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EL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA ILÍADA

En su sentido más amplio, el ámbito del Espacio Geográfico es la


“Epidermis de la Tierra”, es decir la superficie terrestre, es el espacio habitable,
la Oikumené o Ecumene de los antiguos, allí donde las condiciones naturales
permiten la organización de la vida en sociedad.
El Espacio Geográfico es “el Espacio accesible al hombre”, usado por la
humanidad para su existencia.
El Espacio Geográfico es localizable y concreto, se forma y evoluciona
partiendo de unos conjuntos de relaciones, estas relaciones se establecen en un
marco concreto: el de la superficie de la tierra.
La faz de la tierra se modifica continuamente, cualquier paisaje que refleja
una porción del espacio, lleva las señales de un pasado mas o menos lejano,
desigualmente borrado o modificado, pero siempre presente. El Espacio
Geográfico está impregnado del pasado, nacido de la unión de la naturaleza y
de la propia historia.
El Espacio geográfico es un espacio percibido y sentido por los hombres tanto
en función de sus sistemas de pensamientos como de sus necesidades.
A la percepción del espacio real se añaden o se combinan elementos
irracionales, míticos o religiosos. Así, las grandes montañas son la sede de los
dioses, por ejemplo el Olimpo para los griegos .El agua está preñada de
significados: manantiales o lagos son sagrados, aunque lo sagrado puede estar
relacionado con la utilización precisa de un elemento del espacio. Cada grupo
humano tiene una percepción propia del espacio que ocupa, y que de una forma
u otra le pertenece.

FIGURA 1. Monte Olimpo, morada de los Dioses. Fuente: Atlas Cultural del Mundo.
Grecia cuna de occidente. Volumen I. Barcelona, Edic. Folio, 1993.
La Ilíada posee información geográfica de características diversas, desde la
antigüedad se consideró que la geografía que aparece en la Ilíada,
especialmente en el “Catálogo de las Naves”, representa una geografía real. La
geografía del Catálogo de las Naves ha sido estudiada principalmente por
arqueólogos quienes han excavado la mayoría de los lugares allí mencionados
con el interés de establecer el período histórico al que pertenece el catálogo.
En el Catálogo de las Naves de la Ilíada, se mencionan a todos los guerreros
que participan de la guerra de Troya y sus lugares de origen, puede ser
considerado como el primer mapa de todo el espacio geográfico griego del que
tenemos noticia.
El Catálogo contiene una descripción de Grecia continental: del Peloponesio,
de Etolia, de Tesalia, de Ática, Beocia, y de las costas del Asia menor. No
menciona las islas con excepción de Creta y de las islas Cefolónia. Miremos un
ejemplo del Catálogo:
“Cuantos ocupaban el Argos pelásgico, los que vivían en Alo, Álope y
Traquine y los que poseían la Ftía y la Hélade de lindas mujeres, y se llamaban
mirmidones, helenos y aqueos, tenían por capitán a Aquiles…” 1. ( Canto II. 681-
685).

FIGURA 2. Los héroes Aqueos de la Guerra de Troya, protagonistas de la Ilíada,


dejaron sus hogares para unirse a las fuerzas que comandaba Agamenón, rey de
Micenas. En este mapa se puede ver elamplio espectro de regiones de donde
supuestamente provenían los guerreros más famosos. Fuente: P. Levi. Atlas du
Monde. Grecia, 2001.
FIGURA 3. Espacio Geográfico de La Ilíada. La Península Heládica Es el resto de un
antiguo continente que por una serie de dislocaciones y fracturas, Se fragmentó, las
cordilleras se transformaron en islas y los valles en golfos. Fuente: P. Levi. Atlas du
Monde. Grecia, 2001.

La condición de Homero como Geógrafo en la antigüedad es vista desde dos


opiniones distintas. Una, se lo considera como uno de los padres de la geografía,
y ésta opinión es expresada por Estrabón quien lo usa como modelo para escribir
su propia obra Geográfica. La otra, lo considera exponente de un parámetro
dudoso de hacer Geografía, y es criticado severamente por Heródoto y
Eratóstenes.
El Catálogo de las Naves no es la descripción de un viaje, pero construye el
espacio geográfico con base en historias de viajes, viajes que otros realizaron y
a cuya información tuvo acceso el aedo gracias a la transmisión oral de la poesía.
A pesar de que el catálogo no construye la geografía a manera de guía, es decir,
un itinerario que pueda ser seguido, sin embargo contiene indicios de que está
basado en historias de periplos. El periplo es la descripción de una ruta alrededor
de la costa donde se menciona las características mas notorias del paisaje, las
islas, las montañas, los ríos y las ciudades, construye el espacio linealmente en
una dimensión, en contraposición a la noción moderna del espacio visto desde
una perspectiva aérea en dos dimensiones. Aún los Dioses homéricos que
pueden volar no describen el paisaje desde el aire si no una vez que tocan tierra
firme, un ejemplo de periplo es Ilíada XIV. 225-230, 281-285, en donde se
describe el viaje de Hera desde Olimpo hasta Lemmos y finalmente a Troya.
La Diosa no cruza el Egeo por la ruta mas corta si no que viaja alrededor
bordeando la costa, va a Tesalia, Tracia y el monte Atos, llegando a la isla de
Lemmos. Desde allí va a la isla de Imbros y finalmente al monte Ida.
Esa es una ruta náutica seguida por los navegantes, debido a los fuertes
vientos del mar Egeo las embarcaciones no se aventuraban mar adentro si no
que seguían la ruta de la costa.
La descripción odológica, que es el nombre que recibían las descripciones
del espacio en una dimensión, tal como aparecen en el periplo, es la base de
todas las descripciones geográficas de la antigüedad. Cabe destacar que en la
Ilíada, hay descripciones verbales de mapas.
Estos mapas verbales que se conocen como logos ilustrativos, son
descripciones orales de mapas que debieron tener su correlativo pictórico pero
que desafortunadamente no sobrevivieron para llegar a nosotros. Se sabe que
los mapas fueron utilizados en Mesopotamia, desde un período temprano y es
posible que los mapas griegos tuvieran influencia oriental.
La Ilíada presenta la repartición de la tierra entre los dioses y este pasaje es
precisamente uno de los mapas verbales mas significativos: “Pues somos tres
hermanos, hijos de Crono, a quien Rea dio a luz: Zeus y yo, y el tercero Hades,
que reina en los infiernos. Todo ha quedado dividido en tres, cada uno ha
obtenido su parte en el honor. Yo obtuve en suerte, cuando agitamos las fichas
en el casco, habitar siempre el mar grisáceo, Hades obtuvo en suerte habitar la
tiniebla brumosa, Zeus obtuvo en suerte habitar el ancho cielo en el éter y las
nubes. La tierra ha seguido siendo común a todos y también al alto Olimpo”2.
(Ilíada. Canto XV. 187-193).
También puede considerarse al escudo de Aquiles como la descripción de un
mapa, en el canto XVIII de la Ilíada, Homero describe largamente el escudo
forjado por el Dios Hefeso para Aquiles, en el cual aparecen a la vez el mundo
entero y dos ciudades. Es un mapa cosmográfico que reúne elementos del
mundo natural y humano, los poetas romanos, lo llegaron a considerar como
modelo primario para describir el origen del universo, una alegoría de la creación
del cosmos: “Hizo lo primero de todo, un escudo grande y fuerte, de variada labor,
con triple cenefa brillante y reluciente, provisto de una abrazadera de plata. Cinco
capas tenía el escudo, y en la superior grabó el Dios muchas artísticas figuras,
con sabia inteligencia”. “Allí puso la tierra, el cielo, el mar, el sol infatigable y la
luna llena, allí las estrellas que el cielo coronan, las pléyades, las Híades, el
robusto Orión y la Osa llamada por sobrenombre el carro, la cual gira siempre en
el mismo sitio, mira a Orión y es la única que deja de bañarse en el océano…”
“Allí representa también a ciudades de hombres dotados de palabras”… “Allí
representa también una blanda tierra noval, un campo fértil y vasto”… “… y Tetis
saltó, como un gavilán desde el nevado Olimpo, llevando la reluciente armadura
que Hefeso había construido”3. ( Canto XVIII. 478-483.490.541.614).

HOMERO Y SU MUNDO

El mundo Homérico es un mundo poético. Nada es más normal y legítimo que


lo aborden historiadores, sociólogos, filósofos y geógrafos Homero nos muestra
río arriba y río abajo, íntegramente el país de los hombres y dioses, tal como lo
hace en la descripción nocturna del campamento troyano al final del canto VIII
de la Ilíada: “Las hogueras numerosas que ardían en su vasto campamento ,

2 Homero, “La Ilíada”, Bs. As., Centro Editor de Cultura, 2003.


3 Homero, “La Ilíada”, Bs. As., Centro Editor de Cultura, 2003.
cual en noche serena en que agitada no es por el viento la región del éter en
torno de la luna, brillan los astros, y su luz colora los riscos todos, la elevada cima
de las montañas y las altas selvas, y el cielo bóveda azulada en su inmensa
extensión pura aparece y las estrellas todas se descubren, y se goza el pastor:
tales y tantas ardían las hogueras que encendieron delante de Ilion en la llanura
que entre el río mediaba y los
Bajeles”3.
La imagen empieza por las hogueras del campamento y vuelve a las
hogueras del campamento, aquello que los estudiosos llaman una composición
circular.
Pero pasa de golpe de la tierra al cielo, al “Éter” que rodea el mundo, que los
griegos llamaban el Cosmos y cuya belleza los arrollaba, así como un
espectáculo de guerra a una imagen pastoral.
Con Homero surge la geografía descriptiva y positiva, considerado por
muchos como un geógrafo eminente, el poeta transformó en acciones humanas
las particularidades geográficas o los fenómenos físicos que tenían relación con
aquellos.
Homero tuvo el mérito de haber compuesto su poema, que los mismos griego
fijasen su propia geografía con arreglo a las indicaciones que el texto homérico
les iba suministrando, gran parte de nuestro sistema cartográfico
contemporáneo, tiene su origen en la ingenuidad poética de Homero,
constituyendo el primer testimonio del universo de su tiempo, y éstas referencias
hacen de él uno de los primeros geógrafos griegos.

FIGURA 4. HOMERO, CONSIDERADO POR MUCHOS COMO UNO DE LOS PADRES


DE LA GEOGRAFIA ANTIGUA. Fuente: Atlas Culturales del Mundo. Grecia Cuna de
Occidente. Volumen l. Barcelona, Edic. Folio, 1993.
Siete ciudades de Grecia asiática, mas precisamente de Jonia y Eolia,
situadas en la costa de lo que hoy es Turquía y las islas griegas vecinas se
disputan el honor de ser su patria: entre ellas se cuentan a Esmirna, en el
continente, y la isla de Quíos, también llamada la “Piedra del Maestro de la
escuela”, un peñasco donde está tallada una silla, en la cual, según cuentan
historiadores, el poeta se sentaba cuando recitaba sus versos a los niños.
Homero, era fundamentalmente un Aedo, el término viene del griego “Aoidos”,
que significa “Cantor”. Los poemas homéricos fueron compuestos y cantados
por aedos que se acompañaban de un pequeño instrumento de cuerdas, la
Forminge.
La Ilíada de Homero, data del siglo IX a.c. o del siglo VIII. . El siglo VIII es un
período muy importante en la historia del mundo griego, y del mundo
mediterráneo en general, en ésta época se consolida en Grecia europea, insular
y asiática una nueva forma de vida social: la ciudadana.
En relación al mundo homérico, la mayoría de los lugares que menciona se
encuentran en Grecia propiamente dicha o en las islas, incluida Creta, que para
él es un mundo distinto, misterioso. Es notable que la Grecia asiática, la patria
de Homero está prácticamente ausente de la Ilíada. El valle del Caistro sólo
aparece en una magnífica imagen: “Y cual raudo vuelo las bandadas de
chilladoras aves, como grullas, gansos o cisnes de alongado cuello, en la verde
pradera que a orilla se extiende del Caistro por el aire discurren bulliciosas, y las
alas tienden alegres y con gran ruido, al fin se posan y retumba el prado…”4.
Mileto, el valle del meandro y el monte Mícale, que aparecen desde la ribera
de Samos como el frontón de un templo, están presentes en el canto II de la
Ilíada, pero como un país “de los Carios”, cuyos guerreros combaten con los
troyanos.
La isla de Samos es una mera referencia geográfica, un lugar donde se posa
Iris, la mensajera de los dioses y donde se pueden vender los prisioneros como
esclavos. Esmirna y Quíos están ausentes de la geografía homérica.
Cabe destacar que existe un mundo que, a los ojos de Homero, es real, en el
Catálogo de las naves, del canto II de la Ilíada, la Hélade junto a Ftía (el país de
los mirmidones), es la región de donde provienen los guerreros comandados por
Aquiles, “el mejor de los Aqueos”.
Cuando se refiere a los sitiadores de Troya, Homero emplea, indistintamente,
tres nombres: Aqueos, Dánaos (descendientes de Dánao, uno de los reyes
míticos que crearon Grecia) y Argivos. Argos una ciudad del norte del
Peloponesio, es el reino de Agamenón. Argos, significa probablemente “Llanura
muy visible”, todo un mundo muy real, visible y palpable que ha llegado hasta
nuestros días.
En la Ilíada, la Hélade no es el nombre genérico de lo que llamamos Grecia,
si no el de una parte de Tesalia, en el centro norte de Grecia continental. Homero
describe a su manera su mundo, las batallas, los inicios de la ciudad
democrática, con relaciones entre ciudadanos libres y esclavos, entre los griegos
civilizados y los bárbaros troyanos, entre los hombres y los dioses, los hombres
y su entorno geográfico; sin lugar a dudas el Mundo de Homero es una fuente de
enseñanza, de vida y de esperanza.
TROYA

Para muchos, una ciudad mitad mito y otro tanto realidad. Su grandeza, su
destrucción y el famoso caballo de Troya siguen siendo los grandes enigmas de
esta legendaria urbe a la que cantó Homero en su célebre Ilíada.

4 Homero, “La Ilíada”, Bs. As., Centro Editor de Cultura, 2003.


Nombrar a Troya equivale evocar una ciudad situada a horcajadas entre la
realidad y el mito, una leyenda cuyos destellos iluminaron la imaginación de
muchas generaciones una guerra de diez años, tan célebre como feroz, que
dejaría en ruinas a esa ciudad inmortal.
Las exploraciones llegarían a contar hasta nueve Troyas destruidas y
reedificadas unas sobre otras: la sexta, de la que aún subsistían las fuertes
murallas de piedras rectangulares, sería la saqueada por los griegos. La novena
capa correspondería a una época muy posterior a los tiempos del Imperio
Romano.
En cuanto a las exploraciones para determinar el sitio aproximado donde se
ubicó geográficamente la ciudad de Troya, debemos mencionar al arqueólogo
alemán Enrique Schliemann, quien vivió entre 1822 y 1890. Imaginó a Troya a
los pies de dos manantiales, uno caliente y el otro helado, que fluyen al río
Escamandro. Pero allí no encontró ni rastros de la metrópolis del rey Príamo.
En 1871 optó por encaminarse a las cercanías de la ciudad de Ilión, poblada
por griegos en el noroeste de Turquía, clavó la zapa en Hisarlik, una pequeña
colina a unos cinco kilómetros de la costa egea, y precisamente en medio de
los ríos Scamander o Escamandro y Simios, y en la semiárida región mas tarde
bautizada Triade, comenzó por abrir una larga zanja con tal ímpetu que, de
entrada, arrasó parte del primer nivel: unas ruinas de la época neolítica. El
arrojado explorador alcanzó a identificar otras cuatro ciudades, la segunda de las
cuales contando desde el plano más profundo pertenecía a la Edad de Bronce.
Se la dató aproximadamente entre los 3.300 y 2.500 antes de Cristo. Schliemann
quedó convencido de que ésa era la Troya de Homero. La antigüedad parecía
resucitar ante los ojos asombrados de su descubridor.
Pero sería Dorpfeld, el ayudante y continuador de la labor Schliemanniana,
quien identificó la Troya homérica como la VI de las encontradas sucesivamente.
La mencionada ciudadela está localizada en las ruinas de las fortificaciones de
Hisarlik, en las inmediaciones de la boca de los Dardanelos.
Nuevas excavaciones realizadas entre 1932 y 1938 dirigidas por Carl W.
Blegen situaron la Troya homérica en el nivel Troya VII.
Uno de los mitos máximos de todos los tiempos resurgía del polvo. La
maravillosa gesta troyana, transcurridos mas de treinta siglos, continúa agitando
la imaginación y el espíritu, del mismo modo que todavía agita sus playas el
viento que sopla sin cesar entre las altas hiervas; un viento que no existe en
ningún otro punto de esa zona, y que ya Homero describió. Un viento en cuyo
hálito Aquiles sigue arrastrando el cadáver de Héctor, frente a las murallas de la
invencible Troya.
ESPACIO
En la Ilíada, Homero describe una ciudad y su entorno, presumiblemente en la
edad del bronce. Esta ciudad estaba cerca del Monte Ida, en el noroeste de
Turquía.

La Ilíada es una epopeya griega y el poema más antiguo escrito de la literatura


occidental. Está tradicionalmente atribuida a Homero. Narra los acontecimientos
ocurridos durante 51 días en el décimo y último año de la guerra de Troya. El
título de la obra deriva del nombre griego de Troya, Ιlión.

TIEMPO
La fecha de su composición es controvertida: la opinión mayoritaria la sitúa en la
segunda mitad del siglo VIII a. C., pero hay algunos estudiosos que pretenden
situarla en el siglo VI a. C., mientras otros defienden que hay algunas partes del
poema que deben ser muy anteriores, como el catálogo de naves del canto II.

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