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EL CINE DE DRACULA (1895-2006)

por Salvador Sáinz

Capítulo 1º

Los orígenes del vampirismo

El origen del mito vampírico es incierto, aunque algunas fuentes ya lo


ubican en los albores de la Humanidad. Podemos remitirnos a los mitos
más antiguos existentes en nuestra civilización. Otros nombres por los
cuales son conocidos esos seres de la noche son upiros, redivivos,
revivientes o Nos-Feratus, seres que suelen despedir gran fetidez, que
duermen de día y que por la noche atacan a sus víctimas. Los vampiros no
se reflejan en los espejos, ni proyectan sombras, pero pueden
transformarse en cualquier especie animal, incluso en niebla, para poderse
desplazar. Les ahuyenta el ajo (la cruz y demás símbolos religiosos en
nuestra religión cristiana), la luz del día, y pueden morir con una estaca de
madera que les atraviese el corazón, decapitados o bien utilizando la plata
consagrada para herirles.
Se cree que el vampirismo es un estado intermedio entre la vida y la
muerte, por eso un upiro es un ser que vive entre dos mundos el de los
vivos y el de los muertos sin pertenecer a ninguno de ellos. Son altos,
fuertes, ágiles, de afiladas uñas y labios rojos. Dotados de gran
sensualidad consiguen atraer a sus víctimas que no tardarán en desearles,
anhelando su mordisco que les arrebate la sangre y la vida convirtiéndoles
asimismo en vampiros.
Un método para localizarles es montar a una muchacha (o muchacho)
virgen desnuda sobre un caballo de pelo negro, que jamás se haya
apareado, que deberá trotar sobre las sepulturas del cementerio, aquella
que se niegue a pisar por mucho que se le fuerce será la tumba de un
upiro.
Pero estos personajes que gracias al cine y a la televisión se han
convertido en auténticas celebridades también tuvieron su principio, sus
raíces que se remontan tal como hemos señalado a los albores de la
Humanidad. Por eso es preferible empezar desde el principio: la aparición
del Hombre sobre la tierra. La aparición del Hombre y, como no, de la
primera mujer.
En nuestra cultura judeocristiana (tan ¡ay! machista) existe el mito de Lilith,
la primera mujer, creada por Dios para compartir el Edén con Adán, el
primer hombre.
Es curioso que en nuestras escuelas tan cristianas donde los mitos del
Génesis son considerados personajes históricos, cuando en realidad no
son más que metáforas, se haya omitido por sistema el personaje de Lilith
diciéndonos que la primer mujer fue Eva, nacida posteriormente de la
costilla de Adán. Mi compañero Narcís Ribot, que es sacerdote y además
escritor cinematográfico, me dice que este pasaje es omitido de la Biblia
para no espantar a los niños que son educados en la religión católica. Pero
en estas líneas sí es oportuno hablar de este importante mito.

Lilith, la primera mujer

En su importante estudio sobre el mito del vampirismo "Sang pour Sang"


(1993), Jean Marigny, importante erudito francés del tema, nos dice que el
vestigio más remoto que existe del upiro es un vaso prehistórico
descubierto en Persia ornamentado con un dibujo: un hombre lucha contra
un ser monstruoso que intenta absorberle la sangre. Montage Summers
nos habla de otro vaso (¿el mismo quizá?) donde aparece un hombre
copulando con un vampiro con la cabeza cortada.
Menos remota es la leyenda de Lilitú, de procedencia babilónica, que trata
de una pérfida mujer que se dedicaba a chupar la sangre de los niños. En
la China milenaria aparecieron leyendas hacia el siglo VI a.C. (antes de
Cristo), pero sensiblemente distintas a las que conocemos cuyo origen es
de tradición judeocristiana. Por eso consideramos a Lilith la auténtica
precursora del mito.
Lilith, predecesora de Eva, apenas se la nombra en las Sagradas
Escrituras. Isaías la citaba como una habitante de las ruinas desoladas,
apareciendo como Lillake en una tablilla sumeria del año 2000 a.C., que
contenía la fíbula "Gigamesh y el sauce". Sus referencias más fiables
proceden del "Génesis Rabba" (1) según el cual Adán sentía envidia de los
animales de la Creación porque vivían en parejas y por eso intentó
acoplarse con las hembras de cada especie no encontrando satisfacción
en ninguna.
Para librarle de su desesperación, Dios creí la primera mujer utilizando
inmundicia y sedimento en vez de polvo puro. Algunas fuentes aseguran
que se utilizó un limón para su creación y que, por esta causa era un ser
maligno.
Adán y Lilith engendraron al diablo Asmodeo y otros demonios no menos
perversos. También se conocen amoríos carnales de nuestro primer padre
con la diablesa Naamí, con quien engendró multitud de seres diabólicos,
La primera pareja humana fracasó porque la mujer no quería someterse al
hombre. Lilith no quería fornicar debajo de Adán, sino encima: "Yo también
fui hecha con polvo y por consiguiente soy tu igual" le dijo. Como el primer
hombre trató de someterla a su autoridad, Lilith le abandonó.
Adán se lamentó de su suerte ante Dios quien envió a tres ángeles
(Senoy, Sansenoy y Semangelof) para traer de vuelta a la rebelde esposa
y la encontraron en el Mar Rojo, región habitada por los demonios más
lascivos, fornicando con ellos sin cesar. "Vuelve con Adán, ahora mismo”
dijeron los ángeles, "¿Por qué he de volver para vivir como una ama de
casa honesta después de mi permanencia en el Mar Rojo?" respondió la
mujer. "¡Morirás si te niegas!" replicaron los ángeles, "¿Cómo puedo morir
-volvió a preguntar Lilith- cuando Dios me ha ordenado que me haga cargo
de todos los niños recién nacidos: de los niños hasta el octavo día de vida,
el de la circuncisión, y de las niñas hasta el vigésimo día? No obstante, si
alguna vez veo vuestros tres nombres o vuestra semejanza exhibidos en
un amuleto sobre un niño recién nacido, prometo perdonarlo".
Dios condenó a Lilith por su rebeldía y buscó nueva mujer para Adán,
inventando con ello el divorcio, y su nueva esposa se llamó Eva.
Los judíos creían en que las pérfidas Lilith y la diablesa Naamí atacaban a
los niños pequeños succionando su sangre y también que seducían a los
hombres que soñaban. Para ahuyentarlas había que escribir los nombres
de los mencionados ángeles en las puertas de las habitaciones donde
dormían los infantes, y más adelante la circuncisión libraba a los varones
de su influencia.
La palabra Lilith procede, según parece, de "layil" (noche) ya que sus
correrías eran siempre nocturnas y nunca atacaba de día. Pero a pesar de
todo, en Canaán, las mujeres la adoraban y en su honor practicaban la
promiscuidad sexual antes de su emparejamiento definitivo, incluso con la
aprobación de los sacerdotes. Los profetas sin embargo censuraban
enérgicamente su actitud.
Es de precisar aquí la misoginia de una sociedad profundamente patriarcal
como es la hebrea (y en consecuencia la nuestra, su heredera) que
considera la mujer como un ser inferior, por eso Lilith al negarse a copular
debajo del hombre exigiendo hacerlo encima subvierte profundamente la
autoridad que justifica la supuesta autoridad masculina.
Su equivalente Lilitú, en cambio, era de procedencia asirio-babilónica,
tenía alas y cabellos largos y revueltos, su cuerpo desnudo tenía a veces
forma de serpiente.
El mito del Diablo

El Sexto Día de la Creación, cuando Dios dio vida al primer hombre, Adán,
ordenó a todos sus arcángeles le rindieran pleitesía y se postraran a sus
pies. Un ángel se negó, Samael, alegando que él era superior en
inteligencia y que por tanto debía ser Adán quien se humillara ante su
presencia.
Samael, cuyo nombre significa "Veneno de Dios", es un personaje que en
su versión siria se llamaba Shemal. También conocido como Satín
(enemigo), era el Príncipe de la Cohorte Infernal a la que pertenecía
Lucifer (hijo de la Aurora), aunque haya fuentes que sostengan que ambos
personajes son uno sólo.
También había leyendas hebraicas que sostenían que fue Samael quien,
en realidad, engendró a Caín, el primer asesino de la Humanidad,
acostándose con Eva mediante un astuto ardid, explicándose así la
maldad esparcida sobre la tierra.

Revivientes de la Antigüedad

El comentarista Jerónimo en el siglo IV d.C. (después de Cristo), identificó


a Lilith con Lamia, una reina libia abandonada por Zeus a quien Hera le
robó sus hijos, por eso la desconsolada madre se dedicó a robar los de
otras mujeres. De gran belleza física, solía seducir a los hombres y
beberles la sangre cuando éstos dormían.
Las lamias tenían alguna semejanza con las sirenas. Su cuerpo terminaba
con colas de pez y en vez de manos tenían garras, cuando los viajeros
eran atraídos por la dulzura de sus cantos ellas se incorporaban
súbitamente, caían sobre ellos y los devoraban. (2)
Empusa (es decir, "forzadora") era un monstruo infernal, nacida al parecer
de la diosa Hécate, que tenía pies de bronce y comía carne humana.
Asustaba a los caminantes y a los durmientes, adoptando la figura de una
hermosa muchacha para unirse a ellos primero y chuparles la sangre
después hasta dejarles sin vida. A veces se la conoce con el nombre de
Mormo (loba espantosa).
La diosa Hécate, procedente de Caria, era diosa de la magia y de los
hechizos. Se aparecía a los magos en forma de animal, en las noches de
luna clara, y era la diosa de las almas de los muertos y estaba presente en
los nacimientos y en las defunciones. Las hechiceras que la adoraban
adquirieron la costumbre de copular montándose encima del macho, como
hacía la hebrea Lilith, y posteriormente las mujeres melanesias a quienes
les gustaban "cabalgar" sobre su pareja.
Otros mitos célebres fueron las estriges, seres femeninos monstruosos,
provistos de alas, gran cabeza y con uñas de ave de presa que también
chupaban la sangre de sus víctimas, generalmente recién nacidos,
aprovechando los momentos en que estaban solos en sus cunas. La ninfa
Carna, la diosa de los goznes, era su mayor enemiga, que tenía el poder
de ahuyentarlas y por esa razón era invocada para la protección de los
infantes.
Uno de los motivos por los cuales Nerón inició la persecución de los
cristianos es debido al hecho de que la plebe romana sentía hacia ellos un
gran temor. Se reunían de noche en las catacumbas, lugar donde
enterraban a los muertos, y se oía hablar de una extraía ceremonia, la
comunión, donde se bebía la sangre de Cristo. La imaginación popular se
disparó viendo, como es habitual, más de lo que había y se llegaron a
narrar horribles orgías sangrientas justificando así su política de exterminio
en la arena del circo.
Es a partir del siglo XI que comienzan a aparecer los primeros testimonios
fidedignos de cadáveres incorruptos. Collin de Plancy en su "Diccionario
infernal” (París, 1863) aporta las declaraciones del obispo de Cahors en
1031, después del segundo concilio de Limonges, según el cual, un
caballero de su diócesis, muerto excomulgado, había sido encontrado muy
lejos de su tumba.
La noción de muerto viviente, bebedor de sangre, era una síntesis de
diversas leyendas paganas como las sagas nórdicas, el cristianismo
medieval, países escandinavos, sobretodo Islandia, y también de las islas
Británicas donde los celtas aportaron sus creencias.
En Inglaterra aparecieron dos crónicas escritas en latín, “De Nugis
Curialium” (1193) de Walter Map e "Historia Regis Anglicarum” (1196) de
William de Newburgh, en las que aparecían diversos relatos de muertos
excomulgados que salían cada noche de sus tumbas.
Sin embargo estas manifestaciones aisladas no suponen ningún indicio de
la existencia de vampiros ya que este mito se ha ido forjando a lo largo de
los tiempos.

La leyenda de Estruc

A pesar de la creencia general de que el vampirismo, tal como lo


entendemos habitualmente, procede de Transilvania, ya existía una
leyenda en el condado de Ampurias (actual Ampurdán) en el siglo XII
situado en la antiguamente llamada Catalunya Vella (es decir, aquella que
durante la invasión musulmana no fue sometida a las hordas invasoras y
permaneció cristiana), donde tuvo lugar la más escalofriante de las
historias de nosferatus o estrugas, palabra ésta derivada de estriges. (3)
Algunos la ubican durante el reinado de Pere el Catòlic hacia 1212 pero las
fuentes más fidedignas la sitúan en 1173, año en que transcurre mi novela
“Estruc”. En aquellos tiempos se vivían continuos conflictos entre la
Corona de Aragón y Cataluña contra los reyes de Francia para apoderarse
de Occitania, territorio que pasó a pertenecer desde entonces a la
Federación catalanoaragonesa. El rey Alfonso II el Casto, era un joven de
diecisiete años y desde la muerte de su predecesor Ramón Berenguer IV
la tutoría de nuestras tierras estaba en manos del rey inglés Enrique II de
Plantagenet (padre de Ricardo Corazón de León, el mismo de las cruzadas
y las aventuras de Robín Hood) y del Obispo de Barcelona Monseñor
Guillem de Torroja.
El rey catalán tenía como enemigo principal al rey Llop (en castellano
“Lobo”) de Murcia y las incursiones en la Tarraconense eran frecuentes y,
al mismo tiempo, teníamos las luchas fronterizas del norte contra los
francos en la disputa de Occitania. Por eso el condado de Ampurias era un
hervidero de intrigas, luchas con castellanos e ingleses (aliados del rey
Alfonso) por un lado y por el otro los enemigos ya mencionados, sin
olvidarnos de los navarros siempre en liza con el reino de Aragón.
El conde Estruc fue un notable guerrero que siempre luchó en favor de la
Corona catalanoaragonesa y, en aquellos años, ya estaba en su senectud
por lo cual fue enviado a Llers, una pequeña villa cerca de Figueras, donde
existía otro enemigo esta vez interno: los paganos.
Parte de los catalanes del siglo XII aún vivían apegados a los antiguos
cultos iberos paganos, anteriores al Cristianismo, por lo cual éstos eran un
potencial aliado de los árabes o, tal vez, de los francos. Por esa razón el
viejo soldado tuvo que reprimir esos cultos ancestrales que aún creían en
la magia y las ciencias ocultas, origen de la actual creencia en brujas y
demás supersticiones, y obligar a los campesinos ampurdaneses a abrazar
la fe en Cristo.
Esta represión motivó que el anciano conde sufriera una maldición por
parte de sus víctimas y que tiempo después de su muerte natural, Estruc
rejuvenecido se levantara de la tumba convertido en reviviente sembrando
el terror por toda la Catalunya Vella.
Dicen las antiguas leyendas que sólo salía de noche para beber la sangre
de sus víctimas, gustaba seducir y violar a las mozas casaderas
dejándoles embarazadas. Al cabo de nueve meses las desafortunadas
parían pequeños monstruos que morían no más nacer ya que, según las
tradiciones antiguas (curiosamente idénticas tanto en Cataluña como en
Transilvania) un vampiro no puede tener hijos. (4)
El rey Alfonso II tenía no pocos disgustos en aquellos tiempos y la
población estaba realmente aterrorizada. La gente tenía miedo de salir de
noche, todos llevaban ajos y crucifijos para protegerse del terrible
nosferatu y ya nadie podía dormir en paz hasta que una anciana religiosa
encontró la tumba del conde Estruc y le clavó la estaca en el corazón,
desapareciendo para siempre la maldición.
Pero el recuerdo del vampiro sobrevivió al paso del tiempo y aún queda el
dicho “tenir malastruc” o “mala astrugancia” para definir a quién tiene mala
fortuna. Incluso durante generaciones las madres catalanas amenazaban a
sus hijos con llamar al conde Estruc si no eran buenos y no hacían lo que
se les mandaba.
En el mismo Llers, un poblado donde sopla con gran fuerza la Tramontana
del Canigó, un viento frío y áspero que los antiguos habitantes achacaban
a unas brujas legendarias, (5) las célebres brujas de Llers que dominaban
los aires. El agudo silbido del viento, según las creencias populares, era
motivado por la furia de estas mujeres. En Transilvania existía un mito
semejante, las "Ieles” (es decir “las Ellas”), cuyo paralelismo es
sorprendente.
Otra leyenda catalana célebre es la de los dips, nombre que se les dio a
una especie de perros vampiros (o perros estrugas) que existieron en unas
praderas situadas a unos cuantos kilómetros al sur de Reus. Por esa razón
se creí un pueblo llamado Pratdip, cuyo nombre es una unión de la palabra
Prat (pradera) y dip que en su escudo incluye la figura de un can harto
significativa. (6)
Empero, la importancia del conde Estruc es decisiva en la evolución del
mito vampírico aunque en aquel tiempo no se le conocía con tal nombre, y
podemos considerarle como el primer upiro de la Historia tal como lo
entendemos actualmente. (7)
Es sabido que en aquellos años, Ricardo Corazón de León, futuro rey de
Inglaterra, residía en la misma zona en que se desarrolló la leyenda del
conde Estruc ya que fue enviado por su padre Enrique II de Plantagenet
para participar en las Guerras del Rosellón, (8) a favor de la corona
aragonesa y catalana contra los francos estableciéndose en Perpiñán, a
muy escasas leguas de Figueras y de Llers. Tal vez este dato justifique
que, tras la Tercera Cruzada acontecida entre 1190 y 1192, el mito pase al
Este de Europa.
Es sabido que Ricardo de Inglaterra atravesó el Danubio, camino de Tierra
Santa, y que a su regreso en 1193 fue hecho prisionero por Leopoldo,
duque de Austria, quien solicitó un fuerte rescate originándose en
Inglaterra el conflicto que hemos visto en las películas de Robín Hood. El
rey inglés estuvo encerrado en el castillo austriaco de Tierenstein, muy
cercano a Transilvania, y cosa curiosa es a finales del siglo XII que estas
leyendas irrumpen en los Cárpatos.
Los revivientes masculinos fueron llamados “strigoí” y los femeninos
“strigoaíaca”, como vemos su fonética es muy semejante a la palabra
"estriges”, el mito griego, pero también a “estruga”, la leyenda catalana.

La expansión del mito

Si las islas británicas y Cataluña conocieron las primeras manifestaciones


vampíricas, fue el siglo XIV cuando éstas comenzaron a tener fuerza de
forma masiva como consecuencia de las epidemias de peste que asolaron
el Este europeo, en concreto la Prusia oriental, Silesia y Bohemia.
Michael Ranft en su "De Masticatione in Tumulis Liber" (1728) nos contó
cómo, en aquel azaroso tiempo, millares de personas caían abatidas por
esta cruel enfermedad y enterradas en fosas comunes pero, por diversas
circunstancias, muchos individuos dados por muertos al recuperarse
trataban en vano de desenterrarse. Los más afortunados, es decir, los que
estaban enterrados encima podían por fin salir de nuevo a la superficie
provocando el pánico entre las gentes de la época quienes creían que
aquella reaparición era debía a las artes maléficas reavivando aún más las
supersticiones y en consecuencia el mito del reviviente.
En 1343, en Lauenbrug, el barón prusiano Steino de Retten, al que se le
creyó muerto de peste, fue inhumado como era de ley en un hombre de su
alta alcurnia. Sin embargo, no fue así, ya que muchos campesinos
aseguraron haberle visto rondando por los alrededores.
La autoridad competente abrió la sepultura para decapitarle y darle la paz
a su atormentada alma. Estos hechos específicos no fueron casos aislados
e hicieron mucho para avivar la creencia en los seres de ultratumba.
Un caso célebre, ya del siglo XIV, fue sin duda el del francés Gilles de Rais
(1400/1440), compañero de armas de Juana de Arco (1412/1431), quien
tras las campañas bélicas en contra del invasor inglés, fue traicionada por
sus propios hombres y acusada de brujería, siendo finalmente quemada en
la hoguera.
Disuelto su ejército, Gilles de Rais se retiró a Machecoul y a Tiffauges
donde se dedicó a la alquimia pensando encontrar en la sangre la piedra
filosofal, madre de toda la Sabiduría, estudios que despertaron sus
instintos perversos. Para ello utilizó como cobayas a trescientos niños a los
que asesinó con unas torturas completamente atroces. Siendo descubierto
y procesado fue condenado a morir, pero su figura no tenía ninguna
relación con el vampirismo hasta que J. K. Huysmans publicó "Allí abajo"
(1891), donde presentí a Gilles de Rais erróneamente como un vampiro.
Pero sin duda el personaje más célebre del siglo XIV, en el aspecto que
nos concierne, sea el de Vlad Tepes, un descendiente del mismísimo Atila,
el rey de los hunos, aunque nosotros le conozcamos por su apodo que le
ha hecho archipopular: Drácula.

El verdadero Drácula

Sin duda alguna, para algo es el protagonista de este libro, el vampiro más
célebre de la Historia es sin duda la del conde Drácula a pesar de que su
leyenda como reviviente no exista de hecho, al contrario del conde Estruc
(o Estruch, ya que la “ch” final pertenece a reglas gramaticales catalanas
más recientes) que sí fue conocido por sus andanzas vampíricas pero
cuya existencia no ha trascendido hasta muy recientemente.
Drácula en realidad no era conde, pero sí un príncipe de Valaquia temido
por su rigor y por su crueldad, recordado a través de un libro “La novela de
Drácula” (1480) del escritor ruso Ivan Kouritsine, muy revelador de su
personalidad.
Dicho volumen, muy popular en todas las Rusias, escrito en un viejo
eslavo, era una recopilación de las antiguas narraciones sobre este
personaje que el autor, un embajador ruso en Moldavia, había escuchado
de las gentes del lugar y sintiéndose tan fascinado no dudó en escribirlas
para contarlas a futuras generaciones.
Vlad IV Tepes (1430/1476) era conocido como “El Empalador” al norte del
río Danubio, precisamente la zona que atravesaron los cruzados para
viajar hacia Tierra Santa. La palabra “Tepes” o “Tsepech”, en antiguo
eslavo, quiere decir “el que empala a la buena gente”, “Vlad” significa “el
que tiene el poder”.
La palabra “Drácula” o “Drakula”, como también se le conoció, proviene del
vocablo “drakon” que puede traducirse como “dragón, serpiente
monstruosa y nefasta, plenipotenciaria de las Fuerzas del Mal”. Algunas
leyendas orales afirman que el “drakon” solía renacer de sus cenizas cuan
Ave Fénix. Por eso este título lo solían llevar emperadores, caudillos y
grandes guerreros como Vlad III, perteneciente a una orden de caballería,
“la Orden del Dragón”, creada por el emperador Sigismond de Hungría, y
destinada a combatir a los musulmanes que en aquel tiempo intentaban
invadir Europa por el Este. El Sultán Mohammed II, tras conquistar
Constantinopla, tenía planes expansionistas que ponía seriamente en
peligro la paz en el mundo cristiano.
En consecuencia, la palabra “Drácula” podría significar “hijo del dragón” (y
no hijo del Diablo, como suele publicar la prensa española), porque el “la”
final venía a significar “hijo de…” en aquel idioma.
Pero ¿quién era ese misterioso personaje que tras su olvido se convirtió en
un mito cinco siglos después de su existencia?
Nacido en Sigishoara, en la región de Bistriata, Vlad IV fue el segundo hijo
de un gran guerrero, y en consecuencia educado como tal, pero que
también sabía leer y escribir. Era un hombre que incluso sentía atracciones
artísticas y dotado de una gran fe inculcada por los popes que vivían en su
castillo.
En 1442, Vlad III fue capturado por los turcos que aceptaron liberarle si se
entregaban como rehenes sus dos hijos, Radu y Vlad, quien entonces
tenía doce años. En sus meses de cautiverio, éste adquirió un fuerte
sentimiento de odio hacia sus carceleros.
Su padre muere en el campo de batalla en 1456, heredando el título de
príncipe de Valaquia-Moldavia, y el título del voivoda, con el cual combatió
a los turcos quienes mientras él vivió fueron incapaces de cruzar la
frontera del río Danubio.
Las antiguas crónicas nos lo presentan como un hombre cruel aunque muy
patriota, razón por lo cual fue reivindicado en el siglo XX por el régimen
comunista, antes de su inesperada caída. (9) Vlad IV fue apodado Tepes
porque gustaba empalar a sus enemigos tras la toma de una ciudad. El
hedor de la muerte le fascinaba y según cuentas antiguas crónicas el día 2
de abril de 1459 organizó un banquete en medio de un campo con millares
de turcos empalados.
El voivoda disfrutaba con sus gemidos de dolor. Se cuenta que un día una
de sus futuras víctimas no podía soportar el hedor de la muerte e hizo un
gesto de rechazo. Vlad le preguntó el porque de aquel gesto, y el reo le
respondió “es que no puedo soportar el hedor”. Drácula le hizo empalar
con un palo mucho más largo para que sobresaliera sobre los demás,
diciéndole: “Este palo te elevará por encima de las contingencias de este
bajo mundo y de tus semejantes -precisando- de forma que este olor ya no
te molestará más”.
El rey Mathias Korvine de Hungría le envió a su embajador. Drácula le
recibió como de costumbre y le mostró un palo especial, dorado y repleto
de ornamentos.
- Dime -preguntó el voivoda- ¿a quién crees he destinado este
instrumento?
- Sin duda su excelencia -respondió el embajador- ¿querrá honrar algún
alto dignatario de una muerte acorde a su rango?
- Eres muy perspicaz -sentenció Drácula-, querido amigo, porque es a ti
mismo a quien he destinado este palo extraordinario.
Tras el festín, Drácula ordenó que le rompieran sus miembros para
satisfacer su fantasía, luego le cortaron sus miembros y finalmente, el
propio voivoda le empaló delante de todos los presentes.
Unos embajadores turcos se negaron a quitarse sus turbantes delante de
su presencia, en consecuencia ordenó que se los clavaran para que no
pudieran sacárselos nunca más. En la Navidad de 1459, hizo empalar en
Targovise a quinientos boyardos.
Otra anécdota no menos truculenta se refiere a que promulgó una Ley
prohibiendo la mentira bajo pena de muerte. Se cuenta que Drácula tuvo
una amante gitana incapaz de satisfacerle sexualmente, pero un mal día la
mujer viéndose fracasar le confesó que estaba embarazada. “Mientes” le
dijo el voivoda, para comprobarlo le abrió el vientre con una espada corta y
tras comprobar la mentira le gritó “¡Ya veo que me has mentido!”.
El sentido de la caridad de ese personaje no tenía igual. Por ejemplo ideó
un curioso sistema para acabar con la mendicidad. Un día reunió a todos
los mendigos del país en un gran festín, hartándoles de comer y de beber.
Finalmente incendió la mansión abrasándolos a todos, eliminando así la
miseria durante una generación.
En sus últimos años, Drácula abandonó la religión ortodoxa para abrazar el
catolicismo. En el campo de batalla se distinguía como el más bravo de
todos sus hombres, pero la traición acechaba. Sus mismos compañeros de
armas le acorralaron y le dieron muerte, en 1476, beneficiando así al
Sultán turco que tuvo así paso franco para la invasión del Este europeo.
Pero los misterios no acabaron aquí. Algún tiempo después de su muerte,
algunos lugareños aseguraron ver al difunto Vlad Tepes en lo alto de una
colina.
Finalmente, en 1931, Florescu y Rosetti, dos arqueólogos rumanos,
iniciaron una investigación para encontrar los restos mortales de Drácula,
llegando al monasterio de Snagov. Ante su sorpresa descubrieron que el
sarcófago estaba vacío. (10)

Evolución del mito

En la segunda mitad del siglo XVI, con la aparición de la Reforma


protestante, el mito fue consagrándose gracias a una larga serie de
epidemias de peste que asoló Europa. Lutero y Calvino, sus máximos
artífices, pusieron en duda la autoridad romana en cuestiones religiosas, y
en cierto modo sus respectivas doctrinas motivaron la evolución de las
leyendas de revivientes causados porque en estas epidemias solían
enterrarse prematuramente individuos dados por muertos pero que, al
despertar en su sepultura, se desenterraba fácilmente provocando el
pánico al regresar a sus hogares.
No debemos olvidar que los entierros de los apestados solían hacerse en
fosas comunes, con los cadáveres apilados, por los que los situados
encima recibían escasas paletadas de tierra y en caso de despertar con un
leve movimiento de manos conseguían acceder a la superficie, mientras
los enterrados debajo perecían asfixiados.
El pastor luterano Georg Ríhrer informa al propio Lutero hacia 1552 de
unos hechos acontecidos en Prusia y Silesia, donde solían enterrar los
cadáveres con una piedra en la boca para que éstos (según sus creencias)
no se devoraran entre sí. Esos seres de ultratumba recibían el nombre de
"Nachzehrer", que quiere decir "depredador".
Los calvinistas suizos, al negar la existencia del purgatorio, creían por su
parte que esos casos de "muertos vivientes" estaban causados por la
brujería. Louis Lavater, uno de sus principales teólogos, sostenía en un
tratado fechado en 1581 que esos espectros y revivientes eran demonios
que adoptaban los cuerpos de los difuntos para aterrorizar a los creyentes.
El rey Jaime IV de Escocia (futuro rey de Inglaterra con el nombre de
Jaime I) publica su "Demonología" en 1597 utilizando las mismas tesis que
su antecesor suizo.

La condesa sangrienta

Si Drácula vivió en los Cárpatos Orientales, en el otro extremo de la


cordillera en forma de herradura, en los Occidentales, aconteció un siglo y
medio después otros hechos no menos insólitos. En 1560 nació Erzsebet
Bathory última descendiente de una familia noble pero en franca
decadencia que se quedaba plasmada en varios casos de sadismo y
prácticas satánicas.
Un tío suyo la inició en las artes de la hechicería y una tía suya lesbiana la
influenció en sus inclinaciones sáficas. En su familia tenía de todo, un
príncipe de Transilvania, el primer ministro del rey de Polonia,
gobernadores, jueces, nobles que lucharon contra los turcos destacando
por su valentía y arrojo, pero asimismo por su locura.
En 1575, Erzsebet contrajo matrimonio con el conde Ferencz Nadasdy, las
fiestas por sus nupcias duraron más de un mes. El emperador germánico
Maximiliano II y Rodolfo, rey de los magiares, les enviaron suntuosos
regalos reuniéndose lo más selecto de la nobleza europea en el castillo de
Varanno para asistir a la ceremonia.
Pero después del matrimonio, la hermosa esposa rehusó adoptar el
apellido del marido: "Nací como Bathory, viviré como una Bathory y así
moriré".
La tristemente célebre condesa Bathory fue pasando los años en la
soledad de su castillo ya que su esposo dedicaba más tiempo a la guerra
contra el ejército turco del sultán Amurat III que a satisfacer sus
necesidades sexuales. Ferencz era un hombre muy extraño, capaz de
cometer las mayores atrocidades en el campo de batalla, pero en la vida
civil era un ser extremadamente pacífico que jamás levantó la voz a sus
criados.
El matrimonio tenía diecisiete castillos repartidos en lugares como la propia
Viena, pero también en Lezticzí, Keresztír, Sarvar, Becko y el más
importante de todos, el de Csejthe, su residencia principal, donde contaba
además con una pequeña morada adicional al pie del mismo.
Hacia 1600, un misterioso caballero muy joven y apuesto apareció por los
bosques cercanos al castillo de Csejthe, los campesinos se santiguaban al
verle diciendo que era un strigoi. Durante varios meses la pareja huyó del
lugar y nadie tuvo ninguna noticia al respecto, ni siquiera el conde
Nadasdy quien al volver de la guerra encontró que su esposa había huido,
pero no le dio ninguna importancia a este hecho.
Cuando la condesa regresó de su aventura, Ferencz ni siquiera se molestó
en hacerle ningún reproche. La paz del lugar acabó en 1604 tras la muerte
del esposo, entonces la personalidad de la llamada condesa sangrienta
comenzó a aflorar terriblemente. Erzsebet gustaba morder a sus criadas y
clavarles largas agujas de oro complaciéndose en el goteo de su sangre.
Thorko, un servidor, le introdujo en la magia negra, ayudada por su nodriza
Ilona Joo, su mayordomo Johannes Ujvary y una bruja llamada Darvula
Anna. La cohorte de la condesa no podía ser más pintoresca. Su enano
bufón Ficzko se unió al clan de torturadores.
Un hecho fue trascendental cuando al tratar de asesinar a una anciana,
esta le dijo 'Algún día serás como yo". La condesa aterrorizada regresó a
su castillo. Creyendo que era la sangre lo que le devolvería la perdida
juventud, ordenó el secuestro y asesinato de seiscientas doncellas para
poderse bañar en su sangre.
Los campesinos estaban aterrorizados, pero nadie se atrevía a denunciarla
porque era una noble y en aquel tiempo la nobleza era propietaria de la
vida de sus siervos.
Todos los detalles de estos crímenes son verdaderamente espeluznantes,
la condesa se creía además que podía dominar a los gatos y que éstos
formarían un ejército para defenderla componiendo cantos que
estremecían de pavor a nobles y plebeyos: "¡Isten, ayúdame! ¡Isten,
ayúdame! ¡Pequeña nube, ayúdame también! Dadme salud, protección y
larga vida. Pequeña nube, cuando el peligro me aceche, envíame noventa
y nueve gatos. Te lo ordeno yo, Erzsebet Bathory, porque soy comandante
suprema de los gatos. Ordénales a ellos. Di a los gatos que se reúnan, ya
están en la montaña, agua, ríos o mares. Ordena a los noventa y nueve
gatos que vengan a morder el Corazón del rey Mathias. Ordénales que
muerdan el Corazón de Megyery El Rojo. Y salva de todo daño a
Erzsebet".
Las tres hijas de la condesa, que se habían casado, ignoraban las
actividades sanguinarias de su madre y fue precisamente Megyery El Rojo,
el tutor de la menor Pal, quien descubrió esos crímenes y los denunció al
paladín Gyírgy Thurzo quien irrumpió en el castillo de Csejthe el 30 de
diciembre de 1610 por orden del rey Mathias.
Durante los meses de enero y febrero de 1611 tuvo lugar el juicio presidido
por Theodosius Sirmiensis de Suzlo asistido por veinte magistrados. La
condesa y sus cómplices fueron acusados de asesinato, traición al Estado,
brujería y vampirismo. La nodriza Ilona Joo y el sirviente Thorko fueron
quemados vivos, los demás fueron decapitados a excepción de Erzsebet
quien, al ser noble, no podía tener tal fin y por esta razón el Tribunal
ordenó que fuera tapiada en su habitación del castillo de Csejthe donde
vivió tres años sin que nadie pudiera hablar con ella. Murió súbitamente sin
luz y sin cruz el 21 de agosto de 1614, por la noche.
Al igual que el caso de Vlad Tepes, la condesa Bathory no tenía nada que
ver con el vampirismo aunque fueran las supersticiones de los lugareños
quienes así lo creyeron. En aquellos años tan conflictivos, la creencia en
los revivientes tenía gran fuerza y no sólo en ellos, sino también en los
licántropos, los célebres hombres-lobo (o mujeres-lobo) que se extendió
por la Europa Oriental, pero también apareció en Galicia. Al ser la
licantropía un tema completamente distinto al aquí tratado lo pasaremos de
largo, centrándonos en el del vampirismo que es el que aquí nos interesa.

La Edad de Oro del vampirismo

A pesar de que el vampirismo ya existía en los albores de la Humanidad,


fue en la primera mitad del siglo XVIII cuando por fin adquirió las
características que conocemos en la actualidad. De hecho, en la época de
personajes como el conde Estruc en Cataluña, estos fenómenos fueron
esporádicos, aislados, aunque no por ello menos importantes, y en el caso
de Transilvania (una palabra que significa “a través del bosque”) las
leyendas apenas transgredieron sus fronteras naturales hasta que una
larga epidemia de peste, iniciada en 1710 en Prusia oriental, asoló Austria,
Serbia, Prusia, Polonia, Moravia y Rusia, llegando incluso a Marsella.
En el mencionado año, las autoridades prusianas desenterraban
cementerios enteros en busca del vampiro a quien clavar la estaca en el
Corazón. La epidemia fue pues el detonante que extendió dicha creencia
por toda Europa llegando a lugares donde jamás se había oído hablar de
los revivientes.
El húngaro Pierre Plogojowitz, muerto en 1725, fue acusado de convertirse
en vampiro y de asesinar ocho personas en su aldea Kizilova; Arnold
Paole, fallecido en 1726, sufrió la misma suerte esta vez en el pueblo
serbio Medwegya.
El caso nombrado en primer lugar fue objeto de una investigación y de un
informe oficial escrito en lengua alemana, encontrado recientemente en los
Archivos municipales de Viena por el profesor Antoine Faivre, donde por
vez primera aparece la palabra serbia "vanpir" (sanguijuela), expresión que
rápidamente pasó a los diferentes idiomas occidentales, y que en
castellano adoptó la derivación oportuna, Vampiro, con la cual les
conocemos actualmente.
Aparecen también los primeros tratados científicos sobre el tema,
publicados en Leipzig. El primero de ellos fue "Dissertatio historica-
philosophica de Masticatione Mortuorum" (1679) de Philip Rohr, quien
atribuía dicho fenómeno a la posesión de los cuerpos fallecidos por el
propio Maligno. Más célebre fue "De Masticatione Mortuorum in Tumulis
Liber" (1728) de Michael Ranft, quien oponiéndose a las teorías de Rohr,
negaba que los demonios tuvieran el suficiente poder para apoderarse de
los cuerpos de los difuntos.
La Iglesia no podía permanecer muda en tan acalorado debate y fue el
francés Dom Augustin Calmet (1672-1757), un monje benedictino de la
abadía de Sínones, quien en 1746 publicó en París dos importantes
volúmenes sobre el tema: "Traité sur les revenants en corps, les
excommuniés, les oupires ou vampires, broucolaques de Hongrie, de
Moravia, etc.", conocido en su versión castellana como "Tratados sobre los
vampiros", (11) de importancia capital para los interesados por el tema.
Es hasta aquí que el mito evoluciona, adquiere su propia personalidad
para convertirse no sólo en una leyenda popular sino en uno de los
principales temas literarios de la novela gótica, el teatro, y posteriormente
el cine y la televisión.
Al ser los personajes de ficción lo que más nos interesan aquí, sobretodo
la figura del conde Drácula que el cine ha convertido en un fenómeno de
masas pondremos fin a este primer Capítulo mediante el cual hemos ido
conociendo la evolución de las creencias de los vampiros a lo largo de la
historia.

Capítulo 2

El vampiro literario

Si nos olvidamos de los tratados sobre vampirismo ya mencionados


anteriormente, el vampiro literario de ficción aparecerá a lo largo del siglo
XIX gracias al Romanticismo, un importante movimiento cultural que se
distinguía sobretodo por la sublimación de los sentidos sobre el impersonal
racionalismo. Una de sus características más fundamentales fue el deseo
de romper con toda regla de composición literaria, propia del clasicismo,
rechazando la ideología y la filosofía racionalistas y materialistas, valores
éstos que han predominado por absoluta desgracia en el siglo XX.
En otras palabras, se trataba de romper con una cultura encorsetada,
totalmente carente de ideas y de imaginación, tan vulgar como anodina, y
valorar por encima de todo al Hombre y a la Mujer, considerados centros
del Universo y de nuestra Civilización.
Los escritores románticos amaban el paisaje, la naturaleza, el sentimiento,
y les gustaban ambientar sus historias en el pasado, concretamente la
Edad Media, interesándose también en lo sobrenatural.
Aunque el vampiro literario naciera fugazmente en breves poemas del siglo
anterior, su figura fue casi siempre metafórica. El alemán Ossenfelder
escribió ya en 1748 los primeros sonetos al tema que nos ocupa;
Francisco Goya en su serie de pinturas, "Los caprichos", que datan de
1793, ya hizo aparecer vampiros en sus lienzos. Hemos de resaltar aquí
que en estos cuadros ya aparece el célebre quiróptero que los
conquistadores españoles encontraron en sus primeras incursiones en
América. En 1761, el naturalista Buffon llamó "vampiros" a una de sus
especies porque acostumbraban a beberse la sangre del ganado. (12)
Tanto en los poemas "Lenore" (1773) de Bérger, como "La novia de
Corinto" (1797) de Goethe, el vampiro realizó sus primeras apariciones en
el mundo de las letras, aunque más en plano metafórico que real,
siguiendo la seductora Geraldine en "Christabel" (1816) de Coleridge; "La
Bella Dama sin gracia" (1818) y "Lamia" (1820), ambas de Keats, pero fue
sin duda John William Polidori (1795-1821) quien publicó en el "New
Monthly Magazine" la primera narración en prosa del tema, "El vampiro"
(1819), aunque en esta primera aparición en sociedad fue atribuida con
evidente mala fe al poeta Lord Byron.
El origen de esta singular novela tuvo lugar en la legendaria velada en Villa
Diodati, cerca de Ginebra, en julio de 1816 donde residían los escritores
ingleses Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851), su marido el poeta
Percy Bysshe Shelley (1792-1822), Lord George Gordon Byron (1788-
1824) y Polidori, quienes para matar el aburrimiento decidieron apostar en
escribir en el más breve plazo de tiempo una novela de terror. Sólo
cumplieron la apuesta la mencionada Mary W. Shelley, creando la
importante novela "El moderno Prometeo" (1818), más conocida como
"Frankenstein", y naturalmente Polidori.
El relato "El vampiro" fue iniciado de hecho por Lord Byron, pero esta
novela protagonizada por un reviviente llamado Darvell no se concluyó
jamás. Aburrido por la historia, que no le interesaba en demasía, se la
narró a Polidori, su secretario y su médico, quien se mostró muy
interesado por tan apasionante trama. Polidori estaba completamente
harto de estar a la sombra de su mentor, aspiraba a más y agobiado por el
mal trato que recibía decidió abandonarle en 1817 para regresar a
Inglaterra e iniciar la redacción de su célebre obra.
El vampiro Darvell cambió de nombre en la nueva versión, pasando a
convertirse en Lord Rutheven, seductor cínico y desalmado que en
muchos aspectos recuerda al propio Lord Byron como represalia por su
tiránico comportamiento en su estancia en Suiza.
La novela fue un éxito arrollador, tal vez debido al prestigio del afamado
poeta, motivando que la trama pasara rápidamente al teatro. Primero en
forma de melodrama adaptado por Nodier en 1820, más tarde fue el propio
Alejandro Dumas quien la reconvirtió de nuevo en formato teatral en 1851,
tal como había hecho con sus legendarias novelas de mosqueteros.
Sin pretenderlo, Polidori creí las raíces de la literatura fantástica gótica, el
vampiro aristocrático que vive en un solitario castillo en tierras extraías,
características que luego aparecerían en otros relatos posteriores: los
Karnstein, los Drácula, los Estruc, pertenecen todos a la alta nobleza
feudal, caballeros victoriosos en mil batallas pero caídos en desgracia por
una fatalidad.
El mito de Frankenstein, tan caro al cine fantástico de la Universal y,
posteriormente, de la Hammer, también participa de idénticos
planteamientos. En cambio la licantropía carece de una base literaria
sólida, el mito de “El doctor Jekyll y mister Hyde”, creado en 1886 por
Robert Louis Stevenson (1850-1894), no tiene nada que ver pese a tratar
también el tema de la doble personalidad.
El vampiro presenta innumerables posibilidades a nivel literario como
cinematográfico, el propio Baudelaire publica en 1866 "La metamorfosis
del vampiro". "Varney, el vampiro" se convertirá en un antihéroe popular,
protagonista de un folletín, novelas por entregas, que a partir de 1840
aterrorizó a los lectores ingleses quienes devoraban sus aventuras con
total avidez. Editado por Edward Lloyd, dos oscuros escritores fueron los
presuntos responsables de su redacción, Thomas Preskett Prest y James
Malcolm Rymer. Sir Francis Varney a lo largo de 220 Capítulos y 886
páginas tuvo innumerables víctimas, adoptó múltiples personalidades
hasta lanzarse al Vesubio en el último Capítulo desengañado de la raza
humana. En 1847 sus aventuras fueron reconvertidas en una novela
íntegra.
También la vieja Rusia se unió a la literatura vampírica aportando dos
obras de excepción: “La familia Wurdalak” (1847) de Alexis Tolstoi cuenta
la escalofriante vampirización de una modesta familia de campesinos de
las Estepas. “Wurdalak” es la palabra que define al reviviente en aquellas
tierras, según sus propias tradiciones, y la novela muestra una visión
completamente desgarrada e insólita del tema que nos ocupa.
La otra obra es “Vij” (1835) de Nicolás Gogol (1809-1852), muy alejado de
su célebre “Taras Bulba”, con el estudiante que debe pasar una noche
entre seres malignos salvándose sólo por su fe en Jesucristo.
Dos vampiras femeninas hacen su aparición como consecuencia del éxito
de la novela de Polidori, la deliciosa Clarimonde de "La muerta
enamorada" (1836) de Théophile Gautier presentaba un caso de amor más
allí de la muerte, pero la más seductora reviviente fue sin duda la exquisita
Mircalla Von Karnstein, la protagonista de "Carmilla" (1871) del irlandés
Joseph Sheridan Le Fanu, caracterizada por sus tonos lésbicos y
escandalosos para la moral de la época.
De hecho el vampiro es un personaje trasgresor de la moral convencional.
Mircalla subvierte no sólo la moral cristiana (anglicana, luterana, católica o
calvinista) sino los convencionalismos de la puritana sociedad inglesa que
la vio nacer. En Inglaterra la homosexualidad estaba considerada un acto
criminal, sobretodo la femenina que ha sido la más perseguida, y la
vampira vive su amor lésbico sin ningún pudor ni traba moral.
“Carmilla” se convirtió en la novela favorita del joven estudiante de la
Universidad de Dublín, el Trinity College, llamado Bram Stoker,
condicionado su próxima vocación literaria. Stoker le debe bastante a Le
Fanu en el plano creativo y, aunque “Carmilla” no sea tan célebre como
“Drácula” sí debemos reconocer sus innumerables valores y la fascinación
que desprende su lectura figurando, al menos para mi gusto, entre las
mejores novelas góticas de todos los tiempos.

Bram Stoker

Abraham Stoker nació en Dublín, Irlanda, el 8 de noviembre de 1847. Los


ocho primeros años de su vida los pasó encerrados en su habitación
porque adquirió una enfermedad infantil que no le dejaba levantarse. En su
larga convalecencia sus mayores le contaban antiguas leyendas irlandesas
que no hicieron más que avivar su imaginación. A los dieciséis años, el
joven Abraham pudo entrar en la Universidad de Dublín, Trinity College,
donde le habían precedido otros autores irlandeses como Maturin, O'Brien,
Jonathan Swift ("Los viajes de Gulliver") y Joseph Sheridan Le Fanu.
Tras finalizar con brillantez sus estudios universitarios, el futuro escritor
pasó a la Administración pública trabajando en el Dublín Castle, donde ya
estaba colocado su padre desde hace mucho tiempo, y paralelamente
comenzó su carrera como crítico teatral en el Dublín Mail. Esta pasión por
el teatro fue fundamental para el neófito escritor ya que le permitió conocer
al actor Henry Irving, muy célebre tanto en Irlanda como en Inglaterra, que
entonces estaba en gira por Dublín naciendo una gran amistad entre
ambos.
Años más tarde, Irving le ofreció a Stoker la dirección del Lyceum Theatre
de Londres que dirigía hasta entonces pero que decidió dejar para
centrarse más en su carrera interpretativa. Antes de aceptar el cargo dudó
porque tenía gran porvenir en la Administración de Justicia y además se
había desposado con Florence Balcome a quién conoció en una fiesta que
dio Oscar Wilde en Dublín.
El matrimonio Stoker finalmente decidió hacer las maletas y viajar en 1878
a la capital inglesa para iniciar una nueva etapa en sus vidas dedicada al
teatro y a la literatura. En 1879 el matrimonio tuvo su único hijo, Noel, y ya
en 1882, Bram Stoker publicó su primer libro "Under the Sunset" (Bajo el
crepúsculo), una recopilación de cuentos infantiles, y a partir de aquí a
intervalos irregulares comenzó a publicar diversos libros de relatos,
novelas y también artículos en la prensa diaria.
En aquella época tuvo lugar su afiliación a la Golden Dawn in the Outer,
una célebre secta secreta donde pertenecía la gente más importante de
Londres donde conoció al Dr. Arminius Vambery, profesor de lenguas
orientales, muy versado en los cuentos y leyendas de los países del Este
europeo donde se oían muchas narraciones de vampiros.
Llevado por la curiosidad, Stoker comenzó a interesarse cada vez más en
estos fenómenos y nunca se perdía una conferencia que tratara de estos
temas que empezaron a ponerse en boga en la sociedad inglesa.
Encerrándose en las salas de lectura del British Museum, repleta de viejos
manuscritos, se dedicó a estudiar mapas y libros de viajes en los Balcanes
ya que deseaba que su próxima novela fuera perfecta. De hecho fue la
novela de su vida y necesitó diez años de su vida de búsquedas y diversas
escrituras para que finalmente pudiera ver la luz creando el vampiro más
fascinante de todos los tiempos, el conde Drácula.
"Drácula" apareció en 1897, editados por Archibald Constable y Compañía,
aunque Oscar Wilde la consideró como la novela más hermosa del siglo
XIX la crítica fue muy negativa, Sir Henry Irving no terminó de leerla
siquiera, aunque no es de extrañar su desprecio por la novela porque el
célebre actor solía tratar muy mal a Stoker.
Un nuevo mito literario acababa de nacer a pesar de todo. Porque los
mitos siempre son creados a través del tiempo. El genio de Van Gogh o
Mozart fueron reconocidos tras su muerte, Miguel de Cervantes fue
perseguido en vida y reconocido como genio tras su óbito. Los verdaderos
creadores jamás han estado comprometidos con el poder, por esto
sobreviven el paso del tiempo. En cambio los talentos de la época están
actualmente olvidados. (13)
Muchos analistas han desmenuzado la novela para ver en ella reflejados
una serie de personajes reales, práctica común de casi todos los escritores
utilizan este sistema para adquirir mas verosimilitud a su relato. Jonathan
Harker estaba inspirado en Joseph Harker, decorador del Lyceum, y
también con el mismo Stoker ya que ambos tenían la misma profesión,
pasante de notario.
El profesor Abraham Van Helsing, enemigo acérrimo de Drácula, estaba
inspirado en Abraham Stoker, padre del escritor, y el doctor Seward
corresponde a Oscar Wilde, su amigo y rival por el amor de Florence,
quien finalmente se decidió por Bram. La propia Florence y la actriz Ellen
Terry, que actuaba en el Lyceum, sirvieron de modelo a los personajes
femeninos de la novela Lucy y Mina respectivamente. Según Frederick
Donaghey, amigo personal de Stoker, el personaje de Drácula era una
mezcla de diversos personajes célebres de la escena como Matthias de
“The Bells”, Shylock, Mefistófeles, Pedro el Grande, el malvado de “The
Lyons Mail”, Luis XI y muchas personalidades más.
Tras "Drácula", Bram Stoker continuó su carrera literaria aunque jamás
alcanzó el mismo nivel: "La joya de las siete estrellas" (1903) y "La guarida
del gusano blanco" (1911). Esta novela fue la última del autor irlandés,
quien falleció una tarde de abril de 1912 en su domicilio londinense de St.
George Square. Padecía desde hace varios años el mal de Bright que le
dejó ciego al final de su vida.
En 1914, Florence Stoker publicó "El invitado de Drácula", colección de
narraciones cortas inéditas de su marido entre ellas el célebre prólogo de
su inmortal novela que los editores habían amputado porque la
consideraban excesivamente larga.
Pero fue en el naciente cinematógrafo que el conde Drácula adquirió
popularidad. Ya en 1915, al crearse la productora Universal, los estudios
se interesaron en adaptar al cine la novela “Drácula” pero la desestimaron
porque los lectores de guiones y proyectos -unos especimenes nefastos
caracterizados por su bajo nivel intelectual- dieron informes negativos
basándose en que era “demasiado literario”. En 1920 se realiza una ignota
adaptación cinematográfica rusa, el húngaro Karoly Lajthay realizó la
segunda versión, "Drakula" (1921), que posteriormente se perdió, y
Murnau inició meses después el rodaje de su célebre "Nosferatu, el
vampiro" (1922).
En este año, Florence Stoker presentí una denuncia por plagio contra la
productora de este film, Varna Films, porque no había comprado los
correspondientes derechos de autor, razón por la cual el guionista Henrik
Galeen cambió los nombres de todos los personajes.
En julio de 1925 los tribunales ingleses ordenaron el embargo y
destrucción de todas las copias del film de Murnau, embargo que no se
cumplió afortunadamente y pudimos disfrutar con las hermosas imágenes
de Fritz Arno Wagner. El mito cinematográfico había nacido ya y su
importancia indiscutible en una larga filmografía con excelentes títulos
aunque, por desgracia, tengamos que soportar otros de muy mala calidad
donde el nombre de Drácula fue tomado en vano.

Drácula en la escena

El 18 de mayo de 1897 fue la fecha del debut de Drácula en la escena, fue


en el Royal Lyceum Theatre, situado en Wellington Street, una única
representación de cuatro horas en la que obra fue adaptada por el propio
Stoker a un prólogo y cinco actos. Los espectadores eran los amigos
íntimos de Bram Stoker y Henry Irving, promotor de la obra, y el primer
Drácula de la historia se llamaba escuetamente Mr. Jones. Aunque la
adaptación gustara no era del agrado de Irving, quien nunca sintió ningún
aprecio por Stoker, pero encantó a un joven actor de la compañía,
Hamilton Deane, un irlandés que se enamoró de la novela pero que por
respeto a su autor era incapaz de modificar ni una sola línea.
Fue en 1902, cuando se cerró el Lyceum, que Deane inició su nueva
singladura con una compañía teatral propia que recorrió con gran éxito
Inglaterra y los Estados Unidos.
En 1912, cuando falleció Stoker, Deane se empeñó en adaptar la obra
pero ningún escritor se prestó a ello por considerar la obra de pésimo
gusto. En 1922, Deane se quedó perplejo por la adaptación que Murnau
realizó en cine, “Nosferatu, el vampiro” fue un total fracaso comercial en su
época y además sus autores se vieron perseguidos por un pleito que les
interpuso la viuda de Stoker como todos sabemos ya.
Un año después, el esforzado actor se puso en contacto con Florence
Stoker para proponerle un proyecto, adaptar “Drácula” a la escena que
entusiasmó a la viuda que enseguida le cedió los derechos del libro.
Esta nueva versión fue adaptada por el propio Hamilton Deane, que redujo
el texto original a tres actor y un prologo, pasando toda la acción en
Inglaterra y se estrenó en junio de 1924 en el gran teatro de Derby, en el
West End, con un éxito impresionante que duró hasta… ¡1941! Diecisiete
años de representación ininterrumpidas, tanto en giras por Inglaterra como
en los propios Estados Unidos. El papel de Van Helsing se lo reservó el
propio Deane, mientras que Raymond Huntley fue el conde Drácula,
cautivando a propios y extraños.
Aunque el éxito fue impresionante, Florence Stoker no estaba del todo
satisfecha y encargó a Charles Morrell una nueva adaptación representada
en septiembre de 1927 con el deseo de preservar los valores literarios del
original, ausentes en la anterior adaptación teatral, pero el fracaso fue
total. Mientras tanto, el americano John Baldestone, convenció a Hamilton
Deane para redactar conjuntamente una nueva versión teatral para llevarla
a Broadway. El día 5 de octubre de 1927, “Drácula” debuta en el Fulton
Theatre de Nueva York con Terence Neil (Jonathan Harker), Dorothy
Peterson (Lucy Harker), Bernard Jukes (Renfield), Herbert Bunston (Dr.
Seward), Edward Van Sloan (Abraham Van Helsing) y un legendario actor
húngaro como conde Drácula, Bela Lugosi, cuya carrera cinematográfica
se detallará en otra parte de este libro.
La compañía además recorrió todos los Estados Unidos, llegando a
representarse en Los Ángeles y catapultando a su intérprete al cine
norteamericano. Se dio la circunstancia extraía de que más tarde, los dos
Dráculas teatrales, Bela Lugosi y Raymond Huntley, compitieron por
encarnar al célebre vampiro en el cine con victoria del primero, pero eso es
ya otra historia.
Lugosi repitió personaje en la escena en 1943, fue una gira en época de
guerra y resulta curioso que esta reposición del “Drácula” de John
Baldestone y Hamilton Deane triunfara cuando la carrera cinematográfica
del húngaro entraba ya en un irreversible declive que le hundiría de forma
irremediable. Finalmente, en 1951, se realizó una segunda reposición en
1951. Fue el 16 de junio de aquel año cuando se estrenó en el Teatro Real
de Brighton, Inglaterra, la nueva versión de “Drácula” con Sheila Wynn
(Lucy), Arthur Hoskins (Dr. Seward) y John Saunders (Van Helsing), pero
el espectáculo sólo duró un mes. Lugosi se veía ya demasiado viejo para
el personaje y estaba ya cansado. Fue precisamente con este atuendo con
el cual fue incinerado tras su muerte el 16 de agosto de 1956, y con el cual
apareció en unas escenas de su último film, “Plan Nine From Outer
Space”.
Otras adaptaciones célebres fueron “I Was a Teenage Dracula” en 1956,
adaptada por Gene Donovan; “The Revenge of Dracula” en 1960, por
Charles Jackson; “Dracula” (1970) de Líon Katz; “Bram Stoker’s Dracula”
(1975) de Peter Wyngarde.
En 1978, la obra teatral de John Baldestone y Hamilton Deane, volvió a los
escenarios de Broadway con Frank Langella, uno de los mejores Drácula
de la escena y de la pantalla, ya que un año después marchó a la Gran
Bretaña para protagonizar la versión de John Badham, mientras tanto, en
las mismas fechas, la adaptación inglesa estrenada en el West End de
Londres fracasó con estrépito, a pesar del gran esfuerzo interpretativo de
Terence Stamp, un actor muy adecuado y de gran talento pero aquejado
de un exceso de divismo que ha arruinado su carrera artística teatral y
cinematográfica. Cuando en 1980, Stamp rodó en España “Misterio en la
isla de los monstruos” de Juan Piquer, con Peter Cushing, el equipo
español se quedó prácticamente traumatizado por el pésimo carácter del
actor británico.
En España es de destacar la adaptación de “Drácula” que realizó Manuel
Soriano Torres en 1945, estrenándose el 9 de enero de aquel año en el
Teatro Romea de Barcelona, protagonizada por el excelente actor Enrique
Rambal cuyo éxito durante tres años. Los derechos de autor cobrados por
los herederos de Stoker subían a 5.000 pesetas (y no es broma), una
cantidad importante en la época, y la compañía viajaba en todos los países
de habla hispana representando la obra con gran éxito fueran donde
fueran. El reparto de esta compañía familiar, dirigida por el propio Rambal,
era el que sigue: Enrique Rambal (Drácula), Enrique Rambal hijo
(Jonathan Harker), María Villa (Guillermina Murray, Mina), Enriqueta
Rambal, la hija (Lucía Westenra), Julio Gorostegui (Juan Seward), Luis
Bellido (Arturo Holmwood).
En cambio la versión de 1972, escrita por Carlos Borge y protagonizada
por José Ruiz Linfante como Drácula no tuvo demasiado éxito, a pesar de
contar con la experta dirección de Carlos Ballesteros.
Otro patinazo impresionante fue la versión de la obra de Hamilton Deane y
John L. Balderstone presentada en el Teatro de la Comedia de Madrid en
noviembre de 1978, siendo retirada en enero de 1979. El director Jaime
Azpilicueta cometió el error de despreciar la obra convirtiéndola en una
farsa. Cuando Van Helsing le decía al vampiro “Faltan cuatro minutos para
la salida del sol”, Drácula le respondía “Gracias por recordarme la hora”. El
gran Narciso Ibáñez Menta fue este Van Helsing español, mientras que el
conde Drácula fue encarnado por un actor muy adecuado, José Luís
Pellicena, que en otras manos más firmes hubiera podido salir airoso del
trance. Cristina Galbó fue Lucy y Jaime Blanch su novio Jonathan. La poca
gracia de la adaptación provocó un fuerte rechazo del público y su
prematura retirada de cartel.
Por si fuera poco, nuestro reviviente preferido se pone a cantar en
“Drácula, el musical”, llevada a los escenarios de Barcelona a finales de
1994. Espectáculo creado por Pepe Cibrian Campoy y Ángel Mahler, con
cincuenta Intérpretes y la Orquesta del Conservatorio del Liceo barcelonés.
Con esta obra, el personaje de Bram Stoker demuestra de nuevo su gran
vitalidad.

La sombra de Drácula

El siglo XX nos trajo el neoclasicismo, el cinematógrafo y el triunfo del


materialismo dividido en dos frentes absolutos. Por una parte el
materialismo de los países socialistas que al negar la existencia de lo
sobrenatural arrinconó toda expresión cultural fantástica.
Por contra, el materialismo capitalista convirtió la literatura del género en
una simple mercancía, razón por la cual las grandes editoriales se
dedicaron a la fabricación masiva de subproductos cada vez más
adocenados donde la componente subversiva y romántica del género
quedó completamente diluida.
Si la cantidad producida ha sido extraordinaria, la calidad ha sido muy
escasa. El siglo XX ha sido el siglo de la literatura light, la literatura
obsoleta, de libros de leer, tirar y olvidar, modas fabricadas mediante el
marketing, los estudios de mercado y razonamientos exclusivamente
mercantiles.
Al expirar los derechos de la novela de Stoker, el personaje pasé a
convertirse de dominio público. Eso no se supo hasta tiempo después,
pero Manly Wade Wellman publicó en la revista “Unknown Worlds” en junio
de 1943 las primeras aventuras de un conde Drácula apócrifo, “The Devil
is Not Mocked”, llevada posteriormente a la televisión.
Richard Mathenson no fue menos, con “Drink My Blood” (1951) recrea la
cinefilia de un personaje, fanático de las películas de Drácula, que acaba
viviendo en la realidad lo que tanto le atrajo desde la pantalla.
La primera novela protagonizada por el célebre vampiro (exceptuando la
obra original, claro) fue “Count Dracula’s Canadian Affair” (1960) de Otto
Friedrich, aunque la inspiración no vino del libro de Bram Stoker sino de la
película de Terence Fisher que en su época fue un auténtico bombazo.
No olvidemos la costumbre de novelar las películas del momento como
“Drácula, Prince of Darkness” (1967) de John Burke o “The Scars of
Dracula” (1971) de Angus Hall, ambas inspiradas en las cintas de la
Hammer. Son obritas escasamente interesantes y oportunistas,
generalmente redactadas por escritores de quinta categoría.
“The Dracula Archives” (1972) de Raymond Rudorff, “Dracula in Love”
(1979) de John Sirley, son nuevas aventuras apícrifas de nuestro querido
reviviente.
Entre 1973 y 1975, Robert Lory publicó una serie de nueve títulos donde el
conde transilvano se convierte en una especie de James Bond maligno.
“Dracula Returns!”, “Dracula Gold” y “Challenge to Dracula” entre otras no
fueron más oportunistas recreaciones ávidas de conseguir ventas fáciles.
En la misma línea Peter Tremayne, especialista de la literatura de terror,
recreó al vampiro en “Dracula Unborn” (también conocida como
“Bloodright: Memoirs of Mircea, Son of Dracula, 1977), “The Revenge of
Dracula” (1979) y “Dracula, My Love” (1980). En ellas se presentaba a un
vampiro endemoniado, con gran rigor en la erudición histórica aunque
jamás iguale la obra original ni de lejos.
El sobrevalorado Fred Saberhagen se ha caracterizado en publicar
novelas apócrifas sobre el conde Drácula como “La voz de Drácula” (The
Dracula Tape, 1975), “An Old Friend of the Family”, “A Matter of Time”, “A
Question of Time”, “Thorn” y otras bastardías donde el personaje es
completamente desvirtuado para mayor delicia de los mercaderes del
sopor. En la misma línea, Kim Newman publica “El año de Drácula” (1994)
para narrarnos qué hubiera pasado si el conde hubiera derrotado al
profesor Van Helsing al final de la novela de Stoker. ¡Qué listos! ¿No?
Brian W. Aldiss en “Dracula Unbound” (1991), una novela de ciencia
ficción, nos presenta a Drácula como Jefe de Gobierno en un mundo futuro
gobernado por los vampiros. Señalemos también las antologías “The
Ultimate Dracula”, editada por Byron Preiss, y “Dracula: Prince of
Darkness”, recopilada por Martin Greenberg. En la primera aparecen
diecinueve relatos, aunque sólo cinco de ellos protagonizados por nuestro
personaje: “The Tenth Scholar” de Melanie y Steve Rasnic Tem; uno de
Edward Hoch; “The Contagion” de Janet Asimov; “Much at Stake” de Kevin
Anderson, una narración que nos cuenta cómo Bela Lugosi soñaba con ser
Vlad El Empalador; y “The Name of Fear” de Lawrence Watt-Evans.
Aparte de todo el mito del vampiro parece convertirse en anacrónico en el
mundo moderno, tan impersonal como masificador, pero a pesar de todo
siempre existen las rarezas, las obras fuera de lo común que destacan por
encima de tanta vulgaridad. Anna Rice entre 1976 y 1988 nos ofrece la
saga de Lestat leído en “Crónicas vampíricas” (”Confesiones de un
vampiro”, “Lestat, el vampiro” y “La reina de los condenados”), la célebre
trilogía nos presenta un reviviente roquero y evidentemente la
confrontación con el mundo moderno le resulta perjudicial. Otra novela
interesante de tema vampírico es sin duda “Sueño del Fevre” (1982) de
George r. R. Martin.
Stephen King tampoco quiso ser menos, con “Salem” consigue crearnos
un relato agobiante y atractivo recurriendo a una pequeña comunidad
americana. Sin embargo, la novela moderna que más me ha interesado ha
sido “Yo soy leyenda” (I am Legend, 1954) de Richard Mathenson, el
frustrado proyecto de Terence Fisher, que ha padecido un par de
versiones cinematográficas poco imaginativas.
Lo más importante de la novela de Mathenson es que por fin subvierte el
maniqueísmo de estos relatos al mostrarnos al planeta Tierra en poder de
los vampiros. El último humano se dedica a clavarles la estaca por el
Corazón durante el día para librarse de ellos, pero la conclusión del libro
no puede ser más irónica.
Al preguntarle los vampiros porque se dedica a clavar estacas en el
Corazón, el humano les responde “Por que sois unos monstruos”, los
vampiros reaccionan gritando “Pero ¡si el monstruo eres tú! ¿Quién es el
diferente? ¿Quién perturba nuestra paz?”.
Realmente Mathenson tiene razón al llegar a la conclusión de que el
monstruo, el anormal, es aquel que es diferente a todos los dimís. En una
sociedad de humanos, el anormal es el vampiro, pero en una sociedad de
vampiros el anormal es el humano.
En nuestro país, dos novelas tratan de narrar las andanzas de vampiros
autóctonos. Uno, Onofre de Dip, Señor de Pratdip, conocido tras "Las
historias naturales” (1960) de Joan Perucho, ambientado durante la guerra
carlista en el Maestrazgo. De hecho, la leyenda natural de la pequeña villa
de Pratdip se refiere a unos perros vampiros, tal como he contado en otro
lugar del libro, siendo este personaje completamente ficticio aunque no por
ello menos interesante.
Dos, el conde Estruc, recuperado en mi novela “Estruc” (1991) cuya
leyenda ya ha sido comentada más atrás. Es completamente risible la
opinión (manifestada en la desaparecida revista “Fangoria”) de que el
lector español no acepta un relato de vampiros ambientado en nuestro
país, nada más lejos de la realidad. El género fantástico está apoyado en
la confrontación de dos mundos, el real y el imaginario. Si el real falla, el
imaginario no resulta creíble tal como ocurrió en muchos títulos del cine
fantástico español (o subproductos foráneos que también los hay) que
mostraban una realidad falsa convirtiendo en carnavalesca la aparición del
monstruo.
Don Guifred Estruc y su hija Doña Núria son enviados por el rey Alfonso II
“el Casto” al castillo de Llers para investigar los ritos ocultos de una secta
pagana, adoradora del gran Shub-Niggurath El Negro, (14) pero una serie
de asesinatos, entre ellos los del propio conde, motivará que éste se
convierta en vampiro seduciendo a su propia hija.
“Estruc” pretende ser una novela gótica y romántica que intenta recuperar
la atmósfera de la literatura vampírica del siglo XIX, incluso muchos
lectores han llegado a creerse que ha sido escrita hace más de cien años.
Los últimos años la literatura vampírica editada a granel se ha apartado de
su verdadera esencia, convirtiéndose en impersonales productos de
marketing. Pero en estas líneas, lo que más nos interesa es el personaje
de Drácula, (15) y más en concreto sus adaptaciones cinematográficas
muy fecundas convirtiéndose así en uno de los personajes más célebres
de todo el siglo XX, dándose la circunstancia de que cuando todos los
ilusos de rigor ya habían firmado el acta de defunción del mito, creyéndolo
del pasado y obsoleto, Francis Ford Coppola lo resucita con una versión
discutible pero no desprovista de interés, grandes hallazgos visuales,
arrasando las carteleras mundiales, los video-clubs, y poniendo en solfa a
los agoreros que habían pretendido convertirle en una reliquia.
Se ignora que los mitos, si vencen al paso del tiempo, es porque son
eternos. Un mito no es sólo una novela o una película célebre, sino su
propio significado. El vampiro en realidad es una metáfora del ser
despótico que anula la voluntad del prójimo. Cuando el Generalísimo
Franco vivía siempre recibía toda suerte de aclamaciones a su paso, la
oposición al Régimen era débil y clandestina; tras su muerte, su influencia
se desvaneció en la nada por arte de encantamiento y sus sucesores nos
han mostrado con obsesiva constancia todos sus defectos. Sin embargo,
los líderes que le han seguido parecen haber sido poseídos por su espíritu
adoptando posiciones claramente caudillistas aceptadas de forma acrítica
por sus numerosos seguidores. ¿Existe un vampirismo sociológico?
Evidentemente sí, pero ya existen antropólogos más expertos en estos
menesteres, y si hemos de ser sinceros a mí sólo me interesa el cine
porque me declaro completamente alérgico a la política española.

Capítulo 3

El vampiro en el cine

Antes de entrar en el estudio de la filmografía del conde Drácula, es


necesario realizar un recorrido por lo más significativo del mito vampírico
en su faceta cinematográfica, refiriéndonos primero a los llamados
Vampiros menores y a los condicionamientos sociales que han provocado
que en determinados momentos históricos el cine de terror esté en auge o
en crisis. Cada vez que se cree muerto el mito de Drácula este reaparece
con más fuerza, y resulta curioso que en un momento en que todos los
productores rechazaban en masa financiar películas de temática vampírica
por considerarla anticomercial, la versión de Francis Ford Coppola
pulveriza literalmente las taquillas dejando en ridículo todas las
argumentaciones esgrimidas por los mercaderes del Séptimo Arte.

Condicionamientos históricos

El personaje creado por Bram Stoker ha tenido una larga carrera


cinematográfica y nada gratuita por cierto. Resulta evidente que la primera
aparición de este célebre vampiro se produjo en Alemania durante la
República de Weimar, nacida tras el humillante Tratado de Versalles
(craso error de los países vencedores de la Primera Guerra Mundial), la
durísima crisis económica y el descontento propició la ascensión del
nacionalsocialismo.
No es extraño que en este ambiente enrarecido floreciera el Expresionismo
Alemán, barrido de un plumazo cuando Hitler ascendió al poder.
La Edad de Oro del cine fantástico de la Universal nació precisamente a
raíz del Crack del 29, con la espectacular caída de la bolsa en Wall Street,
llevando a la miseria a millones de ciudadanos, quien además vivía
atemorizado por el auge de los totalitarismos de derecha en Alemania y de
izquierda en la vieja Rusia.
Fue el estallido de la Segunda Guerra Mundial lo que llevó al fin de este
nuevo ciclo, iniciándose un declive que terminó en los cincuenta con una
nueva época de apogeo, el de la Hammer, nacido en plena guerra fría y
con el ciudadano atenazado por un posible enemigo venido del Este. Las
mismas circunstancias motivaron la eclosión del género en Italia y México,
aunque con obras evidentemente menores.
En España se inició la moda del terror hispano, muy por debajo de las
anteriores, en el tardo franquismo, cuando este régimen político hacía
aguas y se iniciaba una etapa de paulatina liberalización. Resulta
significativo que tras la muerte de Franco, esta moda se esfumara en la
nada, siendo sustituido por una oleada de películas de destape.
Al llegar los años ochenta, el mito de Drácula parecía que estaba
definitivamente muerto y enterrado. Era una cosa del pasado, objeto de
chanzas, hasta que en 1992, en plena crisis económica, el mito renace de
sus cenizas apareciendo una nueva oleada de películas de cine fantástico
retomando los mitos clásicos que se creían fenecidos.
El cine fantástico de los ochenta, salvo excepciones, jamás ha conseguido
el éxito ni la importancia de sus ilustres predecesores. Eran títulos
obsoletos, de consumo fácil, pero que apenas han dejado huella en la
historia. Era necesario regresar a sus fuentes literarias, es decir a sus
orígenes, tal como ha hecho Francis Ford Coppola con Drácula y Kenneth
Branagan con el mito de Frankenstein.
Es también importante señalar que nuestro género necesita de la libertad
de creación para sobrevivir. Ni las dictaduras de Hitler, Stalin, Mussolini,
Franco (salvo en su senectud) han sido propicias para la producción de
películas de género fantástico, tampoco la España de Felipe González ha
sido favorable para nuestro género porque en esta época la financiación
del cine español cayó en manos del Estado, quien dictó sus leyes e
impuso unas directrices rígidas en las cuales era imposible la libre
creación.
Se me ha argumentado desde la propia Administración socialista que su
Ministerio de la Cultura también ha otorgado ayudas anticipadas a
películas de género fantástico como, por ejemplo, “Remando al viento”
(1988) de Gonzalo Suárez o “El bosque animado” (1987) de José Luís
Cuerda, ambas muy estimables, pero ni una ni otra pertenece al género en
su espíritu. Son películas que contienen en su argumento diversos
elementos imaginarios, pero su narrativa nada tiene que ver con el cine
fantástico que ama el público adicto al género dándose la situación
paradójica de que en España existen creadores que desean rodar esa
clase de películas, que tiene un público que las desea ver, pero la
Administración se niega a darles apoyo. (16)
Mientras tanto, durante la década socialista se han rodado, con dinero
público, numerosas cintas que jamás se han estrenado y si lo han hecho
han fracasado estrepitosamente en taquilla porque nadie deseaba verlas.
En otras palabras que es un cine impuesto desde la cúspide y que en
consecuencia carece del más mínimo valor democrático.

El primer vampiro cinematográfico

De los primeros pasos del vampiro en el cine muy poco sabemos ya que
son títulos aparecidos en filmografías modernas, tal vez rescatadas de un
pasado que les había olvidado con total indiferencia como tantos otros
pioneros del Séptimo Arte.
Denis Gifford considera que “La mansión del diablo” (Le manoir du diable,
1897) de Georges Méliès es la primera incursión en el tema, aunque lejos
de las coordenadas conocidas. En esta cinta el mago Méliès se
transformaba en Mefistófeles, el diablo, y es asustado con una cruz como
al conde Drácula. Como vemos la referencia es demasiado vaga para ser
tenida en cuenta. Precisamente en este mismo año, Bram Stoker publicó
su inmortal novela y el interés por el tema aún no se había producido.
Los primeros films son completamente desconocidos en la actualidad:
“Vampyrdanserinden” (1911) de August Bloom; “La vampira indiana”
(1913) de Roberto Roberti; “Balao” (Des pas all plafont, 1913) de V. Jasset;
“La Torre dei vampiri” (1913) de Gino Zaccaria; “The Vampire” (1913) de
Robert Vignola y Hates Hunter, con Harry Millarde, Alice Hollister,
Marguerite Courtot; “La carezza del vampiro” (1918) de R. Bacchini y “Der
vampyr” (1919) de A. Stranz; “Vampiry Warzawy” (1925) y “El castillo de la
maldición” (Atok Vara, 1927) de G. Gal, etc. (17)
Títulos ignotos que no sabemos si corresponden a una ortodoxia del
género o son simples metáforas, parte del cine antiguo está perdido para
siempre y resulta difícil por no decir imposible comprobar su existencia.
Pero ahí están, aunque sea “Nosferatu, el vampiro”, la obra maestra de
Murnau, la primera película oficial del género porque en ella se dan cita
todas las reglas que perdurarán a lo largo de toda la filmografía no sólo del
conde Drácula sino de todos los vampiros menores.
En “La casa del horror” (London After Midnight, 1927) de Tod Browning, el
gran Lon Chaney hizo una maravillosa creación de un vampiro ayudado de
un espectacular maquillaje, pero en las últimas secuencias descubrimos
que se trata de un fraude. Un coronel se ha disfrazado para
desenmascarar a un criminal, decepcionando a todo su público. No
obstante la película tiene excelentes momentos, al igual que su remake “La
marca del vampiro” (The Mark of the Vampire, 1935) del mismo director
con Bela Lugosi.
De todas formas, al no tener continuidad “Nosferatu, el vampiro”, se tuvo
que esperar a la llegada del sonoro para disfrutar de la primera Edad de
Oro del género fantástico tras el Expresionismo Alemán, pero Lon Chaney
no lo vio. Antes de rodar su versión de “Drácula” falleció inesperadamente
dejando su cetro vacante, siendo sustituido por el húngaro Bela Lugosi.
Me pregunto a veces cómo sería la versión de Browning de haberla
interpretado Lon Chaney ¿hubiera gozado de un mayor presupuesto
económico? ¿Se hubiera dejado sustituir por Carlos Villarias en la versión
española o hubiera hecho como Buster Keaton que se atrevió a rodar en
castellano sus primeras cintas sonoras?
Estas preguntas lamentablemente carecen de respuesta.

Un personaje a la busca de un actor

Toda la historia de la preproducción de “Drácula” en la Universal es digna


de un guión para un telefilme desmitificador de las interioridades de la
Ciudad de los Sueños que es Hollywood. Ya en mi volumen dedicado a
Buster Keaton, editado por Royal Books en abril de 1994, di cuenta de las
intrigas de opereta que sufrió este genial cómico en su desdichada
estancia en la Metro Goldwyn Mayer por culpa del “zar” Louis B. Mayer
que destruyó su carrera -y la de otros Intérpretes- sin ninguna piedad.
Tod Browning fue otra víctima de esos prepotentes productores, como
también lo fue Robert Florey a quien James Whale le arrebató el proyecto
sobre Frankenstein y que tuvo que padecer la incompetencia de Julius
Laemmle, hijo del productor de la Universal Carl Laemmle, de quién
adoptó su nombre de pila para llamarse Carl Laemmle jr. Entonces tenía
21 años y era el típico hijo de papá, el arribista oportunista que se
aprovechaba de su situación familiar para ascender en la empresa a costa
de otros.
La víctima propiciatoria de este personajillo fue Paul Kohner, el jefe de los
estudios, a quién desplazó sin ningún miramiento y le relegó a la
producción de las versiones españolas de los títulos Universal y que
precisamente fue el principal artífice de la versión de George Melford
protagonizada por Carlos Villarias.
Tod Browning estaba contratado en la productora del León, la MGM, y
cuando expiraba su contrato cuando Carl Laemmle jr. decidió poner en
marcha su proyecto sobre “Drácula” que, para empezar tenía numerosas
enemistades. En realidad la Universal, tal como he explicado más arriba,
ya había intentado rodar la película en 1915, año de creación de la
productora, pero los lectores de guiones -una especie intragable de
personajes, repito- desaconsejaron el proyecto, y todos ellos dieron una
valoración negativa al proyecto por considerarlo morboso, poco edificante
y, según sus palabras, “repugnante”.
Lon Chaney estaba bajo contrato en la MGM y era muy difícil que Louis B.
Mayer le diera el visto bueno al traspaso de su gran estrella que tantos
dividendos le estaba dando, pero a finales de junio de 1929 se había
llegado a un acuerdo económico satisfactorio para cederle sólo para este
film en donde el gran Chaney debía desdoblarse en dos personajes, el
conde Drácula y su peor enemigo el profesor Van Helsing, repitiendo su
trabajo de “London After Midnight” ya mencionado más arriba.
Sin embargo los papeleos legales eran un auténtico infierno, la MGM cedía
a Chaney para un film mudo y no uno sonoro, como pretendía la Universal,
y las complicaciones eran excesivas. Por otra parte, el informe negativo y
demoledor de los lectores de guiones provocó que Carl Laemmle padre
quisiera desestimar el proyecto, pero el hijo insistió hasta lo indecible y con
buenos argumentos ya que las productoras rivales (la Fox, la Pathé,
Columbia y la MGM) también ambicionaban rodar “Drácula” con Lon
Chaney. Finalmente el proyecto salió adelante y a los admiradores del
gran Chaney se les hacía la boca agua pensando en el excelente film que
iban a ver.
Otro conflicto se presentí a la hora de adquirir los derechos de la novela de
Bram Stoker por los problemas que causaba su viuda Florence Stoker,
quien exigía unos derechos muy elevados. Los autores de las versiones
teatrales Hamilton Deane y John L. Balderston también eran duros de
pelar. Harold Freedman, agente de los tres, defendió los intereses de sus
representados y vendió los derechos a un empresario teatral, Horace
Liveright, quien temía que la versión cinematográfica arruinara las
representaciones de la obra de Broadway. En verano de 1930 todo quedó
solventado y se inició la escritura del guión, encargado a Louis Bromfield.
Antes Fritz Stephani y Louis Stevens habían redactados sendos
tratamientos, en el primero Drácula viajaba en un aeroplano entre Londres
y Transilvania para poder dormir en su tierra natal, pero esa idea fue
desechada por ridícula. Sólo sobrevivió una idea, la de Drácula convertido
en murciélago conduciendo el carruaje hacia el castillo del vampiro en
Transilvania.
Louis Bromfield redactó un guión muy detallado pero complicado para la
época. En ella, John Harker llegaba a los Cárpatos en un trineo (conducido
por Drácula) durante una tormenta de nieve y disparaba contra los lobos.
El vampiro era viejo, con largos pelos canosos y bigote blanco. Por cierto,
llevaba esa larga capa negra tan peculiar del cine de vampiros. Pero esa
versión era demasiado cara para la Universal que había perdido mucho
dinero en el crack de 1929, por lo que este guión fue desestimado.
Dudley Murphy escribió un segundo guión, más completo que el anterior,
pero desestimó muchas ideas del anterior tratamiento. En la versión
Murphy el personaje de Harker quedaba reducido a su mínima expresión,
siendo el propio Renfield quien viajaba a Transilvania. Varios guionistas
entraron a saco en el guión de Murphy, el productor Laemmle jr quería
eliminar aquel bello diálogo de Drácula en la opera “Morir -estar realmente
muerto- debe ser algo glorioso. Cosas mucho peores acechan al hombre”.
Laemmle jr quería que Drácula sólo atacara a las mujeres y no a los
hombres (Renfield y los marineros del barco que les lleva a Inglaterra),
pero Browning apoyándose en el padre del productor se salió en la suya.
En la versión española las tres vampiras atacaban a Renfield, pero en la
inglesa es Drácula quien las hace retroceder para atacarle personalmente,
idea personal de Browning que no estaba en el guión definitivo de Garrett
Fort quién utilizó muchas ideas de Murphy pero que firmó en solitario.
Quedaron eliminadas en la versión de Garret Fort la persecución final del
vampiro en su regreso a Transilvania, trasladando su final a la abadía de
Carfax. De hecho es este guión el punto más débil tanto de la versión de
Browning como la de Melford, a media película Van Helsing descubre,
gracias al truco del espejo, la identidad del vampiro. Sabiendo dónde
reside éste, lo lógico sería que a la mañana siguiente acudiera a eliminarle
pero no es así, pasándose el resto del metraje con una intriga un tanto
artificiosa que resulta bastante pesada.
Faltaba el actor principal que debía asumir la personalidad del vampiro.
Browning quería a Bela Lugosi, con quien había trabajado en “The
Thirteenth Chair”, pero los estudios preferían a Lon Chaney. Lugosi
contaba además con el beneplácito de Florence Stoker, amiga personal, a
quien convenció de que rebajara sus pretensiones económicas para ceder
los derechos a la Universal.
Finalmente Lon Chaney muere inesperadamente de cáncer el 26 de
agosto de 1930, dejando a la Universal en la estacada. Entonces se
barajaron diversos nombres: Ian Keith, un actor teatral muy prestigioso,
especializado en Shakespeare; William Courtenay; John Wray; Chester
Morris; Joseph Schlidkraut, Raymond Huntley (el actor que había hecho de
Drácula en el West End de Londres y en una gira en los Estados Unidos),
John Barrymore y Paul Muni.
Otro rival de Bela Lugosi era el alemán Conrad Veidt, célebre por su papel
en “El gabinete del Dr. Caligari” (Das Cabinet des Doktor Caligari, 1919)
apoyado por Paul Kohner y el director Paul Leni, un rival de Browning en el
proyecto, pero que falleció en septiembre de 1929 a causa de un
envenenamiento de la sangre. Kohner, como hemos dicho, fue desplazado
por el retoño de Laemmle, y Conrad Veidt se marchó de nuevo a trabajar a
Berlín porque su inglés era entonces muy deficiente. Más tarde, a causa
del nazismo, tuvo que regresar a Hollywood y le recordamos por su villano
en “Casablanca” (Casablanca, 1942) de Michael Curtiz.
En fin, el papel cayó en el mejor actor capacitado para hacerse cargo de
él, el húngaro Bela Lugosi, quien lo aceptó con excesivo entusiasmo
porque trabajó por un sueldo irrisorio de 3.500$ (500$ a la semana),
mientras el inexpresivo David Manners cobró 2.000$ a la semana (¡cuatro
veces más que el protagonista!) desplazando a Robert Ames y Lew Ayres,
éste mucho más capacitado que Manners para el papel de John Harker.
La heroína Mina fue encarnada por una refinada actriz de Broadway, Helen
Chandler, que entonces tenía 22 años. Una actriz de vida artística efímera
por culpa de su adicción al alcohol y a las drogas que acabó matándola
prematuramente. Frances Dade, una joven estrella de Filadelfia, fue Lucy
Weston. Curiosamente esta actriz era nieta de la modelo que posó para los
billetes de dólar en los Estados Unidos.
Edward Van Sloan ya había interpretado a Van Helsing en Broadway y el
histriónico Dwight Frye, también procedente del teatro de Nueva York, fue
un Renfield antológico. Sin embargo Bela Lugosi aceptó, en el aspecto
económico, uno de los peores contratos que se recuerdan en los estudios
de Hollywood sólo comparable al de Christopher Reeve cuando rodó el
primer “Superman” en los setenta. Demasiado obnubilado por el
entusiasmo, Bela Lugosi podía competir perfectamente con Buster Keaton
y Harry Langdon para conseguir el título del peor comerciante de
Hollywood por la desastrosa forma en que llevaron sus asuntos
económicos a lo largo de sus vidas.
Un año después de rodar “Drácula” Lugosi fue demandado por sus
acreedores, su talento como actor jamís fue acompañado de un sentido
más práctico de la economía hasta caer en su senectud en las redes de Ed
Wood. El húngaro siempre se quejaba de que en Hollywood a los
extranjeros no anglosajones siempre les daban papeles de villano porque
hablaban con acento defectuoso, así como la costumbre del teatro y del
cine americano de crear estereotipos y no dejar que los actores interpreten
variedad de personajes tal como ocurría en el cine europeo.

Bela Lugosi, el Drácula ideal

Bela Blasko nació el 20 de octubre de 1882 en una ciudad del sur de


Hungría llamada Lugosi (curiosamente situada a escasos kilómetros de
Transilvania), de ahí sacó su célebre nombre artístico en recuerdo de la
acogedora villa que le vio nacer. Su vida fue muy difícil, tal como veremos
a continuación, ya que los avatares históricos dieron un radical giro a su
existencia que nada tuvo que ver con la que se marcó en su juventud.
Dotado de una espléndida voz, Bela Blasko era hijo de un banquero
húngaro que deseaba que su hijo siguiera sus pasos. Sin embargo no fue
así, el joven Bela quiso ser deportista ya que tenía excelentes aptitudes y
estaba dotado de un cuerpo atlético en aquellos años mozos.
Seducido por el teatro, el muchacho de doce años se enroló en una
compañía ambulante que recorría villa tras villa representando obras de
repertorio hasta que en 1902 ya debutó en un teatro estable actuando
siempre con diversos pseudónimos hasta que en 1911 pasó al prestigioso
Teatro Real Húngaro y en 1913 al Teatro Nacional de Budapest
obteniendo un importante prestigio escénico.
En la cuna del mejor teatro húngaro, Bela Blasko encarnó a personajes de
gran talla como Armand Duval, Jesucristo, Romeo, Laerte, Cassius, Cinna,
Otelo y otros, protagonizando obras de Alejandro Dumas hijo y William
Shakespeare. El timbre de su voz era tan impresionante que representó al
conde Danilo, el teniente seductor de "La viuda alegre" la opereta de Franz
Lehar que en cine popularizó Maurice Chevalier en la mejor de sus formas.
Ese detalle nos da perfecta idea de la clase de actor que era Bela Blasko
antes de una serie de acontecimientos que vamos a relatar más adelante.
Bela Blasko era el primer actor de una institución que dependía
directamente del Estado, quien financiaba las representaciones y pagaba a
los actores que si bien no se hacían ricos sí gozaban de estabilidad
económica, situación poco frecuente en este oficio tan irregular.
Al estallar la Primera Guerra Mundial, Bela es enrolado en infantería
sufriendo por tres veces gravísimas heridas en el frente serbio y en Rusia,
donde se distinguió por su enorme valor obteniendo el grado de capitán.
Heridas que prácticamente condicionaron su vida produciéndole horribles
dolores en las piernas que le siguieron atormentado hasta el final de sus
días. En 1916 fue desmovilizado y regresó a su antiguo trabajo en el
Teatro Nacional. En 1917 debutó en el cine como actor, adoptando un
pseudónimo, Arisztid Olt, con el cual protagonizó "A Leopard" (1917) de
Alfred Deesy. Esta parte de su carrera es completamente desconocida
pero encontramos una adaptación de "El retrato de Dorian Gray" de Oscar
Wilde, del mismo director y rodada en el mismo año. Para la anécdota
debemos destacar que en "A Naszdal" (1917), también de Deesy, Arisztid
Olt coincidió con un actor llamado Károly Lajthay quien en 1921 rodó como
director "Drakula" sin haber adquirido los derechos de la novela de Bram
Stoker.
Convertido en un gran astro de la pantalla húngara, Bela Blasko reconvirtió
su nombre artístico adoptando el de Bela Lugosi con el cuál muchos años
después conquistaría la fama. En esta época trabajó con Mihaly Kertesz,
un realizador que años después emigró a Hollywood convirtiéndose en
Michael Curtiz.
Fue entonces cuando Bela Lugosi, actor situado en la cúspide de su fama
dentro del marco húngaro, cometió el mayor error de toda su vida: meterse
en política. Hungría había sido derrotada en la guerra mundial y se había
separado de Austria, recordemos el célebre Imperio Astrohúngaro tan
querido de Luís García Berlanga, apareciendo síntomas que presagiaban
que la Revolución bolchevique que tanto éxito había tenido en Rusia iba a
repetirse también en el país de los magiares.
En marzo de 1919 el gobierno de Karolyi fue derrocado por una
insurrección motivada por las graves crisis económicas que sufría el país.
Bela Kuhn instauró la República Soviética Húngara a imitación de la
naciente URSS, convirtiéndose prácticamente en un estado satélite de
éste.
Las malas condiciones de vida que padecían los actores, trabajando por
una miseria en el Teatro estatal fue la causa de la entrada en política de
Lugosi, quien abrazó el comunismo como reacción, tal vez por
oportunismo o por seguir la moda, y distinguiéndose por sus actividades
revolucionarias. Al frente del Sindicato de Actores, creado por el propio
Lugosi y del que era su presidente, el actor húngaro se distinguió por su
excesivo autoritarismo. Una especie de despotismo ilustrado que le valió
numerosas enemistades.
Por su parte, Bela Kuhn ejerció una dictadura atroz y siniestra que en vez
de mejorar la situación de su pueblo aún la empeoró. Temiendo que la
sublevación comunista se extendiera por Europa, el gobierno de Rumania
derrocó en septiembre de 1919 al gobierno de Kuhn, restaurando la
monarquía con el regente Horthy, futuro aliado de Adolf Hitler.
Esta dictadura sólo duró cinco meses, pero habían dejado marcado a Bela
Lugosi. Kuhn había huido a la Unión Soviética y Lugosi viéndose
desamparado fue perseguido por el nuevo orden teniendo que huir al país
vecino, Austria, y más adelante marchó a Berlín en busca de mejores
oportunidades ya que no pudo emigrar hacia la naciente Unión Soviética
porque en la patria del comunismo la industria cinematográfica había sido
desmantelada por la Revolución y sus profesionales habían fugado al
extranjero.
En Alemania vivió algún tiempo, trabajó con Wihelm-Friedrich Murnau en
"Der Januskopf" (1920) y otros realizadores siempre en papeles muy
secundarios. Lugosi no entendía el alemán y tenía muchas dificultades
para encontrar trabajo, creyendo que su situación era transitoria soñaba
con regresar al Teatro Nacional de Budapest pero no fue así.
Tras pedir asilo político en la embajada de los Estados Unidos, en 1921
desembarca en Nueva Orleáns y parte hacia Nueva York, donde fue
ayudado por compatriotas húngaros y fundó una compañía teatral.
Hollywood se fijó en él y le dio trabajo, papeles secundarios pero bien
pagados. Era el cine mudo y al no tener que hablar no se notaba su fuerte
acento húngaro que nunca perdió. Haciendo enormes esfuerzos se
aprendía los textos de memoria cuando representaba obras teatrales, su
forma de hablar era motivo de chanzas dentro de la profesión que siempre
le consideró un extraño.
Bela Lugosi a sus 45 años encontró al personaje de su vida, al conde
Drácula cuando protagonizó en el Fulton Theatre de Nueva York la célebre
obra de Hamilton Deane, basado en la obra del irlandés Bram Stoker
“Drácula”. 500 representaciones que cimentaron su leyenda, el 5 de
octubre de 1927 se alzó el telón por primera vez y representó al mismo
personaje en la legendaria película de Tod Browning. Bela Lugosi había
dejado de ser un hombre para convertirse en un mito.
Actor súper profesional, el mediocre David Manners le calificó como “un
pelmazo de los pies a la cabeza”, pues el húngaro se paseaba por el plató
con su caracterización declamando con su peculiar tono de voz “¡Yo soy
Drácula! ¡Yo soy Drácula!”.
De hecho Lugosi, desde que inició las representaciones teatrales temía
repetirse, representar su personaje de forma demasiado mecánica. Antes
de cada representación se sentaba en su camerino para asumir la
personalidad de Drácula. Durante los dos años de la representación nunca
dirigía la palabra a nadie entre bastidores para no perder la concentración.
El resto de la compañía se daba cuenta de la gran tensión que acumulaba
Lugosi. “Era víctima de un auténtico hechizo que no me atrevía a romper.
Si me salía de mi personaje aunque sólo fuera un momento, la inquietante
amenaza del terrible conde Drácula desaparecía de la caracterización, y mi
poder sobre el público perdía fuerza”.
Cuando se inició el rodaje del film de Browning, Lugosi era consciente del
cambio de estilo que exigía el cinematógrafo. En teatro se exageraban los
gestos para que fueran percibidos por los espectadores de las últimas filas,
en cine era todo diferente. Las cámaras le acercaban al público que
visualizaba hasta los menores gestos. Por eso se tuvo que “reprimir” -
según sus propias palabras- para no caer en la exageración. Tod Browning
tuvo que contenerle en muchas ocasiones porque acostumbrado al teatro
se había anquilosado en la técnica escénica, pero gracias a la ayuda del
realizador este problema se solventó con éxito convirtiéndose en una
auténtica estrella cinematográfica.
La filmación de “Drácula” se inició el 29 de septiembre de 1930, terminado
el 15 de noviembre. Pero las escenas adicionales fueron filmadas entre el
13 de diciembre de 1930 y el 2 de enero de 1931. Los problemas de
producción fueron impresionantes, debido a recortes presupuestarios. Por
si fuera poco el 23 de octubre de 1930, un incendio destruyó el decorado
de la posada y se tuvo que construir de nuevo para la versión española ya
que Browning ya había concluido esta secuencia en la que Renfield es
avisado por el posadero de que no acuda al castillo de Drácula.
Desgraciadamente, la dolencia que había obtenido durante la guerra le
obligaba a dormir sobre una tabla. Malas lenguas decían que en un ataúd.
Para calmar su dolor debía tomar diversas drogas de las que abusó
amargado por su entorno, la morfina a partir de 1935, para aliviar dolor de
sus piernas, y la metadona desde 1938. Lugosi rodó muy buenas películas
a lo largo de su carrera, pero también muchos títulos alimenticios indignos
de su gloria. Su carácter irascible, amargo, unido a sus dificultades
idiomáticas le fue cerrando puertas. Su inglés deficiente le convirtió en un
actor marginado del que todos se burlaban cuando lo encontró el joven Ed
Wood para quien rodó sus últimas (y desastrosas) cintas, pero eso ya no
importa. El 16 de agosto de 1956, Bela Lugosi falleció de una crisis
cardiaca, tras haber rodado unas pruebas de cámara vestido de Drácula
que Ed Wood utilizó para "Plan Nine from Outer Space" (1959),
considerada la peor película de historia de cine por los críticos que no han
visto "El anticristo 2" (Magic London, 1990) de Germán Monzó que aún la
supera en estos extremos tan horrendos.
Sobre Bela Lugosi corren muchas leyendas, se dice falsamente que se
creía el propio conde Drácula pero eso nunca fue cierto. La droga le mató,
pero también la margenasen que sufrí por tener que rodar en un idioma
que no era el suyo y que perjudicó su carrera. Pero sus fans le adoraban
con su acento húngaro, sin él Bela Lugosi no era Bela Lugosi.
"Dicen que estoy loco porque me creo el conde Drácula -decía Lugosi-
pero la sociedad que me rodea está aún mucho más loca que yo". La
tragedia de este excelente actor húngaro es que no pudo trabajar en su
propio país (Hungría, tras la Segunda Guerra Mundial cayó en manos de la
dictadura comunista que defraudó hasta a los propios -y verdaderos-
comunistas), en donde había conseguido un notable prestigio escénico y
tuvo que exiliarse en tierras extraías, en una sociedad que le marginó y le
despreció. Cuando triunfó en el cine fantástico a principios del sonoro,
Lugosi tenía 50 años. Demasiados para un actor extranjero que hablaba
mal el inglés y se le relegó a papeles secundarios más o menos exóticos.
Además Boris Karloff, un actor británico de excelente dicción, le desplazó
de las pantallas y le arrebató el cetro de Rey del Terror.
Resulta muy curioso que el Comité de Actividades Antiamericanas que
persiguió a muchos falsos comunistas, tomándolos por tales, no molestó
siquiera a Bela Lugosi que fue dirigente marxista en el pasado. Tal vez le
tomaron por demente y no quisieron perder el tiempo con él. Sí estaba en
las listas negras de Hollywood la actriz Vampira (nombre artístico de la
finlandesa Maila Nurmi), coprotagonista de la mencionada "Plan Nine from
Outer Space", acusada de comunista sin serlo ni por asomo. Dorothy Tree,
una de las tres vampiras “novias” de Drácula del film de Tod Browning, fue
apartada de Hollywood por pertenecer al Partido Comunista pero regresó
al cine con “Hombres” (The Men, 1950) de Fred Zinnemann y también en
“La jungla del asfalto” (The Asphalt Jungle, 1950) de John Huston, en el
papel de May Emmerich (la esposa del corrupto Louis Calhern), falleciendo
en 1992.
Por cierto, las otras dos “novias” de Drácula fueron Geraldine Dvorak, la
doble de Greta Garbo en la Metro, y posterior actriz teatral, y Mildred
Peirce (más conocida como Cornelia Thaw) quien abandonó el cine poco
después de rodar “Drácula”. La identidad de este trío de actrices ha sido
un misterio durante décadas.

El vampiro latino

El cordobés Carlos Villarias, (18) protagonista de la versión española de


“Drácula”, dirigida por George Melford, no es conocido por los públicos
actuales. Su versión fue descubierta en una siniestra sesión del desastroso
Festival de Sitges desorganizado por la Generalitat catalana, tras padecer
la actuación de un mago de pacotilla y los cinéfilos tuvimos que soportar
las escasas gracias (?) de los irónicos de siempre, así como las desdenes
de los amiguetes de los desorganizadores de tan patético certamen.
Carlos Villarias Llano nació en Córdoba, el 7 de julio de 1892,
perteneciente a una rancia familia de militares, pero el joven prefirió
estudiar leyes y tras licenciarse ejercer de abogado. Al tener buena voz y
excelentes cualidades líricas se inició en el teatro, actuando en diversas
compañías de opereta, llegando a trabajar en los mismos Estados Unidos
gracias a su perfecto dominio del inglés. Al llegar el sonoro Hollywood le
reclamó para actuar en las versiones hispanas de sus films anglosajones,
participando en treinta y cinco títulos.
En 1939, cuando las productoras americanas dejaron de producir películas
para el mercado hispano, Villarias pasa a México rodando alrededor de
treinta películas más, destacando otro film de vampiros, ”El capitón “Buen
Revés” (1936) de Juan Bustillo Oro, conocida también por ”Nostradamus”,
pero finalmente la nostalgia le venció y en 1949 regresa de nuevo a
España rodando dos títulos más, “Jack el Negro” (1950) de Julien Duvivier
y José Antonio Nieves Conde, con George Sanders de protagonista, y la
ignota “La ciudad del fuego” (1951) de José González Ubieta, un extraño
relato fantástico de ciudad misteriosa y perdida, tipo La Atlántida, donde el
cordobés se reencontró con Pablo Álvarez Rubio, el Renfield de la versión
de “Drácula” que interpretara en Hollywood.
Posteriormente su pista se pierde, desconociéndose datos de su
fallecimiento porque éste no trascendió, ni consta que rodara ningún título
más. Misterio.
En Hollywood, otro español, Ernesto Vilches se empeñó en emular al
mismísimo Lon Chaney rodando “Wu Li Chang” (1930) de Nick Grinde,
basado en “Mr. Wu” (1927) de William Nigh, curiosamente un remake
hispano de un film mudo.
Vilches era un precedente de Paul Naschy, tanto en sus virtudes como en
sus defectos. Era un actor especializado en el transformismo, debutando
como doña Brígida en una representación de “Don Juan Tenorio” en el
teatro. Por eso se le comparó en su día con Lon Chaney y era el actor más
adecuado para sustituirle en una versión hispana de uno de sus éxitos.
Posiblemente de haber sido un actor más dúctil y menos conflictivo hubiera
sido el intérprete adecuado para interpretar al Drácula español, al menos
Ernesto Vilches tenía más personalidad que Carlos Villarias y el papel le
sentaba mucho mejor.
En “Cheri-Bibi” (1931) de Carlos F. Borcosque, réplica de “The Phantom of
Paris” (1931) de John Stuart Robertson, Ernesto Vilches tenía doble papel,
el amigo Cheri-Bibi y el barón Max von Dyke. Se trataba de un proyecto de
Lon Chaney que se aplazó por la muerte de éste, siendo sustituido por el
mediocre John Gilbert en la versión inglesa y por Vilches en la española.
Basado en una novela de Gaston Leroux, “Cheri-Bibi” dio una oportunidad
de lucirse al transformista español, sin embargo sus exageradas
exigencias, sus fracasos interpretativos en Hollywood que él achacaba a
sus compañeros, y un carácter harto difícil motivó que las productoras
americanas acabaran por volverle la espalda y deshacerse de él.
No fue hasta finales de los sesenta que el cine español se encontró con un
caso similar, Paul Naschy protagonizó “La marca del hombre lobo” (1968)
de Enrique Eguiluz, a mi juicio sobrevalorada por algunos adictos al
fantástico, mostrando diversas peleas entre vampiros y licántropos. Jacinto
Molina (ese es su verdadero nombre) fue el conde Drácula en dos
ocasiones, "El gran amor del conde Drácula” (1973) de Javier Aguirre y en
una parodia televisiva aparecida en el programa infantil “Olla de grillos”
(1991).
Ambas apariciones fueron completamente olvidables, sin embargo, el
discípulo más aventajado de Lon Chaney del cine y el teatro español fue,
sin ninguna duda, Narciso Ibáñez Menta.
Nacido en Sama de Langreo (Asturias) el 25 de agosto de 1912, hijo de los
actores Narciso Ibáñez Cotanda y Consuelo Menta, Narciso Ibáñez Menta
es sin ninguna duda el mejor actor de fantástico que tenemos en España,
pese a que el cine de este género no le ha utilizado todo lo que debía.
Tras seguir a sus padres en diversas giras, llegó a Nueva York triunfando
en los teatros hispanos. Gran admirador de Lon Chaney, padre, consiguió
de él un autógrafo y decidió seguir sus pasos. Excelente transformista,
Narciso Ibáñez Menta descubrió al personaje de Drácula de niño
asistiendo a una representación en el Rialto de Broadway de la obra teatral
de Hamilton Deane y John L. Balderston protagonizada por el mítico Bela
Lugosi. Aquel actor infantil, llamado entonces Narcisín, se quedó tan
impresionado que decidió en el futuro recrear en la escena y en la
televisión diversos personajes del género fantástico.
Al salir de los Estados Unidos, viajó a Cuba y después a Buenos Aires
donde puso en escena “El hombre y la bestia” de Stevenson, “El fantasma
de la Opera” y diversas obras más, pasando luego al cine y a la televisión,
convirtiéndose en este campo en un personaje archipopular en las Pampas
argentinas.
Ya en España, representó a Van Helsing en 1978, en una versión teatral
de “Drácula”, y al propio vampiro en “La saga de los Drácula” (1972) de
León Klimovsky. Antes, en Argentina, representó este papel en un serial
televisivo, “Otra vez Drácula” (1970), que él mismo dirigió, obteniendo un
importante éxito, destacando su recreación de Van Helsing en “Hay que
matar a Drácula” (1979), siendo el primer actor que ha interpretado los dos
papeles, el del vampiro y el de su peor enemigo.
Además de interpretar, Narciso Ibáñez Menta fue realizador de sus
emisiones argentinas, y autor del propio maquillaje que llevaba sobre su
rostro según la tradición heredada de Lon Chaney, padre, quien creaba
personalmente sus propias caracterizaciones en la pantalla.

Los vampiros menores

Saliéndonos del personaje de Drácula, tratando en profundidad más


adelante, los estudios mejicanos consiguieron muy buenos resultados con
la cinta gótica “El vampiro” (1959) de Fernando Méndez, que en su
distribución en cines españoles solía ir acompañada en programa doble de
su segunda parte, “El ataúd del vampiro” (1960), del mismo realizador. De
hecho, contando ambas con los mismos elementos, la calidad era dispar,
sobresaliendo con gran diferencia la primera entrega de tan singular
díptico.
Germán Robles era el conde Lavud, un vampiro en la más estricta
ortodoxia stockeriana, respetando todas las reglas del género. “El vampiro”
contaba además con una buena atmósfera, típicamente Universal, y
estaba realizada con total seriedad, algo raro en las cintas mejicanas que
en más de una ocasión han caído en el más absoluto de los ridículos.
Sin embargo Fernando Méndez supera todos los escollos ofreciéndonos
una obra más que digna y, en definitiva, un nuevo clásico del género.
Al quedar convertido en una especie de mito azteca, Germán Robles
aborda de nuevo el tema del vampirismo en cuatro cintas de Frederick
Curiel, basadas las cuatro en las andanzas del vampiro Nostradamus, ya
conocido por “El capitán “Buen Revés” con Carlos Villarias: “La maldición
de Nostradamus” (1960), “La sangre de Nostradamus” (1960),
“Nostradamus y el genio de las tinieblas” (1960) y “Nostradamus y el
destructor de monstruos” (1961).
Desgraciadamente, un año después, Germán Robles se rebaja a satirizar
su personaje en “El castillo de los monstruos” (1962) de Julián Soler, al
lado de un cómico de tan poca categoría artística como Clavillazo.
Efectivamente Germán Robles, por sus condiciones físicas podría haber
sido una estrella hispana del género fantástico pero como en el caso de
Narciso Ibáñez Menta no tuvo material de calidad en sus incursiones
cinematográficas, pero si en este último caso quedó como refugio la
televisión, en cambio el intérprete del conde Lavud desapareció tan
rápidamente como había aparecido en la pantalla.
El español Miguel Morayta, exiliado en México, se cansó de sus películas
de rancheras y abordó el género con dos cintas extrañísimas “El vampiro
sangriento” (1961) y “La invasión de los vampiros” (1962), ambas con las
aventuras de un conde Frankenhausen (interpretado por Carlos Agostí)
completamente pintoresco. Santo, el Enmascarado de Plata, para no ser
menos tuvo que vérselas con seres de las tinieblas en más de una
ocasión, “Santo contra las mujeres vampiro” (1962) de Alfonso Corona
Blake, con la simpar Lorena Velázquez, ‘Santo y Blue Demon contra los
monstruos” (1968) de Gilberto Martínez Solares, y “Santo en la venganza
de las mujeres vampiro” (1969) de Frederick Curiel con una tal condesa
Mayra (Gina Romand). También hacía su aparición Aldo Monti, otro actor
especializado en vampiros aztecas a cada cual más horripilante, dicho en
sentido peyorativo del término.
Otra oleada de cine fantástico en los sesenta nos vino de Italia, país donde
suelen cocerse muchas películas de escasa envergadura, pero en
comparación con México o España, donde las buenas películas del género
son muy raras, los italianos han conseguido auténticas obras maestras,
sobretodo aquellas que fueron dirigidas por gentes como Mario Bava y
Riccardo Freda.
Cuando Riccardo Freda puso en marcha “I vampiri” (1957) con su esposa
Gianna Maria Canale, reina indiscutible del peplum italiano, ignoraba que
se anticipaba a la nueva Edad de Oro del cine fantástico, con una serie de
títulos de procedencia europea (la británica Hammer, el fantástico italiano)
al que se añadió la oleada ya comentada que nos llegó desde México.
Una baza importante de “I vampiri” era la fotografía en blanco y negro de
Mario Bava, que recupera en cierto modo la atmósfera Universal aunque
recuperando las leyendas originales con todo su rigor. Un año después
triunfó “Drácula” (Horror of Dracula, 1958) de Terence Fisher, esta vez a
todo color, y gran impulsora del renacimiento del género. Los italianos
contraatacaron con una estilizada adaptación de “Vij” de Nicolas Gogol.
“La máscara del demonio” (La maschera del demonio, 1960) de Mario
Bava, lanzó el sensual rostro de Barbara Steele en su doble encarnación
de la princesa Katia y la princesa Ada, es decir, la vampira (más bien una
bruja resucitada del pasado) y su víctima, destacando la ambientación
realizada en estudio de la antigua Rusia.
Una bruja es quemada en el pasado, clavándole en el rostro una máscara
con pías que le desfiguran el rostro. Siglos después, una descendiente
suya que vive en el castillo tendrá un corte accidental cuya sangre caerá
sobre el esqueleto de su antepasada volviéndola a la vida.
“La máscara del demonio” es para mí la obra maestra absoluta del cine
fantástico italiano, en un nivel que jamás han sido capaces de alcanzar los
seguidores del gran Bava, ni siquiera su hijo Lamberto quien en 1989
realizó un remake con el mismo título completamente execrable.
Renato Polselli no quiso ser menos, con “L’amante del vampiro” (1961) con
Walter Brandi y Maria-Luisa Rolando, nos ofreció una película menor, pero
digna. Unos vampiros se rejuvenecen cuando absorben la sangre de sus
víctimas, pero envejecen en su época de abstinencia. Lamentablemente,
las secuencias que transcurren fuera del castillo, con una compañía de
bailarinas un tanto chusca son completamente mediocres. En cambio,
cuando se refleja el mundo imaginario de los aristócratas vampiros se
consigue un buen clima gótico.
Mario Bava consigue una auténtica obra maestra con su adaptación de
“Los wurdalak”, perteneciente a “Las tres caras del miedo” (I tre volti della
paura, 1963), basado en un relato de Alexis Tolstoi, “La familia Wurdalak”,
con el gran Boris Karloff como Gorka, el abuelo de la familia que regresa a
su casa para contagiar a todos los suyos. Con una excelente utilización del
scope y del Eastmancolor, nos encontramos con los ambientes de la Rusia
milenaria de las estepas y sus ancestrales supersticiones que ya habíamos
descubierto en “La máscara del demonio”.
Otro ejemplo de cinta vampírica nos lo dio el irregular Antonio Margheriti,
más conocido como Anthony Dawson, con “La danza macabra” (1963) de
nuevo con la presencia de Barbara Steele en el papel sinuoso de una
vampira lesbiana. Para ganar una apuesta, Alan Foster, un joven reportero
accede a pasar una noche en un castillo repleto de revivientes. “La horrible
noche del baile de los muertos” (Nella stretta morsa del ragno, 1971) fue
un remake en color del propio realizador, con Michéle Mercier sustituyendo
a Barbara Steele, y Anthony Franciosa como el imprudente periodista.
Ya como reina indiscutible del terror italiano, nuestra Barbara reincide por
tercera vez con “Gli amante d’oltre tomba” (1965) de Mario Caiano, de
nuevo con un doble papel pero en un tono menor. Estamos muy lejos del
clima de “La máscara del demonio” que sí reapareció en la versión rusa de
“Vij” (1967) de Alexandre Ptouchko, una cinta ignorada que fue descubierto
con gran placer en el Festival de Sitges (cuando lo llevaba Ráfales, por
supuesto).
Un seminarista que se ve envuelto durante una noche en una mansión
poblada por vampiros y demás seres de las tinieblas, salvándose
únicamente por la fuerza de su fe. Al día siguiente será llamado por un
hombre rico para oficiar un responso en el ataúd de su hija, descubriendo
horrorizado que tiene el rostro de una bruja muerta tiempo atrás.
Ya en Inglaterra, el polaco Roman Polanski consigue en “El baile de los
vampiros” (The Fearless Vampire Killers, 1967) una de las mejores
ambientaciones del género a pesar de su aire paródico. Un cazador de
vampiros (Jack McGowran) y su ayudante Alfred (Roman Polanski) acuden
a unos parajes cercanos a un castillo, la gente es muy supersticiosa pero
no quiere decir nada. La aventura les llevará al interior de sus almenas
participando en un akelarre infernal. La ironía de su autor es patente en
cada secuencia, gracias a una inteligente utilización del color y un
ambiente de ensueño.

Bathory y Carmilla, reinas de la noche

Aparte del conde Drácula, las dos figuras más importantes dentro de la
filmografía del vampiro son la condesa Bathory y la sensual Carmilla
creada por Sheridan Le Fanu. Tal vez los únicos personajes femeninos
capaces de igualarse al célebre príncipe de las Tinieblas, a ese Don Juan
de Ultratumba que durante un siglo de cine se ha convertido en un
auténtico fenómeno social.
La historia de la condesa Bathory ya ha sido relatado en otra parte de este
libro, pero sus primeros pasos en el cine motivaron una curiosa anécdota
que relataré a continuación.
En 1964, el realizador catalán Jordi Grau realizó un viaje a la República
Socialista de Checoslovaquia, (19) donde conoció la leyenda de la
condesa Bathory. Al regresar a España redactó un proyecto que ofreció a
los productores españoles que lo rechazaron de inmediato, “aquí se hace
cine social” dijeron, y ante esta negativa Grau decidió enviarlo a la
Hammer británica que también lo rechazó pero, sin embargo, años
después puso en marcha un proyecto similar. “La condesa Drácula”
(Countess Dracula, 1970) de Peter Sasdy. Autor de la idea un tal Gabriel
Ronay, que nadie conoce, y el cineasta catalán no pudo rodar su proyecto
hasta 1972, con el título “Ceremonia Sangrienta”. Tras haber luchado ocho
años para conseguirlo filmar, la crítica española lo rechazó diciendo que
era un film de… “encargo”.
Los mismos checos nos ofrecieron una versión en dibujos animados muy
interesante, “Krvava Pani” (1981) de Viktor Kubal, mostrando toda clase de
perversiones de la condesa. Su título traducido al castellano es “Dama de
sangre” con el cual se proyectó en el Festival de Sitges. Vemos la
costumbre de la condesa de crear muñecas animadas que seducían a los
hombres, cuando estos la abrazaban salían de sus pechos dos afiladas
dagas que les atravesaban dándoles la muerte.
La versión de Jordi Grau, “Ceremonia sangrienta” (1972). Aunque haga
referencia a una descendiente de la condesa que sufre su misma suerte
(Lucía Bosé y Espartaco Santoni en el reparto), es posiblemente la mejor
de su filmografía. Es una rara vez dentro del fantástico español que se
consigue una obra de gran calidad, mostrando con gran rigor los
ambientes donde se movía la creencia en el vampiro y cuales eran sus
bases. La chica virgen que cabalga desnuda sobre un caballo en busca de
la tumba de un vampiro era aún inédita en 1972.
Aunque no sean vampiros auténticos, ya que ciertos cineastas españoles
no se atreven con la temática fantástica, la película de Grau narrada con la
imaginación suficiente para interesarnos. Algo que no ocurría en otras
andanzas de la condesa en nuestros pagos.
En “La noche de Walpurgis” (1970) de León Klimovsky, Patty Shepard es
la condesa Wandesa Dárvula de Nadasdy, sensiblemente inspirada en la
condesa Bathory, una vampira lesbiana resucitada de forma idéntica a
Barbara Steele en “La máscara del demonio”, aunque los valores de la
película española son muy inferiores. Sin embargo, lo más atractivo de “La
noche de Walpurgis” es Patty en su caracterización de vampira quien en la
entrega anterior de las andanzas del licántropo nacional, “Los monstruos
del terror” (1969) de Tulio Demicheli, era la codiciada víctima del vampiro
Janos de Mialhoff (Manuel de Blas, a la sazón su marido).
Patty no quiso convertirse en la musa del fantástico español, tal vez
porque no le gustaban los guiones que cayeron en sus manos. Sin
embargo ha sido una de las actrices más desaprovechadas del cine
español, como lo fue posteriormente Julia Saly, pseudónimo de Julia
Salinero, más conocida como “La Pocha”, una bailarina de flamenco que
desde niña había pisado los tablados del mundo entero.
Julia Saly fue una condesa Bathory muy parecida a la real en “El retorno
del hombre lobo” (1980), esta vez bajo la dirección del propio Paul Naschy,
con un argumento muy semejante al de “La noche de Walpurgis”. Silvia
Aguilar y Beatriz Elorrieta le acompañaban en sus correrías terroríficas.
Pero el problema que tenían estas películas residía en la personalidad de
su creador, excesivamente divo, quien desaprovechó la ocasión de crear
una escuela como la Hammer centrando todas sus películas en sus
propias fantasías personales y no en crear una atmósfera fantástica.
La agilidad obtenida en los tablaos flamencos paradójicamente benefició a
Julia Saly en sus secuencias de lucha contra el licántropo. Otra condesa
Bathory del cine español fue María Silva en “El retorno de Walpurgis”
(1973) de Carlos Aured, aunque su intervención en esta ocasión fuera
mínima.
“Las hijas de la Oscuridad” (Les levres rouges, 1971) de Harry Kumel
mostraba a la pérfida condesa en el mundo moderno, Delphine Seyrig
vestida con un traje ceñido, resultaba atractiva con sus aires de musa
existencialista. También de producción belga, “Mamá Drácula” (Mama
Dracula, 1980) de Boris Szulzinger, con Louise Fletcher, fue un auténtico
fiasco.
“Sed” (Thirst, 1979) de Rod Hardy nos llegó desde Australia. Una extraía
secta de vampiros modernos acosa a Chantal Contouri, una descendiente
de la condesa Bathory, para atraerla hacia su causa. Aunque el clima está
bien conseguido, el mundo actual resulta nocivo para el tema. A los
vampiros les pasa lo mismo que a los cowboys y a los pistoleros del Far
West, son fruto de una época determinada. La literatura del tema más
brillante pertenece al siglo XIX, aunque su éxito cinematográfico se haya
producido en el veinte.
Por eso la mayoría de los intentos de adaptación al mundo moderno
resultan baldíos, los vampiros son seres anacrónicos, no pertenecen a
nuestra época y se ven desplazados. Pero ese tema ya será tratado más
adelante.
Si la condesa Bathory ha tenido una carrera cinematográfica muy irregular,
en cambio la vampira de Sheridan Le Fanu ha gozado de mejores
adaptaciones, empezando por la versión muy libre de Carl Theodor Dreyer,
“La bruja vampiro” (Vampyr, ou l’etrange aventure de David Gray, 1932),
con secuencias magistrales como el entierro visto desde el propio ataúd.
Pero como todas las películas excesivamente arriesgadas, fracasó en
taquilla y la crítica la machacó, hundiendo la carrera de su realizador.
Actualmente está considerada una obra maestra indiscutible, aunque se
haya distribuido en muy pocas ocasiones.
Ya en la plena eclosión del cine fantástico europeo en los sesenta, “Et
mourir de plaisir” (1960) de Roger Vadim, con Annette Vadim como
Carmilla y Mel Ferrer como Leopoldo von Karnstein, era una versión
erotizada que no gustó prácticamente a nadie debido a la falta de
personalidad de su director. Sólo se salvaba la fotografía de Claude
Renoir, único elemento positivo, desperdiciándose por defecto de dirección
la presencia de Elsa Martinelli, en cuanto Annette Vadim no fue más que
un pálido remedo de Brigitte Bardot, entonces en su apogeo.
Mucho más interesante fue “La maldición de los Karnstein” (1962) de
Camillo Mastrocinque, una coproducción hispanoitaliana, con Christopher
Lee como el conde Ludwig Karnstein. A pesar de ser una película de
modesto presupuesto, está realizada con corrección y total seriedad,
permaneciendo fiel al espíritu del Sheridan Le Fanu.
“Los amantes vampiro” (The Vampire Lovers, 1970) de Roy Ward Baker
es, al menos para mí, la mejor adaptación de “Carmilla” con una Ingrid Pitt
soberbia en su papel de vampira lésbica. Peter Cushing, será su oponente
en un papel muy similar al profesor Van Helsing.
Roy Ward Baker ha sabido captar de un lado toda la atmósfera victoriana
de las películas Hammer, y al mismo tiempo ese erotismo sublimado de la
amoral novela de Le Fanu, contando con la presencia de Ingrid Pitt, una
actriz de exquisita presencia que supo darle a su personaje ese aire
pérfido y sensual.
Tudor Gates, el guionista, ante los excelentes resultados nos ofreció dos
obras menores sobre el mismo tema, “Drácula y las mellizas” (Twins of
Evil, 1971) de John Hough y “Lujuria para un vampiro” (Lust for a Vampire,
1971) de Jimmy Sangster, donde reencontramos la atmósfera pero no la
sensualidad de la versión de Roy Ward Baker, el mejor realizador británico
del género después de Terence Fisher.
La sobrevalorada “La novia ensangrentada” (1972) de Vicente Aranda es
una adaptación descafeinada de “Carmilla”, aquí encarnada por una actriz
de agradable presencia Alexandra Bastedo y su víctima será Maribel
Martín. El error de Aranda consiste en despreciar a Sheridan Le Fanu
eliminando el carácter vampírico de Carmilla, convertida en un extraño
espectro del pasado.
Aranda aprovecha para colocarnos el consabido discurso feminista. Una
recién casada, obsesionada con una especie de fobia al sexo, se
encuentra con un marido que tiene muchas ganas de disfrutar de las
delicias del himeneo. En una playa se encontrarán una mujer desnuda a la
que acogerán en su casa, es Carmilla quien tras seducir a la esposa
atacarán a tan cálido esposo (Simón Andreu).
De todas formas, Vicente Aranda consigue una eficiente realización y
algunos momentos fantásticos, por lo que es de lamentar no haya sido
más fiel a la novela original. Aún así está muy por encima de bodrios como
“La hija de Drácula” (1972) de Jesús Franco y todas las tonterías
realizadas por el francés Jean Rollin. Vicente Aranda enseguida abandonó
el cine fantástico porque evidentemente no era lo suyo.
La realizadora Gabrielle Beaumont nos ofreció una visión femenina de
“Carmilla” (1989), esta vez con el rostro de Meg Tilly y con Roddy
McDowall en el papel del Inspector. Pese al paso del tiempo el mundo de
Sheridan Le Fanu sigue vigente.

El vampiro moderno
Tal como he mencionado, el cine de vampiros pertenece a una época
determinada, como el western, género que sacado de su contexto queda
falsificado y nulo, recordando aquellos infectos subproductos realizados
por españoles e italianos en los sesenta, degenerando incluso en la
lamentable serie Trinidad de tan nefasto recuerdo.
La falsificación del ambiente y de los personajes anulaba cualquier
pretensión de contar una historia mínimamente coherente, problema que
en cierto modo tuvo el noventa por ciento del cine fantástico español, que
renegando de la esencia de su propio país, pretendía hacer pasar por
países extranjeros unos abruptos paisajes meridionales.
Al enfrentarse el mundo real con el imaginario, quedaba éste en ridículo
por no ser creíble el anterior. El problema de adaptar un relato al mundo
moderno resulta muy parecido, por eso la mayoría de las cintas producidas
en los años ochenta son completamente nefastas porque el vampiro no
puede integrarse perfectamente en la era del ordenador, los viajes
espaciales y del rock and roll.
He de aclarar que el cine fantástico siempre ha tenido excelentes películas
y otras verdaderamente lamentables, es una cuestión de imaginación no
de época, como hacen algunos que confunden conceptos. Por ejemplo
"Transylvania 6 - 500” (Transylvania 6 - 500, 1985) de Rudy De Luca es un
sabotaje fílmico del que sólo merece salvarse la aparición de una sexy
Geena Davis como vampira. El film no es malo porque es moderno, sino
porque el guión es verdaderamente infumable y la realización imposible.
Películas como “Turno de noche” (Graveyard Shift, 1989) de Gerard
Ciccoritti, “Los viajeros de la noche” (Near Dark, 1987) de Kathryn Bigelow,
“Mordiscos peligrosos” (Once Bitten, 1986) de Howard Storm y otras
similares no resisten el menor análisis dada la falsedad de su
planteamiento. Por eso, los directores más astutos buscan en el mundo
moderno aquellas ciudades americanas o europeas que en cierto modo
vivan ancladas en el pasado.
Un buen ejemplo de modernización inteligente es la serie “El misterio de
Salem’s Lot” (Salem’s Lot, 1979) de Tobe Hooper, basado en una novela
de Stephen King, que conoció una versión condensada para el cine,
“Phantasma II”, y una secuela “Return to Salem’s Lot” (1987), mostrando
una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra con sus casas antiguas que sí
encajan en un contexto romántico.
El vampiro mayor, encarnado en la primera entrega por Reggie Nalder
tiene un aire cadavérico, semejante al Nosferatu de Murnau, superando la
caracterización caricaturesca de Klaus Kinski en la versión de Werner
Herzog.
Tobe Hooper buscó una interesante aportación al tema con “Lifeforce-
Fuerza vital” (Lifeforce, 1985) con una horda de vampiros venidos del
espacio, destacando la sensualidad de la actriz francesa Mathilda May,
absorbiendo la energía de las personas que se encuentra a su paso.
Finalmente una nave espacial, desde los aires irá masacrando en masa a
los ciudadanos londinenses hasta que el héroe, enamorado de su
enemiga, decidirá atravesarse con ella en una unión de sangre y de
muerte.
”Dark Shadows” (1966) de Dan Curtis, fue una serie sobre las andanzas
del vampiro Barnabás Collins, interpretado por Jonathan Frid, que originó
dos largometrajes para la pantalla grande, “Sombras en la oscuridad”
(House of Dark Shadows, 1970) y “Night of Dark Shadows” (1971) donde
por desgracia desaparece el personaje del vampiro.
Finalmente la serie conoció un remake, “Vampiros” (Dark Shadows, 1989)
del mismo director, pero con Ben Cross como protagonista y la reaparición
esperada de Barbara Steele en el género fantástico, aunque por desgracia
esta nueva versión no conoció el éxito de la primera.
De nuevo encontramos ambientes provincianos, casas que parecen
haberse construido en la época de Abraham Lincoln, lejos de los diseños
rectilíneos del mundo moderno.
Una adaptación moderna la dio Tony Scott con “El ansia” (The Hunger,
1983) con un triángulo excepcional, Catherine Deneuve, David Bowie y
Susan Sarandon, los dos primeros son un matrimonio de vampiros
sedientos de sangre, pero la esposa decide deshacerse de su compañero
y sustituirlo por la compañía de otra mujer. Basado en una novela exitosa
de Witley Streiber, conocemos a Myriam (Catherine Deneuve), una
vampira con muchos siglos de existencia que termina por seducir a una
doctora (Susan Sarandon) que estudia los secretos de la inmortalidad.
Un film de culto para los amantes del género, como lo es también el díptico
“Noche de miedo” (Fright Night, 1985) de Tom Holland y su continuación
“Noche de miedo II” (Fright Night II, 1988) de Tommy Lee Wallace. En la
primera Charley Brewster (William Ragsdale) tratará de conseguir el amor
de su chica, Amy (Amanda Bearse), pero un vampiro vecino suyo
(excelente Chris Sarandon) se la disputará. Para vencerlo necesitará la
ayuda de Peter Vincent (genial Roddy McDowall), un atribulado actor
especialista en encarnar cazavampiros de pega en la televisión y que
acabará por vivir su papel en la vida normal.
En la segunda entrega, la hermana del vampiro de la primera parte,
Regine (Julie Carmen, igualmente seductora), intentará conquistar al joven
Charley por lo que esta vez será la chica quien luchará para conservarle.
En 1994, la autora Anne Rice pudo por fin ver en imágenes su popular
novela vampírica. “Entrevista con el vampiro” (Interview with the Vampire,
1994) de Neil Jordan, con tres revivientes homosexuales, mostró la faz
suave de Tom Cruise como el célebre Lestat, uno de los personajes más
celebrados de la literatura moderna. El español Antonio Banderas puede
desquitarse por fin de haber perdido el personaje de Drácula, que fue a
caer a manos de Gary Oldman, en la versión de Coppola. Sus facciones
son demasiado blandas para el vampiro de Stoker, pero encaja mejor en el
mundo afeminado de Anne Rice al igual que Brad Pitt y Tom Cruise.
Aunque en Estados Unidos el film triunfó, gracias a una bien cuidada
puesta en imágenes, al público femenino le causó un gran disgusto ver a
sus sex symbols preferidos convertidos en un trío gay, todo lo contrario del
masculino al que les encantar ver a sus actrices predilectas encarnando
personajes sáficos.
El film de Jordan se inicia en Nueva Orleáns, a finales del siglo XVIII,
cuando Louis de Pointe du Lac (Brad Pitt) trata de matar al vampiro Lestat
(Tom Cruise) por haber dado muerte a su esposa y a su hija, pero sin
embargo caerá en sus redes amatorias.
Dos siglos después, un periodista (Christian Slater) entrevistará en San
Francisco al vampiro Pointe du Lac, quien contará cómo fue seducido por
Lestat, y su peregrinar por Europa, conociendo en París final del siglo XIX
a otros dos vampiros homosexuales, Santiago (Stephen Rea) y Armand
(Antonio Banderas).
Anna Rice, también autora del guión, se indignó verdaderamente cuando
le comunicaron que el blando Tom Cruise iba a encarnar al diabólico
Lestat, pero los esfuerzos de este actor para romper su encasillamiento de
“niño bonito”, ayudado por un trabajo riguroso de interpretación
convencieron finalmente a la célebre escritora quien no ha dudado ni un
instante en reconocer la valía de Cruise en su nueva imagen.
Tras perder siete kilos de peso, el sex symbol del nuevo cine americano
adquiere una inusitada fiereza, destacando la ambientación gótica creada
por el realizador irlandés Neil Jordan, autor asimismo de dos memorables
aportaciones al fantástico: “En compañía de lobos” (The company of
wolves, 1982), exquisita incursión al tema licantrópico, y “El hotel de los
fantasmas” (High spirits, 1988) protagonizada por la espléndida Daryl
Hannah.
Quentin Tarantino es uno de los nombres fundamentales del cine de los
noventa, gracias a sus interminables diálogos y su alocada violencia.
Unido su talento al del realizador Roberto Rodríguez, un hispano de
Hollywood, el tándem nos ofrece uno de sus films más frenéticos: “Abierto
hasta el amanecer” (From Dusk till Dawn, 1996) que en sólo cuatro
semanas recaudó unos 24 millones de dólares.
Dos peligrosos delincuentes norteamericanos (George Clooney y el propio
Quentin Tarantino, autor del guión) cruzan la frontera mexicana y dan con
sus huesos en un insólito local llamado Titty Twister (la Teta Enroscada),
en donde se encuentran toda una legión de vampiros. Destaca el número
musical de la vedette del local de extraño nombre, Santanico
Pandemonium (impresionante Salma Hayek, una belleza azteca), que nos
cortará la respiración con su espectacular bikini, danzando con una
serpiente de dos metros sobre sus hombros, y sobretodo por dar a beber
cerveza derramándola a lo largo de su esbelto cuerpo. La pareja de
delincuentes se verán forzados a emular a Van Helsing, enfrentándose con
la horda vampírica con ajos, cruces y agua bendita.
El realizador Roberto Rodríguez, a pesar de ser vapuleado por la crítica,
alegró a su legión de admiradores, apoyado por el inestimable concurso de
Quentin Tarantino y de los actores Juliette Lewis y Harvey Keitel.

Vlad Tepes IV, el Empalador

Los personajes de ficción con filmografía más copiosa son, sin ninguna
duda, el conde Drácula, el monstruo de Frankenstein, Tarzán de los monos
y Sherlock Holmes, un cuarteto de distinguidos caballeros que, a pesar de
sus altibajos, parodias, crisis periódicas, han ido venciendo el paso del
tiempo. La importancia que ha tenido el personaje de Bram Stoker es
indudable y ha traído como consecuencia que varios films se interesaran
por la figura histórica de Vlad Tepes, el temible Empalador, aunque
siempre desde perspectivas contrapuestas.
Así en “Pa jakt efter Dracula” (In search of Dracula, 1971) de Calvin Floyd
y Tony Forsberg, un documental narrado por Christopher Lee, nos
encontramos con la descripción de los hechos más significativos de tan
célebre caudillo rumano. Vista en una de las últimas ediciones del Festival
de Sitges de la Era Ráfales, la Rumania de Nicolás Ceaucescu nos
presentí un largo y tedioso film en cinemascope, “The true life of Dracula”
(1979) del fallecido Doru Nastase, con Stefan Sileanu en el papel de Vlad
Tepes. Se trata de una lujosa biografía de este “héroe nacional”, una
especie de Cid Campeador, con el cual se intentó reivindicar la figura del
Empalador pero, claro, no tenía ningún Anthony Mann en su realización ni
ningún Charlton Heston en la cabecera del reparto.
El film de Nastase, muy bienintencionado, sin embargo resulta arrítmico,
escasamente ameno y difícilmente digerible. Le falta poesía, encanto,
vigor.
Pero las campañas rumanas para reivindicar a Drácula, organizando
excursiones turísticas a su castillo, consiguieron que en las siguientes
versiones cinematográficas de la novela de Bram Stoker se hicieran
referencias más explícitas a su pasado humano. Así Jack Palance, en el
“Dracula” (1973) de Dan Curtis, asumió el doble papel del Empalador y del
vampiro. Resulta muy curiosa la escasa aceptación de la crítica basándose
en una circunstancia que voy a narrar a continuación.
Es sabido que Vlad Tepes era descendiente directo de Atila, el rey de los
hunos, invasor y conquistador de Europa, y el propio conde Drácula le
confiesa a Jonathan Harker que “la sangre de Atila corre por mis venas”.
Jack Palance, el excelente característico del cine americano, protagonizó
la muy interesante “Atila, rey de los hunos” (Sign of the Pagan, 1954) de
Douglas Sirk, encarnado con total convicción al terrible caudillo. Palance
es pues el único actor que ha interpretado en su carrera a los tres
personajes descritos: Atila, su descendiente Vlad Tepes, y el propio conde
Drácula. Cuando el mencionado “Drácula” se estrenó, los críticos
americanos osaron escribir: “Jack Palance es un pésimo Drácula porque
tiene ¡la cara de Atila!”.
Gary Oldman también encarnó a Vlad Tepes en las primeras imágenes de
la versión de Francis Ford Coppola de 1991, una de la más importantes y
también más discutida. Pero si para los rumanos el Empalador era un
héroe, para los turcos era un perfecto bellaco porque hizo masacrar
poblaciones enteras de otomanos y se convirtió en consecuencia en uno
de los villanos predilectos del cine rodado en la antigua Constantinopla.
Así, el insólito “Dracula Istanbul’da” (1953) de Mehmet Muhtar, basada en
la novela “Kazikli Voyvoda” (el voivoda empalador) de Ali Riza Seyfi, el
vampiro pasaba a llamarse Vlad Drácula, ligando al personaje histórico con
el ficticio por vez primera ya que en Occidente nunca habíamos oído
hablar del Empalador. En cambio en Turquía jamás se le había olvidado
por sus masacres de turcos durante la invasión del Imperio Otomano.
En la revista cinematográfica “Yildiz” (Estrella), al estrenarse el film,
precisaron que “El conde Drácula es un vampiro que se alimenta de
sangre humana. Durante su vida, hizo asesinar, sin ninguna razón, 40.000
turcos de Rumania empalándolos. Maldito para los musulmanes, fue
condenado por Alí a prolongar su existencia durante los siglos venideros
bebiendo la sangre de los seres humanos”.
Cíneyt Arkin, galán muy celebrado en Turquía, inició una serie de films con
“Karat Murat” (1972) de Natuk Baytan, dedicado a una especie de
“mosquetero” del Sultán Mohammed II el Conquistador llamado como el
título del film. Al inicio, el joven héroe es obligado por el bellaco Vlad Tepes
a ejecutar al emisario del Sultán, Yunus Bey, cortándole las piernas y los
brazos. Al paso de los años, Karat Murat (Murat el Negro) se convertirá en
un héroe que acabará por dar muerte al terrible Empalador.
En “Karaboga” (1974) de Yavuz Figenli, el Empalador es el Gran Maestro
de una Secta Satánica. De nuevo Cíneyt Arkin protagoniza la serie de
televisión “Malkocoglu” (1974) de Sureyya Duru, sobre un valeroso
guerrero de la Corte otomana del siglo XV quien se enfrentará a Vlad
Tepes en una de sus aventuras.
Tanto el film rumano como los turcos dan una imagen discrepante del
mismo personaje histórico. La razón es muy evidente, los “malos” son los
otros como decía aquel viejo chiste en que unos indios van al cine para ver
un western y salen malhumorados de la sala diciendo: “No me gusta el
cine porque siempre ganan los malos”.
Los turcos acusan a Vlad Tepes de invadir Bulgaria asesinando a 29.000
personas, (20) de ser un traidor y un genocida cuyas atrocidades helaron
la sangre del Sultán Mohammed II el Conquistador. Pero en Rumania
piensan todo lo contrario, gracias a Vlad Tepes el Imperio Otomano no
pudo cruzar la frontera del Danubio. Ironías de la historia, la moral la dicta
quien la escribe.

La filmografía del vampiro es larga e interminable, pero no es nuestra


intención realizar un estudio exhaustivo sobre este tema, ya que
preferimos centrarnos en la figura del personaje creado por Bram Stoker,
quien en un siglo de existencia ha sido protagonista o personaje invitado
en una de las más copiosas carreras cinematográficas que se recuerda,
sólo superado por Sherlock Holmes, que regenta el récord en el libro
Guinness, y el monstruo de Frankenstein.
Un personaje que ha tenido una importancia capital dentro de la cultura
moderna, al que se ha querido enterrar antes de tiempo pero que siempre
ha regresado con mayor fuerza si cabe a nuestras pantallas. El conde
Drácula es una de las figuras más importantes del siglo XX, pese a ser una
creación de la Inglaterra victoriana, y el paso del tiempo no sólo no le ha
dañado sino que le ha dado mayores fuerzas para pulverizar los récords
de taquilla cuando todos los productores más entendidos (?) en la materia
le habían desahuciado comercialmente.
Nota: aparte de los films reseñados en este libro, algunos cineastas han
rodado cintas “amateurs” en 16 mm o súper 8 sobre el protagonista de
nuestro libro, reseñemos a continuación algunos títulos célebres.
“Frankenstein meets Dracula” (1957) de Don Glut; “Return of the Wolfman”
(1957) de Don Glut;“Revenge of Dracula “ (1958) de Don Glut; “Slave of
the vampire” (1959) de Don Glut; “Monster rumble “ (1961) de Don Glut,
con Don Glut; “Dragstrip Dracula” (1962) de Don Glut; “Curse of Dracula”
(1965) de Brzezinsk; “Nosferatu no Brasil” (1972) de Iván Cardoso, futuro
realizador profesional de “As sete vampiras” (1986);“Dracula, príncipe de la
burguesía” (1973) de Tomás Sáinz, con… Salvador Sáinz.

Capítulo 4º

Films de Drácula

La presente filmografía presenta todos los films donde aparece el conde


Drácula, aunque sea en cometidos secundarios o episódicos, dejando
aparte aquellos films que, por cuestiones comerciales, acreditan su
presencia en los títulos donde el vampiro no tiene ninguna aparición.

1920

DRACULA
Rusia. Sin ninguna clase de datos.

Oscura adaptación de la que nadie tiene datos, posiblemente prohibida por


el Comité Revolucionario de la Unión Soviética. Al ser una adaptación
Soviética, según costumbre de la época, no se adquirieron los
correspondientes derechos a la viuda de Bram Stoker.
La mal llamada Revolución de Octubre (en realidad un golpe de Estado
contra un gobierno democrático) conoció una etapa de transición en donde
unos realizadores rusos, llamados “burgueses”, intentaron rodar cine en la
“Nueva Rusia” y ante su imposibilidad se vieron obligados a exiliarse en
países extranjeros.

1921

DRAKULA HALÁLA
Hungría, Austria y Francia. Director: Károly Lajthay. Guión: Michael Curtiz
(no acreditado) y Károly Lajthay, basado en la novela de Bram Stoker.
Director de fotografía: Eduard Hoesch.
Intérpretes. Paul Askonas (Drakula), Carl Goetz (Funnyman) Károly
Hatvani, Anna Marie Hegener, Aladár Ihász (su ayudante), Paula Kende,
Dezsö Kertész (George), Margit Lux, Lene Myl (Mary Land), Oszkár
Perczel, Lajos Réthey (El falso doctor), Magda Sonja, Lajos Szalkai,
Elemér Thury (Doctor), Béla Tímár.

Éste es un misterioso film que ha aparecido hace una década en


enciclopedias cinematográficas cuyo título no puede ser más expresivo.
Katalin Kovacs y Márta Horanyi de Hungarofilm me pasaron la siguiente
información:
Károly Lajthay (1885/1945) nació en Marosvásárhely (Transilvania),
ahora Tirgu Mures. Su apellido original era Le Derlé. Estudió en Budapest,
desde 1907 actuó en compañías provinciales y a mediados de los diez en
la capital. Debutó en el cine como actor en 1916 con ”A magyar föld ereje”
(T.L.: ”La fuerza de la tierra húngara”) dirigida por Mihály Kertész (¡futuro
Michael Curtiz director de ”Casablanca”!); ”Karthausi” (1916) también de
Mihály Kertész; Raskolnikov (1916) de Alfred Deésy; ”A senki fia” (T.L.: ”El
hijo de Noma”, 1917) de Mihály Kertész; ”Harrison és Barrison” (1917) de
Sandor Korda, futuro Alexander Korda; ”A Naszdal” (T.L.: ”Canción de
boda”, 1917) de Alfred Deésy, donde coincidió con un tal Arisztid Old
(¡futuro Bela Lugosi!); ”Radmirov Katalin” (1917) de Alfréd Deésy; ”Szent
Péter esernyoje” (T.L.: ”La sombrilla de San Pedro”, 1917) de Sándor
Korda; ”Gazdag szegények” (T.L.: ”Pobres ricos”, 1917) de Wilheim Carl;
”Havasi szerelem” (T.L.: ”Amor en los Alpes”, 1918) de Cornelius Hintner;
”A bánya titka” (T.L.: ”El secreto de la mina”, 1918) de Ödön Uher jr.
En 1918 funda su propia compañía REX y se pasa a la dirección:
”Lobogó vér” (T.L.: ”Sangre ardiente”, 1918); ”Sundal” (1918); ”Vorrei morir”
(1918); ”Julia kisasszony” (1919), basado en Strindberg; ”A kormánybiztos”
(T.L.: ”El comisionado”, 1919); ”Az ósasszony” (T.L.: ”Los ancestros”,
1919); ”Olavi” (1920); ”A levágott kéz” (T.L.: ”Mano cortada”, 1920)) donde
volvió a ser actor; ”Pater Sebastian” (1920) codirigida con Alfréd Deésy;
”Drakula” (1921); ”A három pofon” (T.L.: ”Tres bofetadas”, 1923);
”Leánybecsület” (T.L.: ”Chica de honor”, 1923).
Tras rodar este film se traslada a Berlin y París para trabajar como
actor. En 1938 regresa a Hungría y dirige ”Isten rabjai” (T.L.: "Prisioneros
de Dios”, 1942) y ”Sárga kaszinó” (T.L.: ”Casino amarillo”, 1943), sus
últimos títulos.
Su título, “Drakula halála” quiere decir “La muerte de Drácula”. Según
recientes investigaciones no es un film basado en la novela de Bram
Stoker pero sí utiliza su personaje. Aquí Drácula está internado en un
manicomio de Viena porque se cree inmortal. Se enamora de Mary Land,
una joven costurera que es atendida por unos falsos médicos y cae bajo la
influencia del vampiro.
Tenemos que esperar un año a la primera obra maestra de esta
filmografía, dirigida por el gran Murnau. Es pertinente citar aquí que la
versión desconocida de Károly Lajthay fue rodada en estudios berlineses y
que en realidad “inspiró” la versión más popular de Drácula porque Murnau
quedó fascinado al verla y enseguida puso en marcha su proyecto más
acorde a la novela de Stoker tal como veremos más adelante.

1922

NOSFERATU, EL VAMPIRO
(NOSFERATU, EINE SYMPHONIE DES GRAUENS)
Producción: Prana Film (Alemania). Director: Friedrich Wilhelm Murnau.
Guión: Henrik Galeen. Basado en la novela "Drácula” de Bram Stoker.
Fotografía: Fritz Arno Wagner y Gunther Krampf (Blanco y negro).
Decorados: Albin Grau. Vestuario: Albin Grau. 5 bobinas. Film mudo.
Intérpretes y personajes: Max Schreck (conde Orlock, alias
Nosferatu/Drácula), Alexander Granach (Knock/Renfield), Gustav von
Wangenheim (Waldemar Hutter/Jonathan Harker), Greta Schroder (Ellen
Hutter/Nina), G. H. Schnell (Harding/Westrenka), Ruth Lanshoff (Annie
Harding/Lucy), John Sottowt (profesor Bulever/profesor Van Helsing),
Gustav Botz (profesor Sievers/doctor Stevens), Max Nemetz (el capitán),
Wolfgang Heinz (El encargado de consigna), Albert Donohr (marinero),
Hardy von François (médico hospital), Herzfeld (alberguista), Heinrich
Witte.

El primer film oficial de Drácula es una versión, algo libre y, por cierto
pirata, de la novela de Bram Stoker que motivó una querella de su viuda
contra Murnau por plagio. Efectivamente Henrik Galeen copió el famoso
libro para su guión haciéndolo pasar como original razón por la cual un
magistrado inglés ordenó en julio de 1925 el secuestro y destrucción de
todas las copias.
Afortunadamente no fue así, alguna se salvo pero el metraje íntegro no
apareció hasta hace pocos años en la Filmoteca Nacional de España
realizándose a partir de esta cinta una excelente copia restaurada. Durante
décadas “Nosferatu, el vampiro” se ha conocido a través de versiones
mutiladas, incompletas y en ellas sólo hemos podido disfrutar parcialmente
de su encanto fantasmagórico.
El argumento es bastante fidedigno a la novela de Stoker, aunque con
cambios en los nombres de los personajes: Hutter (Gustav Von
Wangenheim) viaja a los Cárpatos para visitar al conde Nosferatu (Max
Schreck) (21) y venderle unos terrenos en Viborg. Descubre fatalmente
que se trata de un siniestro vampiro y, por esto, no tiene más remedio que
huir del castillo.
Mientras tanto, Nosferatu, viaja a Viborg en un barco atacando a los
marineros durante toda la travesía, alimentándose de su sangre. Una vez
en la ciudad siembra el pánico hasta que Nina (Greta Schroderr), la mujer
de Hutter, descubre que la única forma de destruir el monstruo es
exponerle a los rayos del sol. Para esto le seduce, le mantiene en su
alcoba hasta el canto del gallo y destruye así al terrible Nosferatu
pereciendo también ella desangrada por sus colmillos.
El film de Murnau es una obra maestra del expresionismo alemán. Un
estilo de cine totalmente visual, basado en los juegos de luces y la
composición de imágenes. Para muchos cinéfilos ésta es la mejor época
del cine fantástico y algo de razón tienen en ello. Los delirios visuales de
los Fritz Lang, Robert Wiene y Friedrich Wilhelm Murnau son irrepetibles
aunque tal vez pequen de excederse en sus elementos metafísicos.
La composición del vampiro difiere completamente de las versiones
posteriores. Muy enjuto, calvo, con un cráneo enorme, en su día
provocaba auténtico pánico aunque a los espectadores actuales ya no les
impresione por estar acostumbrados a paladares más realistas. El conde
Drácula elegante, vestido con smoking y larga capa fue más bien una
invención de Hamilton Deane, autor de la obra teatral, que del propio
Stoker.
En 1925 se distribuyó una nueva versión de este film, “Die Zweulfte
Stunde” con el añadido de una banda sonora en disco, más algunos
planos desechados por Murnau. Esta versión es la que se estrenó en los
Estados Unidos en 1929.

1931

DRÁCULA
(DRACULA)
”Tod Browning Production - Universal Pictures” (U.S.A.) Productor: Carl
Laemmle jr. y E. M. Asher. Director: Tod Browning, Guión: Garrett Fort (y
no acreditados Louis Bromfield, Dudley Murphy y Tod Browning). Diálogos
adicionales: Dudley Murphy. Basada en la obra teatral de Hamilton Deane
y John L. Balderston, a su vez basados en la novela “Drácula” de Bram
Stoker. Fotografía: Karl Freund (blanco y negro). Música: Piotr
Tchaikovsky y Richard Wagner. Maquillaje: Jack Pierce. Director artístico:
Charles D. Hall. Montaje: Milton Carruth y Maurice Pivar. Filmada en
octubre-noviembre (1930) en los Estudios Universal (Hollywood), sesiones
diurnas. Duración: 75 minutos. Existe una versión muda de este film, más
corta, pero no se conservan copias.
Intérpretes y personajes: Bela Lugosi (conde Drácula), David Manners
(John Harker), Helen Chandler (Mina Seward), Dwight Frye (Renfield),
Edward Van Sloan (profesor Van Helsing), Herbert Bunston (doctor
Seward), Charles Gerrard (Martin, el guarda), Frances Dade (Lucy
Weston), Joan Standing (doncella), Michael Visaroff (posadero), Moon
Carroll (Briggs, la enfermera), Josephine Velez (otra enfermera), Donald
Murphy, Daisy Belmore (conductor del coche de caballos), Dorothy Tree,
Geraldine Dvorak y Mildred Peirce (las tres vampiras), Carla Laemmle
(Sara, la pasajera con gafas), Tod Browning (voz en off que descubre los
cadáveres del barco).

Esta versión de la obra teatral de Hamilton Deane y John L. Balderston,


basado a su vez, en la novela de Bram Stoker hubiera podido ser la mejor
película de esta filmografía de no ser por las injerencias del productor Carl
Laemmle jr en la realización de esta maravillosa cinta, sobretodo en la fase
de montaje final eliminando nueve minutos de filmación y eso que en la
película había varios planos apócrifos. La versión original era según
William S. Hart jr. “lo más terrorífico jamás visto (…) No se trataba de un
terror visible para el espectador. Era un terror de lo desconocido”.
Muchos planos de Bela Lugosi haciendo gestos terroríficos no existían en
la versión original, el vampiro más que una presencia física se presentía
como una amenaza desconocida. Varios diálogos fueron suprimidos,
asimismo diversas secuencias como un epílogo donde Van Helsing
advertía al público que tuvieran cuidado con los vampiros; el falso ataque
de Renfield a la enfermera desmayada en la que se limita a comerse una
mosca; la muerte de Lucy, que si vemos en la versión española; el papel
de Renfield quedó sensiblemente reducido ya que no quedan claras en
que quedan sus funciones de esclavo del vampiro; el descubrimiento de
una caja en donde reposaba Drácula y cómo Renfield protegía las otras…
Browning renegó de esta versión de “Drácula”, manipulada por la
Universal, pero no por ello debemos pasar por alto sus innumerables
virtudes. Rodada con un presupuesto de 441.984 $ (85.000 $ más de lo
previsto), recaudó en su primera explotación unos 700.000 $ sólo en los
Estados Unidos, y 1,2 millones de dólares de recaudación a nivel mundial,
teniendo en cuenta de que no se vio en los países hispanos donde de
proyectó la versión de George Melford, ello supone un éxito de público
extraordinario que catapultó a la fama al gran Bela Lugosi quien se
convirtió de la noche a la mañana en el indiscutible Rey del Terror hasta
que la llegada de Boris Karloff le disputó el título con autoridad.
Bela Lugosi se convirtió a partir de entonces -y hasta la llegada de
Christopher Lee- en la encarnación ideal del personaje de Bram Stoker. Su
composición, su gran presencia subrayada por su fuerte acento húngaro le
convirtieron en algo más que un actor. Lugosi era todo un mito del cine que
posteriormente y sin que se sepa por qué ha sido víctima de una
inoportuna “desmitificación” reprochándole su origen teatral. Nada más
lejos de la verdad puesto que la mejor escuela del actor es precisamente
las bambalinas, y debemos señalar que Browning contuvo con precisión
aquellas técnicas teatrales provocadas por una rutina escénica.
La carrera cinematográfica de Bela Lugosi contiene excelentes títulos del
cine fantástico de la Edad de Oro, aunque su reinado fuese efímero a
causa de un carácter irritable y su fuerte acento extranjero que le limitaba
en sus personajes. Un acento que, en los países anglosajones donde
podían escucharle en su versión original, se convirtió en un arma de doble
filo. Por un lado le privaba de la posibilidad de interpretar muchas películas
de diferentes géneros, pero por otra añadía un fuerte misterio a su
personalidad.
Es bastante absurda la comparación del húngaro con Lee por ser fruto de
diferentes etapas de la historia del cine. A principios de los años treinta,
tras la aparición de la pesada maquinaria del primer cine sonoro, el
lenguaje fílmico experimentó un fuerte retroceso respecto a la madurez
narrativa del cine mudo. Por esta razón, en aquellos años, se produjeron
muchos títulos que más bien parecían teatro filmado que una película en el
sentido estricto de la palabra.
Browning no obstante luchó contra este inconveniente. Las primeras
secuencias de Renfield en su llegada a Transilvania, el castillo del
vampiro, la aparición majestuosa del conde Drácula y las tres vampiras de
vestidos sinuosos más que un film parece un sueño.
El “Drácula” de Browning destaca precisamente por su onirismo, la palabra
que mejor le define. Su poética puesta en escena, la elegancia de sus
decorados, la fotografía en blanco y negro de Karl Freund, parecen
auténticos daguerrotipos. Tal vez las secuencias del interior del manicomio
del doctor Seward tengan un nivel inferior respecto al resto del film y aquí
sí que se note su lastre teatral -sobretodo en la impersonal versión doblada
al castellano- pero ello no empaña el conjunto, aunque tengamos que
lamentar la deficiente utilización de los efectos especiales como el vampiro
volador.
En la trama quedan algunos puntos oscuros, la transformación de Drácula
en lobo es mencionada en el diálogo, pero no se ve en pantalla. La
Universal escamoteó el presupuesto en el departamento de efectos
especiales y eso provoca cierta frustración en los cinéfilos amantes de las
andanzas cinematográficas del célebre vampiro. Afortunadamente, en las
secuencias finales en la Abadía de Carfax, Browning recupera el pulso
perdido en las secuencias del sanatorio, volviendo aquellos planos de
ensueño que tanto nos cautivan.
Digan lo que digan, el film de Browning es una auténtica obra maestra del
onirismo cinematográfico. El cine es ante todo imagen y la imagen de este
título es una de la más bellas jamás creadas. Es imprescindible resaltar las
secuencias mudas, es decir, sin diálogo. Los silencios de Browning, todos
ellos llenos de misterio e inquietud. La escasa utilización de la música,
salvo en los genéricos en donde se podían escuchar la dulce melodía “El
lago de los cisnes” de Tchaikovsky, reutilizada después en “El doble
asesinato de la calle Morgue” (Murders in the Rue Morgue, 1932) de
Robert Florey, con Bela Lugosi, y “La momia” (The Mummy, 1933) de Karl
Freund, con Boris Karloff. Recordemos también el concierto vagneriano en
donde Drácula conoce a Lucy y a Mina, todo un ejemplo de elegancia.
Pero es en los silencios en donde se alcanzan los puntos más altos de
onirismo como esta maravillosa secuencia con los vampiros saliendo de
sus tumbas, el primer paseo nocturno por las nebulosas calles de Londres,
el ataque a la florista, o el deambular de Drácula por las cercanías del
sanatorio del doctor Seward para reunirse con Mina.
Y también contradiciendo a los agoreros, considero que la composición de
Bela Lugosi como vampiro es magistral, única e irrepetible. Tal vez nadie
ha sabido darle al conde Drácula esa mirada maligna, siniestra y al mismo
tiempo elegante. Es la mirada de la fascinación del Mal. Recordemos la
secuencia de la opera, la impresión que causa el aristócrata extranjero en
la joven Lucy, su próxima víctima.
Tod Browning rompe con el viejo molde de la fealdad unida a la maldad
propia de un cierto maniqueísmo barato tan caro al cine americano. En
estas secuencias demuestra que el Mal también puede ser hermoso.
Según revelaciones recientes, la Universal poseía una copia de “Nosferatu,
el vampiro” -entonces retirada de circulación por orden de un juez-, y tanto
Karl Freund como el propio Tod Browning la visionaron multitud de veces,
eso explica ciertas similitudes con el film precedente pero de hecho la
visión dada por el realizador norteamericano es muy personal, mostrando
un Drácula más hipócrita, cínico y seductor.
Las vampiras estaban inspiradas en la caracterización de Edna Tichenor
en su papel de Lunette, la mujer vampira de “La casa del horror” (London
After Midnight, 1927) con sus vestidos vaporosos, imagen copiada hasta
en la saciedad en el cine vampírico.
El estreno tuvo lugar un jueves, el 12 de febrero de 1931, en el Roxy
Theater de Nueva York, a la que no asistió Bela Lugosi ocupado en otros
rodajes en Hollywood. Sin embargo, el húngaro sí que asistió en Los
Ángeles al estreno de la versión española, tal como citamos más abajo,
para felicitar a Carlos Villarias.
Sólo en las primeras cuarenta y ocho horas de exhibición en Manhattan se
vendieron más de 50.000 localidades, barriendo literalmente en todos los
pases en las poblaciones norteamericanas primero e inglesas después, al
estrenarse a finales de febrero en Londres.
El éxito espectacular de este film marcó para siempre la carrera del gran
Bela Lugosi, aunque un año después, gracias al monstruo de Frankenstein
rechazado por el húngaro, apareciera su gran rival y compañero Boris
Karloff para disputarle el cetro del Rey del Terror. Por la supuesta rivalidad
prefiero no decantarme por ningún bando, ya que cada actor tiene su estilo
y tratar de compararles es una pérdida de tiempo innecesaria.

DRÁCULA
”Universal Pictures” (U.S.A.) Productor: Carl Laemmle jr y Paul Kohner.
Director: George Melford. Guión: Garrett Fort, Diálogos: Baltasar
Fernández Cué (supervisados por Enrique Tovar Avalos), Basado en la
obra teatral de Hamilton Deane y John L. Balderston, a su vez basados en
la novela “Drácula” de Bram Stoker, Fotografía: George Robinson (blanco
y negro), Música: Piotr Tchaikovsky y Richard Wagner. Maquillaje: Jack
Pierce, Montaje: Arturo Tavares, Sonido: C. Roy Hunter. Director artístico:
Charles D. Hall. Filmada en octubre-noviembre (1930) en los Estudios
Universal (Hollywood), sesiones nocturnas. Duración: 102 minutos.
Intérpretes y personajes: Carlos Villarías (conde Drácula), Lupita Tovar
(Eva), Barry Norton (Juan Harker), Pablo Alvarez Rubio (Renfield),
Eduardo Arozamena (profesor Van Helsing), Carmen Guerrero (Lucía),
José Soriano Viosca (doctor Seward), Manuel Arbó (Martín, el guarda),
Amelia Senisterra (Marta, la enfermera), Dorothy Tree, Geraldine Dvorak y
Mildred Peirce (las tres vampiras) y, en un breve plano, Bela Lugosi
(Drácula entrando en la Opera).

A principio de los años treinta, al no haberse inventado el doblaje, los


productores americanos idearon un astuto plan para no perder la clientela
extranjera. Así, de esa forma, nacieron las versiones simultáneas de un
mismo film. Razón por la cual actores hispanos de diversas nacionalidades
acudieron en masa a Hollywood para rodar en español o castellano unas
réplicas de los gloriosos títulos americanos. Sin embargo, gracias a la
invención del doblaje, dicha práctica desapareció para bien o para mal.
Desde luego esas versiones españolas o francesas de los films
angloparlantes no tienen el mismo nivel de calidad. Por esa razón los
públicos “extranjeros” perdían en el cambio al sustituir a los actores míticos
que han escrito páginas de oro en la Historia del Cine por unos artistas
más discretos como es el caso que nos ocupa.
En la parte positiva esas versiones tenían el encanto de ofrecer títulos
hablados en español de una factura industrial muy superior a la media de
los países latinos. Por otra parte, algunas celebridades de Hollywood como
Buster Keaton o la pareja Stan Laurel & Oliver Hardy interpretaron ellos
mismos las réplicas hispanas dándonos la gran oportunidad de verles y
escucharles con sus auténticas voces. Para un actor la voz es fundamental
para valorar su valía interpretativa y por eso, el gran Bela Lugosi, gana
muchos enteros en las versiones originales mientras que pierde
personalidad con el llano doblaje castellano.
El actor cordobés Carlos Villarias, afincado en California, no tenía mala
presencia pero no podía compararse ni de lejos al gran Lugosi por carecer
de su diabólica mirada, ni su fuerte personalidad, ya que era en realidad un
intérprete que aparecía siempre en roles muy distintos sin sobresalir en
ninguno. Empero debemos reconocerle bastantes méritos al cordobés, a
pesar de que sobreactúa en un par de secuencias, debiendo destacar su
perfecta dicción y el tono grave de su voz.
Si Eduardo Arozamena es un poco débil como Van Helsing, lejos estamos
de Edward Van Sloan, en cambio Pablo Álvarez Rubio da un do de pecho
en la composición de su Renfield que nada tiene que envidiar a Dwight
Frye. Barry Norton es tan ridículo como David Manners, pero más
comedido en la secuencia en que intenta espantar al vampiro volador.
Lupita Tovar y Carmen Guerrero están excelentes, la primera como Eva
(Mina) sabiendo captar su dualidad. De mujer puritana pasa a convertirse
en una hembra de desbordante sensualidad gracias al mordisco de
Drácula, donde por cierto se hace referencia al hecho de que el vampiro le
ha hecho beber de su propia sangre para convertirla en una vampira.
Afortunadamente Van Helsing llega a tiempo para impedir que se consume
esta acción.
El metraje de la versión española es mucho más largo que en la inglesa,
abundando en reiteraciones innecesarias, pero tenían algunos planos
nuevos de buena calidad gracias al talento de George Melford, un buen
artesano forjado en la escuela de David Wark Griffith. Recordemos la
salida de Drácula del ataúd con una espesa cortina de humo, por ejemplo,
o el viaje de Renfield al castillo en la secuencia de obertura. Además esta
versión es mucho más explícita con el personaje de Lucy, ya que
conocemos su destino en un plano general muy bien resuelto. Vemos la
fachada de un cementerio, oímos el grito de la vampira a través de la
niebla (espantando a un siniestro búho) y la aparición de Van Helsing y
Harker explicando que por fin han dado descanso eterno a la
desafortunada.
Debemos señalar asimismo el viaje en barco, mejor resuelto que en el
original inglés. En la secuencia de la opera vemos tocar a la orquesta, pero
resulta algo chocante el diálogo posterior entre Drácula, las dos chicas,
Harker y el doctor Seward, porque los personajes aparecen algo
descorteses hablando mientras toca la música, mientras que en el original
inglés los primeros compases suenan después de los susodichos diálogos.
Hemos comentado que la Universal cortó muchas secuencias de la versión
original inglesa, la maldita censura económica que padecemos desde la
invención del cine, y que por este motivo han quedado muchos puntos
oscuros que sí aparecen en la versión española.
Si este Drácula español merece verse actualmente es gracias al oficio de
Melford y a la factura que le dio la Universal aprovechando los decorados
del film de Browning. Es un film correcto, interesante y digno pero carente
de genialidad, de ese toque que sólo gentes creativas como Browning con
un universo propio sabían crear. Es el abismo que hay entre la verdadera
autoría y la simple eficacia artesanal, aunque haya que reconocer que
Melford era un buen profesional acreedor de todo respecto.
Para la anécdota, debemos señalar que Bela Lugosi fue invitado al estreno
de la versión española de “Drácula”. Al final de la proyección, con gran
elegancia, el actor húngaro se apresuró a felicitar a Carlos Villarias por su
composición del célebre vampiro.
Perdido durante décadas, este título pudo recuperarse finalmente gracias a
la Filmoteca de Cuba que encontró una copia escondida en una estantería.
Exhibida en la XXIV edición del Festival de Cinéma Fantastic de Sitges
tras la actuación de un mago, los aficionados pudimos descubrir los
defectos y las virtudes de este film interesante aunque no genial. La
posterior aparición en video permite su serena revisión, ganando en
valores en cada nuevo pase ya que siempre se descubren nuevas
virtudes.
Una de las consecuencias de su revisión es que revaloriza la versión
gemela inglesa, injustamente tratada de teatral pero que tiene más
variedad de planos. Melford abusa del plano secuencia, la primera escena
en la diligencia por ejemplo, mientras que Browning utiliza el plano-
contraplano, ofreciendo mayor riqueza de perspectivas. Pero no obstante,
este film hispano tiene una mayor dosis de sensualidad. Actualmente
podemos comprobar que aún mantiene su frescura y que ha sabido vencer
el paso del tiempo, mientras muchos títulos posteriores de los Estudios
Orphea en Barcelona se ven mucho más añejos y anticuados en
comparación.
En resumidas cuentas, si intentamos comparar los dos Dráculas, podemos
concluir que el de Browning es más expresionista, mientras que el de
Melford es más realista. De ahí que éste se vea tan moderno en la
actualidad, pese a dos planos en los que Villarias sobreactúa (cuando le
muestran el espejo y, más adelante, el crucifijo), momentos que
desentonan del conjunto en los que predomina el rigor y la naturalidad.
Desgraciadamente la magia de esta versión hispana no se repitió y no tuvo
continuidad en títulos postreros, Bela Lugosi se convirtió en mito, en una
leyenda gloriosa del Séptimo Arte con toda justicia, mientras que Carlos
Villarias cayó en el más absoluto de los olvidos.

1933

EL GRAN ESTRENO DE MICKEY


(MICKEY’S GALA PREMIER)
”Walt Disney Productions Ltd para United Artists” (U.S.A.) Director: Walt
Disney. Dibujos animados.
Serie “Mickey Mouse Nº 15”
Blanco y negro.
7 minutos.

Corto del gran Walt Disney donde aparece un primitivo Mickey Mouse en el
estreno de un film suyo con aparición de caricaturas de grandes
personalidades invitadas: Buster Keaton, Greta Garbo, los hermanos
Barrymore y, naturalmente, el conde Drácula con las facciones del mítico
Lugosi.

1933

HOLLYWOOD ON PARADE
”Louis Lewyn para Paramount” (U.S.A.) Director: Louis Lewyn. Fotografía
en Blanco y negro. Duración: 1 rollo.
Intérpretes: Bela Lugosi (Drácula), Mae Questel (Betty Boop).

En “Hollywood Graffiti” (1983), film de montaje aparece una secuencia de


este corto con Bela Lugosi como Drácula y Mae Questel como Betty Boop.
Louis Lewyn era un importante documentalista especializado en ofrecernos
imágenes insólitas de los famosos de la época.
En este corto aparecía una Betty Boop de carne y hueso perdida en un
museo de cera, mientras canturrea una horrible canción, la figura del
conde Drácula toma vida para morder a la ingenua heroína. Lugosi supo
satirizar su personaje sin caer en la astracanada manteniendo todo el
respeto que le debía. Sarcárstico e irónico, el vampiro le dirá a la heroína
antes de hincarle el diente” ¡Betty! ¡Has cantado ya tu último Boop!”.
Mae Questel era la actriz que doblaba los dibujos animados de Betty Boop
antes de su prohibición por la censura americana. En este corto dio
imagen real al personaje que había prestado su voz en las pantallas
angloparlantes. A título de curiosidad, he de añadir que Mae fue la madre
pelmaza de Woody Allen en su episodio de "Historias de Nueva York"
(New York Stories, 1989).
Aparte de los films citados en este libro, Bela Lugosi, intentó volver a
encarnar a Drácula en unos proyectos cinematográficos que fueron
abortados o modificados como: ”Dracula’s Daughter” (1936), cuyo papel
fue eliminado en la reescritura del guión; ”Chamber of Horrors” (1943),
donde le sustituyó John Carradine antes de iniciarse el rodaje, retitulado
después como ”House of Frankenstein”; ”Dr Akula” (1948), serie de TV que
fue cancelada; ”Dracula” (1953) una nueva versión en color y 3-D de la
novela de Stoker que tampoco se filmó.

1944

GANDY GOOSE IN GHOST TOWN


”20th Century Fox”. (U.S.A.). Director: Mannie Davis. Productor: Paul H.
Terry. Dibujos animados.
Serie “Terrytoons”
Color.
7 minutos.

La oca Gandy protagonizó una serie de cortos producido por el animador


Paul H. Terry, más célebre por su serie sobre el Súper Ratón (Mighty
Mouse), una versión ratonil de Supermán que ha hecho las delicias de los
espectadores infantiles durante varias generaciones.
En el corto que nos ocupa, la simpática Gandy tiene una pesadilla en la
que se encuentra al conde Drácula y al monstruo de Frankenstein.

1944

LA ZíNGARA Y LOS MONSTRUOS


(HOUSE OF FRANKENSTEIN)
”Universal Pictures” (U.S.A.) Productor: Paul Malvern, Director: Erle C.
Kenton, Guión: Edward T. Lowe, Argumento original: Curt Siodmak,
basado en su narración “The Devil’s Brood”, y en personajes de Mary W.
Shelley y Bram Stoker. Música: Hans J. Salter y P. Dessau. Maquillaje:
Jack Pierce, Fotografía: George Robinson (blanco y negro), Efectos
especiales: John P. Fulton, Director artístico: John B. Goodman y Martin
Obzina, Decorados: Russell A. Gausman y A. J. Gilmore, Vestuario: Vera
West, Montaje: Philip Cahn. Sonido: Bernard B. Brown. Ayudante
dirección: William Tummel. Duración: 71 minutos.
Intérpretes y personajes: Boris Karloff (Dr Gustav Niemann), Lon Chaney jr
(Larry Talbot, el hombre lobo), John Carradine (conde Drácula), J. Carrol
Naish (Daniel), Elena Verdugo (Ilonka), Anne Gwynne (Rita Hussman),
Lionel Atwill (inspector Hans Arnz), Peter Coe (Carl Hussman), Glenn
Strange (monstruo de Frankenstein), George Zucco (profesor Bruno
Lampini), Sig Rumann (herr Hussmann, el burgomaestre), William
Edmunds (Fejos), Charles Miller (Toberman), Philip Van Zandt (Míller),
Julius Tannen (Hertz), Hans Herbert (Meier), Dick Dickinson (Born),
George Lynn (Gerlach), Michael Mark (Frederick Strauss), Frank Reicher
(Ullmann), Olaf Hytten (Hoffman, patron del café), Brandon Hurst (Dr.
Geissler), Edmund Cobb, Belle Mitchell, Joe Kirk, Charles Wagenheim.
Títulos de rodaje: “Chamber of Horrors” y “The Devil’s Brood”
En los años cuarenta el cine fantástico experimentaba una fuerte crisis, tal
vez debido que los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra
Civil española habían convertido en inofensivos a todos los monstruos
cinematográficos. El cine de terror tardó más de una década en
recuperarse del trance, cuando los horrores cotidianos comenzaban ya a
olvidarse.
Es por esto que durante los años cuarenta las películas de terror
comienzan un espectacular declive, los productores asustados por la caída
de la taquilla decidieron unir en una todas las series Universal.
Así con “Frankenstein y el hombre lobo” (Frankenstein Meets the Wolf
Man, 1943) de Roy William Neill, con Lon Chaney como licántropo y Bela
Lugosi como monstruo de Frankenstein, se inicia una nueva tendencia del
género fantástico mezclando mitos de la pantalla con resultados
discutibles.
En “La zíngara y los monstruos”, el conde Drácula se une al revival de los
viejos amigos de la Universal. Erle C. Kenton es un buen creador de
atmósferas, aunque aquí se ve perjudicado por un guión irregular.
Al principio de la película, el Gustav Niemann (excelente Boris Karloff) y el
jorobado Daniel (convincente J. Carrol Naish) huyen de la prisión gracias a
un rayo que destroza la pared de sus celdas. Casualmente, al salir al
exterior se encuentran con una atracción ambulante del profesor Lampini
que casualmente lleva el esqueleto del conde Drácula. Demasiadas
casualidades y demasiados convencionalismos en el guión.
Daniel asesinará a Lampini, y Niemann le suplantará. Casualmente, la
primera ciudad donde actuará es la misma donde reside el burgomaestre
que le condenó, que acudirá casualmente a la representación y se burlará
del falso profesor Lampini. Niemann irritado resucitará al conde Drácula
(John Carradine) y pactará con él para vengarse de su enemigo y de paso
secuestrar a su nieta.
Un Drácula vestido de etiqueta intentará seducir a la joven, asesinando al
burgomaestre pero será descubierto, perseguido y muerto por un rayo de
sol. La mediocridad preside toda estas secuencias protagonizada por un
vampiro con chistera que nada tiene que ver con Stoker.
Con este disfraz John Carradine más bien parece un pistolero del Far West
con aspecto de tahúr del Mississippí, pero no es el actor más adecuado
para encarnar al conde Drácula, aquí muy desdibujado. La Universal no
quiso contratar a Bela Lugosi para este papel, muy lamentable pero creo
sinceramente que le hicieron un gran favor.
Afortunadamente el resto de la película es de mayor calidad, el
atormentado jorobado enamorado de la regordeta zíngara, quien a su vez
caerá prendida de Larry Talbot, el hombre lobo. Este triángulo de seres
desafortunados, malditos y marginales, es precisamente lo más
convincente de este título recobrando un pulso que se había perdido en las
secuencias vampíricas.
Excelente composición de Lon Chaney jr, que sabe darle al licántropo este
aire de tragedia griega, en contrapunto a la pureza de la ingenua zíngara,
capaz de compartir la muerte con él. En cambio Glenn Strange, un actor
de excelente presencia pero limitados recursos, compondrá un monstruo
fantasmagórico al que lamentablemente se le da muy poco papel.
Erle C. Kenton consigue en esta segunda parte una excelente atmósfera
de fantasía y ensueño, contrastando con la mediocridad de sus primeras
secuencias.

1945

LA MANSION DE DRACULA
(HOUSE OF DRACULA)
”Universal Pictures” (U.S.A.) Productor: Paul Malvern, Director: Erle C.
Kenton. Guión: Edward T. Lowe. Argumento: George Bricker y Dwight V.
Babcock, con personajes de Bram Stoker y Mary W. Shelley.Música: Edgar
Fairchild, Supervisión musical: Hans J. Salter, Productor asociado: Joseph
Gershenson, Maquillaje: Jack Pierce, Fotografía: George Robinson (blanco
y negro), Efectos especiales: John P. Fulton, Director artístico: John B.
Goodman y Martin Obzina, Decorados: Russell A. Gausman y Arthur D.
Leddy, Vestuario: Vera West, Peluquería Carmen Dirigo, Montaje: Russell
Schoengarth. Duración: 67 minutos.
Intérpretes y personajes: Lon Chaney jr (Larry Talbot, el hombre lobo),
John Carradine (conde Drácula / barón Latos), Martha O’Driscoll (Miliza
Morell), Lionel Atwill (inspector Holtz), Jane Adams (Nina), Glenn Strange
(monstruo de Frankenstein), Onslow Stevens (Dr. Franz Edelmann),
Ludwig Stossel (Siegfried), Skelton Knaggs (Steinmuhl), Joseph E. Bernard
(Brahms), Dick Dickinson (un aldeano), Fred Cordova (un policía), Carey
Harrison, Harry Lamont (un aldeano), Gregory Muradian (Johannes),
Beatrice Gray (la madre), Walter De Palma (doble de Lon Chaney jr),
Arthur W. Stern (doble de John Carradine), Carey Loftin (doble de Onslow
Stevens) y (no acreditados como monstruos de Frankenstein) Boris Karloff
en los fragmentos de “La novia de Frankenstein” (The Bride of
Frankenstein, 1935) , Lon Chaney jr y Ed Parker en los de “Ghost of
Frankenstein” (1942)
El espectacular éxito taquillero del anterior episodio motivó que la
Universal pusiera en marcha una especie de segunda parte reuniendo al
mismo equipo técnico y artístico aunque con la importante ausencia de
Boris Karloff y J. Carrol Naish. “La mansión de Drácula” empero fracasó en
taquilla y la Universal decidió entonces darles carpetazo definitivo a las
series de género fantástico que tanta gloria les había dado.
El argumento bastante curioso muestra al profesor Franz Edelmann
(Onslow Stevens, tal vez el mejor actor del reparto) investigando las
enfermedades misteriosas. A su consulta acudirán el barón Lajos (es decir,
el conde Drácula) quien desea curarse de su enfermedad, el vampirismo,
ya que desea convertirse en una persona normal. También hará acto de
presencia Lawrence Talbot, el hombre lobo, enamorado de la enfermera
Miliza. Otro personaje principal de la trama es el clásico jorobado, aquí una
muchacha, Nina, que también busca la salvación a su problema. Drácula y
Talbot se enamorará de Miliza provocando malestar. Larry, desesperado
intentará suicidarse, pero caerá en una cueva donde casualmente se
encontrará al monstruo de Frankenstein.
Edelmann intentará reanimar a la criatura, pero por error recibirá en sus
venas la sangre contaminada de Drácula convirtiéndose en un ser
paranoico. Los acontecimientos se precipitan, Larry es operado con éxito
curándose de su maldición, pero Drácula morirá desintegrado por los rayos
solares, mientras que el científico, la jorobada y el monstruo hallarán la
muerte en una orgía de terror.
Por su parte, el ex licántropo Lawrence Talbot huirá con Miliza, iniciando
ambos una nueva vida libre de toda pesadilla. Un raro final feliz en una
filmografía protagonizada por la tragedia.
“La mansión de Drácula” de hecho no es más que una operación
nostálgica para los amantes del género, un film que como el anterior han
sido demasiado subvalorados recibiendo ataques injustificados. Gracias a
la televisión, hemos podido descubrirles de nuevo y comprobar la nulidad
de esos juicios adversos.
Naturalmente estamos lejos de las obras maestras, son en realidad dos
films más que estimables y muy simpáticos de ver. Los monstruos
aparecen en “La mansión de Drácula” muy desdibujados, les falta carácter
siendo ensombrecidos por el Edelmann lo cual es muy preocupante.
Erle C. Kenton cierra pues un ciclo glorioso dentro del cine fantástico, un
ciclo que jamás volvería a repetirse. Una década después aparecería la
Hammer en Inglaterra, pero estos nuevos films tenían una personalidad
distinta. Siguieron años oscuros donde los monstruos arrastrarían su
pasada fama en productos indignos y subproductos de la peor especie,
también vinieron las parodias y desmitificaciones varias. Malos tiempos
para los seres de las tinieblas.

1948

ABBOTT Y COSTELLO CONTRA LOS FANTASMAS


(ABBOTT AND COSTELLO MEET FRANKENSTEIN)
”Universal Pictures” (U.S.A.) Productor: Robert Arthur, Director: Charles T.
Barton, Guión: Robert Lees, Frederic Rinaldo y John Grant, Fotografía:
Charles Van Enger (blanco y negro), Decorados: Russell A. Gausman y
Oliver Emert, Efectos especiales: David S. Horsley y Jerome H. Ash,
Maquillaje: Bud Westmore, Música: Frank Skinner, Montaje: Frank Gross.
Duración: 83 minutos.
Intérpretes y personajes: Bud Abbott (Chick Young), Lou Costello (Wilbur
Brown), Bela Lugosi (conde Drácula), Lon Chaney jr (Larry Talbot, el
hombre lobo), Glenn Strange (monstruo de Frankenstein), Lenore Aubert
(Sandra), Jane Randolph (Joan), Charles Bradstreet, Frank Ferguson, Joe
Kirk, Harry Brown, Clarence Straight, Frank Fenton y la voz de Vincent
Price (hombre invisible). Lon Chaney jr. dobla a Glenn Strange en unos
planos como monstruo de Frankenstein.

Tres años después de “La mansión de Drácula” la Universal pretendió


desmitificar a sus personajes en una cinta con los dos cómicos de moda,
Bud Abbott y Lou Costello, nacidos a la sombra del genio de Stan Laurel y
Oliver Hardy, a quienes jamás llegaron a igualar ni de lejos. Aunque en
algunos lugares, el tándem Abbott y Costello haya sido revalorizado es
necesario precisar que su comicidad es reiterativa, poco imaginativa,
aunque efectiva cara a un público que incluso en la actualidad les admira.
Aquí, este tándem de patosos son dos transportistas que deben facturar al
Museo de los Horrores dos cajas conteniendo los restos de Frankenstein y
Drácula. Pero ambos aún viven y darán un buen susto al gordo Costello, el
único ser que les verá moverse sin que nadie le crea dada su simplicidad.
Larry Talbot se presentará a la pareja de zoquetes tratando de ayudarles,
revelándoles que Drácula busca un nuevo cerebro al monstruo de
Frankenstein. En un baile de máscaras, Costello será secuestrado por el
vampiro ya que es el elegido como donante involuntario para el canje.
Cuando intentan empezar la operación, Talbot y Abbott irrumpirán en el
castillo para salvar a Costello. Es plenilunio, Larry sufrirá una
transformación y convertido en hombre lobo se peleará con Drácula
cayendo ambos por un precipicio.
Mientras tanto, el monstruo de Frankenstein perseguirá al dúo de zoquetes
por todo el castillo, hasta quemarse en un embarcadero. Sin embargo,
cuando Abbott y Costello ya están libres, inesperadamente aparecerá el
hombre invisible…
En esta película de enredos y persecuciones podríamos temernos lo peor,
ver ridiculizados a nuestros amigos los monstruos de la Universal, pero no.
No es así. Tanto Bela Lugosi, como Glenn Strange como Lon Chaney jr
están más que dignos en sus respectivos personajes, pero quien sobresale
del conjunto es el húngaro Lugosi entonces en su declive artístico y físico.
La caracterización de Drácula está realizada con el máximo respecto,
aunque lejos de la atmósfera del film de Browning, el vampiro no
desmerece en absoluto de su precedente cinematográfico. Esta mirada
mezquina, diabólica, con una sonrisa sarcástica es muy difícil de olvidar.
Acusado de locura, Bela Lugosi respondía con amargura: “dicen que estoy
loco porque me creo el conde Drácula, pero la sociedad que me rodea está
aún más loca que yo”.
Dos años después, Bud Abbott y Lou Costello iniciaron un programa de
televisión en directo, “The Colgate Comedy Hours”, en el que realizaban
parodias y actuaciones en vivo. Una de sus emisiones fue una recreación
de “Abbott y Costello contra los fantasmas” donde Lugosi, Chaney jr y
Strange repitieron una vez más sus míticos personajes cara al público.
Aquella noche memorable supuso un emocionado adiós para unas
auténticas leyendas del cine fantástico.

1953

DRAKULA ISTANBULDA
”And Film” (Turquía), Productor: Turgut Demirag, Director: Mehmet Muhtar,
Guión: Umit Deniz, basado en ”Kazikli Voyvoda (El voivoda empalador) de
Ali Riza Seyfioglí, Fotografía: Ozen Sermet, Director artístico: Sohban
Kologlu, Música: Turgut Demirag,
Intérpretes y personajes: Atif Kaptan (Drácula), Bílent Oran (Azmil), Annie
Ball, Ayfer Feray, Cahit Irgat, Kemal Emin Bara.
Film perdido.

Literalmente traducible como “Drácula en Estambul”, esta es una versión


apócrifa de la novela de Bram Stoker, reciclada en “El voivoda empalador”
de Ali Riza Seyfioglí.
Azmi, un joven contable turco, viaja a Transilvania para aceptar la oferta
del conde Drácula que desea contratarle como secretario. A lo largo del
viaje descubrirá que su anfitrión es un descendiente de Vlad el Empalador,
gran enemigo del pueblo turco.
En el castillo será recibido por un jorobado, servidor de Drácula, y después
por el aristocrático conde. Azmi investigará y descubrirá que Drácula es en
realidad un vampiro, quien duerme en un ataúd junto a sus dos pupilas.
Una noche el joven turco escapará del ataque de una de ellas, huyendo a
Estambul donde contará la escalofriante historia a su novia Lucy, una
danzarina rubia, creyendo que todo es una pesadilla Azmi tratará de
olvidarlo pero pronto aparecerá el conde Drácula en Estambul tratando de
vampirizar a la bailarina.
El contable y un profesor especialista en ciencias ocultas descubrirán el
escondite de Drácula y le darán muerte por medios tradicionales.
Producida por Turgut Demirag, quien aprendió el oficio en Hollywood
asistiendo a Leo McCarey, nos ofrece una tentativa insólita de recrear el
mito en tierras musulmanas, aunque la actriz protagonista Annie Ball sea
austriaca.
Muy famosa en los night clubs turcos, Annie nos ofrecerá números de
danza oriental y secuencias de baños de gran sugerencia erótica. Además
Drácula huirá cuando sus enemigos le muestran el Corán, adaptándose
así a la mentalidad musulmana.
Rodada en siete semanas, con un buen presupuesto para el país, obtuvo
un interesante éxito comercial aunque sus autores decidieron no continuar
en el género porque creían no dominarlo lo suficiente.
Atif Kaptan, el actor que interpretaba a Drácula, tenía entonces 25 años de
experiencia en el mundo del espectáculo, muy buenas tablas y su
caracterización era muy convincente. Avejentado, según la descripción de
Stoker, su presencia altanera y malévola atemorizó a los aficionados
turcos aunque es de lamentar que este título haya desaparecido y que
actualmente no exista ninguna copia para poderlo descubrir bien en la
televisión o bien en algún festival de cine fantástico, tal como era el
añorado Festival de Sitges antes de que cayera en las garras de los
burócratas de celuloide en aquel desdichado 1982 de nefasto recuerdo.

1953

BUD ABBOTT AND LOU COSTELLO MEET DR JEKYLL AND MR HYDE


”Universal Pictures” (U.S.A.), Productor: Howard Christie, Director: Charles
Lamont, Guión: Leo Loeb y John Grant, Argumento original: Sidney Fields
y Grant Garrett, Fotografía: George Robinson (blanco y negro), Maquillaje:
Bud Westmore, Efectos especiales: David S. Horsley. Duración: 75
minutos.
Intérpretes y personajes: Bud Abbott (P. C. Slim), Lou Costello (P. C.
Tubby), Boris Karloff (Dr. Henry Jekyll y Mr Edward Hyde), Helen Westcott,
Craig Stevens, Reginald Denny, John Dierkes, Carmen de Lavallade, Harry
Cording, John Rogers, Clyde Cook, Hilda Plowright, Eddie Parker (doble
de Boris Karloff).

La relación de este film con nuestro mito es muy breve. Lou Costello entra
en un museo, las estatuas del monstruo de Frankenstein y de Drácula se
animan para darle un buen susto. Nada más. Interpretado por un figurante
anónimo, ambos mitos tendrán una pálida intervención.
El único elemento interesante de esta comedia de serie es la aparición de
Boris Karloff como el doctor Jekyll y su alter ego mister Hyde, la recreación
del ambiente gótico Universal está muy lograda. Karloff, que se había
negado a parodiar al monstruo de Frankenstein en “Abbott y Costello
contra los fantasmas” porque no deseaba burlarse de un viejo amigo,
aceptó intervenir en esta cinta porque no estaba en su mejor momento. La
edad le pesaba y en las secuencias de acción era doblado por el
especialista Eddie Parker.

1958

DRÁCULA
(HORROR OF DRACULA)
”Hammer/Universal” (Reino Unido). Productor: Anthony Hinds, Productor
ejecutivo: Michael Carreras, Director: Terence Fisher, Guión: Jimmy
Sangster, basado en la novela “Drácula” de Bram Stoker, Fotografía: Jack
Asher (Eastmancolor, revelado en Technicolor.), Operador: Len Harris,
Decorados: Bernard Robinson, Música: James Bernard, Dirección musical:
John Hollingsworth, Efectos especiales: Sydney Pearson, Maquillaje: Phil
Leakey (y Roy Asthon, no acreditado), Vestuario: Molly Arbuthnot,
Peluquería: Henry Montsash, Montaje: Bill Lenny, Supervisión montaje: Bill
Lenny, Montaje sonoro: James Need, Sonido: Jock May, Script.: Doreen
Dearnalley, Ayudante dirección: Robert Lynn, Productor asociado: Anthony
Nelson-Keys, Jefe de Producción: Donald Weeks, Ayudante de
Producción: Bernard Robinson, Fotofija: Tom Edwards. Duración: 2.228
metros, 82 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Peter Cushing
(doctor Van Helsing), Michael Gough (Arthur Holmwood), Melissa Stribling
(Mina Holmwood), John Van Eyssen (Jonathan Harker), Carol Marsh (Lucy
Holmwood), Valerie Gaunt (mujer vampira), Olga Dickie (Gerda), Janina
Faye (Tanya), Charles Lloyd Pack (doctor Seward), Miles Malleson (Marx,
el enterrador), George Woodbridge (posadero), Barbara Archer (Inga, la
criada), George Merritt (policía), George Benson (aduanero), Geoffrey
Bayldon (portero), Paul Cole (joven). (22)
Filmada en los Estudios Bray en 1957.

Desde la Segunda Guerra Mundial, el cine fantástico agonizaba entre la


indiferencia del público y la apatía de los productores. Sin embargo, la
firma británica Hammer era consciente de que el género no estaba
agotado del todo y que la única forma de resucitarlo era hacer tabla rasa
del pasado y regresar a sus propias fuentes.
Gracias a Terence Fisher, auténtico codificador fantástico británico, esta
versión de “Drácula” es más fiel al espíritu de la novela de Bram Stoker,
aunque con ciertas licencias en el argumento haciendo desaparecer el
personaje de Renfield y las secuencias del sanatorio del Doctor Seward.
La película costó entre $160.000 y $200.000, con 25 días de rodaje, e
incluso fue nominada al Oscar por su fotografía. Por vez primera se
utilizaba el color típicamente Hammer, caracterizado por unas tonalidades
intensas, y una recreación de la Inglaterra victoriana evitando mostrar el
presente.
El estilo Fisher se caracteriza por su capacidad de síntesis, nunca alarga
una secuencia más de lo necesario. La película carece de puntos muertos,
aunque adolezca de ciertos efectismos necesarios para atraer la atención
del espectador.
Por vez primera se sugiere la furia sexual de los vampiros, como la mujer
que aparece en el castillo de Drácula o la propia Lucy una vez
vampirizada. Mina esperará con impaciencia la llegada del conde a su
alcoba, llegando a esconderle en el sótano de su propia casa.
Si la versión de Browning tenía un fuerte bache narrativo en las secuencias
del sanatorio de Seward, aquí eliminadas del guión, Terence Fisher
consigue una obra compacta que no decae en ningún instante.
El vampiro aparece al principio como un refinado anfitrión, desvelándose
después en la secuencia con la vampira como un ser completamente
endemoniado. Christopher Lee nos ofrece un Drácula completamente
distinto de Bela Lugosi. Si éste es cínico, irónico y mordaz, Lee es una
auténtica furia del Averno, un ser de una maldad casi perfecta, sin ningún
resquicio de humanidad.
Posiblemente sea ésta la imagen más fidedigna del vampiro
cinematográfico, así como una película redonda que cambió radicalmente
la concepción del cine de terror que se tenía hasta entonces superando a
sus predecesores americanos.
Si en la etapa Universal, el título más brillante fue sin ninguna duda “La
novia de Frankenstein” (The Bride of Frankenstein, 1935) de James Whale,
en la etapa Hammer es “Drácula” la película más perfecta.
Mención aparte nos merece el personaje del profesor Van Helsing,
encarnado por un sereno Peter Cushing, formando con Lee la pareja más
carismática del cine fantástico desde la formada por Boris Karloff y Bela
Lugosi. Cushing y Lee no son historia, son una auténtica leyenda tanto en
sus colaboraciones para la Hammer como para otras productoras como,
por ejemplo, la Amicus cuyas películas tienen un nivel inferior de calidad.
No podemos olvidar la frenética pelea final, rodada el último día gracias a
una sugerencia del propio Cushing, así como la desintegración del vampiro
por los rayos de sol, aderezada por esa ráfaga de viento que esparcirá sus
cenizas.
Con la versión de Terence Fisher, el conde Drácula alcanza el punto más
alto de toda su filmografía. Un nivel que nunca más volverá a repetirse, ni
siquiera por la propia Hammer quien al darse cuenta del gran negocio que
tenía entre manos creó una serie de secuelas de inferior calidad. Sólo
Fisher fue capaz de igualar a Fisher, tal como veremos más adelante.
También merecen mención Michael Gough (el mayordomo de Batman en
las versiones de Tim Burton) así como las dos vampiras, Carol Marsh y
Valerie Gaunt, que saben transmitir la furia de sus respectivos personajes
y mantener al mismo tiempo su atractivo sexual.
La fotografía brillante de Jack Asher y la música de James Bernard
acentúan profundamente el carácter fantástico de esta absoluta obra
maestra del cine fantástico, pero ante todo debemos tener presente la
perfección de Terence Fisher por haber creado una obra sólida, así como
revolucionar la concepción del género con un estilo más realista, sabiendo
confrontar perfectamente el mundo de la realidad con el de la fantasía.

1962

HOUSE ON BARE MOUNTAIN


”Oliympic International” (U.S.A.). Productor: David Andrew y Wes Don,
Director: Robert Lee Frost, Guión: Denver Scott, Fotografía: Greg Sandor
(color y scope), Música: Pierre Martel, Montaje: Gary Lindsay, Duración:
62 minutos.
Intérpretes y personajes: Bob Cresse (Granny Good), Laura Eden
(Prudence), Angela Webster (Honey), Ann Meyers (Sally), Hugh Cannon
(Krakaw, el hombre lobo), Warren Ames (el monstruo de Frankenstein),
Jeffrey Smithers (Drácula), Laine Carlin, Leticia Cooper, Connie Hudson,
Ingrid Linn, Virginia Mark, Betty Peters, Laura Sanders, Mike Stewart, Dan
Hyland, William Kirk, Roc Shannon.

A principio de los sesenta empezaron a rodarse en serie una serie de


películas (?) llamadas “nudies” caracterizadas por unos argumentos
inconsistentes y por la aparición de numerosos cuerpos desnudos,
sobretodo femeninos. “House on Bare Mountain” tenía un presupuesto
relativamente alto, unos 72.000 dólares, utilizándose un color chungo y el
scope.
Ambientada en la época de la Prohibición de licor, la trama gira alrededor
de la vieja Granny (en realidad un travestí, Bob Cresse), investigada por
Prudence, una agente del FBI. La anciana tiene una destilería clandestina
de licor, siendo asistida por un hombre lobo.
Granny tiene que servir un pedido de licor, pero para disimular ante la
vigilancia policiaca, organizará una fiesta que acabará por convertirse en
una verdadera orgía. Entre los invitados a la misma estarán algunas chicas
dispuestas a quitarse toda la ropa y, para postre, el conde Drácula y el
monstruo de Frankenstein.
Me temo que esta cinta no necesite ningún comentario, el mismo
argumento ya lo dice todo y cualquier relación con el cine es pura
coincidencia.

1962

AHKEA KHOTS
”Sunglim Films” (Corea del Sur). Director: Yongmin Lee, Guión: basado en
la novela “Drácula” de Bram Stoker.
Intérpretes y personajes: Chimi Kim y Yechoon Lee.

Tras el éxito del “Drácula” de Fisher en todo el mundo, una oscura


producción oriental decidió crear un burdo plagio del que se tiene muy
pocas referencias. ¿Un Drácula coreano? muy poco cine en esta cutre
patochada.

1964

SEXY PROIBITISSIMO
”Gino Mordini S.P.A. Produzioni Cinematografiche/Atlantis Films” (Italia).
Productor: Gino Mordini, Director y guión: Marcello Martinelli, Fotografía:
(Eastmancolor, WideScreen), Música: Lallo Gori, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Karmela, Diana West, Poppy Scott, Lili de
Saigon, Buddy Thompson, Pamela Wellman.

El strip-tease a través del tiempo. En una secuencia una chica trata de


excitar al monstruo de Frankenstein quitándose la ropa, también aparecerá
el conde Drácula. ¿Dónde está el Cine en este engendro? Misterio.

1964

MGA MANUGGANG NI DRACULA


“Hemisphere” (Filipinas). Sin más datos.

También desconocido como “The Secret of Dracula” o “The In-Laws of


Dracula”, este film fantasma es un auténtica incógnita del género
fantástico.

1964

BATMAN DRACULA
Producida, dirigida y escrita por Andy Warhol. Duración: 120 minutos. Sin
más datos.
Intérprete: Jack Simth (conde Drácula)

Desconocido film underground sobre el conde Drácula perpetrado por el


polifacético Warhol antes de ser tiroteado por una feminista radical llamada
Valerie Solanas. Desde entonces se dedicó a la producción y nos castigó
con “Blood for Dracula” (1974), corealizada por Antonio Margheriti y Paul
Morrisey. En ambos casos está más cerca de Ed Wood que de Terence
Fisher.
1965

DRÁCULA, PRíNCIPE DE LAS TINIEBLAS


(DRACULA, PRINCE OF DARKNESS)
”Seven Arts/Hammer Production” (Reino Unido).Productor: Anthony Nelson
Keys, Productor ejecutivo: Ross MacKenzie, Director: Terence Fisher,
Guión: John Sansom (Jimmy Sangster), Argumento: John Elder (Anthony
Hinds) según el personaje de Bram Stoker, Fotografía: Michael Reed
(Color de Luxe, Techniscope), Operador: Cece Coney, Dirección Artística:
Don Mingaye; Decorados: Bernard Robinson, Música: James Bernard,
Supervisión musical: Philip Martell, Efectos especiales: Les Bowie Films
Ltd, Maquillaje: Roy Asthon, Vestuario: Rosemary Burrows, Peluquería:
Freida Steiger, Montaje: Chris Barnes, Supervisión montaje: James Needs,
Montaje sonoro: Roy Baker, Sonido: Ken Rawkins, Script: Lorna Selwyn,
Ayudante dirección: Bert Batt, Distribución: 20th Century Fox en los USA y
Warner-Pathé en Reino Unido. Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (Drácula), Barbara Shelley
(Helen Kent), Andrew Keir (padre Sandor), Francis Matthews (Charles
Kent), Suzan Farmer (Diana Kent), Charles Tingwell (Alan Kent), Thorley
Walters (Ludwig), Philip Latham (Klove), Walter Brown (hermano Mark),
George Woodbridge (propietario), Jack Lambert (hermano Peter), Philip
Ray (sacerdote), Joyce Hemson (madre), John Maxim (cochero) y Peter
Cushing (Abraham Van Helsing) en una secuencia de “Drácula” (Horror of
Drácula, 1957).
Filmada en los Estudios Bray.

Por fin se estrenó la esperada secuela sobre el conde Drácula que no


defraudó de ningún modo a los seguidores del mito. No se sabe por qué la
Hammer tardó ocho años en su producción, pero bienvenido fue la espera
cuando nos encontramos en el pregenérico la secuencia final de “Drácula’,
en que Van Helsing daba muerte al temible vampiro.
Dos matrimonios ingleses, en viaje por los Cárpatos, llegan al castillo de
Drácula ignorando las leyendas que se encierran entre sus muros. Son
recibidos por Klove, un criado siniestro, quien les revela que su amo está
muerto pero que ha dejado dispuesto que todos los huéspedes sean bien
recibidos.
En realidad se trata de un ardid de Klove para resucitar a su señor en una
secuencia escalofriante. Tras asesinar a uno de los maridos, le desangrará
sobre las cenizas del vampiro que volverá así a la vida y vampirizará a la
esposa del difunto.
El matrimonio superviviente huirá y se refugiará en una abadía, donde se
encontrarán a Ludwig, un lunático antiguo servidor de Drácula con
reminiscencias de Renfield, que abrirá las puertas al maléfico conde. La
vampira Helen será capturada y empalada por los frailes, pero el vampiro
huirá llevándose consigo a Diana.
En el castillo se organizará una nueva refriega, cayendo Drácula a un
estanque helado hundiéndose lentamente con su capa. Un momento
especialmente poético y emocionante.
Aunque subvalorada durante algún tiempo (de hecho todos los films
fantástico, incluso los más perfectos, han sufrido etapas de desprecio)
“Drácula, príncipe de las tinieblas” es la mejor película del mito con un
argumento original, es decir exceptuando las adaptaciones más brillantes
de la novela de Stoker, aunque aquí queden ciertos resquicios como el
lunático servidor del vampiro.
Volvemos a encontrarnos de nuevo al gran Christopher Lee en su diabólica
encarnación del vampiro, aunque esta vez con la dura competencia de
Barbara Shelley, estupenda en las secuencias en que se ha convertido en
vampira. La recreación del goticismo en el castillo, por cierto mejor que en
la primera entrega, es indudablemente el aspecto más positivo así como la
definición de la contradicción de esa dama puritana inglesa convertida en
un ser endemoniado.
Fisher construye a la perfección su relato basado de nuevo en la
confrontación del Bien y del Mal, en la erotización del vampirismo presente
sobretodo en el personaje de Barbara Shelley, y en la magistral secuencia
en que Drácula da a beber su sangre a la ingenua Diana (Suzan Farmer).
A falta de Van Helsing, el monje Sandor es un digno sucesor quien con
gran autoridad sabrá dominar la situación frente al mediocre galán inglés.
Lamentablemente el nivel de calidad de esta cinta jamás volverá a
repetirse en las siguientes entregas de esta emocionante serie sobre el
conde Drácula.

1966

THE EYE OF COUNT FLICKENSTEIN


Director: Tony Conrad. Cortometraje sin datos.

Ignota parodia de “Drácula” y encima olvidada. No tuvo distribución


comercial viendo restringida su visión en los circuitos “underground” (cine
paralelo realizado al margen del sistema habitual).
1966

BILLY THE KID VERSUS DRACULA


”Circle Productions Inc/Embassy” (U.S.A.) Productor: Carroll Case,
Director: William Beaudine, Guión: Karl Hittleman, Fotografía: Lothrop
Worth (Pathé-Color), Música: Raoul Kraushaar, Duración: 72 minutos.
Intérpretes y personajes: John Carradine (conde Drácula), Chuck Courtney
(Billy the Kid), Virginia Christine (Eva Oster), Melinda Plowman (Betty
Bentley), Walter Janovitz (Franz Oster), Bing Russell (Red Thorpe), Lennie
Geer, Roy Barcroft, Oliver Carey, Mannie Landman, Marjorie Bennett,
George Cisar, Charlita, William Forrest, Richard Reeves, Harry Carey jr,
Max Kelvin, Jack Williams, William Chalee.

La tercera aparición de John Carradine como conde Drácula no podía ser


más desafortunada. Un híbrido de western y film fantástico cocinado por
William Beaudine, el Jesús Franco americano, no podía ser más indigesto.
Como no tenía suficiente, el mismo realizador perpetró un “Jesse James
Meets Frankenstein’s Daughter” (1966), tan execrable como el presente
engendro.

1967

DRACULA’S WEDDING DAY


Director: Mike Jacobson. Cortometraje sin datos.

Cortometraje “underground” realizado y distribuido al margen del cine


comercial. El conde Drácula lleva una chica a su tumba al amanecer. La
imagen estaba virada en color púrpura.

1967

DRACULA IN PAKISTAN/ZINDA LAASH


Pakistán. Dirigida por Khwaja Sarfraz. Guión: Khwaja Sarfraz. Diálogos:
Naseem Rizwani. Blanco y negro. Actores y personajes: Ala-Ud-In
(Parvez), Asad Bukhari (Dr. Aqil Harker), Cham Cham, Latif Charlie, Deeba
(Shabnam), Habib (Aqil's Brother), Baby Najmi, Nasreen (Vampire bride),
Rehan (Professor Tabani/Dracula), Sheela, Yasmine (Shirin), Munwar
Zarif.
Duración: 103 minutos.

Exótica película sobre nuestro vampiro rodada en Pakistán, aderezado de


bailes típicos y estética de fotonovela. A pesar de todo no resulta
demasiado desagradable pero sí muy curiosa.

1967

EL IMPERIO DE DRÁCULA
Ó
LAS MUJERES DE DRÁCULA
”Fílmica Vergara” (México). Productor: Luís Enrique Vergara, Director:
Frederick Curiel, Guión: Ramón Obín, Fotografía: Alfredo Uribe (colores).
Intérpretes y personajes: Eric del Castillo, Ethel Carrillo, Císar del Campo,
Fernando Oses, Rebecca Iturbide, Victor Alcocer, Altia Michel, Robin
Joyce, Gigi Monet, Lucha Villa.

No se tienen datos de esta extraía cinta de vampiros producida en los


estudios aztecas. Teniendo en cuenta la personalidad de sus autores, los
mismos de algunos episodios de El Santo, el Enmascarado de Plata,
mucho nos tenemos que será bastante insoportable.

1967

DR. TERROR’S GALLERY OF HORRORS


”Dora Corporation - Borealis Enterprises / American General” (U.S.A.)
Productor: David L. Hewitt y Ray Dorn, Director: David L. Hewitt, Guión:
David Prentiss, Gary Peacock y Russ Jones, Fotografía: Austin McKinney
(Pathecolor, Totalvisión), Director Artístico: Ray Dorn, Maquillaje: Jean
Lister, Montaje: Tim Hinkle. Duración: 82 minutos.
Intérpretes y personajes: Lon Chaney Jr, John Carradine, Rochelle
Hudson, Roger Gentry, Ron Doyle, Vic McGee, Mitch Evans (Drácula),
Karen Joy, Russ Jones.

Execrable film de episodios, dos de los cuales están dedicados al


vampirismo: “King Vampire” y “Count Alucard”. En este segundo Drácula
peleará contra un hombre lobo. Me pregunto qué harían Lon Chaney jr y
John Carradine, en su peor momento artístico, en este engendro
infumable.

1967

MADE MONSTER PARTY


”Videocraft International/Embassy” (U.S.A.) Productor: Arthur Rankin Jr,
Productor ejecutivo: Joseph E. Levine, Director: Jules Bass, Guión: Leo
Korobkin y Harvey Kurtzman, Fotografía: (colores), Marionetas: Jack
Davis, Música y canciones: Maury Laws y Jules Bass.
Intérpretes y personajes: marionetas animadas. Voces de Boris Karloff,
Phyllis Diller, Alan Swift, Gale Gardnett y Ethel Ennis.

Película de animación con Drácula, el doctor Frankenstein, Jekyll y Hyde,


el hombre lobo, el hombre invisible, King Kong y compañía participando en
una fiesta de monstruos clásicos del cine. El barón de Frankenstein tiene
la voz de Boris Karloff, fiel una vez más a la serie que tanta gloria le dio.

1967

BATMAN FIGHTS DRACULA


“Hemisphere” (Filipinas). Intérprete: Jack Smith.

Pocos datos tenemos de tan extraño film, pero nos tememos lo peor. Mejor
pasar página…

1968

DRACULA MEETS THE OUTER SPACE

Film erótico del que carecemos de datos. Al tener pésima distribución es


muy difícil dar con ellos.

1968

IL RISVEGLIO DI DRACULA
Italia. Director: U. Paolessi. Guión: L. Mauri.
Intérpretes: Gabby Paul, Gill Chadwick.
También Italia ha añadido títulos marginales y malditos a la filmografía del
conde Drácula.

1968

ISABELLE, A DREAM
“Cooperativa del Cinema Independiente” (Italia), Dirigida por Luigi Cozzi.
Cortometraje.
Intérprete y personajes: Don Post (Drácula, la momia y el monstruo de
Frankenstein).

El futuro realizador Luigi Cozzi se inició en el cine con este corto donde
aparecen Drácula y el monstruo de Frankenstein. Más adelante se hizo
célebre por su “Choque de las galaxias” (Star Crash, 1978) con la
excelente Caroline Munro de protagonista.
Algunas secuencias de este corto fueron reutilizados en “Il tunnel sotto il
mondo” (1968) del propio Luigi Cozzi.

1968

SANTO EN EL TESORO DE DRÁCULA


EL VAMPIRO Y EL SEXO
”Cinematografía Calderón S.A.” (México). Productor: Guillermo Calderón
Stell, Director: René Cardona, Argumento y guión: Alfredo Salazar,
Fotografía: Raíl Martínez Solares (Eastmancolor), Consejero color: Rafael
Leal, Director Artístico: Salvador Lozano, Decorados: Carlos Cortéz,
Música: Sergio Guerrero, Efectos especiales: Antonio Muñoz, Maquillaje:
María del Castillo, Montaje: José Bustos, Sonido: Eduardo Arjona,
Ayudante dirección: Manuel Muñoz y Manuel Alcayde, Jefe de Producción:
Roberto G. Rivera, Ayudante de Producción: Alfredo Chavira, Duración:
82 minutos.
Intérpretes y personajes: Santo, el ‘Enmascarado de Plata (él mismo),
Noelia Noel (Luisa), Aldo Monti (Drácula), Gina Moret, Jessica Rivano,
Diana Arriaga, Magali, Sonia Aguilar, Paulette (las mujeres vampiro),
Roberto G. Rivera (Dr. César Sepúlveda), Pili González (Paquita), Carlos
Agosti, Alberto Rojas, Jorge Mondragón, Fernando Mendoza, Javier Rizo,
Carlos Suárez, Víctor Manuel González, Guillermo “Lobo Negro”
Hernández.
Filmada en los Estudios Churubusco Azteca.

Santo tiene una máquina para viajar a través del tiempo, enviando a Luisa
al castillo de Drácula convirtiéndose en su ama de llaves. El célebre conde
recluta bellas mujeres, vampiras como él, ejecutando noches de orgías y
sexo en su lúgubre morada.
A través de Luisa, Santo conocerá el paradero del tesoro de Drácula que
está buscando desde hace tiempo para repartirlo entre los desheredados
de la tierra. Pero ambos se verán atraídos en un alucinante mundo de
aquelarres demoníacos y el conde Drácula apoderándose de la voluntad
del Santo, le empujará a vivir aventuras satánicas con trece esculturales
vampiras de muy buen ver y mejor tocar.
El delirante argumento aquí descrito ya lo dice todo. Rodada en doble
versión, una pacata (“Santo en el tesoro de Drácula” o “El tesoro de
Drácula”) y otra osada (“El vampiro y el sexo”) con desnudos femeninos,
esta película de René Cardona no puede tomarse en serio. Las vampiras
convertidas en una especie de bacantes de la mitología griega. Mucho
cachondeo y poco cine. Imaginamos que el equipo técnico y artístico se lo
pasó muy bien rodando este extravagante engendro.

1968

LAS VAMPIRAS
”Jamás Filmados” (México), Director: Federico Curiel, Guión: Adolfo Torres
Portillo y Federico Curiel, Fotografía: Alfredo Uribe (Eastmancolor),
Música: Gustavo César Carrión, Maquillaje: María Eugenia Luna.
Intérpretes y personajes: John Carradine (conde Drácula), Mil Máscaras,
Pedro Armendáriz jr, María Duval, Marta Romero, Maura Martí, Elsa María,
Jéssica Munguier, Manuel Garay, Vianney Larriaga, Dagoberto Rodríguez,
Sara Bentz, Rossy Caballos, Notlamael Frankenstein.

Mil Máscaras, un imitador de El Santo luchará contra una horda de


vampiros capitaneados por el mismo conde Drácula. Cuarta aparición de
John Carradine en este papel en intervenciones cada vez más
desafortunadas.

1968

DRÁCULA VUELVE DE LA TUMBA


(DRACULA HAS RISEN FROM THE GRAVE)
”Hammer/Warner Pathé” (Reino Unido). Productor: Aida Young, Productor
ejecutivo: Christopher Sutton, Director: Freddie Francis, Guión: John Elder,
basado en el personaje de Bram Stoker, Fotografía: Arthur Grant
(Technicolor), Operador: Moray Grant, Director Artístico: Bernard
Robinson, Música: James Bernard, Dirección musical: Philip Martell,
Efectos especiales: Frank George, Maquillaje: Rosemary McDonald-
Peattie y Heather Nurse, Peluquería: Wanda Kelley, Montaje: Spencer
Reeve, Supervisión montaje: James Needs, Montaje sonoro: Wilfred
Thompson, Sonido: Ken Rawkins, Script: Doris Martin, Ayudante dirección:
Dennis Roberton, Pintor de vidrios: Peter Melrose. Duración: 92 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Rupert Davies
(Monseñor Ernst Muller), Veronica Carlson (Maria Muller), Barry Andrews
(Paul), Barbara Ewing (Zena), Ewan Hooper (el sacerdote), Marion Mathie
(Anna Muller), Michael Ripper (Max), George A. Cooper (mesonero), John
D. Collins (estudiante), Chris Cunningham (granjero), Norman Bacon
(chico), Carrie Baker (chica asesinada en la campana).
Filmada en los Estudios Pinewood.

Al aparecer el cuerpo sin vida de una muchacha colgada cabeza abajo en


el badajo de una campana, Monseñor Ernst sellará con una cruz la puerta
del castillo de Drácula, muerto años atrás. Sin embargo, el sacerdote del
pueblo tendrá un accidente y su sangre revivirá al vampiro, cuyo cuerpo
estaba congelado en el estanque.
Cuando Drácula descubre que no puede entrar en su morada intentará
vengarse de Monseñor, dándole muerte y seduciendo a María, su sobrina.
Pero el joven Paul, un ateo enamorado de ella, se interpondrá en su
camino.
Es una auténtica desgracia que Terence Fisher, a causa de un accidente,
no pudiera realizar esta interesante cinta cuyo guión tiene múltiples
sugerencias. Freddie Francis, excelente director de fotografía, es en
cambio un realizador impersonal y el resultado final de esta tercera parte
resulta muy inferior a su precedente.
Sin embargo no voy a negar que la trama tenga muy buenos momentos,
como la seducción de Veronica Carlson con el detalle de arrojar la muñeca
fuera del lecho, dando a entender que ha pasado a una edad adulta.
Otro momento de interés reside en el primer intento de Paul de eliminar a
Drácula clavándole una estaca, pero que al carecer de fe no consigue
darle muerte, y sobretodo la impresionante secuencia final con el vampiro
empalado por la cruz mientras Ewan Hooper, con su espléndida dicción
inglesa, rezará el latín provocando la agonía del monstruo.
No quiero decir que éste sea un film desdeñable, ni mucho menos. Al
contrario me parece una buena película si se la compara con lo que ha
venido después, pero la falta de Fisher se deja notar. Christopher Lee está
estupendo en su tercera recreación, además por esta vez la ingenua
heroína es un verdadero hallazgo gracias a la estupenda Veronica
Carlson.
No obstante la parte positiva de esta cinta está más en el guión que en la
realización, eficiente pero fría. Sobresalen momentos aislados, escenas de
impacto como la aparición de una chica muerta en el badajo de una
campana, aunque no se expliqué el motivo, y el detalle del muchacho ateo
enfrentándose a un monstruo en cuya existencia no cree.
Curiosamente es el conde Drácula quien le hará creer en Jesucristo,
persignándose en el escalofriante instante en que el vampiro muere
empalado por la cruz.

1969

DRACULA, THE DIRTY OLDMAN


”Whit Boyd Productions” (U.S.A.). Productor: W. Edwards, Director: William
Edwards, Guión: Edwards y Rachel Edwards, Fotografía: William Troiam
(colores), Maquillaje: Tony Tierney, Intérpretes y personajes: Vince Kelly
(Drácula), Ann Hollis (Anne), Bill Whinon (el hombre lobo), Bunny Boyd,
Libby Caculus, Joan Puckett, Sue Allen, Rebecca Reynolds, Adarine.

El conde Drácula hipnotiza y domina la voluntad de un licántropo llamado


Jekyllman. Se trata de un burdo remake de “The Return of the Vampire”
(1944) de Lew Landers con innumerables secuencias eróticas. Como suele
ocurrir con ese tipo de cine la calidad es mínima, y su interés inexistente.

1969

DOES DRACULA REALLY SUCK?


ó
DRACULA AND THE BOYS
“Laurence Merrick Prods.” (U.S.A.). Director: Laurence Merrick.

Film porno de tendencia homosexual. Laurence Merrick nos castigó un año


después con otro bodrio, “Guess what happened to Count Dracula”, esta
vez en las pantallas comerciales.

1969

DRACULA VERSUS FRANKENSTEIN


”Independant International” (U.S.A.). Productores: Al Adamson y John Van
Horne, Director: Al Adamson, Guión: William Pugsley y Samuel Sherman,
Fotografía: Gary Graver y Paul Glickman (colores), Decorados: Kenneth
Strickfaden, Maquillaje: George Barr, Música: William Lava, Duración: 90
minutos.
Intérpretes y personajes: J. Carrol Naish (doctor Frankenstein), Lon
Chaney jr, Jim Davis, Russ Tamblynn, John Bloom (el monstruo), Zardor
Vorkov (conde Drácula), Forrest J Ackerman, Angelo Rossito, Regina
Carrol y Anthony Eisley.

El conde Drácula utiliza a un sirviente mudo (Lon Chaney jr) para capturar
al monstruo de Frankenstein. Film rodado en Marinelad, Florida, con
escaso presupuesto y menor talento.
J. Carroll Naish y Lon Chaney jr quemaban sus últimos cartuchos antes de
abandonarnos definitivamente, y Forrest J. Ackerman, gran aficionado al
cine fantástico, realiza uno de sus esporádicos cameos en pantalla. En
cuanto a Zardor Vorkov, el actor que hace de Drácula, este fue al parecer
el único film de su carrera. Y en cuanto a la película misma está
considerada como uno de los mayores bodrios de la Historia del Cine, en
reñida competencia con los engendros de Jesús Franco y compañía.

1970

EL CONDE DRÁCULA
”Fénix Films/Corona/Filmar/Towers” (Inglaterra/España). Productor: Harry
Alan Towers, Director: Jesús Franco, Guión Jesús Franco, basado en la
novela “Drácula” de Bram Stoker, Fotografía: Manolo Merino
(Eastmancolor), Productor ejecutivo: Arturo Marcos, Música: Bruno Nicolai.
Duración: 98 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Soledad
Miranda (Lucy), Herbert Lom (profesor Van Helsing), Maria Roehm (Mina),
Fred Williams (Jonathan Harker), Klaus Kinski (Renfield), Paul Muller
(Quincy Morris), Jack Taylor (doctor Seward), Teresa Gimpera, Emma
Cohen.
Hete aquí la versión Jess Frank de la novela de Stoker. Para muchos es
un inepto pero para otros todo un genio. En lugares donde se desprecia la
figura del gran Terence Fisher se idolatra al mentado Jesús Franco o al
licántropo nacional de pésimo recuerdo.
Y es lástima porque la cinta que nos ocupa tiene excelentes intérpretes
como el gran Herbert Lom, secundario de innumerables películas
internacionales, y un excelente Renfield, Klaus Kinski, además cuenta con
la mitificada Soledad Miranda, fallecida prematuramente.
Se trata de un cine que está reservado a los frikkies y amantes de rarezas,
queda para la anécdota el hecho de que Lee se presentara al rodaje con el
atuendo de la Hammer y Jess le dijo que lo guardara porque ésta es una
versión fidedigna a la novela. El vampiro aparece sin capa y con bigote.
Cuando el británico vio esta versión se le debió caer la mandíbula al suelo.
Se trata de un festival gratuito de zooms sin venir a cuento. Da la
impresión que está filmada para marear al espectador más para
inquietarle.

1970

VAMPIR-CUA DE CUC
”Films 59” (España). Productor, Director y Guión: Pere Portabella,
Fotografía: Manuel Esteban (blanco y negro), Música: Carlos Santos,
Duración: 72 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (Drácula), Herbert Lom, Soledad
Miranda, Jesús Franco…

Rodada durante el rodaje de “El conde Drácula” de Jesús Franco, este film
muestra en su imagen y una poesía que faltan precisamente en el original.
Pere Portabella rodó en blanco y negro una película cambiándole
precisamente todo el sentido, finalizando con un plano de Christopher Lee
quitándose el maquillaje y recitando un poema de Edgar Allan Poe, “El
cuervo”.
Desde luego este ensayo, poco tiene de película, adolece de un interés
limitado como todo el cine pretendidamente experimental de su autor, Pere
Portabella, ex senador comunista en el Parlamento Español y hombre
caracterizado por unas ideas muy comprometidas (más bien diría
oportunistas) que ya han pasado a la historia.
Con “Vampir”, apodado “Cuadecuc” (cua de cuc, quiere decir en castellano
cola de gusano), pretendió hacer un film subversivo (?), para provocar al
público pequeñoburgués (sic) al que trató de alienado porque protestaba
durante las proyecciones de su film mudo, ya que querían oír los diálogos
que, según Portabella, habían escuchado centenares de veces.
Dadas sus desorbitadas pretensiones tampoco vale la pena perder el
tiempo con este film que si bien tiene algunos valores visuales, en conjunto
resulta grotesca.

1970

EL PODER DE LA SANGRE DE DRÁCULA


(TASTE OF THE BLOOD OF DRACULA)
”Hammer/Warner Pathé” (Reino Unido). Productor: Aida Young, Director:
Peter Sasdy, Guión: John Elder (Anthony Hinds), basado en el personaje
de Bram Stoker, Fotografía: Arthur Grant (Technicolor), Dirección Artística:
Scott McGregor, Decorados: Arthur Banks, Música: James Bernard,
Dirección musical: Philip Martell, Efectos especiales: Brian Johncock,
Maquillaje: Gerry Fletcher, Vestuario: Brian Owen-Smith, Peluquería: Mary
Bredin, Montaje: Chris Barnes, Montaje sonoro: Roy Hyde, Sonido: Ron
Barron, Script: Geraldine Lawton, Ayudante dirección: Derek Whitehurst,
Jefe de Producción: Christopher Sutton, Duración: 95 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Geoffrey Kenn
(William Hargood), Gwen Watford (Martha Hargood), Linda Hayden (Alice
Hargood), Peter Sallis (Samuel Paxton), Anthony Corlan (Paul Paxton), Isla
Blair (Lucy Paxton), John Carson (Jonathan Secker), Martin Jarvis (Jeremy
Secker), Ralph Bates (Lord Courtley), Roy Kinnear (Weller), Michael
Ripper (Cobb), Russell Hunter (Felix), Shirley Falle (criada de Hargood),
Keith Marsh (padre), Peter May (hijo), Reginald Barratt (vicario), Maddy
Smith (Dolly), Lai Line (chica china), Malaika Martin (chica serpientes).
Filmada en los Estudios MGM/EMI de Elstree.

Cuando el conde Drácula cae sobre la cruz al final de “Drácula vuelve de la


tumba”, un pintoresco personaje recogerá su capa, sus cenizas y su anillo
para venderlos a un anticuario.
Años después, Lord Courtley, un acólito del vampiro, lo adquirirá para
organizar una misa negra ante un grupo de gente bien de la ciudad,
quienes horrorizados le asesinarán. Drácula vuelve a la vida, y se vengará
de los asesinos de su servidor.
Principio del fin de la Hammer. Agotadas las ideas, las sucesivas
reiteraciones cada vez más pálidas producen una serie de títulos mucho
más adocenados. El film de Peter Sasdy, realizador de televisión, carece
de ritmo y de fuerza. Sobresale alguna que otra escena aislada, como las
que transcurren en el interior de una iglesia, pero estamos ya lejos de los
films de Terence Fisher e incluso de Freddie Francis. Claro está que
comparada con “El conde Drácula” de Jesús Franco, el peor film de la
Hammer es una obra maestra.

1970

LAS CICATRICES DE DRÁCULA


(SCARS OF DRACULA)
”Hammer-Emi Film Productions” (Reino Unido). Productor: Aida Young,
Director: Roy Ward Baker, Guión: John Elder, basado en el personaje de
Bram Stoker, Fotografía: Moray Grant (Technicolor), Director Artístico:
Scott McGregor, Decorados: Arthur Banks, Música: James Bernard,
Dirección musical: Philip Martel, Efectos especiales:Roger Dickens y Brian
Johncock, Maquillaje: Wally Schneidermann, Ayudante maquillaje:
Hearther Nurse, Montaje: James Needs, Montaje sonoro: Roy Hyde,
Sonido: Ron Barron, Mezclas sonido: Dennis Whirlock, Ayudante dirección:
Derek Whitehurst, Duración: 96 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Jenny Hanley
(Sarah Framsen), Dennis Waterman (Simon Carlson), Patrick Troughton
(Klove), Christopher Matthews (Paul Carlson), Anoushka Hempel (Tania),
Wendy Hamilton (Julie), Michael Gwynn (sacerdote), Delia Lindsay (Alice),
Bob Todd (burgomaestre), Michael Ripper (mesonero).
Filmada en los Estudios MGM/EMI de Elstree.

Último Drácula victoriano. Este film irregular de Roy Ward Baker, por otra
parte excelente director británico, evidencia ya un cierto cansancio de la
serie. Se tenía prevista la reaparición del profesor Van Helsing, pero Peter
Cushing falló a última hora por estar comprometido en otro rodaje. La
Hammer eliminó del guión sus secuencias por lo que Ward Baker se vio
obligado a improvisar, sacándose de la manga un final tan inesperado
como inoportuno.
La acción arranca cuando un burgomaestre encuentra a su hija en la cama
con Paul un garañón de la villa, quien huye despavorido perseguido por
tan alta autoridad. En su huida acaba en el castillo del conde Drácula,
quien le recibe con toda normalidad.
Pero en la noche, Tania, amante del conde, se acuesta con el garañón.
Drácula al descubrirles les dará muerte a los dos. Tiempo después Simon,
hermano de Paul, y su joven esposa Sarah llegarán al castillo en busca del
desaparecido.
El conde Drácula volverá a recibirles con amabilidad, pero se sentirá
atraído por Sarah a quien intentará vampirizar, pero todo concluirá de
forma inesperada con la caída de un rayo que acabará con el vampiro.
Ese final absurdo empaña la buena factura de la película, muy superior a
las dos entregas anteriores. Es una lástima que el departamento de
efectos especiales y Anthony Hinds (John Elder) no hayan encontrado un
desenlace más interesante que éste.
El resto de la película es más que correcto, con muy buenas secuencias
en el castillo. Drácula trepando por los muros, esos murciélagos diabólicos,
el ataque al sacerdote en la iglesia, elementos más que atractivos para
una revitalización del mito, pero no fue así.
La Hammer viendo que iba por mal camino puso en marcha un nuevo
proyecto, “Dracula Walks the Night”, bajo la dirección de Terence Fisher,
que hizo la boca agua a todos los aficionados al fantástico, pero pronto nos
decepcionaron con el rodaje de “Drácula 73”, comentada más abajo. La
Hammer también canceló otras películas vampíricas que jamás vieron la
luz: “The Dracula Odyssey”; “Devil Bride of Dracula”; “Revenge of Dracula”;
“Vampirella”, la célebre heroína del comic venida del planeta Drakulón;
“Vlad the Impaler”, sobre el verdadero Drácula, y “Victim of You
Imagination”, una biografía del escritor Bram Stoker. Tampoco podemos
olvidarnos del viejo proyecto de Terence Fisher que jamás vio la luz, la
adaptación cinematográfica de “Yo soy leyenda”, la novela de Richard
Mathenson.
Otros proyectos frustrados fueron “Dracula” (1969) de Terence Fisher, una
versión fiel a la novela de Stoker, con Christopher Lee, James Mason y
Vincent Price; en 1974 otra adaptación íntegra debida a Robert Aldrich,
asimismo cancelada; “Kali, Bride of Dracula” (1974) de Terence Fisher con
Peter Cushing; “Dracula’s Feast of Blood”, un proyecto de la Tyburn
también abandonado.

1970

ONE MORE TIME


”Chrislaw-Tracemark” (Reino Unido). Productor: Milton Ebbins, Director:
Jerry Lewis, Guión: Michael Pertwee, Fotografía: Michael W. Steward
(Technicolor). Duración: 95 minutos.
Intérpretes y personajes: Sammy Davis jr (Charlie Salt), Peter Lawford
(Chris Pepper/Lord Sydney), Esther Anderson, Maggie Wright, Leslie
Sands, John Wood, Sydney Arnold, Edward Evans, Percy Herbert, Bill
Maynard, Dudley Sutton, Peter Cushing (barón de Frankenstein) y
Christopher Lee (conde Drácula).

Secuela de “Sal y pimienta” (Salt and Pepper, 1968), insípido film de


Richard Donner (por otra parte excelente director de “Superman” con
Christopher Reeve) con la pareja Sammy Davis jr y Peter Lawford. No
entendemos por qué Jerry Lewis se vio mezclado en este asunto que
ninguna gloria le aportó, tal vez la intención de dirigir una película donde
no apareciera como actor pudiera haber motivado esta inoportuna
decisión.
Completamente alejado de sus mejores tiempos, Jerry Lewis perpetra una
comedia completamente aburrida sobre la susodicha pareja, cuya acción
transcurre en Gran Bretaña. En una secuencia, Sammy Davis jr mueve un
ejemplar del Kama Sutra en la biblioteca de un castillo inglés descubriendo
que es un resorte que abre las puertas de un pasadizo secreto, al bajar la
escalera se encontrará al barón de Frankenstein, a su célebre criatura
(interpretado por un figurante anónimo) y al mismísimo conde Drácula, con
las facciones de Christopher Lee.
El célebre doctor al ver a Sammy le dirá “¡Ajá! ¡Tenemos un visitante!” y el
vampiro añadirá cortésmente “Charlie ¿no quieres tomar algo?”. No hace
falta precisar que el intruso huirá despavorido de tan lúgubre lugar.
Programada en el Canal 33 catalán como “Una altra vegada”.

1970

GUESS WHAT HAPPENED TO COUNT DRACULA


”A Merrick International Picture” (U.S.A.). Productor: Leo Rivers, Productor
ejecutivo, Dirección y Guión: Laurence Merrick, Dirección Artística: Michael
Minor, Fotografía: Bob Caramico (Color por Movielab), Música: Des
Roberts, Canción “Angélica” compuesta por Des Roberts, Coreografía: Lou
Claudio, Maquillaje: Rick Sagliani, Vestuario: Berman’s, Peluquería: Tom
Jones, Montaje: George Watters, Ayudante dirección: Clancy Styrko.
Duración: 80 minutos.
Intérpretes y personajes: Des Roberts (conde Drácula), Claudia Barron
(Angelica), John Landon (Guy), Robert Branche (Dr Harris), Frank Donato
(Imp), Sharon Beverly (Vamp), Damu King (Hunch), Jim Settler (Runt), Jeff
Cady (Larry), John King III (Gil), James Youngel (iniciado Macumba),
Angela Carnon (enfermera), Yvonne Gaudry (gitana).

Drácula se instala en Hollywood. Cansado de su amante, le propone a


Guy, un actor sin trabajo, el éxito y la fortuna a cambio de que le entregue
su novia Angélica a la que convierte en vampira.
Además aparece otra vampiro, Imp, que desafía a Drácula porque quiere
arrebatarle el título (?) de Príncipe de las Tinieblas.
Rocambolesco argumento el de este extraño film que no ha cruzado el
Atlántico y que, por este motivo, es desconocido en Europa. Si Laurence
Merrick es actualmente un nombre olvidado, por algo será.

1970

DRACULA’S LUSTERN (SEX) VAMPIRE


”Monarex” (Suiza). Director: Mario D’Alcala, Fotografía: Hans Jura
(Technicolor).
Intérpretes y personajes: Des Roberts, Alon d’Armand, Ula Kopa, Ika
Haussler, Claudia Barron, Hansi Lohma y “Horror-Charly”.

También conocido como “Lust of Dracula”, este es un film erótico


programado en salas especiales y del que no se tienen datos. Films
fantasma que pululan como hongos, aunque sus valores cinematográficos
prácticamente son nulos. Des Roberts apareció como Drácula en un bodrio
de Laurence Merrick, mucho rabo y poco talento.

1970

EL EROTICÓN
(EVERY HOME SHOULD HAVE ONE)
”Example Prods.” (Reino Unido). Productor: Ned Sherrin, Director: Jim
Clark, Guión: Marty Feldman, Barry Took y Denis Norden, Argumento:
Milton Shulman y Herbert Kretzmer, Fotografía: Ken Hodges (color),
Director Artístico: Roy Stannard, Música: John Cameron, Montaje: Ralph
Sheldon, Duración: 94 minutos.
Intérpretes y personajes: Marty Feldman (Drácula, Adán, Pan, un obispo
loco, etc.), Gordon Stophard (monstruo de Frankenstein), Julie Ege (Eva),
Shelley Berman, Judy Cornwell, Patrick Cargill, Jack Watson, Judy
Huxtable.

Film al servicio del cómico Marty Feldman que interpreta diversas


secuencias oníricas, viéndose desnudo en el Paraíso Terrenal como
nuestro primer padre Adán y la bella Julie Ege como Eva. En otra
secuencia Feldman aparece como el conde Drácula luchando contra el
monstruo de Frankenstein. También salen la condesa Bathory, Satanás,
King Kong y el Minotauro.

1971

CHUPAME LA SANGRE, TIO


(VAMPIRE HAPPENING)
”Caminneci/Aquila Film Enterprises” (Alemania). Productor: Pier A.
Caminneci, Productor ejecutivo: H. Klaus Pohlen, Director: Freddie Francis,
Guión: Dr. August Rieger, basado en una idea de Karl Heinz Hummel,
Fotografía: Gírard Vandenberg (Eastmancolor/Widescreen), Director
Artístico: Hans Zewhetner, Música: Jerry Van Rooyen, Maquillaje: Jupp
Paschke y Helmut Kraft, Vestuario: Lambert Hofer Jun y Clara Zichy-Kiss,
Peluquería: Stefan Szenoner, Montaje: Fred Serp, Sonido: Peter
Kellerhals, Ayudante dirección: Peter Saunders. Duración: 97 minutos.
Intérpretes y personajes: Pia Degermark (Betty), Thomas Hunter (Jens),
Lyvia Bauer (Gabriella), Daria Damar (Kirsten), Ivor Murillo (Joseph), Ingrid
Van Bergan, Joachin Kemmer, Kay Williams y Ferdie Mayne (el conde
Drácula).

En la edición de 1976 del Festival de Cine Fantástico de Sitges, Freddie


Francis definió a “Chúpame la sangre, tío” como su peor película, rodada
por motivaciones alimenticias y que no tuvo ningún éxito taquillero. Lejos
estamos de “Drácula vuelve de la tumba” para la Hammer que tenía no
pocos valores.
Betty, una estrella de Hollywood, hereda un castillo en los Cárpatos,
organizando una fiesta en la que participará el mismísimo conde Drácula,
interpretado por Ferdy Mayne, el conde Von Krolock de “El baile de los
vampiros” de Roman Polanski.
Film olvidable y olvidado en la filmografía de Freddie Francis.
Recientemente visionada me dejó petrificado por su escasa calidad,
parece una versión de “El baile de los vampiros” realizada por Jess “zoom”
Franco con sal gruesa que produce vergüenza ajena.
1971

CHI O SUU MI
(LAKE OF DRACULA)
“Toho Co. Ltd.” (Japón). Productor ejecutivo: Fumio Tanaka, Director:
Michio Yamamoto, Guión: Ei Ogawa, Fotografía: Rokurí Nishigaki (Fuji
Color y Tohoscope), Música: Riichiro Manabe, Duración: 82 minutos.
Intérpretes y personajes: Mori Kishida (conde Drácula), Midori Fujita
(Akiko), Osahide Takahashi (Saeki), Sanae Emi (Natsuko), Kaku
Takashina.

Inesperado éxito del cine fantástico japonés, no estrenado comercialmente


en España pero sí visto en numerosos festivales con gran éxito de público.
La realización está muy cuidada y Mori Kishida es un Drácula convincente
pese a tener los ojos rasgados como buen oriental. La transposición del
tema vampírico al Japón milenario resulta muy ingenioso, aunque notamos
ciertas influencias del “Drácula” de Fisher con algunos planos muy
parecidos.
El argumento no obstante es algo convencional, a finales de siglo el conde
Drácula muere atravesado por una estaca. Uno de sus hijos se refugia en
Japón, olvidando la maldición pero el mal reaparecerá. Convertido en
vampiro, el nuevo Drácula deambulará por las calles de Tokio, convirtiendo
asimismo a sus víctimas en revivientes.
Un médico intentará destruirle, pero Drácula se vengará raptando a su
novia para convertirla en su esposa.

1972

DRÁCULA 73
(DRACULA D. M. 72)
”Hammer/Warner Bros” (Reino Unido). Productor: Josephine Douglas,
Productor ejecutivo: Michael Carreras, Director: Alan Gibson, Guión: Don
Houghton, basado en personajes de Bram Stoker, Fotografía: Dick Bush
(Eastmancolor), Operador: Bernie Ford, Director Artístico: Don Mingaye;
Música: Michael Wickers, Dirección musical: Philip Martell, Canciones:
“Alligator Man” de Sal Valentino y “You Better Come Through” de Tim
Barnes; Efectos especiales: Les Bowies, Maquillaje: Jill Carpenter,
Vestuario: Rosemary Burrows, Peluquería: Barbara Ritchie, Montaje:
James Needs, Montaje sonoro: Roy Baker, Sonido: Claude Hitchcock y A.
W. Lumkin, Script: Doreen Dearnaley, Ayudante dirección: Robert Lynn,
Jefe de Producción: Ron Jackson, Ayudante de Producción: Cynthia
Palmer, Casting: James Liggat, Duración: 97 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Peter Cushing
(profesor Van Helsing), Stephanie Beacham (Jessica Van Helsing),
Christopher Neame (Johnny Alucard), Michael Coles (inspector), William
Ellis (Joe Mitchum), Marsha Hunt (Gaynor), Janet Key (Anna), Philip Miller
(Bob), Michael Kitchen (Greg), Caroline Munro (Laura Bellows), David
Andres (sargento Pearsons), Lally Bowers y The Stoneground Rock Group.
Filmada en los Estudios MGM-EMI, Elstree.

La acción arranca con un combate entre el conde Drácula y el profesor


Van Helsing sobre un coche tirado por caballos, hasta caer en la cuneta y
perecer ambos en su lucha a muerte.
En 1972, Johnny Alucard, un discípulo de Drácula, organiza una misa
negra y resucita al vampiro quien asesinará a diversos jóvenes, pero un
descendiente de Van Helsing y su sobrina pondrán fin al terror clavándole
un puñal de plata consagrada.
Actualizar al personaje de Stocker no es nada nuevo, ¿no lo hacía la
película de Browning? sin embargo la época del rock con unos niñatos
algo obtusos parece sentarle mal al vampiro, quien vivirá refugiado en una
iglesia abandonada.
La película de Gibson supone un paso atrás referente al episodio anterior,
la realización es plana e impersonal como la de Peter Sasdy, demostrando
que la serie ya estaba en vía muerta y que ya no tenía futuro. Por otra
parte, la firma Hammer comenzaba a estar anticuada, una nueva
generación de cineastas estaba a punto de salir y de arrinconarles
definitivamente.
En el aspecto positivo, la recuperación de Peter Cushing como contrapunto
de Christopher Lee, su ausencia se había hecho notar en los anteriores
capítulos de la serie, y debemos señalar también la agradable presencia
de Caroline Munro, una de las musas mas admiradas del cine fantástico de
los setenta.

1972

DRÁCULA CONTRA FRANKENSTEIN


”Fénix Films (Madrid)/Comptoir Français du Film (París)” (España/Francia).
Productor: Arturo Marcos, Director: Jesús Franco, Guión: Jesús Franco,
basado en personajes de Bram Stoker y Mary W. Shelley, Fotografía: José
Climent (Eastmancolor y Techniscope), Ambientador: Antonio de Cabo,
Música: Daniel White y Bruno Nicolai, Maquillaje: Monique Adelaide y
Elisenda Villanueva, Jefe de Producción: Robert de Nestle y Luis Lasala.
Laboratorio: Fotofilm (Madrid), Duración: 86 minutos.
Intérpretes y personajes: Dennis Price (doctor Frankenstein), Howard
Vernon (conde Drácula), Alberto Dalbes (doctor Seward), Mary Francis
(María), Brit Nicols (Lady Drácula), Fernando Bilbao (monstruo), Luis
Barboo (Amorpho), Genevieve Deloir (Amira), Brandy (hombre lobo),
Jossianne Gibert (Estela), Anne Libert.
Filmada en Alicante, Murcia, Lisboa, Estoril, París.

El doctor Frankenstein pretende abortar la oleada de vampirismo en los


Cárpatos creando un monstruo que se enfrentará al conde Drácula.
Además saldrá un hombre lobo que no sabemos qué pinta en esta
mascarada.
Esta es precisamente una de las peores películas del mito que nos ocupa,
degradado al igual que el monstruo de Frankenstein en esta especie de
patochada ridícula. Cualquier parecido con el cine no es más que pura
coincidencia.
Con el mismo equipo, pero sin Drácula, Jesús Franco rodó “La maldición
de Frankenstein” igualmente lamentable. Quiero dejar constancia que la
valoración negativa de esta clase de cintas no son hechas por purismo,
como se nos ha acusado sin ningún fundamento en ciertas publicaciones,
sino porque estos subproductos carecen del más elemental sentido del
ritmo, están mal interpretadas y si son defendidas serán por cuestiones
completamente extracinematogríficas.

1972

LA INVASION DE LOS MONSTRUOS


“Zacarías Producciones” (México). Director: René Cardona. Guión: René
Cardona. Fotografía: colores.
Intérpretes: Blue Demon (él mismo), César Silva (conde Drácula), Tarzán
Moreno (monstruo de Frankenstein), Luis Mariscal (muerto viviente),
Cristia Linder, Jorge Mistral.

Un meteorito reaviva al monstruo de Frankenstein, al conde Drácula y a un


muerto viviente. Blue Demon (cuyo verdadero nombre era Alejandro Cruz)
se enfrentará a ellos en unos interminables combates de lucha libre cuya
ridiculez llegaban al surrealismo.

1972

SANTO Y BLUE DEMON


CONTRA DRÁCULA Y EL HOMBRE LOBO
”Calderón/Azteca” (México). Productor: Guillermo Calderón Stelle y Santo,
Director: Miguel M. Delgado, Guión: Alfredo Salazar, Fotografía: Rosalio
Solano (color), Decorados: Alberto López, Dirección musical: Gustavo C.
Carrión, Maquillaje: Margarita Ortega, Montaje: Jorge Bustos. Duración: 90
minutos.
Intérpretes y personajes: Santo (Santo, El Enmascarado de Plata),
Alejandro Cruz (Blue Demon), Aldo Monti (Drácula), Eugenia San Martín,
Augusto Martínez Solares, Nuria Martí, Raúl Martínez, José Chávez, Silvia
Fuentes, Verónica Castro, Antonio Ravel García, Carlos Suárez, Lourdes
Batista y Carlos León.

Carnavalesco film de lucha libre con los míticos Santo y Blue Demon
luchando contra una horda de hombres lobo. Capitaneados por un Drácula
de opereta, este engendro no resiste el menor análisis cinematográfico,
realizados por Miguel M. Delgado el director habitual de Cantinflas. Entre
los secundarios Verónica Castro, protagonista de futuros culebrones
lacrimógenos.

1972

DRÁCULA NEGRO
(BLACULA)
”A.I.P.” (U.S.A.). Productor: Joseph T. Naar, Director: William Crain, Guión:
Joan Torres y Raymond Koening, Fotografía: John Steveno (Movielab
color), Director Artístico: Walter Herndon, Música: Gene Page, Montaje:
Allan Jacobs, Sonido: Charles Knight, Ayudante dirección: Phil Cook.
Duración: 92 minutos.
Intérpretes y personajes: William Marshall (Blacula), Vonetta McGee
(Luva/Tina), Denise Nicholas (Michelle), Thalmus Rasulala (Gordon
Thomas), Gordon Pinset (teniente Peters), Charles McCauley (conde
Drácula), Emily Yancy (Nancy), Lance Taylor Sr (Swenson), Ted Harris
(Bobby), Rick Metzler (Billy), Jitu Cumbuka (Skillet), Logan Field (Barnes),
Ketty Lester (Juanita), Elisha Cook (Sam), Eric Brotherson.

El príncipe negro Manuwalde y su esposa Luva, en visita a Transilvania,


son vampirizados por el conde Drácula quien se apodera de la mujer. Años
después Manuwalde, transformado en el vampiro Blácula, aparecerá en
Nueva York y se sentirá atraído por Tina, una mujer negra similar a la que
perdió en el pasado.
Digna cinta de terror donde se ha intentado cambiarle el color al vampiro y
enfrentarle de nuevo al mundo moderno. Sin ser ninguna obra maestra, al
menos se deja ver con un cierto interés y no decepcionó a los amantes del
género. William Marshall es un actor de sólido prestigio en Broadway y
Vonetta McGee una auténtica belleza de ébano que cumple con su doble
papel.
Debido al moderado éxito de este film se rodó una secuela “Scream
Blacula Scream” (1973) de Bob Kelljan, de nuevo con William Marshall de
protagonista.

1973

EAT THE SCABS OD DRACULA

Un nudie, es decir un film con abundantes desnudos producido para cines


de tercera categoría. No se tienen datos de este título ni de otros del
mismo estilo.

1973

CHABELO Y PEPITO CONTRA LOS MONSTRUOS


”Alameda” (México). Director: José Estrada,
Intérpretes y personajes: Javier López “Chabelo”, Martín Ramos “Pepito”
(ellos mismos), Silvia Pasquel.

Burda fantasía infantil con dos niños prodigio mejicanos, Chabelo y Pepito,
en una trama similar a la desarrollada por los insufribles Regaliz en
“Buenas noches, señor monstruo”. Aquí aparecen el hombre lobo, el conde
Drácula, el monstruo de Frankenstein, la momia, míster Hyde, un gorila y
la criatura del Lago Negro.
Muy pocos datos tenemos de esta película, pero mucho nos tenemos que
sera inenarrable, tal como suelen ser las películas con niños de estas
características, aderezado todo con un sentido del humor torpe e
insignificante.

1973

LOS RITOS SATÁNICOS DE DRÁCULA


(THE SATANIC RITES OF DRACULA)
”Hammer/Warner Bros” (Reino Unido). Productor: Roy Skeggs, Productor
ejecutivo: Don Houghton, Director: Alan Gibson, Guión: Don Houghton,
basado en personajes de Bram Stoker, Fotografía: Brian Probyn
(Eastmancolor), Operador: Chick Anstiss, Director Artístico: Lionel Couch,
Música: John Cacavas, Dirección musical: Philip Martell, Efectos
especiales: Les Bowie, Maquillaje: George Blackler, Vestuario: Rebecca
Breed, Peluquería: Maud Onslow, Montaje: Christopher Barnes, Sonido:
Claude Hitchcock, Script: Elizabeth Wilcox, Ayudante dirección: Derek
Whiteburst, Jefe de Producción: Ron Jackson, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula), Peter Cushing
(Van Helsing), William Franklyn (Torrence), Michael Coles (inspector
Murray), Joanna Lumley (Jessica), Freddie Jones (profesor Keeley),
Barbara Yu Ling (Chin Yang), Valerie Ost (Jane), Richard Vernon (coronel
Mathews), Maurice O’Connel (Hanson), Patrick Barr (lord Carradine),
Lockwood West (general Freeborne), Peter Adair (doctor), Richard
Mathews (Porter), Maggie Fitzgerald, Mia Martin, Finnuala O’Shannon,
Pauline Heart (vampiras), Marc Zuber (Mod C).
Filmada en los Estudios MGM/Emi, Elstree.

Esta es sin duda la peor película de vampiros de la Hammer, razón por la


cual Christopher Lee desencantado dimitió de la serie y juró no volver a
encarnar nunca más al conde Drácula en estas condiciones.
Continuación de “Drácula 73”, Alan Gibson da una imagen distorsionada
del personaje de Bram Stoker presentándole como una especie de doctor
Mabuse, enfrentándose al fin con Van Helsing en una lucha final.
Orgías, motoristas, capitalistas, elementos extraños para un film gótico que
nada tiene que ver ni con Fisher, ni con las versiones menores pero dignas
de Roy Ward Baker y Freddie Francis. Hasta el grisáceo Peter Sasdy ha
sido capaz de alcanzar un nivel superior en su visión del personaje. Claro
está que aún así resulta ligeramente mejor a las películas de Jesús
Franco, ya que para hacerlo peor habría que irse a Lourdes en espera de
un milagro celestial.
En consecuencia, triste final para una serie irregular que nos ha dado una
nueva perspectiva del personaje de Drácula, campeón de taquilla durante
más de una década, y uno de los mitos imperecederos del cine fantástico.
La Hammer agonizaba y nadie podía salvarla ya del abismo.

1973

EL GRAN AMOR DEL CONDE DRÁCULA


”Eva Films/Janus Films” (España). Productor: Francisco Lara Polop,
Director: Javier Aguirre, Guión: Jacinto Molina, Alberto S. Insua y Javier
Aguirre, Argumento: Jacinto Molina, Fotografía: Raíl Pírez Cubero
(Eastmancolor), Operador: Miguel Agudo, Decorados: Cubero - Galicia,
Música: Carmelo Bernaola, Efectos especiales: Pablo Pírez, Maquillaje:
Emilio Puyol, Montaje: Petra de Nieva, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Paul Naschy (Wendell/Drácula), Haydée Politoff
(Karin), Rossana Yanni (Senta), Mirta Miller (Elke), Vic Winner (Imre),
Ingrid Garbo (Marlene), José Manuel Martín, Julia Peña, Alvaro de Luna,
Susan Latur, Benito Pavón, Leandro San José.

Este film supone una radical traición a la novela de Bram Stoker al intentar
darnos una visión de un conde Drácula sentimental, que desea convertirse
en un personaje normal como John Carradine en “La mansión de Drácula”,
y que al no conseguirlo se suicida.
Jacinto Molina (verdadero nombre del "actor" Paul Naschy), a pesar de sus
acólitos (23), no tiene gran prestigio dentro del género fantástico por
considerar sus películas bastante chapuceras. Un crítico norteamericano
calificaba a las mismas como “un vehículo de Paul Naschy”, es decir unas
cintas realizadas más para su satisfacción particular que para interesar al
gran público.
Como conde Drácula es un actor inadecuado, no tiene la presencia de
Christopher Lee o Bela Lugosi, al igual que Lon Chaney jr en “El hijo de
Drácula” está fuera de lugar y no se adapta al personaje, muy mal dibujado
en esta cinta de Aguirre.
Seis años después, Paul Naschy parodió al conde Drácula en el programa
infantil “Olla de grillos”, ya en su declive físico porque no lo tuvo artístico
puesto que jamás estuvo en la cúspide.

1973

LA SAGA DE LOS DRÁCULA


”Profilmes S.A.” (España). Productores: Ricardo Muñoz Suay y José
Antonio Pérez Giner, Director: León Klimovsky, Guión: Lazarus Kaplan
(Juan Tébar), basado en personajes de Bram Stoker, Fotografía: Francisco
Sánchez (Eastmancolor), Decorados: Gumersindo Andrés, Música: J. S.
Bach, Música adicional: Daniel J. White y A. Ramirez Angel, Efectos
especiales: Antonio Molina, Montaje: Antonio Ramírez, Script: Erika Szell,
Jefe de Producción: Modesto Pérez Redondo, Duración: 102 minutos.
Intérpretes y personajes: Tina Sainz (Berta), Tony Isbert (Hans), Narciso
Ibáñez Menta (conde Drácula), Cristina Suriani (Irina), María Kosti (Xenia),
Helga Liné (Munia), J. J. Paladino (Gabor).

Berta, la nieta del conde Drácula, viaja a los Cárpatos para presentar su
marido a su familia ignorando que éstos son todos unos vampiros y que
está condenada a perpetuar una especie maldita.
Profilmes tuvo en su día la oportunidad de convertirse en la Hammer
española, sus películas interesaban a los aficionados de todo el mundo
llegando incluso a proyectarse en países remotos. Pero a causa del
cambio político que se produjo algunos años después, la productora
catalana abandonó la línea que le había caracterizado para centrarse en
títulos más acordes con la nueva situación del país fracasando
estrepitosamente, hundiéndose ante la miopía de unos y la inoperancia de
otros perdiendo España (y sobretodo Cataluña) una oportunidad de oro
para crear una industria cinematográfica sólida.
Referente a “La saga de los Drácula”, no es un título excesivamente
brillante. León Klimovsky era un realizador que siempre se dejaba llevar
por las circunstancias, procurando rodar lo más rápido posible unos
productos completamente descuidados como éste y otros más.
Narciso Ibáñez Menta es un actor adecuado para encarnar a Drácula, su
galería de personajes fantásticos en la televisión argentina y española es
impresionante, pero siempre ha tenido más éxito en la pantalla pequeña
que en la grande. Con todo deja patente su clase interpretativa, aunque en
este caso se encuentra con una realización endeble y carente de fuerza.

1974

SANGRE PARA DRÁCULA


(BLOOD FOR DRACULA / DRACULA VUOLE VIVERE; CERCA SANGUE
DU VERGINE)
”Bryanston Pictures” (Italia). Productores: Carlo Ponti y Andy Warhol,
Productor ejecutivo: Andrew Braunsberg, Director y guión: Antonio
Margheriti (firmada por Paul Morrisey), Fotografía: Luigi Kuveiller (color),
Director Artístico: Gianni Giovagnoni, Música: Claudio Gizzi, Efectos
especiales: Carlo Ramisladi, Maquillaje: Mario De Salvio, Vestuario: Benito
Persico, Montaje: Franca Silvi, Duración: 93 minutos.
Intérpretes y personajes: Udo Kier (conde Drácula), Joe Dalessandro (el
jardinero), Arno Juerging (asistente de Drácula), Vittorio de Sica (un
aristócrata), Maxime McKendry (su seíora), Roman Polanski (un aldeano),
Stefanie Carsine (hija 1ª), Dominique Darrell (hija 2ª), Milena Vukotic (hija
3ª), Silvia Dionisio (hija 4ª).
Filmada en los Estudios Cinecitta, Roma.

El conde Drácula está desesperado, para sobrevivir sólo puede beber la


sangre de mujeres vírgenes, pero en Transilvania ya no quedan porque el
comunismo las ha liberado (?) de sus prejuicios campesinos. Como eso le
producen vómitos e indigestión, el desdichado vampiro marchará a la
católica Italia donde no habrá llegado la permisividad sexual.
Craso error, las italianas son aún más ardientes que las mujeres de su
país de origen. Invitado por un aristócrata un tanto extraño, Drácula
conocerá a sus cuatro hijas, pero el jardinero las ha desvirgado a todas.
Cada vez más debilitado, el vampiro morirá cortado a trocitos por tan viril
seductor.
Sobrevalorada película desmitificadora que en su día encandiló a los
críticos más “progresistas”, entre comillas. Actualmente este vetusto título
se ha convertido una reliquia del pasado que pretendió ser y no fue, ni será
nunca nada.
Por si fuera poco casi toda la película fue realizada por Antonio Margheriti,
más conocido por Anthony Dawson que ha realizado títulos mejores que
éste al lado de Barbara Steele. Pero la firma de Morrisey, su supervisor,
aparece como la del auténtico director.
De hecho esta cinta tiene toda la personalidad de la factoría Warhol, pero
no su oficio que pertenece al realizador italiano. Otro título “glorioso” de
esta inusual firma es “Batman Dracula” (1964), ya comentada.

1974

VAMPIRA
(VAMPIRA)
”World Film Services” (Reino Unido). Productor: Jack Wiener, Director:
Clive Donner, Guión: Jeremy Lloyd, basado en personajes de Bram Stoker,
Fotografía: Tony Richmond (Eastmancolor), Director Artístico: Philip
Harrison, Música: David Witaker, Montaje: Bill Butler, Duración: 89
minutos.
Intérpretes y personajes: David Niven (Drácula), Teresa Graves, Jennie
Linden, Peter Bayliss (Maltraves), Nicky Henson, Freddie Jones, Bernard
Bresslaw, Christopher Sandford, Linda Hayden, Veronica Carlson, Maria
Fox, Cathie Shirriff.

Drácula desea resucitar a su esposa, muerta 50 años atrás, utilizando la


sangre de chicas jóvenes, pero cuando consigue hacer revivir al amor de
su vida éste se convertirá en una mujer negra.
El aburrido Clive Donner, autor de una filmografía sin interés, intentó rodar
una parodia carente de la menor gracia. David Niven está muy lejos de sus
más brillantes interpretaciones en títulos de mayor enjundia, sólo nos
queda la breve presencia de Veronica Carlson, una de las más rutilantes
musas de la Hammer.

1974

KUNG-FÚ CONTRA LOS SIETE VAMPIROS DE ORO


(LEGENDE OF THE SEVEN GOLDEN VAMPIRES)
”Hammer/Run Run Shaw ” (Reino Unido/Hong Kong). Productor: Don
Houghton y Vee King Shaw, Director: Roy Ward Baker, Guión: Don
Houghton, Fotografía: John Wilcox y Roy Ford (Technicolor y Panavisión),
Director Artístico: Johnson Tsau, Música: James Bernard, Dirección
musical: Philip Martell, Efectos especiales: Les Bowie, Maquillaje: Wu Hsu
Ching, Vestuario: Liu Chi-Yu, Peluquería: Peng Yen-Lien, Montaje: Chris
Barnes, Las secuencias de artes marciales fueron montadas por Tang
Chia y Liu Chia-Ling, Duración: 89 minutos.
Intérpretes y personajes: Peter Cushing (profesor Van Helsing), David
Chiang (Hsi Ching), Julie Ege (Vanessa Buren), Robin Steward (Leyland
Van Helsing), Shih Szu (Mai Kwei), John Forbes-Robertson (conde
Drácula), Robert Hanna (cónsul británico), Chan Shen (Kah), James Ma
(Hsi Tai), Liu Chia Yung (Hsi Kwei), Feng Ko An (Hsi Sung), Chen Tien
Loong (Hsi San), Wong Han Chan (Leung Hon).
Filmada en Hong Kong.

El profesor Van Helsing marcha a China en busca del conde Drácula.


Finalmente dará con su peor enemigo y le clavará la estaca de rigor.
El film de Roy Ward Baker es precisamente el último que la Hammer rodó
con su héroe emblemático, el conde Drácula encarnado esta vez por John
Forbes-Robertson, doble de Christopher Lee en anteriores entregas, un
actor carente de personalidad que no ha pasado a la leyenda del
fantástico.
Sí en cambio debemos recibir de nuevo a Peter Cushing en su célebre
papel de cazavampiros, quien le da a esta extraía cinta cierta categoría
artística. Roy Ward Baker, eficaz artesano, está lejos de “Los amantes
vampiro” (The Vampire Lovers, 1970), una de las mejores películas de
vampiros de la Hammer en sus últimos años.
Por lo que respecta a “Kung-fú contra los siete vampiros de oro” supone ya
el último coletazo de la Hammer antes de su definitiva desaparición tras el
rodaje de “La monja poseída” (To the Devil… a Daughter, 1976) de Peter
Sykes, con Christopher Lee y Nastassja Kinski, desapareciendo así una
forma de hacer cine que ha dado grandes películas al género fantástico,
cediendo su puesto a una serie de títulos donde los cada vez más
espectaculares efectos especiales dejan en segundo término a los
personajes, convirtiendo las pantallas de todo el mundo en un vulgar
ejercicio pirotécnico.
La cinta que nos ocupa sin ser ninguna obra maestra, ni de lejos, es un
film divertido de artes marciales en donde destaca la belleza oriental de la
esbelta Shih Szu en donde exhibe sus habilidades como luchadora de
kung-fú, contrastando con un físico ingenuo y dulzón. Lástima que no la
hayamos vuelto a ver en un film occidental y su paso por las pantallas
fuera tan fugaz.

1974

DEAFULA
”Signscope” (U.S.A.). Productor: Gary R. Holstrom, Dirección y guión:
Peter Wechsberg, Fotografía: (blanco y negro), Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Peter Wechsberg (Steve Adams, Deafula). James
Randall, Dudley Hemstrreet, Lee Darrell, Katherine Wilson, Cindy Whitney,
Gary Holstrom (conde Drácula), Dick Tuccinardi, Norma Tuccinardi.

En el moderno Portland aparecen signos de vampirismo, varias personas


han aparecido desangradas con dos orificios en el cuello. Un joven
estudiante de teología, Steve Adams, se va transformando en un vampiro
porque en su infancia fue maldito por el propio conde Drácula. Finalmente
será cercado en una iglesia abandonada por la policía donde verá el fin.
Nada de particular en este argumento convencional, sí en cambio en su
desarrollo. Se trata de una película, rodada en blanco y negro con
precariedad de medios, destinada al público sordomudo. Por esta razón
los actores no hablan, sino que se comunican con el lenguaje de los
signos. Experiencia pues insólita este “Deafula” (la palabra “deaf” quiere
decir sordo en inglés) y resulta de agradecer que haya sido tratada de esta
forma tan especial, por ello nos merece una gran simpatía por el esfuerzo
realizado.

1975

MUÉRDAME, SEÑOR CONDE


(IL CAV. CONSTANTE NICOSIA DEMONIACO OVVERO DRACULA IN
BRIANZA)
”Coralta Cinematografica/Studios R.P.A. Elios Film” (Italia). Director: Lucio
Fulci. Guión: Puppi Avatti, Bruno Corbucci y Mario Amendola. Argumento:
Lucio Fulci, Fotografía: Sergio Salvatti (Eastmancolor), Música: Franco
Bixio, Vince (Vincenzo) Tempera, Fabio Frizzi. Dirección musical: Vince
(Vincenzo) Tempera. Canciones: “El vampiro” de Bixio, Tempera, Frizzi y
Nebbia cantada por Franco Nebbia; “O Sole Mio”, cantada por Di Capua;
“Creola”, cantada por Ripp. Director artístico: Pier Luigi Basile. Vestuario:
Massimo Lentini. Maquillaje: Maria Luisa Tilli. Sonido: Mario Ottavi.
Montaje: Ornella Micheli. Duración:100 minutos.
Intérpretes y personajes: Lando Buzanca (Costante Nicosia), Silvia
Koscina (María Nicosia), Moira Orfei, John Steiner (conde Draculescu),
Rossano Brazzi (el médico), Valentina Cortesse, Ciccio Ingrasia,
Francesca Romana Coluzzi, Christa Linder, Franco Nebbia, Grazia
Spadaro, Dori Dorika, Antonio Allocca, Michele Cimarosa, Renato
Malavasi, Ugo Fangareggi, Janos Bartha, Barbara Musci, Gianfranco
Bocca, Belsana Arfenone, Grazia Di Marzí y Giampaolo Rossi.

El caballero Costante Nicosia (Buzzanca) es un siciliano emigrado a


Brianza, una región del Noroeste de la Lombardía, que se enriquece
vendiendo dentríficos. Albergado en el castillo del conde Draculescu , tiene
la oportunidad de un viaje de negocios a Rumania.
Al volver a Italia, Costante se da cuenta de que sufre una metamorfosis.
Ha adquirido hábitos homosexuales y padece una sed insaciable por la
sangre humana. Para solucionar su problema, creará un banco de sangre
en la empresa en que trabaja. Finalmente se reconcilia con su esposa
Maria que le da un hijo de afilados caninos.
Comedia a la italiana con uno de los cómicos más bufos de los setenta,
Lando Buzanca, caracterizado por un sentido del humor chabacano y
tercermundista. Es decir el equivalente al Alfredo Landa de la península
Itálica. John Steiner interpreta al célebre vampiro aportando una clase que
la película de Fulci, sobrevalorado realizador italiano, no tiene en absoluto.
Steiner fue un actor anglosajón que trabajaba en coproducciones
hispanoitalianas en los sesenta y setenta. Le recordamos su pastor
protestante del espléndido film de Pedro Olea, “El bosque del lobo” (1970)
que narra leyendas norteñas de un alobado (José Luís López Vázquez)
que cometía crímenes inexplicables en el bosque de Ancines. Alto y
desgarbado, es un actor adecuado para el personaje, pero la realización
chapucera de Fulci deja mucho que desear.
Revelado por realizar la imposible serie de films cómicos del dúo Franco
Franchi y Ciccio Ingrasia, Lucio Fulci cuenta aquí con el concurso de éste,
ya separado de su compañero. Ingrasia es autor como guionista,
realizador e intérprete de “L’Esorciccio” (1975), una parodia no menos bufa
del célebre “El exorcista” (The Exorcist, 1973) de William Friedkin.

1975

DISCIPLES OF DRACULA
“First-West” (U.S.A.). Intérprete: Ervin Cartwright.

Otro film fantasma del que carecemos de datos.

1975

TIEMPOS DUROS PARA DRACULA


”Aitor Films (Madrid)/Espacio Cinematográfica (Buenos Aires)”
(España/Argentina), Director: Jorge Darnell, Guión:Jorge Darnell y Solly
Wolodarsky, Fotografía (color)..
Intérpretes y personajes: José Ruiz Lifante. (Drácula).

Película pésimamente distribuida y que nadie vio. Se trata de una versión


paródica del conde Drácula protagonizada por José Ruiz Linfante, un actor
que ya había interpretado este papel en el teatro Español de Barcelona, el
20 de junio de 1972, en una versión de la novela de Bram Stoker adaptado
por Carlos Borge y dirección de Carlos Ballesteros. Junto a Drácula
aparecían Carmen Sansa, Silvia Castellí y Gabriel Agustí, con unas
filmaciones de Blas Martí entre cuadro y cuadro.

1976

DRÁCULA, PADRE E HIJO


(DRACULA, PERE ET FILS)
”Gaumont” (Francia). Productor: Alain Poiré, Director: Edouard Molinaro,
Guión: Edouard Molinaro y Jean-Marie Poirí, basado en la novela “Paris
Vampire” de Claude Klotz, Fotografía: Alain Levent (Eastmancolor),
Decorados: Franíois de Laroche, Música: Vladimir Kosma, Montaje: Robert
Isnardou, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (el Príncipe de las Tinieblas),
Marie-Hílíne Breillat (Nicole), Bernard Menez (Ferdinand), Catherine
Breillat (la primera mujer del vampiro).
Filmada en el castillo de Mayenne, París y el bosque de Rambouillet.

En Transilvania, el Príncipe de las Tinieblas tiene un hijo, Ferdinand, al que


intenta adiestrar en las artes vampíricas sin conseguirlo. El vampiro tiene
un bello amor que muere prematuramente sumiéndole en la más absoluta
tristeza, por lo que durante siglos soñará con encontrarse con una mujer
semejante a la que perdió en el pasado.
Al estallar la Revolución comunista, el partido le arrebatará el castillo y le
expulsará del país, yéndose a vivir a Francia. Mientras el hijo inicia su vida
de emigrante, trabajando como puede, el padre se convertirá en el Rey del
cine de terror. Aparecerá una mujer semejante a la que perdió siglos atrás,
iniciándose la rivalidad entre padre e hijo porque Ferdinand también ama a
la misma mujer.
Un rayo de sol destruirá para siempre al vampiro y la chica se casará con
el hijo, quien perderá la inmortalidad y se volverá humano.
Aunque no se cite el nombre de Drácula (en cambio sí se le nombra en el
material literario) en toda la película, se supone plenamente que el
personaje es el mismo por la descripción que se da de él. Cosas del
copyright y exigencias de Christopher Lee harto de interpretar siempre el
mismo papel.
Esta es la última vez que este actor británico encarna un vampiro en las
pantallas, aunque en esta ocasión se trata de una cinta de humor muy bien
cuidada con una excelente ambientación de Transilvania. De hecho es
muy superior a los últimos títulos de la Hammer, entonces en plena
agonía, y se ve con cierto agrado aunque no sea ninguna obra maestra.
Bernard Menez es un cómico francés que no ha tenido excesiva fortuna en
el cine, aunque no sea en absoluto un actor despreciable.
Buena despedida de Christopher Lee del personaje que le ha hecho
famoso, resulta un tanto discutible su actitud de rechazo hacia el conde
Drácula que tanta fama le ha dado. Por una parte, todo actor desea
interpretar variedad de papeles porque este es el sueño de quienes
profesamos este oficio, y además tiene razón Lee cuando afirma que no
interesa añadir más títulos a una filmografía cuando éstos caen en el
oportunismo y en la banalidad. Pero tampoco es justo tratar ignorar a ese
personaje gracias al cual figura en todas las Historias del Cine. Sin el
conde Drácula, actualmente Christopher Lee sería un actor desconocido y
olvidado.

1976

EL JOVENCITO DRÁCULA
”Los Films del Mediterráneo” (España). Productor: J. F. Giménez Mayol,
Productor ejecutivo: Patricia Saez Pons, Director: Carles Benpar, Guión:
José A. Domenech y Patricio Raoran, basado en personajes de Bram
Stoker, Fotografía: Tomás Pladevall (Gevacolor), Operador: José Luis
Valls, Música: Juan Pineda, Montaje: Emilio Ortiz, Jefe de Producción:
Carlos Boué, Laboratorios Fotofilm (Barcelona).
Intérpretes y personajes: Carlos Benpar (Jonathan Drácula), Susana
Estrada (Mina), Verónica Miriel (Lucy), Víctor Israel (Renfield), Marina Ferri
(Mariló), Mir Ferry (Van Helsing), Norma Kerr (Kresthencia), Juan
Ferníndez (Hawkins), Tunet Vila (Popov).

Al morir el viejo Drácula, descendiente del vampiro, el abogado Hawkins


envía un telegrama a su hijo Jonathan Drácula, un joven enfrascado en la
redacción de una tesina sobre el vampirismo. El alcalde Van Helsing
quiere hacer desaparecer todos los vestigios revivientes en su zona y
convertir el castillo en un paradero turístico.
El jovencito Drácula se irá convirtiendo paulatinamente en vampiro,
enamorándose de Mina, la amante de Lucy.
Extraña parodia realizada por un autor maldito del cine catalán, Carlos
Benito Parra, más conocido como Carles Benpar, caracterizado por una
cinefilia desbordante aunque como cineasta es considarado nada más y
nada menos como autor maldito.

1976

LADY DRACULA
“I.F.V./T.V. 13” (Alemania). Productor: Gunter Sturm y Kurt Kodal, Director:
F. J. Gotlieb, Guión: Redis Reda, Argumento: Bradford Harris, Fotografía:
Ernst W. Kalinke (color), Decorados: Peter Rothe y Herta Hareiter, Música:
Horst Jankowski, Efectos especiales: Colin Chilvers (Pinewood Studios),
Maquillaje: Peter Krebs y Christa Krebs, Vestuario: Helga Pinnow y Edith
Almoslino, Sonido: Wolfgang Hoffmann, Duración: 86 minutos.
Intérpretes y personajes: Evelyne Kraft (Lady Dracula), Brad Harris, Theo
Lingen, Stephen Boyd (Drácula), Eddi Ardent, Christine Buchegger, Walter
Giller, Klaus Hohner, Marion Kracht, Christine Schuberth, Edith Leyrer,
Elizabeth Fallenberg, Zdenka Prohaskova, Eva Garden.

Drácula sale de su ataúd al son de música pop hortera para morder a una
niña pequeña. Cuando el vampiro muere, al cabo de varios siglos, la
chiquita saldrá de la tumba porque un anticuario idiota lo abre para ver su
contenido.
Convertida en una espléndida mujer, Lady Drácula trabajará en un hospital
en turnos de noche donde tendrá sangre a placer. El resto es todo una
suma de convenciones y de un humor puramente germánico cuya gracia
es un absoluto misterio.

1978

VLAD TEPES
(THE TRUE LIFE OF DRACULA)
”Bucuresti Film Studios” (Rumanía). Director: Doru Nastase, Guión: Mircea
Moror, Fotografía: Aurel Kostrakiewicz (color, scope), Música: Tiberu Olah,
Duración: 150 minutos.
Intérpretes y personajes: Stefan Sileanu (Vlad Tepes, Drácula), Ernest
Maftei, Emanoil Petrut, Alexandru Repan, George Constantin, Teofil Vilcu.

El gobierno rumano, descontento porque en Occidente se tenía una


imagen tan distorsionada de su héroe local, el príncipe de Valaquia Vlad
Tepes, produjo esta larga y enojosa película ensalzando las virtudes de su
caudillo. Su excesivo metraje, sus pretensiones, provocaron un largo tedio
difícil de soportar por lo que, aparte del Festival de Sitges de 1980, este
film no se ha vuelto a ver nunca más a pesar de todos los medios
económicos puestos a su alcance.
Su realizador Doru Nastase, presidente del Festival de Sitges de 1981,
falleció al cabo de pocos años sin que esa noticia trascendiera en
Occidente.

1978

NOSFERATU, EL VAMPIRO DE LA NOCHE


(NOSFERATU - PHANTOM DER NACHT)
”Werner Herzog/Gaumont” (Alemania/Francia). Productor y Director:
Werner Herzog, Productor ejecutivo: Walter Saxer, Guión: Werner Herzog,
basado en la novela “Drácula” de Bram Stoker, Fotografía: Jorg Schmidt-
Reitwein (Eastmancolor), Operador: Michael Gast, Dirección artística:
Henning Von Gierke, Música: Popol Vuh, Florian Fricke, Efectos
especiales: Cornelius Siegel, Maquillaje: Reiko Kruk, Vestuario: Gisela
Storch, Montaje: Bealte Mainka-Jellinghaus, Sonido: Harald Maury, Script:
Anja Schmidt-Zaringer, Jefe de Producción: Jean-Paul Gibon (Francia),
Rudolf Wolf (Checoeslovaquia), Jaap Van Riis (Alemania), Duración: 106
minutos.
Intérpretes y personajes: Klaus Kinski (conde Drácula), Isabelle Adjani
(Lucy Harker), Bruno Ganz (Jonathan Harker), Jacques Dufilho (capitán
barco), Roland Topor (Renfield), Walter Ladengast (Dr. Van Helsing), Dan
Van Husen (guardia), Jan Groth (comandante del puerto), Carsten Bodinus
(Schrader), Martje Grohman (Mina), Rudolf Wolf (cochero fantasma), Ryk
de Gooyer (funcionario), Clemens Scheitz (escribano).
Filmada en Francia, Alemania y Checoeslovaquia.

Remake de “Nosferatu, el vampiro” de Murnau, con algunas


modificaciones como el sorprendente final, Jonathan Harker se convierte
en vampiro y el doctor Van Helsing es acusado del asesinato del conde
Drácula, detalle éste copiado de “La hija de Drácula” de Lambert Hyller.
El film de Herzog es, junto a “Blood of Dracula” de Paul Morrisey, con Udo
Kier, la versión más sobrevalorada de la novela de Bram Stoker, haciendo
excepción de la payasada “El conde Drácula” de Jesús Franco, que es
harina de otro costal. La versión de Franco es un bodrio realizado con muy
poco presupuesto que sólo ha sido defendida por algunos elementos
hostiles al género fantástico invocando teorías tan pintorescas como
ridículas.
En cambio, este “Nosferatu, el vampiro de la noche” cuenta con elementos
más que suficientes para rodar una película de gran calidad. Isabelle
Adjani, por ejemplo, una actriz dúctil y muy sensible. Klaus Kinski podría
ser un excelente Nosferatu de haberse moderado más de interpretación,
pero el endiosado actor exagera hasta la exasperación el personaje, y
Werner Herzog parece empeñado en rodar su película “redentora” del mito
de Drácula. Redentora ¿de quién? De los amantes al género a quienes se
nos desprecia por preferir los sólidos ejercicios de estilo de Terence Fisher
a la gratuita carnavalada del realizador alemán.
Por otra parte, Herzog cuenta con muy buenos decorados naturales que
no sabe utilizar con propiedad. Con todo, este film no es un bodrio
absoluto. Está por encima de muchos subproductos que han desfilado por
estas páginas, pero está muy por debajo de las versiones más gratificantes
de Browning, Fisher, Badham, Coppola y en particular de su modelo,
“Nosferatu, el vampiro” la genial obra maestra de Murnau. Hasta prefiero la
adaptación de George Melford con todos sus inconvenientes.
Lo malo de Herzog es que utiliza su película para demostrarnos que tiene
más talento que nadie, eso más que molestarnos nos parece algo tan
ridículo como grotesco. Grotesco es la palabra que define la
caracterización de Klaus Kinski, quien por cierto estaba aún mejor como
Renfield en “El conde Drácula” de Jesús Franco, a pesar de ser un título
que no puede cogerse ni con pinzas.

1978

KISS IN ATTACK OF THE PHANTOMS


(U.S.A.) Director: Gordon Hessler, Guión: Jan Michael Sherman y Don
Buday, Fotografía: Robert Caramico (color), Música: Kiss, Efectos
especiales: Don Courtney, Maquillaje: Edward Bentley.
Intérpretes y personajes: Edward Bentley, Peter Criss, Ace Frehley (Kiss
Phantoms), Deborah Ryan, Terry Lester, Carmine Carridi, Anthony Zerbe,
John Johnston.

Absurda película centrada en un grupo de rock duro, Kiss Phantoms, que


siempre actuaba con disfraces pintorescos en el escenario. Se rodó esta
película para que cantaran sus canciones y montaran su peculiar número.
Actualmente es un grupo olvidado como tantos otros pasados ya de moda,
ídolos de un día en un efímero reinado de marketing y carnavalada.
En esta cinta, sin ningún interés cinematográfico, aparecen todos los
monstruos del cine fantástico en un museo de cera, tomando vida
inesperadamente. Drácula, el monstruo de Frankenstein, el hombre lobo y
la momia serán utilizados de relleno en tan absurdo espectáculo.

1978

AMOR AL PRIMER MORDISCO


(LOVE AT FIRST BITE)
”Melvin Simon prod.” (U.S.A.). Productor: Joel Freeman, Productor
ejecutivo: George Hamilton y Robert Kaufman, Director: Stan Dragoti,
Guión: Robert Kaufman, Fotografía: Edward Rosson (colores), Dirección
artística: Serge Krizman, Música: Charles Bernstein, Coreografía: Alex
Romero, Maquillaje: William Tuttle, Vestuario: Dunhill Tailors y Oscar de la
Renta, Montaje: Mort Fallick, Allan Jacobs, Sonido: Don Bassman,
Duración: 96 minutos.
Intérpretes y personajes: George Hamilton (conde Drácula), Susan Saint
James (Cindy Sondheim), Richard Benjamin (Dr Jeff Rosenberg), Dick
Shawn (teniente Ferguson), Arte Johnson (Renfield), Sherman Hemsley
(reverendo), Isabel Sandford (la juez).

El conde Drácula y Renfield son expulsados de su castillo por el partido


comunista de Transilvania (idea copiada de “Drácula, padre e hijo” con
Christopher Lee), yendo a vivir a Nueva York donde se enamorará de una
modelo, Cindy, casada con un psiquiatra, descendiente de Van Helsing.
Finalmente Drácula conseguirá conquistar a la modelo, convirtiéndola en
una vampira, volando juntos convertidos en murciélagos.
Mediocre comedia, con escaso ingenio a pesar de contar con un buen
presupuesto, y que en cierto modo perjudicó la carrera comercial de la
versión de “Drácula” de John Badham, mil veces superior a esta vulgar
tontería que nada tiene de cinematográfica. Al igual que David Niven y
otros, George Hamilton fracasa estrepitosamente encarnando al célebre
vampiro de Bram Stoker, con el agravante de que si Niven fue un actor de
gran talento, Hamilton en cambio es gris e impersonal.
La trama está repleta de detalles ridículos, el psiquiatra quiere ahuyentar al
vampiro con una estrella de David, pero éste no le hace ni caso lo cual es
incorrecto según la leyenda original. De hecho el guión tiene muy poca
gracia y el maquillaje de Tuttle es bastante grotesco.
Susan Saint James, actriz televisiva, no tuvo en el cine el mismo éxito que
en la pantalla pequeña tal vez porque le dieron películas de poca monta
como el que nos ocupa, y Richard Benjamin estaba deslucido en un
personaje tristón. Sin embargo le recordamos positivamente en otros
papeles de más enjundia como el turista de “Almas de metal” (Westworld,
1973) de Michael Crichton.
En 1982 se anunció una secuela, “Love at Second Bite” de nuevo dirigida
por Stan Dragoti, con George Hamilton en el mismo papel, pero
afortunadamente el proyecto no se llegó a rodar. Dick Shawn fue posterior
conde Drácula en una serie de televisión, “Mr. and Mrs. Dracula” (1980),
aquí es el teniente Ferguson.

1979

DRÁCULA CHUPA
(DRACULA SUCKS)
”A.M.R. Production Ltd.” (U.S.A.). Productor: Darryl A. Marshack, Productor
ejecutivo: David Emerich, Director: Philip Marshack, Guión: David J. Kern y
Darryl A. Marshack, Fotografía: Hanania Baer (Metrocolor), Efectos
especiales: Richard King, Maquillaje: Phillis Ellis, Priscilla Morales y
Rabaren B. Briggs, Duración: 82 minutos.
Intérpretes y personajes: Jamie Gillis (conde Drácula), John Holmes (Dr.
John St Stoker), Kay Parker (Dr. Sybil Seward), John Leslie (Dr. Seward),
Annette Haven (Mina), Seka (Betty Lawson), Mike Ranger (Peter Bradley),
Detlef Van Berg (profesor Van Helsing), Renee & Andre Slavica (mujeres
del conde), Richard Bulik (Renfield).

El conde Drácula se instala en un sombrío castillo, convertido en el


sanatorio del doctor Seward donde están “hospedados” personajes muy
extraños como un Cow Boy cantante, Baby Jane, Adolf Hitler y Renfield,
quien pasa el tiempo devorando moscas.
Drácula y sus vampiras no dejan títere con cabeza, muerden hasta al
apuntador. Seward, desesperado, llamará al profesor Van Helsing para
que le ayude a combatir tan extraía epidemia.
Todos los actores más famosos del cine porno americano aparecen en el
reparto de esta versión cutre de la novela de Bram Stoker, que si como film
fantástico es una completa nulidad aún lo es menos como una cinta erótica
por el escaso atractivo de sus protagonistas.
Que estos señores hayan sido las grandes estrellas de las películas
pornográficas es para mí un misterio insondable.
Existe doble versión de esta cinta, una dura y otra suave. En España
vimos esta última.

1979

DRACULA BITES THE BIG APPLE


(U.S.A.) Director: Richard Wenk. Duración de 30 minutos. Cortometraje
difundido por la cadena HBO.

Un corto sobre Drácula de Richard Wenk, el futuro realizador de “Vamp”


(Vamp, 1986) con Grace Jones.

1979

THE VAMPIRE DRACULA COMES TO KOBE: EVIL MAKES BEAUTIFUL


WOMEN
(KYUKETSUKI DORAKYURA KOBE NI ARAWARU: AKUMA WA ONNA
UTSUKUSHIKU SURU)
(Japón). Director: Hajime Sato. Color.
Intérpretes y personajes: Masumi Okada (Drácula), Kei Taguichi.

Ignoramos qué puede esconderse tras tan extraño título procedente de


Japón donde Michio Yamamoto intento realizar cintas más que dignas del
género, pero su realizador cuenta con escaso crédito para esperar algo
que valga la pena.

1979

DRÁCULA
(DRACULA)
”Universal” (U.S.A.). Productor: Walter Mirisch, Productor ejecutivo: Marvin
R. Mirisch, Director: John Badham, Guión: W. D. Richter, basada en la
obra teatral de Hamilton Deane y John L. Balderston, a su vez basados en
la novela “Drácula” de Bram Stoker, Fotografía: Gilbert Taylor (Technicolor
y Panavision), Operador: Roy Ford, Director Artístico: Peter Murton,
Decorados: Brian Ackland-Snow, Música: John Williams, Dirección
musical: Herbert Spencer, con la London Symphony Orchestra, Efectos
especiales: Albert Whitlock, Maquillaje: Peter Robb-King, Vestuario: Julie
Harris, Peluquería: Colin Jamison, Montaje: John Bloom, Supervisión
montaje: Christopher Ridsdale, Montaje sonoro: Jonathan Bates, Sonido:
Gerry Humphreys y Robin Gregory (Dolby Stereo), Script: Pamela Carlton,
Ayudante dirección: Anthony Waye, Productor asociado: Tom Pevsner,
Jefe de Producción: Hugh Harlow, Ayudante de Producción: Joyce Turner,
Fotofija: Robert Penn, Casting: Mary Selway, Adiestrador de caballos; Reg
Dent, Coordinación animales: John Holmes. Duración: 115 minutos.
Intérpretes y personajes: Frank Langella (conde Drácula), Laurence Olivier
(Van Helsing), Donald Pleasence (Dr. Seward), Kate Nelligan (Lucy
Seward), Trevor Eve (Jonathan Harker), Jan Francis (Mina Van Helsing),
Tony Haygarth (Renfield), Sylveste McCoy (Walter), Janine Duvitski
(Annie), Teddy Turner (Swales), Kristine Howarth (Mrs. Galloway), Joe
Belcher (Tom Hindley), Ted Carroll (marinero del Scarborough), Gabor
Vernon (capitán del Demeter), Frank Henson (marinero del Demeter),
Frank Birch (jefe del puerto), Peter Wallis (sacerdote).
Filmada en los Estudios Shepperton y Twichenham. Localización en
Cornwall.

Nueva versión de la novela de Stoker, aunque utilizando como base la


misma obra teatral que Tod Browning llevó al cine en 1930. Sin embargo
existen algunas diferencias respecto del original literario, por ejemplo la
acción arranca cuando el Deméter encalla en la bahía del Támesis.
Además Badham construye un Drácula sentimental y romántico, tendencia
habitual en los setenta que ha desplazado al vampiro demoniaco
encarnado por Christopher Lee o al cínico villano que fue Bela Lugosi.
También se toman ciertas licencias argumentales, finalmente el conde
Drácula clavará por vez primera la estaca al profesor Van Helsing. Hechos
estos apuntes queda por convenir que este film nos resarce plenamente de
todas las mediocridades y engendros que hemos tenido que padecer
durante la década de los setenta. Se trata pues de la mejor película de
este personaje desde “Drácula, príncipe de las tinieblas”, rodada catorce
años atrás, y nos compensa por tanta epopeya cutre con la que ciertos
mercachifles nos han estado torturando desde entonces tomando el
nombre de Drácula como simple atractivo comercial.
Aquí por fin nos encontramos con una versión muy cuidada, tratada con
exquisita finura, y con la utilización de decorados naturales, recreando la
Inglaterra victoriana con gran exactitud. Entre la parte negativa tenemos
una cierta frialdad de la interpretación de Laurence Olivier, que no
consigue hacernos olvidar al llorado Peter Cushing, y la muerte del
vampiro un poco artificiosa, pero por contra tenemos excelentes momentos
como la conversión de Drácula en lobo cuando Van Helsing le ahuyenta
con una hostia consagrada.
Frank Langella cumple a la perfección con su personaje que anteriormente
había llevado a la escena, quedando a la altura de sus predecesores Bela
Lugosi y Christopher Lee. Es lamentable que los productores no le hayan
utilizado más en nuevas aventuras del conde, salvo una ignota adaptación
televisiva, pero después de la experiencia de Lee posiblemente sea mejor
así.
Kate Nelligan es una Lucy atractiva, teniendo en cuenta de que Badham
ha cambiado los nombres de los personajes femeninos y que aquí asume
las funciones de Mina, quien por contra resulta vampirizada por el Don
Juan de Ultratumba que es el conde Drácula, aquí más atractivo que
nunca.
Otros elementos positivos son los efectos especiales, los vampiros
voladores por esta vez están bien resueltos y son creíbles, lejos estamos
de aquellos bichos acartonados de anteriores versiones. El de Browning
rompe el clima mientras que Terence Fisher con buen criterio los eliminó
del guión, aunque en “Las novias de Drácula” se viera forzado a colocar
uno que empaña la buena factura de su por otra parte excelente película.
También son excelentes los maquillajes de los vampiros, subrayando su
aspecto espectral. La utilización tanto del decorado natural, como del
interior de la abadía de Carfax, rodado en estudio, es visualmente
atractiva. Los primeros nos ambientan en una época, la misma que
conoció Bram Stoker, y la segunda nos lleva a un mundo de fantasía, de
gran poesía visual y romanticismo onírico.
También en el guión se recuperan elementos stokerianos como Drácula
trepando por los muros, retomado de “Las cicatrices de Drácula”, sus
modales cortesanos que contrastan con su fiereza y su sed de sangre.
En definitiva, John Badham da nueva vida a un mito adormecido durante
más de una década y nos ofrece una visión muy original, imaginativa,
poética y sobretodo espléndida.

1979

NOCTURNA, GRANDDAUGHTER OF DRACULA


”Compass International Pictures” (U.S.A.). Director: Harry Tampa, Guión:
Harry Tampa, Argumento: Nai Bonet, Fotografía: MacAhiberg
(Technicolor), Música: Reid Whitelaw y Norman Berger, Maquillaje: Gigi
Williams y Pamela Jannette.
Intérpretes y personajes: John Carradine (conde Drácula), Yvonne de
Carlo, Nai Bonet, Sy Richardson, Tony Hamilton, Brother Theodore.

Última aparición de John Carradine como Drácula. Se trata de una parodia,


al parecer pobre de inspiración, que ha tenido pésima carrera comercial.
Carradine, excelente secundario en westerns de John Ford, en cambio era
un vampiro mediocre que no daba la talla del personaje. Le faltaba
agresividad y presencia, pero nunca podremos olvidar todos sus villanos
en múltiples películas de género fantástico donde sí estuvo más acertado.

1979

GRAF DRACULA BEISST JETZT IN OBERBAYEN


”Lisa/Barthonia Films” (Alemania). Productor: Martrin Friedman, Director:
Carlo Ombra. Guión: Gruenbach y Rosenthal, Fotografía: Heinz Hoelscher
(color), Música: Gerhard Heinz, Duración: 97 minutos.
Intérpretes y personajes: Gianni Garko (Drácula), Betty Verges (condesa
Olivia), Giacomo Rizzo, Linda Grondier, Bea Fielder, Ralf Walter, Ellen
Umlauf (Ellen Van Helsing).

Preparada por el futuro realizador Carl Shenkel, esta comedia vampírica se


rodó en los Alpes donde el conde Drácula seducirá a unas encantadoras
chicas.
Esta cinta ha pasado completamente desapercibida, su protagonista era
figura habitual en los western italianos de los sesenta.

1980

LES CHARLOTS CONTRE DRACULA


(Francia). Director: Jean-Pierre Desagnat, Guión: Les Charlots, Jean Pierre
Desagné, con participacion de Olivier Mergault y Fernand Pluot,
Argumento: Véra Belmont y Jacques Dorfmann, Fotografía: Ramón Suárez
(Eastmancolor), Decorados: Eric Simon, Música: Les Charlots, Montaje:
Michael Lewin, Sonido: Pierre Befve, Duración: 85 minutos.
Intérpretes y personajes: Los Charlots (Géírard, Phil y Jean), Amílie
Prevost (Ariane), Andrías Voutsinas (conde Drácula), Gérard Jugnot
(Gaston Leprope, detective), Vincent Martin (Igor), Dora Doll (comisario
Gluck), Jacqueline Alexandre (mujer estrangulada), Eugéne Berthier,
Michel Dupleix, Jean-Pierre Elga.

El conjunto cómico musical Los Charlots acuden al castillo de Drácula


viviendo toda clase de situaciones típicas. La sombra de Abbott y Costello
hará su aparición, pero la comparación es inútil. Este conjunto francés no
le llega a las suelas de las zapatos a la popular pareja de los cuarenta.
Situaciones ramplonas y mucho tópico.

1980

DRACULA
“Toei Animation Co.” (Japón). Director: Minori Okazaki. Guión basado en
los comics Marvel, “The Tomb of Dracula”. Color. Dibujos animados.

Una extraña versión de Drácula protagonizada por un vampiro bigotudo, tal


como lo describe Stoker, esta vez en liza con Quincy Harker, hijo de
Jonathan y de Mina, al frente de una horda de cazadores de revivientes.
Según nuestras referencias la cinta es demasiado simple para los adultos
pero complicada para los niños. Animación pobre.

1981

DRACULA EXOTICA
“Entertainment Ventures/VCA” (U.S.A.) Director: Warren Evans. Productor
y guión: K. Schwartz. Fotografía en color.
Intérpretes y personajes: Jamie Gillis (conde Drácula), Samantha Fox,
Vanessa Del Rio, Marlene Willoughby, Christine Deshaffer, Randy West.

También conocida como “Love at First Gulp”, esta cutre producción supone
el regreso de Jamie Gillis al personaje del conde Drácula. Al igual que su
precedente “Drácula chupa”, el título que nos ocupa tenía dos versiones,
una erótica suave y otra porno dura. Ni una ni otra tenían interés.

1982

DRACULA RISES FROM THE COFFIN


“Tai Chang Inc.” (Corea del Sur). Productor: Lim Won Sik. Director: Lee
Hyoung Pyo. Guión: Lee Hee Woo. Fotografía: Lee Sung Sub (color).
Duración: 92 minutos.
Intérpretes: Kang Yong Suk, Park Yang Rae.

Drácula se interesa en clavarle los colmillos a una estudiante oriental,


quien regresará a su país, Corea del Sur, para contraer matrimonio con su
prometido. El vampiro la seguirá e irrumpirá en la boda. El marido y un
monje budista se enfrentarán al príncipe de las tinieblas.
Ignora producción coreana, como no la conocemos nada decimos.

1982

HYSTERICAL
”Cinema Group” (U.S.A.). Productor: Gene Levy, Productor ejecutivo:
William J. Immerman, Director: Chris Bearde, Guión: Bill Hudson, Breff
Hudson, Mark Hudson y Trace Johnston, Fotografía: Donald McMorgan
(color), Decorados: Joe Hubbard y Michael Walker, Música: Robert Alvicar,
Coreografía: Jaime Roberts, Efectos especiales: Henry Millar, Maquillaje:
Michael Germain, Vestuario: Jodie Tillen, Montaje: Marion Rothman, Jefe
de Producción: Peter Cornberg, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Bill Hudson (Frederick Lansing), Mark Hudson
(Paul Battan), Brett Hudson (Fritz), Charlie Callas (conde Drácula), Bud
Cort (coronel de la Morgue), Robert Donner (Ralph), Murray Hamilton (el
alcalde), Julie Newmar (Venetia), Cindy Pickett (Kate), Clint Walker (el
sherif), Keenan Wynn (Paul), Richard Kiel (el capitán Howdy), Troy
Donahue (Old Fritz), Franklyn Ajaye (Leroy, el bibliotecario), Gary Owens
(presentador de informativos), Helena Makela (enfermera), Pat Colbert e
Indy Shriner (las prostitutas).

Frederick, un novelista seductor, decide abandonar la ciudad e irse a vivir


a un pueblo costero de Oregón, alquilando el faro pese a las advertencias
del loco del lugar. Pasarán en efecto cosas muy raras, el difunto capitán
Howdy saldrá de su tumba marina para navegar y hundir un barco de
turistas. el sherif cree que este accidente lo ha provocado un tiburón. (24)
El cadáver del capitán convertirá en muertos vivientes a sus víctimas,
vendrán dos especialistas en ciencias ocultas para atajar el mal, e incluso
aparecerá el conde Drácula persiguiendo a las prostitutas.
Se trata de una comedia loca, al estilo Monty Python o los hermanos Marx,
con otros hermanos en el reparto, los Hudson. Desde entonces no se ha
vuelto a saber nada más de ellos, porque esta película no obtuvo ningún
éxito.
El conde Drácula también hará su aparición, pero no sabemos porque ni
para qué le han metido en este extraño film.

1982

BUENAS NOCHES, SEÑOR MONSTRUO


”JF Film” (España). Productor: José Frade, Director: Antonio Mercero,
Guión: Antonio Mercero y José Angel Rodero, Fotografía: Manuel Rojas
(Eastmancolor), Maquillaje: Fernando Florido, Montaje: Manuel Cubedo,
Duración: 82 minutos.
Intérpretes y personajes: grupo Regaliz, Paul Naschy (HL, hombre lobo),
Luis Escobar (conde Drácula), Andrés Mejuto (doctor Frankenstein),
Fernando Bilbao (monstruo de Frankenstein), Guillermo Montesinos
(Quasimodo), Miguel Angel Valero “Piraña” (Draculín).

Los niños del Regaliz (temible conjunto de cantantes infantiles) se pierden


en una excursión, yendo a parar a un castillo repleto de monstruos. Allí los
infantes nos torturarán con sus ridículas cancioncitas y su repertorio de
cursilerías, mientras los monstruos se rebajarán a perpetrar un grotesco
numero de clowns de quinta categoría.
Realmente increíble, muy buenos decorados, buenos maquillajes de
Fernando Florido, muy buena fotografía de Manuel Rojas, todo ello al
servicio de un guión tan ramplón como absurdo al servicio de unos niños
cantores entonces de moda en nuestro triste panorama musical. Jamás he
visto tantas payasadas juntas, ni un sentido del humor tan rastrero como el
de este film de Antonio Mercero quien por cierto ha demostrado ser un
buen realizador en otras ocasiones pero que en el caso que nos ocupa nos
causa verdadera tristeza.
Para la anécdota queda la autoparodia de Paul Naschy, verdaderamente
lamentable. Aquel quién criticó a Lon Chaney jr porque parodió a su
hombre lobo en “Abbott y Costello contra los fantasmas” convierte su
personaje en un triste bufón de taberna.
Si Lon Chaney jr mostró gran dignidad en su encuentro con los dos
cómicos americanos, en cambio la caricatura de los monstruos en este
engendro resulta patética y molesta por todas las tonterías que llegan a
realizar.
Fernando Florido, maquillador de varios films de Naschy, cuando Frade le
ofreció a dicho actor el papel en esta parodia apostó una paella de
mariscos que lo rechazaría. No fue así, y el bueno de Florido tuvo que
pagar la paella porque perdió la apuesta.
Como no tenía suficiente, el en otro tiempo Rey del Fantástico español,
cuyo cetro es cada día más discutible, volvió a parodiar al hombre lobo en
“Aquí huele a muerto, pues yo no he sido” (1990) con el dúo Martes y
Trece, cuyo sentido del humor es todo un misterio. La película es de
juzgado de guardia. ¡Pobre cine español!

1985

FRACCHIA CONTRO DRACULA


”Maura International/Faso Film” (Italia). Director: Neri Parenti, Guión: Laura
Toscano y Franco Marotta, Fotografía: en color.
Intérpretes y personajes: Paolo Villagio (Fracchia), Edmund Purdom
(conde Drácula), Gigi Reder, Ania Pieroni (condesa Oniria), Isabella
Ferrari.

Paolo Villagio es un cómico a la italiana, como Alvaro Vitalli y otros colegas


suyos especialistas en un humor rastrero y cutre. Lejos estamos de los
recientes Roberto Begnini o los Totó de antaño. Aquí el conde Drácula es
motivo de las befas del gracioso de turno, junto a una vampira muy sexy, la
condesa Oniria, y en breve aparición el monstruo de Frankenstein.

1985

VAMPIROS EN LA HABANA
“I.C.A.I.C.” (Cuba). Guión y dirección: Juan Padrón. Argumento y diálogos:
Juan Padrón y Ernesto Padrón. Animadores: Jorge Jardín, Dalia Vázquez,
Gabriel Ramos, Miguel Villanueva y Jorge V. Torres. Fondistas: Leonardo
Cano y Erilda Negret. Cámara (imagen real): Julio Simoneau. Cámaras
(animación): Héctor Borroto, José L. Rodríguez y Ramón Palenzuela.
Créditos: René Avila. Fotografía: Laboratorios Color ICAIC. Efectos
sonoros: Manuel Marín. Grabación: Carlos Fernández. Dirección musical:
Manuel Duchesne Cuzan. Duración: 69 minutos.
Intérpretes y personajes (secuencia imagen real): Manuel Marín (conde
Drácula), Margarita Agüero (la víctima del vampiro), Frank González (el
marido de la víctima).
Voces de los dibujos animados: Frank González, Manuel Marín, Irela
Bravo, Carlo González, Mirella Guillet, Carmen Solar, Juan Padrón.
Amadeus von Drácula, hijo del célebre conde de Transilvania, es un
científico vampiro que busca la fórmula mágica para que su especie pueda
soportar los rayos de sol. Sus sucesivos fracasos le llevan al destierro,
viviendo en La Habana en la época del dictador Batista.
Finalmente Amadeus encontrará la fórmula y su sobrino, nieto de Drácula,
la experimentará viviendo una vida normal ignorando su condición. Este
éxito llegará a oídos de unos gangsters vampiro de Chicago quienes
intentarán apoderarse de la fórmula para sacar provecho económico.
Sin embargo, el nieto de Drácula, convierte la fórmula en la letra de un
bolero cubano y la cantará por la radio, a partir de entonces todos los
vampiros del mundo pondrán tumbarse en la playa sin verse desintegrados
por la luz solar.
No podemos negar que este argumento es muy imaginativo y que su
dibujo es audaz, sin embargo el guión y la realización discurre de forma
tan atropellada que impide que el público pueda seguir atentamente sus
incidencias.
El vampiro de Bram Stoker tiene una doble presencia. Primero en las
secuencias iniciales de Transilvania, antes de desintegrarse por los rayos
solares, y segunda en un cine de La Habana donde proyectan una
supuesta versión de “Drácula” en blanco y negro e imagen real, con
actores cubanos hablando un inglés macarrónico.

1986

LOS MONSTRUOS
(LA GRAN AVENTURA DEL CINE)
”Story Films/Pablo Nuñez, S.A.” (España). Productor y Director: Pablo
Nuñez, Fotografía: (Eastmancolor). Duración: 25 minutos.
Dibujos animados: pinturas originales de José Ramón Sánchez.

Este corto de animación muestra las pinturas que realizó José Ramón
Sánchez para conmemorar la gran aventura del cine, unos dibujos repletos
de poesía y de encanto, donde aparecían el monstruo de Frankenstein, el
hombre lobo, el conde Drácula, la momia, el jorobado de Notre Dame, el
Fantasma de la Opera, el doctor Jekyll y el señor Hyde, los crímenes del
museo de cera, etc.
A pesar de ser cuadros inanimados, con leves toques de animación, el
corto destaca por la belleza de su colorido y por su inteligente
planificación. Una auténtica delicia visual y un regalo para todos aquellos
amantes de la imaginación y de la fantasía, un verdadero festival onírico.

1987

UNA PANDILLA ALUCINANTE


(THE MONSTER SQUAD)
”Taft Entertainment/Keith Barish Productions” (U.S.A.). Productor:
Jonathan A. Zimbert, Productor ejecutivo: Peter Hyams, Rob Cohen y Keith
Barish, Director: Fred Dekker, Guión: Shane Black y Fred Dekker,
Fotografía: Bradford May (color y scope), Decorados: Albert Brenner,
Música: Bruce Broughton, Efectos especiales: Richard Enlund, Monstruos
creados por Stan Winston, Maquillaje: Zoltan Elek, Duración: 100 minutos.
Intérpretes y personajes: André Gower (Sean), Robby Kiger (Patrick),
Stepehn Macht (Del), Duncan Regehr (conde Drácula), Tom Noonan (el
monstruo de Frankenstein), Brent Chaeln (Horace), Carl Thibaut (el
hombre lobo), Michael Mac Kay (la momia), Tom Woodruft (la criatura del
Lago Negro).

Un grupo de niños, entre 5 y 15 años, forman un club de fans de revistas


de cine fantástico, la Pandilla del Monstruo (the Monster Squad), y
construyen su cabaña en la copa de un árbol. No lejos de allí, el conde
Drácula llegará desde el pasado en busca de un amuleto que le arrebató el
profesor Van Helsing, en su ayuda acudirán el resto de los monstruos
Universal (el monstruo de Frankenstein, la criatura del Lago Negro, la
momia y el hombre lobo). Los niños conseguirán hacerles regresar a su
lugar de origen tras vivir emocionantes aventuras.
Película de corte infantil, y como tal debemos analizarla. En este sentido
funciona mucho mejor que el horrible “Buenas noches, señor monstruo”
porque en este caso los personajes son tratados con mayor seriedad. Su
guión está adaptado a la edad de sus Intérpretes principales y de su
público, al menos sus intenciones son nobles y la película está realizada
con corrección, aunque el infantilismo de la realización sea algo molesto.
La secuencia de obertura en Transilvania es la más lograda porque se
desmarca del resto de la película, la atmósfera gótica está realizada con
notable acierto. Duncan Regehr compone un Drácula más que aceptable,
Tom Noonan también funciona a la maravilla con su creación del monstruo
de Frankenstein, destacando su carácter entrañable, pero el resto de los
monstruos están muy apagados y su maquillaje es de muy inferior calidad.
1987

MUSEO DE CERA
(WAXWORK)
”Electric Pictures/Vestron” (USA). Productor: Staffan Th. Ahrenberg,
Director: Anthony Hickox, Guión: Anthony Hickox, Fotografía: Gerry Lively
(color), Música: Roger Bellon, Decorados: Gianni Quaranta, Efectos
especiales: Bob Keen, Duración: 99 minutos.
Intérpretes y personajes: David Warner (Lincoln, director museo), Zach
Galligan (Mark), Deborah Foreman (Sarah), Michelle Johnson (China),
Patrick McNee (Sir Wilfred), Dana Ashbroock (Tony), Charles McCaughan,
J. Kenneth Campbell (Marqués de Sade), John Rhys-Davies (Anton
Weber) y Miles O’Keefe (Drácula).

Un grupo de adolescentes son invitados por el misterioso Lincoln a visitar


su museo de cera, pero una vez en su interior descubrirán que les pasan
cosas muy extraías. Cuando un muchacho o muchacha intente ver de
cerca una figura, se verá transportado a una dimensión distinta. Ello dará
pie a la aparición del conde Drácula, el hombre lobo, el monstruo de
Frankenstein, la momia, el marqués de Sade y los muertos vivientes de
George Romero.
Estrenada en video como “Museo de cera”, se rodó con un presupuesto de
tres millones de dólares convirtiéndose en un pequeño film de culto. Si el
maquillaje del hombre lobo es completamente ridículo, en cambio la
ambientación del castillo del conde Drácula es bastante plausible,
añorando que no haya sido utilizada en un guión más inteligente que el
que nos ocupa. Es de destacar la muerte del vampiro en la cocina,
atravesado por botellas de champán que se descorchan tras el impacto.
Su director Anthony Hickox (hijo de Douglas Hickox) hizo entrever alguna
esperanza sobre su carrera cinematográfica, pero el resto de su obra es
menos distinguida. “Museo de cera” tiene pues algunos elementos
positivos, como un buen planteamiento argumental, pero se ve perjudicado
por unos diálogos molestos presentando unos adolescentes alienados. Por
ejemplo, la secuencia del licántropo es completamente insufrible en todos
los sentidos.
El resto de la cinta se pierde en una insípida trama policiaca y en una
grotesca pelea final. Con un planteamiento más riguroso, un guión
coherente y una dirección más acertada, se hubiera podido conseguir una
buena película. Pero este caso nos quedamos en una simple medianía.

1987

NOSFERATU, PRINCIPE DE LAS TINIEBLAS


(VAMPIRES IN VENICE)
”Scena Film” (Italia). Producción, Dirección y Guión: Augusto Caminito,
Fotografía: (colores), Música: Tangerine Dream, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Klaus Kinski (Nosferatu), Christopher Plummer
(Catalano), Barbara de Rossi (Helietta Canins), Donald Pleasence
(sacerdote), Yorgo Voyagis (Giuseppe Barnado).
Filmada en Venecia.

Nosferatu (el conde Drácula) resucita y viaja hacia Venecia para conseguir
a la bella Helietta, una mujer muy semejante a otra que conoció en el
pasado. Catalano, un cazador de vampiros, también viajará a la ciudad de
los canales para acabar con el monstruo.
Especie de secuela de “Nosferatu, el vampiro de la noche” sin que
sepamos cual de las dos es peor. Como en su precedente, Augusto
Caminito (el productor que asumió la realización tras expulsar al director
previsto) se demuestra incapaz de sacar provecho de los elementos a su
disposición, sobretodo de los excelentes decorados naturales.
Klaus Kinski, falto de todo control, monta su numero narcisista y
prácticamente asesina al personaje. En cambio Christopher Plummer da
una buena muestra de elegancia, señorío y buen hacer, mientras que
Donald Pleasence como siempre borda su personaje. Para mi gusto, la
única cosa realmente buena que ha hecho el histriónico Klaus ha sido
engendrar a su hija Nastassja Kinski, y sus villanos de westerns spaguettis
como “Yo soy la revolución” (¿Quien sabe?, 1966) de Damiano Damiani, al
lado de la excelente Martine Beswick.

1988

TO DIE FOR
“Entertainment/Lee Caplin/Skouras/Arrowhead/Sims” (U.S.A.).
Productores: Barin Kumar y Gregg H. Sims, Director: Deran Sarafian,
Guión: Leslie King, Fotografía: David Boyd (color), Música: Cliff Eidelman,
Efectos especiales: John Buechler, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Brendan Hughes (Vlad Tepis Drácula), Sydney
Welsh (Kate Wooten), Amanda Wyss (Celia Katt), Scott Jacoby (Martin).

Kate es una chica que vive en Los Angeles, su problema es que no se


interesa por ningún muchacho hasta que por fin encuentra a Vlad, quien en
realidad es un vampiro, el Príncipe de las Tinieblas. Cuando va a morderla,
el reviviente será incapaz de hacer daño a la mujer que ama y
desaparecerá en la noche. Ella no sabe quien es, le buscará y varios días
más tarde volverá a verle, vivirán una historia de amor, etcétera, etcétera,
etcétera…
Terror de plástico con un vampiro jovencísimo que parece haberse
escapado de una novela rosa de Corín Tellado. ¡Ufff!

1989

NIGHTLIFE
“Universal” (U.S.A.). Productor: Robert T. Skodis. Director: Daniel Taplitz.
Guión: Daniel Taplitz y Anne Beatts, basado en un argumento de Anne
Beatts. Director de fotografía: Peter Fernberger (color). Música: Dana
Kaproff. Montaje: Edward Abroms. Duración: 91 minutos.
Intérpretes y personajes: Maryam D’Abo (Angelique), Ben Cross (Vlad),
Keith Szarabajka (Dr. Zuckerman), Camilla Saviola (Rosa), Jesse Corti,
Glenn Shadix, Oliver Clark.

Según Alain Silver y James Ursini, autores de “The Vampire Film”, esta
cinta está más cerca de Anne Ricci que de Bram Stoker. Se trata de una
comedia donde Angelique (Maryam D’Abo, ex chica Bond) es perseguida
por un vampiro, Vlad, y sobrevive hasta el siglo XX siendo encontrada en
una tumba azteca en las catacumbas de México.
El doctor Zuckerman se sentirá fascinado por tan bella vampira que beberá
sangre en vasos de vino, pero desde el pasado Vlad les amenazará. Ben
Cross, excelente en “Vampiros” (Dark Shadows, 1991), recordará al
Drácula de Louis Jourdan, pero aún más a Lestat, el ya célebre reviviente
recreado posteriormente por Tom Cruise en su versión cinematográfica de
“Entrevista con el vampiro” (1994) de Neil Jordan.

1989

AQUÍ HUELE A MUERTO (¡PUES YO NO HE SIDO!)


“Impala/ASH Films” (España). Director: Alvaro Sáenz de Heredia.
Argumento y guión: Alvaro Sáenz de Heredia. Director adjunto: Andrés
Sáenz de Heredia, Director de fotografía: Michael Malka (Eastmancolor),
Maquillaje: Ramón de Diego, Música: José Tejera. Montaje: Ramírez de
Loaysa. Efectos especiales: Juan Ramón Molina, Duración: 88 minutos.
Intérpretes: Josema Yuste (conde de la Pata Negra), Millán Salcedo
(criado), Ana Alvarez, Pilar Alcín (vampira), Raul Freire, Paul Naschy
(comisario), Rafael Taibo, Chris Huerta, José Yepes, Chari Moreno, José
Villarejo.

El conde de la Pata Negra (Josema Yuste) acude a Transilvania para


recibir en herencia un castillo con la maldición del conde Drácula. Torpe
parodia a cargo del grupo Martes y Trece (Josema y Millán) que en las
pantallas jamás ha conseguido igualar sus actuaciones personales mucho
más afortunadas. Desgraciadamente este engendro tuvo un considerable
éxito comercial, a pesar de ser el peor título de Alvaro Sáenz de Heredia
(hijo de José Luis, el director de “Raza”), que en otros títulos ha brillado de
forma superior.
Patético Paul Naschy en su gratuita autoparodia, muy chabacano el
sentido del humor de sus situaciones. Es tán estúpida esta película que
parece mentira que se rodara para su exhibición en los cines, creemos que
en su lugar debería proyectarse en los establos para deleite de la asnada.

1991

SON OF DARKNESS: TO DIE FOR II


“Trimark/Arrowhead/Lee Caplin/Gred H. Sims”. (U.S.A.). Productor:
Richard Weinman. Director: David F. Price. Guión: Leslie King. Director de
fotografía: Gerry Lively (color). Música: Mark McKenzie. Montaje: Barry
Zetlin. Duración: 96 minutos.
Intérpretes y personajes: Rosalind Allen (Nina), Steve Bond (Tom), Scott
Jacoby (Martin), Michael Praed (Max Schreck/Vald Tepish), Amanda Wyss.

Secuela de “To Die For” (1989) de Deren Safarian. Se trata de un conde


Drácula imberbe, juvenil, llamado Vlad Tepish quien al resucitar (?) cambia
su nombre por el de Max Schreck, el actor de la versión de Murnau.
Michael Praed sustituye a Brendan Hughes, pero ni uno ni otro pasará a la
Historia del Cine por protagonizar sendos productos oportunistas de
consumo fácil.
1991

WAXWORK II: LOST IN TIME


”Electrick Pictures/Lost in Time Productions” (U.S.A.). Productor: Nancy
Paloian. Director: Anthony Hickox. Guión: Anthony Hickox. Fotografía:
Gerry Livery (color y blanco y negro), Efectos especiales; Bob Keen y Tony
Gardner, Diseño de producción: Simon Murton, Música: Steve Schiff.
Duración: 104 minutos.
Intérpretes y personajes: Zach Galligan (Mark Loftmore), Monika Scharre
(Sarah), Patrick McNee (el cuervo), Bruce Campbell, Alexander Gudonov,
Dana Ashbroock (Tony), Martin Kemp, Sophie Ward, Steve Painter
(Nosferatu, el vampiro), Marina Sirtis, Juliet Mills, David Carradine, John
Ireland, Joe Baker, Maxwell Caulfield, Drew Barrymore y Anthony Hickox.

Después de haber huido del museo de cera, en la primera entrega de


“Waxwork”, Mark y Sarah regresan a sus hogares. El padrastro de ella
morirá asesinado y la policía les acusará por no tener coartada. Para
demostrar su inocencia volverán al museo del horror, realizando nuevos
viajes a través del tiempo.
Referencias al monstruo de Frankenstein, Carrie, Mister Hyde, Nosferatu,
Godzilla hasta acabar enfrentándose al Maestro en el castillo de Edgar
Allan Poe. Film cinéfilo sin duda que a pesar de tener menor éxito que la
precedente entrega gozó de más simpatías a juzgar por sus referencias.
Esta vez el conde Drácula es sustituido por su alter ego, el Nosferatu
expresionista alemán, con secuencias en blanco y negro que recuerdan las
viejas cintas fantásticas de los años veinte y treinta.

1992

DRACULA DE BRAM STOKER


(BRAM STOKER’S DRACULA)
”American Zoetrope/Osiris Films” (U.S.A.) Productor: Francis Ford
Coppola, Fred Fuchs y Charles Mulvehill, Director: Francis Ford Coppola,
Guión: James V. Hart, basado en la novela de Bram Stoker, Música:
Wojciech Kilar, Sonido: Leslie Shatz, Fotografía: Michael Ballhaus (Color
por Eastmancolor), Operador: David M. Dunlap, Operador submarino: Tom
Fox, Montaje: Nicholas C. Smith, Glenn Scantlebury y Anne Goursaud,
Director artístico: Thomas Sanders, Decorador: Andrew Precht, Vestuario:
Eiko Ishioka, Maquillaje: Michele Burke, Maquillajes especiales: Matthew
W. Mungle, Efectos especiales (y director 2ª unidad): Roman Coppola,
Efectos especiales Maquillaje: Greg Cannon, Efectos especiales visuales:
Fantasy II Film Effects, Pinturas sobre vidrio: Michael Pangrazio,
Supervisión Efectos especiales: Gary Gutierrez (Colossalt Pictures),
Efectos especiales adicionales: 4-Ward. Productions, Sombras chinas:
Greg Bell, Constructor marionetas: Don Lewis, Armadura de Drácula:
Global Effects. Inc., Definición de conceptos: Jim Steranko, Gestos
compañeras Drácula: Michael Smuin, Productor ejecutivo: Michael Apted y
Robert O’Connor, Co-Productor James V. Hart y John Veitch. Duración:
130 minutos.
Intérpretes y personajes: Gary Oldman (Drácula), Winona Ryder (Mina
Harker), Anthony Hopkins (Van Helsing), Keanu Reeves (Jonathan
Harker), Sadie Frost (Lucy Westenra), Richard E. Grant (Dr. Jack Seward),
Cary Elwes (Arthur Holmwood), Bill Campbell (Quincey Morris), Tom Waits
(Renfield), Monica Belluci, Michaela Bercu y Florina Kendrick (compañeras
de Drácula).
Distribución: Columbia Tri-Star.

La versión más discutida y más discutible de la novela de Bram Stoker es


precisamente la rodada por Francis Ford Coppola, una versión irregular
que contiene numerosos aciertos y más de algún fallo en su guión.
Por ejemplo, la descripción de los personajes están lejos de la novela de
Stoker, Van Helsing es algo chocho, Lucy nos es presentada como una
chica ligera de cascos y el vampiro es algo blando. Otro error es el
vestuario de Drácula a su llegada a Londres, con un bigote absurdo y unas
ridículas gafas de sol. Errores que empañan el resultado final de la película
e impiden que se convierta en una obra maestra, y eso es lamentable
porque contiene también numerosos puntos positivos a tener en cuenta.
El personaje de Lucy pierde su encanto pese al entusiasmo de la actriz
Sadie Frost, porque la importancia en la novela era mostrarnos su dualidad
de carácter. De ser una chiquita puritana y muy poquita cosa pasa a
convertirse en una vampira frenética, sedienta de sangre y de sexo. En
cierto modo, la metáfora de Stoker nos sugiere que Lucy se ha liberado de
sus complejos ancestrales para convertirse en una auténtica devoradora
de hombres.
Por eso, en el film de Coppola las mejores secuencias de este personaje
son aquellas en que ya ha caído enferma y sobretodo cuando se convierte
en una vampira radiante con su traje de novia, que le dan un aspecto aún
más espectral.
También impresionan las tres vampiras del castillo de Drácula, unos seres
lascivos y sanguinarios, tan fantasmales como atractivos en su erótica
aparición en el lecho para seducir a Jonathan Harker. Como decía Terence
Fisher, el Mal siempre tiene su atractivo, y libre de la censura de antaño
las revivientes aparecen con toda su carga demoníaca.
De hecho las secuencias más interesantes de la versión de Coppola se
producen al principio, Vlad Tepes luchando contra los turcos y abjurando
de Dios para convertirse en un vampiro. La llegada de Jonathan Harker al
castillo siglos después, el escarpado paso del Borgo, el viaje en tren con la
mirada maligna de Drácula vista a través de la ventanilla, el vampiro
anfitrión cuya sombra se desplaza con absoluta independencia.
Incluso en Londres nos encontramos con excelentes momentos, la sombra
de Drácula que se proyecta en una fiesta, la persecución final en la abadía
de Carfax y posteriormente el frenético regreso a Transilvania, la lucha
contra los gitanos propia de un western gracias a la recuperación del
personaje de Quincy Morris, ausente en las anteriores versiones.
Grandes secuencias que nos hacen añorar un mayor rigor en otras. El
mareante viaje del Deméter, por ejemplo, y ese vampiro un tanto
edulcorado, enfrentado a un Van Helsing excesivamente senil. El
romanticismo de Badham era más creíble que éste, y es lástima porque
Gary Oldman es un actor excelente a quien hemos visto en otras películas
con personajes de gran calidad. Podría haber compuesto un Drácula
lugosiano, de mirada pérfida, invocando el encanto que tiene el Mal, pero
su equivocada caracterización presuntamente vanguardista le perjudica
produciéndonos una sensación de vacío.
Anthony Hopkins es sin duda un excelente actor, pero Coppola le perjudica
al presentarnos rasgos un tanto despistados, aunque al final, en el círculo
de fuego parece recuperar el pulso de sus mejores tiempos.
La versión de Coppola ha obtenido los siguientes Oscars: Eiko Ishioka
(vestuario); Greg Cannom, Michele Burke y Matthew W. Mungle
(maquillaje) y Tom McCarthy y David Stone (efectos de sonido). Los dos
primeros son los puntos más discutibles de la presente versión, no así el
tercero que me parece más correcto.
También debo señalar el encanto de Winona Ryder, su personaje Mina
Harker es el que ha salido mejor librado de la película. Compone un
personaje de aspecto frágil, romántico y soñador, dividida entre dos
hombres, el príncipe Drácula y Jonathan Harker, el amor ideal y el amor
real. Su dulce mirada le ha convertido en la musa por excelencia de la
década de los noventa y también en una de las mejores Mina del primer
siglo de cine.
Pero las mayores virtudes de la versión de Coppola, aparte de la presencia
de Winona, es su imagen fotográfica, ese castillo escarpado, ese camino
intrincado siempre al borde de un precipicio, y todos esos efectos visuales
como el vampiro convertido en niebla o en un ser demoníaco que se
enfrenta a sus perseguidores. Grandes momentos que nos hacen soñar
con una película perfecta, lo que no es y podría haberlo sido. Es un buen
film a secas.

1992

DRACULA’S HAIR
“Arto Studio/Rosfilmexport.” (Rusia) Director: Vadim Prodam.

Muy pocos datos se tienen de esta cinta rodada en Rusia tras la caída del
comunismo, pero las referencias son pésimas. En el mismo año, un tal
Nikolai Gibu rodó “The Vampire’s Rope”, con guión de Clara Luchko y
Zinaida Chirkova. Se ve que es moda en Moscú rodar relatos vampíricos
después de tan larga sequía.

1993

DRACULA RISING
”Concorde/New Horizons” (U.S.A.). Productor: Roger Corman, Director:
Fred Gallo, Guión: Rodman Flender y Daniella Purcell, Fotografía: Ivan
Varimazov (color), Música: Ed Tomney. Montaje: Glenn Garland. Duración:
76 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Atkins (Vlad Drácula), Stacey Travis
(Theresa), Doug Wert (Alec).
Filmada en Rusia, Bulgaria y Rumanía.

Theresa, una joven historiadora de arte, viaja a los Cárpatos para restaurar
una pintura descubierta en los alrededores de un monasterio abandonado.
En este lugar la muchacha conocerá a un joven llamado Alec y este le
presenta a Vlad, un personaje extraño, sombrío y misterioso. El enigmático
personaje guardará un terrible secreto.
La muchacha es la reencarnación de una campesina que fue amante de
un monje hace 500 años, sospechosa de brujería y ejecutada en la
hoguera, provocando las iras de su acalorado enamorado que se convierte
en un vampiro para vengarse.
Roger Corman quería conseguir el “Lo que el viento se llevó” del cine de
vampiros, una historia romántica a lo David Lean, pero el resultado final
está lejos de conseguirse porque desvirtúa la esencia de la filmografía del
conde Drácula. Muy lejos estamos de aquella serie sobre Edgar Allan Poe
protagonizada por Vincent Price. “Dracula Rising”, a pesar de contar con
muy bellos parajes naturales, no es más que una simple operación de
marketing.

1993

VAMPIRE KISSES
Porno U.S.A. Director: Scotty Fox. Versión libertina de la novela de Bram
Stoker.
Intérpretes: Nikki Dial (vampira), Jonathan Morgan (Drácula), Lacy Rose,
Alex Jordan, Chaz Vincent, Christina Cruise, Randy West, Steve Drake, T.
T. Boy.

Drácula está de nuevo de moda, los productores independientes no se


duermen en los laureles y los cineastas porno tampoco. Erotismo y
vampirismo han hecho más de un maridaje desde la aparición del cine X.
Por ejemplo, “Ejácula” (1994) con Rocco Sifredi y Tonisha Mills,
presentada en el II Festival de Cine Erótico de Barcelona. "Vampire
Kisses" no iba a ser menos. Protagonizada por dos divos del cine X,
Jonathan Morgan y Nikki Dial, ambos deambulan por una atmósfera gótica
de plástico, adoptando un aire entre místico y libertino. Lo dimís son los
numeritos de rigor: cabalgadas, emparedados (una mujer penetrada por
dos hombres a la vez), sesenta y nueve, cuerpos light, pechos de silicona,
etcétera y etcétera.

1993

LEENA MEETS FRANKENSTEIN


“Pinnacle” (U.S.A.). Director: Scotty Fox.
Intérpretes: Leena, Randy Spears, Tina Tyler, Jon Dough (el monstruo de
Frankenstein), Mike Horner (conde Drácula), Madison (mujer vampiro),
Tony Tedeschi (el hombre lobo) y Nicole London.

Rutinario film porno con las secuencias de siempre. Esta vez se utilizan los
monstruos clásicos del cine para involucrarlos en las secuencias osadas.
1994

MARIO SALIERI’S DRACULA


(MARIO SALIERI’S DRACULA)
“999 Black & Blue Production” (Italia). Productor ejecutivo: Filippo Siani.
Director: Mario Salieri. Guión: Mario Salieri, según el personaje de Bram
Stocker. Director de fotografía: Bruno de Sisti (color). Vestuario: Ferroni.
Música: Vidra Productions. Efectos especiales: Anthony Cremona.
Duración: 70 minutos.
Intérpretes: Selen, Joy Karin’s, Simona Valli, Deborah Wells, Maeva,
Dragixa, Tania Lariviere, Dalila, Manuela Simone, Nicoletta Astori, Jolth
Walton, Ron Jeremy, Joe Calzone, Eric Vincent, Frank David, Richard
Voicin, Robert Malone, John Sanders, Michael Hart, Ennio Luise

Film porno triunfador del II Festival de Cine Erótico de Barcelona,


celebrado en el Pueblo Español, donde obtuvo las Ninfas a la mejor
película, mejor actriz secundaria (Maeva) y mejor campaña de promoción.
Mario Salieri es uno de los realizadores más importantes del género
llamado hardcore en todo el mundo con títulos como “Arabika” (1993), “La
larga noche del miedo”, “Toda una vida - Sex” (1994), “Adolescencia
perversa”, “Eros y Tanatos”, entre otras. Su “Drácula” costó más de veinte
millones de pesetas, una cifra ridícula para el cine convencional pero
importante en el hardcore realizadas por equipos muy reducidos.
Veinticuatro actores interpretan doce números eróticos, en esta versión
hard, aunque el personaje de Drácula no participa de ellas. Al contrario,
Mario Salieri trata con gran respecto al célebre vampiro en las secuencias
de apertura y final, en las que aparece, ya que su presencia en el resto de
la cinta es más espiritual que física.
La puesta en escena gótica y la fotografía, privando los colores azulados,
están muy conseguidos con reminiscencias del gran Mario Bava, las
maquetas son asimismos excelentes.
Las secuencias de Vlad Tepes cuentan su muerte tras la traición por
Zoltan, caballero del Dragón, quien tras asesinarle violará a su esposa
Elizabeta sobre su tumba, provocando la maldición que le convierte en
vampiro. Ya convertido en Drácula, el upiro, aparecerá de nuevo en un
final muy bien resuelto y que se desmarca del resto del metraje. El amor
nunca muere, es la conclusión de Salieri.
Lejos, muy lejos estamos de Murnau, Browning, Fisher, Badham o
Coppola, eso es cierto, pero Salieri no lo pretende porque sus intenciones
son muy otras y dentro de este marco, el cine hardcore, es como debemos
valorar su trabajo tanto para lo mejor como para lo peor.

1994

NADJA
Canadá. Director y guión: Michael Almereyda. Productor: David Lynch.
Fotografía: blanco y negro.
Intérpretes y personajes: Elina Lowensohn (Nadja), Peter Fonda (profesor
Van Helsing/conde Drácula), Suzy Amis, Galaxy Craze, Martin Donovan.

Nadja es una belleza venida desde Transilvania que se dedica a seducir a


los hombres en los bares de Nueva York para beberles la sangre después.
Digna hija de su padre, el conde Drácula, muerto al principio del film,
tratará de vengar a su progenitor. Sin embargo caerá enamorada de Lucy,
esposa de Jim, sobrino del profesor Van Helsing, quien años atrás dio
muerte al célebre vampiro. La eterna lucha se revivirá de nuevo.
Esta vez el conde Drácula y su eterno enemigo tendrán el mismo rostro, el
de Peter Fonda, hijo de Henry, hermano de Jane y padre de Brigdet. Pero
la estrella del film es sin duda Elina Lowensohn, heroína de “Another Girl,
Another Planet”, también de Michael Almereyda.
Este film, presentado en la edición de 1995 del en otros tiempos glorioso
Festival de Sitges aburrió hasta a los mismísimos acomodadores.

1995

DRACULA, UN MUERTO MUY CONTENTO Y FELIZ


(DRACULA:DEAD AND LOVING IT)
“Brooksfilms” (U.S.A). Director: Mel Brooks. Guión: Mel Brooks, Rudy De
Luca y Steve Haberman, basado en la novela de Bram Stoker. Productor:
Mel Brooks. Productor ejecutivo: Peter Schindler. Fotografía: Michael D.
O’Shea (color). Director Artístico: Bruce Robert Hill. Decorados: Roy Forge
Smith. Vestuario: Dodie Shepard. Maquillaje: Todd A. MacIntosh. Efectos
visuales: Dream Quest. Supervisor: Mike Shea. Efectos numíricos: Dan
DeLeeuw. Animatrínico: Optic Nerve Studios. Supervisores: John Vulich,
Everett Burrell, David R. Newhouse. Efectos sonoros: Visiontrax. Montaje:
Adam Weiis. Música: Hummie Mann. Coreografía: Alan Johnson. Duración:
95 minutos.
Intérpretes y personajes: Leslie Nielsen (conde Drácula), Mel Brooks
(profesor Abraham Van Helsing), Amy Yasbeck (Mina), Harvey Korman
(doctor Seward), Steven Weber, Peter Macnicol (Renfield), Lysette
Anthony (Lucy), Anne Bancroft (la gitana).

Inspirada en la versión de Francis Ford Coppola y con treinta millones de


dólares de presupuesto, Mel Brooks intenta repetir el éxito de “El jovencito
Frankenstein” (Young Frankenstein, 1974). Leslie Nielsen, tras una larga
carrera como actor dramático, destacando su excelente film de ciencia
ficción “Planeta prohibido” (Forbidden Planet, 1956) de aires
shakespearianos, se ha pasado en plena madurez a los papeles cómicos
obteniendo una segunda vida artística cuando la industria cinematográfica
ya le había firmado el acta de defunción.
Con "Agárralo como puedas" (The Naked Gun, 1988) de David Zucker,
Nielsen creí al alocado teniente de policía Frank Deblin, personaje que
repitió en sus dos secuelas, “Agárralo como puedas 2 1/2, el aroma del
miedo” (The Naked Gun 2 1/2: The Flower of Fear, 1991), también
realizada por David Zucker y “Agárralo como puedas 33 1/3, el insulto final”
(The Naked Gun 33 1/3: The Final Insult, 1994), dirigida por Peter Segall.
Aquí Nielsen se pasa con armas y bagajes a la troupe de Mel Brooks,
basando su humor en detalles groseros y escasamente imaginativos, todo
lo contrario del humor absurdo y corrosivo de los hermanos David y Jerry
Zucker y de su socio Jim Abrahams, el llamado trío ZAZ. En cambio la
filmografía de Brooks resulta excesivamente desagradable.
Brooks contrató a Nielsen con la condición de que imitara el acento
húngaro de Bela Lugosi, varios días el realizador recibió una llamada
misteriosa con una voz cavernosa. Era el propio Nielsen, que quedó
automáticamente contratado.
Es de destacar la perfecta ambientación gótica del castillo de Transilvania,
así como del Londres victoriano de 1893, el mismo de la novela de Stoker,
y las referencias eruditas a las anteriores versiones de Murnau, Browning,
Fisher, Badham y Coppola. Los efectos especiales cada vez más
sofisticados demuestran un gran virtuosismo, pero siempre lastrado por un
sentido del humor chusco que tanto ha perjudicado al cineasta judío.
Si las secuencias "serias" están bien resueltas las cómicas carecen de la
menor gracia provocando el sopor más absoluto. Aquí es dónde falla esta
pretendida comedia que se estrelló en taquilla y que es prueba irrefutable
de la decadencia comercial de Brooks.

1997
BRÁCULA (CONDEMOR II)
“Producciones ASH Films” (España). Dirección y producción: Alvaro Sáenz
de Heredia. Guión: Alvaro y Andrés Sáenz de Heredia. Director de
fotografía: Tomás Mas (Eastmancolor - Panorámico). Música y montaje:
Andrés Sáenz de Heredia. dirección artística: Antonio Belizón. Maquillaje.
Mar Paradela. Peluquería: Gregorio Mendiri. Sonido directo: Antonio Bloch.
y Sara Fijo. Efectos especiales. Molina Fx. Director de producción. Julio
Parra. Ayudante de dirección: Alejandro Rodríguez. Segundo operador:
Antonio Saz. Coordinador artístico: Juan Piquer. Coreografía: Penélope
Snelling. Lugares de rodaje: Madrid: Flash Studio de Alcobendas, Madrid;
Murcia: Las Urrutias - La Manga del Mar Menor. Distribuciones:
BUENAVISTA INTERNATIONAL SPAIN, S.A. Estreno: 13/08/97. Duración:
93 minutos.
Título de rodaje: “El Fistro del desierto”.
Intérpretes y personajes: Gregorio Sánchez "Chiquito de la Calzada" (
Brácula), "Bigote Arrocet". (Lucas), "Nadiuska". (Baronesa), "Javivi".
(Barón), Carla Hidalgo (Lucía), Aramis Ney (Mago) Héctor Cantolla
(Drácula), Rubén Galves (Arnaldo), Fernando Sánchez (Muriel), Alfonso
Rodríguez (Abuelo).

Brácula y Lucas, víctimas de un naufragio, llegan a un castillo y allí son


confundidos con el Conde Drácula y su criado. Los habitantes del castillo
quieren que Drácula se case con una bella doncella. Tras diversas
peripecias Brácula y Lucas consiguen liberar a la joven y logran huir del
castillo.
Este fristro fílmico recaudó 129.026.262 y tuvo 262.507 espectadores en
las salas cinematográficas.
Al menos eso dicen los datos obtenidos en el Ministerio de Cultura
español. Pero hay algo que siempre me ha intrigado. Cada vez que se
rueda una película en España los medios de comunicación nos dice que
esa película tiene un presupuesto de 200 o 300 millones de pesetas, o
cifras superiores, y una película como ésta es considerada un éxito
taquillero lo que nos hace sospechar que las demás aún recaudan menos.
Como las cifras obtenidas por taquilla son inferiores a los gastos de
producción, teniendo en cuenta que estas cantidades deben repartirse con
distribuidores y salas de exhibición ¿cómo es que las productoras no se
arruinan y siguen rodando?
Volviendo a la película del bueno de Chiquito, y digo bueno porque lo
cortés no quita lo valiente, debemos repetir lo dicho en “Aquí huele a
muerto” y engendros parecidos. Un cine (?) de humor chusco, casero, que
aprovecha la fama efímera de los graciosos de moda y que se consume
con rapidez, para olvidarse enseguida, y que carece de repercusión
internacional porque ese sentido del humor(?) que esgrime sólo es
comprendido dentro de nuestras fronteras. Fuera de ellas estas
secuencias suenan a sánscrito o a jeroglíficos egipcios, pero el invento
continúa.
Si “Brácula” es considerada un éxito de taquilla ¿cómo serán las demás?

2000

VLAD, EL PRÍNCIPE DE LA OSCURIDAD


(DARK PRINCE: THE TRUE STORY OF DRACULA)
USA. Dirección: Joe Chappelle. Guión: Thomas Baum. Color. Intérpretes y
personajes: Rudolf Martin (Vlad el Empalador/Drácula), Jane March (Lidia),
Christopher Brand (Bruno), Peter Weller (Father Stefan), Roger Daltrey
(King Janos), Michael Sutton (Radu), Razvan Vasilescu (Aron), Radu
Amzulescu (Inquisitor), Maia Morgenstern (Woman at Fountain), Claudiu
Bleont (Sultan Mohamed), Claudiu Trandafir (Prince Karl), Dan Bordeianu
(Vlad edad 18) ), Victor Ungureanu (Vlad edad 8) ), Dan Badarau (Padre
de Drácula), Sebastian Lupea (joven Drácula).
Duración: 92 minutos.

Esta honesta, correcta y simpática película nos cuenta cómo Vlad El


Empalador, personaje implacable pero importante en los Cárpatos, llegó a
convertirse en el célebre vampiro. No es un título espectacular porque es
sencilla de producción pero no es nada desdeñable y es preferible a otras
más espectaculares pero menor inteligencia.
Vlad nos es mostrado como un príncipe duro, sangriento, pero también
forzado por las circunstancias por el cruel asedio de los turcos y la traición
de la mayoría de los nobles, que se ve obligado a una alianza con el Papa
de Roma por lo que es repudiado por la Iglesia de Oriente. El suicidio de
su esposa y el maltrato del clero ortodoxo le convierte, tras su asesinato,
en el que se impide enterrar en suelo sagrado, lo que provoca su maldición
y conversión en un nosferatu, en un no muerto.
Agradable título en definitiva pese a su modestia, o posiblemente gracias a
ella.

2000
DRÁCULA 2001
(DRACULA 2000)
“Miramax International/Dimension Films” Dr.: Patrick Lussier; Guión: Joel
Soisson. Argumento: Joel Soisson y Patrick Lussier; Color de Luxe y
scope.
Intérpretes y personajes: Gerard Butler (Dracula), Christopher Plummer
(Abraham/Matthew Van Helsing), Johnny Lee Miller (Simon Sheppard),
Justine Waddell (Mary Heller), Colleen Fitzpatrick (Lucy Westerman),
Jennifer Esposito (Solina), Omar Epps (Marcus),Sean Patrick Thomas
(Trick),Danny Masterson (Nightshade), Lochlyn Munro (Eddie),Tig Fong
(Dax), Tony Munch (Charlie),Jeri Ryan (Valerie Sharpe),Shane West (J.T),
Nathan Fillion (Father David), Tom Kane (Anchor Man), Jonathon
Whittaker (Detective Gautreaux), Robert Verlaque (Dr. Seward), Randy
Butcher (Stakeman 1), Bill Davidson (Stakeman 2), Peter Cox (Stakeman
3), Chris Lamon (Stakeman 4), Herb Reischl Jr. (Stakeman 5), Duncan
McLeod (Stakeman 6), Wayne Downer (Desk Guard), Robert Racki (Door
Guard), William Prael (Parade Cop), Kaaron Briscoe (Teen Co-Worker),
Scarlett Huntley (Blood Doll), Harold Short (Angel Negro de la Muerte),
David J. Francis (Jesús), Shimmy Silverman (Barker).

Este film es el principio de una trilogía de Drácula ambientada en el mundo


moderno de principios del 2000. He de insistir que generalmente el mundo
moderno no le sienta bien a nuestro vampiro pero a veces se consiguen
buenos resultados al buscar unos ambientes algo tenebrosos y
envejecidos. Aquí he de admitir que sí se consigue aunque no llegue a la
brillantez de “Noche de miedo”.
Promovida por Wes Craven, cuyo nombre es usado de forma misteriosa
porque no vemos su participación, nos encontramos con un Van Helsing
actual que guarda en una cámara acorazada los restos del vampiro pero
unos cacos tontos, como siempre, quieren robarlo y lo resucitan
accidentalmente.
Los efectos especiales están bien resueltos, como el resto de la película,
aunque comete un fallo imperdonable de guión. Ha avanzado mucho el
cine en recursos visuales en la última década pero esa parte de las
películas siempre flojean, son las únicas que en vez de evolucionar
retroceden. El guión es fundamental a la hora de crear una obra visual tan
bella como es el cine y aquí el fallo es grotesco al decirnos que el conde
Drácula es nada más y nada menos que Judas Iscariote que se convirtió
en vampiro porque se ahorcó tras traicionar al Nazareno. Una tontería
monumental que hace poco creíble la película y la empaña. Mucho efecto
y poco seso, estigma de una parte del cine moderno.
Como no fue mal en taquilla aparecieron dos secuelas de las que
hablaremos más adelante.
Gerard Butler cumple como Drácula dotándole de un aire chulesco propio
de las caracterizaciones de los vampiros en la última década.

2002

LA FIANCÉE DE DRACULA
Francia. Dirección y guión: Jean Rollin. Color. Intérpretes y personajes:
Cyrille Iste (Isabelle), Jacques Orth (El profesor), Thomas Smith (Thibault),
Sandrine Thoquet (La vampira), Magalie Madison (La ogro/La loca), Céline
Mauge (Sor Toutière), Marie-Laurence (Madre superiora Paris), Danièle
Servais-Orth (Madre superiora islas Chausey), Denis Tallaron (Eric),
Sabine Lenoël (Sor Marthe), Céline Clémentel (Sor Simplicité), Mira Petri
(Sor Cigare), Marianna Palmieri (Sor Bouffarde), Bernard Musson (El
brujo), Nathalie Perrey (La bruja), Catherine Castel (Monja que salta a la
comba), Dominique Treillou (El hombre del cementerio), Frédéric Legrand
(El marino), Brigitte Lahaie (La loba), Thomas Desfossé (Drácula).
Duración: 91 minutos.

Nuevo rollón de Rollin, película de tintes eróticos carente de ritmo y de


gracia. Tras su etapa en el porno, el galo vuelve a sus orígenes fantásticos
y aunque tenga sus seguidores, amantes del llamado cinema bis, o cine de
pipas como decimos aquí, le ocurre como a Jesús Franco que pertenece a
un público muy estricto.

2002

KILLER BARBYS CONTRA DRACULA


España/Alemania. Director: Jesús Franco. Guión: Jesús Franco y Lina
Romay. Color. Intérpretes y personajes. Silvia Superstar (Silvia), Enrique
Sarasola (conde Drácula), Dan van Husen (Dr. Seward) ), Aldo Sambrell
(Pepe Morgan), Bela B. Felsenheimer (Bela Blasko Lugosi), Billy King
(Billy), Lina Romay (Irina von Karstein), Katja Bienert (Katja van
Barenboim), Peter Martell (Drácula), Carsten Frank (Albinus), Sandra
Ibarra (Selena), Fata Morgana (Puri), Carmen Montes (Carmen), Paul
Lapidus (Martin Fierro), Viktor Seastrom (Ivan Ivanovich).
Duración: 90 minutos.

Nuestro más psicotrónico creador de imágenes, Jesús Franco, Jess para


los amigos, ataca de nuevo. Al menos ya no nos marea con gratuitos
zooms y esta vez tiene menos pretensiones que en su fállida “El conde
Drácula” pero sigue siendo un cineasta malogrado. En sus principios
prometía mucho pero se fue abandonando con el tiempo. Al menos no
resulta antipático aunque cualquier parecido con el cine no es pura
coincidencia, porque no existe.

2002

DRACULA: PAGES FROM A VIRGIN'S DIARY


Canadá. Director: Guy Maddin. Guión: ballet de Mark Gooden según la
novela de Bram Stoker. Color y blanco y negro. Intérpretes y personajes:
Wei-Qiang Zhang (Dracula Tara Birtwhistle (Lucy Westernra, Dave Moroni
(Dr. Van Helsing), CindyMarie Small (Mina), Johnny A. Wright (Jonathon
Harker), Stephane Leonard (Arthur Holmwood), Matthew Johnson (Jack
Seward), Keir Knight (Quincy Morris), Brent Neale (Renfield), Stephanie
Ballard (Mrs. Westernra), Sarah Murphy-Dyson (Maid/Nun/Vampiress),
Carrie Broda (Maid/Nun), Gail Stefanek (Maid/Vampiress), Janet Sartore
(Maid/Nun), Jennifer Welsman (Gargoyle/Nun).
Duración: 73 minutos.

Se trata de un ballet basado en nuestro amado vampiro. ¿Calidad del film?


Pues depende de si os ograda ese ballet o lo detestáis, no me voy a
pronunciar al respecto porque toda forma cultural tiene mi respeto aunque
no sea de mis favoritas ni se ciña al estilo de cine que nos interesa en este
libro.

2003

LA MALDICIÓN DE DRACULA
(VLAD)
USA. Dirección y guión: Michael D. Sellers, basado en el personaje de
Bram Stoker. Color. Intérpretes y personajes: Billy Zane (Adrian), Paul
Popowich (Jeff Meyer/Husband), Kam Heskin (Alexa Meyer), Nicholas
Irons (Justin/Knight), Brad Dourif (Radescu), Francesco Quinn (Vlad
Tepes/Drácula), Monica Davidescu (Linsey), Iva Hasperger (Ilona), Emil
Hostina (Mircea), Guy Siner (Ilie), Mircea Stoian (Claudiu), Andreea
Macelaru (), Alin Panc (Petre), Alexandra Velniciuc (Andrea), Zoltan Butuc
(Grandfather).
Duración: 98 minutos.

Tres estudiantes viajan a Rumania para averiguar la realidad de las


leyendas de vampiro topándose nada más y nada menos que con el
famosísimo conde Drácula.
Se trata de una película menor que no es desagradable ni antipática y se
deja ver sin enojo. No tiene efectos desagradables, los intérpretes cumplen
con su cometido sin más, pero en realidad todo carece de ambición y
pretensiones. Al menos no han hecho la chapuza de rigor y eso es ya
encomiable.

2003

DRACULA RESURRECCIÓN
(DRACULA II ASCENSION)
“Miramax International/Dimension Films” Dr.: Patrick Lussier; Guión: Joel
Soisson. Argumento: Joel Soisson y Patrick Lussier; Color de Luxe y
scope.
Intérpretes y personajes: Jason Scott Lee (Padre Uffizi), Stephen Billington
(Dracula), Jennifer Kroll (Twins of Evil), Craig Sheffer (Lowell), Roy
Scheider (Cardenal Siqueros), Daniela Nane (Cat-Woman), David J.
Francis (Jesús), Diane Neal (Elizabeth Blaine), Khary Payton (Kenny),
Brande Roderick (Tanya), Jason London (Luke), Chris Hunter (Corello),
Tom Kane, John Light (Eric), Nick Phillips (Officer Smith), John Sharian
(Officer Hodge), Dragos Balauca (Altar Boy), David Gant (Old Priest).

Secuela de “Drácula 2001” con los mismos defectos y virtudes de la


anterior. Mucho efecto y poco seso. Unos jóvenes descerebrados resucitan
al vampiro (Gerard Butler es sustituido por Stephen Billington) y un joven
sacerdote, el padre Uffizi, debe luchar contra él. Jason Scott Lee compone
un buen personaje de cazavampiros con mucho acierto, pero el resto de la
película no es más que un festival de tópicos entretenida, eso sí, pero poco
más.
2004

VAN HELSING
(VAN HELSING)
“Universal Pictures” (USA). Dirección y guión: Stephen Sommers.
Producción: Bob Ducsay, Sam Mercer, David Minkowski, Artist W.
Robinson, Stephen Sommers, Matthew Stillman; Fotografía: Allen Daviau
(color y scope); Música: Alan Silvestre. Intérpretes y personajes: Hugh
Jackman (Van Helsing), Kate Beckinsale (Anna Valerious), Richard
Roxburgh (Condet Vladislaus Dracula), David Wenham (Carl), Shuler
Hensley (monstruo de Frankenstein), Elena Anaya (Aleera, la vampira),
Will Kemp (Velkan), Kevin J. O'Connor (Igor), Alun Armstrong (Cardinal
Jinette), Silvia Colloca (Verona), Josie Maran (Marishka), Tom Fisher (Top
Hat), Samuel West (Dr. Victor Frankenstein), Robbie Coltrane (Mr. Hyde),
Stephen Fisher (Dr. Jekyll), Dana Moravková (Barmaid), Zuzana Durdinova
(Opera Singer), Jaroslav Vízner (Gendarme), Marek Vasut (Villager),
Samantha Sommers (Vampire Child), Dorel Mois (bailarin en el baile de
Drácula), Marianna Mois (bailarin en el baile de Drácula),Laurence Racine
(bailarin en el baile de Drácula), Patrice Wojciechowski (bailarin en el baile
de Drácula), Kacie Borrowman (Dwerger), Martin Klebba (Dwerger), Allison
Queal (Dwerger).
Duración: 132 minutos.

Este film de Stephen Sommers es sin ninguna duda el mejor del tema que
nos ocupa en muchos años, tal vez desde la versión de John Badham ya
que la de Francis Ford Coppola tiene, a mi juicio, elementos fallidos. Aquí,
el profesor Van Helsing no es mostrado como un docto hombre de ciencia
sino como un aventurero al estilo Indiana Jones o James Bond al servicio
de una extraña organización interreligiosa ubicada en las entrañas del
Vaticano. Todo un cúmulo de sugerencias.
No, Van Helsing es un auténtico cazador de monstruos que en el principio
de la trama le vemos enfrentado al maléfico doctor Hyde, muy bien
caracterizado gracias a efectos especiales digitales propios de los nuevos
tiempos.
Se trata de un film de envergadura en donde se multiplican los efectos, las
correrías, las piruetas a veces excesivas que le hacen parecer más un
espectáculo circense de contorsionistas y saltimbanquis que a un relato de
terror gótico. Afortunadamente encontramos una excelente ambientación,
actores muy competentes entre las que destacamos a nuestra Elena
Anaya como una pérfida vampira, a la sinuosa Kate Beckinsale como una
intrépida heroína muy al gusto de los tiempos modernos tan feministas, un
actor de moda llamado Hugh Jackman al que hemos visto encarnando
superhéroes y finalmente un interesante conde Drácula, más chulesco que
nunca encarnado por un histrión shakesperiano , Richard Roxburgh.
Resulta curioso que al inigualable Bela Lugosi le recriminaron hasta la
saciedad su presunto estilo teatral, condición que le viene más que pintado
al sucesor que nos ocupa en este título. Efectivamente Roxburgh a veces
se excede y en algunos momentos resulta cargante pero es tal vez uno de
los vampiros más convincente en las últimas décadas, superior incluso al
sobrevalorado Gary Oldman de Coppola. Además aquí tenemos a toda la
cofradía de monstruos al completo desde el tándem Jekyll y Hyde, hasta el
monstruo de Frankenstein en un claro homenaje a los films clásicos de
James Whale, un incontrolable hombre lobo y un trío impresionante de
vampiras.
La película en su conjunto tiene un ritmo trepidante, a veces excesivo, pero
sí es de encomio toda la atmósfera gótica como nunca hemos podido
disfrutar gracias a las nuevas técnicas muy bien utilizadas.
Además, el film de Stephen Sommers ha rejuvenecido a los mitos clásicos
de la Universal, les ha dado nueva vida, les ha revitalizado y puesto en
candelero resarciéndonos de tanta mediocridad que hemos estado
padeciendo en los noventa y en los principios del siglo XXI. Una relectura
ingeniosa de los clásicos que a su vez se ha convertido en todo un futuro
clásico.

2004

COUNTESS DRACULA’S ORGY OF BLOOD


Real y guión: Donald F. Glut. Intérpretes y personajes: Paul Naschy (Padre
Jacinto), Glori-Anne Gilbert (Diana), Arthur Roberts (Lord Ruthven),
Kennedy Johnston (Roxanne), Eyana Barsky (Martine), Tony Clay (Count
Dracula), Del Howison (Renfield), Jana Thompson (Valerie), Lolana
(Lilith), Belinda Gavin (Anne), Mark Bedell (Dumas), Jason Peters
(Mal), Marina Yaloyan (Natasha), Bella Diona, Olga Hammerstein.

Puede parecer que tenga manía al protagonista de este vulgar film erótico
de lesbianismo en donde Drácula es utilizado para degradarlo en todo lo
posible y arrastrar su nombre por el fango. Nada más lejos de la verdad.
No detesto a nadie en este mundo pero profesionalmente no puedo
mezclar simpatías o antipatías personales con las profesionales. Paul
Naschy es para mí un actor mediocre aquejado de una espectacular
soberbia que no hace más que perjudicarle, ayudado por la violencia
literaria de alguno de sus fans.
¡Qué más quisiera yo que hubiera un Terence Fisher en nuestros lares!
Pero aquí estamos muy lejos de ello.

2004

DRACULA 3000
(DRACULA 3000)

U:S:A: Director: Darrell Roodt; Guión: Ivan Milborrow y Darrell Roodt; Color
y Scope. Intérpretes y personajes: Casper Van Dien (Capt. Abraham Van
Helsing), Erika Eleniak (Aurora Ash), Coolio (187), Alexandra Kamp-
Groeneveld (Mina Murry), Grant Swanby (Arthur "The Professor"
Holmwood), Langley Kirkwood (Orlock/Drácula), Tommy 'Tiny' Lister
(Humvee), Udo Kier (Capt. Varna).
Duración: 86 minutos.

Especie de batiburrillo donde nos encontramos a los personajes de Bram


Stoker en una nave espacial en el año 3000, con la presencia de una ex
vigilante de la playa, Erika Eleniak, haciendo de androide, diálogos infames
y situaciones grotescas. Una futurista nave espacial se encuentra otra
nave, como la de “Alien, el octavo pasajero”, con un ataúd conteniendo los
restos de Drácula. El vampiro intentará chuparle la sangre a toda la
tripulación como si fuera el Demeter de la novela original pero cuando se
encuentra a la androide se lleva todo un chasco. El único detalle divertido
de lo que no es más que una burda sucesión de tópicos, realizados con un
cierto oficio pero escaso cerebro.

2005

BATMAN CONTRA DRÁCULA


(THE BATMAN VS DRACULA: THE ANIMATED MOVIE)
USA. Director: Michael Goguen. Guión: Duane Capizz según personajes
de Bob Kane y Bram Stoker. Color. Dibujos animados.
Duración: 83 minutos.

Simpática y agradable adaptación al dibujo animado de los comics de


Batman creado por Bob Kane. Es curioso pero los aires de Gotham sí le
sientan bien a nuestro vampiro, resucitado por error por el pérfido
Pingüino. Drácula hasta vampiriza al Joker pero éste se curará cuando el
hombre murciélago acabe con el vampiro. La lucha entre Batman y el
famoso conde es memorable, divertida, bien realizada en su conjunto y
nada desagradable de ver.

2005

EL KIBRIS: LA LEY DEL EQUILIBRIO


“Blue Dragon Productions”. Intérpretes y personajes: Germán Monzó.
Guión: Fina Fernández, Jaume Gil i Llopart y Germán Monzó. Int: Javier
Aller, Lorena Bernal (Betty), David Fernández, Eduardo Gómez, Isamu
Hirano, Germán Monzó (Kuroi), Mònica Pérez, José Sancho (Drácula),
María Santos, Eduard Soto, Paula Vázquez (Liza).

A pesar de la enorme simpatía que me merece su autor es para mí un


triste deber reseñar la poca calidad de este film en donde Pepe Sancho
realiza una increíble interpretación de nuestro amado vampiro. En 1989,
Germán dirigió “El anticristo 2”, igualmente penosa aunque me duela
reconocerla porque en ella tengo una intervención como actor. Me divertí
como un enano rodándola, pero no puedo alabar una calidad que no
existe.
No es agradable el oficio de historiador cinematográfico.
Para la anécdota hay que destacar que el propio Monzó, que aprendió cine
de Jackie Chan en Hong Kong, hizo de Drácula en “La pasión del vampiro”
del que no hay más que un par de fotos en Internet. Ningún dato. La
produjo su compañía al parecer para televisión aunque no consta que
nadie la haya programado.

2005

DRACULA III: LEGACY


(DRACULA III: LEGACY)
“Miramax International/Dimension Films” Dr.: Patrick Lussier; Guión: Joel
Soisson. Argumento: Joel Soisson y Patrick Lussier; Color de Luxe y
scope.
Intérpretes y personajes: Jason Scott Lee (Padre Uffizi), Jason London
(Luke), Roy Scheider (Cardinal Siqueros), Diane Neal (Elizabeth Blaine),
Alexandra Wescourt (Julia Hughes), Rutger Hauer (Dracula), Stephen
Billington (Dracula (flashback), Claudiu Bleont (Bogdan), Serban Celea
(Gabriel), Ioana Ginghina, Ilinca Goia, George Grigore , Ioan Ionescu, Tom
Kane, Gavril Patru, Valentin Popescu Carmen Stimeriu, Gary J. Tunnicliffe,
Nicodim Ungureanu.

Tercera parte de la trilogía iniciada con “Drácula 2001” y la menos


mediocre de las tres. Reaparece el padre Uffizi que se traslada a Rumanía
para luchar contra el vampirismo, se enfrenta a un nuevo Drácula (Rutger
Hauer, el mejor intérprete de la trilogía con mucha diferencia) porque está
infectado por el mal.
Al cambiar de ambiente la tercera parte gana puntos y esta vez, sin llegar
a una gran categoría, resulta más convincente. Es como una vuelta a los
orígenes del mito que es muy de agradecer.
Todo se vuelca en la espectacularidad, los vampiros se han hecho fuertes
y tiene que intervenir la OTAN. Al menos se intenta buscar un desarrollo
más novedoso de la trama.
Aunque en los últimos años se hayan rodado muchas cintas sobre el
personaje de Bram Stoker muy pocos tienen calidad mínima para
considerarlas, por eso en época de sequía en calidad hasta se agradece
un producto que tiene dignidad y no aburre.

Los falsos Drácula


No tomarás el nombre de Drácula en vano. Algunas veces, los productores
ávidos de obtener onerosos beneficios económicos a costa del conde
Drácula, suelen utilizar su nombre con fines puramente comerciales o en
algunos casos ruedan películas con personajes de características muy
semejantes. Maniobra comercial puramente mercantilista que en contadas
ocasiones producen títulos de interés. Otra circunstancia que suele darse
es un intento de eludir los derechos de autor cambiando el nombre del
personaje cuyas características son evidentes.
La filmografía que sigue a continuación indaga sobre las aventuras
cinematográficas de estos falsos Drácula.

1935

LA MARCA DEL VAMPIRO


(MARK OF THE VAMPIRE)
”Metro-Goldwyn-Mayer” (U.S.A.) Productor: E. J. Mannix, Director: Tod
Browning, Argumento original y guión: Guy Endore y Bernard Schubert.
Fotografía: James Wong Howe (Blanco y negro), Decorados: Cedric
Gibbons, Maquillaje: Jack Dawn y William Tuttle, Montaje: Bel Lewis.
Duración: 60 minutos.
Intérpretes y personajes: Lionel Barrymore (profesor Zelen), Elizabeth
Allan (Irena Borotyn), Bela Lugosi (conde Mora), Lionel Atwill (inspector
Neumann), Jean Hersholt (barón Otto von Zinden), Henry Wadsworth
(conde Fedor), Donald Mekks (doctor Doskil), Carol Borland (Luna), Jessie
Ralph, Ivan Simpson, Franklyn Ardell, Leila Bennett, June Gittelson,
Holmes Herbert, Michael Visaroff.

Remake de “La casa del terror” (London After Midnight, 1927) del mismo
Browning, basado en un argumento propio “El hipnotizador”, con el gran
Lon Chaney de protagonista. Ambos films, aparte de su gran calidad
visual, decepcionan porque se trata de una historia policiaca donde
aparecen unos vampiros que al final resultarán ser falsos. En la versión
muda se trata del coronel Yates (Chaney) quien se disfraza, pero en la
sonora son dos actores contratados (Bela Lugosi y Carol Borland) para
hacerse pasar por revivientes.
Hecha esta objección, debemos señalar la gran cualidad de sus
secuencias y de la gran presencia de Lugosi en el papel del (falso) conde
Mora, cuya caracterización recuerda extraordinariamente al personaje de
Stoker.
A pesar de ser una buena película, resulta lamentable de que con los
medios de que dispuso Browning no hubiera podido rodar un auténtico film
fantástico, sobretodo porque contaba con un presupuesto que no tuvo para
su versión de “Drácula” rodada con gran premura de tiempo. Las
secuencias con Bela Lugosi y Carol Borland son excelentes y en el último
plano, una vez descubierta la superchería, el propio Lugosi ironizará sobre
sí mismo preguntándose cómo estaría encarnado al conde Drácula.
1936

LA HIJA DE DRACULA
(DRACULA’ S DAUGHTER)
”Univeral Pictures” (U.S.A.) Productor: Carl Laemmle, Director: Lambert
Hillyer, Guión: Garret Fort, Argumento original: Oliver Jeffries, (25)
Fotografía: George Robinson (Blanco y negro), Música: Edward Ward,
Efectos especiales: John P. Fulton. Duración: 69 minutos.
Intérpretes y personajes: Gloria Holden (condesa Marya Zaleska), Otto
Kruger (doctor Jeffrey Garth), Edward Van Sloan (profesor Van Helsing),
Marguerite Churchill (Janet Blake), Irving Pichel (Sandor), Gilbert Emery
(Sir Basil Humphrey), Hedda Hopper (Lady Esme Hammond), Nan Gray
(Lili), Claude Allister (Sir Aubrey Vail), E. E. Clive (sargento Wilkes),
Halliwell Hobbes (Hawkins), Billy Bevan (Albert), Gordon Hart (Host),
Douglas Wood (doctor Towsend), Joseph E. Tozer (doctor Graham), Lily
Malyon (miss Peabody), Fred Walton, (doctor Bermish) Edgar Norton
(Hobbson), William Von Brincken (policía), Christian Run (cochero).

Continuación del “Drácula” de Tod Browning, prosiguiendo el argumento


tras la muerte del vampiro. El profesor Van Helsing sufrirá un proceso en
Londres por el asesinato (?) del conde, su amigo Jeffrey Garth tratará de
probar su inocencia.
Mientras tanto en Transilvania, la condesa Marya Zaleska, hija de Drácula,
tras incinerar los restos de su padre tratará de vengarse. Viajará a
Londres, tratará de seducir a Jeffrey para que la cure de su maldición, ya
que ella también es una vampira, pero al no conseguirlo raptará a su novia
Janet. La persecución por toda Europa les llevará de nuevo a los Cárpatos,
al castillo de Drácula, donde la condesa encontrará la muerte al
interponerse a una flecha lanzada contra su amado.
Finalmente Van Helsing será absuelto de los cargos que se le imputan.
George Robinson ya había fotografiado la versión española de “Drácula”,
con resultados óptimos, y son precisamente los momentos más logrados
de esta interesante cinta resuelta con convicción sobretodo en las
secuencias de las calles londinenses y las que transcurren en los
Cárpatos, donde reencontramos el castillo del conde Drácula.
Precisamente este film iba a suponer el reencuentro de Bela Lugosi con su
personaje, pero las presiones de las censuras inglesas y norteamericanas
obligaron a la Universal a cortar del guión la presencia del conde Drácula.
Lugosi ya estaba contratado, recibió como indemnización 40.000 $, si sólo
cobró 3.500$ por protagonizar el film de Browning, resulta paradójico que
ganara más dinero con un film donde no trabajó y donde se limitó a posar
con su atuendo al lado de Gloria Holden en una sesión fotográfica que en
aquel título glorioso que le dio tanta fama.
La trama está bien urdida y apunta algunas anotaciones presentes en films
posteriores, como el lado humano del vampiro. La condesa Marya se
enamora de Jeffrey e incluso da su vida por él, mientras su criado Sandor
está enamorado de la condesa sufriendo ataques de celos. Es decir que el
guión de Garret Fort muestra las contradicciones de una personalidad
diabólica, retomando la ambigüedad moral de Bram Stoker así como
algunos apuntes ausentes en el film de Browning como la persecución de
la vampira hasta los Cárpatos, así como de Sheridan Le Fanu. La condesa
se sentirá atraída hacia las víctimas de su propio sexo, como Mircalla,
sugiriendo tendencias lésbicas en el personaje.
Buena composición de Gloria Holden como la condesa Marya Zaleska,
sabiendo darle ese aire enigmático preciso para hacerle creíble, y
agradable regreso de Edward Van Sloan al personaje de Van Helsing.
En un papel secundario nos encontramos al ex Keystone Cop, Billy Bevan,
protagonista de múltiples cintas de dos carretes en el cine cómico mudo,
quien en el sonoro tuvo una segunda oportunidad como actor de carácter
convirtiéndose en una figura habitual de las pantallas durante los años
treinta y cuarenta.
Estrenada en plena Guerra Civil española y distribuida por el Comité
Económico de Cines (organismo controlado por la CNT-FAI,
anarcosindicalista), el rotativo comunista “Mundo Obrero” (periódico oficial
del PCE) denunció el contenido “abiertamente contrarrevolucionario” del
film de Hillyer porque no concienzaba al pueblo español de las grandes
virtudes comunistas. “Diario de la mañana” (también del PCE) la calificó de
“auténtico atentado a la cultura y al sentido común”. Hace falta aclarar que,
en aquellas fechas, todas las películas distribuidas por este partido, todas
ellas muy revolucionarias y comprometidas, procedían de la Unión
Soviética stalinista y vaciaban las salas en un santiamén. “La hija de
Drácula”, en cambio, llenó las arcas de la distribuidora anarcosindicalista
porque este era el cine que los españoles querían ver en aquellas
circunstancias y no los ladrillos propagandistas del llamado “realismo
socialista”, promovido por Djanov (el doctor Goebbels soviético).
Hacia 1980 hubo un proyecto de remake con Barbara Steele en el papel
de la condesa y Martine Beswick en el de Janet, acentuando el carácter
lésbico de ambos personajes, pero desgraciadamente no se materializó en
película. ¡Dicha combinación hubiera hecho temblar las galaxias!

1943

EL HIJO DE DRACULA
(SON OF DRACULA)
”Universal Pictures” (U.S.A.), Productor: Ford Beebe, Director: Robert
Siodmak, Guión: Eric Taylor, Argumento original: Curt Siodmak, Fotografía:
George Robinson (blanco y negro), Música: Hans J. Salter; Montaje: Saul
A. Goodkind, Maquillaje: Jack Pierce, Efectos especiales: John P.
Fulton,.Duración: 78 minutos.
Intérpretes y personajes: Lon Chaney jr, (conde Alucard), Louise Albritton
(Katherine Caldwell), George Irving (coronel Caldwell), Robert Paige
(Frank Stanley), Frank Craven (doctor Brewster), J. Edwards Bromberg
(profesor Lazlo), Evelyn Ankers (Claire Caldwell), Samuel S. Hinds (juez
Simmons), Adeline Reynolds (Zimba), Etta McDaniel (Sarah), George
Irving (coronel Caldwell).

En unas tierras pantanosas del Sur de los Estados Unidos, el coronel


Caldwell y su hija Katherine reciben al conde Alucard y a Frank Stanley,
novio de la joven. El doctor Brewster, amigo de la familia, cree que Alucard
está emparentado con Drácula, ya que tienen el mismo nombre al revés.
El padre de Katherine muere y su hija se casará con el conde venido de
tierras extraías, provocando los celos de Frank quien deseando eliminar a
su rival le disparará un tiro que traspasará su cuerpo sin herirle, matando a
Katherine.
Brewster está convencido que la muerte del coronel fue provocada y
sospecha de que Alucard es un vampiro, convenciendo al profesor Lazlo
de que le ayude a desenmascarar al reviviente.
Katherine, convertida en vampira, convencerá a Frank de que elimine a su
marido Alucard, y que se case con ella después, pero Frank decidirá
matarlos a los dos, quemando finalmente la plantación.
Este bello argumento de Curt Siodmak, gran especialista del género
fantástico, sólo tiene un gran defecto: su protagonista. Si Lon Chaney jr es
un hombre lobo convincente, en cambio como vampiro resulta inadecuado
por su falta de ductilidad interpretativa y un rostro inexpresivo. Por contra,
Louise Allbritton es una excelente vampira que no duda en robarle el
protagonismo a su compañero de reparto.
Por contra, la película de Robert Siodmak, hermano de Curt, tiene una
excelente atmósfera y contiene más de un punto interesante. Según David
Pirie destaca “la famosa resurrección nocturna, donde el ataúd de Alucard
emerge del pantano y de su interior sale una niebla que se transforma en
el vampiro”.
La película iba a ser protagonizada por Bela Lugosi, pero los estudios
prefirieron a Lon Chaney jr. provocando la enemistad entre ambos al
sentirse aquel desplazado.

1944

THE RETURN OF THE VAMPIRE


”Columbia Pictures” (U.S.A.). Productor: Sam White, Director: Lew Landers
(seudónimo de Louis Friedlander), Guión: Griffin Jay, Argumento: Kurt
Neumann, Fotografía: John Stumar y L. W. O’Connell (blanco y negro),
Director artístico: Lionel Banks, Música: Mario Castelnuovo-Tedesco,
Dirección musical: M. W. Stoloff, Efectos especiales: Aaron Nibley,
Maquillaje: Clay Campbell, Montaje: Paul Borofsky, Duración: 69 minutos.
Intérpretes y personajes: Bela Lugosi (Armand Tesla, el vampiro), Nina
Foch (Nikkie), Frieda Inescort (lady Jane), Matt Willis (Andreas, el hombre
lobo), Miles Mander (sir Freed), Roland Varno (John), Ottola Nesmith, Billy
Bevan, Gilbert Emery.

Inglaterra, 1918. Lady Jane Ainsley pone fin a la existencia de un vampiro,


Armand Tesla, clavándole una estaca en el Corazón quién se había
escondido en la cripta de una vieja abadía teniendo como asistente al
joven Andreas, un hombre lobo que sufre la maldición del Pentágono a
causa de una maldición del propio Tesla.
Una vez muerto el vampiro, Andreas será recogido por Lady Jane,
convirtiéndose en un hombre normal. Pasarán veinticinco años cuando las
bombas alemanas caerán sobre Londres, quedando al descubierto la
tumba del vampiro. Dos soldados la encontrarán, decidirán darle cristiana
sepultura y cometerán el error de arrancarle la estaca.
El horror regresa de nuevo, Tesla se levantará de la tumba y recuperará la
influencia sobre Andreas que volverá a convertirse en licántropo. Pero las
circunstancias se volverán en contra del vampiro que terminará por
perecer junto a su servidor.
Este regreso de Bela Lugosi no podía ser más afortunado gracias al
talento de Lew Landers, autor de un memorable “El cuervo” (The Raven,
1935) donde los grandes Bela Lugosi y Boris Karloff brillaron a gran altura.
En “The Return of the Vampire” reencontramos algunos elementos de la
película de Browning, como la admirable atmósfera gótica, excelentes
decorados y algunos detalles nuevos como la mano que sale del interior de
la tierra. Además nos encontramos con un guión imaginativo, repleto de
incidencias, como contraponer el terror fantástico al real de las bombas
hitlerianas con algunas secuencias de pánico.
El estreno de esta película, muy poco difundida, provocó una querella de la
Universal porque consideraba que el vampiro era un plagio de Drácula con
el nombre cambiado para no pagar derechos, tal como hizo Murnau en su
“Nosferatu, el vampiro”, pero esta vez perdió el pleito.
En efecto las características del personaje de Stoker, al principio
escondido en una abadía londinense donde es atravesado por una estaca
en su ataúd (recordemos el final del film de Browning), son más que
evidentes y en cierto modo lo podemos considerar una secuela más que
digna, realizada con buen oficio por Lew Landers, un director de serie B
pero eficaz artesano.

1957

BLOOD OF DRACULA
”American-International” (U.S.A.). Productor: Herman Cohen (“Carmel
Production”), Director: Herbert L. Strock, Guión: Ralph Thornton,
Fotografía: Monroe Askins (blanco y negro), Decorados: Tom Oliphant,
Director Artístico: Leslie Thomas, Música: Paul Dunlap, Canciones: Jerry
Blaine, Maquillaje: Philip Scheer, Vestuario: Florence Hays, Montaje:
Robert Moore, Sonido: Herman Lewis, Ayudante dirección: Austen Jewell,
Duración: 70 minutos.
Intérpretes y personajes: Sandra Harrison (Nancy Perkins), Louise Lewis
(Miss Branding), Gail Ganley (Myra), Jerry Blaine (Tab), Heather Ames
(Nola), Malcolm Atterbury (teniente Dunlap). Mary Adams (Mme
Thorndyke), Thomas B. Henry (Mr. Perkins), Jeanne Dean (Mme Perkins),
Don Devlin (Eddie), Richard Devon (sargento Stewart), Paul Maxwell
(Mike), Carlyle Mitchell (Stanley Mather), Shirley De Lancey (Terry),
Michael Hall (Glenn).

Nancy Perkins es una chica inadaptada, odia a su padre y a su madrastra,


y es obligada a ingresar en una institución de jóvenes muchachas. Myra,
una de las estudiantes tratará de comprenderla.
Myra convence a Nancy de que acceda a un experimento de Miss
Branding, la profesora de química, quien posee un amuleto con un extraño
poder de anular la voluntad de la joven, quien se ve convertida en un ser
extraño de una fuerza física superior, asesinando siempre a las ordenes de
su dueña.
Este extraño título, visto en televisión, no tiene nada que ver ni con Drácula
ni con el tema vampírico, aunque la caracterización de Sandra Harrison
sea bastante impresionante. Su personaje más bien recuerda de lejos a
una mujer lobo que a un reviviente. De día lleva una vida normal, pero de
noche se transforma siempre bajo las ordenes de Miss Branding, hasta
acabar muriendo ambas en la Noche de Halloween, 31 de octubre, noche
de las brujas.
Película de serie, su interés es muy relativo, limitado para los amantes de
las series B, realizadas con un pequeño presupuesto y reparto
desconocido.

1958

THE RETURN OF DRACULA


”United Artists” (U.S.A.). Productor: Arthur Gardner y Jules Levy, Director:
Paul Landres, Guión: Pat Fielder, Fotografía: Jack McKenzie (blanco y
negro), Decorados: James Vance, Música: Gerald Fried, Montaje:
Sherman Rose, Sonido: Jack Goodrich, Ayudante dirección: B. F.
McEveety. Duración: 77 minutos.
Intérpretes y personajes: Francis Lederer (Bellac), Norma Eberhardt
(Rachel), Ray Stricklyn (Tim), Jimmy Baird (Mickey), Greta Granstedt
(Cora), Virginia Vincent (Jennie), John Wengraf (Merriman), Gage Wengraf
(el pastor), Norbert Schiller (Gordal), Charles Tannen (Mac Bryant), John
MacNamara (el sheriff Bicknell), Hope Summers (Cornelia), Robert Lynn
(el mídico), Harry Harvey Sr, Mel Allen, Dan Gachman, Enid Janssen.

Tras el Telón de Acero (Europa Oriental durante la era comunista), Gordal


coge un tren para viajar a los Estados Unidos y encontrarse con una vieja
parienta que vive allí. Pero será asesinado durante el trayecto por Bellac,
un vampiro, quien suplantará su personalidad.
Al llegar a su punto de destino, Bellac será recibido por Cora, su hija
Rachel, su hijo Mickey, y Tim Hanson, el novio de Rachel, siendo acogido
en la casa de esta familia americana.
Aparecerán algunos muertos, el perro de Mickey, Jennie una chica ciega,
Mac Bryant del Servicio de Inmigración, mientras que Bellac aparecerá en
los sueños de Rachel, quien despertará cada mañana con mordeduras en
el cuello.
Finalmente Bellac será descubierto, en su huida caerá en un pozo
clavándose una estaca, convirtiéndose en un esqueleto en un instante.
Visto en las televisiones autonómicas, este pequeño film adolece de una
realización discreta y unos Intérpretes inexistentes. Francis Lederer es un
vampiro escasamente adecuado, su rostro pétreo e inexpresivo no hacen
nada creíble su personaje, un vampiro procedente del Este de Europa
aunque la trama no aclara si es el propio conde Drácula o no.
En las primeras secuencias un grupo de personas tratan en vano de
encontrar la tumba del célebre nosferatu, pero la tumba está vacía.
La trama es infantil, a ratos ridícula, pero posee una cierta simpatía de la
que carecen incursiones al cine de vampiros de los años ochenta y
noventa. Posiblemente este cierto encanto proceda de su propia
ingenuidad.
En algunas fuentes aseguran que este film contiene secuencias en color,
no las hemos visto al menos en las copias exhibidas en España.

1960

LAS NOVIAS DE DRÁCULA


(BRIDES OF DRACULA)
”Hammer/Universal” (Reino Unido). Productor: Anthony Hinds, Productor
ejecutivo: Michael Carreras, Director: Terence Fisher, Guión: Jimmy
Sangster, Peter Bryan y Edward Percy, basado en personajes de Bram
Stoker, Fotografía: Jack Asher (Technicolor), Operador: Len Harris,
Thomas Goswell, Música: Malcolm Williamson, Dirección musical: John
Hollingsworth, Efectos especiales: Syd Pearson, Maquillaje: Roy Asthon,
Vestuario: Molly Arbuthnot, Peluquería: Frieda Steiger, Montaje: James
Needs, Supervisión montaje: Alfred Cox, Montaje sonoro: James Groon,
Sonido: Jock May, Script: Tilly Day, Ayudante dirección: John Peverell,
Jefe de Producción: Anthony Nelson Keys, Duración: 2.339 metros, 85
minutos.
Intérpretes y personajes: Peter Cushing (Van Helsing), David Peel (barón
Meinster), Yvonne Monlaur (Marianne Danielle), Martita Hunt (baronesa
Meinster), Freda Jackson (Greta), Miles Malleson (dr. Tobler), Henry Oscar
(Herr Long), Mona Washbourne (Mme Lang), Andree Melly (Gina), Victor
Brooks (Hans), Fred Johnson (sacerdote), Michael Ripper (cochero),
Norman Pierce (posadero), Vera Cook (su mujer), Marie Devereux (una
aldeana, vampira), Harold Scott (Severin).
Filmada en los Estudios Bray.

Después del díptico de Fisher sobre el conde Drácula, éste es junto a “Los
amantes vampiro” (The Vampire Lovers, 1970) de Roy Ward Baker, uno de
los mejores films de vampiros de la Hammer pese a que no aparezca el
célebre personaje de Bram Stoker, pero sí su peor enemigo el profesor
Van Helsing.
Se trata de una supuesta aventura del eminente doctor tras haber
destruido al temible Príncipe de las Tinieblas, esta vez enfrentado al barón
Meinster, un discípulo del conde.
La joven Marianne Danielle marcha hacia un internado de señoritas,
cuando un incidente la llevará a una posada y después al castillo de la
baronesa Meinster, una mujer misteriosa de quien dicen que está
amargada por la muerte de su hijo.
Sin embargo, éste no está muerto, se trata de un vampiro que está
encadenado para evitar que haga daño a los aldeanos, pero Marianne,
ignorando la situación, le liberará. El barón vampirizará a su madre, así
como algunas mujeres de la aldea, intentando desposarse con la ingenua
interna, pero el profesor Van Helsing finalmente pondrá las cosas en su
sitio.
El goticismo de la Hammer hace su reaparición en esta memorable cinta,
repleta de grandes sugerencias visuales. Su peor defecto radica en la
presencia del murciélago volador, bastante chapucero y que empaña la
buena factura de la película de Fisher quien con su buen hacer consigue
una obra perfectamente ambientada, destacando la pelea final y la
destrucción del vampiro con las aspas del molino simulando una cruz.
David Peel fue un más que convincente barón Meinster, digno sucesor de
Christopher Lee, empero abandonó el cine tras rodar esta película, la
primera como protagonista para crear una galería de arte. Nacido en
Londres en 1920, cursó estudios en la Royal Academy de arte dramático e
inició su carrera teatral en Broadway y en su ciudad natal. Tras enrolarse
en el ejército para participar en la Segunda Guerra Mundial, David Peel es
licenciado y debuta en el cine en “We Dive at Dawn” (1942), apareciendo
después en “Squadron Leader X” (1943), regresando después al teatro
actuando en el Shakespeare Memorial Theatre Stratford (1944-1946) y en
el London’s West End (1947-1949).
Sin embargo, pese a su importante trayectoria escénica, David Peel
continuó rodando películas esporádicamente. Tras “Escape to Danger”
(1943), “Gaiety George” (1946) y, tras nueve años de silencio, “They Who
Dare” (1954) con Dirk Bogarde. En 1960 reaparece en un breve papel en
“Las manos de Orlac” (The Hands of Orlac, 1960) de Edmond T. Gríville,
junto a Christopher Lee. Esta coincidencia fue premonitoria, su siguiente
film y único como protagonista, “Las novias de Drácula” le convirtieron en
una celebridad. Tenía entonces cuarenta años, pero aparentaba muchos
menos, y su barón Meinster permanece memorable para todos los fans del
género fantástico. Pero inesperadamente, cuando por fin había
conquistado la fama, el actor decide abandonar su profesión y cambiar de
oficio, falleciendo en 1962.

1968

THE BLOOD OF DRACULA’S CASTLE


“Paragon International Picture/Crown International S.A.” (U.S.A.).
Productor: Al Adamson y Rex Carlton, Director: Al Adamson, Guión: Rex
Carlton, Fotografía: Leslie Kovacs (Pathecolor), Música: Lincoln Mayorage,
Maquillaje: Jean Hewitt y Kenny Osborne. Duración: 84 minutos.
Intérpretes y personajes: John Carradine (George), Paula Raymond
(condesa Townsend), Alex d’Arcy (conde Townsend), Robert Dix (Johnny),
Barbara Bishop (Liz Arden), Ray Young (Mango), Gene O’Shane (Glenn
Cannon), Vicky Volante, John Cardos, Kenny Osborne.

Un fotógrafo profesional, Glen, hereda un castillo. Al visitarlo en compañía


de su novia Liz, descubre que tiene dos inquilinos, los condes Townsend,
quienes tienen un criado George (John Carradine). La pareja descubrirá
que los aristócratas son un matrimonio de vampiros y que tienen un grupo
de chicas encadenadas en los sítanos del castillo.
Además de no tener nada que ver con el conde Drácula, este engendro
nada tiene que ver con el cine. Al Adamson es el más directo rival de
Jesús Franco en la producción de malas películas.

1970

LA CONDESA DRÁCULA
(COUNTESS DRACULA)
”Hammer/Rank” (Reino Unidos). Productor: Alexander Paal, Director: Peter
Sasdy, Guión: Jeremy Paul, Argumento: Alexander Paal y Peter Sasdy
según una idea de Gabriel Ronay, Fotografía: Ken Talbot (Color de Luxe),
Operador: Ken Whiters, Dirección Artística: Philip Harrison, Música: Harry
Robinson, Dirección musical: Philip Martell, Maquillaje: Tom Smith,
Montaje: Henry Richardson, Ayudante dirección: Ariel Levy, Duración: 93
minutos.
Intérpretes y personajes: Ingrid Pitt (condesa Elizabeth Bathory), Nigel
Green (capitán Dobi), Sandor Eles (teniente Imre Toth), Maurice Denham,
Patience Collier, Lesley Anne Down, Peter Jeffrey, Jessie Evans.
Filmada en los Estudios Pinewood de Londres.

Título abusivo para una película que nada tiene que ver con el personaje
de Bram Stoker, pero sí con la llamada condesa sangrienta, la condesa
Erzsebet Bathory de Nadasdy.
Las andanzas de la llamada condesa sangrienta tuvieron por fin su
correspondiente versión cinematográfica, contando con una estrella
excepcional dentro del cine fantástico, Ingrid Pitt, anterior Mircalla
Karnstein en “Los amantes vampiro” de Roy Ward Baker, posiblemente su
mejor película.
Lamentablemente, Ingrid Pitt como Caroline Munro y Martine Beswick
llegaron tarde a la Hammer, porque no era un buen momento económico
para la prestigiosa firma, pero no obstante todas ellas tuvieron ocasión de
brillar con esplendor.
Aunque la realización de Peter Sasdy no brille a gran altura, si es superior
a “El poder de la sangre de Drácula”, porque en esta ocasión disfrutó de un
guión más cuidado y de una producción más onerosa. La atmósfera
típicamente Hammer no está ausente y de ahí el valor intrínseco de esta
película, basado precisamente en el ambiente y en los personajes. La
degradación de la condesa Bathory la conduce a una orgía de terror y de
sangre, siempre en busca de una eterna juventud que no volvió nunca
más.
Estrenada en video y en TVE con el título “La condesa Drácula”. No
confundir con “Condesa Drácula” el film protagonizado por Sylvia Kristel en
1987.

1970

JONATHAN, LOS VAMPIROS NO MUEREN


(JONATHAN, VAMPIRE STERBEN NICHT)
”Beta Films” (Alemaina). Director: Hans W. Geissendorfer, Guión: Hans W.
Geissendorfer, versión libre de la novela “Drácula” de Bram Stoker,
Fotografía: Fred Zenker (colores), Música: Dr Roland Kovac, Vestuario:
Ute Wilhelm, Montaje: Wolfgang Hedinger, Sonido: Ludwig Probst,
Ayudante dirección: Urs Aebersold, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Jurgen Jung (Jonathan), Ilse Kunkele (madre de
Lena), Oskar von Schab (profesor), Hans Dieter Jendrevko (Joseph), Paul
Albert Krumm (el conde), Eleonore Schminke (Lena), Thomas Astan, Ilona
Grubel, Hertha von Walter, Sophie Strelow, Alexander May, Winfried Klaus,
Henry Lipesca, Christine Katej, Otmar Engel, Arthur Brauss, Peter Heeg,
Walter Feuchtenberg, Peter Bauer.

Este film muy poco tiene que ver con el “Drácula” de Bram Stoker, más
bien se trata de un discurso sobre las luchas de clases. Un vampiro, el
conde (se omite su nombre), lleva el rostro de Adolf Hitler con su peinado y
su bigote, sus acólitos representan la burguesía (?) y los aldeanos el
pueblo oprimido, quien se unirá para deshacerse de sus enemigos
lanzándoles al mar.
Jonathan (único elemento stockeriano) y el profesor se enfrentarán al
poder establecido hasta su destrucción.
Sobrevalorada cinta que intenta dar una doble lectura al tema de Drácula,
que tuvo una acogida superior a lo que se merecía aunque tenga algunos
elementos interesantes, pero el tiempo la ha desmitificado completamente.

1971

DRÁCULA Y LAS MELLIZAS


(TWINS OF EVIL)
”Hammer” (Reino Unido). Productor: Harry Fine y Michael Style, Director:
John Hough, Guión: Tudor Gates, según personajes creados por Sheridan
Le Fanu, Fotografía: Dick Bush (Eastmancolor), Operador: Stan Samworth,
Decorados: Roy Stannard, Música: Harry Robinson, Dirección musical:
Philip Martell, Efectos especiales: Bert Luxford, Maquillaje: George
Blacker, Vestuario: Rosemary Burrows, Peluquería: Pearl Tipaldi, Montaje:
Spencer Reeve, Sonido: Ken Barker, Ayudante dirección: Patrick Clayton,
Duración: 87 minutos.
Intérpretes y personajes: Madeline Collinson (Frieda Gellhorn), Mary
Collinson (Maria Gellhorn), Peter Cushing (Gustav Weil), Kathleen Byron
(Katy Weil), Dennis Price (Dietrich), Harvey Hall (Franz), Isobel Black
(Ingrid Hoffer), Damien Thomas (conde Karnstein), David Warbeck (Anton
Hoffer), Alex Scott (Hermann), Katya Keith (condesa Mircalla), Roy Stewart
(Joachim), Maggie Wright (Alexa), Luan Peters (Gerta), Inige Jackson
(Woodman), Judy Mathenson (la hija de Woodman), Kirsten Lindholm
(chica en la hoguera).
Filmada en los Estudios Pinewood .

En sus últimos años, ante el agotamiento del tema Drácula, la Hammer


produjo una interesante trilogía sobre la novela de Sheridan Le Fanu
“Carmilla”, que se inició con “Los amantes vampiro” (The Vampire Lovers,
1970) de Roy Ward Baker, la mejor de las tres, que tuvo dos dignas
secuelas, “Lust for a Vampire” (1971) de Jimmy Sangster y esta que nos
ocupa, que de la novela original sólo tiene vagas referencias.
El noble conde Karnstein se dedica al satanismo y a los sacrificios
humanos, siendo vampirizado por la misma Carmilla, mientras su principal
enemigo Gustav Weil es un inquisidor que se dedica a matar gente
inocente por su fanatismo religioso.
En medio nos encontramos con dos hermanas gemelas (las hermanas
Collinson que han rodado diversas cintas eróticas en Gran Bretaña), una
se inclinará hacia el bien y la otra hacia el mal.
El guión de Tudor Gates ironiza sobre las fronteras que separan el bien del
mal, si el noble satanista asesina friamente por placer, el representante del
orden eclesiástico tampoco es trigo limpio. De nuevo nos encontramos con
la atmósfera típicamente Hammer, así como una excelente interpretación
de Peter Cushing, aquí muy alejado de su profesor Van Helsing, mientras
que Damien Thomas es un convincente vampiro. Lástima que se haya
prodigado tan poco en el género, y las gemelas Collinson cumplen con su
cometido, en el fondo están para lucir su cuerpo más que sus valores
interpretativos.
Aparte de los títulos citados en este libro, la Hammer ha producido otras
películas de vampiros, aunque todas ellas de inferior calidad: “El beso del
vampiro” (Kiss of the Vampire, 1964) de Don Sharp, “Vampire Circus”
(1972) de Robert Young, “El cazador de vampiros” (Captain Kronos:
Vampire Hunter, 1973) de Brian Clemens. A pesar de sus irregularidades,
la calidad de la media de las películas de vampiro Hammer jamás ha sido
igualada por ninguna productora y su versión de la novela de Bram Stoker,
realizada por Terence Fisher, aún no ha sido superada pese a que sus
sucesores han contado con mayores medios económicos.

1972

LA HIJA DE DRÁCULA
”Fínix Films/Comptoir Franíais du Film” (Francia/España). Productor: Arturo
Marcos, Director: Jesús Franco, Guión: Jesús Franco, versión libre de
“Carmilla” de Sheridan Le Fanu, Fotografía: José Climent (Eastmancolor),
Música: René Syviano, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Britt Nichols (Lady Drácula), Alberto Dalbes,
Anne Libert, Jesús Franco, Howard Vernon (conde Karnstein).

Inenarrable secuela de “Drácula contra Frankenstein”, donde se cita al


conde Drácula pero no aparece en ningún momento. Sí en cambio el
conde Karnstein, con el mismo actor de la precedente, Howard Vernon, ya
que esta vez el inefable Franco ha decidido destrozar el mundo literario de
Sheridan Le Fanu.

1972

THE SON OF DRACULA


”Cinemation/Apple” (Reino Unido). Productor: Ringo Starr, Director:
Freddie Francis, Guión: Jay Fairbanks, basado en personajes de Bram
Stoker y Mary W. Shelley, Fotografía: Norman Warwick (Eastmancolor),
Música: Harry Nilsson, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Harry Nilsson (el hijo de Drácula), Ringo Starr
(mago Merlín), Dennis Price (Van Helsing), Freddie Jones (Dr.
Frankenstein), Suzanne Leigh (chica), Peter Frampton, Keith Moon, John
Benham (mísicos), Rosanna Lee (Amber).

Fantasía musical de escaso interés donde el cantante Harry Nilsson se


convierte en un vampiro rockero. Actores típicos del cine británico le
secundan como los excelentes secundarios Freddie Jones y Dennis Price.
Pero la película no gustó a nadie y está muy por debajo de la media de
Freddie Francis.

1974

CHI O SUU BARA


(THE EVIL OF DRACULA)
“Toho Co. Ltd.” (Japón). Productor: Fumio Tanaka. Director: Michio
Yamamoto, Guión: Ei Ogawa, Masaru Takesue, Fotografía: Kazutami Hara
(Fuji Color y Tohoscope), Duración: 87 minutos.
Intérpretes y personajes: Toshiro Kurosawa, Mariko Mochizuki, Shin Ishida
(vampiro), Kunie Tanaka, Katsuhiko Sasaki, Yunosuke Ito.

Un joven instructor es llamado para dar clases en una escuela de chicas


jóvenes, pero el matrimonio que regenta la escuela descienden del conde
Drácula y se dedican a beber la sangre de sus alumnas.
Secuela de “Lake of Dracula” del mismo Michio Yamamoto, quien en 1970
había realizado también “Chi o Suu Ningyo” (The Night of the Vampire) en
la misma línea pero sin Drácula.

1975

LAS HIJAS DE DRÁCULA


(VAMPYRES, DAUGHTERS OF DRACULA)
”Essay Films” (Reino Unido). Productor: Brian Smedley-Aston, Director:
José Ramón Larraz, Guión: Daniel Daubeney, Fotografía: Harry Waxman
(colores), Música: James Clarke, Duración: 84 minutos.
Intérpretes y personajes: Marianne Morris (Fran), Anulka (Miriam), Brian
Deacon (John), Murray Brown (Ted), Sally Faulkner (Harriet), Michael
Byrne (playboy), Karl Lanchbury (Rupert), Margaret Heald , Douglas Jones,
Bessie Love, Elliot Sullivan.

Fran y Mirian son dos amantes lesbianas asesinadas en el dormitorio por


un desconocido. Convertidas en vampiras asaltarán a los automovilistas,
atrayéndolos a su mansión y tras realizar el acto sexual les chuparán la
sangre. Uno de ellos resultará tan atractivo que las revivientes no querrán
acabar con él prefiriendo conservarlo para el día siguiente. Las dos
voraces hembras se turnarán en la cama, una tras otra dejándole para el
arrastre. Al llegar el alba, se irán al sótano para protegerse de los rayos
solares.
Este film no tiene nada que ver con Bram Stoker, se trata de un film erótico
filmada con un cierto refinamiento por parte de un director español que
estuvo trabajando en Inglaterra, antes de cometer el gravísimo error de
regresar a España para incorporarse al cine español, rodando una serie de
bodrios inadmisibles como “La momia nacional” (1982) y otras que son
mejor olvidar. En cambio, en su etapa inglesa rodó “Síntomas” (Symptons,
1974), cinta que representó a Reino Unido en el Festival de Cannes de
1974.

1977
ZOLTAN, HOUND OF DRACULA
”Vic Cinema Productions” (U.S.A.). Productor: Frank Ray Perilli y Albert
Band, Director: Albert Band, Guión: Frank Ray Perilli, Fotografía: Bruce
Logan (De Luxe color), Música: Andrew Belling, Montaje: Harry Kermidasr,
Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Michael Pataki (Michael Drake), Reggie Nalder
(Veidt-Smit), Jan Shutan (María Drake), José Ferrer (inspector Branco),
Libbie Chase (Linda Drake), John Levin (Steve Drake), Simmy Bow
(pescador 1º), Jojo D’Amore (pescador 2º), Arleen Martell (Major Hessle),
Roger Schumacher (Hiker), Cleo Harrington (Miss Parker), Katherine
Fitzpatrick.

En unas maniobras militares, una explosión abren la tumba de la familia


Drácula. De sus entrañas aparecerán Veidt Smith y el perro Zoltan, ambos
esclavos del conde Drácula, en busca de un nuevo maestro.

1979

DRACULA’S LAST RITES


”New Empire Features” (U.S.A.). Productor: Kelly Van Horn, Director:
Dominic Paris, Guión: Ben Donnelly, Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Patricia Lee Hammond, Gerald Fielding, Victor
Jorge, Michael Lally.

A. Lucard es propietario de una agencia de pompas fúnebres, siempre


suele estar en los lugares donde transcurren accidentes para “socorrer” a
sus víctimas. Pero, ojo, A. Lucard y sus socios son una horda de vampiros,
lo malo es que una de sus víctimas huirá…
Insignificante cinta de serie donde se utiliza el nombre de Drácula como
simple reclamo comercial.

1980

MAMÁ DRÁCULA
(MAMA DRACULA)
”Valisa Films/S.N.D.” (Bílgica). Productor: Boris Szulzinger, Director: Boris
Szulzinger, Guión: Boris Szulzinger, Pierre Sterckx y Marc-Henry
Wajnberg, Fotografía: Willy Kurant (color), Música: Roy Budd.
Intérpretes y personajes: Louise Fletcher (condesa Bathory), Marc-Henry
Wajnberg, Alexander Wajnberg (sus hijos), Marie Schneider, Louise
Shuman y Jess Hahn.

La condesa Bathory ha sobrevivido hasta nuestros días, pero está en


peligro porque nunca encuentra chicas vírgenes para desollarlas y bañarse
con su sangre. Por eso un científico busca la fórmula de fabricar sangre
sintética para sustituir el cada día más escaso rojo líquido.
Los hijos gemelos de la condesa convencerán a una joven para que acuda
al castillo, pero ignoran que se trata de una mujer policía que busca la
pista para acabar con la propia vampira.
Película de humor (?) que no ha obtenido ningún éxito, a pesar de un
holgado presupuesto, y que sólo se ha visto en el primer Imagfic, el festival
de cine imaginario madrileño que tiene muy poco de cine y nada de
imaginario.

1983

DRACULA TAN EXARCHIA


“Allagi Films”, (Grecia), Director: Nikros Zervos, Guión: Jimmis Panousis,
Nikros Zervos, Vangelis Cotronix, Fotografía: (colores), Duración: 84
minutos.
Intérpretes y personajes: Kostas Soumas, Simmis Panousis, Vangelis
Cotronis.

Un rockero helénico, reencarnación de Drácula, vive en Atenas con un


criado. Por la noche se dedica a desterrar cuerpos de músicos de rock
famosos como Jimmy Hendrix, Manos Hadjidakis y utiliza fragmentos de
sus dedos o cuerdas vocales para fabricar un cantante excepcional.
A pesar del título, este film nada tiene que ver con el vampirismo, se trata
pues de una película con muchas canciones y poco argumento.

1985

HELLO, DRACULA
Producida en Hong Kong. Director: Henry Wu-Lung. Sin más datos.

Un chico muerto es reanimado por un niño vampiro convirtiéndose en


Drácula (?). La policía local de un poblado chino recibe noticias de la
llegada de tres vampiros europeos. Escasa distribución para este film
insignificante.

1989

CONDESA DRACULA
(DRACULA’S WIDOW)
“D.E.G.” (U.S.A.). Productor: Dino de Laurentiis, Productor ejecutivo:
Stephen Traxler, Director: Chris Coppola, Guión: Chris Coppola y Tom
Kathryn Ann Thomas, Fotografía: Giuseppe Macari (Technicolor),
Dirección Artística: Alexandra Kicenick, Música: James Campbell, Efectos
especiales: Todd Masters y Dean Gates, Vestuario: Ron Leamon, Montaje:
Tom Síter, Duración: 86 minutos.
Intérpretes y personajes: Sylvia Kristel (Vanessa, la viuda de Drácula),
Josef Sommer (teniente Lannon), Lenny Von Dohlen (Raymond Everett),
Stefan Schnabel (Van Helsing), Marc Coppola (Brad) Rachel Jones
(Jenny), Trevor Burns, Rick Warner, Candice Sims.
Estrenada en 1989, aunque filmada en 1987.

Vanessa viaja desde Transilvania a un museo de cera de Hollywood donde


aparecen figuras de Jack el Destripador, la gorgona Medusa, Jekyll y
Hyde, un sabio loco, una cámara de torturas, las brujas de Salem y el
conde Drácula, su marido muerto años atrás por Van Helsing. La infernal
viuda pretenderá vengarse pero naturalmente perecerá en su intento.
Estrenada en video como “Condesa Drácula”, provocando confusión de
títulos con el film de Peter Sasdy de 1970. Sylvia Kristel estaba
encantadora como vampira.
Chris Coppola es sobrino de Francis Ford Coppola, autor de una de las
más importantes adaptaciones de la novela de Bran Stoker en los últimos
tiempos, pero Chris no ha heredado de momento el talento de su tío. Todo
lo contrario de su hija Sofía pero eso es ya otra historia.

2006

BRAM STOKER’S DRACULA’S CURSE


USA. Dirección y guión: Leigh Slawner. Color. Actores e intérpretes:
Thomas Downey (Rufus King), Eliza Swenson (Gracie Johannsen), Rhett
Giles (Jacob Van Helsing), Christina Rosenberg (Countess Bathorly), Jeff
Denton (Rafe), Amanda Barton (Darvulia), Tom Nagel (Rick Tattinger),
Rebekah Kochan (Trixie McFly), Sarah Hall (Sadie Macpherson), Chriss
Anglin (Rich "Nebraska" Zulkowski), Justin Jones (Maximillian), Sarah
Lieving (Alex Deveraux), Leigh Slawner (The Old One), Marie Westbrook
(Anastasia Ravenwood), Jennifer Lee Wiggins (Dorthea).

Grotesco film que nada tiene que ver ni con Stoker ni nuestro vampiro,
utilizando de forma oportunista su nombre para vender DVDs sin ningún
escrúpulo. La película no tiene ni pies ni cabeza, ni siquiera vale la pena
perder el tiempo con ella.

RAREZAS
A veces Drácula es utilizado brevemente como referencia o a título de
homenaje en cintas que nada tienen que ver con el género, a título de
curiosidad es divertido recordarlas en las siguientes líneas.

1945

LE VAMPIRE
“Le Cinégraphie Documentaire” (Francia). Dirección: Jean Painleví.
Fotografía: Jean Painleví (blanco y negro). Música: Duke Ellington.
Cortometraje.

Documental que utiliza fragmentos de “Nosferatu, el vampiro” de Murnau.

1952

OLD MOTHER RILEY MEETS THE VAMPIRE


”Renown” (Reino Unido). Director: John Gilling, Guión: Val Valentine,
Fotografía: Stan Pavey (blanco y negro), Música: Lindo Southworth,
Montaje: Leo Trumm, Duración: 74 minutos.
Intérpretes y personajes: Bela Lugosi (Van Housen, el vampiro), Arthur
Lucan (Old Mother Riley), Dora Bryan (Tilly), Richard Wattis (P. C.
Freddie), Philip Leaver (Anton), Judith Furse (Freda), Maria Mercedes
(Julia Loretti), Roderick Lovell (Douglas), David Hurst (Mugsie), Hattie
Jacques , Dandy Nichols, Cyril Smith, Ian Wilson, Graham Moffat, Peter
Bathurst, Charles Lloyd Pack, George Benson, David Hannaford, Bill
Shine.

Arthur Lucan es un actor británico especializado en travestís, como la vieja


Riley, personaje con el cual rodó diversas cintas de humor completamente
desconocidas fuera de su país. En un episodio contrataron al crepuscular
Bela Lugosi, entonces en declive físico, que quemó sus últimos cartuchos
en esta cinta con este peculiar vampiro, muy parecido a Drácula pero
llamado aquí Van Housen.
Este fue el primer film de vampiros británico, antes de que la Hammer
iniciara su ciclo de cine fantástico. John Gilling se estrenó en el género con
este título, recordando el gran sentido del humor que tenía Bela Lugosi
pese a su enfermedad. (26)

1959

AGARRAME ESE VAMPIRO


(TEMPI DURI PER I VAMPIRI)
”Maxima Film/Cei Incom/Mountlour Films” (Italia), Director: Stefano
Vanzina (Steno), Guión: Alessandro Continenza, Dino Verde, Eduardo
Anton, Fotografía: Marco Scarpelli (Technicolor y Ultra-Scope).
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Rodrigo), Renato Rascel
(conde Oswaldo Lambertenghi), Sylvia Koscina, Suzanne Loret, Lia
Zoppelli, Kay Fisher, Antie Geerk, Lia Zoppelli, Franco Scandurra.

El conde Oswaldo está arruinado, ha tenido que vender el castillo que se


ha convertido en un lujoso hotel turístico donde debe trabajar como mozo
de equipaje.
Un primo suyo, el conde Rodrigo, descendiente de una larga familia de
vampiros acude al castillo para visitarle, transmitiéndole su maldición.
Oswaldo sembrará el terror aunque tendrá ciertos roces con su primo, ya
que ambos vampiros se estorbarán mutuamente.
Divertida parodia de Drácula, aunque no se cite este nombre más que en
una lamentable canción “Drácula cha cha cha” que en su día se puso de
moda.
Christopher Lee está serio, muy digno, y se impone con autoridad. Es
destacable aquella secuencia en que trata de convencer a los huéspedes
del hotel que los vampiros no existen, utilizando unas dotes de persuasión
que los dejará convencidos a todos. “Agárrame ese vampiro” es un
ejemplo de lo que debe ser una parodia, respetando siempre la dignidad
del mito y nunca denigrándolo como el lamentable “Buenas noches, señor
monstruo” de nefasto recuerdo.

1959

PLAN 9 FROM OUTER SPACE


”DCA” (U.S.A.), Productor: J. Edwards Reynolds y Edward D. Wood Jr.,
Dirección y guión: Edward D. Wood Jr., Música: Gordon Zahler, Duración:
79 minutos.
Intérpretes y personajes: Gregory Walcott (Jeff Trent), Mona McKinnon
(Paula), Bela Lugosi (hombre viejo), Vampira (su esposa, zombie), Duke
Moore (teniente Harper), Tom Keene (coronel Edwards), Tor Johnson
(inspector Clay), Lyle Talbot (general Roberts), Dudley Manlove (Eros),
John Breckinridge (Ruler), Joanna Lee (Tanna), Conrad Brooks, Tom
Mason (doble de Lugosi).
Otro título: GRAVE-ROBBERS FROM OUTER SPACE

Considerada injustamente como la peor película de la historia del cine,


este film del irrepetible Ed Wood es un auténtico festival de despropósitos
en donde unos extravagantes alienígenos pretenden conquistar la Tierra
resucitando unos cuantos zombies. Este título sobresale por su sucesión
de incongruencias, errores cinematográficos de toda índole pero no resulta
de ningún modo un film antipático, sino todo lo contrario.
Dentro de esta filmografía tenemos, por ejemplo, engendros como “Blood
for Dracula” de Morrisey, “Aquí huele a muerto” de Sáenz de Heredia o
cualquier Jesús Franco que le superan en incompetencia. Y fuera de ella
los indescriptibles bodrios con pretensiones que en las décadas de los
ochenta y noventa subvencionaron tanto el Ministerio de Cultura español y
la Generalitat de Cataluña con dinero público. Comparados con esos
títulos, Ed Wood es como mínimo Orson Welles.
Comparaciones aparte, debemos reconocer que sí, que “Plan 9 from Outer
Space” es una mala película y una triste despedida de Bela Lugosi,
completamente inmerecida. Rodada en agosto de 1956, el día 16, cinco
días después de iniciarse el rodaje, el gran actor húngaro fallece en su
lecho de un ataque cardíaco mientras esperaba al coche de producción
que debía llevarle al rodaje. En sus manos, Lugosi tenía un guión que le
había enviado su agente artístico, “The Filnal Curtain” que nunca vio la luz
de los focos.
En otras fuentes -ver el film de Tim Burton- se asegura que Lugosi murió
cinco meses antes de iniciarse el rodaje, habiendo rodado unos insertos
colocados con calzador en el film que nos ocupa. Dejo a criterios del lector
cual de las dos versiones es la más creíble.
En su entierro en el Holy Cross Cementery estaban presentes sus amigos
de siempre, Mainley Hall, Tor Johnson, Zoltan Korda, Boris Karloff y Peter
Lorre. Ed Wood sufrió un duro revés por la pérdida de su amigo y tuvo que
rehacer el guión a marchas forzadas, sustituyendo el personaje de Lugosi
por un zombie, interpretado por Tom Mason, un doble enmascarado.
Para completar el metraje, Wood añade unas tomas filmadas cinco meses
antes con Bela Lugosi corriendo por un cementerio con su vestido de
Drácula -de ahí su inclusión en esta filmografía- perteneciente a la
representación teatral que en junio de 1951 había tenido lugar en el Teatro
Royal de Brighton (Reino Unido). Precisamente fue con este traje de su
más célebre personaje con el cual fue enterrado tras su inesperado óbito.
Un triste adiós para un actor de leyenda.
Mención aparte merece la presencia de Vampira, actriz nacida en Petsamo
(Finlandia), de verdadero nombre Maila Nurmi, y presentadora de
televisión de programas nocturnos dedicados al horror siguiendo un
prototipo imitado después por Elvira (Cassandra Petersen). Posiblemente
sea su presencia, junto a los breves planos de Lugosi, el único atractivo de
este extraño film con tintes surrealistas tan denostados por la crítica de su
tiempo y que curiosamente ha sido reivindicado por las nuevas
generaciones gracias al film “Ed Wood” de Tim Burton.

1959

NIGHT OF THE GHOULS


“Atomic Production” (U.S.A.) Guionista y Director: Edward D. Wood jr.
Duración: 68 minutos.
Intérpretes y personajes: Duke Moore (inspector policía), Keene Ducan
(Dr. Acula), Valda Hansen (la vampira), Tor Johnson (Lobo), Vampira-
Maila Nurmi (el fantasma negro), Criswell (presentador, el jefe de los
zombies), Paul Marco.
En una mansión siniestra, el Dr Acula y su ayudante Lobo aterrorizan a los
lugareños con una legión de zombies antes de caerse todos en un foso.
Nada que ver pues con Drácula, ni con el vampirismo pese al oportunista
nombre del doctor con la intención de confundir al público que cree que va
a ver un producto y se encuentra con otro.
Sabotaje fílmico del inefable Ed Wood, con una puesta en escena
pedestre, decorados realizados con cortinajes mal diseñados y actores
inexpresivos. Muerto Lugosi, Keene Ducan intenta reemplazarle en vano.
Tor Johnson repite su personaje de Lobo, aparecido en “Bride of the
Monster” al lado de su desaparecido amigo húngaro cuya caracterización
de Drácula hizo leyenda en el género fantástico.

1963

EL BARÓN BRAKOLA ó
SANTO CONTRA EL BARÓN BRAKOLA
”Fílmica Vergara, Cinecomisiones S.A.” (México). Productor: Luis Enrique
Vergara Cabrera, Director: José Díaz Morales, Guión: José Díaz Morales y
Rafael García Travesi.
Intérpretes y personajes: Santo el Enmascarado de Plata, Fernando Oses,
Andrea Palma, Mercedes Carreño, Antonio de Hud, Susana Robles,
Miguel Macia, Manuel Arvide, Ada Carrasco, Rosa Vinay, Jorge Fergón,
César Gay, Enrique Ramírez, Jorge Mateos, Roberto Porter, Quasimodo,
Benny Galán, Juan Garza.

Película de serie, con saltos en el tiempo, donde conocemos los


antepasados de Santo en la Nueva España de 1765. Aquí luchará contra
un vampiro, el barón Brakola cuyo nombre no puede ser más explícito.
Rodolfo Guzmán Huerta nació en Turlancingo, una pequeña villa muy
cercana a México capital, el 13 de septiembre de 1915, muriendo hacia
1984 de un ataque al Corazón. Debuta en 1942 en las canchas de lucha
libre como Constantino, después como Hombre Rojo y finalmente “El
Murciélago Enmascarado Nº 2”, antes de convertirse oficialmente en El
Santo, utilizando este nombre por vez primera en Cuba en 1948.
Hasta finales de los cincuenta, El Santo fue una celebridad en los países
de habla hispana, actuando al final de su carrera en España, viniendo
incluso al pabellón del Reus Deportivo en mi ciudad natal para celebrar un
combate.
A partir de 1961 se dedicó al cine, convirtiéndose en el personaje más
popular después de Cantinflas, rodando una larga serie de películas
chungas en los estudios aztecas.
En el fondo eso era su cine, un cachondeo y nada más.

1963

ESCALA EN HI-FI
“Izaro films” (España). Director: Isidoro Martínez Ferry. Guión: Isidoro
Martínez Ferry, Gustavo Quintana y Juan Cobos. Música adicional: Waldo
de los Ríos. Fotografía: Francisco Sempero en color.
Intérpretes: Arturo Fernández, Germmaine Damar, José Rubio, Manuel
Zarzo, Dorothy Peterson.

Versión cinematográfica de un programa exitoso de Televisión Española


donde unos jóvenes hacían playback con las canciones del momento, todo
ello envuelto con una leve trama argumental.
En este film, en el curso de un sueño, los protagonistas visitan el castillo
del conde Drácula en Transilvania.

1963

TRANSYLVANIA 6-5000
“Warner Bros”. Director: Chuck Jones. Color. Duración: siete minutos.
Dibujos animados.
Serie: “Bugs Bunny”.

El célebre Bugs Bunny, el único conejo ganador de un Oscar, según rezan


las cuñas publicitarias, viaja a Transilvania y se encuentra al conde
Bloodcount, con la imagen típica de Drácula.

1966

LA HERENCIA DE LOS MUNSTER


(MUNSTER, GO HOME!)
”Universal” (U.S.A.). Productores: John Connelly y Bob Mosher, Director:
Earl Bellamy, Guión: George Tibbles, John Connelly y Bob Mosher, basado
en la serie televisiva “La familia Munster” (The Munsters, 1964), Fotografía:
Benjamin H Kline (Technicolor), Dirección Artística: Alexander Golitzen y
John Lloyd, Música: Jack Marshall, Maquillaje: Bud Westmore, Montaje:
Bud Isaacs, Duración: 96 minutos.
Intérpretes y personajes: Fred Gwynne (Herman Munster), Yvonne De
Carlo (Lily Munster), Al Lewis (Abuelo, Sam Drácula), Butch Patrick (Eddie
Munster), Terry-Thomas (Freddy), Hermione Gingold (lady Effigie), Debbie
Watson (Marilyn Munster), Robert Pine (Roger Moresby), John Carradine
(Cruikshank), Bernard Fox, Richard Dawson, Clift Norton, Ben Wright,
Jeannie Arnold, Maria Lennard, Arthur Mallet.
Filmada en los Estudios Universal (Hollywood), exteriores en Reino Unido.

Cuando finalizó el rodaje de los setenta Capítulos de “La familia Munster”,


la Universal decidió despedirla con un largometraje a todo color rodado en
tierras inglesas. La serie tuvo mucho éxito, así como este título que nos
ocupa por el cariño especial en que son tratados los antiguos monstruos
de la firma.
Esta célebre saga alcanzó gran popularidad en su época y sus episodios
no han envejecido pese al paso del tiempo, convirtiéndose en un auténtico
clásico de la televisión americana. Serie predilecta del público infantil y
juvenil, la familia Munster consiguió muchos futuros amantes del género
fantástico cuando sus espectadores llegaron a la edad adulta.
El argumento de este largo es sencillo, la familia Munster hereda un
castillo en Inglaterra, por eso deben viajar a la isla atravesando el
Atlántico. Una vez en el castillo, sus parientes ingleses se querrán
deshacer de ellos, pero fracasarán.
Resulta jocosa la secuencia de Terry-Thomas disfrazado de espectro para
darle un susto al matrimonio Munster cuando están en la cama, pero al
verlos por vez primera huirá despavorido.
El castillo de los Munster esconde en sus sítanos una banda de
falsificadores de moneda, argumento por cierto bastante conocido, incluso
lo utilizó Enrique Jardiel Poncela en “Los habitantes de la casa
deshabitada”. Pero eso no importa, la película es muy divertida y
agradecida.
Entre los miembros del clan, están el Abuelo, un vampiro de la estirpe
Drácula (mencionado algunas veces en la serie original), así como su hija
Lily, casada con Herman (otro monstruo creado por Frankenstein), aunque
evidentemente nada tienen que ver con el auténtico conde Drácula de
Bram Stoker. Es de suponer que son sus descendientes. En ambos casos
la caricatura resulta plausible.
1969

SI QUIERES SER MILLONARIO, NO MALGASTES EL TIEMPO


TRABAJANDO
(THE MAGIC CHRISTIAN)
“Grand Production/Commonwealth United” (Reino Unido). Director: Joseph
McGrath, Guión: Terry Southern, Joseph McGrath y Peter Sellers,
colaboración de Graham Chapman y John Cleese, según la novela de
Terry Southern, Fotografía: Geoffrey Unsworth (Technicolor). Duración: 95
minutos.
Intérpretes y personajes: Peter Sellers, Ringo Starr, Isabel Jeans, Caroline
Blakiston, Wilfrid Hyde-White, Richard Attenborough, Leonard Frey,
Laurence Harvey, Raquel Welch, Christopher Lee (vampiro del barco),
Roman Polanski, Ferdy Mayne, Dennis Price, John Le Mesurier, Victor
Maddern, Yul Brynner, Graham Chapman y John Cleese.

Corrosivo film de humor donde se dieron a conocer Graham Chapman y


John Cleese, futuros Monty Python, antes de crear el célebre grupo.
Un millonario (Peter Sellers) adopta a un vagabundo (Ringo Starr) y
comienzan a realizar toda clase de extravagancias. En un crucero llamado
El Cristiano Mágico, título del film en inglés, tratarán de mofarse de la
tripulación, apareciendo brevemente Christopher Lee como vampiro
aunque sin darnos ninguna explicación de su presencia en la película.

1969

DRAKULITA
"Hemisphere" (Filipinas). Director: Consuelo Osorio.
Intérpretes: Lito Legaspi, Gina Laforteza, Joseph Gallego, Rosanna Ortiz.

Otra obrita desconocida. Al parecer se trata de un film para niños, su


directora nada tiene que ver con Amando de Ossorio, el realizador gallego
de la saga de los templarios.

1972

LAS VAMPIRAS
(VAMPYR LESBOS)
”C. Fénix (Madrid)/CCC Kunstfilm Studio (Berlín)” (España/Alemania).
Productor ejecutivo: Arturo Marcos, Director: Jesús Franco, Guión: Jesús
Franco, Argumento: Jesús Franco y Jaime Chávarri, basado en “La
extraña aventura de Jonathan Harker” (?), Fotografía: Manuel Merino
(Eastmancolor), Operador:Javier P. Zofio , Música: Paul Grasel, Siegfried
Schwab y Manfred Híbler, Maquillaje: Paloma Fernández, Laboratorio:
Fotofilm (Madrid).
Intérpretes y personajes: Soledad Miranda, Ewa Strímberg, Dennis Price,
Victor Feldman, J. Martínez Blanco, Paul Muller, Heidrum Kussin, Michael
Berlin y Jesús Franco.
Filmada en Estambul, Alicante, Barcelona, Berlín .

Inenarrable engendro sobre la atracción lésbica de Lucy y Nadia Orloff, hija


del célebre doctor Orloff de anteriores films (?) de Jesús Franco, quien
descubrirá que es descendiente directa del conde Drácula y en
consecuencia heredará su castillo.
Me preguntó qué tiene que ver la novela de Bram Stoker con este extraño
asunto.

1972

MISTERY IN DRACULA’S CASTLE


(U.S.A.) Director: Robert Totten. Color. Duración: 90 minutos.
Intérpretes: Clu Gulager, Mariette Hartley, Johnny Whitaker.

Un faro abandonado es el escenario de juegos de unos niños, los


hermanos Alfie y Leonard, que estaban pasando sus vacaciones en un
pueblecito cercano. El faro es también el lugar elegido por una banda de
ladrones de joyas que consideran a los niños un peligro para sus intereses.
Los niños ruedan un film amateur sobre Drácula.
Típico film infantil, ajeno a nuestra filmografía de no ser por el detalle, ya
mencionado, de unos niños que ruedan una película amateur sobre el
conde Drácula. Este es el motivo de este título que puede inducir a error,
porque es un producto muy blanco e ingenuo. Nada que ver con el cine
fantástico, por lo que no procede dedicarle más líneas.

1973

BLOOD
”Bryanston/Kent/Damiano” (U.S.A.). Dirección y Guión: Andy Milligan.
Fotografía en color. Duración:74 minutos.
Intérpretes y personajes: Allan Berendt (Dr. Orlovski), Hope Stansbury
(Regina Orlovski), Patty Carrie), Michael Fischetti (Orlando), Pamela
Adams (Prudence Towers), John Wallowitch (Carl Root), Eve Crosby.

Pintoresca película que relata una historia de amor entre la hija del conde
Drácula y un doctor que se convierte en hombre lobo. Naturalmente es un
título que no se ha visto en ningún sitio. Clásica película fantasma
realizada por algún genio de ir por casa.

1973

CASUAL RELATIONS
(U.S.A.) Producción, guión, montaje y dirección: Mark Rappaport. Director
de fotografía: Rappaport y Alan Raymond (color y blanco y negro). Música:
Jim Burton. Duración: 80 minutos.
Intérpretes y persenajes: Mel Austin (vampiro), Sis Smith (modelo), Paula
Barr, Adrienne Claiborne, Peter Campus, Alan Dahl. Fragmentos de
"Nosferatu, el vampiro" (1922) de Murnau.

Película independiente sobre un rodaje de un film de vampiros, "A


Vampire's Love", mezclándose la acción de su argumento con la de sus
actores.

1973

DRAGULA
"Moss Prods." (U.S.A.) Director: James Moss.
Intérpretes: W. Casey Donovan, Walter Kent.

Otro film fantasma que, al igual que el cine español (subvencionado) de los
años ochenta, obtuvo un importante éxito en el aparato de video de su
realizador. Al parecer se trata de un vampiro travestí que incluso tuvo
secuela, “Dragula, Queen of Darkness” (1979).

1974

LA GRANDE TROUILLE
(TENDRE DRACULA)
”VM Productions/Renn Productions/Les Films C. Fechner/AMLF París”
(Francia). Productor ejecutivo: Jérome Kanapa, Director: Pierre Grunstein,
Guión: Justin Lenoir, Fotografía: Jean-Jacques Tarbés (color), Decorados:
Jean-Pierre Kohut-Suelko según diseño de Jean Gourmelin, Música: Karl-
Heinz Shafer, Montaje: Anne-Marie Deshayes, Sonido: Antoine Bonfanti,
Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Peter Cushing (Mac Gregor), Alida Valli (Híloise),
Miou-Miou (Marie), Nathalie Courvail (Madeleine), Bernard Menez (Alfred),
Stephane Shandor (Boris), Julien Guiomar (el productor), Percival Russell
(Abílard)

Esta película fue anunciada con el título “Tierno Drácula, o las confesiones
de un bebedor de sangre”, aparecieron fotos de Peter Cushing disfrazado
de vampiro, y a todos los aficionados se les hizo la boca agua, pero
cuando se estrenó todos nos llevamos un buen chasco.
No se trata de un film de género fantástico, tal como lo entendemos. Su
protagonista Mac Gregor es un actor que en una secuencia se viste como
el conde Drácula, tradicional enemigo de Van Helsing en las películas
Hammer, y descubrimos que con esta caracterización, Peter Cushing se
parece más a Bela Lugosi que a Christopher Lee. El resto de este título es
completamente aburrido e insípido.

1976

LA PANTERA ROSA ATACA DE NUEVO


(THE PINK PANTHER STRIKES AGAIN)
”United Artists” (U.S.A.), Productor y Director: Blake Edwards, Guión:
Frank Walman y Blake Edwards, Fotografía: Panavisión y Color deLuxe,
Animación: Richard Williams Studio.
Intérpretes y personajes: Peter Sellers (inspector Jacques Clouseau),
Herbert Lom (inspector Paul Dreyfus), Colin Blakely, Leonard Rossiter,
Lesley-Anne Down, Omar Shariff, Burt Kwoud.

La relación de la Pantera Rosa con el conde Drácula radica en los


fabulosos títulos de crédito debidos a Richard Williams. En una sala
cinematográfica, la caricatura del inspector verá en la pantalla a la famosa
pantera realizando imitaciones de diversos mitos del celuloide, como el
mismísimo conde Drácula.
1976

EL POBRECITO DRACULíN
”Producciones Mezquiriz” (España). Productor: Miguel Mezquiriz Eraso,
Director: Juan Fortuny Mariné, Guión: Luis G. de Blain, Fotografía: Juan
Fortuny (Color), Operador: José Luis Valls, Decorados: Juan Alberto Soler
, Montaje: Alberto G. Nicolau.
Intérpretes y personajes: Joe Rigoli (Draculín), Josele Román, Víctor
Israel, Pipper, Lita Claver, Yungla Amaya, Ricardo Palmerola, Joan Borrás,
Fernando Rubio, Carlos Otero y Diana Loliakow.
Filmada en Barcelona y en el Montseny.

Joe Rigolí es un actor cómico no muy gracioso que tuvo efímera fama en
los setenta con su Felipito Tacatún y su célebre frase “¡Yo sigo!”. Aquí
interpreta el papel de un desdichado vampiro llamado Draculín, secundado
por Víctor Israel y por los célebres astros de El Molino, Pipper y Lita Claver
“La Maña”.

1976

LA HIJA DE LAS TINIEBLAS


(ALUCARDA)
”Films 75/Yuma Films” (México). Productor:Eduardo Moreno y Max
Guefen, Director: Juan López Moctezuma, Guión: Juan y Yolanda
Moctezuma, Alexis T. Arroyo, Fotografía: Xavier Cruz (Eastmancolor),
Música: Anthony Guefen, Efectos sonoros especiales: Gonzalo Gavira,
Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Claudio Brook (Dr. Oscheck, un jorobado y un
brujo), Tina Romero (Alucarda), Susana Kamini (Justine), David Silva
(padre Lozano), Lily Garza (Daniela).

A pesar del título, feminización del anagrama de Drácula, esta cinta de


posesión diabólica nada tiene que ver con el vampirismo, a pesar de
inspirarse en “Carmilla” de Sheridan Le Fanu.
Justine y Alucarda son dos jovencitas que viven en un internado de
señoritas, manteniendo amores sáficos. La joven Alucarda tiene poderes
extraños, llevando a su amiga a un mundo extraño con brujos fantásticos,
y provocando el caos en el convento.
El padre Lozano y las monjas realizarán toda clase de penitencias para
contrarrestar la influencia del Mal, pero sólo la imagen de Jesucristo
conseguirá destruir a la pequeña y no por ello menos malvada bruja.
Film barroco y delirante, repleto de imaginación que contó con el genio de
un autor que desapareció misteriosamente del cine mejicano, Juan López
Moctezuma, autor de la extravagante pero extraordinaria “La mansión de la
locura” (1971) y “Mary, Mary, Bloody Mary” (1974), un film de vampiros
modernos que atacan a la luz del día. Tres originales cintas de indudable
calidad, pero sin embargo de López Moctezuma tras su paso por la
dirección de Televisa (Televisión Mejicana) en Madrid ya no se supo nada
más durante muchos años. (27)
Finalmente, tras un largo silencio regresa al cine, en 1993 dirige “El
alimento del miedo”, un film sádico basado en el caso real de una mujer
que vendía comida que contenía carne humana. “Yo, el vampiro” (1993)
era un film de episodios que debía ser el piloto de una serie de televisión
pero que, al parecer, no tuvo continuidad.
Juan López Moctezuma falleció en 1996, fue una promesa rota del cine
mexicano. Su “Alucarda” fue uno de los títulos más insólitos y delirantes
que jamás recuerdo. Sus decorados góticos, su erotismo exacerbado, su
gran delirio visual que en su día no fue comprendido por el público de
Sitges mal acostumbrado al terror de brocha gorda. Vista en este
certamen, cuando era dirigido por Antonio Ráfales (el mejor director que ha
tenido el Festival de Sitges en toda su historia, con mucha diferencia sobre
sus ilegítimos sucesores), “Alucarda” es un auténtico film de culto para los
aficionados de todo el mundo y una muestra insólita de un estilo de cine, el
cine pánico (no obstante Moctezuma fue productor de “El Topo” una locura
de Alejandro Jodorowsky), realizado con nervio y con pasión por uno de
los más grandes francotiradores que ha tenido el cine mejicano. Luis
Buñuel es ya otra historia.
Tina Romero está excelente en su papel de bruja endemoniada, y el
buñueliano Claudio Brook (1927-1996), actor de gran versatilidad y amplio
registro, estaba a la altura de su merecido prestigio.

1980

FUNDIDO EN NEGRO
(FADE TO BLACK)
”Compass International Pic” (U.S.A.). Dirección y Guión: Vernon
Zimmerman, Fotografía: Alex Phillips jr (color), Duración:102 minutos.
Intérpretes y personajes: Dennis Christopher (Eric Binford), Tim
Thomerson, Linda Kerridge (doble de Marilyn Monroe), Norman Burton.

Eric Binford es un cinéfilos empedernido, dueño de una fabulosa filmoteca


privada, que vive con su madre paralítica. Inmerso en una realidad
mediocre, se evade fantaseando con los héroes de celuloide.
Se enamorará de una chica muy parecida a Marilyn Monroe, pero la chica
no acudirá a la cita. Al regresar a su casa, su madre comenzará a
recriminarle. Copiando a Richard Widmark lanzará a su madre escaleras
abajo montada en su silla de ruedas.
Luego se disfrazará de Drácula, atacando a una prostituta que se ha
burlado de él, y le dará muerte. Caracterizado de Tom Mix asesinará a un
compañero de trabajo que le amargaba la vida. Al jefe del almacén donde
trabaja le matará de un susto disfrazándose de momia. Finalmente
acabará acribillado como James Cagney en “Public Enemy”, recitando el
mismo texto; “¡Estoy en la cima del mundo!”.
Descubierto en el Festival de Sitges de 1981, cuando aún era un certamen
de, por y para aficionados al género fantástico, “Fundido en negro” es una
película para cinéfilos, una peculiar especie humana que vive encerrada en
sus fantasías dentro de una realidad completamente mediocre.
Debo señalar que en la época en que se estrenó esta película había una
corriente de opinión, extendida entre una crítica mediocre que defendía a
capa y espada las dictaduras marxistas de Fidel Castro y Mao Tse Tung,
que negaba al público el derecho de amar el cine para sustituirlo por una
militancia a unos partidos políticos que afortunadamente las elecciones
democráticas han borrado de la faz de la tierra. (28)
Actualmente todas estas teorías están periclitadas por el devenir de la
Historia, pero por desgracia nuestra sociedad actual continúa siendo
mediocre, gris e impersonal, y los cinéfilos como Eric Binford continúan
encerrados en su mitología particular intentando huir del absurdo mundo
que les rodea.

1985

NOCHE DE MIEDO
(FRIGHT NIGHT)
”Columbia Pictures” (U.S.A.). Productor: Herb Jaffe, Dirección y Guión:
Tom Holland, Fotografía: Jan Kieser (Metrocolor y Panavisiín),
Música:Brad Fiedel, Efectos especiales: Richard Edlund, Montaje: Ken
Reyda, Sonido: Dolby Stereo, Duración: 102 minutos.
Intérpretes y personajes: Chris Sarandon (Jerry Drandrige, el vampiro),
William Ragsdale (Charley Brewster), Amanda Bearse (Amy Peterson),
Roddy McDowall (Peter Vincent), Stephen Geoffreys (Evil Ed), Jonathan
Stark (Billy Cole “El Rata”), Dorothy Fielding (Judy Brewster, la madre de
Charley).
Imígenes de “Las cicatrices de Drácula” (Scars of Dracula, 1970) de Roy
Ward Baker, con Christopher Lee.

Este célebre film de culto, por una vez sabe combinar perfectamente la
época moderna con el cine de vampiros más clásico. Las referencias al
conde Drácula son mínimas. Peter Vincent, un actor especializado en cine
fantástico, tiene clavado en la pared una fotografía de Bela Lugosi del film
de la versión de Tod Browning y en su programa aparecen imágenes de
“Las cicatrices de Drácula” con Christopher Lee. Sin embargo, Tom
Holland sabe sortear con gran destreza el difícil escollo que representa
ambientar en los años ochenta un relato vampírico precisamente en unas
décadas en que la creencia en su existencia es inexistente.
Por eso debemos destacar la perfecta ambientación de una casa por
supuesto antigua. Incluso en la escena de la discoteca, secuencia que
podía caer en lo grotesco, Holland sabe dominar la narración con gran
habilidad. En la última parte cae empero en la fácil pirueta circense para
mayor lucimiento del departamento de efectos especiales así como en
mascaradas gratuitas, pero aún así esta cinta es ejemplar por su
atmósfera gótica y por el buen juego de actores. Incluso los Intérpretes
adolescentes están seguros en sus personajes (William Ragsdale,
Amanda Bearse y Jonathan Stark) sin caer en la ñoñería habitual de
centenares de torpes metros de celuloide indigesto de los ochenta y
noventa.
Naturalmente Chris Sarandon por un lado y Roddy McDowall están
geniales en sus respectivas caracterizaciones. El primero es un reviviente
adaptado al descreído mundo moderno, un ser anacrónico cuya fuerza
radica precisamente en que ya nadie cree en su existencia. El segundo
está soberbio como Peter Vincent, un cazavampiros de pega, estrella de
una horrenda serie de televisión, quien termina viviendo en la realidad sus
aventuras de ficción.
El film de Holland dio pie a una segunda parte, “Noche de miedo 2” (Fright
Night Part 2, 1988) de Tommy Lee Wallace, con Roddy McDowall y William
Ragsdale repitiendo sus papeles de cazavampiros esta vez enfrentados a
la bella hispana Julie Carmen, una vampira hermana del upiro de la
primera entrega, y el éxito de la actriz fue tal que incluso volvió a sus
andadas vampiriles en “The Bela Lugosi Blues” (1995) de Lee Philips, un
extraño telefilme de la serie “Diagnóstico asesinato” (Diagnosis of Murder)
con Dick Van Dyke y Victoria Rowell, en la que la doctora afroamericana
interpretada por ésta se declaraba fan incondicional de… Bela Lugosi.

1990

ROCKULA
“Cannon” (U.S.A.). Productor: Jeffrey Levy. Director: Luca Bercovici.
Guión: Jeffrey Levy y Christopher Verwiel. Director de fotografía: John
Schwartzman (color). Duración: 91 minutos.
Intérpretes y personajes: Dean Cameron (Ralph), Toni Basil (Phoebe),
Tawny Fere (Mona), Thomas Dolby (Stanley), Susan Tyrrell (Chuck).

Vampiros roqueros, pero rock del blando porque la Cannon no está para
muchos trotes. En todo caso, cine de consumo fácil pero pésima digestión.

1990

GREMLINS 2 - LA NUEVA GENERACION


(GREMILNS 2 - THE NEW BACHT)
”Amblin Entertainment” (U.S.A.). Productor: Michael Finnell, Productores
ejecutivos: Steven Spielberg, Kathleen Kennedy y Frank Marshall, Director:
Joe Dante, Guión: Charlie Haas, basado en personajes de Chris
Columbus, Fotografía: John Hora (Technicolor), Decorados: Joe Lucky,
Música: Jerry Goldsmith, Gremlins supervisados por Rick Baker, Dibujos
animados: Chuck Jones, Montaje: Ken Beyda, Duración: 105 minutos.
Intérpretes y personajes: Zach Galligan (Billy Peltree), Phoebe Cates (Kate
Beringer), Robert Prosky (“Abuelo” Fred), John Glover (Daniel Clamp),
Robert Picardo (Foster), Christopher Lee (Dr. Cotheter), Havilland Morris
(Martha Bloodstone), Dick Miller (Murray Tullerman), Jackie Joseph (Sheila
Futterman), Gedde Watanabe (Katsuj), Keye Luke (Mr. Wing), Kathleen
Freeman (Marge), apariciones especiales de John Astin, Bubba Smith,
Hulk Hogan, Bugs Bunny, Daffy Duck.
Voz del Gremlin Jefe: Tony Randall (versión original americana) y
Constantino Romero (versión española).

“Gremlins” (Gremlins, 1984) de Joe Dante es uno de los mayores éxitos


del cine fantástico de los ochenta, época que caracteriza el apogeo de los
efectos especiales, extraordinariamente perfeccionados respecto a épocas
anteriores, pero generalmente perjudicados por unos guiones de escasa
entidad. Pero este film de Dante fue una excepción, una película
imaginativa, fresca, repleta de hallazgos, y su esperada secuela tampoco
defraudó sus expectativas, incluso llegó a superar a su precedente en
muchos aspectos.
“Gremlins 2 - la nueva generación” es además un cálido homenaje al cine,
a John Wayne (que aparece en una secuencia retrospectiva), al Fantasma
de la Opera (repitiendo aquella memorable secuencia en que arrancaban
la máscara a Lon Chaney), a Bugs Bunny en su cincuenta aniversario, al
musical, a Busby Berkeley, y también a Drácula, representado por partida
doble con la reaparición de Christopher Lee, en un rol habitualmente
antipático (un científico que disecciona animales en su laboratorio
dedicado a las alteraciones genéticas), y con un viejo presentador de
televisión que se ve obligado a ganarse la vida anunciando videos de terror
disfrazado como el célebre vampiro stockeriano.
El propio “Abuelo” Fred ironizará por la mala calidad del cine que debe
anunciar, “no quieren las películas originales porque son en blanco y
negro” dirá lamentándose. Lo mejor de esta cinta es su crítica al
capitalismo salvaje de los años noventa, aparecido tras la desaparición del
comunismo, el cual es satirizado en un espectacular complejo donde los
simpáticos gremlins harán de las suyas. Entonces, ante la desbandada
general, el despreciado presentador tomará las riendas del noticiario y con
su disfraz de Drácula informará de todos los acontecimientos ayudado por
un improvisado cámara japonés.
Las secuencias son un auténtico delirio visual, hasta que finalmente los
gremlins serán finalmente destruidos. A continuación, aparecerán los
títulos de crédito finales amenizados por Daffy Duck (el pato Lucas en
español), quien protestará por su excesiva longitud.

1994

ED WOOD
(ED WOOD)
”Touchtone Pictures” (U.S.A.). Productor: Denise Di Novi y Tim Burton,
Director: Tim Burton, Guión: Scott Alexander y Larry Karaszewski,
Fotografía: Stefan Czapsky (blanco y negro), Música: Howard Stone,
Decorados: Tom Duffield, Maquillaje: Ve Neill, Maquillaje de Bela Lugosi:
Rick Baker, Vestuario: Colleen Atwood, Efectos especiales: J. Kevin Pike,
Efectos especiales visuales: Paul Boyington, Maquetas: Jeryd Pojawa,
Coproductor: Michael Flynn, Productor ejecutivo: Michael Lehmann,
Montaje: Chris Lebenzon, Duración: 126 minutos.
Intérpretes y personajes: Johnny Depp (Ed Wood), Martin Landau (Bela
Lugosi), Sarah Jessica Parker (Dolores Fuller), Bill Murray (Bunny
Breckinridge), Patricia Arquette (Kathy O’Hara), Jeffrey Jones (Criswell),
Mike Starr (Georgie Weiss), Max Casella (Paul Marco), Brent Hinkley
(Conrad Brooks), Lisa Marie (Vampira, la actriz), George Steele (Tor
Johnson), Juliet Landau (Loretta King), Clive Rosengren (Ed Reynolds),
G.D. Spradin (reverendo Lemon), Vincent D’Onodrio (Orson Welles).

Este film obtuvo dos Oscars de la Academia de Hollywood, uno al mejor


maquillaje, el de Rick Baker, y otro al mejor actor secundario, Martin
Landau, por su interpretación de Bela Lugosi, distinción que por cierto
jamás obtuvo el húngaro, ni siquiera a título honorífico, aunque en realidad
se lo mereció de sobras. Pero ya se sabe que los prejuicios culturales son
infinitos.
Tim Burton que se ha distinguido por sus primeras adaptaciones de
Batman, recrea aquí la vida del peor realizador del mundo quien contrató a
un senil Bela Lugosi, ya en las puertas de la muerte, para rodar diversas
cintas.
“Ed Wood” es pues una espléndida recreación de una época, de un oscuro
realizador carente de talento, aficionado al travestismo, mostrando además
los últimos años de Lugosi, arrastrando su pasada gloria en cintas que
nunca le merecieron, interpretando por enésima vez al conde Drácula en
compañías teatrales cada vez más cutres, disfrazándose como el
personaje de Bram Stoker para recibir las visitas, exhibiendo un gigantesco
retrato con la caracterización que le hizo famoso.
Martin Landau muestra un Bela Lugosi en la recta final de su vida,
añorando tiempos mejores y amargado por la injusta marginación que le
deparó la industria del cine, mientras su rival y compañero Boris Karloff
gozó siempre de una consideración que a él se le negaba. Landau tuvo
que aprender el acento húngaro de los inmigrantes que nunca lo perdieron,
se envejeció mediante un acertado maquillaje y estudió minuciosamente la
carrera de Lugosi, metiéndose en su piel, y viviéndolo con gran intensidad.
Por cierto ¡qué gran Drácula hubiera sido Martin Landau si le hubieran
ofrecido el papel en una producción adecuada!

2000
LA SOMBRA DEL VAMPIRO
(THE SHADOW OF THE VAMPIRE)
USA-Reino Unido; "Lions Gate Films / Saturn Films / Long Shot Films /
BBC Films / Delux Productions / Luxemburg Film Fund". Director:E. Elias
Merhige; Guión: Steven Hatz; Fotografía: Lou Bogue (Color). Intérpretes y
personajes: John Malkovich (F.W. Murnau), Willem Dafoe (Max Schreck),
Catherine McCormack (Greta), Udo Kier (Albin Grau), Cary Elwes (Fritz
Wagner).
Duración: 93 minutos.

Este film es una ficción sobre el rodaje de NOSFERATU por Murnau


suponiendo, según antiguas leyendas, que Max Schreck fuera un vampiro.
Nos encontramos, como en otros casos (el NOSFERATU de Herzog o el
film de Warhol sobre Drácula), en lo que podríamos llamar “película
redentora”, es decir la que gusta al público no amante del fantástico, a los
críticos pero no a los aficionados al género que se sienten, justamente,
burlados.
Muchas pretensiones, aburrimiento, banalidades y nada más. Sólo se
salvan el trabajo de los actores, el excelente John Malkovich como Murnau
y Willem Dafoe como el vampiro Schreck. Lo demás no es más que
pretenciosidad gratuita.

2006

BELA LUGOSI, PICKFAIR 5619 HOLLYWOOD'


España. Producción, guión y dirección: Santiago Estruch. Fotografía: J. V.
Mansanet (Blanco y negro); Montaje: Jesús Meló, Ramón Alfonso,
Santiago Estruch, Sonido: Jesús Meló y Santiago Estruch; Música: Carles
Estruch; Grabación música: Josep Maria Costa. Músicos: Carol Duran,
David Estruch, Marc Llòria, Custodio Muñoz, Josep Maria Costa y Carles
Estruch. Intérpretes y personajes: Ximo Santandreu (Joan Hervàs), Aureli
Mansanet (Víctor Selgui), Daniel Lloret (Bela Lugosi), Merche Estruch
(Vampiresa 1), Yolanda Calabuig (Vampiresa 2), Vicent Company (Gerente
Inmobiliaria).
Duración: 72 minutos.

Película homenaje al gran Lugosi que transcurre en una pequeña


población en donde se programa un ciclo dedicado al actor húngaro, quien
al fallecer programaba que era Drácula. Joan Hervás, un tullido, le escribe
a Hollywood, a la dirección del título una carta y sorprendentemente recibe
respuesta ya que efectivamente Lugosi se ha convertido en un vampiro.
Extraño y curioso film en donde con mínimos elementos se crea una
atmósfera de terror. Es una muestra de terror autóctono en donde se suple
la falta de medios con imaginación. Estruch (apellidado igual que el célebre
vampiro del Ampurdán) sabe crear un clima inquietante por lo que
esperemos, ya que se trata de una opera prima, de que dé buenos títulos
al fantástico español en el futuro.

Más Stoker films


El éxito de la novela “Drácula” ha oscurecido otras novelas de Bram
Stoker, no por ellos menos interesantes. Al pertenecer al género fantástico
es necesario dedicarle también un espacio a sus respectivas adaptaciones
cinematográficas.

1971

SANGRE EN LA TUMBA DE LA MOMIA


(BLOOD FROM THE MUMMY’S TOMB)
”Hammer Productions/EMI Films” (Reino Unido). Productor: Howard
Brandy, Productor ejecutivo: Scott MacGregor, Director: Seth Holt y
Michael Carreras, Guión: Christopher Wicking, basado en la novela “La
joya de las siete estrellas” de Bram Stoker, Fotografía: Arthur Grant
(Technicolor), Música: Tristam Cary, Dirección musical: Philip Martell,
Efectos especiales: Michael Collins, Maquillaje: Eddie Knight, Vestuario:
Rosemary Burrows, Peluquería: Ivy Emmerton, Montaje: Peter Weatherley,
Montaje sonoro: Roy Hyde, Sonido: Tony Lumkin, Script: Betty Harley,
Ayudante dirección: Derek Whiteburst, Duración: 94 minutos.
Intérpretes y personajes: Andrew Keir (Fuchs), Valerie Leon
(Margaret/Tera), James Williers (Corbeck), Hugh Burden (Dandrige),
George Coulouris (Berigan), Mark Edwards (Tod Browning), Rosalie
Crutchley (Helen Dickerson), Aubrey Morris (Dr Putnam), James Cossins
(enfermero viejo), David Jackson (enfermero joven), Tamara Ustinov
(Veronica).
Filmada en los Estudios MGM/ENMI, Elstree.

Rodaje accidentado el de esta cinta, ya que su realizador Seth Holt falleció


inesperadamente siendo sustituido por el productor Michael Carreras. Se
trata de una novela desconocida de Bram Stoker sobre una expedición
británica a Egipto, encontrando el sarcófago de la hechicera Tera, quien
llevaba en la mano cortada un rubí de gran valor.
A la misma hora, la esposa del profesor Fuchs, dará a luz una niña,
Margaret, falleciendo la madre durante el parto. El sarcófago con la mano y
el rubí son enviados a Inglaterra. Años después cuando la joven cumple su
mayoría de edad, el profesor le entregará a su hija el anillo con el rubí de
Tera. El espíritu de la hechicera se apoderará de Margaret.
A pesa de su sobriedad, no aparecen espectaculares momias con el
cuerpo vendado, este film póstumo de Seth Holt (quien lo firma pese a las
circunstancias descritas por gentileza de Michael Carreras) sobresale por
su excelente ambientación, y por su interesante historia destacando
Valerie Leon en su doble papel. Actriz de figura estilizada, no ha tenido
una carrera espectacular en la pantalla apareciendo como actriz invitada
en “Nunca digas nunca jamás” (Never Says Never Again, 1983), un film de
James Bond con Sean Connery, o “La venganza de la pantera Rosa”
(Revenge of the Pink Panther, 1978) de Blake Edwards, esta vez en el
papel de una sadomasoquista enfundada en un vestido de cuero negro.

1980

LES JEUX DE LA COMTESSE DOLINGEN DE GRATZ


Francia. Guión y dirección: Catherine Binet, basado en "El huesped de
Drácula" de Bram Stoker. Color. Intérpretes y personajes: Michael
Lonsdale (Bertrand Haines-Pearson) Carol Kane (Louise Haines-Pearson)
Katia Wastchenko (La petite fille) Marina Vlady (La mère de la petite fille)
Emmanuelle Riva (Une invitée) Roberto Plate (Le voyageur/Le
voleur/L'étranger) Marilu Marini (La comtesse Dolingen de Gratz/La
bonne), Robert Stephens (Le professeur), Marucha Bo (Nena), Antoine
Binet (Le frère), Raoul Escari (Argentin 1), Tobie Schumer (Argentin 2),
Carine Toly (La belle dame), Nathalie Goldnadel (La fille pubère), François
Mouren-Provensal (L'homme sur la plage), Julien Etchevery (L'épicier),
Tina Anzini (La patronne de l'hôtel), Isa Mercure (Une convive), France
Valéry (Une convive), Yves Barsacq (Un convive), Jean Champion (Un
convive), Gilles Guyot (Un convive) Alain Cuny.
Duración: 114 minutos.

La condesa Dolingen de Gratz aparece en un cuento corto, en realidad un


prólogo de “Drácula” que posteriormente fue eliminado, y ésta es una de
sus raras apariciones en cine. Título del que apenas tenemos referencias.

1980

EL DESPERTAR
(THE AWAKENING)
“Columbia-EMI-Warner Bros” (Estados Unidos), Rroductor: Robert H. Solo,
Director: Mike Newell, Guión: Allan Scott, Chris Bryant y Clive Exton,
basado en la novela “La joya de las siete estrellas” de Bram Stoker,
Fotografía: Jack Cardiff (Technicolor), Música: Claude Bolling. Duración:
101 minutos.
Intérpretes y personajes: Charlton Heston (Matthew Corbeck), Jill
Townsend (Anne Corbeck), Susannah York (Jane Turner), Stephanie
Zimbalist (Margaret Corbeck), Ishia Bennison (enfermera), Joan Chen,
Patrick Drury (Paul Whittier), Christopher Fairbank (Porter), Michael
Halphie y Roger Kemp (doctores), Leonard Maguire (John), Miriam
Margolyes (Dr. Kadira), Ian McDiarmid (Dr. Richter), Michael Mellinger
(Hamid), Bruce Myers (Dr. Khalid), Ahmed Osman (Yusef), Nadim Sawalha
(Dr. El Sadek), Madhav Sharma (Doctor).

El arqueólogo Matthew Corberck encuentra la tumba de la reina Kara en


un desierto de Egipto. En aquel preciso momento su esposa dará a luz a
una hija en Londres, muriendo en el parto. Margaret al crecer se convertirá
en una bella muchacha.
Pasan los años, el arqueólogo está ahora casado con Jane, su secretaria,
y al volver a Egipto, pasarán hechos extraños. La esposa fallecerá
accidentalmente, una fuerza misteriosa hace su aparición. Corberck
sospecha que el espíritu de Kara se ha apoderado de su hija.
Este temprano remake de “La joya de las siete estrellas”, a pesar de contar
con el excelente Charlton Heston y la eficiente Sussannah York no
consigue igualar el clima de la anterior cinta debido al trabajo gris de Mike
Newell, un director carente de personalidad, que no ha conseguido crear
una atmósfera que llegue a interesar. Stephanie Zimbalist (“Remington
Steele”) no conseguirá ponerse a la altura de su predecesora Valerie Leon
en el mismo papel, tal vez por tener una presencia mucho más inofensiva.
La actriz china Joan Chen, heroína de “El último emperador” de Bernardo
Bertolucci, hace sus pinitos en esta cinta antes de convertirse en uno de
los mejores rostros orientales (junto a Gong Li, la musa de Chen Kaige y
Zhang Yimou) de los noventa. Como curiosidad, en algunas fuentes se
asegura que la presente cinta es de nacionalidad… china.

1986

THE TOMB
Dirección y producción: Fred Olen Ray; Productor: Ronnie Hadar; Guión:
Kenneth J. Hall y T.L. Lankford, basado en “The Jewell of the Seven
Starts” de Bram Stoker; Director de fotografía: Paul Elliott (Technicolor);
Productores ejecutivos: Paul Hertzberg y Richard Kaye; Maquillaje:
Makeup and Effects Lab; Efectos especiales: Bret Mixon; Música: Drew
Neumann; Montaje: Mariam Preissel; Vestuario: Elizabeth A. Reid; Director
artístico: Maxine Shepard; Especialista Jefe: John Michael Stewart.
Duración:: 106 minutos.
Intérpretes y personajes: Michelle Bauer (Nefratis), John Carradine (Mr.
Androheb), Cameron Mitchell (Prof. Howard Phillips), Brad Arrington y
Peter Conway (agentes de aduanas), Sybil Danning (Jade), Jack Frankel
(Dr. Manners), Craig Hamann (Tyler), Richard Hench (David Manners),
George Hoth (Dr. Stewart), Frank McDonald, Francesca "Kitten" Natavidad
(bailarina de striptease), Martin Nicholas (Janitor), David Pearson (John
Banning), Emanuel Shipow, Michael Sonya (Waiter), Susan Stokey
(Helen), Ariadne Welter, Dawn Wildsmith (Anna Conda), Victor Von Wright.

Tercera versión conocida de “La joya de las siete estrellas” esta vez con un
presupuesto chungo por parte del, por otra parte simpático, Fred Olen Ray,
un modesto especialista en el cine independiente de muy pequeño
presupuesto. Esta versión es completamente descabellada, como toda su
filmografía, y aunque carezca de valores artísticos (y eso ¿qué importa?)
nunca desagrada la visión de sus peliculitas si se goza de buen humor.
En el reparto encontramos algunos veteranos ya en las postrimerías de
sus carreras como el gran John Carradine o Cameron Mitchell. También
algunas atractivas reinas del cine fantástico serie B como las impagables
Michelle Bauer y Sybil Danning, e incluso a una gran estrella del “porno”,
Francesca "Kitten" Natavidad, enseñando palmito.
El argumento, basado libremente en Stoker, es completamente
desmadrado y locuelo. Buscar rigor en la puesta en escena es superfluo e
inútil. Pero en ningún modo aburre, las pretensiones brillan por su
ausencia y es esta modestia la mejor baza de Fred Olen Ray. Nada que
ver con el cine desde luego, pero al menos no se bosteza como en los
casos de los films tan pretenciosos como ridículos de ciertos genios de
pacotilla que infestan nuestras pantallas.

1988

LA GUARIDA DEL GUSANO BLANCO


(THE LAIR OF THE WHITE WORM)
”Vestron Pictures” (Reino Unido). Producción y Dirección: Ken Russell,
Productor ejecutivo: William J. Quigley y Dan Ireland, Guión: Ken Russell,
basado en la novela “El cubil del gusano blanco” de Bram Stoker,
Fotografía: Dick Bush (color), Decorados: Anne Tilby, Música: Stanislas
Syrewicz, Efectos especiales: Strafford Johns e Image Animation, Montaje:
Peter Davies, Duración: 93 minutos.
Intérpretes y personajes: Amanda Donohue (Lady Sylvia Marsh), Sammi
Davis (Mary Trent), Hugh Grant (Lord James de Ampton), Catherine
Oxenberg (Eve Trent).

Angus Flint, un arqueólogo escocés, desentierra un cráneo prehistórico de


edad y especie indeterminada. Descubrimiento que crea malestar en la
zona de Derbyshire. Flint cruza cada día el jardín de las hermanas Trent,
huérfanas de sus padres, para redactar un artículo sobre los romanos de
Mercia. La granja de Trent está construida sobre un lugar donde
anteriormente hubo un convento en 1086 y anteriormente una colonia que
data de 286 antes de Cristo.
En el transcurso de una fiesta local, el arqueólogo se entera de la leyenda
local, el caballero John de Ampton había matado un dragón que había
realizado una masacre durante la Edad Media y, desde entonces se
celebraba el aniversario con bailes folklóricos y cerveza.
Mary y Flint pasearán juntos hasta llegar a una siniestra mansión gótica
llamada “Casa del Templo” donde vive Lady Sylvia Marsh, quien esconde
un terrible secreto. Cuando ella se encuentra con el cráneo prehistórico
comenzará un reinado de terror, alucinaciones paganas y rituales salvajes,
siendo sus almas amenazadas por el poder del Gusano Blanco.
Esta película de Ken Russell estaba basado en la última novela que
escribió Bram Stoker, poco antes de morir, basado en antiguas leyendas
inglesas: serpientes gigantes, ambientadas en el antiguo reino de Mercia.
El poder de este Gusano Blanco le permite convertirse en una bella mujer,
Lady Sylvia Marsh, del que Amanda Donohue realiza una gran creación.
Considerada la novela Stoker más difícil de adaptar al cine, sólo Ken
Russell se atrevió a esta proeza destacando su delirante puesta en
situación, muy por encima de su pretencioso “Gothic” (Gothic, 1986) sobre
la reunión de Villa Diodati. Barroquismo y delirio visual, alucinación y
borrachera de imágenes son la fórmula de un realizador muy original que a
veces pierde los papeles y se muestra incapaz de controlar la película,
aunque en esta ocasión está más brillante que lo acostumbrado.
Ken Russell había intentado rodar en 1978 una versión de “Drácula”,
abandonado por el rodaje del film de Badham, quedándose sólo en un
guión escrito pero jamás filmado. En esta versión, el conde Drácula era un
fanático de la ópera fascinado por Lucy Weber, una joven diva que se
estaba muriendo de leucemia. Este vampiro en realidad es un mecenas
que se dedica a prolongar la vida de grandes artistas que en su nueva
condición se dedicarán a la creación.
Aparecía también el viaje del Deméter en la que Drácula se hinchaba
como una sanguijuela colgando cabeza abajo del mástil. En otra escena,
Jonathan Harker se envolvía los puños con un rosario para golpear a las
vampiras. Afortunadamente esta versión no se rodó, ya que dada la
personalidad de Russell era difícil que complaciera a los amantes al
género y nos diera una versión de calidad.
También fracasó el proyecto de Roger Vadim, escrito en la misma época,
protagonizada por Mia Stewart, la bisnieta de Jonathan Harker y Mina,
quien en los años setenta se enamoraba de un tal Alexis Hanyadi quien
llevaba un siglo durmiendo en un arcón antiguo. En realidad este Alexis no
es otro que el conde Drácula en persona, Mia tenía “visiones” de las
atrocidades del Empalador en el siglo XV y aparecía una descendiente de
Renfield, el loco servidor cambiado aquí de sexo.
Afortunadamente “La guarida del Gusano Blanco” nos resarció de todos
esos desatinos que no vieron la luz y Ken Russell acertó por una vez,
aunque como en la fíbula del asno flautista parece que la flauta sonó por
pura casualidad.

1995

CEMENTERIO DE ALIMAÑAS
(BRAM STOKER'S BURIAL OF THE RATS)
“Universal Video” (U.S.A.) Director: Dan Golden. Productor: Roger
Corman. Color.
Intérpretes y personajes: Kevin Alber (Bram Stoker), Adrienne Barbeau (la
Reina), Maria Ford (Madeleine), Olga Kabo (Anna), Vladimir Khulishov
(Constable), Linnea Quigley (Mujer Rata).

Con un argumento parecido a “La guarida del gusano blanco”, este


modesto film realizado para la televisión por cable y distribuido en
pequeñas salas y video, no aparta nada a la filmografía de Bram Stoker
salvo que le convierte en personaje de ficción. Carente de pretensiones
esta peliculita divierte y no resulta en absoluto antipática, todo lo contrario.
Dan Golden es un modesto realizador de series B de pequeño
presupuesto, Actor en “You Can't Hurry Love” (1988), “Alienator” (1989),
“Bad Girls from Mars” (1990), “Naked Obsession” (1991) y “Wizards of the
Demon Sword” (1992), estas dos últimas también como guionista.
Después fue realizador de “Saturday Night” (1994), “Last Chance” (1995) y
“Stripteaser” (1995), cine modesto sin pretensiones.

Drácula en televisión
Aunque el conde Drácula haya conquistado las pantallas internacionales,
la televisión no podía ser indiferente a su enorme atractivo y por ello no ha
desdeñado contarnos las aventuras de tan noble caballero de ultratumba.
Localizar todos los programas donde ha aparecido el célebre vampiro es
tarea ardua e imposible, pero de todas formas hete aquí lo más
fundamental.

1951

THE COLGATE COMEDY HOURS


Programa en directo. Presentadores y protagonistas: Bud Abbott y Lou
Costello.
Actores invitados: Bela Lugosi (conde Drácula), Lon Chaney jr (hombre
lobo) y Glenn Strange (monstruo de Frankenstein).i

Acabados sus años de gloria, Bud Abbott y Lou Costello protagonizaron un


show televisivo semanal durante tres años. En una de sus emisiones
recrearon su célebre película “Abbott y Costello contra los fantasmas”,
interviniendo los mismos actores del original. Despedida de Bela Lugosi de
su personaje predilecto ante las cámaras.
El monstruo de Frankenstein apareció después en dos shows más de esta
serie. Una en 1951 con Lon Chaney jr, en una mansión encantada con
numero musical final, y otra en 1953, esta vez con Glenn Strange, titulado
“Abbott and Costello Meet the Monsters”, con la aparición del Hombre
Invisible y la Criatura del Lago Negro.

1957

DRACULA
Serie: “Matinee Theater”.
“NBC TV” (U.S.A.).
Intírprete: John Carradine.

Ignota versión de la novela de Stoker a cargo de Carradine, uno de los


actores que más veces ha encarnado el personaje.

1964

MY FAIR MUNSTER
”CBS Television” (U.S.A.) Productores: Joe Connelly y Bob Mosher,
Director: Norman Abbott, Guión: Norm Liebmann y Ed Haas, Fotografía:
color, Duración: 15 minutos. Se rodó una segunda versión de 15 minutos,
más una tercera en blanco y negro con el reparto definitivo de la serie.
Intérpretes y personajes: Fred Gwynne (Herman Munster), Joan Marshall
(Phoebe), Al Lewis (Abuelo, conde Drácula), Happy Derman (Eddie
Munster), Beverly Owen (Marilyn).
Tanto este episodio piloto, como la segunda versión, permanecen inéditos,
no así la tercera que se emitió por vez primera el 10 de enero de 1964.

Este es el episodio piloto de la serie “La familia Munster”, compuesta por


una amable y entrañable familia de monstruos: Herman era una criatura
fabricada por el doctor Frankenstein, aunque se especifica que no es quien
aparece en la novela de Mary W. Shelley y en las películas Universal; la
esposa Phoebe, resultaba demasiado parecida a Morticia Addams, la
matriarca de “La familia Addams”, y por ese motivo fue sustituida por Lily
Drácula Munster, descendiente al igual que su padre, el Abuelo, del
legendario personaje de Stoker; Eddie era un endemoniado en este piloto,
transformado en un niño lobo en la serie posterior, y, finalmente Marilyn, la
única persona ”normal” de tan familiar clan, vagamente inspirado en la
célebre Monroe.
”My Fair Munster” (Mi bello monstruo) estaba filmado en color, pero era
demasiado caro para la serie y además perjudicaba la atmósfera
típicamente Universal, por lo que se rodaron dos versiones más en blanco
y negro. La tercera con los personajes de Lily y del niño lobo, encarnados
respectivamente por Yvonne De Carlo y Butch Patrick.
El personaje del Abuelo, previsto para Bert Lahr, aquel león cobarde de “El
mago de Oz”, cayó en manos de Al Lewis. Este abuelo, también llamado
Sam Drácula, con el título de conde, se supone heredero directo del
célebre vampiro, naturalmente con su misma peculiaridad.

1964-1966

LA FAMILIA MUNSTER
(THE MUNSTERS)
”CBS Television” (U.S.A.). Productores: Joe Connelly y Bob Mosher,
Directores: Ezra Stone, Charles Rondeau, Donald Richardson, Norman
Abbott, Gene Reynolds, Jerry Paris, Charles Barton, Seymour Berns,
Joseph Pevney, Lawrence Dobkin y Earl Bellamy, Guionistas principales:
Norman Liebmann y Ed Hass, según idea de Al Burns y Chris Hayward,
Equipo de guionistas: James Allardice, Tom Adair, Bob Mosher, Joe
Connelly, Dick Conway, Ted Bergman, Doug Tibbles, George Tibbles,
Richard Baer, Dennis Whitcomb, Fotografía: blanco y negro, Maquillaje:
Abe Haberman, Karl Silvera, Perc Westmore y Mike Westmore,
Maquillador jefe: Bud Westmore; Vestuario: Connie, Peluquería: Jeanne
Bodel, Coche Munster creado por George Barris, Música: Jack Marshall,
Duración: 25 minutos cada episodio. Serie compuesta por setenta
Capítulos.
Intérpretes y personajes: Fred Gwynne (Herman Munster), Yvonne De
Carlo (Lily Drácula Munster), Al Lewis (Abuelo, conde Drácula), Beverly
Owen (Marilyn, primera temporada), Pat Priest (Marilyn, segunda y tercera
temporada), Buth Patrick (Edward “Eddie” Wolfgang Munster), John
Carradine (Mr. Gateman, jefe de Herman), Mel Blanc (voz del cuervo), Bob
Hastings (otra voz del cuervo), Paul Lynde (Dr. Dudley), Bill Foster (doble
de Fred Gwynne).
Filmada en los Estudios Universal, Hollywood.
Durante tres años, la CBS se apuntó un éxito muy importante con la
emisión de esta serie de televisión utilizando un humor irónico. Una familia
de monstruos que sin embargo se cree normal y que los raros son los
demás, un argumento con mucha chispa que los guionistas supieron
explotar a fondo. Actualmente convertido en un clásico de la televisión,
todos sus episodios son auténticas joyas.
Especial mención merecen el coche Drágula, así como esa mansión que
pertenecía a los Estudios Universal, cuya dirección era el 1.313
Mockingbird Lane, Mockingbird Heights. La popularidad de la serie fue
enorme, actualmente se repone con todos los honores en las cadenas
americanas, y mucha gente enviaba cartas a la dirección arriba señalada.
Fred Gwynne fue un Herman Munster entrañable, repitiendo su personaje
en un programa especial de “The Red Skelton Show”, convertido ya en un
mito popular.
La creación de la atmósfera gótica era perfecta, y los actores encajaban a
la perfección, manteniendo siempre su dignidad. Más que una parodia, era
una serie de humor negro, muy ingeniosa e imaginativa. Al Lewis fue un
perfecto Abuelo, cuyo parentesco con el célebre conde Drácula apenas
nos es sugerido un par de ocasiones.

1964

JOURNEY INTO TERROR


Serie: “Dr. Who”.
“Time-Life/BBC” (Reino Unido). Productor: Graham Williams. Director:
Richard Martin. Creador de la serie: Terry Nation. Efectos especiales: Mat
Irvine. Efectos sonido: Dick Mills. Fotografía: blanco y negro. Duración: 25
minutos.
Intérpretes y personajes: William Hartnell (doctor Who), Malcolm Rogers
(conde Drácula), John Maxim (monstruo de Frankenstein), William Russell,
Jacqueline Hill, Maureen O’Brien.

El doctor Who es uno de los Señores del Tiempo, procedente del planeta
Gallifrey llegará al planeta Tierra y viajará a través del espacio y del tiempo
viviendo deliciosas aventuras, siempre enfrentado a los perversos Daleks.
Se trata de una de las series de ciencia ficción más populares en Gran
Bretaña y países anglosajones, aunque a España desgraciadamente no
nos llegó. Tal era su importancia que duró en antena quince largos años
aunque con diversos actores, porque el doctor Who tenía la facultad de
regenerar su cuerpo y su rostro. William Hartnell fue su primer intérprete,
seguido de Patrick Troughton (visto en diversos Hammer films), Jon
Pertwee y Tom Baker. El añorado Peter Cushing fue su intérprete
cinematográfico en dos ocasiones: “Doctor Who y los Daleks” (Dr. Who
and the Dalleks, 1965) y “Daleks - Invasion Earth 2.150 A. D.” (1967),
ambas dirigidas por Gordon Fleming.
En el episodio que nos ocupa, “Journey into Terror”, aparecen nuestros
queridos amigos el conde Drácula y el entrañable monstruo de
Frankenstein, pero ¡ojo! en realidad no son más que dos robots de un
parque de atracciones del futuro.

1965

DRACULA
Serie: “Mystery and Imagination”.
“Thames-TV” (Reino Unido). Productor: Reginald Collin, Director: Patrick
Dromgoole, Guión: Charles Graham, basado en la novela “Drácula” de
Bram Stoker, Guión tícnico: Brian Brooke, Decorados: David Marshall.
Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Denholm Elliott (conde Drácula), Corin Redgrave
(Jonathan Harker), Suzanne Neve (Mina Harker), Bernard Achard (doctor
Van Helsing), Susan George (Lucy Weston), Joan Hickson (Mrs. Weston),
James Maxwell (Dr. Seward), Michael Da Costa (Jenkins), James Pope
(Bert), Marie Legrand , Nina Baden-Semper, Valerie Muller (las mujeres
vampiro), Tony Lane (cochero), Hedley Goodall (Swales), Phyllis Morris
(Mrs. Perkins), Helena McCarthy (Mrs. Hoskins).

Nueva adaptación de la novela de Bram Stoker para la pequeña pantalla a


cargo de Denholm Elliott, sólido actor de carácter británico.

1966

DANNY KAYE SHOW


“CBS-TV” (U.S.A.). Anfitrión: Danny Kaye.
Actores invitados: Eddie Adams (vampira) y Fred Gwynne (Herman
Munster).

En un show de este célebre cómico del cabello rojo, apareció de nuevo


nuestro entrañable Herman Munster encarnado por su mejor intérprete
Fred Gwynne. El propio Danny Kaye le daba la réplica como el no menos
entrañable conde Drácula, y la bella Eddie Adams lucía con esplendor
como vampira.

1967

LE FILS DE DRACULA
Serie “Serieux s’abstenir”
Intírprete: Jean-Marie Proslier.

Jean-Marie Proslier parodia a un vampiro bondadoso en esta humorística


emisión francesa.

1967

THE WAX MAN


Serie: “Get Smart!” (en TVE: “Superagente 86”).
“Talent Associates/Norton Simon/NBC-TV” (U.S.A.). Director: James
Komack. Creado por Mel Brooks y Buck Henry. Color. 25 minutos.
Intérpretes y personajes: Don Adams (Maxwell Smart), Barbara Feldon
(agente 99), Edward Platt (jefe CONTROL).

Maxwell Smart, temible superagente 86, se encuentra en un museo de


cera a las estatuas vivientes del monstruo de Frankenstein y del conde
Drácula. Nueva parodia de los mitos del cine fantástico a cargo de esta
versión bufa del agente James Bond.
El patoso agente secreto, perteneciente a CONTROL, siempre en lucha
contra la siniestra organización KAOS, es ya una figura de gran
popularidad en todas las televisiones del mundo. Por lo que aquí respecta,
es de suponer que esas figuras de cera animadas de Drácula y de la
criatura de Frankenstein son obra de esa diabólica banda criminal
dedicada a crear mil desaguisados.

1967

THE MONSTROUS MONKEE MASH


Serie “The Monkees”.
“Raybert Productions/Columbia/NBC TV” (U.S.A.). Director: James
Frawley. Duracciín: 50 minutos.
Intérpretes: David Jones, Micky Dolenz, Michael Nesmith, Peter Tork, Dick
Karp (el monstruo de Frankenstein), David Pearl (el hombre lobo), Ron
Masak (conde Drácula), Arlene Martell (Lorelei, la mujer vampiro).

Los Monkees era un vulgar conjunto musical que intentó copiar a los
célebres Beatles, pero sin la personalidad de los muchachos de Liverpool.
Aquí, en un tono que pretende emular a las películas de Richard Lester, se
enfrentarán a los célebres monstruos del cine pero al carecer de gracia y
de ingenio, el telefilme resultará obsoleto y aburrido.

1967-1968

EL SHOW DE JERRY LEWIS


(THE JERRY LEWIS SHOW)
“Lewis-Teram/NBC” (U.S.A.) Productor: Bob Finkel, Director: Bill Foster,
Equipo de guionistas: Ed Simmons, Martin Ragaway, Bill Richmond, Norm
Liebmann, Edward Hass, Hal Goodman, Larry Klein y Jerry Lewis.
Videotape en color, Dirección musical: Lou Brown, Coreógrafo: Nick
Castle, Director artístico: E. Jay Krause. Duración: 25 minutos cada
episodio.
Actor protagonista: Jerry Lewis.

Jerry Lewis, en la cúspide de su fama, ideó un programa cara al público


donde representaba parodias y entremeses cómicos. En uno de ellos se
caricaturizó, pero con total respecto, al cine de terror clásico con la criatura
de Frankenstein y el conde Drácula. Jerry Lewis cantaba una canción
nostálgica y muy bella sobre los monstruos de antaño. Un verdadero
ejemplo de cómo debía realizarse una parodia sin caer en la estupidez.

1969

MON SAIGNEUR… DRACULA


Serie “Mosaíque”
Director programa: Eric Ollivier. Participantes: Roland Villeneuve, Jean-
Claude Romer, Jean Boullet, Christopher Lee y Edy Mitchell.

Reportaje informativo sobre el vampirismo con entrevistas, incluyendo


secuencias de diversos films. Entre ellas una que procede de “Un hombre
y una mujer” (Un homme et une femme, 1966) de Claude Lelouch donde
Pierre Barouh, primer marido de Anouk Aimée en la cinta, sueña que es un
vampiro. Desgraciadamente estos planos fueron amputados del montaje
definitivo.

1970

OTRA VEZ DRACULA


“Canal 9” (Argentina). Dirección y Producción: Narciso Ibáñez Menta.
Guión: Salvador S. Meiriale, Dirección de cámaras: Alberto Rinaldi. Serie
de nueve episodios.
Intérprete: Narciso Ibáñez Menta (conde Drácula/primer actor de la
compañía).

En un espléndido teatro, construido encima de las ruinas del castillo de los


Drácula, un actor de gran renombre y de carácter excéntrico tiene la infeliz
idea de poner en escena una parodia de la leyenda del célebre vampiro
poniéndole en ridículo.
El día anterior al debut de la compañía, un caballero de refinados modales
se presentará ante la esposa del actor para persuadirles de que no
representan esa obra ridiculizando al conde Drácula, ya que se encuentran
sobre las ruinas de su castillo, y al príncipe de las tinieblas no le gustan las
bromas.
A pesar de las advertencias, la obra se estrena y mientras se maquilla la
esposa del primer actor, y primera actriz de la compañía, una voz de
ultratumba le advierte de que no siga adelante con la obra. Ella se vuelve y
se encuentra con el legendario conde Drácula.
Imaginativa variación del tema vampírico, con la aparición del conde
rodeado de su esposa y sus hijas, todas ellas vampiras, quienes acuden
enfurecidas para castigar la impertinencia de un soberbio actor que se
atreve a poner en solfa la obra de Stoker.
Como es habitual, el personaje en manos de Narciso Ibáñez Menta, a mi
juicio el mejor actor español de cine fantástico, está tratado con total
respecto y con ingenio. Asumiendo el doble papel del actor lunático que
parodia a Drácula en el escenario y al propio conde, Narciso Ibáñez Menta
dará prueba de su ductilidad. Al igual que su admirado Lon Chaney, este
maestro de la caracterización, diseñó y se colocó su propio maquillaje en
su rostro.
Es una lástima que aquella oleada de cine fantástico español que tuvo
lugar a partir del triunfo comercial de “La noche de Walpurgis” (1970) no
contara más con ese actor, ya que le hubiera dado mayor categoría
artística a tan efímera moda. “La saga de los Drácula” fue una excepción,
pero el resultado era muy inferior a esta serie televisiva argentina.
En 1982, cuando Narciso Ibáñez Serrador (hijo de Narciso Ibáñez Menta)
intentó grabar una serie de 13 Capítulos de la serie “Historias para no
dormir”, TVE la canceló tras concluir el cuarto episodio. Uno de los guiones
que quedaron inéditos fue “Drácula S.A.”, protagonizada por el más
célebre de todos los vampiros cinematográficos y literarios.

1971

MISS LOVECRAFT SENT ME


Serie “Night Gallery” (en TVE:“Galería nocturna”).
“NBC/Jack Laird Production para Universal TV” (U.S.A.). Productor: Jack
Laird, Director: Gene Kearney, Guión: Jack Laird, Serie creada por Rod
Serling, Fotografía: color, Maquillaje: Bud Westmore, John Chambers,
Música: Gil Melle, Duración: 25 minutos.
Intérpretes y personajes: Sue Lyon (la niñera), Joseph Campanella (el
vampiro), Rod Sterling (anfitrión).

Una niñera rubia acude a casa de un elegante caballero, la muy


desdichada ignora que no es otro que el conde Drácula. Campanella fue
un actor que tuvo gran aceptación en la televisión de los años sesenta con
series como “Mannix” con Michael Connors y otras semejantes.
Compartiendo reparto nos encontramos a la Lolita de Stanley Kubrick,
precoz sex symbol de la misma década cuya carrera se eclipsó tan
rápidamente como fue encumbrada.

1971

THE DEVIL IS NOT MOCKED


Serie “Night Gallery” (en TVE:“Galería nocturna”).
”NBC/Jack Laird Production para Universal TV” (U.S.A.). Productor: Jack
Laird, Director: Gene Kearney, Guión: Gene Kearney, basado en el relato
del mismo título de Manly Wade Wellman, Fotografía: color, Música: Gil
Melle, Maquillaje: Bud Westmore,. Duración: 25 minutos.
Intérpretes y personajes: Francis Lederer (el señor del castillo), Helmut
Dantine (oficial S.S.), Rod Serling (anfitrión).
Durante la Segunda Guerra Mundial, unos nazis llegan a un castillo de los
Cárpatos, siendo bien recibidos por su señor, un noble alto vestido con
larga capa. Durante la cena los guardias serán destrozados por una horda
de licántropos, el señor del castillo descubrirá entonces su verdadera
identidad: es el conde Drácula.
Al finalizar la guerra, Drácula será condecorado por sus servicios a la
patria.
Segunda (y última aparición) de Francis Lederer como vampiro, la primera
fue “The Return of Dracula” (1958).
“The Devil is Not Mocked” es el primer relato sobre Drácula no escrito por
Bram Stoker, publicado en la revista “Unknown Worlds” en junio de 1943,
fecha en que expiró el copyright del autor irlandés, y el personaje pasó a
convertirse de dominio público.

1971

PA JAKT EFTER DRACULA


(IN SEARCH OF DRACULA)
”Aspekt Film/Swedish Film Prod./Sveriges Radio” (Suecia), Director: Calvin
Floyd y Tony Forsberg, Guión: Yvonne y Calvin Floyd, Fotografía: Tony
Forsberg (color), Música: Calvin Floyd, Duración: 54 minutos.
Intérpretes y personajes: Christopher Lee (conde Drácula, Vlad Tepes, él
mismo).

Se trata de un espléndido documental sobre Vlad Tepes, narrado por


Christopher Lee, quien en algunas secuencias aparecerá como El
Empalador, y en otras como el propio conde Drácula.
Visto en el Festival de Sitges, cuando era director el añorado amigo
Rífales, pudimos comprobar la valiosa documentación que aportaba al
tema que nos ocupa, narrado con amenidad e interés.

1972

THE KOPYKATS
Serie “ABC Comedy Hour”
“ABC-TV” (Reino Unido/U.S.A.)
Intérpretes: Tony Curtis (conde Drácula), Frank Gorshin (monstruo de
Frankenstein/barón de Frankenstein).
Aparición cómica de los monstruos de antaño, Tony Curtis quema sus
últimos cartuchos antes de eclipsarse definitivamente.

1973

DRACULA
”CBS-TV” (U.S.A./Reino Unido). Productor y Director: Dan Curtis, Guión:
Richard Mathenson, basado en la novela “Drácula” de Bram Stoker,
Fotografía: Oswald Morris (color), Música: Robert Cobert; Efectos
especiales: Kit West, Duración: 120 minutos.
Intérpretes y personajes: Jack Palance (conde Drácula), Simon Ward
(Arthur Holmwood), Nigel Davenport (profesor Van Helsing), Pamela
Brown (Mrs. Westenra), Fiona Lewis (Lucy Westenra), Penelope Horner
(Mina), Murray Brown (Jonathan Harker), Virginia Wetherall, Barbara
Linley, Sarah Douglas, George Pravda.

Más que digna adaptación de la novela de Bram Stoker, contando con una
buena composición de Jack Palance en el conde Drácula y en el príncipe
de Valaquia Vlad Tepes. Aunque algo fría de planteamiento y realización,
esta adaptación está lejos de las mejores versiones del tema aunque en
ningún momento sea un film en absoluto desdeñable.
Jack Palance tiene unas facciones algo brutas, más propias del voivoda
que de un refinado caballero victoriano, y por ello su versión de Drácula
puede considerarse válida.
Guión de Richard Mathenson, autor de “Soy leyenda” (I Am Legend, 1954),
una de las mejores novelas de vampiros de todos los tiempos, y también
de un relato corto, “Drink My Blood” (1951).
El film de Curtis fue visto en TVE con el título “La leyenda del conde
Drácula”. En los Estados Unidos también se proyectó en pantalla grande.

1973

THE FANS
Serie "The Evil Touch".
"Amalgamated Pictures/OLOLA Productions/Allied Artist"
(Australia/Canadí). Director: Vic Morrow. Fotografía en color. Duración: 25
minutos.
Presentador: Anthony Quayle. Protagonista: Vic Morrow (Purvis Green).
Purvis Green es un actor especializado en cine de terror, célebre por
interpretar en la pantalla al conde Drácula. Unas ancianas tomando por
ciertas sus aventuras fílmicas decidirán atravesarle con una estaca para
acabar con su supuesta maldición vampírica.

1973
MINI-MUNSTER
“ABC-TV” (U.S.A.). Especial de dibujos animados con las voces de Al
Lewis, Richard Long y Bob Diamond. Color. Duración: 50 minutos.

Se trata de una especie de revival de la familia Munster en dibujos


animados con aparición de Herman, el abuelo Drácula y su hija Lily, así
como Eddie y sus dos amigos Igor y Lucretia. Al parecer los muchachos
forman un grupo de cantantes roqueros, pero poco más se sabe de este
episodio que pasó completamente desapercibido por la televisión de su
país.

1973

DRACULA
“CBC-TV” (Canadí). MOW. Director: Jack Nixon Browne. Guión: Rod
Coneybeare.
Intérpretes: Norman Walh, Blair Brown, Nehemiah Persoff.

Versión ignota de la novela de Stoker.

1974

THE DRACULA BUSINESS


“BBC-TV” (Reino Unido). Director: Anthony de Latbiniere.

Documental sobre los grandes negocios que se han hecho explotando el


nombre de Drácula.

1976

MONSTER SQUAD
“D’Angelo Productions/NBC-TV” (Estados Unidos). Directores: Jim
Sheldon, Wes Kenney, Herman Hoffman y William P. D’Angelo. Duración
de cada episodio: 15 minutos.
Intérpretes y personajes: Mike Lane (monstruo de Frankenstein), Buck
Kartalian (hombre lobo), Henry Polic II (conde Drácula), Fred Gandy (Walt).

Walt, un estudiante de criminología, hace revivir involuntariamente las


figuras de cera del monstruo de Frankenstein, el hombre lobo y el conde
Drácula. Nada que ver con “The Monster Squad” (1987) de Fred Dekker.

1976

THE HISTORICAL DRACULA: FACTS BEHIND THE FICTION


USA/Rumanía. Director: Ian Boston.

Documental sobre Vlad Tepes y el conde Drácula, donde conoceremos los


auténticos parajes de la novela de Bram Stoker, más la música y la
tradición genuina de Transilvania.

1977

McCLOUD MEETS DRACULA


Serie “McCloud”.
“Glen Larson/Universal/NBC-TV” (U.S.A.) Director: Bruce Kessler. Color.
90 minutos.
Intérpretes: Dennis Weaver (Marshall Sam McCloud), John Carradine
(Viejo Drácula/Loren Belasco), J. D. Cannon, Terry Carter, Diana Muldaur,
Reggie Nalder.

Este telefilme pertenece a la serie protagonizada por McCloud, un


detective vestido de vaquero del lejano Oeste siempre en pugna con su
jefe (J. D. Cannon) al que lleva por la calle de la amargura.
En este episodio debe investigar una serie de crímenes cometidos por un
supuesto vampiro, uno de los sospechosos es un actor de cine de terror,
Leon Belasco, especializado en interpretar al conde Drácula, recreando
una vez más su célebre personaje. Aparición secundaria de Reggie
Nalder, a quién hemos visto asimismo como vampiro, estilo Nosferatu, en
“El misterio de Salem’s Lot”, basado en una novela de Stephen King.
1977

THE HARDY BOYS AND NANCY DREW MEET DRACULA


Series: “The Hardy Boys” y “Nancy Drew mysteries”
"Glenn A. Larson Productions/ABC/Universal" (U.S.A.). Director: Joseph
Pevney. Color. Duración: 2 episodios de 50 minutos cada uno.
Intérpretes: Parker Stevenson, Shaun Cassidy, Pamela Sue Martin, Lorne
Greene, Richard Kiel (monstruo de Frankenstein), Lisa Eilbacher y Paul
Williams.

Otro telefilme rutinario con actores típicos y tópicos de este medio.


Fotografía plana y argumento de plástico.

1977

HALLOWEEN WITH THE ADDAMS FAMILY


“Charles Fries/NBC TV” (U.S.A.). Director: Dennis Steinmetz. Episodio
especial, de larga Duración y en color de la serie “La familia Addams” (The
Addams family, 1964/1966).
Intérpretes: John Astin (Gómez), Carolyn Jones (Morticia), Jackie Coogan
(tío Fester), Ted Cassidy (Luch, el mayordomo), Suzanne Krazna (condesa
Drácula), Lisa Loring (Wednesday) y Vito Scotti.

Mediometraje especial para televisión basado en las tiras de Charles


Addams para el “New Yorker” protagonizados por una familia siniestra, con
aparición especial de una condesa Drácula que imaginamos poco tendrá
que ver con el personaje central de este libro.
Competidores de la no menos célebre familia Munster, los Addams gozan
de sólido prestigio entre los aficionados al humor negro. Tras protagonizar
la serie “La familia Addams” (The Addams family, 1964/1966), con el
mismo reparto que este telefilme, aparecieron en dos series de dibujos
animados producidas ambas por Hanna-Barbera, una en 1973 y otra en
1992. Su curriculum se completa con dos excelentes largometrajes
protagonizados por el malogrado Raul Julia: “La familia Addams” (The
Addams family, 1991) y “La familia Addams: la tradición continúa” (Addams
family values, 1993) dirigidas por Barry Sonnenfeld. También fueron objeto
de una parodia pornográfica, “The Maddam’s familiy, 1992) de Herschel
Savage.
Para la anécdota debemos reseñar que el tío Fester de la serie para la
NBC, Jackie Coogan, cuando era niño fue aquel Chiquilín del cine mudo
que coprotagonizó “El chico” (The Kid, 1921) del genial Charlie Chaplin, el
inolvidable Charlot.

1978

COUNT DRACULA
Serie “Great Performances”.
”BBC-TVV” (Reino Unido). Productor: Morris Barry, Director: Philip Saville,
Guión: Gerald Savory, basado en la novela de Bram Stoker, Videotape en
color, Operador: Peter Hall, Duración: tres Capítulos de 60 minutos cada
uno.
Intérpretes y personajes: Louis Jourdan (conde Drácula), Frank Finlay (Van
Helsing), Susan Penhaligon (Lucy Westenra), Judi Bowker, Mark Burns,
Jack Shepherd, Rosco Hogan, Richard Barnes, Ann Queeensbury.
Exteriores grabados en el País de Gales.

Digna adaptación de la novela de Bram Stoker realizada por la televisión


británica, utilizando película electrónica. Si la reconstrucción de la época
es fiel, en cambio Louis Jourdan es un poco blando para el personaje, al
que le falta garra y fuerza. Es un buen actor, sin ninguna duda, pero no se
adapta a su papel, por contra el resto del reparto cumple a la perfección su
cometido.

1979

HAY QUE MATAR A DRACULA


“Canal 13, Buenos Aires” (Argentina). Director: Alberto Rinaldi. Guión:
Máximo Soto, según la novela de Bram Stoker. Videotape en color.
Decorados: Seijas. Duración: 90 minutos.
Intérpretes y personajes: Gianni Lunadei (conde Drácula), Narciso Ibáñez
Menta (Abraham Van Helsing), Patricio Contreras (Arthur), Graciela Dufau,
Mariángeles, Pepe Novoa, Elizabeth Kilian y Luisa Kuliok.
Estudios Argentina Sono Film, Martínez (Argentina).
Programado el día 15 de diciembre de 1979.

Se trata de una versión bastante fiel de la novela de Bram Stoker,


adaptado por Máximo Soto, autor también de adaptaciones de las obras de
William Shakespeare para la pequeña pantalla, como “Julio César” de gran
éxito en las Pampas argentinas.
En 1979, en la Argentina, el célebre vampiro estaba de moda. Diversas
adaptaciones y comedias triunfaban en los teatros de Buenos Aires como
“Esta noche, Drácula”, estrenada en el Teatro de la Cortada, o “Drácula”
con Sergio Renán, programada en el Odeón.
Gianni Lunadei consiguió éxito con la versión “El conde Drácula” de Ted
Tiller en el Cómico, estrenada el 15 de enero, una versión humorística que
caía en el guiñol.
Al revés que Bela Lugosi quien tras triunfar con el personaje lo parodió,
Lunadei grabó una adaptación seria, fiel a la novela, tras haberlo
interpretado en broma en las tablas. Patricio Contreras, también
especializado en papeles cómicos se convirtió ocasionalmente en actor
serio en esta grabación maratoniana.
Tras los oportunos ensayos, los actores trabajaron tres días y parte de las
noches en esta adaptación televisiva que subrayaba el aspecto romántico,
anticipándose a las versiones de John Badham y Francis Ford Coppola.
Narciso Ibáñez Menta había interpretado al profesor Van Helsing en una
adaptación de Hamilton Deane y John L. Balderston, presentada en el
Teatro de la Comedia de Madrid en noviembre de 1978, con escasa
aceptación taquillera. Resulta curioso que en aquellas mismas fechas, la
misma adaptación había conseguido un brillante éxito en Broadway con
Frank Langella al frente del reparto. (29)
En “Hay que matar a Drácula”, Van Helsing es un hombre duro, según
palabras de Narciso Ibáñez Menta (30) “Esta versión está encarada de otra
manera, ofrece un Drácula más humano, más romántico. Del profesor, casi
diría que es un ser diabólico, un fanático religioso más bien que un
investigador. El resultado ha sido muy alentador, estamos todos muy
contentos”.
Según Gianni Lunadei: “Esta versión es decididamente romántica. Diría
que tiene que ver con muchos adagios de Saint-Saíns. Siempre relacionó
a Drácula con la cosa épica, ciertamente trágica. Estoy seguro de que si
Sófocles o Esquilo hubieran tomado el tema del vampirismo, hubieran
hecho una tragedia con este personaje”.

1979

COUNT DRACULA, THE TRUE STORY


Documental (Canadí). Director: Yurek Fijalkowski.

Documental sobre Vlad Tepes con imágenes rodadas en Transilvania,


subrayada por la música de esta región rumana.

1979

THE CURSE OF DRACULA


Serie “Cliffhangers”
“NBC - TV” (U.S.A.). Productor: Richard Milton. Director y guión: Ken
Johnson. Director de fotografía: Howard Schwartz (color). Música: Joe
Harnell. Duración: 50 minutos.
Intérprete y personaje: Michael Nouri (conde Drácula), Stephen Johnson,
Carol Baxter.

Serie dedicada a rendir homenaje a los antiguos seriales. Se trata de un


programa de una hora de Duración, incluyendo anuncios (unos diez
minutos), que se dividía en tres subprogramas distintos: “Stop Susan
Williams” (serial a lo Pearl White), “The Secret Empire” (serial de ciencia
ficción con un sheriff del Oeste que encuentra una sociedad futurista bajo
la tierra) y “The Curse of Dracula”, versión modernizada del mito que nos
ocupa.

1979

THE HALLOWEEN THAT ALMOST WASN'T


"Concepts Unlimited/ABC" (U.S.A.). Productor: Coleman Jacoby. Director:
Bruce Bilson. Guión: Gaby Monet. Fotografía: color. Duración: 25 minutos
cada episodio.
Intérpretes y personajes: Judd Hirsch (conde Drácula), John Schunck
(monstruo de Frankenstein), Mariette Hartley, Henry Gibson (Ygor), Jack
Riley (el hombre lobo), Robert Fich (la momia) y Josip Elic.

También conocida como "The Night Dracula Saved the World", se trata de
un telefilme corriente y moliente donde la personalidad de sus autores
brilla por su ausencia. John Schunck, aquí ejerce de monstruo de
Frankenstein, antes de encarnar años después a su paródico Herman
Munster.

1980
OBAKE NO SAMBA
Serie. “Watanabe Kikaku/Tokyo Hoso” (Japón). Director: Yukito Aizawa.
Duración de cada episodio: 15 minutos.
Intérpretes y personajes: Minorv Sado (el conde Drácula), Hitoshi Omeae
(monstruo de Frankenstein), Takeshi Sasano (hombre lobo), Midori
Fukuhara y Jiro Sakagami.

Parodia cómica donde los graciosos de turno acuden a una mansión


encantada, encontrándose con el conde Drácula, el monstruo de
Frankenstein, un fantasma y el hombre lobo.

1980

MR. AND MRS. DRACULA


Serie de televisión. "ABC-TV" (U.S.A.). Guión y producción: Robert Klane.
Director: Doug Rogers.
Intérpretes: Dick Shawn (conde Drácula), Carol Lawrence, Barry Gordon.

Imaginamos que se trata de una serie de humor a la americana, ya que su


protagonista es el desaparecido cómico Dick Shawn a quien hemos visto
en diversas comedias cinematográficas.

1980

THE FLINSTONES MEET ROCKULA AND FRANKENSTONE


Serie "Los Picapiedra" (The Flinstone).
"Hanna-Barbera/NBC-TV" (U.S.A.). Directores: Ray Patterson and Chris
Cuddington. Fotografía en color. Duración: 60 minutos. Voces en la versión
original: Henry Corden, Jean Vander Pyl, Mel Blanc, Gay Vatterson, Ted
Cassidy.

Telefilme especial de la serie "Los Picapiedra" donde los simpáticos


trogloditas se encuentran al vampiro Rockula y al monstruo de
Frankenstone. Como sus nombres indican se trata de las versiones
cavernícolas de los famosos personajes del cine fantástico.

1980
HAPPY DAYS
“Paramount/Miller-Milkis-Boyett Productions/Hendersons Production
Co/ABC-TV” (U.S.A.). Director: Jerry Paris.
Intérpretes y personajes: Henry Winkler (Fonzie/Doggie, el monstruo),
Marion Ross, Anson Williams, Erin Moran, Al Molinaro y Tom Bosley
(conde Drácula).

Poco datos se tienen de este telefilme, pero por lo que se ve se trata de


una comedia para la televisión americana ya que su director es autor de
diversos episodios de “Loca academia de policía”. El rechoncho Tom
Bosley es actor habitual de los telefilmes policiacos especializado en
papeles de hombre bonachón y afable.

1980

EL SHOW DE BENNY HILL (BENNY HILLS)


“Thames TV” (Reino Unido). Duración 25 minutos. Intérprete: Benny Hill
(Drácula).

En un episodio Benny Hill parodia al conde Drácula contra el Hada


Madrina. Humor chabacano y vulgar. El vampiro perseguirá a las chicas
ligeras de ropa, salen unos policías con pistolas de agua, adornada con
música infame. Nada que ver ni con Peter Sellers ni con la Monty Python,
buenos ejemplos de un humor típicamente británico e inteligente.

1981

HENSHIN NINJA ARASHI


Japón. Serie de diversos episodios. Sin más datos.
Personajes: El conde Drácula, el hombre lobo, la momia y Franken, el
monstruo de Frankenstein.

Nuevo show nipón del que apenas sabemos nada en Occidente,


naturalmente ya que en España las productoras americanas lo
monopolizan casi todo.

1981
THE MUNSTERS’ REVENGE
”NBC TV/Universal TV” (U.S.A.). Productor: Arthur Alsberg y Don Nelson,
Director: Don Weiss, Guión: Arthur Alsberg y Don Nelson, basado en la
serie “The Munster” (1964), Fotografía: H. L. Wolf (color), Director Artístico:
J. M. Bachman, Maquillaje: Karl Silvera y Abe Haberman, Música: Vic
Mizzy, Efectos sonoros: Glen Hoskinson, Duración: 95 minutos.
Intérpretes y personajes: Fred Gwynne (Herman Munster), Yvonne De
Carlo (Lily Drácula Munster), Al Lewis (Abuelo, conde Drácula), Sid
Caesar, Robert Hastings (un primo, Fantasma de la Opera), Jo McDonnell
(Marilyn Munster), K. C, Martel (Eddie Munster), Gary Vinson, Ezra Stone
(Dr. Lichtlighter), Peter Fox, Herbert Voland, Charles Macaulay, Colby
Chester, Michael L. McManus, Al White, Barry Pearl, Howard Morris.
Filmada en los Estudios Universal, Hollywood.

Un criminal crea dos robots idénticos a Herman y al Abuelo, a los que


manipulará para que realicen acciones delictivas. Perseguidos por la
policía, ambos deberán desenmascarar al culpable de la usurpación de
personalidad y poner en evidencia su honradez.
Diecisiete años después de la cancelación de la serie original, la familia
Munster vuelve a reunirse para rodar un nuevo episodio para la pequeña
pantalla según tradición de la televisión americana que periódicamente
rueda cintas nostálgicas con los héroes de antaño. Recordemos el caso
del agente de Cipol (UNCLE en el original) o del superagente 086, quienes
volvieron algo más viejos a sus antiguas aventuras televisivas.
Esta vez habrá algún cambio en el reparto, Eddie y Marilyn por cuestiones
lógicas de edad. Este telefilme satisfizo plenamente a los seguidores de la
serie, era como un reencuentro con viejos amigos a los que se añoraba
desde hace mucho tiempo.
Aparte de los personajes citados, aparecía también un hombre lobo adulto
y la Criatura del Lago Negro.

1982

DRACULA
"H.B.O." (U.S.A.). Inspirado en la novela de Bram Stoker. En color.
Intérprete: Frank Langella (conde Drácula).

Tras haber interpretado a Drácula en teatro y en cine, Frank Langella


protagoniza esta adaptación para televisión por cable. Se tienen muy
pocos datos de este telefilme.

1982

VINCENT PRICE'S DRACULA


"M&M Film Productions/Atalantis" (Reino Unido). Director: John Muller.
Fotografía: color. Duración: 50 minutos.
Intérpretes: Vincent Price (presentador).

Vincent Price narra con su peculiar voz la leyenda de Vlad Tepes y la


leyenda del conde Drácula, apareciendo imágenes de diferentes films
como "Mark of the Vampire" (1935), "Return of the Vampire" (1935) y "The
Return of Dracula" (1957).

1983

EL CINE DE TERROR
(THE HORROR OF IT ALL)
”Wombat” (U.S.A.). Productor: Gene Feldman y Suzette Winter, Dirección y
Guión: Gene Feldam, Fotografía: Rick Robertson, Bob Jaye y Jeff
Weinstock (color), Montaje: Barbara Glazer, Duración: 60 minutos.
Narrador: José Ferrer.
Apariciones especiales: Rouben Mamoulian, Roger Corman, John
Carradine, Robert Bloch, Curtis Harrington, Martine Beswick, Gloria Stuart,
Herman Cohen, Dana Andrews, David Del Valle.

Un telefilme que narra la historia del cine de terror desde sus inicios hasta
los años sesenta con presencia de algunos protagonistas significativos.
Vemos asimismo imágenes de varios films del género fantástico, entre
ellas “Nosferatu el vampiro” de Murnau y “Drácula” de Fisher, con
fotografías de la caracterización de Bela Lugosi.
En un conjunto harto entrañable solo queda por destacar la presencia
siempre agradable de mi musa Martine Beswick, así como diversas
imágenes del taller de Roger Corman mostrando algunos trucajes
modernos.

1985
DRACULA: LUGOSI THE FORGOTTEN KING
“Operator 13 Productions” (U.S.A.). Directores: Mark S. Gilman y Dave
Stuckley. Color y blanco y negro. Documental. Narrador: Forrest J
Ackerman.
Personajes entrevistados: Caroll Borland, Ralph Bellamy, Alex Gordon,
John Carradine.

Documental sobre la vida y la carrera cinematográfica de Bela Lugosi, con


inclusión de trailer y fotos de plató de sus películas, incluyendo material
muy raro de Drácula. Un telefilme muy valioso para todos los aficionados al
género fantástico que se precien de serlo.

1986

LA TIA DE FRANKENSTEIN
(FRANKENSTEIN’S AUNT)
”Beta Film/Slovensky Film/TVE” (Repíblica Checa/España). Director: Juraj
Jakubisko, Guión basado en la novela de Allan Rune Pettersson,
Fotografía en color, Duración: 90 minutos (versión cinematogrífica) 4
episodios de 55 minutos (versión televisión).
Intérpretes y personajes: Viveca Lindfords (la tía de Frankenstein), Ferdy
Mayne (conde Drácula), Jacques Herlin (Igor), Flavio Bucci (el hombre
lobo), Gerhard Karzel (Albert, el monstruo de Frankenstein), Barbara De
Rossi (Klara), Eddie Constantine (Ondino, el hombre del agua), Tilo
Pruckner (el hombre del fuego), Mercedes Sampietro (la mujer blanca).
Filmada en la República Checa.

Esta coproducción internacional es una comedia protagonizada por los


viejos monstruos del cine y otros menos conocidos, como ese Ondino que
interpreta Eddie Constantine. De nuevo nos encontramos a Ferdy Mayne,
el conde Von Krolock de “El baile de los vampiros” y el mismo conde
Drácula de “Vampire Happening”, sin olvidarnos de “The Horror Star”
(1982) de Norman Thaddeus Vane, centrada en un actor de cine
terrorífico.
La realización es excesivamente fría para interesar, los personajes
fantásticos están muy desvirtuados. Aunque mejor dicho están
deformados, aquí son seres amables y educados. El monstruo de
Frankenstein es un joven más interesado en las muchachas que en
asustar al público, el conde Drácula es un galán otoñal siempre intentando
seducir a la tía de Frankenstein.
A pesar de contar con excelentes decorados naturales, el castillo de
Drácula es de ensueño, la película no interesa y la serie de televisión más
alargada aún menos. Dirigida a un público infantil, cualquier relación con
un auténtico film fantástico es pura coincidencia.
Con el mismo título existe una película “La tía de Frankenstein”
(Frankenstein’s Great Aunt Tillie, 1984) de Myron J. Gold, con Yvonne
Furneaux y Donald Pleasence, pero tampoco tiene interés.

1988

COUNT DUCKULA
"Cosgrove Hall Productions" (Reino Unido). Fotografía en color. Voces en
la versión original de David Jason, Jack May, Brian Trueman, Jimmy
Hibbert, Ruby Wax.
Serie de dibujos animados compuesta por episodios de 25 minutos cada
uno.

El pato Duckula (véase el juego de palabras, "duck" quiere decir "pato" en


inglés, pronunciándose "Dákula") es un vampiro vegetariano, siempre
acompañado por su sirviente Igor, su ama de llaves Nanny, y perseguido
por el Doctor Van Goosewing.
La animación es francamente divertida y dirigida a un público
completamente infantil. Buena atmósfera pese a todo.

1988

LA FAMILIA MUNSTER HOY


(THE MUNSTERS TODAY)
(U.S.A.) Productor: Arthur Annecharico, Directores: Norman Abbott, Bonnie
Franklin y otros, Videotape Beta címaras, en color. Duración de cada
episodio, 25 minutos.
Intérpretes y personajes: John Schunck (Herman Munster), Lee Meriwether
(Lily Drácula Munster), Howard Morton (Abuelo, Vlad Drácula), Jason
Marsden (Eddie Munster), Hilary Van Dyke (Marilyn Munster).

Cara y cruz. Si “La familia Munster” era una serie excelente, en cambio,
esta secuela en color con película electrónica es completamente mediocre.
Una serie donde los personajes originales aparecen completamente
desdibujados, exentos de la ironía que gozaron antaño.
El decorado de la casa de 1.313 Mockingbird Lane es sustituida por una
maqueta, el niño más que un licántropo parece un travestí del Barrio
Chino, Herman es más zoquete que otra en la versión anterior. Toda la
ironía del original ha desaparecido y también su encanto.
Más que un programa sobre la familia Munster parece la hortera serie de
Will Smith o Jaleel White, ese adolescente negro de “Cosas de casa”, ya
que tan célebre clan aparece completamente domesticado, sin ninguna
personalidad.
La serie no gustó a nadie y enseguida fue cancelada. Referente al tema
que nos ocupa, el Abuelo hace múltiples referencias a su glorioso apellido,
Drácula, intentando vanamente su vinculación al mito creado por Bram
Stoker, pero no lo consigue. Los guiones son tan flojos que lo único a que
queda vinculada la serie es a la indiferencia.

1990

THE WORLD OF HAMMER


"Hammer Film Production Ltd" (Reino Unido). Productor: Roy Skeggs.
Productor ejecutivo: Robert Sidaway. Guionistas y creadores: Ashley
Sidaway y Robert Sidaway. Montaje: Ashley Sidaway. Música cabecera:
Brian Bennett.
Narrador: Oliver Reed.

Recopilación de fragmentos de films de la Hammer, incluyendo la serie


sobre Drácula.
La Hammer dejó inéditos los siguientes films sobre el conde Drácula: “The
Revenge of Dracula” (1958), guión de Jimmy Sangster rechazado por
Christopher Lee que temió el encasillamiento; “Dracula in India” (1971),
también conocido como “Kali: Devil Bride of Dracula”); “Hammer Horror’s”
(1972), una serie de televisión de 26 Capítulos, donde se iban a rodar
remakes de los films más famosos de la Hammer; “The Insatiable Thirst of
Dracula” (1974); “The Plague of Dracula” (1974); “Vampirella” (1975), una
vampira mítica que viene del planeta Drakulón de donde procede también
el conde Drácula; “Vlad the Impaler”, la verdadera historia del Drácula
histórico; “The Dracula Odyssey” (1976); “Dracula” (1978), una versión
modernizada; “Dracula… Who?” (1983), guión de … ¡Ingrid Pitt!;
“Dracula… the Beginning” (1984) y “Dracule” (1984).
El fracaso más lamentable fue el proyecto de “Victim of His Imagination”
(1972), un guión de Don Houghton, con Shane Briant como Stoker y
Christopher Lee como Henry Irving. El guión trataba de la búsqueda del
personaje de Drácula por parte del escritor irlandés.
El proyecto más esperado, y abortado para desdicha de los amantes de la
Hammer, fue sin duda el de “Dracula Walks the Night” que databa de 1971.
Producida por Anthony Nelson-Keys y Anthony Hinds (alias John Elder),
contaba con un guión de Richard Mathenson y Jimmy Sangster, y la
dirección de Terence Fisher. El reparto era de sueño: Christopher Lee
(conde Drácula), Peter Cushing (Abraham Van Helsing), James Donald
(Sherlock Holmes), Michael Ripper (Dr. Watson), Jack Palance (Macatta),
Barbara Shelley, Michael Gough, Ronald Lewis, Duncan Lamont, Thorley
Walters, Andrew Keir, Michael Gwynn, Jack McGowran, Freda Jackson,
Ferdie Mayne, Susan Farmer y Hazel Court. La película era una recreación
del cine gótico de la Hammer y contaba con un generoso presupuesto.
Drácula atacaba en Londres y el profesor Van Helsing se aliaba con
Sherlock Holmes y el doctor Watson para acabar con el vampiro. Sin
embargo la mala situación económica de la compañía, que en aquella
época iba perdiendo mercado, arruinó tan bello proyecto.

1990 - 1991

DRACULA - THE SERIES


“Blair Entertainment/Universal” (Luxemburgo/U.S.A.). Productor: Robert
Halmi y David Patterson. Director: Alan Eastman, Allan King, René
Bonniere, Randy Bradshaw y Jeff Woolnough. Guiones: William Laurin,
Glenn Davis, Phil Bedard, Larry Lalonde, Peter Meech, Stu Wooley. Color.
Duración: 25 minutos cada episodio.
Intérpretes y personajes: Geordie Johnson (Drácula/Alexander Alucard),
Bernard Behrens (tío Gustav Helsing), Jacob Tierney (Max Townsend), Joe
Roncetti (Chris Townsend), MIa Kirshner (Sophie Metternich).

También conocida como “Dracula 90”. Serie de corte infantil


protagonizados por tres niños enfrentados a un vampiro de opereta, esta
vez encarnado por Geordie Johnson.
El upiro se llama aquí Alexander Lucard, presidente de una multinacional.
Su principal contrincante, el tío Gustav, es nieto del profesor Van Helsing.
La serie se hundió en el más estrepitoso de los ridículos.

1991
DRÁCULA
“Marte Televisión” (Venezuela). Director: Humberto Morales. Guión: Kiko
Olivier. Cámara en video: Ivan Aíel (color). Maquillaje: Rafael Reyes y
Henry Zapata, Efectos especiales: Abraham Collazo, Montaje: Alberto
Ponte y Sal Borges, Vestuario: Antonio Alfonzo y Rita Roudina, Música:
Francisco Cabrujas. Duración: 77 minutos.
Intérpretes: Astrid Carolina Herrera (Vivian), Rodolfo Drago (Drácula),
Aroldo Betancourt (Hermógenes), Julie Restipo (Adelita), Erik Noriega
(Camacho), Luis A. de Mozos (padre Soler).

En un pueblo venezolano aparecen tres cadáveres desangrados, poco


después un ataúd flotando en el río. Nadie es capaz de abrirlo para
conocer su contenido.
Irrisoria muestra de culebrón televisivo adornado con un Drácula de
fotonovela. Los diálogos son imposibles de soportar y la interpretación
general penosa, a excepción de la protagonista Astrid Carolina Herrera,
muy seductora como vampira, y del Luis A. de Mozos como sacerdote,
aunque perjudicado por un guión infame.
En cuanto a realización, completamente indigesta pese a breves
momentos afortunados (el ataúd flotando en el río o la levitación de la
vampira frente al asombrado brujo), sólo podemos añadir que al lado de
Humberto Morales, Jesús Franco es Orson Welles. ¿Queda entendido?

1991

DRACULA CINEMATIC SCRAPBOOK


"Rhino Video" (U.S.A.). Director: Ted Newson. Video: Color y blanco y
negro. 50 minutos.

Trailers de films de Drácula de la Universal y de la Hammer, incluyendo


"Nosferatu, el vampiro" de Murnau, "Billy the Kid versus Dracula" (1965) y
"One More Time" (1970). El más interesante es el de "La marca del
vampiro" (1935) donde Bela Lugosi se dirigía a la audiencia con su
malévola sonrisa. Un plano impagable que bien se merecía haberse
rescatado del olvido.

1991
OLLA DE GRILLOS
“TVE” (España) Programa infantil. Emisiín del día 7 de septiembre de
1991.
Actor invitado: Paul Naschy (conde Drácula).

“Olla de grillos” era un olvidable programa infantil de un humor


inaguantable. Consistía en un concurso con diversas atracciones,
intercaladas por una historieta más o menos ridícula donde se realizaban
aquellas tonterías que se supone hacen reír a nuestros niños españoles.
En la emisión del día 7 de noviembre, aparecieron unos sketchs paródicos
sobre el conde Drácula, donde el en otro tiempos célebre Rey (?) del
Terror, Paul Naschy, se arrastraba penosamente intentando vanamente
hacernos reír. Bela Lugosi en su declive se vio forzado a realizar parodias
de su personaje, pero al menos supo hacerlas con dignidad. Todo lo
contrario del caso que nos ocupa donde se nos demuestra que el señor
Molina (Naschy) no amaba tanto al género como pretendía.

1991

QUE ME QUITEN LO CHUPAO


Serie “Cine por un tubo”
“TVE” (España). Director y guionista: Manuel Summers. En color.
Duración: 55 minutos.
Intérpretes y personajes: León Klimovsky (conde Drácula), Lola del
Píramo, Chenchi Arias.

Un conde Drácula envejecido necesita la ayuda de enfermeras y


familiares.
Se trata de una serie del desaparecido Manuel Summers, en plena
decadencia creativa, donde se parodiaban diversos géneros
cinematográficos. En este episodio cuenta una historia de un Drácula senil,
interpretado precisamente por el argentino León Klimovsky. Nacido en
Buenos Aires en 1906, Klimovsky se inicia en el cine en su país llegando a
España en 1949, aunque empezó a rodar regularmente en nuestro país
hacia 1954. A él le debemos la realización de “La noche de Walpurgis”
(1970), el mayor éxito comercial del cine fantástico español, “La saga de
los Drácula” (1972), “La orgía nocturna de los vampiros” (1972), “El extraño
amor de los vampiros” (1975) y otras cintas de la etapa 1968-1975 donde
se rodaron diversas películas de este género en España. A partir de 1978
fue apartado de la realización trabajando como asesor de José Frade y
realizando diversas apariciones como actor, recordemos “Serpiente de
mar” (1984) de Amando de Ossorio.
En “Que me quiten lo chupao”, el veterano actor y director argentino
parodia a un conde Drácula senil, sirviendo lo más dignamente posible a
un guión de humor un tanto chabacano y vulgar. La figura de León
Klimovsky me merece demasiado respeto para hacerle un comentario
despectivo, porque no se lo merece.
Manuel Summers (1935-1993) fue una gran promesa del cine español,
pero no alcanzó sus objetivos tal vez por debilidad de carácter, dejándose
llevar por un cine de pésimo gusto, aunque debemos reconocer que era un
excelente humorista gráfico y que en sus “monos” diarios conseguía tiras
de indudable gracia, una gracia que desgraciadamente jamás encontramos
en sus películas.

1992

DRACULIN
(DRACULITO, MON SAIGNEUR / LITTLE DRAC)
Serie de TV, animaciín. “IDDH / SFP Production / Renaissance Atlantic /
M6” (Francia). Realizadores: René Huchez y Barham Roham. Asistentes:
Caroline Gricheux e Isabelle Lantrain. Coordinación: Valerie Godard. Guión
y adaptación: France Helene Joubaud, según una idea original de Bruno
Rene Huchez. Story Boards: Bruno Lefloch, Alain Mignot y Marc Robinet.
Coordinadores: Jacqueline Memin, Sylvie Rogeron y Olivier Boronade.
Edición musical: Groupe Bruno y René Huchez. Ingeniero de sonido:
Pascal Coquelin. Post-producción: S.F.P. Post-sincronización: H2 Prod.
Duración: 25 minutos cada episodio.

Una serie infantil protagonizada por un niño vampiro, hijo del conde
Drácula, que vive en un castillo de Transilvania con una cohorte de
extraños familiares. Referencias a los antecesores del personaje de
Stoker, como si en la prehistoria ya existieran Dráculas ignorando el
verdadero origen de este nombre confundiendo al público al cual va
dirigido.
En realidad se trata de un espectáculo para niños, para ello se utiliza un
lenguaje que los productores consideran adecuado para la gente menuda
y que resulta insoportable para los adultos. A veces uno cree que estos
telefilmes en vez de estar dirigido a los infantes tiene como destinatario
espectadores mentalmente disminuidos y que sus responsables se creen
que los niños son tontos. Es por ello que uno considera que esta serie está
lejos de ser conseguida, es de animación torpe y guiones chapuceros. Su
sentido del humor inexistente. Pero por desgracia es el clásico
subproducto que sólo interesa a los cerebros (?) rectores de las
televisiones públicas.

1992

BLOOD LINES - DRACULA


“Columbia TV” (U.S.A.). Productor y Director: Jeff Werner, Guión: Kingdoid
Jones, Fotografía: Dan Yarusi (color), Maquillaje: Ann Masterson, Montaje:
Oreet Rees, Productores asociados: Kincaird Jones y Kenneth Fuchs.
Duración: 25 minutos.
Personajes entrevistados: Gary Oldman, James V. Hart, Anthony Hopkins,
Winona Ryder, Francis Ford Coppola, Norine Dresses (autora del libro
“American Vampires”), Donald A. Reed (presidente Count Dracula
Society).

Se trata de un reportaje sobre el rodaje del film de Coppola sobre Drácula.


Vemos la primera lectura del guión, ejercicios de vocalización de Gary
Oldman cantando canciones de “West Side Story”, ensayos con ropas de
calle y otros en el mismo plató. La secuencia más emotiva es la entrada de
Lucy (Sadie Frost) en la cripta con una niña entre sus brazos. Como la
criatura lloraba desconsoladamente, el realizador Francis Ford Coppola la
sentaba sobre sus rodillas para tranquilizarla con gran delicadeza.
Resulta curioso, por ejemplo, ver a la propia Sadie Frost vestida de
vampira haciéndole carantoñas a la niña para que no tuviera ningún miedo
de ella durante el rodaje de esta secuencia.
Gary Oldman nos demuestra en estas secuencias su gran categoría
artística, el rigor con que construye su personaje de Drácula, sin dejar sitio
a la improvisación. De hecho si esta película tiene algunos errores son de
concepción del guión y de diseño del vestuario, no imputables al propio
actor que ha seguido las directrices de Coppola.
De todas formas es estupendo ver un rodaje desde dentro, sin las
desorbitadas pretensiones del “Vampir-cua de cuc” de Pere Portabella,
comprobando la gran profesionalidad de sus Intérpretes y del equipo
técnico.
En Canal 33 , segundo canal de la televisión catalana, este documental fue
emitido con el título “Arrels de sang” en 1993, siendo presentado por
Jaume Figueras y por Joan Carles Romeu disfrazado de Drácula con las
consabidas bromas sobre el personaje de Stoker.

1993

DRACULA
”L.W.T.” (Reino Unido). Productor: Daniel Willis, Productor ejecutivo: Peter
Pearson, Director: Daniel Willis, Documentaciín: Tim Morrison, Címaras:
Graham Barnes, Phil Gries, Andy Shuttleworth, Mark Pigden y Trevor
Salmon (color), Montaje: Andy Marangene, Sonido:John Pearson, Bob
Blanvelt, Lee Smith y Kevin Paice , Duración: 50 minutos.
Personajes entrevistados: Gary Oldman, Winona Ryder, Christopher Lee,
Carol Borland, James V Hart, Francis Ford Coppola, Sadie Frost, Leonard
Wolf, Tina Rath (sociedad de vampiros), Daniel Farson (sobrino segundo
de Bram Stoker), Stephen Jones, Carole Bohanan (presidenta sociedad de
vampiros), Reverendo Sean Manchester (exorcista y vampirílogo) y una
entrevista retrospectiva de Bela Lugosi.
Programado en Canal 33 (Barcelona), programa “Canal 34”.

Documental sobre Drácula y su filmografía, estudiando su leyenda y su


influencia en el mundo moderno. Diversas personalidades relacionadas
con sus películas aparecen para acercarnos más al mito. Destinado a la
televisión, repleto de bustos parlantes, al menos podemos conocer detalles
interesantes del rodaje de Coppola, así como el paralelismo de los
personajes de la novela con personas reales que conoció Stoker en su
vida.

1994

FLESH AND BLOOD


"British BBC". Director: Ted Newsom. Video en color. Programado en
verano 1994.
Narrado por Christopher Lee y Peter Cushing. Apariciones de Roy Ward
Baker, Michael Carreras, Peter Cushing, Val Guest, Christopher Lee,
Caroline Munro, James Bernard, Veronica Carlson, Joe Dante, Ray
Harryhausen, Francis Matthews, Christopher Neame, Raquel Welch,
Martine Beswick, Hazel Court, Freddie Francis, Andrew Kier, Ferdy Mayne
y Jimmy Sangster.
Este vídeo supone la última aparición de Peter Cushing, una leyenda del
fantástico, en una pantalla aunque sea de televisión, medio donde también
brilló con esplendor. A los 81 años nos dejó para siempre, era el 11 de
agosto de 1994, dejando tras de sí una obra importante. En abril del mismo
año, el productor Michael Carreras le había precedido a la edad de 66.
En "Flesh and Blood" nos reencontramos una vez más con aquellas
imágenes maravillosas que crearon toda una época que desgraciadamente
jamás volverá a repetirse desfilando los rostros más significativos de la
productora británica, destacando la serena madurez de Martine Beswick y
Caroline Munro, las indiscutibles musas del género. Material inédito,
secuencias cortadas por la censura, metros de películas caseras filmados
para pases particulares. Un auténtico sueño.

1995

TRANSILVANIA
Serie: “Las auténticas aventuras del profesor Thompson”.
“Filman/TVE” (España). Director: Juan Pina. Director de animación:
Roberto Margano. Coordinación general: Manuel Almela. Diseño de
personajes y decorados: Roberto Margano, Manuel Almela y Juan Ramón
Pina. Story boards: Roberto Margano, Manuel Almela y Valentín
Domenech. Director de las voces: Luis Lorenzo. Fotografía: color.
Duración: 25 minutos.
Voces y personajes: Narciso Ibáñez Menta (conde Drácula/Otto),
Francisco Portés (profesor Thompson), Angel de Andrés (Boris), Julia
Trujillo (Frida), Manolo Andrés (Apestophis), Ismael Abellán (Sepis), Jesús
Prieto (Poro Tosis), Luisa Armenteros (Helga), Laila Ripoll (Peter), Luis
Lorenzo (Lasagna).

El profesor Thompson y sus pintorescos amigos viajan a Transilvania,


aterrizando en el aeropuerto de Bistrita, tras pasar el Paso del Borgo
llegarín al castillo del conde Drácula, casualmente doble de uno de los
viajeros provocando numerosos enredos.
Serie de corte infantil realizada por Juan Pina, autor asimismo de una serie
de episodios de “Los Picapiedra” de Hanna y Barbera dibujados en
España, ya que dicha firma no daba abasto en la producción de estas
series encargando muchos episodios a equipos extranjeros.
Narciso Ibáñez Menta prestará su voz grave al célebre vampiro de Bram
Stoker, uniendo una vez más su nombre al conde Drácula.
1995

VUELVEN LOS MUNSTERS


(HERE COME THE MUNSTERS)
“Universal Video” (U.S.A.) Director: Robert Ginty. Productor: John Landis.
Guión: Jim Fisher y Bill Prady. Color.
Intérpretes: Edward Herrmann (Herman Munster), Robert Morse (Granpa
"Drácula") Veronica Hamel (Lily Munster), Christine Taylor (Marilyn Hyde).
Mathew Botuchis (Eddie Munster), Troy Evans (Detective Warshowski),
Joel Brooks (Larry Walker), Sean O'Bryan (Detective Cartwell), Mary
Woronov (Mrs. Dimwitty), Jeff Trachta (Brent Jeckyll), Max Grodénchik
(Norman Hyde), Judy Gold (Elisa Munster Hyde), Amanda Bearse (Mrs.
Pearl), Irwin Keyes (Hombre de un sólo ojo), Jim Fisher (aldeano), Yvonne
De Carlo, Al Lewis, Pat Priest y Butch Patrick (clientes del restaurante) .
Duración: 86 minuts.

Nuevo remake de “La familia Munsters” con descendiente de Drácula


incluido, esta vez bajo el rostro de Robert Morse, un actor cómico que en
su día pretendió desbancar sin éxito a Jerry Lewis.
La novedad de este telefilme radica en que nos muestra el inicio de la
serie, es decir cómo esta simpática familia de monstruos de Transilvania
decide emigrar a los Estados Unidos huyendo de las iras de los aldeanos.
en los créditos aparecen secuencias de "El doctor Frankenstein" y de "La
novia de Frankenstein" de James Whale, en glorioso blanco y negro, hasta
llegar a un abrupto castillo donde habitan la célebre y entrañable familia.
Este telefilme tenía el problema de su precedente, "La familia Munster,
hoy", que nos había dejado muy mal sabor de boca. Pero a las primeras
secuencias nos cautivaron. Su metraje rinde homanaje a la serie original
apareciendo los supervivientes del reparto original en un restaurante como
clientes (Fred Gwynne, el gran ausente, ya había fallecido). Todo es
entrañable y simpático. La lucha de los Munsters para integrarse en la
nueva sociedad norteamericana, la ambientación, los maquillajes. Los
actores están todos bien.
Volvemos a encontrarnos con 1.313 Mockingbird Lane, Mockingbird
Heights. Se trata de una mansión muy parecida a la original, un habitat
tenebroso y a la vez confortable. Los Munsters europeos congenian con
Marilyn, su pariente americana, y conocemos a los padres de ésta. La
hermana de Herman, Elisa Munster Hyde, muy parecida a la Elsa
Lanchester de "La novia de Frankenstein", quienes al iniciar un viaje dejan
la lúgubre mansión a la familia que conocemos.
La adaptación a los nuevos tiempos está bien conseguida. Eddie se
reconciliará con sus amigos del colegio cuando muestre sus habilidades
licantrópicas, provocando la admiración de sus compañeros.
Desde luego "Vuelven los Munsters" no es una obra maestra, no está a la
altura de "La herencia de los Munsters" por ejemplo, pero sí es una obra
agradable, relajante y simpática realizada con gran amor al cine y eso es
de agradecer.

1996

VAMPIRELLA
Director: Jim Wynorski; Productores: Forrest J Ackerman (productor
asociado), Angela Baynes, Mark Patrick Carducci, Roger Corman, Paul
Hertzberg, Jim Wynorski; Guión: Gary Gerani según el comic creado por
Forrest J Ackerman.
Intérpretes y personajes: Talisa Soto (Vampirella), Roger Daltrey
(Vlad/Jamie Blood/Drácula), Richard Joseph Paul (Adam Van Helsing),
Brian Bloom (Demos), Corinna Harney, Rusty Meyers, Lee de Broux, Tom
Deters, Jack Zavorak, Lenny Juliano, Anne Howard, Angus Scrimm, Tyde
Kierney, David B. Katz (Forry Ackerman), Robert Clotworthy,John Landis,
John Terlesky , Toru Nagai, Jay Kessler, Jeff Jay, Eric Randell ,
Peggy Trentini, Antonia Dorian, Bret Davidson, Patrick J. Statham, Scott
Stevensen, John Oshima, Anthony Hansen, Tom Case, Michael Harris,
Hilary Halbert, Forrest J Ackerman, Gary Gerani, Jeremy Settles, Jay So,
Peter Spellos, Jim Wynorski.

Valiente bodrio basado en un célebre y, por otra parte, estupendo comic,


protagonizado por la escultural Vampirella que llega a la tierra procedente
del planeta Drakulon en busca de Drácula, que aquí es un extraterrestre,
un vampiro renegado que se dedica a hacer el mal por doquier mientras
que nuestra heroína es una vampira buena.
El tratamiento que se da al comic es descabellado protagonizado por una
actriz algo anoréxica y dotada de pocas curvas. Roger Daltry es un
Drácula asimismo patético. Todo está deslavazado, sin gracia alguna y
llega al más espantoso sopor. Por si fuera poco copian descaradamente el
final de “Las cicatrices de Drácula” y a nuestro amiguete le parte un rayo.
Jamás había visto tanta incompetencia junta.
1997

LA PARODIA NACIONAL
“Gestmusic Endemol para Antena 3 TV” (España). Directores: Toni Cruz y
Josep Maria Mainat. Programa musical emitido el día 17 de junio de 1997.
Intérprete: Rocky Tornado (Drácula).

En este célebre programa musical dedicado a las parodias de temas


internacionales, Rocky Tornado interpretó un rock and roll dedicado al
Centenario del conde Drácula y haciendo referencia al doble sentido de la
palabra “chupar”. La música original es de “Estremécete”, un rock muy
famoso en los sesenta que inmortalizaron Elvis Presley y Los Llopis.
En esta parodia, el conde Drácula y un grupo de vampiros y vampiras
rinden un cálido y afortunado homenaje al Señor de la Noche con
imágenes de Leslie Nielsen y Gary Oldman.

1997

AKUMAJÔ DRACULA X: GEKKA NO YASUKJOÔOKU


(CASTLVANIA: SYMPHONY IN THE NIGHT)
Guión : Toshiharu Furukawa y Koji Igarashi. Voz: Scott McCulloh (conde
Drácula, en inglés).

Basado en el comic “La Tumba de Drácula”, esta versión cinematográfica


pasada por televisión es un producto entretenido y simpático pero de
dibujo torpe. Es un ánime tosco y rutinario que está reservado a los
paladares del manga pero está lejos de ser una maravilla cinematográfica.

2002

IL BACIO DI DRACULA/ DRACULA/CURSE OF DRACULA


Italia/Alemania. Director: Roger Young. Guión: Roger Young y Eric Lerner,
según la novela de Bram Stoker. Color. Intérpretes y personajes: Patrick
Bergin (Vladislav Tepes/Dracula), Stefania Rocca (Mina), Giancarlo
Giannini (Enrico Valenzi), Kai Wiesinger (Dr. Seward), Conrad Hornby
(Arthur Holmwood), Alessia Merz (Fair Woman), István Göz (Male Nurse),
Csaba Pethes (Captain of the Tug), Levente Törköly (Tug Crew Member
2), Imola Gáspár (Woman at the Manor), Hardy Krüger Jr. (Jonathan
Harker), Muriel Baumeister (Lucy), Alessio Boni (Quincy), Brett Forest
(Roenfield), Piroska Kiss (Dark Woman), Barna Illyés (Border Guard),
Balázs Tardy (Tug Crew Member 1), Ilona Kassai (Woman at the Hotel),
Andrew Divoff (Doctor).
104 minutos.

Este telefilm es dificil de encontrar referencias aunque parece ser una


versión libre de la novela de Stoker. Al parecer con muchas secuencias de
gore y desnudos pero metidos con calzador. Una versión que tiene poco
crédito según mis referencias.

Capítulo 5

Antología

Una vez estudiada la filmografía del conde Drácula, una de las


personalidades más características de la cultura del siglo XX, debemos
acabar la presente obra cediendo la palabra a sus dos más importantes
protagonistas, Terence Fisher y Christopher Lee, director y protagonista de
la versión de 1958, que yo considero la mejor por diferentes
circunstancias, aunque es lógico tener en cuenta de que las preferencias
de cada espectador pueden ser diferentes. Algunos se inclinarán por la
versión de Friedrich Wilheim Murnau, otros por la de Tod Browning y los
más jóvenes por la reciente de Francis Ford Coppola. Cuestión de gustos.
Pero la versión de 1958 marcí toda una época y su influencia se dejó sentir
durante más de una década, es por ello que debemos cederle la última
palabra a quienes con su talento crearon toda una leyenda y un título que
marcí las vidas de cinéfilos de todos los países asociando la figura del
conde Drácula con la imagen de Christopher Lee y la narrativa de Terence
Fisher.

Carta de Christopher Lee

Yo sería particularmente feliz de interpretar de nuevo el papel del conde


Drácula (¿este personaje no es inmortal por excelencia?) aunque lo haya
rechazado varias veces. Pienso que el público de hoy me identifica con
este papel y si alguna vez lo he rechazado es por miedo, tal como le
ocurrió al desdichado Bela Lugosi, de pasarme el resto de mi vida sin
poder interpretar otros. Sin embargo, regresaría a él con mucho gusto con
la condición de que la producción y el guión del conde Drácula sea
plenamente a mi satisfacción; en ningún caso, yo no tengo la intención de
interpretarlo para hacerme alguna publicidad mercantil o por razones
financieras de un grupo de personas que no sepan apreciar ni comprender
el gran poder y el estilo “Clásico” de este gran personaje.
Es un papel que debe ser interpretado con respeto y dignidad aunque
tenga que considerar también el punto de vista comercial que, en nuestros
días, no puede ser ignorado.
Os escribía, últimamente, que un verdadero actor debe ser capaz de
actuar en papeles muy diversos. Por lo que me concierne creo que ya lo
he demostrado plenamente y, en consecuencia, no corro ningún peligro de
“encasillarme”. Pero yo soy ante todo un actor y debo ganarme la vida y, si
la ocasión se presentase, yo estaría muy contento de volver a interpretar al
conde Drácula en condiciones favorables.
Por encima de todo yo desearía interpretarlo con una gran sinceridad,
fielmente a la novela de Bram Stoker. Me parece que en la película
“Drácula”, de Terence Fisher (que por otro lado era excelente y fue un gran
éxito), el guión dejaba en la sombra algunos aspectos de la novela que si
se hubiesen conservado habrían mejorado considerablemente el conjunto
de la película. Sobretodo las secuencias con los lobos y la escena capital
de Jonathan Harker y del espejo, sin hablar del barco navegando hacia
Inglaterra. La omisión de Renfield era también un asunto muy lamentable.
Creo que estas secuencias no se rodaron por motivaciones financieras,
sino porque habrían alargado en demasía la película y hubiera sido
necesario una producción más costosa.
Os podrá sorprender el saber que yo no he visto ninguna versión anterior
de “Drácula”.La mayoría de ellas fueron realizadas cuando yo era muy
joven y mi edad no me permitía verlas. Pero yo creo que eso fue para mí
positivo porque, por encima de todo, yo no quería verme influenciado en mi
enfoque del papel por aquellos actores que me han precedido, ni siquiera
por el gran Bela Lugosi. Una de mis mayores frustraciones ha sido la de no
poder encontrarme con él, aunque yo conozco muy bien a Boris Karloff
hacia quien tengo una gran admiración.
Mi idea personal de la caracterización del conde Drácula estaba totalmente
basada en la novela que yo he leído muchas veces y, dentro del guión y la
realización, yo he tratado de dar mi visión personal de la interpretación.
La nieta de Bram Stoker vino a verme al plató durante el rodaje y tuvo la
gentileza de asegurarme que mi interpretación era excelente y que ella
estaba seguro hubiera complacido mucho a su abuelo.
Naturalmente había muchas diferencias entre el guión y la novela, pero yo
siempre trató de poner en evidencia la soledad del mal y particularmente
de mostrar que, aunque fueran terribles las acciones del conde Drácula,
estaba poseído por una fuerza oculta que escapaba completamente de su
control. Es el Demonio quien, teniéndole en su poder, le obligaba a
cometer esos crímenes horribles, porque él se había apoderado de su
cuerpo desde tiempos inmemorables. Mientras su alma, que subsistía bajo
la apariencia carnal, era inmortal y no podía ser destruido de ninguna
forma. Todo eso explica esa gran tristeza que yo he tratado de darle a mi
interpretación.
La interpretación comportaba igualmente un problema de orden sexual: la
sangre, símbolo de la virilidad, y la atracción sexual que produce, están
siempre estrechamente ligados al tema universal del Vampirismo. He
tratado de sugerir ésto sin cambiar el personaje cambiándolo torpemente.
Por encima de todo, yo nunca he olvidado que el conde Drácula era un
“gentleman”, hombre de alta nobleza y, en su primera vida, un gran
soldado y un gran conductor de hombres.
Seguramente, era imposible, en los límites del guión, de mostrar todo esto,
pero siempre es factible sugerir en mi interpretación los hechos del pasado
sin mostrarlos realmente.
Como ya le he dicho, soy del todo favorable a la idea de volver a
interpretar al conde Drácula con la condición de que se respete la época y
la “atmósfera” gótica de la novela.
Pienso que es perfectamente posible realizar una película sobre este
personaje situando la acción en nuestra época pero sólo hay un Drácula y
su época no debe en ningún caso ser cambiada.
Yo no he leído la obra entera de Bram Stoker, sólo he leído (si se excluye
“Drácula”) “La guarida del gusano blanco” (31) y una de sus novelas cortas
“The Squaw”. La primera no puede ser llevada a la pantalla pero la
segunda, en una versión más abreviada, sería una película extraordinaria.
“The Squaw” (32) es sin duda una de las historias más terroríficas que
haya escrito Bram Stoker.
En mi conocimiento no se prepara actualmente ninguna película inspirada
en la obra de Bram Stoker y podría ser que el “Drácula” de Terence Fisher
sea la última. Es ciertamente una de las mejores y yo no creo que pueda
ser mejorada.
Por contra, el público de hoy está dispuesta a ver una nueva adaptación de
este relato y aceptaría gustoso regresar al personaje del conde en una
nueva adaptación a condición de que la película sea totalmente fiel a la
novela de Bram Stoker.
El papel del conde Drácula ha sido una de las grandes oportunidades de
mi carrera y me ha procurado una reputación mundial.
Es uno de los más grandes papeles que yo he creado, uno de los más
célebres y más fantásticos… ningún actor puede pedir más.

Carta de Christopher Lee publicada en “Midi Minuit Fantastique” Nº 4 - 5,


enero 1963.

Una entrevista con Terence Fisher

En octubre de 1976, Terence Fisher fue invitado de honor el Festival de


Cine Fantástico y de Terror de la Villa de Sitges. En su presencia, los
afortunados aficionados asistentes, pudimos descubrir alguna parte de su
filmografía que los distribuidores (o los censores) españoles nos habían
escamoteado injustamente. Recuerdo con gran felicidad aquel día en que
me citó en el hall del Hotel Calípolis de Sitges a primera hora de la
mañana. Yo fui muy puntual, como es mi costumbre ya que detesto llegar
tarde a las citas, y sorprendentemente, el realizador británico ya me estaba
esperando mientras que por lo general, en otras ocasiones, los
entrevistados me han hecho perder tiempo en una inútil espera.
Fisher era un hombre muy cordial, simpático, y menudo de talla. En
aquella misma edición estuvo presente Freddie Francis, de quien por cierto
no podemos decir lo mismo, ya que es un hombre de carácter áspero. Diez
años después, en el mismo lugar, conocí a Christopher Lee que en un
principio me dio una impresión desagradable por su pésimo talante aunque
en un segundo encuentro me trató de una forma mucho más cordial.
Estos diez años de diferencia marcaban dos estilos diferentes de organizar
el Festival de Sitges, el de Ráfales y el de Goas. El primero tenía mayor
calor humano, los personajes invitados convivían con los amantes del
género y todos nos hacíamos amigos. En cambio, la segunda etapa tenía
mayor presupuesto económico. Si Ráfales organizaba el certamen con tres
millones y medio, Goas acabó haciéndolo con presupuestos de ochenta
millones. Sin embargo la diferencia económica nunca supuso ningún
aumento de calidad porque el nuevo equipo nunca amó el género
fantástico y eso se les notaba demasiado.
En la época Goas todos los personajes invitados eran inaccesibles al gran
público, se había perdido aquel calor humano característico de la anterior
etapa y el clima se fue deteriorando cada año hasta que el Festival de
Sitges acabó convirtiéndose en una sombra de sí mismo. Desde mi punto
de vista, la Generalitat han realizado una política cinematográfica
equivocada desde el primer día de su restauración. Dicen que el Estado es
mal empresario, pero es peor productor de cine. Su labor en el Festival de
Sitges así lo demuestra. (33)
Afortunadamente, en octubre de 1976, el Festival aún pertenecía al amigo
Ráfales, y los amantes del Séptimo Arte podíamos convivir y codearnos
con la créme de la créme del género. Gracias a este maravillosa
circunstancia pude encontrarme con el realizador que marcó una época
dorada en el cine fantástico internacional. (34)
¿Cómo definiría sus films, mister Fisher?
- Como cuentos de hadas para adultos.
¿Conoce el cine fantástico español?
- Sí y no me gustan nada. Hay demasiada sexo y violencia. Ello ocurre no
sólo en este país sino también en otros. La excesiva violencia parte de una
cultura violenta pero también por motivos mercantiles, aunque la gente que
las rueden crean en ella. No he visto muchas películas fantásticas
españolas porque en Inglaterra se distribuyen muy poco. En España existe
una censura muy fuerte ¿no? ¿Es difícil rodar películas aquí?
”Las películas españolas suelen tener doble versión. La extranjera tiene
demasiados desnudos generalmente gratuitos, no tienen ninguna
justificación y aparecen sin más ni más. Yo estoy por la libertad si se usa
bien.
Pero en su cine había erotismo
- Yo saco el erotismo cuando la trama lo exige. Ahora se hace para sacar
dinero.
En cierta clase de cine fantástico existe una misoginia galopante. Las
mujeres son siempre las víctimas y se asustan demasiado fácilmente.
- ¡Lógico! eso forma parte de su psicología. Es natural que se sienta miedo
ante el peligro ¿quién no?.
¿Me puede hablar de los actores de cine fantástico?
- Christopher Lee es un soberbio Drácula. No creo que ningún actor haya
trabajado este papel como él. Su porte y sus movimientos están muy
cuidados. Lee tiene gran habilidad en dar emoción a sus escenas. Bela
Lugosi no tenía sex apel, carecía del atractivo sexual de Lee. éste tenía en
primer lugar un fuerte elemento de sexo, como con las dos jóvenes de la
casa, Lucy y Mina. Es lógico poner sexo en estas situaciones. La actuación
de ambos era muy distinta. Bela Lugosi era todo melodrama, Christopher
Lee era pura realidad. El Diablo siempre tiene su atractivo.
“Peter Cushing era un soberbio Van Helsing, un actor muy agradable. El
barón de Frankenstein quería ayudar a la humanidad, estaba obcecado
con sus ideales. Creía que su monstruo era un hombre, quería hacer el
hombre perfecto. El doctor era cada vez más cruel y llegaba hasta el
asesinato. En ”La maldición de Frankenstein” (Curse of Frankenstein,
1957) mataba a otro científico para construir a su hombre. Era muy cruel.
“Trabajó con Boris Karloff en unos telefilmes de la serie ”Colonel March of
Scottland Yard”. Era un hombre muy gentil. Su interpretación de monstruo
de Frankenstein en la época de la Universal era muy buena. De
situaciones muy simples él sacaba gran provecho.
¿Qué opina de los demás directores de la Hammer como, por ejemplo,
Roy Ward Baker?
- Prefiero reservarme mi opinión sobre el particular porque no me gusta
juzgar a mis compañeros. Sin embargo le dirá que ese señor a quién cita
me parece muy buen director.
La escena más difícil.
- Mi primer Frankenstein porque existían otras versiones muy famosas y
temí que mi película saliera malparada en la comparación. Estuve
aterrorizado durante el rodaje. Le confesará una cosa ¿sabe que no vi
esas series en blanco y negro hasta que hubiera rodado mis primeras
películas de terror? No quería me influyeran su visión y por instinto las
imitara. Después las vi y me gustaron mucho.
¿Cual película prefiere del periodo de los años treinta?
- ”La novia de Frankenstein” (The bride of Frankenstein, 1935) de James
Whale, sin duda.
¿Le interesa la SF?
- Sí, es un género que empieza ahora. Es algo más que los seres
monstruosos del otro mundo. La SF me interesa, me gusta mucho el
”2001, una odisea del espacio” (2001: A Space Odyssey, 1968) de Stanley
Kubrick.
En su serie de Frankenstein da más importancia al creador que a su
monstruo, al reves que la Universal ¿por qué?
- Porque el doctor Frankenstein creí al monstruo, es un personaje que yo
encontré más importante.
¿Cuales son sus películas favoritas entre las que usted ha dirigido?
- ”Drácula” (Horror of Dracula, 1958) por ser una película muy compacta y
”Curse of the werewolf” (1961) porque es una historia de amor.

Entrevista realizada por Salvador Sáinz en octubre de 1976.

Diccionario vampírico:
Este diccionario procede en mayor parte del libro “La Mythologie du
vampire en Roumanie” de Adrien Cremene, publicado por Editions du
Rocher, París, 1981, pero asimismo de informaciones recopiladas por el
autor de este libro. La mayor parte de las palabras mencionadas proceden
de la antigua Transilvania, añadiéndoles la de procedencia hispana.

Aratare: aparición, fantasma, espectro…


Aripa Satanei: "La isla de la diablesa", ver Samca.
Astruc, astruga: derivado de Estruc, quiere decir afortunado en lengua
catalana.
Astrugància: suerte o fortuna en catalán (en las expresiones “bona
astrugància” o “mala astrugància” según se tenga buena o mala fortuna).
Balaur: dragón. Ser fabuloso que mandaba las brumas, las nieblas y el
curso de las aguas subterráneas.
Bobon, boboana: nombre regional del “strigoï” y de la “strigoaïca”.
Cuchillo: instrumento a menudo utilizado por los “strigoï” y las brujas para
la suerte de “poceala” (especie de afeamiento mágico).
Curcoï: otro nombre del “strigoï”.
Curoï: otro nombre del “strigoï”.
Deochetor, deochetoare: echador o echadora de mala suerte o del mal de
ojo.
Dip: perro vampiro, leyenda perteneciente a la parte sur de Cataluña.
Dragón: diablo.
Drácula: el hijo del dragón. Apodo de Vlad Tepes, hijo de Vlad Dracul.
Ecangue: en rumano “melita”. Instrumento utilizado para moler la caña de
linaza o de cáñamo. También se utiliza para golpear a los ”strigoïs” durante
la noche de San Andrés.
Estruch (o Estruc): leyenda catalana de “estrugas”, como eran conocidos
los “strigoïs” en el Ampurdán.
Gallo: está vinculado al sol y anuncia su llegada. El canto del gallo caza a
los vampiros. Por contra, su muerte deja el campo libre a los espíritus
maléficos. Su sacrificio puede asimismo transformar a los muertos en
“strigoï”.
Gato: animal que pertenece a la vez al día y a la noche. Su paso sobre el
cuerpo de un difunto puede causar que éste se convierta en un “strigoï”.
Hoz: símbolo de la muerte y de la siega. Único instrumento cortante capaz
de cortar la carne de los vampiros.
Ieles: literalmente “las Ellas”, apodo otorgado a dos clases de espíritus
maléficos demasiado peligrosos para ser nombrados por su nombre.
1. Tres brujas maléficas, dueñas de los aires, llamadas Catrina, Marina y
Zalina. Ellas dominan los malos vientos, provocando tempestades y
volviendo impotentes a los jóvenes. Se las temía tanto que nadie se
atrevía a darles un apodo para insultarlas y se les llamaba “frumoase”
(bellas), “maiestre” (amas), ”dînsele” (las Ellas), etc.
2. Las estriges también eran llamadas de la misma manera.
Loajnice: nombre transilvano de las “strigoaïca”.
Lobishome: licántropo de la mitología galaica, radicado en Galicia, que
afecta al séptimo hijo varón o que, en otras versiones, se produce por
maldición paterna. Se conocen muchos relatos de la época de la
Inquisición. A principios del siglo XX se produjo una leyenda protagonizada
por una mujer-loba. Una rapaza amputó la mano de su padrastro que
intentó violarla, siendo maldecida por su propia madre que la convirtió en
loba.
Mama-padurii: “la madre del bosque”. Espíritu maléfico con forma de
anciana de largos cabellos revueltos y garras de oso. Se decía que
lanzaba maleficios y comía carne humana.
Maná: la esencia, la parte positiva de una cosa. El maná de la leche o del
trigo es una de las actividades esenciales de un “strigoï” en su primera
vida.
Miaza noptii: literalmente “medianoche”. Otro nombre de “Mama-padurii”.
Moroanca: otro nombre de “moroaïca”.
Moroï, moroaïca: niño nacido muerto o neófitos asesinados por su madre
antes de ser bautizados y que se convierte en vampiro para vengarse.
Muroï, muroaïaca: otros nombres de los “moroï” y las “moroaïca”.
Muron, muroana: otros nombres de los “moroï” y las “moroaïca”.
Naluca: un nombre de los fantasmas.
Nametenii: otro nombre de los fantasmas.
Necurat: apodo dado a todo espiritu maléfico del que no se desea
pronunciar el verdadero nombre. Significa literalmente “el malo” y se aplica
tanto al diablo como a los vampiros.
Nosferat: especie de vampiro rumano. Se supone que es una mala
transcripción de la palabra “necurat”, repetida después por diversos
autores.
Nosferatu: no muerto.
Orgoï: otro nombre del “moroï”.
Perro: animal vinculado al infierno. Su paso sobre el cuerpo de un cadáver
puede transformarle en un “strigoï”. Cuando el “pryccolitch” se transforma
en perro, se convierte en “ogar” (nombre rumano de una especie de
galgo).
Potca: mala suerte. Se creía que la “potca” poseía una personalidad
propia, en algunos exorcismos solía utilizarse ese nombre como si fuera
una persona.
Procolici: pryccolitc: son seres que, víctimas de una maldición, se
transforman en licántropos (hombres-lobo); esta transformación sólo
pueden efectuarse en lugares solitarios libre de toda mirada ajena.
Puternice: literalmente “las fuertes”. Otro nombre de las “ieles”.
Rocío: vapor que se condensa por la mañana y la noche en gotas
menudas sobre las plantas. Si las “strigoaïacas” las robaban privaba al
campo de su fecundidad que era transferida al campo de la ladrona.
Rusalii: hadas aéreas que viajaban a través de los vientos, eran
benefactoras o dañinas según se tercie.
Samca: llamada también Avestita, Baba Coaja, el ala de la diablesa, etc.
Espíritu maléfico que tenía un aspecto mitad oso mitad anciana, que
caminaba a cuatro pies y se alimentaba de sangre humana. Reina de los
malos espíritus, se la consideraba como más poderosa y más pérfida que
el mismo diablo.
Samodiva: nombre dado al espiritu de la muerte.
Santa Walburga: la patrona de las brujas. Nació en Inglaterra en 710 y
murió en el 778. Era una monja benedictina que fue llamada a Inglaterra
por San Bonifacio, residiendo en unos monasterios de la zona de la Selva
Negra alemana. Cultivó las artes mágicas, al igual que otros monjes y
monjas. Su sepulcro fue trasladado durante el siglo IX a Eichstaedt,
atrayendo numerosos peregrinos. Su fiesta se celebra la noche del 1 de
mayo, la célebre Noche de Walpurgis, en la que, según las leyendas
populares, se reunían las hechiceras y los demonios en el Brocken
(Alemania).
Sisca, siscoï: adepto del rey Salomón (en la aceptación que en la Edad
Media tenía este término, ya que Salomón era considerado maestro de las
ciencias ocultas).
Stafie: nombre más corriente del fantasma en Rumanía.
Striga: gritar. Al parecer las palabras “strige” y “strigoï” les fueron dadas
porque gritaban en alta voz.
Striga: strige. Vampiro, bruja anciana que continuaba sus actividades
después de morir.
Strigoï, strigoaïaca: nombre genérico de los vampiros en Transilvania.
Salen de sus tumbas y chupan la sangre de sus víctimas mordiéndoles en
el cuello, convirtiéndoles asimismo en vampiros una vez muertas. Para
convertirse en uno de ellos basta con haber sido maldito por una
comadrona que haya asistido al parto o bien ser el séptimo hijo o hija,
como en las leyendas de licántropos, e incluso por haber nacido pelirrojo.
Svircolac: otro nombre de “vercolac”.
Tricolici: “triccolitch”, otro nombre del “pryccolitch”.
Vampiro: nombre occidental del “strigoï”. Según el diccionario, es un
cadáver que según creencia popular salía de noche de las tumbas para
chupar la sangre de los vivos. Persona que se enriquece con el trabajo
ajeno. Otra denominación se refiere a un género de mamíferos quirópteros
de la América tropical que se alimentan con frutas, insectos y chupan la
sangre del hombre y los animales dormidos.
Vircolac: “vercolac”, vampiro producido por un incesto entre hermano y
hermana. Tienen la facultad de provocar eclipses de sol y de luna. Se les
puede descubrir cuando duermen porque sus cuerpos se vuelven fríos
como los de un cadáver.
Vrajitor, vrajitoare: brujo, bruja (de la palabra “vraja”: hechizo).
Wurdalak: nombre dado a los vampiros en Rusia.
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VARIOS AUTORES
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VARIOS AUTORES
L’Ecran Fantastique Nº 130.
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Revistas:
Midi-Minuit fantastique (París)
L’Ecran Fantastique (París)
Fantastyka (París)
Famous Monsters of Filmland (Hollywood)
Terror Fantastic (Barcelona)
Pantallas y Escenarios (Zaragoza)
“Somos” Nº 100, especial 100 años cine mexicano, (Míxico, 1996)

Fanzines:
Transylvania Express, Reus, 1980
El Merodeador, Madrid, 1994
Imagen Death, Toledo, 1995.
Lhork, Madrid, 1995.
Xicóatl, Salzburgo (Austria), 1996
Agradecimientos:

Fernando Alonso Barahona, José María Alvarez Betriu, Arturo de


Bobadilla, Xavier Daniel, Luis Alfredo Duarte Herrera, Eugeni Fraile La
Ossa, Manuel Ferrer Salvador, Antoine Fraivre, Arialdo Giménez, Pierre
Gires, Teresa Guitart, José Manuel Hernando Llorens, Mike Hostench,
Narciso Ibáñez Menta, Jean Marigny, Jorge Martínez Villaseñor, Juan
Montilla Eslava, Javier L. Perea, Luis Pérez Bastias, Jean-Pierre Piton,
José María Ponce, Joan Proubasta, Narcís Ribot Trafí, Ramón Serinyá,
Alain Schlockoff, Manolo Valencia, Phil White.

Notas al margen

1/ “Genesis Rabba” fue recopilado en el siglo V en Palestina. Lilith ha


tenido escasas apariciones cinematográficas, recordemos “Lilith and Ly”
(1919) de Drich Kober, “The Mark of Lilith” (1986) de Polly Gladwin y, la
mejor de todas, “La luna negra” (1990) de Imanol Uribe, protagonizada por
Amparo Muñoz.

2/ En Asturias existe un mito semejante a las lamias, se llamaban las


“xianas” que residían en los ríos. De gran hermosura seducían y ahogaban
a los jóvenes.

3/ El condado de Ampurias fue una antigua colonia griega ya que, según


su mitología, se creía que en esta zona se hallaba el Jardín de las
Hespérides, en el cual crecían unos árboles extraordinarios cuyos frutos
eran manzanas de oro. Los griegos de la ciudad Focea, situada en Asia
Menor, fundaron en el año 575 aC una colonia que se llamó Emporión. Los
romanos desembarcaron en el 218 aC, durante su guerra contra los
cartagineses, y desde entonces pasó a llamarse Emporiae.

4/ Los hijos de los upiros de Transilvania nacían sin huesos, razón por la
cual fallecían no más nacer.

5/ Líase “Les bruixes de Llers” de Carles Fages de Climent, publicado en


catalán antes de la guerra civil española. También “La cueva de Marcia” de
Salvador Sáinz, publicado como complemento de su novela “Estruc”
(1991), y “Los huéspedes de Estruc” (1996) del mismo autor publicado en
español y alemán en “Xicóatl” Nº 26, un fanzine editado en Salzburgo
(Austria).

6/ Joan Perucho publicó en “Las historias naturales” (1960) una narración


dedicada al vampiro Onofre de Dip ambientado en la guerra carlista pero
ajeno a la leyenda original.

7/ En la villa de Llers se conservan ruinas del castillo del conde Estruc.


Paradójicamente fue destruido en la guerra civil española, en febrero de
1939, tal como nos cuenta Josep Plá en su relato “Destrucció del poble de
Llers”, recopilado en un libro titulado “L’Empordá” , publicado por Ediciones
Destino en 1991.

8/ Años 1167/1173, la primera; 1182/1188, la segunda, cuando Ricardo se


rebeló contra su padre; muerto éste continuaron las contiendas incluso tras
el regreso de aquel de las cruzadas.

9/ El dictador comunista Nicolai Ceaucescu fue quien reivindicó la memoria


de Vlad Tepes, no obstante dicho tirano no tenía nada que envidiar al
voivoda porque sus crímenes fueron también tan numerosos como
horrendos, razón por la cual un movimiento popular derrocó su gobierno
ejecutándole a él y a su esposa.

10/ Para conocer más detalles de la dinastía de los Drácula, leer ”Los
Drácula, Vlad Tepes, el Empalador, y sus antepasados” (1993) de Ralf-
Peter Martin.

11/ Publicado en 1992 por Mondadori (Barcelona)

12/ Aunque el cine siempre nos muestre a los upiros convirtiéndose en


vampiros, es decir murciélagos gigantes, esa transformación no se
corresponde a las leyendas originales porque el reviviente puede
transformarse además en otra clase de animales más corrientes como
perro, gato, mariposa, arañas, o incluso en fenómenos atmosféricos como
la niebla o el viento.

13/ Al venir la democracia y la autonomía, el Ayuntamiento de Reus para


demostrarnos su ignorancia quitó el nombre de Cervantes a una calle de la
ciudad porque era un nombre “franquista”, creemos sinceramente que el
célebre manco hubiera podido dar muchas lecciones de libertad y de
tolerancia a esos demócratas de pega que padecemos actualmente.

14/ Personaje extraído del “Necronomicón” de H. P. Lovecraft como


homenaje personal.

15/ Junto a la novela “Estruc” aparece un breve relato, “Nace un mito”, que
narra la vampirización de Drácula tras recibir la visita de Doña Núria, la hija
del conde Estruc.

16/ En las Leyes de cine socialistas existía una cláusula que especificaba
que se negaba toda subvención a proyectos de argumento violento, sin
embargo se financian películas ambientadas en la Guerra Civil española
cuyas imágenes eran aún más agresivas y desagradables que muchos
títulos de género fantástico. Véase la sobrevalorada “Libertarias” (1995) de
Vicente Aranda.

17/ Es muy difícil precisar si estos títulos pertenecen o no al tema, muchas


cintas mudas son conocidas por referencias y todos sus negativos han
desaparecido, pero quedan constancia de ellas a través de críticas o
programas de mano. Por ejemplo, Denis Gifford cita “Hiawatha” (1913) de
Hild Hadges, con Joe Biller, cuyo título es el nombre de un pequeño
guerrero indio. No tenemos otra constancia de su relación con el tema.

18/ Otras fuentes aseguran que Carlos Villarias era mejicano porque rodó
treinta films en los estudios aztecas. Completamente falso, dicho actor era
andaluz.

19/ Actualmente escindido en dos países independientes y capitalistas,


República Checa y Eslovaquia.

20/ Todas las cifras dadas por fuentes turcas sobre los supuestos
genocidios de Vlad Tepes son de dudosa fiabilidad, fruto de la
exageración.

21/ Las leyendas de la época dicen que Max Schreck no existió. Que
Nosferatu fue encarnado por el propio Murnau o por el mismo conde
Drácula. No es cierto. Max Schreck (1879-1936) era un actor típico del cine
expresionista alemán, que por cierto repitió con Murnau en ”Die finanzen
des grossherzog” (1923). Nota del autor.
22/ En las secuencias cortadas en montaje desaparecieron los papeles
siguientes: William Sherwood (el sacerdote), Guy Mills (el cochero del
pescante), Judith Nelmes (la mujer del pescante), John Mossman (otro
cochero), Stedwell Fulcher (su cliente), Dick Morgan (compañero del
cochero) y Humphrey Kent (comerciante gordo).

23/ Es frecuente que un escritor o cualquier aficionado al fantástico declare


que no le gusta Paul Naschy reciba un fuerte linchamiento por parte de
algunas de sus amistades en forma de misivas ofensivas o injuriosos
comentarios en los foros de Internet. Injurias que le hacen flaco favor al
hombre lobo nacional.

24/ Se trata de un juego privado, Richard Kiel fue “Jaws” en dos películas
de James Bond, y “Jaws” es el título original de “tiburón” de Steven
Spielberg. Además aparece el mismo alcalde de esta última cinta, Murray
Hamilton, repitiendo un papel similar.

25/ Algunas fuentes publican que el argumento de este film está basado en
“El invitado de Drácula” de Bram Stoker, el prólogo de su novela que los
editores cortaron y publicaron tiempo después de su muerte. Eso no es
cierto en absoluto y es hora ya de desmentirlo. Nota del autor.

26/ Ver “Ed Woods” (1994) de Tim Burton.

27/ Se anunció “Alucarda vuelve de la tumba”, que se debía rodar en


España con Corinne Clery, pero no se llegó a filmar. Años después se
habló de que Moctezuma había rodado una película en Los Angeles, pero
no se ha vuelto a saber nada más de este asunto. El realizador mexicano
falleció en 1995.

28/ En su libro “Espejo de fantasmas” (1993) Román Gubern sentencia


que los ídolos del cine americano de los noventa son el nuevo opio del
pueblo. En mi opinión son los actuales políticos quienes se merecen tan
dudoso honor.

29/ La adaptación de Drácula dirigida por Jaime Azpelicueta, con José Luis
Pellicena como Drácula, fracasó a causa del dudoso sentido del humor del
adaptador al castellano, tal como he explicado en otra parte de este libro.

30/ Declaraciones recogidas en “La opinión” de Buenos Aires, en el


suplemento “Medios” del domingo 9 de diciembre de 1979.
31/ Última novela de Stoker, fue llevada al cine por Ken Russell: ”La
guarida del gusano blanco” (The Lair of the White Worm, 1988) con
Amanda Donohue. Chris Lee no acertó esta vez.

32/ Cuento publicado en la antología “El invitado de Drácula” (1914).

33/ Recordemos la bochornosa rueda de prensa con Martine Beswick en


1991, con la sala completamente vacía mientras la prensa invitada tostaba
sus nada serranos cuerpos en la playa suburense.

34/ Mi encuentro con Terence Fisher es rememorado en mi novela “La


Sombra de Hitchcock”, publicada en 1991.

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