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LA ESCUELA CLÁSICA
Están comprendidas en esta escuela la obra intelectual de autores como Giandoménico
Romagnosi y Giovanni Carmignani. Pero es el maestro de Pisa, Francesco Carrara quien
publica su “Programa de Derecho Criminal” en 1860, y le da forma esquemática a esta escuela.
Para él, el delito es un ente jurídico, porque su esencia debe consistir necesariamente en la
violación de un derecho, y su violación debe tener una sanción. Su último exponente es Enrique
Pessina quien consideraba al derecho Penal como el conjunto de principios relativos al castigo
del delito. Romgnosi dijo que el verdadero delincuente es la sociedad, ya que ésta prepara los
delitos y el el delincuente los ejecuta.
LA ESCUELA POSITIVA
Fue Enrique Ferri quien Fundó la escuela positiva en 1892. Para este autor el hombre
era una verdadera máquina condicionada por distintos factores, y no podía elegir sus
comportamientos. En 1881 escribe “Estudios sobre la criminalidad en Francia. El propio Ferri,
definió lo que era la Escuela Positiva y sus características en su obra “Los nuevos horizontes
del Derecho y del Procedimiento Penal” que publica en 1887; allí expone que: “La escuela
positiva consiste en lo siguiente: es, primero en su génesis natural, y después en sus efectos
jurídicos, para adaptar jurídicamente a las varias causas que lo producen los diversos remedios,
Fermín Bravo Cedeño
Ciencia Penal Paralelo A
que por consiguiente serán más eficaces (...)”. En 1907 publica: “Sociología Criminal” y dice
en su Introducción: “La Escuela criminal positiva no consiste únicamente, como todavía
parecía cómodo creer a muchos críticos, en el estudio antropológico del criminal, pues
constituye una renovación completa, un cambio radical de método científico en el estudio de
la patología social criminal, y de lo que hay de más eficaz entre los remedios sociales y jurídicos
que nos ofrece. La ciencia de los delitos y de las penas era una exposición doctrinal de
silogismos, dados a luz por la fuerza exclusiva de la fantasía lógica.
Rafael Garófalo (1851-1934) pertenece a la generación de Ferri y Lombroso, representa
la tendencia jurídica frente al biologismo antropológico lombrosiano y al Sociologismo
ferriano, logrando con esto el equilibrio dé la escuela positiva. Garófalo definió la temibilidad
como “la perversión constante y activa del delincuente y la cantidad de mal previsto que hay
que temer por parte del mismo delincuente”. Para él “delito social o natural es una lesión de
aquella parte de la moral que consiste en los sentimientos altruistas fundamentales de piedad y
probidad según la medida en que se encuentran en las razas humanas superiores, cuya medida
es necesaria para la adaptación del individuo a la sociedad. “Era partidario de la pena de muerte
a los criminales más peligrosos e incorregibles.
a) El Derecho Penal tiene la función de estudiar el aspecto dogmático del derecho vigente,
utilizando para tal fin el método lógico abstracto.
b) La imputabilidad se basa en la capacidad de conducirse socialmente.
c) El delito se enfoca desde dos ángulos: como concepto jurídico y como fenómeno
natural, y,
d) La lucha contra el delito debía afrontarse con penas y con las medidas de seguridad.
LA ESCUELA TÉCNICA-JURÍDICA
a) La escuela técnica Jurídica depura al Derecho Penal de las infiltraciones filosóficas con
que los clásicos los desvirtuaron y de las concepciones biosociológicas de los
positivistas, que incluso lo hicieron perder su autonomía.
b) Reduce el objeto de la ciencia penal a la elaboración dogmática, a la exégesis y a la
crítica del derecho positivo, al estudio de los delitos y de las penas en su aspecto
jurídico, al contenido de los textos legales vigentes.
c) Parte de la base de que las normas jurídicas son debidas a un proceso de abstracción y
de generalización que constituye el método lógico – abstracto.
Fermín Bravo Cedeño
Ciencia Penal Paralelo A
d) El delito es concebido como fenómeno jurídico, es un hecho humano, imputable, lícito
y dañoso, que pone en peligro la existencia de la sociedad jurídicamente organizada.
e) El delito merece una sanción, reservada para los sujetos capaces penalmente. Las
acciones peligrosas que no dan lugar a la aplicación de una sanción por razones de
incapacidad quedarán sometidas a medidas de seguridad o de carácter administrativo.
NEOKANTISMO
Se distinguen dos tendencias: La Escuela de Marburgo y la de Baden o sudoccidental.
En la escuela de Baden, encontramos a Max Ernst Mayer (1875-1924) y Gustav Radbruch
(1878-1949). Mayer más bien seguidor de Liszt se opuso a las teorías de las normas de Binding
y expuso su criterio de las normas de cultura, lo que significaba que el delito era una
contradicción con las normas de cultura del Estado. En cambio, Radbruch es el creador de la
teoría de la creación de la conducta por el derecho, aunque antes de morir renegó del
positivismo jurídico neokantiano.
Para el neokantismo, la ciencia del derecho es una ciencia del deber ser, porque en su
objeto de conocer el derecho positivo tiene que acudir a valoraciones y por tanto la
Criminología se separa del Derecho Penal, por lo que muchos autores creen que el neokantismo
es una vuelta al positivismo jurídico.
FINALISMO
Posteriormente apareció la escuela finalista, que surge en el marco de los
planteamientos fenomenológicos de los años veinte, influido por su más significativo
exponente Hans Welzel, cuyos planteamientos fueron:
Los resultados de las ciencias culturales no dependen de las valoraciones que el
científico introduzca en su consideración del objeto, sino que el objeto que se quiere
analizar condiciona los resultados del razonamiento científico.
El método no determina el objeto de conocimiento, sino que el método tiene que regirse
por el objeto como pieza ontológica del ser que se trata de investigar.
Esta escuela la naturaleza final de las acciones del hombre y su libertad no pueden ser
desconocidas a la hora de determinar el contenido de los elementos de la teoría del delito.
Welzel y sus seguidores, elaboran un sistema, en la teoría del delito, que se aparta del
propugnado por el positivismo y neokantismo, en el contenido de los distintos elementos y en
sus consecuencias prácticas y posterior a esto aparece el funcionalismo.