Hablar de Educación y Derechos nos remite a una dupla indisoluble, pues la
educación es un derecho humano al que todos debemos tener un acceso garantizado y regulado por normas que nos permitan y aseguren su correcto y total disfrute. Asimismo, consideramos que, como parte de este constructo, la enseñanza de los principios jurídicos universales y de los derechos humanos también debe ser un asunto considerado de máxima importancia, pues sólo aquel que conoce a plenitud sus derechos es capaz de exigirlos y hacerlos valer, ante cualquier circunstancia y delante de todo el mundo. En Kuchkabal creemos firmemente en la necesidad de crear y vivir dentro de un marco legal justo y creemos que la única forma de lograrlo es por medio del proceso de enseñanza-aprendizaje, es por ello que, en este número abrimos nuestras páginas a todas las ideas y las opiniones que nos ayuden y nos orienten a conseguir lo que algunos juristas romanos consideraban como la máxima aspiración del hombre: la justicia. Y cuando hablamos de justicia, queremos alejarnos de la idea de corrupción y violencia que persiste en nuestro país, para retomar lo que el jurista Ulpiano estableció como la triple dimensión de los principios del derecho (tria iura praecepta), a saber: vivir honestamente (honeste vivere), no dañar a otro (alterum non laedere) y dar a cada uno lo que le corresponde (suum cuique tribuere). Lo anterior no es un principio utópico o de imposible consecución, basta con que cada uno de nosotros hago un alto en el camino y reflexiono sobre su forma de actuar y de pensar. Y es precisamente en este breve espacio equitativo e imparcial que les invitamos, hoy y siempre, a leer, reflexionar y proponer dentro de éste amplio y apasionante universo llamado Educación, pues compartimos con ustedes el amor por el conocimiento y el deseo de transformar nuestro mundo.