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Mecanismo de hundimiento de antiguas cuencas de ruptura cratónica

Las cuencas cratónicas comúnmente ocurren sobre antiguas zonas de ruptura.

Estas cuencas de ruptura inactivas son reconocibles por una anomalía de gravedad de

Bouguer lineal positiva que puede corresponder a la gravedad axial alta encontrada en los

valles de ruptura modernos.

Muchas de estas cuencas pasan por períodos discretos de aumento de las tasas de

hundimiento, o reactivaciones, mucho después de que se colocó el exceso de masa

responsable de la gravedad lineal alta.

Además, la reactivación de muchas cuencas cratónicas se produce simultáneamente con la

tectónica compresiva a gran escala.

Se sugiere que la fuerza impulsora para el hundimiento es el exceso de masa antiguo sin

compensación isostática.

El hundimiento de estas cuencas se modela mediante un modelo de flexión litosférica con

una reología viscoelástica no lineal de Maxwell.

Las soluciones para este modelo indican que las cuencas pueden experimentar una baja tasa

de hundimiento a lo largo del tiempo geológico.

El hundimiento de una cuenca se detendrá solo cuando se logre la compensación isostática

del exceso de masa.

Debido a que los excesos de masa de las antiguas rupturas pueden no compensarse durante

largos intervalos geológicos, la evolución térmica y estructural temprana de las fisuras no

puede influir significativamente en el hundimiento posterior de la cuenca.

Los modelos sugieren que las cuencas pueden reactivarse mediante cualquier mecanismo que

disminuya la viscosidad efectiva del material litosférico, permitiendo que la cuenca no

compensada se asiente hacia una profundidad de compensación isostática más rápida de lo

normal.
Dado que la viscosidad es una función importante de la temperatura, se sugiere la

reactivación por un aumento mundial del flujo de calor como un posible mecanismo para la

sincronía de la subsidencia de la cuenca en todo el continente.

Un aumento del 15% en el gradiente geotérmico, por ejemplo (de 16.5 ° -18.9 ° K / km),

causará aproximadamente un aumento del 5% en la subsidencia.

Sin embargo, este aumento en el flujo de calor, parece poco probable que produzca por sí

solo la magnitud del hundimiento de la cuenca durante una fase de reactivación que se

observa en el registro geológico donde puede ocurrir un aumento de hasta el 100% en el

hundimiento.

Dado que la reología de la litosfera no es lineal, la viscosidad efectiva también es una función

no lineal fuerte del estrés.

La presencia de un estrés compresivo regional durante los períodos de tectonismo de 1,1 ·

108 Pa (aproximadamente el 2,8% de la resistencia a la pandeo de la litosfera) produce un

período corto de hundimiento reactivado (≃ 105 años).

Durante la subsidencia reactivada, el estrés regional recientemente impuesto se relaja lo

suficiente en la litosfera inferior para restablecer la viscosidad efectiva a valores similares a

los de la reactivación anterior.

Esto sugiere que la subsidencia reactivada causada por la compresión regional se puede

mantener siempre que el nivel de estrés se mantenga alto en la litosfera inferior.

Esto se puede lograr mediante una aplicación intermitente del estrés regional a lo largo del

tiempo.

https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/B978044442198250016X

Las cuencas cratónicas son sitios de subsidencia prolongada, ampliamente distribuida


pero lenta de la litosfera continental, y comúnmente están llenas de aguas poco profundas
y rocas sedimentarias terrestres. Siguen siendo poco entendidos geodinámicamente. Se
han propuesto varios modelos que se dividen en familias que involucran el enfriamiento
de la litosfera continental estirada, el enfriamiento relacionado con el flujo del manto
(topografía dinámica), la densificación de la litosfera subyacente debido a cambios de
fase, la respuesta de la superficie al magmatismo y / o la actividad de la pluma, y pandeo
de longitud de onda larga bajo esfuerzos en el plano.

El momento de inicio y la distribución espacial de la formación de la cuenca cratónica están


vinculados a las fases geodinámicas dentro del marco general de la amalgamación de placas
y la ruptura y dispersión supercontinental.
Muchas cuencas cratónicas iniciadas en el Neoproterozoico y Cámbrico-Ordovícico.
Algunas suites de cuencas cratónicas se originaron como amplios reinos en forma de
rampas de hundimiento que se inclinan hacia el margen pasivo adyacente, y luego fueron
"individualizadas" por procesos secundarios como, por ejemplo, la reactivación de las
estructuras tectónicas durante la orogenia intracontinental, y el surgimiento de
intervenciones Arcos y cúpulas.
Por lo tanto, varios mecanismos diferentes pueden controlar la evolución geológica y el
historial de hundimientos de las cuencas cratónicas durante su larga vida útil.
Proponemos que un modelo de extensión de baja tasa de deformación acompañado y
seguido por el enfriamiento de la litosfera subyacente explica satisfactoriamente el historial
de hundimiento a largo plazo de una gama de cuencas cratónicas.
Sin embargo, el papel preciso desempeñado por la topografía dinámica transmitida desde
el flujo del manto a gran escala para iniciar o modificar el historial de elevación de los
interiores continentales sigue siendo un foco interesante para futuras investigaciones.
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/9781444347166.ch30

Investigación de las cuencas cratónicas

Entender la formación de los accidentes geológicos comunes podría


ayudar a conocer los cambios en la estructura terrestre en el pasado y
predecir los del futuro. Un proyecto reciente ha contribuido a ampliar
nuestro conocimiento sobre la formación de cuencas sedimentarias de
gran tamaño y, por ende, ampliado el saber sobre la tectónica de placas.

© Thinkstock

Estos accidentes, conocidos como cuencas cratónicas, contienen registros sedimentarios


que se remontan a cientos de millones de años. Pueden aportar numerosas claves sobre
la tectónica de placas y la litosfera (la capa rocosa del planeta). A través del proyecto
'Cratonic basins: An archive of lithosphere-mantle interaction' (CRATONIC BASINS) se
estudió la relación entre el movimiento continental y las cuencas cratónicas. El objetivo
general era entender cómo estas cuencas registran los cambios producidos en la litosfera.
El equipo de investigadores desarrolló un modelo de movimientos continentales relativo a
las placas continentales limítrofes, tanto desde el plano lateral como vertical. El modelo es
capaz de predecir un movimiento observado en la costa de Norteamérica, lo que permite
tener un amplio control de la topografía superficial. El trabajo incluyó también el estudio
del depósito de sedimentos en estas cuencas cratónicas a lo largo del tiempo. Según el
estudio, la acumulación sedimentaria permite obtener un registro del cambio climático,
sobre todo de las precipitaciones, y del desplazamiento vertical de los continentes. El
trabajo de CRATONIC BASINS tiene importantes implicaciones para la prospección de
hidrocarburos. Explicar los cambios litosféricos producidos en la cuenca cratónica
contribuye también a entender el movimiento continental y cambio climático del pasado.

https://cordis.europa.eu/project/rcn/99294/brief/es
Origen de las cuencas cratónicas.
Las curvas de hundimiento tectónicas muestran que las cuencas de Illinois, Michigan y
Williston están formadas por un hundimiento mecánico inicial controlado por fallas durante
el descarrilamiento y por un hundimiento térmico posterior. El hundimiento térmico
comenzó alrededor de 525 Ma en la Cuenca de Illinois, 520–460 Ma en la Cuenca de
Michigan, y 530–500 Ma en la Cuenca Williston. En la Cuenca de Illinois, un segundo
episodio de hundimiento (Mississippi medio a través del Pérmico Temprano) fue causado
por un hundimiento en la parte delantera de la flexión en respuesta a la orogenia de
Alleghanian-Hercynian. La ruptura de Permian resurgente en la Cuenca de Illinois se
infiere debido a la intrusión de alnoitas Permian bien fechados; tales rocas intrusivas son
normalmente asociadas con procesos de rifting.
El proceso de formación de estas cuencas cratónicas sigue siendo controvertido.
Trabajadores anteriores han sugerido cambios en la fase del manto en la base de la corteza,
hundimiento mecánico en respuesta al exceso de masa no compensado isostáticamente
después de las intrusiones ígneas, la intrusión de penachos del manto en la corteza o
eventos metamórficos térmicos regionales como causas del inicio de la cuenca.

Las cuencas cratónicas de América del Norte, Europa, África y América del Sur comparten
edades comunes de formación (alrededor de 550 a 500 Ma), historias de acumulación de
sedimentos, cambios en el volumen temporal de los rellenos de sedimentos y fechas
comunes de no conformidades interregionales.
Su fecha común de formación sugiere el inicio de las cuencas cratónicas en respuesta a la
ruptura de un supercontinente precámbrico tardío.
Este supercontinente actuó como una lente de calor que causó el derretimiento parcial de la
corteza inferior y el manto superior, seguido del emplazamiento de granitos anorogénicos
durante la tectónica extensional en respuesta a la ruptura del supercontinente. La intrusión
de granitos anorogénicos y otras rocas intrusivas parcialmente derretidas debilitó la
litosfera continental, proporcionando así una zona de estiramiento regional localizado y
permitiendo la formación de cuencas cratónicas casi simultáneamente en los sitios de
intrusión de estos granitos anorogénicos y otras rocas intrusivas parcialmente fundidas.
https://pubs.geoscienceworld.org/gsa/geology/article-abstract/15/12/1094/204280/origin-
of-cratonic-basins?redirectedFrom=PDF
Las cuencas cratónicas son estructuras grandes que tienen un contorno circular o elíptico y
que contienen secuencias gruesas de rocas sedimentarias que se sumergen suavemente
hacia el centro de la cuenca.
Ciencias del Mar MARGEN CONTINENTAL ATLÁNTICO El margen atlántico de la Península es un
margen estable, sin manifestaciones actuales que permitan suponer una tectónica activa. No existe
límite de placas entre este y el continente, ya que la Península se encuentra dentro de la placa
Euroasiática, compuesta por corteza oceánica y continental. Este margen estable nace como
consecuencia de la divergencia de las placas que da lugar a la apertura del océano Atlántico. Se
distinguen en este margen las siguientes zonas: La plataforma continental aparece bordeando las
tierras emergidas, hasta una profundidad media de 200 m. Se trata de una prolongación débilmente
sumergida del continente, con un sustrato de corteza continental, distinguiéndose de aquel por la
delgada película de agua que la recubre y por los fenómenos sedimentarios debidos a la acción
marina.

El talud continental es la zona de fuerte pendiente que sigue a la plataforma, extendiéndose desde
los 200 m hasta los m por término medio. Su pendiente media, de 4º-5º, puede parecer débil, pero
contrasta mucho con la de la plataforma, unas 20 veces menor. El talud suele estar cortado por
cañones submarinos, formas de erosión situadas por lo general en el emplazamiento o en la
proximidad de grandes accidentes tectónicos y cuya cabecera puede estar muy cerca de la costa. El
pie del talud suele estar ocupado por el glacis continental, a un profundidad que va desde los m a
los m, con una inclinación general de 0,5º-1º y recorrido por valles o canales que divergen dando
formas de abanico. El glacis se sitúa sobre un sustrato de corteza continental adelgazada o de corteza
oceánica. Por último, aparece la cuenca oceánica o llanura abisal, con un sustrato de corteza oceánica
y que se extiende hasta la dorsal oceánica atlántica. Resaltan montes submarinos y escasos canales
prolongación de los valles del glacis. Su profundidad media es de m. El borde atlántico de la Península
Ibérica está limitado por los márgenes continentales del océano Atlántico, que lo separan de la
corteza oceánica de éste. Se pueden diferenciar tres grandes zonas: Golfo de Cádiz, que forma el
borde SO de la Península. Margen occidental atlántico (portugués y gallego) al O, formado como
consecuencia de la apertura del océano Atlántico. Margen Cantábrico al N, cuyo origen y evolución
está relacionado con la apertura del Golfo de Vizcaya y la formación de los Pirineos.

3 GOLFO DE CÁDIZ Se localiza en el borde sudoccidental de la Península. Limita al N con el Macizo


Ibérico, al S con el margen africano y al O con la terminación de las Cordilleras Bética y del Rif. Su
estructura es compleja, más si se tiene en cuenta que se localiza sobre el límite entre las placas
africana y euroasiática. Su origen y formación está relacionada con la apertura del océano Atlántico
Norte, si bien su evolución está íntimamente ligada a la formación de las cordilleras Bética y del Rift.
Morfológicamente se pueden distinguir las siguientes zonas, sobre un sustrato mesozoico cubierto
por rocas sedimentarias terciarias y cuaternarias: Plataforma continental estrecha, que se ensancha
progresivamente hacia el SE hasta alcanzar valores de km. Talud continental, que separa la
plataforma del mar abierto, con pendientes más o menos abruptas en la parte superior que
descienden suavemente hasta alcanzar la cuenca oceánica. MARGEN OCCIDENTAL ATLÁNTICO

4 Este margen continental, típicamente pasivo, está ligado a la apertura del océano Atlántico Norte.
Se ha visto afectado por los procesos de adelgazamiento y fracturación litosférica iniciada en el Trías
y que finaliza al finales del Jurásico, origen de la apertura del océano y de la deriva continental de
las placas norteamericana, eurasiática y africana. El margen ha sufrido cierta deformación asociada
a la etapa de compresión de la orogenia alpìna, aunque su comportamiento ha permanecido más o
menos estable desde su formación a finales del Jurásico. En su estructura cortical profunda se observa
una corteza que se adelgaza progresivamente desde las zonas emergidas, con valores de 30 km,
hasta las zonas colindantes al pie del talud continental, con valores de unos 10 km. El paso de la
corteza continental a la oceánica se realiza en una zona de transición, con características más o
menos intermedias entre ambos tipos de corteza. De forma general se diferencian dos zonas: Margen
Gallego, localizado al N, frente a las costas gallegas. Margen Portugués, que ocupa la parte central y
meridional, hasta el Cabo de San Vicente. Morfológicamente se distinguen: Plataforma continental,
que se extiende desde la línea de costas hasta una profundidad media de 200 m. Es estrecha y con
pocos sedimentos y la pendiente es casi inapreciable. Talud continental, donde se produce una
inflexión de la pendiente, que pasa a ser más o menos abrupta. El talud presenta características
distintas en las dos zonas del margen: En el margen gallego aparece al pie del talud la cuenca interior
de Galicia, separada de la corteza oceánica atlántica por el banco de Galicia. En el margen portugués
las pendientes son más abruptas y representa la transición hacia las aguas profundas de las llanuras
abisales del Tajo e Iberia, donde se localiza la corteza oceánica del Atlántico. MARGEN CANTÁBRICO

Se trata de un margen pasivo que evoluciona hacia un margen activo debido a la edificación del
Pirineo. La formación del margen cantábrico comenzó hace 115 Ma como consecuencia de la apertura
del Golfo de Vizcaya y finalizó hace, aproximadamente, 80 Ma. Antes de la formación del Golfo, las
costas actuales del N de la Península y del O de Francia se encontraban unidas, pero la aparición del
Golfo, estrechamente relacionada con la apertura del océano Atlántico Norte y la deriva de las placas
norteamericana y euroasiática, da lugar a una rotación hacia el S-SE de Iberia, que produjo un
adelgazamiento litosférico y provocó la rotura de la corteza continental y la formación de corteza
oceánica. Debido a esto se originan dos márgenes continentales distintos, el cantábrico (estrecho) y
el francés (bastante más ancho). La orogenía alpina, presentó en esta zona una etapa de máxima
compresión hace entre 65 y 40 Ma que afecta a todo el borde septentrional de la Península,
originando el levantamiento del Pirineo y de la Cordillera Cantábrica y provocando el inicio de la
subducción del Golfo de Vizcaya bajo la corteza continental del margen cantábrico. Con el fin de la
edificación del Pirineo, finaliza la subducción de la corteza oceánica. Morfológicamente se diferencian:
Plataforma continental, estrecha. Talud continental, marcado por una fuerte inflexión de la pendiente.
Al pie del talud se observa una fosa estrecha y alargada con sedimentos anteriores al Eoceno
fuertemente plegados, cubiertos por sedimentos más recientes sin deformar. En su estructura cortical
se observa el inicio de un proceso de subducción, ya que la corteza oceánica del Golfo se hunde
ligeramente por debajo de la corteza continental de la Península. La destrucción de corteza oceánica
se calcula en unos km.

https://docplayer.es/31670358-Ciencias-del-mar-margen-continental-atlantico.html

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