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Año V • Diciembre 2018 • № 10

En la década de los 60 el ecofeminismo nace como una corriente que se posiciona explícita-
mente frente a un modelo desarrollista, al cual considera masculino y patriarcal. Llama la aten-
ción, además, sobre el rol de las mujeres en el control del ciclo alimentario y el trabajo en la
tierra, y la desigualdad en la distribución de la misma. Para entonces las mujeres sólo poseían
el 1% de la tierra a nivel mundial.

La década de los 70 ve aparecer importantes movimientos políticos de mujeres, como


el Movimiento Chipko, cuyas integrantes se abrazaban a los árboles de la colina de Uttar
Pradesh para impedir su tala. La imagen de campesinas rodeando árboles sagrados de
fresno conmueve hasta las lágrimas pues su única arma son sus cuerpos. Cuerpos jun-
tos, cuerpos que se dan la mano para defender algo más importante y trascendental:
la vida.

Por su parte el Movimiento Cinturón Verde de Kenia, liderado por Wangari Maathai, a
la época ha plantado alrededor de 30 millones de árboles gracias a una articulación
comunitaria sin precedentes. Estos movimientos no son sólo absolutamente aleccio-
nadores en cuanto a sus estrategias sino también evidencian la fuerza arrolladora de
las mujeres organizadas. Nos han demostrado que frente al avasallamiento capitalista
y a la violencia machista, la resistencia de las mujeres se levanta como un faro que
ilumina el futuro del planeta.

La Mujer Resistencia: apropiación del agua, territorios en conflicto y atentados contra la


vida, décimo número de Mulier Sapiens, es un reconocimiento a las mujeres indíge-
nas campesinas bolivianas y latinoamericanas que, al igual que en la India y en Kenia,
abrazan la vida para protegerla de megaproyectos hidroeléctricos, de minería y de
petróleo, impulsados por un Gobierno que las ha traicionado trágicamente. En Mulier
Sapiens consideramos que la mejor manera de homenajear la lucha de estas mujeres es
evidenciando la violencia sistémica a la cual ellas están siendo sometidas, esperando que
ello mueva conciencias e invite a las y los lectores a “poner el cuerpo” en la defensa de
nuestros territorios indígenas.

Daniela A. Elías
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Una publicación de: Con el apoyo de:


Sofía Saragocín
Doctora en Geografía, Universidad de Cambridge, Rei-
no Unido. Profesora-investigadora de la Universidad San
Francisco de Quito, Ecuador. Sus investigaciones se cen-
tran sobre la geografía feminista descolonial y procesos
de racialización del espacio. Ha escrito sobre procesos
de muerte-cuerpo-territorio en espacios transfronterizos,
la geopolítica del útero en espacios de muerte lenta y el
mapeo de la criminalización del aborto en Ecuador, entre
otros temas. Actualmente trabaja en un estudio hemisféri-
co sobre los ciclos hidrosociales, mujeres y minería en las
Américas. Forma parte del Colectivo de Geografía Crítica
del Ecuador.

06 - 07 Mujer y espacios acuáticos


Introducción La pregunta central que guía este críticas y politizadas sobre el agua y los deba-
escrito es: ¿los espacios acuáticos, ameri- tes claves sobre territorialidades feministas. La
Las reflexiones sobre las luchas feministas por tan una nueva manera de redireccionar y pregunta central que guía este escrito es: ¿los
el territorio en América Latina rara vez incluyen comprender los debates feministas sobre espacios acuáticos, ameritan una nueva manera
al agua. Siendo esta la región con mayor canti- el territorio? de redireccionar y comprender los debates fe-
dad de recursos hídricos en el mundo, y con ministas sobre el territorio? Respondo diciendo
serios conflictos sobre si se vuelve necesario que efectivamente los espacios acuáticos, re-
llevar a las discusiones actuales sobre territorialidades feministas presentan un nuevo escenario para la construcción de debates
al tema de la territorialidad hídrica. El conflicto por el agua se feministas sobre el territorio. La relación entre agua y tierra es
debe en gran parte a la expansión de las fronteras extractivas, explícita en las tres miradas críticas del territorio hídrico (agua-
como lo es, por ejemplo, mediante la actividad minera-energética, territorio, territorios hidro-sociales y eco-geo-política del agua),
agroexportadora y forestal (Bolados, Henríquez; Ceruti 2017), las mismas que he agrupado como epistemologías hídricas. La
procesos que se han venido analizando desde los debates femi- identidad espacial priorizada aquí es el espacio acuático definido
nistas sobre el territorio en América Latina desde algún tiempo por Oslender como “la lógica de ordenamiento especial subya-
atrás. En este texto analizaré varias formas de comprender el cente de las interacciones sociales cotidianas” (2002: 90). Esta es
vínculo entre sociedad-ambiente-agua y su relación con los de- una categoría utilizada por el autor para señalar el vínculo entre
bates contemporáneos desde las territorialidades feministas. Las los ríos del Chocó Pacífico con la vida cotidiana y social de la
propuestas aludidas en este escrito son en relación a procesos población. En lo que sigue revisaré las epistemologías hídricas
hidro-sociales (Boelens, et al. 2017), la eco-geo-política-del agua para luego relacionarlas con los debates feministas sobre el te-
(Bolados et al. 2017) y el agua-territorio (Panez, 2017); que desde rritorio, en particular la relación entre agua-territorio y cuerpo-
mi modo de ver, son tres marcos conceptuales que empatan con territorio desde las implicaciones de muerte-cuerpo-territorio
las propuestas hechas desde las territorialidades feministas. Des- para mujeres racializadas en espacios acuáticos. Termino este
de estas tres entradas dialogaré con propuestas descoloniales texto con una propuesta sobre de descolonialidad hemisférica
en torno a los debates feministas territoriales para llegar a una para espacios acuáticos.
descolonialidad feminista hemisférica de espacios acuáticos.
Epistemologías hídricas
Los estudios críticos sobre el agua aquí revisados no han dialo-
gado con los debates feministas sobre el territorio en América Los conceptos de la eco-geo-política del agua, los territorios
Latina; mientras que los análisis prevalecientes en los debates hidro-sociales y el agua-territorio tienen un punto en común y
feministas sobre el territorio como las propuestas desde los es que apuntan hacia nuevas epistemologías hídricas. La eco-geo-
feminismos descoloniales y comunitarios sobre el territorio, el política del agua relaciona los análisis críticos de la descoloniali-
extractivismo y la violencia de género y la cartografía social y dad, la ecología política latinoamericana y la geografía crítica para
violencia de género territorializada, no han priorizado los espa- resaltar la producción de saberes comunitarios sobre el territo-
cios acuáticos. De aquí que surgen un gran número de preguntas: rio que han permitido un desarrollo epistémico (cf. Bolados et
¿podemos hablar en clave feminista sobre el espacio acuático?, al. 2017). Mientras que la noción de agua-territorio, como lo ha
¿pueden los espacios acuáticos reflejar el espacio heteronorma- denominado Panez (2017), es un concepto que relaciona el terri-
do en el que vivimos?, ¿podríamos hablar de procesos de mascu- torio con el agua, no como equivalentes, sino desde la inseparabi-
linización o re(patriarcalización) del espacio acuático?, ¿y qué de lidad. El trabajo de Panez es particularmente notorio al ser de los
la violencia de género territo- primeros análisis teóricos que
rializada? Sugiero que hay ele- Los espacios acuáticos, necesitan de una descolonialidad especifica, una enfatiza la importancia de vin-
mentos del agua, que permiten descolonialidad geográficamente indeterminada. cular los conflictos por el agua
un diálogo entre las propuestas en su relación con el territorio,

08 - 09 Mujer y espacios acuáticos


subrayando las reflexiones sobre territorio en América Latina Diálogo con los debates sobre las territorialidades feministas: cuerpo-
desde la geografía crítica y la ecología política. El concepto de territorio y agua-territorio
agua-territorio contribuye a una ruptura epistémica “en las
formas vigentes de comprensión del agua y los conflictos en En América Latina los análisis sobre agua desde el feminismo se
torno a esta”, en particular la racionalidad hegemónica en la han enfocado en el uso del agua desde el enfoque de género,
ciencia de la sociedad moderno-colonial (Panez 2017: 215). donde lo que se ha resaltado es cómo los roles de género in-
La eco-geo-política del agua así como agua-territorio están fluyen en el acceso y el derecho al agua (Minaverry; Martínez
estrechamente relacionados con el término de territorios hi- 2015) así como el encadenamiento entre la crisis de recursos
drosociales. Coinciden en vincular procesos de territorialización hídricos con una crisis de gobernabilidad de género (Ruiz Meza
y la comprensión de la multi-escalaridad entre agua 2017). Se ha cuestionado por qué el sector de agua potable y
y poder (Panez 2017). Los territorios hidrosociales saneamiento es el ámbito más propicio para incorporar el en-
son definidos como; foque de género, y el sector de la irrigación o para actividades
económicas, el menos (Ruiz Meza 2017). En esta línea conceptual
La rebatida materialización imaginaria y socio se han dado propuestas importantes como el androcentrismo
ambiental de una red multiescalar espacial- de la gestión del agua (Ruiz Meza 2017) y la agudización de la
mente definida en la que inequidad de género por la poca participación
los seres humanos, los flu- Sugiero que los debates feministas de mujeres en el manejo de los recursos hí-
jos de agua, las relaciones sobre el territorio en América Latina son dricos (Zwarteveen; Bennet 2005; Caretta et
ecológicas, la infraestructura necesarios para resaltar el encarnamien- al, 2015). La tenencia de la tierra y la vivienda
hidráulica, los medios financie- to de los espacios acuáticos, priorizando han sido señalados como clave para el acceso al
ros, los acuerdos legales y ad- la escala del cuerpo como primer terri- agua (Ruiz Meza 2017), sin embargo, la relación
ministrativos, y las instituciones y torio. El encarnamiento de los espacios entre espacios acuáticos y territorio es limitada.
prácticas culturales son interacti- acuáticos respondería a cómo el capital Esto tiene varias implicaciones y también resal-
vamente definidos, alineados y movili- racializado y el racismo ambiental afec- ta otros vacíos conceptuales que rodean la con-
zados a través de sistemas de creencias ta los cuerpos, corporalidades y vida de versación teórica de este texto. Por un lado, no
epistemológicas, jerarquías políticas y dis- todas las personas en espacios acuáticos tenemos literatura que muestre la relación en-
cursos naturalizantes (Boelens, et al. 2017). racializados. tre procesos de territorialidad desde la geogra-
fía crítica y ecología política (no feminista) con
De estas tres propuestas la que cuenta con ma- aquella que está surgiendo desde los feminis-
yor trayectoria conceptual es la del territorio hidrosocial, tanto mos latinoamericanos. Mientras que por otro lado, la literatura
dentro de Latinoamérica como por fuera de la región (Budds; existente sobre agua y género no es necesariamente una lectura
Hinojosa 2012). Estas tres propuestas: territorio hidro-social, desde los feminismos latinoamericanos que han abordado temas
agua-territorio y la eco-geo-política del agua, arriba revisadas, de territorio y territorialidad. Estos dos elementos ausentes en
comparten un enfoque crítico frente a los territorios hídricos la literatura refuerzan el potencial conceptual que pueda tener
cuestionando su naturalización biofísica (Boelens, et al 2017). Sin el diálogo teórico de este escrito. Sugiero que los debates femi-
embargo no dialogan con otra línea conceptual que a su vez nistas sobre el territorio en América Latina son necesarios para
aboga por una mirada crítica al territorio desde la ecología polí- resaltar el encarnamiento de los espacios acuáticos, priorizando
tica, la geografía crítica y los estudios descoloniales: los debates la escala del cuerpo como primer territorio. El encarnamiento
feministas sobre territorio en América Latina. A continuación re- de los espacios acuáticos respondería a cómo el capital raciali-
saltaré los debates feministas sobre el territorio, finalizando con zado y el racismo ambiental afecta los cuerpos, corporalidades
una propuesta que uniría agua-territorio con cuerpo-territorio. y vida de todas las personas en espacios acuáticos racializados.
Los ejemplos sobran en todo el territorio de las Américas, desde

10 - 11 Mujer y espacios acuáticos


Flint, Michigan hasta la frontera entre Ecuador y Colombia, son la violencia de género como el femicidio/feminicidio y la crimina-
las poblaciones racializadas afectadas por la contaminación de los lización del aborto en distintos procesos de territorialidad.
espacios acuáticos las que resultan en procesos de violencia y
muerte lenta (Zaragocin, próximamente). Por lo que la urgencia Cuerpo-territorio y agua-territorio
de estas reflexiones se extiende a una escala hemisférica y desde
la descolonialidad en la construcción de conocimiento geográfi- Para lograr el encarnamiento del espacio acuático, sugiero un de-
co. bate feminista sobre el territorio en particular, aquello que surge
de los feminismos descoloniales y comunitarios. Inspirados en
La geógrafa feminista Astrid Ulloa agrupa los feminismos terri- los trabajos de las feministas comunitarias Julieta Paredes y Lore-
toriales definiéndolos como: “las luchas territoriales-ambienta- na Cabnal, con propuestas sobre la masculinización y patriarcali-
les que son lideradas por mujeres indígenas, afrodescendientes zación de los territorios, partiendo de la experiencia de violencia
y campesinos, y que se centran en la defensa del cuidado del de género y extractivismo en las luchas territoriales contempo-
territorio, el cuerpo y la naturaleza, y en la crítica a los proce- ráneas en la región. Ellas contemplan la relación entre el cuerpo
sos de desarrollo y extractivismo […] se basan en una visión y la tierra-territorio. Esta línea de pensamiento relaciona la tie-
de la continuidad de la vida articulada en sus territorios” (Ulloa rra con los cuerpos feminizados posicionando el cuerpo-tierra-
2016:136). Para esta autora, los extractivismos relacionan a los territorialidad como el sitio priorizado de resistencias feministas.
cuerpos-territorios de las mujeres con procesos de apropiación Desde esta postura parten diferentes conceptualizaciones como
y desposesión (2016). La simultánea violencia ejercida al cuerpo el cuerpo-tierra (Cabnal 2010), el cuerpo-territorio (Miradas
y al espacio ha sido teorizada de manera dis- críticas del territorio desde el feminismo 2017),
...el extractivismo reconfigura y transforma las tinta enfatizando al determinante espacial de la el territorio-cuerpo-tierra (Sweet; Ortiz 2018) ...la inseparabilidad entre conflictos de agua con
relaciones de género y las relaciones económicas experiencia y su conceptualización desde: (1) y cuestionamientos sobre si el territorio tiene procesos de territorialidad incluya al cuerpo, y en
de la población. La correlación entre el aumento las propuestas de feminismos descoloniales y género (Ruales; Zaragocin próximamente). La particular al cuerpo-territorio. Así se generaría
de violencia de género en los territorios apropiados comunitarios sobre el territorio, (2) el extrac- relación muerte-cuerpo-territorio, donde con- el concepto de agua-cuerpo-territorio, donde el
para actividades extractivas y el cambio de las tivismo y violencia de género y, (3) la cartogra- vergen la muerte del lugar con la muerte de los cuerpo como primer territorio, ontológicamente
relaciones de género ha sido una de las discusiones fía social y violencia de género territorializada cuerpos en espacios acuáticos ha sido una lucha conectado con el agua, alcanzaría otra dimensión
más visibles en relación al extractivismo, con varias (Colectivo de Geografía Crítica 2018; Zaragocin territorial por parte de mujeres racializadas (Za- de territorialidad.
propuestas sobre la mesa. et al 2018). La relación entre extractivismo y ragocin próximamente). La contaminación feroz
violencia de género sigue un planteamiento que que resulta del racismo ambiental y el capital ra-
se repite constantemente en la región: que el cializado, contamina y enferma a los cuerpos, ésta se refuerza por
extractivismo reconfigura y transforma las relaciones de género el hecho de que, como proponen ciertas autoras, los cuerpos y
y las relaciones económicas de la población. La correlación entre los territorios son ontológicamente un todo (Cabnal 2010). Los
el aumento de violencia de género en los territorios apropia- feminismos comunitarios (Cabnal 2010), por su parte, proponen
dos para actividades extractivas y el cambio de las relaciones de una relación ontológica y epistemológica del cuerpo-territorio
género ha sido una de las discusiones más visibles en relación donde, por ejemplo, se puede entender que si el cuerpo está
al extractivismo, con varias propuestas sobre la mesa. Algunas enfermo también lo está el espacio, y, por ende, la sanación del
autoras y colectivos argumentan que existen una relación entre cuerpo-territorio es mutuo-dependiente. La noción de cuerpo-
violencia de género y extractivismo mediante la implantación de territorio surgida desde el feminismo comunitario plantea que
un estructura patriarcal y (re) patriarcal en el territorio (Ulloa las violencias históricas a las que han sido sometidos los pueblos
2016; Colectivo Miradas Críticas del territorio desde el femi- colonizados de América Latina han golpeado tanto a los territo-
nismo 2014), la violencia territorializada con el femi(geno)cidio rios ancestrales como al primer territorio, el cuerpo. A su vez,
(Segato 2012; 2013), y el desarrollo de geografías del feminicidio los feminismos descoloniales (Paredes 2008) relacionan la vio-
(Zaragocin; Silveira; Arazola 2018). La cartografía crítica feminista lencia sexual contra el cuerpo de la mujer indígena con aquello
ha impulsado otra línea de investigación en la región que resalta ocurrido en tierras ancestrales por la penetración colonial. Es en
12 - 13 Mujer y espacios acuáticos
La relación muerte-cuerpo-territorio, donde estas conversaciones sobre el cuerpo-territorio en un agua-cuerpo-territorio para señalar la
convergen la muerte del lugar con la muerte de los donde la vinculación con los espacios acuáti- muerte lenta de poblaciones racializadas, ejem-
cuerpos en espacios acuáticos ha sido una lucha cos se vuelve pertinente. La relación muerte- plificadas en todo el hemisferio. El que tenga-
territorial por parte de mujeres racializadas cuerpo-territorio ocurre en espacios acuáticos, mos casos en todas las Américas que mues-
donde la normalización de la contaminación ha tren la vinculación muerte-cuerpo-territorio
creado una muerte lenta (Berlant 2007) paula- en espacios acuáticos, justifica la importancia
tina y constante. Es el vínculo entre muerte-cuerpo-territorio, de un marco conceptual geográficamente plural.
que extiendo al espacio fluvial, donde indudablemente existe un Las epistemologías hídricas revisadas en este texto
encarnamiento que relacionan agua-cuerpo-territorio. Para pro- así como la gran parte de debates fe-
fundizar sobre esta reflexión, podemos retomar la noción de ministas sobre el territorio dependen
Panez (2017) sobre agua-territorio, pero añadiéndole la relación de diferentes nociones de descolo-
cuerpo-territorio. Eso significa que la inseparabilidad entre con- nialidad. Las epistemologías hídricas
flictos de agua con procesos de territorialidad incluya al cuerpo, se relacionan a la descolonialidad
y en particular al cuerpo-territorio. Así se generaría el concepto desde la modernidad, coloniali-
de agua-cuerpo-territorio, donde el cuerpo como primer terri- dad y decolonialidad mientras
torio, ontológicamente conectado con el agua, alcanzaría otra que los debates feministas so-
dimensión de territorialidad. Hasta ahora, he explorado, al agua- bre el territorio dependen de
territorio desde la geografía feminista como una relación de in- la decolonialidad del feminismo
separabilidad cotidiana, constante y de afectos entre el espacio descolonial latinoamericano. Para
fluvial y un espacio terrenal (Colectivo de Geografía Crítica del la propuesta que estamos desa-
Ecuador 2018). En esta definición se enfatiza la escala de lo coti- rrollando aquí, sugiero una tercera
diano y la posibilidad de mapear las emociones sobre el espacio opción sobre cómo concebir la des-
acuático. Mientras que el vínculo entre agua-cuerpo-territorio colonialidad.
aquí presentado, aseguraría que el espacio acuático logre un en-
carnamiento que visibilice los efectos de los espacios acuáticos Los espacios acuáticos, necesitan de una des- c o - lo-
sobre los cuerpos racializados. nialidad especifica, una descolonialidad geográficamente indeter-
minada. Sugiero que la descolonialidad más adecuada para esta
territorialidad es aquella que se ha denominado hemisférica
Una descolonialidad feminista hemisférica para espacios acuáticos (Hooker 2017) que promueve una concepción geográfica hemis-
férica sobre la colonialidad y por consecuente la decolonialidad.
Termino este escrito con una propuesta para continuar el aná- Como nos muestra Juliette Hooker, existió un relato de discur-
lisis y el accionar sobre la mirada feminista en relación a los es- sos raciales interconectados en todas las Américas, influenciados
pacios acuáticos desde la descolonialidad. Las propuestas agua- por discursos científicos sobre la raza desde el siglo XIX y XX,
territorio, eco-geo-política del agua y territorialidades hídricas, generando una genealogía intelectual sobre teoría de la raza pro-
se basan en marcos teóricos de la ecología política y la geografía ducida simultáneamente en todas las Américas. La idea de raza
crítica. Es decir que las reflexiones sobre territorialización en fue creada en base al “otro” en toda las Américas, haciendo que
América Latina coinciden en ciertos marcos conceptuales, que la comparación hemisférica sea central para la formulación de
también se han cruzado con el feminismo y, en este caso, con las ideas de raza en el norte y el sur. La racialización del espacio
líneas de ecología política feminista y la geografía feminista, pero, acuático entonces debe ser comprendida hemisféricamente.
como ya he señalado, varios niveles de diálogo conceptual están
ausentes en este cruce de ideas. En este texto se ha propuesto Tomando en cuenta que la literatura en la región sobre miradas
el encarnamiento del espacio acuático a través de una relación feministas sobre la territorialidad hídrica es limitada, y la gran
conceptual entre agua-territorio y cuerpo-territorio, resultando parte de análisis feministas o de género en relación al agua se
14 - 15 Mujer y espacios acuáticos
han dado en contextos externos al Latinoamericano, se agu-
diza la necesidad de generar un diálogo descolonial sobre Bibliografía
el tema. Sin embargo, la reflexión descolonial no necesita
solo seguir aquella producida por el feminismo descolonial BERLANT, Lauren
latinoamericano como lo han hecho la gran parte de pro- 2007 Slow Death (Sovereignty, Obesity, Lateral Agency).
puestas desde los debates feministas sobre el territorio. In Critical Inquiry, 33(4): 754-780.
En parte es importante seguir la pluralidad de propuestas
inmersas en el feminismo descolonial latinoamericano (fe- BOELENS, Rutgerd; HOOGESTEGER, Jaime; SWYNGEDOUW, Erik; VOS, Je-
minismo chicano, feminismo poscolonial y feminismo negro), al roen
utilizar teorías de descolonialidad que no sean geográficamente 2017 “Territorios hidrosociales y gubernamentalidad. Un enfoque desde la eco-
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SEGATO, Rita
2013 La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez. Territorio,
01-
18 02
-19 Mujer y espacios acuáticos
Oscar Campanini
Licenciado en Sociología por la Universidad Mayor de San
Simón. Actualmente Director del Centro de Documen-
tación e Información Bolivia (CEDIB). Investigador sobre
temáticas vinculadas al agua, extractivismo y otros temas
vinculados a Medio Ambiente. Apoya diferentes procesos
de incidencia en políticas y normativa relativas al agua.

20 - 21 Mujer y derecho al agua


Cabe precisar que también en la CPE se plantea Si bien el reconocimiento del derecho humano del respeto a usos y costumbres recuperó esta idea.
el agua como un derecho, no solamente el agua al agua potable y alcantarillado sanitario fue al- • El acceso universal al agua y la no concentración en pocas
potable y alcantarillado; de igual forma ese dere- canzado a nivel internacional con un rol desta- manos (ya sea por privatización o mercantilización). El plan-
cho no solamente alcanza a los seres humanos cado del gobierno boliviano, al presente es per- teamiento del agua como derecho humano y la no privatiza-
sino a la vida en su conjunto manentemente tergiversado por el discurso y ción del agua recuperó esta idea.
accionar gubernamental. Desde su reducción y • La importancia del agua para el conjunto de la población y el
simplificación a indicadores de cobertura e in- conjunto de los ecosistemas. El planteamiento del agua para
versiones, hasta su completa invisibilización en contextos extrac- la vida o el agua como bien común recuperaró esta idea.
tivos. Esta simplificación y tergiversación invisibiliza aún más las
demandas y reivindicaciones de múltiples movimientos de mu- Para el presente análisis nos centramos en el agua como derecho
jeres que reivindican el agua frente a los impactos de la minería. humano por ser éste el que ha tenido mayor repercusión tanto
en la normativa como en el discurso estatal.
El presente artículo, por tanto, busca describir con mayor detalle
lo que significa este derecho, haciendo particularmente énfasis Normativa que reconoce el derecho humano al
en el caso de la mujer; así como ilustrar cómo se aplica este de- agua
recho en contextos extractivistas en Bolivia. Esperando así que
sirva como un insumo tanto para que estos movimientos de mu- Los primeros planteamientos relativos a derechos humanos en
jeres se apropien del derecho humano al agua como para que la normativa nacional aparecen en el DS Nº 28817 Reglamen-
demanden al Estado e instancias relativas a derechos humanos la to relativo al marco institucional de la Ley de Riego Nº 2878,
inclusión de sus demandas y visiones. aprobada el 2 agosto del 2006. En su art. 5 de fundamentos
plantea “b) El Estado boliviano reconoce al agua como un
La reivindicación social del derecho humano al derecho humano legítimo, fundamental y de todos los seres
agua en Bolivia vivos en su territorio, respetando los principios de solidari-
dad, equidad, diversidad, sostenibilidad y seguridad jurídica”. Esta
La reivindicación por el acceso al agua en Bolivia es una central norma fue una de las primeras relativas al agua aprobada por la
en la historia reciente de los movimientos sociales en el país. actual gestión de gobierno; elaborada e impulsada, sin embargo,
Desde la Guerra del Agua, pasando por múltiples conflictos con- por las organizaciones de regantes y un movimiento social
tra planteamientos de mercantilización y privatización del agua(1), del agua a nivel nacional como parte de ese proceso de im-
hasta la sociedad civil, se ha reivindicado la importancia que tiene plementar las propuestas transformadoras que se pensaba
para los bolivianos el acceder al agua como medio fundamental posibilitaría un gobierno proveniente de los movimientos
para vivir, a un agua sin contaminación, enfatizando incluso so- sociales.
bre la importancia que tiene el agua para los ecosistemas. Estas
reivindicaciones, y los movimientos sociales que se articularon De forma posterior se recupera este principio
alrededor de ellas, realizaron importantes propuestas normati- en otras normas de similar rango, hasta final-
vas, de políticas e incluso propuestas con una visión totalmente mente llegar el 2009 a la Constitución Políti-
diferentes a las establecidas por la sociedad globalizada actual. ca del Estado (CPE) en la que se confirma
Algunos de estos planteamientos son: como derecho humano el agua potable y
alcantarillado sanitario:
• Reconocimiento del rol de la estructura comunitaria en la
gestión, conservación de las fuentes de agua. El planteamiento Artículo 20 III. El acceso al agua y
(1) Conflicto contra las empresas público privadas o sociedades anónimas mixtas en alcantarillado constituyen derechos
Tiquipaya-Colcapirhua, Llallagua, Chaco, Tarija; conflictos contra Aguas del Illimani en La
humanos, no son objeto de conce-
Paz y el Alto; conflicto contra la contaminación minera, por la defensa de los acuíferos
entre otros. Ver (Campanini, 2011) sión ni privatización y están suje-
Mujer y derecho al agua
22 - 23
tos a régimen de licencias y registros, conforme a ley. diactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de
las personas
Cabe precisar que también en la CPE se plantea el agua como un • Aceptable, significa que no solo debe estar libre de microor-
derecho, no solamente el agua potable y alcantarillado; de igual ganismos o sustancias químicas, sino que además deben tener
forma ese derecho no solamente alcanza a los seres humanos olor, color y sabor aceptables para cada uso personal o do-
sino a la vida en su conjunto(2). La Ley 300 Marco de la Madre méstico
Tierra y Desarrollo Integral para Vivir Bien recupera ese sentido • Accesible, significa que cualquier persona debe poder acceder
en sus principios y en orientaciones (art. 4 y 27 respectivamente) fácilmente a esa cantidad de agua necesaria sin limitaciones
aunque no lo operativiza. ya sea de distancia, de seguridad, culturales o de otro tipo.
Este acceso conlleva que no exista discriminación de ningún
A nivel internacional la resolución 64/292 de la Asamblea General tipo para acceder al agua y saneamiento, así como tener la
de las Naciones Unidas de fecha 28 de Julio del 2010 finalmente información necesaria que garantice el cumplimiento de este
reconoce el agua potable y el saneamiento como derechos hu- derecho.
manos (Asamblea General Naciones Unidas, 2010), si bien ya en • Asequible, contempla que el acceso no solo debe precautelar
el pasado en muchos otros instrumentos se hace mención del la parte física sino también económica; es decir, que las per-
agua como un derecho. sonas no deben restringirse de otras necesidades por cubrir
el monto económico necesario para acceder al agua y sanea-
¿Qué significa el derecho humano al miento que contempla este derecho.
agua y, específicamente, qué implica-
A pesar que los datos de cobertura dan
ciones tiene para la mujer? Para el caso de las mujeres este derecho, según
cuenta de un importante incremento en
el relator especial para el tema, además plantea
el acceso a servicios de agua potable y
Es importante partir de una reiteración, el dere- retos específicos (Naciones Unidas, 2016):
saneamiento básico, estos indicadores
cho reconocido formal y oficialmente en las Na- • El tabú de la menstruación como un estigma
ocultan las inequidades existentes entre
ciones Unidas es el derecho humano al agua po- y las dificultades que eso genera en términos del
área rural-urbana, el gran desfase que
table y saneamiento, entendiendo este como “el saneamiento
existe en saneamiento básico, las diferen-
derecho de todos a disponer de agua suficiente, • El riesgo que corren mujeres y niñas, de
cias entre ciudades y departamentos.
salubre, aceptable, accesible y asequible para el acoso o violencia sexual, cuando deben realizar
uso personal y doméstico” (COMITÉ DE DERE- sus necesidades al aire libre o en baños públicos
CHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES, 2002). Los • Las restricciones que mujeres tienen en términos económi-
términos que califican ese acceso: suficiente, salubre, aceptable, cos y cómo eso agrava el acceso al agua y saneamiento
accesible y asequible tienen un significado puntual –y se explican • La falta de instalaciones adecuadas en espacios públicos, par-
por los criterios comunes y específicos de este derecho: ticularmente en caso de menstruación, discapacidad, inconti-
• Suficiente, implica que todas las personas debemos disponer nencia.
de suficiente cantidad de agua y de forma continua para usos • Estrés psicológico y deterioro físico que implica el recoger
personales y domésticos (consumo, el saneamiento, la colada, agua en casos de escasez, tarea que usualmente recae sobre
la preparación de alimentos, y la higiene personal y domésti- mujeres y niñas.
ca); adecuándose esta cantidad cuando sea pertinente a crite- • Tasas de mortalidad materna y de recién nacidos vinculados
rios de salud, clima y condiciones de trabajo. a necesidades de agua, saneamiento e higiene
• Salubre, implica que el agua que toda persona dispone debe • El riesgo que puede implicar métodos sanitarios antihigiéni-
estar libre de microorganismos o sustancias químicas o ra- cos por falta de asequibilidad, estigmas o tabúes.
(2) “Artículo 16. I. Toda persona tiene derecho al agua y a la alimentación.”
“Artículo 373. I. El agua constituye un derecho fundamentalísimo para la vida, en el
marco de la soberanía del pueblo.”

24 - 25 Mujer y derecho al agua


La reducción del dere- Las operaciones mineras y el extractivismo despoja a las mujeres de sus de- 21,6 aunque existen casos crí-
cho humano al agua rechos; entre ellos el derecho al agua y el derecho a vivir en territorios libres ticos como Cochabamba con
de contaminación. Es por tanto una reivindicación central el detener la devas- 8,6 horas de servicios u Oruro
Desafortunadamente, a casi tación de los territorios, el deterioro de las condiciones de vida, la generación con 11.
una década de reconocido de violencia medioambiental contra las mujeres, y la vulneración de derechos • Desafortunadamente la pro-
este derecho en la CPE boli- fundamentales como el derecho humano al agua. visión de agua en Bolivia solo
viana y más de un quinquenio puede garantizar agua de cali-
de su reconocimiento por las dad suficiente en una pequeña
Naciones Unidas, los avances en Bolivia si bien se dicen ser mu- porción: tan solo las grandes EPSAs tienen la posibilidad
chos –por la propaganda gubernamental(3)– en los hechos restan de realizar tratamientos adecuados al agua distribuida y
grandes e importantes avances para lograr se cumpla de forma un número menor de medianas y pequeñas EPSA realiza
progresiva este derecho. algún tipo de tratamiento al agua(5). Sin mencionar que
deficiencias en las redes afectan la calidad del agua pro-
Algunos de los elementos que destacamos con anterioridad son: vista.
• A pesar que los datos de cobertura dan cuenta de un impor-
tante incremento en el acceso a servicios de agua potable y Los elementos identificados como retos desde el Relator Espe-
saneamiento básico, estos indicadores ocultan las inequidades cial sobre derecho humano al agua potable y saneamiento, tam-
existentes entre área rural-urbana, el gran desfase que existe bién son elementos no considerados por el gobierno:
en saneamiento básico, las diferencias entre ciudades y depar-
tamentos. • La dimensión del saneamiento vinculadas al ciclo menstrual,
• Estos datos de cobertura no reflejan ni dicen nada respecto a: a los riesgos que mujeres y niñas corren cuando se realizan
• El tiempo de acarreo del agua, tiempos de provisión de necesidades al aire libre o instalaciones públicas, la insuficien-
agua, riesgos en el acarreo y otras condiciones que impli- cia/falta de instalaciones sanitarias adecuadas en espacios pú-
can la provisión por pileta pública. Según el censo 2012, blicos no son abordadas por políticas o acciones guberna-
casi 900 mil bolivianos/as están en esta situación. mentales. Con excepción de la temática relacionada al ciclo
• Los datos de cobertura no distinguen entre la existen- menstrual particularmente en niñas y jovencitas –temática
cia de infraestructura de la provisión efectiva de agua abordada por ONGs como Save the Children– el resto de las
para consumo doméstico. El crecimiento de los centros temáticas no son ni siquiera objeto de estudio y/o atención
poblados, los cambios en las precipitaciones pluviales, la en Bolivia(6).
eficiencia de los sistemas de agua potable están generan- • A pesar de haber existido apoyos específicos en determina-
do serios déficits de agua en múltiples centros poblados, dos momentos por parte de organismos internacionales para
incluso varias ciudades capital de departamento. que el gobierno asuma el enfoque de género en sus políticas
• Tampoco dan evidencia respecto a la continuidad del ser-
denominación que da la normativa a los sistemas de provisión de agua independiente-
vicio, según datos del 2006 del MMAyA (2011), de las 19 mente de su forma de organización (empresa municipal, comité de agua, cooperativa
EPSAs(4) reguladas el promedio de horas de servicio es de agua, asociación, etc.)
(3) En múltiples discursos se destaca el avance en coberturas como uno de los princi- (5) Al 2007 tan solo 6,2% de las EPSAs pequeñas tenían una planta de tratamiento para
pales logros hacia el derecho humano al agua, solo como una muestra ver: https://www. potabilizar el agua (PROAGUAS, 2007)
youtube.com/watch?v=WTmsTiqF3ZU (6) Cabe mencionar como excepción en términos de investigación el estudio (Long,
(4) Entidades Prestadoras de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (EPSA). Es la et.al. 2013)

26 - 27 Mujer y derecho al agua


Al devastar las fuentes de e instrumentos relacionados al agua potable y saneamiento las mujeres, entendida esta como “toda acción u omisión, que
agua se devasta el potencial básico(7), la temática de género ha sido siempre pospuesta al dañar el medio ambiente impide o restringe el ejercicio de
simbólico que la mujer indígena como un enfoque transversal reduciéndolo a la promoción los derechos de las mujeres, perjudicando su calidad de vida,
representa –en la cultura andi- de la participación de la mujer en la identificación e imple- su integridad, su salud, su economía, su trabajo, su economía,
na particularmente– afectando mentación de proyectos de infraestructura o en el peor de su identidad cultural y es causada por actividades antrópicas”
la identidad de estas mujeres en los casos identificando solamente a la mujer como principal (Red Nacional de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra,
torno a su relación espiritual con beneficiaria en su rol reproductor del hogar(8). s.f.), puede ir acompañada de otras formas de violencia: física,
las fuentes de agua. feminicida, psicológica, en servicios de salud, contra derechos
Sin embargo, es fundamental notar que, además de los elementos reproductivos, económica y patrimonial, laboral. Las dimen-
señalados, el accionar y políticas gubernamentales no hacen eco siones de esta violencia y algunos ejemplos son los siguientes:
de las demandas y reivindicaciones de los movimientos y organi- • Dimensión vital: Salud-derechos sexuales y reproducti-
zaciones de mujeres en relación al derecho humano al agua. vos, violencia intra y extrafamiliar. Las mujeres y niños/
as son los más vulnerables a la contaminación/sobreex-
Las demandas y reivindicaciones de mujeres fren- plotación de agua por la minería por el tiempo y grado
te a la minería en relación al derecho humano al de exposición. Algunos daños a su salud son: llagas, que-
agua maduras, problemas estomacales, respiratorios, abortos
que además generan estrés en las mujeres y gastos adi-
Para ilustrar algunas de las principales demandas que plantean cionales en su economía. El alcoholismo y prostitución
movimientos de mujeres frente al extractivismo y en relación al son otros problemas estrechamente ligados con la mine-
derecho al agua, retomamos las planteadas por la Red Nacional ría que resultan en violencia intra y extra familiar entre
de Mujeres en Defensa de la Madre Tierra (RENAMAT): otros problemas.
• Las operaciones mineras y el extractivismo despoja a las mu- • Dimensión económica: soberanía alimentaria, violen-
jeres de sus derechos; entre ellos el derecho al agua y el cia patrimonial y laboral. Para la actividad productiva,
derecho a vivir en territorios libres de contaminación. Es por las fuentes de agua se tornan en imprescindibles para la
tanto una reivindicación central el detener la devastación de supervivencia y reproducción de las familias ligadas no
los territorios, el deterioro de las condiciones de vida, la ge- solo al consumo doméstico sino también a la sobera-
neración de violencia medioambiental contra las mujeres, y nía alimentaria. La minería genera violencia patrimonial al
la vulneración de derechos fundamentales como el derecho afectar las viviendas, las tierras y las actividades laborales.
humano al agua. Estas afectaciones usualmente se traducen en recarga la-
• Se denuncia de forma muy clara la violencia medioambiental a boral para las mujeres y en muchos casos una práctica de
expulsión de comunidades y familias de sus territorios.
(7) Los diferentes programas de inversión por demanda de sus financiadores usual-
mente tienen un acápite de equidad de género que se reduce a indicadores de núme-
• Dimensión cultural: identidad, alteración de actividades
ro de mujeres participantes en los procesos de construcción de obras y de mujeres rituales simbólicas. Al devastar las fuentes de agua se de-
beneficiadas. El mejor esfuerzo realizado es el de promover el enfoque de género en vasta el potencial simbólico que la mujer indígena repre-
el proceso de Desarrollo Comunitario (DESCOM) que acompaña la identificación y senta –en la cultura andina particularmente– afectando la
construcción de proyectos de infraestructura; esfuerzo lamentablemente insuficiente.
(8) El estudio (Heiland, Soto Terrazas, & Ljunggren, 2003), a pesar del momento en identidad de estas mujeres en torno a su relación espiri-
el que se realizó, plantea una muy buena valoración de cómo el gobierno a través tual con las fuentes de agua.
de diferentes instrumentos aborda la problemática de género. Identifica entre otros Estas demandas hacen alusión a un contexto de actividades ex- ...el accionar y políticas guber-
problemas: falta de política de género y estrategias, falta de recursos económicos de namentales no hacen eco de las
la cooperación que exige se contemple estas temáticas en los planes y proyectos de tractivas que sobreexplotan y contaminan fuentes de agua, afec-
tando seriamente o definitivamente la provisión de agua para demandas y reivindicaciones de
género se reduce a la optimización de resultados a través de la participación de las
mujeres en proyectos, reducción de la mujer al rol reproductivo, los diagnósticos reali- consumo doméstico y personal de las personas que se benefician los movimientos y organizacio-
zados no consideran elementos de salud e higiene, se usan generalizaciones estadísticas
de esas fuentes de agua. Pero estas reivindicaciones tienen una nes de mujeres en relación al
que no coinciden con aspectos culturales y de género, entre otros. Estos problemas derecho humano al agua.
lamentablemente mantienen su validez al presente. particularidad al ser planteadas por estas organizaciones, movi-
28 - 29 Mujer y derecho al agua
mientos de mujeres:
• Primero, son planteadas desde el rol que tienen las mujeres Implicaciones del derecho humano al agua en contextos extrac-
en las familias afectadas. No solo desde el rol de velar por la tivistas y en particular en relación a las mujeres
reproducción sostenible de la unidad familiar –alimentación,
educación, limpieza, salud– en el que el agua es esencial; sino Y ¿qué dice el derecho humano reconocido por las NNUU res-
también desde el rol de velar por la actividad agropecuaria y pecto a estos impactos en contextos extractivistas? Si bien al
la protección de la naturaleza en unidades familiares (exten- reconocer el “derecho al agua potable y saneamiento” y no así
didas o simples) en las que los miembros, principalmente va- el “derecho al agua” se pensó limitar el alcance de este derecho,
rones, por la necesidad económica, han asumido actividades existe una reflexión desde la Relatoría Especial de las Naciones
laborales en la minería. En los procesos reivindicativos, estos Unidas sobre elementos que tienen que ver con estos contextos
nuevos roles que las mujeres en muchos casos asumen apun- extractivistas:
tan a contradicciones centrales que hacen a problemáticas de • La contaminación y extracción excesiva de recursos hídricos
recursos naturales: la contradicción entre el beneficio monetario como resultado de actividades o vertidos industriales, es un
inmediato que generan actividades extractivas vs. los impactos a incumplimiento del derecho humano al agua; más aún cuando
largo plazo, altos costos y sin soluciones viables que debe cargar el es resultado de la acción directa del Estado, como una vio-
medio ambiente y la sociedad civil que depende de este. lación por incumplimiento de la obligación de respetar este
• Segundo, se plantean frente a la oposición de hombres en derecho. Contemplando estas acciones: “a) el vertido de des-
las familias y en las comunidades al rol de liderazgo reivin- perdicios y aguas residuales, b) las actividades de las industrias
dicativo que han adquirido las extractivas controladas por
...empresas o gobiernos (cooperativas en el caso de la minería en mujeres en estos procesos or- el Estado, o c) la concesión ...adquiere mayor relevancia el hacer frente a un sistema patriarcal
Bolivia) despliegan estrategias de disolución de esas resistencias, en ganizativos. Aspecto que suma de licencias para proyectos en el que los hombres usualmente protagonizan, lideran y muchas
muchos casos estrechamente ligadas y reforzadas por estereotipos y refuerza la discriminación a que previsiblemente resul- veces defienden las actividades extractivas que dañan permanente-
de discriminación a las mujeres. este grupo de mujeres, llegan- tarán en violaciones de los mente los ecosistemas y actividades que desarrollan sus familias.
do al punto de existir casos de derechos humanos” (Na-
violencia familiar, disolución fa- ciones Unidas, 2014).
miliar, violencia física y sexual • El Estado además también
e incluso expulsión de sus comunidades u organizaciones. Es puede ser responsable de vulnerar el derecho al agua po-
así que empresas o gobiernos (cooperativas en el caso de la table y saneamiento por incumplimiento a su obligación de
minería en Bolivia) despliegan estrategias de disolución de esas proteger y evitar abusos de otros actores. Específicamente
resistencias, en muchos casos estrechamente ligadas y reforzadas se identifica la falta de protección en los siguientes casos: “a)
por estereotipos de discriminación a las mujeres. no proteger la infraestructura de distribución de agua y de
• Tercero, a nivel gobierno cuando se llevan las reivindicacio- saneamiento contra la injerencia, los daños y la destrucción;
nes en su mayoría las autoridades o tomadores de decisio- b) no regular la explotación excesiva de los recursos hídricos
nes a los que deben dirigirse las organizaciones/movimientos por terceros que priva a los habitantes del agua necesaria
de mujeres son también varones. Exacerbando aún más esa para uso personal y doméstico; y c) no desarrollar e imponer
relación de desequilibrio de poder ya existente entre gobierno y una normativa para proteger los recursos hídricos de la con-
comunidades. taminación” (Naciones Unidas, 2014).
• El Estado debe priorizar la lucha contra la contaminación,
En ese sentido, adquiere mayor relevancia el hacer frente a un remediar la situación de los más desfavorecidos, destinar el
sistema patriarcal en el que los hombres usualmente protagoni- financiamiento adecuado, establecer reglamentos estrictos y
zan, lideran y muchas veces defienden las actividades extractivas entidades reguladoras independientes, realizar y publicar eva-
que dañan permanentemente los ecosistemas y actividades que luaciones de impacto en consonancia con normas y princi-
desarrollan sus familias. pios de derechos humanos (Naciones Unidas, 2013).
30 - 31 Mujer y derecho al agua
Estos elementos deben ser rescatados por las reivindicaciones
frente a la minería, tanto de hombres como principalmente de
mujeres; sin embargo, aún son limitadas respecto a la realidad.
Recuperando las reivindicaciones antes mencionadas desde
movimientos de mujeres frente a la minería consideramos fun-
damental que se contemple además los siguientes elementos so-
bre el derecho humano al agua en estos contextos extractivistas: Bibliografía

• La relación agua y tierra en el área rural es fundamental. En ASAMBLEA GENERAL NACIONES UNIDAS
este sentido es central recuperar los planteamientos iniciales 2010 Resolución aprobada por la Asamblea General el 28 de julio de
realizados en las Naciones Unidas respecto al derecho al agua 2010 . 64/292. El derecho humano al agua y el saneamiento. Gine-
asociada no solamente al consumo domiciliario y personal, bra: Naciones Unidas.
sino también el asociado a la producción de alimentos.
• La dimensión cultural del derecho humano al agua CAMPANINI, Oscar
cobra mayor relevancia cuando se habla de pueblos 2011 Situación actual, avances jurídico-normativos e instituciona-
indígenas les y desafíos para la gestión de los recursos hídricos en el país.
• El componente cultural asociado a la estigmatiza- Revista AguAmbiente Nº 4, 7-20.
ción y discriminación no es el único. Hay un compo-
nente cultural muy fuerte y positivo en la relación COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CUL-
mujer-agua en ciertos pueblos indígenas que también TURALES
es importante considerarlo. 2002 Observación general Nº 15. Ginebra: Naciones Unidas. Con-
sejo Económico Social.
Creemos que estos puntos son un importante aporte
para profundizar la reflexión tanto desde la sociedad ci- HEILAND, S.; SOTO TERRAZAS, B., & LJUNGGREN, M.
vil en resistencia como desde organismos internacionales 2003 Género en saneamiento básico. La Paz: ANESAPA.
relativos a derechos humanos.Y frente al Estado, más que
solo motivo de reflexión, estos elementos deben consti- LONG, J.; CARUSSO, B.; LÓPEZ, D.;VANCRAEYNEST, K.; SAHIN,
tuir demandas ineludibles para alcanzar el derecho huma- M.; ANDES, K., & FREEMAN, M.
no al agua potable y saneamiento.
2013 Agua, Saneamiento e Higiene en la Escuela. Fortalece la Edu-
cación de las Niñas Adolescentes en la zona rural de Cochabamba,
Bolivia: Estudio del Manejo de la Higiene Menstrual en las Escuelas.
Nueva York: UNICEF.

MINISTERIO DE MEDIO AMBIENTE Y AGUA


2011 Plan de Desarrollo Sectorial de Saneameinto Básico 2011-
2015. La Paz: MMAyA.

32 - 33 Mujer y derecho al agua


NACIONES UNIDAS
2013 El derecho humano al agua potable y el saneamiento. In-
forme de la Relatoría especial sobre el derecho humano al agua
potable y el saneamiento. A/68/264. Ginebra: Naciones Unidas.

NACIONES UNIDAS
2014 informe de la Relatora especial sobre el derecho humano al
agua potable y el saneamiento. Violaciones corrientes de los de-
recho humanos al agua y el saneamiento. A/HRC/27/55. Ginebra:
Naciones Unidas.
El “Centro Niñez Extraordinaria”, de Infante-Promoción Integral de la Mu-
NACIONES UNIDAS jer y la Infancia, se crea como una respuesta alternativa para el trabajo
2016 Informe del realtor especial sobre el derecho humano al terapéutico con niños y niñas extraordinarios, como son aquellos que
aguapotable y el saneamiento. A/HRC/33/49. Ginebra: Consejo
de Derechos Humanos .
tienen síndrome de Down, trastorno del síndrome autismo-TEA y tras-
torno de déficit de atención con o sin hiperactividad-TDAH. El Centro
PROAGUAS busca potenciar su desarrollo integral (capacidades cognitivas, sociales y
2007 Encuesta a EPSA en poblaciones de 300-10.000 habitantes afectivas) a fin de fomentar las condiciones necesarias y óptimas para que
(2006-2007). La Paz: Ministerio del agua. estos niños y niñas extraordinarios puedan enfrentar las exigencias esco-
lares con el apoyo constante de la familia como base determinante de su
RED NACIONAL DE MUJERES EN DEFENSA DE LA MADRE
crecimiento emocional y afectivo.
TIERRA
s.f. Cartilla de difusión: “La Tierras es Nuestra Madre, el Agua es
Nuestra Leche”. Oruro: RENAMAT.

SENASBA
2015 Manual para la implementación de Planes de Sostenibili-
dad DESCOM-FI: Procedimiento en Género Intensivo. La Paz:
SENASBA.

34 - 35 Mujer & Ciencia


Verónica Barroso
Licenciada en Sociología por la Universidad Mayor
de San Simón. Realizó una maestría en Estudios So-
cioambientales en la FLACSO – Ecuador. Realiza tra-
bajos referentes a medio ambiente, pueblos indígenas,
género y educación Intercultural.

01--02
36 37 Mujer y Territorio
La resistencia iniciada por mujeres y hombres indígenas Yura- aymaras como instrumentos políticos que
carés, Moxeños- Trinitario y T´simane, en el Territorio Indígena fueron transformando el territorio. Un
y Parque Nacional Isiboró Secure (TIPNIS) en defensa de sus primer momento fue el año 1965, cuando
derechos y su territorio, es reconocida en la década de los 90 el presidente Rene Barrientos Ortuño re-
con la “Marcha por la justicia y la dignidad”(1). La movilización conoce el territorio “Parque Nacional Isibo-
anoticia a la población boliviana y a la comunidad internacional ro Secure – PNIS” como Ley DL Nª 07401,
de la existencia de naciones indígenas amazónicas, y de la proble- impulsado por dos personajes: el antropólo-
mática sobre la ocupación y despojo de su territorio, el tráfico go Hans Hoffman y el jesuita conocido como
de tierras y los intereses de diferentes actores en este territorio. Padre Eric, quienes observaron la presencia
de colonos que se fueron estableciendo en la
A la fecha, son numerosos los trabajos académicos e informa- zona Sur. Esta ley surge ante la necesidad de
tivos elaborados sobre el TIPNIS que, en su mayoría, explica el proteger el proceso de colonización impulsado
origen del conflicto, pero que invisibilizan de una u otra manera a por la Reforma Agraria que empezó a iniciarse
las mujeres en este proceso de lucha y de ocupación del territo- en los años 60.
rio. En respuesta a esto último, el presente artículo se pregunta,
¿cuál es relación de la mujer tanto amazónica como andina en Un segundo momento, es a partir del Boom de
esta transformación o reconfiguración del territorio? la coca -finales de los 70 y principios de los 80-
El lograr tener una lectura amplia de la problemática, desde las en el Chapare, un territorio caracterizado por ser
mujeres, sus relaciones, tensiones, como la comprensión del te- abierto al mercado, aspecto que atrajo y favore-
rritorio y territorialidad, permite observar el constante juego ció al campesino colono del altiplano y el valle.
de conquistas y resistencias asumidas por las mujeres indígenas Esta población que fue asentándose en diferentes
amazónicas y colonas- interculturales. Es así como “Mujeres del lugares – entre ellos el TIPNIS- no solo buscaba
TIPNIS en la línea imaginaria”, pretende hacer un breve análisis tierra, sino que se diversificaron y modificaron la
de la mujer y el territorio, lo que va más allá de un conflicto am- actividad productiva a través de la producción de
biental o de defensa de la casa grande. la hoja de coca. Este cambio generado, definió e
identificó a un nuevo actor social: los “colonos
El TIPNIS … hitos de construcción territorial cocaleros” (Barroso, 2013)

El actual Territorio Indígena denominado Parque Nacional Isibo- El tercer momento significativo, a la par con el
ro Sécure en Bolivia (TIPNIS), es habitado por pueblos indígenas auge de la coca, fue por los efectos naturales
amazónicos: T’simane, Yuracaré, Moxeño Trinitario y colonos de como el vivido en 1982 al 1986 en zonas del
origen quechua – aymaras. Territorio que ha sufrido una serie de occidente boliviano (valles y altiplano) quienes
cambios y que responde a factores coyunturales y políticos que sufrieron una de las sequías más extremas de
significaron cambios en la movilidad humana, la ocupación terri- su historia. Mujeres y hombres campesinos
torial y los procesos productivos en el TIPNIS. perdieron sus sembradíos agudizando la po-
breza de este sector y obligando a movili-
Para comprender cómo se funda el TIPNIS es necesario desarro- zarse de manera espontánea al trópico de
llar brevemente ocho hitos importantes que definieron su condi- Cochabamba. Personas entrevistadas en el
ción actual de construcción territorial. Construcción definida en trabajo de campo realizado en el polígono
movilizaciones dirigidas y espontáneas de campesinos quechua – 7 (2013), comentaron cómo las sequías
extremas afectaron a su subsistencia y
(1) La defensa del territorio -hoy conocido como TIPNIS- es una lucha de larga data,
cronistas e historiadores relatan cómo indígenas amazónicos inician la búsqueda de la
la llegada al trópico fue una alternativa
tierra sin mal o la loma santa, impulsando a muchos indígenas mesiánicamente a migrar. para sobrevivir y no morir de ham-
38 - 39 Mujer y territorio
bre, ya que en su “comunidad apenas da para sobrevivir, de los límites. En este nuevo contexto, el 2009, bajo RS 230292
casi no produce nada y la [...] necesidad en el hogar, no pro- se entregaron títulos de propiedad a productores de hoja de
ducía nada, más bien en aquí por lo menos para sustentar coca en el TIPNIS. Esto significó replantear una nueva “línea roja”,
había, en allá poco producía y no hay plata, por eso me he reduciendo así el área protegida a 1.091.000 ha desde la concep-
venido” (Entrevista a MC02, 2013). ción el TIPNIS, principalmente en la “zona natural de coloniza-
ción” (Albó, 2013: Ponencia presentada en FLACSO – Ecuador),
El año 1990 -cuarto momento- indígenas de las tie- el sur este y oeste.
rras bajas, inician la “Marcha Indígena por el territo-
rio y la Dignidad” denunciando el avasallamiento de El año 2011, como séptimo momento, Evo Morales anuncia la
su territorio por parte de ganaderos, madereros y construcción de la carretera transoceánica como parte de la
colonos. En dicha marcha el Gobierno de Jaime Paz “Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Sud-
Zamora (1989 – 1993) les otorga, mediante Decre- americana” (IIRSA) en TIPNIS, dividiendo en dos segmentos el
to Supremo Nª 22610, “el título de Parque Nacio- territorio reconocido como Parque Nacional y Territorio Indí-
nal y Territorio Indígena de los pueblos Moxeño, gena. Producto de esta decisión presidencial, se desencadena un
Yuracaré y T’siman” (SERNAP, 2011: 3). conflicto de alta intensidad, vigente hasta la fecha y que develó
los intereses de diferentes actores: por una parte, colonos en el
Un quinto momento fue en la presidencia de afán extender su área de monocultivo, tráfico de tierras, explo-
Gonzalo Sánchez de Lozada cuando se les otorgó tación de recursos madereros e hidrocarburo; y por otra par-
título ejecutorial a la Tierra Comunitaria de Ori- te, los intereses geopolíticos de países vecinos. Los actores más
gen (TOC) y también a los colonos productores enfrentados son T’simane, Yuracaré y Moxeño Trinitario, con los
de hoja de coca. Al conceder este instrumento a productores de la hoja de coca quechuas aymaras y Estado. Por
los colonos cambia el sentido del territorio indí- una parte, están aquellos que defiende su territorio – indígenas
gena, pues éste empezó a ser nombrado como amazónicos-; y por otro, se develan los intereses individuales y
área colonizada. Una y otra vez, dirigentes y po- extractivistas -colonos cocaleros y gobierno-. Fuerzas encontra-
bladores mencionan que ellos como colonos no das en una demanda común, “el territorio”.
están quitando nada a los indígenas, saben que
“el TIPNIS es el pulmón del pueblo, necesario Por último, el año 2014, el Instituto Nacional de Reforma Agra-
para la vida”, con la diferencia que ahora este ria inicia el proceso de delimitación y saneamiento del polígono
espacio les pertenece (Diario de campo, mayo 7 argumentando que la Constitución Política del Estado Pluri-
de 2013) y al tener este sentido de pertenencia nacional de Bolivia en su Art 385 párrafo II menciona “donde
ellos hacen uso del espacio(2). exista sobreposición de áreas protegidas y territorios indígenas
originarios campesinos, la gestión compartida se realizará con
Como sexto hito para la construcción del terri- sujeción a las normas y procedimientos propios de las naciones
torio, en la presidencia de Evo Morales, se con- y pueblos indígenas originarios campesinos, respetando el objeto
solida el TIPNIS junto al Instituto Nacional de Re- de creación de estas”. Con este argumento, el polígono 7 no se
forma Agraria (INRA) como Tierra Comunitaria constituye en una zona de sobreposición puesto que esta área
de Origen (TCO) bajo resolución N°00000214. quedo fuera del saneamiento de la TCO y, por tanto, no se rige a
Al ser reconocidos como TCO, también se reco- las normas establecidas para áreas protegidas nacionales.
noce de manera consensuada que en su interior
ya se tenía presencia de campesinos quechua -ay- Imaginario o no… la línea roja
maras y ganaderos. De esta manera, urge - por ter-
cera vez- delimitar nuevamente la línea imaginaria El escenario descrito en párrafos superiores ha mantenido un
(2) Este punto será desarrollado en los próximos párrafos imaginario que fue construyéndose por años entre indígenas
40 - 41 Mujer y territorio
amazónicos y colonos quechua aymara sobre el limite territorial Ilustración 1. Ubicación Territorio Indígena Parque Nacional Isi-
del TIPNIS, el mismo ha sido modificado y avasallado en varias boro Sécure en Bolivia.
oportunidades. Esta situación ha generado una serie de enfren-
tamientos que han sido plasmados en las 9 marchas realizadas,
en gran medida, por los indígenas amazónicos donde mujeres,
hombres, niños y ancianos realizaron caminatas extensas para
declarar la necesidad de territorio, defensa de su territorio, su
reconocimiento constitucional, por la vida, por los derechos, el
desarrollo normativo, el derecho a la consulta, la autonomía y la
no construcción de la carretera en el TIPNIS.

Actualmente el TIPNIS cuenta con una extensión de 1.091.000


ha (ver ilustración 1). Políticamente pertenece a las provincias de
Chapare (departamento de Cochabamba), Moxos y Marbán (de-
partamento Beni) y, administrativamente, se debe a los gobiernos
Municipales de Villa Tunari y San Ignacio de Moxos y Loreto. El
polígono 7 pertenece políticamente a ambos departamentos y
administrativamente al Gobierno Autónomo Municipal (GAM)
de Villa Tunari(3). Son 64 comunidades indígenas amazónicas que
habitan en todo el TIPNIS, los colonos hoy denominados inter-
culturales de acuerdo a datos oficiales son 24 comunidades, pero
la cartografía consultada evidencia a más de 52 comunidades. La
ilustración 1, nos permite observar cómo los colonos mantienen
Fuente: http://www.icees.org.bo/2017/08/dossier-actualizado-de-apoyo-a-las-
una línea de crecimiento ocupacional en el departamento de Co-
luchas-a-favor-del-tipnis/
chabamba y dentro TIPNIS.
La ocupación del TIPNIS por parte de los colonos fue sistemáti-
co y los instrumentos legales no fueron respetados, al contrario,
éstos fueron beneficiando y acompañando el proceso de expan-
(3) Si bien se realizaron avances en el saneamiento de tierras aún persisten conflictos sión de los colonos en el territorio que se ha mantenido vigente
de límites entre el departamento de Beni y Cochabamba. La ambigüedad administrati- hasta la fecha:
va del territorio no se ha logrado esclarecer hasta la fecha. Esta ambigüedad es reflejada
incluso por los pobladores que viven en el polígono 7, quienes en varias conversaciones
casuales mencionaron no saber con “claridad” a qué departamento pertenecen. En … la propuesta emprendida en la Reforma Agraria de 1953,
ese sentido, el GAM de Villa Tunari asume responsabilidades político administrativos […] quedó presente en las organizaciones sindicales del
en esta zona.

42 - 43 Mujer y territorio
Trópico. La forma de acceder a la titularidad de tierras fis-
cales requirió una estrategia que ha sido mantenida por
cinco décadas y fue lograda gracias al sindicalismo campesi-
no, como forma organizativa y política ha permitido que los
colonos quechuas-aymaras cuenten con una capacidad de
cohesión, control y regulación para la mejor forma de acce-
so al territorio, sobrepasando leyes, decretos y convenios
internacionales. La lógica de acción de estos actores fue: 1.
Las colonizaciones –de acuerdo al Servicio Nacional de Re-
forma Agraria (SNRA) y el Instituto Nacional de Coloniza-
dores (INC)– desde los años sesenta concede tierras fisca-
les a poblaciones que demuestren que son asentamientos
humanos no menores a 50 familias (Barroso, 2013).

La ocupación realizada por parte de colonos en el polígono 7


significó el avasallamiento de territorio Yuracaré. Se tiene conoci-
miento que dentro del polígono 7 son 14 comunidades indígenas
que conviven con los productores de hoja de coca, muchas de
éstas -para mantener su territorio y su actividad productiva- se
afiliaron a sindicatos de coca como única garantía que les per- La población indígena en el TIPNIS es de 4.106 habitantes de
mite permanecer en este territorio. Los Yuracarés son los que acuerdo a los datos del INE 2001, en cambio, para el CENSO de
más ha sufrido por las relaciones interétnicas con los colonos población y vivienda el año 2012 se tiene registrado un total de
quechua -aymara, no solo fue el avasallamiento de su territorio 3.399 indígenas, datos que nos permite observar un descenso
e impactos en sus actividades culturales como son la caza, pesca considerable en la población. Por su parte, los datos del Censo
y la recolección, también pesan el maltrato y desprecio de parte 2001 menciona que la población quechua aymara en el polígo-
de las y los colonos hacia los indígenas de la zona. no 7 era de 7.578 y que para el 2012 la población se triplica a
13.328 habitantes. Los datos permiten deducir la necesidad de
Si verificamos los datos poblacionales en la zona, no sólo pode- una creciente población por la expansión agrícola del monocul-
mos constatar que la expansión de un área protegida por par- tivo de hoja de coca, quedando la línea roja en un imaginario de
te de los colonos se ha incrementado considerablemente, sino acuerdos pactados y leyes que no frenan el avance de una po-
también el número de pobladores. Los datos que se presentan blación hambrienta de tierra en una se las zonas más sensibles e
a continuación tienen ciertas inconsistencias que responden a importantes para la captación de agua.
criterios utilizados por Instituto Nacional de Estadísticas(4) (INE)
y que es muy posible, no refleje el total de la población indígena Los cambios en el espacio han creado nuevas formas de poder
amazónica interno a partir de la apropiación y explotación de la tierra, que
han determinado además relaciones sociales y territoriales. En-
tonces, el conflicto del TIPNIS se inicia a partir de las formas de
usos y apropiación del territorio.

Mujeres y territorio

(4) En caso de ser poblaciones dispersas estas son agrupadas, es por ello que el Censo Hasta el momento se ha desarrollado el proceso de llegada de
no contempla a las 64 comunidades. Por otro lado, al ser comunidades lejanas, fue difícil
el acceso a ellas.
poblaciones y cambio del TIPNIS en medio siglo, pero ¿cuál es

44 - 45 Mujer y territorio
relación de la mujer tanto amazónica como andina en esta trans- actividad económica productiva permitiéndoles ser campesinas
formación o reconfiguración del territorio? nuevamente. Este nuevo campesinado no es el mismo que llegó
hace más de 40 años atrás. El colono que ocupa el polígono 7
El TIPNIS sufrió una serie de cambios físicos, económicos, so- no gira en relación a la unidad productiva familiar, sino que éste
ciales y culturales que responden a lógicas de manejo y uso de contrata y paga a indígenas para hacer el trabajo, de preparación
suelo diferenciado. Por una parte, las mujeres amazónicas tienen de suelo, siembra y cosecha de la hoja de coca: “ellos nos buscan
una lógica de uso comunal y producción de subsistencia, se di- para hacer el trabajo que ellos no pueden hacer, jornalero, limpiar su
ferencian así de las mujeres colonas, quienes tienen una relación coca y cosechar, somos sus peones, somos sus empleados” (JM- 02,
individualizada y de producción mercantilista. Santísima Trinidad, 2018). Esta relación de patronazgo ha genera-
do una relación de superioridad ante los indígenas “los indios, son
El territorio, de esta manera, se construye a través de las diná- salvajes, viven como animalitos, son flojos, hay que rogarles para que
micas de la acción social y la “identidad, como expresión de los trabajen… nosotros les damos trabajo, pero no cumplen” (Diario de
rasgos diferenciadores, distintivos, de la población perteneciente campo, 2013).
a un espacio, (como) el espíritu esencial, básico, estructurante del
territorio” (Echeverri, 2006: 26 citado en Schneider, 2009: 22-23), El manejo, uso y actividad productiva en el TIPNIS es diferencia-
y que el mismo en este caso de estudio se diferencia no solo en do. Los indígenas amazónicos tienen un sentido de propiedad
su uso, sino también, en su comprensión y sentido. del territorio amplio y comunal, y no así parcelado como los
colonos, quienes fraccionan y compran territorio. Esta situación
Para las mujeres amazónicas el territorio es entendido como ha generado un cambiado en las actividades productivas de los
un todo “son los ríos, lagunas, los animales, donde se cazamos, pes- pobladores indígenas Del polígono 7, al respecto nuestra en-
camos, recolectamos madera para la casa, …el territorio es la casa trevistada comentó: “… desde hace 10 años, ya no tenemos peces,
grande, donde habitamos y donde nosotros recolectamos el sustento como antes, ya no hay animalitos y esto se debe por la ocupación de
diario de nuestras familias y que queremos mantener así” (JM- 02, los colonos, todo ha cambiado, no hay para cazar, no se puede ir más
Santísima Trinidad, 2018). A diferencia de las colonas productoras allá, ya es dueño el colono, no deja entrar, piensa que quiere uno robar,
de coca(5) con las cuales se pudo convivir y mencionaron que: así nos trata, nos tratan mal… no hay los recursos naturales como
“… el territorio es el lugar donde habitamos, donde pertenecemos, antes y lamentablemente nuestro territorio ya tiene dueños” (JM- 02,
el territorio seria donde vivo, es el lugar donde está mi subcentral, es Santísima Trinidad, 2018).
donde está mi sindicato… Tener mi chaco (lote o predio) para mí es
como mi salario, me da todo, mis ropas, para mis hijos, para mantener Esta convivencia y roce interétnico ha ocasionado que muchos
a la familia, a la organización… es saber con quienes limito” (MLL- indígenas amazónicos dejen su territorio y aquellas comunidades
01, Independencia, 2013). que se quedaron rodeadas de colonos, sufren presiones, maltra-
to y son forzados a tener un estilo de vida diferente que los ha
La ocupación del territorio, por otra parte, nos permite reflexio- colonizado no solo territorialmente, sino también culturalmente
nar que a diferencia de los indígenas amazónicos quienes se es-
tablecen en la rivera de los ríos, lugares donde puedan proveerse “las collas son ambiciosas, tiene plata, trabaja día y noche,
de la caza, pesca, agricultura básica y la recolección de frutos y nosotras no somos así, nos conformamos con lo que te-
silvestres y con una relación armoniosa con su territorio; las co- nemos, siempre y cuando no falte que comer… muchas de
lonas productoras de hoja de coca se establecieron, sin importar mis compañeras han cambiado, actúan como colonas, en mi
la calidad de los suelos, en aquellos espacios aún no ocupados, comunidad, ya vivimos con los colonos, se han afiliado a la
no colonizados y donde aún podrían seguir reproduciendo su comunidad porque se han casado con una de nosotras y si
un colla llega, usted sabe, trae a su familia, poco a poco, y así
(5) El año 2013, se realizo trabajo de campo para la elaboración de la tesis de maes-
tría, en dos sindicatos de productores de coca del polígono 7, Sindicato Villa Paraíso e
sucesivamente se van apropiando, ellos quieren cambiar-
independencia. nos, loteando nuestro territorio, queriendo hacer sanear
46 - 47 Mujer y territorio
y quieren vivir como comunidad como nosotros estamos para ellas y ellos, una carretera respondería a la necesidad de
acostumbrados a vivir” (JM- 02, Santísima Trinidad, 2018). articulación de su producto a un mercado no solo nacional, sino
también internacional.
En la zona sur este y oeste del TIPNIS, se incrementó el cre-
cimiento de la franja agrícola de producción de hoja de coca, En este sentido, la pregunta es ¿de qué sirve establecer límites
mucho más con los instrumentos legales que apoyan y fomen- de uso de suelo o contar con leyes que protegen no solo na-
tan nuevos asentamientos humanos, y la apertura de nuevas vías cionalmente, sino internacionalmente a espacios como el TIPNIS
camineras para el acceso a servicios y comercialización de su como a quienes habitan, si son consideradas estas tierras como
producto. ociosas y los indígenas que las protegen son catalogados como
terratenientes?
Todos estos conflictos en el territorio nos muestran claramente
que hay diferentes perspectivas de desarrollo. Para las indígenas La búsqueda de tierras fértiles, que no es más que el “hambre por
amazónicas, el territorio es un medio de subsistencia que res- la tierra” (Bedoya, 1995), responden a la demanda del mercado
ponde a las necesidades de la familia; en cambio, para las y los de la hoja de coca. Estas prácticas agrícolas, realizadas por los
colonos, el territorio es un bien económico que no atiende la colonos, en suelos frágiles como los del polígono 7, ponen en
necesidad alimentaria inmediata, sino de la producción de su la riesgo la sostenibilidad a largo plazo de la actividad productiva de
hoja de coca al mercado , “estos colonos no ven el Bosque como indígenas amazónicos, quienes se han visto obligados a insertarse
una fuente de vida, sino como tierra potencial para el cultivo de al mercado a riesgo de su soberanía alimentaria
hoja de coca y, por eso, cazan poco, no pescan, como lo hacen los
pueblos indígenas que tradicionalmente ocupan la región, para “Nosotros vivimos como en la ciudad, lastimosamente el
quienes el bosque y su productividad primaria es fundamental” Evo cumple nos puso agua, vivienda, luz, tenemos todo eso,
(Porto Goncalves y Betancur, 2013: 60 citado en López y Maka- pero donde sale la comida, el trabajo, cómo pagamos los
ran, 2018: 212). servicios, todo se compra, la carne el pollo, porque ya no
hay animales, no hay recursos forestales y la tierra esta can-
Esta dinámica de uso de territorio, desarrollado en el Sur del sada” (JM- 02, Santísima Trinidad, 2018).
TIPNIS, ocasionó que los ciclos naturales del bosque se trasfor-
maran. Estudios como los de Contreras (2013), Sanabria (2009) y La coca como acumulación económica o de construcción de
SERNAP (2011) develan como el TIPNIS ha cambiado en los últi- identidades evidencia distintos momentos en los cuales las y los
mos 20 años. Sanabria, por su parte, explica que los cambios van colonos llegaron al TIPNIS, estos recrearon nuevas identidades
ligados directamente con políticas de control de la producción a la luz de la acumulación económica. Los colonos empezaron a
de la hoja de coca. Es decir, cuanto más severa fue la erradicación dividir los territorios, dándoles función privada y de propiedad
de plantaciones de coca, los porcentajes de deforestación fueron a espacios donde no había límites, y el uso del territorio era
mínimas, en cambio, cuando estas políticas se relajaron –especial- diferente para los indígenas amazónicos que viven en la zona. Si
mente en la presidencia de Evo Morales– los porcentajes de de- bien hay instrumentos legales que reconocen y protegen a los in-
forestación aumentaron notoriamente en la zona sur del TIPNIS dígenas, éstos no fueron reconocidos ni mucho menos aplicados
(Sanabria, 2009: 53). cuando los colonos llegaron al parque.

La ocupación de un espacio ecológico de gran importancia na-


cional e internacional ha impulsado a que la lucha contra la carre-
tera esté sobre todo en manos de mujeres indígenas amazónicas,
quienes hacen frente al constante avasallamiento de su territorio.
En cambio, para las y los colonos productores de coca, su lucha
está en la expansión de tierra aún no cultivada y degradada. Así,

48 - 49 Mujer y territorio
BiBLIOGRAFÍA

Albó, Xavier (2013)


“Acuerdo y conflictos en torno al TIPNIS. La Plurinacionalidad de Bolivia”. Conferencia presentada en FLACSO el 28 de junio, Quito, Ecuador

Barroso,Verónica (2013)
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SERNAP – RUMBOL SRL (2011).


“Evaluación Ambiental Estratégica del TIPNIS – EAE”.

50 - 51 Mujer y& territorio


Ciencia
ojo p et ro l ero
sp

e
al d e
nt
fre
Marxa Chávez
Socióloga por la Universidad Mayor de San Andrés. Es-

ía
tudió en la Maestría de Estudios Latinoamericanos en la

qu
UNAM (México). Ha participado de varios momentos de
movilización indígenas y campesinas a partir de una labor
de comunicación comunitaria y autogestionada.

Tari
las mujeres de
Claudia López
Tiene una licenciatura en Biología. Tiene una maestría en
Estudios socioambientales en FLACSO-Ecuador. Vive ac-
tualmente en Puebla, México donde cursa su segundo año
en el Doctorado de Sociología del Seminario de Entra-
mados Comunitarios y formas de lo político de la BUAP-
Puebla-Mx. Trabaja en temas con enfoque en conflictos
socioambientales, ecología política y feminismos.

La l u cha de

52 - 53 Ecología y despojo
El 24 de abril de 2017, una fila de marchistas liderada por el existen otras dos áreas que son el bloque Chu- Deben problematizarse los nudos centrales de la
Comité de defensa de Tariquía se dirigía al lugar de concentra- rumas con contrato de operación que data del lucha al profundizar la falsa división de los ámbitos
ción en la comunidad de San José para llevar adelante la marcha 2007 y el bloque Huacareta con contrato de público-privado. La amenaza de despojo se proyec-
denominada “Paso a Paso por la dignidad. Tariquía de pie, nunca operación de 2013. Según investigadores, todo ta en la vida cotidiana, cuando las mujeres enfren-
de rodillas”. Aquella fecha, un núcleo rebelde, encabezado por esto implicaría que el 55% del territorio de la tan divisiones familiares; violencias múltiples que se
mujeres, emprendió cuatro días de caminata hacia la ciudad de Reserva esté concesionado a favor de empresas encaran dentro y fuera de los hogares.
Tarija, iniciando así una serie de acciones que sacarían de la clan- petroleras como Shell a través de BG Bolivia,
destinidad a las comunidades campesinas que se oponen a la en- Chaco y PETROBRAS (Campanini, 2017). Desde
trada de petroleras a su territorio. Esa movilización visibilizó a las 2011 el gobierno estableció acuerdos con PETROBRAS para la
mujeres y las hizo más fuertes frente a la amenaza silenciosa del ejecución de un estudio preliminar entregado por la empresa
miedo y el aislamiento. En aquel momento no se sabía cuál sería brasilera el 2012 (Campanini, 2017), el cual definía la existencia
la suerte de esa lucha. Ha pasado más de un año de la marcha, de 4,4 triollnes de pies cúbicos (TCFs) en San Telmo y Astillero.
hoy, las voces de las mujeres de Tariquía resuenan cada vez más El año 2015 se aprobaron tres Decretos Supremos, el 2298, el
no solo en Bolivia, sino también en otros países. 2366 y el 2400, en marzo, mayo y junio respectivamente, donde
se fijaron las nuevas reglas para procesos de consulta previa, la
La Reserva de Tariquía en franca disputa apertura de las áreas protegidas a actividades hidrocarburíferas,
y la modificación de normativas ambientales, lo cual perfilaba un
La Reserva Nacional de Flora y Fauna Tariquía, está ubicada en escenario muy oscuro para las zonas que fueron destinadas des-
el departamento de Tarija, entre las provincias Arce, Gran Chaco, de la aprobación de dichos decretos, entre ellas Tariquía, como
O´Connor y Avilés, con una superficie de 246.870 ha. Creada por áreas de exploración y explotación hidrocarburíferaa. Estas me-
el decreto supremo 22277 en 1989, abarca la ecoregión del Bos- didas implicaron un hito dentro la política hidrocarburífera del
que Tucumano Boliviano y es la única Reserva en el país dentro gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), y son los signos
del ecosistema de Yungas Andino.Tariquía es una zona estratégica evidentes de un régimen “hiperextractivista” (Gudynas, 2018)
porque es área de recarga hídrica y protege las fuentes de agua que expandió la frontera petrolera de 2,5 millones de hectáreas
más importantes de la región (Ayala, 1998). En su interior, en la el 2006, a 29 millones hasta el 2017 (Campanini, 2017).
llamada “zona núcleo” de protección estricta, existen por lo me-
nos 13 especies en peligro de extinción (El País, 2012). Aún con el rechazo de las comunidades, desde 2016 y durante
casi un año, se ejecutó la exploración magnetotelúrica dentro
Dentro de la Reserva viven 10 comunidades campesinas, -y otras la Reserva, sin el permiso de los habitantes, lo que tensionó la
13 en el área circundante conocida como “zona de amortigua- situación. Aunque autoridades aseguraron que era una técnica no
ción”-, las cuales desde la creación del área protegida participa- agresiva, ésta es una fase que antecede a la exploración sísmica,
ron de acciones de cuidado y resguardo, en especial, de la ma- la cual ya ha tenido denuncias por daños ocasionados a comu-
dera, uno de los bienes que estaba siendo explotado de manera nidades, flora, fauna y fuentes de agua en la Amazonía boliviana
intensiva por taladores ilegales. (CEDIB, 2018). Después de estos estudios iniciales, el gobierno
aprobó la exploración y explotación de hidrocarburos de mane-
Aunque ya habían existido algunas actividades petroleras en la ra oficial mediante las leyes 1049 y 1050 del 7 de abril de 2018.
década de los 90 en Tariquía, fue en el 2007,
...en el contexto actual de amenaza de durante los primeros años de gobierno de Posteriormente, autoridades de YPFB iniciaron el 11 de junio de
despojo, la dinámica comunitaria sindical se ve Evo Morales, cuando se declararon los bloques este mismo año, un proceso de “consulta” cuestionado por las
interpelada en dar continuidad a los planes del San Telmo y Astillero, en la Reserva y la zona comunidades en lucha, que incluyó dos pozos de intervención y
gobierno, pero se encuentra con la oposición de las de amortiguación, como áreas de interés hidro- exploración en el bloque Churumas, que afecta la zona núcleo
mujeres que le impide consolidar sus planes. carburífero para la empresa estatal Yacimientos de la Reserva, bloque que si bien ya tenía un contrato de opera-
Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Además, ciones, no había sido mencionado hasta que apareció imprevista-
54 - 55 Ecología y despojo
mente para ser consultado. Es así que la Reserva de Tariquía está comparten las tareas de la reproducción o los ancianos que las
en disputa entre comunidades que se resisten al ingreso de em- alientan, también los animales, el río de donde se saca el pescado
presas petroleras y el Estado que continúa con medidas legales y para comer, las abejas que producen la miel y los árboles del bos-
políticas para imponer proyectos hidrocarburíferos. que. Todos quienes habitan y viven en interdependencia en el te-
Mujeres que son y sostienen la lucha rritorio de la Reserva, que sufren lo que la amenaza del despojo
conlleva. Las mujeres conectan la lucha por conservar la vida con
La amalgama capital, patriarcado y colonia impone una lógica en la defensa territorial: “Las mujeres pensamos mucho en nuestros
la que el desarrollo económico masculinizado y hegemónico se hijos, tal vez sea nuestra debilidad, pero pensamos en qué les vamos
permite irrumpir sobre las formas de reproducción social de la a dejar”. El futuro de sus hijos, y de los hijos de sus hijos, es la
vida y los medios de producción, sobre el trabajo no asalariado principal razón que fortalece a las mujeres y las impulsa a luchar.
comunitario –en específico para la expropiación del trabajo re-
productivo de las mujeres, los conocimientos tradicionales, los De ahí que las mujeres son un núcleo de la defensa y han retado
cultivos de autoabastecimiento y las formas de autogobierno los múltiples mecanismos expresados en la mediación patriarcal,
amenazadas por la ocupación capitalista de los territorios. representados en espacios supracomunitarios y el sindicalismo
paraestatal que les ataca, imponiendo y reproduciendo lógicas
En el cantón Tariquía, la política comunitaria se organiza a través que asfixian y bloquean permanentemente sus acciones y es-
del sindicato agrario -por comunidad- aglutinado en la Subcen- trategias. En esta guerra, se reproduce lo que denominamos un
tral, a su vez afiliada a la representación sin- cercamiento opresivo que tiene en la violencia
...la Reserva de Tariquía está en disputa entre co- dical Central de Padcaya, a la Federación de- contra el cuerpo de las mujeres su centralidad. ...fue en el 2007, durante los primeros años de
munidades que se resisten al ingreso de empresas partamental de Campesinos, y a la nacional Partimos del concepto de cercamiento de los gobierno de Evo Morales, cuando se declararon
petroleras y el Estado que continúa con medidas Confederación Sindical Única de Trabajadores comunes, utilizado por Silvia Federici (2010), los bloques San Telmo y Astillero, en la Reserva y
legales y políticas para imponer proyectos hidro- Campesinos de Bolivia -CSUTCB. En clave co- ampliado no solo a la concepción material la zona de amortiguación, como áreas de interés
carburíferos. munitaria seis(1) comunidades de Tariquía logra- sino a la simbólica. El cercamiento puede ser hidrocarburífero para la empresa estatal Yacimien-
ron consenso frente a la ofensiva estado-capital múltiple (económico, político, cultural) con el tos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
y organizaron una serie de movilizaciones y ac- objetivo de constreñir o asfixiar los esfuerzos
ciones para visibilizar su oposición a la entrada de petroleras a de defensa de la vida para finalmente provocar
su territorio. rupturas o separaciones (Navarro, 2017).

Las comunidades, con el impulso central de las mujeres, han teji- La amplia participación de las mujeres nos hace comprender la
do y sostenido desde principios de 2016 una lucha por impedir forma cómo el tiempo comunitario transcurre mientras se lu-
el ingreso de los proyectos hidrocarburíferos a la Reserva. Esta cha. En su espacio de organización política, el sindicato comunal
lucha, -al oponerse a proyectos que representan el despojo de -que fue creado en la década de los 80-, ejercen su capacidad
sus condiciones de vida ligadas a la producción agroecológica, la de gestionar colectivamente la vida comunitaria, lo que requiere
pesca y la apicultura; y que implican la grave afectación e incluso participación y compromiso por parte de los dirigentes sindica-
desaparición de una zona ecológica invaluable-, ha sido pensada les así como de las propias comunidades de base. Sin embargo, el
como una lucha por la conservación de la vida, basada en el desplie- sindicato es también en determinados momentos una estructura
gue de la defensa del agua y de todas las comunidades humanas de representación ante el Estado y sus formas políticas, y puede
y no humanas que habitan Tariquía. asumir las lógicas que impone la representación partidaria, lo
que generalmente ocurría en instancias mayores al sindicato o
En la lucha de las mujeres se encuentran sus familias, los hijos que instancias supracomunitarias como la Federación departamental.
En el sindicato comunal que es el núcleo más pequeño pero más
(1) La división comunitaria ha provocado el alejamiento de 4 comunidades –minorita-
rias. Las consecuencias han repercutido principalmente en profundas divisiones fami-
importante, las prácticas asamblearias, de rendición de cuentas
liares. ante la comunidad reunida, y la consulta para la toma de decisio-
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nes en asambleas y ampliados En la lucha de las mujeres se encuentran sus familias, los hijos que com- comunitario se constituye en
sindicales, han sido practicadas parten las tareas de la reproducción o los ancianos que las alientan, también el lugar de cercamiento al sin-
con más fuerza, como una ma- los animales, el río de donde se saca el pescado para comer, las abejas que dicato de base agrario. Es decir,
nera de ejercitar lo que en la producen la miel y los árboles del bosque.Todos quienes habitan y viven en en el contexto actual de ame-
vida sindical se llama “lo orgá- interdependencia en el territorio de la Reserva, que sufren lo que la amenaza naza de despojo, la dinámica
nico”, es decir, la vida orgánica del despojo conlleva. comunitaria sindical se ve
del sindicato está relacionada a interpelada en dar continui-
la idea de un “organismo” vivo. dad a los planes del gobierno,
pero se encuentra con la oposición de las mujeres que le impide
La asamblea comunal es donde se toman las decisiones que or- consolidar sus planes. Se demuestra así que hay una ruptura
ganizan la vida comunitaria, la gestión de la reserva, los proble- profunda con el corporativismo sindical que en sus niveles más
mas y conflictos ecológicos y sociales, las demandas al Estado, altos quiere hacer prevalecer la forma estatal-capital de la po-
la fiesta, las celebraciones, etc. y en los últimos tiempos la lucha lítica, corrompiendo la delegación y usurpando las funciones a
contra la amenaza del despojo petrolero. las formas todavía aun comunitarias de organización de la vida.

Consideramos que las comunidades de Tariquía encuen- Se entiende, entonces, el papel que ha jugado el sindi-
tran en su sindicato la habilidad para no solamente para cato comunal al llevar adelante luchas desde hace dé-
gestionar los temas de la producción, sino también para cadas contra amenazas como la que en los 90 movilizó
hacer política y reproducir la vida de manera colectiva, a las comunidades tariquiyeñas: el proyecto hidroeléc-
algo que es tradicional en la política del campo popular trico Cambarí que se paralizó para ser retomado por
en Bolivia. Cuando las mujeres se refieren al espacio el gobierno del MAS. Son todas estas prácticas las que
sindical lo hacen desde la certeza de que se sienten han sido rotas y aplastadas (lo que es lo contrario de
representadas en ese nivel y, según lo que cuentan, al- lo orgánico) por el ingreso de las lógicas y prácticas
gunas o las más, participan en representación de toda prebendales que llegan con los proyectos petroleros
la familia. Por lo tanto, comparten sus preocupaciones, y la presencia estatal, y que han sido apoyadas con más
sus necesidades y deseos en ese su espacio, que sienten fuerza por algunos dirigentes y personajes generalmente
legítimamente suyo. Así el sindicato se traduce ante nues- varones, generando así división no solo en los ámbitos
tros ojos de forma contradictoria porque aunque porta la sindicales sino dentro de las familias. La vida orgánica, como
forma clásica o tradicional de lucha contiene rasgos novedo- proponen ahora las mujeres en lucha, está relacionada a las
sos por su capacidad afirmativa frente a los otros niveles que le actividades y al trabajo de cuidado que ellas realizan en sus
constriñen. Está recientemente ocupado por las mujeres de hogares, trasladadas no sin conflictos a los espacios sindicales,
las comunidades de Tariquía, lo hacemos notar porque, en la poniendo en relieve las claves que plantean como: defensa y
mayoría de los casos, las figuras dirigenciales son masculinas. conservación de la vida de las comunidades, de sus familias,
del agua y de toda la flora y fauna que tiene Tariquía. La
Desde una mirada general sobre los doce años en que el fuerza que han tenido les ha significado ganar batallas y
partido de gobierno ha convertido al corporativismo sindi- lograr que una mujer de la defensa sea dirigenta principal
cal en un aliado paraestatal, en un espacio de tutelaje y de de la Subcentral Tariquía, pero también ha implicado que
extensión de sus pro- se realice contra ellas
yectos de expropiación ...el sindicato se traduce ante nuestros ojos de forma contradictoria porque presión y formas de
que garantizan el régi- aunque porta la forma clásica o tradicional de lucha contiene rasgos novedo- represión que pre-
men de acumulación sos por su capacidad afirmativa frente a los otros niveles que le constriñen. tenden destruir sus
extractivista actual, se logros como dirigen-
observa que lo supra- tas, acallar sus voces y
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...el cercamiento opresivo se activa contra ellas aislarlas para que no puedan seguir tejiendo la constituye la piedra fundamental frente a la dominación.
en múltiples violencias y contra todos sus esfuer- vida orgánica en los espacios familiares y sindi-
zos por mantener lo vivo. cales. Es ahí donde el cercamiento opresivo se ac- Para nuestro análisis, la lucha de las mujeres de Tariquía, ha des-
tiva contra ellas en múltiples violencias y contra bordado los clásicos enfoques de violencia de género que les
todos sus esfuerzos por mantener lo vivo. victimiza. Las mujeres de Tariquía han roto ese corset(2), ese lugar,
y han salido de allí para realizar ejercicios de reapropiación no
Es por eso que cuando vieron la debacle de las representaciones solo territoriales sino organizativos y ejercer una crítica, sin duda
sindicales convertidas en paraestatales, la cuales se pusieron del compleja y llena de obstáculos, a las formas de representación
lado de las petroleras y el gobierno, las comunidades y las muje- sindical ahora paraestatales. Desde el inicio del conflicto le han
res en especial, organizaron asambleas y un Comité de Defensa, disputado a la federación de campesinos el lugar de enunciación
producto de su capacidad de reacción, lo cual fue una novedosa y logran una serie de dirigencias femeninas en el sindicato cam-
reorganización de la estrategia para tener un espacio asociativo pesino. Como señalamos con anterioridad, hoy una de ellas está
legítimo, autónomo y con capacidad de disputarle al corporativis- a la cabeza de la subcentral, y actualmente han logrado fusionar
mo y sus representantes sindicales la voz oficial o las narrativas Comité de Defensa y Subcentral.
sobre el deseo comunitario que promueve la defensa.
Los múltiples esfuerzos de las mujeres ponen en crisis el po-
Sus acciones, su forma de organización, o su hacer político nos der de los mecanismos de disciplinamiento ejercidos sobre las
hacen reflexionar que los espacios de la reproducción les permi- dirigentes y sus cuerpos de varias maneras, por ejemplo, cuan-
ten generar estrategias propias do una de ellas –apoyadas por
para el despliegue de la lucha, En esta guerra, se reproduce lo que denominamos un cercamiento opresivo las otras- realiza una denuncia
las cuales son importantes de que tiene en la violencia contra el cuerpo de las mujeres su centralidad. contra funcionarios públicos
comprender. Todas las voces que abusan de sus lugares de
de los sujetos de este conflicto poder para violentarles verbal-
acuerdan que son ellas quienes mente, o cuando se rescata a
principalmente despliegan el propósito en común planteado como más de una mujer del escarnio público con fines ejemplificadores,
defensa; se analiza este sentido como el despliegue de acciones “sabemos que era para escarmentarnos a todas” relata una de ellas.
para el descercamiento del territorio que contiene la riqueza social En muchos casos, las mujeres van enfrentando con firmeza estos
en disputa con el Estado. mecanismos, en otros no. Deben problematizarse los nudos cen-
trales de la lucha al profundizar la falsa división de los ámbitos
Las dirigentes en Tariquía son madres, son sindicalistas, tienen 4 público-privado. La amenaza de despojo se proyecta en la vida
cargos en las diferentes instancias organizativas, realizan el traba- cotidiana, cuando las mujeres enfrentan divisiones familiares; vio-
jo productivo y reproductivo en los hogares y por fuera de ellos. lencias múltiples que se encaran dentro y fuera de los hogares.
Se presenta un polipragmatismo de las mujeres, que pueden hacer Muchas veces “la lucha es adentro y afuera” señala otra.
todo por su capacidad múltiple, a la vez que se cocina se cuecen
también los planes de defensa, de ahí que se rompe la idea pa- Se plantea un continuum de violencia (Reyes, 2017) cuya articula-
triarcal de liderazgo especializado en la que el líder masculino ción o dinámica en flujo conecta los espacios privados y públicos
solo se dedica a eso y por eso es especialista. para el ejercicio de la violencia política que afecta, principalmen-
te, a las mujeres que son dirigentes.
De ahí que el hacer político de las mujeres de Tariquía cuida y
empuja la autonomía política que ha caracterizado la lucha co- ...el hacer político de las mujeres de Tariquía cui-
munitaria. Esta autonomía toma cuerpo con la forma orgánica ya da y empuja la autonomía política que ha caracte-
analizada anteriormente. Mientras que en la historia de la política rizado la lucha comunitaria.
(2) Gago Verónica (2018). Conferencia “Investigación, feminismos, economías y violen-
boliviana este concepto ha perdido cierta vigencia, en Tariquía cia”. La Paz. Bolivia

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Las enseñanzas y aprendizajes colectivos
Bibliografía
En Latinoamérica, la violencia se ha incrementado como única
forma de imponer un sistema de precarización de la existencia.
Ayala Bluske, Rodrigo
Mientras que las luchas sociales se articulan para defender y re-
1998 Áreas Protegidas del Departamento de Tarija. PROMETA,
crear las formas de existir, la rebelión de las mujeres del Cono
Tarija.
Sur es una luz por su forma creativa que nos permite leer la
trama múltiple de las violencias. Asimismo la novedosa lucha de
CEDIB
las mujeres de Tariquía nos ilumina y nos anima a pensar más allá
2018 Informe sobre el caso de las actividades hidrocarburíferas
de la clásica forma de hacer política a través de “representantes”.
en la amazonía norte de Bolivia, La Paz.
Una forma de hacer política que articule los mundos de la vida y
su defensa con la clave de participación comunitaria asamblearia,
Federici, Silvia
orgánica, una forma de construcción de alianzas para la lucha que
2010 Calibán y la bruja: mujeres, cuerpo y acumulación originaria.
es posible, porque reta no solo la violencia económica del ex-
Buenos Aires: Tinta y Limón.
tractivismo, sino la violencia institucional, racial, estatal que quie-
re condenarles a un lugar de invisibilidad.
Gudynas, Eduardo,
2018 Eduardo Gudynas:“Países hiperextractivistas tienden a ser
Sin duda, la tenacidad de las mujeres tariquiyeñas ha retrasado
hiperpresidencialistas”, Página Siete, (9 de septiembre de 2018)
los planes de la entrada petrolera. Su paso y su despliegue nos
animan a no perderles el rastro frente a la posibilidad del ingreso
Gago Verónica
de la exploración sísmica y la explotación hidrocarburífera a la
2018 Conferencia “Investigación, feminismos, economías y vio-
Reserva.
lencia. La Paz. Bolivia.

Navarro, Mina Lorena


2017 Una perspectiva socioecológica para pensar el despojo
múltiple y las separaciones del capital sobre la vida. En prensa.

Reyes, Itandehui
2017 Violencia feminicida y desaparición en cuerpos feminizados:
Familias que luchan por las ausentes en Ecatepec, Estado de Mé-
xico. Tesis de Maestría. BUAP.

Hemerografía

El País,
2012 La reserva de Tariquía posee 13 especies en peligro de
extinción.

Opinión
2018 Tariquía otra vez comprometida para estudios hidrocar-
buríferos y YPFB promete cumplir la ley.

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www.infante.com.bo
secretaria@infante.com.bo
Infante - Promoción Integral de la Mujer y la Infancia

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