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TRANSFERENCIA

La transferencia es la proyección de sentimientos,


actitudes y conductas inconscientes, por parte del
entrevistado, hacia el entrevistador. El término
"transferencia", en el sentido psicoanalítico, fue
empleado por primera vez en 1895, en los "Estudios
sobre la histeria", específicamente en el último capítulo
titulado "Psicoterapia de la histeria" de la obra de Freud. En esta obra, Freud tiene una
idea del fenómeno, su génesis e importancia técnica(1).

La transferencia en general surge necesariamente en toda cura psicoanalítica. Después de


Freud, se han dedicado una gran cantidad de trabajos a la cuestión de la transferencia,
repensando el tema y comparándolo con el desarrollo original del fenómeno. Todos
coincidiendo en que se basa en la relación que se produce en la situación terapéutica entre
el analista y paciente.

Así, en Melanie Klein la transferencia es concebida como una re-escenificación durante


la sesión de todas las fantasías inconscientes del paciente. El paciente durante el trabajo
analítico evocará su realidad psíquica y utilizará la figura del analista para revivir
fantasías inconscientes.

En la concepción de Donald Woods Winnicott, el fenómeno de la transferencia en el


análisis puede ser comprendido como una réplica del lazo materno, de ahí la necesidad
del abandono de la neutralidad rigurosa. El uso que el paciente puede hacer del analista
como objeto transicional, tal como está descrito en su artículo “El uso de un objeto” de
1969, le da otra dimensión a la transferencia y a la interpretación. Afirma que el paciente
precisa del vínculo terapéutico para reafirmar su existencia.

El descubrimiento de la transferencia,
permite identificar pautas de conducta,
sentimientos y pensamientos que éste ha
establecido a lo largo de su vida,
especialmente en la relación interpersonal
con el medio familiar. El terapeuta debe interpretar los sentimientos objeto de la
transferencia, que pueden ser positivos o negativos, para entender las experiencias
pasadas de las que proceden(2).
La identificación de la transferencia es clave para discernir entre la información que puede
aportar voluntariamente el paciente, a través del discurso intencionado; o
inconscientemente, a través de los lapsos, los juegos de palabras, las discrepancias entre
el lenguaje verbal y no verbal y sobre todo de los silencios y omisiones; o bien de relatos
repetitivos aparentemente sin importancia, los cuales al ser devueltos en la entrevista
adquieren significados no antes conscientes(3).

Con la transferencia, al imputar al entrevistador cualidades o aspectos afectivos


inmerecidos, el entrevistado aporta aspectos importantes de su personalidad, de sus
miedos y aspiraciones, que no puede manifestar de manera abierta, consciente e
intencionada.

VÍNCULO TRANSFERENCIAL

Si bien se ha dicho que la transferencia tiene


que ver con la recreación de las fantasías
infantiles sobre la figura del analista. Para que
ello se de, tiene que primero establecerse un
vínculo transferencial, que permita al paciente
poder recrearlas y trabajar con ellas.

Para crear del vínculo es necesario que, una


vez que el paciente acepte su deseo de trabajar en aquello que le acontece, este acuda al
encuentro con un analista al que le supone un saber de aquello que le sucede. Lacan lo
nombró como “Sujeto supuesto saber”. Esto producirá el primer nivel de confianza en esa
relación, que dará paso al trabajo analítico.

Sin embargo, a lo largo del recorrido analítico pueden darse manifestaciones en el vínculo
transferencial a las cuales el analista ha de estar atento y manejarlas oportunamente, como
son: los signos de enamoramiento hacia el terapeuta, la tendencia a comprobar el poder
de sus atractivos haciendo descender al analista al puesto de amante, la tendencia a seguir
las indicaciones del terapeuta sin apenas cuestionamiento, las rápidas mejorías sin trabajo
y esfuerzo paralelo y otros signos más sutiles, como llegar frecuentemente tarde a las citas
o alusiones frecuentes a otros profesionales.

Por supuesto, no solo ocurren este tipo de situaciones por parte del paciente, sino que
pueden ocurrir manifestaciones contratransferenciales. En este sentido, el analista
también tiene que estar atento y analizarse a sí mismo si ocurriesen: discutir con el
paciente, tener impulsos de pedirle favores al paciente, soñar con el paciente, interés
excesivo en el paciente, incapacidad para entender el material a analizar cuando el
paciente refiere temas similares a los vividos por el analista, descuido en mantener el
encuadre, reacciones emocionales intensas relacionadas con el paciente, etc(4).

TIPOS

Según Laplanche y Pontalis (1968) la transferencia solo tiene sentido en la cura


psicoanalítica y se define como una repetición de prototipos infantiles donde los deseos
inconscientes se actualizan sobre ciertas relaciones objétales. Así desde la perspectiva
clásica hay una transferencia positiva débil donde se movilizan sentimientos amistosos y
afectuosos del paciente hacia el terapeuta y una transferencia positiva erotizada que en la
práctica se muestra como negativa, ya que es sinónimo de resistencia, en cuanto detiene
el trabajo asociativo del analizado. La transferencia propiamente negativa se caracteriza
por la expresión de sentimientos hostiles y de enojo hacia el psicoanalista. Lacan (1981)
sostuvo que conviene una transferencia negativa suave para el mejor fluir del
tratamiento(5).

MODALIDADES DE LA TRANSFERENCIA:

Transferencia y regresión: Todo adulto, cuando establece una relación, transfiere, sin
saberlo, actitudes, sentimientos, y formas de relacionarse propias de sus vivencias cuando
era un niño. Mientras que la transferencia está presente en cierta medida en casi toda
relación humana, esta se hace especialmente patente cuando aparece la regresión y
provoca que elementos maduros del funcionamiento y formas de adaptación sean
sustituidos por elementos primarios de comportamiento. Cuando una persona enferma
con frecuencia moviliza mecanismos de regresión, los cuales, junto a una evaluación
racional de la situación, refuerzan la motivación del paciente para buscar ayuda. Es
natural que el médico, de quien el paciente espera ayuda y alivio de su sufrimiento,
aparezca como una figura poderosa en quien poner todas las expectativas.

La transferencia positiva es aquella que permite que el trabajo terapéutico pueda


realizarse, se desplaza hacia el analista sentimientos afectuosos débiles. En la mayoría de
los pacientes la transferencia tiene una base positiva y contiene la clase de expectativas y
sentimientos que en su día fueron dirigidos hacia unos padres buenos, que eran apoyo y
seguridad.

El médico es visto como poderoso y que


puede librarle de lo malo y doloroso, el
paciente se siente pequeño y
desesperanzado y se pone en manos del
médico. Pero tiene un riesgo y es en el
caso en que el paciente se encuentra con
un médico indiferente que se interesa
solo por los síntomas. La transferencia positiva permite al enfermo a abrirse al médico y
aceptar el examen físico y tratamiento, da al paciente una sensación de seguridad,
disminuye su miedo y ansiedad, disminuyen el riesgo de complicaciones y, en el caso de
enfermedades crónicas mejora la rehabilitación.

La transferencia negativa puede hacer que sea imposible el trabajo psicoanalítico con el
paciente ya que se desplazan hacia el analista sentimientos hostiles o se puede dar una
transferencia erotizada, que es símbolo de resistencia hacia el proceso e impide la
asociación libre. En este caso la actitud del enfermo frente al médico es de desconfianza,
enfado, envidia, irritabilidad, exigencia y otras parecidas, que se manifiestan
normalmente de forma indirecta. El paciente es reservado aporta poca información al
médico, los síntomas suelen empeorar después de haber comenzado el tratamiento, y en
muchos casos la aparición de síntomas depresivos puede ser una forma de enmascarar la
transferencia negativa(6).

El amor de transferencia hará que el paciente coloque al analista en un lugar del Ideal del
yo del paciente, por lo que el paciente tratará de mostrar ante el analista la imagen ideal
de sí mismo, lo que puede provocar que se repriman aquellos deseos que no formen parte
de esta imagen.

Por otra parte, también nos encontramos con la neurosis de transferencia que ha sido
descrita como la repetición de la neurosis infantil, la relación de amor odio con las figuras
parentales, en el analista. Es fundamental que se establezca esta neurosis en la sesión para
poder trabajar de forma óptima.(7)
Posteriormente otros autores desarrollaron el tema
de la transferencia en un contexto grupal, la cual se
presenta en varios niveles:

1. Transferencia Central: dirigida al coordinador o


terapeuta.

2. Transferencia central: promovida por los miembros del grupo entre sí y que se da por
la identificación de unos con otros, en tanto, todos son seres en falta, y buscan
completarse, primero con el coordinador y luego, cuando este no responde a dicha
demanda, intentan hacerlo con los otros. Por ello se habla de una identificación a un rasgo
unario, rasgo que todos comparten, y que, a la vez, los particulariza.

3. Transferencia Grupal: generada por el grupo mismo, pues en éste, es donde confluyen
múltiples imágenes, evocadas de figuras parentales y familiares. Es la puesta en acto de
la fantasmática edípica.

Se aclara que, si bien existe un cuarto nivel transferencial, dado con el medio externo, no
será abordado en el presente capítulo, en tanto excede el interés que se circunscribe entre
el estudiante, docente y la institución.

En lo individual como en lo grupal, las identificaciones juegan un papel fundamental, en


tanto dinamizan el concepto de la transferencia. De ahí, la pertinencia de abordar el tema
desde el concepto de identificación(8).

BIBLIOGRAFÍA:

1. Bogaert García H. La transferencia : una investigación cliń ica con el test de


Rorschach. El Cid Editor; 2001. 219 p.

2. Alonso Fernández Y. Psicología clínica y psicoterapias : cómo orientarse en la


jungla cliń ica. Universidad de Almeriá ; 2012.

3. Sánchez Escobedo PA, Viveros Fuentes S. Psicologiá clínica. Editorial El Manual


Moderno; 2008. 453 p.

4. Transferencia y contratransferencia - La Mente es Maravillosa [Internet]. [cited


2018 Nov 19]. Available from: https://lamenteesmaravillosa.com/transferencia-y-
contratransferencia/
5. Ruiz Sanchez JJ. Transferencia y Contratransferencia. Del Psicoanalisis a la
Psicoterapia Analitica Funcional. Rev Ciencias Soc Humanas y Artes.
2013;1(2):52–8.

6. Urbina-Méndez R, Hernández-Vargas CI, Hernández-Torres I, Fernández-Ortega


MÁ, Irigoyen-Coria A. Análisis psicodinámico de la transferencia y
contratransferencia en la formación de médicos familiares en México. Atención
Fam [Internet]. 2015 Apr 1 [cited 2018 Nov 19];22(2):58–61. Available from:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1405887116300505

7. Transferencia en psicoanálisis: qué es, cómo surge y tipos - depsicologia.com


[Internet]. [cited 2018 Nov 19]. Available from:
https://depsicologia.com/transferencia-en-psicoanalisis-que-es-como-surge-y-
tipos/

8. La Transferencia desde el Psicoanálisis [Internet]. [cited 2018 Nov 19]. Available


from: http://deyser.tripod.com/html/transpsi.htm

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