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UNIDAD 14. Acciones derivadas de los Títulos de Crédito.

OBJETIVO DE LA UNIDAD: Al terminar la unidad, el alumno: Estudiara el cómo y


el porqué de las acciones derivadas de los títulos de crédito; su carácter ejecutivo,
caducidad y prescripción de la acción cambiaria, la acción causal y la acción de
enriquecimiento ilegitimo.
14.1. Concepto Acción Cambiaria.
La acción cambiaria es la que se ejercita por falta de aceptación parcial o total de
un título de crédito, por carecer éste de pago parcial o total.
1. En caso de falta de aceptación o de aceptación parcial
2. En caso de falta de pago o de pago parcial
3. Cuando el girado o el aceptante fueren declarados en estado de quiebra o
de concurso
Artículo 151 de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, la acción
cambiaria directa es aquella que se entabla en contra del obligado directo o sus
avalistas o ambos
14.2. Carácter ejecutivo de la acción cambiaria.
LA ACCION CAMBIARIA CONTRA CULQUIERA DE LOS SIGNATARIOS; de la
letra ejecutiva por el importe de esta y por el de los intereses y gastos accesorios,
sin necesidad de que reconozca previamente su firma el demandado.
14.2.1. Acción cambiaria directa.
La acción solo es procedente en el caso de la letra de cambio en contra del
aceptante o de sus avalistas.
14.2.2. Obligados contra quienes se ejercita.
En contra de los obligados principales de los títulos de crédito.
14.2.3. Acción cambiaria en vía de regreso.
Solo aplica en contra de cualquier obligado que no sea en forma directa, avalistas,
endosantes.

14.2.4 Obligados contra quienes se ejercita.


El último tenedor del documento puede ejercitar esta acción en contra de todos los
obligados a la vez o en contra de alguno de ellos.
14.3. Prestaciones exigibles mediante el ejercicio de la acción cambiaria.
I. El importe del documento
II. Los intereses de tipo legal, o bien al tipo estipulado, contado desde el
vencimiento
III. Los gastos del protesto y demás realizados legítimamente
Por su parte el obligado puede exigir:
I. El reembolso de lo que hubiere pagado
II. Los intereses de tipo legal o los contenidos en el documento en e
momento que se hubiese cubierto el importa.
III. Los gastos de cobranza y demás que haya efectuado legítimamente.
14.4. Caducidad y prescripción de la acción cambiaria.
La caducidad plantea como necesario requisito para conservar un derecho, la
realización de cierto acto conservatorio, al paso que la prescripción, tanto adquisitiva
como extintiva operar con el simple paso del tiempo, y por cuanto ocurre en los
mismos títulos de crédito, la caducidad rige solo a los obligados en vía de regreso.
14.5. Acciones mercantiles ordinarias derivadas de la falta de pago de los
títulos de crédito.
A) puede cargar o pedir a los demás obligados que le abonen en cuenta el importe
del documento, incluidos los intereses y demás gastos legítimos
B) También puede girar a su propio cargo y a la vista, a favor de sí mismo o de un
tercero, una nueva letra de cambio por el importe de la anterior, incluidos, una vez
más, los intereses y gastos legítimos.
14.5.1. Acción causal.
ACCIÓN CAUSAL. SU PROCEDENCIA REQUIERE QUE SE REVELE Y PRUEBE
LA RELACIÓN JURÍDICA QUE DIO ORIGEN AL TÍTULO DE CRÉDITO.
Cuando la acción cambiaria prescribe, el artículo 168 de la Ley General de Títulos
y Operaciones de Crédito faculta al tenedor de un título para ejercitar la acción
causal, que es la derivada del acto jurídico que dio origen a la emisión del título.
Esto es, dicho artículo establece la subsistencia de la relación jurídica que dio origen
a la emisión o transmisión del título de crédito, así como de las acciones que deriven
de dicha relación o acto jurídico, a menos que se pruebe que hubo novación. Cabe
destacar que el legislador denominó "causal" a la referida acción porque toma su
nombre del contrato, acto o negocio jurídico que da nacimiento al título de crédito y,
al ejercitarse en la vía ordinaria mercantil, es necesario, para que prospere, que se
revele y pruebe la relación jurídica que dio origen a la suscripción del título, o sea,
la relación jurídica subyacente por virtud de la cual los demandados se constituyen
en deudores de la suma consignada en el título, y contra la cual son oponibles
cualquier tipo de excepciones, ya que todo título de crédito es creado o emitido por
una causa, que no es otra cosa que la relación fundamental, originaria subyacente
que determina a las partes a que la objetivasen en el documento derivando su
libramiento o circulación y, por ende, la causa toma la forma de un contrato o
cualquier relación jurídica que puede ser probada con el título de crédito no
desvirtuado.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.


Amparo directo 12703/2001. Pedro Sousa Riley y otra. 8 de noviembre de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: Rómulo Amadeo
Figueroa Salmorán. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo IV, julio de 1996, página 365, tesis V.1o.11 C, de rubro:
"ACCIÓN CAUSAL. EN LA VÍA ORDINARIA, ES NECESARIO SE SEÑALE LA
RELACIÓN JURÍDICA QUE DIÓ ORIGEN A LA SUSCRIPCIÓN DEL TÍTULO." y
Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Tomo XIV, julio de 1994,
página 380, tesis VI.2o.500 C, de rubro: "ACCIÓN CAUSAL. REQUISITOS PARA
QUE PROSPERE LA." y Tomo V, Segunda Parte-1, enero a junio de 1990, página
34, tesis de rubro: "ACCIÓN CAUSAL. DEBE PRECISARSE EN LA DEMANDA EL
NEGOCIO SUBYACENTE.".
ACCIÓN CAUSAL. DEBE PRECISARSE EN LA DEMANDA EL NEGOCIO
SUBYACENTE.

Cuando el actor demanda en la vía ordinaria mercantil diversas prestaciones,


ejecutando la acción causal, en virtud de estar prescrita la acción cambiaria,
forzosamente debe revelar la relación jurídica o negocio que dio como
consecuencia la suscripción del título de crédito de que se trate, esto es, la
relación jurídica subyacente, por virtud de la cual los demandados se
constituyeron en deudores de la suma consignada en el propio título.

TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO


CIRCUITO.
Amparo directo 6/90. Manuel Galicia Alcalá. 22 de marzo de 1990.
Unanimidad de votos. Ponente: Óscar Vázquez Marín. Secretario: J. Ignacio
Valle Oropeza.
Amparo directo 66/95. Alfonso Tovar González. 16 de febrero de 1995.
Unanimidad de votos. Ponente: Olivia Heiras de Mancisidor. Secretaria: Ma.
de la Paz Flores Berruecos.
Amparo directo 381/2005. **********. 4 de noviembre de 2005. Unanimidad de
votos. Ponente: Teresa Munguía Sánchez. Secretaria: Violeta del Pilar
Lagunes Viveros.
Amparo directo 442/2008. Distribuidora de Gases Industriales y Medicinales,
S.A. de C.V. 13 de noviembre de 2008. Unanimidad de votos. Ponente:
Filiberto Méndez Gutiérrez. Secretaria: Ma. de la Paz Flores Berruecos.
Amparo directo 278/2009. José Luis Pacheco de Martino. 27 de agosto de
2009. Unanimidad de votos. Ponente: Teresa Munguía Sánchez. Secretaria:
San Juana Mora Sánchez.

14.5.2. Acción de enriquecimiento ilegitimo.


ENRIQUECIMIENTO ILEGITIMO, INTERPRETACION CORRECTA DEL
ARTICULO 169 DE LA LEY DE TITULOS Y OPERACIONES DE CREDITO.
SEGUN DICHO PRECEPTO, LA ACCION DE ENRIQUECIMIENTO
ILEGITIMO SE DE CONTRA EL GIRADOR Y NO CONTRA EL
BENEFICIARIO DEL TITULO.

No procede la acción de enriquecimiento indebido contra el endosante y


beneficiario de la letra Ramón Estrada Guerra, porque el mismo artículo 169
sólo concede dicha acción contra el girador y no contra los demás firmantes
del documento. El quejoso alega que independientemente de esa disposición
legal, el artículo 1882 del Código Civil establece en términos generales que
quien se enriquece en perjuicio de otro está obligado a indemnizarlo de su
empobrecimiento en la medida en que se ha enriquecido; y que si la ley
mercantil es omisa debe aplicarse el principio general contenido en el artículo
citado del Código Civil. Es cierto, como lo hizo notar el quejoso en los agravios
que hizo valer en la apelación, que el demandado Ramón Estrada Guerra
reconoció en su escrito de contestación a la demanda que dio en pago de
servicios prestados a Restituto Ibáñez la letra de referencia con otros
documentos; y que este último la entregó al demandante de quien recibió la
suma de cincuenta mil setecientos catorce pesos veintiocho centavos.
También es cierto que en la confesional que absolvió el propio demandado
reconoció la autenticidad de dicha letra y que la había endosado en blanco al
citado Restituto Ibáñez, quien quedó conforme con los documentos que
recibió, según liquidación que obra en su poder; pero estos hechos no
constituyen enriquecimiento ilegítimo, porque como lo expresó el mismo actor
en su demanda y aparece en la carta que le dirigió Restituto Ibáñez,
reconocida ante notario y no objetada, los antecedentes del negocio son que
el nueve de octubre de mil novecientos cincuenta y tres, se había girado en
Celaya, Guanajuato, la mencionada letra de cambio, a cargo de Indalecio
Fernández B., pagadera el nueve de octubre de mil novecientos cincuenta y
cuatro; que Ramón Estrada Guerra y Restituto Ibáñez Nozal trabajaron en
sociedad el rancho Dongú; y habiendo determinado separarse, el primero
tuvo que dar el segundo cierta suma de dinero, por lo que vendió el rancho a
Indalecio Fernández B.; como resultado de esa operación Ramón Estrada
obtuvo como beneficiario la citada letra de cambio a cargo de dicho
comprador, de lo que se desprende que el beneficiario tuvo que hacer otras
operaciones, entre las que se mencionan expresamente la venta del rancho
Dongú, para adquirir el referido documento; y que por consiguiente la
cantidad que se reclama como valor del enriquecimiento ilegítimo está
compensada con la venta de ese rancho. Según la naturaleza de toda letra
de cambio, no es posible que los endosantes posteriores demanden a los
anteriores por enriquecimiento ilegítimo, con fundamento en el artículo 1882
del Código Civil, porque cada uno de ellos adquiere la letra mediante alguna
operación causal y la transmite en virtud de otra, y el único que puede resultar
beneficiado en última instancia con el importe del documento, cuando no la
paga el aceptante, es el girador, de quien emana la orden de pago que es la
esencia misma de la letra de cambio, (artículo 76, fracción III, de la Ley de
Títulos y Operaciones de Crédito); y por ello, cuando el último tenedor ha
pagado el importe de la letra y no obtiene mediante las acciones cambiarias
o causales el valor de ella, la ley le concede la acción de enriquecimiento
contra el girador, para que éste no se enriquezca a su costa. Cabe advertir
además que la Sala responsable analizó correctamente los agravios que hizo
valer el apelante en la alzada, en los que reclamó la falta de aplicación del
precitado artículo 1882 del Código Civil y sostuvo la procedencia de la acción
de enriquecimiento ilegítimo contra el beneficiario de la letra y no sólo contra
el girador, pues en virtud de las precedentes consideraciones según lo
establecido expresamente por el artículo 169 de la multicitada Ley de Títulos
y Operaciones de Crédito, debe concluirse que la acción de enriquecimiento
sólo se da contra el girador de la letra, con los requisitos que el mismo
precepto establece.

Amparo directo 2547/59. Inocencio González Díaz. 26 de enero de 1961.


Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Gabriel García Rojas. Ponente: José
Castro Estrada.

ENRIQUECIMIENTO ILEGITIMO, ELEMENTOS DE LA ACCION DE.

La acción de enriquecimiento ilegítimo requiere estos elementos:


1. El enriquecimiento de una persona (el enriquecido que obtiene algo).
2. El empobrecimiento de otra, que sufre detrimento por el enriquecimiento
de aquélla (el perjudicado, que pierde algo).
3. Una relación entre el enriquecimiento y el empobrecimiento que favorece
a uno, a expensas del otro y
4. Ausencia de causa.

Así, el enriquecimiento ilegítimo se caracteriza por un desplazamiento


patrimonial sin causa, que se verifica entre los sujetos activo y pasivo de la
pretensión de enriquecimiento. El enriquecimiento y el empobrecimiento
deben ser recíprocos y correlativos, esto es, que no puede existir uno sino
como efecto del otro y a la inversa; el desplazamiento matrimonial deberá
operarse por un acto o hecho que no sea contractual ni lícito; si el patrimonio
se desplazó, por un acto contractual, de este deliberara la acción ejercitable,
nulidad, rescisión por lesión, etcétera; si se desplazó por acto lícito, este
mismo integrará la acción por ejercitar y en ninguno de ambos
desplazamientos tendrá lugar la acción de enriquecimiento ilegítimo; acción
que frecuentemente se emplea para enmendar resultados jurídicos
desfavorables, por planteamientos procesales erróneos, para exigir
responsabilidades que nacen de actos contractuales o bien de actos lícitos y
extracontractuales, estimando que es más fácil de demostrar y más cómodo
de hacerla valer, que las acciones verdaderamente derivadas de ellos, con lo
cual resulta, que es utilizada en exceso, pero naturalmente, sin resultados
satisfactorios.

Amparo directo 2190/57. Isaac Landau Eidels. 12 de febrero de 1960. Cinco votos.
Ponente: Mariano Ramírez Vázquez.

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