Humanidades o Subjetivación, el análisis de Édgar Garavito frente a

la propuesta de M. Foucault

Donde hay poder hay resistencia.

Foucault

El poder genera movimiento de afectos, de puntos de dominación

(microfísica del poder); por su parte el saber más del tipo formal: formalizar
los discursos y los enunciados. Se da aquí la relación saber-poder que genera
movimiento, misma relación que se da entre lo mismo y lo otro, es decir una
relación vectorial que va de lo mismo a lo otro, con el fin de crear una
domesticación de todo cuanto le es. En cambio, el afuera es un vector de
influencia para esta relación, es una irrupción que desestabiliza la relación
de lo mismo con lo otro. “Sin una relación de poder las formas del saber
quedarían vacías, sin las formas del saber las fuerzas del poder serían
inestables”1.
Ese saber-poder lo encontramos en las ciencias humanas,
filosóficamente entendidas como “formaciones de saber y ejercicios de
poder”, según la define Garavito en su ensayo titulado como Humanidades
o Subjetividad. La labor que se propuso las ciencias humanas fue la de
encontrar una armonía en el vector de lo mismo a lo otro. Ya lo dijo Foucault,
donde hay poder hay resistencia, y es aquí donde podemos apreciar esa
relación saber-poder en algunas de las ciencias humanas.

Poder Resistencia-Lucha Redención-Dominación

Dominación étnico- Lucha contra ese tipo de Antropología como
cultural dominación lucha contra la
dominación étnico-
cultural, y a su vez como
instrumento para ésta.
Explotación político- Lucha contra este tipo Sociología como
económica de explotación herramienta de lucha y
a su vez como
instrumento de
autorregulación.
Sujeción étnico- Lucha contra esta Psicología para luchar
existencial sujeción contra los aparatos de
tortura y a la vez para
hacer que el alienado

1
GARAVITO, Édgar. Humanidades o Subjetividad.
 sea quien se aplique
asimismo la sujeción.

Como podemos ver las ciencias humanas se vieron utilizadas por

determinados poderes e inmersas en luchas, como el marco de un espacio
político propio de la época en que aparecieron, siglo XVIII. Actual mente
este espacio se ha modificado dando paso a nuevos poderes y nuevas
maneras de ejercerlo. Cambia la relación de lo mismo con lo otro, ese vector
de dominación; al verse afectado por la nueva realidad, el nuevo hombre
que ha aparecido, en esa fragmentación del mundo propuesta por la
postmodernidad.
Foucault ve la necesidad de abrir una nueva dimensión, diferente a la
relación saber-poder, la cual denomina como Subjetivación, misma que
preservará el pensamiento del afuera, es decir sin la necesidad de un sujeto
o de un objeto. Será el espacio donde aparecen los sujetos, los objetos y sus
relaciones, éste será el ‘se habla’, es decir sin referente alguno, sin discurso
pre-existente. Esta Subjetivación afecta el modo de existir de quien lo vive.
Ya Platón lo había dicho cuando afirmó que había la necesidad de que la
filosofía afecte la vida y no sea sólo logos, para Foucault esto serán las
prácticas de sí.
La Subjetivación al tener esa relación con el afuera crea nuevos
modos de existir, que pueden poder en riesgo la estabilidad del sujeto. Crea
nuevos modos de afectarse y de percibir, de afectar y de ser afectado.
Luego de esto se pierde el contacto con el saber-poder, es la autonomía de
la Subjetivación, la enkrateia griega o el dominio de sí. Recordemos que
para Foucault el adentro siempre será un despliegue del afuera, no como el
contrario, sino como una apertura interna del exterior. Finalmente hay que
entender que la Subjetivación es contingente, es una elección, no como
algo que hay que asumir de manera necesaria e impuesta, a diferencia del
saber-poder es una alternativa.
Ahora bien, para Foucault el humanismo será ese conjunto de
discursos que ha inventado las que él denomina como soberanías
sometidas, como el alma que ejerce soberanía sobre el cuerpo pero que
está sometida a la idea de Dios. Es todo aquello con lo que se ha suprimido
el deseo de poder, el querer el poder.
Édgar Garavito se pregunta: ¿Humanidades o Subjetivación? Para
Foucault las primeras siguen estando del lado del saber-poder, con un gran
temor para dar el salto al otro lado. “Siempre la misma escogencia del lado
del saber-poder, del lado de lo que el saber-poder dice o hace decir”.