A24.
el comercio
Fiorella de Ferrari
Educadora y actriz
Nací en octubre de 1978
en Nueva Jersey, Estados
Unidos. Me gusta mucho
el arroz con pollo, pero
hecho no con arroz sino
con quinua. En mis tiempos
libres trato mucho de ver
buen cine y estar con mis
hijos. Mi película favorita
es “El piano”, de Jane
Campion. Otra muy buena
es una que vi en un festival
de cine aquí en Lima, una
alemana-turca que se llama
“La extraña”. Dentro del
mundo de la educación uno
de los primeros libros que
me sacudió fue “Los 100
lenguajes de los niños”.
Y alguna novela, quizá
“Anna Karenina”. Mi mayor
virtud es ser trabajadora
y mi mayor defecto la
vehemencia.
“Los niños tienen que
ser constructores de
conocimiento”
ALEJANDRO CAVERO ALVA
Encontramos a Fiorella en el nido cuela debe ser un espacio de creación
Casa Amarilla, una de las tantas
propuestas educativas que pro-
mueve. Ha sido miembro del Co-
mité de Educación del CADE e im- El arte lo que hace es darte nuevos
pulsora del colegio Aleph, entre
otros. Sin embargo, su única face- tar la realidad. De confrontar diver-
ta no es solo la de educadora.
S
u vida ha estado siempre
muy ligada al arte, des-
de cuando muy pequeña
bailaba ballet o flamen-
co hasta cuando a sus 14
años comenzó a incursionar más or-
ganizadamente en el teatro. De niña
le gustaba mucho jugar a la
maestra y ha participa-
do además en famosas filosofía
obras de teatro como Los niños tienen que puedes identificarte
Ricardo III. Hoy reco- sentirse constructores con lo que ves, sinto-
rre los espacios educa- de conocimiento. La nizar, y a partir de ese
tivos que ha logrado
escuela es un lugar de momento reelaborar
construir y los visuali-
creación de cultura. cosas, hacerte nuevas
za, nos cuenta, llenos de
arte y de cultura.
—¿Cómo contribuye el tea-
tro a la educación?
Creo que el teatro como cualquier
medio de comunicación y expresión
puede ser una gran herramienta de
Colecciones El Comercio
posdata
cambio y transformación, el cual es
el principal rol de la educación. La es-
y de cultura, y eso es exactamente lo
que hacen las artes.
—¿Cómo es el proceso?
alcances, nuevas formas de interpre-
sos contextos, situaciones, temáticas
complejas que encontramos a par-
tir de ella. Son como caminos que te
permiten revisar desde un lugar muy
subjetivo y personal tu mirada y en-
tendimiento de las cosas. El artista
te da una perspectiva, te cuenta una
historia. El teatro, además, puede ser
sumamente sanador, sumamente re-
parador. Es un espacio donde,
-- desde el punto de vista del
espectador por ejemplo,
--
preguntas, calmar cosas
que están ahí y uno no sa-
be de dónde vienen.
—¿Aplicas el teatro en tu modelo
educativo?
Te diría que más que el teatro es la re-
lación que queremos que los niños
alessandro currarino
“
El teatro, como cualquier
medio de comunicación
y expresión, puede ser
una gran herramienta de
cambio y transformación,
el cual es el principal rol de
la educación”.
“
El poder es “capacidad
para hacer”. Es muy lindo
tener poder, todo depende
de qué es lo que quieras
hacer con él y cómo lo
utilices”.
@elcomercio elcomercio.pe
construyan. Que se sientan construc-
tores de conocimiento. Tienen que
aproximarse a cualquier cosa que
quieran entender construyendo su
propia perspectiva a través de más de
un lenguaje, más de un medio. Y allí
el cuerpo, como en el teatro, es quizá
la principal herramienta que tienen
los niños de 0 a 4 para conocer y en-
tender. Pero no es la única, también
está el dibujo, el trabajo con arci-
lla, las matemáticas; lo que interesa
es que construyan el conocimiento
usando múltiples medios.
—¿Crees que esto falla en el sistema
educativo del Perú?
U
No sé si hoy el rol de la escuela en el
Perú es el de un espacio de creación.
Creo que todavía entendemos a la es-
cuela como un lugar en donde repro-
ducimos lo que ya está allá afuera.
Por lo tanto, no sé si estamos gene-
rando innovación a partir de la edu-
cación. Todavía estamos entendien-
do que el rol de la educación es que se
reproduzca y almacene.
—¿Qué opinas de las formas de aso-
ciación público-privadas (APP)para
mejorar la educación?
Creo que hay países donde esto tie-
ne mucho éxito. De hecho uno de los
proyectos que ha servido de inspira-
ción para nosotros son las escuelas
Hight Tech High, que es un modelo
público-privado en donde los niveles
de cambio en el nivel de calidad son
realmente impactantes. Tradicional-
mente en las escuelas el 56% va a la
universidad, mientras en las Hight
Tech High se logra que el 98% vaya.
Están generando una relación distin-
ta con el aprendizaje y que puede ser
algo apasionante.
—¿Cómo funcionan estos modelos
de asociación?
Hay diversos modelos. Hay algu-
nos en donde, por ejemplo, el Estado
ofrece la propiedad y es el que se en-
carga de velar por la planilla docente,
pero les dan la operación completa-
mente a los privados, lo que permite
innovar y que la escuela pública pue-
da tener más de una opción. Y enton-
ces empieza a funcionar, por la com-
petencia, un mecanismo de control, y
vas viendo cuál modelo funciona me-
jor y te da más resultados y cuáles no.
Es una forma eficiente de evaluarte
como Estado. A veces no tienes que
generalizar un sistema, puedes sim-
plemente tomar ciertos modelos y
colocarlos en diversos contextos.
—¿Desde cuándo estás vinculada al
arte y cómo te nació esa pasión?
Es un interés que pongo desde muy
pequeña, por mis juegos pero tam-
bién por un ambiente muy favore-
cedor. Mi mamá es artista plástica
y también directora de teatro. Creo
que la mayor conexión vino en mi
adolescencia cuando me involucré
mucho en talleres de teatro.
—¿El teatro es puro arte o sirve para
denunciar cosas? ¿Quizá políticas?
Es un lugar que puede ser un espacio
de denuncia para cosas políticas y no
políticas. Pero probablemente desde
el momento en que denuncias algo
estás haciendo política. Es una herra-
mienta de transformación y de movi-
lización muy poderosa.
—Has actuado en la obra “Ricardo
III”, que es una obra muy relaciona-
da al poder. ¿Qué opinas del poder?
El poder es “capacidad para hacer”.
Es muy lindo tener poder, todo de-
pende de qué es lo que quieras hacer
con él y cómo lo utilices.
lunes 20 de abril del 2015
(51) 947-031-286
marco aurelio
denegri
Sólo / Solo
“Una anfibología es una ambigüedad, y
ésta es la calidad de ambiguo, o sea lo que
puede entenderse o interpretarse de varias
maneras.”
n lector me pregunta si la tilda-
ción del adverbio solo ya no es
prescriptiva, sino potestativa.
Le informo que es potesta-
tiva desde 1959. La RAE decía
sobre el particular lo siguiente:
“La palabra solo, en función adverbial,
podrá llevar acento ortográfico si con ello se
ha de evitar una anfibología.”
¿Qué es una anfibología?
Una anfibología es una ambigüedad, y
ésta es la calidad de ambiguo, o sea lo que
puede entenderse o interpretarse de varias
maneras. Lo ambiguo es lo incierto, lo du-
doso, lo poco claro.
Si yo digo: “Estoy solo por las tardes”, esto
puede entenderse en dos sentidos: o que yo
estoy solamente o únicamente por las tar-
des, o que por las tardes estoy sin compañía,
sin nadie que me acompañe.
En el primer caso, solo es adverbio y en
el segundo caso, adjetivo.
Manuel Seco, en su Diccionario de Du-
das y Dificultades de la Lengua Española, di-
ce que lo más recomendable es no tildar el
adverbio solo, pues la ambigüedad no tiene
por qué presentarse nunca, ya que el con-
texto la resuelve en cada caso.
Sin embargo, el académico Diccionario
Panhispánico de Dudas dice que cuando la pa-
labra solo “pueda interpretarse en un mismo
enunciado como adverbio o como adjetivo, se
utilizará obligatoriamente la tilde en el uso ad-
verbial para evitar ambigüedades”.
Actualmente, lo sólito es no tildar el ad-
verbio solo y lo insólito es tildarlo. Yo siem-
pre lo tildo, aunque no haya riesgo de anfi-
bología.
Alberto Dávila
Alberto Dávila, artista trujillano nacido en
1912 y muerto en 1988, fue mi profesor de
dibujo en el colegio, cuando yo estaba en ter-
cer año de Media, en 1953. Lo había reco-
mendado el galerista Luis Felipe Tello, que
tenía su galería de arte en el Jirón Azángaro,
en la sexta cuadra, si no me equivoco.
Dávila fue el primero en noticiarnos, a los
muchachos de entonces, de la famosa defini-
ción que había dado Maurice Denis (Francia,
1870-1943) de la representación pictórica.
“¿Qué es un cuadro?”, se preguntaba
Maurice Denis.
Y decía:
“Un cuadro, digamos la representación de
un caballo o de una mujer desnuda, es esen-
cialmente una superficie plana cubierta de
colores distribuidos en un cierto orden.”
Inicialmente, fue consecuente con es-
ta definición y participó en el movimiento
contra la dispersión de la forma, que es una
característica del impresionismo.
Paradójicamente, su evolución hacia el
simbolismo y después su inclinación por
la pintura de asunto religioso lo llevaron a
valorizar cada vez más el “tema”, contravi-
niendo así su célebre definición.
Lea mañana en Posdata a
- Milagros Leiva -