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Hominidae, como familia biológica, usado en las clasificaciones más actualizadas y que agrupa a
los grandes simios (chimpancé, bonobo, gorila y orangután) y que incluye al ser humano.
Amplitud de la familia
Hominidae: castellanizado como homínidos, antes incluía sólo los primates bípedos y ahora
también a los grandes simios.
Hominina: castellanizado como homininos, solo incluye a los Hominidae bípedos. Por tanto, este
es el término más adecuado para designar a los seres humanos actuales y todos los fósiles de
nuestra propia línea evolutiva, desde que se produjo la separación con la línea del chimpancé
hace unos seis millones de años; así, todas las especies que caminaron de forma erguida reciben
el nombre de homininos.
Estudios realizados con técnicas moleculares del ADN indican que los chimpancés, gorilas y
humanos forman un clado, con los orangutanes un poco más separados filogenéticamente.
Salvo el orangután (nativo de Asia, específicamente Borneo y Sumatra), los actuales simios
homínidos; humanos, chimpancés y gorilas son originarios de África (si bien en el caso del
humano se extendió por todo el mundo). Sin embargo se han encontrado fósiles de homínidos
en Europa y diversos lugares de Asia y África, procedentes del Mioceno (cerca de 20 millones de
años antes del presente). No existen evidencias físicas de que haya ningún tipo de homínido
nativo de América, y el único simio homínido que cruzó de Eurasia a América de forma natural
fue Homo sapiens.
Los homínidos son ágiles para trepar a los árboles y son omnívoros. Además conforman las más
complejas redes sociales y tienen un comportamiento sexual elaborado que no necesariamente
está sujeto a fines reproductivos, sino en muchos casos, por placer, algo que los diferencia de
otras especies animales.
Morfología
Los homínidos son los primates más grandes, con un peso que oscila de 48 kg a 270 kg. En
general, los machos son mayores que las hembras (dimorfismo sexual), con cuerpos robustos y
brazos bien desarrollados. Tienen numerosas diferencias con respecto al esqueleto de los otros
primates, especialmente relacionadas con su porte vertical.
Todos los miembros de esta familia tienen cerebros relativamente grandes y complejos. Tienen
las narinas próximas una de otra y orientadas hacia el frente y hacia abajo. La fórmula dental es
la misma en todos los miembros de este grupo: 2/2, 1/1, 2/2, 3/3 = 32.
Los homínidos son omnívoros, aunque la base de su alimentación suelen ser las frutas y
vegetales: en el caso del chimpancé, pueden incluir pequeños invertebrados o incluso
mamíferos, lo que constituye menos del 2% de su dieta.3 Otra característica es la complejidad
de su comportamiento social, expresión facial y vocalización compleja. Todos construyen nidos
o refugios y cuidan mucho a sus crías durante un largo período; las hembras tienen
generalmente una cría en cada gestación.
Clasificación
Especies actuales
Las ocho especies vivientes de homínidos se clasifican en cuatro géneros. La siguiente
clasificación es la más aceptada:2
Primeramente, aclaremos el concepto que tenemos o podamos tener acerca del Homínido.
La noción de homínido está vinculada a la evolución del ser humano. El término se utiliza para
nombrar al ejemplar que pertenece al orden de los primates superiores, que tienen al ser
humano (Homo sapiens) como la única especie que sobrevive.
El concepto, de todas formas, puede entenderse de distintas maneras. Es posible considerar que
los homínidos u homínidos constituyen la subtribu de primates que se caracteriza por caminar
en dos patas y de manera vertical. En este caso, la única especie que subsiste es el Homo sapiens.
Los homínidos como subtribu de primates surgieron hace unos seis millones de años; un millón
de años más atrás, es decir, hasta siete millones de años, habría existido un eslabón común entre
el chimpancé y las personas
RASGOS FÍSICOS
El cráneo.
Ésta existe en individuos con fuertes músculos masticadores que se sujetan en ella. Desaparece
progresivamente a medida que se van haciendo omnívoros.
(torus supraorbital). Progresiva desaparición de la moldura que existe sobre los ojos, bajo las
cejas.
Es decir, pasó del prognatismo al ortognatismo (cara plana). Para definir estas características se
utiliza el siguiente método de medición:
Se traza una línea desde encima de la nariz, entre las cejas, hasta el centro de los incisos
superiores. Se traza otra línea que pase horizontalmente por la parte inferior del hueso nasal
hasta la parte posterior de la cabeza. Ambas líneas forman un ángulo entre sí. Si el ángulo se
aproxima a 90º hablaremos de ortognatismo, mientras que si es menor de 90º hablaremos de
prognatismo.
Hay unos umbrales. La raza negra, por ejemplo, es más prognata, sin que esto quiera decir que
esté menos desarrollada, porque está dentro del umbral del ortognatismo.
El ortognatismo permite la visión estereoscópica, al estar los ojos en el mismo plano. Este
proceso se va dando a medida que el cerebro va aumentando.
La dentición.
Se pasa de 36 piezas dentales a 32, que son las que tenemos actualmente.
El paladar va adquiriendo una forma parabólica, frente a la forma rectangular de los
antropoides.
Los caninos van reduciendo su tamaño, acercándose al de los otros dientes.
Desaparecen progresivamente los diastemas.
RASGOS DE COMPORTAMIENTO
Es difícil saber en qué momento empezarían a comunicarse mediante palabras, porque se han
perdido las partes físicas relacionadas con el lenguaje. Pero estudiando los moldes
endocraneales del hemisferio izquierdo, en el que reside la capacidad del lenguaje, se ha
observado que hay dos zonas concretas que se van desarrollando progresivamente a partir del
Australopithecus.
Nos vamos haciendo omnívoros, con lo cual, con menos cantidad de alimentos tomaremos más
vitaminas. Además, conseguir carne supone realizar estrategias, bien de caza, bien de carroñeo.
La caza mayor se desarrollaría sólo en el Paleolítico superior.
Socialización
Van siendo cada vez más conscientes de los lazos sociales, empieza a surgir el parentesco, se
van estableciendo lazos afectivos cada vez más intensos.
El origen del lenguaje se basa en los datos anteriormente vistos en los primates, aunque con
innovaciones neuropsicológicas que ellos evolutivamente no poseen (menor superficie
funcional de las áreas de asociación, capacidad de simbolización y abstracción).
Nace dentro de las poblaciones del género Homo como consecuencia del intento de relación
social (comunicar las acciones, hechos, cosas intereses, etc.). El interés y la observación
existente en los primates persisten, apareciendo otro nuevo tipo de motivación como es el de
querer llamar la atención de sus compañeros sobre algo que se hace o se quiere hacer. Para su
realización se dispone de los sentidos que poseemos (sonidos, gestos, tocamientos, olores y
sabores), produciéndose una asociación simbólica entre uno de estos sentidos y el objeto o
acción que se quiere indicar a los demás. Sería un proceso de simbolización básico, que con el
tiempo daría lugar a las abstracciones simbólicas. Cuando solo se quiere indicar un objeto o
acción elemental con una sola simbolización sería suficiente, pero si se quiere decir algo más
hay que realizar una serie de simbolizaciones que deben tener una ordenación temporal
adecuada para que sea entendida por los otros compañeros. El medio ambiente nos ofrece tal
ordenamiento o secuencia de simbolizaciones básicas. La acción es la base de la propia
estructura inicial de lenguaje y de la universalidad de su sintaxis, pues es igual en todos los
lugares