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ENCUENTRO INTERNACIONAL DE EDUCACIÓN

Espacios de investigación y divulgación


29, 30 y 31 de octubre de 2014
NEES - Facultad de Ciencias Humanas - UNCPBA
Tandil – Argentina

IV.1. Epistemologías de las políticas educativas

El Legado de Hannah Arendt en las categorías de política y educación

Lic. Loaiza Sonia Elizabet


(UBA-UNTREF-FLACSO)
soniaeloaiza@yahoo.com.ar
Introducción
Si bien Hanna Arendt, no tuvo como principal objetivo el estudio de las políticas
educativas de alguna manera se ocupó de la Educación como factor indirecto como
solución los problemas de la sociedad.
Arendt, que como pensadora es difícilmente encasillable en alguna escuela
filosófica1, sin embargo fue capaz de percibir eso de más valor (la vida , la muerte, la
educación, el absoluto), que se halla en juego en el corazón de las cuestiones históricas y
políticas concretas (Boella, 1992).
Podemos afirmar que es una pensadora reaccionaria por su preocupación por la
preservación de cuerpos políticos, su insistente rechazo en pensar que la pobreza es una
cuestión política, su marcado pesimismo respecto del desarrollo de la modernidad, su
persistente y sistemático énfasis aristocrático, entre otros factores. El texto asume el
posicionamiento epistemológico (Tello, 2012) de la autora para analizar las políticas
educativas desarrollando categorías desde los escritos de la autor tal como política es decir
a la condición humana, para concluir finalmente en nuestra argumentación que la política
educativa como campo teórico y campo de acción posee inherente a si la dimensión ética.
Continuamos con el concepto de acción, el cual implica que la acción corresponde a la
condición humana de la pluralidad, la acción es la única actividad que en el hombre se da
sin mediación de la naturaleza y las cosas. La acción corresponde a la condición humana de
la pluralidad, al hecho de que los hombres y no el hombre en singular vivan en la tierra y
habiten el mundo. La Naturaleza del concepto de educación es la natalidad y la
entendemos como la categoría central en el pensamiento político de Arendt, en tanto
significa un nuevo inicio del mundo. Desde nuestra perspectiva la entendemos como la
categoría central en el pensamiento político de Arendt, en tanto significa un nuevo inicio
del mundo que en consonancia con el campo teórico de la política educativa implica la
capacidad de comprenderla, como campo teórico, en términos pluralistas”.
La educación para Hannah Arendt (2003) constituye una de las actividades
elementales y necesarias de la sociedad humana, así como también el concepto de política

1
En una entrevista televisada que le hizo Gunter Gauss el 28 de Octubre de 1964 Arendt declaraba “Yo no
pertenezco al círculo de los filósofos […]

2
educativa como pluralidad, lo cual implica que los hombres son iguales y distintos,
asumiendo que los iguala el hecho de ser únicos, sin dejar de tomar la advertencia que
realizan Tello y Mainardes (2012) sobre el pluralismo y la perspectiva epistemológica del
pluralismo. Para esta pensadora, la educación se incluye entre las políticas centrales de las
sociedades orientadas con los principios de tradición democráticos – republicanas, siendo
un tema político que merece el respeto de todos los ciudadanos. Educar para Arendt,
significa asumir una doble responsabilidad de vigilar por el “desarrollo de la Niñez y por la
continuidad del mundo”. Estas dos responsabilidades no siempre coinciden y pueden
inclusive, entrar en un mutuo conflicto, pues tanto la niñez incluyendo al mundo precisan
ser protegidos. (Silva y Fávero, 2012)

El Legado

La educación para Arendt (2003) constituye una de las actividades elementales y


necesarias de la sociedad humana, y la existencia de los niños impone a toda la sociedad
una obligación, pues los recién nacidos, “no están acabados; sino en estado de venir a ser”.
(p. 234). Un venir hacer que se convierte en un devenir y en términos de políticas
educativas la temporalidad, siguiendo los postulados de Arendt y como componente
rizomático deleuziano, habilita el pensar el campo teórico como múltiples superposiciones,
estallidos, agolpamiento entre pasado, presente y futuro cuestionándonos si estamos ante un
“momento de verdad”. En este sentido tomamos la advertencia de Tello (2014) sobre el
campo teórico de la política educativa como swarming.
De modo que Hannah Arendt, intentó dar cuenta de los problemas principales de su
siglo a partir de una única idea, la idea de la pluralidad, buscó comprender y difundir el
pensamiento, sin establecer un dogma ni una teoría sino de contribuir a la construcción del
pensamiento comprometido con su realidad. En este sentido, es necesario tomar la
advertencia que realizan Tello y Mainardes sobre el pluralismo y la perspectiva
epistemológica del pluralismo. En tanto el pluralismo político es un modo de gobierno y de

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asumir los procesos y ciclo político mientras que la perspectiva epistemológica del
pluralismo es un modo de producir conocimiento:

[…] como espacio de intereses diversos con actores plurales, que poseen en sí,
una multiplicidad de principios, y que en un determinado espacio y tiempo se
encuentran, y es allí donde se produce algún tipo de interacción política, que no
es necesariamente de confrontación. En fin, el pluralismo epistemológico como
perspectiva para el análisis de la Política Educativa se basa en la posibilidad de
comprender las diversas interpretaciones sobre un fenómeno político-educativo,
lo cual permite el dialogo entre las diversas ‘voces’ (TELLO y MAINARDES,
2012, p. 12).

Arendt conceptualiza y diferencia tres actividades que marcan la condición


humana: Labor, Trabajo y Acción. La Primera actividad es la labor, la cual consiste en
hacer posible la vida, es la vida misma, ya que mediante ella las personas permanecen
sujetas a sus necesidades vitales y obligadas a satisfacerlas, por sí mismas; en segundo
lugar encontramos al el Trabajo, que es la actividad que corresponde a lo no natural de la
existencia del hombre. Tiene un principio y un fin determinado y predecible. Necesita
manos para producir, a través de un medio para llegar a un fin. Acción es, la tercera
actividad del hombre. La acción es la única actividad que en el hombre se da sin mediación
de la naturaleza y las cosas. La acción corresponde a la condición humana de la pluralidad,
al hecho de que los hombres y no el hombre en singular vivan en la tierra y habiten el
mundo. Si bien todas las actividades de la vida activa están relacionadas con la política, la
acción es la condición de la política. En este sentido la política educativa implica una serie
de procedimientos de los múltiples actores en los distintos niveles del sistema educativo,
que, en su devenir y en su acción, como condición política, pretenden orientar las acciones
de humanidad en los espacios que habitan: ministerios, escuela, entre otros. Allí se observa
el componente prospectivo que intentan construir escenarios futuros y que desde las
distintas posiciones serían escenario “deseables”. En términos de Arendt porque ese deseo
es inherente a la política, es decir a la condición humana, para concluir finalmente en

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nuestra argumentación que la política educativa como campo teórico y campo de acción
posee inherente a si la dimensión ética.

En “La Crisis de la Educación” Arendt evidencia que esta crisis esta relacionada con
la condición humana y con la crisis política de la modernidad, es así que la “Crisis”
no puede ser entendida como un problema local o regional (2003, p.222). Para ella
“una crisis nos obliga a regresar a las cuestiones mismas y a exigir respuestas nueva o
antiguas”, sería “la oportunidad de explorar y de investigar la esencia de las
cuestiones” y es así que “una crisis se convierte en un desastre cuando respondemos
a ella con juicios pre- formados, con pre conceptos (2003, p. 223), y así que en este
contexto aparece su concepto de Educación.

Respecto a la Educación, su naturaleza es la natalidad, los hombres nacemos para el


mundo. La natalidad es una categoría central en el pensamiento político de Arendt, en
tanto significa un nuevo inicio del mundo.

Cuando hablamos de Educación hablamos de Natalidad, Educación e inserción. La


noción de natalidad es un eje principal en el pensamiento de Arendt respecto a la
Educación. Podríamos decir que dado que nuestra condición humana es la mortalidad, dado
que habremos de morir, en algún punto, todos los asuntos humanos, liberados a sí mismo,
llevan a la entropía, a la destrucción, a la catástrofe. Sin embargo el hombre no sólo está
condicionado por ser hacia la muerte sino que también está condicionado por haber nacido.
Por haber comenzado y por esta capacidad de comenzar. Y esta capacidad de irrumpir el
encadenamiento de causas y efectos y de dar lugar a un nuevo comienzo es lo que
técnicamente Arendt llama “milagro”. Un milagro es una destrucción en el
encadenamiento automático de causas y efectos. Entonces Arendt expresa, “hay en el
hombre una capacidad irreductible. Una posibilidad de lo infinitamente probable. Una
capacidad milagrosa”. Que varios llaman libertad, pero para Hannah Arendt simplemente
es “política”.
Para esta pensadora, la educación se incluye entre las políticas centrales de las
sociedades orientadas con los principios de tradición democráticos – republicanas, siendo
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un un tema político que merece el respeto de todos los ciudadanos y esto no significa que
confunda la actividad política propiamente dicha con la educación de las futuras
generaciones política no en el sentido estricto de la palabra. Educación respeto a las
responsabilidades de los ciudadanos adultos, una sociedad democrática, con una recepción
y preparación de sus niños.
Educar para Arendt, significa asumir una doble responsabilidad de vigilar por el
“desarrollo de la Niñez y por la continuidad del mundo”. Estas dos responsabilidades no
siempre coinciden y pueden inclusive, entrar en un mutuo conflicto, pues tanto la niñez
incluyendo al mundo precisan ser protegidos. (SILVA; FÁVERO, 2012).

La Política educativa como pluralidad


La pluralidad es la condición de la acción humana debido a que todos somos lo
mismo, dice Arendt, es decir, todos somos únicos y por lo tanto nadie es igual a ningún otro
que haya existido, exista o que existirá.
La acción asegura el establecimiento y la preservación de cuerpos políticos,
mientras la labor aseguraba la reproducción de la especie, el trabajo aseguraba un mundo
permanente y durable en el que dar una morada a la impermanente y mortal vida del
hombre.
Es así que, ni la labor, ni el trabajo dependen de la presencia de otros, la acción sólo
es posible entre los muchos. La condición de la acción es la pluralidad.
Entonces podríamos decir cuál es la condición humana y estaríamos
preguntándonos ¿qué condiciona al hombre? Podríamos responder que lo que condiciona
al hombre es el hecho de constituirse como un ser viviente, es el hecho de habitar el mundo
y es el hecho de ser entre los muchos. Vida, mundanidad, pluralidad es lo que condiciona al
hombre.
Dice Arendt: hay dos condiciones más que son generales y estas dos condiciones
son la natalidad y la mortalidad. Es decir, el hombre está condicionado por ser un ser
viviente, por habitar el mundo, por ser entre los muchos y también por ser entre la vida y la
muerte.
Estamos hablando entonces de la vida activa y para hablar de la vida activa tenemos
que dar cuenta de las tres actividades de los hombres. Labor, trabajo, acción que son
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fundamentales porque corresponden a las tres condiciones del hombre: vida, mundo,
pluralidad.
Ahora bien, Arendt afirma: “La expresión ‘vida activa’ está cargada de tradición, es
tan antigua” explica la autora, “como nuestra tradición de pensamiento político” (2007, p.
202). La expresión “vida activa” no abarca todas las experiencias políticas de la humanidad
occidental, sino que tuvo un momento de emergencia o de nacimiento. El momento de
emergencia de esta expresión “vida activa” fue el juicio a Sócrates y la separación de los
hombres de pensamiento respecto de los hombres de acción. La expresión “vida activa”
entonces surge de un hecho histórico muy preciso, la muerte de Sócrates y el duelo que los
filósofos hacen respecto de Sócrates, en un contexto del temor de la filosofía ante la
amenaza de la política.
Arendt plantea que el juicio a Sócrates marca la separación entre los hombres de
pensamiento y los hombres de acción. A partir de entonces Platón fundará una filosofía
política que es el nombre de un conflicto, de una sospecha, de una hostilidad entre el
filósofo y la ciudad. Filosofía política no es la consideración filosófica de los asuntos
políticos, sino que es más bien la consideración política de los asuntos del filósofo, es la
preocupación por la posibilidad de la vida filosófica al interior de una polis que desde el
juicio a Sócrates amenaza su existencia.
La filosofía política no se trata de una filosofía puesta al servicio de una política,
sino de una política puesta al servicio de la filosofía. De sus sentidos.
“La filosofía de Platón” explica Arendt, “constituye la primera servilización de la
política” (2007, p. 222). El punto de partida de una tradición que ha puesto a la política al
servicio de otra cosa. Ya sea en Platón, la seguridad del filósofo, en la Edad Media, la
salvación de las almas, en la Modernidad, la prosperidad de la nación o la mera
reproducción de la vida.
Al proponerse pensar nuestra condición humana desde nuestros peligros y
amenazas, Arendt no sólo considera la huída del hombre respecto de la Tierra y del mundo,
como decíamos al principio, sino también la huída del hombre respecto de la política. Lo
que sucede es que la huída del hombre respecto de la política tiene veinticinco siglos,
mientras que la huída del hombre respecto de la Tierra y del mundo se profundiza en la
Modernidad.
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A partir del juicio a Sócrates, Platón fundará una filosofía política que es
preocupación, decíamos, por la posibilidad de la filosofía ante la amenaza de la política. En
esta línea, Aristóteles habla entonces de tres modos de vida, o tres bios, que es: la vida
dedicada al disfrute de los placeres; en segundo lugar, la vida dedicada a los asuntos de la
polis - que es el bios politikos - que después va a ser traducido como vita activa; y en tercer
lugar la vida dedicada a la contemplación de las cosas eternas, el bios theoretikos. Esta
separación entre el bios politikos y el bios theoretikos, totalmente heterogénea a la vida de
Sócrates, es una defensa de la filosofía ante la amenaza de la polis y es el comienzo de la
separación de los hombres de pensamiento y los hombres de acción - siendo que en
Sócrates el pensamiento y la acción constituían su modo de vida.
Volviendo a nuestro eje la importancia de la acción en Arendt (2007) es que esta,
crea un espacio común entre los participantes, es decir un espacio de aparición, un espacio
donde aparecemos ante otros como otros aparecen ante nosotros, donde los hombres no
existen meramente como cosas vivas o inanimadas, sino que hacen su aparición de manera
explícita.

Palabras Finales

A modo de conclusión podemos decir que la naturaleza humana no es lo mismo que la


condición humana, porque no hay ninguna condición humana que condicione
absolutamente al hombre, porque el hombre está constituido subjetivamente por fuera de
toda condición. El hecho de que sea capaz de hacer algo absolutamente impredecible; eso
es lo que Arendt llama libertad, milagro, o política. Ese exceso, en algún punto, del hombre
respecto de sus condiciones es la humanidad del hombre, sostiene que el camino hacia el
cambio es necesariamente el del compromiso con y para el mundo, y, ya en sus tiempos,
Arendt, denunciaba esta falta de compromiso, pero ser comprometido implica hacerse
cargo de los crímenes de los hombres que ya se han cometido, en la educación: “ una
educación deficiente” que no lleva a la adecuación del espacio público y el de la sociedad.

Es un desafío para los investigadores procurar modelos analíticos para sostener y renovar
la esfera del mundo público y de la política en la propia escuela.

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Hoy día lo que se hace necesario es el compromiso hacia el mundo, un ejemplo de esto son
las violaciones de los derechos humanos, que padece la población de la Franja de Gaza,
donde los niños y las niñas son detenidos ilegalmente por el ejército israelí mantenidos en
prisiones que violan todas las leyes internacionales, por mencionar un ejemplo reciente.

Y si hoy tendríamos entre nosotros a Arendt, seguramente reflexionaría que los


sufrimientos vividos por el pueblo judío deberían ser el principal argumento para rechazar
contundentemente los atropellos que el ejército israelí lleva a cabo en los territorios
palestinos, sin embargo, parece la mejor excusa para justificarlos. Es parte de esa
Condición Humana.

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Bibliografía

ARENDT H. Entre el pasado y el Futuro. Editorial Península, Barcelona. 1996


ARENDT H. La Condición Humana, Barcelona, Paidos. 2007
ARENDT H, The crisis in Education, en Between Past and Future, pp. 181–182.
CRUZ, M. Hannah Arendt, pensadora del Siglo. Buenos Aires. Paidós. 2005
FAVERO, A.A. Leituras sobre Hannah Arendt: Educação, filosofía e política. Mercado
de Letras. 2012
TELLO, C. Epistemologías de la política educacional y justicia social en América
Latina. Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. Monográfico
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TELLO, C.; MAINARDES, J. La posición epistemológica de los investigadores en
Política Educativa: debates teóricos en torno a las perspectivas neomarxista,
pluralista y pos-estructuralista. Archivos Analíticos de Políticas Educativas, v. 20,
n. 9, p. 1 -33, 2012, Disponible en: <http://epaa.asu.edu/ojs/article/view/988>.
Acceso: 24 mar. 2012.
TELLO, C. Las epistemologías de la política educacional. Notas históricas y
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política educacional. Enfoques y Perspectivas para el análisis de Políticas
educacionales. Campinas. SP: Mercado de Letras. 2013
TELLO, C. (2014) The theoretical field of education policy: characteristics, objects of
study and mediations A Latin American perspective. American Journal of
Educational Research. En prensa. 2014

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