Vous êtes sur la page 1sur 16

UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

LECCIÓN N° 08

DELITO CONTINUADO

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

ORIGEN HISTÓRICO

Es controvertido el origen de la teoría de la continuación, pues mientras CARRARA sostuvo que no es


creación toscaza y que más bien se remonta a las leyes romanas, MANZINI afirma que tal acepción fue
desconocida en el Derecho Romano, bárbaro y canónico.

Para CAMAÑO ROSA, la teoría aparece bastante tarde en la práctica italiana (lo cual se desprende de
los escritos de FARINACIO) entre otras distinciones, tendientes todas ellas a eludir la pena de muerte por el
tercer hurto. Posteriormente esta teoría se extendió a otros delitos y se insertó en la leyes, llegando al
Proyecto MANCINI de 1877 y pasó al Código Italiano de 1889, manteniéndose por equidad en el Código
Italiano de 1930 y el uruguayo de 1933.

2. DEFINICIÓN LEGAL: VIGENTE Y ANTIGUA

2.1. DEFINICIÓN LEGAL VIGENTE

2.1.1. EN EL CÓDIGO PENAL

El artículo 49º define el delito continuado cuando varias violaciones de la misma ley penal
hubieren sido cometidas en el momento de la acción, o en momentos diversos con actos
ejecutivos de la misma resolución criminal serán considerados como un solo delito
continuado y se sancionarán con la pena correspondiente a éste.

2.1.2. EN EL CÓDIGO PROCESAL PENAL:

El artículo 21º se incluye en concordancia al delito continuado; también compete a la


Facultad jurisdiccional de la Sala Penal Suprema.

El artículo 23º también se incluye en concordancia y de manera precisa el delito continuado


por encontrarse dentro de la competencia que le cabe al Juez Penal.

EDUCA INTERACTIVA 83
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

2.2. DEFINICIÓN LEGAL ANTIGUA

Nuestro anterior Código Penal, en su Art. 107 definía el delito continuado, como la ejecución de
varias acciones u omisiones que obedecen a una misma resolución criminal, integrante de igual
precepto penal y no interrumpido por la presencia de procedimiento judicial.

Constituyendo una definición no muy clara como nos la da el actual Código Penal.

3. DELITO CONTINUADO EN LA DOCTRINA

Entre los más renombrados sostenedores destaca GUILLERMO CABENELLAS; Se caracteriza por la
Unidad de Resolución o a propósito de un mismo sujeto, que ha cometido una serie de acciones constitutivas
de ejecución parciales de un solo delito.
Ejemplo:

El que roba una suma de dinero, guardaba en un lugar, llevándose unas cuantas monedas o billetes
cada día (en varias opiniones legales peruanas se le conoce como Robo Sistemático o por etapas).
Ejemplo:

Quien introduce una partida de contrabando repartiéndola en varias expediciones.

Ejemplo

El que provoca un envenenamiento aplicando dosis sucesivas de algún producto.

Para el caso del delito continuado, corresponde conocer al Tribunal del lugar donde se haya
desarrollado la acción principal.

PRONUNCIAMIENTO: La Doctrina se pronuncia por la Unidad de Resolución y de lesión jurídica


dentro de la pluralidad de acciones, sin tener en cuenta tan rigurosamente la identidad de los sujetos
pasivos.

4. EL DELITO CONTINUADO EN LA JURISPRUDENCIA

La jurisprudencia admite la Unidad del delito cuando, habiendo diversidad de tiempo y ocasión,
obedece a un pensamiento único, pero no cuando los actos carecen de relación entre sí, las víctimas son
diferentes y existe pluralidad de medios y oportunidades.

5. LEGISLACIÓN COMPARADA

Pocos son los Códigos Penales que incorporan el delito continuado a sus textos, prefiriendo silenciarlo
dejando su utilización estimativa a la práctica jurisprudencial (ello parece que fue su origen).

Citando alguno de los pocos países que cuenta dentro de su ordenamiento penal a esta clase de delito
citó a:

a. Código Italiano, Rocco, Art. 81


b. Código Brasil Art. 51 inc. 2 (en el Anteproyecto Art. 62, año 1962)

EDUCA INTERACTIVA 84
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

c. Código Argentina: Art. 54 (En el Anteproyecto Art. 81, Año 1960)


d. Código Noruego: Art. 62 y 63
e. Código Danés: Art. 88
f. Código Búlgaro: Art. 39
g. Código Islandés: Art. 77
h. Código Húngaro: Art. 57
i. Código Uruguayo: Art. 88

De conveniencia de que exista una definición legal en el ordenamiento jurídico es defendido por Antón
Oneca, Camargo Hernández y Juan Del Rosal, contrario a esta posición, Jiménez de Asúa prefieren silencio
legal.

6. NATURALEZA DEL DELITO CONTINUADO

6..1. TEORÍA DE LA FICCIÓN

Antes de señalar el concepto y sustentación doctrinaria de esta Teoría, cabe conocer


previamente el significado que para el derecho tiene la Ficción.

Guillermo Cabanellas define a la ficción como “suposición que la ley hace, atribuyendo a una
persona o cosa, calidad o circunstancia que no le son propias o naturales ”, así mismo indica que
como lindero entre la ficción y la presunción, suele tratarse el que la ficción da como verdadero
un hecho falso mientras que la presunción se limita a suplir la prueba de un hecho verdadero. A
la ficción se le atribuye, dentro del derecho, papel o función semejantes a los desempeñados por
las hipótesis en las ciencias exactas y positivas.

Los que sostienen la Teoría de la Ficción Jurídica: Carrara, Paoli, Manzini, Cuello Calón,
Irureta Goyena, entre otros, recopilando su origen histórico definen la unidad jurídica del delito
continuado como ficticia.

Manzini, sostiene que si la ley no hubiera asignado al elemento psíquico “eficacia unificadora”,
se tendría, por consiguiente, en lo que se denomina delito continuado, concurso material de
delitos, constituidos por la reiteración del mismo hecho delictuoso por parte de la misma persona;
y la voluntad del Estado, imponiendo considerar como un solo delito, excepcional apreciación del
proyecto criminoso, ha dado con pleno conocimiento una noción en sí misma no verdadera (delito
único) de un estado de hecho exactamente conocido en su realidad (pluralidad de delitos), por
consiguiente esto constituye la creación de una ficción jurídica.

6.2. TEORÍA DE LA REALIDAD NATURAL

Esta teoría es sostenida principalmente por Alimena e Impallomeni de la Terza Scuola y en la


actualidad por Brusa, Soler, Antolise, Antón Oneca, Jiménez de Asúa, Von Liszt, Graf Zu Dhona y
von Piel.

Así, Sebastián Soler, respondiendo a los argumentos de los sostenedores de la Teoría de la


Ficción, entiende que lo ficticio es, precisamente, escindir las distintas acciones.

Los sostenedores de la teoría de la Natural, sostienen que las distintas acciones, aún
constituyendo cada una por sí un delito, no son a fin de cuentas más que una parcial realización

EDUCA INTERACTIVA 85
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

del resultado total, por haber sido puestas en práctica en virtud de una sola resolución. Así el
Delito Continuado es una unidad real y natural.

Para Bernardo Alimena, el Delito Continuado es único subjetivamente “porque la resolución es


una sola, un solo el dolo y desde el primer instante se representan en el delincuente todas las
acciones sucesivas” y es único objetivamente porque no importa que la cosa que se quiere
obtener se obtenga en una sola vez o en varias sucesivas.

Se nota que los defensores de esta teoría se encasillan en un rígido criterio lógico,
oponiéndose la admisión de Ficciones en el Derecho y más aún es la legislación.

6.3. DILEMA DE INTERPRETACIÓN DOCTRINAL DEL DELITO


CONTINUADO: FICCIÓN O REALIDAD.

A pesar de la bifurcación doctrinaria que antecede, dichas teorías han dado lugar a una
multiplicación de posiciones intermedias, siendo las mas conocidas las del finalismo y el
normativismo aleman, enseñadas por Hans Welzel y Reinhart Maurach, quienes sostienen la
estructura de la acción típica, a título de sucesivas realizaciones de un dolo total unitario,
abandonando con ello las corrientes de la antigua querella sobre la naturaleza del delito
continuado.

7. REQUISITOS DEL DELITO CONTINUADO, PLURALIDAD DE


ACCIONES, UNIDAD O IDENTIDAD DE LA LEY VIOLADA, UNIDAD DE
INTENCIÓN O DE RESOLUCIÓN CRIMINAL

Es fundamental que para configurar el delito continuado se cumpla con tres requisitos: La pluralidad de
acciones (u omisiones), la unidad de intención o resolución criminal, y, la unidad o identidad de la ley violada.

7.1. PLURALIDAD DE ACCIONES (U OMISIONES)

Se exige la pluralidad de acciones porque:

a. Si la acción fuera única, sea que conste de un solo acto o de la repetición de varios actos
(una muerte por varios tiros), el delito sería instantáneo y simple.

b. Si el hecho fuera único, subjetiva y objetivamente (atentando y lesiones), configuraría una


reiteración formal.

c. Si fuera la misma acción la que permanece más allá de la consumación (secuestro), se


trataría de un delito continuo.

Al respecto, estima Camaño Rosa, que a veces la ley presupone la pluralidad de acciones,
no para dar nacimiento a un verdadero delito continuado, sino para llegar a la integración de un
delito que tiene como elemento la habitualidad o la repetición de ciertos hechos, cada uno de los
cuales aisladamente no es delito (como por ejemplo la vagancia), tratándose de los delitos de
hábito, colectivos o plurisubisistentes.

EDUCA INTERACTIVA 86
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

7.2. UNIDAD O IDENTIDAD DE LA LEY VIOLADA

La pluralidad de acciones (u omisiones), ha de violar una misma ley penal, o sea, que,
aisladamente consideradas han de ser constitutivas del mismo delito.

Este segundo elemento ha preferido ser denunciado en la doctrina como “unidad


especifica de lesión jurídica”. En cambio, resultad demasiado amplio es tenderla a hechos
violatorios de un mismo bien jurídico, pues ello daría lugar a continuación entre hurto simple y
agravado, pero no cuando primero se hurta y luego se estafa. Longhi, sostiene que la unidad de
ley violada no siempre significa que se trate del mismo artículo o del mismo inciso, lo importante
es el modo de violar la ley.

Es necesario señalar, que es posible la continuación entre delitos simples y agravados.

Doctrinariamente se admite la continuación de tentativa a tentativa, en cambio es


controvertida la doctrina en materia de continuación entre delitos tentados y consumados.
Algunos, pensando en el segundo caso que objetivamente la norma incriminatoria es distinta,
no admiten la continuación. Sin embargo, Soler rechaza esta objeción como un criterio
simplista, pues la tentativa de hurto por ejemplo no es solamente violación del artículo
respectivo de la parte general del Código Penal, sino también y principalmente del tipo descrito
en la parte especial del Código Penal.
Es necesario distinguir entre la hipótesis de tentativa a consumación y de su
consumación a tentativa (la primera es generalmente un caso de absorción y la segunda de
continuación).

7.3. UNIDAD DE INTENCIÓN O DE RESOLUCIÓN CRIMINAL

Este es el elemento básico de la continuación. Se exige la unidad de intención o


resolución criminal, porque si las resoluciones criminales fueran varias, nos hallaríamos frente a
un concurso real de delitos.

El Código Penal peruano, se afilia a la teoría subjetivista italiana, a lo cual Soler,


criticando la aparente simplicidad de las doctrinas objetivas, que complican el problema de las
diversas unidades secundarias que pueden reducirse a un común denominador, aceptando el
principio subjetivo, en cuanto dichas unidades no tienen ningún valor mientras no importen la
necesidad de una resolución nueva; es con relación al elemento subjetivo, que deben ser
analizadas las circunstancias de unidad o pluralidad de lugar, tiempo y sujeto pasivo.

Así, no constituye delito continuado la comisión de dos hurtos sucesivos, a distintas


personas, cuando para cometer el segundo fue necesaria una nueva resolución criminal. Al
respecto, Bramont Arias nos recuerda que la expresión “una misma resolución criminal”, debe
manejarse con sumo cuidado, que una cosa es cometer delito continuado y otra continuar
cometiendo delitos.

La presencia de este tercer elemento pone fin al discutido problema de la avenencia


entre el delito continuado y la culpa, pues equivocadamente se había pensado en la existencia
de un delito continuado culposo.

EDUCA INTERACTIVA 87
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

8. EL DELITO CONTINUADO DENTRO DEL PROCESO PENAL,

8..1. LA CALIFICACIÓN POR EL RESULTADO

Muchas veces hemos referido de los delitos calificados por el resultado, constituidos por
hechos básicamente dolosos ( o incluso culposos) a los cuales le ley contempla mayor gravedad
si acontece un determinado resultado.

Por cierto, el problema no radica en una mayor punición por la circunstancia de infringir el
autor con una mayor intensidad, el orden ético social, ya que en varios tipos delictivos, la
gravedad de la sanción está asociada a la importancia del bien jurídico que se daña; Así el
castigo por el resultado más grave se impone sin que sea necesario que exista dolo o culpa a su
respecto.

Para poder enmarcados dentro de esta posición de inexacto criterio de algunos tratadistas
remitiéndose al plano de la culpabilidad y otros a las causalidad, recurrimos a los orígenes de los
delitos calificados por el resultado y encontramos que la doctrina canónica dio origen, siendo
establecida entre los años 1191 y 1198. Durante la edad media y moderna imperó la
responsabilidad por el resultado. También se sostiene que la doctrina exigió siempre en los
delitos de peligro general el dolo intermedio, en el sentido de la conciencia por parte del hecho de
poner en peligro un bien jurídico, y que en cambio, para las lesiones corporales con resultado de
muerte, se castigaba por la culpa dolo determinada. Al respecto Feuerbach enemigo de la simple
punición por el resultado, siempre entendió que la culpa dolo determinada era precisamente la
culpa, y en ningún caso una forma de responsabilización objetiva.

Sin embargo, este pensamiento de Feuerbach predominante en los juristas alemanes de


distintas épocas, tiene duras expresiones contradictorias, ya que se hiere el principio de la
libertad humana, en la forma impuesta por la época de las luces y postulados de la revolución
liberal.

La simple idea de castigar a una persona por hechos que escapan a su voluntad y a su
libertad de decisión, constituye un ataque a las normas jurídicas de convivencia y de respeto a la
personalidad del hombre; “la barbarie de la jurisdiprudencia” “indignante estigma de nuestro
tiempo” “retroceso brutal y súbito”, términos empleados por Loffler al referirse a la responsabilidad
por el resultado en el Código Alemán de 1871 al admitir una solución objetiva.

Soler, se refiere al “sentido primitivo y cruel de esas figuras” que admiten la


responsabilidad sin culpa.

No obstante las diversas expresiones condenatorias del sentido objetivo de la calificación,


nuestro Código Penal contempla un abigarrado y pintoresco casuismo que a la postre, ha de
crear en el futuro, vacilaciones e incertidumbre a intérpretes y jueces (Código Penal de 1933)

En el Congreso celebrado por la Unión Internacional de Derecho Penal en San


Petersburgo en 1902, se aprobó la moción sugerida por H. Seuffert: “Nadie es punible en razón
de las consecuencias de sus actos, sino que en la medida que las ha previsto o podido prever”.
En cumplimiento de esta decisión nuestro actual Código Penal castiga al autor “cuando pudo
prever”, conforme aparece en los diferentes artículo relativos a las penalidades (Ejemplo Art.
289).

EDUCA INTERACTIVA 88
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

Para los juristas italianos no ha sido preocupación el problema de la calificación por el


resultado destacando el llamado delito preterintencional, separándose de las otras posiciones por
una línea muy tenue, puesto que el rasgo sobresaliente en ambos es la producción de un
resultado que va más allá de la intención.

Al respecto Jiménez de Asúa piensa que el término preterintencional denuncia la índole


más subjetiva en su estructura que el usado en Alemana (Delitos Calificados por el Resultado),
puesto que más allá de la intención no solo esta la Responsabilidad Objetiva, sino también, y
antes, la Culpa. Por esta razón, dicho jurista define la preterintencional como “una alianza de dolo
y culpa, en la que el autor del acto doloso origina una consecuencia más grave que el agente
pudo, al menos prever.

Como resultado de este pensamiento, el citado maestro trata a ambas instituciones


mancomunadamente, pues opina que todo delito calificado por el resultado se transforma en un
delito preterintencional, desde el momento en que se exige previsión o culpa respecto del
resultado más grave.

Sin embargo, los delitos llamados preterintencionales, están constituidos por conductas
finalísticas dirigidas al cumplimiento de cualquier tipo, en las cuales hay una actuación (o acción)
no dolosa, que provoca un resultado injusto, como por ejemplo:

- Un sujeto injuria violentamente a un vecino, le cual muere de un infarto cardíaco al recibir la


Ofensa.

- Un individuo abofetea a su enemigo, el cual, al resbalar y caer sobre la vereda, se fractura la


base del cráneo y perece; un delincuente estafa a su víctima, la cual cae en falencia y quiebra; un
malhechor secuestra a un rico industrial y lo encierra para exigirle rescate, en un lugar estrecho y
falto de ventilación, en el cual se asfixia; un rufián intenta violar a una mujer, la cual al tratar de
defenderse se fractura un brazo.

Con ello tenemos, que cualquier delito común puede causar un resultado preterintencional,
en cambio hay otros delitos calificados por el resultado que los tipificados por la ley en forma
expresa.

En el dilema de considerar la calificación final por el sentido estrictu sensu, causa-efecto,


podemos dilucidarlo sobre la base de los enfoques que hace Baumann, quien dice: “si se mira la
eliminación de los delitos calificados, por el resultado en relación con el fortalecimiento de la
función del Juez, para que encuentre la pena correcta, y el robustecimiento de la valoración de la
actividad, y se mira desde otro punto de vista la peligrosa elevación del arbitrio judicial, entonces
se está mejor dispuesto a considerar la implantación de normas penales del resultado objetivo
(Alemán) como un hecho liberador.

8..2.. ELEMENTOS CONTRIBUYENTES A LA CALIFICACIÓN DEL


HECHO PUNITIVO, DOLO, CULPA

8..2..1. DOLO

Debe entenderse al dolo identificándolo con la malicia, contraponiéndolo a la culpa,


debiendo establecerse un concepto dogmático sin recurrir al historial de nuestra

EDUCA INTERACTIVA 89
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

legislación, por cuanto el cuerpo legislativo no siempre cuenta en su plenitud con juristas
y ante la carencia de ellos, no se cuenta con una visión clara y precisa del dolo.

Conocemos que los romanos, suponían la voluntad dañina de perjudicar a otro, era
un engaño con astucia (dolos), pero lo enmarcaban en un concepto difícil de adaptar a la
ciencia jurídico-penal, aplicándose sobre la base de un concepto de tradición civilístico.

Este criterio ha evolucionado lentamente, ubicándonos dentro del Derecho Penal


como la manifestación, propósito e intención malvada y perversa voluntad de intención
criminal del agente.

Jiménez de Asúa indica, que el dolo es la producción de un resultado típicamente


antijurídica con conciencia de que se quebranta el deber, con conocimiento de las
circunstancias de hecho y del curso esencial de la relación de casualidad existente entre
la manifestación humana y el cambio en el mundo exterior, con voluntad de realizar la
acción y con representación del resultado propuesto

Carnelutti, refiere que el dolo es entendido como la previsión y deliberación del


daño prohibido” Jiménez de Asúa clasifica el dolo en la siguiente forma:

a. Formas originarias y anticuadas


- Dolos generalis
- Dolos indirectus
b. Por su prueba
- Probado
- Presunto
c. Por su intensidad
- Impulsivo o pasional
- Repentino
- Deliberado
- Premeditado
d. Por su importancia
- Principal
- Accesorio
e. Por su permanencia
- Inicial
- Coetáneo
- Subsiguiente
f. Por su especificación
- General
- Especial
- Más especial

g. Por su determinación
- Determinado
- Indeterminado
- Directo de primer grado (o inmediato)
- Indirecto
- Alternativo
- De peligro

EDUCA INTERACTIVA 90
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

- Directo de segundo grado ( o mediato)


- Eventual.

Vannini, clasifica al dolo:


1º Según su contenido
- Dolo de “daño”
- Dolo de “peligro”

2º Según su intensidad
- “Dolo de ímpetu”
- “Dolo de propósito”

3º Según la cualidad
- Dolo intencional
- Dolo de prevención (dolo eventual)

4º Según la intervención
-Dolo “concomitante”
-Dolo “antecedente”
-Dolo “subsiguiente”

CONCEPTUALIZACIÓN DOCTRINAL DEL DOLO.

Sostiene Delitala que: “De verdaderamente voluntario no existe, en cada caso, sino
la acción mientras que el resultado, más bien que voluntario debería llamarse intencional, para
significar que la acción se ha puesto en ejecución con el propósito (directo o eventual) de producir
el resultado, pero el propósito no es voluntad, es el fin al cual se dirige la voluntad y,
consiguientemente, el motivo de la acción, peor no el acto de querer.

Podemos entender que no existe, una teoría que sostenga que la voluntad en el dolo
excluye todo conocimiento y representación, tampoco de una teoría que enmarque de manera
exclusiva al dolo en la representación del resultado. En esto se explica que comúnmente se le
tenga por entendido o sobreentendido en forma tácita al dolo.

No ahondaré en consignar las principales teorías acerca del dolo: a) Teoría de la


voluntad. B) Teoría de la representación, c) Teoría ecléctica. D) Teoría del asentimiento, e) la
doctrina finalista y el dolo por considerar que no obstante que las legislaciones no lo definen,
dejando su concepto a determinación en la elaboración dogmático-doctrinaria, ya que el dolo
fluye del complejo total de los preceptos, sin necesidad de fijarlo con claridad, exactitud y
precisión, presentación mental de orden cognoscitivo y el suceso real que acontece en el mundo
fenoménico.

A. ELEMENTO VOLITIVO DEL DOLO

El elemento volitivo del dolo está fundamentalmente constituido por la


Orientación de la Voluntad, finalmente dirigida a que se concrete la acción.

Mezger indica al respecto que “El conocimiento que el dolo exige debe ser
contenido de la voluntad de la acción (el que se le denomina elemento emocional del
dolo)

EDUCA INTERACTIVA 91
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

B. ELEMENTOS PSICOLÓGICOS DEL DOLO

El elemento anímico interno que impulsa la actuación, requiere de dos clases


de componentes:

(1) Aquellos de orden cognoscitivo que, mediante representaciones


mentales, informan al autor acerca de la realidad, misma del hecho que
ejecuta; es común denominado como el Elemento Intelectual del dolo.
(2) Aquellos que disciplinan las fuerzas del querer enana determinada
dirección y que se manifiesta en la acción voluntaria, llamándose para
algunos, Elemento emocional, pero en lo que respecta al presente
trabajo de investigación lo llamaremos Elemento Volitivo del dolo

C. ELEMENTO INTELECTUAL DEL DOLO


Este elemento está vinculado directamente con los contenidos de la
conciencia que importan el conocimiento de la exacta significación de la acción que
se realiza, esto es, el autor debe saber lo que realmente ejecuta, así mismo como las
consecuencias causales de esa ejecución y la trascendencia del hecho en el mundo
externo.

Para darle una mayor claridad podemos decir que hay ausencia de este
Elemento Intelectual, cuando, por cualquier razón (ignorancia o error, inconsistencia,
sueño profundo, etc.) un sujeto no sabe lo que hace o lo que causa, o sea, que sólo
la existencia de un estrecho paralelismo entre la representación mental de orden
cognoscitivo y el suceso.

8.2.2. CONCEPTO DE CULPA

Este concepto es uno de los más delicados para el Derecho, por los matices de la
voz y de las diversas valoraciones legislativas y doctrinales.

En este sentido general y amplio, se entiende por culpa toda falta, voluntaria o no,
que causa mal o daño, constituyendo para la responsabilidad penal, acción u omisión
que en las leyes penales se castigan como delito o falta.

Alejados de los diversos conceptos doctrinales a falta de una definición legal,


interesa al investigador la culpa dolosa, la cual presente gravedad para el agente, pues
con frecuencia configura delito o, si no se trata con particular rigor en el Derecho Común
al obligar a su autor a la reparación del daño y el resarcimiento de los perjuicios y hasta
a percibir cuanto hubiera obtenido o le fuere posible consignar de la relajación jurídica de
no haber mediado la malicia dolosa.

En sentido estricto, culpa equivale a falta de diligencia, por cuanto toda persona se
encuentra obligada a obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, para
salvaguardia personal y por un sentido social de solidaridad personal y por un sentido
social de solidaridad; la trasgresión puede revestir tanta responsabilidad en la explosión
de una caldera por excesiva presión o combustión, como por no apagarla al retirarse el
cuidador y con ello originar un estallido o un incendio.

EDUCA INTERACTIVA 92
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

Retomando la perspectiva de la gravedad, cabe señalar que los romanos


distinguieron tres clases de culpa:

a. Lata, cuando no se emplea la diligencia que todos los hombres, aún lo menos
cuidadosos, suelen mostrar en sus cosas o en sus negocios.

b. Leve, cuando no se presta la atención o no se tiene elucidado que


ordinariamente se acostumbra o que, en general, pondría un buen padre de
familia.

c. Levísima, cuando no se despliega la diligencia que pondría una persona


vigilante y cuidadosa.

8.2.3. EL RESULTADO CALIFICANTE Y EL DOLO

En casos particulares, es posible que exista dolo con respecto al resultado


calificante. En esta hipótesis es claro que no se presenta ningún problema vinculado a la
existencia de un ligamen subjetivo con el resultado de la acción, ya que la conducta
finalista realizada lleva implícito el dolo. Sin embargo, si nos importa en la determinación
final una forma de dolo strictu sensu o de dolo mediato, el verdadero tipo cumplido, no
es aquel con resultado calificado, sino el que corresponde a la acción final llevada a
cabo. Para entender mejor esta ponencia citemos el ejemplo: En Alemania, donde es
punible la lesión seguida de muerte: una persona resuelve matar o otra por medio de
lesiones, no cumple ciertamente este tipo de calificación por el resultado, sino que, el
tipo de homicidio.

En cambio el problema surge frente eventual, puesto que consiste en una activa
por parte del autor del hecho, en que sé da la posibilidad, de producción de accesorio
distinto. al aspirado por la realización finalista, resultado con el se conforma al contar con
él sin tratar de impedirlo..

En consecuencia, en los tipos calificados por el resultado, es posible que en el


autor se represente la consecuencia accesoria de mayor gravedad y cuente con ella sin,
evitarla, o sea, que existía. a su tal esta hipótesis no hay substitución del título de
punición, sino que el autor será punible, conforme al tipo calificado por el resultado

En otros términos. si hay dolo eventual ,respecto del resultado más grave, no hay
propiamente calificación objetiva por ese resultado, ejemplo: Un individuo coloca
obstáculos en la línea férrea para provoca el descarrilamiento de un’ tren que sé
aproxima, e impedir de esa manera que llegue a su destino; si tiene éxito en su
empresa punitiva, le corresponde una pena de prisión menor en sus grados mínimos a
medio.

Pero si se presenta la pasibilidad de que, como consecuencia del accidente, se


produzca la muerte de algún pasajero, efecto accesorio que hace suyo, sin tratar de
evitarlo, o sea, si lo deja entregado al azar (caso evidente de dolo eventual), entonces
debe aplicársele la pena señalada al homicidio voluntario ejecutado con alevosía en su
grado máximo en el caso de que “el accidente ocasionare la muerte de alguna persona”.
.‘

EDUCA INTERACTIVA 93
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

Consecuentemente: cuando los delitos calificado por el resultado se llevan a cabo


con dolo eventual, no se atenta contra ningún principio doctrinario.

8.2.4 EL RESULTADO CALIFICANTE Y LA CULPA

En el conflicto: principio “no hay crimen sin culpa (Nullum crimen sine culpa) y los
delitos calificados, por el resultado según la doctrina jurisprudencia en ,la mayor parte de
los países de civilización occidental, la única manera de solucionarlo, es acudir al
correctivo de la exigencia de un vinculo subjetivo entre la acción realizada y el resultado
calificado, en el cual estaría constituido por la culpa como forma limite de la culpabilidad
(esta solución es la introducida por el Código Alemán).

Ejemplo:

Un iracundo iconoclasta abofetea a un sacerdote durante el ejercicio de su


ministerio sin representarse la posibilidad de que, como consecuencia de su acción, éste
resbale por la gradería y sufra lesiones graves. No puede decirse que haya dolo
eventual, ya que el autor no ha contado con el efecto accesorio. En tanto si fuere
posible afirmarla existencia de previsibilidad objetiva de tal suceso (es decir; culpa)
quiere decir que en el juicio de culpabilidad podría (en principio) reprocharse al autor de
haber debido preverlo.

De esta manera los partidarios de ésta solución creen ver en ella una mixtura de
dolo y culpa, al igual que en los delitos preterintencionales, o sea, una acción con núcleo
doloso, en el cual existe culpa respecto del resultado más grave.

Al respecto, si bien es posible admitir una combinación entre dos delitos, uno
doloso y otro culposo, lo que, en doctrina, constituye un concurso, y precisamente los
delitos calificados por el resultado son una negación de todo posible concurso.

Sin embargo, esta posición no nos convence, ya que la esencia de la conducta


culposa, según hemos visto, es la Infracción de la norma de cuidado, exigido por el
ordenamiento jurídico para ‘evitar, la lesión de los bienes protegidos.

Es cierto que lo desvalioso de la acción culposa se Integra, además, con


previsibilidad objetiva del peligro, como juicio de orden general: sin embargo, la
presivibilidad objetiva, por al sola: no constituye culpa, sino está adscrita a una acción
contraria a la norma de cuidado.

En definitiva, los delitos calificados por el resultado representan una excepción a


el principio del concurso delictual, en tanto y cuanto ellos se contienen en tipos
singulares que contemplan una pena única y determinada para la acción finalista
realizada dolosamente, pero con causación, mediante dolo eventual o culpa, de un
resultado más grave, accesorio a la conducta del autor.

Acotando diremos: Si se ha de atender al tipo de injusto, los delitos calificados por


el resultado deben realizarse a lo menos con culpa, bastando para tal objeto con la
previsibilidad objetiva del efecto más grave causado durante el ejercicio de la acción final
dolosa que constituye el fundamento del tipo respectivo.

EDUCA INTERACTIVA 94
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

9. LA SENTENCIA

Es la Resolución Judicial en una causa, mediante la cual el Juez o Tribunal emitirá su opinión o
parecer propio y ello constituirá el más solemne de los mandatos por oposición a auto o providencia.

La participación del Juez en este acto está dirigida a despejar la incertidumbre sobre la norma aplicable
al caso concreto, y que le da certeza a una relación jurídica antes incierta.

En el proceso penal, las sentencias contienen luego de las exigencia formales, los hechos que dieron
lugar a la formación de la causa y en su defecto a todas las demás circunstancias con que hubieren figurado
en la causa, y el nombre del magistrado ponente (Juez o Tribunal).

Seguidamente se consignan los resultados numerados, los hechos que estuviesen enlazados con las
cuestiones que hayan que resolverse en el fallo, haciendo declaración expresa y terminante de los que se
estimen probados.

Luego se consignarán las conclusiones definitivas de la acusación y la defensa y la que en su caso


hubiere propuesto el Tribunal, de hacer uso de la facultad que le permite.

Además, se consignan los considerándoos, que es, la parte más delicada de la sentencia, en la cual el
Juez pone en juego su experiencia jurídica y su sapiencia, y/o cual constituye el resultado calificante
propiamente dicho, ya que anterior a ello la acusación y la defensa sólo han señalado en forma incierta sus
conclusiones y es él (El Juez o Tribunal) quien pondrá fin a esta incertidumbre.

En los considerándoos se consignarán empezando con la palabra considerando en párrafos enume-


rados:

a. Los fundamentos doctrinales y legales en la calificación de los hechos que se hubieren estimado
probados.

b. Los fundamentos doctrinales y legales de la calificación de las circunstancias atenuantes,


agravantes o eximentes de responsabilidad penal en caso de haber ocurrido.

c. Los fundamentos doctrinales y legales determinantes de la participación que en los referidos,


hechos hubiese tenido cada uno de los procesados.

d. Los fundamentos doctrinales y legales de la calificación de los hechos que se hubiese estimado
probados, con relación a la responsabilidad civil en que hubiesen incurrido los procesa dos o las
personas sujetas a ella a quienes se hubiese oído en la causa, y los correspondientes a las
resoluciones que hubiesen de dictarse sobre costas, y en su caso a la declaración de querella
calumniosa.

e. La cita de las disposiciones legales que se consideren aplicables, pronunciándose por último el
fallo en el que se condenará o absolverá no sólo por el delito principal y sus conexos, sino también
por las faltas incidentales de que se hubiere conocido en la causa, reputándose faltas incidentales
las que los procesados hubiesen cometido antes, al tiempo o después del delito como medio de
perpetrarlo o encubrirlo.

EDUCA INTERACTIVA 95
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

También se resolverán en la sentencia todas las cuestiones referentes a la responsabilidad civil que
hubieren sido objeto de juicio, y se declarará calumniosa la querella cuando procediese.

10. DIFERENCIAS DEL DELITO CONTINUADO CON OTRAS FORMAS


DELICTUOSAS.

a. Con respecto al Concurso de delitos llamado también pluralidad delictiva. Concurso Ideal o Real;
mientras que en el delito continuado se observa la unidad delictual en el concurso de delitos se
observa la concurrencia de dos o más infracciones punibles al juzgar a un mismo delincuente; ello
no significa que la delincuencia al por mayor se beneficia con algún descuento, ya que se le aplica
al responsable las penas correspondientes a las diversas transgresiones (robo e incendio); por ello
es que si el delito mayor absorbe al menor (muerte tras heridas o mutilaciones) corresponde la
pena del delito más grave: la del homicidio sobre las lesiones.

b. Con respecto al delito conexo o complejo, dentro de la pluralidad delictiva imputable a un mismo
agente (o a cada agente si actuó en banda), cada una de las infracciones que entre si guardan
relación por constituir medio para la perpetración de otra o para facilitar la ejecución o la impunidad.

Ejemplo:

- La rotura de un mueble, para robar algo encerrado en él.


- La sustracción de un llavero, y así poder abrir una Caja de Caudales.
- El incendio de una habitación para borrar los rastros de un robo o un homicidio.

En esta clase de delitos, a diferencia del continuado, existe pluralidad delictiva, aún existiendo una
unidad de agentes, a propósito o relación de dependencia entre varios delitos.

EDUCA INTERACTIVA 96
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

CUESTIONARIO Nº 08
01 ¿DIGA CUAL ES LA DEFINICIÓN LEGAL DEL DELITO
CONTINUADO?
02 ¿CUÁL ES LA NATURALEZA DEL DELITO CONTINUADO?
03 ¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS DEL DELITO CONTINUADO?
04 ¿CALIFICACIÓN DEL DELITO CONTINUADO POR EL
RESULTADO?
05 ¿CUÁLES SON LOS ELEMENTOS CONTRIBUYENTES A LA
CALIFICACIÓN DEL HECHO PUNITIVO?
06 ¿CÓMO ESTA CONSTITUIDO EL ELEMENTO VOLITIVO DEL
DOLO?
07 ¿CUÁL ES EL CONCEPTO DE CULPA?
08 ¿QUÉ ES LA SENTENCIA Y QUE DETERMINA?
09 ¿QUÉ SIGNIFICA EL RESULTADO CALIFICANTE Y LA CULPA?
10 ¿DIFERENCIAS DEL DELITO CONTINUADO CON OTRAS
FORMAS DELICTUOSAS?

EDUCA INTERACTIVA 97
UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIATEGUI

BIBLIOGRAFÍA

A. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE 1993

B. DECRETO LEGISLATIVO 23214

C. LEGISLACIÓN PENAL POLICIAL

D. LEGISLACIÓN PENAL MILITAR

E. LEGISLACIÓN PROCESAL MILITAR

F. LEGISLACIÓN PREMIAL

G. JURISDIPRUDENCIA

EDUCA INTERACTIVA 98

Vous aimerez peut-être aussi