sabría.
permitido el regreso y no deseo avanzar, Me decías que algún día vendrían a buscarme
quizás debería tener miedo, pero me enseñaste los extraterrestres, que yo no pertenecía a este planeta.
a no temer, a estar despierto hasta tarde Nos reíamos. Yo, desde entonces, no he hecho otra cosa
en la casa desierta escuchándote cantar, con la promesa que preparar con paciencia mi bolsito a la espera
de que el sueño llegaría. Aún soy el niño de que llegue ese día. Tu voz es el hilo de seda
que atraviesa la noche en su nave, un pequeño que conduce a las ruinas de la luna. Madre –te dije–
astronauta. Hemos perdido contacto con la base, no tengo sueño todavía.
nos hemos quedado solos aquí arriba, las constelaciones
y yo. Dame la calma, dame el silencio que acaricia,

“A N TO L O G Í A” C L A UD IA M A S I N | R E V I S TA T EI N A 18
Cría cuervos

Los niños, como los gatos, podemos ver en la oscuridad.


Vigías que saben que no pueden deslumbrarse
con su propio sueño, pasamos las horas
tejiendo una tela finísima alrededor
de nuestro miedo. Después, muchos años después,
solías decirme, llega el olvido y podemos dormir
sin sobresaltos. Yo aún no he olvidado.

Cada noche, nos intercambiamos historias


como joyas. Esta te queda bonita,
esta le sienta bien a tu piel, a tus ojos:
Había una niña que era tan pequeña
que cabía en la palma de una mano.
Si yo fuera esa niña –pienso– elegiría
vivir en tu mano. Podrías cerrarla
y dejarme sin nada, pero toda buena historia
necesita una tragedia, un vuelco inesperado
en la trama. No quiero que llegue el fin
de tu relato, que la noche se acabe. No sé qué hay
del otro lado. La vida es una imagen
que va desdibujándose, perdiendo los contornos
día a día. Crecer es el tránsito de la imagen precisa
a la distorsión. Quiero seguir siendo niña
para conservar la vista.

“A N TO L O G Í A” CL A UD I A M AS I N | R E V IS TA T E I NA 19
Madre e hijo

Despacio, despacio, que hasta aquí no llegue la prisa


de la muerte. No quiero que venga la primavera,
dijiste, no tengo ropa que ponerme. En las montañas
pareciera que siempre está a punto de desatarse
una tormenta, pero hay una sola tormenta en todo
el invierno. Cuando sucede, salimos los dos
a verla. Te tiemblan las manos como a una niña
pequeña, siempre me pregunté si de alegría
o de miedo. Todas las cosas únicas aterran.
A veces quisiera protegerte, taparte los ojos,
que no adviertas la primera gota
desprendiéndose, inevitable, del cielo. Que no sepas
que por más que hagamos silencio por meses,
por años enteros, acabaremos por decirnos una
u otra palabra, y en ese momento comenzará
a correr el tiempo.

“A N TO L O G Í A” CL A UD I A M AS I N | R E V IS TA T E I NA 20
La ciénaga

Una madre es siempre una ciénaga.


Osvaldo Bossi

Preguntaste si tenía miedo. Mejor dicho, agonizante. Había caído dentro de un pozo
nada preguntaste. Una madre nunca pregunta de agua estancada. Imaginemos:
lo que realmente quisiera saber. Me miraste el animal va muriendo día a día, de a poco.
y algo en tu mirada decía ¿tenés miedo?. No puede moverse. El agua podrida le llega hasta el cuello,
Yo, a veces, no encuentro la respuesta y callo ¿le preguntarías a ese animal si tiene miedo?
como si mi corazón fuera un reloj cuyas agujas Las tragedias son vulgares, ocurren todo el tiempo.
se detienen cada vez que tu mirada, ansiosa, ¿Podrías hablarme hasta que la noche caiga
lo consulta. Algunos pájaros y llegue el sueño? Quisiera que el rumor
sobrevolaban la piscina de aguas verdosas, de tu voz me adormezca, como si fuer a
contaminadas. Tendrías que haber renovado el agua la música perezosa de las cigarras en pleno verano,
al terminar el último invierno, me dijiste. Quizás es imposible y después callarnos los dos, una madre
resistir la tentación de dejar pasar el tiempo, abandonar, y su hijo callados, sentados en las sillitas
quedarnos sentados en la orilla mirando el deterioro. de plástico despintadas, para que el tiempo
Presenciar cómo, lentamente, la simpleza pase cerca nuestro, apenas rozándonos,
del agua cristalina se transforma y todo esté tan silencioso que no advierta
en la complejidad de una ciénaga. Tal vez que estoy esperando que su paso me ignore
la única libertad posible sea y me deje aquí, al lado tuyo,
la de negarse a mover un dedo, aunque se te vaya abandonado.
la vida en ello. Preferiría no hacerlo,
como el personaje del cuento. Preferiría no moverme.
Vi una vez, aquí, cerca del pueblo, un animal

“A N TO L O G Í A” CL A U D I A M A SI N | R E V IS TA T E I NA 21
Mi mundo privado

Yo ansié tener un cuerpo que practicara, En el sueño, alguien decía:


como un arte, la ignorancia de sí. donde tengas tu tesoro tendrás
Que cayera rendido con la levedad con que caen tu corazón. Y yo me preguntaba qué pasaría
las hojas de los árboles. Cuando fuera inevitable, si tu tesoro se perdiera,
nunca antes. Pero de tu cuerpo no deseaba qué pasaría en un juego de cajas chinas
sino lo que había en él de frágil, de imperfecto: si al llegar a la última,
la cicatriz que te cruzaba el pómulo, las pequeñas la que debería contener el objeto precioso,
arrugas en la frente. La herida esa, como todas las otras,
que te asemejaba a mí. Dos ramitas secas estuviera vacía.
ante la embestida de la menor brisa,
se quiebran. El camino es interminable, te decía,
da vueltas y vueltas alrededor del mundo
y en alguna de esas vueltas los que estaban
destinados a perderse, se encuentran.

Se dice que a la vera


de cierta ruta que atraviesa el desierto,
es posible hundir una vara en la tierra reseca
y en algún momento brotará el petróleo como un géiser.
Anoche tuve un sueño en el que viajábamos por días
y días para encontrar el yacimiento, a la manera
de los scouts o los cazadores de fortuna
del oeste. Al llegar era de noche,
no había una sola estrella, el pozo
estaba seco. Yo me dormía y te quedabas
al lado mío, cuidando mi sueño. No estabas allí
a la mañana siguiente. “A N TO L O G Í A” CL AU D I A M A SI N | R E V I S TA T E I NA 22
Detrás de la puerta

En las noches de Marrakesh, los hombres viejos en el refugio, una casita noruega que ellos mismos
que me llevan a recorrer la ciudad habían construido en el medio
y esperan que los guíe, terminan inexorablemente de un país de hielo. Se inventaron
perdidos. Tal vez sólo sé un camino, una vida cotidiana, distribuyeron
y los demás son rodeos las tareas y esperaron. Uno de ellos escribió
que convergen en él. No tengo preguntas, en su diario: llegué a olvidarme de que tenía un rostro.
la certeza es un sitio don de me crío a mí misma, Sólo sobrevivía para estar presente en el momento
como si yo fuera una hija mía. ¿Ves? me digo, en que un improbable barco fantasma
aquí están las imágenes de tu vida, asomara entre las olas. Así es como todo se borra,
desfilan como en una película m uda, la propia voz, el propio cuerpo, cuando alguien
las películas mudas son aburridas. No importa tiene que llegar hasta nosotros
demasiado tu vida. ¿Ves? aquí tu casa, tus padres, y no llega. El azar es ecuánime –solías decir–
las cosas que olvidaste en las mudanzas, todos encontramos al menos una vez
no importan demasiado tus cosas. Podrías ser lo que siempre hemos buscado. Ya no te creo:
cualquiera, podrías no existir, una sirena el azar, por definición, es injusto. Hay
dibujada en un libro de mitos. Escuché la historia una vez, sí, pero una sola, y lo demás es el deseo
de un grupo de exploradores en la Antártida: de que vuelva.
iban a vivir un año en el medio de la soledad
y el frío para estudiar la zoología, la botánica,
el clima. El barco de rescate chocó contra un témpano
mientras viajaban para llevárselos
a Europa de regreso. Pasaron inviernos enteros

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R EV I S TA T E I N A 23
El camino de los sueños
(Versión del film Mulholland Drive de David Lynch)

Creí que la memoria era eso: una cascada cayendo desde un despeñadero,
una corriente que arrastraría consigo al océano. No la insistencia del agua
sobre la materia, el goteo, el trabajo de años para dejar una muesca
insignificante sobre la piedra inerme. Hubiera deseado conocerte antes:
dos chicas tendidas al sol de una terraza, en la siesta de provincia,
quietas y alertas a la vez, como la vegetación del desierto,
que parece dormir o estar quieta, y en cambio, cada verano
deja surgir de entre las hojas algún color sorprendente
en la monocromía de la arena. A veces te miro distraerte de mí,
inclinada hacia el interior de tus propios recuerdos, atenta
como un animal asomando la cabeza dentro de un pozo
abierto en la tierra. Siempre intento descubrir en tus ojos el contorno
del objeto prodigioso que estás viendo, y no alcanzo a distinguir de él
más que su efecto, un cambio de intensidad en tu expresión,
el temblor, la reverberación del agua tras la caída de una piedra
muy pequeña. Estamos lejos. Hasta mí llega la imagen ya disuelta,
ya velada, en la historia que cada noche vas contándome,
hilo tras hilo del tejido recompuesto, que no puede
compararse siquiera a la espléndida trama original,
de la que estoy, aunque no quiera, ausente.

“A N TO L O G Í A” CL A UD I A M AS I N | R E V IS TA T E I NA 24
Una película de amor
(versión del film homónimo del "Decálogo" de Krysztof Kieslowsky)

Yo comprendo la pasión de los astrónomos,


las noches en vela, la atención dispuesta
a captar, de entre todo lo que existe,
cierta fosforescencia en el cielo. Podría decir,
como ellos, que las cosas que me importan
no suceden en el mundo. La mirada vive, en lo que ve,
una segunda vida, más real que la primera, más intensa.
Yo pensaba que mirándote siempre, en todos los momentos,
los instantes preciosos que guardabas dentro de tu cuerpo
se transferirían a mi propia constelación
de recuerdos, y lo deseaba con tanta fuerza que creí
ver con tus ojos –sin haberme movido jamás de esta ciudad
o de este cuarto– los detalles de tu casa natal, las tormentas
de nieve en un pueblito del sur, la tierra
completamente roja en el otoño, invadida por las hojas
de los arces, dos pies pequeños y descalzos ,
cubiertos por el barro, el rostro de tu madre.
Quizás la intimidad entre dos seres dura
lo que dura ese momento en que sabemos
de los cuerpos y las cosas que otro amó,
en otro tiempo. O acaso nadie alcance a rozar,
ni en su deseo, las imágenes ajenas,
y estés sola, y yo esté solo, y sea el nuestro,
–como el recorrido de las familias de esquimales hacia el sol,
sobre la nieve– un viaje del cual no queda huella.
“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R EV I S TA T E I N A 25
Índice

1. El hilo / extraído de Bizarría 14. volcán extinto / extraído de Geología


2. El tiempo / extraído de Bizarría 15. oro de los locos / extraído de Geología
3. El nido / extraído de Bizarría 16. Saknussem / extraído de Geología
4. geología / extraído de Geología 17. Niños del cielo / extraído de la vista
5. poligrafía / extraído de Geología 18. La luna / extraído de la vista
6. la música / extraído de Geología 19. Cría cuervos / extraído de la vista
7. grafito / extraído de Geología 20. Madre e hijo / extraído de la vista
8. malaquita / extraído de Geología 21. La ciénaga / extraído de la vista
9. grutas / extraído de Geología 22. Mi mundo privado / extraído de la vista
10. borneo / extraído de Geología 23. Detrás de la puerta / extraído de la vista
11. hans / extraído de Geología 24. El camino de los sueños / inédito
12. resistencia / extraído de Geología 25. Una película de amor / inédito
13. azufre / extraído de Geología

Entrevista a Claudia Masin en teína N° 5: http://www.revistateina.com/teina/web/teina5/lit2.htm


Correo electrónico: claudiamasin@hotmail.com

“A N TO L O G Í A” C L A UD I A MA S I N | R E V IS TA T E I N A 26

Vous aimerez peut-être aussi