HISTORIA Y EVOLUCIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN

Introducción

En la sociedad contemporánea, la administración, es una práctica científica

imprescindible para la dirección empresarial y de todo tipo de organización social, es de

uso tan común, que difícilmente se puede imaginar la existencia de una organización sin

la correspondiente administración, pero como toda ciencia esta ha pasado por una serie

de etapas evolutivas, a través de las cuales ha ido desarrollando su cuerpo teórico,

fortaleciendo sus principios, y construyéndose como una ciencia de la conducción de las

organizaciones sociales, ya sean estas, públicas o privadas, este proceso evolutivo, se

describirá en los próximos párrafos del presente ensayo.

Desarrollo.

En la actualidad, la administración, es una ciencia, que posee, todo un cuerpo teórico,

doctrinario, pero no siempre fue así, se caracterizó ante todo, por ser una práctica social,

la de poder organizar, dirigir, obtener los mejores réditos posibles de la acción y el trabajo

de un conjunto, de hombres, así nació la administración, mucho antes que siquiera se

inventara el termino administración, surge como una práctica social, desde el origen de

las primeras asociaciones u organizaciones humanas, por lo general de carácter

productivo, y de protección, pues en todas ellas, debió haber alguien que asumiera el

papel de líder y distribuyera el trabajo, asignara responsabilidades.

Los primeros pueblos socialmente organizados de la sociedad, como los egipcios, los

griegos, los chinos, ya desarrollaron ciertos modelos de administración, para impulsar sus

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organizaciones sociales, especialmente desde el ámbito público; los egipcios ya tenían un

sistema de gobierno organizado por separación de responsabilidades y trabajos.

(…) ya tenía cargos especiales es decir contaba con arquero, colectores de miel,

marineros; algo importante de esta organización es que ya se contaba con un

fondo de valores, los egipcios obtenían impuestos a través del gobierno que

cobraba a sus habitantes, con el fin de duplicarlo al comercializarlo por otros

objetos. (Chiavenato, 2007, pág. 87)

Igual sucedió con los pueblos asiáticos, que se manifestó mediante las ideas de Confucio

sobre la administración de los bienes públicos, poniendo énfasis en la ética e

imparcialidad en el ejercicio de gobierno; de los pueblos griegos de la antigüedad, quedan

las lecciones de los principios teóricos, muchos de los cuales tienen vigencia hasta hoy,

tales como la separación y especialización de actividades, así como la selección de

personal, propuesta por Pericles.

El enorme desarrollo del imperio romano, habla por sí solo del amplio desarrollo que

alcanzó la administración entre los gobernantes, administradores del gran imperio

romano, tanto para administrar sus abundantes recursos como el talento humano, entre

soldados, legisladores, juristas, financistas, sacerdotes y aún los recursos de los pueblos

conquistados, que pasaban a formar parte de su fortaleza imperial, administrar tan vasto

imperio no pudo hacérselo sin un gran desarrollo de la ciencia administrativa, aunque sea

muy poca la literatura que de ella haya quedado; similar situación se dio durante la edad

media, con el desarrollo del feudalismo, los señores feudales debieron utilizar

ampliamente la administración para gobernar eficientemente sus feudos. (Sanz, 1982)

Sin embargo, si bien es importante reconocer los orígenes de la administración, no es

menos cierto que el desarrollo, ya como disciplina científica, se produce a partir de la

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edad moderna, luego de la revolución francesa, cuando irrumpe en la historia de la

humanidad la revolución industrial, a finales del s. XVIII.

“Para Bums la Revolución Industrial se (desarrollo) en dos épocas bien diferenciadas:

1780 a 1860 1ª. Revolución Industrial o revolución del carbón y del hierro. 1860 a 1914

2ª. Revolución Industrial o revolución del acero y de la electricidad” (Cruz, Fernández,

Flores, & otros, 2011, pág. 28) pues es este inmenso empuje a la capacidad de

transformación de la naturaleza, que da origen a un inusitado aumento de la

productividad, y con ello el surgimiento de las grandes empresa, que demandan el

desarrollo urgente de la ciencia administrativa, como una guía para el manejo de un cada

vez creciente número de personal y recursos, a los cuales había que utilizarse de la forma

más eficiente posible para generar mayor productividad y competir eficazmente con los

industriales rivales, y si bien surgieron múltiples teorías locales en cuanto a la

administración de estos nuevos grandes retos, habría de pasar un siglo, para que la

humanidad viera surgir la revolución científica y con ella el nacimientos de las ciencias

modernas, entre las cuales se incluye la administración, producto de estos avances

científicos y las necesidades económicas de la empresa moderna, a comienzos del siglo

XX aparecen en el umbral histórico, las figuras de dos grandes hombres de ciencia, que

pasaran a la historia como los precursores de la administración moderna, el primero

Frederick Winslow Taylor, un ingeniero norteamericano, “quien desarrolla la escuela de

administración científica, escuela que se preocupa por aumentar la eficiencia de la

industria, inicialmente, de la racionalización del trabajo del obrero” (Barba, 2010) y que

a pesar de ser un pionero en este campo ha recibido fuertes críticas, por las limitaciones

de sus teorías, lo cual es totalmente entendible siendo un iniciador en la estructura

científica de la administración.

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Entre los avances que introdujo Taylor en las ciencias administrativas, se destaca el

método de la organización racional del trabajo (ORT), que implicaba identificar el método

más rápido y el instrumento más eficiente para realizar una labor, y exigir que tales sean

utilizados por todos los operarios, antes que dejar dichos elementos a criterio del obrero.

Otro de sus aportes fue el estudio del movimiento y el tiempo de realización del trabajo,

lo cual dio como resultado la división del trabajo y la especialización del obrero.

El otro precursor de la ciencia administrativa, es el europeo “Henri Fayol quien desarrolla

la llamada teoría clásica la cual se ocupa del aumento de la eficiencia de la empresa a

través de su organización y de la aplicación de principios científicos generales de la

administración” (Medina & Ävila, 2012), este estudioso de la administración, pone

énfasis en la estructura de la organización, ya que de acuerdo a sus argumentos una buena

estructura organizativa implica el trabajo eficiente de toda la organización, ya que cada

área de una empresa cumple con distintas funciones, que al final son las que permiten el

funcionamiento organizacional, y si una de dichas áreas, falla entonces la organización

toda, estará en riesgo.

Entre la segunda y tercera década del siglo xx, surge la llamada teoría de las relaciones

humanas, desarrollada a partir de experimentos realizados por Hawthorne, (Chiavenato,

2007) y se preocupa por considerar en la producción empresarial elementos como la

motivación, liderazgo, dinámica de grupos, extendiendo la motivación más allá del

aspecto estrictamente económico, ubicándolo en la necesidad de reconocimiento social y

símbolos de poder.

En esta teoría se destaca la preocupación por la capacidad de liderazgo del administrador,

puesto que no es suficiente la capacidad de mando jerárquico, sino que requiere lograr la

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colaboración de sus subordinados por voluntad propia, no solo como resultado de la

dependencia.

Chiavenato (2007) menciona la escuela “neoclásica, u operacional o de proceso

administrativo” Pág. 187, en la cual sus creadores plantean la necesidad de incorporar a

la forma de administrar, procedimientos estándar que garanticen una gestión

administrativa eficiente, entre estos principios se enumeran: planear, organizar, dirigir y

controlar el trabajo de sus subordinados.

La administración por objetivos, es otra de las teorías modernas de la administración,

aunque en realidad es una bifurcación de la teoría neoclásica, que se empeña en valorar

de manera especial los propósitos de cada organización en el proceso administrativo; aquí

se desarrolla el concepto de objetivos estratégicos y operacionales, dando a los primeros,

la categoría de direccionales.

Posteriormente surge la teoría de la burocracia, “como una forma racional de organizar

personas y actividades para alcanzar objetivos específicos” (Chiavenato, 2007, pág. 197)

esta forma de organización, parte de la necesidad de implementar el principio de autoridad

en toda organización, posibilitando la solución de los problemas a través de la delegación

de autoridad que ejercen los burócratas.

En el ámbito de la conducta organizacional, hacia los años 40 del siglo anterior surge la

escuela o teoría del comportamiento, dentro de las ciencias administrativas, de acuerdo a

la famosa clasificación de las necesidades humanas de Maslow, quien es uno de los

principales impulsadores de esta teoría, de acuerdo a la cual los seres humanos están

motivados esencialmente por sus necesidades, por tanto es necesario conocer cuáles son

las necesidades del obrero para saber cómo motivarlo a realizar mejor su trabajo.

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Para la década del sesenta, surge la teoría del desarrollo organizacional, “como un

conjunto de ideas sobre el hombre, la organización y el ambiente, con el propósito de

facilitar el crecimiento y el desarrollo de las organizaciones” (Torres, 2011) esta teoría

opta por reconocer las diferencias individuales de las personas que integran una

organización, valorando la diversidad como una riqueza en cuanto a propuestas e ideas

tanto para resolver conflictos, como para aumentar la productividad.

Otras teorías de la administración que han surgido posteriormente, son la teoría

matemática, la teoría de sistemas, y la teoría situacional, cada una de ellas con enfoques

específicos sobre la forma más conveniente de manejar una empresa.

Conclusión.

Se concluye de la descripción realizada que la administración es una práctica social, que

ha estado presente desde las primeras formas de organización humana.

Que en sus distintos niveles de desarrollo ha sido usada por los gobernantes de todos los

tiempos.

Que a partir del siglo XX la administración científica ha sido objeto de gran preocupación

por especialistas y científicos que estudian al hombre y sus reacciones.

La administración es una herramienta indispensable de la vida contemporánea.

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Bibliografía

Barba, A. (2010). Frederick Winslow Taylor y la administración científica, contexto,

realidad y mitos. Gestión y Estrategia(38), 17 - 30. Recuperado el 22 de 05 de

2018, de http://zaloamati.azc.uam.mx/bitstream/handle/11191/2955/frederick-

winslow-taylor-y-la-administracion-cientifica-contexto-realidad-y-

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