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Facultad de Psicología U.N.R.

Trabajo final del seminario “El proceso analítico en la clínica de niños.” A cargo de las docentes
Ps. Liliana Sharovsky y Ps. Mirta Carrasco.

Realizado por:

Luciano Pagés
Para este trabajo final elegí el caso de Winnicott “Psicoanálisis de una niña pequeña
(The Piggle)”. Lo que me resultó llamativo fue el tratamiento de una niña tan joven y
también lo que me movilizó a intentar de articularlo con la teoría.

Winnicott ve a la paciente 14 veces en lo que él inaugura como método “a pedido”. Es


decir, cada vez que la paciente lo requiriera concertaba una sesión para encontrarse
con Winnicott. En la introducción realiza una crítica al tratamiento de una vez a la
semana, tratamiento que hoy día es largamente aceptado.

También expone sus consideraciones en cuanto a la terminación del análisis de un


paciente tan joven y dice: “Siempre me resulta difícil considerar completo un
tratamiento cuando el paciente es tan joven que el proceso de desarrollo en si puede
tomarse por un comienzo de éxito analítico”.

Otra de las cuestiones que señala y que tiene que ver con una conducta analítica creo
yo es que en este caso el no se centra en la sintomatología que los padres le
transmiten a través de las cartas que le envían sino que deja que se desarrolle el
trabajo analítico y aloja lo que la niña le va llevando.

Tomaré para analizar algunos conceptos (como transferencia, interpretación, conducta


del analista, etc) las cartas de los padres y fundamentalmente la primera consulta de
Winnicott con Gabrielle.

Quisiera situar primero como llega esta paciente a Winnicott. Llega a través de la
preocupación de los padres por Piggle, es decir, que llega presentada por sus padres.
Estos la describen desde sus síntomas diciendo que padecía de insomnio y pesadillas
referidas a fantasías angustiantes. Situaban como momento de quiebre el nacimiento
de su hermanita. Marcaban también un cambio de estado de ánimo señalando que a
veces se deprimía fácilmente.

Esta presentación que hacen los padres a través de sus cartas influyen en Winnicott al
momento de llevar adelante el tratamiento, sobretodo cuando realiza sus
interpretaciones. Por ejemplo, Winnicott tenía la información previa suministrada por
los padres del nacimiento de la hermanita, y en el momento en que Piggle comienza a
decir, “aqui hay otro uno…y aquí hay otro uno” relacionada a los camiones y
locomotoras, él interpreta la venida de otro bebé y dice “otro bebé. El Bebé Sush”. Si
bien en el texto él plantea que fue la interpretación correcta, me parece que se
apresura al utilizar información que aún Piggle no había proporcionado, dando un
significado aun no desarrollado.

Otra de las cuestiones que quisiera señalar corresponden a la actitud y conducta de


Winnicot en este caso. Cuando Piggle llega al despacho con sus padres y le costaba
separarse de ellos para entrar al consultorio dice: “Soy demasiado tímida”. Winnicott
lee la situación y posibilita alojar esto que trae la niña. Se permite recepcionar, ser
hospitalario, o al decir, de Bion, ser un buen contenedor. Se muestra dispuesto a
recibir lo que Piggle traiga.

También puede leerse como instaura un límite entre Piggle y la madre cuando hace
pasar a esta al consultorio pero le pide que no ayude en nada. Esto permite ir
delineando una separación entre la madre y la niña donde Winnicott interviene como
una terceridad.

Una cosa que me llamo la atención es como quien inicia el juego es Winnicott sentado
en el suelo con el osito de felpa y mostrándole los juguetes a este. Creo que esta
actitud se debe a no intervenir directamente hacia la niña por el momento de ansiedad
en el que se encontraba. Me recordó a lo que decía Liliana en clase cuando hablaba de
la interpretación en las fobias, de no hacerlas directamente sino de manera general e
impersonal para bajar los grados de ansiedad que puede producir. Creo que en este
caso se puede pensar algo similar.

También me parece que aquí lo que intenta es ir creando condiciones para que Piggle
pueda ir expresando el conflicto y habilitar así a que se produzcan transformaciones.

Sobre el tema de la buena predisposición al trabajo con que llegaba Piggle cada vez
que se encontraba con Winnicott para resolver sus problemas se me ocurre pensarlo
por el lado de la transferencia. Esta aparece instaurada en un extracto de carta que la
madre escribe. Piggle insistía en querer saber sobre los babacar y preguntaba
continuamente a su madre. Esta en la carta escribe: “Le dije que había escrito al Dr.
Winnicott que entiende de babacares y mamas negras; desde entonces ha cesado su
ruego nocturno: Habladme del babacar. Dos veces me pidió, de modo imprevisto:
Mamá llévame donde el Dr. Winnicott”. La madre ubica a Winnicott como el que sabe
sobre babacar calmando la ansiedad de la niña. Winnicott queda posicionado en el
lugar del saber, saber sobre eso que aterrorizaba a Piggle.

Esta transferencia positiva luego se trueca en negativa transformándose en resistencia


según cuentan los padres en otra carta.

Me parece fundamental resaltar la conducta terapéutica en todo momento (mas allá


de que como señale creo que insistió demasiado sobre el tema de la hermanita sin aun
haber aparecido este) ya que creo que permitió alojar lo aterrorizante de las fantasias
que traia Piggle y posibilito una transformación y elaboración de las mismas,
instituyendo un posicionamiento subjetivo diferente.

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