Vous êtes sur la page 1sur 10

UNIVERSIDAD DE CHILE

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES


DEPTO. DE CIENCIAS HISTÓRICAS
Nombre de la asignatura: CBT. Judaismo ¿Religión o Cultura?
Profesora: Ana Tapia

Judaísmo

La visión de la muerte en el Judaísmo

Nombres: Alexis Adasme

Fecha: 18 de diciembre de 2015.


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo será en su mayoría de estilo investigativo, ya que no se podría realizar


un análisis profundo del tema sin los suficientes conocimientos.

Por otra parte, creo que no es pertinente emitir un juicio de opinión acerca de este tipo de
cuestiones, ya que son creencias y prácticas incuestionables para cada religión. Por ese
motivo el trabajo no contendrá comentarios personales.

El judaísmo es una alianza entre una tierra, un dios y un pueblo. Es la religión de los que se
sienten herederos de una tierra escogida por Dios y elegida por ese pueblo según lo dicho
anteriormente no se puede comprender al judaísmo sin conocer el pasado de ese pueblo: su
geografía e historia. Este pasado son pastores nómadas guiados por sus padres. Toda la
historia de los judíos transcurre entre el Tigris y el Éufrates en la denominada media luna
fértil que es una tierra muy reducida. La vida de este pueblo y esta religión se caracteriza en
que siguen adorando a su dios después de las muchas penurias y hambrunas que pasan por
culpa de las personas e ideologías que no dejaban vivir a los judíos tranquilos con sus
familias y amigos

JUDAISMO

La palabra judaísmo se refiere a la religión, la tradición y la cultura del pueblo


judío. Es la más antigua de las tres religiones monoteístas más difundidas (junto con el
cristianismo y el islam), y la menor de ellas en número de fieles. Del judaísmo se
desglosaron, históricamente, las otras dos religiones.

Aunque no existe un cuerpo único que sistematice y fije el contenido dogmático del
judaísmo, su práctica se basa en las enseñanzas de la Torá, también llamada Pentateuco,
compuesto por cinco libros. A su vez, la Torá o el Pentateuco es uno de los tres libros que
conforman el Tanaj (o Antiguo Testamento, según el cristianismo), a los que se atribuye
inspiración divina.

En la práctica religiosa, la tradición oral también desempeña un papel importante. Según las
creencias, fue entregada a Moisés junto con la Torah y conservada desde su época y la de
los profetas. La tradición oral rige la interpretación del texto bíblico, la codificación y el
comentario. Esta tradición oral fue transcrita, dando nacimiento a la Mishná, que
posteriormente sería la base del Talmud y de un enorme cuerpo exegético, desarrollado
hasta el día de hoy por los estudiosos. El compendio de las leyes extraídas de estos textos
forma la ley judía o Halajá.

El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un Dios omnisciente, omnipotente y


providente, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley
contenida en los Diez Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y
cuarto de la Torá. Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición
oral constituyen la guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía
mucho de unos grupos a otros.

Otra de las características del judaísmo, que lo diferencia de las otras religiones
monoteístas, radica en que se considera no solo como una religión, sino también como una
tradición, una cultura y una nación. Las otras religiones trascienden varias naciones y
culturas, mientras que el judaísmo considera la religión y la cultura concebida para un
pueblo específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar
su religión, aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la
palabra. Asimismo, el judío ha sido comisionado por sus escrituras a ser «luz a las
naciones» y propagar el monoteísmo ético por todo el mundo. La religión, la cultura y el
pueblo judío pueden considerarse conceptos separados, pero están estrechamente
interrelacionados. La tradición y la cultura judía son muy diversas y heterogéneas, ya que
se desarrollaron de modos distintos en diferentes comunidades y cada comunidad local
incorporó elementos culturales de los distintos países a los que llegaron los judíos a partir
de la dispersión.

¿QUIEN ES JUDIO?

La identidad judía no depende en primer lugar de la aceptación de creencias o del


seguimiento de un modelo de vida determinado. Existen dos versiones sobre quiénes
conforman la religión judía.
En primer lugar, el judaísmo ortodoxo defiende que la Ley judía (halajá) establece que
aquel que ha nacido de madre judía, o ha realizado un proceso de conversión (guiur)
conducido por un rabino, comunidad judía (sinagoga) y finalizado ante un beitdin (tribunal
rabínico) ortodoxos, es judío por definición.

En segundo lugar, el judaísmo conservador defiende los mismos puntos, con la


particularidad de que los procesos de conversión aceptados son los realizados por la
ortodoxia (proceso anteriormente citado) o por los beitdin propios del judaísmo
conservador.

En tercer lugar, los reformistas creen que son judíos aquellas personas que han «nacido de
madre o padre judíos» o se han convertido ante un beitdin ortodoxo, conservador o ante un
rabino reformista (cabe mencionar que cada rabino reformista tiene libertad para decidir
cuándo un prosélito pasa a ser judío). A este punto cabe añadir que los rabinos reformistas
que habitaban en América establecieron que los hijos de padre judío podían ser
considerados como tales si recibían algún tipo de educación judía. Esto se debe a que un 57
por ciento de los hombres judíos decidían casarse fuera del grupo de mujeres judías.

Por lo tanto, ser judío es una cuestión de descendencia física o adopción espiritual, por
medio de hacerse prosélito, (descendientes biológicos o espiritualmente de los patriarcas
Abraham, Isaac y Jacob). Según la Halajá, una persona judía puede ser cristiana o
musulmana, sin perder su condición formal de judío pero perdiendo los derechos religiosos
y comunitarios (por ejemplo, el derecho a la sepultura en un cementerio judío).

SIMBOLOS Y SIGNOS

La estrella de David: El símbolo principal del judaísmo y del estado judío es la estrella de
David, Sus triángulos representan el sol el fuego y la energía masculina entrelazados con la
luna, el agua y la energía femenina.

Jerusalén: La ciudad sama del judaísmo el islam y el cristianismo. Fue la primera capital
del antiguo reino judío y el lugar del segundo templo construido hace tres mil años. Para los
hebreos la ciudad se ha convertido en el símbolo de la patria judía.
Hanukkáh (JANUCÁ): Esta menorah de ocho brazos se emplea pava la celebración de la
Hanukkáh, fiestas de las luces. Las velas se encienden durante ocho noches consecutivas
para señalar el milagro de una provisión de aceite sacramental que duró ese tiempo, cuando
la luz eterna de Jerusalén se volvió a encender en 164 a. C.

Shofar: El cuerno shofar señala el año nuevo judío. RoshHashaná.y recuerda a los hebreos
que deben arrepentirse antes del Día del Gran Perdón. El shofar es un cuerno de camero en
recuerdo del animal que Dios dio a Abraham para el sacrificio.

Mezuzá: Según la tradición, la mezuzá se coloca en el poste de la entrada delantera con una
minúscula inscripción con palabras de fa Biblia, Éstas piden al pueblo el amor a Dios y
resumen el corazón de la fe judía.

Sinagogas: Desde el año 70 de nuestra era, fecha en la que el Segundo Templo de Jerusalén
es destruido por el Imperio romano, la sinagoga pasa a ser el lugar de preferencia para el
culto, aunque el judaísmo no emite una preferencia sobre un lugar específico para dicha
actividad. En hebreo, la sinagoga se llama BethaKenéset o "lugar de reunión".

Los hombres al entrar a la sinagoga se ponen una kipá sobre su cabeza. También se
acostumbra a utilizar espacios normalmente destinados al estudio para la oración. A los
miembros del clero se les llama rabinos o jajamim

Corrientes del judaísmo: Existen varias doctrinas derivadas del judaísmo. El judaísmo a lo
largo de la historia se ha dividido en diferentes grupos, lo que no significa que sus
relaciones con diferentes comunidades se pierdan; por el contrario, el judaísmo está muy
unido en torno a sus comunidades.

Jasidismo: Movimiento ultra ortodoxo fundamentalista. El jasidismo fue creado en Polonia


a principios del siglo XVIII. Su fundador fue el rabino Israel ben Eliezer, también conocido
como el Baal ShemTov. Los seguidores del jasidísmo desearon crear un judaísmo más
alegre y menos académico.

Judaísmo ortodoxo: El judaísmo ortodoxo presenta la religión como una sola unidad, sin
corrientes alternas, y como un estilo de vida regido por la Ley Suprema. Afirma que la la
festividad de pésaj, el shabat (sábado) y todos los preceptos de la Torah (tanto la parte
escrita como la parte oral) que conforman el comportamiento del judío fueron entregadas
por Yahveh mismo a Moisés hace unos 3.300 años.

Moisés a su vez enseñó estas leyes a todo el pueblo israelita, que como una sola entidad
aceptó cumplirlas antes de saber en qué consisten o el porqué de cada una de ellas, con una
disposición única de entidad indivisible. De aquí que se conozca como ortodoxo al judío
que cumple con todos los preceptos entregados, siendo que el significado de la palabra
ortodoxo es: "generalmente aceptado, posición de ideas que son aprobadas por todos".

Considera que las leyes fueron entregadas no solamente a esta generación, sino también
dirigidas a todos sus descendientes, y contienen en sí todas las facetas que se puedan pensar
que requieran su aplicación. Por ende, todos los avances de la tecnología moderna y la
ciencia no hacen "obsoleta" a ninguna de estas leyes; al contrario, ayudan a su
cumplimiento con mayor facilidad.

Afirma que la Tora (Pentateuco) no representa un símbolo ni es un conjunto de sermones


para el judío, sino un programa de vida, para aplicarse a cada momento. Se basa en el amor
al prójimo, enfatizándose en la tolerancia y comprensión y la preocupación por ayudar a
todos y cada uno de los miembros de la comunidad - todo esto dentro del cuadro de las
obligaciones que impone la Torá escrita y oral.

Judaísmo conservador: También conocido como judaísmo masortí o tradicionalista (del


hebreo masóret, "tradición"). Formado en Estados Unidos a través de la fusión de dos
grupos distintos: judíos reformados que se habían alejado de la ley judía, y judíos ortodoxos
que se oponían al rechazo de la ley judía. Enfatizan que los judíos constituyen una nación,
de la misma manera que una religión y su observancia de la ley es limitada.

Los conservadores no siguen la ley judía en su totalidad, sino que se inclinan hacia una
libre interpretación, no siempre basada en la tradición de los sabios.

Judaísmo reformado: El judaísmo reformado (también llamado "reformista", "progresista",


"progresivo" y "liberal") defiende la autonomía individual en lo relativo a la interpretación
de los preceptos religiosos. Con todo, entre los judíos reformados existen los siguientes
planteamientos, Rechazo de la segregación sexual y defensa de los derechos de la mujer.
Hombres y mujeres rezan en las sinagogas reformadas de manera conjunta. Ausencia de
integrismo en su interpretación de los preceptos religiosos. Dichos preceptos fueron escritos
por personas influidas por su sociedad, y no debe realizarse una interpretación literalita,
sino adecuada al contexto. Defensa del matrimonio homosexual. Fuerte compromiso social.

Consideración del Mesías como símbolo de una sociedad idílica en la que se cumplen los
principios de paz y fraternidad, y no como una persona individual que instaurará dicho
orden.

Judaísmo humanista secular: Los judíos seculares son aquellos que pertenecen al pueblo
judío por ascendencia familiar, en concordancia con las leyes del judaísmo pero sin
embargo se esfuerzan poco o nada por practicar las leyes judías. La mayoría de los judíos
seculares son indiferentes al judaísmo, el cual forma parte relativamente pequeña de su
identidad. Esto último los diferencia de los judíos humanistas seculares.

El judaísmo humanista secular es una corriente que ve al hombre como centro del mundo y
de la vida judía, a diferencia de las otras corrientes que subrayan la centralidad de Dios.
Para los judíos humanistas seculares la religión y sus leyes no necesariamente deben regir
el comportamiento del individuo. Esta corriente destaca los valores humanistas universales,
que se basan históricamente en las fuentes judías. Los distintos libros del judaísmo son
remarcados como fuentes de inspiración para los conceptos de libertad, justicia, justicia
social, solidaridad, respeto y ayuda al prójimo, tolerancia y demás.

Esta corriente, al igual que la reforma, es uno de los intentos de adaptar el judaísmo y
compatibilizarlo con las distintas posibilidades de identidades seculares y nacionalistas, que
surgen como consecuencia de la Revolución francesa.

LA CONCEPCION DE LA MUERTE EN EL JUDAISMO

El concepto de la muerte en las distintas culturas o religiones, tiene una sola respuesta, cual
será nuestro de venir después de nuestra vida en la tierra, puede que la religión judía no
tenga muchas diferencias a la cultura occidental cristiana, pero el porvenir de la propia
cultura hace que tenga su tono distintivo.

El remitirnos a los pasajes de la biblia o del toráh, podemos encontrarnos en la distinción de


ser un humano con vida, a diferencia de Dios, es aquí el principio del concepto de muerte,
ya que somos mortales, “nefesh jayiá”, una persona viva.
La creencia en otra vida, más allá de esta estancia terrenal, daba lugar al cumplimiento de
diversos ritos y ceremonias por parte de los familiares del difunto. Antes de que se
produjera el fallecimiento del ser querido, el moribundo era confortado por el rabí, quien le
dirigía en la realización de los actos de constricción y en la recitación de oraciones como el
Shemah Yisra'el.

Una vez producido el fallecimiento se cerraban enseguida los ojos del cadáver, con el fin de
evitar que se siguiese divisando el mundo terrenal pudiera tener dificultades para discernir
el más allá. La Toráh ordena que los muertos sean sepultados de inmediato y que nadie se
contamine con ellos por eso esta prohibido hacer autopsias en su religión. El cadáver del
difunto debía ser cuidadosamente lavado (rehisah), ya que la muerte era considerada por
los judíos como causa de un alto grado de impureza; todo lo que entraba en contacto con el
cadáver se volvía impuro. Asimismo se procedía a afeitar el pelo y el vello y a cortar las
uñas del difunto.

Mientras se aseaba el cadáver, se preparaba la mortaja. En el amortajamiento del cadáver


esta totalmente prohibido los adornos de oro y plata.

Según la costumbre de los judíos, a medio camino entre la práctica religiosa y la


superstición, cuando una persona fallecía debían ser vaciados todos los depósitos de agua
que había en la casa. El origen de esta costumbre se encuentra en la creencia de que el
"ángel de la muerte", después de llevar a cabo su letal acción, limpiaba su espada mortífera
en las aguas que encuentra a su alcance. Otra costumbre también muy extendida entre los
judíos, consistía en colocar en la boca, debajo de la lengua, o en la mano del difunto una
moneda o pieza pequeña de oro o plata.

Ya en el cementerio el cadáver era enterrado en una fosa con o sin ataúd, dependiendo de
las comunidades. La posición que adoptaba el cadáver sobre la fosa era horizontal orientada
hacia el oeste, la cabeza y los pies hacia el este; de manera que al resucitar el Día del Juicio
Final lo primero que haría sería dirigir su vista hacia Jerusalén. Entre los judíos esta
prohibido la cremación de los cuerpos por considerar esta práctica contraria a la creencia de
la resurrección de la carne.

Concluida la ceremonia del enterramiento se iniciaba el luto de los familiares más cercanos
al difunto. Este luto oficial solía durar un año durante el cual el familiar más cercano debía
recitar el quaddish todos los días por el eterno descanso del alma del ser querido. Al
cumplirse el año se colocaba una losa de piedra sobre la tumba del difunto en la que se
grababan algunos versículos bíblicos.

CONCLUSIÓN

¿EXISTE UNA VIDA DESPUES DE LA MUERTE?

En cuanto a la vida después de la muerte, no es un tema muy difundido y explicado por una
sencilla razón: "Dios te dio vida y un objetivo (mitzvot), por lo cual dedícate a vivir y hacer
todo lo posible mientras estés vivo". El judaísmo no se centra en atemorizar a la gente con
inventos como el infierno o cosas así. Por el contrario, incentiva a cumplir preceptos por el
simple hecho de que es una obligación, sin castigos de por medio. Para el judaísmo no
existe algo como el infierno ni mucho menos. Hay un "lugar"(Yorzeit), que puede asociarse
a algo parecido al infierno para los cristianos por el que pasan determinadas almas que se
comportaron de una manera "no correcta". Este "infierno" es un lugar que sirve para
purificarte, en el cual un alma permanece una cantidad de tiempo finita para corregirse de
las acciones negativas que pudo haber hecho, pero nada tiene que ver con un diablo que te
tortura eternamente. Cuando el cuerpo muere, si es sometido a un juicio y en base a sus
acciones puede pasar por este "infierno" o bien puede ir al gran edén (paraíso).
Lo importante es hacer las cosas bien en vida para garantizarse un lugar en el mundo por
venir.
BIBLIOGRAFIA

-Enciclopedia Judaica Castellana, Weinfeld Ed., Mexico, vol. , p.Sidur Art Scroll, Rav meir
Zlotowitz y Rav Natan Scherman, redactors generales Trad. Yosef

-Mendoza. The Art Scrolls Series, Mesorah Publications Ltd.1998

-Tanaj The stone Edition, Edited by Rabbi Nosson Scherman. The Art Scrolls Series,
Mesorah Publications Ltd.1998

-Tapia-Adler, A. Costumbres y Tradiciones judías. 2ª ed. Bank Leumi, Santiago, 2002.

-Tapia-Adler, A “Reflexiones en torno a la concepción judaica de la muerte”. En:


Concepciones culturales en torno al fenómeno de la muerte, V Jornadas Interdisciplinarias
de Religión y Cultura, Centro de Estudios Judaicos, Universidad de Chile, Santiago 1997.
Pp. 159-175.

Vous aimerez peut-être aussi