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Transferencia

Freud

Estudios sobre la histeria (1895)


Freud ve que Anna O. transfería al médico ideas inconscientes. Se trataba de afectos de amor-odio
que se desplazaban sobre la persona del médico.
Transferencia: desplazamiento de los afectos sobre la persona del médico.

La interpretación de los sueños (1900), Cap. VII, punto c)


Transferencia: “la representación inconsciente como tal es del todo incapaz de ingresar en el
preconsciente, y solo puede exteriorizar ahí un efecto si entra en conexión con una representación
inofensiva que ya pertenezca al preconsciente, transfiriéndole su intensidad y dejándose encubrir
por ella”.

Análisis fragmentario de una histeria. Caso Dora. (1905)


“Las transferencias son reediciones o productos ulteriores de los impulsos y fantasías que han de
ser despertados y hechos conscientes durante el desarrollo del análisis y que entrañan como
singularidad y característica de su especie la sustitución de una persona anterior por la persona del
medico.”
La cura analítica no crea la transferencia, solo la revela.

La dinámica de la transferencia (1912)


Transferencia como resistencia al tratamiento, aunque no hay análisis sin ella. El paciente
establece un lazo íntimo con el médico. Las investiduras de objeto primordiales, imago paterna y
materna, las trasfiere a la persona del médico.
Pueden resultar dos tipos de transferencia:
Positiva: se trata de sentimientos tiernos o amistosos hacia el médico, susceptibles de conciencia o
bien sentimientos eróticos reprimidos.
Negativa: sentimientos hostiles hacia el médico.
La transferencia solo se presenta como resistencia cuando es negativa o positiva de mociones
eróticas reprimidas. En este último caso la resistencia es provocada porque resulta difícil confesar
una moción de deseo prohibida ante la persona sobre quien recae esa moción.
Cuando se cancela la resistencia haciéndola consciente se desase de la persona del médico esos
dos componentes del acto de sentimiento, en cuanto al otro componente susceptible de
conciencia subsiste y es el portador del éxito.

La iniciación del tratamiento (1913)


Mientras que las comunicaciones y las ocurrencias del paciente se suceden sin interrupción, no
debemos tocar para nada el tema de la transferencia dejando esta labor para cuando se convierta
en resistencia.
Las explicaciones al analizado no deben iniciarse hasta haber establecido con el paciente una
transferencia aprovechable.

Recordar, repetir, reelaborar (1914)


L transferencia no es más que repetición del pretérito olvidado pero no solo sobre el médico sino
sobre la situación presente.
La resistencia, cuanto más intensa es mayormente quedara sustituido el recuerdo por la acción.
Cuando la cura comienza con transferencia positiva permite penetrar en los recuerdos. Cuando
luego se hace hostil o muy intenso el recuerdo se sustituye por el acto, por la repetición.
El analizado repite en lugar de recordar. Repite desde las fuentes de lo reprimido: inhibiciones,
tendencias irrealizables y rasgos de carácter patológico.
La mejor manera de frenar la repetición del enfermo y convertirla en un motivo a recordar, la
tenemos en el manejo de la transferencia.
Cuando el paciente coopera respetando las condiciones del tratamiento conseguimos dar a los
síntomas de la enfermedad una nueva significación basada en la transferencia sustituyendo la
neurosis vulgar por una neurosis de transferencia de la cual puede ser curado por la labor
terapéutica.
La transferencia crea así una zona intermedia entre la enfermedad y la vida, y a través de esta
zona va teniendo efecto la transición de una a otra.
El nuevo estado ha acogido todos los caracteres de la enfermedad pero constituye una
enfermedad artificial asequible por todos lados a nuestra intervención.
Es un trozo de vida real pero provisorio y hecho posible por circunstancias especiales. De las
reacciones de la repetición que surgen en la transferencia parten luego a los caminos para la
evocación de los recuerdos, los cuales surgen sin esfuerzo una vez vencidas las resistencias.
El vencimiento de las resistencias se inicia revelando al analizado la existencia y condición de la
misma, ignorada por el enfermo.
La revelación de la resistencia no produce su inmediata desaparición. Hay que dejar tiempo al
enfermo para ahondar en la resistencia, elaborarla y dominarla, continuando a su pesar el
tratamiento conforme a la regla fundamental.
Solo al culminar esta labor descubrimos junto al analizado cuales eran las mociones pulsionales
reprimidas que alimentaban la resistencia.
La elaboración de las resistencias ejerce sobre el paciente mayor acción modificadora y lo
diferencia al tratamiento analítico del influjo por sugestión.

Lacan

Intervención sobre la transferencia (1951)


La transferencia es analizada como inversión de enunciados y operación del analista que
interpreta.

Seminario XI. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis (1964)


Transferencia es la atribución de saber a un sujeto. “Cuando hay en algún lugar el Sujeto que
supone Saber hay transferencia”. Es la suposición del analizante de un sujeto que sabe lo que
inicia el proceso analítico. Se supone que sabe de la significación, de las significaciones que el
mismo analizante desconoce.
S. s. S.: se supone un saber y se supone un sujeto y por lo tanto un deseo que debe ser para el
analizante una x.
Del saber que el analizante le supone al analista no sabe nada.
Designa no al analista sino una función que el analista puede encarnar en la cura.
Suponer un saber en el Otro implica constituir al otro como no carente, amo de la verdad,
capaz de ordenar las significaciones del sujeto.

Tres registros de la transferencia:


- Imaginaria: cuando el analizado no recuerda y por el poder de la resistencia repite,
sustituyendo la persona anterior por la del analista.
- Simbólica: “eficaz”, cuando se da sucede algo que cambia la naturaleza de los seres
presentes, se da cada vez que un hombre habla de modo autentico y pleno, tras su
emergencia uno de los sujetos ya no es el mismo.
- Real: cuando el paciente calla es probable que ese silenciamiento se deba a la aparición de
un pensamiento referido al analista. Se trata de la resistencia en estado puro relacionado
a la presencia del analista.

Transferencia es un concepto fundamental del psicoanálisis porque su forma de concebirla y


manejarla funciona como bisagra, como límite entre lo que es y lo que no es psicoanálisis.
Sostiene que la transferencia genera un nuevo amor que toma como partenaire al saber
siendo lo esencial el amor al saber.

Transferencia en la psicosis

Freud
No hay transferencia en la psicosis porque los psicóticos no tienen otro objeto que si
mismos debido al narcisismo.

Caso Schreber
No es difícil que la sensación de simpatía hacia el médico proviniera de un proceso de
transferencia por el cual una investidura de sentimiento es en el enfermo trasladado de
una persona importante para él a la del médico.
El ansiado deviene perseguidor debido a la transferencia.

Lacan
No retrocede ante la psicosis.
Habla de un tratamiento posible.
En la psicosis el analista no encarna la posición de S. s. S. sino que el sujeto psicótico es
quien tiene el saber, la certeza.
Del lado del Otro hay un saber absoluto sobre el goce, y la certeza del psicótico es que él
es el objeto de este goce. Si el analista encarnara el lugar de saber estaría en el lugar del
Otro gozador.
Se trata de vaciar de tal saber para que haya transferencia.
“Desmultiplicar la transferencia” como forma de barrar al Otro. No hay uno solo que porte
el saber.
Se puede contar para el psicótico sin ser perseguidor.

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