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Macro elementos
Sodio
Potasio
Calcio
Es el mineral más abundante del organismo. se combina con el Fósforo para formar los
huesos y dientes también forma parte del tejido conjuntivo y de los músculos. Junto con el
potasio y el magnesio, es esencial para una buena circulación de la sangre. El 99 % de este
mineral en el cuerpo forma parte del esqueleto óseo, reemplazándose un 20 % cada año.
Fuentes: Productos lácteos, frutos secos, semillas de sésamo, verduras y algunas aguas de
mesa. Aporte mínimo recomendado: 800 - 1200 mg/día.
Fósforo
Además de combinarse con el calcio para dar rigidez a los huesos y a los dientes, el Fósforo
es un componente esencial en el aporte de energía a través de ATP y FC. En en asociación
con ciertos lípidos, da lugar a los fosfolípidos, que son componentes indispensables de las
membranas celulares y del tejido nervioso. La concentración en sangre de fósforo está en
íntima relación con la de calcio. Normalmente tenemos un exceso de fósforo, ya que se usa
como aditivo alimentario (emulgente). Fuentes: Suele estar presente en los alimentos que
contienen calcio, como los frutos secos, el queso, la soja, yema de huevo, etc. Aporte
mínimo recomendado: 800 - 1200 mg/día.
Magnesio
Cloro
Junto con el Sodio, y Potasio el Cloro constituyen los llamados electrolitos ya que están
disueltos en el organismo como como partículas con una carga eléctrica, llamada iones.
Favorece el equilibrio ácido-base en el organismo y ayuda al hígado en su función de
eliminación de tóxicos. Fuentes: Sal común, algas, aceitunas, agua del grifo, etc. Aporte
mínimo recomendado: Nivel no especificado.
Azufre
Está presente en todas las células, especialmente en la piel, uñas, cabellos y cartílagos.
Entra en la composición de diversas hormonas (insulina) y vitaminas, neutraliza los tóxicos
y ayuda al hígado en la secreción de bilis. Fuentes: Legumbres, col, cebolla, ajo,
espárragos, puerro, pescado y yema de huevo.Aporte mínimo recomendado: Nivel no
especificado.
Micro elemento
Hierro
Este elemento cumple una labor importantísima al transportar el oxigeno en los glóbulos
rojos. También es un componente estructural de la mioglobina, un compuesto similar a la
hemoglobina que ayuda en el almacenamiento y transporte del oxigeno dentro de la celular
muscular. También es imprescindible en la correcta utilización de las vitaminas del grupo
B. Solamente se aprovecha un 10% del hierro presente en los alimentos que consumimos.
Se absorbe mejor el hierro de los alimentos de origen animal que el de los alimentos de
origen vegetal.
Su déficit provoca la anemia ferropénica, muy común en los últimos meses del embarazo
ya que las necesidades de hierro aumentan. También aumentan las necesidades si
consumimos café o alcohol en exceso ya que disminuye su absorción. La vitamina C
mejora la absorción del hierro.
Fuentes: Carnes, hígado, yema de huevo, verdura verde, cereales integrales, frutos secos y
levaduras. Aporte mínimo recomendado: 10 - 15 mg/día.
Flúor
Previene la caries dental y fortifica los huesos. No es probable padecer déficit de flúor, ya
que en los países supuestamente civilizados se añade a las aguas de distribución pública.
Fuentes: El agua del grifo, el té, el pescado, col y espinacas. Aporte mínimo recomendado:
1 - 2 mg/día (en los alimentos).
Yodo
Fuentes: Sal marina, pescados, mariscos, algas y vegetales cultivados en suelos ricos en
yodo. Aporte mínimo recomendado: 150 µg/día.
Manganeso
Cobalto
Contribuye en la formación de los glóbulos rojos, ya que forma parte de la vitamina B12
que se puede sintetizar en la flora intestinal. Fuentes: Carnes, pescados, lácteos, remolacha
roja, cebolla, lentejas e higos. Aporte mínimo recomendado: Nivel no especificado.
Cobre
Zinc
SINERGISMO: Es toda acción cuya potencia es mayor que la suma de sus partes.
Ejemplo: Dos insecticidas determinados que al mezclarse tienen un poder superior a la
suma de sus partes. Cationes y aniones que nos ayudan mutuamente para entrar en las
plantas.
Antagonismo: cationes y aniones que producen precipitados insolubles por una alta
afinidad de cargas.
COMPOSICON DE FERTILIZANTES:
Algunos fertilizantes: La uréa, el SO4K2 (sulfato de potasio), el SO4(NH4)2 (sulfato
amónico), SO$K2(sulfato potásico),
ClK (cloruro de potasio), No3K (nitrato de potasio) etc.
Los fertilizantes pueden clasificarse de acuerdo a diversos criterios, pero en principio para
ser adecuados a la fertirrigación deben ser solubles. En cuanto se refiere al uso con el riego,
se clasificaran en dos clases:
Fertilizantes líquidos abastecidos en forma de soluciones saturadas listas para usar sin
necesidad de tratamientos previos. Si bien estos en general contienen menor concentración
de nutrientes aumentando el costo de transporte y almacenamiento, su manejo en fertirriego
es mas cómoda que con los fertilizantes sólidos.
Fabricación:
PREPARACION
Cuando se trata de volúmenes pequeños se puede mezclar los sulfatos en forma seca antes
de disolverse. Lo mismo con los nitratos y fosfatos.
Los abonos sólidos son los de mayor uso en España y suelen presentarse en las siguientes
formas:
a) Abonos en polvo, con grado de finura variable según el tipo de fertilizante. Normalmente
no son aconsejables, ya que su manejo resulta molesto, entorpecen el funcionamiento de la
máquinas y sufren pérdidas en la manipulación. Sin embargo, esta forma sin puede ser
apropiada cuando la solubilidad en agua es escasa o nula, y resulta idónea en los casos en
los que el abono se mezcla íntimamente con el suelo.
b) Abonos granulados. Aquéllos en los que al menos el 90 % de las partículas presentan un
tamaño de 1-4 mm. Esta presentación permite un manejo más cómodo, un mejor
funcionamiento de las abonadoras, una dosificación más exacta y una distribución sobre el
terreno más uniforme.
c) Abonos cristalinos, que facilitan la manipulación y distribución.
d) Abonos perlados (prill). Mediante el sistema de pulverización en una torre de gran altura,
se obtienen esferas de tamaño muy uniforme, al solidificarse las gotas durante la caída.
e) Abonos macrogranulados. Constituidos por grandes gránulos, de 1-3 cm de diámetro e
incluso mayores, de liberación progresiva de los elementos nutritivos.
Dentro de los fertilizantes líquidos, los tipos más característicos son los siguientes:
Los abonos líquidos ofrecen las siguientes ventajas respecto a los sólidos:
Entre los abonos gaseosos únicamente se emplea el amoníaco anhidro, que es una gas a la
temperatura y presión normal. Para que pase a estado líquido y facilitar el almacenaje y el
transporte, se comprime y vuelve a transformarse en gas cuando se inyecta en el suelo.