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busca". (8) Tras esta formll'lación sus vanas autoacusaciones y la de llamaba genio; la seducción se ha
retórica y fría, estaba un proceso sesperada Husión de santifIcación bía consumado.
de distanciamiento con el cristia y transformación de todo el núcleo Schopenhauer y Wagner se ha
nismo, que venía de tiempo atrás. de mi ser. Al llevar ante el tribunal bían convertido, pues, en el doble
El joven Nietzsche, absorbido por de un sombrío autodesprecio to fundamento del pensamiento de
los estudios filológicos que acaba das mis cualidades y aspiraciones, Nietzsche. El joven filólogo im
ba de iniciar en Leipzig, no pare fui amargo, injusto y desenfrenado buído del espíritu helenizante que
ce haber profundizado en esta épo. en el odio en contra de mí llÚsmo. impregnaba la cultura alemana de
ca en sus relaciones con el. cristia Ni siquiera faltaron torturas cor la primera mitad del siglo XIX y
ni'smo. porales. Así me obligué durante que se había manifestado en su
catorce días seguidos a acostarme forma más alta en Goethe y Hol
Una carta asu amigo Carl Von no antes de las dos de la madru
Gerdorff, de mediados de 1866, derlin, estaba preparado para aco
gada y a levantarme a las seis en meter la tarea de elaboración de
permite captar algunos rasgos de punto. Se adueñó de mí una exci
la vida de Nietzohe en la univer· su obra sobre la tragedia griega.
tación nerviosa, y quién sabe hasta
sidad. Hace referencia a sus estu qué punto de 'locura hubiera llega En su Ensayo de autocrítica,
dios sobre Teognis, cita respetuo· do si las seducciones de la vida, escrito en 1886, como prólogo a
samente a su profesor Ristchel, al de la vanidad y de la constri{;ción la tercera edición de El nacimien
que había seguido desde Bonn; al de un estudio regular no hubiera to de la tragedia, Nietzsche, en for
gunas líneas las dedica a los co actuado como contrapeso". (lO) He ma cuidadosa y a veces despiada
mentarios de política, refiriéndose aquí el testimonio de una expe da sopesa los valores y los defec
a la agudización de la crisis fran riencia religiosa, vivida hasta el pa tos de su viejo esorito. Se lamen
co·alemana con el entusiasmo pa roxismo por el joven estudiante ta por haber ahogado su propia
triótico típico del estudiante ale· que poco antes había abandonado voz al utilizar formu l aciones de
mán de aquella éooca: " .. . abri la fe cristiana sin mayores tropie Schopenhauer, cuando no por echar
guemos la esperanza de que los zos, para seguir el camino de la a perder la significación de sus te
dos tengamos el honor de ser al· " verdad". Aunque intelectualmen sis más persona'les, a'l tratar de ha
canzados por una bala francesa 'en te transfigurada, esta misma pa cerlas compatibles, a cualquier pre
el campo de batalla". ( O) La lec sión se expresará en la escritura cio, con tas de su maestro. Para
tura de otras cartas de 'la misma de El nacimiento de la tragedia. Schopenhauer, dice Nietzsche en su
época, dejan ver a un estudiante Más adelante, en su Intempestiva autocrítica, el espíritu trágico con
dedicado, amigo de los paseos so· sobre Schopenhauer no se traslu duce a la resignación, mientras
litarios, amante de la música de cirá en lo más mínjmo el rastro de que : "¡Oh, de qué modo tan dis
Schumann y lector de Shopenha esta crisis, sino que la imagen del tinto me hablaba Dionisos a mí
uer. Nietzsche había leído El mun· maestro como educador, como li j Oh, cuán lejos de mí se hallaba
do como voluntad y representación berador intelectua'l, como el pen entonces todo ese resignacionis
a fines de 1865. El mismo descri sador solitario e independiente, el mo!". (12)
bió más adelante la impresión que antifilisteo, constituirán la trama
le produjo la lectura de esta obra Nietzsche reniega de sus vanas
de la obra. De la intensidad de ese esperanzas en la música alemana,
de Schopenhauer: "No sé qué de· conocimi'e nto Nietzsche dirá: "Le
monios me susurró entonces al oí es decir, en Wagner; opone e'l ori
comprendí como si hubiera es'cri gen romántico de la música del au
do: Hévate ese Ubro a tu casa. Lo to para mí".
cual sucedió en todo caso, contra tor de Tristán e Isolda al origen
mi costumbre de no apresurarme En noviembre de 1868 conoció dionisíaco de la nueva música, de
en la compra de los libros. Una a Wagner. Pleno de entusiasmo re la verdadera música del porvenir,
vez llegado a casa me arrojé con lata a su amigo Erwin Rhode los de la que él era el heraldo.
el adquirido tesoro sobre el sofá, . pormenores de ese encuentro de En verdad, El nacimiento de la
y comencé a dejar que sobre mí cisivo. Más allá de los detalles se tragedia, a pesar de toda la carga
ejerciera su efecto aquel enérgico percibe que el punto de unión se de wagnerismo, un poco forzado,
genio sombrío; a cada línea gri hizo a través del común interés a pesar de la tiranía de las catego
taba renuncia, negación, resigna por Schopenhauer: "Mantuve con rías filosóficas de Schopenhauer y
ción; veía aquí un espejo en el cual él una conversación sobre Schopen hasta de la presencia subrepticia
podía descubrir el mundo, la vida, hauer y ya puedes comorender qué de la dialéctica de .Hegel, a pesar
mi ánimo en una terrible grandio placer fue para mí oírle hablar de de todo esto, es la expresión de
sidad. Aquí veía la enfermedad y él con calor indescriptible, contán una voz que habla por primera
la curación, el infierno y el paraí dome lo que 'le debe y yue es el vez, y que aL pesimismo de Sc'ho
so. Me atrapó violentamente la neo único fil6sofo que ha conocido la penhauer, negador de la vida. opo
cesidad de autoconocimiento, más esencia de la música" (11) Un año ne la justificación de la vida, en
aún, de autocorrosión; testimonios después le dice a Von Gersdorff: cuanto fenómeno estético, en cuan
de ese desconcierto son todavía que en Wagner había encontrado to afirmación trágica, en cuanto
hoy, oara mí, las inquietas y me· la imagen de ]0 que Schopenhauer éxtasis dionisíaco. No se equivoca
lanc61icas oáginas de mi diario con ba Nietzsche cuando reivindicaba
como las dos grandes innovaciones
10. Citado en Revista Eco, tomo XIX, de su libro: " . .. La comprensión
8. Citado por Mazzino Montinari, op. 5-6-7, Bogotá sept., oct ., nov. 1969,
cit., p. 120. pp. 500-1.
9. F. Nietzsche, Correspondencia, 0 11. F. Nietzsche, Correspondencia, O·· 12. F. Nietzsche, El 'IUlcimiento de la
br.ls Completas, Aguilar, 1963, [O bras Completas, Aguilar, 1963, [0 tragedia, Alianza Editorial, 1973,
mo V, p. 473. mo V, p. 484. p. 34.
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del fenómeno dionisíaco en los grie. deducir que Alemania sea una cul mo árbitro del gusto tradicional".
gos: el libro ofrece la primera psi tuta superior pues "las cualidades Nietzsche se pregunta 'por el ver
colQgÍa del mismo, ve en él 'la raíz morales de una severa disciplina y dadero sentido de lo clásico y res
única de todo el arte griego. Lo de una sumisa obediencia no tienen ponde que a los que llamamos clá
segundo es la comprensión del so nada qué ver con la cultura" (11) sicos ". .. eran buscadores y bus
cratismo. Sócrates, reconocido por Para Nietzsche la cultura es la uni caban con fe y perseverancia lo
vez primera como instrumento de dad del estilo artístico en todas las que los filisteos creían haber en
la disolución griega, como de.cadent manifestaciones de la vida de un contrado ya". Por lo tanto, vene
típico. 'Racionalidad' contra instin pueblo. El pueblo alemán carece rar a los clásicos no puede ser otra
to" . (la) Sí, la racionalidad como de cultura -aunque tenga cien cosa que "continuar su obra en el
potencia que socaba la vida: he cia- pues vive en la más caótica mismo espíritu que ellos y con el
auuí el hilo conductor que condu confusión de estilos. El filisteo de mismo fervor y no cansarse nun
'ce de EL naámiento de la tragedia la cultura es la personificación de ca de investigar". (lO)
a la Intempestiva sobre la historia. este estado de cosas. En la tercera Intempestiva, so
Aunque en esta última el pathos bre Schopenhauer como educador,
dionisíaco está refrenado al máxi Nietzsche define al filisteo co
mo el hombre satisfecho, qce no Nietzsche vuelve sobre este tema.
mo, mas no ausente. Esta vez es el profesor, como ma
bus'c a porque cree que ya ha en
Si en El nacimiento de La tra contrado. El filistdsmo es, en una nifestación del filisteísmo, el ob
gedia Nietzsche creyó ver en la palabra, la "deificación de la vida jeto de su crítica: "Pero "la ver
música de Wagner el principio re diaria"; la premoción de lo inme· dad' que nuestros profesores tic
novador del "espíritu a'lemán", si diato al rango de realidad es su .nen siempre en la boca parece en
creyó que Wagner le trazaba a la característica. El filisteo es un hom realidad un ser mucho menos exi
cultura alemana el camino a la re bre "actua'l". gente, un ser del que no hay que
cuperación de su "patria mítica", temer ni desorden ni infracción al
su pensamiento se alejó rapida Uno de los momentos más sig orden establ~cido; aparece como
mente del cülto al germanismo. nificativos de esta Intempestiva, una cria~ura bonachona y amiga
Sin duda la influencia del historia más inactual, para usar el término de las comodidades, que da sin
dor Jacob Burckhardt, su colega acuñado por Nietzsche, es el aná cesar a todos los podere's estable
en la universidad de Basilea, fue lisis de la actitud del fiilisteo fren cidqs la seguridad de no causar a
decisiva para el desmoronamiento . te al arte: "DesR.raeiado el artista nadie la menor molestia, pues no
de las ilusiones nacionalistas de que tomase en serio su actividad, es, después de todo, más que la
Nietzsche, Burckhardt, influído por del arte que se mostrase exigente 'ciencia pura''' _ (17) En Schopen
la filosofía de Schopenhauer, es y lesionase sus intereses, sus ren hauer como educador, Nietzsche
tudioso apasionado de la cultura tas, sus hábitos --es decir, todo formula una dicotomía que man
griega y del Renacimiento italiano, lo que el ifilisteo toma en serio-, tendrá a través de toda su obra:
y semeiante arte le haría desviar el profesor como lo contrario del
opuesto a la filosofía de la historia
de Hegel y escéptico con respecto la mirada como si se encontrase educador. Este último sólo es aquél
al Estado y a las grandes nacio en presencia de algo impúdico, y, que nos libera. La crítica del fi
nes de su época, dictaba sus cur con aires de guardián de la casti listeo también atañe al problema
sos sobre el Estudio de la historia dad, nrohibiría ala virtud que con del Sentido histórico. Se tiende,
templase este arte, porque a la vir dice Nietzsche, a comprenderlo to
desde hacía varios años en ta uni tud hay que protegerla". (15)
versidad de Basilea. Nietzsche em do desde este punto de vista. Se
pezó a asistir a las conferencias de El filisteo sólo admite el arte reduce la filosofía a historia de la
Burckhard a finales de 1870 y muy cuando es imitación. Por eso 'le fi'losofía y de este modo 18 filo
pronto se estableció una relación exige al artista que imite la reali sofía deja de ser un problema pa
personal, constante pero compleja, dad, va que sólo aprecia "la copia ra convertirse en una constatación
en la medida en que la ferviente minuciosa o la fidelidad fotográ de "hechos". Es un excelente mé
veneración del discípulo por el fica. lo cual es su propia glorifi todo para que la filosofía no turbe
maestro fue siempre correspondida caeión , pues la "realidad" siemore la tranquilidad del filisteo, der
con un aprecio distanciado y solí está de acuerdo con el filisteo. Tí hombre satisfeoho, que tan rigu
cito. Valga la pena recordar en pico de la posición filistea es la rosamente separa lo fútil de :10 se
honor del maestro, que una vez valoración de la imitación de los rio, "entendiendo por esto último
conocida por él la obra sobre la ol:1sicos. Sí, al hlisteo le encanta sus negocios, su posición, y sus
tragedia griega del discípulo, la in "edificarse" de vez en cuando con hijos". En fin, concluye Nietzsche,
corporó a su curso sobre la cultu la lectura de los clásicos, enten por la historia entendida como la
ra griega. diendo por "clásica" la obra mo· entiende el filisteo, éste se salva
numental de'l pasado, pensada co del entusiasmo, "pues ya no era
Cuando Nietzsche escribe su pri mo al(!o solemne y muerto. El la historia, como pensó Goethe la
mera Intempestiva, el autor de La amor filisteo a los clásicos tiene que provocaba el entusiasmo".
vieja y la nueva f,e ,el envejecido una ventaia suO'lementaria: "favo
Strauss, no es más quc el pretex Un año antes, Nietzsche se ha
rece la reputación del filisteo co bía referido a 'las relaciones de la
to, pues 'la crítica se dirige direc
tamente a la cultura alemana.
Nietzsche sostiene que la victoria
ale!!lana sobre Francia no permite 14. F. Nietzsche, Consideraciones il/tem 16. Ibid., p. 17.
pestivas: David StraIlSJ, el confe
sional y el es-critor, Obras Completas, 17. F. Ni et.zsche, Consideraáones In
Aguilar, 1966, tomo 1., p. 15. tempestivas : Scbopenballer, educa
13. F. Nietzsche, Ecce Hamo , Alianza dor. Obras Completas. Aguilar, 1966. to
Editorial, 1976, p. 68. 15. Ibid, p. 19. mo I , p. 111.
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historia con la filosofía, en sus con te iguales . .. " . Aquí se nos mues porque llego hasta creer que todos
ferencias Sdbre el porvenir de nues· tra Nietzsche como un Schopen· nosotros sufrimos de una consun
tros institutos de enseñanza. Afir haueriano estricto. Colli comenta ción histórica y que todos debía·
maba Nietzsche: "Así, en lugar de que: ". . . estas conferencias son mos reconocerlo". (2:l) Más adelan~
una interpretación profunda de los el testimonio más ortodoxamente te precisa el sentido de lo intem
problemas eternamente iguales, ha schopenhaueriano, si bien por la pestivo: ".. . obrar de una mane·
intervenido lentamente una lenta mediación de Burkhardt, que Niet· ra inactual, es decir contraria a
valoración histórica o incluso una zsche nos ha dejado". (20) Efec los tiempos y por lo mismo sobre
investigación filológica : ahora se tivamente, ouando se lee la frase los tiempos y en favor, así lo es
trata de establecer qué ha pensa de Nietzsche se piensa inmedia· pero, de un tiempo futuro". Para
do o no pensado tal o cual filó· tamente en la formulación del con Nietzsche lo intempestivo es lo no
sofo, de ver si tal o cual escrito cepto de historia que hace Burck histórico, si se entiende por " his
puede atribuírsele con razón, o bien hardt en su introducción a Refle tórico" lo inmediato a Sll tiempo,
si hay que preferir tal o cual va xiones sobre la historia. universal. lo "actual" en el sentido filisteÍsta
riante. En los seminarios filosófi Después de haber expuesto y re de la palabra. Ser intempestivo no
cos de nuestras universidades, se chazado la concepción hegeliana significa para Nietzsche volverse
estimula hoy a nuestros estudian· de la historia, Burckhardt conclu· al pasado, puesto que para él lo
tes a sentir semejante interés neu ye con estas palabras: "Nosotros intempestivo es también la nega
tral por la filosofía". (IS) tomamos como punto de partida ción de las llamadas verdades eter
Desde nuestra perspectiva le da el único centro permanente y po nas. Lo que estamos diciendo no
mos toda la razón a Nietzsche, sible para nosotros: el hombre que es incompatible con la referencia
pues una concepclon de la histo· padece, aspira y actúa; el hom· constante de Nietzsche al mundo
ria de la filosofía de este tipo es bre tal como es, como ha sido siem griego antiguo. No, Nietzsche no
teriliza la filosofía . Pero . habría pre 11 siempre será" (21) era un romántico, como tampoco
que agregar algo: si se en tiende Ahora bien, la adhesión de lo había sido Holderlin; para él
por historia una disciplina inter Nietzsche a la filosofía de Scho la confrontación del presente con
pretativa y que reflexione constan· penhauer, en estas conferencias, se el mundo griego tenia una conno
temente sobre sus propios métodos, manifiesta no sólo en el ahistori tación profundamente crítica. En
las relaciones en tre filosofía e his cismo radical , sino también en la Nosotros los filólogos decía: "Pe
toria se plantean necesariamente aceptación. sin matices, de la me ro lo que no se ha de agotar es la
en otro terreno y se hace posible tafísica del arte y de la exaltación acomodación, siempre nueva, de
una historia de la filosofía que no del genio schopenhauerianas. Sin cada tiempo a la antigüedad, el
se haga a costa de la filosofía y embargo, esta actitud es extraña, medirse por ella". Así pues ser
de la historia misma. (19) pues Nietzsche, apasionado seguj intempestivo es ser crítico. Consi
dor de Schopenhauer en esta eta deramos que así debe leerse en la
Queremos Illamar la atención so· tercera Intempestiva el texto en
pa de su vida, fue capaz, como lo
bre la frase inicial del texto que que Nietzsche se refiere a la rela·
muestra Colli, de transformar el
estamos comentando, pues nos in cióh del artista y el filósofo con su
elemento doctrinal y personat de
troduce más de lleno en la con· tiempo: "A veces parece que el aro
la Intempestiva dedicada a su
cepción de la historia de Nietzs tista y en parti'cular el filósofo, no
maestro, en el ideal genérico del
che. El empieza afirmando, " . .. son más que un 'accidente' en su
filósofo; ( 22) y en su Intempestiva
en lugar de :una interpretación pro época, que no entran en ella sino
sobre la historia, como lo veremos
funda de los problemas eternamen· como eremitas o como viajeros ex
más adelante, su punto de vista
no es el de un schopenhaueriano traviados o rezagados". (~ .l) El aro
de estricta observancia. tista y el filósofo se distancian oe
18. F. Nietzsche. Sobre el porvenir de lo actual y por esto aparecen co
nuestras escuelas, Marginales, Tus· mo inactuales, en la medida en
quetes editor, 1977, p . 169. Preferimos 3 que son los trabajadores de la crío
la traducción literal, pues institutos de tica.
En las pri''1eras oágin8s de la
enseñanza permite cubrir todo el siste·
segunda de sus Cono;demóor¡es in Nietzsche va a hablar, sobre los
ma educa.tivo, que es a 10 que se refie temfJestivas, Nietzsch~ se refi"rc al estudios históricos como un inac
re Nietzsche.
sirmificaclo que oara él tiene la pa tual, como un intempestivo, pues
19. En un artÍctrlo tirulado Vivir la labr::t intempestiva: "E~ta conside la historia está al orden del día
Historia, Lucien Febvre critica el raClOn es también intnmpestiva, en la Europa de su tiempo, parti
respeto pueril y devoto por el 'hecho', porque yo trato de interpretar co· cularmente en esa Ail emania Que
que domina, muchas veces, a los histo· mo un mal, como una enfermedad . unifi:a da como nación tardíamente,
riadores. "No hay ninguna providencia como un vicio, algo de lo Que necesitó de la historia para desper.
que proporlCÍone a:l historiador hechos nuestra época está orgullosa con
brutos, hechos dotados de una existen justo título -su cultura histórica ,
cia real perfectamente definida, simple, 23. F. Nietzs2he, Consideraciones in
irreductible. . . En tal medida que, pa tempestivas; De la utilidad y de
ra ace ptar la lección de 'los hechos, te· 20. Giorgio Colli, en Sobre el (Jorve los inconvenientes de ',/s estudios histá·
uemos perfecto derecho a reclamar que nir de nuestras escuelas, p . 13. ¡'icas para ia vida, Obras Completas,
s ~ nos asocie primero al trabajo críti·
21. Jacob Burkhardt, Reflexiones sobre Aguilar, 1966, tomo 1, p. 54 .
co que sirvió para preparar el encade
la hi.rtoria UlliVl!rml, Fondo de culo 24 . F. Nietzsche, Consideraciones I n
namiento de Jos hechos en el espbtu
de quien los invoca". Lucien Febvre, tura econ" ."ica, 1961, p. 46. tempestivas: Schopenhauer, educa
Combates por la historia. Ariel , 1975, 22. CE. Giorgio Colli, en Sobre el por dor, Obras completaslHar, 1963, to
PjJ . 43-4, venir d" I/uestras ?s:lIelas, p. 15. mo 1, p. 141.
j ~ ,
te, con la que la lucha, el sufri muestra cómo toda aCClon exige el sentido profundo que hay dentro
miento y la mortificación se acer olvido, por lo que es absolutamen de toda la piedad antigua. . . Sólo
can al hombre, para recordarle lo te imposible vivir sin olvidar. Ter el cristianismo, que se basa en el
que su existencia es en el fondo: mina su reflexión sobre la oposi resentimiento contra la vida, ha
un imperfecto que nunca deja de ción del recuerdo (lo histórico) hecho de la sexualidad algo impu
ser imperfecto". El niño se ha he y el olvido (lo no histórico), con ro: ha arrojado ba,s.ura sobre el co
cho hombre y como tal se dobla estas palabras: "Hay un grado de mienzo, sobre el presupuesto de
bajo el peso cada vez mayor del insomnio, de rumia, de sentido his nuestra vida". (a:,)
pasado. " Haga lo que haga, bien tórico, que perjudica al ser vivo y A este respecto es bueno recor
eche a correr, bien apresure el pa termina por anonadarle, ya se tra dar que Schopenhauer y el Wag
so, la cadena corre con él. Es te de un hombre, de un pueblo o nel' de Tristán e Isolda fueron pa
asombroso: ahí está el momento, de una civilización". ra Nietzsc'he un impulso hacia la
y en un abrir y cerrar de ojos de captación de la significación del
saparece. Antes la nada, después 'Este célebre pasaje ha sido ob
jeto de múltiples interpretaciones. erotismo en su relación con la vi
igualmente la nada. Pero el mo da. Thomas Mann sostiene que a
mento vuelve, para turbar el mo Es apenas lógico, por cuanto salta
a la vista que rebasa los límites través de sus dos maestros Nietzs
mento del reposo que va a llegar". che recibió la influencia de'l ro
Nietzsche señala que es propio del de la temática explicita de esta
obra. Hemos elegido dos de eUas, manticismo alemán, y que él mis
hombre no poder aprender a olvi mo fue un lector del Novalis de
dar, es más, aunque lo desee no pues las consideramos inmensamen
te ricas en su significación. los Himnos a la Noche. En este
puede olvidar, el hombre necesa contexto cultural se acercó a los
, riamente recuerda. Es cierto que Giorgio Colli, en su obra, Des temas místico-eróticos de la noche
la muerte trae el olvido, ese olvi pués de Nietzs.che, interpreta este y del amor como aniquilación del
do tantas veces deseado, pero tam pasaje así: "En la experiencia amo yo. Thomas Mann recuerda que el
bién es cierto que se Heva con ella rosa , la magia de la mirada, su sistema filosófico de Schopenhauer
el presente y la vida. La existen turbadora instantaneidad, el abrir es en lo fundamental erótico; así
cia se concibe, pues, como "la su y cerrarse de un abismo, es un mismo señala como el Tristán es
cesión ininterrumpida de momen fenómeno puramente cognoscitivo, tá saturado con el mismo tema.
tos pasados, una cosa que vive de que está, sin embargo, en el um Refiriéndose a Wagner dice : "Y
negarse a sí misma, de destruirse bral de lo que ya no es represen esta mítica equiparación del deseo
a sí misma, de contradecirse per tación. El estremecimiento libera sexual al dulce y fatal principio
petuamente". (32) dor y exaltante de la mirada fue creador del mundo que turbó por
Luego Nietzsohe pone en rela celebrado por Platón, por Goethe vez primera el claro cielo del es
ción "el poder de olvidar" con la y por Wagner en contextos que van pacio infinito, es algo tan schopen
dicha y con la acción. Porque si más allá de la esfera estrictamen haueriano que la negativa de los
bien es 10 propio del hombre el te erótica. La revelación del ins expertos a verlo parece obstina
recordar, hay instantes en los que tante estremece el corazón del ción". (36)
olvida. En relación a lo primero hombre; pero esto no es más que Ot1'a interpretación del pasaje de
Nietzsche dice: "Pero tanto las el último momento, la aparición la segunda Intempestiva es la de
grandes dichas como las pequeñas, de la individualización, en la es Pierre Klossowski. Para este autor
son siempre creadas por una cosa: tructura corpórea del hombre, de -la denuncia que hace Nietzsche de
el poder de olvidar, o, para expre un conocimiento anómalo". (34)
la hipertrofia del sentido histórico
sarme en el lenguaje de los sabios, Quisiéramos agregar que sin opo es un problema más bien circuns
la facultad de sentir, abstracción nernos a la interpretación que de1 tancial, pues la introducción en la
hecha de toda idea histórica, du texto de Nietzsohe hace CoI-li, se po Intempestiva sobre la historia de
rante toda la duración de la dicha". dría' insistir en el significado de la las nociones de olvido, dicha, ins
Nietzsche entonces hace esta for "esfera erótica" de la dicha. pues tante y querer, conduce directa
mulación: "El que no sabe dor Nietzsche estableció una relación mente a la concepción del saber
mirse en el dintel del instante, ol profunda entre la vida v el erotis como gaya scienza, primer peldaño
vidando todo el pasado; el que no mo. Cuando se preguntaba por el hacia la formulación de la doctri
sabe erguirse como ell genio de la significado de los misterios grie na del eterno retorno. Según Klos
victoria, sin vértigo y sin miedo, gos, olanteaba que lo fundamental sowski, a partir de su segunda In
no sabrá nunca 10 que· es la feli del instinto helénico había sido su tempestiva, Nietzsche "desacredita
cidad, v, lo que es oeor, no hará "voluntad de vida". Con respecto el 'sentido histórico' del pasado,
nunca felices a los demás". (33) Si a la significación profunda de los con el pretexto de liberar al pre
un hombre estuviera absolutamen misterios, insistía en que ellos los sente. cuando es aparentemente por
te desprovisto de la facultad de ol griegos buscaban: "La vida eterna, una noción positiva de olvido, en
vidar, si estuviera condenado a ver el eterno retorno de la vida, el fu realidad por un recuerdo incons
en todas las cosas el devenir, no turo prometido y consagrado en ciente, como él busca restablecer,
podría creer en sí mismo, en su el pasado; el sí triunfante di·cho a en el terreno de la cultura, un con
propio ser, pues, vería todas las la vida Dar encima de la muerte y
cosas "agitándose en una serie de el cambio . .. Por e!1I0 el símbolo
puntos movedizos, se perdería en sexual era para los griegos el sím 35. F. Nietzsche, Crepúsculo de los
este mal del devenir". Nietzsche bolo venerable en sÍ. el auténtico ídolos, Alianza Editorial, .1973, pp.
134-5.
36. Thomas Mann, Freud, Goethe, Wag
32. Ibid. 34. Giorgio Colli, Después de Nietzs ner, Tolstoi, Poseidón, 1944, pp.
33. Ibid., p. 55. che, Anagrama, 1978, p. 48. 187-8.
36
tacto lo más inmediato posible con puede dominar completamente, es sobre el quehacer de la ciencia do
el más lejano pasado". (37 ) La to sena la naturaleza o la muerte. minaban en su época. (42)
"nostalgia" de Nietzsche por el Por esó dice: "A decir verdad, el
mWldo griego y su exigencia de hombre no es hombre hasta que Al finalizar esta Intempestiva,
que se lo tomara como modelo pa no llega, pensando repensando, Nietzsche se plantea el problema
ra contraponerlo al mundo "ac comparando, separando, reunien de las relaciones entre la vida y
tual", "implica una concepción de do, a restringir ese elemento no 12. ciencia en una forma general:
la historia antihegeliana, según la histórico" . (30 ) • Entonces, agrega "¿Debe dominar la vida al cono
cual el mundo no marcha hacia la Nietzsche, el hombre adquiere la cimiento y a la ciencia, o bien es
salvación final, sino que se encuen capacidad de utilizar lo que ha pa la ciencia la que debe dominar la
tra a cada instante de su historia sado, es decir, de transformar los vida? ¿Cuál de estas dos potencias
acabado y terminado"_ ( 38 ) Quere acontecimientos en historia. Pero es superior y determinante? Nadie
mos insistir en este punto, la "vuel el punto de partida sigue siendo dudará de que la vida es la poten
ta" al r.1.Undo antiguo de Nietzsche para Nietzsche el elemento no his cia superior y dominante, pues 01
es una idea que se articula profun tórico. La precondición de la ac conocimiento, al destruir la vida ,
damente con ~ concepción del ción creadora es lo no histórico, se destruiría a sÍ mismo. El cono ·
eterno re[nrno; si no se tiene ·en ya se trate de un individuo o de cimiento presupone la vida por lo
cuenta lo anterior se simplifica el un pueblo. Esta concepción funda que tiene el mismo interés por con ·
helenismo de Nietzsche, se lo re la interpretación nietzschereana de servar la vida, que el que tiene to
duce, como decíamos más atrás, a la grandeza griega. En otra parte do ser en su propia continua
ción". ( 4a)
un simple romanticismo histórico. de esta Intemp estiva dice al res
La concepción del eterno retorno, pecto: "Aquel pequeño pueblo que Aunque esta reflexión sobre las
que Nietzsche llamaba su doctrina, todos conocemos y que pertenece relaciones entre la ciencia y la vida
puede parecernos escandalosa, in a un pasado demasiado lejano de es una constante en la obra de
cómoda_ desconcertante, lo que se ilosotroS -me refiero al pue blo Nietzsche, en esta segunda Intem
quiera, pero sin ella la fHosoJía de griego- supo conservar rudamen pestiva, por ef'~cto del carácter aún
Nietzsche pierde su verdadera sig te, en el penado de su apogeo, un incipiente del pensamiento de Niet
nihcación. Esta es la gran ense sentimiento no histórico". (40) zsche, sus formulaciones son a ve
ñanza que se puede sacar del li ces excesivamente generales. Sin
bro de Pi erre Klossowski, Nietzs-. Nietzsche insiste en que la his embargo, la crítica de la ciencia
che y el círculo vicioso; a él remi toria debe estar sometida a la vi p'o r Nietzsche, se había iniciado en
timos a quien quiera profundizar da, de ahí que no pueda ser una ese texto que 61 Uamó "secreto":
cn este tema. ciencia pura. La historia como Sobre la verdad y la mentira en
ciencia pura conspiraría contra la sentido extramora:l, redactado en
Volviendo al desarrollo de la se vida: "Sena para la humanidad 1873. En él, con la quiebra de la
gunda Intempestiva podemos ob una especie de balance y conclu "fe" en la relación sujeto-objeto se
servar cómo Nietzsche se sostiene sión de la vida . . . Cuando la his esboza lo que alguna vez Pamó
en una tensa posición frente a la toria toma un predominio dema Jean Whal la "filosofía de superfi
disciplina histórica. Considera que siado grande, la vida se disgrega
el punto de vista histórico tanto co y cae y, en fin de cuentas, la his
mo el punto de vista no histórico toria misma sufre de esta decaden
son necesario, para la vida. En cia". (41) 42. La posición de Nietzsche sobre la
primer lU!lar plantea la necesidad cienda se modifica en un doble
de reflex;oaar sobre un problema: Aquí estamos, con esta alusión sentido a partir de Humaoo, demasiado
"L03 límites en que el pasado de a la ciencia. en el núcleo mismo bumano . En primer lugar, en cuanto "es
b n qer olvidado so pena de con d~ la segunda I ntem.r)estiva_ Al co píritu libre" , reivindk a la ciencia , es
vertirse en el sepulturero del pre menzar esta lectura habíamos mos más , se asume como científico ; sin em
sente" . Nietzsohe afirma que las na trado cómo Nietzsche, al hacer la bargo, es preciso ·d arle la razón a Fink
turalezas más formidables se reco autointerpretación de ella en el cuando afirma que "Tomando las cosas
noccn por su capacidad de asimi Ec.ce Homo , consideraba como un con rigvl', no se trata de ninguna de las
lar el pasado: lo que no pueden problema fundamental de su In ciencias positivas , sino más bien de un
asimilar lo olvidan, es decir, lo de t ~ mDe~tiva, el de la ciencia. Pues tipo general, caracterizado de manera
jan atrás y siguen adelante; esta bien, hemos visto cómo hasta aquí poco concreta, dd pregunhlr y del in
e'. la facultad de sentir no históri Nietzsche se ha mantenido en el vestigar crítico, Ciencia significa ese ncial
camente, facultad primordial para terreno de la crítica al sentido his mente para Nietzsche aíl ica". Eugen
la vida. No es muy difícil darse tórico y sólo ha rozado la proble Fink, L~ filosofía de Nietzsch e, A·lian.za
cl1enta en quién estaba pensando mática de la ciencia. Más adelan Bd itorial, 1969, p. 63 . Pero, por Olro
Nietzsche cuando se retfería a esas te se refiere, no a la ciencia mis lana, Nietzsche, rebasa esta posición y
"'1aturalezas formidables" . . . Goe ma, sir..o a las concepciones que entra a polemizar con -las ciencias. en el
the no es puesto casualmente a la propio terreno de éstas, el de sus con
c"beza de esta obra . ceptas. En los e9~ritos póstumos de 1800
Ahora bien. Nietzsche compren a 1882, por ejemplo, Nietzsche cr itica
de qU~ el elemento no histórico no el concepto de causalidad, ley natural,
39. F. Nietzs=he, Consideraciones in trc. Pero ni es el momento ni nos con
tempestivas: D e la utilidad y de los sideramvs competentes para abocar este
inconvenientes. . . ( edición citada) p. 56. problema.
37. Pierre Klosso\Vski , Un si fm/este
désir, Gallimard , 1963, p. 14. 40. Ibid ., p. 68 . 43. F . Nietzsche, Consideraciones intem
pestivas: De la utilidad y de los
38 . Ibid., p . 18. 4J . Ibid. , p. 59 . i'1convenientes. " (edición cita'da) p. 99,
31
cie" de Nietzsche. Pero sólo más porque conserva y venera, porque de la historia, cuando quienes la
tarde, a partir d~ la crisis de 1876, sufre y tiene necesidad de consue hacen son p:;rsonas "antiartísticas
Nietzsche empieza a ~aca r las con lo. A esta trinidad de relaciones co o dotadas de un temperamento ar
secuencias: no hay esencia, no hay rresponden tres especies de histo· tísticamente débil". Estas gentes,
fondo; el "psicólogo" descubre que ria, si es lícito distinguir, en el es agrega Nietzsche, dirigirán la his
tras la mjscara, que presumible. tudio de la historia, un punto de toria monumental contra los artis
mente de~ ocultar la identidad, vista "monumental", un punto de tas verdaderamente creadores del
hay otras máscaras, que en última vista "anticuario" y un punto de presente, les cerrarán d camino,
instancia lo que se encuentra tras vista "crítico"" ( 4 ~ ). Así comienza o, al menos, tratarán de hacerlo;
las máscaras es la falta de ident.: · Nietzsche su an álisis de las tres esto pasa necesariamente cuando
dad. y en cualquier sentido en que (ormas de hacer historia. Se trata "se comienza a bailar celosamente
!:.~ ha~le es pr.:ocisJ aj rm2. r C¡l: e- no de colocarlas en la balanza para alrededor de un glorioso monu·
hav fenó;11cnos, sino interp¡·: tacio ver en qué pueden ser favorabl·~s mento del pasado". Los que así
nes de los fer. ó:-r.cnos ; entiéndase a la vida y en qué no, pues, "el danzan son los monopolizadores
bie:1, no rr.U ~ lip~icidad de ir.terpre. crítico sin angustia, el anticuario del "buen gusto", que siempre es
taciones sob :-e un f-e:1é meno, sino sin piedad , el que COiloce lo subli· tán enfrentando las grandes obras
interpr~taciones. ¿Y la " verdad"? me sin poder realizarlo: he aquí del pasado a las de los que en
Si por verdad se entiende la inter plantas que se han hecho extran el presente luchan y trabajan,
pretación adecuada a un "ob;eto", jeras en su suelo nativo y que, a " . .. pues siempre el creador se ha
Nietzsche responde que no existe. causa de dIo, han degenerado y encontrado en desventaja frente a
Pero si se qui'~re seguir hablando se han convertido en cizañ.a" . ( 4(;). aqu::1 que no hacía m":s que mi·
de "verdad", habrá qué decir que Si la historia monumental favo rar sin püner él mismo la mano
la int~r!::)[etació!1 más fuerte , m :. \~n la ma:a". Nietzsche dcnuncia lo
rece la confianza en que si lo gran·
l1cila de consecuencias en favor de d·~ fue posible en el pasado, lo se
que se oculta tras la llamada con·
la vida, esa s'~ría la "v~rdadera" . rá también en el presente y en el ceoción monumental del arte: a
Aho ra bien, las i l~terpretaciones futuro, si en manos de natura'lezas sus cultores, so pretexto de la ve
son eficaces, actúan en fa vor o en artísticas y activas puede conver· neración del arte clási'co, les fa~ ta
contra de la vida yeso es lo que tirse en un acicate para la crea la capacidad para relacionarse con
le interesa a Nietzsche : los efectos c; é:~ y la acción, en g:ileral su
el arte que aún no es monumen
de las int erp retaciones. No el ser efecto es negativo pues genera too tal, es decir, con el arte contem ·
mismo del bien y del mal, sino los porán ·~ o, pues, dice Nietzsche, les
do tipo de analogías e~gañosas y
efectos de estas concepciones en permite todo tipo de falsas ge:1.e falta " ... en primer lugar, :Ia neo
cuanto valores que actúan en la ralizaciones, es más, " ... perío cesidad; en segundo lugar, la vo
cultura. Es en estos términos como dos enteros son olvidados, menos· cación; en tercer lugar, precisa
Nietzsche enfrentó el cristianismo: preciados, se les deja correr como mente la autoridad de la hi~torÍ'l.
es una "mentira", no porque dios un gran río gris del cual emergen Por el contrario, su instinto les en
no exista. sino porque es una in únicamente algunos hechos seme seña que se puede matar el arte
!crrJretación rt' activa, enemiga de jantes a islotes engalanados". (47) po'r el arte". (48)
1a vida. Y en cuanto a su doctri Quizás no se encuentre una per Con respecto a la segunda for
na, la del eterno retorno, ¡.acaso cepción equivalente sobre d "he ma de hacer historia, la anticuaria,
es una verdad científicamente de· cho histórico" sino en el Marx d:: Nietzsche tiene muy pocas simpa
mos trab\~? Nietzsche, es cierto, se El dieciocho brumario de Luis Bo· tías. El anti'c uario, en cuanto hom
desgarró profundamente pensando naparle. bre sin aspirado::es y sin angus·
este problema, pero nos atrevemos t;a, es definido en los siguientes
u correr el riesgo de citar una de La historia monumental pro~ e
de como si su divisa fue~ la de términos: " . .. Quiere conformarse
~:IS interpretaciones sobre la signi con lo convenido. con lo que la
ficación del eterno retorno -cons· "Dejad a los muertos que entie
rren a los vivos". Para ejem(")lifi·car rutina ha admirado en todo tiem
·cie!'tes de lo peligroso de sostener po". (49) Y más adelante señala las
una tesis a partir de una cita ais· esta frase Nietzsche se refiere al
papel de la historia monumental cO:1secuencias de esta posición an
lada-, pero con la esperanza de te el pasado, consecuencias teóri
plantear, por lo menos una "pis del arte, ligando así, implícitamen·
te, su cntica de la historia monu .:a~, [Jero también oolíticas "El pa
ta": "Aun si la repetición cíclica trimonio de los antepasados en un
no fuera más que una verosimili mental con la de la ilctitud ffljs
teísta ante lo clásico, ele la Prime· alma de esta especie recibe una
tud o una probabilidad, el pensa nueva interpretación de la propie
mierto de una probabilidad puede ra intempestiva. Pide Nietzsche que
se piense en las consecuencias de dad. pt.:'~s ahora él es el propieta
conmovemos y volvernos a plas. rio Lo p'::queño, restringido, enve
mar. ¡Qué efectos no ha produci una historia de arte hecha a par
i cd~ o. d:s-puesto a caer hecho 001·
de' la posibilidéld de la condena· tir de la concepción monumenta:
vo, trae su carácter de dignidad,
ción eterna!". (44) 0" irüangibilidad, del hecho de que
el alma conservadora v venerado·
4 Obras Completas, AguiJar, 1967, tomú ro. elel hombre a.,ticuario se trans
11 , p . 301. norta allí v allí elige su domicilio"~
"La historia pertenece a un ser se'!ltn Nietzche. si ('1 "aire vivifi
45. F . Nietzsche, Comiderctciones in
vivo bajo tres aspe-ctos: le perte C<lnte del nre5?nte" no anima a la
tempestivas: De la utilidrd y de
nece porque es a.ctivo y aspira,
los inconvenientes. . . (Edic:ón citada) .
p. 59.
46. Ibid. 48. Ib:J .
44. F. Nietzsche, Fragmentos póstumos,
contemporáneos de la Gaya scienza. 47. Ibid., p. 63. 49 Ih id., p. 64.
38
historia anticuaria, "ila piedad nos sado es posible crear "un nuevo precisamente el llamado a presen
seca, el hábito pe-dantesco adquiri hábito, up nuevo instinto, una se tar ese momento". Implícita está,
do se prolonga y gira __ . Se asis gunda natura:leza, de suerte que la en esta concepción, otra identifi
te entonces al espectáculo repug primera decae y cae"_ Según Nietzs cación, la de objetividad y justi
nante de una sed ciega de colec hce es como si quisiéramos atri cia. Por eso Nietzsche opone a es
ción, de una acumulación infatiga buirnos a posteriori un pasado en ta idea de justicia lU1 nuevo prin
ble de los vestigios de otros tiem oposición a aquél de que realmen cioio, el de que únicamente la fuer
pos_ El hombre se encierra en una te pro~demos Pero es difícil fijar ia preponderante puede juzgar:
atmósfera de vetustez. .. A veces un límite al proceso de negación, "El pasado no debe ser interpre
cae tan bajo que termina por ver a la crítica del pasado, de donde tado más que por un presente más
se satisfecho de cualquier cocina y se desprende el p~ligro de la crí fuerte que él; sólo la más fuerte
.llega a alimentarse con gusto del tica, ya que ",la segunda naturale tensión de nuestras facultades in
polvo y de las bagatelas bibliográ za es casi siempre más débil que teriores os hará adivinar lo que es
ficas". (<50) la primera". grande. j Lo igual por lo igua:!! De
Sí, para Nietzsche son muchas Hemos tratado de estar lo m::ís lo contrario rebajaréis el pasado
las desventajas de la actitud ant( cerca posible del estilo de Nietzs a vuestro nivel". (!j3) Y este pre
cuaria ante la historia; pero él por che, pues su análisis de la historia sente más fuerte inter.preta el pa
su formación fi'lológica, por sus crítica es muy matizado, se podría sado en favor del porvenir. No se
estudios históricos, por su relación decir que oscilante, y en la con crea que es un recurso retórico de
con Burckhard, comprendía que ed clusión se puede observar el tra Nietzsche el hablar del porvenir,
trabajo sobre los documentos es bajo con los.matices, tan propio de como sí es muy frecuente en otros
esendal para el desarrollo de las Nietzsche: " __ . para los que lu . autores. No, para Nietzsche el efec
investigaciones históricas; eso sí, chan, para los que sirven a la his to de la crítica, en la medida en
con la condición de que -la investi toria crítica hay un consuelo espe que ésta es capaz de poner en
gación erudita esté animada por el cial, a saber: que la primera na cuestión 'íta rea'lidad", lo que él
aire vivifican te del presente. turaleza fue eJila también en otro llama lo "actual", es promover el
tiempo, una segunda naturaleza, y porvenir, pues se basa en la con
La tercera forma de hacer his fianza de que conmoviendo el pre
toria, la forma crítica, es necesa que toda segunda naturaleza vic
toriosa se convierte en una prime sente se puede influir en la direc
ria pues "para poder vivir el hom ción del futuro _ Así dice: "Cuan
bre debe poseer la fuerza de rom ra natura'leza". Sin lugar a dudas
estamos frente a un texto que me do detrás d~1 instinto histórico, no
per un pasado v de aniquilarlo, y actúa un instinto constructivo,
es -preciso que emplee esta fuerza Ieee una reflexión seria.
cuando no se destruye ni se de:::
de cuando en cuando" (51) La his combra para que un porvenir ya
toria crítica, que juzga y condena, 5 vivo en la esperanza construya su
es, para Nietzsche, una parálisis vivienda en el suelo descombrado,
momentánea de esa necesidad de Nietzsche comienza su crítica de cuando sólo reina la justicia el
olvido, de la que hablaba a-I prin la objetividad en estos términos: instinto creador se debilita y se
cipio de esta Intempestiva. Hay "Los historiadores ingenuos Haman abate. (:'4)
momentos en que es ineludible no objetividad al hábito de medir .las
darse cuenta "de cuán injusta es acciones pas'adas por las opiniones La noción nietzscheana de "ins
la existencia de una cosa, por ejem corrientes en e-I momento en que tinto constructivo" está en cone
plo, de un privilegio, de una di ellos escriben. Allí es donde en xión directa con su concepción del
nastía; de darse cuenta de hasta cuentran el canon de todas las arte; de ahí que postule que "a los
qué punto esta cosa merece desa verdades_ Su trabajo es adaptar el electos de la historia --es preciso
parecer". Pero, para Nietzsche, és pasado a la trivialidad actua:1. Por oponer- Jos efectos del arte". A
te es un proceso peligroso, ya que el contrario llaman subjetividad a su vez, la idea de arte está ligada
los hombres de!l presente somos toda forma de escribir historia que en Ni~tzsche -particul'a rmente en
",los extremos de generaciones an no considera como canónicas estas el contexto de las Consideraciones
teriores" y, en última instancia, el opiniones populares". (~2) Intempestivas- a la idea de ilu
resultado de los errores, de esas sión-. En la obra de que nos dcu
generaciones que nos han precedi Señala Nietzsche cómo se cree pamos Nietzsche define la ilusión
do. Por el hecho de criticar el pa erróneamente que la imagen de las como el poder que rodea a la vida
sado no nos desprendemos de él: cosas exteriores en el espíritu del de "una atmósfera, de una aureo
"En el meior de los casos Uegamos historiador reproduce la esencia de la misteriosa". La ilusión es equi
a un conflicto entre nuestra natu ellas. En rea.lidad se interpreta, valente al concepto de lo no his
ra!leza transmitida y heredada y quiérase o no, muchas veces se in tórico_ Esta concepción tiene su
nuestro conocimiento". Aunque pa terpreta desde los propios prejui fundamento en el escrito de 1873,
recería que Nietzsche considera im cios, desde ' ~Ia actualidad", y se Sobre la verdad y la mentira en
posible que una generación dada cree, sin embargo, que se es ob sentido extramoral. En este sor
se libere de la carga del pasado jetivo; de esta manera se llega a prendente análisis sobre la natura
por el camino de la crítica, que es identificar objetividad y neutrali feza -del lenguaje y sus relaciones
lo contrario del olvido, su argu dad: "Se llega hasta creer que con la "realidad", Nietzsche afir
mentación da un viraje y pasa a aquel a quien un momento dell pa ma que ". .. entre dos esferas ab
plantear que en la luoha ron el pa sado 'no concierne' para nada, es solutamente distintas como son la
muchas variantes- una verdadera léctica, el antihegelianismo tenaz de la cultura burguesa que fundó
tradición en la cultura alemana, y silencioso de Nietzsche, (62) dicha crítica en la de la sociedad
que precede a Nietzsche y de la burguesa_ Nietzsche, las más de
cual él no fue ignorante: l'a izquier Nietzsche pasa a ocuparse de las veces permanece en la esfera
da hegeliana, Strauss, Feuerbach, dos temas, para él fundamentales, misrr:J de lo criticado, es decir,
Bauer, Ruge. Marx, a quien Nietzs· sobre la crític'a de la cultura: la en el plano de la cultura. Cierta
che no leyó, dedi,có varias de sus educación y la actitud científica. mente, muchas v'eces sus posicio
obras a la crítica del sistema de El tratamiento de estos temas 'nes son fOI malmente idénticas y
Hegel, señalando la mistificación por Nietzsche casi que impone la por esto se tiene la tentación de
teológica presente en él. «10) confrontación con la forma utiliza hacer una especie de doble colum
da por su "contemporáneo" Car na, para ilustrar la coincidencia de
Mucho más rica en contenido los Marx. (63) Marx fue un crítico posiciones, olvidando que cada uno
e~ la crítica que hace Nietzsche a de ellos parte de bases distintas y
las consecuencias de la Glosofía de 62. Para evitar equívocos es preciso in- hacia metas esencia,Jmente diver
Hegel en la aoti.tud del individuo Sistir en una diferencia. Marx {Ti gentes. Es cierto · que ambos criti
frente a la sooiedad: " . . . el que tica la dialéctica de Hegel, pero no la can el falso objetivismo de los
ha aprendido a doblar el espinazo niega: "El hecho de qu.: la dialéctica su científicos, hasta el punto de que
y bajar la cabeza ante el 'poder de fra en manos de Hegel una mistificación sin temor a equivocarnos podría
'la historia', ese tendrá un gesto no obsta para que este filósofo fuese el mos decir que Marx hubiera ' sus
de aprobación mecánica, un gesto primero que supo exponer de un modo crito la frase de Nietzs.:he que va
a la china ante cualquier género amplio y consciente sus moda:lidades ge mos a citar: "Mirarlo todo desde
de poder, ya sea el de un gobier nerales. Lo que ocurre es que en él la el punto de vista objetivo, no eno
no, ya ell de la opinión pública, o dialéctica aparece invertida. No hay más jarse de nada, no amar nada, com
bien el de la mayoría numérica y que volverla al revés, y en seguida se prenderlo todo: i qué dulce y sen
moverá sus miembros al compás de~cubrc bajo la corteza mística la semi
cillo es esto!". ( 64) Es cierto que
de un poder cualquiera. Si cada lla raci0naoJ". Así escribía Marx en el ambos criticaron el utilitarismo y
hecho es en sí una necesidad ra Postfacio a la segunda edi:ión de El que ambos vieron la conexión ne
cion a,J, si todo acontecimiento es Capital, en 1873. E,te es su pensamien fasta entre cultura, educación y ca
la victoria de la lógica o de la to, otr,¡ cosa es que en el d ~ sarrdllo de pital; es cierto que ambos critica
'idea', no nos queda más que arro- , su trabajo, haya ido más allá de la <lia ron el Estado y cada uno a su mo
dillarnos y acatar así todas las for 'léctica. En Nietzsche la crítica de la dia do soñó con su eliminación; pero,
mas de éxito". (61) ¡éctica, por el contrario, implica su ne insistimos, desde puntos de vista
gación. En un principio lo ha ce bajo diferentes. Seguramente Marx no
Sin embargo, no se podría rei lo dijo todo sobre la sociedad bur
vindicar la exclusividad histórica el inFlujo de Schopenhauer; de ahí el
carácter puramente declaratorio de esa guesa, muchas cosas se le escapa
de esta posici,ón, pues el explícito ron, pa.rticu'larmente en el estudio
compromiso de Hegel con el esta negación. aunque a veces sea Nietzsche
sorprendentemente incisivo en la crítica de lo que alguna vez él mismo lla
do prusiano y las concepciones fi mó "la superestructura", al menos
iosófkas que lo sustentaban no de los efectos de la concepción dialécti
o. Esta negación alcanza su plena sig así parece por la imposibi'lidad de
fueron un misterio; Marx desde comprender desde su perspectiva
1843 había iniciado la crítica de nHicación cuando el pensamiento de
Nietzsche produce categorías que funcio tantas cosas que han pasado des
de la filosofía del estado y del de pués en el capita1ismo y en el so
recho de Hegel, en obras que co nan efectivamente como anridialécricas:
Eterno retorno, afirmaci6n, tra!1Sva!ora cialismo, en ese socialismo que se
mo ya dijimos no fueron conoci reclama oficia'lmente de Marx, (60)
das por Nietzsche; tampoco debe ción, superbombre En relación con Niet
mos olvidar que los fundamentos zsche y la dialéctica de Hegel ver Gilles Ahora pasemos a ver cómo
de , ambas críticas son distintas. Deleuze, Nietzsche y la filosofía, Ana pl'anteó Nietzsche su crítica de la
Aquí queremos insistir en la si grama, 1971. educación En sus conferencias So
guiente tesis: :ta crítica de Nietzs 63. Marx (1818) y Nietzsche (1844)
bre el porvenir de nuestros institu
che a la dialéctica apenas se insi están separados por a'lgo más deci
tos de enseñanza, texto supedita
núa en esta Intempestiva; será pre SÍ'vo que una veintena de años. La épo
do, en parte, al pensamiento aris
ciso esperar aún para que en la ca de formación de Marx fue para Eu
tocratizante y esteticista de Scho
obra de Nietzsche se constituya y ropa una época de represión política, pe
se desarrolle la posición antidia ro también lo fue de esperanza, de op
timismo y de lucha . Después del fraca 64. F. Nietzsche, Consideraciones in
so de la revolución de 1848. Europa lempestivar: De la utilidad y de los
- en particular Alemania- se hunden inoonvenientes, (edición citada), p. 88.
en el decaimiento y b resignación; mu 65. "¿Cómo es que el marxismo, que
60. Sobre la crítica de Hegel por la
chos de los intelectuales revolucionarios pretende dar los medios teóricos
izquierda hegeliana, Marx y Kier
de la época anterior se evaDen o viran para comprender los mecanismos de la
kegaard , ver Estudios sobre la historia
a la derecha; Wagner, tan cercano a historia, tiene tantas dificultades (a pe
del mundo cristiano-burgués, en eJ. exce
Ni e tz~che, es un ejem'plo. Seguidor 'de sar de algunas tentativas respetables, pe
lente libro de Karl Uiwith, De Hegel
Feuerooch, partícipe de los levantamien ro limitadas de algunas individualidades)
a Nietzsche. La quiebra revolucionaria
tos de 1830 y actor importante en las para explicar una historia en la cual ha
del penramiemo del siglo XIX. Marx
joma'd as del 48, terminó por reconci tomado parte? ¿Por qué pues, estamos
y Kierkef!,aard, Editorial Suramericana,
liarse con el mundo tal como es_ Cf., aún en la neche si pretendíamos poseer
1974.
Karl Uiwith, op. cit., p. 255 ss. En la la luz?". Luis Althusser (julio de 1979)
61. F. Nietzsche, Consideraciones 111 misma dirección . Henri Lefebvre en su en Reporta;es sobre el socialismo hete
teY/l,lJestivas: De la utilidtrd y de los Nietzscbe , capítulo 1, Nietzscbe y su épo rodoxo -Alvaro Tirado Mejía-, La
i1lConveniel1tes . .. (edición citad~) p. 87 .• ca, Fondo de cultura económica, 1975. Carreta, 1980, p. 18.
41
penhauer, Nietzsche enjuicia la cul a la del Estado". (61) Frente a es absoluto su profunda captación del
tura alemana y la educación pro tas dos tendencias negativas Nietzs fenómeno de ta educación en el
pia de dicha cultura. En el transo che propone que se debe promo mundo burgués.
curso de sus estudios ülológi'cos ver: "La tendencia a la restricción
históricos sobre el mundo antiguo y concentración de la cultura, co Nietzsche percibió, con agudeza
había captado que para la existen mo antítesis a su máxima exten insuperable la estructura y el fun
cia de una cu'ltura superior había sión posib'le, y la tendencia al re cionamiento de 10 que él llamó '~Ia
sido condición necesaria la esola· f,uerzo y a ~a autosuficiencia de la máquina oultural universitaria". Es
vitud de las mayorías. En un texto cultura, como antítesis de su de ta máquina está formada por dos
titu'lado Ei estado griego, de 1871, b¡'¡itación" (68 ) grupos: los que hablan, pues "un
dice: "La inmensa mayoría de los profesor habla a muahos estudian
De acuerdo a un borrador de tes"; los que escuchan y "'con bas
individuos debe ponerse al servi· las Conferencias, publicado por
cio de una minoría. Esta mayoría tante frecuencia el estudiante es
Colli y Montinari, Nietzsche sos cribe también, mientras escucha".
debe ser esclavizada, subordinan tenia que "la cultura general es
do sus necesidades individuales a Naturalmente agrega Nietzsche, el
simplemente una etapa preparato que escucha "puede taparse los oí
fines más altos. A su costa, por ria para el comunismo : por ese
su ímprobo tmbajo, aquella olase dos cuando no desea escuchar. Ese
camino la cultura queda tan debi es el método acromático de la en
privilegiada se sustrae a la lucha 'litada, que ya no puede ofrecer
por la existencia para engendrar señanza". (12) Por otra parte, el que
ningún privi:Jegio ... Precisamente habla es independiente de aque'l'los
y dar cima a un nuevo mundo y a la cultura más general, es decir la
nuevas necesidades. . . En conse que escuchan ; esta doble autono
barbarie, es el presupuesto del co mía, sigue diciendo Nietzsche, es
cuencia, debemos, desde luego, munismo". (69) Si por cultura ge
asentar una verdad por cruel que ,la llamada "libertad académica".
neml se entiende lo que ahora lla Pero esta libertad académica es
parezca: que la cultura requiere mamos cultura de masas, sin duda
necesariamente, esencia'lmente, la más bien aparente, pues "detrás de
Nietzs'che tiene razón en arreme esos dos grupos, a respetuosa dis
existenci·a de la esclavitud ... y
ter contra eilla. Su idea de que la tancia y con cierta actitud anhelo
ésta es una verdad que no deja
"cultura general", preparaba el ad sa de especta:dor, está el Estado,
lugar a dudas, sobre el valor ab
venimiento del comunismo deriva para recordar de vez en cuando
soluto de la existencia. Es el bui·
de su concepción de éste como que él es el dbjetivo, el fin y la
tre que roe las entrañas de los Pro
meteos de la cu'ltura". (66) igua'litarismo, como nivelación por suma de ese extraño procedimien
lo bajo, expresión del resentimien to consistente en hablar y escu
En cuanto al papel del Estado, to de las masas contra la é'lite. char". (18)
Nietzsche, a partir de su interpre Frecuentemente identifica cristia
tación de la concepción platónica, nismo, democracia y comunismo y y Nietzsche va más a1 fondo de!
concluye en el mismo escrito: "La tos ve como expresiones del nihi asunto, muestra cómo no se trata
existencia olímpica y la génesis y aismo. Pero lo anterior no le impi sólo de una relación de poder en
preparación constante del genio, . de a Nietzsche atacar al mismo tre el Estado y la institución uni
respecto deJl cual todos los demás tiempo e1 régimen de Bismarck. versitaria, sino que existe otra re
hombres sólo son instrumentos, me· Este es Nietzsche, un hombre lación de po'der, secreta pero ac
dios aux,iliares y posibilidades . . . ", que comprendió que la auténtica tuante, entre ¡los dos grupos apa
ésta es la verdadera finalidad del cultura "comienza más arriba de rentemente autónomos. En otro
Estado para los griegos. ese mundo de las necesidades, de manuscrito, no integrado a sus con
la lucha por la existencia, de la ferencias, muestra las consecuen
La tesis centml de las conferen cias del método "acromático". Los
miseria". (10). Comprendió que en
cias de Nietzsche sobre la educa estudiantes "saben de hecho no só
ción descansa sobre esta concep la soci'edad burguesa el problema
;1 0 'que su personalidad está repri
ción: "Dos corrientes aparentemen de la educación se reduce a' '~hacer
progresar a cada individuo en la mida, y casi esquematizada, sino
te contrapuestas, de acción igual· también que está frustrada la ten
mente perjudicial y concordante en medida en que su naturaleza le
permite llegar a ser corriente, de dencia más noble, es decir, su sed
sus resultados, predominan en de cultura, de Hegar a ser hom
nuestros estab'lecimientos de ense sarro'llar a todos los indivi'duos de
ta!l modo que a partir de su canti bres. Una insatisfacción eterna los
ñanza ... por un lado, la tenden entristece, los atormenta y, por úl
cia hacia la máxima extensión de dad de conocimiento y de saber
obtengan la mayor cantidad posi timo, los instiga contra a'lueHos de
1a cultura, y, por otro lado, la ten quienes esperaban comida, un ali
dencia a disminuirla y debilitarla. ble de felicidad y de ganancia". (11)
Que todo esto lo diga para reivin mento personal, en lugar de lo cual
De acuerdo con la primera tenden reciben solamente palabras imper
da, hay que llevar la oultura a am dicar los dereohos de la aristocra
cia del espíritu, ti a única aristocra S0nales, pronunciadas en general
bientes cada vez más amplios; en ante su auditorio". (74)
el sentido de la segunda, se pre cia en que él creía, no anula en
tende de la cultura que abandone Aunaue en los escritos posterio
sus supremas pretensiones de so res a J 876 Nietzsdhe habló cada
beranía, para ponerse al servicio 67. F. Nietzsche, Sobre el porvenir de vez menos de los Dfoblemas de la
de la otra forma de vida, es decir, nuestras escuelas, Margina1es Tus educación institucional, en una de
quets editor, 1977, p. 29.
68. Ibi·¿ .
72. Ibid., p. 165.
69. Ibid, p. 190.
66. F. Nietzsche, El estado griego, O 73. Ibid.
70. Ibid., p. 127 .
bras completas, Aguilar, 1963, to
mo V, <J. 116. 71. Ibid., p . 159. 74. Ibid., p . 194.
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