8- La razón en base al texto que leeremos
3 ENEMIGOS DEL
EVANGELISMO Y
NUESTRO
EVANGELIO
Hechos 11:1-18
INTRODUCCIÓN
1- Hermanos, les confieso que tuve un poco
de dudas para este mensaje.
2- No me decidía entre dos temas que el
Señor puso en mi corazón y “eché
suertes”.
3- Voy a tocar ambos temas.
4- Estamos en semana santa, el tiempo en
que recordamos la pasión, muerte y
resurrección de nuestro Señor.
5- Pero como discípulos es un tiempo
también para recordar nuestra misión de
ser testigos.
6- Cuando hablamos de nuestro deber de
ser testigos no podemos olvidar tampoco
cuál es el carácter de nuestro mensaje,
cuál nuestro evangelio.
7- ¿Alguna vez te has preguntado hermano,
hermana, porqué es siempre necesario
un esfuerzo “especial” para que nos
sintamos movidos al evangelismo?
5- No vemos a Pedro escribiendo un plan de
hoy es que el evangelismo y nuestra
misión como testigos no están libres de
enemigos.
9- Muchas veces cometemos el error de
apelar a cierto sentido de culpa en lugar
de apuntar a los verdaderos enemigos
del evangelismo.
10- Pueden ser más, pero hoy quiero
hablarles de tres que se ven reflejados
claramente en el pasaje.
11- Y finalmente, en conexión al último
enemigo quiero recordar con ustedes el
carácter y contenido de nuestro
evangelio.
12- Leamos nuestro texto Hechos 1-18 que
está en el contexto de la conversión de
Cornelio.
FALTA DE INTIMIDAD.
“Estaba yo en la ciudad de jope orando”.
1- Con frecuencia pasamos por alto este
detalle.
2- Evangelismo no es un emprendimiento
autónomo de la Iglesia.
3- Evangelismo es la respuesta de la iglesia
al obrar de Jesús.
4- Por este motivo, esta respuesta del
creyente y de la iglesia no puede iniciarse
sino en la intimidad de la oración.
alcance, más bien obedeciendo al plan
del Señor.
6- Si no queremos que nuestro evangelismo
sea una imposición más, una simple
actividad más.
a. Debemos buscar al Señor en
intimidad.
7- Es por esto que nuestro “proyecto”
comienza en oración.
8- Que sea el Señor el que nos muestre su
plan, mientras nosotros le buscamos a él.
9- En este corto tiempo en que estamos
poniendo atención a nuestro llamado ya
he escuchado testimonio de hermanos
que se sorprendieron de la manera en
que el Señor les guio hacia alguien que
necesitaba.
10- La intimidad de Pedro le daba una
sensibilidad al Espíritu que finalmente
hizo que fuese usado en gran manera.
11- En la intimidad, el Señor nos mostrará
que Él está trabajando y cómo podemos
unirnos a su obra.
12- Veamos otro enemigo.
RELIGIOSIDAD
“y dije. Señor, no; porque ninguna cosa
común o inmunda entró jamás en mi boca.
1- Yo tengo una sospecha, que nuestra
rígida religiosidad es uno de los mayores
impedimentos a la hora de compartir con
otros las buenas nuevas.
2- La característica esencial la religiosidad
es que empuja a la fe hacia adentro, la
aísla y la cerca.
3- Hace que nuestra fe se convierta en algo
meramente privado, no solo como
individuos sino como iglesia muchas
veces.
4- Es claro que la fe es personal, pero
cuando la fe se vuelve privada, se vuelve
nada más que una religión,
a. Y entonces nos incomoda
compartirla, hasta nos da
vergüenza,
b. hasta tenemos miedo de ser
rechazados por eso.
5- Recordemos que Pedro ya había sido
víctima de su religiosidad cuando negó a
Jesús.
a. NO quería que su fe se
convirtiera en algo público que lo
avergonzara
b. O hasta lo ponga en peligro.
6- Aquí, Pedro es exhortado una vez más a
romper las barreras de su religiosidad.
7- Él se resiste diciendo: “nada común”
entrará… y el Señor le dijo.
a. Lo que Dios limpió, no lo llames
tu común.
8- Cuando nuestra fe se vuelve religiosa
comenzamos a pensar:
a. No quiero incomodarle a la
persona.
b. No va a entender.
c. No le va a gustar la Iglesia.
d. Qué van a pensar lo demás de él.
e. Se va a burlar de mí.
9- Pedro tuvo que superar esto y entrar a la
casa de Cornelio y la obra fue grande.
10- Así también los demás hermanos que le
habían dicho:
a. ¿Por qué has entrado en casa de
hombres incircuncisos, y has
comido con ellos?
11- Roguemos al Señor para que él nos libre
de la trampa de la religiosidad.
12- Nuestra fe es personal pero no es
privada.
13- Veamos al tercer enemigo.
FALTA DE MEMORIA
“Entonces me acordé de lo dicho por el
Señor, cuando dijo: Juan ciertamente bautizó
en agua más vosotros seréis bautizados con
el Espíritu Santo”
1- Con facilidad olvidamos lo que el Señor
nos ha dicho antes, y lo que ha hecho
antes en nuestras vidas.
2- Olvidamos cuán grande es nuestra
salvación, y olvidamos cuán poderoso es
nuestro Dios.
3- Olvidamos la gran misericordia que el
Señor tuvo y que no es posesión nuestra
sino que es para todos.
4- Pedro recordó lo que el Señor le había
dicho, lo que había prometido, recordó y
así pudo llegar a la conclusión a la que
llegó.
5- Recordemos de donde el Señor nos
rescató, recordemos del amor y la
misericordia del Señor y quitemos este
obstáculo de delante de nosotros.
6- Y recordemos nuestro mensaje:
EN EL CENTRO UNA CRUZ
1- Como apéndice y como recordatorio
miremos nuestro mensaje, nuestro
evangelio.
2- Nuestro evangelio es amplio, abarca toda
la obra de Dios en Cristo y abarca toda la
vida del que lo oye.
3- Y sin embargo en el centro de nuestro
evangelio está una cruz.
4- ¿Por qué una cruz podríamos
preguntarnos?
5- Si Jesús tuvo tantas buenas y lindas
enseñanzas sociales, ¿por qué no es el
progreso el centro de nuestro mensaje?
 a. ¡Imaginémonos una sociedad
que viva según los principios de
Jesús!
b. Y sin embargo no es el centro.
6- Si en Jesús encontramos infinitas
bendiciones y el poder para alcanzarlas,
¿por qué no son estas bendiciones el
centro de nuestro mensaje?
a. Y sin embargo las bendiciones
materiales y espirituales no son
el centro.
7- Si en Jesús encontramos el sumo ejemplo
de una elevada moral, de una ética
sublime, ¿por qué no es nuestro mensaje
uno más inclusivo que acepte también la
moral de las demás religiones y trabaje
junto con ellas para una humanidad más
justa?
a. Y sin embargo la moral humana
no está en el centro del mensaje
cristiano.
8- Cualquiera de estas cosas, haría de
nuestro mensaje algo increíblemente
llamativo.
a. Algo irresistiblemente atrayente
para todo ser humano.
b. ¿No es el sueño de muchos hoy?
¿Que como cristianos dejemos
de lado todo aquella intolerancia
y trabajemos en pos de un
mundo mejor?
9- Pero para desagrado de muchos
cristianos románticos y para disturbio de
muchos el mensaje de antaño sigue
siendo el mensaje de ahora.
10- Y en el centro está una cruz.
11- La cruz de la cual Pablo dijo:
a. Leer 1 Corintios 1:18-25
12- La cruz es el NO de Dios a una
humanidad sin él.
a. No importa cuán “buena” pueda
ser esa humanidad según los
parámetros del mundo.
b. No importa cuán “religiosa”
pueda mostrarse esa humanidad.
c. El Señor ha dado su veredicto, Él
juez nos ha declarado culpables,
la condena fue expuesta
claramente.
13- Nadie está exento, todos fueron hallados
y declarados culpables.
a. No hay religión que libere al ser
humano.
b. No hay ideología que lo redima.
c. No hay líder que salve.
d. Esto es lo que molesta del
mensaje cristiano, la cruz declara
que Dios es Dios y que nosotros
estamos perdidos.
14- Pero, el mensaje de la cruz tiene un gran
Pero.
a. “Pero Dios que es grande en
misericordia, por su gran amor
que nos amó” Ef. 2:4.
b. El juez ejecutó el juicio de una
manera impensada: Él mismo fue
juzgado en nuestro lugar.
c. El cargó con el peso del pecado
del mundo.
d. Por gracia sois salvos.
e. En la cruz el juicio es ejecutado
en misericordia, y la misericordia
se vuelve el mayor juicio.
f. En la cruz Dios nos ha expuesto
de manera tal que hemos
quedado sin excusas.
i. Nadie más puede decir
Dios me rechazó.
ii. Dios hizo imposible mi
vida con Él.
iii. O Es imposible recibir el
perdón.
g. La cruz nos habla del inmenso
amor de Dios, y nos recuerda que
en su amor Él nos llama a una
relación con nosotros.
i. Ya no hay motivo para
estar alejado.
ii. No hay motivo para
seguir intentando una
vida sin Él.
h. No hay motivo para vivir
aparentando que nuestra vida
tiene sentido sin Él.
i. Si alguno tiene sed, venga a mí y
beba. Es el llamado de Jesús.
j. “Y todo aquel que invocare el
nombre del Señor será salvo”.
k. Vayamos a contarles de esto a
todos, proclamémoslo en nuestra
Jerusalén.