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75
Guatemala, enero-febrero/2005
un solo mundo...
y tanta disparidad
en portada
LACUERDA
Año 8, No. 75 – enero-febrero del 2005
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Editorial—
Alto a la violencia social y política
La violencia contra las mujeres en Guatemala es una de las problemáticas sociales que más nos
preocupa. De igual manera nos provocan gran intranquilidad las denuncias de otros hechos
violentos como allanamientos, amenazas de muerte, amagos de estallido de bomba y los
calificativos de "delincuentes y desestabilizadores" a líderes sociales.
Los crímenes contra las mujeres se han convertido en algo tan común, de todos los días, que
conforme pasan los meses dejan de conmover. Por ello las muestras de indignación no fluyen. Al
ser tan cotidianos, ya no sorprenden los casos de
asesinadas, de jóvenes violadas o cuerpos
femeninos hechos pedazos. Lo peor que puede
suceder es caer en la trampa de catalogar la
violencia contra las mujeres como "un mal natural
de estos tiempos" (porque ellas no permanecen en
casa) y por tanto inevitable.
Mujeres y hombres debemos reiterar nuestra
exigencia de tener una vida sin violencia, con
acceso a la justicia. Los agresores, sean parientes
o no de las víctimas, deben ser castigados por los
delitos cometidos. Con la misma decisión con que
los jefes de las fuerzas de seguridad actúan para
proteger las propiedades de finqueros o bienes de
una empresa minera, así demandamos al Gabinete
de Seguridad del Ejecutivo que movilice todo su Caricatura por José Manuel Chacón
personal para garantizar la seguridad ciudadana.
Esa situación de violencia continúa extendiéndose a representantes del movimiento social. En
balances del primer año de Óscar Berger en la Presidencia, algunos grupos consideran que este
gobierno es confrontativo y está criminalizando la lucha social, ya sea a través de acciones
represivas o acusaciones penales. Dos ejemplos: el caso de Juan Tuyuc, dirigente de Plataforma
Agraria, a quien el ministro de Agricultura acusó de malversación de fondos aunque no exista
ningún reporte de la Contraloría General de Cuentas; y el caso de la alcaldesa indígena Dominga
Vásquez, a quien el ministro de Gobernación amenazó con llevar a prisión por considerarla
responsable de instigar las protestas contra la explotación minera y el traslado de un cilindro
gigante en Sololá.
Este gobierno, en lugar de concretar soluciones a las demandas planteadas por comunidades
rurales, recurre al uso excesivo de la fuerza con el argumento de "hacer valer el Estado de
Derecho".
En las primeras semanas del nuevo año, organizaciones pro derechos humanos y campesinas
denunciaron varios actos de intimidación en su contra. La más reciente es la amenaza de muerte
que recibió el obispo de San Marcos, Álvaro Ramazzini, quien forma parte de Plataforma Agraria y
del Frente Nacional contra la Minería.
Tales hostigamientos no pueden ser considerados como casos fortuitos. Son hechos violentos
deliberados que afectan de manera importante el ejercicio de los derechos ciudadanos y urge que
las instituciones administradoras de justicia los esclarezcan, en particular los ocurridos en Los
Encuentros y en la finca El Corzo, donde siete indígenas campesinos perdieron la vida.
El presidente Berger tiene que gobernar para todos los sectores sociales, no sólo para las
agrupaciones empresariales que lo felicitan en campos pagados. En la Constitución de la
República de Guatemala se dice claramente que el interés social debe prevalecer sobre el interés
particular. Ésa es la base de un verdadero Estado de Derecho.
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Uno, tres, cinco... no estoy en pareja
Paula Irene del Cid Vargas / LACUERDA
En febrero desafiamos al mundo comercial que nos impone la pareja como ideal. Queremos visibilizar lo que
sucede con quienes viven en condición impar y desmitificar la vida en pareja.
Resulta frecuente encontrarse con mujeres solas, algunas veces porque simple y sencillamente no han
deseado pasar por el proceso de negociación cotidiana que significa la vida en pareja. Al estar fuera de la
normativa pueden producir con libertad, sin que las necesidades domésticas y cotidianas de los otros les
carcoman el tiempo y las ideas.
Aun así, no tener un compañero se puede convertir en incomodidad ante el bombardeo comercial de la
vida en pareja como ideal, especialmente para quienes la imparidad no ha sido una decisión propia. Algunas
no encuentran hombres que quieran apuntarse a una relación responsable; la vida está muy cara y los
trabajos inestables...
La guerra y la violencia cotidiana han dejado a muchas en condición de viudez. Así se les llama a
aquéllas cuyos compañeros de vida migraron al Norte, una situación un tanto esquizofrénica.
La fuerza de la socialización de género masculina o el simple cansancio impulsa a los hombres a buscar
otras relaciones, abandonando a sus primeras o segundas parejas. En el contexto guatemalteco, una mujer
que "ha pertenecido a otro hombre", y peor aún si tiene hijos, queda fuera del círculo para establecer
relaciones aprobadas. Sus alternativas son algunas veces el amantazgo, el emparejamiento intermitente y la
consecuente segregación.
Finalmente están las "curadas de espantos", que no desean volver a pasar por el estira y encoge de las
relaciones inequitativas.
De cualquier manera asistimos al fenómeno impar, del cual no se sabe mucho.
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El acceso de las mujeres a la tierra o sus productos suele ser indirecto: se da a través de la relación con
los hombres, ya sea como esposa o madre; en cambio, ellos la poseen por derecho o por el sistema
masculino de herencia.
Los gastos cotidianos (alimentación, vestimenta y utensilios) por lo general están asignados a las
mujeres y a la larga resultan más altos que los aportes para vivienda y educación.
Por ello algunas feministas prefieren pensar el hogar no como un techo sino como un espacio en el que
sus integrantes a veces tienen deseos, recursos y beneficios comunes, pero otras no, y su consecuente
conflicto de intereses, colocando en la agenda de trabajo la gestión de ingresos y el cambio simbólico en el
que las mujeres sean percibidas como sujetas de derecho.
Si recordáramos que en el ordenamiento numérico hay tantos pares como impares, empezaríamos a
hacer mapas más parecidos a nuestra realidad diversa y podríamos mejorarla de una manera más eficiente
y equitativa.
Bibliografía
• Moser, Caroline. 1995. «Planificación de Género y Desarrollo. Teoría, práctica y capacitación». Perú:
Red Entre Mujeres / Flora Tristán ediciones.
• Quirós, E. Guillermo. 1995. "Los límites de la unidad doméstica. Un caso: Wilk y los kekchi".
www.naya.org.ar/articulos/politica04.htm
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Sumario noticioso
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Reconocimiento a Irmalicia
La Asociación de Mujeres Tejedoras del Desarrollo entregó la Medalla de Jade a la doctora en Antropología,
escritora y periodista Irmalicia Velásquez Nimatuj, por su aporte a nivel nacional e internacional a favor de la
población femenina principalmente indígena. Este reconocimiento es la máxima condecoración que otorga
dicho grupo.
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Situación de la niñez
En Guatemala se estima que cerca de un millón de infantes trabaja en condiciones no adecuadas para su
edad. Durante el 2004 sufrió desnutrición por lo menos el 49.3 por ciento de la población infantil entre los
tres y cinco años de edad. Estos datos se desprenden de un estudio realizado por Visión Mundial.
Un macabro 2004
La cantidad de muertes registradas durante el año pasado fue de 4,346. Las víctimas fueron en su mayoría
atacadas con armas de fuego y blancas. En la población femenina se registraron 527 asesinatos, 144 más
que en el 2003.
Reporte de violencia
En enero fueron asesinadas 20 mujeres: 11 con arma de fuego, cinco con objetos punzocortantes, una fue
estrangulada y otra quemada. En dos de los casos no se estableció la causa. Seis resultaron heridas de
bala. Otra más fue reportada desaparecida y dos abusadas sexualmente.
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Cuando hay una separación por lo general es la mujer quien se queda con los niños. En algunas
ocasiones, aunque distanciados, la responsabilidad y comunicación con los hijos se comparten entre los
progenitores. En otras circunstancias: "Los hombres se desentienden, pueden pasar días, semanas, meses
sin que ellos hagan una llamada o una visita para saber cómo están. Me parece que creen que, por ser
mujeres, somos buenas, cariñosas y entonces sus hijas e hijos están bien. Quizás contemos con el apoyo
económico del padre, pero la presencia y el acompañamiento del crecimiento y formación humana quedan
en nosotras".
La tareíta no es nada fácil y menos sola, pero muchas son felices, se sienten orgullosas de su situación
y de cómo desempeñan su papel y el del otro. Sus hijas e hijos están bien. Y, por supuesto, a veces también
hay tristezas, decepciones, decaídas.
Una amiga pasó por una depresión y su hija de ocho años le escribió una notita que bien puede ser un
mensaje para algunas madres solas: "Mamita, te quiero y te quiero feliz. Que siempre vayás adelante y
nunca atrás. Y que, como tú decís, nunca agachés la mirada".
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En síntesis, las mujeres -en Guatemala y en cualquier país- son parte importante del desarrollo
económico. En muchos casos son el pilar que sostiene los hogares y el único apoyo que miles de hijas e
hijos conocen. Ellas son mucho más que números: son rostros cansados, manos endurecidas por tanto
trabajo y desvelo, que día a día forjan un país que suele desconocer su existencia.
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Las solas
Ledy Orantes / LACUERDA
La tierra suficiente
Gloria Hernández / Escritora y catedrática universitaria
Todas las mujeres llevamos dentro la tierra y la semilla. Somos proveedoras inagotables de cariño, de
atención, de cuidados, de amor. La mujer primera lo sabía en su corazón. De allí que se hiciera agricultora.
Sólo una conocedora real de la paciencia y del esmero pudo dedicarse a inventar el arte de cultivar. Y luego,
enseñársela a los demás.
La imagen es ideal: una mujer feliz prodigándose a sí misma y compartiendo su esencia. Pero la escena
no se completa a menos que haya con quién compartir esa riqueza interior. El traspié surge cuando,
después de mucho tiempo invertido, como mujeres empezamos a preguntarnos quiénes nos escuchan,
atienden y aman a nosotras. Porque entonces caemos en la cuenta de que muy pocas veces contamos con
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un interlocutor real. A pesar de las amistades, familias numerosas, hijos, esposos, parejas, novios o quienes
vivan bajo nuestro techo.
En muchas latitudes, las mujeres crecemos aprehendiendo un programa inhumano que yo llamo "Todo
corazón". Y así, nos entrenamos desde niñas a entregarnos completas a personas que no van a hacerlo con
nosotras; a dejar nuestro pellejo en aras de las causas más inverosímiles pero, especialmente, a no esperar
nada a cambio.
Y entonces sucede lo que menos teníamos previsto. Nuestro afán es malinterpretado. Nuestros
esfuerzos por agradar a nuestros más caros y cercanos seres se vuelven tediosas obligaciones. Nuestras
personalidades como mujeres, esposas, amantes, madres, amigas se van volviendo invisibles. Nos
convertimos en aquellos servicios que podamos prodigar.
Somos, así, la que mantiene las relaciones públicas familiares, la que plancha, la que cocina, la que
escucha los problemas, la que hace las compras, la que ayuda con su trabajo a "redondear" el ingreso
familiar, la que presta su cuerpo para urgencias sexuales impersonales, la que lleva y trae a los niños de la
escuela. De allí que la soledad y el vacío se enseñorean en nuestros territorios emocionales.
Los matrimonios y las uniones maritales son clarísimos ejemplos de todo lo anterior. Los emprendemos
con toda la ilusión y la buena voluntad a nuestro alcance. Hacemos tan grande el esfuerzo, sin embargo,
que tarde o temprano nos quedamos solas en nuestro reino de sombras. Ése que construimos a costa de
nuestra despersonalización.
Abuelas, tías, hermanas, amigas y hasta mujeres que no conozco padecemos el mismo síndrome.
Somos, estamos tan agradecidas con el caballero azul que vino a completarnos la vida que se la
entregamos toda. Y si no estamos contentas todavía, regalamos por doquier los pedazos de nosotras que
puedan haber quedado. La loable misión es muy cristiana: debemos servir a los demás. Pero absolutamente
injusta. Porque, además, provocamos reacciones ajenas negativas.
Buena parte de las mujeres nos apretamos el cinturón ante la miseria y el desamor porque "así nos toca
a nosotras", como alguna vez escuché decir a una amiga. Otras posponen los proyectos personales
indefinidamente. Patricia iba a ser pianista, Olga, química bióloga, María Inés quería cantar. Sus más
anhelados sueños no son más que recuerdos. Si les pregunto, aducen no haber tenido tiempo...
El tiempo no debiera ser la pérdida inexorable de momentos y de vida. El tiempo podría traernos la
experiencia y la reflexión de la mujer primera. Aquélla de la tierra y de la semilla. Ésa que se bastaba a sí
misma para ser feliz. Acompañada o solitaria. La que no esperaba redentores ni servía amos. La que no
conocía las culpas. Aquella sembradora con la tierra suficiente para cosechar los frutos de los cuidados, de
la misericordia y del amor primordial hacia sí misma.
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Son un encanto, como para cualquier madre y padre: chingan pero poquito, son una dulzura y lo más lindo
de este mundo. Otros ojos pueden verlos dichosos, porque no tienen que compartir amor, cuidados ni
regalos; también berrinchudos, pues les gusta que se haga lo que quieren y ser el centro de atención.
Lo cierto es que ser hija o hijo único tiene sus lados positivo y negativo o, cual "yin" y "yang", una parte
oscura y otra brillante. Como bien alguien dijo: "Puede ser que nos lo den todo, pero cuando vienen los
regaños y el control, todo cae sobre uno solo, no hay nadie más en quien se distraigan".
En la niñez las cosas pueden ser un tanto complicadas. Está la satisfacción de recibir lo que se pida sin
escuchar un "esperate, porque si te compro a vos también tengo que darles a tus hermanos", pero también
falta alguien con quien jugar a toda hora. Hay quienes dicen que estas niñas y niños se portan mejor porque,
como aprenden a convivir con personas adultas, saben entretenerse solos. A Ana Paula no me atreví a
preguntarle qué sentía. La vi feliz destapando obsequios y luego aburrida entre gente
grande, sin tener con quién compartir la emoción de los nuevos regalos.
Ana Paula es mi hermana. Le llevo 17 años. Vive en otro país con mi papá y su mamá,
lo que hace que ambas vivamos como hijas únicas. Cuando la visito la disfruto porque la
quiero mucho. Confieso que en ocasiones me gustaría tener menos edad y que los boletos
no fueran tan caros para poder verla más a menudo.
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A otras edades hay situaciones en las que no siempre se logra tener una buena comunicación con los
progenitores. Cuando esto sucede, "es difícil porque no se tiene con quién manifestar las dudas", me
comentó un amigo. "Es cierto que están los cuates, pero no es lo mismo". Ana Paula
"Yo no le encuentro nada de malo", opinó una conocida. "Lo único es que es un rollo
cuando quieren tener nietos. Si no se quiere tener descendientes, sobre una sola cae la presión de darles el
gustito".
Ninguna de las personas a quienes les pregunté acerca de su experiencia de ser hija o hijo único
manifestó tener traumas o algo parecido. La han pasado bien. Hubo quienes sí expresaron que en algún
momento quisieran haber tenido lazos consanguíneos de hermandad, pero no tenerlos tampoco les crea
conflicto alguno.
"Sólo cuando pienso a futuro me preocupa el hecho de la vejez y que cuando les llegue la hora a mis
padres voy a tener que asumir solo la responsabilidad y el dolor", mencionó otro.
Ana Paula siempre encuentra una manera para entretenerse. A veces lo hace sola y cuando presiente
aburrimiento sale disparada en busca de su vecina para continuar la diversión. Lo importante no es tenerlo
todo, sino valorar las amistades sinceras que se logran al vivir como hija única.
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El conocimiento de ese artículo hizo que Raquel reconsiderara viajar. Aún está de vacaciones en
Bruselas. Espero que la pase bien. Ella ya sabe que sólo perderá a su hija si su propia conducta le es
perjudicial.
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Atención computarizada
En el modelo anterior, la atención inicial de la OAV tomaba un mínimo de 45 minutos, pero en la Oficina de
Atención Permanente "no hay tiempo ni capacitación para eso".
El personal de mayor trayectoria en la OAV recibió entrenamiento en técnicas especializadas para
ofrecer un servicio humano y profesional con enfoque de género. Se trataba de acompañar a las personas
desde las primeras diligencias hasta la fase final del juicio, según el caso; incluso se atendía después de la
sentencia, porque las emociones no terminan con una resolución judicial. Para algunos fiscales, sin
embargo, el empoderamiento de la víctima es injerencia: "Les molesta que la gente sepa a qué tiene
derecho, porque no pueden hacer lo que quieran".
Un programa de computación de la OAP indicará si la persona está en crisis. La doctora González dice
indignada: "Esto es ridículo; ya sólo falta que pongan un robot para que le dé una palmadita a la víctima.
Nunca una máquina puede sustituir la intervención humana".
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Doble victimización
"Van a experimentar un nuevo modelo a costa del público, especialmente de las mujeres", quienes han
constituido más del 70 por ciento de usuarias de la Oficina de Atención a la Víctima.
En las denunciantes repercutirá la restricción para atender sólo a víctimas de delitos de alto impacto,
porque más del 60 por ciento de atenciones se daba a mujeres y niñas que sufrían violencia intrafamiliar, la
cual ni siquiera está tipificada como delito, explica la doctora González. Ahora les entregan un oficio en la
OAP para que la Policía Nacional Civil les atienda, pero esto es mecánico y no tiene seguimiento, al grado
que se lo dan a victimarios que también van a denunciar para entorpecer cualquier medida en su contra. "Es
absurdo que víctimas y victimarios reciban protección; la policía no sabe qué hacer y simplemente no se la
da a nadie".
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corriente- y trata de serle fiel, aunque siempre buscando ese sello propio que separará su trabajo del de los
demás.
Aquí tampoco habría que hacer divisiones tan radicales. Allí tenemos a Regina José Galindo, que
claramente optó por la corriente contemporánea de la performance y, sin embargo, cuando una se enfrenta
a su trabajo puede ver una manera particular de hacer suya esa corriente, hasta el punto de colocarle un
sello nacional casi, diría yo, fundamental.
Ser o no ser
Sea cual fuere la pregunta, hay otra que necesariamente debe acompañarla, esto es: ¿qué sería mejor:
pertenecer a una corriente -estética, política, social, etc.- o no pertenecer -o alinearse- a ninguna?
Nuevamente hay dos respuestas: la de quienes opinarían que no importa a qué corriente se pertenezca, lo
fundamental es producir una obra de arte original y sólida que se sostenga por sí misma, y la de los que
dirían que no, que ante todo se encuentra el compromiso y la seriedad estética, es decir, la opción por un
estilo o una corriente legitimada; sólo hace falta recordar cuántas veces se utiliza como bandera del
postmodernismo para dar por sentada la contemporaneidad y pertinencia de una obra.
Durante años, el apodo de nuestra amiga Mariela fue doña Flor. Por
supuesto, era robado del famoso libro de Jorge Amado, «Doña Flor y sus
dos maridos». Y aunque ninguna de las amigas había leído la novela, no
era muy difícil adivinar de qué se trataba.
Mariela vivió durante años entre dos amores pero, a diferencia de
algunos culebrones, no sufría por esta dualidad en su alma; al contrario, la
gozaba. No vaya usted a creer que vivía en un mundo de mentiras y
engaños. ¡Para nada! No había necesidad. Sus amores eran como el sol y
la luna: jamás se cruzaban, nunca coincidían en ninguna parte, no tenían
posibilidades de toparse en la calle. Todo parecía ser un juego del destino para darle a esta mujer la
oportunidad de vivir la fuerza y aventura que sólo dos amores a la vez pueden dar.
Mariela siempre nos decía que en su corazón no había conflictos, que ella no sufría en lo absoluto
teniendo que pensar a cuál de ellos quería más o quién le convenía. "Es como que me pregunten si quiero
más a mi padre o a mi madre", comentaba. "Algo completamente absurdo".
Un triángulo perfecto
La primera página de «Doña Flor y sus dos maridos» la leí en un avión rumbo a Brasil. Desde ese momento
no pude parar de leerla. Las aventuras de doña Flor se volvieron parte de mi vida, de mi conversación. Sus
angustias y alegrías me acompañaron en cada momento. La novela de Jorge Amado es simplemente
magistral: tiene un humor impresionante y una delicadeza y picardía de primera.
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La historia comienza con la muerte, en pleno carnaval y vestido de mujer, de Vadinho, primer marido de
doña Flor. Un tipo que le pararía los pelos a cualquier madre, aunque irresistible para algunas mujeres.
Vadinho era mujeriego, jugador y vividor, pero capaz, como nadie, de hacer reír y gozar en la cama a doña
Flor. Durante el proceso de duelo nos vamos enterando de cómo se conocieron, de todas las "cabronadas"
que él le hacía a Flor, como robarle dinero de su Escuela de Cocina Sabor y Arte para irlo a apostar, además
de seducir a sus alumnas, engañarla con medio mundo y, encima de todo, gritarle y hasta pegarle. Todo esto
hacía llorar y sufrir a doña Flor, pero para ella era soportable por una única razón: Vadinho sabía hacer el amor
y era en la cama donde se contentaban y quedaban a mano.
Al morir Vadinho, doña Flor se vuelve una viuda muy cotizada, pero tan casta que nadie se atreve a
enamorarla. Sosegada, recatada y con un pudor a toda prueba, a la protagonista le cuesta volver a creer en
el amor. Hasta que encuentra al doctor Teodoro Madureira, el opuesto a Vadinho, el típico esposo que
quieren las madres para sus hijas: responsable, discreto, trabajador, humilde... pero duerme con pijama y
considera el acto sexual una obligación un tanto vergonzosa, que debe realizarse una vez por semana y lo
más rápido posible.
Imaginen ustedes lo que siente doña Flor en la cama con un hombre como Teodoro, después de haber
conocido el fuego de Vadinho...
El gran Jorge Amado resuelve el conflicto con un final fascinante, lleno de ironía, agudeza y mucho
humor.
• «Doña Flor y sus dos maridos» fue llevada a la pantalla grande en 1977 por Bruno Barreto con la
actuación estelar de Sonia Braga.
• En 1997 se realizó también una miniserie inspirada en dicha novela, adaptada por Dias Gomes y
dirigida por Mauro Mendonça Fillho.
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Mujer sola
Texto y fotografía:
Andrea Aragón
Fotógrafa guatemalteca
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Una amiga me comentaba lo impactante que ha sido para ella observar cómo, frente a la maternidad,
hay un enfoque hacia la o el bebé y no hacia la madre, ni por ella misma. Durante el embarazo, aquéllas que
tenemos la oportunidad de cuidarnos lo hacemos para estar bien, para que el o la bebé esté bien. Ahora me
doy cuenta que yo estaba en segundo plano en mi propia mente.
Abi nació el 26 de septiembre, prematura de seis meses y medio, pero su corta estancia en este mundo
me dio grandes lecciones de amor.
Descubrí que las hijas y los hijos no son extensiones nuestras, que tienen su propia vida y su propia
forma de interactuar. Que la vida dura el tiempo que estamos en el mundo, no más ni menos; y esto, aunque
sea obvio, a veces no lo es tanto, porque siempre se concibe la vida como algo largo de años y se pretende
que tengamos metas cumplidas: estudios, amistades, problemas, hijas o hijos, etcétera.
Viví con Abi una estrecha relación a partir de sacar lo más lindo de mi vocabulario, las historias más
bonitas, las descripciones más alentadoras y motivantes, para que se fortaleciera más y pudiera salir del
hospital más rápido y más fuerte.
La última lección de amor me la dio Abi el día de su partida. Los médicos me dijeron que ella estaba
muy bien y que tal vez pronto saldría, pero cuando yo la vi supe que ya no tenía fuerzas, que estaba muy
débil y que su esfuerzo por respirar era supremo.
Vi su carita con el ceño fruncido y pidiéndome que la dejara ir, que le diera mi permiso. Y se lo di, le dije
con todo mi amor que, si no aguantaba, volara; que su papá y yo estaríamos bien, por supuesto tristes pues
la amamos y la extrañaríamos.
Media hora después de haberme ido del hospital, me llamaron para decirme que Abi había tenido un
paro respiratorio. Ella esperó a que estuviéramos listos para dejarla ir y creo que estuvo lista para partir
cuando se lo permitimos.
El amor se expresa a veces de maneras tan extrañas...
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Bocas que hablan, que gesticulan, que sugieren. Bocas para decir y ser dicho, para besar y ser besado,
para escuchar y ser escuchado. Bocas para comunicar y no entender. Bocas para comer, para tragar, para
decir basta. Bocas para admirar y espantarse. Bocas para ser deseadas, perseguidas, olvidadas. Bocas
torcidas, bocas osadas, bocas tímidas. Bocas locuaces, bocas voraces. Bocas. Bocas que leen, que
discuten, que reflexionan. Bocas que quieren, que prometen. Bocas que no cumplen. Bocas que acusan y
condenan, que protegen y salvan. Bocas para reír, para llorar, para cantar. Boquitas gozadoras,
mordelonas, complacientes. Boquitas devotas que piden, que niegan, que dudan. Bocas que sonríen, que
fuman, que esperan. Bocas hechas para consolar, para regañar, para instruir. Bocas para elogiar, para
maldecir, para arrepentirse. Grandes bocas que escupen, que eructan, que vomitan. Bocas que tosen y
estornudan. Bocazas falsas, fanfarronas. Bocotas irresponsables, fanáticas, traidoras. Que fingen,
corrompen, deshonran. Que gritan, confunden, persuaden. Bocas destinadas a dar órdenes, a suplicar y a
obedecer. Bocas para declarar verdades y enterrar certezas. Bocas para luchar, para convencer, para
asombrar. Boquitas melosas, boquitas acariciadoras, boquitas pintadas. Y también boquitas pálidas,
indolentes, quejumbrosas. Que murmuran,
amordazan y no descansan. Que maman, que
chupan, que bostezan. Que se entusiasman y
languidecen. Bocas, bocas de todos los estilos y
tamaños. Fragantes, sutiles, primorosas.
Destinadas a perdonar, a explorar, a impulsar. Y
bocas fruncidas, severas, pestilentes. Destinadas a
fastidiar, a oponerse, a irritar. Bocas para hacer
preguntas, para dar respuestas, para aprender.
Bocas que silban, que coquetean, que excitan.
Boquitas que dicen tonterías, que persisten y se
envalentonan. Bocas para revelar secretos, para
ocultar historias. Boquitas empalagosas y
borrachas, pueriles y vacías. Boquitas alegres,
boquitas traviesas. Que protestan y proponen, que
Óleo por Courtney Greer
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argumentan y conmueven. Bocas que inventan pretextos, que se engañan. Bocas que buscan y no
encuentran. Bocas que renuncian. Bocas invitadas a entrar por la gran puerta, a sentirse como en casa.
Bocas que se aburren. Bocas que lo intentan todo, pero se cansan y largan. Bocas que endulzan, que
enchilan, que envenenan la existencia. Bocas enamoradas, bocas místicas, bocas angelicales. Bocas
elegantes y perversas, febriles y pudorosas. Bocas para degustar y ser degustadas, para lamer y ser
lamidas. Bocas portentosas, bocas sin vergüenza. Bocas que hablan idiomas y construyen puentes. Bocas
que odian la filosofía y aplastan imperios. Bocas, boquitas, bocotas. Bocas que nos transportan en cohetes
imaginarios. Bocas que son plataformas de despegue y centros de llegada, templos de perdición y de
éxtasis. Burdeles de la palabra, alcantarillas de la palabra, cuarteles de la palabra. Bocas miel, bocas
aliento, bocas poesía. Bocas combatientes, bocas rendidas. Delirio, oasis, plegaria. Bocas que producen
luz, que producen tiniebla. Paraíso e infierno. Vida y sufrimiento. Bocas que nos invitan a entregarnos y a
exhalar el último suspiro. Bocas, en suma, para ser invocadas, compartidas, narradas. Porque son tu boca,
son su boca, son la boca de todos. Y es mi boca. Ésta, la que tartamudea, sueña y escribe. En nuestra
lengua, aquí.
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Hace 25 años...
Anne Arévalo, Ruth del Valle, Renée de Flores, Ada Melgar y Myra Muralles / Guatemaltecas
En nuestro país, donde cada día del calendario está marcado por más
de una violación de derechos humanos, puede resultar
incomprensible insistir en rememorar hechos dolorosos del
pasado que se van olvidando en la crueldad del presente.
Existen momentos históricos que sintetizan la capacidad destructiva
del Estado guatemalteco y determinan mucho de la situación actual.
Uno de ellos es 1980, periodo trágico para Guatemala. Veinticinco años
después, buscamos reivindicar la dignidad de más de medio millar de
ciudadanas y ciudadanos honorables y valiosos, víctimas de la
represión de aquel año en la Ciudad de Guatemala. Portada de la Agenda 2005, de la campaña
Hace 25 años, ¿vos dónde estabas?
Acciones terroristas
En 1980, el terrorismo de Estado superó los niveles anteriores de represión de los gobiernos militares, en
una fase preparatoria del genocidio ejecutado poco después. Los delitos contra la vida y la seguridad,
cometidos por el mismo Estado ese año, son un sello macabro de nuestra historia y han tenido amplias
repercusiones humanas, políticas, sociales e institucionales.
Durante sus 366 días, jóvenes y adultos, mujeres y hombres, estudiantes, obreros, campesinos,
pobladores... soñadores y constructores de un mundo nuevo, fueron detenidos y desaparecidos, torturados,
ejecutados extrajudicialmente, perseguidos, obligados al exilio, destruidas sus familias, negados sus
derechos. Un par de generaciones de líderes se perdió en esa embestida represora.
Los espacios políticos se habían ido cerrando desde antes, pero en 1980 se atacó cualquier oposición;
el disenso era castigado con la pena de muerte.
El liderazgo perdido
En ese ambiente represivo, las formas de lucha tuvieron que ser confrontativas. Fueron constantes las
manifestaciones populares en demanda del aparecimiento con vida de líderes detenidos, en protesta por los
asesinatos o por la injerencia extranjera, para exigir reinstalaciones laborales y el cambio del gobierno militar
y pro imperialista. Todo acontecimiento generaba reacción popular y solidaridad.
Recordamos a compañeras y compañeros que desde el aula o la fábrica, la calle u oficina, el campo o la
ciudad, luchaban ejemplarmente para cambiar el país, buscaban formas de solucionar los problemas y de
garantizar la soberanía nacional con propuestas innovadoras, revolucionarias.
La unidad popular y democrática había alcanzado niveles sin precedentes con la creación del Comité
Nacional de Unidad Sindical (CNUS) y el Frente Democrático contra la Represión; la alianza obrero-
campesina se concretaba y las movilizaciones sociales se caracterizaban por masivas y pre-
insurreccionales. El corazón de la dirigencia obrera fue atacado arteramente en los allanamientos a la
Central Nacional de Trabajadores y a la finca Emaús, violentos operativos oficiales en que fueron
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secuestrados y desaparecidos 44 dirigentes, toda una generación de líderes de uno de los momentos más
importantes del sindicalismo guatemalteco.
El Estado se lanzó con todo contra el movimiento campesino, como lo demostró en la quema y masacre
de la Embajada de España, cuando se demandaba el cese de la represión en el norte de Quiché. La iglesia
católica también sufrió la persecución o el asesinato de sacerdotes y monjas catequistas y laicos
comprometidos, como Conrado de la Cruz, Walter Woordeckers, José María Gran Cirera y Vicente Menchú.
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demanda en el Ministerio Público debe existir una investigación de la Contraloría que respalde las
acusaciones.
Emiliana Sancoy Mendoza.
Durante el primer semestre del año pasado, ASUDI y 12 organizaciones de Plataforma
Foto: Javier Mendoza Agraria entregaron liquidaciones de los Q30 millones que recibieron en 2003 para el
arrendamiento de tierras, tal como lo establecía el convenio con el gobierno. A la fecha,
aunque no han recibido los finiquitos, tampoco han sido notificadas sobre el hallazgo de
anomalías en el manejo de los fondos.
El convenio firmado también estipulaba que cada organización debía recibir un 10 por ciento adicional
para la administración, acuerdo que nunca se cumplió, por lo que fue necesario utilizar para estos fines una
parte del dinero disponible. Un estudio externo realizado por la Universidad Rafael Landívar y la Agencia
para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos estableció que en el proceso se utilizó el 7 por ciento
para gastos de administración, cifra récord si se compara con la menor ejecución que ha realizado el MAGA
en este rubro (42 por ciento) entre 1996 y 2000.
El mismo estudio indica que el proceso fortaleció el modelo de economía campesina, garantizó la
seguridad alimentaria y la organización social. Una de sus conclusiones es que "de no haber ocurrido tal
desembolso, las familias afectadas hubieran tenido que acudir a otros esquemas para obtener fondos:
migraciones, trabajo informal, trabajo femenino e infantil".
Emiliana insiste en que el ministro Aguilar intenta desprestigiar a Plataforma Agraria debido a que ésta
constantemente ha exigido a este gobierno cumplir los compromisos con el campesinado, y para ello recurre
a la discriminación y la descalificación de las acciones de mujeres y hombres campesinos e indígenas.
"Seguiremos luchando porque sabemos que no robamos; ese dinero se utilizó para el bien común de los
campesinos a nivel nacional", indicó la lideresa.
[índice]
Variedad de acciones
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La Asociación Femenina para el Desarrollo de Sacatepéquez informa que actualmente atiende a 731
madres de familia en ocho municipios y 11 aldeas, lo cual considera un crecimiento organizativo.
Parte de su filosofía de trabajo es la "agrupación de personas para que juntas realicen el esfuerzo de
salir adelante respaldándose unas a otras". Uno de los servicios que presta este año es otorgar becas a 96
niñas de escasos recursos económicos, en edad escolar, para que continúen sus estudios de nivel primario.
La asociación lleva también un proceso de formación laboral a través del proyecto "Contribuyendo al
empoderamiento económico de las mujeres indígenas de Sacatepéquez". Además promueve que las
residentes de esa región participen en los Consejos Municipales de Desarrollo, a fin de que ellas incorporen
sus propuestas. Así lo han logrado en los municipios de Milpas Altas y Sumpango, donde eligieron como
representantes a Flor de María Monroy y María Victoria Socorec, respectivamente.
[índice]
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recursos para optar a servicios de calidad, por ejemplo para prevenir el cáncer, la mortalidad materna y los
embarazos prematuros y no deseados.
El país ocupa el segundo lugar latinoamericano en mortalidad Portada del cuadernillo de Tierra Viva
materna, situación que en su mayor parte podría evitarse con medidas
relativamente sencillas y de bajo costo, basadas en la atención adecuada de la gestación, parto y periodo
post-natal, y con acceso a servicios de anticoncepción que posibiliten a las mujeres decidir la frecuencia y el
espaciamiento de embarazos.
Aunque existe mayor apertura a la información sobre métodos anticonceptivos, sólo el 38 por ciento de
guatemaltecas los utiliza, siendo menor el acceso para las mujeres pobres, quienes tienen en promedio dos
hijos más de los que habrían querido. Esto sugiere insuficiente cobertura y falta de educación sexual.
Al respecto, Tierra Viva critica que la Reforma Educativa se enfoque en el conocimiento anatómico y de
las infecciones de transmisión sexual, obviando toda la gama de los derechos sexuales. Atribuye esto a la
"influencia de la Conferencia Episcopal, integrante de la Comisión Consultiva para la Reforma Educativa,
aunque en un Estado laico la educación no debería tener matices e influencias religiosas".
Según el Programa de El Cairo, ratificado por Guatemala, debe proporcionarse un trato humano y
orientación a las mujeres que interrumpen su embarazo, pero en este país sólo dos hospitales nacionales
aplican el Programa de Atención Post-Aborto, mientras los 35 restantes se resisten a implementarlo.
Tierra Viva destaca que el gobierno guatemalteco no ha retirado las reservas en que rechaza los
términos "salud reproductiva" y "educación sexual", y niega el derecho de las mujeres a decidir sobre una
maternidad libre y voluntaria. "Las políticas de salud siguen influidas por enfoques fundamentalistas y
conservadores".
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Remueven a gobernadora
Ana María Prado / Guatemalteca
El año pasado, Dora Liset del Cid Alvarado fue nombrada gobernadora departamental de El Progreso, con
el apoyo de organizaciones de la sociedad civil de esa localidad. Desde su llegada fue víctima de un
constante acoso por parte de algunos alcaldes y autoridades departamentales, cuyas actitudes machistas
los llevaron a descalificar el desempeño de su trabajo.
En el 2005, la funcionaria será removida de su cargo arbitrariamente. En su lugar será nombrado un
hombre como gobernador a partir de febrero. La remoción de Dora Liset del Cid es un ejemplo de la
exclusión política que viven las mujeres en Guatemala, quienes son marginadas de los espacios de función
pública, a pesar de demostrar capacidad, honradez y transparencia en el ejercicio de atribuciones en la
gestión pública.
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Mujeres y medios
LACUERDA
La participación de las mujeres en salas de redacción se ha incrementado de 30.5 a 36 por ciento en los
últimos siete años, aunque la mayoría de ellas no llega a ocupar puestos de dirección y los salarios que
perciben son inferiores a los de sus compañeros periodistas.
La expansión del tiraje diario de la prensa escrita ha ocasionado un aumento de personal femenino en
las redacciones, más por cuestión de oferta y demanda laboral que por voluntad empresarial de contratarlas,
según lo indica la investigación "Mujeres y medios impresos en Guatemala".
Con el aval de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), el estudio fue elaborado
por Silvia Trujillo, Wendy Santa Cruz y Patricia Borrayo, quienes de marzo a diciembre del 2004 realizaron
monitoreo de medios impresos masivos, entrevistas y trabajo con diversos grupos focales.
La investigación también demuestra otros sesgos que las periodistas enfrentan en su entorno laboral.
Una de las entrevistadas resaltó un comentario que le hizo su editor: "Terminantemente prohibido tocar
temas de mujer. No podemos seguir escribiendo acerca de la salud reproductiva. Ya cansaste con eso.
Ahora elaborá notas acerca de las estaciones del año, la educación de los hijos, la escuela, pero nada de
cáncer uterino, discriminación de la mujer, violencia intrafamiliar, aborto. Nada de eso. No podés escribir
sobre esos temas. Entendelo".
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Como fuente de información, las mujeres son tomadas en cuenta sobre todo en las notas rojas.
Asimismo, el cuerpo femenino continúa siendo utilizado de manera sexista en la publicidad.
[índice]
Integrantes del Diplomado en Gestión Política Maya, que tiene lugar en Chimaltenango, demandan al
Ministerio Público que inicie una investigación exhaustiva sobre "la muerte de nuestro hermano Raúl Castro
Bocel, ejecutado por las fuerzas de seguridad", y se condene a los responsables de la ejecución
extrajudicial.
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Asimismo, este grupo -conformado por 24 mujeres y 24 hombres de las comunidades kaqchiquel,
k’iche’, tz’utujil, poqomam e ixil- exige que se suspenda toda clase de declaraciones intimidatorias y
tendenciosas, al calificar la justa lucha en defensa de los recursos naturales "como actos de terrorismo,
porque son los mismos argumentos que utilizó el ejército cuando cometió el genocidio y tierra arrasada
contra nuestras comunidades mayas durante el conflicto armado interno".
Castro Bocel perdió la vida en Los Encuentros, Sololá, donde vecinos de varios municipios realizaban
una protesta por el traslado de un tubo gigante de la empresa Montana, a la que el gobierno le otorgó una
concesión minera sin hacer efectiva la consulta a los pueblos indígenas sobre asuntos que afecten (directa o
indirectamente) sus intereses individuales y colectivos, según se establece en el Convenio 169 de la OIT,
aprobado por el Decreto Legislativo 9-96 del Congreso de la República.
[índice]
Las opiniones sobre el primer año de gobierno y los resultados de encuestas que lo califican fueron temas
de discusión en el primer mes del 2005. Existen calificativos a favor del presidente Óscar Berger,
cuestionamientos benevolentes y variados señalamientos en su contra. Entre los comentarios resalta la
tendencia a calificar al gobierno de turno como pro empresarial. Este reportaje incluye críticas de voces
femeninas y grupos sociales poco difundidas.
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Luisa Fernanda Nicolau, activista pro derechos humanos y
Luisa Fernanda Nicolau, de la Oficina de Derechos
también manifestante contra la gestión gubernamental, la Humanos del Arzobispado en Guatemala (ODHAG).
calificó de "tibia", tras precisar que sólo favorece a la clase alta Foto: Ledy Orantes/LACUERDA
y los diálogos que promueve no traen soluciones. Augura que
en el 2005 subirán los precios de la canasta básica, habrá menos oportunidades de trabajo y mayor
violencia, sobre todo si entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.
Procedentes del Puerto de San José, Dina y María, quienes prefieren omitir sus apellidos, señalan que
con este gobierno ha subido el precio de los alimentos: "Ingrato él, que no hace nada por nosotras, sólo
para los ricos". Coinciden en precisar que su asistencia a la marcha forma parte de la lucha por alcanzar sus
demandas de tierra y trabajo.
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• Los dos gabinetes de seguridad fracasaron, el crimen organizado no es combatido y la delincuencia
común mantiene aterrorizada a la población.
[índice]
De nuevo a clases
Texto y fotografías por Andrea Carrillo Samayoa / LACUERDA
Fotos tomadas en el Liceo Chapero
Aprender, jugar,
el reencuentro
con las
amistades de
salón, la emoción
de cursar el
último grado para
pasar de primaria
a básicos o
bachillerato, son
algunas de las experiencias que
trae el regreso a la escuela.
Dicen que en la niñez está el futuro, pero hay un alto índice de infantes que
trabajan para contribuir a la economía familiar en vez de estudiar y que quisieran
poder levantarse temprano para ir a la escuela, no a "ganarse la vida".
La familia Pérez Bernal es parte del grupo que solicitó subsidio para
arrendamiento de tierras en 2004. Hoy no tiene comida ni trabajo. El
gobierno no atendió su demanda: recibir recursos para
producir y así garantizar su subsistencia.
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Quiché. Las visitas son raras. Nunca han entrado las autoridades que aseguran tener bajo control la
seguridad alimentaria de la población pobre.
En portada
Foto donada a LACUERDA. Fuente desconocida.
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