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Aproximaciones
epistemológicas y
conceptuales de la
conducta prosocial*
RESU M EN
antecedentes históricos, conceptos básicos,
modelos teórico-explicativos y la influencia
de los procesos cognitivos y afectivos en
la acción moral, aparte de otras variables
que influyen en su aparición. Se considera This article presents a field review of the
que la Conducta Prosocial surge de una Prosocial Behavior and its impact on
demanda social producto del aumento de childhood contexts from contributions
manifestaciones agresivas y delincuenciales. of research related to its historical
Diversas investigaciones intentan dar background, basic concepts, theoretical
respuesta a la pregunta por cómo el ser explanatory models and the influence
humano puede socializarse para llegar a of cognitive and affective processes in
ser un miembro positivo de su comunidad, moral action , besides other variables that
concluyendo que la prosocialidad y la influence their appearance . It is considered
ABST RACT
agresividad son extremos de una conducta that Prosocial Behavior arises from a social
modulada por procesos cognitivos y demand due to the increase of aggressive
emocionales, en los que los estilos de crianza and criminal manifestations. Several
contribuyen a su desarrollo. Finalmente, researches attempt to answer the question
asumir la prosocialidad como una herramienta of how human beings can be socialized
para la prevención de las violencias, implica to become a positive member of their
generar factores que incidan en su aparición. communities, concluding that the prosocial
Palabras claves: Conducta prosocial, and aggressive behavior are extremes
Empatía, Razonamiento moral prosocial, of behavior modulated by cognitive and
Desarrollo cognitivo, Desarrollo afectivo, emotional processes in which parenting
Estilos de crianza. styles contributes to its development.
Finally, assume prosociality as a tool for
preventing violence, involves generating
factors that influence its appearance.
Keywords: Prosocial behavior, Empathy,
Prosocial moral reasoning, Cognitive
development, Emotional development,
Parenting styles.
Aproximaciones epistemológicas y conceptuales de la conducta prosocial
prensa dos semanas después y provocaron la diferenciaciones entre prosocialidad y los com-
investigación en situaciones de emergencia, portamientos altruistas, de ayuda, cooperación
introduciendo el denominado “efecto del y compasión.
espectador” o bystander effect, en el que
Darley y Latané (1968) mostraron “cómo la La Empatía como precursor de
presencia de testigos pasivos en un inciden- la Conducta Prosocial
te, hacía disminuir la probabilidad de una
intervención individual por parte de alguno Maganto (1994) afirma que la conducta empáti-
de ellos” (p. 327). ca actúa como mediadora en cualquier Conducta
Prosocial (Martí Vilar, 2011, p.12), debido a que
• El coraje de George Valdez en una autopista “la empatía involucra no sólo la experiencia afec-
de Los Ángeles (Martí Vilar, 2011), quien tiva del estado emocional real o inferido de otra
rescató a dos muchachas que habían sufrido persona, sino además, algún reconocimiento y
un trágico accidente, tras cruzar cuatro carriles comprensión mínimos del estado emocional de
de autopista con tráfico que circulaba a una otro” (Richaud de Minzi, 2009, p.188).
gran velocidad.
Al respecto, Richaud de Minzi (2009) señala la
A partir de estos incidentes, comienza a eviden- relación positiva entre la Conducta Prosocial y
ciarse una necesidad por parte de la sociedad la empatía al mencionar esta última como uno
en la que se generen “nuevas alternativas asis- de los antecedentes del razonamiento moral
tenciales que posibilitaran abordar con eficacia prosocial, un proceso precursor de la Conducta
los problemas de conductas antisociales y la Prosocial, pues este razonamiento se refiere a
indiferencia social” (Martí Vilar, 2011, p.14). Este la forma de solucionar dilemas sociales, que
incremento en el interés por el tema, es el efecto aparecen ante un problema o una necesidad
que impulsa el inicio de una línea de investiga- de otra persona, y que implica “una respuesta
ción en la Conducta Prosocial, al considerarla de ayuda que entra en conflicto con las propias
como un camino efectivo para la reducción del necesidades o deseos, en un contexto en el
comportamiento violento y la prevención de ma- que el papel de las leyes, normas, dictados de
nifestaciones agresivas, lo que permitiría construir las autoridades, prohibiciones y castigos, es
reciprocidad y solidaridad en la medida en que mínimo” (Richaud de Minzi, 2009, p.188). En
permite la apropiación de nuevas formas alter- este sentido, la autora afirma que altos niveles
nativas de interacción social entre las personas de razonamiento prosocial involucran valores
en los diversos ámbitos de socialización. internalizados tendientes a beneficiar a los otros
y a la sociedad y con motivos empáticos; mien-
Según Martí Vilar (2011), “el concepto Conducta tras que bajos niveles de razonamiento moral
Prosocial ha surgido junto a otros términos más prosocial, evidencian preocupaciones focalizadas
utilizados y que están relacionados entre sí, como en sí mismo y ganancias en la aprobación por
por ejemplo, ayuda, cooperación, altruismo y parte de otras personas.
empatía” (p.12). En este apartado se establece
la relación entre la empatía y la Conducta Pro- De manera que la empatía es definida como
social, como una condición fundamental para la una reacción emocional producida por el estado
aparición de esta última, además de establecer afectivo del otro (Eisenberg, Carlo, Murphy & Van
Court, 1995; Eisenberrg, Zhou & Koller, 2001; los grupos que habita (familia, escuela, trabajo,
Holmgren, Eisenberg & Fabes, 1998) que implica etc.) podrán tener una mayor capacidad para
la toma de perspectiva como la dimensión cogni- identificar y expresar emociones (propias y en
tiva que le permite al sujeto ponerse en el lugar los demás), así como responder a ellas en forma
de otro, y la simpatía o preocupación empática constructiva. En esta medida, es posible construir
como dimensión afectiva que implica sentir con reglas morales que permitan confiar en otros y
él (Richaud de Minzi, Lemos & Mesurado, 2011, aceptar su apoyo cuando se necesite, y, así mis-
p.332). mo, saber cuándo disculparse porque se cometió
un error, lo que permitirá resolver conflictos de
De acuerdo con lo anterior, Mestre, Samper y una manera constructiva.
Frías (2004) consideran la empatía como “un
factor de protección contra el desarrollo de la La Conducta Prosocial
conducta antisocial” (Plazas et al., 2010, p.359),
al evidenciar que los individuos empáticos son Muchas definiciones coinciden en que la Conduc-
menos agresivos, pues cuentan con una mayor ta Prosocial está asociada con la conducta social
sensibilidad emocional, además de poseer la positiva (Martí Vilar, 2011), al ser considerada
capacidad de comprender las consecuencias po- como un factor de protección moderador de la
tencialmente negativas para él mismo y los otros, agresividad y como una disposición que favorece
que se pueden derivar de un comportamiento la adaptación y las habilidades sociales (Caprara,
agresivo (Richaud de Minzi, 2009). Barbaranelli, Pastorelli, Bandura & Cimbrado,
2000; Carlo, Mestre, Samper, Tur & Armenta,
Adicionalmente, se establece que cuando la 2010; Carlo, Raffaelli, Laible & Meyer, 1999).
empatía se asocia con las necesidades de los
demás, favorece la aparición de actos altruistas Según Zumalabe (1994), la divergencia entre
(Bandura, 1987; Batson & Coke, 1981; Hoffman, incluir o no aspectos motivacionales, abre la posi-
1987, 1989, 1990; citados en Richaud de Minzi bilidad de distinguir entre dos tipos de conductas
et al, 2011, p.332), resaltando un factor de orden sociales positivas: las conductas prosociales que
más motivacional, mientras que las conductas suponen un beneficio mutuo para las partes im-
de ayuda y cooperación se determinan cómo plicadas, y las conductas prosociales que sólo be-
variables que inciden en la aparición de la Con- nefician a una de las partes implicadas. En este
ducta Prosocial. La compasión, por su parte, es sentido, se afirma que toda conducta altruista es
la percepción cognitivo-emocional de la desdicha prosocial, pero no toda Conducta Prosocial es
ajena y también se relaciona, según diversas necesariamente altruista. (Garaigordobil, 1994).
investigaciones, con la Conducta Prosocial (Martí
Vilar, 2011). Por su parte, Martí Vilar (2011) complementa
esta idea argumentando que a lo largo de la
En este sentido, la empatía se convierte en un literatura psicológica, se clasifican dos tipos de
eje central al momento de abordar la Conducta definiciones: por un lado, las conductuales, que
Prosocial como categoría teórica, ya que al ayudar consideran semejantes el concepto de Conducta
a las personas a entender los puntos de vista Prosocial y conducta altruista (Roche, 1998) y,
de los otros y animarlos a participar en la toma por otro, las motivacionales, que utilizan la mo-
de decisión respecto a las conductas propias en tivación para distinguir lo que sería la Conducta
Prosocial y la conducta altruista, la cual incluye la En general, es posible afirmar que la Conducta
motivación altruista, siendo la primera un deseo Prosocial es un concepto multidimensional, cuyos
de favorecer al otro al margen de obtener el comportamientos voluntarios están asociados
beneficio propio; mientras que la segunda habla a una búsqueda de recompensas en las que
de que, además del bien ajeno, se busca satis- ayudar, compartir, consolar, cuidar y empatizar
facer el beneficio propio. Sin embargo, González no sólo beneficia al otro, sino que también
Portal (1992) considera que en la definición de beneficia a las personas que realizan dichos
la Conducta Prosocial no se trata de determinar comportamientos pues, se ha demostrado en
o no la motivación altruista, sino de considerar estudios e investigaciones que los niños y jóve-
que toda Conducta Prosocial es una conducta nes prosociales muestran una mayor adaptación
social positiva. durante el desarrollo vital, no solo en la infancia y
adolescencia, sino a través de toda la vida adulta
En cuanto a su aproximación conceptual, la hasta la ancianidad. Esto posiblemente porque
conducta o comportamiento prosocial es aquella existe menos riesgo de problemas externalizantes
que es llevada a cabo voluntariamente con el tales como comportamientos delictivos o conduc-
fin de ayudar o beneficiar a otros (Holmgren, tas antisocialers, o de problemas internalizantes,
Eisenberg & Fabes, 1998; Pakaslahti, L., Karjalai- como son aquellas expresiones de desajuste
nen, A. & Keltikangas-Jarvinen, L., 2002; Roche psicopatológico, como por ejemplo la depresión
Olivar, 1998), y está determinada por actos in- o ansiedad (Pastorelli, 2015).
tencionales (Martí Vilar, 2011) dirigidos a llevar
a cabo comportamientos tales como ayudar u MODELOS TEÓRICO-EXPLICATIVOS
ofrecer ayuda a otros(as), compartir, cooperar, DE LA CONDUCTA PROSOCIAL
trabajar en equipo, intercambiar lenguaje afec-
tivo con otros(as), tomar en cuenta al otro(a) Según la clasificación elaborada por Martí Vilar
y retroalimentarlo(a) positivamente frente a lo (2011), existen diferentes perspectivas desde
que dice o hace (Ministerio de Protección Social, donde se intentan explicar las Conductas Pro-
2007). sociales:
1. Ello: parte primitiva y más antigua (impulsos); 2. La propuesta observacional: Según Eissenberg
y Mussen (1989) la adquisición de conductas
2. Yo: parte organizada y racional, y
prosociales es facilitada por la observación e
3. Super-yo: estructura superior, que busca la imitación de modelos conductuales.
perfección, la denominada moralidad.
3. Los reguladores cognitivos: A diferencia de
lo anterior, Bandura (1986) da más impor-
Esta forma de entender la Conducta Prosocial
tancia a los factores cognitivos internos en la
presenta dos modelos explicativos de la misma:
comprensión de la conducta. Para explicar la
conducta moral, esta perspectiva considera el
a. El Modelo restrictivo: Perspectiva clásica freu-
castigo, el refuerzo, el aprendizaje observacio-
diana en la que el desarrollo individual resulta
nal y también las representaciones cognitivas
de la interacción entre una tendencia egoísta
y la autorregulación de los sujetos, basándose
y una tendencia altruista. Los impulsos instin-
en las reglas y estándares internalizados en
tivos y la culpa determinan el pensamiento
la infancia. En este sentido, se plantea un
y la conducta, relacionando el control de
modelo de tres pasos para explicar el desa-
impulsos con la Conducta Prosocial.
rrollo prosocial: “en la infancia se priorizan las
recompensas extrínsecas, en los niños más 2. El desarrollo adecuado del pensamiento In-
mayores las recompensas sociales que se terpretativo: facilidad para el aprendizaje de
median cognitivamente, y en la edad adulta se las humanidades, para con ello evitar caer
da más importancia a los valores prosociales en percepciones estrechas y distorsionadas
interiorizados, que dan muestra de una mayor de las cosas y,
maduración moral” (Martí Vilar, 2011, p.17).
3. El Pensamiento Evaluativo: en el que se trata
de implicarse afectivamente pensando sobre
Modelos cognitivo-evolutivo
el pensamiento.
La segunda perspectiva que intenta explicar la
Modelo Sincrónico
Conducta Prosocial corresponde a los Modelos
cognitivo-evolutivos, para los cuales, “la persona
Intentan explicar las razones por las cuales las
es un sujeto activo, a veces creativo, sobre su
personas llevan a cabo o no Conductas Proso-
ambiente, de la misma forma que el ambiente
ciales en diferentes situaciones.
actúa sobre la persona. La cognición y la raciona-
lidad son básicas en el desarrollo moral” (Martí Propuestas Normativas
Vilar, 2011, p.17). Aquí el razonamiento moral
y el razonamiento crítico son dos aspectos de Explican la Conducta Prosocial a partir del con-
gran relevancia para el despliegue de la conducta cepto de “norma”. Entre ellas tenemos:
prosocial. Dentro de estos modelos tenemos el
crecimiento socio-moral y el razonamiento crítico: a. La responsabilidad social: Según Zumalabe
(1994), “la norma de responsabilidad social
El crecimiento socio-moral debería hacer que los individuos ayudasen
a quienes lo necesitan”. Sin embargo, Latané
Piaget (1932) y Kohlberg (1975) propusieron y Darley (1970) señalan que, aunque las
estadios en el desarrollo del razonamiento y del normas suponen una disposición general
juicio moral, aunque reconocen que la moralidad hacia la Conducta Prosocial, no predicen la
no siempre se corresponde con la conducta. Por ocurrencia de la misma.
su parte, Piaget propone tres fases: heteronomia,
fase intermedia y autonomía en lo referente a la b. Las normas personales específicas: Atribu-
interiorización de las normas morales, mientras yen la Conducta Prosocial a las reglas de
que Kohlberg defiende la existencia de tres ni- conducta interiorizadas por cada individuo.
veles previos a la conducta moral, pero que son Este modelo argumenta la existencia de
claves en su adquisición: nivel preconvencional, pares de fuerzas contrapuestas entre los sen-
nivel convencional y nivel posconvencional. timientos de obligación moral para ayudar y
las defensas de no ayuda explicadas a través
El razonamiento crítico de cuatro fases: fase de activación, construc-
ción de una norma personal, evaluación de
J. B. King (1986) sugiere que existe un pensa- los costos, y la toma de la decisión. En este
miento “de las tres caras”: sentido, el modelo describe procesos como:
la intensidad de la obligación moral, los sen-
1. La Cara Empírica: fundamento de las cien-
timientos de obligación moral derivados de
cias físicas modernas, donde se esconde la
la estructura de las normas y los valores que
importancia de las humanidades;
el cerebro humano (Hemming, 1991), ubicando cognitivo, mayor influencia en el desarrollo del
la base neuroanatómica de la capacidad moral razonamiento moral prosocial (Richaud de Min-
en el córtex frontal. En este sentido, se destaca zi, 2009). Igualmente, se ha observado que el
la necesidad de introducir a los contenidos inte- razonamiento internalizado se afianza a partir de
lectuales, la educación en valores morales (Martí los 12 años, estableciéndose una relación con
Vilar, 2011). la variable “Edad”, probablemente porque este
proceso “implica un desarrollo cognitivo que
Modelo de los rasgos garantice la presencia de una alta capacidad de
abstracción” en los sujetos (Richaud de Minzi,
Es internalista y afirma que hay individuos con
2009, p. 197).
disposiciones innatas o adquiridas que con-
tribuyen a la conducta de ayuda. Al respecto, En este sentido, Martí Vilar señala que la investi-
en investigaciones como las de Zumalabe se gación de los modelos cognitivo-evolutivos argu-
relacionan muchas variables de la personalidad mentan que las personas evolucionan o crecen
y la Conducta Prosocial (Garaigordobil, 1994). en el pensamiento moral, y que ese cambio va
Por su parte, Schwartz y Clausen (1970) ven acompañado de un paso del ser egocéntrico
que hay correlación entre la atribución interna a un ser centrado en los demás (Martí Vilar,
de causalidad y la ayuda directa que se presta. 2011, p. 13), identificándose cinco niveles de
razonamiento moral prosocial, que Richaud de
Modelos humanistas
Minzi ha clasificado –de menor a mayor- como:
Se fundamentan en posiciones filosóficas previas “Hedonista, Orientado a la necesidad, Orientado
que han sostenido la existencia en el ser humano a la aprobación de otros, Estereotipado e Interna-
de un sentimiento natural, innato, no egoísta que lizado” (Richaud de Minzi, 2009, p. 189).
se manifiesta en la conducta altruista, en la que
se considera que el hombre se dirige a la actua- Desde esta perspectiva, la persona moral y pro-
lización o autorrealización. La Conducta Prosocial social es aquella que establece lo que es correcto
o Conducta Social Positiva es considerada como moralmente, en el proceso de ir construyéndose
una parte intrínseca del ser humano, a través de a sí mismo, a medida que trata de adaptarse a un
la cual el ayudar a otro es, indirectamente, una grupo o sociedad (Martí Vilar, 2011). Eisenberg
forma de ayudarse a sí mismo (Garaigordobil, soporta esta idea al señalar que la capacidad
1994). creciente del niño-a para sentir empatía hacia los
demás, contribuye, en gran medida, a generar un
INFLUENCIA DE LOS PROCESOS COGNITI- razonamiento prosocial maduro y a desarrollar
VOS Y AFECTIVOS EN LA ACCIÓN MORAL una preocupación desinteresada por lograr el
bienestar de cualquiera que requiriera ayuda
Como se menciona en apartados anteriores, la (Eisenberg & Miller, 1987; Eisenberg, Shell, Pas-
empatía es considerada como uno de los an- ternack, Lennon, Beller, & Mathy, 1987).
tecedentes del razonamiento moral prosocial,
un proceso precursor de la Conducta Prosocial, De acuerdo con lo anterior, el desarrollo del ra-
estableciéndose así una relación directa entre zonamiento moral prosocial parece depender, en
los problemas morales y la Conducta Prosocial, gran medida, del desarrollo cognitivo, ya que en
pues se ha demostrado que a mayor desarrollo las edades menores se dan razonamientos más
llegar a predecir un mal rendimiento académico directo entre experiencias ajenas y experiencias
en la escuela (Eshel, Sharabany & Barsade, 2003, pasadas de emoción similar, y por último, implica
citados en Plazas et al., 2010, p.359). la habilidad cognitiva de asumir roles (Martí Vilar,
2011, p. 13). Lo anterior supone, entonces, que
No obstante, la investigación empírica sobre la la empatía está influenciada, en gran medida, por
influencia de la conducta parental en el desarrollo experiencias tempranas producto de la relación
de la empatía y la conducta prosocial durante interpersonal (Krevans & Gibbs, 1996) y que el
la niñez tardía, es escasa (Calvo, González & medio a través del cual se configuran estos proce-
Martorell, 2001; Fuentes, 1990; López, 1990, sos cognitivos es precisamente en la interacción
1994; Mestre, Samper & Frías, 2002; Pakaslahti, parental temprana, en donde la percepción de
Karjalainen & Keltikangas-Jarvinen, 2002) como empatía parental (toma de perspectiva y preo-
para ofrecer un soporte teórico a esta idea. cupación empática) se asocia positivamente con
la prosocialidad de los hijos.
En general, se afirma que los estilos de interac-
ción parental y el modelado de las conductas Otros estudios han encontrado que la empatía de
empáticas por parte de los padres, son precurso- los niños y las niñas “está en gran parte explicada
res que llevan al desarrollo de comportamientos por los sentimientos empáticos que ellos perci-
prosociales en sus hijos-as, al establecerse una ben en sus padres” (Richaud de Minzi, 2009,
relación significativa entre la percepción que el-la p.188). Esto significa que “la percepción de parte
niño-a tiene de la empatía de sus padres y el de- de los niños de que sus padres los aceptan, res-
sarrollo de su propia empatía (Richaud de Minzi petan sus opiniones y están orgullosos de ellos,
et al, 2011). En este sentido, Eisenberg y Fabes aumenta su seguridad, permitiéndoles explorar
(1998) también encontraron que la Conducta el ambiente y establecer relaciones positivas y
Prosocial es el resultado de los estilos de crianza altruistas con los demás” (Richaud de Minzi et
parental y los aspectos empáticos relacionados; al, 2011, p. 338).
por ejemplo, estos investigadores observaron
que la calidez y aceptación parental facilita las Adicionalmente, “los/las niños/as que percibie-
acciones prosociales. Asimismo, otros estudios ron que sus padres eran capaces de entender los
mostraron que algunas prácticas parentales, puntos de vista de los otros o imaginarse cómo
como la utilización de recompensas sociales, se sienten, tienen un razonamiento menos he-
se relacionan positivamente con las conductas donista u orientado hacia la propia satisfacción”,
prosociales (Carlo, McGinley, Hayes, Batenhorst siendo capaces también de ponerse en el lugar
& Wilkinson, 2007). del otro y deponer sus propios deseos (Richaud
de Minzi, 2009, p. 195). Esto aspectos de la em-
Retomando la noción de empatía y su interac- patía del padre y la madre pueden llegar a facilitar
ción con procesos cognitivos, Hoffman (1992) una aceptación de pautas acerca de lo correcto
plantea que en la empatía están involucradas, o incorrecto sin mayor reflexión interna por parte
al menos, tres habilidades y procesos cogniti- de los/las niños/as (Richaud de Minzi, 2009).
vos, y que junto a otras variables, explican la
Conducta Prosocial. En primer lugar, la empatía En ese sentido, parecería que más allá de la
requiere diferenciar entre uno mismo y el otro; propia empatía, es el modelado de las conduc-
en segundo lugar, requiere un proceso asociativo tas empáticas de los padres percibidas por los
“esta variable tiende a disminuir a medida que De acuerdo con lo anterior, la familia puede esti-
avanza el Nivel Educativo, por tanto, es posible mular la actividad empática compasiva, modelan-
que corresponda a una tendencia del desarrollo” do la preocupación empática y utilizando formas
(Plazas et al., 2010, p. 357). de disciplina con orientación afectiva, que ayuden
a los niños a entender los efectos perjudiciales de
También se presentan diferencias de género la angustia que pueden causar a otros (Barnett,
respecto al tipo de agresividad. Por ejemplo, “los 1987; Zahn-Waxler, Radke-Yarrow & King, 1979;
niños aplican mayor agresividad física y verbal Zahn-Waxler, Radke- Yarrow, Wagner & Chapman,
(agresión directa) con sus pares, mientras que 1992). Investigaciones realizadas por Richaud de
las niñas utilizan más una agresividad relacional Minzi (2009) sustentan esta idea al demostrar
(agresión indirecta), desde el mismo preescolar como niños en edad preescolar que superaban el
(Ostrov & Keating, 2004), manteniéndose la ten- estadio hedonista, manifestaban “mayor probabi-
dencia estable entre los 4 y 11 años (Vaillancourt, lidad de ayudar y compartir bienes valiosos con
Brendgen, Boivin & Tremblay, 2003), y de igual sus pares, que aquellos que todavía razonaban
forma, los varones reciben mayor victimización en función de sus propios intereses” (Eisenberg
física y verbal, mientras que las niñas reciben & Hand, 1979). De manera que, “cuando el niño
mayor victimización indirecta (Owen, Daly & Slee, percibe cuidado y afecto de parte de la madre
2005)” (Plazas et al. 2010, p. 359). y el padre, puede deponer sus propios deseos”
(Richaud de Minzi, 2009, p. 196).
Factores de socialización como la
familia y el grupo de iguales Sin embargo, “los conflictos que enfrentan los
padres diariamente y el estrés experimentado,
Según Rodríguez (citado en Cuervo Martínez, debido a funciones relacionadas con la crianza,
2010), la familia constituye el primer contexto pueden influir sobre las características de los
de socialización que posibilita la transmisión de hijos y su ajuste emocional” (Cuervo Martínez,
normas, valores y modelos de comportamiento 2010, p. 112). En sus investigaciones, Ramírez
al-la niño-a, “permitiéndole interiorizar los ele- (2007) evidencia como los problemas com-
mentos básicos de la cultura” (p. 115). En esta portamentales aumentan en la medida en que
misma línea, identificar la influencia de los estilos aumentan los conflictos matrimoniales y las
y pautas de crianza que tienen los padres en el prácticas de crianza inadecuadas (como control
desarrollo socio-afectivo de sus hijos, se convierte autoritario, énfasis en el logro y castigos físicos),
en un aspecto relevante a la hora de analizar y disminuyen las adecuadas (como expresión de
cambios e interacciones que se presentan en el afecto, guía razonada y disfrutar con el niño). Lo
contexto familiar, con relación a estas pautas y el anterior adquiere especial relevancia en contextos
impacto que tienen en el desarrollo socio-afectivo de Primera Infancia, pues son los niños menores
de la infancia (Cuervo Martínez, 2010), ya que quienes presentan directamente más riesgo en
“identificarse afectivamente con el otro, lleva a cuanto al impacto de los conflictos y hostilidad
los/las niños/as a justificar la acción según lo abierta entre parejas (Sandoval, 2006, p. 39).
que se debe hacer porque es bueno y no para
satisfacer externamente a la autoridad” (Richaud Volviendo al tema de “prácticas de crianza inade-
de Minzi, 2009, p.195). cuadas”, investigaciones realizadas por Richaud
de Minzi (2009) evidencian que “el control pa-
contra el comportamiento agresivo, además del revisadas, se puede concluir que el comporta-
acompañamiento acudiente-niño, hecho que se miento prosocial y el comportamiento agresivo
evidenció en la investigación de Dorado-Mesa son extremos de una conducta modulada por
et al. (2001), quienes expresan que “la armonía procesos cognitivos y emocionales, en los que
familiar actuaría como factor protector, aumentan- los estilos de crianza contribuyen a su desarrollo
do el sentimiento de seguridad, ayudando a una (Cuervo Martínez, 2010).
mejor adaptación del niño y al desarrollo de las
conductas prosociales” (Plazas et al., 2010, p.38). Asumir la prosocialidad como una herramienta
para la prevención de las violencias y la agresi-
Esto puede explicar la manifestación de con- vidad, implica generar la apropiación de nuevos
ductas antisociales que se evidencia con mayor conocimientos, nuevas formas alternativas de
frecuencia en los varones, al relacionarlas con
interacción social y convivencia. Generar factores
prácticas de crianza duras orientadas a este
género, tal como lo han encontrado Retuerto que inciden en su aparición implica, a nivel prác-
y Mestre (2005) y Tur et al. (2004) (Sandoval, tico, trabajar estrategias de intervención con los
2006, p. 367). padres cuyas relaciones con estilos y prácticas de
crianza que no favorecen el desarrollo socioafec-
CONCLUSIONES tivo durante la infancia (Cuervo Martínez, 2010),
para concientizarlos acerca de la importancia de
De acuerdo con la bibliografía revisada, es posible sus acciones como modelo para los niños y las
afirmar que el término de Conducta Prosocial niñas (Richaud de Minzi et al, 2011) y disminuir
emerge como categoría teórica a raíz de una el estrés parental, pues se ha demostrado en
demanda social que surge debido al aumento diversas investigaciones que existe un menor
de manifestaciones agresivas y de delincuencia. riesgo de desarrollarse agresión directa en los
Para el caso colombiano, se presentan unos altos primeros años.
índices de violencia cotidiana, la cual se presenta
a través de la delincuencia común, debido a altos Lo anterior supone la idea de asumir a la fami-
niveles de desempleo, drogadicción, narcotráfico lia como el eje central para el desarrollo de la
y desplazamiento forzado, generado por el te- prosocialidad porque permite la interiorización
rrorismo, entre otros (Centro de Investigaciones de elementos básicos de la cultura a partir del
Salud y Violencia, 1998; citado por Sandoval, proceso de crianza, tales como modelos, valores
2006). Este aspecto es importante si se tiene y normas que les permiten adquirir a los niños
en cuenta que la vulnerabilidad socieconómica y niñas roles y habilidades para el manejo y
incrementa el riesgo de maltrato y negligencia. resolución de conflictos, a partir del despliegue
de habilidades cognitivas, afectivas y sociales a
Al respecto, han surgido diversas investigaciones través de experiencias directas y vicarias con sus
que intentan dar respuesta a la pregunta por el cuidadores. En este sentido, la presencia de prác-
modo en el que el ser humano puede socia- ticas de crianzas duras, incongruentes y con falta
lizarse para llegar a ser un miembro positivo de autoridad, así como un clima emocional frio e
de su comunidad, con el propósito de generar irascible, favorecen la configuración de conductas
nuevas alternativas que posibiliten abordar con antisociales, mientras que el no autoritarismo y el
eficacia los problemas de conducta antisociales estímulo de la autonomía por parte de los padres
e indiferencia social. Según las investigaciones
modelan conductas empáticas que incide en el y desarrollo de la Conducta Prosocial, pues las
desarrollo de la prosocialidad de sus hijos-as. relaciones que se construyen entre los diferentes
actores de la comunidad educativa, potencian o
De acuerdo con lo anterior, nuestro trabajo como limitan el desarrollo de conductas socialmente
profesionales de las ciencias sociales y humanas aceptables. En este sentido, el fortalecimiento
debe estar orientado a promover estrategias de la solidaridad en el ámbito escolar juega un
para la generación de pequeñas comunidades papel determinante en el desarrollo de la pro-
de reconocimiento en el afecto entre los di- socialidad al ser un sentimiento que se genera
ferentes miembros de la familia, orientadas al a partir de la búsqueda del bien común sobre el
desarrollo de sentimientos de seguridad pues individual, y que se concreta en la conformación
“quienes sienten satisfechas sus necesidades de grupos que emprenden proyectos para lograr
emocionales en una familia con vínculos seguros objetivos comunes a todos. Es así como ayudar
y afectuosos, estarán menos inquietos por sus a otros, se convierte en una forma de ayudarse
propias preocupaciones y podrán interesarse y a sí mismo debido a que garantiza la unión entre
ser sensibles a las necesidades de los demás; al las personas y se convierte en un compromiso
mismo tiempo, quienes crecen en un ambiente de carácter universal en la medida en que todos
de amor, aceptación y afecto, tendrán un buen se ven involucrados, respetando sus derechos y
modelo que adoptar sobre cómo actuar con los deberes.
demás” (Sánchez-Queija, Oliva y Parra, 2006).
Por último, se sugiere articular al currículo esco-
Los aspectos anteriores son especialmente im- lar programas y/o proyectos que fortalezcan la
portantes durante la infancia, dado que el afecto educación emocional y los valores morales para
tiene un mayor impacto en el desarrollo de la garantizar el despliegue de esas habilidades
Conducta Prosocial en el ciclo de la Primera cognitivas, afectivas y sociales que le permitirán a
Infancia, pues la identificación afectiva que logra los niños y niñas el desarrollo de conductas pro-
el-la niño-a con sus cuidadores en la infancia sociales y su permanencia en ciclos posteriores
temprana, les permite justificar las acciones como de su desarrollo vital.
correctas o incorrectas en función del vínculo que
comparten con sus adultos significativos. Es así REFERENCIAS
como se sugiere generar una mayor sensibilidad
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un mayor número de investigaciones de corte Calvo, A. J., González, R. & Martorell, M. C. (2001). Vari-
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