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Encuentro con Jesús

Sacramentado

Ministerio de Liturgia Sector No. 2


Parroquia San Antonio
Soyapango, San Salvador, El Salvador.
Jueves 25 de marzo del 2010.
Este es el último jueves de la Cuaresma de este año 2010, y se hace una celebración
preparatoria a la Semana Santa; así mismo que la fecha coincide con la Solemnidad de La
Anunciación del Señor, por lo que es oportuno dirigir los esfuerzos de esta liturgia sobre la
luz de la Anunciación del Señor a la Virgen María, y proseguir con los momentos
importantes de la vida, Pasión, Muerte de Jesús e invitar al pueblo presente a encontrar la
gloria de Dios en la Pascua del Redentor.

Ritos Iniciales
1. Se ha de preparar el lugar como se considere pertinente, siempre teniendo en cuenta
que el lugar donde la custodia sea colocada debe ser visto por todo el pueblo y ser céntrico,
así mismo para el ambón desde donde se ha de proclamar el Evangelio del día.

2. El altar donde se expondrá el Santísimo Sacramento debe tener doce espacios para
las velas que representan a los doce apóstoles en la Última Cena del Señor, y al centro de
éstas el espacio en alto para la custodia.

3. Quien preside la ceremonia y sus acompañantes y acólitos van de blanco, el primero


y los últimos con alba.

4. Se inicia la ceremonia con la procesión de entrada con el turiferario, luego las velas
y seguido los acompañantes hasta terminar con el presidente de la ceremonia; mientras el
coro entona Cantemos al Amor de Los Amores.
5. Cuando todos estén en sus sitios, el presidente se dirige al sagrario y pone la hostia
consagrada en la custodia, la cual coloca en el altar, el presidente se pone de rodillas ante el
Santísimo con la mirada hacia el pueblo e inicia con las oraciones iniciales.

El presidente, de rodillas dice, tres veces seguidas la fórmula completa:

Infinitamente seas alabado, mi Jesús Sacramentado


Infinitamente seas alabado, mi Jesús Sacramentado
Infinitamente seas alabado, mi Jesús Sacramentado
Padre Nuestro, que estás en el cielo…

Luego prosigue con esta reflexión:

Señor Jesús, queremos velar contigo, queremos estar junto a ti. Quizá no se
nos ocurran muchas cosas para decir, pero queremos quedarnos y sentir tu
amor, queremos aprender a amar como Tú. Estar abiertos a tu presencia. Y
agradecer, alabar, suplicar. Y callar, escuchar, no decir nada, simplemente
estar.

Acógenos como discípulos que quieren escuchar tus palabras y seguirte


siempre. Acógenos como amigos, y haz de nosotros también tus testigos.

Señor Jesús, toca esta noche nuestro corazón, danos tu gracia, sálvanos,
llénanos de la vida que sólo tú puedes dar.

Termina con esta oración:

Oremos: Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo, al encarnarse en el seno de la


Virgen María, participara en toda nuestra condición humana, concede a
quienes lo reconocemos como Dios y hombre verdadero participar de su
presencia perpetuada en el Santísimo Sacramento del Altar. Por Jesucristo
Nuestro Señor. Amén.

7. El Presidente se pone de pie y dirige a la sede, donde ya se encuentran los


acompañantes y acólitos.

Meditación Contemplativa.
8. En este momento, todos, en silencio y a media luz, meditan de forma contemplativa
ante el Santísimo. Es recomendable y, si se considera oportuno, hacer lecturas de fondo
relativas a la Solemnidad de la Anunciación y sobre la Pasión y Muerte del Señor; o en su
defecto música apropiada para la contemplación.
9. Después de un espacio de tiempo apropiado, el monitor hace la invitación al pueblo
a escuchar la Proclamación del Evangelio del día.

ACLAMACIÓ ATES DEL EVAGELIO

Honor y Gloria a Ti, Señor Jesús.


Aquél que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros y hemos visto
su gloria.
Honor y Gloria a Ti, Señor Jesús.
EVAGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Lucas


1, 26-38

E
n aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la
estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María.

Entró el ángel a donde estaba ella y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el


Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se
preguntaba qué querría decir semejante saludo.

El ángel le dijo: “No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios.
Vas a concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será
grande y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado
no tendrá fin”.

María le dijo, entonces, al ángel: “¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo
permanezco virgen?” El ángel le contesto: “El Espíritu Santo descenderá sobre
ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso, el Santo, que va a
nacer de ti, será llamado Hijo de Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a
pesar de su vejez, ha concebido un hijo y ya va en el sexto mes la que
llamaban estéril, porque no hay nada imposible para Dios”. María contestó:
“Yo soy la esclava del Señor, cúmplase en mí lo que has dicho”. Y el ángel se
retiró de su presencia.
Palabra del Señor
10. En la reflexión del Evangelio se expone la intención de Dios de presentarse a los
hombres por medio del ángel Gabriel a María, de igual forma de que esta intención fue para
traer a su Hijo, Redentor de la Humanidad. Así mismo los detalles de la Última Cena del
Señor, su mandamiento de amor: “Amaos como yo os he amado” y el sacrificio hecho en la
Cruz por la Salvación del Mundo.

11. Al término de la reflexión, déjese un tiempo para continuar la meditación


contemplativa, mientras el coro entona cantos apropiados como: Como el Padre me amó y
Jesús, ¿Cuántos oyeron?

12. Terminado el tiempo dispuesto para la meditación, el monitor anuncia el retiro de la


exposición del Santísimo Sacramento.

13. El presidente de la ceremonia baja de la sede y se dirige, junto con los acólitos, al
frente del altar, el incensario debe estar cerca. Todos se arrodillan ante el Santísimo, el
presidente pone incienso en el incensario y lo inciensa arrodillado, mientras el coro entona
el Himno Tantum Ergo.

Tantum ergo Sacramentun Genitori, Genitoque


Veneremur cernui Laus et jubilatio
Et antiquum documentum Salud, Honor virtus quoque
Novo cedat ritui Sit et benedictio
Praestet fides suplementum Procedenti ab utroque
Sensuum defectui Compar sit laudatio. Amen.

V. Les diste el Pan del Cielo


R. Que contiene en sí todo deleite.

Oremos: Oh Dios que, bajo este admirable Sacramento, nos has dejado el
recuerdo de tu Pasión: concédenos, te pedimos, venerar de tal modo los
sagrados misterios de tu Cuerpo y Sangre para que continuamente sintamos en
nosotros los frutos de tu Redención. Tú que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén.

Aun de rodillas, prosigue diciendo:

Bendito sea Dios


Bendito sea su Santo Nombre
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre
Bendito sea el nombre de Jesús
Bendito sea su Sacratísimo Corazón
Bendita sea su preciosísima sangre
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador
Bendita sea la excelsa Madre de Dios: María Santísima
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción
Bendita sea su Gloriosa Asunción
Bendito sea el nombre de María: Virgen y Madre
Bendito sea San José, su castísimo esposo
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

14. Inmediatamente después, el presidente de la ceremonia se dirige, de nuevo, a la


parte trasera del altar para retirar la custodia y llevarla al sagrario donde removerá la Santa
Hostia y la colocará en el sagrario.

15. Seguido los acólitos disponen a retirarse en procesión, mientras el coro entona el
Ángelus y el Ave María.

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