Vous êtes sur la page 1sur 6

Licenciatura en Educación Primaria.

Herramientas conceptuales y metodológicas

para repensar la formación inicial de los maestros.

En este capítulo se presentan las orientaciones, ayudas e información conceptuales y


metodológicas que permitió hacer una lectura comprensiva de los procesos de
formación inicial de los maestros, teniendo como base el supuesto que afirma que
aprender a ser maestro es el resultado de una compleja red de situaciones en las que
se conjuntan la propuesta curricular y el conjunto de tradiciones, valores, creencias y
símbolos que configuran lo que se conoce como cultura magisterial y están ocultos en
la microcultura de la Escuela Normal.

Se usaron diferentes herramientas para la investigación, entre estas están, el enfoque


etnográfico, observaciones, entrevistas, diarios de práctica de los estudiantes, ensayos
realizados por ellos, escalas de evaluación y documentos oficiales de la escuela.

De igual manera, se describirán los escenarios que fueron elegidos para estudiar las
prácticas, creencias, tradiciones y valores. Y se describirán en base a que se eligieron
ciertas categorías para realizar la investigación.

La interacción en la configuración de una forma de ser.

Formarse como maestro requiere de un largo proceso escolar, que empieza en la


educación básica y termina con los estudios en la Escuela Normal que se encuentra en
el nivel superior, esta es un espacio en la que el estudiante se introduce en todo lo que
caracteriza a la profesión docente.

De igual modo, se busca que los alumnos se adjudiquen de los saberes teóricos y
procedurales que requiere la profesión y que haya un acercamiento a los ambientes de
en donde deberán desarrollarse profesionalmente, es decir, las escuelas en sus
distintos niveles y modalidades.
Por otra parte, concuerdo con el autor en que a través de las experiencias los alumnos
se van adueñando de conocimientos, normas, habilidades, destrezas, creencias,
valores y actitudes propias del magisterio. Sin embargo, ante ello surge una cuestión,
¿Cuáles son estos y cómo es que el alumno se va apropiando de ellos?

Para responder a esto, se plantea que se debe reconocer al alumno como un sujeto
con historia personal y una trayectoria escolar que le permite interpretar y valorar lo que
vive diariamente, como estudiante, comparto lo que sostiene Thompson: los alumnos
no solamente observan o son espectadores de lo que sucede, sino que interpretan los
valores y el conjunto de significados que van formando parte de su identidad como ser
humano y de sus historias.

Ante esto, el estudiante que se está formando para ser maestro es una combinación
compleja de su pasado y de su presente individual y colectivo, como individuo ocupa un
lugar en el mundo en el cual va asignando un significado a lo que vive, lo que siente y
lo que proyecta, en efecto, no sólo recibe, también da, crea e interpreta.

Reconociendo que el alumno es un ser con historia, otro rasgo perteneciente a este es
que su incorporación a la sociedad no está excluida de conflictos y no se da de manera
consciente y voluntaria, asimismo, las estructuras, instituciones, los discursos, las
prácticas sociales y culturales en la que se ve involucrado están presentes antes de su
nacimiento y estarán tal vez después de su muerte. Como dice A. Heller, uno nace y se
integra a una familia con ciertas condiciones sociales, culturales y económicas, que le
prefigura un género y un nombre aún antes de respirar por sí solo.

Hay que mencionar, además, que Heller advierte que estar en el mundo no siempre es
fácil, es preciso dar pruebas de capacidad para estar en él. Así, es capaz quien da
pruebas de conservación y puede sobreponerse a cada una de las situaciones que el
mundo le impone. Supongo que esto mismo pasa con la docencia, he escuchado varios
comentarios acerca de que ser maestro es “fácil” y que incluso cualquiera puede
hacerlo, pero considero que se deben dar pruebas de que eres apto para ella, que a
pesar de todo lo que se presente, puedes seguir en esta porque tienes la capacidad de
afrontar todo lo que viene con ella y ante las pruebas más difíciles puedes recuperarte
y seguir.
En la escuela, la interacción e intercambio posibilitan que el alumno desarrolle ciertos
comportamientos, actitudes y disposiciones de acuerdo a su rol como estudiante, Wood
dice que mientras interactúan siempre interpretan lo que indican los demás, para así
formar su comportamiento, puede que no lo hagan en una sola vez y no lleve algún
procedimiento, sin embargo se presentan algunas líneas generales, pero no modifican
el hecho de que una persona defina y otorgue significados, cree y recree sus acciones
pensando en sus propósitos, las compare con las demás, las mejore si lo necesita y
planee estrategias. La interacción y la interpretación, por lo tanto, no se determinan por
las reglas de un grupo.

Continuando con la interacción, los estudiantes profundizan y hacen propias las


prácticas posibles para desenvolverse con eficiencia en la escuela, es decir, no sólo se
comportan como estudiantes, sino que aprenden el oficio de estudiante. Es interesante
como Coulon plantea que esto se desarrolla en tres etapas: el tiempo de extrañeza o
no pertenencia, es en el cual el estudiante ingresa en un universo que desconoce, el
tiempo de aprendizaje, donde se va adaptando progresivamente y se produce una
conformación, por último, el período de afiliación manifiesta la existencia de un dominio
que se representa con la capacidad de interpretar, incluso de quebrantar las reglas.

El estudiante aprende a desempeñar este papel cuando interioriza, interpreta y otorga


significados simbólicos similares a los demás, según el tipo de prácticas, discursos y
acciones a los que se enfrenta diariamente. En la escuela normal, el alumno aprende
este oficio y el de ser maestro.

Cultura, sistema social e identidad.

El salón de clases se constituye en un microcosmos donde se relacionan de manera


diversa las normas, valores, tradiciones, rituales y símbolos. La cultura del aula, al igual
que la cultura en general, se construye a través de símbolos, prácticas y discursos con
lo cuales los alumnos aprenden a interpretar su mundo.

Cabe mencionar que la cultura se crea y recrea en un contexto histórico socialmente


estructurado, por lo cual, las creencias, los valores y las actitudes a través de las
cuales se interpreta y da sentido a la vida no resultan ser las mismas para todos.
Durante la formación de los maestros, la interpretación que se hace de la cultura es
diferente en cada caso.

Igualmente, como estudiante, tiene una trayectoria e historia personal, una posición
frente a lo que vive necesita, y que ha ido construyendo su identidad mediante
interacciones e intercambios simbólicos, así como con la interiorización de normas e
identificación conciertos valores y formas de ser. Se postula que durante su proceso de
formación en la escuela normal se provee de la cultura del magisterio y profundiza en
las formas de ver y verse en relación con el mundo y con la práctica social del maestro,
por lo tanto, es esa institución en la que se interioriza en la cultura magisterial.

Eticidad y formación en el marco institucional.

De acuerdo con Maic y Picard se entiende a la institución como un organismo que tiene
una estructura estable, obedece a ciertas reglas de funcionamiento y persigue ciertas
funciones sociales, en otras palabras, es una forma fundamental de organización
social, definida como un conjunto de valores, de normas, de formas de conducta y
relación. Estudiantes y maestros son parte de esta y son ella misma, promueven sus
tradiciones, sus normas y hacen uso e interpretación de ellas.

Como cualquier otro proceso de formación, el del maestro se desarrolla en un ámbito


de eticidad, en donde muchos se esfuerzan por practicar los valores que se consideran
relevantes para la profesión, esto se manifiesta en los discursos cotidianos en los que
se les pide a los estudiantes pulcritud, disciplina, obediencia, honestidad, conocimiento,
lenguaje, propiedad en el vestido, rectitud.

De otro modo, para que la formación no recaiga en la idea de significa modelar a otro,
se retoma lo que dice Ferry, se trata de un “trabajo social sobre sí mismo, libremente
imaginado, deseado y perseguido, realizado a través de los medios que se ofrecen o
uno mismo procura”. Entonces, se puede decir que la formación se trata de como la
persona trabaja en sí misma teniendo ideales y objetivos, no en como las demás
personas trabajan sobre ella, asimismo utiliza los medios que se le brindan o que ella
de manera autónoma busca. También es importante mencionar que se requiere
compartir experiencias con otros para enriquecer el trabajo personal.
La formación tiene una imbricación ineludible con la cultura, con la historia y con la
realización de los valores.

Las prácticas ritualizadas en los procesos de formación.

Díaz Cruz señala que los rituales presentan las siguientes características: consisten
propiamente en una repetición, ya sea en un tiempo y espacio establecido o en uno
vagamente preestablecido, recurren a la acción como una cualidad básica no
espontánea de modo que el comportamiento se vuelve especial o estilizado; instauran
un orden tanto para las personas como para los elementos culturales y que no sólo
sirven para regular, sino para orientar qué hacer, cómo y cuándo hacerlo; tienen un
significado social, pues su mera representación contiene implícitamente un mensaje
social.

Se identifica que en la formación inicial del docente diversos conjuntos de acciones


ritualizadas que se denominarán rituales de la formación magisterial. Lo que permite
ubicarlos como tales es que presentan las siguientes características: a) se repiten,
generación tras generación, grupo tras grupo; b) tienen una fuerza performativa cuyo
efecto es un comportamiento estilizado que va enmarcando al estudiante en una nueva
condición y forma de ser; c) dicha repetición sirve para la socialización que garantiza la
interiorización en un conjunto de prescripciones.

En otras palabras, el estudiante a través de los rituales adquiere símbolos, discursos y


prácticas que se relacionan con lo que en la profesión se considera como sagrado,
venerable o inviolable. Los conjuntos de rituales que se identificaron en la formación
inicial de los maestros y que se considera que tiene mayor impacto y fuerza son la
instrucción, las prácticas pedagógicas y la graduación.

Recorriendo veredas, haciendo camino: la construcción del método.


El determinar a la instrucción, las prácticas pedagógicas y la ceremonia de graduación
como situaciones importantes, se inicio del desarrollo de estrategias metodológicas
para la recogida de información y para formular interpretaciones.

Se tomó como herramienta la investigación de corte etnográfico, se usó también el


interaccionismo simbólico que condujo a sostener que, a través de los procesos de la
instrucción, las prácticas pedagógicas y la ceremonia de graduación se apropiaban de
algo más parte de contenidos curriculares.

De igual manera, se empleó la observación como participante, la entrevista, se


extrajeron datos de los documentos oficiales, propuestas y programas tanto para las
prácticas pedagógicas como para el curso de Laboratorio de Docencia, los ensayos
hechos por los estudiantes y presentados en foros internos o para la acreditación del
curso, la evaluación de las prácticas registradas en los formato correspondientes, los
reglamentos internos de la Escuela Normal, los de las prácticas pedagógicas y los
diarios de los estudiantes.

El objeto de estudio, sus dimensiones y escenarios.


En este último apartado se menciona que al iniciar la investigación se consideraba que
las prácticas pedagógicas eran las que principalmente formaban la identidad, pero
conforme fue avanzando se consideró también a la ceremonia de graduación como
elemento sobresaliente, por último, surgieron nuevas actividades que se relacionaba
con las dos anteriores: los procesos de instrucción.

Los objetos de estudio fueron dos escuelas normales pertenecientes al Estado de


México, pero ubicadas en contextos diferentes. Es lógico que hayan sufrido cambios ya
que hace mucho tiempo se fundaron, lo cual permitió a los investigadores apreciar lo
que ocurrió en el pasado, lo que ocurre en el presente y la manera que la cultura
magisterial se concreta para el futuro.

Vous aimerez peut-être aussi