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NOTAS
[1] Cf. el capítulo: «Le durezze di Francesco d'Assisi», en Id., Tensioni religiose agli inizi del Duecento.
El primo francescanesimo in rapporto a tradizioni eremitico-penitenziali, esperienze pauperistico-
evangeliche, gruppi ereticali e istituzioni ecclesiastiche, Torre Pellice 1984, 9-14, ahora reeditado en
Id., Tra eremo e città. Studi su Francesco d'Assisi e sul Francescanesimo medievale (Medioevo
Francescano-Sagi, 2), Santa María de los Ángeles, Asís 1991, 36-40.
[2] G. Miccoli, «La propuesta cristiana de Francisco de Asís», en Id., Francisco de Asís. Realidad y
memoria de una experiencia cristiana, Ed. Franciscana Aránzazu, Oñate 1994, 81.
[3] De hecho, en la Regla falta este capítulo: en la Regla no bulada, en el cap. 5.°, encontramos
algunos versículos muy parecidos (1 R 5,7-8). La Regla bulada, en el cap. 7.º, continúa el tema,
manteniendo en algunas partes también una gran consonancia textual con la Carta a un Ministro,
pero de hecho subsisten acentos diversos.
[4] J. Dalarun, subrayando el hecho que Francisco no manifestó una atención particular hacia las
mujeres, ni escribió para ellas ningún propositum, y realzando el «éxito femenino» de Francisco,
observa: «Más que en las relaciones con las mujeres, escasas en el fondo, más que en una
concepción de la Mujer en conjunto tradicional, esta posibilidad de identificación me parece que
encuentra su motor en el uso sólido de alegorías femeninas y en un movimiento esbozado con
feminizaciones del mismo santo, dos elementos que pueden ser leídos también como
prolongaciones extravagantes de la cultura cortés que ha sellado la juventud del Asisiense» («Donne
e Donna, femminile e femminilizzacione negli scriti e nelle leggende di Francesco d'Assisi», en Chiara
d'Assisi. Atti del XX Convegno Internazionale. Assisi, 15-17 ottobre 1992, Espoleto 1993, 265-266;
todo el artículo, 237-267). Dalarun ha desarrollado posteriormente esta temática en el volumen:
Francesco: un passaggio. Donna e donne negli scritti e nelle leggende di Francesco d'Assisi.
Postfazione de G. Miccoli. Roma 1994 (remito a mi recensión, en Collectanea Franciscana 65, 1995,
384-386).
[5] G. G. Merlo, «Le stimmate e la grande Tentazione», en Id., Intorno a frate Francesco. Quattro
studi (Presenza di San Francesco, 39), Milán 1993, 141.
[6] Por lo que respecta a la propuesta cristiana de Francisco, continúa siendo punto de referencia R.
Manselli, San Francesco dal dolore degli uomini al Cristo crocifisso, ahora en Id., Francesco e i suoi
compagni (Biblioteca seraphico-cappuccina, 46), Roma 1995, 183-200; y sobre todo G. Miccoli, «La
propuesta cristiana...», Id., «Un'esperienza cristiana tra Vangelo e istituzione», en Dalla «sequela
Christi» di Francesco d'Assisi all'apologia della povertà. Atti del XVIII Convegno Internazionale. Assisi.
18-20 ottobre 1990, Espoleto 1992, 3-40. (Trad.: Una experiencia cristiana entre evangelio e
institución, en Sel Fran 73, 1996, 41-66).
[7] Lo destacaba ya A. Marini, «La novitas francescana tra i movimenti dell'inizio del sec. XIII. A
proposito di due publicazioni di Grado Giovanni Merlo», en Studi e Materiali di Storia delle Religioni
53 (1987) 101, nota 7.
[8] Cf. F. Accrocca, «Alla sequela di Cristo. Liturgia e carità nell'esperienza religiosa di Francesco
d'Assisi», en Forma Sororum 33 (1996) 298-315, part. 312-314.
[9] El estudio de A. Bartoli Langeli es, sin duda, ejemplar: «Gli scritti da Francesco: l'autobiografia di
un illetratus», en Frate Francesco d'Assisi. Atti del XXI Convegno Internazionale. Assisi, 14-16 ottobre
1993, Espoleto 1994, 101-159. Este artículo mío no tiene la mínima pretensión de ofrecer
aportaciones nuevas para la resolución de los problemas planteados por el texto: más
modestamente, quiere en primer lugar dar a conocer a un público «diverso» los resultados
alcanzados por Bartoli Langeli y por Giulia Ammannati, y por tanto proporcionar una propuesta
interpretativa de la relación Francisco/León, y, por consiguiente, de la aspereza manifestada por
Francisco.
[10] Esto afirma en su introducción a los escritos de Francisco, Fontes francescani (Medioevo
francescano. Testi, 2), Ed. Porziuncola, Santa María de los Ángeles-Asís, 1995, 4.
[12] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 121.
[13] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 122,
nota 44; cf. también 149-159.
[14] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 118-
120.
[15] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 118.
[16] Puede verse el texto reproducido fotográficamente por A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da
Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 118.
[17] Me permito remitir a: F. Accrocca, «Nodi problematici delle fonti francescane. A proposito di
due recenti edizioni», en Collectanea Franciscana 66 (1996) 567-569 (todo el artículo, 563-598).
[18] Para estas cuestiones, cf. A. Pratesi, «L'autografo di san Francesco nel Duomo di Spoleto», en
San Francesco e i francescani a Spoleto, Espoleto 1984, 17-19; F. Bandini, «Un autografo di san
Francesco. Le vicende e il ritorno a Spoleto dell'importante documento», en San Francesco e i
francescani a Spoleto, 27-28; A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco
d'Assisi, Espoleto 1994, 110-113; en 105-107, ofrece una síntesis de la bibliografía sobre los
autógrafos del Santo.
[19] El texto ha sido reeditado en Fontes francescani (Medioevo francescano. Testi, 2), Ed.
Porziuncola, Santa María de los Ángeles-Asís, 1995, 89.
[20] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 97.
[21] R. Manselli, por ejemplo, que usaba el texto editado por Esser, definía la carta espoletina como
«uno de sus -de Francisco- gestos de delicadeza de alma más emotivos y exquisitos que nos revela
la finura de que él era capaz» («San Francisco en Espoleto», en Para mejor conocer a Francisco de
Asís (Col. Hermano Francisco, 33), Ed. Franciscana Aránzazu, Oñate 1997, 244).
[22] Para todos estos problemas de lectura del texto, puede consultarse el esmerado análisis de A.
Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 139-148.
[23] Algunos habían dado ya una lectura correcta, como Giuseppe Gozza-Luzzi, S. Minochi (cf. G.
Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca. Scritti in honore di Diego Maltese raccolti da Mauro Guerrini, Ed. Regione Toscana,
Florencia 1994, 76, notas 13 y 14) y J. Cambell (cf. A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en
Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 141).
[24] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca..., Florencia 1994, 73-86. Desafortunadamente, como decía, no me parece que el ensayo
haya entrado en los «círculos» de la franciscanística: personalmente, he tenido noticia de él sólo
porque A. Bartoli Langeli indicaba su próxima publicación (cf. «Gli scritti da Francesco», 107, nota
12, y 135, nota 60); después he preguntado personalmente al profesor Bartoli Langeli con el fin de
obtener más claridad en el asunto y él mismo, muy cortésmente, me ha entregado una copia del
estudio de Ammannati: permítaseme, por ello, agradecérselo públicamente.
[25] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca... Florencia 1994, 78-84.
[26] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca... Florencia 1994, 84-85. En la línea 4, al principio aparecía la palabra «disimus», después
fue corregida por «diximus»; en la línea 5, la «h» delante de «oc» (sobreescrita); en la línea 8, la «d»
después de «a» (sobreescrita: «ad me»); el mismo fenómeno se observa en la línea 19: el hecho de
que el error corregido sea el mismo declara en favor de la hipótesis de Ammannati; sin embargo la
«d» sobreescrita es, a mi parecer, diversa de la de la línea 8; en la línea 11, el «tibi» sobreescrito
sería obra de León (pero sobre esto volveré después).
[27] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca... Florencia 1994, 78-84.
[28] Este es el sentido dado expresamente por Ammannati a las últimas cuatro líneas (cf. «La lettera
autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della biblioteca... Florencia 1994, 81.
[29] Mi lectura, sin embargo, se basa sólo en una buena reproducción fotográfica: puede, pues,
resultar artificiosa, creyendo ver signos abreviados que una comprobación minuciosa del original
puede descubrir inexistentes.
[30] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca... Florencia 1994, 85. La corrección sobre humilitas, ha sido efectuada sobre la línea 7 de
la Chartula asisiense.
[31] G. Ammannati, «La lettera autografa di Francesco d'Assisi a Frate Leone», en Il linguaggio della
biblioteca... Florencia 1994, 86.
[32] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 136 y
138.
[33] 3 Cel 159; LM 4,9; LM Milagros 10,6; Lm 2,9; A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en
Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 138.
[34] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 138-
139.
[35] A. Bartoli Langeli, «Gli scritti da Francesco...», en Frate Francesco d'Assisi, Espoleto 1994, 155.
[36] En otra ocasión adelanté la propuesta de que también el Testamento fue dictado por Francisco
en distintos momentos, pero del Testamento, sin embargo, no poseemos el original o los originales:
lo que en este caso parece un dato incontrovertible, allí sólo puede ser presentado como una
propuesta de lectura o, si se quiere, como una hipótesis de trabajo, que espero active un provechoso
debate (cf. F. Accrocca, «Testamento di Francesco: l'ereditá di un'immagine», en Francesco e le sue
immagini. Momenti dell'evoluzione della coscienza storica dei Minori (sec. XIII-XVI), Centro Studi
Antoniani, Padua 1997, 15-35.
[37] P. Golinelli, «I rapporti tra Gregorio VII e le signore di Canossa, Beatrice e Matilde,
dall'epistolario gregoriano», en Bolletino Storico Reggiano 20 (1987) 8.
[38] En sus Manuscritos autobiográficos, la santa, dirigiéndose a la madre priora María de san Luis
Gonzaga, recordando sus relaciones con sor Marta de Jesús, su compañera de noviciado, escribe:
«Le demostré (a sor Marta) que se amaba a sí misma y no a vos. Le dije cómo os amaba yo, y los
sacrificios que me había visto obligada a hacer en los comienzos de mi vida religiosa para no
aficionarme a vos de una manera enteramente material, como el perrito se aficiona a su dueño. Le
convencí de que el amor se alimenta de sacrificios, y de que cuantas más satisfacciones naturales se
niega a sí misma el alma, tanto más fuerte y desinteresada se hace su ternura. Recuerdo que siendo
postulante, me venían a veces tan violentas tentaciones de entrar en vuestra celda para darme
gusto, para encontrar algunas gotas de consuelo, que me veía obligada a pasar rápidamente por
delante del depósito y agarrarme al pasamano de la escalera. Se me representaban una multitud de
permisos que pedir, hallaba mil razones para complacer a mi naturaleza. ¡Cuánto me alegro ahora
de las renuncias que me impuse en los principios de mi vida religiosa Al presente gozo ya de la
recompensa prometida a los que combaten generosamente» (Manuscrito C, segunda parte, cap. X,
8-9).