MÓDULO 0200- EL MÉTODO EXPERIMENTAL EN PSICOLOGÍA 1

EL PLAN EXPERIMENTAL .................................................................... 2

EL INFORME DE EVIDENCIA .............................................................................. 2
MÉTODOS PARA OBTENER EL INFORME DE EVIDENCIA ............................. 2
Métodos No Experimentales .................................................................... 2
Métodos Experimentales ........................................................................... 3
TIPOS DE EXPERIMENTOS ................................................................................. 5
PLANEACIÓN DE UN EXPERIMENTO ................................................................ 6
UNIDAD I. Delineamiento Del Plan Experimental ................................................ 6

EL MÉTODO EXPERIMENTAL

Lectura 2

McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque

metodológico. México. Trillas. pp. 77-96.

Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:

McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México. Trillas.
UNIDAD I EL MÉTODO EXPERIMENTAL
MÓDULO 0200- EL MÉTODO EXPERIMENTAL EN PSICOLOGÍA
EL PLAN EXPERIMENTAL
EL INFORME DE EVIDENCIA
Se ha hecho notar que una investigación científica se inicia con un
problema. Este debe ser soluble y puede expresarse en forma de
pregunta (capítulo 2). Después, la investigación procede con la
formulación de una o varias hipótesis como soluciones posibles al
problema (capítulo 3). En la siguiente fase de las investigaciones
científicas se prueban hipótesis (una o varias) para determinar si son
probablemente verdaderas o falsas. Esto equivale a conducir un
estudio en el cual se obtienen ciertos resultados empíricos que se
relacionan con la hipótesis. Entonces se resumen los resultados del
estudio en forma de un informe de evidencia. Para los propósitos
inmediatos, considérese simplemente que un informe de evidencia es
un enunciado resumido de los resultados de una investigación; es
decir, es una oración que expresa en forma concisa lo que se
encontró en la investigación. Una vez que se ha formado el informe
de evidencia, se le relaciona con la hipótesis. Al comparar la
hipótesis (predecir cómo se producirán los resultados del
experimento) con el informe de evidencia (el enunciado de cómo se
produjeron los resultados), es posible determinar si la hipótesis es
probablemente verdadera o falsa. Ahora es necesario investigar los
diferentes métodos en psicología para obtener datos, que puedan
utilizarse para llegar a un informe de evidencia. Esto exige un repaso
de los diferentes métodos de investigación científica en psicología.
MÉTODOS PARA OBTENER EL INFORME DE EVIDENCIA
Los métodos a estudiarse tienen en común el hecho de que
proporcionan al investigador la oportunidad de reunir datos con los
cuales, sin tomar en cuenta el método específico utilizado para
obtenerlos, puede formularse un informe de evidencia.
Métodos No Experimentales
Debido a que éste es un libro sobre metodología experimental, se
enfatizarán naturalmente los métodos experimentales. Pero para
realizar aquí esa perspectiva es bueno considerar brevemente,
también, los no experimentales. En el capítulo 12 se tratarán
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
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extensamente algunas alternativas de investigación en la
experimentación.
La forma de clasificar los métodos no experimentales es hasta
cierto punto arbitraria y varía con la fuente de clasificación. Existen
dos tipos generales de métodos que pueden contrastarse con el
experimental. El primero a considerar es el método clínico (llamado
en ocasiones "Método de caso clínico" o "método de historia de
vida"). Tradicionalmente, el psicólogo utilizó este método en un
intento por ayudar a un cliente a resolver problemas personales,
fueran éstos emocionales, vocacionales, o de otro tipo. En una forma
común del método clínico, el psicólogo intenta ayudar reuniendo toda
la información importante sobre la persona. El interés abarca todos
los aspectos de la vida de la persona, desde el nacimiento hasta el
presente. Algunas de las técnicas para reunir esta información
pueden ser una entrevista intensiva, registros de exámenes, admi-
nistración de pruebas psicológicas, preguntas a otras personas sobre
el individuo, estudio de los trabajos escritos de la persona, o la
obtención de cuestionarios biográficos. Luego, con base en tal
información, el psicólogo trata de determinar los factores que
condujeron al desarrollo del problema de la persona. Esto conduce a
la formulación de una hipótesis informal, sobre la causa del problema
de la persona; la colección posterior de datos ayudará a determinar si
la hipótesis es probablemente verdadera o falsa. Una vez que el
problema y los factores que condujeron a su evolución son revelados
por la persona, el psicólogo tratará de ayudar al individuo a que logre
un mejor ajuste a las circunstancias. Debe notarse que el método
clínico se usa generalmente en sentido aplicado, contrario al básico,
debido a que su propósito usual es resolver un problema práctico, no
hacer avanzar la ciencia. Sin embargo, las observaciones de la
conducta a través de este método pueden ser una fuente de hipótesis
más generales, que puede sujetarse a pruebas limitantes.
El segundo método general no experimental es el de la
observación sistemática. Al utilizar este método, el investigador toma
un evento como ocurre en forma natural y lo estudia, sin esfuerzo por
producir o controlar el evento, como sucede en la experimentación.
La técnica popular de observación natural, como se utilizó en el
estudio de niños en juegos libres, sería un ejemplo del uso de este
método. El propósito aquí puede ser determinar qué clases de
habilidades poseen los niños de cierta edad. Pueden tenerse
disponibles algunos tipos de dispositivos de juego para los niños, y
UNIDAD I EL MÉTODO EXPERIMENTAL
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se observa y registra su conducta según juegan. Otro ejemplo del
uso de observación sistemática puede ser un estudio sobre el pánico.
De ordinario no se induce pánico en grupos de personas para estudio
psicológico. Antes bien, los psicólogos generalmente esperan hasta
que el pánico ocurre en forma natural, y luego lo exponen para su
estudio. Un ejemplo de cómo los psicólogos sociales estudiaron el
pánico fue después de la dramatización radiofónica de Orson Wells
de La Guerra de los Mundos, de H.G. Wells. Los psicólogos se
interesaron en el por qué ocurría el pánico y por tanto, entrevistaron a
personas que participaron en él (Cantril, 1940). Los etólogos
generalmente utilizan este enfoque en su estudio sobre animales en
su ambiente natural. Casos más elaborados del método de
observación sistemática se presentarán en el capítulo 12, en diseños
cuasi experimentales.
Los datos obtenidos mediante el método de observación
sistemática pueden utilizarse para probar hipótesis mediante la
estructuración de informes de evidencia, pero es obvio que existen
algunas limitaciones importantes. Tales limitaciones se estudiarán
brevemente, después de una consideración del método experimental.
Métodos Experimentales
En las primeras etapas del desarrollo de una ciencia, los métodos
no experimentales tienden a ser más importantes. En algunas
ciencias, por ejemplo la sociología, hay poca esperanza de que
puedan usarse generalmente cualesquier métodos, excepto los no
experimentales. Esto se debe principalmente a que la sociología se
interesa bastante en el efecto de la cultura actual y de las normas
sociales sobre la conducta, y es difícil manejar estos factores como
variables independientes en un experimento. En los campos que son
básicamente susceptibles a la experimentación, sin embargo, con el
tiempo ocurre un cambio en la metodología al acumularse el
conocimiento. Las investigaciones científicas se vuelven cada vez
más minuciosas debido a que los sucesos de naturaleza
"espontánea" no son adecuados para permitir las observaciones
necesarias. Esto conduce a la creación de condiciones especiales
para provocar los eventos deseados bajo circunstancias favorables
para observaciones científicas y entonces pueden originarse los
experimentos. Por tanto, el experimentador toma una parte activa al
producir el evento. Algunas ventajas de este enfoque las expresaron
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bien Woodworth y Schlosberg:
1. El experimentador puede hacer que ocurra el evento cuando lo
desee. De manera que puede estar totalmente preparado para
la observación exacta.
2. Puede repetir su observación bajo las mismas condiciones para
verificación; y puede describir sus condiciones y capacitar a los
demás experimentadores a duplicarlas y realizar una verificación
independiente de sus resultados.
3. 3. Puede variar las condiciones sistemáticamente, y notar la
variación en los resultados... (1955, pág. 2).
Debido a que la psicología se interesa en la conducta de los
organismos, al utilizar métodos no experimentales, el psicólogo debe
esperar a que ocurra en forma natural la conducta que le interesa. El
investigador no tiene control sobre la variable a estudiarse, y sólo
puede observar el evento en su estado natural. La característica que
tienen en común todos los métodos no experimentales, es que las
variables que se evalúan no las manipula expresamente el
1
investigador. De ello resulta que, cuando se prueba una teoría
utilizando el método experimental, es más conclusiva que si se
prueba mediante un método no experimental. Dicho de otra manera,
el informe de evidencia obtenido a través de experimentación, es
más confiable que el obtenido mediante el uso de un método no
1
Para enfatizar esta definición de un experimento, supóngase que nos interesa la
forma en la que la velocidad de aprendizaje cambia con la edad. Se puede tener un
grupo de personas de 20 años de edad, y un grupo de personas de 60 años de edad.
Ambos grupos aprenderían la misma tarea. Aunque esto puede parecer a primera vista
como un "experimento", no se clasificaría así debido a que no manipulamos con
propósito la "variable independiente" (edad de los participantes). Más bien, se
selecciona un participante para que se ajuste a ciertos requerimientos de edad. Es obvio
que "la edad de los participantes" no es una variable sobre la cual un investigador tiene
control. No es posible decir a un participante: "Tú tendrás 20 años de edad", y a otro
participante: "Tú tendrás 60 años de edad". Por tanto, esta investigación tipifica el uso
del método de observación sistemática. Dicho de otra manera, como se verá, los
participantes en un experimento están asignados al azar a los grupos experimental y de
control. Pero en el método de observación sistemática no. Aunque pueden utilizarse dos
grupos en la observación sistemática, lo que se llamaría "grupo de control" en un expe-
rimento se llama "grupo de comparación" —uno en el cual los participantes no están
asignados al azar—. Ésta es una diferencia importante en el diseño.
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experimental. Esto es verdad principalmente debido a que la
interpretación de los resultados es más clara en un experimento. La
interpretación ambigua de resultados puede ocurrir con métodos no
experimentales, primordialmente debido a la falta de control sobre
variables externas. Es difícil, o a menudo imposible en un estudio de
observación sistemática, estar seguro de que los hallazgos con
respecto a la variable dependiente, son debidos a la variable
independiente, porque pueden provenir de una variable externa no
controlada que estaba presente en el estudio. En métodos no
experimentales también es generalmente más difícil definir las
variables estudiadas que cuando se producen realmente, como en un
experimento.
Sin embargo, todo esto no significa que el método experimental
sea perfecto para contestar preguntas. Éste ciertamente puede
conducir a errores y en manos de experimentadores mediocres los
errores en ocasiones son grandes. Sin embargo, relativamente
hablando, se prefiere el método experimental, siempre que pueda
usarse apropiadamente. Pero si no puede utilizarse, entonces lo
mejor que se puede hacer es usar el método de observación
sistemática. Por tanto, cuando no es posible producir los eventos a
estudiar, como en el ejemplo del pánico, hay que basarse en los
métodos no experimentales. Pero sin olvidar que cuando se
seleccionan eventos para estudio, más que producirse y controlarse,
debe tenerse precaución al aceptar el resultado.
Una crítica frecuente al método experimental es que cuando se
crea un acontecimiento en el laboratorio para su estudio (como
generalmente sucede) se cambia consecuentemente la naturaleza
del evento. Por un lado, el evento no ocurre naturalmente en forma
aislada, como se hace que ocurra (relativamente) en el laboratorio,
porque en el mundo natural siempre hay muchas otras variables que
influyen sobre él. La crítica a los experimentos basada en tales
fundamentos es injustificable, ya que eso es realmente lo que se
desea saber—con toda intención se intenta descubrir cómo es el
evento cuando no está influenciado por otros eventos. Entonces es
posible transferir el evento a su situación natural, en cuyo caso se
sabrá más acerca de cómo se produce. El hecho de que algún
evento puede parecer diferente en una situación natural, comparada
con la del laboratorio, significa simplemente que está influido por
otras variables, las cuales a su vez necesitan llevarse al laboratorio
para su investigación. Una vez que se han estudiado en forma
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aislada, en el laboratorio, todas las variables importantes que existen
en condiciones naturales, y se ha determinado en qué forma influyen
todas ellas sobre la variable dependiente y entre sí, entonces se
habrá logrado una comprensión total del evento natural. Sin tal
análisis gradual de eventos en el laboratorio, es probable que nunca
se puedan comprender adecuadamente.
Ahora, aunque se han hecho algunos enunciados firmes a favor
del análisis de eventos en el laboratorio, será útil reconocer la
posibilidad de que los eventos puedan realmente cambiarse o incluso
"destruirse." Esto ocurre cuando el experimentador simplemente no
ha tenido éxito en transferir el evento al laboratorio. Se produce un
evento completamente diferente al que se estudiaba. Por ejemplo,
puede ser que la conducta de la persona en un experimento pueda
ser diferente de lo que sería "en la vida real." Es decir, un participante
que está consciente de que participa en un experimento, puede
comportarse en forma diferente a la usual. Lo mejor que puede
decirse para esta situación es que con frecuencia los eventos no
pueden estudiarse en forma adecuada, a menos que se lleven al
laboratorio, y por lo menos en el laboratorio pueden introducirse con-
troles adecuados de manera que, incluso si el evento se distorsiona
por la observación, puede estudiarse manteniendo constante ese
efecto.
Skinner (1953, pág. 435), tocó un punto similar cuando dijo, en
esencia, que algunas características de conducta son demasiado
complejas para comprenderlas a través de la observación casual de
la vida diaria —encontrar las variables importantes que determinan
una cierta clase de conducta requeriría un tiempo considerable, e
incluso entonces no sería posible encontrarlas a través de tal
enfoque de sentido común. Pero con dispositivos de registro
adecuados en el laboratorio y bajo condiciones controladas, se
pueden determinar las variables responsables del evento. Estos
hallazgos pueden utilizarse con mucha ventaja en estudios
posteriores del mundo complejo sin limitación. Para ilustrar su punto,
Skinner sugirió que la observación casual ha conducido a los legos a
concluir que puede eliminarse un tipo particularmente indeseable de
conducta castigando a la persona. El castigo produce resultados
rápidos; un tipo particular de conducta parece desaparecer
inmediatamente si el que la despliega es castigado. Sin embargo,
estudios reales de laboratorio han indicado que el castigo es bastante
inefectivo para eliminar una respuesta. Mientras que puede tener
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efecto en una supresión temporal, no parece eliminar la conducta en
forma permanente, incluso cuando se aplica durante un largo periodo
de tiempo. Una técnica más efectiva para eliminar una respuesta es
el proceso de extinción, pero el descubrimiento de este hallazgo no
hubiera podido hacerse a partir de la observación de la vida diaria.
Esto requirió investigación de laboratorio.
TIPOS DE EXPERIMENTOS
En sus lecturas puede encontrar algunos términos que se refieren
a diferentes tipos de experimento; para evitar una posible confusión,
se estudiarán aquí algunos de ellos. Primero, nótese bien que el
método experimental general permanece invariable a pesar del tipo
de problema al cual se aplique de manera que, de manera estricta,
no se está hablando de diferentes tipos de experimentos, sino de
diferentes tipos de problemas y propósitos para los cuales se utilizan.
Para aclarar esto, contrástense los experimentos de exploración con
los de confirmación. El tipo que use el experimentador dependerá del
estado de conocimiento relativo al problema que se trata. Si se
conoce poco sobre un problema en particular, el experimentador
realiza un experimento de exploración. Cuando falta mucho
conocimiento sobre el problema, generalmente no se está en po-
sición de formular una solución posible —generalmente no se postula
una hipótesis explícita que pueda guiar para predecir tal o cual
suceso. El experimentador simplemente es curioso, reúne algunos
datos, pero realmente no tiene ninguna base para suponer cómo se
producirá el experimento. Aunque podemos no tener una hipótesis
explícita, existe una hipótesis "informal" que hemos decidido
investigar —el efecto de una variable específica sobre otra, más que
el de cualquier otra variable en una multitud de variables. Pero este
tipo de hipótesis no está lo suficientemente desarrollado para
predecir qué clase de efecto tendrá una variable sobre la otra, ni
siquiera si habrá un efecto. Puede verse que el experimento de
exploración se realiza en las primeras etapas de investigación de un
área de problemas. Al reunir datos relacionados con el problema,
cada vez somos más capaces de formular hipótesis de una
naturaleza más clara. Por tanto, se puede predecir, con base en una
hipótesis, que deben ocurrir tales o cuales eventos. En esta etapa de
desarrollo del conocimiento se realiza el experimento de
confirmación, es decir, se comienza con una hipótesis explícita que
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se desea probar. Con base en esa hipótesis, se predice el resultado
del experimento; se lleva a cabo el experimento para determinar si el
resultado es, realmente, el que predijo la hipótesis. Dicho de otra
manera, el experimento de exploración se utiliza primordialmente
para encontrar nuevas variables independientes que afecten a una
variable dependiente en particular, mientras que el experimento de
confirmación se utiliza para reafirmar que una variable específica es
influyente. En el experimento de confirmación se pudiera desear
(también determinar) el grado y forma precisa en que una variable
influye sobre la otra o, más generalmente, determinar la relación
funcional (cuantitativa) entre las dos variables. Underwood (1949,
págs. 11-14), utilizó dos términos descriptivos para referirse a los
problemas que generalmente resuelven los dos tipos de
experimentos. El experimento de exploración se refiere a un tipo de
problema "Me pregunto qué pasaría si hiciera esto", en tanto que el
experimento de confirmación es análogo al tipo de problema
"Apuesto que pasaría esto si hiciera esto otro".
Sin importar el estado de conocimiento en un área de problemas
específica, el propósito inmediato de un experimento es llegar a un
informe de evidencia. Si el experimento es de exploración, puede
utilizarse el informe de evidencia como base para formular una
hipótesis específica, precisa. En un experimento de confirmación, se
utiliza el informe de evidencia para aeterminar si la hipótesis es
probablemente verdadera o falsa. En el último caso, si la hipótesis no
está de acuerdo con el informe de evidencia, puede modificarse para
que se ajuste mejor a los datos, y entonces probarse en un nuevo
experimento. Si la hipótesis se apoya en el informe de evidencia,
entonces aumenta su probabilidad de ser verdadera. Además de
proporcionar tal comprensión general, la distinción entre estos dos
tipos de experimentos tiene implicaciones directas para los tipos de
diseños experimentales que se emplean, siendo más eficiente un tipo
de diseño para el experimento de exploración, mientras que otro es
más eficiente para el experimento de confirmación. Estos diseños se
estudiarán más adelante.
En ocasiones puede encontrarse el término "experimento crucial"
(experimensum crucis). Este término se utiliza para describir un
experimento que implica probar simultáneamente una o varias
"contrahipótesis" con la hipótesis primaria de interés. Por ejemplo,
puede ser posible diseñar el experimento de manera que si los
resultados son de una forma, puede decirse que una hipótesis está
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confirmada y la segunda no, y si los resultados apuntan en otra
dirección, se dice que la primera hipótesis no está confirmada y la
segunda sí. De forma ideal, un experimento crucial es aquél cuyos
resultados implican una teoría y descartan todas las posibles teorías
alternativas. Sin embargo, rara vez, si no es que nunca, se puede
estar seguro de poder expresar en cualquier tiempo dado todas las
hipótesis alternativas posibles. De acuerdo con ello, quizás nunca se
tenga un experimento crucial, sino sólo aproximaciones.
El término estudio o experimento piloto, no tiene relación con la
conducta de operadores de naves aéreas, como lo pensaba un
estudiante, sino que se refiere a un experimento preliminar,
conducido antes del experimento importante. Éste se utiliza
generalmente con sólo un pequeño número de sujetos, para sugerir
que los valores específicos deben asignarse a las variables que se
estudian, tratar ciertos procedimientos para ver qué tan buen
resultado dan, y más generalmente, encontrar qué errores pueden
cometerse al conducir el experimento en la realidad, de manera que
el experimentador pueda estar alerta sobre ellos. Éste es un ensayo
general de la función principal.
PLANEACIÓN DE UN EXPERIMENTO
Dados un problema a resolverse y una hipótesis que es una
solución tentativa para ese problema, se procede a diseñar un
experimento que determine si esa hipótesis es probablemente
verdadera o falsa. En el diseño de un experimento, el investigador
utiliza su ingenio para obtener datos importantes para la hipótesis.
Esto conlleva problemas de técnica experimental tales como: ¿Qué
aparatos permitirán mejor la manipulación y observación del
fenómeno de interés? ¿Qué variables externas pueden contaminar el
fenómeno de primordial interés y es por tanto necesario controlar?
¿Qué eventos deben observarse y cuáles ignorarse? ¿Cómo pueden
observarse mejor y registrarse los resultados del experimento? Al
considerar estos problemas y otros similares, se hace un intento por
reglamentar la posibilidad de reunir evidencia no importante. Por
ejemplo, si las condiciones antecedentes de la hipótesis no se
satisfacen, el in-
forme de evidencia será irrelevante a la hipótesis y se dificultará el
progreso posterior de la investigación. Dicho de otra manera, la
hipótesis dice que si tal y cual es el caso (las condiciones
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antecedentes de la hipótesis), entonces sucederá tal y cual (las
condiciones consecuentes de la hipótesis). La hipótesis equivale a un
contrato que ha firmado el experimentador —el experimentador está
de acuerdo en asegurar que se satisfagan las condiciones
antecedentes. Si el experimentador no satisface ese acuerdo,
entonces cualesquier resultados que se reúnan no tendrán relación
con la hipótesis; serán irrelevantes y, por tanto, no pueden utilizarse
para probar la verdad de la hipótesis. Esto subraya la importancia de
planear adecuadamente el experimento. Porque si éste está
diseñado en forma inapropiada, entonces no pueden hacerse
inferencias de los resultados, o sólo puede ser posible hacer
inferencias para contestar preguntas que el experimentador no ha
formulado. La frecuencia con la cual se proporciona la respuesta
correcta a la pregunta errónea, indica que esto no es una precaución
inútil, en particular por parte de los experimentadores novatos. Si el
único resultado de un experimento es que el experimentador aprende
a no cometer los mismos errores en el futuro, sin duda ésta es una
educación muy costosa.
Es una buena idea para el experimentador hacer el bosquejo de
un plan completo del experimento antes de conducirlo. Una vez que
se ha diseñado en papel el plan completo del experimento, es
aconsejable obtener tanta crítica a él como sea posible. El
experimentador a menudo pasa por alto muchos puntos importantes,
o los ve con una determinación errónea preconcebida y las críticas
de los demás pueden hacer evidentes los errores potenciales. Ningún
científico está fuera de crítica y es mucho mejor aceptar la crítica
antes de conducir un experimento, que cometer errores que puedan
invalidarlo. Ahora se sugiere una serie de pasos que puede seguir el
experimentador en la planeación de un experimento. Obsérvese que,
mientras el plan experimental precede la escritura eventual del
experimento, pueden utilizarse más adelante proporciones ade-
cuadas del plan para su escritura.
Delineamiento Del Plan Experimental
1. Clasificar el experimento. Debe especificarse claramente el
título, así como el tiempo y ubicación del experimento. Con el paso
del tiempo y al acumular el experimentador algunos experimentos de
la misma área de problemas, puede referirse a esta información, sin
mucho riesgo de confundir un experimento con otro.
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2. Consultar la literatura. Debe estudiarse todo el trabajo
anterior que sea importante para el experimento. Ésta es una fase
particularmente importante en el plan experimental por algunas
razones. Primero, ayuda en la formulación del problema. La noción
vaga del experimentador de qué problema desea investigar, a
menudo se hace más concreta consultando otros estudios. O bien, el
experimentador podría ser conducido a modificar su problema
original de tal forma que el experimento se vuelva más valioso. Otra
razón para este estudio de conocimiento pertinente, es que le dice al
experimentador incluso si el experimento necesita o no realizarse. Si
anteriormente se ha conducido esencialmente el mismo experimento
por alguien más, ciertamente no tiene caso repetir la operación, a
menos que ésta esté específicamente diseñada para confirmar ha-
llazgos anteriores. Otros estudios en la misma área también
proporcionan valiosas sugerencias sobre las variables externas que
necesitan controlarse, y sugerencias sobre cómo controlarlas.
La importancia de consultar la literatura nunca se enfatiza lo
suficiente. Los experimentadores que tienden a menospreciarla,
generalmente pagan su precio en forma de errores en el diseño o
alguna otra complicación. El conocimiento en psicología crece con el
tiempo, haciendo más difícil que una persona comprenda los
hallazgos en cualquier área problemática específica. Por tanto, este
paso requiere particularmente mucha atención. También, debido a
que deben compendiarse estudios importantes y referirse a ellos en
la descripción del experimento, esto puede hacerse antes de que se
conduzca el experimento, combinando por tanto dos pasos en uno.
Es muy afortunado contar en psicología con los Psychological
Abstracts, que hacen cualquiera de tales revisiones relativamente
2
fáciles. Todo estudiante de psicología debe intentar desarrollar
destreza en la utilización de los Abstractos.
3. Formular el problema. El experimento se conduce debido a
que hay una ausencia de conocimiento sobre algo. El enunciado del
problema expresa esta falta de conocimiento. Aunque puede
2
El Psychological Abstracts es una revista profesional que publica
mensualmente la Asociación Psicológica Americana. Compendia la mayor
parte de la investigación psicológica y la clasifica de acuerdo a temas (y
autores) de tal manera que es bastante fácil determinar lo que se ha hecho
anteriormente sobre un problema específico. La emisión de diciembre de
cada año resume toda la investigación de ese año.
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desarrollarse el problema con algún detalle a través de una serie de
pasos lógicos, el enunciado real de la cuestión experimental debe ser
conciso. Debe expresarse en forma sucinta y no ambigua, en una
sola oración, de preferencia en forma de pregunta. El enunciado del
problema en forma de pregunta implica que puede contestarse en
forma no ambigua, ya sea positiva o negativamente. Si la pregunta
no puede contestarse de esta manera, en general se puede decir que
no debe conducirse el experimento. Cualquier experimento que valga
la pena implica un riesgo. Si el problema no puede contestarse
definitivamente, ya sea en forma positiva o negativa, el expe-
rimentador no ha arriesgado nada y por tanto, no puede esperar
obtener nuevo conocimiento.
4. Formular la hipótesis. Las variables especificadas en el
enunciado del problema se expresan, en forma explícita en la
hipótesis, como una oración. Para este propósito, se emplean
generalmente las lenguas naturales (por ejemplo el inglés), pero
pueden utilizarse también otros lenguajes (es decir, matemático o
lógico), y de hecho son preferibles. La relación "si... entonces..." se
sugirió como la forma básica para expresar hipótesis.
5. Definir las variables. Las variables independiente y
dependiente se han especificado en el enunciado del problema y de
la hipótesis. Éstas deben ahora definirse de tal forma que sean claras
y no ambiguas —las variables deben definirse operacionalmente. Se
ha enfatizado anteriormente la importancia de esta fase. Para
repetirla aquí, si no es posible tal operación para todas las variables
experimentales, habrá que concluir que la hipótesis no puede
probarse.
6. Dispositivos. Todo experimento abarca dos puntos: (1) debe
manipularse una variable independiente; y (2) debe registrarse el
valor resultante de la variable dependiente. Quizás el tipo de variable
independiente que ocurre con más frecuencia en psicología es la
presentación de ciertos valores de un estímulo; y en cada
experimento se registra una respuesta. El experimentador puede rea-
lizar estas dos funciones en forma manual. Sin embargo, a menudo
es mejor, y de hecho en ocasiones necesario, recurrir a asistencia
mecánica o eléctrica. Por tanto, existen dos funciones generales de
dispositivos en la experimentación psicológica: (1) para facilitar la
administración del tratamiento experimental; y (2) auxiliar en el
registro de la conducta resultante. Considérese cómo pueden
lograrse ventajosamente estas dos funciones en un experimento.
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Las expresiones de la literatura y del lenguaje de la vida diaria

han aludido durante mucho tiempo al significado emocional del
tamaño pupilar de los ojos como, por ejemplo, "sus ojos eran como
platos" o "sus ojos estaban llenos de odio". Hess (1965), condujo una
serie de estudios en los cuales se investigó sistemáticamente este
tema. Su procedimiento general fue presentar una variedad de
estímulos y relacionarlos con los cambios resultantes del tamaño
pupilar. Los participantes observaban el interior de una caja provista
de una pantalla, en la cual se presentaba una imagen estimulante, tal
como se muestra en la figura 4-1. Un espejo reflejaba la imagen del
ojo del participante en una cámara de cine.

Primero se presentó una diapositiva de control durante 10

segundos, esta diapositiva se igualó en brillantez total con una
diapositiva experimental, de manera que los ojos del participante se
adaptaran a la intensidad apropiada de luz. Luego se presentó la
diapositiva experimental durante 10 segundos, y se continuó esta
secuencia de diapositivas de control y experimentales 10 ó 12 veces
en una sesión. Para cuantificar la variable dependiente, se proyectó
la película en una pantalla y se midió el tamaño de la pupila, ya sea
con una regla o electrónicamente mediante fotoceldas. Los
resultados fueron de lo más intrigantes: en general, las imágenes
interesantes o placenteras conducen a dilatación de las pupilas,
mientras que los estímulos no placenteros o desagradables
conducen a constricción pupilar. Por tanto, la presentación de una
mujer semidesnuda produce mayor dilatación de las pupilas de los
hombres que de las mujeres; pero las mujeres muestran una mayor
dilatación que los hombres, ante un hombre semidesnudo o ante la
imagen de una madre con su bebé. Las imágenes desagradables
como el de tiburones o de niños cojos o bizcos, dieron como
resultado una disminución en el tamaño pupilar. Otros estudios
mostraron que cuando se presenta un problema aritmético, el tamaño
de la pupila aumenta al máximo en el momento en que se logra la
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solución, y vuelve a su nivel base tan pronto como se informa la
respuesta.
Regresemos ahora al punto principal que se desea ilustrar a
través de estos estudios. Se puede notar que se utilizó un dispositivo
para presentar el tratamiento experimental —un dispositivo para
presentar un estímulo con cualquier tiempo de exposición que
deseara el experimentador. En este caso, las imágenes y diapositivas
de control se proyectaron durante 10 segundos. Además, hubo
un dispositivo automático de tiempo con un motor impulsor, de
manera que las diapositivas experimental y de control se alternaban
automáticamente cada 10 segundos. La segunda función del
dispositivo en la experimentación se logró mediante la cámara de
cine. Ésta operó a un ritmo de dos imágenes por segundo, de
manera que el tamaño pupilar se fotografiaba regularmente. (Figura
4-2). Entonces, el uso de una regla o fotocelda permitió la
cuantificación de la variable dependiente.
Los tipos de dispositivos utilizados en la experimentación
conductual son tan numerosos que no es posible intentar una
cobertura sistemática de éstos aquí. Aunque se puede comenzar con
"cómo construir y utilizar circuitos electrónicos sin frustración, pánico,
montañas de dinero, o un grado en ingeniería (Hoenig y Payne,
3
1973). Sin embargo, se tratará brevemente de ilustrar mejor el valor
del dispositivo, así como hacer mención de ciertas precauciones que
deben observarse.
Frecuentemente debe presentársele a un participante un cierto
estímulo, como una luz, a intervalos muy cortos. Sería difícil para un
experimentador regular manualmente los intervalos, y por tanto,
hacer que la luz llegara en el momento preciso que se desea.
Además del considerable error en el que se incurriría, el trabajo
requerido del experimentador sería bastante indeseable y de hecho,
puede distraerlo de otros aspectos importantes del experimento. Este
tipo de presentación de estímulos puede manejarse muy fácilmente,
colocando un metrónomo para abrir y cerrar el circuito en los
3 electroencefalógrafo. De manera similar, para medir el ritmo del pulso
Para presentaciones detalladas de instrumentación electrónica, véase
Brown y Spence (1958), Cornsweet (1963), Jackson (1975), o Tocci (1975).
En Sidowski (1966), se ofrece un estudio general de instrumentación, con
artículos especializados de expertos en varios campos de la psicología.
Yanof (1965), Venables y Martin (1967), y Zucker (1969) se ocupan del área
de la electrónica conductual y biomédica (psicofisiología, etc.).
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México. Trillas.
9
momentos apropiados. Como se puede ver, una de las principales
ventajas del dispositivo es que reduce la "ecuación personal".
Supóngase que se conduce un experimento de tiempo de reacción.
Por ejemplo, se desearía presentar una serie de palabras a un
participante, una a la vez, y medir el tiempo que le toma responder
con la primera palabra que le venga a la mente. Si el experimentador
se viera forzado a medir el tiempo de reacción del participante,
poniendo en marcha un cronómetro a la palabra y deteniéndolo
cuando responde el participante, resultaría un error considerable. El
tiempo de reacción del experimentador al poner en marcha y detener
el cronómetro, se contabiliza en el "tiempo de reacción del participan-
te"; esto es especialmente grave debido a que el tiempo de reacción
del experimentador variaría y por tanto, no se podría restar un valor
constante como factor de corrección. Un mejor enfoque sería utilizar
un interruptor acústico que estuviera conectado en circuito con un
dispositivo de tiempo. En este instrumento, cuando se le lee la
palabra al participante, automáticamente se pone en marcha el
cronómetro, y cuando el participante responde, se detiene automá-
ticamente. El experimentador puede entonces registrar el tiempo de
reacción y pronunciar la siguiente palabra. Aunque persiste un
"tiempo de reacción " por parte del dispositivo, por lo menos es
constante y de menor magnitud comparada con el tiempo de reacción
del experimentador. Un ejemplo similar del valioso uso de
dispositivos sería cronometrar el tiempo que tarde una rata en correr
por un laberinto. Se han desarrollado para este problema diferentes
tipos de dispositivos que registran automáticamente el tiempo de
recorrido y latencia de la rata.
Se ha enfatizado la frecuente conveniencia de usar dispositivos
en la experimentación, pero existen muchos problemas que
simplemente no se pueden estudiar sin utilizarlos. En algunos
experimentos esto no sólo es válido, sino absolutamente esencial.
Probablemente la ilustración más clara sería el registro de la
medición de una respuesta de naturaleza psicofisiológica. Si se
desea estudiar el efecto de alguna variable independiente sobre los
electroencefalogramas ("ondas cerebrales"), se requiere un
se necesita un esfigmógrafo, para registrar respuestas galvánicas de
la piel se necesita utilizar un psicogalvanómetro, etc.
UNIDAD I EL MÉTODO EXPERIMENTAL
MÓDULO 0200- EL MÉTODO EXPERIMENTAL EN PSICOLOGÍA 10

A pesar de todas las ventajas de los instrumentos, hay algunas

posibles desventajas. Ya se estableció que, para que sea de valor, el
aparato tiene que ser adecuado para el trabajo que se requiere de él.
No es éste siempre el caso, porque en ocasiones el dispositivo no es
exacto, no está adecuadamente calibrado, etc. Además, en
ocasiones el aparato puede interferir con el evento que se estudia.
Los problemas de esta naturaleza se tratan con más detalle en el
capítulo sobre control (capítulo 6). Pero existe una desventaja
potencial que debe mencionarse aquí, una desventaja que puede
ilustrarse por analogía con la "ley del Martillo". Esta ley, que es
genuina y universal, expresa simplemente que si se le proporciona un
martillo a un niño, encontrará muchas cosas que necesitan
martillarse. Y así sucede a menudo con el científico: con suma
frecuencia encuentra muchas cosas que necesitan registrarse con el
instrumento particular que se encuentra en su laboratorio. La reciente
entrada a los laboratorios de la pequeña computadora, a menudo ha
conducido a la creencia de que las computadoras son necesarias
para conducir todas las investigaciones. De esta forma entonces, la
disponibilidad de la computadora u otros dispositivos puede
determinar el problema que se investiga cuando, claramente, sería lo
contrario. Mientras que sin duda un muchacho encuentra algunas
cosas que realmente requieren martillarse, muchas cosas martilladas
estaban mejor antes del asalto juvenil. El enfoque más fructífero para
el científico es formular un problema y luego considerar los reque-
rimientos de equipo. De otra forma, puede no sólo gastar energía
innecesaria en proyectos no fructíferos, sino también pasar por alto
otras áreas de investigación más valiosas.
7. Controlar las variables. En esta fase de planeación del
experimento, el científico debe considerar todas las variables que
pueden contaminar el experimento; se debe intentar evaluar todas y
cada una de las variables que pueden afectar la variable
dependiente. Puede decidirse que algunas de estas variables
externas pueden actuar de tal forma que invalidarán el experimento,
o por lo menos dejar la conclusión del experimento abierta al
cuestionamiento. Tales variables necesitan controlarse. Para detallar
lo que significa "control" y las técnicas para lograrlo, se requerirá
mucha atención; ya que es de importancia extrema en la
experimentación, y será tema de un estudio posterior (capítulo 6). Por
ahora, nótese simplemente un punto que se explicará más adelante:
que es indispensable asegurarse de que ninguna variable externa

Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:

McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México. Trillas.
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afectará en forma diferencial los grupos, es decir, que la variable no
afectará a un grupo de manera diferente a lo que afecte al otro grupo.
En el curso del examen de las variables que pueden influir sobre la
variable dependiente, habrá que tomar decisiones acertadas. Se
decidirá, preferiblemente con base en información apoyada por
investigación anterior, que no es probable que una determinada
variable influya, en cuyo caso puede ser razonable pasarla por alto.
Sin embargo, otras variables pueden considerarse importantes,
pero existen dificultades para controlarlas. Quizás es razonable
suponer que tales variables ejerzan efectos iguales, al azar, en todas
las condiciones. Si esta suposición parece sostenible, el
experimentador puede decidir seguir adelante. Pero si tal suposición
es un tanto débil entonces el problema puede ser de proporciones
tan serias que sería más prudente abandonar el experimento.
8. Seleccionar un diseño. Hasta aquí se ha estudiado sólo el
diseño de dos grupos, es decir, donde los resultados de un grupo
experimental se comparan con los de un grupo de control. Se
considerarán algunos otros diseños más adelante, de entre los
cuales el experimentador puede elegir el más apropiado para el
problema que tenga a la mano. Por ejemplo, puede ser más
ventajoso utilizar varios grupos en vez de sólo dos, en cuyo caso se
adoptaría un diseño de grupos múltiples. Otro tipo de diseño, que en
muchos casos es el más eficiente y se está utilizando cada vez más
en psicología, es el diseño factorial. Sin embargo, por ahora hay que
limitar la consideración al diseño de dos grupos, notando al mismo
tiempo que son posibles algunas alternativas.
9. Seleccionar y asignar los participantes a los grupos. El
experimentador conduce un experimento a fin de concluir algo sobre
la conducta. Al hacerlo, por supuesto, selecciona ciertos participantes
para estudio. Pero, ¿de qué grupo deben seleccionarse los
participantes? Esta es una pregunta importante debido a que se
desea generalizar los hallazgos de los participantes que se estudian,
a un grupo mayor de participantes del cual se eligieron (Véase el
paso 14, pág. 96). Mientras mayor sea el grupo de participantes,
mayor será la población (o "universo") bajo estudio; los que participan
en un experimento constituyen una muestra. De manera más
general, por "población" se quiere dar a entender el número total de
individuos posibles de una sola clase que puede estudiarse: es el
grupo total de individuos de donde se ha tomado la muestra. Por
tanto, obsérvese que una población no necesita referirse sólo a
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
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personas, sino a cualquier tipo de organismo: amibas, ratas,
medusas. Además, puede notarse que la definición está formulada
de tal manera que puede referirse y se refiere a objetos inanimados.
Por ejemplo, se puede tener una "población" de tipos de terapia
(directiva, no directiva, etc.), de tareas de aprendizaje (atinar en el
beisbol, aprender a recorrer un laberinto, etc.), y así sucesivamente.
O un experimentador puede estar interesado en la muestra de una
población de condiciones de estímulo (intensidad de luz elevada,
media y baja), o una población de experimentos (tres experimentos
por separado que prueban la misma hipótesis). En ingeniería, una
persona puede interesarse en el estudio de una población de los
puentes del mundo; un psicólogo industrial puede interesarse en la
población de productos de whisky, etc.
Al diseñar un experimento se debe especificar con gran precisión
la población (o poblaciones) estudiadas. Por el momento,
interesémonos solamente en las poblaciones participantes, dejando
para después otras poblaciones (Véase el capítulo 15). Al especificar
una población hay que reparar en las características particularmente
importantes a su definición, es decir, si se trata de una población de
personas, conviene especificar la edad, sexo, educación, nivel
socioeconómico y raza. Si se trabaja con animales, hay que
especificar la especie, sexo, edad, raza, experiencia, costumbres
habitacionales y programa de alimentación. Desafortunadamente, se
puede observar al leer artículos en revistas profesionales que los
experimentadores rara vez definen las poblaciones que estudian con
gran precisión.
Dada una población bien definida que se desea estudiar,
entonces, aparece el problema de cómo estudiarla realmente. Si es
una población pequeña, puede ser posible observar a cada individuo.
Y para estudiar adecuadamente una población completa es preferible
estudiar una muestra de ésta. En una ocasión condujimos algunos
estudios de investigación sobre consumidores en los que
esperábamos obtener una muestra de 18 personas en un pequeño
pueblo en las Sierras Altas. Después de considerable dificultad
pudimos localizar el "pueblo" y después de más dificultades pudimos
eventualmente encontrar la décimo octava persona. En este estudio,
la población total del pueblo estaba agotada (como el autor) y se
obtuvieron resultados más confiables que si se hubiera seleccionado
una muestra más pequeña del pueblo. Sin embargo, resultó que ni
una sola persona planeaba comprar televisiones, lavadoras de platos
UNIDAD I EL MÉTODO EXPERIMENTAL
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o artículos eléctricos similares durante el siguiente año, en gran parte
debido a que el pueblo no tenía electricidad.
En cualquier caso, la población a estudiarse rara vez es tan
pequeña que pueda agotarla el investigador. Más frecuentemente, la
población es tan grande, en ocasiones infinitamente grande, que no
puede estudiarse en su totalidad, y el investigador debe recurrir a
estudiar una muestra. Una de las razones de que una población
pueda ser indefinidamente grande (o quizás finita pero infinitamente
grande), es que el experimentador puede desear generalizar no sólo
a las personas que viven ahora, sino a las que aún no han nacido.
Cuando la población es demasiado grande para estudiarla en su
totalidad, el experimentador debe elegir un número de participantes y
estudiarlos. Una técnica que puede utilizar un experimentador al
elegir una muestra es el de la elección al azar. En este tipo de
elección de una muestra de participantes de una población, cada
miembro tiene la misma oportunidad de ser elegido. Por ejemplo,
para sacar una muestra al azar de un colegio de 600 estudiantes, se
pueden escribir los nombres de todos los estudiantes en tiras de
papel por separado. Después colocar los 600 pedazos de papel en
un (gran) sombrero, revolver completamente y, sin ver, sacar la
muestra. Si ésta va a consistir de 60 estudiantes, habrá que
seleccionar 60 tiras de papel. Por supuesto, existen técnicas más
simples para lograr una muestra al azar. Por ejemplo, tomar una lista
de los 600 estudiantes y seleccionar a uno de cada 10 para formar la
muestra. Para seleccionar el primer nombre, se eligiría al azar uno de
los primeros diez participantes, y luego se contaría de ahí
sucesivamente de diez en diez.
Una vez que el experimentador selecciona una muestra al azar,
entonces se supone que la muestra es característica de la población
total; que se ha tomado una muestra representativa. Sacar muestras
al azar generalmente es suficiente para asegurar que una muestra es
representativa, pero el investigador puede verificar si esto es lo que
4
desea. Al menos, si hay valores disponibles para la población,
4 pelirrojos, se dice que la muestra no es representativa de la población. Véase
Una definición poco frecuente de una muestra representativa, es una que se ha
tomado al azar de una población. Siguiendo esta definición, por supuesto, sería
tonto verificar la representatividad de la muestra. Sin embargo, se sigue el
procedimiento más común de suponer que una muestra que no es representativa
(que es muy atípica) de una población puede seleccionarse al azar. Por ejemplo,
definase una población de personas que consista de 900 rubios y 100 pelirrojos.
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
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entonces pueden compararlos con los valores muestreados. Si se
está estudiando la población de personas en Estados Unidos, se
encuentra fácilmente disponible una gran cantidad de información
5
proveniente de censos sobre niveles de educación, edad, sexo, etc.
Se pueden computar algunas de estas estadísticas para sacar una
muestra y comparar las cifras con las de la población general. Si los
valores están cercanos, es de suponer que la muestra es represen-
tativa. La suposición que se hace en este caso, es que si una
muestra es similar a la población en algunas características
conocidas, también es similar con respecto a características para las
cuales aún no se encuentran datos disponibles. Esta pudiera ser una
suposición peligrosa, pero ciertamente es mejor que si no hubiera
verificación sobre la representatividad.
Una vez que se ha especificado la población, tomado una muestra
de ésta y determinado el tipo de diseño, es necesario dividir la
muestra en el número de grupos a utilizar. Los participantes deben
ser asignados a grupos mediante un procedimiento al azar. Utilizando
la selección al azar es posible asegurarse de que cada participante
tenga la misma oportunidad de ser asignado a cada grupo. Un
procedimiento como el lanzamiento de una moneda puede utilizarse
para este propósito. Por ejemplo, supóngase que se tienen una
muestra de 20 participantes y dos grupos. Se toma el primer
participante y se lanza una moneda; si sale "cara" el participante se
enviará al grupo 1, y si sale "cruz" se asignará al grupo 2. Se deberá
hacer algo similar para el segundo participante y así sucesivamente,
hasta tener los diez participantes de un grupo. Los sujetos restantes
se asignarían entonces al otro grupo.
Ahora se tienen dos grupos de participantes que han sido
asignados al azar. Lo siguiente por hacer es determinar cuál grupo va
a ser el experimental, y cuál el de control. Esta decisión debe
también determinarse de una forma al azar, como mediante cara o
cruz. Se podría establecer la regla de que si sale "cara", el grupo 1 es
Ahora si se saca una muestra al azar de diez y se encuentra que todos ellos son
Lindquist (1953), para un excelente estudio sobre este tema.
5
Por supuesto, algunos censos de estadística también se obtienen a través de
técnicas de muestreo, y tales estadísticas no garantizan que la población tiene
esos valores precisos. Simplemente se está suponiendo aquí que tales estadísticas
de intervalo probablemente son verdaderas —una suposición segura—.
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MÓDULO 0200- EL MÉTODO EXPERIMENTAL EN PSICOLOGÍA
el experimental y el grupo 2 el de control; pero si al lanzar la moneda
sale "cruz", el grupo 1 debe ser el de control y el 2 el experimental.
Para ahora, sin duda ha adquirido la sensación de la importancia
de la asignación al azar en la investigación experimental —la
selección al azar de una muestra de participantes de una población,
la asignación al azar de participantes a grupos, y la determinación al
azar de cuál de los dos grupos será el experimental y cuál será el de
control—. Mediante el proceso de selección al azar se intenta
eliminar las preferencias (errores) en el experimento. Cuando se
quiere hacer enunciados acerca de la población de participantes,
generalmente se estudia una muestra que sea representativa de esa
población. Si dicha muestra no es representativa, entonces lo
verdadero en la muestra puede no ser verdad para la población, y se
podría cometer un error al generalizar los resultados obtenidos de la
muestra para la población. La asignación al azar de la muestra en
dos grupos es importante, debido a que se espera comenzar el
experimento con grupos que sean esencialmente iguales. Si no se
asigna al azar a los participantes en los dos grupos, se podría muy
bien terminar con dos grupos que sean desiguales en algunos
aspectos importantes. Si se asignan los participantes a grupos de
una forma que no sea al azar, quizás con sólo observar a cada
participante y decirle: "te pondré en el grupo de control", se podría
tener un grupo que sea más inteligente que el otro; consciente o
inconscientemente se pudo haber seleccionado a los participantes
más inteligentes al grupo experimental.
Habiendo así enfatizado la importancia de estos procedimientos,
debemos apresurarnos a agregar que el uso de la selección al azar
no garantiza que la muestra sea representativa de la población de la
cual proviene, o que los grupos en un experimento sean iguales
antes de la administración del tratamiento experimental. Porque, por
un desafortunado capricho del destino, la selección al azar puede
producir dos grupos desiguales, es decir, un grupo puede, de hecho,
resultar ser significativamente más inteligente que el otro. Sin
embargo, la selección al azar es característicamente el mejor
procedimiento que se puede utilizar y del que podemos estar seguros
que, por lo menos a largo plazo, su uso es justificado. Para cualquier
muestra específica, o en cualquier experimento en particular, la
selección al azar puede resultar en "errores", pero aquí como en
cualquier parte de la vida, hay que jugar contra las probabilidades. Si
ocurre un evento muy inverosímil (es decir, si el procedimiento de
Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:
McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México. Trillas.
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selección al azar conduce a dos grupos desiguales), terminaremos
con una conclusión errónea. Sin embargo, eventúalmente se
descubriría el error debido a la naturaleza de auto- verificación de la
ciencia.
Podemos concluir el estudio de este paso del plan experimental,
haciendo notar que el número de grupos a utilizarse en un
experimento se determina por el número de variables independientes
y el número de valores de éstas que se hayan seleccionado para
estudio, así como por la naturaleza de las variables a controlarse. Por
ejemplo, si existe una sola variable independiente que decidimos
variar en dos formas, tendríamos dos grupos. Con bastante
probabilidad estos dos grupos se llamarían grupos experimental y de
control. Si se eligen tres valores de la variable independiente para
estudio, entonces obviamente sería necesario asignar la muestra de
participantes a tres grupos. Puede agregarse que generalmente se
asigna un número igual de participantes a cada grupo. Por lo tanto, si
hay 80 participantes en la muestra, y si se varía la variable
independiente de cuatro formas, tendríamos cuatro grupos en el
experimento, probablemente 20 participantes en cada grupo. Sin
embargo, no es necesario tener el mismo número de participantes en
cada grupo, y el experimentador puede determinar el tamaño de cada
grupo de acuerdo con criterios de los que nos ocuparemos más
adelante.
10. Determinar el procedimiento experimental. El
procedimiento para conducir la fase de recolección de datos del
experimento debe establecerse con gran detalle: cómo se
administrarán los estímulos, y cómo se observará y registrará la
respuesta. Las instrucciones a los participantes (si se utilizan seres
humanos) deben especificarse, y formularse un enunciado en
relación a la administración de la variable independiente y el registro
de la variable dependiente. Es muy útil hacer un bosquejo de cada
punto a cubrirse en la fase real de recolección de datos. El
experimentador debe iniciar su diseño, cubriendo desde su saludo al
participante, la realización paso a paso hasta cuando le dice "adiós".
También es aconsejable tratar a unos cuantos participantes para ver
cómo trabaja el procedimiento. A menudo tales "ensayos generales"
sugerirán nuevos puntos a cubrirse y modificaciones a los
procedimientos ya establecidos. Y si se desea una verificación más
elaborada del procedimiento, puede conducirse un estudio piloto.
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11. Evaluar los datos. Los datos del experimento generalmente
están sujetos a análisis estadístico. Como la psicología ha
progresado, esta fase de experimentación se ha vuelto cada vez más
importante. Hemos sido testigos del desarrollo de algunas técnicas
estadísticas muy eficaces. De alguna manera debe evaluarse la
confiabilidad de los resultados del experimento. Por ejemplo, su-
póngase que se utiliza un diseño de dos grupos y se encuentra que
la media de la muestra experimental es de 14.0, y la media de la
muestra para el grupo de control de 12.1. En este caso, se debe
concluir que la media de la población para el grupo experimental es
mayor que para el grupo de control. Con base en esta información
limitada, sin embargo, no se justifica tal conclusión, ya que ésta no ha
determinado que la diferencia de la muestra sea confiable. La
diferencia observada no es sino una diferencia de muestra y puede
no ser una diferencia "real". Si la diferencia no es confiable, en la
siguiente ocasión que se realice el experimento el resultado puede
invertirse. Por lo tanto, como se hizo notar en el capítulo 1, es
necesario utilizar técnicas estadísticas para determinar si la dife-
rencia de la muestra entre la media de puntuación de los dos grupos
es confiable. El análisis estadístico mostrará en efecto la probabilidad
de que la diferencia entre los grupos pudiera haber ocurrido por
casualidad. Si la probabilidad de que esta diferencia pudiera haber
ocurrido por fluctuaciones al azar es pequeña, entonces se podría
concluir que la diferencia es confiable, que el grupo experimental es
confiablemente superior al grupo de control.
El punto principal aquí es que los datos se evalúan mediante una
prueba estadística, de las cuales se encuentran algunas disponibles.
Algunas pruebas son apropiadas para una clase de datos o diseño
experimental y otras no. El uso de tales pruebas estadísticas a
menudo requiere que se satisfagan ciertas suposiciones sobre el
diseño experimental y la clase de datos reunidos. Al tomar en
consideración tales asuntos, es aconsejable planear el procedimiento
completo para el análisis estadístico, antes de conducir el
experimento. En ocasiones los experimentadores no hacen esto, y
encuentran que hay serios problemas en el análisis estadístico que
pudieron haberse evitado con un poco más de planeación y
conocimiento. La falta de rigor en el uso de estadísticas puede
invalidar el experimento, y por tanto las estadísticas utilizadas deben
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ser apropiadas al diseño seleccionado.
12. Redactar el informe de evidencia. Se ha dicho que el
informe de evidencia es un resumen de los hallazgos del
experimento, pero podemos agregar ahora que debe decir algo más
que eso. Debe también decir que las condiciones antecedentes de la
hipótesis se mantuvieron (estuvieron realmente presentes) en el
experimento. Entonces, en forma más completa, el informe de
evidencia es un enunciado que asevera que las condiciones
antecedentes de la hipótesis obtenida y que las condiciones
consecuentes especificadas por la hipótesis ocurrían o no. Si se
encontró que ocurrían las condiciones consecuentes, es posible
referirse al informe de evidencia como positivo, y si no se encontró
que ocurrían, el informe de evidencia es negativo. Para ilustrarlo,
considérese la hipótesis: "Si el maestro premia a un estudiante por su
buen desempeño en la lectura, entonces el desarrollo de la lectura
del estudiante aumentará". Se diseñará un experimento para probar
esta hipótesis. Se premiará a los participantes de un grupo
experimental cada vez que muestren buen desempeño en la lectura.
No se premiará a los miembros del grupo de control cuando
muestren desempeño similar. Supóngase que el grupo experimental
muestra un incremento confiablemente mayor en la evolución de la
lectura que el grupo de control. Al referirse a la hipótesis, se puede
notar que se satisfizo la condición antecedente, y se encontró que la
condición consecuente era el caso. Se puede por tanto formular el
informe de evidencia: "El maestro premió a los estudiantes cuando
mostraron buen desempeño en la lectura, y un incremento en ésta
(en comparación con el grupo de control)". En resumen, el informe de
evidencia es una oración que asevera que se mantienen las
condiciones antecedentes y que las condiciones consecuentes lo
hacen o no —éste es de la forma "a y b" donde a queda para las
condiciones antecedentes y b para las condiciones consecuentes de
la hipótesis.
13. Hacer inferencias del informe de evidencia a la hipótesis. En
esta fase, el informe de evidencia se relaciona a la hipótesis con el
propósito de determinar si la hipótesis es probablemente verdadera o
falsa. Para esto se debe hacer una inferencia del informe de
evidencia a la hipótesis. Esencialmente, la inferencia es la siguiente:
6
Un enfoque "no estadístico", aunque riguroso, se presentará más adelante
(capítulo 11).
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si el informe de evidencia es positivo, se confirma la hipótesis (el

informe de evidencia y la hipótesis coinciden —lo que la hipótesis
predijo que sucedería sucedió realmente, como se expresó por el
informe de evidencia—). Sin embargo, si el informe de evidencia es
negativo, se puede concluir que la hipótesis no está confirmada.
14. Generalizar los hallazgos. El grado en que pueden
generalizarse los resultados del experimento depende del grado en
que se hayan especificado las poblaciones abarcadas en el
experimento y el grado en que esas poblaciones han estado
representadas en el experimento mediante muestreo al azar. Al
considerar sólo las poblaciones de participantes humanos
nuevamente, digamos que el experimentador especificó su población
como todos (y solamente) los estudiantes de la Universidad Ivy. Si se
toma de esa población una muestra al azar de participantes, los
resultados experimentales pueden generalizarse a esa población;
puede afirmarse que lo que fue verdad para esta muestra es
probablemente verdadero para toda la población. Por supuesto, si la
población no se definió en forma adecuada o la muestra no fue
tomada al azar, no puede hacerse tal generalización y los resultados
deben aplicarse sólo a la muestra estudiada.

Para profundizar en este tipo de contenidos consulte la obra:

McGuigan, F. (2011). Psicología Experimental. Enfoque metodológico. México. Trillas.
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