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MOJOJOJOS, o ​IMAGOTRO.

Nace de la ingeniería inversa: Primero se hizo el ejercicio y después se fue


fundamentando el por qué.
Esta técnica de collage se propone explorar los rostros humanos para aproximarse a
las historias en ellas marcadas.
A partir del mismo se propone ejercitar la reflexión, la observación, la mirada analítica,
y la integración humana.
Con un dispositivo realizado a partir de elementos muy sencillos (por ejemplo una tapa
de plástico de gaseosa, perforada), nos disponemos a focalizar en un punto, pequeño,
desde el cual aproximarnos a nuestros semejantes.
Este ejercicio también encuentra en sus raíces la “contra-analogía” del “​punto ciego​”
del ojo, y sirve para poner en práctica el Ver allí donde no vemos. El punto en nuestro caso
se convierte en un “​punto vidente​”, nuestra única conexión con la realidad lumínica.
¿Por qué un punto? Ante todo un campo visual, nuestra mente selecciona lo que va a
ver, y muchas veces la percepción nos lleva a ignorar o no darnos cuenta de detalles
importantes. Sumado a esto, los eventos cotidianos se van dando de manera tan sucesivas
y vertiginosas que casi nunca ponemos atención más que a las cosas que tenemos que
hacer.
Cuando dos realidades visuales con estas características se cruzan el resultado es
“empáticamente catastrófico”. No vemos en l@s Otr@s esas cosas que distraen su mirada
(¿qué vamos a verlas en nosotros?), ni los sufrimientos asociados a sus pesares, los puntos
ciegos que ocultan su realidad.
La dimensión social de una mirada emerge de las preguntas asociada a lo que ocultan
los párpados, los músculos orbitales, la humedad de los ojos, las arrugas en la piel, ojeras,
puntos negros en la nariz y alrededores, en la cadencia del conjunto ocular, el vello facial,
perforaciones, tatuajes, etc. Poniendo cierta atención (incluso con solo un “punto vidente”) a
detalles que hacen el día a día seguramente descubriremos qué tan juntos estamos en el
periplo de la lucha diaria.
Así de las preguntas nacen respuestas, a veces otras preguntas. Surgen relatos,
testimonios, anécdotas que, visualmente, se manifiestan en gestos y movimientos
continuos.
Poco a poco en una charla vamos develando que nuestros cuerpos, nuestros rostros,
nuestras miradas, tienen algo en común. Los detalles van moldeando nuestras facciones.
Encontramos en nosotros huellas de la misma gubia.
Integramos nuestras luchas y nos proponemos a ser un solo rostro relatando,
resistiendo.

Links para charlar sobre el rostro:


​https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoID=75681
Materiales:
-Celular con cámara fotográfica (no importa la calidad)
-Tapa de plástico de gaseosa (mejor si es negra).

Procedimiento:

1) Hacer es una perforación en el medio de la tapita. Horadar por completo para


dejar tan solo una ventanita (la forma es optativa).
2) Iniciar la cámara del teléfono celular y ubicar la tapita en el sector de la
cámara de modo que solo podamos ver a través del agujero realizado.
3) Tomar fotografías de diversas partes del rostro de una persona.
4) Utilizando alguna aplicación, por ejemplo Snapseed, combinar las partes y
formar un nuevo rostro. ​Un Mojojojo​.

Finalmente podemos imprimir una máscara de cada Rostro, integrando historias,


escribiendo algo sobre ellas (una historia o un relato ficticio sobre las vicisitudes que vivió
ese nuevo ser).

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