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Unidad Nº 1

El derecho

Concepto: Sistema de normas coercibles que rigen el ordenamiento social. Conjunto de normas ordenadas,
jerarquizadas, por ende sistematizadas, obligatorias impuestas por la autoridad vigente.

Los Derechos Humanos:

Facultades inherentes a la persona, irrevocables, inalienables, intransmisibles e irrenunciables. Por definición, es


universal (para todos los seres humanos) e igualitario, así como incompatible con los sistemas basados en la
superioridad de una casta, raza, pueblo, grupo o clase social determinados. Según la concepción iusnaturalista
tradicional, son además atemporales e independientes de los contextos sociales e históricos.

Para autores naturalistas los derechos humanos son independientes o no dependen exclusivamente del ordenamiento
jurídico vigente, por lo que son considerados fuente del Derecho; sin embargo desde el positivismo jurídico la realidad
es que solamente los países que suscriben los Pactos Internacionales de Derechos Humanos o Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) y sus
Protocolos –Carta Internacional de Derechos Humanos– están obligados jurídicamente a su cumplimiento.

Normalmente se dividen en dos categorías: derechos positivos y derechos negativos. Los derechos negativos, se
definen exclusivamente en términos de obligaciones ajenas de no injerencia; los derechos positivos, por el contrario,
imponen a otros agentes, tradicionalmente –aunque ya no de manera exclusiva– el Estado, la realización de
determinadas actividades positivas. Otra clasificación muy extendida es la que ordena los derechos humanos en tres o
más generaciones, atendiendo por lo general al momento histórico en que se produjo o produce su reivindicación.

DERECHOS HUMANOS: ANTECEDENTES

El cilindro de Ciro

Originalmente, los individuos tenían derechos sólo por pertenecer a un grupo, como una familia o clase social. Entonces,
en el año 539 a.C., Ciro el Grande, tras conquistar la ciudad de Babilonia: liberó a todos los esclavos y les permitió volver
a casa. Aún más, declaró que la gente tenía derecho a escoger su propia religión. El cilindro de Ciro, una tablilla de
arcilla con estas proclamaciones inscritas, se considera la primera declaración de derechos humanos en toda la
historia. Desde Babilonia, la idea de los derechos humanos se difundió rápidamente por la India, Grecia y por último a
Roma. Ahí nació el concepto de “ley natural”, en la observación del hecho de que las personas tendían a seguir, en el
transcurso de la vida, ciertas leyes que no estaban escritas, y la ley romana se basaba en ideas racionales derivadas de la
naturaleza de las cosas.

1215: La Carta Magna, que dio a la gente nuevos derechos e hizo que el rey estuviera sujeto a la ley.

En 1215, después de que el rey Juan de Inglaterra violara un número de leyes y tradiciones antiguas con que se había
gobernado Inglaterra, sus súbditos lo forzaron a firmar la Carta Magna, la cual enumera lo que después vino a ser
considerado como los derechos humanos. Entre ellos estaba el derecho de la iglesia a estar libre de la intervención del
gobierno, los derechos de todos los ciudadanos libres a poseer y heredar propiedades y que se les protegiera de
impuestos excesivos.

Considerada ampliamente como uno de los documentos legales más importantes en el desarrollo de la democracia
moderna, la Carta Magna fue un punto de cambio crucial en la lucha para establecer la libertad.

1628: La Petición de Derechos

La Petición del Derecho, elaborada en 1628 por el Parlamento Inglés y enviada a Carlos I como una declaración de
libertades civiles. El rechazo del Parlamento para financiar la impopular política externa del rey, causó que su gobierno
exigiera préstamos forzosos y que tuvieran que acuartelar las tropas en las casas de los súbditos como una medida
económica. El arresto y encarcelamiento arbitrarios por oponerse a estas políticas, produjo en el Parlamento una
hostilidad violenta hacia Carlos y George Villiers, el primer duque de Buckingham. La Petición del Derecho, iniciada por
Sir Edward Coke, se basó en estatutos y documentos oficiales anteriores y hace valer cuatro principios: (1) No se
podrá recaudar ningún impuesto sin el consentimiento del Parlamento, (2) No se puede encarcelar a ningún súbdito
sin una causa probada (reafirmación del derecho de habeas corpus, del latín, "que tengas el cuerpo”, derecho que
determinaba un plazo límite para resolver si se arresta a un detenido), (3) A ningún soldado se le puede acuartelar
con los ciudadanos, y (4) No puede usarse la ley marcial en tiempos de paz.

1776: La Declaración de Independencia de los Estados Unidos, que proclamaba el derecho a la vida, la libertad y la
búsqueda de la felicidad.

El 4 de julio de 1776, el Congreso de Estados Unidos aprobó la Declaración de Independencia. Su autor principal,
Thomas Jefferson, escribió la Declaración como una explicación formal de por qué el Congreso había votado el 2 de
julio para declarar la Independencia respecto a Gran Bretaña, más de un año después del estallido de la Guerra de la
Revolución de Estados Unidos, y cómo la declaración anunciaba que las trece Colonias Americanas ya no eran parte del
Imperio Británico. El Congreso publicó la Declaración de Independencia de varias formas. Inicialmente se publicó como
un impreso en gran formato que fue distribuido ampliamente y leído al público.

Filosóficamente, la declaración hace énfasis en dos temas: derechos individuales y el derecho de revolución. Estas ideas
llegaron a ser ampliamente aceptadas por los estadounidenses y también influenció en particular a la Revolución
Francesa.

La Constitución de Estados Unidos de América (1787) y la Carta de Derechos (1791)

Escrita en el verano de 1787 en Filadelfia, la Constitución de Estados Unidos de América es la ley fundamental del
sistema federal estadounidense y es el documento histórico del mundo occidental. Es la constitución nacional escrita
más antigua en uso y define los organismos principales del gobierno y sus jurisdicciones, y los derechos básicos de los
ciudadanos.

La Carta de Derechos protege la libertad de expresión, la libertad religiosa, el derecho de tener y portar armas, el
derecho de reunirse y la libertad de petición. También prohíbe la búsqueda e incautación irrazonable, el castigo cruel e
inusual y la autoincriminación obligada. Entre las protecciones legales que brinda, la Declaración de Derechos le prohíbe
al Congreso pasar ninguna ley respecto al establecimiento de religión y le prohíbe al gobierno federal privar a cualquier
persona de la vida, libertad o propiedad sin el debido proceso legal. En casos criminales federales se requiere de una
acusación por un gran jurado, por cualquier delito capital, o crimen reprobable, garantiza un juicio público rápido con un
jurado imparcial en el distrito en el cual ocurrió el crimen y prohíbe el doble enjuiciamiento.

1789: La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, un documento de Francia que establecía que
todos los ciudadanos son iguales ante la ley.

En 1789, el pueblo de Francia causó la abolición de una monarquía absoluta y creó la plataforma para el establecimiento
de la primera República Francesa. Sólo seis semanas después del ataque súbito a la Bastilla, y apenas tres semanas
después de la abolición del feudalismo, la Asamblea Nacional Constituyente adoptó la Declaración de los Derechos del
Hombre y de los Ciudadanos (en francés: La Déclaration des Droits de l’Homme et du Citoyen) como el primer paso para
escribir la constitución de la Republica de Francia.

La Declaración proclama que a todos los ciudadanos se les deben garantizar los derechos de “libertad de propiedad,
seguridad y resistencia a la opresión”. Argumenta que la necesidad de la ley se deriva del hecho de que “…el ejercicio de
los derechos naturales de cada hombre, tiene sólo aquellos límites que aseguran a los demás miembros de la misma
sociedad el goce de estos mismos derechos”. Por lo tanto, la Declaración ve a la ley como “una expresión de la voluntad
general”, destinada a promocionar esta equidad de derechos y prohibir “sólo acciones dañinas para la sociedad”.

1948: La Declaración Universal de Derechos Humanos, el primer documento que proclama los 30 derechos a los que
todo ser humano tiene derecho.
La Segunda Guerra Mundial se había librado violentamente de 1939 a 1945, y al aproximarse el fin, las ciudades de toda
Europa y Asia yacían en ruinas humeantes. Millones de personas murieron, millones más quedaron sin hogar o morían
de hambre. Las fuerzas rusas se acercaban, rodeando los restos de la resistencia alemana en la bombardeada capital de
Alemania, Berlín. En el Pacífico, los infantes de Marina de Estados Unidos todavía estaban luchando con las fuerzas
japonesas atrincheradas en islas como Okinawa.

En abril de 1945, delegados de cincuenta naciones se reunieron en San Francisco, llenos de optimismo y esperanza. La
meta de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional era crear un organismo internacional
para promover la paz y evitar guerras futuras. Los ideales de la organización se establecieron en el preámbulo al Acta
Constitutiva que propusieron: “Nosotros, la gente de las Naciones Unidas, estamos decididos a proteger a las
generaciones venideras del azote de la guerra, la cual dos veces en nuestra vida ha producido un sufrimiento
incalculable a la humanidad”.

El Acta Constitutiva de la nueva organización de las Naciones Unidas entró en vigencia el 24 de octubre de 1945, fecha
que se celebra cada año como Día de las Naciones Unidas.

La Declaración Universal de Derechos Humanos (1948)

Para 1948, la nueva Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas se había apoderado de la atención del
mundo. Bajo la presidencia dinámica de Eleonor Roosevelt (viuda del presidente Franklin Roosevelt, defensora de los
derechos humanos por derecho propio y delegada de Estados Unidos ante la ONU), la Comisión se dispuso a redactar el
documento que se convirtió en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Roosevelt, a quien se atribuyó la
inspiración del documento, se refirió a la Declaración como la Carta Magna internacional para toda la humanidad. Fue
adoptada por las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948.

CARACTERISTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS

Las características fundamentales de los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos son las siguientes:

 Universales. Los derechos que incluye la Declaración Universal de los Derechos Humanos pertenecen a todos los
seres humanos por el mero hecho de serlo.
 Inalienables. No se pueden enajenar, nadie puede ser despojado de ellos.
 Irrenunciables. No se puede renunciar a ellos, aunque sea por propia voluntad, y por lo tanto son también
intransferibles, nadie más que el propio titular puede valerse de ellos.
 Imprescriptibles. Son para toda la vida, no tienen fecha de caducidad por ningún motivo.
 Indivisibles. Ningún derecho puede disfrutarse a costa de otro derecho, no puede prescindirse de ninguno.

CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Derechos de Primera Generación o Derechos Civiles y Políticos

La primera generación incluye los derechos civiles y políticos. Estos derechos fueron los primeros en ser reconocidos
legalmente a finales del siglo XVIII, en la Independencia de Estados Unidos y en la Revolución Francesa. Se trata de derechos
que tratan de garantizar la libertad de las personas. Su función principal consiste en limitar la intervención del poder en la vida
privada de las personas, así como garantizar la participación de todos en los asuntos públicos. Los derechos civiles más
importantes son: el derecho a la vida, el derecho a la libertad ideológica y religiosa, el derecho a la libre expresión o el derecho
a la propiedad. Algunos derechos políticos fundamentales son: el derecho al voto, el derecho a la huelga, el derecho a
asociarse libremente para formar un partido político o un sindicato, etc.

 Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica


 Toda persona tiene derecho a una personalidad jurídica
 Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre
 Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes
 Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar, domicilio o correspondencia, ni sufrir ataques a
su honra o reputación
 Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia
 Toda persona tiene derecho a la propiedad privada
 Toda persona tiene derecho a una nacionalidad
 En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él, en cualquier país
 Los hombres y las mujeres tienen derecho a casarse y a decidir el número de hijos que desean
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión
 Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de ideas
 Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica

Derechos de Segunda generación o Derechos Económicos, Sociales y Culturales

La segunda generación recoge los derechos económicos, sociales y culturales. Estos derechos fueron incorporados poco a
poco en la legislación a finales del siglo XIX y durante el siglo XX. Tratan de fomentar la igualdad real entre las personas,
ofreciendo a todos las mismas oportunidades para que puedan desarrollar una vida digna. Su función consiste en promover la
acción del Estado para garantizar el acceso de todos a unas condiciones de vida adecuadas. Algunos derechos de segunda
generación son: el derecho a la educación, el derecho a la salud, el derecho al trabajo, el derecho a una vivienda digna, etc.
 Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos económicos, sociales y
culturales
 Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias
 Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses
 Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su familia la salud, alimentación,
vestido, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales necesarios
 Toda persona tiene derecho a la salud física y mental
 Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y asistencia especiales
 Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades
 La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita

Derechos de Tercera generación o Derechos de Los Pueblos


La tercera generación de derechos ha ido incorporándose a las leyes a finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI.
Pretenden fomentar la solidaridad entre los pueblos y las personas de todo el mundo. Su función es la de promover unas
relaciones pacíficas y constructivas que nos permitan afrontar los nuevos retos a los que se enfrenta la Humanidad. Entre los
derechos de tercera generación podemos destacar los siguientes: el derecho a la paz, el derecho al desarrollo y el derecho a
un medio ambiente limpio que todos podamos disfrutar.
 Derecho a la autodeterminación  La justicia internacional
 Derecho a la independencia económica y política  La solución de los problemas alimenticios,
 Derecho a la identidad nacional y cultural demográficos, educativos y ecológicos

 Derecho a la paz
 Derechos del consumidor

 Derecho a la coexistencia pacífica  El medio ambiente

 Derecho a el entendimiento y confianza


 El patrimonio común de la humanidad

 La cooperación internacional y regional


 El desarrollo que permita una vida digna

Derechos de Cuarta generación o Derechos a la información


 El derecho de acceso a la informática.
 El derecho a acceder al espacio que supone la nueva sociedad de la información en condiciones de igualdad y de no
discriminación.
 El derecho a formarse en las nuevas tecnologías.
 El derecho a la autodeterminación informativa.
 El derecho al Habeas Data y a la seguridad digital.

DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

Preámbulo

Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca
y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana;
Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie
ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el
advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de
palabra y de la libertad de creencias;

Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre
no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión;

Considerando también esencial promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones;

Considerando que los pueblos de las Naciones Unidas han reafirmado en la Carta su fe en los derechos fundamentales
del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres, y se han
declarado resueltos a promover el progreso social y a elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la
libertad;

Considerando que los Estados Miembros se han comprometido a asegurar, en cooperación con la Organización de las
Naciones Unidas, el respeto universal y efectivo a los derechos y libertades fundamentales del hombre, y

Considerando que una concepción común de estos derechos y libertades es de la mayor importancia para el pleno
cumplimiento de dicho compromiso;

LA ASAMBLEA GENERAL proclama la presente DECLARACIÓN UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS como ideal común
por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse, a fin de que tanto los individuos como las instituciones,
inspirándose constantemente en ella, promuevan, mediante la enseñanza y la educación, el respeto a estos derechos y
libertades, y aseguren, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación
universales y efectivos, tanto entre los pueblos de los Estados Miembros como entre los de los territorios colocados
bajo su jurisdicción.

 Artículo 1: Derecho a la igualdad


 Artículo 2: Prohibición de la discriminación
 Artículo 3 Derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad personal
 Artículo 4 Prohibición de la esclavitud
 Artículo 5 Prohibición de la tortura y del trato degradante
 Artículo 6 Derecho al reconocimiento como persona ante la ley
 Artículo 7 Derecho a la Seguridad Social
 Artículo 8 Derecho al recurso ante un tribunal competente
 Artículo 9 Derecho al descanso y al ocio
 Artículo 10 Derecho a una audiencia pública y justa
 Artículo 11 Derecho a ser considerado inocente antes de que se demuestre lo contrario
 Artículo 12 Prohibición de intromisión en la privacidad, en la familia, en el hogar y en la correspondencia
 Artículo 13 Derecho a la libertad de movimiento dentro y fuera del país
 Artículo 14 Derecho al asilo en otros países
 Artículo 15 Derecho a la nacionalidad y a su cambio
 Artículo 16 Derecho al matrimonio y a la familia
 Artículo 17 Derecho a la propiedad privada
 Artículo 18 Libertad de culto y religión
 Artículo 19 Libertad de opinión e información
 Artículo 20 Derecho de reunión pacifica y de asociación
 Artículo 21 Derecho a participar en el gobierno y en elecciones libres
 Artículo 22 Derecho a la igualdad ante la ley
 Artículo 23 Derecho al trabajo y a la afiliación sindical
 Artículo 24 Prohibición del arresto arbitrario y del exilio
 Artículo 25 Derecho a un nivel de vida adecuado
 Artículo 26 Derecho a la educación
 Artículo 27 Derecho a participar en la vida cultural de la comunidad
 Artículo 28 Derecho al orden social que regula este documento
 Artículo 29 La Comunidad ofrece lo esencial para el libre y pleno desarrollo
 Artículo 30 Prohibición de intromisión estatal o personal en los mencionados derechos

DERECHOS HUMANOS EN LA CONSTITUCION ARGENTINA

Art.14: Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamentan su
ejercicio, a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de
entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de
usar y disponer de su propiedad; de asociación con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Art.14 bis: El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador
condiciones dignas y equitativas de labor, jornada limitada, descanso y vacaciones pagados, retribución justa, salario
mínimo vital móvil, igual remuneración por igual tarea, participación en las ganancias de las empresas, con control de la
producción y colaboración en la dirección: protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público,
organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.

Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo, recurrir a la conciliación y al arbitraje: el
derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión
sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.

El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial la ley
establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía
financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir
superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; a protección integral de la familia; la defensa del bien de
familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.

Art. 15: En la Nación Argentina no hay esclavos; los pocos que existen quedan libres desde la jura de esta Constitución; y
una ley especial reglará las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración.

Todo contrato de compra y venta de personas es un crimen del que serán responsables los que lo celebrasen o
funcionario que lo autorice. Y los esclavos que de cualquier modo se introduzcan quedan libres por el solo hecho de
pisar el territorio de la República.

Art. 16: La Nación Argentina no admite prerrogativas de sangre ni de nacimiento: no hay en ella fueros personales ni
títulos de nobleza. Todos sus habitantes son iguales ante la ley, y admisibles en los empleos sin otra condición que la
idoneidad. La igualdad es la base del impuesto y de las cargas públicas.

Art. 17: La propiedad es inviolable y ningún habitante de la Nación puede ser privado de ella, en virtud de sentencia
fundada en ley. La expropiación por causa de utilidad pública, debe ser calificada por ley y previamente indemnizada.

Sólo el Congreso impone las contribuciones que se expresan en el art. 4º .Ningún servicio personal es exigible, sino en
virtud de ley o de sentencia fundada en ley. Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invento o
descubrimiento, por el término que le acuerde la ley.

La confiscación de bienes queda borrada para siempre del Código Penal argentino. Ningún cuerpo armado puede hacer
requisiciones ni exigir auxilios de ninguna especie.

Art. 18: Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso,
ni juzgado por comisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa. Nadie
puede ser obligado a declarar contra sí mismo; ni arrestado sino en virtud de orden escrita de autoridad competente.
Es inviolable la defensa en juicio de la persona y de los derechos. El domicilio es inviolable, como también la
correspondencia epistolar y los papeles privados, y una ley determinará en qué casos y con qué justificativos podrá
procederse a su allanamiento y ocupación.

Quedan abolidos para siempre la pena de muerte por causas políticas, toda especie de tormentos y los azotes. Las
cárceles de la Nación serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en ellas, y toda
medida que a pretexto de precaución conduzca a mortificarlos más allá de lo que aquella exige, hará responsable al juez
que la autorice.

Art. 19: Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y la moral pública, ni perjudiquen a
un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación
será obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.

Art. 37: Esta Constitución garantiza el pleno ejercicio de los derechos políticos, con arreglo al principio de la soberanía
popular y de las leyes que se dicten en consecuencia. El sufragio es universal, igual, secreto y obligatorio. La igualdad
real de oportunidades entre varones y mujeres para el acceso a cargos electivos y partidarios se garantizará por
acciones positivas en la regulación de los partidos políticos y en el régimen electoral.

Art. 39: Los ciudadanos tienen el derecho de iniciativa para presentar proyectos de ley en la Cámara de Diputado. El
Congreso deberá darles expreso tratamiento dentro del término de doce meses. El Congreso, con el voto de la mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, sancionará una ley reglamentaria que no podrá exigir más del
tres por ciento del padrón electoral nacional, dentro del cual deberá contemplar una adecuada distribución territorial
para suscribir la iniciativa. No serán objetos de iniciativa popular los proyectos referidos a reforma constitucional,
tratados internacionales, tributos, presupuesto y material penal.

Art. 40: El Congreso, a iniciativa de la Cámara de Diputados, podrá someter a consulta popular un proyecto de ley. La ley
de convocatoria no podrá ser vetada. El voto afirmativo del proyecto por el pueblo de la Nación lo convertirá en ley y su
promulgación será automática. El Congreso o el presidente de la Nación, dentro de sus respectivas competencias,
podrán convocar a consulta popular no vinculante. En este caso el voto no será obligatorio. El Congreso, con el voto de
la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada Cámara, reglamentará las materias, procedimientos y
oportunidad de la consulta popular.

Art. 41: Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo humano y para
que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de las generaciones futuras; y
tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo
establezca la ley. Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación
ambientales.

Art. 42: Los consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de consumo, a la protección de
su salud, seguridad e intereses económicos; a una información adecuada y veraz; a la libertad de elección, y a
condiciones de trato equitativo y digno.

Las autoridades proveerán a la protección de esos derechos, a la educación para el consumo, a la defensa de la
competencia contra toda forma de distorsión de los mercados, al control de los monopolios naturales y legales, al de la
calidad y eficiencia de los servicios públicos, y a la constitución de asociaciones de consumidores y de usuarios.

La legislación establecerá procedimientos eficaces para la prevención y solución de conflictos, y los marcos regulatorios
de los servicios públicos de competencia nacional, previendo la necesaria participación de las asociaciones de
consumidores y usuarios y de las provincias interesadas, en los organismos de control.

Art. 75: Corresponde al Congreso…


17). Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas. Garantizar el respeto a su identidad y el
derecho a una educación bilingüe e intercultural, reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y
propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan: y regular la entrega de otras aptas y suficientes
para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos.
Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las
provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones.

18). Proveer lo conducente a la prosperidad del país, al adelanto y bienestar de todas las provincias, y al progreso de la
ilustración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad nacional, la
introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la explotación de los ríos
interiores, por leyes protectoras de estos fines y por concesiones temporales de privilegios y la recompensa de estímulo.

19). Proveer lo conducente al desarrollo humano, al progreso económico con justicia social, a la productividad de la
economía nacional, a la generación de empleo, a la formación profesional de los trabajadores, a la defensa del valor de
la moneda, a la investigación y al desarrollo científico y tecnológico, su difusión y aprovechamiento. Promover el
crecimiento armónico de la Nación y al doblamiento de su territorio; promover políticas diferenciadas que tiendan a
equilibrar el desigual desarrollo relativo de provincias y regiones

ECONOMÍA, POLITICA Y DERECHO

Definiciones

Economía: Paul Samuelson creyó encontrar un tema común: “la economía es el estudio de la manera en que las
sociedades utilizan los recursos escasos para producir mercancías valiosas y distribuirlas entre los diferentes individuos”.

La economía es una actividad humana social (sus otros presupuestos son la escasez y la utilidad).

El padre Julio Meinvielle explica por qué la economía es una actividad humana: simplemente porque lo económico está
constituido primera y fundamentalmente por realidades que se hallan indisolublemente ligadas en su origen al hombre
sin el hombre no hay economía).

Derecho: Kelsen, en su Teoría pura, determina que “la ciencia del derecho es una ciencia normativa y no una ciencia de
la naturaleza (...) Regula la conducta recíproca de los hombres”10. El derecho entraña la idea de justicia, en cambio la
ley “es la norma obligatoria dictada por quien tiene a su cuidado la comunidad para beneficio de la comunidad misma”,
como la definía Santo Tomás.

Política: La palabra “política” es un término multívoco. Tiene su origen en las palabras griegas polis, politeia, y politiké.
En un sentido amplio, la política, primera y fundamentalmente, se refiere a un comportamiento humano y social, una
manifestación propia de la naturaleza humana que lleva al hombre a relacionarse con otros hombres y que comporta
una racionalidad, voluntad y libertad sólo a él atribuibles.

El sentido restringido es el que vincula a la política con el Estado. El Diccionario de la Academia Francesa define a la
política como “el conocimiento de todo lo que se relaciona con el arte de gobernar un Estado y de dirigir sus relaciones
exteriores”. Littre habla de la política como “la ciencia del gobierno de los Estados". Por último, La Grande Encyclopédie
sostiene que la política es “estrictamente el arte de gobernar un Estado”.

Como conclusión, podemos decir que cuando hablamos de política nos referimos a fines sustentados en una concepción
ética; cuando hablamos de derecho nos referimos al orden adecuado para garantizarlos (justicia); y cuando hablamos de
economía nos referimos a cómo lograr los objetivos económicos buscados con los medios útiles y escasos de que
dispone la sociedad. La economía se concentra en lo instrumental y operativo.

RELACIONES INTERDISCIPLINARIAS

Según la cosmovisión católica, la economía está en relación de subordinación respecto de la política, puesto que
depende de la definición de bien común que se haga desde ésta (cuidado... el bien común no debe confundirse con el
bienestar; éste no implica a aquél). La subordinación de la economía es una subordinación a los fines, nunca de los
instrumentos.

La economía brinda los conocimientos para proveer los bienes materiales necesarios para la promoción humana.

Hay que tener en cuenta que toda perspectiva económica está determinada por una doctrina económica determinada.
El enfoque económico varía según la concepción imperante (individualismo liberal, colectivismo marxista, etc.). No hay
una economía “neutra”.

Marcel Prélot muestra en La ciencia política tres estadios de la relación entre política y economía16: 1) la subordinación
de la economía a la política, de la misma forma que la relación entre instrumentos y fines; 2) la autonomía de la
economía respecto de la moral y de la política, y su independencia de otras ciencias; 3) la economía como factor
dominante, por el cual toda construcción social depende absolutamente de la infraestructura (método de producción).

EL PROCESO POLITICO Y LA FUNCIÓN DE BIENESTAR

La función de bienestar es un concepto usado con frecuencia por los economistas para resumir un estado que tiende
a maximizar el bienestar social.

Los responsables de la política basan sus acciones en preferencias. Estas preferencias convergen en algún concepto
central, que se llama bienestar o utilidad en la economía a la que se refieren sus decisiones. Como indica el profesor
holandés y premio Nobel J. Tinbergen, las funciones de bienestar social de los responsables de la política se ven con
frecuencia influidas por algunas teorías generales o principios.

En una sociedad democrática se supone, generalmente, que los representantes elegidos por el pueblo intentan cumplir
de alguna forma en su mandato las promesas contenidas en sus plataformas. Entonces, según Graham Keith Shaw, el
proceso político puede considerarse un sustituto, aunque evidentemente imperfecto, de la función de bienestar social
que el político intenta maximizar. Esto implica que existe un consenso en los objetivos, que incluso comprende el
bienestar de las generaciones aún no nacidas. De ahí la importancia de que en la Constitución se establezcan derechos
que tengan que ser contemplados en el diseño de la política económica.

Sin desear poner en duda la afirmación de estos autores, creo que la imperfección en el bienestar social es creciente en
función de la merma en la calidad de la dirigencia política.

Existe una función de bienestar pre-electoral representativa de los deseos o preferencias de la ciudadanía, pero cuando
se ejerce el poder aparecen restricciones no contempladas (o ignoradas deliberadamente), justificadas o no, que
modifican los comportamientos esperados.

En todas las cartas magnas existen normas de naturaleza económica, pero la realidad indica que, en la mayoría de los
casos, son postergadas en función de los intereses que priman en la estructura temporal del poder. Un claro ejemplo es
el nuestro. Los constituyentes, luego de arduos debates, resolvieron considerar que la vivienda es una necesidad pública
y, en consecuencia, el único bien que tiene categoría constitucional.

¿Hay una voluntad política previa al derecho y a la economía?

Sí. El derecho es expresión de una voluntad política. El ordenamiento jurídico es la expresión formal de un
ordenamiento real, cuya base de apoyo es política. Por ejemplo, si nuestro Código Civil garantiza el derecho a la
propiedad privada, es porque hay una doctrina política (de raíz liberal) que postula la necesidad política de contar con
este derecho. Esta necesidad política es coherente a su vez con una concepción antropológica sobre qué es aquello que
contribuye a la felicidad del hombre.

De igual forma, existe otra cosmovisión que postula que el hombre es pura materia, y que por lo tanto debe ser provisto
de bienes materiales para ser feliz. Al mismo tiempo sostiene que para abastecerlo de esos bienes materiales debe
socializar los medios de producción, para lo cual es necesaria una dictadura del proletariado. Evidentemente, el
ordenamiento jurídico correspondiente a tal cosmovisión no va a reconocer el derecho a la propiedad privada, pues
parte de una posición antropológica, luego política, luego económica, y finalmente jurídica distinta. En el esquema de la
propiedad en la era romana, los agri gentilicius tenían características de propiedad pública. Luego se evolucionó hacia el
consortium, que se distinguía por ser un acuerdo de propiedad familiar de uso pero no de venta. La propiedad siguió
cambiando bajo los sistemas de la Europa pos-romana, la economía feudal de la Edad Media, y por último el esquema
de propiedad del Estado-Nación. En todos estos momentos de la historia observamos un cambio relevante en el entorno
institucional, y en el contexto del último escenario se pueden observar las consecuencias antropológicas, políticas,
económicas y jurídicas diferenciales.

El entorno institucional

Las restricciones o límites a la actividad económica son de variada naturaleza. Por lo general, el análisis económico
clásico se limita a las estrictamente económicas, como las disponibilidades de recursos disponibles o el nivel científico-
tecnológico alcanzado. Pero no contempla –deliberadamente– la importancia del entorno institucional

Sin duda, el conjunto de normas condiciona el tipo de organización donde se desarrolla la actividad económica. Ésta
varía de país en país y en un mismo país a través del tiempo. El análisis clásico considera a estas dificultades como datos,
como variables exógenas al modelo económico. La teoría económica busca reglas generales que sirvan para analizar el
comportamiento económico de una empresa o consumidor tanto en un país desarrollado como en uno en desarrollo, en
un contexto de intercambio voluntario en el mercado, basado siempre en la racionalidad.

El trabajo de Douglas North llega a expresar que “no fue en Inglaterra, sino en los Países Bajos, donde, en el siglo XVII,
nació el fenómeno moderno del crecimiento.” Porque se creó un sistema de instituciones y derechos de propiedad que
permitían explotar eficazmente las motivaciones individuales.

Las instituciones establecen los límites concebidos por el hombre para estructurar la interacción con sus semejantes.
Dichos límites están constituidos por restricciones formales (reglas, leyes, constituciones), restricciones informales
(patrones de conducta, convenciones, códigos de comportamiento auto-impuestos, etc.) y sus respectivas
características de aplicación. Juntas definen la estructura de incentivos de las sociedades y específicamente de las
economías.

Las instituciones y la tecnología empleada determinan costos de transacción y transformación, que se suman a los
costos de producción. Fue Ronald H. Coase (1960) quien hizo la conexión básica entre las instituciones, los costos de
transacción y la teoría neoclásica. El resultado neoclásico de los mercados eficientes sólo prevalece cuando no
representa un costo a negociar. Sin duda es éste un supuesto muy fuerte, ya que sólo en las condiciones de una
negociación sin costo los actores alcanzarán la solución que maximice el ingreso agregado, independientemente de los
arreglos institucionales.

Las instituciones son creadas para servir los intereses de quienes poseen el poder de negociación para establecer
nuevas reglas. En un mundo de cero costos de transacción, la fuerza de negociación no afectaría la eficiencia de los
resultados, pero sí lo hace en un mundo de costos de transacción positivos.

La interacción entre las instituciones y las organizaciones conforma la evolución institucional de una economía. Si las
instituciones son las reglas de juego, las organizaciones y sus empresarios son los jugadores.

El marco de elección racional supone que los individuos saben lo que es de su propio interés y actúan en consecuencia.
Eso puede ser correcto en el caso de los individuos que toman decisiones en los mercados más desarrollados de las
economías modernas pero es evidentemente falso en la toma de decisiones en condiciones de incertidumbre –las
cuales han caracterizado las decisiones políticas y económicas que dieron forma (y continúan haciéndolo) al cambio
histórico. El marco analítico que debemos construir debe partir de una comprensión del modo en que tiene lugar el
aprendizaje humano”.

Hay un juego de restricciones interdisciplinarias que debieran respetarse. Se debe evitar la supremacía instrumental, ya
sea económica y/o jurídica, y favorecer el diálogo integrador en vista de una finalidad. El poder político debe ejercer el
poder de policía conforme a los principios de legalidad, legitimidad y razonabilidad. El derecho debe ser concebido
como orden al servicio de la justicia, y la economía como materia ordenada.

Al respecto creemos que se puede hablar de acuerdos (covenants) que establecen diferentes perfiles de restricciones:

• Restricciones para los economistas: los derechos que figuran explícitamente en la Constitución componen la función
de bienestar cualitativa del contrato social, y deben ser contemplados en el diseño de la política económica.

• Restricciones para los políticos: hay que incluir los comportamientos y los criterios económicos que aseguren una
administración adecuada de los recursos escasos. Deben además evitar contradicciones evidentes entre lo que
proponen en las campañas electorales y lo que realizan cuando acceden al poder.

• Restricciones para los juristas: la formulación y aplicación de las leyes no debe alterar principios, garantías y derechos
reconocidos en la Constitución que preservan la justicia.

EL DERECHO ECONÓMICO

Aquella rama del derecho que ampara la problemática social regulando los hechos jurídicos económicos21. La apertura
del derecho económico incluye el derecho material, formal, transgresional (o penal económico), e instrumental.

Los sistemas de gobierno modelan de manera significativa el comportamiento económico, ya que definen y hacen
cumplir las reglas económicas. Una parte esencial de una política de desarrollo es la creación de formas de gobierno que
establezcan y apliquen derechos de propiedad eficientes. La clave del crecimiento de largo plazo es una eficiencia
adaptativa más que asignativa. Los sistemas político-económicos exitosos han desarrollado estructuras institucionales
flexibles, capaces de sobrevivir a los choques y a los cambios que son parte de una evolución exitosa. Pero estos
sistemas han sido producto de una larga gestación.

En este escenario integrado por el derecho, la economía y la política, la elección de una estructura jurídica de propiedad
surge de intereses políticos, sociales y por supuesto criterios de eficiencia económica. El hombre y su forma de
relacionarse constituyen el tronco común de la política, el derecho y la economía, y por lo tanto las normas que se
establezcan nunca serán neutrales porque incidirán en los comportamientos.

Uno de los principios de la estructura formada por estas normas es la existencia de los derechos de propiedad
necesarios para que exista un sistema voluntario y no compulsivo de intercambio. “En último término, lo que se cambia
en el mercado no son bienes, sino derechos sobre su utilización”. Un ejemplo importante es el dinero en la economía
monetaria. ¿Cuál es su verdadero significado? Respuesta: el derecho que otorga sobre los bienes y servicios de la
jurisdicción específica (en la nuestra, hablamos del peso).

Esta institución es considerada por el sistema capitalista como estimuladora de los recursos económicos en forma
eficiente. Esto implica que el sistema de propiedad privada que se caracteriza por la exclusividad de la utilización de esta
propiedad, la responsabilidad de su uso y la transferibilidad consensuada sólo con otra parte, es el que permite la
organización social que genera la mayor cantidad de bienes y servicios posibles.

Este argumento es de mucha fuerza para los resultados económicos, pues el gran debate entre capitalismo y marxismo
gira en torno de diferentes esquemas de propiedad. El colapso de la URSS es el testimonio empírico de la diferencia
entre estos sistemas en cuanto a la producción de bienes y servicios.

Cuando hablamos de la organización de los mercados nos referimos a los costos y beneficios públicos y privados. Para
que lo público y lo privado no difieran es necesario internalizar los costos y beneficios externos de cualquier actividad
económica: hay que expresarlos en los precios. Si esto no ocurre, existirá una brecha. Un ejemplo común es la
externalidad negativa que consiste en la contaminación de aire y agua por parte de determinados productos cuyos
costos no están incluidos en el precio.

Constitución económica
En este punto consideraremos: la función garantizadora de los principios, derechos y garantías reconocidos como
esenciales; el sistema de valores admitidos y el ideario determinado por su función ideológica; los atributos que
pretenden establecer un nuevo diseño de poder en cuanto a su función organizativa; y la jerarquía de las pautas
adoptadas, que resulta de los elementos básicos de la convivencia de la comunidad en cuanto a su función
transformadora.

Son conocidas las diversas etapas atravesadas por el constitucionalismo desde el siglo diecinueve: constitucionalismo
liberal, constitucionalismo social, constitucionalismo organizacional, y en los últimos años del milenio parece emerger
una nueva etapa inducida por la globalización.

La Constitución de 1853 había establecido las bases jurídicas para el funcionamiento de la economía, construida
enteramente sobre la libre iniciativa de los individuos. La intervención del Estado, cuando existía, no tenía otro objeto
que el de despejar de trabas el ejercicio de tal iniciativa.

En 1853 Alberdi también escribió el Sistema económico y rentístico de la República Argentina según la Constitución
Nacional.

Vale la pena mostrar cómo Alberdi interpretó el marco constitucional de la economía. Sostuvo que el gasto nacional se
compone de todo lo que cuesta conservar su Constitución y llevar a la realidad los fines expuestos en su preámbulo.

Alberdi distinguió las dos grandes corrientes de la economía mundial para aquel entonces: la primera está constituida
por lo que denomina mercantilismo, al considerar que estuvo representada por la política de Carlos V y Felipe II, la
interpreta como totalmente opuesta al Estado Nacional emergente. También menciona las prácticas socialistas, pero las
descalifica por su proximidad con el esquema precedente. La segunda gran corriente está conformada, entre otras, por
las ideas de Adam Smith, a las que define como “escuela de la libertad” y liga a la doctrina económica constitucional.

Luego de las modificaciones de 1860, 1866 y 1898 hubo un “descanso” hasta la reforma del 11 de marzo de 1949, que
concretó las exigencias de la ley 13.233 dictada el 27 de agosto de 1948 durante el gobierno de Juan Domingo Perón,
dentro de un marco de preeminencia de la idea de welfare state.

Con la llegada de la Revolución Libertadora en 1955 se derogaron los textos constitucionales y se dictaron una serie de
reformas (24 de octubre de 1957). Como articulación sobreviviente de esos cambios quedó agregado el art. 14 bis, que
reconoce a los trabajadores la protección de las leyes sobre cuestiones relativas a las condiciones de trabajo (dignas y
equitativas), extensión de la jornada laboral, régimen de vacaciones, salario mínimo, vital y móvil, etc.

La ulterior evolución de la realidad económica nacional e internacional exigió, en muchos casos, una reinterpretación de
los principios constitucionales que se operó a través de mutaciones jurisprudenciales. En otros casos, la política
económica siguió, lisa y llanamente, derroteros objetivamente incompatibles con el plexo de valores establecidos por la
Constitución, sin que este desfasaje llegase a ser registrado por los Tribunales.

Algún tiempo después comenzó a madurar la conciencia ecológica, que, análogamente, reclamó la tutela legal del
equilibrio ambiental frente al abuso ejercido por los derechos económicos individuales entendidos como absolutos.
Nace así la razonable inquietud por acordar una jerarquía constitucional a, por ejemplo, la protección del medio
ambiente, como así también a la defensa de consumidores y usuarios frente a monopolios, oligopolios u otras
distorsiones de la competencia que la globalización ha profundizado. Dichas necesidades se vieron cumplidas más tarde
con la reforma de 1994.

Relación entre la Economía, el derecho y la Política.

En el caso de la economía y el derecho, que se enfocan en un mismo punto: el bienestar social. Lo importante en
economía son las relaciones sociales, aquellas que se manifiestan en la búsqueda por satisfacer necesidades. El derecho
por otro lado, es el que ha tenido dentro de sus fines garantizar aquello que busca la economía. Por ello, se podría decir
que el objetivo en el estudio de estas dos ciencias es el comportamiento humano.
Adam Smith, en su obra “Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”, vio el papel crucial de
los monopolistas y de los efectos de la intervención del gobierno en los sistemas de precios y de políticas
proteccionistas. Pone como ejemplo a un grupo de comerciantes que establecen un nuevo mercado y se concede un
monopolio temporal; él observa que aquello se puede justificar bajo los mismos principios sobre los cuales se permite a
su inventor la patente por la creación de una máquina o de un libro nuevo a su autor. Se puede verificar aquí cómo la
ley se constituye en un incentivo productivo y cómo a partir de un análisis económico, ésta se ha materializado
posteriormente en una ley.

Política y Economía

Hay posiciones donde se afirma que la Política se encuentra subordinada a la Economía, que la determina, como ocurre
con las teorías marxistas; y otras, como las tesis totalitaristas, es la Política la que condiciona a la Economía,
politizándose los aspectos económicos y entendiéndose que todo acto económico es un acto político.

Para los socialistas no marxistas y para el neoliberalismo existe una recíproca conexión entre ambas disciplinas, con
predominio de una sobre otra, según los casos.

En el mundo capitalista, el derecho de propiedad impone el dominio de los dueños de las fuerzas de producción, y esas
formas de propiedad y relación económicas, son mantenidas por el poder político.

La Economía necesita de regulación jurídica para su propia seguridad, y además en el actual sistema social de Derecho
es importante la intervención de la Política en la Economía para evitar inequidades, tomándose así desde el poder,
medidas de Política Económica. La Política programa y orienta a la Economía, y la Política a su vez necesita del contenido
económico, pues el bien común al que tiende y la prosperidad social, se sustentan en la Economía.

DERECHO ECONOMICO

“El Derecho Económico es el conjunto de normas que regulan las relaciones jurídicas que dan lugar la producción,
circulación, distribución y consumo de las riquezas, regulándolas desde el punto de vista jurídico”.

Este conjunto de normas, faculta al Estado para planificar el desarrollo económico y social de un país. Por ejemplo, el
derecho económico sirve para el desarrollo en la faz agropecuaria, minera, industrial, comercial, etc. Este derecho,
regula la cooperación humana en las actividades de creación, distribución y consumo de la riqueza generada por el
sistema económico.

Que se entiende por Economía

Economia en su concepto fundamental se entiende como ciencia social que estudia la produccion, distribucion,
intercambio y consumo de bienes y servicios que tienen un valor por su escases; por lo tanto el Derecho Economico
debe de tener en cuenta la producción, distribución, intercambio y consumo de los bienes y servicios.

El derecho reglamenta todas las etapas del proceso económico: desde la producción de bienes y servicios hasta el
consumo de los mismos.

Mientras el derecho de la Economía se refiere al contenido económico del derecho, el derecho económico se refiere al
contenido de las normas legales que afectan la económia.

DEFINICION DE DERECHO ECONOMICO

En palabras de Darío Munera Arango, el derecho económico es el conjunto de principios y de normas jurídicas que
regulan la cooperación humana en las actividades de creación, distribución, cambio y consumo de la riqueza generada
por un sistema económico.

Para E. R. Huber, es el conjunto de estructuras y medidas jurídicas con las cuales, utilizando facultades administrativas,
la administración pública influye en el comportamiento de la economía privada.
Sin embargo para Charles Fourier es un derecho de las personas públicas, de los intereses públicos y del poder público.
Constituye instrumentos jurídicos y normativos de las políticas económicas.

Entonces el Derecho Económico "es el conjunto de principios y normas juridicas que regulan la cooperación humana en
la creación, distrubución, cambio y consumo de la riqueza, generada por un sistema económico".

¿Cuál es el rol del Estado dentro del derecho económico?

El Estado planifica y sistematiza diversas normas económicas no codificadas para responder a una cambiante realidad.
Como lo señalamos anteriormente, el Derecho económico surge como una nueva norma de derecho público. Es así, que
los arts.25 y 28 de la Constitución Nacional, fundamentan el Derecho Económico y las Políticas Económicas.

Sujetos del derecho económico

Son todos los agentes económicos en general, las personas jurídicas estatales, las personas jurídicas privadas y los
particulares, en cuanto productores y distribuidores de riqueza en el mercado. Es decir, toda persona humana o
jurídica, capaz de realizar actos jurídicos, que intervienen en el proceso económico, independientemente de su
naturaleza y condición.

Por ejemplo cuando vamos de compra a un supermercado, cuando pedimos un préstamo a un banco, intervenimos
como sujetos en el derecho económico.

A continuación, a modo de ejemplo, veremos algunos sujetos y su accionar dentro del derecho económico.

 ESTADO: como rector de la vida económica. Por ejemplo, cuando dicta normas que regulan las políticas
agropecuarias, al dictar resoluciones sobre cargas impositivas sobre las importaciones de algunos productos.
 AGENTES DE VALORES: que realizan su función dentro del mercado de valores, actuando como intermediario entre
el vendedor y el público comprador. Por ejemplo en la compraventa de acciones o bonos, el agente de valores es el
sujeto de derecho económico.
 BANCOS: son agentes económicos, que actúan como intermediario financiero, cuando reciben depósitos de dinero y
otorgan préstamos.
 EMPRESAS: son las prestadoras de bienes y servicios. Por ejemplo Edesal que provee de energía eléctrica en la
provincia.
 CONSUMIDORES: son las personas que consumen bienes y servicios para satisfacer sus necesidades alimentarias,
vestimenta, vivienda, salud, educación y esparcimiento.

Objeto del derecho económico

Es el conjunto de normas jurídicas que regulan la acción del Estado en el sistema económico, para la realización de su
política económica, regulando también las relaciones entre los agentes de la economía, dictadas por el Estado, para la
tutela de los intereses generales de toda una comunidad.

Análisis conceptual de Derecho Económico

Es el conjunto de principios y de normas de diversas jerarquías, sustancialmente de Derecho público( aquel que regula
las relaciones entre personas mediante reglas dictadas por la autoridad competente), que inscritas en un orden
público(un conjunto de principios e instituciones que se consideran fundamentales en la organización social de un país y
que inspiran su ordenamiento jurídico) económico plasmado en la constitución o carta magna, facultan al Estado para
planear el desarrollo económico y social de un país y regular la cooperación humana en las actividades de creación,
distribución, cambio y consumo de la riqueza generada por el sistema económico(es un mecanismo que organiza la
producción, distribución y consumo en beneficio de una sociedad particular)

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