Capitulo
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| NUEVA DIMENSION
DELARELACION
MEDICO-PACIENTE
{SONNUESTRAS RELACIONES MEDICO-PACIENTE
EXITOSAS?
La contestacién afirmativa a esta pregunta seguramente estaré en relacién.
directa con a valoracién que cada facultativo haga de la significacién de las
relaciones médico-paciente positivas, en la conquista de las metas trazadas
por nuestra conciencia como profesionales de la salud.
El trabajo de algunos afios con médicos generales y especialistas duran-
te las actividades de educacién médica continuada en salud mental, nos ha
permitido coincidir con el criterio de nuestro asesor en esta gestién, profe-
sor Mauricio Goldenberg,” quien consideraba que una proporcién no des-
preciable de médicos en diferentes latitudes subvaloran la significacién del
establecimiento de relaciones positivas con losenfermos y familiares, y pien-
san que su nivel téenico es suficiente para garantizarles el diagndstico y tra-
tamiento correctos de las afecciones por las que son consultados. Olvidan
que 35 % de sus casos presentan trastomos cuyo origen predominantemente
psicosocial hace imprescindible el acercamiento humano entre quien busca,
ayuda médica y quien la otorga, y que aun en afecciones predominante-
‘mente sométicas, la interaccién de los niveles biopsicosociales en el hom-
bre reclama el intercambio afectivo entre el terapeuta y el paciente para la
reconquista de la salud perdida.
Estas observaciones 1os motivaron a integrar algunas referencias bi-
bliograficas con las experiencias de nuestro colectivo de trabajo, con el
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OOobjetivo de transmitir a los compafieros de otras especialidades algunos
aspectos que se deben tener en cuenta para optimizar nuestra relacién pro-
fesional més importante.
Pretendemos establecer un concepto operativo de la relacién mé
co-paciente, sefialar sus diferencias mas importantes con otras relacio-
nes humanas, destacar sus aspestos técnicos fundamentales, valorar los
errores médicos mas frecuentes durante su desarrollo y proponer algunas
recomendaciones al médico generat para hacer més exitosas alin sus re-
laciones con los enfermos y familiares.
MARCO CONCEPTUAL GENERAL
Desde que el hombre primitivo sintié por vez primera los sufrimientos de
enfermedad, recurrié a un semejante en busca de ayuda y aquél trat6 de
ofrecérsela en la medida de sus posibilidades. Con el tiempo surgié dentro
del grupo social alguien que por vocacién, caracteristicas personales 0 de-
signacién del colectivo, se “especializ6” en materia de salud y comenzé a
inerementar su “arsenal terapéutico” durante un largo proceso que supera
Jos 100 000 afos, si tomamos como punto de partida la etapa en que el
hombre comenz6 a desarrollar el lenguaje hablado y que s¢ delimita en
mayor grado a partir del neolitico, casi 10 000 afios atris
Durante este desarrollo de la gestién terapéutica, basada al inicio en el
empirismo y finalmente perfeccionada mediante la investigacién cieatifica,
laprimitiva relacién de ayuda devino relacién médico-paciente; los rituales
mégicos, maniobras exorcistas y sacrificios dieron paso a complejos recur-
0s psicolbgicos; las tisanas, masajes y baiios se transformaron en recursos
biolégicos de alta técnica, y las elementales orientaciones a otros miembros
el grupo humano para cooperar con el tratamiento se convirtieron, junto a
las caracteristicas culturales y espirituales del facultativo, en los miltiples
recursos socioculturales y espirituales utilizados en nuestros dias durante la
atencién integral del enfermo:”
Hueiga decir que desde las primeras etapas se hizo evidente que la
utilidad de los diferentes medios empleados estaba en razén directa con la
calidad de le relacién de ayuda lograda,
La relacién médico-paciente, piedra angular de la gestion médica asis-
tencial, pasé asi por diferentes etapas histéricas que describiremos a conti-
muacién,
ETAPAS HISTORICAS DE LA RELACION MEDICO-PACIENTE
ETAPADECOMPANIA
Cuando los recursos de nuestos antecesores s¢ limitaban a estar “sentado
junto al enfermo, protegerlo y esperar la curacién esponténea o la muerte”?
37EraraMAaica
asada en supuestos “poderes” del prestador de ayuda para manejar fuer-
zas sobrenaturales a favor del enfermo.
Erara misnica
Que tuvo como contexto el animismo primitivo y la supuesta posibilidad de
utilizar “las potencialidades de los espiritus” en a relacién de ayuda “médi-
ca”, mediante ofrendas y sacrificios.
ETAPA CLERICAL
Estrechamente vinculada con la aparicién del cristianismo y su desarrollo en
el medioevo cuando “todo” era visto en raz6n de Dios, lo que hizo recaer
enel clero la responsabilidad de atender los problemas médicos,
IETAPA PROFESIONAL
Con et Renacimiento y durante un proceso que duré siglos, gana terreno la
concepcién natural de las enfermedades, reemergen los aportes de Hipécra-
tes, Galeno, Avicena, Avertoes y otros precursores, y surge una profesién
médica que se despoja progresivamente de sus matices migico-mistico-cle-
ricales hasta llegar al médico de familia del siglo xx y principios de! xx,
periodo en el que sus concepciones bésicas de trabajo fueron sucesivamen-
te somatistas, psicologistas y psicosomatistas, hasta la cristalizacién que
delimit el comienzo de la etapa integral.
ETAPA INTEGRAL
Este médico, que ejercia en pequeiios poblados, éra un profesional integral
esponténeo, pues tomaba en cueata los aspectos biol6gicos, psicolbgicos, so-
ciales, cufturales y espirituales, manejaba con maestria estas categorias
como recursos terapéuticos , pese a su énfasis diagnéstico-curativo, esbozaba
ya algunas acciones promocionales y preventivas, ademés de establecer
‘magnificas relaciones interpersouales, por lo que en nuestra apreciacién se
crigié esponténeamente como modelo de humanismo en nuestra profesin.
Sus gratificaciones, mas que materiales eran vocacionales y morales, por lo
‘que aun sin proponérselo, se convertia en lider comunitario. La potenciali-
dad para involucrarse en las probleméticas de las familias bajo su atencién
alcanzaba su climax histérico.
Después vino Ia industralizacién acelerada, la migracién a las grandes
ciudades y la centralizacién einstitucionalizacién de los servicios médicos,
con el consecuente alejamiento del paciente y su familia, asi como con la
reduccién extraordinaria def caudal de informacién y potencialidades inte-
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